Ensayo - Identidad de Las Personas Naturales

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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria


Universidad Bicentenaria de Aragua
Escuela de Derecho
San Cristóbal – Edo. Táchira

Identidad de las personas naturales


(Ensayo)

Autor:

Facilitador:

San Cristóbal, Noviembre 2020


Todos los individuos de la especie humana, al ser personas naturales,
tienen el derecho inalienable a una identidad, y al abordar los conceptos de
identidad y los derechos de las personas naturales ante esta, es necesario y
obligatorio entender que el derecho a la identidad de los ciudadanos es
inherente a la persona humana, no se puede prescindir y genera
paralelamente una obligación al Estado, consistente en el deber de asegurar
una identidad legal, la cual debería coincidir con la identidad biológica. Pero
ante todo esto, ¿Qué es la identidad en sí? Entendemos que se trata de un
derecho, y que dentro de este subyacen otra una serie de derechos y
condiciones complementarios, pero no hemos definido la identidad.

La identidad es el derecho a tener un elemento de diferenciación de las


demás personas, con respecto a los integrantes de una sociedad, y se
desarrolla con el derecho al libre desenvolvimiento de la personalidad. En
consecuencia, este no se agota en su relación con los demás ciudadanos,
sino que se internaliza en el desarrollo y conocimiento del individuo, es un
presupuesto indispensable del aseguramiento del derecho a la vida y de todos
los demás derechos fundamentales del hombre. Así pues, la identidad personal
es “ser uno mismo, representado con sus propios caracteres y sus propias
acciones, constituyendo la misma verdad de la persona” (S/A, 2012).

Ante lo anteriormente expuesto, es pertinente destacar que el hombre


eje y centro del sistema jurídico ¿para que existen las leyes sino es para el
hombre? Es el fin en sí mismo, su persona y la consagración de sus
derechos dentro de los cuales está amparada la identidad y se retribuye
constituyendo parte del ser objetivo de estos derechos, esencial con respeto
a la condición del ser humano. Además, tras la identidad existen otros
derechos intrínsecos, y es que este va aparejado el derecho al nombre -valor
individual- y al apellido -valor histórico y generacional-.
Ahora bien, además del nombre existen otros elementos o derechos del
ser, jurídicamente entre estos se encuentran: el estado civil, la capacidad, la
condición de mayoridad o minoridad de edad, y por consiguiente, la de
tutoría y emancipación del menor; estas a su vez definen condiciones y
estatus que en conjunto con el nombre y el apellido, permiten a la persona
natural establecerse en sociedad, y atender a diferentes derechos y
obligaciones propias de la identidad.

En primera instancia, el estado civil es definible como la calidad


permanente de una persona que ocupa en la sociedad y que se deriva de
sus relaciones de familia, en relación principalmente, con la institución del
matrimonio, con el parentesco y, más recientemente con el acuerdo de unión
civil. Y que parte desde la perspectiva histórica en Roma, donde la
personalidad jurídica resultaba de la acumulación de tres status: status
libertatis -libertad-, status civitatis -ciudadanía- y status familiae -matrimonio-
(Chirinos, 2016), y este nace de la ley, de la voluntad de las partes
-matrimonio o concubinato -, o de una sentencia judicial -divorcio- e influye
en la capacidad de obrar de una persona.

Pero ¿Qué es la capacidad?, ante esto es oportuno explicar que la


capacidad jurídica o capacidad es en el “derecho la aptitud de una persona
para ser titular de relaciones jurídicas o bien la aptitud de una persona
natural para actuar por sí misma en la vida civil” (Chirinos, 2016) y ante esto,
la capacidad es intrínseca a la personalidad, se debe ser persona para tener
capacidad. A su vez, esta capacidad es puede dividirse en dos, la capacidad
de goce y la capacidad de ejercicio, aunque cabe destacar, no
necesariamente un individuo debe tener ambas capacidades.

Ante esto, la capacidad de goce, legal o jurídica es la “idoneidad que


tiene una persona para adquirir derechos, la capacidad de goce es la medida
o el grado de la aptitud de una persona para participar en la vida jurídica por
si misma o por medio de representantes” (Chirinos, 2016). Es por tanto la
capacidad original de toda persona natural, y se sustenta en el beneficio del
ser, sin condicionantes es la aptitud de una persona para que le sean
asignados derechos y obligaciones, adquirida desde el nacimiento y hasta
su muerte, siendo regulada por el ordenamiento jurídico. Es imperante
recalcar, no debe ser confundida con un derecho ni con una obligación, si no
como el estado tal que hace posible la atribución a determinados sujetos.

Por otro lado, la capacidad de obrar o capacidad de ejercicio,


consistente en la “cualidad jurídica de la persona que determina
la eficacia de los actos realizados por ella según su estado civil, es decir, la
posibilidad que tiene cada persona de actuar en la vida conforme a dicho
estado” (Chirinos, 2016). Que a diferencia de la capacidad e goce es la
aptitud de la persona para constituir, modificar, o extinguir relaciones
públicas, o la idoneidad para realizar actos jurídicos, y esta así mismo no es
inmutable, puede ser total o parcial, desigual o distinta de una a otra persona
e incluso variar según la situación o estado civil en que se encuentre la
misma persona, esta por tanto condicionada y delimitada, depende de la
edad física y de la capacidad de autogobierno, por lo que se adquiere, e
igualmente se puede anular. En tal sentido, si la capacidad de obrar está
condicionada por los conceptos de minoría y mayoría de edad, entonces
¿Qué significan cada uno de estos términos?

El artículo número 18 del CCV establece que “Es mayor de edad quien
haya cumplido dieciocho (18) años. El mayor de edad es capaz para todos
los actos de la vida civil, con las excepciones establecidas por disposiciones
especiales.” Por lo tanto, la minorídad no es otra cosa que la situación de
aquellos que no cumplen con el requisito de ley establecida, una edad
mínima, y obtener poder sobre su capacidad de obrar, dado que, la
incapacidad de los menores radica en la carencia de experiencia madurez
para cuidarse y auto gestionarse, necesita protección.

Los menores a su vez se categorizan de acuerdo a la potestad o


independencia de sus derechos, por lo que podemos hablar de los menores
no emancipados, dependientes de representación legal por los padres o tutor
legal. Y los menores emancipados, que por efecto de matrimonio tienen
gobierno sobre su persona y por consiguiente no están en potestad de nadie.
E internamente, existe una adquisición progresiva de capacidades
adquiridas, de esta manera, el menor puede negociar y debe responder a
sus actos delictuales cumpliendo condicionantes; reconocer hijos, disponer
de testamentos y casarse, - desde los 16 años-, cambiar su nombre y
trabajar - desde los 14 años -, intervenir en su adopción y hacer actos
procesales validos a favor a sus derechos - desde los 12 años- (CCV, 1982).

Igualmente, el código civil venezolano al establecer la edad de


mayoría de edad, establece un punto de transformación de la condición de la
persona natural a partir de la expansión de los derechos y capacidades del
mismo, el articulo 18 aclara además la condición del mayor de edad -que no
ha sido inhabilitado- para ejercer todos los actos de la vida civil, incluyendo
las obligaciones de las mismas. La inhabilitación por otro lado se da solo
cuando se comprueba -no se presume- una incapacidad que menoscabe la
habilidad de ejercer condiciones, cualidades o aptitudes, especialmente
intelectuales, que permiten el desarrollo de algo, el cumplimiento de una
función o el desempeño de un cargo, con la intensión de proveerse a sus
propios intereses, e incluso ante periodos de lucidez, la interdicción será el
método de incapacitación legal (Artículo 393 del CCV).
Por otro lado, es adecuado considerar y reiterar el hecho de que la
capacidad de obrar de un individuo que cumpla la mayoría de edad no es
igual a la capacidad que tiene un menor de edad. A este respecto las
personas jurídicas pueden celebrar actos de negocios o de contratos a través
de sus representantes legales, y que, los elementos de filiación pueden
suceder tanto en la minoría de edad como tras la mayoría, con respectivas
características y procedimientos a ser realizaos en ambos casos.

Una vez tratado el punto de los valores de minoría y mayoría de edad


hemos de ahondar en otro tema pertinente y ya mencionado, la
emancipación, y es que este hace referencia de manera general a una
liberación respecto a un poder, autoridad, tutela o cualquier otro tipo de
subordinación, que en el derecho, y mas específicamente, en la legislación
venezolana se atribuye a una personal natural en condición de minoría y
corresponde por tanto a un “tramite que permite que se elimine la patria
potestad o tutela de su representante legal antes de alcanzar los 18 años”
(S/A, 2012), ahora bien, las causas de emancipación pueden ser varias:

La más común de las emancipaciones es la automática, esta se


obtiene de manera natural e inmediata al cumplir un individuo la mayoría de
edad. Subsecuentemente podemos observar otras tres variantes de la
emancipación por medios secundarios o condicionados, entre los cuales el
matrimonio es el más frecuente, y en este debe, sin lugar a dudas, existir un
consentimiento explicito de los padres del menor. Así mismo, la autorización
del representante ofrece la emancipación cuando un padre o madre recurre a
la independización del menor, por razones validas, y el consentimiento
también explicito del mismo. Finalmente, la sentencia judiciales el ultimo
medio de emancipación en nuestro país, este ultimo además, es el medio
más frecuente cuando se presentan casos de abuso o negligencia.
Cabe destacar, en la emancipación solo existe una atribución parcial
de las condiciones de la mayoría de edad, es decir, se atribuyen la mayoría
de las responsabilidades y deberes de un adulto pero no todas, de esta
manera, un menor emancipado por ejemplo, no está en facultad de ingerir
alcohol de manera legal, aunque si debe ser capaz de proveerse
legítimamente e independiente de los padres o representantes, solo siendo
efectivo entre los 16 y 18 años en nuestro país, y debe tener residencia -solo
o con compañía- y aprobar las condiciones de residencia, demostrar razones
validas de emancipación y formular las respectivas formalidades y requisitos
del proceso (CCV, 1982).

En el ámbito de las atribuciones otorgadas al emancipado que están


amparadas por la legislación venezolana están dispuestas: la disposición de
este sobre sus bienes como cualquier adulto; liberarse de la patria potestad
pre-existente; heredar; conseguir préstamos personales o del estado;
usualmente no exime a los padres que no tengan la custodia al pago de
pensión alimentaria; tomar decisiones personales y profesionales;
representarse a sí mismo; trabajar y contraer matrimonio sin autorización del
tutor o responsable; y recibir donaciones que no estén sujetas a cargos o
condiciones -aunque no puede hacerlas- (CCV, 1982).

En concordancia a lo anteriormente expuesto hemos de ahondar


finalmente en un último tema correspondiente a la identidad de las personas
naturales, y es que, aunque se ha empleado el término en repetidas
ocasiones no hemos definido el significado de la patria potestad, y es que
este yace íntimamente relacionado con el tema abordado inmediatamente
anterior. Así pues, la patria potestad es una institución tradicional que entabla
la relación padre/madre-hijo, y se ha visto modificada a lo largo de las
épocas; en principio representando un nivel de “posesión” del padre como
figura de autoridad sobre su prole, hasta hoy en día ser una figura
fundamentalmente de protección del menor no emancipado (S/A, 2009).

La patria potestad es por tanto la figura más importante para la tutela


de los derechos de los menores, sean estos niños o adolescentes, suscrita a
una naturaleza afectiva intrínseca del hombre, es parte de los fundamentos
sociales del hombre y es que esta se sustenta en el afecto natural entre
padres e hijos, razón por la cual las legislaciones le atribuyen de amplios
atributos dado la relevancia de la misma, y estas atribuciones corresponden
a derechos para el menor y deberes de los representantes, por cuanto deben
velar por (S/A, 2009):

“…la responsabilidad de crianza, la representación y


administración de los bienes. Dichos elementos,
como integrantes de la patria potestad, permiten que
los progenitores puedan dispensar al hijo una
protección completa por cuanto abarca la persona
como tal, el patrimonio, así como la representación
de las diversas relaciones jurídicas del cual es titular
el protegido”.

Sin embargo ante esto puede ocurrir que en determinados casos los
progenitores falten a sus deberes y den motivos para ver restringido su
ejercicio o, en casos más extremos, la titularidad de la patria potestad. Estos
serian los supuestos de suspensión o exclusión en el ejercicio o causas de
privación y extinción de la patria potestad (S/A, 2009). Como punto final,
demos atención además al enfoque que introduce la LOPNA a través de los
conceptos de “familia de origen” y “familia sustituta”, estructuras que se han
diseñado para resaltar el valor que posee la patria potestad dentro del
sistema de protección de la infancia, todo niño o adolescente no emancipado
requiere por tanto estar amparado por la patria potestad como protección.
Tras todo lo explicado hasta este momento, y con la finalidad de
otorgar una culminación relevante al tema de la identidad de la persona
natural, es importante traer a colocación la intrínseca correlación entre todos
los temas abordados, y es que, al hablar de la identidad, es hablar de
capacidad determinada por la minoridad o mayoridad, el estado civil y la
condición de dependencia de un menor - identificada aquí por la figura de la
patria potestad- o de independencia de un menor - identificada aquí por la
figura de la por emancipación-.

De esta manera, la identidad se ve definida no solo por un nombre y


apellido en la condición de ciudadanía, sino también por la aptitud del
individuo de la especie humana para ser titular de derechos y obligaciones,
estos, condicionados de acuerdo a la edad y la habilidad cognitiva del
individuo para velar de sí mismo en su propio beneficio y corresponder a
dichas derechos y obligaciones. Esto a su vez, representa el pilar del
derecho civil, cuyo centro yace y subyace en la persona, la personalidad, y
las capacidades y atribuciones respectivas de las personas en sus diferentes
condiciones de acuerdo a la legislación.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Chirinos, I. (2016) La identidad de las personas [Artículo en línea] Disponible:


https://elderechoymisapuntes.blogspot.com/2016/04/la-identidad.html
(Consultado: 2020, Noviembre 12)

Código Civil Venezolano (1982) Gaceta Oficial Nº 2.990 Extraordinaria del 26


de Julio de 1982.

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999) Gaceta Oficial


Extraordinaria Nº 36.860 del 30 de Diciembre de 1999.

S/A (2009) Patria potestad [Artículo en línea] Disponible: https://vlexvenezue


la.com/vid/patria-potestad-821274729 (Consultado: 2020, Noviembre 12).

S/A (2012) La persona natural [Artículo en línea] Disponible:


https://derechovenezolano.wordpress.com/2012/03/26/el-estado-civil-y-la-
identidad-de-las-personas-naturales/#:~:text=La%20Constituci%C3%B3n
%20de%20la%20Republica,que%20comprueben%20su%20identidad
%20biol%C3%B3gica (Consultado: 2020, Noviembre 11).

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