LA PERSONA FISICA COMO SUJETO DEL DERECHO;

LA CAPACIDAD Y EL ESTADO CIVIL

MATERIA: DERECHO CIVIL I

DOCENTE: DR. JHENNY JESSY QUIÑONES MOLINA

ALUMNA: LUANA ELENA CABRERA CALDERON

FECHA: 10/10/2024

BOLIVIA - SANTA CRUZ DE LA SIERRA

ÍNDICE.

Introducción.
1. Importancia de la persona física en el derecho.
1.1. Objetivos del ensayo.

2. La Persona Física como Sujeto del Derecho.

2.1. Definición de persona física.
2.2. Personalidad jurídica.
2.3. Relevancia de la persona física en el sistema normativo.

3. La Capacidad.
3.1. Capacidades del sujeto de derecho.
3.2. Limitaciones a la Capacidad Jurídica.
3.3. El Interés Superior y la Protección de los Derechos.
3.4. Implicaciones de la Capacidad Jurídica en la Vida Cotidiana.
4. El Estado Civil.
4.1. Concepto de estado civil.
4.2. Categorías del Estado Civil y sus Consecuencias Legales.
4.3. Estado Civil y Derechos Humanos.
4.4. Implicaciones del Estado Civil en la Vida Cotidiana
4.5. La Evolución del Concepto de Estado Civil

5. Conclusión.
Introducción

1. Importancia de la persona física en el derecho

El estudio del derecho civil se centra en la identificación y protección de los sujetos de derecho,
siendo la persona física uno de los elementos más fundamentales en este ámbito. La persona
física se refiere al ser humano como sujeto de derechos y obligaciones, y su papel en el
ordenamiento jurídico es crucial. Desde el momento de su nacimiento, toda persona física
adquiere una personalidad jurídica, lo que le otorga la capacidad de ser titular de derechos y
asumir responsabilidades.

Dentro de la capacidad jurídica, se distinguen dos conceptos clave: la capacidad de goce y

la capacidad de obrar.

La capacidad de goce es inherente a todas las personas y se refiere a la aptitud para adquirir
derechos, como el derecho a la vida, la propiedad y la herencia.
Capacidad de obrar se relaciona con la habilidad de una persona para ejercer esos derechos
a través de actos jurídicos válidos. A diferencia de la capacidad de goce, la capacidad de
obrar puede estar sujeta a limitaciones, como la edad o condiciones mentales, lo que implica
que solo aquellos que alcanzan la mayoría de edad o que no se encuentran bajo regímenes
de incapacidad pueden actuar legalmente sin la necesidad de un representante.

Adicionalmente, el estado civil de una persona, que refleja su situación en relación con la
familia y la sociedad, tiene implicancias directas en su capacidad jurídica. El estado civil
puede ser soltero, casado, divorciado o viudo, y cada uno de estos estados conlleva derechos
y deberes específicos que impactan la vida jurídica del individuo.

El vínculo entre la capacidad jurídica y el estado civil es significativo, ya que las diferentes
situaciones familiares pueden influir en la capacidad de obrar de una persona y en sus
derechos. En este sentido, es fundamental que los individuos comprendan cómo su estado
civil puede afectar su autonomía y sus decisiones legales.
1.1. Objetivos del ensayo

Este ensayo tiene como objetivo analizar en profundidad los conceptos de persona física,
moral capacidad jurídica y estado civil, explorando cómo estos elementos se entrelazan y
afectan la vida cotidiana de los individuos. Se discutirá la regulación de estos conceptos en
el Código Civil Boliviano y se examinará su importancia en la interacción de las personas
dentro del marco jurídico. A través de este análisis, se busca ofrecer una comprensión clara
y estructurada de estos temas, esenciales para entender el rol de la persona física en el
derecho.

2. La Persona Física como Sujeto del Derecho

La persona física, también conocida como persona natural, es considerada en el derecho como el
primer y fundamental sujeto de derechos y obligaciones. La relevancia de la persona física dentro
del ámbito jurídico radica en su capacidad de ejercer derechos y contraer obligaciones desde el
momento de su nacimiento hasta su muerte, lo que se conoce como personalidad jurídica. Según
el jurista Hans Kelsen, “el derecho es un conjunto de normas que regulan la conducta humana ”, y
la persona física es el receptor directo de esas normas, colocándola como c entro del sistema
normativo.

La doctrina jurídica ha establecido que todo ser humano, independientemente de

su raza, género, religión o nacionalidad, posee esta capacidad de ser sujeto de
derecho. La Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) af irma en su
Artículo 6 que “todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento
de su personalidad jurídica ”. Esta afirmación refuerza el concepto de que la
personalidad jurídica es inherente a la condición de persona y no depende de
circunstancias externas.

El derecho romano, considerado uno de los pilares fundamentales del derecho

moderno, estableció las bases para el reconocimiento de las personas físicas
como sujetos de derecho. En este sistema, las personas libres tenían capacidad
jurídica y podían ejercerla plenamente, mientras que los esclavos carecían de
esta capacidad. Sin embargo, con la evolución de las normativas internacionales,
hoy en día cualquier persona, sin distinción, puede ser titular de derechos,
incluyendo el derecho a la vida, la libertad y la propiedad.
El Código Civil boliviano también establece, en su Artículo 1, que “las personas
son sujetos de derecho y de deberes jurídicos ”. Este principio básico refuerza
que la existencia de una persona física desde el nacimiento l e otorga la titularidad
de derechos y obligaciones, configurando así su capacidad jurídica. El Código
Civil no hace distinciones en cuanto a las personas, lo que significa que todos
los seres humanos, por el solo hecho de serlo, están protegidos y regulado s por
el orden jurídico.

2.1. Definición de persona física

La persona física, en su calidad de sujeto del derecho, es un concepto esencial

en el ámbito del derecho civil. La capacidad jurídica de una persona física
implica no solo la posibilidad de ser titular de derechos, sino también la aptitud
para ejercerlos y asumir obligaciones. Este desarrollo aborda los aspectos
fundamentales que definen a la persona física como sujeto del derecho,
enfatizando la importancia de su reconocimiento y las limitaciones que pueden
existir.

2.2. Personalidad jurídica

La personalidad jurídica es la base sobre la cual se construye el sistema de

derechos y deberes de las personas físicas. Según el Código Civil Boliviano,
todos los seres humanos adquieren personalidad jurídica al nacer, lo q ue les
permite ser sujetos de derechos y obligaciones desde ese momento. Este
principio se basa en la idea de que cada persona tiene una dignidad que debe
ser respetada y protegida.

El jurista José Juan de Olmos menciona que la personalidad jurídica “es el

reconocimiento de la existencia legal de una persona en el ámbito jurídico ”, lo
que permite que el individuo actúe, exprese su voluntad y participe en la vida
social y económica (Olmos, 2001). Este reconocimiento es vital para el
funcionamiento de la so ciedad, ya que establece un marco en el que las personas
pueden ejercer su libertad y autonomía.
“El reconocimiento constitucional de la persona física en Bolivia otorga a cada
individuo derechos civiles, cuyo ejercicio está condicionado por su estado civ il y
su capacidad de obrar.”

2.3. Relevancia de la persona física en el sistema normativo.

La consideración de la persona física como sujeto del derecho tiene múltiples

implicaciones en la vida cotidiana. Desde la capacidad para celebrar contratos
hasta el ejercicio de derechos fundamentales, el reconocimiento de la persona
física y las limitaciones que puedan existir es crucial para garantizar que los
individuos puedan actuar de manera efectiva en la sociedad.

La Convención Americana sobre Derechos Humanos , también conocida como

Pacto de San José, refuerza la idea de que “toda persona tiene derecho al
reconocimiento de su personalidad jurídica ”, subrayando la importancia de la
dignidad y la autonomía de cada individuo (Organización de Estados Americanos,
1969).

Además, es fundamental que el sistema jurídico reconozca y proteja los derechos

de las personas físicas frente a posibles abusos, ya sea por parte del Estado o
de terceros. La jurisprudencia, como la sentencia del Tribunal Constitucional
Plurinacional de Bolivia, ha establecido que “la protección de la personalidad
jurídica y la dignidad de las personas es un principio fundamental del
ordenamiento jurídico boliviano ”, reafirmando el compromiso del Estado de
garantizar los derechos humanos de todos sus ciudadanos.

La persona física, como sujeto del derecho, es una figura central en el derecho
civil que merece un análisis profundo. La personalidad jurídica, la capacidad de
goce y la capacidad de obrar, así como el estado civil, son conceptos
interrelacionados que determinan el estatus legal de cada individuo y sus
derechos en la sociedad. A medida que avanzamos hacia una sociedad más
equitativa, es vital que los marcos legales se ajusten para proteger los derechos
de todos los ciudadanos, independientem ente de su estado civil o capacidades,
asegurando así un sistema que respete la dignidad y la autonomía de cada
persona física

3. La Capacidad

La capacidad jurídica es un concepto fundamental en el derecho civil que se refiere a la aptitud

de una persona para ser titular de derechos y obligaciones, así como para ejercer esos
derechos mediante actos jurídicos. Este concepto se divide en dos categorías: la capacidad
de goce y la capacidad de obrar. Cada una de estas capacidades tiene un impacto
significativo en la vida jurídica de las personas y está regulada por normas que buscan
proteger tanto a los individuos como a la sociedad en su conjunto.

3.1. Capacidades del sujeto de derecho

La capacidad jurídica se establece desde el nacimiento, ya que todas las personas tienen
derecho a adquirir derechos y asumir obligaciones. Según el Código Civil Boliviano, “toda
persona es capaz de adquirir derechos y obligaciones, salvo en los casos expresamente
establecidos por la ley”. Esta afirmación refuerza la idea de que la capacidad jurídica es un
principio fundamental que protege la dignidad y la autonomía de cada individuo.

El jurista Hugo Cárdenas argumenta que “la capacidad jurídica es un atributo inherente a la
persona, que le permite participar activamente en el ámbito jurídico y social” (Cárdenas, 2003).
Esta participación es esencial para el desarrollo de una sociedad en la que los individuos
pueden ejercer su libertad y ejercer sus derechos plenamente.

La capacidad de goce se refiere a la aptitud que tiene una persona para ser titular de derechos.
Todos los seres humanos, desde su nacimiento, poseen esta capacidad, lo que significa que
pueden adquirir derechos como el derecho a la vida, a la propiedad, a la herencia y a la
identidad. Sin embargo, la capacidad de obrar se refiere a la capacidad de una persona para
ejercer esos derechos mediante actos jurídicos válidos.

La capacidad de obrar puede verse limitada en ciertas situaciones. Por ejemplo, los menores
de edad tienen capacidad de goce, pero su capacidad de obrar está restringida. Según
Francisco Javier Gutiérrez, “la limitación de la capacidad de obrar en los menores busca
proteger su interés superior y evitar que tomen decisiones que no puedan comprender
plenamente” (Gutiérrez, 2004). Esta protección es fundamental para garantizar que los
menores no sean víctimas de abusos o manipulaciones en un entorno legal que puede ser
complejo y desafiador.

En este sentido, el autor Fernando de Trazegnies Granda sosti ene que “la
capacidad de obrar está diseñada para proteger a los individuos más
vulnerables, como los menores de edad y aquellos con discapacidades,
asegurando que sus intereses estén resguardados ” (Trazegnies, 2002). Esta
protección es fundamental para ev itar abusos y garantizar que las decisiones de
estas personas se tomen en un contexto de apoyo adecuado.

3.2. Limitaciones a la Capacidad Jurídica

Además de las limitaciones relacionadas con la edad, hay otros factores que pueden restringir
la capacidad de obrar de una persona, como la enfermedad mental o la discapacidad. En
estos casos, el derecho boliviano prevé la posibilidad de que un juez declare a una persona
como incapaz o parcialmente capaz, designando un representante legal que actúe en su
nombre.

El estudio realizado por María Teresa Araya en la revista Derecho y Sociedad destaca que
“la incapacidad legal es un mecanismo que busca proteger a aquellos individuos que, por
diversas razones, no pueden tomar decisiones informadas sobre sus derechos” (Araya, 2006).
Esta perspectiva subraya la importancia de salvaguardar la dignidad de las personas
afectadas, garantizando que sus derechos sean defendidos y que se les brinde el apoyo
necesario.

3.3. El Interés Superior y la Protección de los Derechos.

La protección de la capacidad jurídica de las personas, especialmente de aquellos en

situaciones vulnerables, se basa en el principio del interés superior. Este principio,
consagrado en la Convención sobre los Derechos del Niño, establece que todas las
decisiones que afecten a un menor deben priorizar su bienestar y desarrollo.
El Código Civil Boliviano también hace expresar este principio, señalando que “las decisiones
relativas a la capacidad de una persona deben considerar siempre su bienestar y los derechos
que le corresponden”. En este sentido, el derecho busca equilibrar la autonomía del individuo
con la necesidad de protección, especialmente en situaciones donde la capacidad de obrar
está limitada.

3.4. Implicaciones de la Capacidad Jurídica en la Vida Cotidiana.

La capacidad jurídica tiene implicaciones profundas en la vida cotidiana de las personas.

Desde la posibilidad de firmar un contrato hasta la facultad de realizar actos que afecten sus
bienes y derechos, la capacidad de obrar es esencial para que los individuos puedan
participar plenamente en la sociedad. Por ejemplo, un adulto con plena capacidad de obrar
puede adquirir propiedades, iniciar acciones legales y tomar decisiones financieras, mientras
que un menor de edad requerirá la intervención de un representante legal para llevar a cabo
tales actos.

El respeto por la capacidad jurídica también es fundamental en el ámbito laboral, donde los
trabajadores deben ser considerados como sujetos de derechos y obligaciones. Como señala
Laura Peña, “la capacidad jurídica en el trabajo es vital para garantizar que los empleados
sean tratados con dignidad y respeto, permitiendo que sus derechos laborales sean
reconocidos y protegidos” (Peña, 2010).

La capacidad jurídica es un elemento clave que define el estatus legal de las personas en la
sociedad. A través de la distinción entre capacidad de goce y capacidad de obrar, el derecho
civil boliviano busca garantizar que todos los individuos, independientemente de su edad o
condición, sean reconocidos como sujetos de derechos. La protección de la capacidad
jurídica de las personas vulnerables es esencial para construir una sociedad más justa y
equitativa, donde cada individuo pueda ejercer sus derechos y vivir con dignidad. A medida
que la sociedad evoluciona, es fundamental que el marco legal continúe adaptándose para
salvaguardar los derechos de todos los ciudadanos, respetando su autonomía y promoviendo
su bienestar.
4. El Estado Civil

El estado civil es un concepto jurídico fundamental que define la situación personal de un

individuo en relación con la sociedad y su familia. Este estatus no solo determina la posición
legal de una persona, sino que también influye en sus derechos y obligaciones. En el contexto
del derecho boliviano, el estado civil se encuentra regulado por el Código Civil, que establece
diferentes categorías, tales como soltero, casado, divorciado y viudo. Cada una de estas
categorías tiene implicaciones directas sobre la capacidad jurídica de los individuos y sus
interacciones dentro del marco legal.

4.1. Concepto de estado civil

El estado civil se refiere a “la situación personal de un individuo en el contexto de su familia

y la sociedad, que tiene efectos legales sobre su capacidad para ejercer derechos y asumir
obligaciones” (Córdova, 2015). Es un elemento clave en el derecho familiar y civil, ya que
regula aspectos cruciales como la propiedad, la herencia, y las responsabilidades personales
y patrimoniales. La correcta identificación y registro del estado civil son esenciales para
garantizar la seguridad jurídica y la protección de los derechos de los individuos.

4.2. Categorías del Estado Civil y sus Consecuencias Legales

Las categorías del estado civil son diversas y tienen diferentes implicaciones en el ámbito
legal:

• Soltero: Un individuo soltero tiene plena capacidad de goce y, en general, de obrar, lo

que significa que puede ejercer sus derechos y asumir obligaciones sin
restricciones, salvo las que la ley pueda imponer en situaciones específicas.

• Casado: El estado de matrimonio conlleva derechos y obligaciones que afectan

directamente la capacidad jurídica de los cónyuges. Según el artículo 129 del
Código Civil, los cónyuges están obligados a contribuir al sostenimiento del
hogar y a compartir los bienes adquiridos durante el matrimonio, lo que puede
influir en su capacidad de actuar individualmente en el ámbito económico y
patrimonial.
 El jurista Fernando Trazegnies señala que “el matrimonio implica la creación de
una comunidad de vida y de intereses que altera la posición jurídica de cada
uno de los cónyuges” (Trazegnies, 2008).

•Divorciado: El estado de divorcio implica la disolución de los vínculos matrimoniales, lo que

puede resultar en cambios significativos en los derechos patrimoniales y en la
capacidad de obrar. Un divorciado puede enfrentar restricciones temporales en
la gestión de ciertos bienes, dependiendo de los acuerdos alcanzados durante
el proceso de divorcio.

•Viudo: Un individuo viudo también experimenta cambios en su estado civil, lo que puede
influir en su capacidad para ejercer derechos relacionados con la herencia y la
administración de bienes. La pérdida del cónyuge puede dar lugar a derechos
sobre la herencia, así como a la posibilidad de recibir pensiones o
compensaciones económicas.

4.3. Estado Civil y Derechos Humanos.

El estado civil tiene un impacto significativo en los derechos humanos y en la protección de

la dignidad de las personas. La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer (CEDAW) enfatiza que el estado civil debe ser considerado en
el contexto de la igualdad de derechos y oportunidades para hombres y mujeres (ONU, 1979).
Las mujeres, en particular, han enfrentado históricamente discriminaciones en relación con el
matrimonio, el divorcio y la herencia, lo que subraya la importancia de un marco legal que
garantice la igualdad y la protección de los derechos en todas las categorías del estado civil.

El Código Civil Boliviano establece que todas las personas, independientemente de su estado
civil, deben ser tratadas con dignidad y respeto, asegurando que sus derechos sean
protegidos y promovidos. Este enfoque es fundamental para construir una sociedad más justa
y equitativa, donde cada individuo pueda ejercer sus derechos y disfrutar de su libertad sin
discriminación.
4.4. Implicaciones del Estado Civil en la Vida Cotidiana

El estado civil de una persona tiene repercusiones en diversos aspectos de la vida cotidiana.
Por ejemplo, en el ámbito laboral, el estado civil puede influir en la percepción social y en las
oportunidades disponibles para las personas. El estudio de María Teresa Araya destaca que
“la relación entre el estado civil y las oportunidades laborales es evidente, ya que ciertos
empleadores pueden tener prejuicios basados en el estado civil de un candidato” (Araya,
2011). Esta situación demuestra la necesidad de políticas que promuevan la igualdad de
oportunidades y la no discriminación en el ámbito laboral.

Además, en cuestiones patrimoniales, el estado civil afecta la forma en que los bienes son
adquiridos y gestionados. La existencia de un régimen de bienes en el matrimonio, como la
sociedad conyugal o la separación de bienes, tienen consecuencias legales directas sobre la
capacidad de los cónyuges para actuar en nombre propio o en conjunto.
La autora Laura Peña señala que “la regulación de los bienes en el matrimonio es un aspecto
clave para entender cómo el estado civil afecta la capacidad jurídica de los cónyuges” (Peña,
2012).

4.5. La Evolución del Concepto de Estado Civil.

En los últimos años, ha habido un cambio en la percepción y el tratamiento del estado civil,
especialmente en relación con el matrimonio y la convivencia. La creciente aceptación de
uniones no matrimoniales y el reconocimiento de derechos a parejas del mismo sexo han
generado un debate sobre la necesidad de actualizar el marco legal para reflejar la realidad
social contemporánea.

El Tribunal Constitucional Plurinacional de Bolivia ha abordado estas cuestiones en diversas

sentencias, reafirmando que “la no discriminación por motivo de estado civil es un principio
fundamental que debe ser garantizado por el Estado” (TCP, 2014). Esto destaca la
importancia de reconocer y proteger los derechos de todas las personas, independientemente
de su estado civil, promoviendo así una sociedad más inclusiva.

El estado civil es un elemento crucial en el derecho civil que influye en la capacidad jurídica
de los individuos y en su interacción con la sociedad. Las diferentes categorías de estado
civil—soltero, casado, divorciado y viudo—tienen implicaciones legales que afectan derechos,
obligaciones y oportunidades. La protección de los derechos de las personas en función de
su estado civil es esencial para construir una sociedad más equitativa y justa, donde todos
los ciudadanos sean tratados con dignidad y respeto. A medida que la sociedad evoluciona,
es fundamental que el marco legal se adapte para reflejar las realidades contemporáneas,
garantizando así la igualdad de derechos y oportunidades para todos.

Política y económica. Solo a través de este enfoque inclusivo se puede lograr un verdadero
desarrollo humano y social, donde la dignidad y la igualdad sean valores fundamentales.

En conclusión, la interacción entre la persona física, su capacidad jurídica y su estado civil

configura un marco complejo y vital en el derecho. La comprensión profunda de estos
conceptos es esencial para abogar por un sistema legal que no solo reconozca, sino que
también proteja y promueva los derechos de todos los individuos. Este enfoque no solo es
necesario desde una perspectiva jurídica, sino también como un imperativo ético en la
búsqueda de una sociedad más equitativa y solidaria.
5. Conclusión

En el presente ensayo se ha abordado la importancia de la persona física como sujeto del

derecho, destacando su capacidad y estado civil, elementos fundamentales que configuran
su existencia jurídica. La persona física, desde el momento de su nacimiento, se convierte en
el receptor de derechos y obligaciones, un principio esencial que establece la base del orden
jurídico. A través de la definición y el reconocimiento de la personalidad jurídica, se evidencia
que todos los seres humanos, sin distinción, poseen la capacidad de ser titulares de derechos,
tal como lo establece la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

La capacidad de la persona física se manifiesta no solo en su derecho a actuar y tomar

decisiones legales, sino también en el reconocimiento de sus derechos fundamentales, como
el derecho a la vida, la libertad y la propiedad. Estos derechos son intrínsecos a la dignidad
humana y deben ser protegidos por el orden jurídico. Además, se ha enfatizado que la
capacidad jurídica se relaciona con el estado civil, el cual determina la situación personal y
legal del individuo ante la ley, afectando su capacidad para ejercer derechos y contraer
obligaciones.

Finalmente, al considerar la evolución histórica del reconocimiento de la persona física y la

normativa vigente en Bolivia, es evidente que el sistema legal ha avanzado hacia una mayor
inclusión y protección de los derechos de todas las personas. No obstante, aún persisten
desafíos en la aplicación equitativa de estos derechos, lo que requiere un compromiso
continuo por parte de la sociedad y el Estado para garantizar que la persona física sea
verdaderamente reconocido y protegido en su integridad y dignidad. En conclusión, la
persona física, con su capacidad y estado civil, constituye el eje central del sistema jurídico,
siendo esencial para la construcción de una sociedad justa y equitativa.
Bibliografía

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