La indagación preliminar en Colombia tiene como objetivo determinar la existencia de un hecho delictivo y la identificación de sus autores. En esta etapa intervienen la policía judicial, el fiscal, el juez de garantías, la defensa y las víctimas. La policía recaba pruebas y evidencia. El fiscal dirige la investigación. El juez autoriza medidas que afectan derechos. La defensa asesora al imputado. Las víctimas pueden participar. La ley estableció un plazo máximo de dos años para esta etapa, con
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La indagación preliminar en Colombia tiene como objetivo determinar la existencia de un hecho delictivo y la identificación de sus autores. En esta etapa intervienen la policía judicial, el fiscal, el juez de garantías, la defensa y las víctimas. La policía recaba pruebas y evidencia. El fiscal dirige la investigación. El juez autoriza medidas que afectan derechos. La defensa asesora al imputado. Las víctimas pueden participar. La ley estableció un plazo máximo de dos años para esta etapa, con
La indagación preliminar en Colombia tiene como objetivo determinar la existencia de un hecho delictivo y la identificación de sus autores. En esta etapa intervienen la policía judicial, el fiscal, el juez de garantías, la defensa y las víctimas. La policía recaba pruebas y evidencia. El fiscal dirige la investigación. El juez autoriza medidas que afectan derechos. La defensa asesora al imputado. Las víctimas pueden participar. La ley estableció un plazo máximo de dos años para esta etapa, con
La indagación preliminar en Colombia tiene como objetivo determinar la existencia de un hecho delictivo y la identificación de sus autores. En esta etapa intervienen la policía judicial, el fiscal, el juez de garantías, la defensa y las víctimas. La policía recaba pruebas y evidencia. El fiscal dirige la investigación. El juez autoriza medidas que afectan derechos. La defensa asesora al imputado. Las víctimas pueden participar. La ley estableció un plazo máximo de dos años para esta etapa, con
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En el sistema introducido mediante el Acto Legislativo 3 de 2002 y desarrollado por la Ley
906 de 2004 en Colombia, el proceso penal se integra de las etapas de investigación y
juzgamiento, estando a su turno dividida la primera en indagación preliminar e investigación ‘propiamente dicha’. En sus orígenes, la Ley 906 no consagró un plazo para que la Fiscalía adelantara la indagación preliminar, vacío este que la jurisprudencia constitucional saldó afirmando que su límite en el tiempo era el de la prescripción de la acción penal. la jurisprudencia constitucional ha sostenido que se trata de la etapa donde la Fiscalía, apoyada por los órganos de policía judicial, debe adelantar las diligencias encaminadas a “… determinar la existencia del hecho delictivo y las circunstancias en que se presentó, así como también la identificación de los autores o partícipes…”4, y se caracteriza porque, en general, tales actuaciones tienen carácter reservado. La Policía Judicial al recibir la noticia criminal a través de denuncia, querella, petición especial, o de manera oficiosa, debe realizar el reporte de iniciación en forma inmediata y por el medio más expedito, momento desde el cual el fiscal asumirá la coordinación, dirección y control jurídico del caso. Aquella desarrollará labores de indagación, adelantando actos urgentes tales como inspección al lugar del hecho, inspección de cadáver, entrevistas e interrogatorios de conformidad con el artículo 205 de la Ley 906 de 2004. Cumplido lo anterior, mediante el informe ejecutivo que deberá presentarse dentro de las treinta y seis horas siguientes, la policía judicial dará conocer al Fiscal los resultados de su actividad en forma detallada, con el fin de establecer la ocurrencia de un acto delictivo y sus probables autores o partícipes. Los elementos materiales probatorios o evidencia física que en cumplimiento de los actos urgentes y en el desarrollo del programa metodológico encuentre la policía judicial, deben ser identificados, fijados, embalados y remitidos al almacén de evidencias o al laboratorio, según el caso, con observación de los protocolos dispuestos para la cadena de custodia, conservando su originalidad, identidad e indemnidad, es decir que es confiable, para garantizar de esta manera el principio de autenticidad. La SENTENCIA C-1154 DE 2005 DE LA CORTE CONSTITUCIONAL menciona: “En efecto, durante la etapa preprocesal de indagación, al igual que en el curso de la investigación, no se practican realmente ‘pruebas’, salvo las anticipadas de manera excepcional, sino que se recaudan, tanto por la Fiscalía como por el indiciado o imputado, elementos materiales probatorios, evidencia física e información, tales como las huellas, los rastros, las armas, los efectos provenientes del delito, y los mensajes de datos, entre otros” mediante el artículo 49 de la Ley de Seguridad Ciudadana (Ley 1453 de 2011), el legislador introdujo un cambio en este punto al definir que la Fiscalía tendría un término máximo de dos años, contados a partir de la recepción de la noticia criminis, para formular imputación u ordenar motivadamente el archivo de la indagación y, excepcionalmente, cuando se tratara de investigaciones por delitos de competencia de los jueces penales del circuito especializado, tendría un máximo de tres años. Una vez se tengan los elementos materiales de prueba, evidencia física o información legalmente obtenida que permitan inferir motivos razonables respecto de la existencia de la conducta punible, procede la formulación de imputación. En la indagación intervienen los funcionarios de Policía Judicial, El Fiscal Delegado, el Juez de Control de Garantías, la Defensa, las víctimas y el Ministerio Público. Los funcionarios de Policía Judicial actúan como receptores de noticia criminal y tienen a su cargo la búsqueda, fijación, recolección y embalaje de los elementos materiales probatorios y evidencia física que por cualquier medio encuentren o reciban. Realizan actos urgentes, como inspección al lugar del hecho, inspección al cadáver, entrevistas e interrogatorios y cumplen las órdenes impartidas por el fiscal asignado al caso, en desarrollo del programa metodológico de investigación. Cuando sea necesaria la práctica de reconocimiento y exámenes físicos a la víctima76, la acompañará al centro médico respectivo; trasladará los cadáveres al Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses para que se practiquen la necropsia y las demás actividades científicas a que haya lugar. Cumplidos los actos urgentes presenta, dentro de las treinta y seis horas siguientes, el informe ejecutivo, integra el equipo de trabajo con el fiscal del caso para elaborar el programa metodológico. De sus demás actividades también debe rendir informes y podrá intervenir como testigo en las audiencias preliminares y en la de juicio oral. En situaciones de extrema urgencia, la policía judicial puede acudir directamente ante el juez de control de garantías con el fin de obtener autorización previa para realizar actos de investigación que impliquen afectación de derechos fundamentales, tal como lo dispone el artículo 246 de la ley 906 de 2004. 5.2.1.2.2. El Fiscal Delegado, cuando sea necesario y antes de elaborar el programa metodológico, dispone la ratificación de los actos de investigación y si encuentra que se han vulnerado, como primer garante de los derechos fundamentales, tiene la facultad de rechazarlos mediante orden motivada75. Asume la dirección, coordinación, control jurídico y verificación técnico científica de las actividades de policía judicial. En relación con la actividad del fiscal cuando le sea puesto a disposición un ciudadano capturado, en el manual de procedimientos de la fiscalía en el sistema penal acusatorio se dijo: “El aprehendido en circunstancias de flagrancia será puesto en forma inmediata, o a más tardar en el término de la distancia, a disposición del fiscal que corresponda quien sin dejar vencer las 36 horas de que tratan los artículos 28, 250 numeral primero (1), inciso tercero (3) de la Constitución Política; 2 y 297 de la Ley 906 de 2004, contadas a partir del momento de la captura, le solicitará al Juez de Control de Garantías la realización de la audiencia preliminar para legalizarla y verificar la legalidad del procedimiento, a la que acudirá con el funcionario de policía judicial que lo realizó. Sin embargo, si del informe recibido de la policía judicial se desprende que el presunto delito no amerita detención preventiva conforme el artículo 313 del Código de Procedimiento Penal, o la captura fue ilegal, el capturado será liberado por el fiscal con el compromiso bajo palabra de presentarse cuando sea necesario. En el evento en que se determine que no procede la detención preventiva, se recomienda acudir al Juez de Control de Garantías para que se pronuncie sobre el procedimiento de captura” El Juez de Control de Garantías tiene como función esencial controlar que los actos de investigación desarrollados por la policía judicial, en cumplimiento de las órdenes emitidas por el fiscal director de la misma, que impliquen limitaciones a los derechos fundamentales se ajusten a la Constitución y a la ley. Tal atribución se asignó por la norma superior (art. 250) a los jueces penales municipales y a los jueces promiscuos municipales, salvo las excepciones contenidas en la ley83. En el evento en que en la respectiva localidad exista un solo juez penal o promiscuo municipal y a éste le corresponda conocer del juzgamiento o concurra en él una causal de impedimento, la función de control de garantías la deberá ejercer otro juez municipal del mismo lugar sin importar su especialidad o, a falta de éste, uno del municipio más próximo. Como se reitera, la distribución de la función de control de garantías en los jueces penales municipales y promiscuos municipales prevista en el artículo 39 de la Ley 906 de 2004, fue reformada por el artículo 3º de la Ley 1142 de 200784. En cumplimiento de esa misión autoriza cualquier medida que implique afectación de derechos fundamentales, ejerce control automático, posterior, formal y material en relación con la aplicación del principio de oportunidad; igualmente, sobre las órdenes y medidas de registro, allanamiento e interceptación de llamadas; respecto de las medidas restrictivas de la libertad; y, decreta medidas cautelares sobre bienes 85, entre otras. La defensa estará a cargo del abogado principal que libremente designe el imputado, o en su defecto, el que le ha sido asignado por el Sistema Nacional de Defensoría Pública. Se precisó en precedencia que si bien conforme a las disposiciones de la Ley 906 de 2004, la activación del derecho de defensa se identifica con el momento de la formulación de la imputación, su ejercicio es intemporal e independiente de la fase procesal por la que se transite, tal como lo dejó explicado la Corte Constitucional en la sentencia C-799 de 2005. En síntesis, permanece la garantía de respeto de sus derechos a la dignidad humana, la libertad y la igualdad, por ende, los de guardar silencio y no auto incriminarse. Como se reitera, si una persona advierte que es investigada, puede asesorarse inmediatamente de abogado para, entre otras actividades, identificar empíricamente, recoger y embalar elementos materiales probatorios y evidencia física, que de ser hallados podrán trasladarse al laboratorio del Instituto de Medicina Legal con la solicitud a que alude el artículo 269 de la Ley 906 de 2004. El derecho de defensa del indiciado en la fase de indagación se expresa también en las audiencias preliminares, en las que su apoderado tendrá la potestad de oponerse a las pretensiones de la fiscalía argumentando en contra de sus aspiraciones, pero además impugnando las decisiones del juez que afecten los intereses de su representado.
Las víctimas. Se establece en El artículo 132 de la Ley 906
de 2004 como víctimas a “las personas naturales o jurídicas y demás sujetos de derechos que individual o colectivamente haya sufrido algún daño (directo) como consecuencia del injusto”90. Bajo el claro presupuesto señalado por la Corte Constitucional que la víctima cumple un rol protagónico en el proceso penal acusatorio, independientemente de si se le llama parte o interviniente, y en desarrollo de los preceptos constitucionales que garantizan el principio de tutela judicial efectiva (artículos 29, 93 y 229) a través del derecho a la defensa y el acceso a la administración de justicia, los intereses de la víctima han sido elevados a rango constitucional, pudiendo dentro de ese acceso a la administración de justicia a tener derecho a que se le repare integralmente los daños ocasionados con la conducta punible, a que se le proteja y asista de las consecuencias de dicha conducta (artículo 250-6-7 de la Constitución), a conocer la verdad y a que se materialice justicia, por lo que su intervención en todo el proceso penal debe ser plenamente garantizada. Por ello, haciéndolo “de manera compatible con los rasgos estructurales y las características esenciales de este nuevo sistema procesal”91, y que la posibilidad de intervención directa es mayor en las etapas previas o posteriores al juicio, y menor en la etapa del juicio, el fiscal del caso, con la claridad de ser el titular de la acción penal, debe promover esos derechos y garantizarlos de manera directa o solicitando al juez lo necesario para ello. el artículo 137 de la ley 906 de 2004 dispone que las víctimas en garantía de los derechos a la verdad, la justicia y la reparación, tienen la facultad de intervenir en todas las fases de la actuación, bien a través de representante legal designado por su cuenta o por uno de oficio proveído por la Fiscalía General de la Nación. La Fiscalía, incluso la policía judicial, tienen el deber de proporcionar información a la víctima sobre sus derechos, desde el primer momento en que ésta entre en contacto, procurándole un acceso pleno al expediente desde el comienzo de las indagaciones, pues sólo así se garantiza el acceso a la justicia, la igualdad ante los tribunales, la defensa en el proceso, la efectividad de los derechos y el carácter bilateral del derecho de acceso a la tutela judicial efectiva, que se mantiene en el nuevo modelo de procedimiento penal. En ese sentido, se condicionó la exequibilidad del artículo 135 de la Ley 906 de 200492. El Ministerio Público, como lo ha dicho la Corte Constitucional, significa una notoria particularidad de nuestro sistema procesal penal, como quiera que “continuará ejerciendo en el nuevo sistema de indagación, investigación y juzgamiento penal, las funciones contempladas en el artículo 277 de la Constitución Nacional”94. El Código de Procedimiento Penal95 establece algunas actividades que ejerce en esta fase preprocesal el ministerio público, por ejemplo, señala que los Fiscales y la policía deben enterarlo de las diligencias y actuaciones de su competencia, para que ejerza la defensa del orden jurídico y, especialmente, para que actúe como garante de los derechos humanos y de los derechos fundamentales. INVESTIGACIÓN PROPIAMENTE DICHA Se da después de la indagación preliminar cuando la Fiscalía procede a formular imputación contra la persona respecto de la cual se puede inferir razonablemente que es autor o partícipe del delito investigado. Esta fase comienza con la formulación de la imputación y se extiende hasta la presentación del escrito de acusación ante el juez de conocimiento, sin perjuicio de seguirse realizando actos de investigación en la fase de juzgamiento y aún estando en el juicio oral, toda vez que durante su desarrollo es posible la aparición de elementos materiales probatorios, evidencia física o información legalmente obtenida no conocidos hasta ese momento, que de manera excepcional pueden ser aducidos por las partes durante la etapa probatoria, de conformidad con el inciso final del artículo 344 de la Ley 906 de 2004 El término de duración de la investigación es limitado y perentorio. A partir de la formulación de la imputación, el fiscal del caso cuenta con treinta días para presentar el escrito de acusación, solicitar la preclusión o aplicar el principio de oportunidad. No precisó el legislador si el término señalado al efecto debe contarse como días hábiles o si, por el contrario, deben ser seguidos o calendario, temática en relación con la cual se ha sostenido dos posturas. Una de ellas aduciendo que en razón de que para las actuaciones penales todos los días y horas son hábiles, se debe entender que son corridos. La segunda, afirma que en la medida en que los jueces de conocimiento, funcionarios ante los cuales se presenta el escrito y se formula la acusación, solamente trabajan en días hábiles, de ese carácter deben ser los que se cuenten para establecer el vencimiento del referido término. Según la Corte Suprema de Justicia: “En suma, los días para presentar la acusación, solicitar la preclusión, dar inicio a la audiencia de juicio oral y público son ininterrumpidos.” Vencidos los treinta días sin haberse adoptado alguna de aquellas determinaciones, el fiscal perderá la competencia y será reemplazado por otro fiscal quien cuenta con igual término para optar por una de las tres posibilidades en mención; de no presentar escrito de acusación en este nuevo plazo se configura una de las causales para la preclusión de la investigación y si existe persona detenida, quedará en inmediata libertad. En la investigación intervienen los funcionarios de policía judicial, El fiscal, el Juez de Control de Garantías, el Juez de Conocimiento, La defensa, la víctima, el imputado y el Ministerio Público. Funcionarios de policía judicial. En esta segunda fase la intervención de la policía judicial busca complementar y adicionar la investigación para lograr los objetivos propuestos en el programa metodológico. Podrá ser presentado como testigo en las audiencias preliminares; y presentará informes adicionales conforme se vaya desarrollando la investigación; podrá recolectar elementos materiales probatorios, evidencia física o información que sirva de soporte a los motivos fundados requeridos para solicitar allanamientos, interceptación de comunicaciones o cualquiera otra actuación que implique la afectación a los derechos fundamentales. El fiscal delegado formula imputación al indiciado, es decir, le comunica su calidad de imputado en presencia del defensor, el ministerio público y el juez de control de garantías; lo individualiza o identifica y presenta una relación clara y sucinta de los hechos jurídicamente relevantes. Cumplido lo anterior, le informa el derecho que le asiste de allanarse a los cargos, previniéndole de la posibilidad de obtener rebaja de pena que oscila entre la tercera parte y hasta el cincuenta por ciento de la misma100 (artículos. 288 y ss. y 351 de la Ley 906 de 2004). También podrá el fiscal en la fase de investigación (tal como le era posible en la de indagación) solicitar al juez de de garantías la suspensión del poder dispositivo de los bienes incautados u ocupados con fines de comiso; la imposición de medidas cautelares reales; la práctica de prueba anticipada; medidas de protección a las víctimas y control sobre la legalidad de la decisión de la fiscalía de aplicar el principio de oportunidad. Juez de Control de Garantías. Autoriza previa solicitud de la Fiscalía General de la Nación y en algunas ocasiones por petición directa de la policía judicial102, esto en casos de urgencia y con los lineamientos jurisprudenciales ilustrados en la sentencia C-822 de 2005, de aquellas diligencias que implican afectación de los derechos a la dignidad humana, a la libertad, a la expectativa razonable de intimidad y a la propiedad. En otras ocasiones realiza un control previo, formal y material a las ordenes impartidas por el fiscal delegado a la policía judicial para la vigilancia de personas y de cosas; o un control posterior a la orden, al procedimiento y a los resultados obtenidos en el registro, allanamiento, retención de correspondencia103, recuperación de información dejada al navegar por Internet104; por petición de la fiscalía impone medidas de aseguramiento privativas o no privativas de la libertad, siempre que se reúnan los requisitos constitucionales y legales. Controla la legalidad de los procedimientos de captura y verifica que esta se haya originado en orden previa impartida por el juez, en situación de flagrancia, por captura administrativa105 o, por orden excepcionalmente emitida por el Fiscal General de la Nación o su delegado (art. 300 de la Ley 906 de 2004, reformado por el 21 de la Ley 1142 de 2007). Le corresponde decidir sobre la petición que hace la fiscalía para afectar bienes con medidas cautelares o la suspensión provisional del poder dispositivo con fines de comiso; controla la aplicación del principio de oportunidad; resuelve sobre la revocatoria de las medidas de aseguramiento o su variación; la concesión de libertades y la procedibilidad de la prueba anticipada y su práctica, entre otras. En relación con el allanamiento a la imputación su labor se circunscribe a verificar que la manifestación de aceptación se haga de forma libre, voluntaria e informada, para lo cual le prevendrá al imputado sobre los derechos consagrados en el artículo 8º de la Ley 906 de 2004 y las consecuencias de esa aceptación. En este acto el juez de control de garantías velará igualmente por el respeto al debido proceso en general y, en particular, al principio de legalidad. Juez de Conocimiento Le corresponde resolver sobre la procedibilidad de la preclusión de la investigación, cuando se verifique alguna de las causales previstas en el artículo 332 de la Ley 906 de 2004. Si bien la norma original limitaba su aplicación “a partir de la formulación de la imputación”, este segmento normativo fue declarado inexequible106, con lo cual es impositivo concluir que tal instituto jurídico procede aún antes de la misma. Ante aquél se presenta el escrito de acusación que debe cumplir las exigencias del artículo 337 de la Ley 906 de 2004, y procede cuando los resultados de la investigación permitan inferencia, en rango de probabilidad de verdad, respecto de la existencia del delito y de la autoría o participación. Con su presentación, se da inicio a la fase procesal del juicio. Intervención de la defensa. si bien la defensa procesalmente se inicia con la formulación de la imputación, es preciso tener en cuenta que el ciudadano que sea informado o advierta que se adelanta investigación en su contra, asesorado de abogado, podrá adelantar actos de investigación con el fin de proveer a su defensa. En tal gestión, es dable que recaude elementos materiales probatorios o evidencia física que podrá hacer examinar por peritos particulares –a su costa– u oficiales, o solicitar a la policía judicial que lo haga. Tales elementos, los informes correspondientes y las entrevistas pueden ser utilizados para oponerse a las pretensiones de la Fiscalía. Le corresponde a la defensa técnica ilustrar en forma detallada al ciudadano a quien se le formulará imputación, de lo que se cerciorará el juez de control de garantías, sobre la naturaleza de ese acto procesal y sus efectos, la posibilidad de allanarse a los cargos atribuidos por la fiscalía y de los beneficios punitivos que la aceptación pudiera significarle. Considerará las posibilidades de oponerse a la solicitud de medida de aseguramiento que pudiera promover la fiscalía en contra de su representado, obtener que la misma sea de un carácter más benigno que la pretendida por el ente acusador, verbigracia, la privativa de libertad en centro carcelario, por domiciliaria, o interponer recursos en contra de la decisión del juez. La ley la faculta a la defensa para solicitar la práctica de prueba anticipada, ajustándose a los presupuestos normativos y exigencias que establece el procedimiento para su realización. La víctima. Aunque la Fiscalía General de la Nación debe representar los intereses de la víctima, esta puede intervenir de manera directa de conformidad con el artículo 250 de la C. P.; 11, 132 y ss. de la Ley 906 de 2004108. Con todo, en la sentencia C-454 de 2006109, en lo que tiene que ver con las fases de indagación y de investigación, se explica: “… es evidente en consecuencia, que exista un claro interés de las víctimas y perjudicados con la conducta investigada de acceder a la indagación desde sus inicios, a efectos de contribuir positivamente al recaudo del material que dará soporte a la imputación y la acusación, eventos perfectamente compatibles con sus derechos a la verdad, a la justicia y a la reparación.” El fiscal estará pendiente de atender las inquietudes investigativas de la víctima, previendo que no actúe en contravía de su programa de investigación y de su teoría del caso, para evitar que proceda de manera inconsulta frente al manejo de la gestión probatoria, con lo que daría lugar a contradicciones que podrían dar al traste con las pretensiones de un fallo de culpabilidad. Por lo demás, es necesario tener en cuenta que respecto de actos que signifiquen decisión discrecional sobre el ejercicio de la persecución del injusto, se impone, por mandato de norma rectora, considerar sus intereses. De tal manera que la víctima debe ser enterada y convocada a procedimientos que tengan tales implicaciones, entre ellos, la preclusión de la investigación, la aplicación del principio de oportunidad y los preacuerdos o negociaciones110. En caso de que la víctima no cuente con medios suficientes para contratar un abogado que la asesore en la actuación, previa solicitud y comprobación sumaria de la necesidad, la Fiscalía General de la Nación le designará uno de oficio, que incluso puede ser un estudiante de consultorio jurídico de facultad de derecho debidamente aprobada (Art. 137 de la Ley 906 de 2004). .El imputado tiene derecho al ejercicio de todas las garantías establecidas en la Constitución y en los tratados internacionales que hacen parte del bloque de constitucionalidad112. Por lo mismo, no serán disponibles sus derechos superiores como el de la dignidad humana, igualdad, intimidad y a que su libertad no se restrinja sino en presencia de motivos fundados, y atendiendo a los criterios de excepcionalidad, razonabilidad, ponderación y proporcionalidad. Como se ha insistido desde párrafos anteriores, a partir de la formulación de la imputación se activa procesalmente el ejercicio de la defensa113 por lo cual el imputado tendrá el derecho, a no auto incriminarse ni a sus parientes; a que no se utilicen como base de incriminación su silencio ni el contenido de las conversaciones dirigidas a lograr un acuerdo de no llegar este a perfeccionarse; a estar asistido siempre por un abogado y a tener conversaciones de privacidad con su defensor antes de comparecer ante las autoridades; a tener un traductor si no puede hacerse entender o expresarse en el idioma oficial o a tener un interprete de existir una limitación en sus sentidos que le impida percibir y comunicarse oralmente; a conocer los cargos que se le imputen; a disponer del tiempo necesario para preparar su defensa; a solicitar pruebas y a conocer las que existan en su contra; a tener un juicio oral, público, contradictorio, concentrado, imparcial y con inmediación. Podrá allanarse a los cargos, o aceptar un preacuerdo con la fiscalía, que una vez aprobado por el juez de conocimiento ponga fin a la actuación penal, mediante sentencia condenatoria, en procura de obtener una rebaja sustancial de la pena imponible, cuyo porcentaje, reglado por la ley y determinado por la fase procesal en que se adopte la determinación, será proporcional a su colaboración con la administración de justicia y con la sociedad. En caso de discrepancia frente a su decisión de allanarse a la imputación o realizar un preacuerdo, prevalecerá lo que decida, aun enfrentando el parecer de su abogado, en contra de la norma general establecida en el artículo 130 de la Ley 906 de 2004. Podrá colaborar eficazmente en la desarticulación de organizaciones criminales o para evitar la continuidad del delito iniciado, así como la ejecución de otros, bien suministrando información o sirviendo como testigo principal de cargo contra los demás intervinientes y testificando en el juicio oral; en tal caso podrá aplicarse el principio de oportunidad, para lo cual se atenderán las previsiones normativas pertinentes y las directrices del Fiscal General de la Nación. El Ministerio Público, es un órgano de control que interviene en el proceso penal, sin tener la calidad de parte, cuando sea necesario para defender el orden jurídico, el patrimonio público o los derechos y garantías fundamentales. Bajo tal premisa, las intervenciones del ministerio público que desborden ese marco referencial, de orden constitucional y legal, deben ser controladas por el juez, a solicitud de las partes o intervinientes. Se impone resaltar que el fiscal del caso, debe estar preparado para argumentar con suficiencia su oposición frente a tales situaciones. Puede solicitar prueba anticipada, porque así lo autoriza el artículo 284 de al Ley 906 de 2004, en aquellos asuntos en los cuales esté ejerciendo o haya ejercido funciones de policía judicial, cumpliendo los requerimientos de la norma citada.