GUIAPRENDIZAJE2 CCSS 5to U1 DESASTRES
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¿Qué desastres puedes identificar en las imágenes? ¿En qué continentes se presentan más estos fenómenos? ¿Por qué?
¿Cómo afecta las condiciones de vida de la población? ¿Qué alternativas de prevención podemos gestionar?
Los desastres naturales. Son el resultado de variables meteorológicas, geológicas o biológicas que ocurren de forma independiente al
accionar humano (algunas son consecuencia impacto de la civilización en el ecosistema). Algunos desastres naturales son cíclicos, siguiendo
un patrón estacional o geológico, otras son fuerzas naturales, son infrecuentes en su ocurrencia. Los desastres naturales usualmente siguen
un patrón predecible, que permite algún grado de alerta y/o preparación, esta característica puede servir para mitigar el trauma de los desastres,
en tanto el legado de destrucción y recuperación son compartidos e informados a la población.
Los desastres naturales se clasifican de acuerdo a la forma de manifestación en la naturaleza. A saber:
Meteorológicos o atmosféricos: provocados por los fenómenos climáticos, atmosféricos o meteorológicos. Por ejemplo: los huracanes
y las tormentas.
Los desastres hidrológicos: se definen por el comportamiento descontrolado de las masas de agua. Son consecuencia de otros
fenómenos, como los atmosféricos y geofísicos. Por ejemplo: las inundaciones.
Geofísicos: originados por los movimientos de la corteza y superficie terrestre. Por ejemplo, los terremotos y las erupciones volcánicas.
Biológicos: producidos por bacterias, virus o parásitos que transmiten enfermedades graves de alto contagio que se convierten en
epidemias o pandemias.
Fenómenos espaciales: se producen cuando los fenómenos espaciales afectan la vida en la Tierra. Por ejemplo, las tormentas solares.
Desastres provocados por el hombre. Son el resultado de acciones accidentales o intencionales, iniciadas por personas, que tienen un
impacto negativo en la sociedad. Los tipos de desastres provocados por el hombre son: Incendios, accidentes de trasporte (aéreo, terrestre,
acuático) manifestaciones civiles violentas, atentados terroristas, agentes radioactivos, explosiones, accidentes industriales.
Las condiciones de los desastres son la amenaza, la vulnerabilidad y el riesgo.
• Amenaza es un fenómeno natural o causado por el ser humano que puede poner en peligro a un grupo de personas, sus bienes y su
ambiente, cuando no son precavidos. Entre las amenazas naturales podemos citar: deslizamientos, erupciones volcánicas, fenómeno del
niño, huracanes, tornados, incendios forestales, inundaciones, maremotos o tsunamis, sequias, sismos y terremotos, tormentas eléctricas.
• Vulnerabilidad es la incapacidad de resistencia de las personas cuando se presenta una amenaza, o la incapacidad para reponer después
de que ha ocurrido un desastre debido al incremento de la población, el deterioro y contaminación del ambiente y el aumento de la pobreza,
por ejemplo, las personas que habitan en las planicies son más vulnerables ante las inundaciones que las que viven en lugares más altas.
La vulnerabilidad depende de diferentes factores internos, como la edad y la salud de la persona, las condiciones higiénicas y ambientales,
así como la calidad y condiciones de las construcciones y su ubicación en relación con las amenazas.
“Haced todo por amor, nada a la fuerza” Aguinaldo 2022 del Rector Mayor P. Ángel Fernández
• Riesgo. es la probabilidad de que una amenaza se convierta en un desastre. La vulnerabilidad o las amenazas, por separado, no
representan un peligro, pero si se juntan, se convierten en un riesgo, es la probabilidad de que ocurra un desastre.
Los riesgos pueden reducirse o manejarse. Si somos cuidados con nuestra relación con el ambiente, y si estamos conscientes de nuestras
debilidades y vulnerabilidades frente a las amenazas existen, podemos tomar medidas para prepararnos y prevenir los desastres. A todas
estas acciones les denomina gestión de riesgo.
A estas pandemias podríamos sumar el ébola, con más de 11.300 muertos; otras enfermedades muy extendidas por efecto de la colonización
europea como el sarampión o la tos ferina, que han causado devastación entre diversas poblaciones indígenas y recientes pandemias con
menor incidencia, pero que podrían tenerla en el futuro, como la gripe aviar o la gripe del cerdo.
En resumen, se puede ver la cantidad de pandemias que ha sufrido el ser humano en su historia y el gran número de muertos que han dejado,
seguramente más elevado del que se considera. En paralelo, su diagnóstico y tratamiento farmacológico han mejorado de forma notable.
Según la Organización Mundial de la Salud, si no somos capaces de revertir el cambio climático vendrán más. La literatura médica indica que
aproximadamente hay una pandemia cada cien años. Pero parece que la realidad es que son más frecuentes.
Hábitos de salud que cambiaron tras el fin de la pandemia. ¿cuáles fueron los principales cambios sanitarios que impulsó la pandemia de
1918 en la vida de las personas?
1. El uso de vasos desechables
Antes de la pandemia de influenza de 1918, lo usual es que en los edificios públicos de Estados Unidos y en las estaciones de trenes
hubiera una especie de vaso de metal conocido como "tin dipper" que se usaba para servir y tomar agua. Era el mismo vaso para todos,
por lo que decenas o centenares de personas lo usaban cada día.
Ese hábito antihigiénico solamente logró ser erradicado con la llegada de la pandemia, y tomo importancia un invento creado en 1907 con
el nombre de Health Kup, que eran los vasos desechables, con la pandemia fueron rebautizados como Dixie y promocionados
agresivamente en anuncios publicitarios como una medida necesaria para protegerse de la enfermedad.
2. Cubrirse al toser y estornudar
El hábito de cubrirse la boca o la nariz con un pañuelo al toser y/o estornudar fue otro hábito de salud que se generalizó durante la pandemia
de influenza. "Coughs and sneezes spread diseases" (la tos y los estornudos propagan enfermedades) era un lema adoptado por las
autoridades de salud de Estados Unidos durante esta pandemia.
3. Evitar escupir en lugares públicos
Hasta la llegada de la pandemia de influenza de 1918 escupir en lugares públicos era visto como un hábito
socialmente aceptable.
"Te ponían una multa de US$1 [equivalente a unos US$1.800 de la actualidad] si escupías en el metro de
Nueva York y tenías que ir a los tribunales. En lugares como Filadelfia, donde la pandemia había golpeado
con fuerza, había letreros que decían: escupir transmite la muerte", para aquel momento mucha gente tenía
la costumbre de mascar tabaco, por lo que solían escupir con frecuencia, pero que tras la pandemia mucha
gente tomó conciencia de que escupir públicamente no era recomendable desde el punto de vista de la salud
ni aceptable socialmente.
4. Ventilar los espacios
“Haced todo por amor, nada a la fuerza” Aguinaldo 2022 del Rector Mayor P. Ángel Fernández
"El tema de mantener las ventanas abiertas o cerradas era un tema de debate candente entre los médicos. Finalmente se entendió que el
aire fresco y el sol, en realidad, eran buenos para los pacientes, pero durante mucho tiempo la práctica era cerrar las ventanas.
Pero en 1918-1919, la idea de mantener las ventanas abiertas para evitar contagios cobró gran fuerza. "¡Mantén las ventanas de tu
habitación abiertas! Evita la influenza, la neumonía y la tuberculosis", decía carteles que entonces colocaban en el transporte público.
5. Un calentador debajo de la ventana
La práctica de abrir las ventanas para mantener las habitaciones aireadas derivó en otra práctica que transformó el diseño de las viviendas
en Estados Unidos: colocar un calentador de acero debajo de las ventanas.
Dado que las autoridades sanitarias recomendaban mantener las ventanas abiertas incluso en los días más fríos de invierno, los ingenieros
buscaron maneras de mantener las habitaciones calientes incluso en esas circunstancias y el resultado fue colocar el radiador en ese lugar.
Una práctica que persiste hasta ahora.
6. Uso de mascarillas
Un último hábito de salud que se puso en marcha durante la pandemia de influenza fue el uso de
mascarillas, aunque este no se mantuvo en el tiempo. Se esperaba que las personas las
confeccionaran en su casa con capas de gaza o de tela y que luego de usarlas las lavaran antes de
volver a ponérselas.
"Evidentemente no eran tan efectivas como una N95 y pocas personas se tomaban la molestia de
hacerlas y de lavarlas debidamente", comenta Davis.
"Los que están preparados, los que saben qué hacer cuando ocurre un evento natural extremo, tienen una mayor posibilidad de supervivencia",
afirma el informe que publica anualmente el Instituto para el Ambiente y Seguridad Humana de la Universidad de Naciones Unidas, el centro
de estudios alemán Bündnis Entwicklung Hilft, y el Instituto para la Ley Internacional para
la Paz y los Conflictos Armados (IFHV) de la Universidad de Ruhr en Bochum.
Riesgo en Centroamérica
El país con menos riesgo es Qatar. El que corre más riesgo es Vanuatu, una isla en el
Pacífico Sur. Los países que más riesgo corren en América Latina están todos en
Centroamérica.
El informe "Riesgo Mundial 2018" destaca como los niños están en mayor riesgo de sufrir
lesiones físicas y muerte durante y después de los desastres naturales, y como muchas
veces los derechos de los niños durante estos eventos se descuidan.
1. El coste de vida domina los riesgos en los próximos dos años, mientras el fracaso de la acción climática domina la próxima
década
La próxima década se caracterizará por crisis ambientales y sociales, impulsadas
por tendencias geopolíticas y económicas subyacentes.
La “crisis del coste de la vida” aparece como el riesgo más grave en los próximos
dos años, alcanzando expresión máxima en el corto plazo.
La pérdida de biodiversidad y el colapso de ecosistemas es visto como uno de
los riesgos globales de más rápido deterioro de los países durante la próxima
década. Entre los diez principales riesgos en los próximos 10 años figuran los
seis riesgos medio ambientales.
2. Termina una era económica. La próxima traerá más riesgos de estancamiento, divergencia y angustia
Las secuelas económicas del COVID-19 y la guerra en Ucrania han dado paso a una elevada inflación, una rápida normalización de las
políticas monetarias y el comienzo de una era de bajo crecimiento y baja inversión.
Los gobiernos y los bancos centrales podrían enfrentarse a presiones inflacionarias en los próximos dos años, más aún teniendo en cuenta
la posibilidad de que la guerra en Ucrania sea prolongada, así como que continuos cuellos de botella por una persistencia de Covid19 y la
guerra económica estimulan el desacoplamiento de las cadenas de suministro. Una mala calibración entre políticas monetarias y fiscales
aumentarán la probabilidad de los shocks de liquidez, lo que indicaría una mayor prolongación en el tiempo de la recesión económica y el
sobreendeudamiento a nivel mundial. La fragmentación económica global, las tensiones geopolíticas y una recuperación más inestable
podrían contribuir a sobreendeudamiento generalizado en los próximos 10 años.
Los efectos colaterales los sentirán más agudamente los estratos más vulnerables de la sociedad, contribuyendo al aumento de la pobreza,
la violencia y las protestas, la inestabilidad política e incluso colapso estatal. También afectará a los hogares de ingresos medios,
provocando descontento, polarización política y llamamientos a una mayor protección social en países de todo el mundo. La nueva
consecuencia puede ser una creciente divergencia entre países ricos y pobres, y los primeros retrocesos en décadas en el desarrollo
humano.
El uso intensivo de armas geoeconómicas resaltará las vulnerabilidades de seguridad que plantean los intercambios comerciales,
financieros y tecnológicos, y la interdependencia entre economías globalmente integradas, arriesgándose a un ciclo creciente de
desconfianza y desacoplamiento. A medida que la geopolítica triunfe sobre la economía, se vuelve más probable un aumento a largo plazo
de la producción ineficiente y de los precios.
El reciente repunte en gasto militar y la proliferación de nuevas tecnologías podría impulsar una carrera armamentista mundial en
tecnologías emergentes. El panorama de riesgos globales a más largo plazo podría ser definido por conflictos “multidominio” (múltiples
territorios) y guerra asimétrica, con un despliegue dirigido de nuevas tecnologías de armamento en una escala potencialmente más
destructiva de lo visto en las últimas décadas.
“Haced todo por amor, nada a la fuerza” Aguinaldo 2022 del Rector Mayor P. Ángel Fernández
4. La tecnología recrudecerá las desigualdades, mientras que los riesgos de ciberseguridad seguirán siendo una preocupación
constante
El sector tecnológico estará entre los objetivos centrales de las políticas
industriales, y de una mayor intervención del estado. El ritmo de
investigación y el desarrollo de tecnologías emergentes continuará durante
la próxima década, produciendo avances en Inteligencia artificial,
computación cuántica y biotecnología, entre otras. Para los países que
puedan permitírselo, estas tecnologías proporcionarán soluciones parciales
a una serie de problemas emergentes, desde hacer frente a nuevas
amenazas para la salud y crisis en la capacidad de atención médica hasta
incrementar la seguridad alimentaria y mitigación climática.
Sin embargo, este rápido desarrollo y despliegue de las nuevas tecnologías, plantea su propio conjunto de riesgos. Junto con un aumento
en los delitos cibernéticos, los intentos de interrumpir las tecnologías críticas serán más habituales, con ataques contra la agricultura y el
agua, los sistemas financieros, la seguridad pública, el transporte, la energía, así como los usos domésticos, aéreos y submarinos de
infraestructura de comunicaciones.
Los riesgos tecnológicos no se limitan únicamente a la actuación de actores deshonestos. La sofisticación del análisis de conjuntos de
datos más grandes, permitirá el mal uso de información personal a través de legítimos mecanismos que debilitan la soberanía digital de
cada persona y el derecho a la privacidad, incluso en lugares bien regulados, regímenes democráticos.
6. La crisis de los alimentos, combustibles y costes exacerbará las vulnerabilidades sociales, mientras la reducción de las
inversiones en el desarrollo humano erosiona la futura resiliencia
Se está sintiendo ya una crisis global del coste de vida, sobre la base de los riesgos más severos que se espera que impacten en 2023,
entre ellos, la “crisis de suministro de energía”, la “inflación creciente” y la “crisis de suministro de alimentos”. Muchos países de bajos
ingresos se enfrentan a múltiples crisis: deuda, cambio climático y seguridad alimentaria.
Se corre el riesgo de convertir la actual crisis del coste de vida en una crisis humanitaria más amplia, en los próximos dos años, en muchos
países dependientes de las importaciones. Pero malestar social asociado y la inestabilidad política no se limitará a los mercados
emergentes, también a los de ingresos medios. La creciente frustración de los ciudadanos por las pérdidas en el desarrollo humano y la
disminución de la movilidad social, junto con una brecha cada vez mayor en los valores y la igualdad, plantean un desafío existencial a los
Gobiernos y legisladores alrededor del mundo.
La elección de líderes menos moderados, así como la polarización política en las superpotencias, también puede reducir en los próximos
dos años el espacio para la resolución colectiva de problemas.
Con una crisis en la financiación del sector público y las preocupaciones sobre la seguridad, nuestra capacidad para absorber el próximo
el shock global se está reduciendo. Durante los próximos 10 años, menos países tendrán el margen fiscal para invertir en su crecimiento
futuro, tecnologías verdes, educación, sistemas de atención y salud.
Prevención de desastres: las acciones que hacemos para asegurarnos de que suceda un
desastre o si sucede, que no perjudique tanto. La mayoría de los fenómenos naturales no puede
impedirse, pero podemos realizar acciones para que sean menos dañinos, por ejemplo, podemos
reducir los daños que causa un sismo si construimos casas más resistentes y en lugares donde
el suelo sea más sólido.
APLICO LO APRENDIDO:
En el siguiente mapa mudo ubica y pinta los continentes con mayor riesgo de desastres
¿Cuáles son los riesgos globales 2023 según el Foro Económico Mundial? ¿Cuáles serán sus consecuencias?
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