Angeles
Angeles
Angeles
NOMBRE:
CARLOS DE LA CRUZ
FACILITADOR:
PASTOR NEHEMIAS ESCOBAR
TRABAJO:
ESTUDIO SOBRE LOS ANGELES
CURSO:
HEBREOS
GRADO:
QUINTO EN TEOLOGIA
INTRODUCCIÓN:
“El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende” (Salmo
34.7).
Hay una relación muy estrecha entre los hombres y los ángeles. El autor del libro
a los hebreos dice que los ángeles son “espíritus ministradores, enviados para
servicio a favor de los que serán herederos de la salvación” (hebreos 1.14).
Cristo, al referirse a los niños, dice: “Sus ángeles en los cielos ven siempre el
rostro de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 18.10).
Los ángeles son muy inferiores a Dios, pero son superiores al hombre en
inteligencia y poder.
Los ángeles son seres espirituales. Muchos se han hecho preguntas acerca de
ellos que el hombre no ha podido contestar. Sin embargo, la Biblia se refiere
tanto a ellos que el lector fiel de la palabra puede aprender mucho de ellos y de
sus obras.
Su origen
Los ángeles son seres creados: “Todas las cosas por él fueron hechas” (Juan
1.3). (Nehemías 9.6.) “Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay
en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles” (Colosenses 1.16).
La Biblia nos habla de algunos ángeles por sus nombres y en ocasiones nos
describe sus misiones.
La palabra de Dios menciona varias clases de ángeles como los arcángeles, los
serafines y los querubines. Habla del arcángel Miguel (Judas 9) y de los
“ángeles, autoridades y potestades” (1Pedro 3.22; Colosenses 1.16).
¿Acaso cuando Dios creó a los ángeles también creó a los ángeles malos? La
respuesta es no. Dios no hace nada malo.
Cuando Dios hubo terminado la creación del mundo dijo que todas las cosas
que había creado eran buenas en gran manera (Génesis 1.31). No sabemos
exactamente cuándo Dios creó a los ángeles, pero sabemos que los ángeles
malos no fueron creados malos.
Ellos cayeron en ese estado después de la creación. Judas se refiere a “los
ángeles que no guardaron su dignidad” (Judas 6) mostrando así que en el
principio no eran las criaturas rebeldes que llegaron a ser después. Cristo dice
acerca del diablo que “no ha permanecido en la verdad” (Juan 8.44); esto indica
que una vez estuvo en la verdad.
Concluimos, entonces, que en el principio todos los ángeles fueron creados
buenos “en gran manera”, pero después algunos, como el diablo, se rebelaron y
cayeron.
Su gran número
Jacob vio una gran compañía de ángeles y se refirió a ellos como “campamento
de Dios” (Génesis 32.2). A Eliseo y a su criado se les permitió vislumbrar sobre
las montañas alrededor de ellos un ejército con caballos y carros, los cuales
fueron mucho más numerosos que los que el gran ejército de Siria poseía (2
Reyes 6.13–17).
Cristo solamente tenía que decir una palabra, y “más de doce legiones de
ángeles” hubieran estado a su mando (Mateo 26.53). El escritor del libro a los
hebreos se refiere a una “compañía de muchos millares de ángeles” (hebreos
12.22). Juan vio “millones de millones” de estos seres celestiales (Apocalipsis
5.11). Con relación a los ángeles malos, existen tantos de ellos que Dios
proveyó un lugar especial “para el diablo y sus ángeles” (Mateo 25.41). (Lea
también Apocalipsis 20.10.)
Si nuestros ojos se abrieran como se abrieron los ojos del criado de Eliseo
entonces veríamos los ángeles alrededor de nosotros, sobre nosotros y por
todas partes. Pero Dios en su sabiduría infinita no permite que los ojos del
hombre mortal vean tales cosas. Luego, cuando el velo de la mortalidad se
haya quitado, nuestros ojos verán las provisiones de Dios que la lengua mortal
no puede describir y los ojos mortales no pueden contemplar.
Sus atributos
1. Son espíritus
Los ángeles son seres espirituales. “De los ángeles dice: El que hace a sus
ángeles espíritus, y a sus ministros llama de fuego” (hebreos 1.7).
Es cierto que los ángeles han aparecido al hombre en forma visible, pero la
forma visible no es el cuerpo propio del ángel.
El Espíritu Santo también ha aparecido en forma visible. Él descendió sobre
Jesús en forma de una paloma, pero esta aparición no es su forma corporal. La
forma de paloma es una representación simbólica que le da al hombre una idea
más clara del carácter y la obra del Espíritu Santo. Tanto los ángeles, como
Dios, son seres espirituales.
2. Son individuos
Reconocemos que cada ángel, al igual que cada hombre, es un individuo. Por
ejemplo, Gabriel se le apareció a Zacarías y después a María (Lucas 1.19, 26–
38), y Miguel disputó por el cuerpo de Moisés (Judas 9). De esto obtenemos la
idea que los ángeles tienen rasgos y oficios personales.
3. Son inmortales
Los ángeles no están sujetos a la muerte física. Acerca del estado futuro de los
justos, Cristo dice: “No pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles”
(Lucas 20.36).
Los hombres y los ángeles son distintos en esto: Mientras que el alma del
hombre por un tiempo mora en un cuerpo mortal, los ángeles no están limitados
de esa manera porque no tienen cuerpos mortales.
Después de la disolución del cuerpo, la morada terrestre del hombre, los
hombres y los ángeles serán semejantes; serán inmortales.
Los justos morarán con Dios en la gloria; los injustos pasarán la eternidad en el
lugar “preparado para el diablo y sus ángeles” (Mateo 25.41).
4. Son poderosos
La palabra de Dios dice que los ángeles son “poderosos en fortaleza” (Salmo
103.20) y que “son mayores en fuerza y en potencia” (2 Pedro 2.11).
El poder de los ángeles se demostró en la destrucción de Sodoma y Gomorra,
en la destrucción del ejército de Senaquerib (Isaías 37.36), en la resurrección
de nuestro Señor (Mateo 28.2–5) y se demostrará más en el juicio venidero
(Mateo 13.39; 2 Tesalonicenses 1.7–9; Apocalipsis 20.1–2).
Los hombres no pueden comprender el poder, la fuerza, ni la velocidad con que
viajan y actúan los ángeles.
5. Son inteligentes
Es evidente que hay cosas que los ángeles no conocen. La Biblia dice que al
hombre le fueron reveladas cosas que los ángeles desean mirar (1 Pedro 1.12).
Además, la Biblia recoge el testimonio que hay cosas que ni los hombres ni los
ángeles conocen (Mateo 24.36). Cuando Cristo dice “ni aun los ángeles de los
cielos” él da a entender que los ángeles son de inteligencia superior, pero no
tienen un conocimiento infinito.
Los judíos reconocieron la inteligencia superior que poseen los ángeles. La
mujer de Tecoa dijo a David: “Mi señor es sabio conforme a la sabiduría de un
ángel de Dios, para conocer lo que hay en la tierra” (2 Samuel 14.20).
Los ángeles son seres que sobrepasan al hombre en inteligencia. Sin embargo,
tienen una inteligencia muy inferior a la de Dios.
6. Son bondadosos
Esta virtud pertenece solamente, por supuesto, a los ángeles que “guardaron su
dignidad” (Judas 6). Tanto los ángeles caídos como los hombres caídos han
perdido su bondad.
Notamos la bondad de los ángeles de Dios en el hecho de que ellos son fieles
al llevar a cabo los mandamientos de Dios, adorar a Dios (Nehemías 9.6;
Filipenses 2.9–11) y estar sujetos a él en todo.
Los ángeles que nunca han caído obedecen a Dios en los cielos y son espíritus
ministradores enviados al pueblo de Dios en la tierra.
7. Son benevolentes
Esta virtud pertenece solamente a los ángeles fieles de Dios. Los ángeles del
diablo están completamente entregados a la destrucción de los hombres,
mientras que los ángeles de Dios se dedican a promover los mejores intereses
del hombre.
Medite en la obra de los ángeles para con hombres y mujeres tales como
Abraham, Lot, Jacob, José, Moisés, Zacarías, Pablo, Pedro, Juan, Lázaro el
mendigo, Ana, Elizabet y María.
8. Son felices
9. Son gloriosos
Los ángeles santos son todos espíritus ministradores. Los ángeles de Dios
ministraron a Abraham, a Jacob, a Moisés y a Daniel así como también
ministraron a la virgen María y a los pastores cuando anunciaron el nacimiento
de Jesús.
Ellos también ministraron a Jesús mismo, a Pedro, a Pablo, a otros discípulos
encarcelados, a Juan en Patmos y a muchos otros creyentes. A aquellos que
temen a Dios, se les dice: “El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le
temen, y los defiende” (Salmo 34.7).
“Por lo cual la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza, por causa
de los ángeles” (1 Corintios 11.10).
Después que Cristo triunfó cuando el diablo estuvo tentándole por cuarenta días
y cuarenta noches, “vinieron ángeles y le servían” (Mateo 4.11).
Dios usa a los ángeles para llevar a cabo su voluntad respecto al hombre. El
ángel del Señor entró en el campamento de los asirios y 185.000 hombres
fueron muertos.
También se puso en medio del camino de Balaam y le hizo saber que él era
más insensato que la bestia que montaba. Él atemorizó la guardia en el
sepulcro de Jesús cuando el Señor resucitó triunfante.
Fueron los ángeles los que hicieron la obra de separar a Lot de sus
compañeros malignos y llevaron el alma redimida de Lázaro al seno de
Abraham. Los ángeles son los siervos de Dios que recogerán a los malos en la
gran cosecha final del Maestro (Mateo 13.41–42).
Ellos acompañarán al Señor Jesucristo cuando venga a juzgar al mundo (Mateo
25.31; 2 Tesalonicenses 1.7–9). De la manera que Dios ha usado a sus ángeles
en esta época para llevar a cabo sus propósitos asimismo los usará en la obra
de cerrar la misma a su debido tiempo.
Fue un ángel quien dirigió a Felipe para que se encontrara con el eunuco
(Hechos 8). También fue un ángel quien juntó a Pedro y a Cornelio cuando la
puerta del evangelio se abrió a los gentiles (Hechos 10).
Un ángel sacó a Pedro de la cárcel mientras sus compañeros estaban orando
por él (Hechos 12). Y de la misma forma un ángel dirigió a Pablo en su viaje a
Roma (Hechos 27.23).
5. Glorifican a Dios
1. Que los ángeles son espíritus de personas que vivieron en mundos anteriores
La Biblia guarda un silencio absoluto acerca de este tema. Esta teoría se basa en
pura especulación humana. No sigamos los pensamientos humanos cuando los
mismos no están en armonía con la palabra de Dios.
Esto puede ser o no cierto. Si Dios les necesita en esos lugares de cierto que ellos
irán y harán la voluntad de Dios tal y como la hacen en el cielo y en la tierra. Pero
debemos recordar que los ángeles son espíritus que no necesitan ningún planeta
para vivir ni aun un hogar para descansar sus pies.
Cristo dijo una vez que los justos serán “iguales a los ángeles” (Lucas 20.36) o
“como los ángeles que están en los cielos” (Marcos 12.25). Aquí notamos que
Jesús se estaba refiriendo a dos clases de seres muy semejantes. De lo contrario
él hubiera dicho que los justos del pueblo de Dios llegarían a ser ángeles después
de la resurrección. Mientras que los santos son como los ángeles en varias
maneras, queda muy claro que ahora no son ángeles ni que jamás llegarán a
serlo. La Biblia habla de los santos y de los ángeles en los cielos y en la tierra
(Apocalipsis 7.9–12).
Algunos dicen que Apocalipsis 22.8–9 prueba que seremos ángeles cuando
lleguemos al cielo. En estos versículos un ángel se refirió a sí mismo como
“consiervo” de Juan y de los profetas. Un estudio cuidadoso de esta porción
bíblica nos enseña que el ángel no decía que él era lo que Juan llegaría a ser. Los
hombres y los ángeles sirven como ministros y mensajeros de Dios, cada uno en
su respectivo lugar. Por tanto, son consiervos, ambos sirviendo a Dios. El ángel se
refirió a los demás creyentes, los compañeros de Juan, como “tus hermanos”. No
dijo “mis hermanos” ni “nuestros hermanos” mostrando así que, aunque se
consideró a sí mismo un consiervo de Juan y de sus hermanos reconoció una
distinción entre sí y ellos. Este pasaje bíblico está en armonía con todas las otras
escrituras que tienen que ver con este asunto.
CONCLUSIÓN
Aunque el servicio de estos mensajeros divinos tiene mucho que ver con el
servicio de los que son parte del pueblo de Dios en la tierra, los santos y los
ángeles son seres completamente distintos, los dos están sujetos a Dios en su
servicio. Tal parece que la relación estrecha entre los ángeles y los hombres
continuará en los cielos, como sea, si la biblia no lo respalda no hay que tomarlo
en cuenta.