Fundición de Campanas
Fundición de Campanas
Fundición de Campanas
El proceso de fundición
Construcción de un molde de campana
El molde
El caldo
Solidificación de la pieza
Fabricación integral de una campana de bronce
Montaje del molde
Fusión
La colada
El proceso de fundición
Una pieza fundida, representa la fase final de una serie de procesos metalúrgicos que se
mantienen casi inalterables desde que se descubrió la fusión y colada de los metales. En
estos procesos hay tres fases que desde la Edad de Bronce han marcado las pautas de lo que
es una pieza fundida. Estas fases son Moldeo, Fusión y Colada.
La forma más primitiva de molde es la que conocemos en la elaboración de puntas de lanza,
herramientas y útiles de labranza, que se construían en la Edad de Bronce. Estos moldes se
elaboraban vaciando con útiles duros, la superficie de una piedra arenisca (rodeno, galdácano
etc.). Generalmente el molde lo constituían dos placas que se complementaban previamente
selladas con arcilla y en las que ya iba incorporado el embudo de colada.
Sobre este tema existen artículos muy interesantes, como el que se refleja en los documentos
reseñados anteriormente por José Sánchez Real, del que hemos extraído notas muy
interesantes. Es difícil obtener datos y apuntes gráficos en los talleres donde actualmente se
confeccionan las campanas. Primero porque quedan pocos, y se muestran esquivos a dar
datos que no sean los puramente superficiales que conocemos todos. Por otra parte es difícil
obtener fotos y diapositivas, por el motivo antes apuntado y por las dificultades del taller en sí,
pues, normalmente son talleres pequeños con mala iluminación y poco aptos para montar el
tinglado necesario.
El molde
El caldo
Solidificación de la pieza
Sacando las campanas de los moldes - Foto CABRELLES MARTÍNEZ, José Luis (1990)
Foto ampliada
Conociendo estas dos condiciones especiales que concurren en la elaboración del caldo y en
las características del molde, vamos a deducir pues el tipo de solidificación y el tipo de
estructura metalográfica que tendrá el bronce de la campana.
Sacando las campanas de los moldes - Foto CABRELLES MARTÍNEZ, José Luis (1990)
Foto ampliada
Como veremos más adelante, las 26 horas que costó tener el caldo a punto para colar, fueron
parte de las 30 horas que se utilizaron para apisonar la tierra en el foso de colada, alrededor
de los moldes de barro de las campanas, terminando con la confección de los canales de
colada a boca de horno. Esto quiere decir que los moldes estuvieron enterrados más de 30
horas. En una palabra, el bronce cuando sale de la piquera del horno a 950°C, tiene que llenar
un molde relativamente frío, aproximadamente 15°C como máximo, molde muy masivo y
compacto. Por otra parte la sección de la campana es relativamente delgada. Conclusiones, el
enfriamiento en la pieza es muy rápido, o sea, dicho de otra manera, la solidificación es casi
instantánea.
Fusión
La fusión se realiza por medio de un horno que se construye a la boca del foso de colada
donde están enterrados los moldes de las campanas.
En este caso se construye un horno capaz de fundir cuatro toneladas de bronce de campanas.
El horno es de los llamados de reverbero y consta de un hogar, una bóveda que cubre el
lecho de fusión y una chimenea con regulación de tiro. El foso del cenicero hace también las
veces de tobera para quemar la leña de la parrilla situada en la parte de arriba, este foso tiene
una profundidad de 1,10 m y sube en forma de rampa, en un ángulo aproximado de 30° hasta
el nivel próximo a la altura de la solera. Las parrillas del cenicero suelen ser de fundición gris.
Tiene especial importancia la preparación de la solera, pues para llegar a fundir las cuatro
toneladas de bronce a base de leña necesitaremos más de 20 horas, lo cual implica que el
efecto del calor afecte ampliamente a la instalación. Es conveniente que todo el horno esté
asentado sobre un foso de casi un metro de profundidad en el que previamente hayamos
eliminado la tierra original, y rellenemos con tierra arenisca bien apisonada, dejando para el
final una capa de unos 40 centímetros, que rellenaremos de arena de moldeo preparada a
base de arena de sílice con un 10% de arcilla fina, más un 4% de bentonita sódica, un 2% de
carbón de hulla molido, y todo ello con un contenido en agua de un 4-5%. Todo esto bien
apisonado y alisado servirá de piso para asentar el horno.
El perfil de lo que va a ser el horno se replantea enterrando ladrillos refractarios hasta la
mitad, sobre esta base se levantarán las paredes de ladrillo del horno. A la solera se le da
forma para que recoja el bronce fundido, la cual limita a su largo con un resalte en la zona de
la parrilla llamado altillo, que en este caso tiene 20 cm de altura, y rematando en la parte
opuesta al largo de la solera con el escalón adyacente a la plataforma de salida a la
chimenea.
Este horno construido en Nájera (Rioja), tiene las siguientes medidas, 4,6 metros de largo, 1,4
metros de anchura en la zona de la parrilla y una altura de 1,5 m también en esta zona. Visto
en planta el horno tiene forma de pera, y la misma impresión da cuando se ve en alzado pues
parece la figura de media pera o medio huevo cortado por su eje longitudinal. Las
dimensiones se van estrechado a medida que se acercan a la chimenea. La chimenea está
formada por la superposición de dos tubos cuadrados, con una altura total de 4,5 m. El
cuadrado de la base tiene 0,7 m de lado, y termina con un cuadrado de 0,5 m de lado. La
bóveda del horno se inclina en dirección hacia la chimenea, obligando así que las llamas del
hogar entren en contacto con el bronce. La puerta de alimentación de la leña está situada
encima del hogar y es de hierro, con un asa para moverla en la operación de carga.
Todo el horno es construido en ladrillo refractario ligado con barro y paja, y enlucido tanto
interior como exteriormente con el mismo barro. En el lateral que da al foso de colada
tenemos dos agujeros, la piquera y la mirilla.
El primero suele ser de material refractario fabricado con la forma interior en agujero cónico,
con la base más grande hacia dentro. Este ladrillo se le tapa con un tapón cerámico y se
coloca todo ello al ras de la solera. Encima queda el agujero de la mirilla que suele ser del
material de la obra, que sirve para observar el proceso de fusión del bronce y también se
utiliza para remover el material y comprobar la temperatura del caldo. En la parte opuesta se
sitúa la puerta de carga por donde se van echando los trozos de material que forman parte de
la carga del horno.
Cuando el horno está terminado se va secando lentamente para eliminar la humedad del
material, y después se aumenta el régimen de temperatura para cocer el barro de la obra. En
este periodo y en las primeras horas, puede fundir el primer trozo de bronce, que haya en la
solera. El material a fundir tiene la composición del Bronce Campana (80% de cobre y 20% de
estaño). La carga está compuesta mayormente por chatarra de campanas viejas,
complementando el total con material virgen, se calcula un 10% de mermas. El material se
adiciona poco a poco por la puerta de carga.
La colada