Señalización Celular
Señalización Celular
Señalización Celular
Introducción
Mientras que las células procariotas y las de organismos eucariotas unicelulares son, en
gran medida, autónomas, el comportamiento de cada célula en los organismos
pluricelulares se debe regular cuidadosamente para satisfacer los requerimientos del
organismo como un todo, lo cual se consigue a través de un amplio repertorio de
moléculas señalizadoras que son secretadas, o se expresan, en la superficie celular y
luego se unen a receptores expresados en otras células, integrando y coordinando las
funciones de las distintas células que constituyen organismos tan complejos como el ser
humano. La unión de la mayoría de estas moléculas señalizadoras a sus receptores
induce una cascada de reacciones intracelulares que acaban por alcanzar el núcleo
celular y que dan lugar a alteraciones programadas de la expresión génica, con lo que
se regulan los diferentes aspectos del comportamiento celular (metabolismo, motilidad,
supervivencia y diferenciación) (2).
1
Componentes de la señalización celular
2
Etapas de la comunicación celular
3
Envío de la señal
Contacto directo
Dos células se acercan de tal forma que el ligando y el receptor entran en estrecho
contacto en la superficie celular, este intercambio de señales puede estimular a una o
ambas células.
Autocrina
En este caso la célula emisora se convierte ella misma en célula diana de las mismas
moléculas de señalización que ella produce.
Paracrina
La célula emisora produce moléculas de señalización que se difunden al líquido
intersticial (líquido que rodea a las células en un tejido) y actúa sobre células vecinas.
Por ejemplo, aunque algunas neuronas se comunican mediantes señales eléctricas, la
mayoría de ellas se comunican entre sí liberando compuestos químicos llamados
neurotransmisores. Estas moléculas difunden a través de la ranura sináptica, la estrecha
unión entre dos neuronas adyacentes (2). Se han identificado más de 60
neurotransmisores diferentes, algunos de estos son: acetilcolina, noradrenalina,
dopamina, serotonina y varios aminoácidos y péptidos.
Endocrina
En este caso, las células de las glándulas endocrinas, producen moléculas de
señalización llamadas hormonas. Estas glándulas no tienen conductos por lo que sus
hormonas se secretan al líquido intersticial circundante y de allí se difunden al interior de
los capilares y son transportadas disueltas en la sangre hasta alcanzar la célula diana.
El óxido nítrico (NO, por Nitric Oxide) que es un gas puede actuar tanto de forma
paracrina como autocrina.
4
Ilustración 3. Tipos de envío de la señal.
Varias células se comunican en diferentes formas.
Recepción
5
La respuesta es que cada tipo de célula está programada genéticamente para recibir y
responder a tipos específicos de señales. La respuesta a determinadas señales depende
de los receptores específicos que está programada para sintetizar.
Los ligandos hidrofílicos son los más abundantes y se unen a receptores de naturaleza
proteica sobre la superficie de la célula diana. Los ligandos hidrófobos, son moléculas
pequeñas que atraviesan la membrana plasmática y entran a la célula.
Los receptores pueden ser divididos en dos grandes grupos, los receptores de superficie
y los receptores intracelulares.
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Ilustración 4. Receptores de superficie e intracelulares.
a) Las moléculas de señalización hidrófilas se unen a receptores en la membrana
plasmática; b) Las moléculas de señalización hidrófobas cruzan la membrana plasmática
y se unen con receptores en el interior de la célula.
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“cola” del receptor y que se extiende dentro del citoplasma y es la encargada de transmitir
la señal al interior de la célula (2).
La señalización celular tiene lugar a través de la interacción directa entre una célula y la
célula vecina o mediante la acción de moléculas señalizadoras secretadas (2).
8
funcionar como canal. El ligando puede ser un neurotransmisor o un ion del interior de
las células (1).
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exterior de la célula. La parte externa del receptor tiene un lugar de unión para el ligando
y la parte del receptor que se extiende hacia el citosol tiene un sitio de unión para una
proteína G específica. La G significa trifosfato de guanosina (GTP), que es el compuesto
al que la proteína G se une cuando se activa.
a) Ligeramente unida al lado citoplasmático de la membrana, b) Cuando la molécula señal apropiada se une al lado
la proteína G funciona como un interruptor molecular que extracelular del receptor, el receptor se activa y cambia de
está encendido o apagado, según cuál de los dos forma. Su lado citoplasmático se une a una proteína G
nucleótidos guanina esté adherido, GDP o GTP, de allí el inactiva y ocasiona que un GTP desplace al GDP. Esto activa
término proteína G (el GTP, o guanosina trifosfato, es a la proteína G.
similar al ATP). Cuando el GDP está unido a la proteína G,
como se muestra arriba, ésta se encuentra inactiva. El
receptor y la proteína G trabajan junto a otra proteína,
generalmente, una enzima.
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Receptores con actividad enzimática
Funcionan directamente como enzimas o se asocian a ellas. Estos receptores son
proteínas transmembrana con un sitio de unión para un ligando del exterior de la célula
y un componente enzimático dentro de la célula. Algunos receptores con actividad
enzimática, no tienen componente enzimático, pero si un sitio de unión para una enzima.
Dentro de este tipo de receptores se encuentran: los receptores tirosina quinasa, que
son la familia más grande de receptores con actividad enzimática, y cuyas colas
citoplasmáticas tienen actividad quinasa, es decir, fosforilan proteínas sustrato de la vía
de señalización en los residuos de tirosina (1).
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Dentro de esta familia se incluyen los receptores para la mayoría de los factores de
crecimiento polipeptídicos, de modo que la fosforilación de las tirosinas de las proteínas
en las rutas de señalización, es un mecanismo involucrado en el control del crecimiento
y diferenciación de las células animales (2).
Están localizados dentro de la célula, los ligandos que se unen a estos son moléculas de
señalización hidrófobas de tamaño pequeño que se difunden a través de la membrana
de la célula diana. La mayoría de los receptores intracelulares son factores de
transcripción, es decir, son moléculas que regulan la expresión de genes específicos.
Las vitaminas A, D y el óxido nítrico (NO) se unen a receptores intracelulares, después
el complejo se mueve al núcleo. Las hormonas derivadas de esteroides como las
hormonas tiroideas entran al núcleo y se unen a receptores que ya están unidos al ADN
(1).
12
Ilustración 9. Receptores intracelulares.
Transducción de la señal
En una ruta típica de señalización el ligando sirve como el primer mensajero que activa
al receptor, por ejemplo, cuando un ligando se une a un receptor de superficie celular
este último se activa cambiando la forma de su cola que se extiende hacia el interior del
citoplasma. A continuación, la señal puede transmitirse a través de una secuencia de
proteínas intracelulares. En general, diferentes receptores activan diferentes rutas de
transducción de señales, aunque también es posible que existan rutas de transducción
de señales comunes para diferentes receptores (1). Con frecuencia, puede suceder que
13
el ligando sirva como el primer mensajero y la señal sea transmitida por medio de una
proteína G a un segundo mensajero (2).
No todos los componentes de las vías de transducción de señales son proteínas, muchos
involucran pequeñas moléculas no proteicas solubles en agua o iones denominados
segundos mensajeros (la molécula de señalización extracelular que se une al receptor
de la membrana es un “primer mensajero” de la vía). Los segundos mensajeros son
agentes de señalización intracelular, en general son iones o pequeñas moléculas que
transmiten señales al interior de la célula (2). Estos se producen en grandes cantidades
cuando los receptores se activan. Los segundos mensajeros son pequeños, por lo que
generalmente se pueden difundir a través de la célula (o de la membrana) transmitiendo
la señal. No son enzimas, pero algunos regulan enzimas específicas, como las proteínas
quinasas, otros se unen a canales iónicos abriéndolos o cerrándolos (1).
Algunos segundos mensajeros transmiten señales a otras moléculas que pasan la señal
a través de rutas compuestas por proteínas y por otras moléculas. La última molécula de
la secuencia estimula la respuesta final. Estas cadenas de moléculas que transmiten una
señal dentro de la célula se denominan cascadas de señalización (2). A continuación
estudiaremos los segundos mensajeros, AMP cíclico (cAMP), diacilglicerol (DAG, por
DiAcylGlycerol), fosfatidil inositol-1, 4, 5- trifosfato (IP3, por Inositol 1, 4, 5-triphosphate)
y los iones calcio (Ca2+) que se producen como consecuencia de la activación de
receptores acoplados a proteínas G. Los iones Ca 2+ también pueden producirse por la
activación de los receptores con actividad enzimática como los receptores tirosina
quinasa. También, estudiaremos el GMP cíclico (cGMP), que se produce como
consecuencia de la señalización mediada por el óxido nítrico.
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Ilustración 10. Señalización mediada por cAMP.
El primer mensajero activa a un receptor asociado a una proteína G, la que activa a una
proteína G específica. A su vez, la proteína G activa la adenilato ciclasa, que cataliza la
conversión de ATP en cAMP. El cAMP activa a otra proteína, generalmente, una proteína
quinasa.
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Ilustración 11. Señalización mediada por cGMP.
NO, óxido nítrico; sGC, guanilato ciclasa soluble; GTP, guanosina trifosfato; cGMP,
guanosina monofosfato cíclico; PDE, fosfodiesterasa; PKG; proteína quinasa G.
El diacilglicerol (DGA)
DGA, se sintetiza en la membrana del retículo endoplásmico liso (REL), a partir de
glicerol y dos ácidos grasos. Aunque, también se produce por la hidrólisis del fosfolípido
ubicado en la membrana plasmática llamado fosfatidil inositol 4, 5 bifosfato (PIP2, por
Phophatidylinositol 4, 5 biPhosphate), cuando la enzima fosfolipasa C (PLC, por
“PhosphoLipase C”), se activa. Una vez sintetizado permanece en la membrana
plasmática y junto con los iones calcio (Ca2+) activa enzimas como la proteína quinasa C
(PKC, por “Protein Kinase C”). Miembros de esta familia de quinasas fosforilan diversas
proteínas. Dependiendo del tipo de célula y PKC específica, la respuesta de la célula
puede incluir: su crecimiento, un cambio en el pH o la regulación de ciertos canales
iónicos (1).
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molécula soluble y se difunde a través de la célula donde se une a su receptor ubicado
en el retículo endoplásmico (RE), particularmente a canales de Ca2+ haciendo que estos
se abran y liberen iones de Ca2+ al citosol con lo cual la concentración de Ca2+ citosólico
incrementa, provocando una cascada de actividad y cambios intracelulares (1).
Debido a que el IP3 actúa antes que el Ca2+ en estas vías, el Ca2+ puede considerarse
como un “tercer mensajero”. Sin embargo, los científicos utilizan el término segundo
mensajero para todos los componentes no proteicos de las vías de transducción de
señales (2).
Aunque las células siempre contienen iones Ca2+, este ion puede funcionar como
segundo mensajero debido a que su concentración en el citosol normalmente es mucho
menor que su concentración fuera de la célula. Los iones Ca2+, se transportan
activamente fuera de la célula y se importan activamente hasta el interior del RE (y, en
ciertas condiciones, a la mitocondria y a los cloroplastos) mediante bombas proteicas.
Como resultado la concentración de Ca2+, en el RE es generalmente mucho mayor que
la del citosol. Debido a que el nivel de Ca2+, citosólico es bajo, un pequeño cambio en
los números absolutos de iones representa un cambio de porcentaje relativamente
grande en la concentración de Ca2+ (2).
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Ilustración 12. Señalización mediada por PIP2 y DAG.
PIP2, fosfatidil inositol 4, 5 bifosfato; DAG, diacilglicerol; IP3, fosfatidil inositol-1, 4, 5-
trifosfato; ER, retículo endoplásmico.
La transducción de señales es un proceso rápido y preciso que requiere no solo que las
enzimas participen activamente en las rutas de señalización, sino también que estén
organizadas de modo que estén disponibles para activarse y transmitir la señal. Existen
unas proteínas especiales conocidas como proteínas de andamiaje que tienen como
función organizar grupos de moléculas de señalización intracelular en complejos de
señalización. Las proteínas de andamiaje colocan a las enzimas próximas a sus
sustratos e impiden que estas sean utilizadas al mismo tiempo por otras rutas. De este
modo estas proteínas de andamiaje aseguran que las señales se transmitan de forma
correcta, rápida y más eficaz (1).
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Ilustración 13. Proteínas de andamiaje.
La proteína de andamiaje que se muestra aquí se une simultáneamente a un receptor de
membrana de forma específica y a tres proteínas quinasas diferentes. Esta configuración
física facilita la transducción de señales por estas moléculas haciéndola más eficiente.
Amplificación de la señal
19
Ilustración 14. Amplificación de la señal.
Aunque una señal puede llevar a una sola respuesta particular, es posible que diverja
(se ramifique), para dar lugar a dos o más respuestas diferentes. También es posible que
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dos señales que activan a receptores diferentes sobre la misma célula converjan
(interaccionen) para provocar una misma respuesta. La ramificación de vías y la
convergencia de vías (“conversación cruzada”), son importantes para regular y coordinar
una respuesta celular a la información proveniente de diferentes fuentes en el cuerpo.
Además, la utilización de algunas de las proteínas en más de una vía permite a la célula
reducir el número de proteínas diferentes que debe elaborar (2). Una vía de transducción
de señales conduce a la regulación de una o más actividades celulares. La respuesta
puede tener lugar en el citoplasma o en el núcleo.
Terminación de la señal
Para que una célula permanezca alerta y sea capaz de responder a las señales
entrantes, cada cambio molecular en sus vías de señalización debe durar muy poco
tiempo. Una vez que la señal ha cumplido su función, esta debe terminar su acción. La
terminación de la señal devuelve al receptor y a cada uno de los componentes de la ruta
de transducción de señales a sus estados inactivos. De modo que las moléculas del
sistema de señalización estén preparadas para responder a nuevas señales. Como
resultado, la célula está rápidamente preparada para responder a una nueva señal (1).
21
Ilustración 15. Respuesta a las señales.
La respuesta a la señal puede ser de tipo citoplasmática, nuclear o ambas. Este diagrama
es una representación simplificada de una vía de señalización típica que conduce a la
regulación de la actividad de los genes en el núcleo celular. La molécula señal inicial, un
regulador local llamado factor de crecimiento, desencadena la cascada de fosforilación
(las moléculas de ATP que sirven como fuente de fosfato no se muestran). Una vez
fosforilada, la última quinasa en la secuencia entra en el núcleo y allí activa a una proteína
reguladora de genes, un factor de transcripción. Esta proteína estimula un gen específico
de forma que se sintetiza un ARNm, que luego dirige la síntesis de una proteína particular
en el citoplasma.
22
nítrico, también puede inactivarse por la enzima PDE pues convierte el cGMP a GMP
como lo hace con el cAMP.
Cuando un ligando se une a los receptores tirosina quinasa provoca la dimerización del
receptor y hace que las colas citoplasmáticas se fosforilen y el receptor se active, este
tipo de receptores es inactivado por enzimas fosfatasas que retiran los grupos fosfatos
terminando la señal. También existen receptores tirosina fosfatasas que cuando son
activados por su ligando, inactivan los receptores tirosina quinasa desfosforilándolos,
actuando como reguladores negativos en las vías de señalización celular porque
terminan la señal (1, 2).
De forma similar una enzima quinasa activa una proteína mediante fosforilación, mientras
que una fosfatasa la inactiva eliminando el grupo fosfato (1). Para restablecer las
condiciones iníciales en las vías de señalización que provocan la liberación de Ca 2+ a
partir de canales del RE, estos iones son devueltos desde el citosol donde fueron
liberados hacia el interior del RE mediante bombas de calcio. También existen ligandos
antagónicos que compiten con los ligandos normales por la unión al receptor y que
cuando se unen a los receptores no generan una señal que provoque la cascada de
señalización, en lugar de esto inactivan al receptor.
El agente causativo del cólera, Vibrio cholerae, es una bacteria Gram-negativa altamente
móvil con un único flagelo polar que habita los ríos, estuarios u otros ambientes
acuáticos. El cólera es prevalente en áreas donde el agua está contaminada con heces
humanas, porque es una enfermedad portada por el agua y las bacterias son
generalmente transmitidas por medio de agua o alimentos contaminados. Después de la
ingestión, los organismos colonizan el intestino delgado donde ellos elaboran la potente
toxina colérica (CT, por “Cholera Toxin”), que es, directamente responsable de la profusa
diarrea característica de la enfermedad. Las bacterias son lanzadas en grandes
23
cantidades en las típicas deposiciones de “agua de arroz” dentro del ambiente, donde se
pueden asociar con otros miembros del ecosistema hasta que son ingeridas de nuevo,
completando así el ciclo de vida de este organismo.
Cuando la bacteria del cólera libera la toxina CT, está activa la proteína Gs (subunidad
de la proteína G trimérica) en la membrana plasmática de las células epiteliales del
revestimiento del intestino delgado. La toxina CT cambia químicamente la proteína Gs de
tal modo que ya no se puede “apagar” por si misma. Como resultado la proteína G s
continúa estimulando la enzima AC para que produzca cAMP a partir de ATP.
La toxina CT, pertenece a una familia de toxinas AB, las cuales están compuestas de
una subunidad toxigénica A y una subunidad adhesiva B. La toxina CT está compuesta
de la subunidad enzimáticamente activa CTA y la subunidad CTB pentamérica, la cual
se une al receptor monosialogangliosido-1 (GM1, por “MonosialoGanglioside-1”), sobre
la membrana apical de las células epiteliales del intestino delgado. CTA está compuesta
por dos cadenas CTA1 y CTA2, las cuales están unidas por un puente de disulfuro. CTA1
es una ADP ribosil transferasa, responsable de la toxicidad celular en tanto que CTA2
conecta la subunidad A con la subunidad B. Después de la unión de CT al ligando
gangliosido GM1, la toxina CT entra a la célula por endocitosis. La toxina puede ser
captada por endocitosis dependiente de clatrinas como también independiente de
clatrinas y caveolas en diferentes tipos de células.
Después de que la toxina CT llega al RE, el puente de disulfuro entre CTA1 y CTA2 es
reducido por la chaperona proteína disulfuro isomerasa (PDI, por “Protein Disulfide
Isomerase”) que luego se une a CTA1, despliega esta cadena monomérica y la libera
dentro del lumen del RE. El complejo PDI-CTA1 es transportado a la membrana
plasmática en donde la enzima oxido reductina 1 del RE (ERO1L, por “Endoplasmic
Reticulum Oxidoreductin- 1”) provoca la liberación de CTA1 oxidando a PDI. La cadena
CTA1 activa la vía asociada a la degradación del RE (ERAD, por “ER Associated
Degradation”), provocando la respuesta para proteínas mal replegadas.
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CTA1 es transportada al citosol quizás a través del translocón Sec61, donde los sustratos
ERAD son generalmente ubiquitinados y degradados por el proteosoma. La cadena
CTA2 permanece en el RE. Sin embargo, CTA1 escapa a la degradación por un
mecanismo que aún no se conoce y se repliega nuevamente. No es probable que el
replegamiento suceda espontáneamente y estudios recientes sugieren que el factor 6 de
ADP ribosilación (ARF6, por “ADP Ribosylation Factor 6”) actúa como una chaperona
molecular para promover el cambio a la conformación nativa. La unión a ARF6 hace que
CTA1 exponga su sitio activo y posibilita su actividad catalítica.
Una vez apropiadamente replegada, CTA1 unida a ARF6 es una ADP ribosiltransferasa
activa que actúa sobre la subunidad Gs usando NAD como cofactor ocasionando que Gs
pierda su actividad catalítica de (hidrolizar GTP a GDP + Pi), de forma tal que permanece
activa más de lo normal. Gs constitutivamente activa la enzima AC provocando un gran
incremento en la concentración de cAMP de más de 100 veces de lo normal.
El cAMP actuando como segundo mensajero activa a la enzima PKA, lo cual inhibe la
absorción de sodio a través de los intercambiadores de sodio-hidrógeno (Na+/H+) (NHE,
por “Sodium-Hydrogen Exchangers”) 2 y 3. PKA también activa por fosforilación el canal
de cloro (Cl-), regulador de la conductancia transmembrana de la fibrosis quística (CFTR,
por “Cystic Fibrosis Conductance Regulator”) provocando un cambio conformacional en
este canal iónico, de tal modo que se abra y permite que los iones Cl- fluyan bajo su
gradiente químico.
En conjunto esto da como resultado una masiva perdida de fluidos desde el intestino —
alcanzando hasta 500-1000 mL/h— llevando a una grave deshidratación. El H2O y los
electrólitos perdidos por las células mucosas son reemplazados a partir de la sangre para
compensar los gradientes osmóticos y eléctricos. De modo que, las células dañadas por
la toxina se convierten en bombas de agua y electrólitos causando diarrea, la perdida de
electrólitos, la deshidratación y las deposiciones de “agua de arroz” que caracterizan al
cólera (4).
Esta enfermedad es tratada reemplazado el agua y los electrólitos perdidos por medio
de una intensa hidratación. Un rápido remplazo intravenoso de los fluidos y iones
25
perdidos. Después de lo cual le sigue la administración continua de soluciones isotónicas
hasta que la diarrea cese.
26
La vía de transducción de señales de la insulina
La diabetes tipo-1 se caracteriza por la incapacidad para sintetizar insulina, mientras que
en la diabetes tipo-2 el cuerpo se hace resistente a los efectos de la insulina,
presumiblemente debido a defectos en la vía de señalización de la insulina.
Dependiendo del tipo de tejido, la glucosa entra a la célula a través de difusión pasiva o
difusión facilitada. En el tejido muscular y adiposo, la glucosa entra a través de los
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receptores de transporte de glucosa 4 (GLUT-4, por “Glucose Transporter-4”) por medio
de difusión facilitada. En el cerebro, el riñón y la retina, la glucosa entra pasivamente. En
las células beta del páncreas, la glucosa entra a través del receptor GLUT-2.
El Ca2+, también es requerido para la activación PKC y PKA, las cuales fosforilan
proteínas específicas que son requeridas para la iniciación del proceso exocítico. El Ca 2+
es un cofactor para la activación del receptor acoplado a la enzima PLC. La activación
de PLC conduce a la hidrólisis del fosfolípido de membrana PIP 2 hasta DAG e IP3.
El DAG activa a PKC, e IP3 provoca la liberación de Ca2+ a partir de los sitios de
almacenamiento (es decir, desde el RE). Otra vía de señalización es la activación de AC,
lo cual da como resultado un incremento intracelular en los niveles de cAMP, lo cual a la
vez activa a PKA y a el intercambiador de proteínas directamente activadas por cAMP
(Epac, por “Exchange proteins directly activated by cAMP”). PKA y PKC activan quinasas
que son importantes en la exocitosis; esto se ilustra como flechas interrumpidas
(Ilustración 36). Otra vía es inducida por el substrato 1 del receptor de insulina (IRS1, por
“Insulin Receptor Substrate 1”), lo cual da como resultado la activación de la enzima
fosfatidil inositol quinasa 3 (PI-3K, por Phosphatidyl Inositol-3 Kinase), provocando la
formación de fosfatidil inositol 3, 4, 5 trifosfato (PIP 3, por Phophatidylinositol 3, 4, 5
triPhosphate), lo cual activa los canales de K+. Los diferentes receptores acoplados a
proteínas G (GPCRs, por “G Protein-Coupled Receptors”) influencian las vías de
señalización en las células beta, dependiendo de la proteína G que es activada (G q, Gi o
Gs). De modo que, Gq activa PLC, mientras que Gi inhibe y Gs estimula la formación de
cAMP (5). (Ilustración 36).
28
Ilustración 17. Secreción de insulina por las células beta de los islotes de Langerhans.
IRS, familia de receptores substratos de insulina; IGFI-1, factor de crecimiento semejante
a insulin-1; GLUT-2, receptores de transporte de glucosa 2; PLC, fosfolipasa C; PIP 2,
fosfatidil inositol 4, 5 bifosfato; DAG, diacilglicerol; IP3, fosfatidil inositol-1, 4, 5- trifosfato;
PIP3, fosfatidil inositol-3, 4, 5- trifosfato; PKC, proteína quinasa C; AC, adenilato ciclasa;
PKA, proteína quinasa A; cAMP, adenosina monofosfato cíclico; Epac; intercambiador
de proteínas directamente activada por cAMP; IRS1, substrato 1 del receptor de insulina;
PI-3K, fosfatidil inositol quinasa 3; GPCRs, receptores acoplados a proteínas G; Gq,
proteína G acoplada a GPCR que activa a PLC; Gi, proteína G acoplada a GPCR que
inhibe AC; Gs, proteína G acoplada a GPCR que estimula AC.
Después de que la insulina entra al torrente sanguíneo, es captada por las células. Sin
embargo, la insulina no entra a la célula. Para activar sus efectos, tiene que unirse a su
receptor. El receptor de insulina está compuesto de dos subunidades alfa extracelulares
y dos subunidades beta transmembrana mantenidas juntas por puentes de disulfuro. La
unión de la insulina a la subunidad alfa induce un cambio conformacional que da como
29
resultado la auto fosforilación de un número de residuos de tirosina presentes en la
subunidad beta. Estos residuos son reconocidos por los dominios de unión a fosfotirosina
(PTB, por “PhosphoTyrosine-Binding domains”) de proteínas adaptadoras como los
miembros de la familia de receptores substratos de insulina (IRS, por “Insulin Receptor
Substrate family”)
30
Al parecer se requieren de tanto AKt como de AMPK para activar a AS160. Cuando
AS160 es fosforilada únicamente por AKt, no se activa completamente y no impulsa el
mecanismo de tráfico vesicular de GLUT-4 a la membrana plasmática inhibiendo la
captación de glucosa.
Cuando los niveles de glucosa sanguíneos caen es necesario termina la señal mediada
por la insulina inactivando o deteniendo la ruta de señalización. Esto se logra inactivando
el receptor por medio la proteína tirosina fosfatasa 1B (PTP1B, por “Protein Tyrosine
Phosphatase 1B”) que promueve la desfosforilación de residuos de tirosina de la
subunidad beta del receptor de insulina. La terminación de la vía de señalización de la
insulina también se logra por la internalización del complejo insulina-receptor de insulina
en endosomas y degradación de la insulina por las enzimas degradadoras de insulina
(IDE, por “Insulin Degrading Enzyme”). Igualmente son importantes en la atenuación de
31
la señalización mediada por PIP3, las fosfatasas PTEN y la inositol fosfatasa que contiene
dominios de homología Src (SHIP2, por “Src Homology 2 containing Inositol-
Phosphatase”) que degradan el PIP3 cortándolo por el enlace fosfodiester 3’ y 5’
respectivamente liberando Pi y convirtiéndolo en PIP2 terminado la señal mediada por
PI-3K y Akt (6). (Ilustración 37)
Cuando estas reservas se reducen, el glucagón estimula a las células hepáticas y a las
células renales para que sinteticen más glucosa por gluconeogénesis. El glucagón
provoca la desactivación de la glucólisis en las células hepáticas, causando que los
intermediarios glicolíticos sean enviados a la gluconeogénesis.
32
Ilustración 18. Vía de transducción de señales de la insulina
IRS, familia de receptores substratos de insulina; PI-3K, fosfatidil inositol quinasa 3; p85,
la subunidad reguladora de PI-3K; p110, subunidad catalítica de PI-3K; PIP2, fosfatidil
inositol 4, 5 bifosfato; PIP3, fosfatidil inositol-3, 4, 5- trifosfato; IP3, fosfatidil inositol-1, 4,
5- trifosfato; PTEN; fosfatasa y homólogo de tensina delecionada sobre el cromosoma
10; PDK, proteína quinasa 1 dependiente de PIP3; AKT (PKB, proteína quinasa B); PKC-
λ/ζ, proteína quinasa C; GLUT-4, receptores de transporte de glucosa 4; APS, proteínas
asociadas con los dominios SH2 y de homología a la pleckstrina; CAP, proteína asociada
a Cbl-c; Cbl, linfoma c de línea de células B casitas; CrkII, regulador de una tirosina
quinasa CT10; C3G, factor liberador de nucleótidos de guanina de unión al dominio SH3
de Crk; virus tumoral de pollo 10; PTP1B, proteína tirosina fosfatasa 1B; IDE, enzima
degradadora de insulina; SHIP2, inositol fosfatasa que contiene dominios de homología
Src. ERC, compartimientos de reciclación endosómicos; TGN, red trans-Golgi; SC,
compartimientos especializados; VAMP2, proteína 2 de membrana asociada a vesícula.
33
La unión de estos ligandos, induce un cambio conformacional en el receptor de modo tal
que activa a la proteína G, una proteína heterotrimérica con subunidades, y . Cuando
la proteína G interactúa con el receptor, sufre un cambio conformacional que da como
resultado la sustitución de la molécula de GDP que está unida a la subunidad con la
molécula de GTP. Esta sustitución provoca la liberación de la subunidad de la
subunidad y de la subunidad . La subunidad activa específicamente a la siguiente
enzima en la cascada, la AC una proteína transmembrana que cataliza la formación del
segundo mensajero cAMP a partir de ATP. Los niveles citosólicos elevados de cAMP
activan a la enzima PKA dependiente de cAMP. La forma inactiva de la PKA, es un
tetrámero constituido por dos subunidades catalíticas y dos subunidades reguladoras. El
cAMP se une a las subunidades reguladoras provocando su disociación de las
subunidades catalíticas. Luego, las subunidades catalíticas libres son enzimáticamente
activas y capaces de fosforilar residuos de serina de sus proteínas diana. Una vez activa
PKA fosforila la subunidad de la fosforil quinasa (PhK, por “Phosphorylase kinase”).
Una vez activa la enzima PhK, tanto en células musculares como hepáticas fosforila a la
enzima glucógeno fosforilasa b (por “glycogen phosphorylase b”), convirtiéndola a la
forma activa llamada glucógeno fosforilasa a (por “glycogen phosphorylase a”). La
glucógeno fosforilasa a es la enzima responsable de liberar la glucosa 1 fosfato (G1P,
por “Glucose-1-Phosphate”) a partir del polisacárido glucógeno. La glucógeno fosforilasa
a rompe el enlace 1-4 glicosídico en el extremo de la molécula de glucógeno, liberando
una molécula de G1P. Con el fin de que esta pueda ser usada en el metabolismo debe
ser convertida a G6P por la fosfoglucomutasa (7).
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Ilustración 19. La vía de transducción de señales del glucagón y la epinefrina.
, , , subunidades de la proteína G heterotrimérica; AC, adenilato ciclasa; cAMP,
Adenosina monofosfato cíclico; PKA, proteína quinasa A; PhK, fosforil quinasa; PLC,
fosfolipasa C; PIP2, fosfatidil inositol 4, 5 bifosfato; DAG, diacilglicerol; IP 3, fosfatidil
inositol-1, 4, 5- trifosfato; calmudulina (subunidad de PhK); ER, retículo endoplásmico;
PDE, fosfodiesterasa; PP1, proteína fosfatasa 1.
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La enzima PKA que fue estimulada por la cascada iniciada por el glucagón también
puede fosforilar covalentemente un único residuo de serina de la cadena polipeptídica
de PKF-2, con lo cual esta subunidad catalítica se inactiva y se activa la subunidad
FBPase-2. Una vez activa FBPase-2 hidroliza a la fructuosa 2, 6 bifosfato convirtiéndola
en fructuosa 6 fosfato. Los niveles disminuidos de fructuosa 2, 6 bifosfato regulan en
forma negativa a la enzima PKF-1 con lo cual disminuye la velocidad de conversión de
la fructuosa 6 fosfato a fructuosa 1, 6 bifosfato. Del mismo modo, la disminución en los
niveles de fructuosa 2, 6 bifosfato regulan positivamente la actividad de enzima fructosa
1, 6 bifosfatasa (FBPase-1, por “Fructose-1,6-BisphosPhatase”), también conocida como
bifosfatasa 1. La enzima FBPase-1 convierte la fructosa 1, 6 bifosfato a fructosa 6 fosfato.
La doble inhibición de la formación de la fructuosa 1, 6 bifosfato y los niveles
incrementados de fructuosa 6 fosfato detienen la vía glicolítica y permiten que la
gluconeogénesis predomine (8).
La doble estimulación tanto por glucagón como por la epinefrina provoca una gran
movilización de glucógeno por las células hepáticas.
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Ilustración 20. Activación de la glicogenólisis por medio de la enzima bifuncional
FBPase-2/ PKF-2.
, , , Subunidades de la proteína G heterotrimérica; AC, adenilato ciclasa; cAMP,
Adenosina monofosfato cíclico; PKA, proteína quinasa A; FBPase-2, fructuosa 2, 6
bifosfatasa; PKF-2, fosfofructoquinasa 2; PKF-1, fosfofructoquinasa 1; FBPase-1, enzima
fructosa 1, 6 bifosfatasa; PDE, fosfodiesterasa; PP1, proteína fosfatasa 1.
Debe haber una manera de detener rápidamente el sistema de alta demanda de hidrólisis
de glucógeno para evitar el agotamiento despilfarrador de glucógeno después de que las
necesidades energéticas se han satisfecho. Son otras enzimas las que detienen la ruta
de señalización y conducen a la desfosforilación y a la inactivación de la PhK y de la
enzima glucógeno fosforilasa. Con la activación simultanea de la síntesis de glucógeno.
También se sabe, que un incremento en los niveles de insulina junto con niveles de
glucosa sanguíneos bajos, estimulan la secreción de glucagón. De modo que esto
demuestra, que la insulina es un producto de las células beta que recíprocamente regula
la secreción de glucagón por las células alfa.
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REFERENCIAS
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2007. Capítulo 11, Comunicación celular; 201-217.
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signaling and neural stem cell differentiation in peripheral nerve regeneration. Eplasty;
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mammalian endogenous guanylin hormones. Braz J Med Biol Res; 2014; 47: 179-
191.
5. Aherén Bo. Islet G protein-copled receptors as potential targets for treatment of type
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signaling highway. Physiology (Bethesda); 2005 (20): 271-284
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