Tutela Salud
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IVÁN ALBERTO LINARES JIMÉNEZ, identificado como al pie de mi firma parece, obrando en nombre
propio, promuevo ACCIÓN DE TUTELA contra EPS FAMISANAR SA, para que se ampare el DERECHO
A LA SALUD, A LA VIDA DIGNA Y LA DIGNIDAD HUMANA los cuales están siendo vulnerados por la
no autorización y la ejecución de la cirugía de RECONSTRUCCIÓN Y REMPLAZO DE CADERA, lo cual
se fundamenta en los siguientes:
I. HECHOS
1. El día 24 de noviembre de 2021, siendo las 10:40 pm, aproximadamente, sufrí un accidente de
tránsito en el municipio de Mosquera, donde aparatosamente choqué mi moto contra la parte trasera de
una buseta que se encontraba estacionada a un costado de la vía sin señalización alguna.
2. Producto del accidente, sufro una grave lesión en mi pierna derecha, pues fue aplastada con el peso
de la moto contra la buseta.
3. Desde ese momento, sido intervenido quirúrgicamente, colocados clavos, cirugías de reconstrucción
de cadera y de tobillo.
4. Lo anterior me ha tenido postrado en una cama, y no me han permitido trabajar, pues la pierna tuvo
un acortamiento de unos 12cm., situación que no me permite movilizarme normalmente, pues necesito
la ayuda de muletas.
5. El día 22 de agosto de 2023 la EPS envía a la empresa para cual laboro oficio informando que ya me
encuentro en condiciones laborales aceptables para el reintegro laboral.
6. Aunado a los hechos anteriores contenidos en mi Historia Clínica, el día 25 de agosto, en cita médica
agendada con Médico Especialista Ortopedista de Cadera, amplía incapacidad por un término de treinta
(30) días más, por no encontrarme en condiciones de salud óptimas para reincorporarme a mi lugar de
trabajo, pues por falta de autorización material de la EPS no ha sido posible realizar programación de
cirugía reconstructiva de cadera.
7. Adicionalmente, la Médico Especialista Ortopedista de Cadera, solicita valoración con Medico Laboral,
para definir situación de reintegro laboral.
8. La EPS señala en oficio de 22 de agosto de 2023 que: “teniendo en cuenta que ha recibido el
adecuado proceso asistencial y de rehabilitación requerido para el tratamiento de los diagnósticos
confirmados por
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BOGOTÁ DC. - COLOMBIA
II. DERECHOS VULNERADOS
El artículo 11 de la Carta, consagra: "El derecho a la vida es inviolable. No habrá pena de muerte".
En un primer sentido el anterior principio indica que la Constitución protege a las personas contra toda
acción u omisión de cualquier naturaleza, que objetivamente ponga en peligro la vida de un ser humano.
Ello se fundamenta en la característica de inviolabilidad que es de la esencia misma del mencionado
derecho. Esto significa que la vida es un valor ilimitado como correlativamente lo es su protección. En
otras palabras, la vida es un derecho absoluto y por consiguiente no admite límites, como sí se
establecen para otros derechos fundamentales. Lo anterior se reitera con la prohibición de la pena de
muerte que consagra nuestra Carta Magna.
Otra característica relevante de este derecho es que la vida constituye la base para el ejercicio del resto
de los derechos consagrados en la Constitución como en la ley. Es decir, la vida misma es el
presupuesto indispensable para que cualquier sujeto se constituya en titular de derechos u obligaciones.
Por su parte el artículo 48 de la Constitución Nacional dispone que la Seguridad Social sea un servicio
público, de carácter obligatorio que se prestará bajo la dirección, la coordinación y control del Estado, el
que en sí mismo, no es derecho fundamental, a menos que analizado el caso en particular, se haga
necesario para resguardar el derecho a la vida, esto es lo que se denomina un derecho fundamental por
conexidad, es decir aquél que, no siendo catalogado como tal en el texto constitucional, sin embargo, le
es comunicada esta calificación en virtud de la continua e inescindible relación con otros derechos
fundamentales, de forma que si no fueran protegidos en forma inmediata los primeros se ocasionaría la
vulneración o amenaza de los segundos. Es el caso de la seguridad social, que no siendo en principio
Por manera que debe garantizarse la continuidad en la prestación de los servicios médicos, pues sólo
así se dará cumplimiento a la finalidad del Estado Social de Derecho, frente las personas que capacidad
limitada movilidad por motivo del accidente.
El derecho a la salud es un derecho constitucional y un servicio público a cargo del Estado y en favor de
todos los habitantes del territorio nacional. Sin embargo, se ha señalado que se puede entender como
Derecho Fundamental cuando busca protegerse por su conexidad con un derecho fundamental. Cuando
la negación al derecho a la salud pone en riesgo el derecho fundamental a la vida, y a la vida en
condiciones dignas, se configura la posibilidad de reclamar vía acción de tutela la protección de este
derecho. De otra parte, en lo que hace referencia a la continuidad en la prestación de los servicios de
salud ha dicho también la Corte en reiterada jurisprudencia que uno de los contenidos del derecho a la
salud es la posibilidad de exigir un tratamiento médico continuo para las enfermedades que se
padezcan, sin que pueda aceptarse su interrupción abruptamente alegando razones legales o
administrativas cuando ésta ponga en peligro la vida, la salud, la integridad personal y la dignidad del
paciente, tratándose de un tratamiento necesario para recuperar la movilidad de la pierna afectada. Así
mismo, la edad de implantación condiciona el desarrollo de las habilidades fonológicas debido a la corta
longitud del periodo sensible de aprendizaje y a las limitaciones técnicas del implante.
La Corte Constitucional ha reiterado que uno de los elementos centrales que le da sentido al uso de la
expresión ‘derechos fundamentales’ es el concepto de ‘dignidad humana’, el cual ha de ser apreciado en
el contexto en que se encuentra cada persona, como lo dijo el artículo 2 del Decreto 2591 de 1991. Al
respecto dijo la Corte en la sentencia T-227 de 2003, “En sentencia T-801 de 1998, la Corte indicó que
“es la realidad de cada caso concreto, las circunstancias únicas y particulares que lo caracterizan, las
que permiten definir si se encuentra verdaderamente vulnerado un derecho fundamental, si ello afecta la
dignidad de la parte actora y si esta última está en situación de indefensión frente al presunto agresor”.
De esta sentencia surge un elemento que resulta decisivo para sistematizar el concepto de derecho
fundamental: dignidad humana.”
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Con respecto a la relación médico paciente en sentencia de tutela T-151 de 1996 esta Corte señaló que
“dada la delicada misión de quien tiene a su cuidado la salud de los seres humanos y las complejidades
propias de la actividad que ella implica, es necesario garantizar no sólo la confianza psicológica del
paciente en su médico, y de éste en aquél, sino la efectiva prestación de los servicios profesionales en
un clima de transparencia y lealtad que permita lograr el objetivo común de manera eficaz”. Y determinó
que la experiencia y conocimiento del médico, son las razones que mueven al paciente a acudir en su
búsqueda, al confiar en los medicamentos y en los tratamientos que prescribe. Por eso concluyó que los
servicios médicos y asistenciales exigen reciproca confianza y mutuo respeto.
El principio de continuidad en el servicio implica que la atención en salud no podrá ser suspendida al
paciente, cuando se invocan exclusivamente razones de carácter administrativo. Precisamente, la H.
Corte ha sostenido que “una vez haya sido iniciada la atención en salud, debe garantizarse la
continuidad del servicio, de manera que el mismo no sea suspendido o retardado, antes de la
recuperación o estabilización del paciente.” La importancia de este principio radica, primordialmente, en
que permite amparar el inicio, desarrollo y terminación de los tratamientos médicos, lo que se ajusta al
criterio de integralidad en la prestación.
V. PRUEBAS
VI. ANEXOS
Bajo la gravedad de juramento afirmo que no he presentado otra acción de tutela por los mismos hechos
y derechos respecto de las peticiones hechas en esta tutela.
VIII. NOTIFICACIONES
Para cualquier efecto la dirección de notificación del ACCIONANTE es la carrera 24 No. 39 – 20,
Conjunto Murano, en el municipio de Madrid (Cundinamarca), teléfono: 3057918730, correo electrónico:
legalautonomia@gmail.com.
Para cualquier efecto la dirección de notificación del ACCIONADO es la carrera Cr 22 No 168 - 84, en la
ciudad de Bogotá DC., teléfono: 6016684100, correo electrónico: notificaciones@famisanar.com.co.