Principios de La Justicia Transicional

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 8

Principios de la Justicia Transicional

Mey Alexa Mina


Ana Sofía Murillo López

Derechos Humanos y DIH

José Faiber León Bermúdez

Universidad Libre – Seccional Cali, Colombia


Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
Programa de Derecho – 2AN
Cali, Colombia
2024
Principios de Chicago de la Justicia Transicional

Los Principios de Chicago sobre Justicia Transicional no surgieron por casualidad, sino que
son el resultado de años de investigación coordinada por académicos, periodistas, líderes
religiosos y organizaciones como la ONU, quienes desempeñaron roles destacados en la
resolución de conflictos internacionales. Estos principios ofrecen directrices para diseñar y
aplicar políticas destinadas a abordar todos los actos violentos cometidos durante conflictos
internos, incluidas las violaciones de los derechos humanos, como las masacres, la tortura,
las desapariciones forzadas y los abusos sexuales, que han quedado impunes. Las víctimas
exigen verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición de estos crímenes atroces.

Para lograr la reconciliación, la paz, la democracia y la estabilidad política después de los


conflictos, la sociedad necesita un cambio de actitud por parte de sus miembros. Las
políticas de búsqueda de justicia por las violaciones del pasado deben enfocarse en los
derechos de las víctimas, en los recursos y las reparaciones necesarias para que puedan
recuperar una vida digna. Esto se realiza dentro del marco de la Justicia Transicional, que
no implica impunidad, sino que asegura el bienestar de las víctimas después del conflicto.

1er Principio: Investigación, procuración de justicia

El primer principio de justicia transicional establece que los estados deben enjuiciar a los
presuntos responsables de graves violaciones de los derechos humanos y del derecho
internacional humanitario. Este principio reconoce la responsabilidad primordial del estado
en la investigación y enjuiciamiento de estos crímenes, pero también reconoce la necesidad
de adaptar los sistemas judiciales para cumplir con los objetivos de paz y reconciliación,
especialmente en contextos de conflicto interno como el caso colombiano.

En el contexto colombiano, donde se ha dado lugar a los diálogos de paz, se plantea la


necesidad de un sistema de justicia transicional que incorpore penas alternativas y
extrajudiciales para contribuir a la reintegración de los excombatientes de las FARC a la
sociedad. Sin embargo, este enfoque ha generado controversia, especialmente entre las
víctimas, algunas de las cuales solo aceptarían estas penas si los responsables aceptan su
responsabilidad, contribuyen a la búsqueda de desaparecidos y ayudan a reparar las áreas
afectadas por el conflicto.

Es fundamental comprender que las penas alternativas no implican impunidad, sino que
buscan transformar y reintegrar a los autores de delitos a la sociedad, sin que estos dejen de
responder por sus acciones. Es necesario desmontar concepciones erróneas sobre estas
penas, entendiendo que son parte de un proceso complejo que busca enfrentar los delitos
cometidos contra los derechos humanos y el derecho internacional humanitario durante el
conflicto armado.

En concordancia con este principio, se plantea la creación de tribunales competentes para


investigar y llevar a cabo procesos judiciales que garanticen la responsabilidad de quienes
participaron en el conflicto, así como la búsqueda de personas desaparecidas. Estos
procesos deben cumplir con el debido proceso y garantizar los derechos de las víctimas.
2do Principio: Búsqueda de la verdad e investigaciones por los delitos del pasado

El segundo principio de la justicia transicional, según Bassiouni (2007, p. 22-26), es que los
Estados deben respetar el derecho a la verdad y promover investigaciones por parte de
comisiones de la verdad y otras iniciativas similares sobre denuncias de violaciones graves
de derechos humanos. El derecho a la verdad es un derecho de las víctimas, de sus
familiares y de la sociedad en general, que surge de los artículos 1.1, 8, 25 y 13 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos. Este derecho requiere tomar medidas
apropiadas para identificar las circunstancias de los actos victimizantes y sus perpetradores
para evitar su futura repetición.

El cumplimiento efectivo del derecho a la verdad comienza con la firma de un acuerdo de


paz, donde se ponen en marcha diferentes instrumentos judiciales y extrajudiciales de
justicia transicional, como la creación de una Comisión de la Verdad, que forma parte del
Sistema Integral de Justicia. Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición (SIVJRNR). La
creación de esta comisión se establece en la disposición transitoria 66 de la Ley 01 de 2012.

El establecimiento de una comisión de la verdad es vital para la solución de un conflicto


armado, siempre y cuando cumpla con todas las funciones que tiene asignadas. En
Colombia existe un precedente de este organismo, constituido por la Corte Suprema de
Justicia para atender los hechos violentos que rodearon la toma del Palacio de Justicia en
1985, y otros hechos de esa época que aún no han sido esclarecidos. La Corte Suprema
actuó como un tribunal temporal y no judicial, similar a las funciones de las comisiones de
la verdad.

En el contexto internacional, han existido diferentes comisiones de la verdad en países


como Argentina, Chile, El Salvador, Guatemala y Sudáfrica, que han tenido influencia
internacional debido a la creación de comisiones de paz para encontrar soluciones a los
conflictos. Estas comisiones tenían como finalidad final la investigación de los hechos, el
esclarecimiento de la verdad y la reconciliación.

Las comisiones de la verdad deben tener un período amplio de investigación que


corresponda al número de hechos victimizantes y deben estar integradas por comisionados
y personal con experiencia en derechos humanos y capacidad profesional. También deben
garantizar el derecho a la verdad e involucrar a las víctimas en el proceso para obtener
reparación de sus derechos y una reparación proporcional.

En Colombia, el Gobierno y las FARC-EP han establecido la creación de la Comisión para


el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición, cuyo objetivo es
satisfacer el derecho a la verdad, preservar la memoria histórica, promover la convivencia,
la reconciliación y la no repetición. repetición. Esta comisión tendrá la responsabilidad de
investigar y explicar todo lo sucedido, dando garantías del debido proceso y asegurando la
participación de todos los sectores, especialmente los más afectados por el conflicto. La
Comisión también tendrá la función de divulgar información, asesorar a las víctimas y
entregar un informe final con todas las investigaciones y recomendaciones.

3er Principio: Derecho de las víctimas, recursos y reparaciones


El tercer principio de justicia transicional se refiere a la necesidad de reconocer la situación
especial de las víctimas, garantizar su acceso a la justicia y desarrollar recursos y
reparaciones para ellas. Durante el conflicto armado en Colombia, diferentes sectores de la
sociedad han sufrido violaciones a sus derechos humanos, y la ley 1448 de 2011 reconoce a
estas personas como víctimas del conflicto armado. Estas víctimas incluyen a mujeres,
niños, adolescentes, adultos mayores, personas con discapacidad, pueblos indígenas,
comunidades campesinas, poblaciones afrocolombianas, negras, palenqueras y raizales, la
población LGBTI, defensores y defensoras de derechos humanos, sindicalistas, periodistas,
agricultores y agricultores. , ganaderos y ganaderas, comerciantes y empresarios y
empresas, y en general, toda la sociedad que ha estado implicada en el conflicto armado y
ha tenido sus derechos vulnerados. Estas víctimas han tenido que resistir arbitrariedades y
permanecer en silencio durante mucho tiempo.

El Registro Único de Víctimas (RUV) registra 7.762.840 víctimas, de las cuales 9.949 han
sido por abandono o Despojo Forzado de Tierras, 89.771 por actos terroristas/Atentados/
Combates/ Hostigamientos, 304.346 por amenazas, 14.473 por delitos contra la libertad y la
integridad sexual, 162.288 por desaparición forzada, 6.803.961 por desplazamiento,
971.035 por homicidio, 10.924 minas antipersonal/munición sin explosión/artefacto
explosivo, 104.961 por pérdida de Bienes Muebles o, inmuebles, 31.211 por secuestro,
9.822 por tortura, 7.931 por vinculación de niños, niñas y adolescentes y 40 que no reportan
información.

Estas cifras demuestran el gran impacto que ha tenido el conflicto interno armado en
Colombia y la necesidad de crear mecanismos contundentes y eficaces que certifiquen el
resarcimiento de los derechos de las víctimas como principal objetivo de los diálogos de
paz entre el Gobierno Nacional y las FARC, ya que son ellas las que tienen el papel más
importante para lograr la construcción de paz. Así lo reiteró la Corte Constitucional en la
Sentencia C-776/10 la cual expresa que: “El Estado como máxima autoridad pública y
encargada del país debe velar y diseñar un plan para aquellas personas que fueron víctimas
del conflicto armado y asegurar que se les brinde todas las medidas de apoyo para tratar de
remediar en una parte los derechos vulnerados con aquel daño. Esta indemnización se hace
con el fin de ayudar a las víctimas para que se vuelvan a reivindicar con la sociedad y
puedan salir adelante por si mismas sin la ayuda del Estado”. (Sentencia C-776, 2010).

4to Principio: “Vetting”, inhabilitaciones, sanciones y medidas administrativas

El cuarto principio de la justicia transicional se puede explicar de esta manera:

El Vetting o Investigación de Antecedentes, se refiere al proceso de investigación de


antecedentes que se realiza a personas que buscan acceder a cargos estatales o participar en
la política, con el fin de determinar si están habilitadas para ello. Esta investigación busca
proteger al Estado al excluir a personas que representen una amenaza debido a antecedentes
de violaciones de derechos humanos u otros delitos.

La Participación Política de Ex Combatientes, se debate sobre si los ex combatientes, en


este caso específico los integrantes de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia), deben tener la oportunidad de participar en la política después de
desmovilizarse como parte de un proceso de justicia transicional.

El Principio de Vetting y Justicia Transicional, discute cómo aplicar el principio de Vetting


en el contexto de la justicia transicional, donde se busca equilibrar la búsqueda de la paz
con la rendición de cuentas por violaciones pasadas de los derechos humanos.

La Amnistía e Indulto, menciona la posibilidad de conceder amnistía e indulto a ex


combatientes como parte de un proceso de paz, lo cual genera controversia y debate público
debido a la percepción de impunidad que podría generar.

Los Desafíos y Consideraciones, plantean desafíos para Colombia en cuanto a la


preparación para la participación política de ex combatientes, así como consideraciones
éticas y legales en torno a la reconciliación, la justicia y la construcción de una sociedad
democrática.

5to Principio: Conmemoración, educación y preservación de la memoria histórica

El quinto principio de la justicia transicional, tal como lo indica Bassiouni y se refleja en el


contexto colombiano con la Ley 1448 de 2011 y otras iniciativas, se centra en la
importancia de que los Estados apoyen programas oficiales e iniciativas populares que
busquen preservar la memoria de las víctimas de violencia política. Esto incluye
actividades que educan a la sociedad acerca de la violencia política pasada y contribuyen a
la preservación de la memoria histórica.

Se manifiesta de la siguiente manera:

- Conmemoración y Días de Memoria: Como el Día Nacional de la Memoria y la


Solidaridad por las Víctimas del Conflicto Armado en Colombia, que busca recordar
y reflexionar sobre las décadas de violencia y cómo las víctimas están superando
estos traumas para continuar con sus vidas.

- Centros de Memoria Histórica: Instituciones como el Centro de Memoria Histórica


en Colombia que tienen la tarea de recoger y preservar testimonios, documentos y
otros elementos que relatan las violaciones a los derechos humanos y los eventos de
violencia. Estos centros también se encargan de educar al público y promover la
conciencia social sobre los eventos pasados.

- Educación y Pedagogía de la Memoria: Implementación de programas educativos


que integran la historia de los conflictos en los currículos escolares, como la Cátedra
para la Paz en Colombia, que fomenta el conocimiento sobre la memoria histórica,
la resolución de conflictos y la promoción de la paz.

- Museos y Exhibiciones: La creación de espacios como el Museo Nacional de la


Memoria, que no solo sirven como lugares de recordación y homenaje, sino también
como foros para el debate público y la educación sobre las causas y consecuencias
de los conflictos.
- Participación y Solidaridad Social: Fomentar la solidaridad y el respeto por las
víctimas mediante la participación activa de la sociedad civil y el sector privado en
las iniciativas de memoria, lo cual puede incluir pasantías, proyectos y
colaboraciones que involucren a diversos sectores de la sociedad.

6to Principio: Enfoque de acceso a la justicia y reparaciones a grupos indígenas y


religiosos

El quinto principio de justicia transicional se centra en la necesidad de que los estados


apoyen y respeten las tradiciones de los grupos indígenas y de otros grupos religiosos,
reconociendo y adaptando sus sistemas de justicia a las particularidades culturales de estas
comunidades. Este principio se fundamenta en la comprensión de que la justicia no es un
concepto unívoco y universal, sino que varía según los contextos culturales y sociales. Así,
para lograr una justicia verdaderamente inclusiva y eficaz, es crucial que los sistemas
legales nacionales integren y respeten estas diferencias.

Algunos elementos clave del quinto principio son:

- Reconocimiento de la diversidad cultural: Los sistemas de justicia deben reconocer


y valorar las diferencias culturales, especialmente las prácticas judiciales y las
concepciones de justicia de los grupos indígenas y religiosos.

- Adaptación de la justicia formal: Es necesario adaptar los mecanismos judiciales


formales para que sean coherentes y respetuosos con las prácticas y concepciones de
justicia de estos grupos. Esto puede incluir la integración de métodos tradicionales
de resolución de conflictos dentro del marco legal estatal.

- Participación activa de las comunidades: Los miembros de los grupos indígenas y


religiosos deben tener una participación activa en la creación, reforma y
implementación de políticas de justicia que les afecten directamente.

- Protección contra la discriminación y el abuso: Los estados deben garantizar que


estos grupos no sean objeto de discriminación ni de abuso dentro del sistema de
justicia, respetando sus derechos humanos fundamentales y su dignidad.

- Educación y sensibilización: Es fundamental promover programas de educación y


sensibilización tanto para los funcionarios del sistema judicial como para la
sociedad en general, con el fin de fomentar un mayor entendimiento y respeto por
las tradiciones y prácticas judiciales de estos grupos.

- Reparación y reconocimiento de violaciones pasadas: Parte esencial de la justicia


transicional es el reconocimiento y la reparación de las violaciones de derechos
humanos sufridas por estos grupos, muchas veces en contextos de conflicto armado
o discriminación estructural.
En el contexto colombiano, como se menciona, la implementación de este principio ha
llevado a la creación de marcos legales específicos que buscan garantizar la protección y
reparación de los derechos de las comunidades indígenas y afrodescendientes,
reconociendo la necesidad de un enfoque diferencial que respete y proteja su identidad
cultural y territorial. Esto se ve reflejado en la legislación y en las medidas adoptadas en el
proceso de paz, donde se busca que estas comunidades no solo sean reconocidas como
víctimas, sino que también sean parte activa en la construcción de la paz y en la
transformación de su realidad social y legal.

7mo Principio: La reforma institucional y el gobierno eficaz

El séptimo principio de la justicia transicional se centra en la necesidad de que los estados


brinden apoyo institucional a la reforma del Estado de derecho con el objetivo de restaurar
la confianza del público, promover los derechos fundamentales y apoyar el buen gobierno.
Este principio es esencial para reconstruir las sociedades que han pasado por conflictos o
regímenes represivos y buscan transitar hacia la paz y la estabilidad.

Se materializa de la siguiente manera:

- Reformas constitucionales y legales: Esto implica la creación o modificación de


leyes y constituciones para asegurar que reflejen los valores de justicia, equidad y
derechos humanos. Un ejemplo claro es la Reforma Constitucional para la Paz en
Colombia, que busca sentar bases jurídicas para la implementación de los acuerdos
de paz.

- Fortalecimiento de instituciones: El estado debe invertir en el fortalecimiento de las


instituciones democráticas y de justicia para que sean capaces de manejar los
desafíos post-conflicto. Esto incluye la capacitación de funcionarios públicos en
derechos humanos y justicia transicional.

- Promoción de la participación ciudadana: Es vital fomentar un ambiente donde la


ciudadanía pueda participar activamente en los procesos políticos y de toma de
decisiones, lo que ayuda a restaurar la confianza en el gobierno y promueve una
cultura de transparencia y rendición de cuentas.

- Transparencia y rendición de cuentas: Implementar mecanismos que aseguren que


los actores gubernamentales actúen de manera transparente y sean responsables ante
el público. Esto es crucial para combatir la impunidad y fomentar una cultura de
legalidad.

- Garantías de no repetición: Las reformas deben incluir medidas que prevengan la


repetición de los abusos del pasado. Esto puede incluir la vetting (evaluación de
antecedentes) de funcionarios públicos, así como reformas a las fuerzas de
seguridad.
- Acceso a la justicia para las víctimas: Facilitar el acceso a la justicia para las
víctimas de violaciones de derechos humanos es fundamental para restaurar su
confianza en el Estado y en el sistema legal.

Este enfoque integral permite afrontar las raíces de los conflictos y las violaciones de
derechos, y es esencial para construir una paz duradera y un Estado de derecho robusto. En
el caso de Colombia, la implementación de estos principios es un esfuerzo continuo que
busca transformar la sociedad y garantizar un futuro más justo para todos.

Bibliografía

https://revistas.unilibre.edu.co/index.php/academia/article/download/291/228/415

También podría gustarte

pFad - Phonifier reborn

Pfad - The Proxy pFad of © 2024 Garber Painting. All rights reserved.

Note: This service is not intended for secure transactions such as banking, social media, email, or purchasing. Use at your own risk. We assume no liability whatsoever for broken pages.


Alternative Proxies:

Alternative Proxy

pFad Proxy

pFad v3 Proxy

pFad v4 Proxy