Cedrela Proyectodegraduacin
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All content following this page was uploaded by Daniel Ramírez Valerio on 15 November 2016.
ESCUELA DE AGRONOMÍA
2014
I
_______________________ SUSTENTANTE
Daniel Ramírez Valerio
II
Dedicatoria
A mí muy amada madre por darme la vida y todo el apoyo durante mis estudios a quien le
debo todo lo que soy y todo lo que he logrado, a mis tías y abuela por ser parte importante
en mi vida e inculcarme los valores que hoy me reflejan.
III
Agradecimientos
A Dios por haberme otorgado todo lo necesario para la finalización de este trabajo, Además
de manera muy especial le agradezco a don Alfredo Alvarado por ayudarme y guiarme
durante todo el proceso de elaboración de este trabajo por sus sabios consejos de
interpretación y redacción; a don Luis Salazar y personal de CoopeAgri R.L. por el interés
mostrado en el tema y la ayuda que me brindó durante este proceso; de igual forma le
agradezco a Rafael Mata y Rafael Salas por la revisión y corrección del documento.
Agradezco también a Manuel y Mario por la ayuda y el apoyo otorgado durante la etapa de
campo y elaboración del documento, y a todos y cada uno de las personas que hicieron
posible la finalización y presentación de este trabajo. A todos ¡MUCHÍSIMAS GRACIAS!
IV
Contenido
1. INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................. 1
2. OBJETIVOS ...................................................................................................................................... 3
2.1 OBJETIVO GENERAL ........................................................................................................................... 3
2.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS ..................................................................................................................... 3
CAPÍTULO 1 ............................................................................................................................................. 4
3. NUTRICIÓN.................................................................................................................................... 10
3.1. CONCENTRACIÓN FOLIAR DE NUTRIMENTOS .................................................................................... 11
3.2. VIVERO ............................................................................................................................................ 14
3.3. PLANTACIÓN .................................................................................................................................... 15
4. MATERIALES Y MÉTODOS ........................................................................................................ 16
4.1. ÁREA DE ESTUDIO ............................................................................................................................ 16
4.2. UNIDAD EXPERIMENTAL .................................................................................................................. 18
4.3. TOMA DE DATOS .............................................................................................................................. 18
4.4. ANÁLISIS DE LABORATORIO ............................................................................................................. 20
4.5. TRATAMIENTO DE DATOS Y ANÁLISIS ESTADÍSTICO. ........................................................................ 20
CAPÍTULO 2 ........................................................................................................................................... 21
CAPÍTULO 4 ........................................................................................................................................... 46
Índice de Figuras:
Figura 1. Diagrama de la distribución mundial de la especie C. odorata L. (tomado de
Orwa et al. 2009).
Figura 2. Dibujo de diferentes partes del árbol de C. odorata. 1. Hábito de crecimiento; 2.
Hojas; 3. Flor; 4. Fruto; 5. Semilla (tomado de Lemmens et al. 1995; citado por
Salazar et al. 2000).
Figura 3. Niveles promedio de concentración foliar de macroelementos considerados
adecuados para el crecimiento de varias especies latifoliadas (tomado de Avellán
2012).
Figura 4. Niveles promedio de concentración foliar de microelementos considerados
adecuados para el crecimiento de varias especies latifoliadas (tomado de Avellán
2012).
Figura 5. Mapa con los puntos en donde se tomaron los muestreos de árboles de C. odorata
para su análisis
Figura 6. Datos de promedios mensuales de lluvia y temperatura para la zona de Pérez
Zeledón (09° 20’ N; 83° 42’ O) en el periodo de 1982-1994. (IMN 2014)
Figura 7. Biomasa seca de árboles de C. odorata de acuerdo a su edad según sus
principales componentes.
Figura 8. Modelo de regresión del total de biomasa seca de árboles de C. odorata de
acuerdo a la edad.
Figura 9. Relación entre la biomasa seca total y la biomasa seca foliar de árboles de C.
odorata
Figura 10. Modelo de regresión lineal con mediciones de diámetro altura de pecho (DAP)
de diferentes sitios. México (Murillo 2008)
Figura 11. Concentración de diferentes macronutrimentos en el fuste y las hojas de árboles
de C. odorata de acuerdo a su edad.
Figura 12. Promedio de la concentración de macronutrimentos en árboles de C. odorata
para edades de 1 a 19 años. Las barras verticales corresponden al error estándar.
Figura 13. Promedio de la concentración de micronutrimentos en árboles de C. odorata
para edades de 1 a 19 años. Las barras verticales corresponden al error estándar.
VII
Figura 14. Modelos de regresión lineal para la concentración de nutrimentos según la edad
de árboles de C. odorata. Los modelos presentados son validos estadisticamente
según el Cuadro 3.
Figura 15. Modelo de regresión lineal para la concentración de N vs P y N vs S, según los
componentes de árboles de C. odorata entre 1-19 años de edad.
Figura 16. Modelos de regresión para la acumulación de N de acuerdo a la edad, en
distintos componentes de árboles de C. odorata. Los modelos siguen la ecuación
y=a*b(edad).
Figura 17. Modelos de regresión para la absorción de P de acuerdo a la edad, en distintos
componentes de árboles de C. odorata. Los modelos siguen la ecuación y=a*b (edad))
Figura 18. Modelos de regresión para la absorción de Ca de acuerdo a la edad, en distintos
componentes de árboles de C. odorata. Los modelos siguen la ecuación y=a*b(edad)
Figura 19. Acumulación de N, Ca y K en diferentes componentes y porcentaje total
acumulado en árboles de C. odorata con edades entre 1 y 19 años.
Figura 20. Acumulación de P, Mg y S en diferentes componentes y porcentaje total
acumulado en árboles de C. odorata con edades entre 1 y 19 años.
Figura 21. Mapa del orden del suelo en la zona donde se realizaron los muestreos de
árboles de C. odorata pertenecientes a productores asociados a Coopeagri R.L.
(Basado en: Mata et al. 2013)
VIII
Índice de Cuadros:
1. Introducción
Algunas de las características más obvias de la vegetación y del sitio que afectan la
absorción de nutrimentos incluyen: 1) biomasa total; 2) el índice de área foliar; 3) las
propiedades físicas de las hojas; 4) la diversidad de especies del sitio, 5) la tasa de
2
En Costa Rica el fomento para la reforestación inicia a partir de 1979 cuando se pone en
marcha el programa de Incentivos Fiscales del Estado y posteriormente con el apoyo de la
cooperación de organismos internacionales. En los últimos años, el éxito que ha tenido la
venta de bonos de carbono al exterior, ha hecho que muchas empresas privadas se
incorporen y desarrollen este mercado, pagando cierto beneficio a los productores. El uso
de árboles tanto de bosque como para producción de maderera es una herramienta
importante en la fijación (secuestro) de CO2 atmosférico, el cual se incorpora a la biomasa
del árbol, formando alrededor del 50% de esta.
2. Objetivos
Capítulo 1
1. Aspectos ecológicos
Hojas: Posee una copa grande, de forma redondeada, robusta y extendida; las hojas
son paripinnadas con peciolos que tienen una longitud de 15 a 55 cm. Compuesto de
10 a 22 foliolos opuestos o alternos y forma lanceolada. (Figura 2).
Frutos: Péndulos con cápsulas leñosas dehiscentes con cinco lóculos y de 2,5 a 5
cm de largo; poseen un fuerte olor y producen un exudado blanco acuoso cuando
estos se encuentran inmaduros, contiene alrededor de 20 a 30 semillas y permanece
en el árbol por algún tiempo (CONABIO 1999).
Figura 2. Dibujo de diferentes partes del árbol de C. odorata. 1. Hábito de crecimiento; 2. Hojas; 3.
Flor; 4. Fruto; 5. Semilla (tomado de Lemmens et al. 1995, citado por Salazar et al. 2000).
más rápido cuando se siembra en sistemas mixtos que en monocultivo, lo anterior debido a
una reducción del crecimiento causada por el ataque de H. grandella y menos competencia
intra-específica (Piotto et al. 2004).
en la Amazonia y encontraron dentro del xilema fibras colocadas de forma alterna y vasos
rodeados de parénquima, mientras que los canales de resina aparecían de forma ocasional y
que en las curvas de incrementos de diámetro muestran el crecimiento anual de la especie.
Dunish et al. (2003) también cuantificaron el incremento en el ancho de los anillos del
xilema de árboles de Swietenia macrophylla y C. odorata mediante métodos dendrológicos
en un bosque primario cerca de Mato Grosso, Brasil; se pudo observar que el crecimiento
en los anillos de S. macrophylla se da durante casi todo el año y exclusivamente en madera
adulta, mientras que en árboles de C. odorata esto sucede solamente en la época lluviosa y
además los anillos de crecimiento se pueden formar cuando la madera se encuentra tanto en
estados juveniles como en estados adultos o maduros.
2. Importancia económica
La madera de cedro amargo presenta gran valor comercial y por sus características se
ha utilizado a través de los años en la elaboración de muebles, lanchas, puertas e
instrumentos musicales; por su aroma y sus propiedades de conservación de humedad se ha
utilizado en la fabricación de cajas de cigarros, armarios y cajas para almacenamiento
(Timyan 1994; Arnáez y Flores 1988). En muchos países la especie es utilizada para
protección del viento en fincas o como sombra en cultivos de café, sus ramas pueden ser
aprovechadas para leña y combustión y sus flores son ricas en néctar, razón por la cual
durante la floración del árbol llegan gran cantidad de abejas, convirtiéndose en un buen
recurso para la producción de miel.
El cedro amargo tiene potencial para la reconversión de terrenos que han sido
abandonados para agricultura. Ramírez et al. (2008) determinaron la factibilidad que existe
de convertir terrenos que ya no eran utilizados para realizar labores agrícolas en
plantaciones forestales de C. odorata, en Tamaulipas, México, teniendo como resultados a
los tres años de sembrados los árboles un 93% de supervivencia y un crecimiento promedio
anual de 1,46 m y diámetro (DAP) de 1,72 cm.
10
Con el auge que ha tenido las ventas de bonos de carbono, el cultivo y producción de
especies forestales ha venido creciendo en los últimos años, ya que no solo se le paga al
productor por la madera de los árboles, sino también por distintos lapsos de tiempo en los
que tiene el árbol creciendo en sus fincas. Esto ha cambiado de forma significativa el
tiempo que tarda el agricultor en alcanzar la tasa de retorno del cultivo, que en especies
forestales llega a ser uno de los factores limitantes en su producción.
3. Nutrición
son menos eficientes en el uso de nutrimentos y fotosíntesis que las de árboles que poseen
hojas perennes (DeLucia y Schlesinger 1995). Sin embargo en especies tropicales este
comportamiento no es tan evidente (Hiremath 2002) habiéndose encontrado que entre tres
especies forestales, incluida C. odorata con hojas de lapso de vida corto, esta especie tiene
la mayor eficiencia en el uso de N, atribuyéndose este comportamiento a las características
propias de las hojas de cada especie. En sistemas agroforestales de cedro en asocio a
alguna otra especie agrícola, se pueden ver diferencias en los rendimientos de ambos
cultivos. Además, tanto los contenidos de materia orgánica como P y K en el suelo en
plantaciones de cedro son mayores en comparación a ciertos monocultivos agrícolas debido
a la descomposición de la hojarasca, la cual puede llegar alcanzar las 12 t·ha-1 (Maldonado
et al. 2006).
3.2. Vivero
Las semillas de C. odorata tiene un bajo porcentaje de germinación lográndose una
mayor eficacia en la germinación durante la etapa de vivero al utilizar arena como sustrato
(Mena et al. 2000). Mateo et al. (2011) plantaron un ensayo donde se usó como sustrato
70% aserrín y 30% sustrato orgánico con diferentes dosis de fertilizante (15% N, 9% P2O5,
12% K20) de lenta liberación, teniendo como mejor resultado a los tres meses y medio de
edad de la planta, tanto para altura y diámetro del tronco como por factibilidad económica
una dosis de fertilizante de 9 kg m3 de sustrato mientras que una dosis de 12 kg fertilizante
m3 presentó cierta toxicidad sobre los árboles.
disminuyó de 2,75 a 0,50 cmol L-1 y con la adición de P aumentó su contenido disponible
de 3,4 a 9,8 µg ml-1 (extraído con Olsen mod.). Debido a los cambios en el suelo, las
plántulas de C. odorata presentaron un incremento positivo y significativo en altura, en
diámetro y biomasa aérea y radical cuando se adicionó cal y significativo y positivo solo
cuando se adicionó 560 kg P2O5 ha-1. En general, la aplicación de cal al sustrato causó un
mejor efecto sobre las variables de crecimiento de las plántulas que la adición de P y el
único cambio positivo observado a nivel foliar fue el incremento de la concentración de Ca
de 1,1 a 2,5%.
3.3. Plantación
Varios autores coinciden en utilizar abonos químicos a base de N, P y K al
establecimiento de la plantación con lo cual aumenta las tasas de sobrevivencia y mayor
crecimiento de altura y de diámetro. Pérez (2009) al comparar la respuesta de C. odorata a
la adición de 20, 35 y 50 g árbol-1 del fertilizante 17-34-30 en un suelo ácido (Acrisol
distri-hiperférrico) de sabana en Tabasco, México previamente encalado con 300 g cal
árbol-1 obtuvo respuesta significativa en altura con la aplicación de 35 g árbol-1. Se ha
encontrado respuesta a la aplicación de 50 g de 10-30-10 o 12-24-12 al momento de
establecer la plantación (CONAFOR 2000), sin embargo las dosis a utilizar varían con la
fertilidad natural del suelo de manera que cuando la fertilidad es baja se recomienda
adicionar 80 g árbol-1 y luego una segunda fertilización 120 g árbol-1 de 10-30-10 a los seis
meses de edad (Montagnini et al. 1993).
15-15 (50 g) + urea (50 g), 2) 15-15-15 (100 g) + urea (50 g), 3) 15-15-15 (50 g), 4) 15-15-
15 (100), 5) urea (50 g) y 6) testigo; sin encontrar repuesta a la adición de los fertilizantes
aunque si un mejor crecimiento de la especie por lo que recomiendan la aplicación de
fertilizante al momento del trasplante (Guevara 1988).
4. Materiales y Métodos
4.1. Área de estudio
Para el presente trabajo, se muestrearon árboles en 15 plantaciones de cedro amargo (C.
odorata L.) en dos regiones de Costa Rica: (1) la cuenca del río Grande de Térraba y (2) las
llanuras caribeñas. Los primeros árboles se cortaron en diferentes fincas de productores
asociados a CoopeAgri R.L, San Isidro del General con edades de entre 1 a 10 años (Figura
5). Posterior a esto se recolectaron árboles de 5, 14 y 19 años de edad en una finca
experimental de la Escuela Agrícola Regional del Trópico Húmedo (EARTH), esto debido
a la dificultad de conseguir árboles de estas edades en fincas asociadas a CoopeAgri R.L.
17
Figura 5. Mapa con los puntos en donde se tomaron los muestreos de árboles de C. odorata por zona de
vida para su análisis.
Ambos sitios se encuentran dentro del bosque muy húmedo premontano, donde las
lluvias oscilan desde los 2000 hasta 4000 mm anuales y la temperatura promedio anual
entre 18 y 24°C (Bolaños et al. 2005). A pesar de lo elevado de la precipitación, la
distribución de la lluvia durante el año es bimodal, con un período seco de diciembre a
marzo y otro húmedo durante el resto del año y en el cual también disminuye la
temperatura debido a la elevada nubosidad (Figura 6).
18
Figura 6. Datos de promedios mensuales de lluvia y temperatura para la zona de Pérez Zeledón (09° 20’
N; 83° 42’ O) en el periodo de 1982-1994. (IMN 2014)
Ramas primarias:
Una vez que el árbol fue volcado se separaron las ramas primarias del tronco estas
fueron pesadas para conocer su peso fresco, posteriormente se colocaron en una carpa
donde se les hicieron cortes con la motosierra para obtener una muestra de aserrín, la cual
fue homogenizada para que sea una muestra representativa de aproximadamente un
kilogramo, siendo colocada una bolsa hermética debidamente rotulada.
Ramas secundarias:
Estás se separaron de las ramas primarias y se pesaron con el fin de conocer su peso
fresco, una vez hecho esto se colocaron en un toldo para sacar aserrín y homogenizarlo,
posteriormente se tomó una muestra representativa de aproximadamente un kilogramos y se
colocó en una bolsa hermética rotulada.
Tronco:
El tronco de cada árbol se cortó en secciones para facilitar el pesaje y conocer su peso
fresco, una vez anotado esto, los troncos se colocaron sobre una lona y se hicieron cortes
transversales con la motosierra para obtener aserrín, el cual se homogenizó para obtener
una muestra representativa del tronco de aproximadamente un kilogramo, esta se colocó en
una bolsa hermética debidamente rotulada.
Hojas:
Finalizada la separación de ramas primarias y secundarias, las hojas de todo el árbol
fueron separadas de forma manual y colocadas en una carpa para pesarlas y
homogenizarlas. Se tomó una muestra de aproximadamente un kilogramo, colocándose en
bolsas herméticas rotuladas.
Pecíolos:
Todos los pecíolos se separaron de las ramas del árbol y se anotó su peso fresco, hecho
esto una muestra representativa de aproximadamente un kilogramos se tomó y se puso en
20
una bolsa hermética. Este tipo de muestra se hace necesario ya que se ha notado en el
campo que la velocidad de descomposición del mismo es mucho más lenta que la de las
hojas pudiendo denotar diferencias en concentración de nutrimentos o en su defecto de
otros compuestos orgánicos “más duros”.
Capítulo 2
1. Producción de biomasa total y de sus componentes
1.1. Introducción
Conocer la biomasa aérea de los diferentes componentes de árboles de C. odorata
permite tener una mejor idea sobre el desarrollo y crecimiento de los individuos y además,
comparar como su comportamiento de acuerdo a las condiciones ambientales, suelo y
manejo propias de las zonas donde crece la especie. La producción de biomasa seca
depende principalmente de la superficie fotosintética, de la capacidad del árbol para la
fijación de CO2 (Kozlowski y Pallardy 1997) y del efecto que tengan las plagas sobre la
plantación, factores determinantes para un óptimo desarrollo de la especie y la producción
de madera. El estudio del comportamiento de la biomasa seca del árbol también permite
detallar un poco más y aproximar al momento oportuno donde se deben realizar ciertas
labores de mantenimiento y manejo de la plantación, como la densidad de siembra,
fertilización, control de plagas y malezas, podas y aclareos, entre otras
comparación al crecimiento de la biomasa seca del fuste y esto se hace más evidente
conforme aumenta la edad de los árboles y por ende con la producción de madera.
A partir de los tres años (segunda etapa de crecimiento) los árboles aceleran su
crecimiento e inician la formación de ramas y engrosamiento del fuste siendo este último
predominante en peso durante el resto de su vida, seguido por las ramas y de último las
hojas. El comportamiento de la biomasa de ramas obedece a un modelo cuadrático con un
aumento hasta la edad de 10 años y una merma después de dicha edad, probablemente
causada por competencia intraespecífica por luz y espacio para crecer. Según Lugo et al.
(1988) al estudiar el crecimiento y acumulación de biomasa en plantaciones de diferentes
especies en el trópico, encontrando que existe un mayor incremento anual de la biomasa del
tronco entre los 10 y 20 años en árboles de T. grandis y P. patula, y que este crecimiento
está influenciado por la disponibilidad de agua.
En la tercera etapa (período etario entre los 14 y 19 años) ocurre una disminución de
la biomasa de las hojas, pecíolos y ramas mostrando que los árboles alcanzaron la máxima
asimilación de carbono, probablemente al efecto de competencia intra-específica, a una
reducción del crecimiento causada por el ataque de H. grandella a estos componentes de la
biomasa aérea y reducirse la competencia con otros árboles (Piotto et al. 2004; De la Rosa
et al. 2011; Díaz et al. 2011). Otro factor que afecta la producción de hojas y ramas de esta
especie es la densidad de la plantación. Foli et al. (2003) consideran que árboles con un
DAP de 60 cm ocuparán alrededor de 90 m2 para el óptimo desarrollo de la copa que tendrá
un diámetro aproximado de 10 m y una densidad de siembra de 107 tallos por hectárea; este
espacio de crecimiento afectará de una u otra forma la cantidad de hojas y ramas del árbol.
25
En muchas especies la llegada a la etapa madura está relacionada con la reducción de ramas
y un balance en las reservas de energía que en muchos casos puede ser motivo de la alta
eficacia en la lucha contra enfermedades (Punches 2004).
Figura 7. Biomasa seca de árboles de C. odorata de acuerdo su edad según sus principales
componentes.
Según Delagrange et al. (2008) muchas de las variaciones en la biomasa del árbol
pueden deberse a variables que afectan la acumulación de biomasa durante los tres
primeros años de crecimientos, incluyendo a C. odorata especie en la que dicha variación
en la biomasa está relacionada a corto plazo con la intercepción de luz y eficiencia de uso
del N, mientras que a largo plazo esta eficiencia se relaciona más con la disponibilidad de
agua en el suelo. Vitousek y Sanford (1984) y Yamada y Gholz (2002) estudiaron
diferentes especies forestales en parcelas de productores en la Amazonía Brasileña y
Jiménez (2012) en Honduras reportando comportamientos de crecimiento similares a los
presentados (Figura 8), es decir un incremento acelerado de la biomasa a partir de los 9
años bajo condiciones de crecimiento adecuadas para los árboles de cedro, lo que podría
indicar que los sitios de crecimiento en San Isidro del General son óptimos para el
desarrollo de la especie.
26
500
y 5,30 x1, 49
400 R 2 0,92
Biomasa seca (kg)
300
200
100
0
0 5 10 15 20
Edad (años)
Figura 8. Modelo de regresión del total de biomasa aérea seca de árboles de C. odorata de acuerdo a la
edad.
14
12
10
0
0 100 200 300 400 500
Biomasa total (kg)
Figura 9. Relación entre la biomasa seca total y la biomasa seca foliar de árboles de C. odorata
Existe evidencia que relaciona de forma positiva el índice de área foliar o biomasa
desarrollada por las hojas y el crecimiento de los árboles (Kozlowski y Pallardy 1997), lo
cual se evidencia también en la Figura 9 en la que se compara estas dos variables del
crecimiento de C. odorata notándose como tiende a aumentar la cantidad de biomasa total
conforme la biomasa de las hojas crece, comportamiento que puede traer consigo una
disminución en la tasa neta de asimilación ya que se puede aumentar el auto sombreo de las
hojas que se encuentran en la parte baja de la copa (Kozlowski y Pallardy 1997). Sin
embargo este fenómeno no puede verse de forma aislada y se debe contemplar que el árbol
crece junto a otros individuos, ya sea de especies diferentes cuando se encuentra en el
bosque o en policultivos o de la misma especie cuando está en plantaciones puras, factores
que también limitan o potencian su desarrollo. En cuanto al análisis estadístico (Cuadro 4)
se puede decir que ambos modelos son estadísticamente válidos, ya que estos cumplen con
una probabilidad (p-valor) menor a 0,05.
28
Cuadro 4. Análisis estadístico para los modelos de biomasa de árboles de C. odorata de las Figuras 8 y 9
En comparación con las plantas anuales los árboles se encuentran en desventaja debido
a que cada incremento en la biomasa seca total se destina a la producción de madera, la cual
no es fotosintéticamente productiva (Kozlowski y Pallardy 1997), comportamiento que
también es aplicable para la especie en estudio y se evidencia en el Cuadro 1, donde se
puede observar que la relación entre hojas/tronco disminuye conforme aumenta la edad;
resultados comparables con los encontrados con anterioridad para otras especies forestales
(Switzer et al. 1968; Dickens et al. 2004; Portuguez 2012). El crecimiento de las especies
arbóres también se ve afectado cuando se plantan con otras especies, como demuestran
Stanley y Montagnini (1999) al estudiar el crecimiento y producción de biomasa de cuatro
especies creciendo en plantaciones puras y mixtas en la Estación Biológica La Selva, donde
documentan que los árboles de Hieronyma alchorneoides y Pithecellobium elegans crecen
entre 40 y 50% más rápido en plantaciones mixtas que en puras.
40 80
y 1,55 x 8,07 Costa Rica y 1,92 x 1,77
Honduras
35
R 2 0,76 R 2 0,89
30 60
25
DAP
DAP
20 40
15
10 20
0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 0 5 10 15 20 25 30 35
Edad Edad
40 80
y 1,80 x 1,56 México y 1,74 x 2,59
Todos
R 0,83
2
R 2 0,73
60
30
40
DAP
DAP
20
20
10
0
0
2 4 6 8 10 12 14 16 0 5 10 15 20 25 30 35
Edad Edad
Figura 10. Modelo de regresión lineal con mediciones de diámetro altura de pecho (DAP), según la edad
del árbol en diferentes sitios (datos tomados de Murillo 2008 y Jiménez 2012).
Estos resultados concuerdan con los de (Petit y Montagnini 2006) quienes coinciden
que existe gran variabilidad en el crecimiento y la productividad comercial de los árboles
de acuerdo al manejo (monocultivo o policultivo) que se le dé a estos. Además que se hace
evidente las diferencias en ecología y clima de las diferentes zonas, lo cual afecta de forma
positiva o negativa el crecimiento de los árboles. Aun así existe una relación evidente entre
el DAP de acuerdo a la edad de árboles de C. odorata que variará de acuerdo al sitio y
muestras tomadas.
30
1.3. Conclusiones
En cuanto la acumulación de biomasa del árbol de C. odorata desde 1 a 19 años se
pueden distinguir tres etapas de crecimiento, siendo la primera etapa lenta, la
segunda etapa es la más influenciada por los factores ambientales y la tercera etapa
caracterizada por un incremento rápido de la biomasa del componente leñoso.
Con el aumento de la edad del árbol existe una tendencia a aumentar la cantidad de
madera en comparación a la cantidad de follaje.
El modelo de regresión: y=5,30x1,49 (donde y representa la biomasa seca y x la edad
del árbol) es aplicable (R2=92) para conocer el valor de la biomasa de los árbol
entre 1 y 19 años de edad.
Existe relación entre el DAP y la edad del árbol y lo cual puede variar dependiendo
del sitio, condiciones ambientales en que se desarrollen los individuos y individuos
muestreados.
31
Capítulo 3
Durante sus primeros meses, los arbolitos en almácigo toman la mayoría de los
nutrimentos del suelo o de la semilla cuando esta tiene muchas reservas, después de esta
32
etapa la cantidad de nutrimentos en cada uno de las partes del árbol se deben a una
redistribución interna y a otros factores como la adición de nutrimentos por la lluvia,
fijación biológica de N, los provenientes de la meteorización de las rocas y los nutrimentos
liberados por la hojarasca y las raíces (Attiwill 1995).
En varias especies tropicales las ramas y el follaje tiene alrededor del 25-30% de la
biomasa total del árbol, pero estos componentes representan cerca del 50% del total de los
33
nutrimentos en la biomasa aérea del árbol (Stanley y Montagnini 1999) lo que evidencia la
importancia de estos elementos para el buen desarrollo de estos componentes y el óptimo
crecimiento del árbol. Sin embargo debe mencionarse que estas relaciones pueden cambiar
en plantaciones forestales debido al manejo que se le da a los árboles y que altera su
producción de biomasa, principalmente a edades o momentos en que se realizan podas de
ramas o raleos en la plantación.
3,5 0,25
N P
3,0
0,20
Concentración (%)
Concentración (%)
2,5
2,0 0,15
1,5 0,10
1,0
0,05
0,5
0,0 0,00
0 5 10 15 20 0 5 10 15 20
Edad Edad
1,6 0,30
Ca Mg
1,4
0,25
1,2
Concentración (%)
Concentración (%)
0,20
1,0
0,8 0,15
0,6
0,10
0,4
0,05
0,2
0,0 0,00
0 5 10 15 20 0 5 10 15 20
Edad Edad
1,8 0,30
K S
1,6
0,25
1,4
Concentración (%)
Concentración (%)
1,2 0,20
1,0
0,15
0,8
0,6 0,10
0,4
0,05
0,2
0,0 0,00
0 5 10 15 20 0 5 10 15 20
Edad Edad
Fuste
Hojas
que los árboles no presentaban deficiencia de Ca, lo cual permite una mejor translocación y
transporte.
requerimientos del árbol con la edad por lo que se necesitará menos N para mantener las
tasas de crecimiento y 3) puede ocurrir una disminución en la cantidad de N disponible en
el suelo lo que afectaría la absorción del nutrimento.
Cuadro 5. Regresión lineal entre la concentración de cada elemento en los tejidos de árboles de C.
odorata y la edad (1-19 años). Los modelos de regresión son de la siguiente forma: Cn=β1(Edad)+β0. Se
destacan los modelos validos estadísticamente según p <0,05.
Error
Nutrimento Coeficientes 2 estándar
p-valor
Tejido R
(%)
β1 β0 β1 β0 β1 β0
Fuste N -0,020 0,65 0,28 0,010 0,070 0,040 <0,0001
K -0,220 0,54 0,68 0,004 0,040 0,001 <0,0001
Ca 0,002 0,30 0,01 0,010 0,050 0,790 <0,0001
Mg -0,001 0,05 0,29 0,001 0,004 0,040 <0,0001
P -0,001 0,05 0,04 0,001 0,010 0,490 0,0001
S -0,001 0,05 0,17 0,001 0,010 0,120 <0,0001
1.0 0.7
N en Fuste K en Fuste
0.6
0.8
0.5
0.6
0.4
( K%)
N (%)
0.3
0.4
0.2
0.2
0.1
0.0 0.0
0.07 0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 1.8
Mg en Fuste K en Hojas
Edad (años) 1.6
0.06
1.4
0.05
1.2
0.04
Mg (%)
1.0
K (%)
0.03 0.8
0.6
0.02
0.4
0.01
0.2
0.00 0.0
0.25 0.25
P en Hojas
P en Pecíolos
0.20 0.20
0.15 0.15
P (%)
P (%)
0.10 0.10
0.05 0.05
0.00 0.00
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20
Figura 14. Modelos de regresión lineal para la concentración de nutrimentos según la edad de árboles
de C. odorata. Los modelos presentados son validos estadisticamente según el Cuadro 5.
43
Según los resultados expuestos por Webb et al. (2000) las concentraciones intermedias
de P en las hojas para árboles de C. odorata son alrededor de 0,23%, mientras que una
concentración de 0,10% es considerada baja, por lo que según lo mostrado en la Figura 16
la concentración de P en las hojas se considera entre intermedia durante los primeros años
del árbol y cae según aumenta la edad, sin embargo no llega a una tener una deficiencia de
P (0,10%).
Para los diferentes componentes del árbol existe una relación creciente entre la
concentración de N/P y N/S (Figura 15) y además se puede notar la diferencia de una
mayor concentración de estos nutrimentos en las hojas, con respecto al resto del árbol.
En la península de Osa en Costa Rica se han llevado a cabo estudios con diferentes
especies forestales, en donde se ha encontrado una variación del 25% en la relación N/P
foliar de acuerdo a la época en que se tomen los muestreos siendo mayor en la época seca;
44
sin embargo el mismo estudio muestra que no hay relación en el régimen de lluvia de los
sitios y esta relación y que tampoco depende de la disponibilidad de P en el suelo,
(Townsend et al. 2007) lo que pone en evidencia la riqueza y heterogeneidad de los bosques
tropicales.
0,25
0,20
Concentración P (%)
0,15
0,10
0,05
0,00
0 1 2 3 Fuste
Concentración N (%)
Hojas
Pecíolos
Ramas
0,30
0,25
Concentración S (%)
0,20
0,15
0,10
0,05
0,00
0 1 2 3 4
Concentración N (%)
Figura 15. Modelo de regresión lineal para la concentración de N vs P y N vs S, según los componentes
de árboles de C. odorata entre 1-19 años de edad.
45
1.3. Conclusiones
Las hojas tienen una mayor concentración de macronutrimentos en comparación
con el resto de componentes del árbol.
Existe un efecto de dilución desde las hojas hasta el tronco del árbol en la
concentración de N, P, Ca, Mg, K, S, Mn, y B.
Capítulo 4
1,6 0,30
Fuste Hojas
1,4
0,25
1,2
0,20
1,0
N (kg)
N (kg)
0,8 0,15
0,6
0,10
0,4
0,05
0,2
0,0 0,00
1,0 2,0
Ramas Total
0,8
1,5
0,6
N (kg)
N (kg)
1,0
0,4
0,5
0,2
0,0 0,0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20
Edad (años) Edad (años)
Figura 16. Modelos de regresión para la acumulación de N de acuerdo a la edad, en distintos
componentes de árboles de C. odorata. Los modelos siguen la ecuación y=a*b (edad)
1,6 0,18
Fuste Hojas
1,4 0,16
0,14
1,2
0,12
1,0
Ca (kg)
Ca (kg)
0,10
0,8
0,08
0,6
0,06
0,4
0,04
0,2 0,02
0,0 0,00
0,7 2,0
Ramas
Total 1,8
0,6
1,6
0,5 1,4
1,2
0,4
Ca (kg)
Ca(kg)
1,0
0,3
0,8
0,2 0,6
0,4
0,1
0,2
0,0 0,0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20
Edad (años) Edad (años)
Figura 17. Modelos de regresión para la absorción de Ca de acuerdo a la edad, en distintos
componentes de árboles de C. odorata. Los modelos siguen la ecuación y=a*b (edad)
51
0,30 0,025
Fuste Hojas
0,25
0,020
0,20
0,015
P (kg)
P (kg)
0,15
0,010
0,10
0,005
0,05
0,00 0,000
0,10 0,35
Ramas Total
0,30
0,08
0,25
0,06 0,20
P (kg)
P (kg)
0,04 0,15
0,10
0,02
0,05
0,00 0,00
2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20
Edad (años) Edad (años)
cultivo principal. El peso de los nutrimentos acumulados en las ramas tiende a ser bajo en
sus tejidos conductores cuando se translocan los elementos al fuste, por lo que tampoco son
relevantes para el cálculo del total acumulado de P en el árbol. En cuanto al total
acumulado, si se evalúa el modelo presentado a los 19 años de edad del árbol, se encuentra
que los contenidos por elemento siguen en orden descendente un comportamiento
N>Ca>K>P>Mg>S.
Los resultados de estos modelos concuerdan con los de Laclau et al. (2000) quienes
realizaron modelos de biomasa y acumulación de nutrimentos para árboles de Eucalipto, en
la región del Congo, los cuales explican alrededor de 90% del contenido de nutrimentos en
todos los componentes de árbol a excepción de las ramas, sugiriendo como explicación la
realidad biológica de la plantación en campo y la variabilidad normal que existe al realizar
muestreos y modelos in situ, a diferencia de los muestreos en invernadero o in vitro, los
cuales no sufren estas distorsiones, pero tampoco reflejan la realidad biológica.
En cuanto al total acumulado durante los primeros 19 años de edad de los árboles
(Cuadro 6), todos los micronutrimentos tienen una tendencia exponencial y cumplen con
los parámetros estadísticos evaluados, a excepción del Fe y el Al.
53
biomasa (Picard et al. 2012). Aun así no se puede olvidar que estos se rigen por parámetros
estadísticos, que deben cumplir para confirmar o rechazar el modelo y que serán estos
valores estadísticos los que indiquen que tan representativo será el modelo a la hora de
aplicarlo en la práctica.
1800
Total N N 100
1600
Fuste
1400 Hojas 80
Ramas
1200
60
1000
N (%)
N (g)
800 40
600 20
400
0
200
0 -20
1200 0 5 10 15 20
K K 100
1000
80
800
60
K (%)
K (g)
600
40
400 20
200 0
0 -20
1800
Ca Ca 100
1600
1400 80
1200
60
Ca (%)
1000
Ca (g)
800 40
600 20
400
0
200
0 -20
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 0 5 10 15 20
Edad (años) Edad (años)
Estos resultados ponen en evidencia la importancia que tienen las partes no comerciales
del árbol de C. odorata desde el punto de vista de nutricional, ya que poseen gran cantidad
de nutrimentos que se pueden incorporar al sistema una vez que estos restos se
descomponen. Merino et al (2003) realizaron un estudio en árboles de pino y pone en
evidencia la importancia de la acumulación de nutrimentos en estos componentes, además
sugiere que es importante la reincorporación de la fracción no maderable y la aplicación de
fertilizante con mucha más razón en suelos poco fértiles.
58
350
Total P 100
Fuste P
300
Hojas 80
250 Ramas
60
200
P (%)
P (g)
40
150
100 20
50 0
0 -20
200
Mg Mg 100
150 80
60
Mg (%)
Mg (g)
100
40
20
50
0
0 -20
160
S S
100
140
120 80
100 60
S (%)
S (%)
80
40
60
20
40
0
20
0 -20
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 0 5 10 15 20
Edad (años) Edad (años)
Muchos de los árboles que crecen en la zona están asociados en sistemas agroforestales
de café-cedro, lo cual cambia el crecimiento del árbol y por ende su fertilización, si se toma
en cuenta la fertilización recomendada para café vamos a tener entre 800 y 1000 kg ha-1 de
fertilizante 18-5-15-6 distribuidas en dos aplicaciones anuales, y una tercera aplicación de
alrededor de 200 kg ha-1 de nitrato de amonio. De forma práctica se podrían aplicar
alrededor de 100 g/árbol de cada una de las fórmulas mencionadas anteriormente, a la hora
de hacer la fertilización al café, y además reforzar al cuarto y sétimo año (momento en que
se tiende hacer poda de ramas) con fórmulas altas en N y K2O.
Figura 21. Mapa del orden del suelo en la zona donde se realizaron los muestreos de árboles de Cedrela
odorata pertenecientes a productores asociados a Coopeagri R.L (Basado en Mata et al. 2013).
En cuanto a las prácticas de fertilización más comunes que hacen muchos de los
productores asociados a Coopeagri R.L está la incorporación al cafetal o al cacaotal y a los
árboles asociados de 50 g de fertilizante 10-30-10 al momento de la siembra en mezcla con
1 kg de abono orgánico; se aplica además 50 g de urea o nitrato de amonio tanto al inicio
como al final de las lluvias en los años posteriores; en los pastizales, la práctica más común
es no adicionar ningún tipo de fertilizante. Aunque no lo mencionan los encargados de las
plantaciones y animales, el sistema de reciclaje natural en el área también actúa sobre el
sistema de producción, por lo que se asume que otros aportes de nutrimentos como i) N de
la lluvia (aproximadamente 5 kg ha-1 año-1) y ii) otra cantidad apreciable de nutrimentos
proveniente del desmonte al preparar el terreno, la descomposición de residuos del cafeto y
de caída de hojas y de las podas de los árboles también contribuyen a la nutrición (la
descomposición de la hojarasca puede alcanzar las 12 t·ha-1 según Maldonado et al. 2006),
al menos para balancear la extracción como cosecha y las pérdidas de nutrimentos causada
por el lavado de los mismos a través de la escorrentía y la lixiviación tal cual proponen
Spagenberger y Fölster (2002) para mantener la sostenibilidad del ecosistema. Como
mencionan Russell et al. (2004) y Boley et al. (2009) para condiciones de bosque tropical
lluvioso de Costa Rica, la acumulación o pérdida de C en el suelo puede ser
sorprendentemente rápida encontrando una disminución del 24% o 0,9 mg ha-1 año-1 en una
plantación de C. odorata de un año de edad en La Selva; Boley et al. (2009) encontraron
una disminución del contenido de materia orgánica y de K y Mg en el horizonte B y de Ca
en el horizonte O/A en plantaciones de T. grandis en Pérez Zeledón, en relación al bosque
natural y plantaciones mixtas de otras especies. Para este tipo de ecosistemas y con el fin de
mejorar la productividad del mismo, se podría recomendar lo siguiente:
62
Fertilización del cedro en plantaciones puras: En plantaciones puras varios autores han
encontrado que la fertilización al momento de la plantación favorece la tasa de
sobrevivencia y causa un mayor el crecimiento de las plántulas de cedro en altura y en
diámetro con la adición de 50 g de 10-30-10 o 12-24-12 (CONAFOR 2000), de 57 g de 17-
17-60 (Castillo 2008) y de 50 g de fórmula completa al fondo a la siembra con dos
aplicaciones adicionales de 50 g cada tres meses, la última de urea para fortalecer la
plántula con la incorporación de N (Ponce 2010). Sin embargo las dosis a utilizar varían
con la fertilidad natural del suelo de manera que cuando la fertilidad es baja se recomienda
adicionar 80 g árbol-1 y luego una segunda fertilización 120 g árbol-1 de 10-30-10 a los seis
meses de edad (Montagnini 1992). Fierros et al. (1999) prefieren adicionar 100-150 g
árbol-1 a los 15-30 días después del trasplante de fórmulas altas en P como las 17-17-17,
10-34-6,10-28-6, 5-30-10, 10-30-10 y 5-30-6. En base a lo anterior y con el fin de sugerir
un programa de fertilización técnico para las plantaciones de pequeña escala en la zona sur,
se asume lo siguiente:
63
Para conocer las necesidades de fertilización de forma más precisa se calcularon las
posibles entradas de nutrimentos al sistema (Cuadro 8); para la disponibilidad de
nutrimentos se tomaron los datos descritos por Chaves (2014) quien resumió los datos de
análisis químicos de diferentes zonas cafetaleras de Costa Rica, dentro de las cuales se
encuentra Pérez Zeledón, región de donde se tomaron 1364 muestras entre los años 2007 y
2011 y se analizaron en el laboratorio químico del ICAFE, utilizando como solución
extractora Olsen modificado, se tomó el promedio de estas muestras y una densidad
aparente del suelo de 1,05 Mg m-3 para suelos Ultisoles (Alvarado y Forsythe 2005). La
adición de nutrimentos por la lluvia se obtiene de trabajos de diferentes autores y
recopilados por Alvarado (2012)2.
64
Cuadro 8. Cálculo de las entradas de nutrimentos en plantaciones de C. odorata en la zona sur de Costa
Rica.
N 5 5 5 5
P 2 2 2 2
K 4 4 4 4
Ca 5 5 5 5
Mg 4 4 4 4
ENTRADAS
S 2 2 2 2
Adiciones por lluvia
N 5 5 5 5
P 1 1 1 1
K 10 10 10 10
Ca 15 15 15 15
Mg 10 10 10 10
S 1 1 1 1
Continúa…
65
S 0,1 2 15 24
N 21 37 222 318
P 0 2 16 21
K 4 12 108 148
Ca 6 7 21 24
Mg 9 19 149 170
S 0 2 15 24
Los fertilizantes recomendados representan materias primas de bajo costo y que suplen
los requerimientos del árbol, con el fin de que los productores tengan la mayor rentabilidad
posible del cultivo. Si bien se pueden usar otras fórmulas de fertilizantes la prioridad en
este caso es suplir N, por lo que la urea nos daría el mayor porcentaje de este nutrimento,
mientras que con otras fórmulas habría que aumentar las dosis puesto que tienen une menor
cantidad de N.
1.4. Conclusiones
3. Literatura citada
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