Tema 10
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Tema 10
Hacia finales del siglo XIX el desprestigio del sistema turnista y el desgaste de los partidos
liberal y conservador anunciaban una crisis que afectaría no sólo al aspecto político, sino
también a la economía, la sociedad y la cultura. El detonante de tal crisis tuvo lugar en 1898
cuando España pierde sus últimos territorios coloniales al ser incapaz de oponerse a los
incipientes deseos imperialistas de los Estados Unidos, basados en la “Doctrina Monroe”.
Cuba desempeño durante el siglo XIX un importante papel en la vida española tanto
políticamente ya que era un foco de conflictos, militarmente y económicamente representaba
una fuente de ingresos.
Tanto Cuba como Puerto Rico se encontraban sometidas al poder absoluto del capitán general
de casa isla, lo que molestaba de manera especial a las élites criollas. La Guerra de Secesión
estadounidense había servido para que dichas élites estuviesen a favor de la independencia de
Cuba y la abolición de la esclavitud.
En 1868 estalló una revuelta liderada por Carlos Manuel de Céspedes, lo que provocó la
Primera Guerra de Cuba (1868-1878), que terminó con la paz de Zanjón. En dicho acuerdo se
estableció una amnistía, la abolición de la esclavitud, y se prometió una reforma que
contemplaba cierta autonomía, libertad de comercio y representación de las Cortes, promesas
no cumplidas por grupos españolistas.
Paralelamente, se fueron configurando en Cuba diversos partidos políticos: el Partido
Autonomista, que irá perdiendo peso; la Unión Constitucional, formado por españolistas; y el
Partido Revolucionario Cubano, independentistas, fundando por José Martí en 1892 y apoyado
por Estados Unidos.
Tras la paz de Zanjón se vio la posibilidad de conceder a Cuba cierto grado de autonomía, pero
los españolistas se opusieron. Mientras, el movimiento independentista se había hecho más
fuerte con el apoyo de Estados Unidos. En 1879, dio comienzo un nuevo levantamiento contra
las autoridades españolas, la guerra chiquita.
España reaccionó de manera violenta contra el movimiento independentista, lo que hizo que
aumentase la impopularidad de los españoles en la isla.
Mientras tanto, en Filipinas también cobraba fuerza el movimiento independentista,
juntándose en torno a la Liga Filipina fundada por José Rizal. El levantamiento independentista
en Cuba tuvo distintas causas; la inexistencia de una política colonial que cumpliese con la paz
de Zanjón, como el imperialismo estadounidense.
EN 1895 se reanudo la guerra en Cuba a partir del “Grito de Baire” protagonizado por Máximo
Gómez, Antonio Maceo y José Martí. España intentó detener la sublevación mediante la
concesión de una Constitución Autonómica, pero no fue aceptada. El Gobierno español
recurrió a la fuerza militar ya que no querían perder Cuba, sustituyeron a Martínez Campo por
Valeriano Weyler.
Weyler dividió el territorio isleño en “trochas” para evitar más sublevados e intento destruir
los enclaves de los rebeldes. Murieron mucha gente en la guerra y pérdida económica.
Los métodos de Weyler tuvieron mucha crítica por lo que McKinley mostró su deseo de
intervenir en el conflicto al amparo de la llamada “Doctrina Monroe”. Esto provocó
resentimiento entre España y EEUU.
Para evitar conflictos, Sagasta sustituyó a Weyler por Ramón Blanco, y concedió la autonomía
a Cuba. En el resto de colonias españolas también estaba el sentimiento independentista: En
puerto Rico el movimiento se impulsó por la miseria y explotación, y en Filipinas, se vio
liderado por José Rizal, pero reprimido.
Entre España y EEUU había mucha tensión y el acorazado Maine, exploto de forma inesperada.
En ese momento el gobierno estadounidense le dio a España un ultimátum para renunciar a
Cuba. España se negó y terminó en guerra contra EEUU, esto termino en dos escenarios: En el
Pacífico, la flota española fue destruida por la estadounidense, haciendo que España hulla
hasta Manila; y en el Caribe, España fue destruida en la batalla naval de Santiago de Cuba, la
resistencia española fue inútil.
Tras esto, España firma el Tratado de París en diciembre de 1898; en él España firmaba todas
las exigencias estadounidenses. España renunciaba a Cuba, cedía a EEUU Puerto Rico, Filipinas
y la isla de Guam.
Las repercusiones de la guerra fueron distintas para todos. Cuba sufrió coste económico y fue
ocupada por estado unidos.
En España, se abrió un debate sobre las responsabilidades de la guerra. En cuanto a
repercusiones económicas, muchos empresarios cubanos se trasladaron a España.
Repercusiones políticas afectaron al sistema de la Restauración. Sagasta dimitió y el partido
liberal asumió las críticas. Y por último repercusiones morales: España perdió su imperio
cuando los demás países se consolidaban.
El desastre del 98 significó, irrupción en la vida política de los grupos políticos y sociales hasta
entonces marginados del juego político que lanzaron duras críticas contra el sistema político.
Surgió un movimiento intelectual y político, conocido como regeneracionismo. Surgido en el
seno de la Institución Libre de Enseñanza, preocupados por elevar el nivel educativo español.
Destaca Joaquín Costa, que propuso olvidar las glorias pasadas, mejorar la explotación del
campo y educación.
Los nacionalismos periféricos también aprovecharon la ocasión para realizar sus
planteamientos; los nacionalistas vascos, propusieron independencia a España, y los catalanes,
una regeneración.
Con el partido conservador trataron de realizar una reforma, con iniciativas como una Ley
Electoral de 1907. Con el partido Liberal, trataron de reducir la influencia de la Iglesia y
algunas medidas de política social.
En conclusión la crisis de 1898 y el desastre colonial suponen el cierre del siglo XIX español,
que se había inaugurado precisamente con la independencia de las colonia continentales
durante la Guerra de independencia y el reinado de Fernando VII.