El Amor Es Amor
El Amor Es Amor
El Amor Es Amor
ISSN: 0214-9915
psicothema@cop.es
Universidad de Oviedo
España
Ferrer Pérez, Victoria A.; Bosch Fiol, Esperanza; Navarro Guzmán, Capilla; Ramis Palmer, M.
Carmen; García Buades, Esther
El concepto de amor en España
Psicothema, vol. 20, núm. 4, 2008, pp. 589-595
Universidad de Oviedo
Oviedo, España
Victoria A. Ferrer Pérez, Esperanza Bosch Fiol, Capilla Navarro Guzmán, M. Carmen Ramis Palmer
y Esther García Buades
Universitat de les Illes Balears
The concept of love in a Spanish representative sample. The model of romantic love and the accep-
tance of related myths have been granted wide relevance in our context. It has also been suggested that
the concept of love can play a role in the origin and maintenance of gender violence. As an initial step
towards researching this relationship, the objective of this article is to study the prevailing concept of
love in the Spanish population, as well as to analyze any differences that gender and age may intro-
duce in this conception. A reduced version of the Love Attitudes Scale was administered to a repre-
sentative sample of 1,351 people. Results show that both men and women widely accept the love styles
Eros, Agape, Storge and Pragma, reject the Ludus style, and are indifferent to the Mania style. How-
ever, the order of preference for love styles is different for men and women and for different age
groups. These results are analyzed and discussed.
El amor es una construcción cultural y cada período histórico Tal y como señaló Sangrador (1993), el amor puede entender-
ha desarrollado una concepción diferente sobre él y sobre los vín- se como actitud (positiva o atracción hacia otra persona, que in-
culos entre matrimonio, amor y sexo (Barrón, Martínez-Íñigo, De cluye una predisposición a pensar, sentir y comportarse de un cier-
Paul y Yela, 1999; Yela, 2000, 2003). to modo hacia esa persona), como una emoción (sentimiento o
Desde principios del siglo XIX surge una conexión entre los pasión que incluye, además, ciertas reacciones fisiológicas) o co-
conceptos de amor romántico, matrimonio y sexualidad que llega mo una conducta (cuidar de la otra persona, estar con ella, atender
hasta nuestros días (Barrón et al., 1999). A lo largo de las últimas sus necesidades…). Esta diferenciación (y particularmente la con-
décadas en la cultura occidental esta relación se ha ido estrechan- cepción del amor como actitud o como emoción) entroncaría con
do cada vez más, llegando a considerarse que el amor romántico la diferenciación entre Eros o amor pasional y Ágape o amor al-
es la razón fundamental para mantener relaciones matrimoniales y truista, propuesta por Lee (1973, 1976) en una de las tipologías
que «estar enamorado /a» es la base fundamental para formar una clásicas, que tomaremos como eje de este trabajo.
pareja y para permanecer en ella (Simpson, Campbell y Berscheid, Esta clasificación incluía seis tipos básicos de amor, tres «pri-
1986; Ubillos et al., 2001), de modo que esta forma de amor se ha- mary colours» (Eros o amor pasional, Ludus o amor lúdico y Stor-
ce popular y normativa, el matrimonio aparece como elección per- ge o amor amistoso) y tres «secondary colours» (Manía o amor ob-
sonal y el amor romántico y la satisfacción sexual deben lograrse sesivo, Pragma o amor pragmático y Ágape o amor altruista)
en el matrimonio (Barrón et al., 1999; Yela, 2003). formados como resultado de la combinación de los primarios, pe-
ro con sus particulares propiedades y características. Algunos de
ellos coinciden con la tipología del amor también clásica de Stern-
berg (1989), contrastada empíricamente en nuestro entorno en tra-
Fecha recepción: 12-3-08 • Fecha aceptación: 3-6-08 bajos como los de Serrano y Carreño (1993) o Yela (1997).
Correspondencia: Victoria A. Ferrer Pérez De acuerdo con la propuesta de Lee (1973, 1976) y la descrip-
Grupo de Investigación Estudios de Género
ción de Ubillos y cols. (Ubillos et al., 2001; Ubillos, Paéz y Zu-
Universitat de les Illes Balears
07122 Palma de Mallorca (Spain) bieta, 2003), las características de estos estilos de amor serían las
E-mail: victoria.ferrer@uib.es siguientes:
590 VICTORIA A. FERRER PÉREZ, ESPERANZA BOSCH FIOL, CAPILLA NAVARRO GUZMÁN, M. CARMEN RAMIS PALMER Y ESTHER GARCÍA BUADES
– Eros o amor pasional o romántico, caracterizado por una vete, Estevez y Corral, 2007; Sarasúa, Zubizarreta, Echeburúa y
pasión irresistible, con sentimientos intensos, intimidad, De Corral, 2007). En este sentido, tal y como señalan diferentes
fuerte atracción física y actividad sexual. informes, el modelo de amor (y, específicamente, el de amor ro-
– Ludus o amor lúdico, caracterizado por interacciones ca- mántico) imperante en nuestra sociedad y los mitos asociados a él
suales, con poca implicación emocional, ausencia de expec- estarían entre los factores que pueden contribuir a favorecer y/o
tativas futuras y evitación de la intimidad y la intensidad. mantener la violencia contra las mujeres en la pareja (Garrido,
– Storge o amor amistoso, caracterizado por un compromiso 2001; González y Santana, 2001; Sanmartín, Molina y García,
duradero que se desarrolla lenta y prudentemente y por 2003).
compartir actitudes y valores; se basa en intimidad, amistad, En este sentido cabe recordar que, según la teoría de la sociali-
compañerismo y cariño y busca más un compromiso a largo zación diferencial, las personas, en su proceso de iniciación a la vi-
plazo que un apasionamiento a corto plazo. da social y cultural, y a partir de la influencia de los agentes so-
– Pragma o amor pragmático: compuesto de Ludus y Storge, cializadores, adquieren identidades diferenciadas de género que
se basa en la búsqueda racional de la pareja ideal. conllevan estilos cognitivos, actitudinales y conductuales, códigos
– Manía o amor obsesivo o posesivo: compuesto de Eros y axiológicos y morales y normas estereotípicas de la conducta asig-
Ludus, se caracteriza por la intensidad y la intimidad, pero nada a cada género (Walker y Barton, 1983).
también por los celos, la incomunicación y los «síntomas» Esta socialización diferencial afecta a muchos y diversos as-
físicos y psicológicos. pectos de la vida humana y, entre ellos, a las relaciones afectivas y
– Ágape o amor altruista: compuesto de Eros y Storge, se ca- de pareja. Así, durante el proceso de socialización aprendemos qué
racteriza por dar antes que recibir y por el autosacrificio por significa enamorarse, qué sentimientos son apropiados, de quién
el bienestar de la pareja. debemos o no enamorarnos, qué o quién es atractivo (lo cual sue-
le coincidir con los patrones de rol de género tradicionales), cómo
La tipología de Lee ha sido ampliamente considerada en la in- debe ser la relación de pareja (asimétrica, igualitaria…), etc., y,
vestigación sobre el tema dado que Hendrick y Hendrick (1986) evidentemente, también todos los mitos culturales sobre el amor
elaboraron la Escala de Actitudes sobre al Amor para evaluar los (Duque, 2006; Flecha, Puigvert y Redondo, 2005; Sanpedro,
seis estilos propuestos en esta tipología (aunque los considera co- 2005).
mo estilos separados sin distinción entre primarios y secundarios) A pesar de los cambios de las últimas décadas (al menos en las
desde un abordaje individual de las relaciones amorosas (Ubillos sociedades occidentales), el amor sigue apareciendo con particular
et al., 2001, 2003). fuerza en la socialización femenina, convirtiéndose en eje verte-
Los análisis originales realizados con esta escala en alumnado brador y proyecto vital prioritario (Altable, 1998; Ferreira, 1995;
universitario mostraron que los estilos de amor predominantes Lagarde, 2005; Sanpedro, 2005). Así, la consecución del amor y
eran Storge (66% de los casos), seguido por Eros (34%) y Pragma su desarrollo (el enamoramiento, la relación de pareja, el matri-
(17%) (Hendrick y Hendrick, 1993). Por su parte, Ubillos y cols. monio…) seguiría siendo el eje central en torno al cual gira la vi-
(2001) emplearon esta misma escala en muestras de alumnado uni- da de muchas mujeres; mientras que para los varones seguiría
versitario españolas y latinoamericanas de 15 países y observaron siendo prioritario el reconocimiento social (quedando el amor o la
que los estilos de amor más valorados eran Eros y Ágape, mien- relación de pareja en un segundo plano), reflejando una socializa-
tras Ludus y Pragma eran los menos valorados. ción prioritaria de las mujeres hacia lo privado y de los varones ha-
Como señalan Butler, Walter, Skowronski y Shannon (1995), la cia lo público.
Escala de Actitudes sobre el Amor también ha sido empleada para En definitiva, durante el proceso de socialización y a través de
analizar la relación entre estilos de amor y variables como el gé- los diferentes agentes socializadores nos llegan una serie de con-
nero, la edad o diversos factores sociales culturales y estructurales. tenidos sobre las relaciones interpersonales, amorosas y de pareja
Estos trabajos han llegado, por ejemplo, a la conclusión de que que constituyen básicamente una transposición de los valores im-
las mujeres conceden más importancia a los estilos Storge y Prag- perantes en la sociedad que nos rodea, que no son otros que los del
ma, mientras los hombres conceden más importancia a Ludus y sistema patriarcal en lo que a las relaciones entre hombres y mu-
Ágape (Bailey, Hendrick y Hendrick, 1987; Hall, Hendrick y Hen- jeres se refiere, como muestran diversas investigaciones sobre el
drick, 1991; Hendrick y Hendrick, 1986; Hendrick, Hendrick y tema (Altable, 1998; Charkow y Nelson, 2000; Moreno, González
Dicke, 1998; Ubillos et al., 2001); y en relación con la edad, Eros y Ros, 2007; Oliver y Valls, 2004).
sería el estilo preferente entre los/as adultos/as jóvenes, mientras En este marco, y desde nuestro interés último por profundizar
que con la edad se incrementaría la preferencia por estilos como en el análisis de la violencia contra las mujeres en la pareja y de
Storge o Pragma (Hendrick y Hendrick, 1986). También factores los factores que la generan y mantienen, se planteó esta investiga-
sociales como la ratio entre hombres y mujeres (Guttentag y Se- ción, que forma parte de un proyecto más amplio, y cuyo objetivo
cord, 1999), el nivel de igualdad de género (Eagly y Word, 1999) es realizar un estudio descriptivo de la conceptualización del amor
o el tipo de cultura individualista o colectivista (Dion y Dion, imperante entre la población general de nuestro entorno.
1993), y factores individuales como las características de persona-
lidad, las actitudes o las creencias religiosas (Hendrick y Hen- Método
drick, 1987, 1988) modularían el estilo de amor predominante en
cada entorno o grupo social. Participantes
El estudio del amor cobra particular importancia por su posible
relación con un problema social de máxima relevancia actualmen- La muestra fue seleccionada de entre la población general me-
te como es la violencia contra las mujeres, que tan devastadoras diante un muestreo estratificado por género, y dentro de cada es-
consecuencias puede llegar a tener para sus vidas y su salud (Cal- trato, por cuotas en función de la edad. Dicha muestra estuvo cons-
EL CONCEPTO DE AMOR EN ESPAÑA 591
tituida por un total de 1.351 personas, lo que permitió fijar el error La mayoría de quienes integran la muestra tienen un nivel so-
en ±2’7% para un nivel de significación del 95’5%. cioeconómico medio-medio, estudios primarios o secundarios y
En la tabla 1 se presentan los datos demográficos descriptivos están ocupados/as, aunque, como era de esperar, algunas de estas
de la muestra estudiada. Cabe remarcar que, de acuerdo con los características variaron sustancialmente entre varones y mujeres y
objetivos del estudio, se optó por diferenciar cuatro grupos de para los diferentes grupos de edad.
edad: de 18 a 29 años (15’3% de la muestra, 41’5% mujeres y Cabe remarcar que algunos de los resultados obtenidos (como
58’5% varones), de 30 a 44 años (28’7% de la muestra, 50’9% la elevada proporción de personas con estudios superiores) po-
mujeres y 49’1% varones), de 45 a 64 años (33’9% de la muestra, drían relacionarse con el tipo de encuesta realizada (telefónica),
55’9% mujeres y 44’1% varones) y de 65 o más años (22’1% de que puede resultar particularmente fácil de responder a personas
la muestra, 51’2% mujeres y un 48’8% varones). más formadas. De hecho, un cierto número de personas con las
que se estableció contacto rehusaron participar alegando alguna
Tabla 1
dificultad en la compresión de los ítems.
Datos descriptivos para la muestra en su conjunto En cuanto al lugar de residencia, las personas que integran la
muestra se distribuyen proporcionalmente en los diferentes secto-
Variable Muestra total res en los que se dividió el país (zona centro, zona norte, zona sur
N (%) y zona insular).
Sexo
Varón 659 (48,8%)
Instrumentos
Mujer 692 (51,2%)
Para recoger datos sobre las variables sociodemográficas se
Edad empleó un cuestionario diseñado ad hoc que incluía información
Media (d.t.) 48,63 años (17,22) relativa a sexo, edad, nivel de estudios, nivel económico, situación
Rango (18-93 años) laboral, lugar de residencia, lugar de nacimiento y, en su caso, el
De 18 a 29 años 207 (15,3%)
De 30 a 44 años 387 (28,7%)
tiempo de residencia en España.
De 45 a 64 años 458 (33,9%) Para evaluar las actitudes hacia el amor se empleó la «Escala
De 65 o más años 299 (22,1%) de actitudes sobre el amor» (Love Attitudes Scale, LAS). De en-
tre las diferentes versiones disponibles se empleó la de 18 ítems (3
Nivel socioeconómico ítems por cada uno de los seis estilos de amor anteriormente des-
Bajo 112 (8,3%) critos), desarrollada por Hendrick, Hendrick y Dicke (1998), que
Medio - bajo 269 (19,9%)
Medio - medio 761 (56,3%)
explicaba el 69% de la varianza, y obtuvo coeficientes alpha entre
Medio - alto 179 (13,3%) .62 y .87, dependiendo de la escala (.62 para la escala Manía, .69
Alto 30 (2,2%) para Ludus, .76 para Pragma, .77 para Eros, .82 para Ágape y .87
para Storge).
Nivel de estudios Para su uso en castellano se tomó el redactado de estos 18 ítems
No sabe leer/escribir 12 (0,8%) de la versión traducida al castellano y validada en alumnado uni-
Lee y escribe 128 (9,5%)
Estudios primarios 369 (27,3%)
versitario español y latinoamericano por Ubillos y cols. (2001).
Estudios secundarios 340 (25,2%) Las personas entrevistadas debían responder su nivel de acuer-
Form. Profesional 162 (12,0%) do con el contenido de cada ítem en una escala de 5 puntos (don-
Est. universitarios 340 (25,2%) de 1 indica «Completamente en desacuerdo con la afirmación» y
5 «Completamente de acuerdo con la afirmación»), de modo que
Situación laboral
a mayor puntuación obtenida, mayor era la aceptación de la per-
Ama/o de casa 187 (13,8%)
Parado/a 123 (9,1%)
sona de esa forma o estilo de amar. Esta escala de respuesta va en
Ocupado/a 613 (45,4%) sentido contrario a otras versiones de la misma (Hendrick y Hen-
Pensionista 97 (7,3%) drick, 1986; Hendrick, Hendrick y Dicke, 1998; Ubillos et al.,
Jubilado/a 233 (17,2%) 2001), cuestión importante al comparar nuestros resultados con los
Baja laboral 18 (1,3%) de otros trabajos.
Estudiante 80 (5,9%)
Tabla 4 Tabla 6
Tablas de contingencia, 18 a 29 años (n= 207) Tablas de contingencia, 45 a 64 años (n= 458)
Eros Eros
Desacuerdo 3 (2,6%) 3 (3,5%) X(2)= ,943 Desacuerdo 7 (3,6%) 11 (4,4%) X(2)= 2,184
Indiferencia 14 (12,2%) 14 (16,5%) p= ,624 Indiferencia 18 (9,3%) 34 (13,6%) p= ,335
Acuerdo 98 (85,2%) 68 (80,0%) Acuerdo 168 (87,1%) 205 (82,0%)
Ludus Ludus
Desacuerdo 53 (46,0%) 55 (66,3%) X(2)= 8,700 Desacuerdo 131 (67,5%) 198 (79,8%) X(2)= 9,298
Indiferencia 31 (27,0%) 11 (13,2%) p= ,013 Indiferencia 37 (19,1%) 33 (13,3%) p= ,010
Acuerdo 31 (27,0%) 17 (20,5%) C. contingencia= ,205 Acuerdo 26 (13,4%) 17 (6,9%) C. contingencia= ,144
Storge Storge
Desacuerdo 30 (25,9%) 21 (25,3%) X(2)= ,544 Desacuerdo 47 (24,1%) 74 (29,8%) X(2)= 4,815
Indiferencia 24 (20,7%) 14 (16,9%) p= ,762 Indiferencia 34 (17,4%) 55 (22,2%) p= ,090
Acuerdo 62 (53,4%) 48 (57,8%) Acuerdo 114 (58,5%) 119 (48,0%)
Pragma Pragma
Desacuerdo 26 (21,8%) 9 (10,7%) X(2)= 7,526 Desacuerdo 68 (34,5%) 41 (16,5%) X(2)= 19,736
Indiferencia 37 (31,1%) 20 (23,8%) p= ,023 Indiferencia 43 (21,8%) 63 (25,3%) p= ,000
Acuerdo 56 (47,1%) 55 (65,5%) C. contingencia= ,189 Acuerdo 86 (43,7%) 145 (58,2%) C. contingencia= ,206
Manía Manía
Desacuerdo 28 (24,1%) 16 (19,0%) X(2)= 1,231 Desacuerdo 63 (32,3%) 62 (24,8%) X(2)= 5,072
Indiferencia 43 (37,1%) 37 (44,1%) p= ,545 Indiferencia 68 (34,9%) 112 (44,8%) p= ,079
Acuerdo 45 (38,8%) 31 (36,9%) Acuerdo 64 (32,8%) 76 (30,4%)
Ágape Ágape
Desacuerdo 4 (3,5%) 16 (19,0%) X(2)= 34,913 Desacuerdo 6 (3,1%) 48 (19,3%) X(2)= 45,967
Indiferencia 20 (17,2%) 35 (41,7%) p= ,000 Indiferencia 16 (8,3%) 51 (20,5%) p= ,000
Acuerdo 92 (79,3%) 33 (39,3%) C. contingencia= ,386 Acuerdo 171 (88,6%) 150 (60,2%) C. contingencia= ,307
Tabla 5 Tabla 7
Tablas de contingencia, 30 a 44 años (n= 387) Tablas de contingencia, 65 o más años (n= 302)
Eros Eros
Desacuerdo 7 (3,8%) 5 (2,5%) X(2)= 1,976 Desacuerdo 2 (1,5%) 9 (6,2%) X(2)= 7,739
Indiferencia 13 (7,0%) 21 (10,7%) p= ,372 Indiferencia 6 (4,3%) 14 (9,6%) p= ,021
Acuerdo 166 (89,2%) 171 (86,8%) Acuerdo 131 (94,2%) 123 (84,2%) C. contingencia= ,163
Ludus Ludus
Desacuerdo 120 (64,5%) 145 (74,0%) X(2)= 4,062 Desacuerdo 97 (73,5%) 97 (70,3%) X(2)= 1,210
Indiferencia 35 (18,8%) 28 (14,3%) p= ,131 Indiferencia 24 (18,2%) 32 (23,2%) p= ,546
Acuerdo 31 (16,7%) 23 (11,7%) Acuerdo 11 (8,3%) 9 (6,5%)
Storge Storge
Desacuerdo 48 (26,0%) 53 (27,2%) X(2)= ,894 Desacuerdo 16 (12,1%) 22 (15,5%) X(2)= ,672
Indiferencia 33 (17,8%) 41 (21,0%) p= ,640 Indiferencia 28 (21,2%) 28 (19,7%) p= ,715
Acuerdo 104 (56,2%) 101 (51,8%) Acuerdo 88 (66,7%) 92 (64,8%)
Pragma Pragma
Desacuerdo 59 (31,9%) 34 (17,3%) X(2)= 16,350 Desacuerdo 21 (15,6%) 11 (7,7%) X(2)= 8,443
Indiferencia 55 (29,7%) 49 (25,0%) p= ,000 Indiferencia 25 (18,5%) 16 (11,2%) p= ,015
Acuerdo 71 (38,4%) 113 (57,7%) C. contingencia= ,203 Acuerdo 89 (65,9%) 116 (81,1%) C. contingencia= ,172
Manía Manía
Desacuerdo 37 (20,1%) 50 (25,5%) X(2)= 4,918 Desacuerdo 35 (26,3%) 42 (29,0%) X(2)= ,340
Indiferencia 74 (40,2%) 89 (45,4%) p= ,086 Indiferencia 54 (40,6%) 59 (40,7%) p= ,844
Acuerdo 73 (39,7%) 57 (29,1%) Acuerdo 44 (33,1%) 44 (30,3%)
Ágape Ágape
Desacuerdo 10 (5,4%) 36 (18,3%) X(2)= 44,984 Desacuerdo 1 (0,7%) 7 (4,8%) X(2)= 8,465
Indiferencia 18 (9,8%) 57 (28,9%) p= ,000 Indiferencia 7 (5,2%) 17 (11,7%) p= ,015
Acuerdo 156 (84,8%) 104 (52,8%) C. contingencia= ,325 Acuerdo 127 (94,1%) 121 (83,5%) C. contingencia= ,171
594 VICTORIA A. FERRER PÉREZ, ESPERANZA BOSCH FIOL, CAPILLA NAVARRO GUZMÁN, M. CARMEN RAMIS PALMER Y ESTHER GARCÍA BUADES
los roles de género tradicionales en el marco de la pareja que se edad y rechazan en mayor medida el estilo Ludus (particularmen-
han venido traduciendo en una mayor inversión de esfuerzos por te las más jóvenes y las de edad intermedia).
parte de las mujeres (en su rol de cuidadoras) y que podrían lle- Estos resultados coinciden con los obtenidos por Hendrick y
varla a valorar más positivamente estos aspectos prácticos (Eagly cols. (Bailey, Hendrick y Hendrick, 1987; Hall, Hendrick y Hen-
y Word, 1999). drick, 1991; Hendrick y Hendrick, 1986; Hendrick, Hendrick y
La mayoría de personas entrevistadas (varones y mujeres de to- Dicke, 1998) y Ubillos y cols. (2001, 2003) en cuanto a los mayo-
dos los grupos de edad) no se han definido ante el estilo de amor res niveles de aceptación de los estilos Pragma por las mujeres y
Manía u obsesivo, decantándose por la opción «Ni de acuerdo ni Ágape por los varones, pero no en el resto de hallazgos.
en desacuerdo». Dada la importancia que puede tener por su posi- Por lo que se refiere a la edad, estos resultados sugieren que la
ble conexión con la violencia de género, cabe remarcar que en tor- aceptación de estilos de amor como Pragma o Ágape aumentaría
no a un 30% de varones y mujeres en todos los grupos de edad con la edad, mientras que la del estilo Ludus disminuiría. Esto iría
mostraron su aceptación hacia este estilo de amor intenso y pose- en la línea sugerida por Hendrick y Hendrick (1986) de que la ma-
sivo. durez influiría sobre los estilos de amor, dando lugar a un desarro-
Finalmente, en todos los grupos de edad los porcentajes de llo secuencial de modo que Eros sería el estilo preferente entre
aceptación del estilo Ágape o amor altruista mostrados por los va- los/as adultos/as jóvenes, mientras que con la edad se incrementa-
rones fueron significativamente más elevados que los mostrados ría la preferencia por estilos como Storge o Pragma. Por su parte,
por las mujeres (partiendo de una diferencia de casi 40% en el gru- Butler y cols. (1995) concluyeron que, a medida que aumenta la
po más joven que se reduce con la edad hasta alcanzar un 10%). A edad, se incrementa el desacuerdo con estilos amorosos como Ma-
diferencia de lo que ocurre con otros resultados, éste rompería con nía y Ágape (siendo esta tendencia más fuerte entre las mujeres
el tópico de que la abnegación es una característica básicamente que entre los hombres).
femenina. En definitiva, los resultados obtenidos indican que el estilo
Eros o amor romántico es el que genera mayores niveles de acep-
Discusión y conclusiones tación entre las personas entrevistadas (por encima del 80%) y tan-
to entre varones como entre mujeres de todas las edades. Como ya
Los resultados obtenidos permiten concluir que los estilos de se ha indicado anteriormente, este resultado muestra de forma cla-
amor que despiertan más aceptación en nuestro entorno son, por ra la vigencia en nuestro entorno del modelo de amor romántico y
este orden: Eros, Ágape, Pragma y Storge. En cambio, el estilo Lu- cómo esta vigencia no sólo se da entre la población más joven (co-
dus genera desacuerdo y el estilo Manía indiferencia. mo se desprendía de los estudios sobre el tema realizados con po-
Estos resultados se diferencian de los descritos en trabajos con blación universitaria), sino entre la población española en su con-
muestras de otros países (Hendrick y Hendrick, 1993), donde se junto.
observaba preferencia por el estilo Storge; pero coinciden con Una vez determinado este primer aspecto, se hace necesario se-
aquellos realizados en un entorno latino por Ubillos y cols. (2001), guir profundizando en este tema para comprender más y mejor las
donde los estilos Eros y Ágape eran también los más aceptados. relaciones entre los estilos de amor y variables como la edad, y
En cuanto a la influencia del género, estos resultados indican otras variables tanto personales como relativas a la relación de pa-
que si bien varones y mujeres aceptan mayoritariamente los mis- reja, así como para poder delimitar las posibles relaciones entre el
mos estilos de amor, se modifica ligeramente el orden en uno y concepto de amor y la génesis y/o mantenimiento de la violencia
otro caso (Eros, Ágape, Storge y Pragma en el caso de los varones, de género.
Eros, Pragma, Ágape y Storge en el caso de las mujeres). Relacio-
nado con ello, los varones en general presentan mayores niveles de Agradecimientos
aceptación del estilo Eros (también el más aceptado entre aquellos
de más edad) y Ágape (el más aceptado para todos y cada uno de Este trabajo se realizó en el marco de un proyecto de investiga-
los grupos de edad). Las mujeres, por su parte, muestran una ma- ción financiado por el Instituto de la Mujer del Ministerio de Tra-
yor aceptación del estilo de amor Pragma en todos los grupos de bajo y Asuntos Sociales (INMU 57/05).
Referencias
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