Caso Vallarta

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VISTOS: El miércoles 23 de enero del 2013, a las 15h05, el Ab.

Renan Eduardo Andrade


Castillo, Juez ponente de la Unidad Judicial Norte 1 Penal, con sede en el Cantón
Guayaquil, Provincia del Guayas, resuelve dictar auto de llamamiento a juicio en contra
de los procesados GENARO GARCÍA LUNA en calidad de director de la AFI, LUIS
CÁRDENAS en calidad de director de Investigación Policial de la AFI., y en calidad de
Fiscal Ab. JORGE ROSAS, por considerarlos presuntos autores del delito de fraude
procesal, delito tipificado en el artículo 272 inciso segundo del Código Orgánico Integral
Penal; teniendo como antecedente para dictar el mencionado auto, la relación de los
hechos de la denuncia presentada por ISRAEL VALLARTA, FLORENCE MARIE
LOUISE CASSEZ CREPIN, quien da a conocer los hechos materia de este
enjuiciamiento penal.”- .”- Ejecutoriado el auto de llamamiento a juicio en contra de la
mencionados encausados, el proceso fue enviado a la Oficina de Sorteos de Causas y
Casilleros Judiciales de la Corte Provincial de Justicia del Distrito del Guayas.-
Efectuado el sorteo de ley, correspondió para el conocimiento de la etapa del juicio y
dictar la respectiva sentencia a este Tribunal de Garantías Penales con sede en el Cantón
Guayaquil, Provincia del Guayas, la Audiencia se instaló con la presencia de los señores
procesados GENARO GARCÍA LUNA director de la AFI y LUIS CÁRDENAS director
de Investigación Policial de la AFI., Fiscal Ab. JORGE ROSAS, quienes
comparecieron de manera presencial a la Audiencia, por encontrarse en prisión
preventiva, y, siendo el estado del juicio el de dictar sentencia reducida a escrito,
conforme lo ordena el Art. 621 del Código Orgánico Integral Penal, por cuanto se ha
cumplido en la audiencia oral de juicio con lo dispuesto en los Arts. 618 numeral tercero
y 619 ibidem, al habérsele hecho conocer oralmente a los sujetos procesales y a los
señores procesados, que se declara su culpabilidad por haber adecuado sus conductas
a lo determinado en el Art. 272 inciso segundo del Código Orgánico Integral Penal;
por lo que, de conformidad con el Art. 76 No. 7, letra l de la Constitución de la República
del Ecuador, en concordancia los Arts. 2, 4, 5, 11, 621, 622 y 623 del Código Orgánico
Integral Penal, y en armonía con lo que prescribe el Art. 130 No. 4 del Código Orgánico
de la Función Judicial, es obligación de los juzgadores motivar sus resoluciones, por lo
que atendiendo este principio y siendo el estado del proceso el de resolver se considera:

SEGUNDO. - De conformidad con lo que estipulan los artículos 398 y 404 numeral 1
del Código Orgánico Integral Penal, este Tribunal tiene jurisdicción y competencia para
resolver el presente juicio, en razón del territorio y por el sorteo de ley.

TERCERO. - No obran de autos motivo de nulidad que declarar, de conformidad como


lo establece el Art. 601 del Código Orgánico Integral Penal, al haber precluido la etapa
de evaluación y preparatoria a juicio, en la cual una de las finalidades es establecer la
validez del proceso y al haberse pronunciado el Juez Ad-quo en el auto resolutivo de
dicha etapa procesal declarando su validez, este Tribunal acoge el pronunciamiento
emanado del Juez Ad-quo, por lo que considera que el juicio es válido. -

CUARTO. - De conformidad con lo que dispone el artículo 614 del Código Orgánico
Integral Penal, expone su alegato de apertura el abg. Héctor Trujillo, abogado de Israel
Vallarta, mismo que expresó lo siguiente:
“Señor Juez sustanciador y señores Jueces que comprenden este Tribunal de Garantías
Penales del Guayas, señor actuario del despacho, señores abogados que ejercen la defensa
técnica de los procesados, señores procesados, señores abogados particulares en
compañía de su defensa técnica, comparezco a esta Audiencia con la facultad que me
confiere el artículo 195 de la Constitución de la República, en concordancia con el
artículo 282 de Código Orgánico de la Función Judicial donde se resolverá la situación
jurídica de los ciudadanos procesados GENARO GARCÍA LUNA, LUIS CÁRDENAS
y JORGE ROSAS, a quien se les atribuye el delito reprimido y tipificado en el artículo
272 del Código Orgánico Integral Penal, donde el bien jurídico es la tutela judicial
efectiva, de conformidad con que establece el artículo 614 del Código Orgánico Integral
Penal doy inicio a mi alegato de apertura:
Señores jueces, la Fiscalía ha tenido conocimiento de la denuncia presentada por:
Florence Cassez, e ISRAEL VALLARTA detenidos y llevados a un rancho, donde se
llevó a cabo una escenificación de su detención, así como del rescate de víctimas de
secuestro. Fue transmitida en cadena nacional, como si fuese en vivo, donde se les
interrogó y señaló como miembros de un grupo delictivo. Las imágenes circularon
ampliamente por todo el país.

Respecto a la detención de Israel Vallarta

A las 6:47 a.m., del viernes 9 de diciembre de 2005, se interrumpió abruptamente el


noticiero Primero Noticias de Televisa para dar paso a un enlace en vivo y en directo. El
Reportero del programa, se encontraba fuera del Rancho Las Chinitas, en el kilómetro
29.5 de la carretera federal MéxicoCuernavaca, desde donde informa que en esos
momentos la Agencia Federal de Investigación (en adelante AFI) está por dar “un duro
golpe contra la industria del secuestro”, en virtud de que “van a liberar a tres personas
que estaban ilegalmente privadas de su libertad”.

Ya dentro de la cabaña, la cámara capta a un hombre tirado boca abajo en el suelo –Israel
Vallarta Cisneros–, el cual termina siendo sometido y esposado por los agentes federales.
En la imagen se observa cómo los agentes de la AFI voltean el cuerpo de este hombre y
lo ponen de pie frente a la cámara, mientras lo sujetan por la parte trasera del cuello

A continuación, la cámara gira a la izquierda, enfocando un rincón de la cabaña. Se


observa la cabeza y la espalda de una mujer, quien cubre su rostro con una manta blanca
–Florence Cassez Crepin–. El reportero indica que ella “es una mujer de origen francés.
Era también la esposa y quien ayudó a planear el secuestro”.

Mientras tanto, la cámara de Televisa enfoca a El Reportero, quien prosigue en su caminar


por el interior de la cabaña. En este momento ya son las 6:51 a.m., y El Reportero se
encuentra con las otras dos víctimas: Víctima-Testigo 3, el menor de edad, y su madre,
Víctima-Testigo 2. La toma no es clara a fin de proteger la identidad del menor de edad,
pero se puede apreciar la silueta de dos personas y cómo son auxiliadas por los agentes
federales.

- El 8 de diciembre de 2005, aproximadamente a las 10:30, recoge a la señorita Florence


en un lugar donde se comen alimentos rápidos sobre la carretera federal a la altura del
kilómetro 28. Ella le llamó porque habían quedado de ver para terminar de entregarle
sus muebles en su departamento.

- En la carretera federal, con rumbo a la Ciudad de México, a la altura del kilómetro 27,
había un camión de gas que obstruía el paso. Detuvo la marcha del Voyager en el que
transportaba los muebles. Varios vehículos particulares, sin ningún logotipo, cierran el
paso.
- Descendieron entre ocho y diez personas vestidas de civil. Una de ellas le dijo que
pertenecía a la AFI y que solo hacían una revisión de rutina. Revisan el vehículo, le
solicitan identificarse. De su cartera sacó la credencial para votar.

- Vallarta menciona “Al ver mi nombre, los agentes se comunican con claves. Ya abajo
de la camioneta, me ponen una chamarra en la cabeza y me suben a otra camioneta
que tenía dos filas de asientos. En la parte trasera, una persona me acostó sobre sus
piernas, sin dejar de golpearme en ningún momento.

- La camioneta va descendiendo por la autopista para entrar por Viaducto Tlalpan en ese
momento avanza la camioneta, lo esposan, y la persona que le había amenazado se sienta
sobre mi cabeza y le golpea con el puño cerrado, le bajan, le quitan la chamarra, le
vendan los ojos.

- Le desnudan totalmente, le quitan las esposas, le vendan las muñecas por la parte de
atrás, al igual que las piernas a la altura de las pantorrillas, y una voz grave le cuestiona
si sé de anatomía, al tiempo que le golpea en el costado derecho, haciéndome caer hacia
atrás en un cartón. «Eso se llama hígado, hijo de tu puta madre». Le tiró una cubetada
de agua sobre su cuerpo, se sienta en su cara y le puso un trapo húmedo con una
sustancia que pudo haber sido acetona o algo semejante que no me dejaba respirar.

- Vallarta expresa que “otra persona se hincó sobre mis rodillas, colocándolas encima
de mi muslo derecho y de la pantorrilla, causándome dolor. Otra persona comenzó a
arrojarme agua sobre la boca y nariz, provocándome asfixia, en tanto otra persona
sobre las plantas de los pies me puso un cartón y me golpeaba fuertemente con palo de
escoba en repetidas ocasiones, gritándome: «Se pasaron de verga con un cabrón bien
pesado y ya están pagados»”

- Perdío la noción del tiempo. Escuchó a otra persona quejándose porque la estaban
golpeando. Gritaba que él solo había participado un par de veces y que solo platicaba
con las personas, haciéndose pasar por otro secuestrado. Y que eso lo estaba haciendo
porque su papá era un ojete y desde pequeño humillaba a su mamá, a su hermano y a él.
Sabía que el dinero su papá lo conseguía comprando mercancía de camiones robados y
trabajando para otras personas interceptando llamadas, y que él se había autosecuestrado
porque necesitaba dinero y no tenía para el hospital de su esposa.

- Le hicieron llenar una hoja tamaño bloc o esquela, no recuerda si a cuadros o de raya,
que tenía una numeración. Y alguien le dijo que pusiera nombres zodiacales, como
Piscis o Sagitario. Y otra hoja, que era blanca, ya venía con escritura de computadora;
parecía agenda porque tenía nombres y teléfonos y a un lado otros nombres. Me hacían
escribir palabras como «hermano» o «hermana», «hijo», «empleados», etcétera. En otra
hoja en blanco le hicieron escribir una numeración del 1 al 10, del 100 al mil, del 100
mil al millón y repetir consecutivamente de 1 a 10 millones.

- Sobre mi pecho se cambiaba otra persona menos pesada: era una mujer. También le
insultaba y le sostenía la cabeza al momento en que le tiraban agua sobre la boca. Y
seguían con los golpes en las plantas de los pies con un palo de escoba. Lograron
introducir una parte de este palo en su recto, causándome dolor, diciéndole que hiciera
un trato con ellos para que pudiera irme junto con la francesa. Que a ella la estaban
tratando igual que a mí, que tenía muy bonita ropa interior.

- La persona que estaba junto a mí me dijo: «Si tú haces lo que se te dice, tu novia se va».
Yo acepté. Se subieron unas personas, sin que sepa cuántas. Una de ellas me dijo: «Vas
a hablar con tu novia». Al empezar a hablar con Florence, le dije: «Ya te vas. Hice un
trato con estas personas que te van a ir a dejar a la embajada. Di que perdiste tus
documentos y vete a tu país. Perdóname, quise hacerte feliz y no pude». Después de un
rato salimos de ese lugar.

- Se detuvieron sobre una avenida principal. Me dijeron: «Ya cumplimos, tu novia ya se


fue y de ahora en adelante vas a aceptar todo lo que venga, porque si no le rompemos la
madre a toda tu familia». Ahí sentí que avanzaba la camioneta con más facilidad. Me
dijeron: «¿Reconoces aquí?», sobre la carretera federal a Cuernavaca, antes de llegar a
mi casa. Ingresamos, ya que las puertas estaban abiertas de par en par. Una camioneta
Express estaba a punto de salir; las puertas de atrás las estaban cerrando. Al terminar de
acomodar un refrigerador que reconocí como mío, se retiró. Luego me pasaron a otra
camioneta color blanco, tenía una banca al fondo (yo estaba esposado).

- Empiezo a caminar hacia la cabañita, comienzo a sentirme mal y vuelvo el estómago.


Veo que llevan a Florence caminando y la meten también en esa cabañita. Le pregunto
a la persona que me sostenía: «¿No que habían dejado ir a Florence?». Al abrir la puerta,
veo a Florence sentada sobre un sillón que yo tenía en el garaje, junto con una televisión
grande y vieja y una mesita con documentos, diplomas personales míos, diplomas de
mis hijos, fotografías de mis padres que antes estaban en mi casa, así como mi pasaporte
y otros documentos que antes guardaba en mi caja fuerte y fotografías de Florence que
tenía en su departamento. Me sientan junto a Florence y nos ponen una cobija sobre las
piernas, esposados los dos. Dos personas de traje con abrigos largos oscuros, altos, de
tez blanca, pelo corto y uno de lentes que más adelante escucho se llama Israel Zaragoza.
La otra persona con abrigo largo llega directamente a golpearme en el rostro; Florence
y, jalándole los pelos, le gritó: «Eres una hija de la chingada, te hubieras quedado en tu
país a hacer tus chingaderas». Reconoce su voz como una de las personas que estuvieron
torturándole horas antes, de apellidos Cárdenas Palomino.

- Cuando Cárdenas Palomino me golpeaba, escuché una voz de mujer. Gritaba: «No les
peguen, ellos no nos hicieron nada». Y otra voz de hombre le contestaba: «No los
defienda, son unos hijos de la chingada». Reconocí la voz de la persona que horas antes
estaban golpeando en el mismo lugar donde me golpeaban a mí. Cuando salen estas
personas de abrigo largo, se queda un oficial de la AFI que traía logotipo con
pasamontañas, botas y arma larga. No sin antes golpearme con el puño cerrado, me
amenazó que no me pasara de listo.

- En ese momento enciende la televisión en el canal 2 de Televisa y empezamos a ver y


escuchar la voz de Loret de Mola, que decía que se iban a enlazar para el rescate de unos
secuestrados. En la primera toma, un elemento de la AFI abre la puerta con mucha
facilidad y de fondo se ve la cabaña donde habito con las luces encendidas. Y, al hacer
una toma general, noto que dentro del terreno ya no están las camionetas que había visto
con los elementos de la AFI, y del lado izquierdo se encontraba la camioneta Express
van que había salido de mi casa con objetos de mi propiedad. La toma se da hacia la
derecha, dirigiéndose a la cabañita, y veo una camioneta gris, creo es una Nissan, Pilot
o Pathfinder, que antes no estaba, y veo que otro elemento de la AFI se acerca a la
entrada de dicha cabañita y abre sin esfuerzo y sin forzar el picaporte hacia fuera y
hacia la derecha una puerta de madera vieja. En esa toma yo alcanzo a ver al elemento
de la AFI que está al fondo y la televisión encendida con los momentos que estaban
filmando. En eso me levantan y me empieza a preguntar cosas alguien de la televisión
con una cámara frente a mi cara y Cárdenas Palomino se coloca sobre mi costado
izquierdo y me toma por el cuello para hacerme daño, recordándome que no podía
retractarme.

- Cárdenas le seguía golpeando en el estómago para llevarle a una camioneta blanca pick-
up con logotipos de la AFI. Ahí me suben y poco tiempo después suben a mi lado a
Florence y a nuestros costados se suben dos elementos de la AFI, sin hacernos daño. Sin
embargo, del lado del copiloto en diferentes ocasiones Cárdenas Palomino e Israel
Zaragoza se subían para seguirnos golpeando a Florence y a mí.

- En varios momentos nos bajaron de la camioneta para que nos tomaran fotografías los
medios de comunicación, así como tomas para la televisión. Después de ahí salimos de
mi casa y desde ese momento la persona que va de copiloto comienza a golpearme en
la cabeza y el cuello con el puño cerrado y a tomarnos fotografías con la cámara de su
celular, insultándome, hasta que llegamos a las instalaciones de la SIEDO.

- Alejandro Fernández Medrano. Me dice: «Estás metido en un pedote y tengo


consigna de darte en la madre. Soy el único que puede iniciarte blandito o hundirte. Ya
habían platicado contigo y te dijeron que tenías que aceptar todo lo que te pusieran y
empezaste a cagarla en la televisión». Escucho a mis espaldas la voz de la mujer que
horas antes se sentó sobre mi pecho y que me torturaba, le dicen Chabelita o Isabel. Y
del grupo que empieza a rendirle cuentas al Ministerio Público, reconozco voces de
algunos de los que me estuvieron torturando. En ningún momento me dijeron mis
garantías, solamente Fernández me dijo que no podía retractarme y, si bien me habían
presentado con alguien que iba a representarme como defensor público, nunca estuvo
presente en el momento en que el licenciado elaboraba mi supuesta declaración,
solamente al final.

- Como no llegamos a nada, tomamos el camino de vuelta. Una persona que venía en el
interior de la camioneta me dijo que él era Ministerio Público del Estado de México, me
mostró una fotografía en una hoja impresa y me preguntó si lo conocía. Respondí que
no. Me dijo: «Se llama Enrique Elizalde Menchaca, es secuestrador y trabaja con tu
patrón interviniendo llamadas», sin yo entender a lo que se refería. Cuando regresamos
a la SIEDO, un AFI me detiene y toma fotografías con su celular. Me da un puñetazo y
me dice: «El licenciado te manda decir buenas noches». Me ingresan en la galera 3 y yo
quedo desfallecido. Por la mañana, a la hora que llevan el desayuno, una persona vestida
de civil me levanta, me golpea y me dice: «Te manda los buenos días tu judío favorito.
Ya sabes que si hablas, te mueres tú y toda tu familia», quedándome claro a quién se
refería. Yo en este momento me declaro inocente. Yo nunca participé en algún
secuestro, en ninguna negociación.
- Pido que estas personas, tanto Ezequiel Elizalde como Eduardo Cuauhtémoc Margolis,
sean presentadas y se les investigue, así como otras posibles personas que colaboran con
él.

En su alegato de apertura, el Ab. Fabián Leobardo Cuajical en representación de la señora


procesada, FLORENCE MARIE LOUISE CASSEZ CREPIN manifesto:

Respecto a la detención de Florence

- Florence indica que se quedó de ver con él en un puesto de comida, que el taxi se
descompuso, que allí vio a un hombre de abrigo negro (Cárdenas Palomino) y que Israel
la recogió allí para llevar sus muebles al nuevo departamento de la colonia Juárez.

- Luego, relata que ambos fueron detenidos por agentes de la AFI y conducidos a las
inmediaciones de la SIEDO siguiendo paso a paso lo ya dicho por su novio o exnovio.

- También confirma que Israel fue torturado a lo largo de todo ese día mientras ella
permanecía en una camioneta estacionada frente a las instalaciones de la Procuraduría,
que la maltrataron y le pidieron que reconociera distintas personas en una serie de
fotografías y, en fin, que fueron conducidos de vuelta a Las Chinitas, donde se vieron
obligados a formar parte del montaje orquestado por la AFI.

- Florence añade un par de detalles a su relato previo. En primera instancia, afirma que,
durante el viaje de Las Chinitas a la SIEDO, los agentes aprovecharon un momento en
el que ella se tropezó para acariciarla. En segundo lugar, confiesa que, cuando llegó a la
Procuraduría, una persona le preguntó si conocía a Eduardo Margolis. Florence le
contestó que sí, que lo había visto dos veces y que su hermano había trabajado con él.
«Te vas a ir al hoyo por mucho tiempo», la amenazó el mismo sujeto.

- Existen escenarios en los que la vulneración material de un derecho fundamental apareja


consecuencias prácticas consistentes en la privación total del derecho de defensa y en
un perjuicio real y efectivo de los intereses del afectado por esas violaciones. El caso
que nos ocupa es uno de ellos. Esta Corte se enfrenta a un caso muy específico en el que
la violación a los derechos fundamentales a la asistencia consular y a la puesta a
disposición sin demora, produjeron, por sí mismas, una indefensión total. Aunado a lo
anterior, en el caso concreto esta indefensión se produce no solo por la violación
individualizada de estos derechos, sino porque, además, estas violaciones han producido
la afectación total del procedimiento al tener una incidencia devastadora en otros
derechos fundamentales, como la presunción de inocencia y la defensa adecuada

Con los antecedentes descritos se pretende inducir engaño al juez, durante la detención
de Israel Vallarta y Florence Cassez con la implantación de pruebas, abuso policial,
ocultamiento de pruebas, con el cambio del estado de las personas, por ello denuncian
fraude procesal, en virtud de que los ciudadanos GENARO GARCÍA LUNA director de
la AFI, LUIS CÁRDENAS director de Investigación Policial de la AFI y Fiscal Ab.
JORGE ROSAS recrearon el momento de la captura para fines de publicidad televisiva,
el Director General de la AFI sostuvo que “en la operación para rescatar a las víctimas no
había prensa, ya se explicó eso (…) en una entrevista” y agregó que la escenificación se
realizó a petición de los medios a fin de mostrar cómo fue el ingreso a la casa de seguridad
en cooncordancia con favorezcan ocultando los instrumentos o pruebas materiales de la
infracción, o inutilizando las señales o huellas del delito, para evitar su represión y los
que, estando obligados por razón de su profesión se pide la sanción de pena privativa de
libertad tres años. Entonces eso es lo que se produjo y eso es la teoría del caso, que
nosotros hemos traído ante este Tribunal

Al respecto, es importante señalar que el parte original de los policías señalaba las 5:00
a.m., como la hora de inicio del operativo de vigilancia en las inmediaciones del Rancho
Las Chinitas y las 5:30 a.m., como la hora de detención de Florence Cassez. Sin embargo,
con posterioridad al descubrimiento de que el video difundido sobre su detención fue una
escenificación ajena a la realidad, las autoridades policiales iniciaron una averiguación
interna de las irregularidades cometidas en ese día, lo que dio lugar a la corrección de la
hora, para quedar como hora definitiva de la detención, la de las 4:30 a.m. 22. Asimismo,
Florence Cassez alegó durante el procedimiento que su detención ocurrió un día antes, es
decir, el 8 de diciembre de 2005.

En su alegato de apertura, el señor Ab. Héctor Gabriel Vanegas Fernández, en


representación del señor procesado GENARO GARCÍA LUNA y JORGE ROSAS
manifestó: “Muchas gracias señora Presidenta, abogados de este Tribunal, para efectos
de audio me hago presente, Héctor Gabriel Vanegas Fernández, soy el defensor técnico
del hoy injustamente procesado, GENARO GARCÍA LUNA, señorías para iniciar este
alegato de apertura e indicarles específicamente los objetivos de mi defensa y la
proposición que tendré que demostrar ante ustedes en esta audiencia de juicio, pongo a
su conocimiento, en primer lugar, que este es un caso que se ha construido previo a la
participación de los sujetos procesales a esta audiencia, este es un caso que lo ha
construido, lo han construido los medios de comunicación, lo han construido realmente
un poder mediático y que en principio da por sentado que el hecho que acontece o que
los ha motivado a estar presentes en esta sala de audiencia es un delito y manifiesta:

- García Luna niega esta posibilidad y sostiene que ni la PGR ni la AFI responden a
motivos políticos ese parte es el parte de un policía que rinde su parte, insiste en que
para la corporación las víctimas son lo primero. «Si usted observa el parte de la policía,
refiere que se detiene a la persona señalada en un secuestro anterior, con un parte que
existía ya previo. Este individuo es el que sale del domicilio. Se le detiene. Iba en
compañía de la francesa y portaba un arma en el vehículo»

- Además indica: «Son tres víctimas», el director de la AFI. «Un menor de 11 años, una
señora y un joven. Esa casa, cuando se identifica la casa de seguridad con las referencias
del secuestrador, la unidad que está de vigilancia, por la premura del hecho y, con un
menor en cautiverio, a petición del señor fiscal, ingresa al domicilio, se libera a las
víctimas, llegan los medios posterior al hecho…

- De esta manera sostiene García Luna, quien insiste en que había nueve denuncias
previas contra Israel. «¿Y la diferencia de un día a qué se debe?». «No hay ninguna
diferencia. Fue el mismo día la detención. Probablemente a lo que se refiere la ciudadana
francesa es que se le detiene en la carretera y efectivamente la casa está a pie de
carretera. Ella refiere que se le detiene y se le pone a disposición del Ministerio Público
y se le arraiga. Los tiempos que están en el parte policial son exactos. Se le detiene la
madrugada del día 9.
- Señala cronologicamente la detención el 31 de agosto de 2005 fue secuestrada la
Primera denunciante de Israel Vallarta, mientras se dirigía a la escuela preparatoria en
la cual estudiaba. El 5 de septiembre de 2005, tras recibir el pago del rescate
correspondiente, los secuestradores de la Primera denunciante de Israel Vallarta la
dejaron en libertad, después de seis días de cautiverio13 . El 13 de septiembre de 2005
la víctima se presentó a declarar y realizó una narración sobre los hechos de su secuestro

- El 18 de noviembre de 2005, Esposa de la Víctima-Testigo 1 se presentó en la


Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (en
adelante “SIEDO”) a denunciar el secuestro de su esposo la Víctima-Testigo. Según
declaraciones de las víctimas, a finales de noviembre de 2005, fueron trasladadas de una
casa de seguridad en Tláhuac al Rancho Las Chinitas, donde permanecieron durante la
última etapa de su cautiverio

- Las investigaciones sobre el secuestro de la Primera denunciante de Israel Vallarta


llevaron a la identificación del automóvil con el cual se perpetró el ilícito. Así, las
autoridades siguieron dicho vehículo hasta llegar a la carretera federal México-
Cuernavaca, a la altura del kilómetro 29.5, esquina con la calle cerrada de Ahuacatitla,
colonia San Miguel Topilejo, se percataron que ingresó a un inmueble llamado Rancho
Las Chinitas, lo que provocó que se activara un operativo de vigilancia en ese lugar. Se
recopiló información acerca de este inmueble, lo que condujo a la confirmación sobre
Israel Vallarta, como uno de los responsables de su secuestro.

- Detención de Florence Cassez. A las 4:00 a.m., del 9 de diciembre de 2005, los policías
federales Germán Oviedo, Luis Escalona, José Aburto y Carlos Servín iniciaron un
operativo de vigilancia en las inmediaciones del Rancho Las Chinitas, el cual era el
domicilio de Israel Vallarta. A las 4:30 a.m., los policías federales detuvieron a Israel
Vallarta y a Florence Cassez, en la carretera federal libre México-Cuernavaca en el
kilómetro 28, a la entrada del pueblo de Topilejo

QUINTO. - De conformidad con el Art. 615 del Código Orgánico Integral Penal, el señor
Juez de sustanciación ordenó la práctica de las pruebas, anteriormente anunciadas porla
defensa el abg. Héctor Trujillo, abogado de Israel Vallarta , solicitó se reciban los
testimonios de varios testigos, los mismos que son llamados en el mismo orden en que
son solicitados, así tenemos:

TESTIMONIO DUEÑO DE TALLER MECÁNICO: La defensa de Israel llama a


declarar, el 20 de septiembre, al dueño de un taller mecánico en Iztapalapa, quien afirma
que el 5 de junio de 2005 Israel le llevó su Volvo S40, color aluminio, modelo 2003, ya
que tenía un golpe trasero del lado izquierdo y que no se lo entregó sino hasta el 15 de
agosto. Según el dueño del taller, Israel volvió a llevarle el vehículo el día 27, ya que le
faltaban unos detalles por reparar, y no se lo entregó de vuelta hasta el 3 de septiembre.
Para probarlo, enseña las órdenes de reparación. Días después, la defensa entrega al
juzgado la orden de servicio del Volvo S40, la cual establece que el vehículo permaneció
en el taller entre el 30 de septiembre y el 1 de noviembre de 2005 conforme a los registros
de la compañía de seguros Quálitas. Es decir: durante todo el periodo que duró el
secuestro de Valeria.
El doctor Galicia, PERITO DEL DEPARTAMENTO DE MEDICINA dictamina que las
heridas de Israel en la zona inguinal y en el muslo izquierdo son quemaduras compatibles
con lesiones producidas con un objeto transmisor de corriente eléctrica y admite que los
golpes «le fueron infligidos sin que hubiera para ello una justificación».

Los EXPERTOS EN FONIATRÍA SERGIO NANNI Y ABELARDO ROA comparan la


voz de Israel con las de los negociadores de los otros seis secuestros con los que lo ha
vinculado la policía. Su conclusión contradice a la policía: «No existe ninguna semejanza
sonora ni fonética del hoy procesado con las grabaciones de las conversaciones
telefónicas grabadas en los audiocasetes».

- El agente Servín, quien afirma que, por un error, señaló que la operación para capturar
a Israel y Florence se inició a las 05:00, cuando en realidad fue a las 04:00. Según esta
nueva cronología, eran las 04:30 cuando Florence e Israel salieron de Las Chinitas en
una camioneta van Express y enfilaron hacia el centro de la ciudad. A las 04:45, Servín
se trasladó a un puente peatonal sobre la carretera y se dio cuenta de que sus
compañeros ya tenían aseguradas a dos personas. A esa hora procedieron a arrestar a
Israel y Florence, a quienes subieron a una de las patrullas. Luego, a las 05:00, Israel
les dijo, espontáneamente, que si no regresaba al rancho sus cómplices iban a matar a
tres personas que tenían secuestradas. Entonces Servín llamó por radio a la guardia de
Operaciones Especiales para pedir apoyo. A las 06:15, llegaron dos células de
intervención al puente de Topilejo, compuestas cada una por cinco personas, y todos
juntos se dirigieron de vuelta a Las Chinitas. «Al llegar a la entrada, al zaguán, me
bajé con el señor Israel Vallarta, quien abrió el zaguán y me indicó que del lado
derecho, al fondo, estaban las personas que momentos antes nos había comentado»,
concluye Servín. El investigador le pregunta entonces a qué hora ocurrió el rescate de
las víctimas. «Eran como las 06:30, ya que todo fue muy rápido», sostiene. En ninguna
parte de su declaración el agente Servín menciona que la prensa estuviese en el lugar
y tampoco reconoce que él o alguno de sus compañeros hubiesen participado en una
recreación a petición de los medios, como aseveró su jefe.

Prueba documental

Israel Vallarta presenta una factura del Hospital St. Joseph de Guadalajara, del 29 de
agosto de 2005, que demuestra que Israel estuvo con su hija ese día, así como la copia de
la visa del consulado de Estados Unidos emitida el 30 de agosto del mismo año. Ello
querría decir que, para secuestrar a Valeria, Israel tendría que haber viajado esa misma
tarde a la Ciudad de México para llevar a cabo el secuestro, muy temprano por la mañana,
a las 07:00 del día 31.

Se le concede la palabra al señor defensor de los procesados GENARO GARCÍA LUNA


y JORGE ROSAS, el mismo que de conformidad con el Art. 615 del Código Orgánico
Integral Penal, indica que su defendidos no van a rendir su testimonio; por lo que se da
paso a lo solicitado y previamente el señor juez sustanciador de esta causa penal, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 507 del Código Orgánico Integral Penal, le
hace conocer de su derecho de acogerse a la garantía constitucional de guardar silencio,
como también se le explicó que su testimonio servirá como medio de defensa y de prueba
a su favor, ante lo cual el señor procesado expresamente indica: Prueba Testimonial:
- La agente Murgui es la responsable de conducirlos hacia estas pistas. Aunque carece
de cualquier formación como perito en fonología, es ella quien concluye que Humberto
(es decir, el Patrón) participó en otros seis secuestros. Tras escuchar un sinfín de
grabaciones almacenadas en el banco de voces de la PGR, concluye que la voz del
Patrón es idéntica a la del sujeto que negoció los rescates de los empresarios judíos —
el dato no será irrelevante— Elías Nousari, Emilio Jafif y Shlomo Segal, así como los
de Margarita Delgado y Roberto García.

- Declaración ministerial de David Orozco, 6 de mayo de 2009: Confirmo mi


participación en actividades de secuestro. En el año 2000, conocí a Israel Vallarta, mi
vecino de la colonia Progresista, en Iztapalapa, debido a que jugábamos en su equipo
de fútbol. Israel se dedicaba a la compra-venta de autos y tenía un taller en la avenida
Ermita-Iztapalapa, gestionado por René Vallarta. En el 2002, Israel me financió con
$200,000 para mi negocio de venta de ropa. Esta transacción, aparentemente de lavado
de dinero obtenido de secuestros, se repitió en el 2003. En el 2004, tras devolverle
$300,000, Israel me invitó a unirme a su actividad de secuestro. Mi primera
participación fue en febrero del 2004, donde cuidé a una víctima en el rancho Las
Chinitas. En septiembre del mismo año, me llamó para vigilar a tres personas en el
rancho. Nombres como Méndez El Pareja, Rabaida, Agustín Ávalos, y otros, formaban
parte de esta organización de secuestro liderada por Israel y su novia francesa. Mi
declaración incluye detalles de secuestros, como el de un fabricante de zapatos en
León, Guanajuato. Después de devolver $300,000 en 2004, Israel me involucró más
activamente. Señalo su relación con la Francesa y menciono conflictos internos entre
los hermanos de Israel, quienes formaron sus propias organizaciones delictivas
después de su detención.

SEXTO.- FASE DE ALEGATOS FINALES.- El Ab. Hector Trujillo, en la fase de


los debates, de conformidad con el Art. 618 del Código Orgánico Integral Penal, al
referirse a la existencia material de la infracción y a la culpabilidad del procesados
GENARO GARCÍA LUNA y JORGE ROSAS, manifestó: “continuando con la
sustanciación de esta audiencia de conformidad con lo que establece el artículo 618 del
Código Orgánico Integral Penal, doy inicio a mi alegato de cierre o alegato final.

Señores Jueces en la audiencia respecto a la causa de Fraude procesal ha demostrado la


conducta típica, antijurídica y culpable de los ciudadanos procesados, donde el bien
jurídico protegido es la tutela judicial efectiva, esto es con cada una de las pruebas
practicadas, valoradas en esta audiencia cómo es, el testimonio del DUEÑO DE TALLER
MECÁNICO: quien afirma que el 5 de junio de 2005 Israel le llevó su Volvo S40, color
aluminio, modelo 2003, ya que le faltaban unos detalles por reparar, y no se lo entregó de
vuelta hasta el 3 de septiembre la cual establece que el vehículo permaneció en el taller
entre el 30 de septiembre y el 1 de noviembre de 2005 conforme a los registros de la
compañía de seguros Quálitas. Es decir: durante todo el periodo que duró el secuestro de
Valeria. Asi mismo, el doctor Galicia, PERITO DEL DEPARTAMENTO DE
MEDICINA dictamina que las heridas de Israel en la zona inguinal y en el muslo
izquierdo son quemaduras compatibles con lesiones producidas con un objeto transmisor
de corriente eléctrica y admite que los golpes, y finalmente los EXPERTOS EN
FONIATRÍA SERGIO NANNI Y ABELARDO ROA comparan la voz de Israel con las
de los negociadores de los otros seis secuestros con los que lo ha vinculado la policía. Su
conclusión contradice a la policía: «No existe ninguna semejanza sonora ni fonética del
hoy procesado con las grabaciones de las conversión.
A eso se debe agregar que el relato de Orozco es del todo incoherente. En primer lugar,
nada dice del secuestro de Valeria: es un episodio en el que no participó o pasa
inadvertido. Si en verdad este testimonio estuvo preparado por la policía, ni siquiera
guarda la mínima relación con la secuencia de hechos consignada en la investigación.
Igual que en el video, Orozco afirma que había tres secuestrados en Las Chinitas, pero
insiste en que las víctimas eran un hombre joven —acaso Ezequiel— y dos mujeres. Una
de ellas podría haber sido Cristina, pero Orozco nunca habla de un niño y la posibilidad
de confundir a Christian con «una señora de pelo ondulado» es absurda. La secuencia
temporal tampoco es correcta: afirma que Israel lo llamó a cuidar de las víctimas, al lado
de Carlos Palafox, en septiembre de 2004 (cuando quiso decir, en el mejor de los casos,
2005), y que tres días después capturaron a Israel y la Francesa, pero como sabemos ellos
fueron capturados el 8 de diciembre.

Solicitándole a este Tribunal que se le imponga la pena que determina este artículo, la
reparación integral a la víctima por el daño causado y la multa que establece el artículo
70. La pena máxima que establece el tipo penal del artículo 272, su señoría es de 3 años,
en cuanto a la reparación integral el tribunal de acorde a lo que establece la normativa y
con lo que exprese los denunciantes definirán si hay un monto especifico del mismo.”.

El señor abogado defensora de FLORENCE MARIE LOUISE CASSEZ CREPIN en su


intervención dijo: “Señores miembros del tribunal los agentes refieren que El problema
que se le presenta a la AFI y a la PGR en su esfuerzo por recomponer la historia consiste
en que los tiempos establecidos en el informe policial no coinciden con las declaraciones
de García Luna en Punto de Partida. Referente a los hechos relatados se resume en:
- El 9 de diciembre de 2005: Un equipo de la extinta Agencia Federal de
Investigaciones (AFI) ingresa al rancho Las Chinitas, en la carretera México-
Cuernavaca, para detener a una banda de secuestradores llamada Los Zodiaco (de la
cual Florence Cassez supuestamente fue miembro) y liberar a tres de sus víctimas.
El operativo es transmitido por televisión abierta.
- 10 de febrero de 2006: El entonces director de la AFI, Genaro García Luna,
reconoce en el programa Punto de Partida que la detención de los presuntos
plagiarios fue una recreación y que Cassez y su novio, Israel Vallarta, habían sido
detenidos desde un día antes del montaje televisivo.
- Días después de transmitirse el programa, dos de las presuntas víctimas, Cristina Ríos
y su hijo Cristian, ampliaron su declaración y aseguraron reconocer la voz de Cassez.
- 25 de abril de 2008: Cassez es sentenciada a 96 años de prisión por el secuestro de
cuatro personas, asociación delictuosa y posesión de arma de fuego.
- 3 de marzo de 2009: Tras una apelación, la pena de la francesa se fija en 60 años.
- 9 de marzo de 2009: El caso Cassez domina la agenda de la visita de Nicolás
Sarkozy (entonces presidente de Francia) a México. El ex presidente Felipe
Calderón anuncia que la francesa no será extraditada y cumplirá su condena en
México.
- 11 de mayo de 2009: Se presenta el testimonio de David Orozco, integrante de Los
Zodiaco detenido días antes, quien acusa a Cassez de haber planeado y ejecutado
varios plagios, y de encargarse del cuidado de algunas víctimas.
- 22 de junio de 2009: Calderón anuncia su oposición a permitir la extradición de
Cassez.
- 30 de agosto de 2010: La defensa de Cassez interpone un amparo ante la Suprema
Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
- 9 de febrero de 2011: Organizaciones civiles como Alto al Secuestro, de Isabel
Miranda de Wallace, exigen al Poder Judicial no ceder ante las presiones de
Francia sobre el caso de Cassez.
- 10 de febrero de 2011: La SCJN rechaza el amparo y ratifica la sentencia de Cassez
a 60 años de prisión. La decisión origina diferencias diplomáticas entre México y
Francia, lo que provoca la cancelación de las actividades del “Año de México en
Francia”
- 10 de marzo de 2011: La Primera Sala de la Corte se declara competente para
examinar un recurso de amparo por inconstitucionalidad, presentado por un
abogado de Cassez.
- Junio de 2011: El juez Primero de Distrito de Procesos Penales Federales en Nayarit,
José Clemente Cervantes, ordenó la liberación de varios supuestos miembros de Los
Zodiaco, por considerar que no se podía dar valor probatorio a los testimonios de
Cristina Ríos y Christian Ramírez.
- 7 de marzo de 2012: El ministro de la SCJN, Arturo Zaldívar, presenta un proyecto
de amparo para liberar a Cassez.
- 21 de marzo de 2012: El caso Cassez se discute en la Primera Sala de la Corte. Sólo
los ministros Zaldívar y Sánchez Cordero votan a favor de liberarla
inmediatamente. Se necesitaban al menos tres votos, por lo que el proyecto lo
desecharon.
- 23 de enero de 2013: Con tres votos a favor y dos en contra, los ministros de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación determinaron la libertad inmediata de Cassez
por no haberse seguido el debido proceso.

Para corregir el entuerto, el 1.º de marzo son llamados a declarar, en virtud de una
investigación interna de la AFI, los agentes Escalona, Aburto, Zavaleta y Servín. El
primero en comparecer es el agente Servín, quien afirma que, por un error, señaló que la
operación para capturar a Israel y Florence se inició a las 05:00, cuando en realidad fue a
las 04:00.
Según esta nueva cronología, eran las 04:30 cuando Florence e Israel salieron de Las
Chinitas en una camioneta van Express y enfilaron hacia el centro de la ciudad. A las
04:45, Servín se trasladó a un puente peatonal sobre la carretera y se dio cuenta de que
sus compañeros ya tenían aseguradas a dos personas. A esa hora procedieron a arrestar a
Israel y Florence, a quienes subieron a una de las patrullas. Luego, a las 05:00, Israel les
dijo, espontáneamente, que si no regresaba al rancho sus cómplices iban a matar a tres
personas que tenían secuestradas. Entonces Servín llamó por radio a la guardia de
Operaciones Especiales para pedir apoyo. A las 06:15, llegaron dos células de
intervención al puente de Topilejo, compuestas cada una por cinco personas, y todos
juntos se dirigieron de vuelta a Las Chinitas. «Al llegar a la entrada, al zaguán, me bajé
con el señor Israel Vallarta, quien abrió el zaguán y me indicó que del lado derecho, al
fondo, estaban las personas que momentos antes nos había comentado», concluye Servín.
El investigador le pregunta entonces a qué hora ocurrió el rescate de las víctimas. «Eran
como las 06:30, ya que todo fue muy rápido», sostiene. En ninguna parte de su
declaración el agente Servín menciona que la prensa estuviese en el lugar y tampoco
reconoce que él o alguno de sus compañeros hubiesen participado en una recreación a
petición de los medios, como aseveró su jefe. En sus respectivos testimonios, los agentes
Zavaleta, Aburto y Escalona repiten la misma historia y sostienen que todos se
equivocaron al momento de anotar la hora de la captura en sus informes.
El abogado se suscribe a lo solicitado por el abogado solicitando se le imponga la pena
que determina este artículo, la reparación integral a la víctima por el daño causado y la
multa que establece el artículo 70. La pena máxima que establece el tipo penal del artículo
272, su señoría es de 3 años, en cuanto a la reparación integral el tribunal de acorde a lo
que establece la normativa

Alegatos finales procesados

Los procesados señalan que en Primero Noticias y Hechos redactan la «captura en vivo
de dos peligrosos secuestradores» y la «liberación de tres de sus víctimas» gracias a la
heroica intervención de los agentes de la AFI en el rancho Las Chinitas.

Justifican las acciones de la PGR por existir nueve denuncias contra Israel Vallarte y su
novia respecto a las fechas son las descritas en los reportes del parte del policia, porque
no existe espacio de tiempo García Luna niega esta posibilidad y sostiene que ni la PGR
ni la AFI responden a motivos políticos.

Ese parte es el parte de un policía que rinde su parte, insiste en que para la corporación
las víctimas son lo primero. «Si usted observa el parte de la policía, refiere que se detiene
a la persona señalada en un secuestro anterior, con un parte que existía ya previo. Este
individuo es el que sale del domicilio. Se le detiene. Iba en compañía de la francesa y
portaba un arma en el vehículo».

Con todo este antecedente, en virtud de todos los elementos probatorios que se han
practicado en esta audiencia de juicio testimoniales y documentales importantes he hice
hincapié especial a esto en la presentación de los mismos en la etapa oportuna, le solicito
encarecidamente señorías que se haga justicia, que se ratifique el estado de presunción de
inocencia de LOS PROCESADOS porque es tan frágil y tan incorrecta e imprecisa, la
acusación y se declara la inocencia.

SÉPTIMO.- La Constitución de la República del Ecuador en el artículo 168 numeral 6


establece que: “La sustanciación de los procesos en todas las materias, instancias, etapas
y diligencias se llevará a cabo mediante el sistema oral, de acuerdo con los principios
de concentración, contradicción y dispositivo, esto en concordancia con el artículo 76 de
la Constitución de la República del Ecuador, tales como: legalidad, oralidad,
inmediación, dispositivo, de contradicción en la presentación de las pruebas, señalados
en los artículo 168 y 169 de la Constitución de la República y los Tratados, Convenios y
Declaraciones Internacionales de Derechos Humanos, de los que el Ecuador es parte,
tales como: Declaración Universal de Derechos Humanos, Declaración Americana de
los Derechos y Deberes del Hombre, Convención Americana Sobre Derechos Humanos
(Pacto de San José de Costa Rica), Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos;
por lo que, el Tribunal para poder determinar la responsabilidad de una persona en la
comisión de una infracción por acción u omisión, precisa que se hayan cumplido con
absoluto rigor las distintas exigencias normativas establecidas en el Código Orgánico
Integral Penal, la Constitución de la República, los Tratados, Convenios y Declaraciones
internacionales. El Tribunal considera que conforme lo dispone los Artículos 453, 454,
455 y 457 del Código Orgánico Integral Penal que dicen referente a las pruebas y su
valoración: “Articulo 453.- Finalidad. - La prueba tiene por finalidad llevar a la o al
juzgador al CONVENCIMIENTO de los hechos y circunstancias materia de la infracción
y la responsabilidad de la persona procesada”. “Artículo 454.- Principios.- El anuncio
y práctica de la prueba se regirá por los siguientes principios: 1. Oportunidad.- Es
anunciada en la etapa de evaluación y preparatoria de juicio y se practica únicamente
en la audiencia de juicio. Los elementos de convicción deben ser presentados en la etapa
de evaluación y preparatoria de juicio. Las investigaciones y pericias practicadas
durante la investigación alcanzarán el valor de prueba, una vez que sean presentadas,
incorporadas y valoradas en la audiencia oral de juicio. Sin embargo, en los casos
excepcionales previstos en este Código, podrá ser prueba el testimonio producido de
forma anticipada. 2. Inmediación.- Las o los juzgadores y las partes procesales deberán
estar presentes en la práctica de la prueba. 3. Contradicción.- Las partes tienen derecho
a conocer oportunamente y controvertir las pruebas, tanto las que son producidas en la
audiencia de juicio como las testimoniales que se practiquen en forma anticipada. 4.
Libertad probatoria,- Todos los hechos y circunstancias pertinentes al caso, se podrán
probar por cualquier medio que no sea contrario a la Constituci6n, 1os instrumentos
internacionales de derechos humanos, los instrumentos internacionales ratificados por
el Estado y demás normas jurídicas. 5. Pertinencia.- Las pruebas deberán referirse,
directa o indirectamente a 1os hechos o circunstancias relativas a la comisión de la
infracción y sus consecuencias, así como a la responsabilidad penal de la persona
procesada. 6. Exclusión.- Toda prueba o elemento de convicción obtenidos con violación
a los derechos establecidos en la Constitución, en los instrumentos internacionales de
derechos humanos o en la Ley, carecerán de eficacia probatoria, por lo que deberán
excluirse de la actuación procesal. Se inadmitirán aquellos medios de prueba que se
refieran a las conversaciones que haya tenido la o el fiscal con la persona procesada o
su defensa en desarrollo de manifestaciones preacordadas. Los partes informativos,
noticias del delito, versiones de los testigos, informes periciales y cualquier otra
declaración previa, se podrán utilizar en el juicio con la única finalidad de recordar y
destacar contradicciones, siempre bajo la prevención de que no sustituyan al testimonio.
En ningún caso serán admitidos como prueba. 7. Principio de igualdad de oportunidades
para la prueba.- Se deberá garantizar la efectiva igualdad material y formal de los
intervinientes en el desarrollo de la actuación procesal.” “Articulo 455.- Nexo causal.-
La prueba y los elementos de prueba deberán tener un nexo causal entre la infracción y
la persona procesada, e1 fundamento tendrá que basarse en hechos reales introducidos
o que puedan ser introducidos a través de un medio de prueba y nunca, en presunciones.”
“Articulo 457.- Criterios de valoración.- La valoración de la prueba se hará teniendo en
cuenta su legalidad, autenticidad, sometimiento a cadena de custodia y grado actual de
aceptación científica y técnica de los principios en que se fundamenten los informes
periciales. La demostración de la autenticidad de los elementos probatorios y evidencia
física no sometidos a cadena de custodia, estará a cargo de la parte que los presente.”
Apreciar la prueba es, en opinión del tratadista alemán Wilhelm Kitsch, (Elementos de
Derecho Procesal), “La actividad intelectual que lleva a cabo el Juez para medir la
fuerza probatoria, de un medio de prueba.” La que consiste en la verificación de
afirmaciones que se llevan a cabo utilizando los elementos de prueba de que disponen
las partes; y, que se incorporan al proceso, la que no consiste en averiguar sino en
verificar. Es así que cuando el acto de prueba corresponde a la parte acusadora, la
finalidad es persuadir al Tribunal, con grado de certeza, acerca de todos y cada uno de
los elementos de la imputación delictiva; y, si se trata del acto de prueba de la parte
acusadora, la finalidad es dejar al Juez el convencimiento o la certeza de los hechos, solo
así, “el Tribunal formará su convicción sobre la base de la prueba producido en el juicio
oral.” Si las pruebas no existen como prescribe la Ley o de existir no alcanzan a
producirle esa convicción porque pesa el espíritu de la duda, por igual, a favor o en
contra, o más a favor de una conclusión, pero sin despejar completamente aquella duda,
le está vedado al Juez apoyarse en aquella para resolver”. La norma constitucional del
Ecuador, en el artículo 76.3, se refiere al principio de legalidad, indicándose que “nadie
podrá ser juzgado ni sancionado por un acto u omisión que, al momento de cometerse,
no esté tipificado en la ley como infracción penal, administrativa o de otra naturaleza;
ni se le aplicará una sanción no prevista por la Constitución o la ley. Sólo se podrá juzgar
a una persona ante un juez o autoridad competente y con observancia del trámite propio
de cada procedimiento”; cuya norma está prevista en el Código Orgánico Integral penal,
en el artículo 5.1, cuando se refiere a los principios procesales, indicando que el derecho
al debido proceso penal, sin perjuicio de otros establecidos en la Constitución de la
República, los instrumentos internacionales ratificados por el Estado u otras normas
jurídicas, se regirán por los principios... 1.- Legalidad: estableciéndose, “que no hay
infracción penal, pena, ni proceso penal sin ley anterior al hecho. Este principio rige
incluso cuando la ley penal se remita a otras normas o disposiciones legales para
integrarla”. Mientras que la actividad probatoria, está regulada por lo dispuesto en el
artículo 76,4 de la Constitución de la República, señalando: “que las pruebas obtenidas
o actuadas con violación de la Constitución o la ley, no tendrán validez alguna y
carecerán de eficacia probatoria”; disposición constitucional que es el marco
fundamental que regula la forma en la que se obtiene y actúa la prueba, cumpliéndose
además con la normativa de los Tratados Internacionales, aprobados y ratificados por el
Ecuador, por la Declaración de Derechos Humanos, la Convención Americana de
Derechos Humanos y otros documentos que forman parte del Derecho Penal
Internacional, que también sirven como fuente obligatoria para su aplicación en el país.

OCTAVO.- ANÁLISIS JURÍDICO DEL DELITO DE FRAUDE PROCESAL: Por


mandato legal la obligación de probar la hipótesis de adecuación típica, en aplicación del
Principio de Separación de Partes, radica en la fiscalía. Bajo esta premisa, corresponde al
tribunal analizar si en la especie se ha demostrado o no la existencia del delito, entendido
este como un acto típico, antijurídico y culpable, donde cada categoría dogmática tiene
sus propios elementos que le dan contenido material al injusto.- El delito materia de este
enjuiciamiento penal está contemplado en el Código Orgánico Integral Penal, está
contemplado en el Art. 272. Fraude procesal.- “La persona que con el fin de inducir a
engaño a la o al juez, en el decurso de un procedimiento civil o administrativo, antes de
un procedimiento penal o durante él, oculte los instrumentos o pruebas, cambie el estado
de las cosas, lugares o personas, será sancionada con pena privativa de libertad de uno
a tres años. Con igual pena será sancionada quien conociendo la conducta delictuosa
de una o varias personas, les suministren alojamiento o escondite, o les proporcionen los
medios para que se aprovechen de los efectos del delito cometido, o les favorezcan
ocultando los instrumentos o pruebas materiales de la infracción, o inutilizando las
señales o huellas del delito, para evitar su represión y los que, estando obligados por
razón de su profesión, empleo, arte u oficio, a practicar el examen de las señales o huellas
del delito o el esclarecimiento del acto punible, oculten o alteren la verdad, con propósito
de favorecerlos”. El tipo penal de fraude procesal es un delito que desde su contenido se
clasifica como de mera conducta y de ejecución permanente. Lo anterior indica que se
consuma con la inducción en error al funcionario y su ejecución se prolonga hasta la
ejecutoria del último acto que puede ser administrativo o judicial, de acuerdo con plan
criminal del agente. El delito materia de este enjuiciamiento penal, no admite comisión
culposa; invariablemente tiene el carácter doloso, sólo se puede sancionar así, cuando el
agente actúa con dolo, esto de conformidad con lo que establece el Art. 26 del Código
Orgánico Integral Penal que dice: “Actúa con dolo la persona que tiene el designio de
causar daño. Responde por delito preterintencional la persona que realiza una acción u
omisión de la cual se produce un resultado más grave que aquel que quiso causar, y será
sancionado con dos tercios de la pena”. Sin embargo, se considera que el dolo, es directo,
ya que el sujeto activo al momento de atentar contra la vida de una persona, como es, en
este caso, está consciente de que es ilícita tal acción y que la misma se encuentra tipificada
como delito, y aun teniendo conocimiento de esto, decide llevar a cabo tal acción. Por lo
antes expuesto esta conducta es antijurídica conforme lo establece el Art. 29 del Código
Orgánico Integral Penal que dice: “Para que la conducta penalmente relevante sea
antijurídica deberá amenazar o lesionar, sin justa causa, un bien jurídico protegido por
este Código.” La antijuridicidad es un juicio de valor o valoración objetiva, pero sólo
tanto en cuanto se realiza sobre la acción, pero no debemos confundir la valoración con
el objeto que es valorado (objeto sobre el que recae el juicio de valor), porque el objeto
de la valoración -la acción- tiene elementos objetivos que pertenecen al mundo exterior
y elementos subjetivos o psíquicos. Es a consecuencia de esa confusión que también se
da entre la antijuridicidad como valoración objetiva y el objeto sobre el que recae tal
actividad, que se pretende negar la presencia de los elementos subjetivos de la acción y
por ende negar que la acción está cargada de finalidad, que en la mayoría de los casos es
dolosa, recalcamos que la antijuridicidad es un predicado de valor objetivo, porque
expresa la desarmonía objetiva entre la acción y el orden jurídico que es preestablecido;
y así también es una conducta penalmente relevante conforme lo señala el Art. 22 del
Código Orgánico Integral Penal que dice: “Son penalmente relevantes las acciones u
omisiones que ponen en peligro o producen resultados lesivos, descriptibles y
demostrables. No se podrá sancionar a una persona por cuestiones de identidad,
peligrosidad o características personales”. El delito lo definimos como la conducta
típica y antijurídica, y reservamos la afirmación de la culpabilidad para el autor o dueño
de ese acto típico y antijurídico. Para nosotros existen dos juicios de disvalor o de
reproche: el de disvalor del acto por el cual y una vez que constatamos que la conducta
es típica y antijurídica la reprochamos como disvaliosa, vale decir como constitutiva de
delito. Lo que debemos determinar es que se cumplan los elementos objetivos del tipo
penal (el injusto penal típico) que son la manifestación de conducta, la relación o nexo
causal y el resultado pues el elemento subjetivo (dolo o culpa) lo podemos inferir vía
presunción. Una conducta típica la podemos presumir como ilícita (antijurídica) porque
lesiona sin que medie una causa de justificación o un estado de necesidad, un bien jurídico
merecedor de protección penal. Con esto podemos afirmar que estamos en condiciones
de sostener que la conducta típica y antijurídica merece ser reprochada como disvaliosa,
y que salvo prueba en contrario una conducta típica debe ser presumida como antijurídica.
El predicado de la ilicitud o de la antijuridicidad debe inferirse de una conducta que es
objetivamente típica, a menos que se pruebe lo contrario. El otro juicio de disvalor o de
reproche es el que se dirige al dueño del acto típico y antijurídico, de quien presumimos
que tiene capacidad para comprender la criminalidad del acto (antijuridicidad) y para
determinarse de acuerdo con esa comprensión en el caso concreto, que no se encuentra
en situación de error de prohibición o de trastorno mental (inimputabilidad), y que no
media una causa de inexigibilidad de la conducta. Si se cumplen estos presupuestos
procede el juicio de reproche o de culpabilidad como presupuesto para la imposición de
una pena. IMPUTACIÓN OBJETIVA. - Es aceptada como principio general de
imputación objetiva el que la acción humana haya creado un riesgo jurídicamente
desvalorado y ésta se haya realizado en el resultado. Ello requiere, por consiguiente, la
comprobación de: a) la acción ha creado un riesgo (en el sentido de la equivalencia de
condiciones): b) este riesgo es jurídicamente desvalorado; c) se ha plasmado en la
realización del resultado típico. Para dar cumplimiento a lo que manda el Código
Orgánico Integral Penal, el Tribunal ha analizado rigurosamente el proceso; valorando
las pruebas actuadas por la Fiscalía en la audiencia pública de juicio, las que han sido
pedidas, ordenadas, practicadas e incorporadas al juicio conforme a las disposiciones de
éste Código; en virtud de lo cual se hace la siguiente disquisición: Para que una conducta
pueda ser calificada como delictual, debe confluir en todos los elementos objetivos,
normativos y subjetivos del tipo, en el cual debe existir una exactitud como lo indica la
doctrina en relación a que la conducta es al tipo como la mano a un guante. En ese sentido,
el profesor Francisco Muñoz Conde en su libro Derecho Penal Parte General, página 251
a 252, indica: “La tipicidad es la adecuación de un hecho cometido a la descripción que
de ese hecho se hace en la ley penal. Pro imperativo del principio de legalidad, en su
vertiente del nullum crimen sine lege, sólo los hechos tipificados en la ley penal como
delitos pueden ser considerados como tales. Ningún hecho, por antijurídico que sea,
puede llegar a la categoría de delito si, al mismo tiempo, no es típico, es decir, si no
corresponde a la descripción contenida en una norma penal.
De la amplia gama de comportamientos antijurídicos, que se dan en la realidad, el
legislador selecciona conforme al principio de intervención mínima, aquellos más
intolerables y más lesivos para los bienes jurídicos más importantes y los amenaza con
una pena, describiéndolos en el supuesto hecho de una norma penal, cumpliendo así,
además las exigencias del principio de legalidad o intervención legalizada”.
Por ello, el Doctor Raúl Eugenio Zaffaroni, en su libro Derecho Penal Parte General, en
la páginas 432 y 433, señala: “Son tipos las fórmulas que usa la ley para señalar los
pragmas conflictivos cuyas acciones amenaza con pena. Para el poder punitivo es la
formalización de la criminalización primaria que habilita su ejercicio en leyes con
función punitiva manifiesta. De antemano se sabe que esa habilitación formalizada por
las agencias políticas competentes dará lugar en muy pocos casos a un efectivo ejercicio
del poder punitivo como criminalización secundaria agotada en una pena, pero que de
cualquier modo será un nuevo motivo para la vigilancia (poder positivo configurador) y
para criminalizaciones secundarias no agotadas (detenciones, prisiones preventivas,
allanamientos, interrogatorios, etc.). Estas últimas también se sabe que operarán
selectivamente en razón de la vulnerabilidad del criminalizado. Aunque resulte curioso,
el tipo es una formula textual de selección de acciones, pero el poder punitivo la usa para
seleccionar a las personas en razón de sus característica, al menos en la mayoría de los
casos y en razón de la estructura del sistema penal.”.-
A lo cual, se debe analizar la prueba. Lévy- Buhl, H en su obra La preuve judiciaire,
Étude de sociologie juridique, Éditions Marcel Riviére et Cie, Paris, 1964, pág. 14-15
manifiesta que: “Prueba” viene de probus, bueno, honesto. Y es la operación merced a
la cual una alegación puede ser considerada válida. Un mecanismo para establecer una
convicción sobre un hecho aquí antijurídico penalmente- acerca de cuya realidad y/o
sobre cuyas particularidades existe alguna incertidumbre que tendría que despejarse. El
recurso a la prueba se explica, pues, por la previa existencia de una duda y la necesidad
de obtener un saber cierto en la materia.-
Es deber del Juzgador valorar las pruebas. Ramiro García Falconí, Agustín Pérez- Cruz
y Alba Guevara Bárcenes, en su libro El Proceso Penal Derechos y Garantías en el
Proceso Penal, pág. 230, manifiesta: “El principio de libre valoración de la prueba, que
no supone, en ningún caso, ni libre arbitrio, ni la posibilidad de dar entrada a la <<ciencia
privada>> del tribunal, sino, tal y como afirma Montero Aroca, valoración en la que el
juez fija máximas de la experiencia <<….conforme a las que concede o no credibilidad a
un medio de prueba, y esa fijación ha de expresarse de modo motivado en la sentencia>>,
se trata, pues, de una discrecionalidad jurídicamente vinculada (CHOCLÁN
MONTALVO). Todo lo contrario, dicho principio, implica que los distintos medios de
prueba han de ser apreciados básicamente por los órganos jurisdiccionales, a quienes
compete la misión exclusiva de valorar los órganos judiciales, a quienes compete la
misión exclusiva de valorar su significado y trascendencia en orden a la fundamentación
de los fallos contenidos en sus sentencias. El principio de libre valoración de la prueba
implica que la valoración deberá versar sobre: El resultado probatorio verificado en el
juicio oral, sin prejuicio de los actos de prueba anticipada o preconstituida. La sentencia
no podrá basarse sobre pruebas obtenidas con vulneración de los derechos fundamentales.
La valoración de la prueba ha de realizarse con arreglo a las reglas de la lógica, máximas
de la experiencia o de la <<sana crítica>>.-

NOVENO.- En la especie, respecto a la materialidad (Juicio de disvalor sobre el acto),


este Tribunal arriba a la convicción más allá de la duda razonable, de la existencia física
como procesal, del informe pericial e incluso el montaje televisivo

Existe constancia en el expediente de que a las 4.30 a.m., del 9 de diciembre de 2005, la
recurrente e Israel Vallarta fueron detenidos por agentes de la Agencia Federal de
Investigación en el kilómetro 28, de la carretera federal México-Cuernavaca, a la altura
del pueblo de Topilejo. A continuación, los agentes de policía, en vez de encaminarse a
las dependencias del Ministerio Público, se dirigieron a una propiedad denominada Las
Chinitas, a tan sólo kilómetro y medio del lugar donde los detuvieron.
Como ha quedado extensamente reseñado en los antecedentes de esta sentencia, a las 6:47
a.m., de ese mismo día, inicia la transmisión, a nivel nacional, de toda una escenificación
ajena a la realidad en la cual participaron la recurrente, el otro detenido, las supuestas
víctimas del delito, así como un sinnúmero de agentes de policía.
Esta escenificación o montaje tuvo como objetivo transmitir hechos ajenos a la realidad,
que implicaron –sin ánimo ser exhaustivos– los siguientes puntos:

1. La transmisión de un operativo policial de rescate de las víctimas de un secuestro que


se estaba realizando en esos momentos.
2. La detención, en ese mismo lugar, de Florence Cassez Crepin e Israel Vallarta, los
cuales supuestamente se encontraban relacionados con los hechos.
3. El interrogatorio, en ese mismo lugar, a Florence Cassez Crepin e Israel Vallarta, por
parte de los medios de comunicación que habían sido invitados a transmitir la
escenificación. Dicho interrogatorio fue permitido y favorecido por los miembros de la
Agencia Federal de Investigación.

4. Las declaraciones, por parte de la autoridad, en el sentido de que Florence Cassez era
parte de una banda de secuestradores.
5. Las declaraciones, por parte de de la autoridad, de que Florence Cassez Crepin e Israel
Vallarta habían sido identificados por las víctimas como sus captores.
6. Las declaraciones, por parte de los miembros de los medios de comunicación presentes
en ese momento, de que Florence Cassez Crepin e Israel Vallarta habían sido
identificados por las víctimas como sus captores.
7. La identificación de los nombres, edad y nacionalidad de Florence Cassez Crepin e
Israel Vallarta, por parte de la autoridad y de los medios de comunicación.
8. La declaración simultánea de las víctimas del supuesto delito.
9. La exposición de estas imágenes, desde ese momento y hasta nuestros días, por parte
de la autoridad y de los medios de comunicación, asumiendo, indubitablemente, que
Florence Cassez Crepin e Israel Vallarta resultaban los responsables de los hechos
investigados
Son 35 horas en las que se sucedieron una serie de eventos que conformaron el devenir
del proceso penal y que pudieron ser evitados en caso de que la recurrente hubiese gozado
de asistencia consular. Son las horas en que Cassez fue trasladada a Las Chinitas, son las
horas en las que se preparó y efectúo la escenificación por parte de la autoridad a fin de
involucrarla en los delitos investigados, son las horas en las que fue trasladada a las
dependencia ministeriales, son las horas en las que Cassez realizó su primera declaración
y son las horas en la que la autoridad se encargó de divulgar a los medios de comunicación
las escenas grabadas en el montaje. En definitiva, son las horas que marcaron el curso de
toda la investigación.

El reconocimiento del derecho a la presunción de inocencia comporta un cambio esencial


en la naturaleza de esta regla básica de la ordenación de un proceso penal. Una vez
consagrada constitucionalmente, la presunción de inocencia ha dejado de ser un principio
general del derecho que ha de informar la actividad judicial (in dubio pro reo) para
convertirse en un derecho fundamental que vincula a todos los poderes públicos y que es
de aplicación inmediata

En el mismo sentido, la Corte Interamericana ha sostenido que “el derecho a la presunción


de inocencia es un elemento esencial para la realización efectiva del derecho a la defensa
y acompaña al acusado durante (todo el) proceso hasta que una sentencia condenatoria
que determine su culpabilidad quede firme, (de modo que este) derecho implica que el
acusado no debe demostrar que no ha cometido el delito que se le atribuye, ya que el onus
probandi corresponde a quien acusa

La violación a la regla de trato de la presunción de inocencia puede influir en un proceso


judicial cuando la manipulación de la realidad por parte de la policía tiende a referirse a:
(i) la conducta, credibilidad, reputación o antecedentes penales de alguna de las partes,
testigos o posibles testigos; (ii) la posibilidad de que se produjere una confesión, admisión
de hechos, declaración previa del imputado o la negativa a declarar; (iii) el resultado de
exámenes o análisis a los que hubiese sido sometido alguien involucrado en el proceso;
(iv) cualquier opinión sobra la culpabilidad del detenido; y (v) el hecho de que alguien
hubiera identificado al detenido, entre muchas otras. Así, en este tipo de escenarios resulta
que el “verdadero juicio” se celebró mucho antes de la aparición del juez. En las
situaciones a las que nos estamos refiriendo la policía no pretende facilitar información
de la causa que se tramita ante los tribunales, sino anticipar o reproducir su desarrollo,
pero sin cumplir con las garantías del debido proceso.

Esta escenificación o montaje tuvo como objetivo transmitir unos hechos ajenos a la
realidad, que implicaron –sin ánimo ser exhaustivos– los siguientes puntos: 1. La
transmisión de un operativo policial de rescate de las víctimas de un secuestro que se
estaba realizando en esos momentos. En el mismo orden de ideas, el hecho de que las
autoridades orquestaran un montaje mediático generó un efecto corruptor de todo el
proceso porque, además de que la sociedad entera fue sugestionada, también lo fueron las
personas involucradas en el proceso, viciándose la fiabilidad de sus declaraciones.

Esto es así ya que la exposición al montaje, como personajes y posteriormente como los
principales espectadores, predispone a estos individuos para enjuiciar la realidad a través
del “filtro” creado por los miembros de la Agencia Federal de Investigación. Asimismo,
y esto resulta aplicable para todos los testigos, esta Primera Sala no soslaya la posibilidad
de que las personas que han sufrido experiencias traumáticas recuerden los hechos
ocurridos durante las mismas con el paso del tiempo. Sin embargo, en el presente caso la
situación es distinta, ya que ese proceso de recuerdo se vio indudablemente contaminado
–consciente o inconscientemente– por el hecho de que las autoridades crearan una
realidad alternativa en detrimento de la acusada

El parte informativo inicia con la narración de la detención de la recurrente, pasando por


el traslado a Las Chinitas y el supuesto rescate de las víctimas, y concluye con el traslado
de los detenidos a las dependencias ministeriales. Este documento pretendía ser el soporte
probatorio a través del cual la autoridad pudiese sostener aquella realidad alternativa a la
que nos venimos refiriendo desde el inicio de esta sentencia. Asimismo, no podemos
pasar por alto el hecho de que, una vez comprobado que dicha realidad no fue más que
una escenificación, la información contenida en el parte informativo tuvo que adaptarse
a lo que en verdad ocurrió. Esto explica que los propios agentes involucrados hayan
modificado su versión de los hechos en la aclaración de su parte informativo

Los hechos antes narrados se justifican conforme a derecho; por lo cual, la Fiscalía ubica
el tipo penal del Art. 272 inciso segundo del Código Orgánico Integral Penal. Para dictar
sentencia condenatoria, se debe cumplir con el examen de tipicidad y de culpabilidad,
con el convencimiento pleno más allá de toda duda razonable. En estas circunstancias,
los suscritos Juzgadores coincidimos con la Fiscalía que estamos frente a un hecho
material, tipificado y reprimido en el Art. 272, que señala: “La persona que con el fin de
inducir a engaño a la o al juez, en el decurso de un procedimiento civil o administrativo,
antes de un procedimiento penal o durante él, oculte los instrumentos o pruebas, cambie
el estado de las cosas, lugares o personas, será sancionada con pena privativa de libertad
de uno a tres años.Con igual pena será sancionada quien conociendo la conducta
delictuosa de una o varias personas, les suministren alojamiento o escondite, o les
proporcionen los medios para que se aprovechen de los efectos del delito cometido, o les
favorezcan ocultando los instrumentos o pruebas materiales de la infracción, o
inutilizando las señales o huellas del delito, para evitar su represión y los que, estando
obligados por razón de su profesión, empleo, arte u oficio, a practicar el examen de las
señales o huellas del delito o el esclarecimiento del acto punible, oculten o alteren la
verdad, con propósito de favorecerlos”. Se trata de un sujeto activo no calificado, pues,
el tipo establece la persona, por ende, lo único imprescindible es que sea imputable, y
ambos procesados lo son, pues, son mayores de edad, y tienen plena capacidad de querer
y de entender. El resultado previsto en el tipo es el engaño a un Juez. Y este se produce
bien sea por cambiar el estado de las cosas, lugares o personas. Y aquello, debe tener
como circunstancia de comisión el decurso de un procedimiento civil o administrativo,
antes de un procedimiento penal o durante él, oculte los instrumentos o pruebas.

DÉCIMO: VULNERACIÓN AL ESTADO DE LIBERTAD: El estado de libertad se


ve agredido, cuando se infringe una norma sancionada por la Ley penal como delito, se
fundamenta aquello en el Art. 1, de la Constitución de la República del Ecuador, donde
se proclama el Estado de Derechos y Justicia; y, el valor de la libertad, como derecho
garantizado en el Art. 66, de la Constitución de la República del Ecuador, donde se
proclama la dignidad de la persona, el libre desarrollo de la personalidad, etc., estos
artículos, hacen que el principio tenga rango constitucional. En definitiva, para enervar
dicho estado de libertad y de inocencia, el Tribunal asume la valoración del testimonio,
en virtud del principio de inmediación que rige en la audiencia del juicio, donde se ve y
oye directamente al declarante y se percibe lo que aquél dice y cómo lo dice, pudiendo
por ello apreciar y valorar en su exacta dimensión, los gestos, palabras concretas y
actitudes adoptadas por el deponente en su dicho incriminatorio, necesario para el juicio
valorativo o axiológico. La prueba constante en audiencia de juzgamiento tuvo la
CONTUNDENCIA para superar la presunción de inocencia, formándose una certeza
tanto del hecho como del derecho. Y por último lo expuesto por el tratadista Español
Manuel Miranda Estrampes, en su Obra “La Mínima Actividad Probatoria en el Proceso
Penal”: Que dice; para dictar sentencia condenatoria no es suficiente con el mero
convencimiento subjetivo del Juez, sino que el mismo debe apoyarse en la prueba
practicada, de tal forma que del resultado de la misma pueda obtenerse la convicción
cerca de la culpabilidad del acusado. Convicción en consciencia y prueba más
íntimamente unidas, la primera no es más que el resultado de la segunda. El órgano
jurisdiccional sentenciador debe, como paso previo para proceder a la valoración de la
prueba y formar su convicción, constatar si existen o no pruebas en este sentido. Como
apunta RUIZ VADILLO, la existencia de la prueba se convierte en requisito SINE
QUANON de la valoración. Constatada la existencia de actos de prueba el juzgador
deberá hincar la actividad de valoración de lo mismo; si por el contrario llega a la
conclusión de que no existe actos de prueba es obvio que ello impide toda apreciación al
no existir prueba alguna que valorar. La libertad de valoración insistida, no permite el
juez sustituir la prueba practicada por otros elementos y datos o por su mera opinión, al
objeto de formar su convencimiento. Como consecuencia de ello la prueba se constituye
en elemento fundamental para formar la convicción judicial siendo esta precisamente su
finalidad, además, la necesidad de prueba conlleva la prohibición del que juez pueda
formar su convicción basándose en su propio conocimiento privado adquirido extramuros
del proceso, en segundo lugar, la convicción judicial solo podrá descansar en aquellos
elementos que legalmente tengan la consideración de prueba y no es aquellos elementos
que no reúnan el carácter, como por ejemplo el atestado policial que solo tiene el valor
de mera denuncia por los simples actos de investigación. Por lo anterior, el Tribunal
considera que las pruebas aportadas son suficientes para determinar la responsabilidad
penal del procesado, y para ello cita el concepto de PRUEBA SUFICIENTE que trae la
doctrina penal: “La suficiencia de la prueba debe ser entendida como su aptitud para
formar la convicción judicial, como finalidad de la misma. En nuestra opinión, el juicio
de suficiencia de la prueba de cargo supone analizar o examinar su eficacia, es decir, su
fuerza o valor probatorio, y ello no sólo en su aspecto formal (prueba practicada con todas
las garantías), sino fundamentalmente en su aspecto material. Desde esta perspectiva, la
suficiencia sólo podrá predicarse cuando la prueba practicada haya eliminado cualquier
duda racional acerca de la culpabilidad del acusado. La doctrina venía utilizando,
tradicionalmente el concepto de prueba suficiente, para referirse a aquella prueba que
conseguía disipar en el juzgador todas las dudas razonables en orden a la culpabilidad del
procesado. Prueba suficiente y prueba convincente aparecen, pues, como conceptos
sinónimos”. Que el desarrollo de la prueba en su verdadera concepción, podemos
concluir, que coincidimos doctrinariamente, con el jurista MICHELLE TARUFFO, al
afirmar que, no siendo el proceso judicial una empresa científica, no resulta necesario
establecer verdades absolutas, siendo suficiente establecer verdades relativas que
permitan ofrecer una base razonablemente fundada a la decisión. En ese orden de ideas
resulta obvio que en el proceso judicial sólo es posible establecer una verdad relativa en
dos sentidos: Relativa a los medios de conocimiento, pues ellos no son ilimitados y se
hallan regulados por el propio sistema legal; y Relativa al contexto, pues es dependiente
de presuposiciones, conceptos y reglas de ese ámbito. Por lo tanto nos queda claro que el
proceso no sólo pretende producir decisiones, sino también decisiones justas, de tal forma
que una decisión sólo puede ser justa si se funda en una determinación verdadera de los
hechos del caso, además de derivar de un proceso correcto y de la justa interpretación y
aplicación de las normas. Entonces el verdadero problema no es, si se debe o no buscar
la verdad de los hechos en el proceso y tampoco, si la verdad puede o no ser alcanzada
en abstracto, sino comprender cuál es la verdad de los hechos, que puede y debe ser
establecida por el juez para que constituya el fundamento de la decisión.- El Tribunal
observa, que el acontecimiento dañoso o peligroso de que depende la existencia de la
infracción, es consecuencia de la acción del acusado, determinándose la relación de
causalidad en el cometimiento de la infracción, en los términos que prescribe el Art. 23
del Código Orgánico Integral Penal, en cuyo indicio se puede observar un accionar del
procesado en la acción injusta culpable que se juzga, definida por el maestro alemán
HANS WELSEL como la objetividad de la imputación en la determinación de la
culpabilidad; al verificarse los dos elementos que la justifican: capacidad de culpabilidad
(que es lo que se denomina imputabilidad) y el conocimiento potencial de la
antijuridicidad. Por lo primero, se exige que el SUJETO haya podido, en el momento del
hecho, comprender la criminalidad de su acto y comportarse de acuerdo con esa
comprensión. Por lo segundo, que el SUJETO haya tenido conocimiento actual de la
antijuridicidad (teoría del dolo), o bien, solamente conocimiento potencial de ella (teoría
de la culpa). En este caso está definitivamente probado que el acusado, tuvo conocimiento
de la antijuridicidad del acto, al momento de haberse cometido, evidenciándose el dolo o
la acción volitiva, de infringir la conducta sancionada por la norma penal, en los términos
de los Artículos 26 y 34 del Código Orgánico Integral Penal, por evidenciarse el hecho,
como previsto y querido por el Agente, como consecuencia de su propia acción, lo cual
permite arribar a la certeza debida para determinar culpabilidad, en la forma que lo
requiere el Artículo 5 numeral 3 del Código Orgánico Integral Penal. El Derecho Penal
no sólo debe defender a las personas contra los delitos, sino que tiene también que
garantizar los derechos individuales, que son entonces límites al poder punitivo.-

DÉCIMO PRIMERO: Por todo lo antes expuesto, de conformidad con lo dispuesto en


los Arts. 620, 621, 622, 623, 624 y 628 del Código Orgánico Integral; este Tribunal de
Garantías Penales con sede en el Cantón Guayaquil, Provincia del Guayas,
ADMINISTRANDO JUSTICIA, EN NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL
ECUADOR, Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE
LA REPÚBLICA, declara

el efecto corruptor imbuyó en todo el proceso penal, sobre todo en el material probatorio
incriminatorio, el cual es la base de todo proceso penal y que en este caso se tradujo,
esencialmente, en el testimonio de personas que fueron parte de la escenificación ajena a
la realidad y que pudieron verse influenciadas por aquélla. Al respecto, es necesario
enfatizar que toda acusación debe sustentarse en evidencia sólida y fiable, obtenida con
apego a los derechos fundamentales. En este caso, el efecto corruptor, al haber subvertido
el material probatorio, impide determinar la culpabilidad de los demandantes en los
términos ordenados por nuestra Constitución.

GENARO GARCÍA LUNA CULPABLE y por ende responsable del delito tipificado
y reprimido en el Art. 272 inciso segundo del Código Orgánico Integral Penal; en el
grado de autor, de conformidad con el Art. 42 numeral 1, literal a) del Código Orgánico
Integral Penal, y se le impone la pena privativa de libertad de TRES AÑOS y la multa
establecida en el Art. 70 No. 6 del Código Orgánico Integral Penal, esto es de 10
SALARIOS BÁSICOS UNIFICADOS DEL TRABAJADOR EN GENERAL
LUIS CÁRDENAS CULPABLE y por ende responsable del delito tipificado y
reprimido en el Art. 272 inciso segundo del Código Orgánico Integral Penal; en el grado
de autor, de conformidad con el Art. 42 numeral 1, literal a) del Código Orgánico Integral
Penal, y se le impone la pena privativa de libertad de TRES AÑOS y la multa
establecida en el Art. 70 No. 6 del Código Orgánico Integral Penal, esto es de 10
SALARIOS BÁSICOS UNIFICADOS DEL TRABAJADOR EN GENERAL

JORGE ROSAS CULPABLE y por ende responsable del delito tipificado y reprimido
en el Art. 272 inciso segundo del Código Orgánico Integral Penal; en el grado de autor,
de conformidad con el Art. 42 numeral 1, literal a) del Código Orgánico Integral Penal, y
se le impone la pena privativa de libertad de TRES AÑOS y la multa establecida en el
Art. 70 No. 6 del Código Orgánico Integral Penal, esto es de 10 SALARIOS BÁSICOS
UNIFICADOS DEL TRABAJADOR EN GENERAL

La suma que deberá ser depositada en la cuenta corriente No. 750006-8, sub línea, 170499
del Banco del Pacifico, de la Dirección Provincial del Consejo de la Judicatura del
Guayas, en el plazo de tres días, una vez ejecutoriada esta sentencia, debiéndose adjuntar
al expediente el respectivo comprobante de depósito. La pena deberán cumplirla en el
Centro de Privación de Libertad de Personas Adultas en Conflicto con la Ley Guayaquil
No. 1, Sección Masculino respectivamente, de la que deberá descontársele el tiempo que
por este delito hayan estado en prisión. En atención a lo que ordena el Art. 622 numeral
6 del Código Orgánico Integral Penal, y como reparación integral a la víctima, por
equidad, dado que no se ha justificado un monto por parte de la Fiscalía, se ordena
el pago de cinco mil dólares de los Estados Unidos de América, de manera individual,
por parte de los señores procesados.

Se declara la interdicción de las personas procesadas una vez ejecutoriada esta sentencia
y mientras dure la pena, surtiendo efecto, desde que la sentencia cause ejecutoría e inhiba
a la persona privada de libertad de la capacidad de disponer de sus bienes, de conformidad
con el Artículo 56 del Código Orgánico Integral Penal y la perdida de sus derechos civiles
de conformidad con el numeral 10 del Artículo 60 del Código Orgánico Integral Penal.
Una vez que cause ejecutoria la presente sentencia, se exhorta a los procesados a la
enmienda, a efectos de prevenir reincidencia futura y que se integren útilmente a la
sociedad. -

Obténgase copias de la presente sentencia para que sean incorporadas en el libro


respectivo. Se ha dado cumplimiento a lo previsto en el Artículo 621 del Código Orgánico
Integral Penal. - Ofíciese con el contenido de este fallo a los Directores de los referidos
Centros de Privación de libertad.-

Dese cumplimiento a lo previsto en el Art. 621 del Código Orgánico Integral Penal. -
Obténgase copias de la presente sentencia para que sean incorporadas en el libro
respectivo. NOTIFÍQUESE, PUBLÍQUESE Y CÚMPLASE.

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