Grecia America Gonzales Oruño

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UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN ANDRÉS

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES


CARRERA DE CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN SOCIAL

TESIS DE GRADO

La polarización socio-discursiva informativa/opinativa/interpretativa de los


periódicos El Diario, La Calle y La República en la coyuntura fundacional del
Ministerio de Trabajo que dio lugar a la promulgación del primer Código Laboral
en Bolivia (1936-1939).

Autora: Grecia América Gonzales Oruño


Tutor: Lic. Miguel Angel Pinto Parabá

La Paz-Bolivia

2018

1
DEDICATORIA

A los trabajadores que tienen en sus manos la construcción


de un mundo sin explotados y sin explotadores.

2
AGRADECIMIENTOS

A la carrera de Ciencias de la Comunicación Social de la Universidad Mayor de San


Andrés por ser una fuente de sabiduría.

A mis tribunales por potenciar la presente tesis de grado.

A mi tutor por orientar y enriquecer el contenido de la investigación.

A los bibliotecarios del área social de la Universidad Mayor de San Andrés y de la


Biblioteca Municipal Mariscal Andrés de Santa Cruz.

A los archivistas de la Biblioteca y Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa del


Estado Plurinacional y del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social.

A mi familia, y en especial a mi madre, que con su paciencia y cariño permitieron la


conclusión de este trabajo.

3
ÍNDICE

4
INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………. 12

1. CAMPO DE ESTUDIO Y ESTRATEGIA METODOLÓGICA………......... 17

1.1. Campo temático…………………………………………………………….. 18

1.2. Fundamentación……………………………………………………………. 18

1.3. Fenómeno de investigación………………………………………………… 21

1.4. Problemas de la investigación……………………………………………… 22

1.4.1. Problema general……………………………………………………. 22

1.4.2. Problemas particulares…………………………………………......... 22

1.5. Objetivos de la investigación………………………………………………. 23

1.5.1. Objetivo general……………………………………………………... 23

1.5.2. Objetivos particulares……………………………………………….. 23

1.6. Estrategia metodológica…………………………………............................. 24

2. COYUNTURA DE CRISIS, POLARIZACIÓN, FÁBRICA DE SENTIDOS 34


Y DISCURSOS…………………………………………………………………
2.1. El periódico, una fábrica de discursos político-ideológicos………………… 35
2.2. El periódico, una organización con interacciones de poder………………… 38
2.3. Periodismo objetivo, imparcial y neutral, una utopía…………….................. 41
2.4. La estrategia discursiva como mecanismo polarizador…………………….. 42
2.5. La polarización, un dispositivo de poder o contrapoder……………………. 43
2.6. La dialéctica del análisis socio-discursivo……………………….................. 48
2.6.1. El análisis de coyuntura política……………………………………... 50
2.6.2. La observación de la entidad de producción y reproducción de 51
discursos periodísticos…………………………………………………
2.6.3. El análisis del discurso periodístico 53
informativo/opinativo/interpretativo…………………………………...

5
3. DEL CRACK AL NACIMIENTO DE LA CONCIENCIA NACIONAL….. 61
3.1. La crisis de 1929 y la guerra del Chaco…………………………………….. 62
3.2. La guerra del Chaco………………………………………………………… 66
3.3. Las secuelas de la guerra: crisis político-ideológica, económica y 68
social………………………………………………………………………..
3.4. Crisis económica…………………………………………………………… 69
3.5. Crisis político-ideológica: del corralito de Villamontes al advenimiento del 74
nacionalismo……………………………..…………………………………
3.5.1. Tejada Sorzano y la sombra del liberalismo…………………………. 79
3.5.2. El levantamiento de mayo……………………………………............ 82
3.5.3. La ruptura del 17 de mayo de 1936………………………………… 84
3.6. Crisis social: el surgimiento de la conciencia nacional y los nuevos partidos 89
políticos………………………………………………………………..........
3.6.1. Partidos políticos: bajo el oscuro manto de las logias……………….. 91
3.6.2. La organización de nuevos partidos y la influyente LEC…………… 94
3.7. El liberalismo y el nacionalismo……………………………………............. 102
3.8. Los gobiernos militares nacionalistas en la posguerra…………………….... 104
3.9. Gobierno de José David Toro Ruilova (20 de mayo de 1936 - 13 de julio de 106
1937)………………………………………………………………………..
3.9.1. Los primeros decretos nacionalistas de Toro………………………… 109
3.9.2. El trabajo obligatorio y la sindicalización obligatoria……………….. 111
3.9.3. Políticas en favor de las minorías……………………………………. 113
3.9.4. Normas contra las “prácticas comunistas”…………………………... 116
3.9.5. La nacionalización del petróleo……………………………………… 117
3.9.6. El viraje del régimen de David Toro…………………………………. 119
3.9.7. Arremetida liberal contra “el comunismo”………………………...... 121
3.9.8. La renuncia del ministro obrero……………………………………… 123
3.9.9. El golpe de Estado a Toro……………………………………………. 124

6
3.10. Gobierno de Víctor Germán Busch Becerra (13 de julio de 1937 - 23 125
de agosto de 1939)…………………………………………………………..
3.10.1. Las primeras medidas políticas de Busch…………………................. 127
3.10.2. Normas a favor de los trabajadores………………………………….. 130
3.10.3. Legislación anticomunista…………………………………………... 131
3.10.4. La muerte de tres líderes……………………………………............... 133
3.10.5. Las normas del régimen “severo y de disciplina moral”……………. 138
3.10.6. ¿Asesinato o suicidio?.......................................................................... 140
4. LAS PUGNAS SOCIALES Y PERIODÍSTICAS QUE 143
CONTEXTUALIZARON Y PERMITIERON EL NACIMIENTO DEL
MINISTERIO DE TRABAJO (1936) Y LA APROBACIÓN DEL CÓDIGO
LABORAL (1939)………………………………………………………………
4.1. La prensa en la época de la posguerra del Chaco (1936-1939)…………….. 145
4.2. La prensa de la anti-nación y la nación…………………………………….. 149
4.2.1. El Diario, emblema liberal…………………………………………... 151
4.2.1.1. Secciones y semanarios……………………………… 153
4.2.1.2. Publicidad……………………………………………. 156
4.2.2. La Calle, vanguardia del nacionalismo……………………………… 159
4.2.2.1. Secciones…………………………………………….. 161
4.2.2.2. Publicidad……………………………………………. 164
4.2.3. La República, portavoz del Partido Republicano Socialista................. 166
4.2.3.1. Secciones…………………………………………….. 166
4.2.3.2. Publicidad……………………………………………. 169
4.3. Los conflictos sociales en Bolivia: de la creación del Ministerio de Trabajo 171
a la promulgación del Código Laboral………………………………………
4.4. El levantamiento de mayo de 1936…………………………......................... 171
4.4.1. La huelga de los gráficos, el detonante de la rebelión……………….. 173

7
4.5. El nacimiento del Ministerio de Trabajo y Previsión Social.......................... 178
4.5.1. Los prolegómenos históricos de su creación……………………........ 180
4.5.2. Algunas interpretaciones poco exactas………………………………. 189
4.6. Principales autoridades……………………………………………………... 193
4.7. Un Republicano Socialista como primer ministro de Trabajo…………….. 193
4.8. Un dirigente gráfico como segundo ministro de Trabajo…………………… 194
4.8.1. Del exilio al Ministerio de Trabajo…………………………………... 198
4.8.2. El Ministerio de Trabajo y sus atribuciones…………………………. 201
4.8.3. La posguerra y el reajuste de sueldos y salarios……………………… 202
4.8.4. Los cargos públicos y los excombatientes…………………………… 203
4.8.5. El desempleo y el trabajo obligatorio………………………………... 205
4.8.6. El registro y el padrón estadístico de trabajadores…………………… 207
4.8.7. Carnet de trabajo…………………………………….......................... 210
4.8.8. La experiencia de la primera Asamblea Nacional Permanente de 212
Organizaciones Sindicales (ANPOS)…………………………………..
4.8.9. Primeros pasos para la sindicalización obligatoria de trabajadores y 216
empresarios……………………………….............................................
4.8.10. El sindicalismo y sus orígenes……………………………………….. 216
4.8.11. Bolivia: el nacimiento de organizaciones sindicales………………… 219
4.8.12. El nacionalismo militar y la sindicalización obligatoria…………….. 221
4.8.13. Dimisión del primer ministro obrero………………………………… 226
4.8.14. Tres pérdidas y tres lecciones históricas…………………………….. 230
4.9. Un abogado como tercer ministro de Trabajo………………………………. 231
4.9.1. La nacionalización de la Standard Oil………………......................... 235
4.10. Un militar y excombatiente en la Cartera del Trabajo………………. 240
4.11. Un médico-cirujano como ministro de Trabajo…………………........ 245
4.12. Un catedrático y abogado como sexto ministro de Trabajo………… 249

8
4.12.1. La Convención Constituyente y la primera Carta Magna 254
Social…………………………………………………………………...
4.12.2. La organización de la Convención Nacional………………………… 258
4.13. Un periodista como ministro de Trabajo……………………………. 262
4.13.1. El primer Código del Trabajo en Bolivia…………………………….. 264
4.13.2. Entrega del 100 por ciento de divisas al Estado……………………… 275
4.14. Infraestructura y organización institucional del Ministerio de 279
Trabajo……………………………………………………………………...
4.15. La prensa y el posible cierre del Ministerio de Trabajo……………… 286
4.16. La censura de prensa en la posguerra………………………………… 287
4.16.1. El nacionalismo militar y los vaivenes de la censura………………... 289
4.16.2. Los “puñetazos” a Arguedas y la campaña contra Busch……………. 293
4.16.3. “Con mano cerrada y armada de un anillo de oro”…………………… 297
4.16.4. A mayor polarización, mayor censura………………………………. 301
5. EL DISCURSO DE LOS PERIÓDICOS EL DIARIO, LA CALLE Y LA 307
REPÚBLICA……………………........................................................................
5.1. El levantamiento de mayo de 1936…………………………………………. 310
5.2. El nacimiento del Ministerio de Trabajo y Previsión Social………………… 325
5.3. El trabajo obligatorio……………………………………………………….. 341
5.4. La sindicalización obligatoria……………………………………………… 353
5.5. La nacionalización de la Standard Oil Company…………………………… 363
5.6. La promulgación de la primera Constitución Social en Bolivia……………. 371
5.7. La elaboración del Código del Trabajo en Bolivia…………………………. 385
5.8. El decreto de entrega del 100 por ciento de divisas al Banco Central……… 397
5.9. La censura y la realidad de los órganos de prensa en la posguerra del 407
Chaco………………………………………………………………………..
6. CONCLUSIONES……………………………………………………………... 419

9
6.1. Del Ministerio de Trabajo al Código Laboral……………………………… 420
6.2. Relaciones periodísticas: la nación versus la anti-nación………………….. 422
6.3. El desarrollo de la polarización periodística…………………….................. 423
6.4. La polarización socio-discursiva de la prensa……………………………… 437
7. FUENTES CONSULTADAS…………………………………………………. 439
ANEXOS…………………………………………………………………………… 473
Anexo 1. Decreto-Ley General del Trabajo (copia del documento original 474
“Autografiado”)……………………………...............................................................
Anexo 2. Publicaciones en medios escritos y digitales………………………………. 490

ÍNDICE DE CUADROS, IMÁGENES, TEXTOS LEGALES Y ORGANIGRAMAS

CUADROS
Cuadro 1 Deuda pública 1932……………………………………………….. 71
Cuadro 2 Deuda pública 1934……………………………………………….. 71
Cuadro 3 Composición de la deuda pública externa 1931-1948……………... 72
Cuadro 4 Aparición y reaparición de periódicos en la posguerra (1936-1939) 146
Cuadro 5 Pago de indemnizaciones por enfermedades profesionales……….. 253
Cuadro 6 Constituciones sociales en Latinoamérica………………………… 255
Cuadro 7 Legislaciones laborales en Latinoamérica………………………… 264

IMÁGENES
Imagen 1 Renuncia del Presidente Daniel Salamanca……………………… 78
Imagen 2 Muerte del expresidente José Luis Tejada Sorzano……………… 134
Imagen 3 Homenaje al expresidente José Luis Tejada Sorzano……………. 135
Imagen 4 Muerte del expresidente Juan Bautista Saavedra………………… 135
Imagen 5 Homenaje al expresidente Juan Bautista Saavedra………………. 136
Imagen 6 Muerte del líder trotskista José Aguirre Gainsborg……………… 136

10
Imagen 7 Homenaje al líder trotskista José Aguirre Gainsborg……………. 137
Imagen 8 Semanarios y secciones del periódico El Diario………………… 155
Imagen 9 Publicidad difundida en El Diario……………………………….. 157
Imagen 10 Secciones del periódico La Calle………………………………… 163
Imagen 11 Publicidad de La Calle…………………………………………… 165
Imagen 12 Secciones de La República………………………………………. 168
Imagen 13 Publicidad de La República……………………………………… 170
Imagen 14 Pacto de Partidos coaligados…………………………………….. 188
Imagen 15 Registro de reocupación…………………………………………. 207
Imagen 16 Cédula de Identificación profesional…………………………….. 211

TEXTOS LEGALES
Texto legal 1 Decreto de 17 de mayo de 1936………………………………….. 179
Texto legal 2 Decreto de 22 de mayo de 1936………………………………….. 195
Texto legal 3 Decreto de 17 de enero de 1937…………………………………... 232
Texto legal 4 Decreto de 13 de julio de 1937……………………………………. 241
Texto legal 5 Decreto de 28 de mayo de 1938………………………………….. 247
Texto legal 6 Decreto de 12 de agosto de 1938………………………………… 250
Texto legal 7 Decreto de 20 de marzo de 1939…………………………………. 264

ORGANIGRAMAS
Organigrama 1 Primera Organización institucional del Ministerio de Trabajo… 280
Organigrama 2 Segunda Organización institucional del Ministerio de Trabajo... 283
Organigrama 2A Oficinas anexas al Ministerio de Trabajo……………………… 284
Organigrama 3 Tercera Organización institucional del Ministerio de Trabajo… 285

11
INTRODUCCIÓN

12
La presente tesis de grado “La polarización socio-discursiva
informativa/opinativa/interpretativa de los periódicos El Diario, La Calle y La República
en la coyuntura fundacional del Ministerio de Trabajo que dio lugar a la promulgación del
primer Código laboral en Bolivia (1936-1939)” realizó varios hallazgos que, hasta hoy,
estuvieron ocultos bajo la alfombra de la historia política y comunicacional oficial del país.

Este trabajo de investigación partió, a escala nacional, de las secuelas de un hecho histórico
fundamental: la guerra del Chaco (1932-1935) que, con sus cerca de 50 mil muertos, se
constituyó en un momento de ruptura económica, social y político-ideológica.

Sucede que, después del conflicto bélico, los bolivianos rompieron la rutina de las
relaciones sociales de la época y pusieron en ascuas las sombrías redes del poder de la “anti-
nación”.

En el texto 50 años de historia, el investigador y sociólogo boliviano René Zavaleta


Mercado hizo un retrato de esa coyuntura histórica, que se iba a constituir en el crisol de la
“nación”:

El amor, el poder, la guerra. En eso consiste la verdad de la vida. Pues


bien, fue en el Chaco, lugar sin vida, donde Bolivia fue a preguntar en
qué consistía su vida. (…) Boquerón, Nanawa, Picuiba, Kilómetro 7,
Cañada Strongest dejan de ser topónimos inertes, ahora contienen sus
propios muertos. Nombres vivos para todo el mundo. Es como si
solamente allá la historia hubiese perdido su propia rutina y no hay duda
de que entonces, sólo entonces, aprendieron los bolivianos que el poder
es algo por lo que se debe matar y morir (1992:19).

Sobre esa base, varios acontecimientos históricos –que expresaron la crisis nacional general
que se vivía en ese momento político– culminaron en las jornadas de mayo de 1936. Esa
primera huelga general dirigida por los trabajadores (del 1 de mayo hasta el 17 de mayo)
fue exitosa y concluyó con la renuncia del Presidente, de línea liberal, José Luis Tejada
Sorzano. Con ese episodio histórico se dio también inicio a los gobiernos nacionalistas

13
militares –del Cnl. David Toro Ruilova y el Tcnl. Germán Busch Becerra (1936-1939)–
que, como una de sus primeras medidas, decretaron la creación del Ministerio de Trabajo:

El detonante de la revolución fue la huelga del Sindicato Gráfico. Este


levantamiento fue aprovechado para que las acciones deriven en una
huelga general, creando así un conflicto social. Dicho movimiento
colocó al Ejército, concretamente al jefe del Estado Mayor, en la
disyuntiva de ametrallar al pueblo para restablecer el orden o derrocar
al gobierno.

Esa situación fue manejada hábilmente por el Tcnl. Busch, quién, antes
de derramar una sola gota de sangre, optó por realizar el golpe de
Estado.

La revolución ostentó un carácter tranquilo debido a que la dirigencia


de los trabajadores permitió el cambio político. La clase obrera aspiró
tan sólo a concretar en los hechos el programa socialista (donde estaba
la creación del Ministerio de Trabajo y la elaboración de un Código
Laboral). Además, se permitió la normal repatriación de al menos 400
prisioneros de guerra que retornaron de Paraguay1.

Esa revuelta popular y sindical permitió el surgimiento de otros hechos históricos que
fueron analizados de manera sistemática en los tres capítulos centrales de este trabajo (3, 4
y 5). De ese modo, las temáticas que se estudiaron, junto al levantamiento de mayo de 1936,
fueron la creación del Ministerio de Trabajo, la implementación del trabajo obligatorio, la
sindicalización obligatoria, la nacionalización de la Standard Oil Company, la aprobación
de la primera Constitución Social, la promulgación del Código laboral, el decreto de entrega
del 100 por ciento de divisas al Banco Central y la censura de los órganos de prensa.

En ese marco, entre los hallazgos que también se obtuvieron en la presente investigación
están, por ejemplo, los entretelones de la instauración de la primera Asamblea Nacional

1 Véase “El proceso revolucionario” en periódico Última Hora. La Paz, mayo 20 de 1936. p. 4

14
Permanente de Organizaciones Sindicales (ANPOS) que fue timoneada por el primer
ministro obrero, Waldo Álvarez España, y los funcionarios públicos Ricardo Anaya, José
Antonio Arce y José Aguirre Gainsborg; la historia política y administrativa de los primeros
siete ministros de trabajo, bajo los regímenes de Toro y Busch; el recuento de las dos
convenciones en las que se redactó la Ley General del Trabajo; la coincidencia entre El
Diario y La Calle para aprobar una ley que “armonice” las relaciones entre el trabajo y el
capital; el intento de algunos asambleístas constituyentes de derogar la Ley de Imprenta de
1925; la compleja lucha político-ideológica que entablaron El Diario, La Calle y La
República en torno a varios acontecimientos; los puñetazos con su “anillo de oro” que el
Presidente Busch propinó en el rostro del escritor Alcides Arguedas, entre otros temas.

Bajo esa perspectiva histórica, social y comunicacional, el objetivo general que orientó esta
investigación fue:

 Comprender la manera en que se desarrolló la polarización socio-discursiva


informativa, opinativa e interpretativa entre El Diario, La Calle y La República en la
coyuntura fundacional del Ministerio de Trabajo que dio lugar a la promulgación del
primer Código Laboral en Bolivia, bajo los gobiernos de David Toro y Germán Busch
(1936-1939).

Junto con ese objetivo, en el capítulo 1, se explicó el campo temático, la fundamentación,


el fenómeno de investigación, los problemas y objetivos de estudio. A la par, se detalló la
estrategia metodológica (paradigma, enfoque metodológico, métodos, técnicas e
instrumentos utilizados) y las fases de la investigación.

Definido el plan de estudio, en el apartado 2, se procedió a su cumplimiento: se analizó el


vínculo dialéctico que existe entre la coyuntura política, las relaciones de producción-
reproducción de discursos periodísticos y los dispositivos de polarización discursiva
informativa/opinativa/interpretativa, en un momento de crisis nacional general. Luego, en
el apartado 3, se analizaron los principales acontecimientos nacionales e internacionales
que permitieron entender la etapa fundacional del Ministerio de Trabajo y la posterior

15
promulgación del Código Laboral (1936-1939). Sobre esa base, se estableció la manera en
que se alinearon las relaciones sociales de producción y reproducción de discursos
periodísticos de El Diario, La Calle y La República con las corrientes de la “anti-nación”
y la “nación” (capítulo 4). Después, en el título 5, se evaluó el modo en que se desplegó la
polarización socio-discursiva periodística entre los tres periódicos, en relación con dos ejes
(la creación del Ministerio de Trabajo y la promulgación del Código laboral) y siete sub-
ejes temáticos (el levantamiento de mayo de 1936, la implementación del trabajo
obligatorio, la sindicalización obligatoria, la nacionalización de la Standard Oil Company,
la aprobación de la primera Constitución Social, el decreto de entrega del 100 por ciento
de divisas al Banco Central y la censura de los órganos de prensa) que se suscitaron bajo
los gobiernos de Toro y Busch. Por último, en el capítulo 6, se elaboraron las conclusiones
que permitieron explicar el fenómeno de investigación.

Además, la tesis, para contar con un respaldo gráfico, incorporó siete cuadros, tres
organigramas, siete textos legales, 16 imágenes y un anexo, donde se desplegó una copia
del texto original “autografiado” del “decreto-ley General del Trabajo”, aprobado el 24 de
mayo de 1939.

El turno, ahora, es del lector.

16
1. CAMPO DE ESTUDIO Y
ESTRATEGIA METODOLÓGICA

17
1.1. CAMPO TEMÁTICO

El investigador y filósofo italiano Umberto Eco afirma que hacer una tesis significa: 1)
localizar un tema concreto; 2) recopilar documentos sobre dicho tema; 3) poner en
orden dichos documentos; 4) volver a examinar el tema partiendo de cero a la luz de
los documentos recogidos; 5) dar una forma orgánica a todas las reflexiones
precedentes, y 6) hacerlo de modo que quien la lea comprenda lo que se quería decir y
pueda, si así lo desea, acudir a los mismos documentos para reconsiderar el tema por
su cuenta (1986:23-24).

Si se toma como pertinentes los anteriores consejos, la presente investigación avanzó,


de forma dialéctica, en todos esos procedimientos.

En su libro Cómo se hace una tesis, Eco, además sugiere cuatro pautas obvias para
elegir un tema de tesis: 1) que el tema corresponda a los intereses del investigador; 2)
que las fuentes a que se recurra sean asequibles; 3) que las fuentes a las que se acuda
sean manejables, y 4) que el cuadro metodológico de la investigación coincida con la
experiencia del estudioso (1986:25).

Este trabajo de indagación científica también cumplió con esas reglas que, pese al
sarcasmo con las que fueron tratadas por el intelectual y filósofo, son fundamentales.

En ese marco, el campo temático de esta tesis estuvo compuesta por tres dimensiones
histórico-comunicacionales interrelacionadas: 1) la coyuntura político-ideológica,
económico-social y laboral; 2) la relación entre los medios escritos de producción y
reproducción de discursos periodísticos, y 3) los discursos periodísticos informativos,
opinativos e interpretativos polarizados en un momento de crisis nacional general.

1.2. FUNDAMENTACIÓN

La historia oficial boliviana, que está al servicio de las clases dominantes, dejó en el
olvido el estudio de relevantes hechos –económicos, socio-laborales, institucionales,

18
sindicales, comunicacionales y otros– que fueron protagonizados por el movimiento
obrero, indígena-campesino y popular, antes y después de la guerra del Chaco.

En el campo de la comunicación y, en concreto, del periodismo esa realidad no fue


diferente. Pese a que la lucha de la prensa insurgente de los primeros años de la
posguerra contra el orden liberal fue reconocida por los historiadores como un hito
fundamental para el triunfo de la Revolución Nacional de 1952, las indagaciones
científicas comunicacionales e interdisciplinarias sobre este fenómeno social son
escasas.

“El enfoque primordial de los trabajos sobre prensa es el de la descripción histórica


general. Son poco menos que inexistentes los análisis cuantitativos de contenido, la
crítica ideológica, el examen de la estructura organizativa, el estudio del régimen de
propiedad y finanzas y, mucho más aún, la evaluación formal del alcance a impacto de
los mensajes periodísticos en el público”, revela el comunicólogo boliviano Luis
Ramiro Beltrán, en el libro Bibliografía de estudios sobre comunicación en Bolivia
(1990:10). Posteriores estudios que continuaron la labor de Beltrán confirman que esa
tendencia no cambió2.

En términos más específicos, las escasas publicaciones sobre el ámbito de la prensa


escrita sólo alcanzaron a mencionar de manera aislada y general algunos episodios que
ocurrieron bajo los gobiernos progresistas de David Toro y Germán Busch (1936-
1939)3.

2Véase HERRERA, Karina (coord.). (2000) Una actualización biblio-hemerográfica de los estudios sobre comunicación
en Bolivia 1900-2000.
3 Véase CESPEDES, Augusto. (1979): “Claudicación socialista” y “Busch, la flecha incendiaria” en El dictador suicida.
pp.157-184; IRUSTA, Gerardo. (1988): “El periodismo antioligárquico y antiimperialista. La batalla por el poder
nacional” en Periodismo y Revolución Nacional. pp.61-95; LORA, Guillermo. (1970): “Una cartilla obrera” en Historia
del movimiento obrero boliviano (Tomo II). pp. 391-405; MONTENEGRO, Carlos. (1953): “Novela” en Nacionalismo y
coloniaje. pp.239-242; OCAMPO, Eduardo (1978): “Dramáticas contingencias del pensamiento escrito” en Historia del
periodismo boliviano. pp.515-523; ORDUNA, Víctor y GUZMÁN, Gustavo. (2006): “De las heridas del Chaco a las
jubilaciones prometidas por Busch” en Del periodismo y sus memorias. pp.30-36; SANDOVAL, Víctor. (2012): “Los
años dorados (1936-1946). El periodismo prerrevolucionario” en Objetividad y compromiso. La vida privada del
periodismo boliviano. pp.45-86; TORRICO, Erick. (1989): “Periodismo” en Periodismo. Apuntes teórico-técnicos.

19
Dentro de esa perspectiva, se puede sostener que ese periodo (denominado del
nacionalismo militar –que surgió de manera espontánea de las tensas y múltiples
contradicciones que se gestaron en la guerra del Chaco–) fue una especie de tierra fértil
para el potenciamiento de un periodismo valeroso y contrario al orden establecido. El
siguiente párrafo condensa lo expresado:

Tras esa etapa de la alborada republicana, es necesario mencionar que


hubo en el país una época deslumbrante del periodismo, que podríamos
configurar como los años de oro, cuando entre otros que la frágil
memoria posterga, Armando Arce, Carlos Montenegro, Augusto
Céspedes, Armando Alba, José Cuadros Quiroga, Nazario Pardo Valle,
Gamaliel Churata (peruano), Alipio Valencia Vega, Fernando Siñani,
Saturnino Rodrigo, Franz Tamayo, Mario Guzmán Aspiazu, dejaban
brillantes ideas y pensamientos narrados en columnas, crónicas y
reportajes destinados a desvirtuar la historia oficial de los poderosos
(Sandoval, 2012:45).

Con esas palabras el periodista Víctor Hugo Sandoval, en su libro Objetividad y


compromiso: La vida privada del periodismo boliviano, describe “los años dorados” de
la prensa nacional, una etapa que marcó con tinta indeleble el surgimiento de periodistas
combativos, rebeldes y sin ambages.

De manera más concreta, Cristóbal Coronel, en su texto Ondas que provocan. Radio
Illimani, los estados y el nacionalismo, retrata también, de forma breve, ese momento
histórico fundacional: “Y cuando ya habían dejado de rugir los cañones en el Chaco, en
La Paz empezó a circular el diario La Calle (1936), dirigido por Augusto Céspedes y
Armando Arce, que en breve entabló una dura batalla con la gran minería, y por
supuesto con los medios impresos que le hacían coro” (2013:37).

pp.29-48; VISCARRA, Gonzalo. (1977): “Punto de partida: La guerra del Chaco.- Menciones breves de los gobiernos de
Toro, Busch, Quintanilla y Peñaranda” en Prensa y país. pp.15-19.

20
En ese entendido, la imposibilidad de encontrar más detalles sobre ese inusual momento
de lucha del periodismo boliviano sentó las bases para realizar una investigación más
profunda. Mientras se realizaba la exploración científica (hemerográfica y
bibliográfica), esa problemática comunicacional poco estudiada se combinó con otra
necesidad histórico-social: el entender las diversas medidas progresistas (económicas,
institucionales, socio-laborales y sindicales) que los gobiernos de Toro y Busch
impulsaron a favor de las clases explotadas, oprimidas y excluidas del país. Muchas de
esas medidas se condensaron en la creación del Ministerio de Trabajo (1936) que dio
lugar a la promulgación del primer Código Laboral en Bolivia (1939).

Fue así que en el presente trabajo se dilucidó sobre un momento excepcional del
periodismo boliviano, conectado con una coyuntura de crisis nacional general que, a su
vez, posibilitó la creación de instituciones progresistas y la dictación de normas que
beneficiaron a los trabajadores bolivianos.

El presente análisis, en un plano más personal, pretende interpelar a las organizaciones


sociales y sindicales del país en sentido de no volver a cometer los mismos errores del
pasado –la división, la defensa de intereses personales, la falta de conciencia histórica
y otras–, que dejaron en simples quimeras el advenimiento de su propio gobierno.

1.3. FENÓMENO DE INVESTIGACIÓN

Sobre la base de lo explicado, el fenómeno de investigación que definió los alcances y


límites del presente estudio fue la polarización socio-discursiva informativa, opinativa
e interpretativa entre El Diario, La Calle y La República en la coyuntura fundacional
del Ministerio de Trabajo que dio lugar a la promulgación del primer Código Laboral
en Bolivia, bajo los gobiernos de David Toro y Germán Busch (1936-1939).

En concreto, dicho fenómeno de investigación contempló la interacción dialéctica de


tres ámbitos de la realidad histórico-comunicacional:

21
1) La red de acontecimientos político-sociales y laborales que se suscitaron en la etapa
fundacional del Ministerio de Trabajo y la posterior promulgación del Código
Laboral, bajo los gobiernos de David Toro y Germán Busch (1936-1939).
2) Las relaciones sociales de producción y reproducción de discursos periodísticos de
El Diario, La Calle y La República, que hicieron seguimiento a los más importantes
acontecimientos político-sociales y laborales en la posguerra del Chaco.
3) La polarización de los principales discursos periodísticos informativos, opinativos
e interpretativos en los periódicos El Diario, La Calle y La República, con respecto
a los más relevantes acontecimientos que acaecieron entre 1936 y 1939.

1.4. PROBLEMAS DE LA INVESTIGACIÓN


1.4.1. PROBLEMA GENERAL

En ese marco, esta investigación avanzó en torno al siguiente problema general:

¿Cómo se desarrolló la polarización socio-discursiva informativa, opinativa e


interpretativa entre los periódicos El Diario, La Calle y La República en la
coyuntura fundacional del Ministerio de Trabajo que dio lugar a la promulgación
del primer Código Laboral en Bolivia, bajo los gobiernos de David Toro y Germán
Busch (1936-1939)?

1.4.2. PROBLEMAS PARTICULARES

Sobre esa base, se trabajó, de forma crítica y sistemática, en tres problemas


particulares:

1) ¿Cuáles fueron los principales acontecimientos político-sociales y laborales que


se suscitaron en la etapa fundacional del Ministerio de Trabajo y la posterior
promulgación del Código Laboral, bajo los gobiernos de David Toro y Germán
Busch (1936-1939)?
2) ¿De qué forma se alinearon las relaciones sociales de producción y reproducción
de discursos periodísticos de El Diario, La Calle y La República, que hicieron
22
seguimiento a los más importantes acontecimientos político-sociales y laborales
en la posguerra del Chaco?
3) ¿Cómo se desarrolló la polarización de los principales discursos periodísticos
informativos, opinativos e interpretativos en los periódicos El Diario, La Calle
y La República, con respecto a los más relevantes acontecimientos que
acaecieron entre 1936 y 1939?

1.5. OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN


1.5.1. OBJETIVO GENERAL

Esta indagación científica, de ese modo, progresó tomando en cuenta el siguiente


objetivo general:

Comprender la manera en que se desarrolló la polarización socio-discursiva


informativa, opinativa e interpretativa entre los periódicos El Diario, La Calle y La
República en la coyuntura fundacional del Ministerio de Trabajo que dio lugar a la
promulgación del primer Código Laboral en Bolivia, bajo los gobiernos de David
Toro y Germán Busch (1936-1939).

1.5.2. OBJETIVOS PARTICULARES

En esa perspectiva, esta investigación trabajó sobre la base de tres objetivos


particulares:

1) Determinar y analizar los principales acontecimientos político-sociales y


laborales que se suscitaron en la etapa fundacional del Ministerio de Trabajo y
la posterior promulgación del Código Laboral, bajo los gobiernos de David Toro
y Germán Busch (1936-1939).
2) Establecer la forma en que se alinearon las relaciones sociales de producción y
reproducción de discursos periodísticos de El Diario, La Calle y La República,
que hicieron seguimiento a los más importantes acontecimientos político-
sociales y laborales en la posguerra del Chaco.
23
3) Comprender la manera en que se desarrolló la polarización de los principales
discursos periodísticos informativos, opinativos e interpretativos en los
periódicos El Diario, La Calle y La República, con respecto a los más relevantes
acontecimientos que acaecieron entre 1936 y 1939.

1.6. ESTRATEGIA METODOLÓGICA

PARADIGMA

Después de caracterizar a los paradigmas como “las realizaciones científicas


universalmente reconocidas que, durante cierto tiempo, proporcionan modelos de
problemas y soluciones a una comunidad científica”, el filósofo estadounidense
Thomas Kuhn, en su texto La estructura de las revoluciones científicas (2004:13),
explica además que esta visión de mundo es fundamental para avanzar en la
comprensión de los distintos campos que componen la realidad.

En esa línea, el presente estudio histórico-comunicacional basó su andamiaje teórico-


práctico en el paradigma del materialismo dialéctico4. Como aplicación y extensión de
dicha visión de mundo en el ámbito de los fenómenos sociales, esta investigación
fundamentó su contenido en la concepción materialista de la historia, más conocida
como el materialismo histórico. Dicho abordaje marxista fue explicado por Carlos Marx

4 La dialéctica materialista o materialismo dialéctico es definida, por el líder comunista Vladimir Ilich Ulyanov, más
conocido como Lenin, en su libro Las tres fuentes y las tres partes integrantes del marxismo, como “la ciencia de las
leyes generales del movimiento, tanto del mundo exterior como del pensamiento humano”.
En ese marco, Lenin sostiene que para “la filosofía dialéctica no existe nada establecido de una vez para siempre, nada
absoluto, consagrado; en todo ve lo que hay de perecedero, y no deja en pie más que el proceso ininterrumpido del
aparecer y desaparecer, del infinito movimiento ascensional de lo inferior a lo superior” (1988:22).
A su vez, en el texto Cinco tesis filosóficas, Mao Tse-Tung pone en relieve el carácter dinámico, interrelacionado e
interconectado en el que se desarrollan las cosas. En otras palabras, afirma que “(…) la concepción dialéctica materialista
del mundo sostiene que, a fin de comprender el desarrollo de una cosa, debemos estudiarla por dentro y en sus relaciones
con otras cosas: dicho de otro modo, debemos considerar que el desarrollo de las cosas es un automovimiento interno
necesario que en su movimiento, cada cosa se encuentra en interconexión e interacción con las cosas que la rodean”. En
ese sentido, la causa fundamental de desarrollo de las cosas es interno y la condición de cambio es de carácter externo
(1987: 22-23).

24
y Federico Engels5. En esa lógica, Lenin, en su obra Las tres fuentes y las tres partes
integrantes del marxismo, puntualiza lo siguiente:

El marxismo (mediante el materialismo histórico) señaló el camino para


un estudio global y multilateral del proceso de aparición, desarrollo y
decadencia de las formaciones económico-sociales, examinando el
conjunto de todas las tendencias contradictorias y reduciéndolas a las
condiciones, perfectamente determinables, de vida y de producción de
las distintas clases de la sociedad, eliminando el subjetivismo y la
arbitrariedad en la elección de las diversas ideas «dominantes» o en la
interpretación de ellas, y poniendo al descubierto las raíces de todas las
ideas sin excepción y de las diversas tendencias que se manifiestan en
el estado de las fuerzas productivas materiales (1988:25).

En otras palabras, Jesús Martín Cepeda en su texto Teoría del Estado marxista afirma
que el materialismo histórico “versa sobre la sociedad y su desarrollo sobre la vida
social en su conjunto, en su totalidad, en los nexos internos y la acción mutua de sus
aspectos relacionados. Estudia lo que es común en la vida, a la historia y al desarrollo
de todos los pueblos” (2013:5).

En concreto, este trabajo fue abordado desde la concepción materialista de la historia,


la filosofía de la praxis y la teoría crítica que se interrelacionan de manera dialéctica.

ENFOQUE METODOLÓGICO

Esta indagación científica sentó sus bases, de manera central, en la investigación de tipo
cualitativa. Empero, es pertinente aclarar que bajo la lógica del paradigma del

5 Engels en su obra Del socialismo utópico al socialismo científico explica de manera concreta que “la concepción
materialista de la historia parte de la tesis de que la producción, y tras ella el cambio de sus productos, es la base de todo
orden social; de que en todas las sociedades que desfilan por la historia, la distribución de los productos, y junto a ella la
división social de los hombres en clases o estamentos, está determinada por lo que la sociedad produce y cómo produce
y por el modo de cambiar los productos (1946:140).
Engels, en el texto Anti-Dühring, concluye que “frente a la simplista recusación ingenuamente revolucionaria de toda la
historia anterior, el moderno materialismo ve en la historia el proceso de evolución de la humanidad, y su tarea es
descubrir las leyes de su movimiento” (2014:69).

25
materialismo dialéctico todo fenómeno de la realidad posee una relación intrínseca
entre lo cualitativo-cuantitativo y viceversa.

La investigación cualitativa plantea una posible vía para abordar una problemática
social, “la cual está relacionada con la descripción, la interpretación y la constitución o
construcción de sentidos”, explican Libia Ramírez y otros, en el texto Paradigmas y
modelos de investigación (2004: 30).

Por su parte, Roberto Hernández, Carlos Fernández y María Bautista en su obra


Metodología de la investigación detallan algunas características del enfoque
cualitativo. Entre los rasgos más importantes se encuentran:

1) Lo cualitativo explora los fenómenos en profundidad.


2) En su proceso, analiza múltiples realidades subjetivas.
3) Posee riqueza interpretativa.
4) Permite contextualizar el fenómeno de investigación (1991:4).

MÉTODO DE ESTUDIO

El investigador en el campo de la comunicación Erick Torrico, en el libro Tesis en


Comunicación: Elementos para elaborarla, recupera el concepto “zavaletiano” de
método como “horizonte de visibilidad”. Asimismo, precisa que método es “una suerte
de ‘código’ que permite interpretar la totalidad social y los fenómenos particulares que
tienen lugar en su interior y que, además, es aplicable en todos los momentos del
proceso investigativo” (1997:60).

En esa perspectiva, el horizonte de visibilidad de la investigación fue guiada bajo las


categorías del materialismo dialéctico, integradas por lo singular, lo particular y lo
universal; lo abstracto y lo concreto; y lo histórico y lo lógico.

En la obra Categorías del materialismo dialéctico del filósofo Marc Moiseievichs


Rosental, se sostiene que los saltos dialécticos de “lo singular a lo particular y lo

26
universal” son imprescindibles para el entendimiento esencial de un objeto de estudio
concreto: “El conocimiento de lo singular y de lo particular enriquece nuestro
conocimiento de lo universal y convierte a este universal abstracto en un universal lleno
de diferencias y de movimientos” (1958:275).

Asimismo, la categoría de “lo concreto a lo abstracto” se utilizó para lograr un


conocimiento más “profundo y multilateral” del objeto: “Lo abstracto es la negación de
lo concreto-sensible, y lo concreto, como síntesis de innumerables abstracciones, es la
negación de lo abstracto. Pero esto no significa una simple vuelta a lo concreto, que
servía de punto de partida, sino a lo concreto elevado a un nivel más alto de desarrollo,
en que el objeto es captado de modo profundo y multilateral” (:298).

También es importante destacar la aplicación de las categorías de “lo histórico y lo


lógico” en la investigación. Para abordar a profundidad el fenómeno de estudio, se
requiere entenderlo en su movimiento contradictorio y en forma de red universal. En
otras palabras, “conocer adecuadamente un objeto significa abordarlo dialécticamente,
es decir, comprender el objeto en su aparición y desarrollo, estudiarlo desde el punto
de vista de los procesos que lo han engendrado y le han dado tales o cuales rasgos y
cualidades, en una palabra, significa captarlo no como un producto acabado, sino como
el resultado de cierto movimiento y desarrollo” (:304).

Cabe mencionar que las tres categorías citadas se aplicaron de manera conjunta a lo
largo de todo el estudio.

TÉCNICAS DE INVESTIGACIÓN

Erick Torrico conceptualiza las técnicas de indagación científica como los “medios que
se utilizan para recoger y/o analizar y sistematizar la información necesaria para
solucionar un problema o probar o disprobar una hipótesis” (1997:63).

Con referencia a lo citado, las técnicas, además, deben seguir la lógica del paradigma,
del enfoque y del método empleado. En esa línea, Raúl Rojas, en el texto Guía para

27
realizar las investigaciones sociales, afirma que “la técnica es un conjunto de reglas y
operaciones formuladas expresamente para el manejo correcto de los instrumentos, lo
cual permite a su vez, la aplicación adecuada del método o los métodos
correspondientes” (1996:94).

Bajo ese paraguas conceptual, este trabajo de indagación científica utilizó dos técnicas
de investigación: 1) la observación documental y 2) el análisis socio-discursivo, que es
la integración dialéctica de tres dispositivos de interpretación de la realidad concreta.

1) LA OBSERVACIÓN DOCUMENTAL

La observación documental es una técnica utilizada para obtener información,


ordenarla, seleccionarla, sistematizarla, contrastarla con el fenómeno de investigación
y citarla.

En ese sentido, Raúl Rojas específica “para recabar la información existente en libros,
revistas, periódicos, páginas digitales y otros documentos sobre un determinado tema,
el investigador se auxilia de instrumentos como las fichas de trabajo, en las que
concentra y resume la información esencial contenida en las fuentes documentales”
(1996:70).

Así, para la realización de este trabajo de investigación se siguieron cinco pasos


esenciales:

1) La exploración bibliográfica y hemerográfica.


2) La selección bibliográfica y hemerográfica.
3) La lectura crítica y el contraste de los conceptos con el fenómeno de estudio.
4) La transcripción de los párrafos esenciales de los textos seleccionados.
5) La sistematización dialéctica de la información en capítulos.

Esta técnica de investigación fue utilizada a lo largo de toda la investigación. Fue vital
para hacer el marco teórico, el análisis de coyuntura, la observación de los medios de

28
producción y reproducción de discursos periodísticos y el análisis de los discursos
informativos/opinativos/interpretativos.

2) EL ANÁLISIS SOCIO-DISCURSIVO

El análisis socio-discursivo, que fue utilizado para realizar esta tesis, es la unidad
dialéctica de tres dispositivos de interpretación de la realidad concreta: 1) el análisis de
la coyuntura política, 2) la observación documental de la entidad de producción y
reproducción de discursos periodísticos y 3) el análisis del discurso
informativo/opinativo/interpretativo. El análisis socio-discursivo fue desarrollado para
la realización de tres capítulos de este trabajo indagatorio (véase los apartados 3, 4 y 5).

Las características conceptuales del análisis socio-discursivo fueron desarrolladas con


mayor detalle en el marco teórico (véase el apartado 2.6.).

En esa perspectiva, la contextualización histórica, económico-social y político-


ideológica (detallada en los capítulos 3 y 4) fue realizada sobre la base de la técnica del
Análisis de coyuntura política, en la cual se utilizaron cinco categorías fundamentales
de análisis: 1) los acontecimientos, 2) los escenarios, 3) los actores, 4) la correlación de
fuerzas y 5) la relación entre la coyuntura y la estructura.

La técnica de la observación documental de la entidad de producción y reproducción


de discursos periodísticos contribuyó también en la elaboración del capítulo 4.

El Análisis del discurso informativo/opinativo/interpretativo fue utilizado para realizar


el apartado 5. Las 14 categorías6 que se utilizaron para estudiar cada uno de los 106

6 De acuerdo al investigador Raúl Rojas Soriano, en el texto Investigación social: teoría y praxis, las categorías “son
conceptos fundamentales de una ciencia con base en los cuales se construyen sus teorías y se orientan los procesos
concretos de investigación”.
Conceptualizó a las categorías filosóficas como los aspectos y relaciones más generales de los procesos de la sociedad,
el pensamiento y la naturaleza. “Por ejemplo: causa y efecto; esencia y fenómeno; contenido y forma; lo singular y lo
general; lucha de contrarios, etc. Estas categorías pueden aplicarse al estudio de cualquier proceso y objeto del universo”
(2002:125).
A su vez, Marc Moiseievichs Rosental, en el Diccionario filosófico marxista, define a las “categorías” como conceptos
lógicos “fundamentales” que representan los vínculos, los nexos, las conexiones más generales de la realidad.

29
discursos periodísticos de El Diario, La Calle y La República, seleccionados en torno
a dos ejes y siete sub-ejes temáticos, fueron las siguientes:

En primer lugar, se trabajaron 4 aspectos:

1) Los ejes temáticos.


2) Los sub-ejes temáticos.
3) La red de acontecimientos.
4) Los productores-reproductores de los discursos periodísticos
informativos/opinativos/interpretativos.

En segundo lugar, se analizaron siete categorías:

1) La situación social deseada.


2) La situación social a defender.
3) La situación social a abandonar.
4) El discurso.
5) El contra-discurso.
6) La identificación de los actores o sujetos de acción positivos.
7) La identificación de los actores o sujetos de acción negativos.

En tercer lugar, se identificaron a los tres destinatarios de los discursos periodísticos


informativos/opinativos/interpretativos:

1) El pro-destinario.
2) El contra-destinatario.
3) El para-destinatario.

Rosental además aclaró que “siendo el reflejo de los aspectos esenciales de la realidad, las categorías permiten al hombre
conocerla más profundamente”, para transformarla (1946:37).
En ese sentido, las 14 categorías utilizadas fueron los criterios y mecanismos de unidad y lucha discursiva que se aplicaron
para comprender, de forma más particular, cada uno de los 106 discursos periodísticos
informativos/opinativos/interpretativos de El Diario, La Calle y La República.

30
Las características conceptuales del análisis del discurso
informativo/opinativo/interpretativo fueron desarrolladas con mayor detalle en el
marco teórico (véase el apartado 2.6.3.).

INSTRUMENTOS DE INVESTIGACIÓN

“Los instrumentos de la investigación hay que entenderlos como aquellos elementos


materiales que sirven para llevar a cabo la aplicación de una técnica” (Torrico,
1997:64). En ese entendido, las técnicas y los instrumentos de indagación científica
deben poseer una coherencia lógica, los instrumentos deben proporcionar información
que pueda ser procesada y analizada sin mayores dificultades (Rojas, 1996:204).

Sobre la base de esas consideraciones, se utilizaron las fichas bibliográficas, de


resumen, hemerográficas, de trabajo y las fichas cibergráficas.

En paralelo, se trabajó sobre la base de un archivo temático de periódicos y la matriz


de análisis del discurso informativo/opinativo/interpretativo.

FASES DEL ESTUDIO

Sobre la base de lo expuesto, esta investigación desarrolló al menos cinco fases de


estudio, que se complementaron de manera dialéctica. Dicho proceso no fue lineal ni
mecánico. El entendimiento de un ámbito del fenómeno de estudio siempre permitió la
comprensión de los otros. Se siguió, en términos gráficos, un ascenso de abstracción
zigzagueante y en espiral, de lo inferior a lo superior y de lo simple a lo complejo. Las
fases del estudio fueron las siguientes:

Primera fase: Mediante la observación documental, la lectura analítico-sintética y el


proceso de generalización conceptual se elaboró un marco teórico que permitió
entender el vínculo dialéctico que existe entre la coyuntura histórico-política, las
relaciones sociales de producción-reproducción de discursos periodísticos y los

31
dispositivos de polarización discursiva informativa/opinativa/interpretativa, en un
momento de crisis nacional general (véase el capítulo 2).

Segunda fase: Luego, se evaluó y estableció los principales acontecimientos político-


sociales y laborales que se suscitaron en la etapa fundacional del Ministerio de Trabajo
y la posterior promulgación del Código Laboral, bajo los gobiernos de David Toro y
Germán Busch (1936-1939).

A través de la observación documental y el análisis de coyuntura política, se analizaron


dos ejes temáticos –1) la creación del Ministerio de Trabajo y Previsión Social y 2) la
promulgación del Código Laboral en Bolivia– y siete sub-ejes temáticos relevantes que
definieron el curso histórico de esa coyuntura:

1) El levantamiento de mayo de 1936.


2) El trabajo obligatorio.
3) La sindicalización obligatoria.
4) La nacionalización de la Standard Oil Company.
5) La promulgación de la primera Constitución Social en Bolivia.
6) El decreto de la entrega del 100 por ciento de divisas al Banco Central.
7) La censura y la realidad de los órganos de prensa en la posguerra.

En este parágrafo también se evaluaron algunos sucesos internacionales que


contribuyeron en el curso de los acontecimientos de la época (véase el capítulo 3).

Tercera fase: Sobre esa base, se procedió a establecer la manera en que se alinearon
las relaciones sociales de producción y reproducción de discursos periodísticos de El
Diario, La Calle y La República, que hicieron seguimiento a los principales
acontecimientos político-sociales y laborales en la posguerra del Chaco.

Mediante la observación documental, se descubrió que El Diario –visto como una


fábrica de producción y reproducción de sentidos y significados que buscan incidir en

32
la toma de decisiones de sus destinatarios– se alineó en la corriente liberal (de la anti-
nación) de la época. Asimismo, La Calle y La República –enarbolando el nacionalismo,
pero con sus respectivas diferencias– se posesionaron en la línea de la defensa de la
nación. En este acápite, además, se reconstruyó la historia de los siete primeros
ministros que dirigieron el Ministerio de Trabajo. Este recuento histórico, luego, fue
cruzado con los dos ejes temáticos y los siete sub-ejes temáticos que, después, fueron
analizados en relación a sus discursos (véase el capítulo 4).

Cuarta fase: Luego, mediante el análisis del discurso


informativo/opinativo/interpretativo, se estableció el modo en que evolucionó la
polarización discursivo-periodística entre El Diario, La Calle y La República, con
respecto a los dos ejes y los siete sub-ejes temáticos más importantes que se suscitaron
entre 1936 y 1939. En este apartado, se estudiaron 106 discursos periodísticos
informativos/opinativos/interpretativos (véase el capítulo 5).

Quinta Fase: Por último, a través de la deducción e inducción teórica y el paso


dialéctico de lo abstracto a lo concreto y lo concreto a lo abstracto, se elaboró un
conjunto de conclusiones que permitieron comprender el fenómeno de estudio
tridimensional de esta investigación (véase capítulo 6).

33
2. COYUNTURA DE CRISIS,
POLARIZACIÓN, FÁBRICA DE
SENTIDOS Y DISCURSOS

34
2.1. EL PERIÓDICO, UNA FÁBRICA DE DISCURSOS POLITICO-
IDEOLÓGICOS

El periódico no es una simple suma de hojas impresas donde se encuentra, con


determinada regularidad, información verbal, icónica o mixta sobre hechos de interés
colectivo. Detrás de todos esos contenidos periodísticos, en realidad, hay una fábrica
muy particular. Existe una usina que configura y difunde la mercancía más efímera e
influyente del mundo: el discurso periodístico informativo/opinativo/interpretativo.
Tras este medio escrito hay una factoría que produce y reproduce, en última instancia,
una compleja red de significados o sentidos que buscan incidir en la manera de pensar
y actuar de los seres humanos. Pero, para comprender esto que tiene cierta complejidad
es importante ir paso a paso.

El investigador boliviano Erick Torrico conceptualiza al periódico como una


“empresa”: “El periódico, entendido como una institución y no solamente como un
producto impreso, es una empresa, con objetivos y una organización” (1989:70).

El periódico7, en el fondo, es una institución económica, social y político-ideológica


interrelacionada que trabaja como una especie de entidad “manufacturera”. Pero, a
diferencia de otras empresas, no elabora cualquier mercancía. Procesa un producto
comercial que va dirigido de manera esencial a la mente de los individuos. En otras

7 Erick Torrico, además, esboza cinco características esenciales del periódico:


1) Posee un carácter documental porque puede conservarse en el tiempo.
2) Ofrece más detalles que otros medios de difusión.
3) Por su soporte, permite conservar su contenido informativo para una posterior revisión y análisis.
4) El periódico ostenta un lenguaje nutrido.
5) Causa más efecto individual que colectivo (1989:66).
Tras explicar que el periódico es un instrumento que produce y reproduce los acontecimientos más recientes, en los más
cortos y regulares periodos de tiempo y a la más amplia variedad de lectores, el periodista alemán Emil Dovifat, en el
libro Periodismo: Fundamentos teóricos y jurídicos, noticia y opinión, lenguaje y forma de expresión, expone que ese
medio escrito es como el “segundero del tiempo”.
En términos más sencillos, como sucede con el reloj, el periódico marca y visibiliza, cada cierto tiempo, los hechos
sociales que le parecen subjetivamente importantes, generando así una política informativa (1959:3-6). “Política
informativa es la influencia que se ejerce conscientemente sobre el público y por medio de la propagación de determinado
grupo de noticias o de la retención de noticias de otro grupo”, aclaró Dovifat (1959:59-60).
A su turno, Raúl Rivadeneira Prada, en el texto Periodismo la teoría general de los sistemas y la ciencia de la
comunicación, define al periódico como una institución que emite un conjunto de mensajes y que actúa como un
instrumento de control social (1986:40).

35
palabras, el periódico produce-reproduce discursos periodísticos
informativos/opinativos/interpretativos que contienen, sentidos relacionados a uno o a
varios aspectos de la realidad.

A diferencia de otras redes de producción discursivas –de tipo religioso, literario,


educativo, médico, psiquiátrico y otros– estos órganos de prensa transforman los
acontecimientos que se producen a diario en información periodística, que tiene como
propósito resolver una necesidad humana fundamental: el conocer lo que acontece en
un determinado contexto para entenderlo (saber), tomar definiciones y, a veces,
acciones en una multiplicidad de ámbitos (poder).

En esa línea, el estudioso francés Patrick Charaudeau, en su obra El discurso de la


información: La construcción del espejo social, define al discurso (y por ende el
discurso periodístico) como un “instrumento del saber” ligado al poder:

El discurso informativo no sólo se limita al imaginario del saber. De


una manera u otra siempre está ligado al imaginario del poder, por lo
menos en su condición de autoridad. Informar es poseer un saber que el
otro ignora (“saber”), tener la capacidad que permite transmitirlo a ese
otro (“poder decir”) y estar legitimado para esa actividad de transmisión
(“poder de decir”). Toda instancia de información, lo quiera o no, lo
reivindique o lo niegue, ejerce un poder de hecho sobre el otro
(2003:71).

Charaudeau agrega que el sentido de lo que se dice sólo se puede comprender con base
en las circunstancias, la identidad de quien habla y de su interlocutor, la relación de
intencionalidad que los vincula y las condiciones físicas de intercambio: “el discurso es
una manera de decir más o menos prevista, codificada o improvisada según un conjunto
de condiciones intencionales que rigen dicha manera de decir. Por lo tanto, existen al
mismo tiempo condiciones extradiscursivas y realizaciones intradiscursivas cuyas
intrincadas relaciones producen el sentido del discurso” (2003:49).

36
De ese modo, el periódico produce y reproduce sentidos 1) en relación e intercambio
con sus fuentes de información que promueven determinados temas (“condiciones
extradiscursivas”) y 2) se rige bajo condicionamientos de los periodistas y las
organizaciones informativas internas que moldean la construcción de los discursos
periodísticos (“realizaciones intradiscursivas”).

En la misma línea, Ruth Wodak y Michel Meyer, en el texto Métodos de análisis crítico
del discurso, definen a todo discurso (también el periodístico) como un vehículo del
saber donde la palabra cobra poder: “Los discursos ejercen el poder porque transportan
un saber con el que se nutre la conciencia colectiva e individual. Este conocimiento
emergente es la base de la acción individual y colectiva, así como el fundamento de la
acción formativa que moldea la realidad” (2001:69).

Desde la perspectiva de la ciencia lingüística, Alicia Poloniato y Lourdes Rodríguez,


en el libro Mirando el Poder, coinciden con lo citado y añaden otros elementos
importantes. En el discurso (en este caso periodístico), entendido como texto, se
encuentran las huellas de las condiciones que lo rigieron y que acotaron su sentido (en
otras palabras, que produjeron su significado) y a su vez se expresan las relaciones de
poder y de saber instauradas en la sociedad. “Desde las instancias institucionales
(productivas) que sustentan un saber-poder –político, económico, moral, familiar, etc.,
en las diferentes redes establecidas− se decide el sentido”, concluyen las especialistas
(1987:7).

Las acepciones fueron fortalecidas por las reflexiones teóricas del filósofo francés y
estudioso de las relaciones productivas y reproductivas del “saber-poder”, Michael
Foucault, quién, en su texto El Orden del Discurso, fue categórico. Después de realizar
varias indagaciones científicas, concluye que el “discurso no es simplemente aquello
que traduce las luchas o los sistemas de dominación, sino aquello por lo que, y por
medio de lo cual se lucha, aquel poder del que quiere uno adueñarse” (1970:6).

37
En ese marco, el discurso informativo/opinativo/interpretativo es el resultado de un
entramado productivo-reproductivo de un periódico o fábrica de significados
periodísticos, donde se revelan y cristalizan luchas y consensos económico-sociales y
político-ideológicos8 −relaciones de poder y saber− que abarcan, representan y
entrelazan, a su vez, pugnas histórico-coyunturales de largo, mediano y corto alcance.

2.2. EL PERIÓDICO, UNA ORGANIZACIÓN CON INTERACCIONES DE


PODER

La organización de esa particular fábrica discursiva –el periódico– está estructurada


por una compleja y versátil red de relaciones económico-sociales y político-ideológicas.

El periodista e investigador Raúl Rivadeneira Prada señala que el periódico interactúa


y se organiza bajo tres pilares fundamentales:

1) La redacción, espacio que integra a los elementos humanos –propietario o


propietarios, directores, jefes de redacción y los periodistas (productores y
reproductores de discursos periodísticos)– y materiales (máquinas de escribir,
cámaras fotográficas, grabadoras, etcétera).
2) La administración que se ocupa de la organización de la institución, la dotación y
mantenimiento de materiales y la gestión económica. En ella operan dos
subsistemas de apoyo muy importantes: la publicidad y la circulación. En ese
sentido, la administración está organizada por la gerencia, la planta administrativa
en general y las áreas de publicidad.

8 Camilo Taufic, en su libro Periodismo y lucha de clases: La información como forma del poder político, define la
política como la lucha de clases y la ideología como la orientación inmanente de esa pugna:
“La política no es otra cosa que una manifestación específica de la lucha de clases, su expresión más generalizada, y los
periodistas, en cuanto activistas políticos, no están al margen de esta lucha, sino inmersos en ella y ocupando puestos de
liderazgo (…) Para empezar, cada clase social tiene 'su' política, en defensa de 'sus' intereses, y trata de organizar a toda
la sociedad en consonancia con los mismos. Para ello utiliza distintos medios, y el periodismo es uno de los recursos
favoritos de cualquier clase social” (1977:176).
A su vez, el autor aclara que la ideología y la comunicación están concatenadas entre sí. De esa manera, la ideología se
revela en el contenido mismo de los medios a través de diversos niveles de significaciones manifiestas o latentes (…)
“Hay una determinada concepción de mundo, una visión de la vida que el emisor (periodista) trata de imponer a sus
receptores, para orientarlos en determinada dirección” (1977: 68).

38
3) Los talleres en los que se realiza la impresión y compaginación del periódico
(imprenta y otras tecnologías que desarrollan elementos gráficos). Esta sección se
halla constituida por obreros gráficos.

Rivadeneira, además, revela algunas interrelaciones endógenas del periódico:

Las relaciones e interacciones de los componentes principales son


estrechas y complicadas; por ejemplo, el volumen publicitario
propagandístico comprometido por la administración, bajo una
mentalidad mercantilista –que es la que caracteriza a la mayoría de los
periódicos– afecta profundamente a la redacción, restringiendo las
posibilidades de información más precisa y diversificada (…) Un
editorial o comentario firmado que desfavorezca a los planes económicos
de la administración suele ser modificado y las más de las veces
autocensurado en beneficio de la tranquilidad financiera de la empresa
(1986:40-41).

El autor también remarca que las relaciones endógenas del periódico no son las únicas,
sino que a ellas se suman las que se producen entre el sistema del medio impreso y los
sistemas de entorno.

En síntesis, detrás de cada contenido periodístico, que los medios de prensa producen
y reproducen, coexisten relaciones sociales9 internas y externas que se desarrollan de
forma dialéctica. De igual modo, estas interrelaciones humanas multidimensionales
(económicas, sociales, político-ideológicas) están vinculadas a dispositivos de saber y
poder10.

9En este trabajo de investigación se definió a las “relaciones sociales” como una compleja y dinámica red de interacciones
entre dos o más actores o sujetos de acción (individuales o colectivos) que integran un sistema de producción y
reproducción de discursos. Y estas relaciones sociales estructuran, en esencia, interacciones de poder.
10 El sociólogo Manuel Castells, en su libro Comunicación y poder, señala algunas precisiones sobre los vínculos que
existen entre el poder y las múltiples actividades comunicacionales.
Después de sintetizar que “el poder es la capacidad relacional que permite a un actor social influir de forma asimétrica en
las decisiones de otros actores sociales de modo que se favorezcan la voluntad, los intereses y los valores del actor que
tiene el poder”, el investigador español Castells preciso que el poder se ejerce mediante 1) la coacción (o la posibilidad

39
En otras palabras, las relaciones internas del periódico se hallan entrelazadas a las
relaciones externas que las rodean e influyen. De esa forma, integran y conforman una
especie de red de interacciones. Así lo explicó el sociólogo francés Pierre Bordieu en
un estudio sobre la influencia del periodismo incluido en su obra Sobre la televisión:

No se trata aquí el tema del “poder de los periodistas” –y menos aún del
periodismo como “cuarto poder”−, sino el de la influencia de los
mecanismos de un campo periodístico cada vez más sometido a las
exigencias del mercado (de los lectores y de los anunciantes) que
ejercen, en primer lugar sobre los periodistas (intelectuales y
periodistas), y luego, y en parte a través de ellos, sobre los diferentes
campos de producción cultural: el jurídico, el literario, el artístico, el
científico (1997:101).

Así, la interrelación interna-externa y externa-interna, en definitiva, se traduce en un


discurso periodístico informativo/opinativo/interpretativo a favor o en contra de una
determinada tendencia. Estos mecanismos pasan desapercibidos para quienes adquieren
y leen el periódico. Por eso, comprender sus propósitos y su forma concreta de
organización es vital para entender la manera cómo se fabrican los discursos

de ejercerla) y/o 2) mediante la construcción de significado, partiendo de los discursos a través de los cuales los actores
sociales guían sus acciones (1999:33).

Castells planteó además algunas definiciones que valorizan el poder del discurso y su relación con la violencia:
1) El poder es el proceso fundamental de la sociedad, puesto que éste se define en torno a valores e instituciones (por
ejemplo el periódico), y lo que se valora e institucionaliza está definido por relaciones de poder.
2) Hay un apoyo complementario y recíproco entre los dos principales mecanismos de formaci6n de poder identificados
por las teorías que estudiaron ese complejo fenómeno: la violencia y el discurso.
3) El significado (concretizado en discursos) se construye en la sociedad (en la red de mentes) a través del proceso de
la acción comunicativa”.
4) (…) El acceso constitucional a la capacidad de coacción y el acceso a los recursos comunicativos que permiten
coproducir significado se complementan a la hora de establecer relaciones de poder.
5) (…) Cuando la resistencia (el contrapoder) y el rechazo se vuelven considerablemente más fuertes que el
cumplimiento y la aceptación, las relaciones de poder se transforman: las condiciones de la relación cambian, el
poderoso pierde poder y al final hay un proceso de cambio institucional o cambio estructural, dependiendo de la
amplitud de la transformación de las relaciones de poder (1999:33-37). Y en todo esto la construcción discursiva es
fundamental.

40
periodísticos, que, como un caballo de Troya, ocultan en su seno diversas relaciones de
saber-poder.

2.3. PERIODISMO OBJETIVO, IMPARCIAL Y NEUTRAL, UNA UTOPÍA

Por lo expresado, se puede sostener que cada texto que se imprime en el periódico no
es neutral, imparcial u objetivo, como se quiere hacer creer. Al respecto, Juan Carlos
Zambrana, en un estudio concreto sobre “Derechos y deberes de los periodistas”
incluido en el texto Opiniones y análisis 48: medios de Comunicación en Democracia,
aclara lo siguiente: “Las empresas tienen el poder económico y los periodistas sólo
poseen el poder de la palabra, que en estos casos no ha podido influenciar en el trabajo
de sus afiliados, quienes obedecen órdenes de sus gerentes o directores, casi siempre
sólo empresarios” (1999:172).

Bajo esa lógica, Jorge Ortiz, en un análisis sobre “La información al servicio del
gobierno y los grupos del poder” que forma parte del libro Antimanual del Periodista
Boliviano, afirma que la información objetiva es una simple quimera:

Si bien la misión de informar y dar a conocer lo que sucede en el país y


en el mundo está en manos de los propietarios, los directores y los
periodistas que trabajan en las empresas de comunicación, salvando
claras excepciones, podemos señalar que dichas empresas están en
manos de los dueños del capital con el que financian sus actividades,
por lo que la información es una ilusión. En estos medios, el margen de
acción de los periodistas está claramente delimitado por sus
propietarios, y estos se encuentran alienados a los límites que establecen
sus clientes. ¿Quiénes son sus clientes? El gobierno, las empresas, las
personas naturales, los intereses económicos y políticos (2004:28).

De ese modo, los contenidos periodísticos, como se advirtió, no son inocentes. Éstos se
hallan subordinados a luchas por determinados intereses económicos, sociales y

41
político-ideológicos. En otros términos, los discursos periodísticos son el resultado de
las complejas interrelaciones del saber-poder.

2.4. LA ESTRATEGIA DISCURSIVA COMO MECANISMO POLARIZADOR

Carlos Álvarez, Marcela Farré y Damián Fernández, en la investigación Medios de


comunicación y protesta social, aseveran que la producción-reproducción del discurso
periodístico se encuentra subordinado al enfoque de un “complejo integrado por
diversos enunciadores” (periodistas, jefes de prensa, editores, directores y otros).

“Los medios de comunicación construyen sus discursos a partir de sucesos que tienen
lugar efectivamente. Sin embargo, no pueden hacer otra cosa que seleccionar,
privilegiar u omitir algunas porciones de la realidad (…) y éstos responden a un enfoque
particular que no debe vincularse con el sujeto determinado sino con un complejo
integrado por diversos enunciadores” (2001:20), explican.

De ese modo, son esos sujetos activos (periodistas, jefes de prensa, editores, directores
y otros) quienes catalizan el sentido discursivo periodístico, es decir, jerarquizan,
conforman y agrupan fuerzas, informaciones, opiniones e interpretaciones en el interior
del texto.

Por lo expuesto, el discurso periodístico que se publica debe seguir un determinado


criterio lógico de sistematización, selección de temáticas, jerarquización, visibilización
e invisibilización, maximización y minimización de acontecimientos. Todo esto forma
parte de lo que se conoce como estrategia discursiva. En esa perspectiva, Daniel Prieto
Castillo, en el libro El juego del discurso, confirma que el “orden del discurso no es
casual” sino en realidad es parte de una estrategia: “Hay todo un juego (una estrategia
discursiva) de énfasis destinado a orientar la atención del destinatario, a persuadirlo de
entrada de algo o bien a llevarlo gradualmente a un convencimiento; ese juego se orienta
también a crear un suspenso, a anunciarnos lo que vendrá a completar el sentido de lo
que se nos indica apenas con unos indicios” (1999: 57).

42
Por su complejidad –multiplicidad de objetivos que persiguen e interrelaciones internas
y externas de saber-poder que regulan y organizan−, estos medios de difusión escrito
se convierten también en instancias de polarización social que se formalizan a través de
estrategias discursivas radicales, rígidas, excluyentes y que tienden, en última instancia,
al enfrentamiento11.

En el proceso de polarización, de ese modo, se emplean determinadas estrategias


discursivas que son utilizadas como recursos argumentativos para maximizar la
efectividad de sus contenidos con la intención de defender intereses económicos,
sociales y político-ideológicos. Empero, estos mecanismos periodístico-discursivos no
funcionan de modo mecánico. Más bien varían de acuerdo a la posición de quienes los
construyen (desde el poder o el contrapoder) y la relación que mantienen con la
zigzagueante coyuntura política establecida.

2.5. LA POLARIZACIÓN, UN DISPOSITIVO DE PODER O CONTRAPODER

Alejandro Nató y César Rojas, en el texto Geografía del conflicto: Claves para
decodificar la confrontación social, definen la polarización en el marco de cinco
premisas centrales:

1) La polarización es la acumulación sistemática y sistémica de múltiples errores,


disfunciones y compromisos irresueltos en diversos espacios.
2) Es un híbrido, una rara avis (ave desconocida); un momento de resolución parcial
y que, en el proceso de cambio, va sumando parcialidades hasta alcanzar completar
su rompecabezas histórico.

11 A grosso modo, según el Diccionario de Ciencias Sociales de Madeleine Grawitz, se entiende por polarización, la
tendencia de los grupos a tomar posiciones extremas (1990:266). En términos psicológicos se denomina polaridad a la
tensión entre dos fuerzas, dos caracteres, dos tendencias opuestas, como entre dos polos magnéticos (…) Especialmente
entre propiedades que, aún siendo opuestas, se basan en un mismo fondo y son interdependientes (Diccionario de
Psicología de Friedrich Dorsch, 1977:712).
Desde otra visión de mundo, Charles Morris conceptualiza el proceso de polarización entre individuos como “un cambio
de actitud en los miembros de un grupo hacia posturas más extremas que la mantenidas antes” (1992: 660).
En concreto, la polarización es un proceso que tiende a radicalizar posiciones extremas, que al final se tornan
irreconciliables.

43
3) La polarización no es una situación estacionaria, sino es una “dinámica productiva”:
los polos suman restándole al centro.
4) Genera una química insalubre entre dos actores de acción (individuales o
colectivos). Desarrolla un sistema bicéfalo. Dos polos diferentes: un polo activo y
el otro reactivo. Frente a frente, no se encuentran quietos, sino interactuando de
forma constante.
5) Los “avances posicionales” son la clave de la dinámica polarizante y obedecen a la
lógica de la concatenación: acumula fuerzas, confronta y avanza una posición
(2008:129-137).

En esa lógica, en los medios de prensa, en general, los procesos de polarización se


despliegan de forma dialéctica, secuencial y construyendo o de-construyendo
dinámicas cadenas de acontecimientos. Al final, esta fragmentación, de forma
inevitable, se cristaliza en una pugna discursiva que asciende y desciende en una
especie de desarrollo en espiral. Y los periódicos, vistos como activas fábricas de
discursos informativos/opinativos/interpretativos, cumplen un rol fundamental en esta
acción polarizadora.

La polarización es, antes que nada, una manera de acumulación política. Y una de las
técnicas más rápidas para polarizar es desatar una guerra mediática, sintetiza el
investigador Fernando Ruiz, en la "Introducción, teoría y práctica de las guerras
mediáticas: Viva el periodismo del odio" incluido en su libro Guerras mediáticas: Las
grandes batallas periodísticas desde la revolución de mayo hasta la actualidad,
después de explicar que las guerras mediáticas comienzan con un “antagonismo”
ideológico profundo:

Un sector importante de la sociedad percibe que su antagonista


ideológico ha tomado una dimensión y una actitud amenazantes, se
convence de que se acabaron las alternativas y de que llegó la hora de
enfrentamiento abierto (…) Cuando los protagonistas comienzan a
percibir que la batalla puede ser definitiva es cuando comienza la

44
formación de ejércitos. La lógica militar empieza a gestionar el debate
público. Por eso cada uno de los sectores en pugna alinea, enrola o
construye recursos mediáticos importantes para atacar y defender. Y ese
despliegue y uso de poder de fuego no hace más que acelerar el proceso
polarizador (…) Esa radicalización del debate va forzando un punto
crítico: la violencia del lenguaje. De a poco, las palabras se van
cargando de pólvora. Hasta que explotan (…) Llegados a este momento
del proceso polarizador, cuando se masifica el agravio, es más fácil
advertir cómo los periodistas gestionan no sólo palabras, sino sobre
todo climas (…) Los periodistas dejan de reconocer al otro como un
par, y comienzan a verlo como victimario (2014:2-8).

En el fondo –y esto es fundamental–, la polarización, que opera bajo un polo activo y


otro reactivo, permite observar a los periódicos tal como son. Estos medios escritos
quedan al descubierto, sin su ropaje “imparcial”, “neutral” y “objetivo”. En otras
palabras, en momentos de aguda polarización, estos medios escritos de difusión se
presentan como verdaderas organizaciones político-partidarias.

En el proceso de polarización, sin cortapisas, algunos diarios respaldan con sus


discursos a determinadas fórmulas político-ideológicas en detrimento de otras que
pretenden reformar o transformar el poder. Otros periódicos también se alinean en las
nuevas corrientes contestarías y, sin impedimentos, se enfrentan con sus discursos a las
organizaciones político-ideológicas que pretenden conservar el orden establecido. Así,
la polarización –que se presenta como dispositivo de poder o contrapoder− permite ver
al periódico como lo que en esencia es: un organismo de saber-poder.

En general, las fuerzas polarizadas persiguen el objetivo de aglutinar la mayor cantidad


de fuerzas sociales y de otra índole (sindicatos, organismos de trabajadores
independientes, profesionales, empresarios, asociaciones y otras) para incluir, excluir,
confrontar y avanzar de manera gradual.

45
En ese sentido, los medios de prensa, que son instancias del saber-poder, muestran, en
un mismo momento, su rol de testigos, escenarios y actores colectivos de la acción
político-partidaria. A partir de la difusión de estrategias discursivas, se lanzan a luchar
por ganar relaciones de fuerzas y, por ende, de poder.

Para un estudio de caso, la Fundación Boliviana para la Democracia Multipartidaria, en


el Informe Especial Resumen del Conflicto al Entendimiento, concluye que los medios
de comunicación, en general, estimulan los procesos de polarización: “Se plantea que
uno de los acicates de la polarización han sido los medios de comunicación, que pasaron
de ser escenario del debate público a convertirse en 'protagonistas', esto con el interés
de modificar el comportamiento de la población. Además, los medios ven los conflictos
como material útil, atractivo y sensacionalista, algo que a la larga crea más conflictos”
(2012:15).

En ese sentido y como parte de un proceso dialéctico, la polarización, fabricada y


difundida por los medios de prensa, puede llegar a resolverse de forma violenta o
pacífica, es decir, por la radicalización de las ideas y el enfrentamiento social o por el
debate público. Si se opta por la violencia, el proceso de polarización impone una nueva
relación social y política, que en su seno lleva una nueva contradicción.

En esa línea y sobre la base de otro estudio de caso, el investigador Miguel Pinto, en la
Tesis La reproducción del sentido nacionalista en los editoriales del semanario
'Prensa' codificados y difundidos por el sindicato de trabajadores de la Prensa de La
Paz (1970)12, sostiene que, en contraposición de lo que ocurre en coyunturas de quietud,
en tiempos de crisis social se despliega también una polarización antagónica en el
corazón de la fábrica discursiva. Propietarios y periodistas se enfrentan impulsados por
intereses particulares y posiciones político-ideológicas:

12 El trabajo de investigación se publicó en formato de libro: 1970: Cuando los periodistas se enfrentaron al poder.

46
En periodos históricos estables, la aspiración común de gran parte de
los trabajadores de la prensa es presentar a los públicos otros niveles y
aspectos de la verdad y la realidad y, además, poner en la agenda
política temas que, para la mayor parte de los medios de difusión
privados, son intrascendentes e ideologizados. Sin embargo, en épocas
de crisis social, ese anhelo se transforma en necesidad, y, luego, en
tenaz bandera de lucha. Dentro de los periódicos privados, las
posiciones ideológicas-políticas entre propietarios y periodistas
también se polarizan. En el fondo, la libertad de empresa (para lucrar)
y la libertad de prensa (para informar) se hacen irreconciliables
(2004:22).

El autor, a su vez, señaló que a raíz de esa polarización “irreconciliable”, surge la


necesidad por parte de los trabajadores de la prensa y la población de crear nuevos
medios de difusión. Es decir, en tiempos de crisis se abren las condiciones para
organizar nuevas plataformas mediáticas. En algunos casos, estos medios de difusión
pueden responder a intereses populares, partidarios, sindicales, rurales o regionales13.

Así, en periodos de crisis14 y polarización, los periódicos sacan a la luz sus intrincadas
redes de relaciones sociales y su poderío discursivo
informativo/opinativo/interpretativo.

13 En referencia a la formación de periódicos político-partidarios, Lenin, en el texto Acerca de la prensa, señala que el
periódico ejerce una función de organizador colectivo. “La misión del periódico no se limita, sin embargo, a difundir
ideas, a educar políticamente y a conquistar aliados políticos. El periódico no es sólo un propagandista colectivo y un
agitador colectivo, sino también un organizador colectivo (…) Con la ayuda del periódico, y en ligazón con él, se irá
formando por sí misma una organización permanente, que se ocupe no sólo en la labor local, sino también en la labor
general regular; que habitúe a sus miembros a seguir atentamente los acontecimientos políticos, a apreciar su significado
y su influencia sobre distintos sectores de la población” (1979:54).
14 El cientista social Jürgen Habermas, en el texto Problemas de legitimación en el capitalismo tardío, reflexionó
integralmente sobre la crisis. No la vio como un fenómeno puramente económico. La observó como un complejo sistema
que se exterioriza de distintas maneras en los diversos espacios históricos y políticos: “(…) Las crisis pueden surgir en
diferentes lugares; diversas son también las formas de manifestación en que una tendencia a la crisis cuaja hasta llegar a
la ruptura política, es decir, a la de-legitimación del sistema político existente. Discierno cuatro tendencias posibles a la
crisis: 1) crisis económica, 2) crisis de racionalidad, 3) crisis de legitimación y 4) crisis de motivación” (1999:86-87).
Desde un punto de vista gramsciano, el catedrático francés Hugues Portelli, en el texto Gramsci y el bloque histórico
define la crisis orgánica −o “disgregación hegemónica”− como una “ruptura entre la estructura y la superestructura”.

47
2.6. LA DIALÉCTICA DEL ANÁLISIS SOCIO-DISCURSIVO

En ese entendido, para lograr comprender la manera cómo se desarrolla la polarización


en los medios de prensa escrito, se aplicó el análisis socio-discursivo, que es la unidad
dialéctica de tres dispositivos de interpretación de la realidad concreta:

1) El análisis de la coyuntura política.


2) La observación de la entidad de producción y reproducción de discursos
periodísticos.
3) El análisis del discurso informativo/opinativo/interpretativo.

Es preciso hacer notar que este análisis socio-discursivo se abordó bajo el enfoque
conceptual del método de la crisis nacional general, que fue estudiado y aplicado por el
sociólogo boliviano René Zavaleta Mercado.

En su libro Bolivia, hoy, Zavaleta define a la crisis nacional general como un método
fundamental de comprensión de la totalidad social. Es decir, el proceso de la crisis como
un “momento de quiebre en el que se conoce la universalidad de los hechos históricos

En ese sentido, la suma entre la estructura y la superestructura conforma el bloque histórico. La relación entre ellas es
imposible sin la acción de los intelectuales orgánicos, que son los encargados de desarrollar visiones de mundo, es decir,
ideologías hegemónicas.
“(…) la creación de un nuevo bloque histórico es entonces, en realidad, el de la creación de un nuevo sistema hegemónico,
pero es también el problema de la irrupción de una nueva crisis orgánica en el bloque histórico que debe desembocar en
una situación favorable de las nuevas fuerzas sociales. Por lo tanto, la construcción de un nuevo bloque histórico no es –
Gramsci lo recuerda a menudo en los Cuadernos cuanto ataca las concepciones 'economicistas'– un fenómeno mecánico;
por el contrario, se trata de una verdadera empresa que necesita la resolución positiva de dos condiciones: 1) La irrupción
de una crisis orgánica en el bloque histórico, es decir, la ruptura del vínculo orgánico entre estructura y superestructura,
el hecho de que los intelectuales no representen más a las clases y 2) La creación de un sistema hegemónico que agrupe
a las clases subalternas que no están organizadas, la clase dominante retomará el control de la situación y la vieja sociedad
se mantendrá, al menos, provisoriamente” (1977:121).
Desde otro punto de vista, Enrique del Acebo y Roberto J. Brie, en el Diccionario de Sociología definen la noción de
crisis relacionándola con “la de progreso, que de alguna manera aparece como su contracara; es una categoría
relativamente vacía de contenido, en cuanto que no significa algo específico, que todos pueden reconocer de la misma
manera, sino que sólo se comprende en relación con una determinada conexión de sentidos. (La crisis) se relaciona con
el cambio histórico-social, o personal, en dimensiones profundas de la existencia, e indica un tránsito de una situación
positiva a una negativa, o de una superior a otra considerada inferior (…) Hechas estas observaciones, podemos definir
crisis como una situación de amenaza a la existencia misma de algo y que no puede superarse sino mediante un cambio
sustantivo o estructural de lo que se halla en situación de crisis” (2006: 100-101).

48
(…) es la forma clásica de la revelación o reconocimiento de la realidad del todo social”
(1987:17).

En esa lógica, Mao Tse-Tung, en su texto Cinco tesis filosóficas, bajo una perspectiva
dialéctica, precisa que todo conocimiento del hombre no debe separarse de la práctica,
es decir, la vida: “El criterio de la verdad no puede ser otro que la práctica social. El
punto de vista de la práctica es el punto de vista primero y fundamental de la teoría
materialista dialéctica del conocimiento” (1987:7).

En esa línea, Zavaleta, en el texto Clases sociales y conocimiento, concluye que la crisis
es una verdadera escuela, donde predomina la vida y sus contradicciones ante la teoría:
“Las clases sociales pues aprenden las dimensiones de su poder y la eficiencia de su
poder no desde los análisis previos, que son todos incompletos o presuntivos o
inexistentes, como consecuencia de aquellos límites cognoscitivos de este tipo de
sociedades en el momento de su quietud, sino a partir de su práctica; aquello que pueden
y aquello que no pueden es lo que son” (1988:21).

En síntesis, es sólo en las sacudidas de la catástrofe, en la ruptura, en la crisis, que las


relaciones sociales (y, por ende, las relaciones de poder) muestran su verdadero rostro,
sin maquillaje. Sin embargo, la primera condición para comprender el fenómeno de la
crisis y también la totalidad real es la práctica social, es decir, el actuar en todo el
proceso de la polarización y la crisis. Y es esa posición activa, orgánica y vital la que
genera en los actores individuales y sociales las condiciones físicas, mentales, sociales
e históricas para asumir un “horizonte de visibilidad” y de esa manera transformar la
realidad.

La práctica social y la crisis nacional general conforman una substancial amalgama que
permiten entender la realidad social de manera integral.

49
2.6.1. EL ANÁLISIS DE COYUNTURA POLÍTICA

Herbert De Souza, en el texto Cómo hacer un análisis de coyuntura, define esa


técnica de investigación socio-histórica como “una mezcla entre conocimiento y
descubrimiento”, una lectura de la realidad que responde a determinados intereses
y necesidades político-ideológicas.

En ese sentido, para comprender el complejo entramado económico, social y


político-ideológico se utilizaron cinco categorías:

1) Los acontecimientos que conforman la base del análisis de coyuntura. Son


“aquellos que adquieren un sentido especial para un país, una clase social o un
grupo social o una persona”.
2) Los escenarios que constituyen espacios donde se desarrollan los
acontecimientos. Estos espacios son determinantes en el desarrollo de las
relaciones sociales o luchas de fuerzas políticas. “(…) muchas veces, el simple
hecho de cambiar de escenario ya es una indicación importante de cambio del
proceso”.
3) Los actores son aquellos que representan al colectivo social. “(…) ellos
encarnan una idea, una reivindicación, un proyecto, una promesa o denuncia”.
Pueden ser personas naturales o jurídicas (autoridades de gobierno,
instituciones, empresas, sindicatos, individuos en particular, entre otros). Son
sujetos de acción que interactúan con otros sujetos de acción, conformando así
una relación social o de poder.
4) La correlación de fuerzas, en el fondo, es una relación de poder. Las clases
sociales, los grupos, los diferentes actores sociales están en constante relación.
“Estas relaciones pueden ser de enfrentamiento, de coexistencia, de cooperación
y estarán siempre revelando una relación de fuerza o de dominio, igualdad o
subordinación”.

50
5) La relación entre la coyuntura y la estructura es una categoría de análisis que
integra dos dimensiones de la realidad económico-social y político-ideológica.
Vincula la coyuntura –constituida por acontecimientos, actores o sujetos de
acción, escenarios y correlaciones sociales de fuerzas– con la estructura,
entendida como el devenir histórico de los acontecimientos y sus relaciones
económicas, sociales y político-ideológicas (1987:3-13). Es una especie de
unidad dialéctica entre lo micro y lo macro, lo global y lo local, que permite
comprender en su totalidad la red de fenómenos histórico-políticos.
2.6.2. LA OBSERVACIÓN DE LA ENTIDAD DE PRODUCCIÓN Y
REPRODUCCIÓN DE DISCURSOS PERIODÍSTICOS

Una segunda técnica de investigación que integra el análisis socio-discursivo es la


observación de la entidad de producción y reproducción de discursos periodísticos,
que busca entender, en una determinada coyuntura, el movimiento de fuerzas (de
poder) entre los actores internos y externos de la fábrica, es decir, las relaciones
sociales y políticas de producción-reproducción de sentidos que, en general, las
mantiene ocultas.

Como se planteó, detrás de cada texto periodístico existe una red humana de
producción y reproducción de productos discursivos, que se interrelacionan
dialécticamente de forma interna-externa y externa-interna (véase 2.2.).

Así, de acuerdo a lo mencionado (y en la perspectiva de cumplir los objetivos de la


presente investigación), se observó dos modos concretos de hacer periodismo
escrito: 1) la prensa de la nación y 2) la prensa de la anti-nación15. Ambas maneras

15En relación a lo expuesto, el periodista Gerardo Irusta, en su obra Periodismo y Revolución Nacional, afirma que en el
contexto de la posguerra del Chaco se gestó una pugna entre las corrientes periodísticas de la anti-nación y las posiciones
periodísticas nacionalistas:
“La lucha (se desarrolló) entre dos periodismo antagónicos: El empresarial dirigido y financiado por los poderes
económicos de la grandes empresas mineras y el sustentado por intelectuales autodefinidos como anti-oligárquicos,
antiimperialistas y de profunda concepción nacional” (1988:63). Irusta agrega que el periodismo fue un “pilar
fundamental” para la dominación de la oligarquía minera.
A su turno, el periodista Carlos Montenegro, en su libro Nacionalismo y coloniaje, relata lo que sucedió con la prensa
después de la guerra del Chaco: “Ganó su primera batalla, esta resurrección del sentimiento bolivianista, con el aparecer

51
de concebir y realizar periodismo, a su turno, contienen una determinada estrategia
discursiva, que se desarrolla con el fin de intervenir en determinado sentido en la
toma de decisiones de quienes leen sus páginas16.

Bajo esos parámetros, los órganos de prensa, en general, llevan un sello político-
ideológico que está relacionado con una determinada coyuntura que, a la par,
impregna la posición y la acción de los trabajadores de la prensa (periodistas,
gráficos, administrativos y otros). Dentro de ese contexto, algunas fábricas
discursivas del poder-saber, con propósitos comerciales, lucrativos y difusivos,
desarrollan sus sistemas productivos y reproductivos de discursos periodísticos bajo
el rótulo de “independientes”, “imparciales”, “objetivos” o “neutrales”, cuando en
realidad no lo son.

Lo cierto es que, detrás de estas frases agradables, algunas fábricas discursivo-


periodísticas camuflan sus verdaderas interrelaciones sociales que están vinculadas
a valores e intereses económicos, sociales y político-ideológicos. Estos recursos
lingüísticos les dan una aureola de cierta “posición apolítica” –de estar más allá del

de los periódicos opuestos al imperio de los grandes consorcios económicos que sojuzgan al país. El inmenso poderío de
esos consorcios, mostróse impotente para doblegar el espíritu de sacrificio con que los primeros voceros de la bolivianidad
autonomista, sostuvieron sus posiciones bajo el bombardeo financiero de las fortalezas mercantiles de la oligarquía (…)
A estos periódicos tiene que atribuirse, como al Chaco, un nuevo y sólido influjo que se proyecta sobre el espíritu público
y lo mantiene despierto, alejándolo cada vez más del área cubierta por la acción letal de la prensa al servicio de los grandes
negocios. Solidaria con ese periodismo, una inmensa mayoría del pueblo ha reocupado la vieja posición del sentimiento
de la nacionalidad frente a la de la tendencia colonialista, que tampoco ha desaparecido” (1982:240).
Bajo esa perspectiva, uno de los periódicos opuestos al imperio de los grandes consorcios económicos, que oprimieron al
país, fue el matutino La Calle. A esa cruzada nacional se inscribieron también otros medios como La República, La
Fragua y El País. A contracorriente de esos periódicos defensores de la nación, El Diario, La Razón y Última Hora, entre
otros, respaldaron a la corriente de la anti-nación, es decir, militaron en las políticas de puertas abiertas al capital
internacional (Véase el apartado 4.1. y 4.2.).
16Desde una mirada de esa época, el periodista y escritor peruano José Carlos Mariategui en su ensayo “Prensa de doctrina
y prensa de información” (1928) reeditado en la revista Contratexto 2, distingue dos modelos de prensa escrita: el
periódico de partido y la prensa industrial. “El periódico de partido tiene una limitación inevitable: la del público y un
elenco propios. Para los lectores extraños a su política, no tiene generalmente sino un interés polémico. Ese hecho
favorece a una prensa industrial que mientras se titula prensa de información y, por ende, neutral, en realidad es la más
eficaz e insidiosa propagandista de ideas y hechos conservadores y las más irresponsable mistificadora de las ideas y
hechos revolucionarios” (1986:198).

52
bien y del mal, por encima de las luchas sociales–; con este mecanismo mantienen
cierta vigencia y credibilidad en sus destinarios.

Empero, toda acción genera su reacción. En momentos de crisis y frente a la línea


de esos medios tradicionales, emerge el periodismo impugnador que abre una nueva
plataforma de medios escritos. Ese tipo de prensa publica discursos periodísticos
sin ambages, ornamentos ni censuras, pues milita en ideas insurgentes y contrarias
al orden establecido.

Cabe aclarar, que todos los periódicos, desde sus inicios, ostentaron una acción
militante con alguna causa. Desde sus orígenes, los medios escritos no ocultaron su
posición político-ideológica e incluso partidaria. Para la instauración del actual
sistema, los medios escritos fueron, a su modo, los más importantes portavoces del
poder liberal-capitalista17, empero, crearon también a su contrario: azuzaron el
surgimiento de su contrapoder que, como la gota que labra la piedra, lo viene
minando lentamente.

2.6.3. EL ANÁLISIS DEL DISCURSO PERIODÍSTICO


INFORMATIVO/OPINATIVO/INTERPRETATIVO

Un tercer dispositivo de interpretación de la realidad social es el análisis del discurso


periodístico informativo/opinativo/interpretativo, que tiene como propósito
esclarecer el sentido o significado –muchas veces polarizante– de los textos

17 Esta posición es ampliamente explicada en el texto Essais sur la presse et le capital (ensayos sobre la prensa en el
capital), especialmente el capítulo II: “Grandeur et decadence de la politique” (magnitud y decadencia de la política)”
citado por el cientista social Jesús Martín-Barbero, en el texto Comunicación masiva: Discurso y poder:
“(…) durante los años de gestación de la 'gran prensa' será primordialmente política. En los grandes debates políticos del
siglo XVIII y XIX la prensa se forja como elemento fundamental de consolidación y avance de la ideología liberal y
progresista, hasta hacer de la prensa uno de los enclaves más apreciados de la democracia”.
Martín-Barbero, a su vez, añade que la prensa jugó un papel preponderante en la lucha contra el sistema feudal y a “la
vez proclamó, desde su propia hechura, las ventajas del nuevo orden social, del nuevo modo de convivir regido por la
libertad y la tolerancia del libre cambio y del laissez faire, laissez passer” (1978: 163). La expresión francesa laissez faire,
laissez passer significa dejar hacer y dejar pasar.

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publicados por los periódicos (de mediados de la década del ’30, en el caso de la
presente investigación).

En ese sentido, es preciso puntualizar que los contenidos periodísticos difundidos


por la fábrica productora y reproductora del saber-poder –el periódico–, desde sus
orígenes hasta la artificial división en géneros periodísticos, siempre fueron
bosquejados por determinados valores e intereses económicos, sociales e
ideológico-políticos.

Sin embargo, después de un largo proceso y en el marco del paradigma positivista,


el género periodístico informativo fue presentado como “objetivo”, es decir,
contrario a cualquier interpretación u opinión “subjetiva” de los actores del mundo
periodístico. En ese sentido, la nota informativa o noticia se constituyó en el modelo
de la sacrosanta “objetividad”18. Sobre esa base, los periódicos impusieron su
slogan de la “imparcialidad”, “neutralidad” e “independencia” que, en los hechos,
siempre fue impracticable.

Lo evidente es que la presunta “objetividad” de la actividad periodística no siempre


existió19. En otras palabras, el periodismo “imparcial”, “neutral” e “independiente”

18 Al respecto, la literata Amparo Canedo, en el ensayo “Hacia la redefinición y reconstrucción de conceptos


periodísticos. Primera tarea: visibilización de las huellas positivistas en el periodismo”, asevera que la pirámide invertida
de la noticia, desde su origen en el siglo XIX, se desarrolló en base a corrientes “eurocéntricas y positivistas, y aún sigue
nutriéndose de ellas”.
En otros términos, el modelo de la pirámide invertida, mediante la respuesta a las seis preguntas (que, quién, cómo, por
qué, cuándo y dónde), “le obliga al periodista a acercarse a un hecho noticioso de un modo específico para aprehenderlo,
recortarlo y difundirlo al estilo de Durkheim: sin emitir de forma explícita opiniones, quedándose de ese modo con la
impresión de que está siendo objetivo, imparcial y neutral como pensaban, precisamente, los positivistas”.
Canedo, además, aclara que el esquema de la “pirámide invertida” fue popularizada por la Agencia Internacional
Associated Press (fundada en Estados Unidos en 1848), una multinacional de la información. Véase CANEDO, Amparo
(2013): “Hacia la redefinición y reconstrucción de conceptos periodísticos: Primera tarea-visibilización de las huellas
positivistas en el periodismo”, en http://www.revistasbolivianas.org.bo/scielo.php?script=sci_abstract&pid=S2412-
57332013000100007&lng=es&nrm=iso (Revista digital Journal de Comunicación Social) pp. 111-135. Revisado el 28
de abril de 2018.
19 Amparo Canedo en su libro La Brújula del periodista, al respecto, explica que “en realidad, lo que no existe es la
objetividad como un acercarse simple de un sujeto a un objeto de estudio y aprehenderlo” (2010:34). A su vez, la autora
remarca que toda información está sometida a una serie de subjetividades desde su concepción.
Bajo esa perspectiva y refiriéndose al periodismo actual, Canedo distingue dos tipos de géneros periodísticos: los
informativo-interpretativos y los opinativos. “Los géneros documentación, entrevista, noticia, crónica y reportaje están

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fue un rasgo fetichizado que al parecer recién se consolidó en el país en la segunda
mitad del siglo XX. Por tanto, en el marco de lo investigado, en la década del ’30,
no existía esa ingenua división entre los géneros informativos, opinativos e
interpretativos20.

como géneros informativo-interpretativos, mientras que el editorial, las columnas de opinión y otros que tiene como eje
a la opinión son incorporados en el área de opinión”.
Asimismo, ejemplifica que la diferencia entre la noticia y el reportaje radica esencialmente en el nivel de interpretación.
“La primera incluye niveles de interpretación menos visibles frente a otros más explícitos como ocurre con la crónica y
el reportaje” (:41-42).
20 De acuerdo al Laboratorio de Estudios de Comunicación (LADECOM), recopilados en el texto La dinámica
periodística: perspectiva, contexto, método y técnicas, el periodismo, en general, es “un método de interpretación de la
realidad” por tres motivos fundamentales:
1) Escoge entre todo lo que pasa aquello que considera “interesante”.
2) Interpreta y traduce a lenguaje inteligible cada unidad de la acción externa que decide aislar (noticia) y además
distingue en ella entre lo que es más esencial e interesante y lo que es menos.
3) Además de comunicar las informaciones así elaboradas, trata también de situarlas y ambientarlas para que se
comprendan (reportajes, crónicas) y de explicarlas y juzgarlas (editorial y en general, comentarios) (2010:101).

En esa misma línea, el periodista español Lorenzo Gomis, en el apartado “El periodismo interpreta la realidad” incluido
en el texto Teoría del periodismo. Cómo se forma el presente, expresa que el periodismo puede considerarse “un método
de interpretación sucesiva de la realidad social”, puesto que “la interpretación periodística permite descifrar y comprender
por medio del lenguaje la realidad de las cosas que han sucedido en el mundo y se completa con el esfuerzo, también
interpretativo, de hacerse cargo de la significación y alcance que los hechos captados y escogidos para su difusión puedan
tener” (1991:30-31).
En ese marco, “para lograr esa interpretación y transmitirla al público se necesitan una serie de filtros, unas fórmulas de
redacción, que es lo que llamamos géneros periodísticos” (Ladecom, 2010:152).
José Luis Martínez Albertos, uno de los teóricos más representativos en materia de periodismo, en su obra Redacción
periodística (los estilos y los géneros en la prensa escrita), tras conceptualizar a los géneros periodísticos,
específicamente en el ámbito del periodismo impreso, como “modalidades de la creación literaria concebidas como
vehículos aptos para realizar una estricta información de actualidad (periodismo) y que están destinadas a canalizarse a
través de la prensa escrita”, menciona que “su aparición está estrechamente relacionada con las diferentes etapas del
periodismo en cuanto hecho cultural que se va cristalizando progresivamente en el tiempo”.
En ese sentido, divide en tres las principales etapas del periodismo moderno. No obstante, aclara que “hay tipos de
periodismo que persisten en las etapas siguientes”. Es decir, los periodos que se detallarán a continuación actúan de forma
dialéctica, en una suerte de zigzag permanente.
La primera etapa, el periodismo ideológico (1850-1914): “es un periodismo doctrinal y moralizador, con ánimo
proselitista al servicio de ideas políticas o religiosas; una prensa opinante que responde a una etapa histórica de
partidismos políticos y luchas ideológicas”. Una prensa “con muy pocas informaciones y muchos comentarios”.
La segunda etapa, el periodismo informativo (1870-1945): “este periodismo informativo es básicamente un periodismo
de hechos, no de comentarios. Las modalidades predominantes son: “la información, el reportaje y la crónica, con sus
correspondientes variantes”.
La tercera etapa, el periodismo de explicación, periodismo interpretativo o periodismo en profundidad (1945 hacia
delante): “utiliza equilibradamente ambos géneros básicos –el relato y el comentario– pero situándolos en una nueva
perspectiva mediante la cual el lector encuentra los juicios de valor situados de forma inmediata al lado de la narración
objetiva de los hechos. En ocasiones los comentarios aparecen situados incluso dentro de la propia narración o relato,
tipográficamente diferenciados unos géneros de otros”. Entre sus modalidades prácticas se destacan el reportaje en
profundidad y la crónica.
En ese marco, Martínez clasifica a los géneros periodísticos “por razón de su objetivo” en dos modalidades: “los relatos
de hechos y los comentarios que sirven para exponer ideas”. Estos géneros son calificados como “géneros bases”. Aunque,
en la práctica, ambos géneros se entrelazan y siempre tienen determinados grados de subjetividad (1974:70-72).

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En realidad, como si integraran un compacto tejido, los tres “géneros del
periodismo” (el informativo/opinativo/interpretativo) se entrecruzan en cada uno de
los textos periodísticos. La información/opinión/interpretación se trenza de modo
dinámico en cada discurso, de acuerdo a los temas de coyuntura que se pretenden
difundir. De ese modo, ese discurso periodístico es más auténtico, pues su propósito
es que el destinatario este persuadido de la versión presentada del acontecer
nacional e internacional.

Además, es necesario aclarar que la especialización, antes de la artificial división


en géneros periodísticos, no había llegado aún a las instituciones de construcción de
información/opinión/interpretación periodística en Bolivia. Las salas de prensa
estaban ocupadas por abogados, literatos, escritores, historiadores, militantes de
partidos políticos y otros actores sociales que buscaban incidir en el acontecer
público. El formato discursivo que utilizaron, en una buena proporción, tuvo rasgos
literarios y con orientación polarizante.

Así, los discursos periodísticos de ese momento histórico –antes de la imposición


de la “objetividad”– enunciaban una carga subjetiva evidente, que, como era lógico,
motivó clausuras de periódicos, empastelamientos y varios tipos de censuras.

Dentro de ese marco, tres características definieron al discurso


informativo/opinativo/interpretativo de ese momento histórico: 1) la relevancia
coyuntural de sus contenidos, 2) la periodicidad o regularidad de su difusión (diaria,
en los casos de este estudio) y 3) su evidente subjetividad.

Erick Torrico, en otra perspectiva, señala que los géneros del periodismo se dividen en tres grandes grupos. Esta lógica
responde al “tratamiento que se otorga a los contenidos para su formalización transmisible”:
1) El informativo, que se basa en el relato directo y con la mayor carga alcanzable de veracidad de los hechos.
2) El opinativo, que se funda en el juzgamiento de los acontecimientos noticiosos, en su valoración subjetiva.
3) El interpretativo, que usa la información noticiosa para explicar determinada faceta de la realidad, con valoraciones,
antecedentes y proyecciones (1989:158).
Como se puede observar, Torrico también hace notar la inexistencia de la división químicamente pura. Lo informativo,
opinativo e interpretativo, en la realidad, se encuentran interrelacionados.

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En ese contexto, para entender el proceso de transformación de un acontecimiento
social en un discurso informativo/opinativo/interpretativo se dividió al mismo en 14
categorías de análisis. En otras palabras, con fines de cumplir los objetivos de
investigación, se “fragmentó” la estructura del discurso en 14 dimensiones, que en
la práctica se encuentran interrelacionadas.

Pero esto no se quedó ahí. Luego de la división (el análisis), se operó una
reintegración del discurso, pero en términos más substanciales (la síntesis). Sólo en
la unidad dialéctica de los 14 dispositivos internos que guían el desarrollo
discursivo, en la comprensión de su conexión profunda y procesual, se logró
comprender el sentido o significación de la totalidad del discurso periodístico.

En términos abstractos, el permanente y dialéctico análisis y síntesis del discurso


periodístico informativo/opinativo/interpretativo permitió comprender sus
verdaderos sentidos o significados, que en muchos casos alimentaron la
polarización político-ideológica.

Las 14 categorías que permitieron este análisis-síntesis progresivo y esencial son


las siguientes:

1) Los ejes temáticos de los discursos periodísticos permiten delimitar y definir la


red de acontecimientos o contenidos informativos/opinativos/interpretativos a
ser estudiada. En ese sentido, esos ejes contienen un complejo sistema de
acontecimientos que son traducidos en contenidos discursivos, que lo alimentan.
Los ejes temáticos son definidos en el marco de las preocupaciones de la
investigación. En otras palabras, para la comprensión integral de esos ejes
temáticos investigativos es preciso identificar otros sub-ejes temáticos, que
cualitativamente no son diferentes.21.

21Los dos ejes temáticos que guiaron este trabajo fueron: 1) La creación del Ministerio de Trabajo que dio lugar a 2) la
promulgación del primer Código Laboral en Bolivia.

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2) En ese sentido, los sub-ejes temáticos son también una red de acontecimientos
o contenidos informativos/opinativos/interpretativos que permiten una
comprensión más completa de los ejes temáticos22.
3) La red de acontecimientos periodísticos son hechos relevantes tomados en
cuenta por los medios de difusión escritos, que muchas veces detallan y
expresan, desde una posición político-ideológica definida, los sentidos o
significaciones polarizantes. En otras palabras, estos acontecimientos se
expresaron en los titulares del discurso periodístico.
4) El productor-reproductor de los discursos periodísticos son los redactores de
cada uno de los contenidos informativos/opinativos/interpretativos. En términos
concretos, es el nombre o seudónimo del autor individual del discurso
periodístico.
5) La situación social deseada es el tipo de relación social (por ende, de poder) al
que se pretende llegar. Es la utopía social que, por intermedio de los temas
polarizantes, el productor-reproductor pretende alcanzar.
6) La situación social a defender es la relación social real que se busca mantener.
A través del discurso periodístico, el productor-reproductor se alinea con un
esquema social concreto o una manera de actuar colectiva.
7) En contraposición a la situación social a defender, los productores-
reproductores también visibilizan una situación social a abandonar, que es la
relación social concreta que se pretende dejar de lado. En otros términos, es la
situación social con la que el productor-reproductor no está de acuerdo.

22 Los siete sub-ejes temáticos que guardan relación con los dos ejes son:
1) El levantamiento de mayo de 1936.
2) El trabajo obligatorio.
3) La sindicalización obligatoria.
4) La nacionalización de la Standard Oil Company.
5) La promulgación de la primera Constitución Social en Bolivia.
6) El decreto de entrega del 100 por ciento de divisas al Banco Central.
7) La censura y la realidad de los órganos de prensa en la posguerra del Chaco.

58
8) El discurso es la red de sentidos o significados periodísticos con el que se
identifica el productor-reproductor y el periódico. En general, se presenta de
manera explícita o implícita.
9) El contra-discurso son los contenidos periodísticos con los que no se está de
acuerdo. Este anti-discurso es, en general, el tejido de significados del
adversario o actor opositor. En general, no se presenta de manera explícita en el
discurso periodístico.
10) El actor o sujeto de acción positivo es aquel individuo, colectivo humano o
institución con el que se identifica el productor-reproductor del discurso
periodístico.
11) El actor o sujeto de acción negativo es aquel individuo, colectivo humano o
institución con el que no se identifica el productor-reproductor del discurso
periodístico.

Es pertinente aclarar que ese procedimiento fue realizado sobre la base del análisis
del “Discurso Político” que Daniel Prieto Castillo esquematizó en el texto Utopía y
Comunicación en Simón Rodríguez (1987:71).

A estas categorías de análisis del discurso periodístico


informativo/opinativo/interpretativo se incluyó el estudio de los destinatarios. Estas
tres nuevas categorías de indagación fueron tomadas del apartado “La palabra
adversativa: Observaciones sobre la enunciación política” de Eliseo Verón, incluido
en el libro El discurso político: Lenguajes y acontecimientos:

1) El pro-destinatario es el perceptor denominado positivo, es quien posee una


posición favorable al discurso periodístico informativo/opinativo/interpretativo
difundido por el periódico.
2) A diferencia del primero, el contra-destinatario es el perceptor negativo, es
quien posee una posición opuesta al discurso periodístico
informativo/opinativo/interpretativo difundido por el periódico.

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3) El para-destinatario es una especie de perceptor “neutral”, es quien no está ni
con la posición del pro-destinatario ni con la visión del contra-destinatario. Por
ende, es el objetivo, el público meta del productor-reproductor del discurso
periodístico informativo/opinativo/interpretativo difundido por el periódico. Es
el público al que pretende convencer el periódico mediante un dispositivo
discursivo (1987: 15-18).

Así, las 14 categorías de esta técnica de investigación completan el análisis socio-


discursivo que busca entender la dinámica polarizadora de los discursos
periodísticos producidos y difundidos por los periódicos, en un momento de crisis
nacional general.

60
3. DEL CRACK AL NACIMIENTO DE
LA CONCIENCIA NACIONAL

61
3.1. LA CRISIS DE 1929 Y LA GUERRA DEL CHACO

El término crack23 es la representación de quiebre. Empero, dicho término adquirió otra


significación el jueves negro (14 de octubre de 1929), jornada siniestra para el mundo
del capital, cuando las acciones de la bolsa de Wall Street se desplomaron. Ese
fenómeno alteró el sistema económico de forma substancial24. Y el terremoto social e
ideológico-político no tardó en llegar.

Un relato de ese proceso fue realizado por el investigador húngaro Kóllar Zoltán, en su
obra Crisis estructural de América Latina. El autor enumeró al menos cinco
consecuencias centrales de la crisis de 1929, las cuales tomaron una particular fuerza
en América Latina: 1) la exacerbación en las contradicciones sociales; 2) la ruptura de
la política tradicional; 3) el surgimiento de partidos “populistas”, influidos por el
movimiento obrero en ascenso, y el predominio del partido comunista en Latinoamérica
(al influjo de la Revolución Rusa de 1917); 4) el debilitamiento de la oligarquía
terrateniente, que se vio forzada a compartir el poder con la “burguesía nacional”, en
otros países prevalecieron los partidos autócratas y conservadores, y 5) el crecimiento
de la cifra de desocupados en más del 50 por ciento (1989:62-65).

23 Agustín Barcelli, en su libro Medio siglo de luchas sindicales revolucionarias en Bolivia, explicó el proceso del
desplome de la bolsa de Nueva York. “El 14 de octubre de 1929 se producía el 'crack' en la Bolsa de Wall Street
reduciendo sus operaciones en más de tres millones de dólares en títulos. El día 23, la paralización de la Bolsa llegaba al
máximo. El pánico se apoderó de los hombres de negocios, calculándose que en once días, del 18 al 29, no menos de 70
millones de títulos cambiaron de mano y las pérdidas superaron los 32 millones de dólares” (2015:124).
24En Estado Unidos, la crisis fue un fenómeno que generó concesiones a favor de los trabajadores. George Lefranc, en
su obra El sindicalismo en el mundo, describió de manera puntillosa ese proceso histórico: “En noviembre de 1932, con
ocasión de las elecciones presidenciales, los votos obreros, a petición de la American Federation of Labor (AFL), fueron
concedidos masivamente a Roosevelt, quien afirmó su voluntad de luchar eficazmente contra la crisis. El 16 de junio de
1933, el Presidente promulgó la Ley de Reforma de la Industria Nacional (NIRA), que durante dos años dominó en la
vida industrial de los Estados Unidos. Se redactaron para cada rama industrial unos códigos de competencia leal con
vistas a eliminar las prácticas consideradas molestas. Una de las cláusulas permitía al Presidente dar 'fuerza de código' a
los convenios colectivos acordados entre obreros y patronos para fijar la duración máxima del trabajo, los salarios
mínimos y, de una manera general, las condiciones de trabajo (…). Pero otro párrafo concedía al movimiento sindical
unas garantías que jamás había tenido (…). El marco jurídico de las relaciones industriales es definido en 1935 por la Ley
Wagner, destinada a asegurar la libertad sindical contra los eventuales abusos de autoridad cometidos por los patronos”
(1978: 104-106).

62
En Bolivia, el crack se expresó de manera particular y generó contradictorios efectos
en los planos económico, político-ideológico y social.

En esa perspectiva, Isaac Sandoval, en su texto La crisis del Nacionalismo: Ensayo


histórico-político, afirmó que en Bolivia la crisis se desplegó con gran fuerza en dos
ámbitos importantes: 1) el político-ideológico con una exacerbada inestabilidad del
gobierno y 2) el social con la contradicción entre la oligarquía minero-feudal y el
movimiento obrero, indígena-campesino y popular:

La crisis de los años 1930 y su repercusión en la estructura social, sin


embargo, alteran totalmente las relaciones de producción y los términos
de intercambio centro-periféricos. A nivel político, al modificarse las
bases estructurales internas de la sociedad se pierde el equilibrio de las
clases o fracciones dominantes, creándose un vacío de poder. (En ese
contexto) se da una convergencia de intereses sociales en busca de
liquidar la estructura social anterior (lucha del campesino por la
propiedad de la tierra, de los trabajadores por la disminución de la
jornada de trabajo, de las capas medias por el ascenso a la carrera
burocrática estatal y la insurgencia de la burguesía urbana industrial y
comercial), presionando fuertemente en la organización del Estado,
obligando al Ejército a convertirse en barrera de contención social
(1991:21).

Siguiendo esa lógica, otro de los campos más afectados en el país fue la economía, con
su expresión máxima en la minería, la cual –en ese contexto– era la columna vertebral
del país. Con la caída de los precios de los minerales25, Bolivia se hundió en la extrema
pobreza.

25Al respecto, Agustín Barcelli relató que las consecuencias del crack en Bolivia se expresaron con la caída de los precios
de los minerales. “El cataclismo económico se dejó sentir también en la economía boliviana. El estaño principal fuente
económica del país fue el más afectado de los productos. Como consecuencia de la crisis caen los precios del estaño de £
289 la tonelada fina en 1929 a £ 113 en 1932; la caída de los precios registra rápidamente su impacto en el proceso de la
producción que desciende de las 47.081 toneladas finas en 1929 a 20.919 toneladas en 1932, con ello se produce una
contracción del valor comercial de la producción estañífera boliviana que desciende de Bs.102.590.520 a Bs.37.122.307,

63
El desempleo, el incremento de los precios de la canasta familiar, los bajos salarios y
el despido masivo, fueron algunas de las consecuencias inevitables del crack de 1929.

Frente a ese contexto, las organizaciones de trabajadores se radicalizaron y se


manifestaron en defensa de sus derechos, lo cual puso en alerta a los gobiernos de turno,
así lo manifestó el pensador boliviano Luis Antezana Ergueta, en la Historia secreta
del Movimiento Nacionalista Revolucionario:

Este suceso –la crisis mundial– repercutió en Bolivia con la


desocupación de centenares de obreros mineros, porque disminuyó la
producción de las empresas, siendo reducidos, por otra parte, los
salarios y haberes de los obreros y empleados. Los obreros contaban ya
con organizaciones que, aunque incipientes, asumieron la defensa de su
clase y naturalmente, tal hecho llegó a comprometer la tranquilidad del
gobierno que no tenía otra salvación que dictar leyes represivas
(1986:26).

En definitiva, bajo el gobierno de Daniel Salamanca (1931-1934), los huracanados


vientos del crack golpearon con fuerza a Bolivia. Todo esto generó descontento social
y la posibilidad del surgimiento de un nuevo modelo que remplace el viejo liberalismo.

Salamanca, militante de la corriente político-ideológica del Partido Republicano


Genuino (PRG), ingresó al gobierno en una coyuntura atiborrada de tensiones
económicas, político-ideológicas y sociales. En ese entendido, tuvo que dictar medidas
enérgicas para controlar la conmoción social que arribó desde los sectores obreros,
indígena-campesinos y populares. En su mandato, se presentó el proyecto de Ley de
Defensa Social26, dicha normativa tenía el objetivo de acallar al movimiento obrero

respectivamente. El más afectado con esa baja en los valores de la producción es el Estado, que ve disminuir sus ingresos
derivados de ese ramo de la producción. En efecto, los ingresos fiscales por ese concepto bajan de Bs 6.531.980 a Bs.
1.348.223, entre 1929 y 1932” (2015:125).
26 En el texto Los gráficos en Bolivia: Historia de la organización y luchas de los trabajadores, Waldo Álvarez afirmó
que el movimiento organizado en contra del proyecto de Ley de Defensa Social, de diciembre de 1931, fue dirigido por
el Sindicato Gráfico. Álvarez, quién en ese entonces era dirigente gráfico y años después iba a ser nombrado ministro de
Trabajo (1936), expresó que su organización lanzó una declaración pública de principios e intenciones que fue

64
dirigido por la Federación Obrera del Trabajo (FOT), la Federación Obrera Local
(FOL), los universitarios, las organizaciones campesinas y otros sectores que habían
creado un escenario crítico.

Un texto que logró describir el carácter autoritario y represivo que ostentó esta ley fue
Choledad Antiestatal: el anarcosindicalismo en el movimiento obrero boliviano (1912-
1965) escrito por Huáscar Rodríguez. Pues, sumada a esa Ley se posesionó la política
de “pisar fuerte en el Chaco”:

A mediados de diciembre de 1931, el ministro de Gobierno de


Salamanca (Luis Calvo) presentó al Congreso de la República un
proyecto llamado “Ley de defensa social” a través de la cual se
pretendía otorgar al presidente poderes represivos extraordinarios
contra la oposición política y los trabajadores: la idea básicamente era
prohibir huelgas, acallar protestas sociales y allanar el camino para la
guerra. Frente a esta legislación y a la amenaza bélica, el dividido
movimiento obrero optó por una alianza y unificación táctica; de este
modo, y por iniciativa de los folistas, la FOT orureña, la Federación de
Estudiantes y la FOT paceña convocaron a nuevas manifestaciones
realizadas de forma coordinada a partir del domingo 3 de enero de 1932
(2010:140).

En consecuencia, Rodríguez expresó que a pesar de que el mitin organizado por los
sectores mencionados, en enero de 1932, logró parar la aplicación de la Ley de defensa
social, la ofensiva por el Chaco Boreal ya era una decisión irremediable.

contundente; este documento logró “archivar el mencionado proyecto”, que otorgaba poderes represivos extraordinarios
al régimen de Salamanca. “Con este motivo, el 'Sindicato Gráfico' lanza un vehemente manifiesto al gobierno como
vendido a la 'rosca' y a los imperialismos yanqui e inglés, que deseaban con el arma de la Ley de Defensa Social ahogar
en sangre el grito de hambre de los trabajadores bolivianos” (1977:72).

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3.2. LA GUERRA DEL CHACO

La política de “pisar fuerte en el Chaco” fue una aventura sin norte. De esa manera, la
guerra por el territorio del Chaco Boreal duró alrededor de seis años: tres años en
conflicto armado (del 15 de junio de 1932 al 12 de junio de 1935) y tres en pugna
diplomática, que culminó con el Tratado de Paz firmado el 21 de julio de 193827.

Para lograr comprender las causas que llevaron a Bolivia a inscribirse en la campaña
por la defensa del Chaco, que no es el fenómeno de estudio concreto de este trabajo de
investigación, es necesario concebir a ese conflicto bélico como un acontecimiento
multidimensional. De forma fáctica, esa ofensiva militar tuvo varias aristas:
económicas, político-ideológicas, sociales, culturales, antropológicas, estatales,
demográficas y otras.

A la fecha existe una gran cantidad de material bibliográfico sobre los orígenes y el
desarrollo de la guerra del Chaco. Empero, autores como Gerardo Irusta, Silvia Rivera,
Luis Antezana, Erasmo Barrios, René Zavaleta, entre otros coinciden en que las causas
de ese conflicto fueron, centralmente, económicas, político-ideológicas y sociales.

El historiador, escritor y periodista Gerardo Irusta Medrano, en su texto Periodismo y


Revolución Nacional, subrayó el origen político-ideológico del enfrentamiento entre
Bolivia y Paraguay. Irusta reveló que ese conflicto bilateral fue forjado por la política
foránea aplicada en los gobiernos de turno, liberales, conservadores y republicanos.

27En la obra Diario de guerra de Germán Busch y la epopeya de Boquerón, escrito por Jaime Céspedes Toro, se evidenció
que en la gestión del Presidente Hernando Siles Reyes (1926-1930) se ganó una primera batalla de la guerra por el Chaco,
puesto que en diciembre de 1928 Bolivia sufrió el primer ataque y destrucción del fortín Vanguardia, hazaña organizada
por el gobierno paraguayo de José Guggiari y el oficial Mayor Rafael Franco. En ese contexto, Siles optó por el camino
de las leyes. Una comisión de neutrales dictó el fallo a favor de Bolivia e inclusive se pidió reconstruir el fortín atacado.
Empero, el pueblo paraguayo exigió “mano firme en el Chaco”.
“La política se estremece en el Paraguay cuando los sectores duros y guerristas dan lugar a una escalada subversiva cuyo
objetivo es derrocar al Presidente Guggiari, a quien califican de tibio. El jefe de la revuelta es el popular Mayor Rafael
Franco. El punto de ebullición se da el 23 de octubre de 1931, cuando una manifestación estudiantil llega hasta la
residencia presidencial, siendo dispersada a tiros con saldo de trece muertos y cuarenta heridos. Empero el intento de
golpe de Estado logra ser controlado. Pero resulta evidente que el pueblo paraguayo quiere mano firme en el Chaco”
(2000: 32-33).

66
Estos regímenes perseguían intereses de explotación desmesurada de los recursos
naturales bolivianos (1988:61).

Con referencia a lo anterior, en el texto Oprimidos pero no vencidos, de la socióloga


boliviana Silvia Rivera Cusicanqui, se explicó que esa conflagración fue una estrategia
que intentó mantener en el poder a la oligarquía, frente a un país que estaba en pie de
combate: “Fue la guerra un intento desesperado de la oligarquía por ponerse a la altura
de la imagen que tenía de sí misma y borrar la pesadilla de un país en quiebra y sitiado
por el populacho. Y fue Salamanca (1931-1934), el ‘hombre símbolo’, el personaje más
adecuado al papel de redentor de una casta en descrédito” (1986:110).

En relación con las causas sociales de la guerra, el salamanquismo visualizó dos


objetivos peligrosos que debían ser reprimidos: El primero, el enemigo paraguayo y, el
segundo, el divergente movimiento obrero, indígena-campesino y popular.

Bajo esa lógica, a título de traición a la patria, la campaña por el Chaco fue un recurso
para censurar y perseguir a la dirigencia de las organizaciones insurgentes que
empezaban a tomar vanguardia.

A unos días de iniciada la guerra (15 de junio de 1932), Salamanca dictó


el estado de sitio desatando una verdadera cacería en busca de la amplia
diversidad de activistas, sindicalistas e indígenas que convulsionaban el
orden oligárquico. Para esto, el gobierno organizó escuadrones
militares de retaguardia que detuvieron a los agitadores aún en los
lugares más remotos del país a donde muchos huyeron, mientras en las
urbes centenares de domicilios eran allanados y todas las sedes
sindicales se clausuraban sin resistencia, pues cualquier reclamo era
considerado “traición a la patria” y podía merecer el fusilamiento
(Rodríguez, 2010:145).

Así, bajo el gobierno de Salamanca, las organizaciones campesinas fueron otro blanco
en el tablero de ajedrez de los divergentes. Luis Antezana, en su obra Las grandes

67
masacres y levantamientos indígenas en la historia de Bolivia (1850-1975), describió
como los campesinos fueron forzados a abandonar sus tierras para morir en el infierno
del Chaco:

Los reclutados eran muchas veces atados de manos y luego


incorporados a largas filas. Grupos de indios, unidos por lazos, eran
luego llevados al cuartel Bolívar de Viacha y allá convertidos en
soldados. Se les despojaba su ropa indígena y se les vestía de kaki. Se
les rapaba la cabeza, se les daba baños de agua fría y se les comunicaba
que iban a marchar a la guerra “a defender la patria”. Los campesinos
apenas entendían lo que les decían. Estaban imposibilitados de
reaccionar o rebelarse (1994:90).

En relación a las causas económicas, la conflagración del Chaco se desplegó en una


plataforma belicosa, donde estadounidenses e ingleses pretendieron usurpar ese
territorio, que al parecer, poseía gran cantidad de petróleo. Las dos compañías que
avivaron la hoguera del fuego de la contienda bélica fueron la Standard Oil Co
(estadounidense) y la Royal Dutch Shell (inglesa), explicó Erasmo Barrios Villa, en su
obra Historia del movimiento sindical (2016:69).

3.3. LAS SECUELAS DE LA GUERRA: CRISIS POLÍTICO-IDEOLÓGICA,


ECONÓMICA Y SOCIAL

La guerra del Chaco fue el crisol donde se forjó una nueva Bolivia. Fue un momento
nuclear, un proceso dialéctico y contradictorio, donde todo se desarmó y se volvió a
armar. Fue un espacio de la historia donde se generó la posibilidad del nacimiento de
lo nuevo, a partir de las cenizas de lo viejo. En efecto, en las entrañas del conflicto
bélico se forjó una compleja crisis económica, político-ideológica y social, que iba a
marcar a fuego las páginas de la historia nacional. Un retrato de ese momento histórico
se encuentra en el texto 50 años de historia del investigador y sociólogo René Zavaleta
Mercado:

68
El amor, el poder, la guerra. En eso consiste la verdad de la vida. Pues
bien, fue en el Chaco, lugar sin vida, donde Bolivia fue a preguntar en
qué consistía su vida. (…) Boquerón, Nanawa, Picuiba, Kilómetro 7,
Cañada Strongest dejan de ser topónimos inertes, ahora contienen sus
propios muertos. Nombres vivos para todo el mundo. Es como si
solamente allá la historia hubiese perdido su propia rutina y no hay duda
de que entonces, sólo entonces, aprendieron los bolivianos que el poder
es algo por lo que se debe matar y morir (1992:19).

En ese ámbito histórico, el choque armado del Chaco –visto como un acontecimiento
complejo y multidimensional que trastocó y reconfiguró de manera simultánea los
rasgos económicos, político-ideológicos y sociales del país– desencadenó una
particular crisis que iba a dar inicio a una coyuntura intensa y llena de contradicciones.

3.4. CRISIS ECONÓMICA

Sin lugar a dudas, la Bolivia atrasada y colonizada de los años 30 giró en torno de la
batuta de los denominados barones del estaño: Simón Iturri Patiño, Mauricio Hoschild
y Carlos Víctor Aramayo28. Ellos eran los pilares que conservaban al país bajo una
economía de extrema dependencia.

En relación a lo explicado, Lora develó que el país era incapaz de asumir los gastos
para la embestida en el Chaco, debido a la política foránea aplicada por los gobiernos

28 El ideólogo y político trotskista Guillermo Lora, en el folleto ¿Por qué la clase obrera no tomó el poder en 1952?
explicó el nivel de hegemonía económica de los tres barones del estaño: “La minería ya había quedado monopolizada en
manos de las tres grandes empresas, que se dieron modos para subordinar el Estado a sus intereses particulares. La
empresa Patiño producía el 46 por ciento del estaño, la Hoschild el 26 por ciento y la Aramayo el 5 por ciento; la minería
mediana el 13 por ciento y el resto la pequeña” (1984:108).
También hay que tomar en cuenta que junto con el auge del estaño llegó el liberalismo a Bolivia. En el texto de Silvia
Paredes y Carmen Paredes, Reescribiendo la historia, se demostró que la corriente liberal impulsó la explotación
desmesurada de minerales en el país: “El movimiento político de esa etapa en Bolivia, estaba conducido por el liberalismo,
que abre las puertas del país para un saqueo inmisericorde de los yacimientos minerales, fundamentalmente del estaño,
el cobre y otros. En la era del estaño, la demanda de plata fue superada para ese entonces” (2016:19). Las autoras además
agregaron que el apogeo estañífero fue impulsado por la primera guerra mundial (1914-1919).

69
de turno, quienes convirtieron el territorio boliviano en una “hacienda” de la oligarquía
minero-feudal, en concreto, de la compañía de Simón Patiño (1984:3).

Un ejemplo de lo mencionado fue expuesto por Julio Guerrero, citado por Roberto
Querejazu Calvo en la obra histórica Masamaclay: historia política diplomática y
militar de la guerra del Chaco29. Guerrero reveló que el país no contaba con recursos
para sostener una guerra. Asimismo, presentó algunas cifras alarmantes sobre el
promedio de egresos estatales por concepto de alimentación y transporte del Ejército.

(…) el soldado boliviano tardaba un promedio de 14 días en cubrir los


2.000 kilómetros que separaban el altiplano del Chaco. El soldado
paraguayo sólo necesitaba 3 o 4 días para viajar de Asunción a las
trincheras. El transporte de cada soldado más su alimentación costaba
al erario de 280 bolivianos (más o menos 50 dólares). El transporte de
material 1.050 bolivianos la tonelada (más o menos 200 dólares). Esos
mismos ítems le representaban al Paraguay un costo nueve veces menor
(1981:102).

Sumado a lo expuesto, los gastos de la ofensiva militar chaqueña también


incrementaron la deuda externa e interna de forma alarmante. El cuadro 1 muestra la
realidad de la deuda antes de la guerra, mientras que el cuadro 2 revela la situación de
la deuda al finalizar la contienda militar. Las siguientes cifras reflejan la realidad
económica del país a la salida del gobierno de Daniel Salamanca30.

29El denominativo “Masamaclay”, según Roberto Querejazu, hace referencia, en lenguaje aborigen, a la “lucha donde
pelearon dos hermanos”. El autor realizó esa aclaración en las últimas líneas de su obra, a tiempo de cuestionar el nombre
“Chaco”. Al respecto, expresó que “se debió calificar a todo el territorio en disputa”, además aclaró que Masamaclay fue
un territorio donde se produjo un choque armado previo a la guerra (1975:529).
30Los datos sobre la deuda pública en los años posteriores a 1933 son parciales. Así se especificó en el Boletín N° 36 del
Banco Central de Bolivia: enero, febrero y marzo de 1937.
“Motivos de diversa índole, especialmente relacionados con la guerra del Chaco y sus emergencias, impidieron la normal
publicación del Boletín del Banco Central durante los años 1934, 1935 y 1936. Como los organismos llamados a
centralizar, organizar y proporcionar los datos estadísticos – Dirección General de Estadística anexa al Ministerio de
Hacienda, y el Departamento de Estadística y Estudios Económicos del Banco Central – creado recientemente, – se
encuentran en un periodo de formación, forzosamente los datos estadísticos que presentemos no serán tan completos y
universales como los consignados en las estadísticas de otros países” (Véase Boletín N° 36 del Banco Central de Bolivia:
enero, febrero y marzo de 1937, Tomo 1933-1938. p.1.

70
CUADRO 1: DEUDA PÚBLICA 1932
(Expresado en Bs.)
Deuda externa 2.000.000,00
Deuda interna 3.194.000,00
Deuda flotante 5.431.354,30
Total deuda pública 10.625.354,30
Véase Boletín N° 28 del Banco Central de Bolivia: Marzo, abril y mayo de 1932. Tomo 1932 p.34

CUADRO 2: DEUDA PÚBLICA 1933


(Expresado en Bs.)
Deuda externa 224.881.528,80
Deuda interna 137.072.753,92
Deuda flotante 21.320.557,50
Total deuda pública 383.274.840,22
Véase Boletín N° 34 del Banco Central de Bolivia: octubre, noviembre y diciembre de 1933. Tomo 1932-1935.
p. 22

En el cuadro 1 se observó que los pagos pendientes que tenía Bolivia con entidades
extranjeras alcanzó la suma de Bs.2.000.000 la deuda interna fue de Bs.3.194.000
y la deuda a corto plazo o flotante fue de Bs.5.431.354,30 La sumatoria de
obligaciones que tenía el Estado en 1932 alcanzó a Bs.10.625.354,30.

En el cuadro 2 se observó que la deuda que tenía Bolivia con entidades extranjeras
fue de Bs.224.881.528,80, el valor de la deuda interna fue de Bs.137.072.753,92 y
la deuda a corto plazo o flotante era de Bs.21.320.557,50. En conclusión, el conjunto
de obligaciones que mantenía la administración pública en 1933 era de
Bs.383.274.840,2231.

31Manuel Contreras, en el texto Taxes and war: The Political Economy of Bolivia citado en La deuda externa de Bolivia:
125 años de renegociaciones y cuántos más, reveló que “la política fiscal perseguida por el gobierno de Salamanca (1931-
1934) echó mano de variadas fuentes nacionales de financiamiento para cubrir el gasto bélico: préstamos del Banco
Central y de bancos privados; adelantos de compañías mineras; el incremento de derechos de exportación sobre el estaño
con la recuperación de los precios de este mineral a partir de 1933; la imposición de un sistema de tipo de cambio múltiple

71
En síntesis, en un año, la deuda pública ascendió en Bs.372.649.486,11, se disparó
en un 3.607 por ciento.

En otros términos, la “economía de guerra” produjo un crecimiento en el déficit


fiscal, es decir, los gastos del Estado superaron a los ingresos económicos explicó
Hans Huber (et.al.), en el texto La deuda externa de Bolivia: 125 años de
renegociaciones y cuántos más (2001: 161).

El siguiente cuadro refleja los empréstitos obtenidos desde el año 1934-1957. En


ese periodo de 23 años, la deuda externa se incrementó de forma exorbitante.

CUADRO 3:
COMPOSICIÓN DE LA DEUDA PÚBLICA EXTERNA, 1931-1948

Véase La deuda externa de Bolivia: 125 años de renegociaciones y cuántos más de Hans Huber (et.al.)
(1990:161).

En el cuadro 3 se advirtió que en 1934, el Banco de Suiza (Societé de Banque


Suisse) otorgó un préstamo de 553.000 libras esterlinas. Esa misma gestión el Banco

y la obligación de las empresas mineras de aumentar sus entregas de letras de cambio extranjeras a una tasa de cambio
oficial y menor al Banco Central”.

72
Nacional de Londres (The Chase National Bank de Londres) confirió el monto de
330.000 libras esterlinas en favor del país. De 1938 a 1955, se firmaron varios
préstamos con el gobierno Brasileño por un total de 224.000 libras esterlinas y 27
millones de dólares estadounidenses. La administración pública de Argentina, entre
1941 y 1957, concedió préstamos que alcanzaron a cerca de 21 millones de dólares
estadounidenses.

En efecto, la situación económica paupérrima que vivió Bolivia en la pre y la


posguerra fue uno de los factores fundamentales que dio impulso al nacimiento de
una conciencia nacional32. El historiador y periodista boliviano Carlos Montenegro,
en su célebre texto Nacionalismo y Coloniaje33, relató el surgimiento del
sentimiento nacionalista, que no emerge por obra de la casualidad, sino de la
necesidad histórica.

32 Al respecto, Sergio Almaraz, en el texto Petróleo en Bolivia, precisó que la guerra abrió un nuevo horizonte en la
economía boliviana y permitió dar punto final al modelo liberal: “Lo que habría que decir es que la guerra repercutió
económicamente en el desarrollo de la industria y del comercio hasta entonces paralizados por el poder absoluto del
capital extranjero (primero británico y luego estadounidense a partir de 1925); políticamente con la derrota se
descubrieron todas las debilidades del régimen tradicional, salieron a flote todas las contradicciones de la economía
nacional. La guerra del Chaco conmovió los fundamentos de un régimen social y económico cuya expresión ideológica
y política fue el liberalismo de los partidos tradicionales que gobernaron hasta 1936” (1958:139).
A su turno, Carlos Echazú, en el texto Estado y clases dominantes en Bolivia: Análisis comparativo de las dos posguerras
de Bolivia, sostuvo que el nacimiento de la conciencia del Chaco brotó de los sectores desfavorecidos en la guerra.
“Cuando el país, el año 32, enfrentó la guerra, las clases dominantes observaron el baño de sangre con indiferencia. Indios,
cholos, chapacos, cambas, todos ellos sirvieron de carne de cañón en el frente de combate, mientras los 'hijitos' de las
clases dominantes recurrían a cualquier ardid para hacerse declarar inhábiles y permanecer en las ciudades o en la
retaguardia. Es por eso que al finalizar el conflicto bélico, surgía en los estratos relegados del país una nueva conciencia:
la nueva conciencia del Chaco. La gente parecía despertar de un shock” (2000:50).
33 La obra Nacionalismo y Coloniaje fue publicada en 1943. Dicho ensayo fue “posible por la oportunidad que la
Asociación de Periodistas brindó en 1943 a escritores para que se interesaran en el estudio de la prensa, sus ideas y la
influencia que estas tuvieron en el proceso histórico del país”.
En ese marco, se realizó un concurso el 23 de febrero de 1943. El tema a desarrollar fue la “Influencia y función del
periodismo nacional en el proceso histórico de Bolivia”. A la competencia se presentaron seis trabajos con los
seudónimos: “Xiasabó, Remy Loza, Luis del Ande, Pimpinela Escarlata Argos y Linotipo”.
De esa manera, “el fallo inapelable, emitido el 12 de mayo, concedió el primer premio al ensayo signado con el seudónimo
Xisiabó, el segundo a Remy Loza y el tercero a Luis del Ande. Abiertos los sobres de identificación, resultaron
galardonados Carlos Montenegro, Gustavo Adolfo Otero y Eduardo Ocampo Moscoso”.
El secretario de Culturas de la Asociación de Periodistas, Rodolfo Salamanca, para dicha iniciativa, consiguió del Prefecto
del Departamento general, Enrique Alcoreza, un “subsidio” de $b 15.000 para el primer premio; del ministro de Gobierno,
Pedro Zilveti Arce, $b 7.000 para el segundo premio, y del ministro de Educación, Rubén Terrazas, $b 3.000 para el
tercer premio.
En la obra Nacionalismo y coloniaje “el autor volcó su temperamento, sus convicciones, sus simpatías políticas” (Orduna
y Guzmán, 2006:37-39).

73
“La realidad cruenta, desesperante, de la nación sin medios para alimentar siquiera
a quienes defendían las fronteras, delataba el estrago causado por el largo imperio
oligárquico. Esta evidencia de su culpa en la ruina del país, y el instinto de
perennidad que tienen los pueblos, marcó el nuevo rumbo del sentimiento colectivo,
dando sentido concreto a la defensa de la nacionalidad” (1953:209).

En otras palabras, de las ruinas de la conflagración del Chaco se levantó otro país,
que, como sugirió Montenegro, adquirió un sentido de superación.

Eso fue, que a raíz de sentidas demandas económicas se reorganizó el movimiento


obrero, indígena-campesino y popular. En un primer momento, las reivindicaciones
y luchas sociales fueron impulsadas por el desempleo, los bajos salarios, el
incremento de precios de la canasta familiar, los despidos masivos, entre otros. Esto
generó la reorganización y reactivación de los sindicatos de trabajadores, que fue
determinante, luego, para la defensa de la soberanía boliviana.

Los dirigentes hablaron un nuevo lenguaje y las masas comprendieron


el papel que deberían jugar en el destino de los pueblos. Reorganizaron
sus cuadros, plantearon sus peticiones a las empresas y al gobierno, (…)
y cuando los planteamientos de reivindicación económica y social no
fueron atendidos (…) se produjeron las huelgas, como recurso de la
clase trabajadora para hacer respetar sus derechos (Barrios, 2016:69-
70).

3.5. CRISIS POLÍTICO-IDEOLÓGICA: DEL CORRALITO DE


VILLAMONTES AL ADVENIMIENTO DEL NACIONALISMO

El despertar de la conciencia de un país arrastrado a la derrota, la muerte y la pobreza


trajo consigo una hecatombe política. Los partidos liberales, republicanos y
conservadores, que manejaron los hilos de administración en el país, fueron señalados
como los principales culpables del desastre del Chaco.

74
Francisco Barrero Urquidi, en su obra Radepa y la Revolución Nacional, puso en
evidencia el resultado negativo que produjo la política tradicional que dio lugar a “pisar
fuerte en el Chaco”.

Esta guerra impreparada, pero precipitada por los políticos que


traficaban con la plataforma “pisar fuerte en el Chaco”, puso de
manifiesto que algo fundamental marchaba a la deriva en la Patria, que
algo estaba contra ella y que ese algo apenas intuido, debía ser
tremendo, mortal: carencia irreparable de estadistas y conductores, e
incapacidad de los gobernantes. La guerra nos demostró que nada
apreciable y serio había existido en Bolivia (1976:19).

En esa misma perspectiva, el investigador Roberto Querejazu reveló que noviembre de


1934 fue un mes determinante que marcó el deterioro del mandato de Salamanca. Esas
jornadas fatídicas, pusieron en evidencia la incompetencia de la política de guerra en el
país.

Sucede que la estrategia de penetración del ejército paraguayo en el fortín Cañada El


Carmen fue una de las maniobras más brillantes en la guerra del Chaco. Con esa
maniobra se intentó ingresar a Villamontes para poder tomar los fortines Ballivián,
Guachalla, Esmeralda, Cururenda, Samayhuate y otros espacios. De esa manera, se
pretendió acorralar al regimiento boliviano hacía el rio Pilcomayo para evitar su
repliegue. Esto fue el acabose del accionar militar nacional y también del régimen
liberal.

En esa perspectiva, Querejazu destacó al menos cinco momentos que ocasionaron el


golpe de Estado, en ese agitado mes de noviembre:

1) La incautación del portafolio de Celso Camacho, (Jefe del Estado Mayor


Divisionario), encontrado en el campo de batalla, que fue una ventaja para la
avanzada paraguaya. Ese documento contenía los planos de ubicaciones de las
tropas bolivianas desde Ballivián hasta Picuiba, con proyecciones aéreas y

75
terrestres. Además de un mapa con especificaciones de unidades, caminos y
distribución del regimiento.
2) El Comando Superior boliviano creyó que la derrota del fortín Cañada El Carmen
era sólo una estrategia de distracción y no reaccionó a tiempo.
3) A pesar que la defensa nacional operó con 600 bombas en Cañada El Carmen, el
lugar ya se encontraba sitiado.
4) El Ejército carecía de agua y alimento (algunos tomaban su propio orín). Varios
soldados sufrían lesiones graves y las municiones eran escasas.
5) Los periódicos como El Diario y La Razón empezaron a cuestionar la política de
guerra a raíz de las declaraciones del jefe del ejército paraguayo, quién afirmó haber
derribado a los destacamentos Campos, Ayacucho, Manchego, La Paz, Murguía y
a los batallones del Beni, Rocha, Cochabamba y Acre (1975: 375-382).

Al mismo tiempo, el autor realizó una crónica de los acontecimientos que acaecieron
en los últimos días de la presidencia de Salamanca.

El 11 de noviembre de 1934, se desarrolló las elecciones presidenciales34. El candidato


del Partido Republicano Genuino (PRG), Franz Tamayo, fue electo con el 59,2 por
ciento de votos. Tamayo, intelectual y periodista de La Razón, nunca llegó a
posesionarse debido a los sucesos de Villamontes.

El 21 de noviembre, Salamanca partió hacia Villamontes. Lo acompañaron el


Vicepresidente electo, Rafael de Ugarte, el ministro de Gobierno, José Antonio
Quiroga, el ministro de Guerra, Demetrio Canelas, su hijo Hernán, ayudantes militares
y ocho policías. De igual manera, se incorporaron a la comisión el coronel Miguel

34“A la convocatoria a elecciones se presentaron dos candidatos que polarizaron las fuerzas políticas: Franz Tamayo, hijo
de Isaac Tamayo que fuera ministro del Presidente general Mariano Melgarejo, enfrentado a Juan María Zalles, connotado
personaje de la aristocracia criolla. (…) El pueblo ya estaba cansado de la guerra y quería cese de hostilidades. Así que
el prestigioso intelectual Franz Tamayo 'el indio', se impuso ampliamente en las elecciones generales. La abrumadora
mayoría, por primera vez en la historia, alcanzó el 59,2 por ciento para ser ungido Presidente Constitucional de la
República pero el pueblo le respaldó ampliamente con una especie de voto castigo al régimen y sistema que hacía de la
guerra el pretexto para mantenerlo sometido. El pueblo confiaba en las elecciones democráticas. La torpe respuesta del
Ejército fue desconocer las elecciones generales y designar como Presidente Provisorio a José Luis Tejada Sorzano (…)
para seguir acumulando derrotas” (Taboada, 2006:31).

76
Candía y el general José Lanza. El objetivo era destituir al Jefe del Ejército, Enrique
Peñaranda y, en su lugar, designar en ese cargo al general de brigada José L. Lanza.

En relación con la posible destitución, el Alto Mando Militar se reunió y consideró la


deposición de Peñaranda como un “ultraje a todo el ejército”. En medio de ese contexto
efervescente, el 27 de noviembre, en la casa Staud ubicada en Villamontes se destituyó
a Salamanca. Los autores del “corralito” fueron los generales Enrique Peñaranda, Julio
Sanjinés, Adalid Tejada, los coroneles Felipe M. Rivera, Ángel Rodríguez, Enrique
Frías, Victorino Gutiérrez, Miguel Alaiza, Néstor Montes y Heriberto Ariñez, los
tenientes coroneles Jorge Jordán, Víctor E. Serrano, Alfredo Santalla, Enrique
Vidaurre, Luis Añez y Julio Díaz A. Además, de Germán Busch, Raúl Tardío y el
teniente Roberto Ramallo. Se sumaron al grupo anterior los coroneles David Toro,
Víctor Santos, Juan Fernández, Rogelio Ayala y el mayor Antenor Ichazo. (:382-390).
Muchos de estos militares, después, iban a cumplir un rol protagónico en la historia del
país.

Ximena Medinacelli y María Luisa Soux, en el texto Tras las huellas del poder: Una
mirada histórica a las conspiraciones en Bolivia, caracterizaron ese momento histórico
como una simple permuta en el juego político boliviano: “En primer lugar se trataba de
una conspiración institucional y no partidaria y, en segundo lugar, no aparecía un
caudillo guiando la conspiración. El resultado transitorio no fue la toma del poder, sino
el reconocimiento de una sucesión constitucional a través del Vicepresidente Tejada
Sorzano” (2002:69).

El resultado del “corralito de Villamontes” culminó en la dimisión de Daniel Salamanca


al cargo de Presidente de la República, el 27 de noviembre de 1934.

77
IMAGEN 1: RENUNCIA DEL PRESIDENTE
DANIEL SALAMANCA

Véase “Ratifica la dimisión del Presidente el documento


autógrafo” en periódico La Razón. La Paz, diciembre 2 de
1934, p.5.

Dicha dimisión fue publicada por el Periódico La Razón el 2 de diciembre de 1934. La


carta del primer mandatario fue concisa: “A la nación: En virtud de razones inherentes
que pesan en mi ánimo, hago renuncia y dejación definitiva del cargo de Presidente
Constitucional de la República. Villamontes, 27 de noviembre de 1934. Fdo. D.
Salamanca”.

La renuncia de Salamanca fue complementada por decreto de 1° de diciembre de 1934.


En dicha normativa se cumple el Artículo 77 de la Constitución Política del Estado de
1880, que específica “cuando en el intermedio del periodo presidencial falte el
Presidente de la República, es llamado a desempeñar sus funciones el Vicepresidente”.

78
La dimisión “impuesta” en el corralito de Villamontes por el Alto Mando Militar fue un
primer golpe de muerte al sistema político tradicional.

Con referencia a lo anterior, Isaac Sandoval, en el texto Culminación y ruptura del


modelo Nacional-Revolucionario. Torres en el escenario político boliviano, consideró
que dos fueron los acontecimientos que debilitaron y luego hirieron de muerte al sistema
liberal, republicano y conservador (que recién fue derrocado con la Revolución Nacional
de 9 de abril de 1952): 1) el crack que llegó a Bolivia en 1930 y 2) el conflicto por el
Chaco, que visibilizó y generó un cúmulo de contradicciones (1979:50).

3.5.1. TEJADA SORZANO Y LA SOMBRA DEL LIBERALISMO


Después de la vertiginosa destitución de Salamanca (1931-1934), ascendió como
Presidente interino el entonces Vicepresidente José Luis Tejada Sorzano. Mediante
decreto del 29 de noviembre de 1935 se realizó el nombramiento del gabinete
ministerial, que estuvo compuesto por siete reparticiones de Estado. En el texto
Historia de la Estructura Administrativa del Poder Ejecutivo 1825-2002, Rolando
Costa, trascribió los nombres de las autoridades electas. Las personalidades que
resaltan en esta lista son el magnate barón del estaño, Carlos Víctor Aramayo, quién
fue ministro de Hacienda e Industria, y el Jefe del Partido Republicano Socialista
(PRS), Juan Bautista Saavedra Mallea, como ministro de Defensa Nacional.

Como emergencia del cambio de gobierno los colaboradores de


Salamanca presentaron renuncia que fue aceptada luego de agradecer
los servicios prestados al país. Mediante decreto de 29 de noviembre se
organizó el nuevo gabinete del siguiente modo: David Alvéstegui en
Relaciones Exteriores y Culto; Tomás Manuel Elío Bustillo en
Gobierno y Justicia; Carlos Víctor Aramayo en Hacienda e Industria;
José Espada Aguirre en Fomento y Comunicaciones; Enrique
Baldivieso en Instrucción Pública y Agricultura; Juan María Zalles en
Guerra y Colonización y Bautista Saavedra en Defensa Nacional
(2002:126).

79
Tejada Sorzano asumió al poder en pleno desenlace de la guerra. Una etapa
conflictiva, donde no hubo cambios sustanciales. Las medidas represivas contra el
movimiento obrero, indígena-campesino y popular continuaron. En ese contexto,
en el fragmento de la Tesis Doctoral, de Ferrán Gallego, titulada La posguerra del
Chaco en Bolivia (1935-1939): Crisis del Estado liberal y experiencias de
reformismo militar, se explicó los principales motivos que impulsaron a la
inevitable destitución de José Luis Tejada Sorzano:

1) Los republicanos genuinos exigieron acelerar el proceso de elecciones


presidenciales.
2) El PRS de Bautista Saavedra, por su parte, se mostró como único frente legítimo
para gobernar al país, puesto que Tejada no pudo controlar la polarización entre
liberales y republicanos genuinos.
3) Otro de los factores fueron las notas enviadas por el embajador de los Estados
Unidos que daban cuenta de las intenciones de David Toro de posicionarse
como primer mandatario antes de las elecciones. En medio de ese contexto,
nació el Partido Socialista (PS) compuesto por intelectuales, clases medias y
otros sectores de trabajadores.
4) El incremento en el índice de los precios de productos de primera necesidad fue
un problema insostenible. Se apeló a bonos nacionales y departamentales, la
deuda interna ascendió a Bs.400.000.000 (2002: 7-11).

Sumado a eso, Roberto Querejazu precisó que Tejada Sorzano debía culminar su
mandato el 5 de marzo de 1935. Empero, un congreso extraordinario, celebrado
justo entre el 3 y el 5 de marzo, determinó “ampliar” su gestión por unos meses.

Pero esta vez la resistencia social no se dejó esperar. Pese a eso, un nuevo congreso,
que se realizó a fines de julio de 1935, le concedió una “segunda prórroga”, hasta
el 15 de agosto de 1936. Ese hecho fue el principio del fin. La ampliación de

80
mandato provocó un creciente sentimiento de malestar, que fue azuzado por la
tensión entre liberales y nacionalistas.
Además, la población se encontraba hastiada por la galopante crisis. El desempleo,
el incremento de los precios de la canasta familiar, los bajos salarios y el despido
masivo movilizaron a los sectores sociales.
El debilitado régimen, como último recurso para prorrogarse, intentó conformar un
gabinete de concertación con la oposición. Pero todo quedó en palabras. El PRS y
PS se unieron en contra del “gobierno liberal”, mediante un pacto de coalición
firmado el 4 de febrero de 1936, donde proyectaron un gobierno civil-militar
“socialista”. En la sección “Documentos Políticos de Actualidad” de La República,
el 29 de mayo de 1936, se publicó dicho documento35.

35 El pacto fue de carácter reservado y así quedó señalado en el artículo onceavo:


11º. Al leal cumplimento del pacto, que será firmado solamente por los Jefes de los Partidos Coaligados y mantenido en
reserva hasta ocasión oportuna, comprometemos la fe de nuestros respectivos partidos y nuestro honor personal.
Declaramos a la vez la solidaridad de nuestros partidos y muy especialmente la nuestra personal con la acción y la obra
revolucionaria socialista del Ejército.
En esa línea, en los parágrafos primero y segundo se ostentó a la “revolución” como un instrumento de recuperación de
la soberanía, mediante la instauración de un gobierno socialista, organizado en una “Junta Mixta”, constituida de la
siguiente manera:
1) Presidente de la Junta un representante del Ejército.
2) Ministro de Defensa Nacional y Colonización; un representante del Ejército.
3) Ministro de Trabajo y Bienestar Social; un representante del Ejército.
4) Ministro de Industria, Agricultura, Minas y Petróleos; un representante del Ejército.
5) Ministro de Relaciones exteriores, Culto e Instrucción Pública; un representante del PS: Dr. Gabriel Gozálves.
6) Ministro de Hacienda, Comercio y Consumos; un representante del PS: Dr. Fernando Campero Álvarez.
7) Ministro de Fomento, Comunicaciones y Estadística: un representante del PRS, señor Pedro Zilveti Arce.
La designación de autoridades en las prefecturas y la selección de funcionarios públicos fueron proyectadas desde el
tercero al séptimo parágrafo. A su vez, se subrayó la duración de un año el desempeño de funciones públicas de los
miembros de la Junta Mixta.
A la par, se expuso el esquema tentativo del programa político de la Junta Mixta. Los diez puntos más relevantes fueron:
1) Solución legal y pacífica sobre temas territoriales y apertura de puertos bolivianos.
2) Función eficaz en el parlamento e inauguración de alcaldías en las regiones.
3) El Estado debía reconocer los derechos políticos y económicos de las mujeres con título universitario.
4) Trabajo obligatorio, institución de asilos para personas con discapacidad, salario para la población de bajos recursos,
además de seguro obligatorio para los trabajadores.
5) Sindicalización obligatoria como instrumento de reconocimiento de ciudadanía.
6) Implantación de un nuevo código civil, penal, bancario, de comercio e industria y nueva ley de pensiones y
jubilaciones.
7) Investigación de fortunas y juicio de responsabilidades a autoridades de gobierno de la guerra del Chaco.
8) Estabilización de la moneda, estudio del régimen impositivo (impuestos a la minería), equilibrio presupuestario y
políticas frente a la deuda interna y externa.
9) Ajuste de sueldos y salarios públicos y privados.
10) Sobre la base de la normativa social vigente, elaboración de un Código Laboral.

81
3.5.2. EL LEVANTAMIENTO DE MAYO

En ese contexto, el fenómeno que marcó a fuego la época fue la exacerbación de


pugnas entre el gobierno liberal y el movimiento obrero, indígena-campesino,
popular. El último efectivizó una tácita alianza con los excombatientes. En concreto,
la correlación de fuerzas tomó un carácter antagónico. Pues, la pérdida de territorio
(240.000 Km2), el luto por la muerte de al menos cincuenta mil bolivianos y la
llegada de excombatientes con diferentes dolencias, tanto físicas como psicológicas,
sumergieron al país en una situación crítica36.

El texto Bajo el signo de la barbarie, escrito por el primer ministro de Trabajo,


Pedro Zilveti, ilustró el escenario trágico que el país tuvo acabada la contienda
bélica: “Terminada la guerra desastrosamente, la nación recogió un legado de
inmensurables calamidades. Lisiados, avitaminosos, tísicos, superpoblación en las
ciudades con abandono de los campos y las minas, escasez de alimentos, carestía
creciente en el costo de la vida, desvalorización progresiva de la moneda,
desprestigio completo en el extranjero” (1946:18).

En definitiva, en el gobierno de Tejada Sorzano se desató una crisis social


exacerbada. Los efectos del crack de los años 30 y las consecuencias económicas,
político-ideológicas y sociales de la guerra instauraron un escenario lleno de
contradicciones. Cabe mencionar que esa coyuntura de crisis nacional general fue
parte de un contexto latinoamericano también efervescente37.

36 Una explicación gráfica sobre lo mencionado fue expuesto en La República: “Hemos visto después la caravana
esquelética de mutilados, ciegos, enfermos, tuberculosos, como cuadros que superan a la fantasía dantesca, cuadros
horrorizantes y ahora viene a estremecernos un nuevo espectro desconocido, pero real de las peripecias que pasaron
nuestros queridos hermanos en tierra enemiga; los repatriados que se convirtieron en muñecos idiotas y locos que no
saben más que gritar ya sea alucinado por el latigazo de sus verdugos o escuchando el ruido de un avión de bombardeo
de los lejanos días de la trinchera”. Véase “Han llegado varios exprisioneros locos” en periódico La República. La Paz,
junio 21 de 1936, p.8.
37 Por ejemplo, en Argentina se desató una época de crisis económica y social en la década del ’30. Al igual que en
Bolivia, frente al crack de 1929, el gobierno argentino buscó una estrategia para salir de ese contexto de debacle. Según
el artículo “Los obreros de la construcción y la huelga general de 1936”, escrito por Hernán Aragón, en esa coyuntura de
crisis el gobierno impulsó medidas proteccionistas para limitar las importaciones y generar un proceso de industrialización

82
Así, el viejo régimen liberal vivió en mayo de 1936 uno de los periodos más
conflictivos de su gestión. Con una mirada más global, Erasmo Barrios detalló ese
momento crítico que atravesó el liberalismo. En 1936, el malestar social, agudizado
por la incapacidad de los gobernantes y por el abuso de siempre de los militares, fue
crítico y lleno de incertidumbre. Debido a que “diversos sectores laborales
presentaron sus pliegos de petición, que no fueron atendidos originaron la
confluencia de una huelga general (…) La huelga iniciada el 1 de mayo desemboca
en una gigantesca manifestación y en un movimiento incontenible de masas” (2016:
70-71).

Guillermo Lora, en el texto Historia del movimiento obrero Boliviano, (1933-1952),


explicó que la coyuntura de la posguerra estuvo caracterizada por una “tremenda

de bienes de consumo. En ese marco, la industria fue creciendo e impulsó la migración de pobladores del interior hacia
las grandes ciudades.
“De esta manera, el crecimiento industrial se producía bajo un régimen fraudulento, represivo y políticamente excluyente
de los sectores populares. Buenos Aires se convierte en un punto de atracción para una masa de migrantes internos que
acuden a la ciudad en busca de trabajo, y la Capital Federal pasa a ser el lugar de mayor concentración de obreros
industriales: 216.000, representando un 54,8 por ciento del total del país”
Aragón agregó que en el puntal del progreso cobró protagonismo la construcción y la industria de materiales. Diez
empresas dominaron ese rubro, siete de ellas de origen alemán. Por ejemplo, la Compañía General de Construcciones y
la Siemens Baunion. Esas grandes corporaciones impusieron un régimen de explotación laboral –trabajo de 11 a 14 horas
diarias–, condiciones deplorables de seguridad y bajos salarios.
Bajo esos argumentos, del 23 de octubre de 1935 al 27 de enero de 1936, en Argentina se desató una huelga que duró 96
días. La lucha antagónica se desplegó entre la oligarquía multinacional de construcciones y la naciente Federación Obrera
de Sindicatos de la Construcción (FOSC). El conflicto se inició por la efervescencia del proletariado que buscaba mejores
condiciones laborales. Todo eso coincidió con el trágico derrumbe en una construcción de Belgrano, que dejó un gran
número de víctimas obreras, y la negativa del gobierno de reconocer la personería jurídica de la FOSC. Ese acontecimiento
fue el antecedente directo para la formación del nuevo y fortalecido movimiento obrero argentino.
“La huelga de enero del 36 ponía de manifiesto el peso social conquistado por la clase obrera. Su acción había significado
un golpe duro para el régimen de la Concordancia y la posibilidad para los trabajadores de conquistar mayores derechos
laborales y avanzar en un nuevo modo de organización sindical”. Véase ARAGÓN, Hernán (2008): “Los obreros de la
construcción y la hucracjelga general de 1936”, en
http://www.pts.org.ar/IMG/pdf/Suplemento_Lucha_de_Clases_5_web.pdf (Suplemento digital de La Verdad
Obrera) pp. 102-103. Revisado el 10 de mayo de 2017.
El malestar socio-político también llegó a Paraguay. Un mes después de los hechos acaecidos en Argentina, el 17 de
febrero de 1936, producto de la crisis que se heredó de la guerra del Chaco y el empoderamiento de los excombatientes,
emergió un movimiento conformado por militares y civiles denominado “Febrerismo”. Según, Roberto Querejazu, ese
proceso marcó el fin del liberalismo y dio paso a una serie de gobiernos militares de tinte nacionalista. “En febrero de
1936, el coronel Rafael Franco, apoyándose en el Ejército y agrupaciones civiles descontentas, derrocó al gobierno de
Eusebio Ayala, interrumpiendo así la hegemonía del Partido Liberal que se mantenía en el poder desde 1904”. Querejazu
reveló que el expresidente y el Jefe del Ejército, Félix Estigarribia, fueron apresados y acusados de traición a la patria por
haber pactado la tregua que siguió a la victoria paraguaya en Campo Vía. Asimismo, el movimiento del “Febrerismo”
logró la derogación de la Constitución Política liberal Paraguaya (que data de 1870) y forjó un estado nacionalista,
administrado por las Fuerzas Armadas (1975:491).

83
desvalorización monetaria”, que trajo consigo consecuencias, en gran parte, para la
clase media. Los sueldos y salarios no sintonizaban con los precios de la canasta
familiar. Frente a ese panorama, se exigieron medidas preventivas contra la
permanente alza de precios. El incremento de sueldos y salarios, entre otras
medidas, fue el pedido unánime de los trabajadores. Como respuesta natural a ese
escenario caótico, el sector obrero, indígena-campesino y popular se reorganizó
(1980a:47).

En otros términos, en ese momento histórico se concentraron con fuerza todas las
contradicciones económicas, político-ideológicas y sociales que el liberalismo
había gestado en el país. La huelga general fue la válvula de escape del caldero de
la insubordinación social. Esa manifestación social no sólo destituyó del poder a
Tejada Sorzano, sino, a través de él, al agotado sistema liberal, que recién iba a ser
derrotado en abril de 1952, mediante una sublevación obrera y popular.

3.5.3. LA RUPTURA DEL 17 DE MAYO DE 1936

En relación a ese momento crítico, Agustín Barcelli realizó una cronología de lo


que ocurrió en las jornadas de mayo:

1) El ramo judicial de Cochabamba declaró una huelga a inicios de mayo de 1936.


Los trabajadores exigían el pago de sueldos.
2) El Sindicato Gráfico presentó a las empresas periodísticas un pliego petitorio de
aumento del 100 por ciento de sueldos y salarios, debido al incremento de
precios38. El requerimiento es remitido al Comité de Defensa contra la
Especulación. No hubo respuesta al pedido. Es necesario aclarar que las

38 Según Lora, en abril de 1936, la FOT, dirigida por Waldo Álvarez, presentó al gobierno de Tejada un pliego de
peticiones que comprendía la disminución de los precios de los artículos de primera necesidad en la proporción del 50
por ciento; aumento del 100 por ciento de las remuneraciones a favor de obreros y empleados de entidades públicas y
privadas; supresión de los monopolios; prohibición del trabajo nocturno para mujeres y niños, suspensión del estado de
sitio y libertad de reunión; dictación de leyes sociales; trabajo para los excombatientes, y protección a los inválidos y
huérfanos de guerra (1980a:48).

84
demandas plasmadas en ese documento generaron una especie de efecto dominó
en la clase obrera, indígena-campesino y popular39.
3) El 10 de mayo se inició el paro desde las cero horas40. La manifestación fue
organizada por la FOT y la FOL, bajo la intervención de comunistas, anarquistas
y nacionalistas.
4) Ante una oligarquía paralizada por el miedo, la clase obrera, sin dirección
político-ideológica, cedió el poder a una Junta Mixta de Gobierno (2015:124)41.

El gobierno de Tejada Sorzano, sin embargo, no se quedó con las manos cruzadas.
Como aún continuaba en vigencia el estado de sitio, procedió a ordenar la detención
de algunos dirigentes radicales. Por ejemplo, el 12 de mayo de 1936, molesto por la
incansable actividad de José Aguirre Gainsborg, ordena su detención, junto con la
de G. Silva y Walter Alvarado, “sindicados como instigadores” de la huelga general
que había estallado. “Después de haber sido trasladados a Viacha logró su libertad,
mediante el recurso de hábeas corpus (15 de mayo). Así pudo asistir a una reunión
del Comité Ejecutivo de Huelga, oportunidad en la que pide enérgicamente la
suspensión del estado de sitio” (Lora, 1960:62).

Por su parte, Waldo Álvarez, en el libro Memorias del primer ministro obrero:
Historia del movimiento sindical y político boliviano 1916-1952, relató el momento
culminante de la primera huelga general boliviana triunfante. El entonces dirigente
gráfico rememoró que en la tarde del 17 de mayo de 1936, el Comité directivo

39Con referencia a lo mencionado, Véase “La huelga de gráficos de 10 de mayo fue el 1er. síntoma de la revolución
socialista” en periódico La Calle. La Paz, mayo 11 de 1937, p.1.
40 La huelga del Sindicato Gráfico se inició el 10 de mayo. Por primera vez en Bolivia, los medios de prensa cerraron
sus talleres y dejaron de publicar noticias. “Durante ocho días en el país no se publicó ningún periódico. Entonces la
ciudad de La Paz perdió el habla. Es decir, que los diarios dejaron de aparecer del 9 al 21 de mayo de 1936 debido a una
huelga de gráficos que generalizó el movimiento obrero y dio lugar a la consumación del golpe de Estado realizado por
el jefe del Estado Mayor General del Ejército, teniente coronel Germán Busch” (Díaz, 1955: 22)
41Lora contradijo el carácter apolítico de la huelga. El autor afirmó que el Comité Revolucionario sabía a dónde iba el
movimiento obrero: “el comando de la conspiración buscó persistentemente contacto con los dirigentes sindicales y les
instó a desencadenar la batalla. Si no hubo pacto escrito es porque no hacía falta. Los sindicalistas y los conspiradores
marchaban casi por el mismo camino. Lo que hubo, en verdad, fue una perfecta división de trabajo: la FOT y la FOL
desencadenaron la huelga, empujando al gobierno liberal a una situación insostenible; el Ejército y sus capangos se
encargaron de asestar el golpe de gracia” (1980a:51).

85
convocó a una asamblea general para informar el estado en que se encontraba el
conflicto. La reunión se realizó en la Sociedad de Obreros “El Porvenir”, ubicado
en la Calle Lanza. El encuentro tuvo que trasladarse al Teatro Municipal, puesto
que el espacio físico de El Porvenir no abasteció para tanta gente.

“En plena sesión una delegación de militares enviada del Palacio de Gobierno
informó que las Fuerzas Armadas se habían hecho cargo del gobierno, que Tejada
Sorzano había renunciado y que el Tcnl. Germán Busch era el nuevo Presidente, el
mismo que estando de acuerdo con el movimiento huelguístico, deseaba conversar
con los dirigentes para llegar a un arreglo”, narró Álvarez.

Añadió que una voz entre la multitud se alzó y le solicitó que anuncie a la comisión
de militares “que si el Presidente Busch quiere conversar con el pueblo en huelga,
que se presente en este recinto”. Luego de algunas gestiones, el primer mandatario
se dirigió al lugar de reunión y expresó lo siguiente:

Compañeros obreros, yo estoy de acuerdo con la huelga, como les


manifesté cuando los dirigentes me visitaron en mi oficina del Estado
Mayor, porque la considero justa. Estoy de acuerdo con los
trabajadores, porque mi padre también fue un trabajador. Sé los
sufrimientos que pasan los choferes, los gráficos, los ferroviarios y
todos los sectores obreros; por esta razón también estoy de acuerdo con
el pliego de peticiones de ustedes y mi gobierno ha de hacerlo cumplir
íntegramente.

Al finalizar, contó que el pacto fue sellado por una atronadora ola de aplausos. Se
formaron comisiones para concretar el acuerdo (2016:91-92).

Frente a lo expuesto, Lora realizó un minucioso análisis sobre el posible ingreso de


un gobierno proletario. El autor concluyó que a pesar del número, el fervor y la
naturaleza del movimiento huelguístico, la dirigencia sindical tomó una actitud

86
“oportunista”. La explicación a ese fenómeno se resume en el “carácter socialista
pequeño-burgués del Jefe del PS, Enrique Baldivieso y compañía” (1980a:45).

En resumen, el 17 de mayo de 1936 cayó el gobierno liberal e ingresó a la


presidencia, de forma provisoria, el Tcnl. Germán Busch.

Porfirio Díaz, en el texto Historia de Bolivia: Guzmán Siles y Blanco Galindo,


aseveró que el nuevo gobierno fue producto de la coalición entre el Estado Mayor
General, dirigido por Germán Busch, el PRS, timoneado por Bautista Saavedra,
Pedro Zilvetti y Gabriel Gozálves, y el PS, representado por Enrique Baldivieso,
Fernando Campero Álvarez y otros (1955:24).

La firma de renuncia de Tejada Sorzano fue un hecho poco conocido. Alberto


Crespo en el texto José Luis Tejada Sorzano: un hombre de paz, destacó lo sucedido
esa jornada. En el capítulo “Versión de los sucesos ocurridos en mi casa en la
mañana del 17 de mayo de 1936”, Tejada Sorzano contó los detalles de la firma de
su dimisión42.

42 Tejada Sorzano narró lo ocurrido el 17 de mayo en su domicilio:


“A las 7:30 fui despertado por el cuidante de mis hijos que me indicaba que en la puerta de entrada a nuestra casa se
encontraba don Luis Iturralde en compañía de algunos militares que decían buscarme por orden del Cnl. Busch (…) al
recibir el referido anuncio entendí que mi gobierno había terminado (…) Indiqué que se dijera a los comisionados que
estaba en cama y que a las nueve podría recibirlos. Los comisionados se fueron, pero minutos después, se recibió en casa
un mensaje telefónico descomedido, diciendo: 'Que el Cnl. Busch no podía esperar, y que si no abría la puerta de ingreso
a mi casa, sería ella violentada a balazos (…) Me vestí y ordené que indicaran al Palacio de Gobierno que esperaba a los
comisionados. Mientras ellos venían, redacté de mi puño y letra una pequeña proclama a la nación, y saque dos copias
autografiadas' (…) La proclama decía así:
A la nación.
Fui llamado a la Presidencia de la República en momentos extraordinariamente difíciles, y he dedicado al desempeño de
esas funciones todo lo que pudo inspirarme el amor que tengo por mi patria, y mi ardiente deseo de verle salir airosa de
las dificultades que en todo orden obstaculizan su vida y progreso. Quienes me antecedieron en el cargo tuvieron todas
horas de satisfacción; deseo que también tengan igual fruición los que en el futuro me sucedan. A mí sólo me ha tocado
las de sacrificio y labor intensa. Las he soportado austeramente. Al ponerles ahora término, rindiéndome a las
circunstancias, me cumple agradecer al país que me brindó ocasión reiterada para servirle con abnegación y expresar
igualmente mi gratitud hacia quienes colaboraron en tan noble y augusta tarea.
Al dejar el mando supremo de la República, sólo deseo que mi espíritu se equivoque al augurar horas muy difíciles para
Bolivia.
Los comisionados se presentaron en mi casa aproximadamente a las 8:15 (…) Cuando entré al salón vi de pie a un mestizo
que luego me dijeron llamarse Francisco Lascano Soruco (…) Él dijo, más o menos textualmente: 'Señor, hemos sido
encargados para el desempeño de una comisión. El Ejército, en unión de las fuerzas de izquierda, y respondiendo a un
anhelo nacional, ha organizado esta mañana un nuevo orden de cosas y nos ha enviado para notificárselo. El Cnl. Busch
me encarga asegurarle que tendrá Ud. absolutas garantías para su persona, para su familia y sus bienes' (…) Luego

87
Así, en medio de la movilización social, la batahola ideológica y la presión armada, Tejada
Sorzano abandonó el Palacio Quemado y mantuvo distancia con el nuevo régimen
nacionalista militar.
Dadas las condiciones, la Junta Mixta de Gobierno, promulgó el decreto supremo
del 17 de mayo de 1936 y nombró el siguiente gabinete ministerial:

Presidente Cnl. David Toro


Ministro de Relaciones Exteriores, Culto e Enrique Baldivieso
Instrucción
Ministro de Defensa Nacional y Colonización Tnte. Julio Viera43
Ministro de Gobierno y de Justicia Gabriel Gozálves
Ministro de Fomento y Comunicaciones Tcnl. Luis Cuenca
Ministro de Hacienda y Estadística Fernando Campero
Álvarez
Ministro de Agricultura, Minas y Petróleo Tcnl. Oscar Moscoso
Ministro de Trabajo, Comercio y Previsión Pedro Zilveti Arce
Social

Así, de las entrañas del liberalismo nació el germen del nacionalismo.

dirigiéndome a Lascano, le dije: (…) 'La notificación que me hacen Uds. importa para mí una liberación, pero estoy
seguro que Uds. han asesinado a la patria por la espalda (…) Aproximadamente a las 9 de la mañana, me anunciaron que
se hallaba en la puerta de mi domicilio una crecida comitiva de militares encabezada por el Cnl. Alfredo Santalla. Me
dijo. casi textualmente 'El Cnl. Busch (…) me ha encargado que venga a verle para insinuarle que en el manifiesto que
ha redactado se suprima una frase que el Ejército encuentra depresiva a su dignidad' (…) le pedí que me indicara cuál
era la que provocaba la reclamación del Ejército. El Cnl. Santalla me dijo que el último acápite de mi manifiesto en el
que yo auguraba días desgraciados para Bolivia, era un cargo para el ejército (…) La frase que he puesto (…) representa
mi manera de sentir y va acompañada de otra muy sincera en la cual expreso que bien deseo hallarme equivocado en ese
mi augurio, dije. El Cnl. Santalla volvió a insistir (…) El Cnl. tomando de sus manos del Capitán Guzmán un pliego
escrito a máquina, continuó: Acá Doctor hemos copiado literalmente su manifiesto y sólo se ha suprimido la frase (…)
Entonces saqué de mi bolsillo mi pluma fuente y tomando el pliego del Coronel Santalla, tracé al pie de él unos garabatos
indescifrables, devolviéndolo al Coronel Santalla a quien dije: Llévese esto”.
Después de firmado el documento, los militares abandonaron el domicilio del Tejada Sorzano (Crespo, 1990:239-242).
43En el artículo sexto del decreto mencionado se puntualizó que las “atribuciones y reparticiones del Ministerio de Guerra
pasan desde la fecha al Ministerio de Defensa Nacional”.

88
3.6. CRISIS SOCIAL: EL SURGIMIENTO DE LA CONCIENCIA NACIONAL
Y LOS NUEVOS PARTIDOS POLÍTICOS

La concepción nacionalista no surgió de la nada, fue el resultado de una serie de


acontecimientos sociales que pusieron en trance al sistema socio-discursivo liberal.

Tres guerras –que se encargaron de descuartizar al país (los conflictos del Pacífico, el
Acre y el Chaco)– alteraron, en cada coyuntura, el orden ideológico-político
establecido. En esos momentos de crisis, parece que la frase “lo que no te mata te hace
más fuerte” cobra gran relevancia, pues con cada pérdida territorial Bolivia emergió
como un país revitalizado, con una conciencia renovada. Ese fenómeno fue explicado
por el historiador José Vargas, quien, en el texto Nacionalismo con Desarrollo y
Seguridad, planteó algunas generalizaciones:

En la contienda con Chile por el Pacífico, Bolivia perdió su única vía


de respiración intercontinental. Sin embargo, este conflicto generó una
conciencia de las necesidades de supervivencia como Estado libre y
soberano. (…) En la guerra por el Acre, el boliviano tomó conciencia
de que es necesario integrar la totalidad de nuestro territorio e
incorporar definitivamente a los pobladores de regiones alejadas donde
nuestros vecinos sin escrúpulos ponen sus ambiciones (1977:178).

En ese marco, en la obra Bolivia: el desarrollo de la Conciencia Nacional, René


Zavaleta Mercado afirmó que en las trincheras de defensa del Chaco Boreal emergió el
sentido de la conciencia nacional: “La guerra del Chaco, con su absurdo carácter de
duelo multitudinario entre soldados desnudos, es el fenómeno a partir del cual
comienzan la conciencia y la rebelión de las clases nacionales. Una línea divisoria que
marcó el fracaso de la retórica liberal” (1967:37).

A su turno, Gustavo Navarro (conocido como Tristán Marof), en el libro Ensayos y


crítica: revoluciones bolivianas, guerras internacionales y escritores, sostuvo que de
la conflagración del Chaco germinó una conciencia en ascenso, en contraposición al

89
régimen feudal (1961:46). José Vargas, por su parte, añadió que ese hecho inspiró a una
mayor participación de las masas, en contraste con el anterior régimen de minorías
favorecidas (1971:181). En esa misma lógica, Gustavo Boullón destacó que ese
acontecimiento unió a la población en torno a la solución de las “necesidades
nacionales” (1936:11).

Una versión que sintetizó las ideas centrales planteadas por los autores citados, fue
desarrollada en el texto 75 Años de aporte al desarrollo Nacional, compilado por
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos:

El horror de una guerra injusta, los errores históricos de una pírrica clase
política que se decía liberal sin visión de país y el abuso de las élites
coludidas con los intereses transnacionales, catalizaron un proceso de
maduración de la conciencia nacional que buscaba un cambio político
y social con nuevas estructuras y administración. El cambio provino de
círculos militares, sectores intelectuales, profesionales y sindicales de
las clases media y baja (2011:41).

En relación con el ámbito rural, la socióloga e investigadora, Silvia Rivera realizó un


análisis del despertar de la conciencia nacional en el ámbito rural. Rivera señaló que
“los indios” regresaron del conflicto del Chaco con una posición legítima sobre sus
derechos a la tierra y la ciudadanía: “De las trincheras surgió una nueva conciencia
sobre los anacronismos y desigualdades que arrastraba el sistema político boliviano y,
al mismo tiempo, una intensa recomposición de las jerarquías de casta hasta entonces
vigentes” (1986:112).

Desde otra perspectiva, Augusto Céspedes, en su obra El Dictador suicida. 40 años de


historia de Bolivia, afirmó que en el Chaco no germinó la conciencia nacional, “sino el
desorden para incubarla”. Fue de esa manera que el ejército se convirtió en el “motor
revolucionario” que orientó al país hacia la soberanía económica, político-ideológica y
social (1979:166).

90
En contraposición a lo definido por los anteriores autores, Pedro Zilveti, quien fue el
primer ministro de Trabajo de Bolivia (1936), reveló que el desastre del Chaco también
engendró un agregado de oportunistas, “politiqueros y demagogos en potencia”, que
sin importar los medios alcanzaron un lugar en el gobierno (1946:17).

3.6.1. PARTIDOS POLÍTICOS: BAJO EL OSCURO MANTO DE LAS


LOGIAS

Carlos Montenegro, René Zavaleta, Tristán Marof, José Vargas, Gustavo Boullón,
entre otros autores coinciden que fue en la guerra donde se gestó el nacimiento de
la conciencia nacional. Empero, ese proceso ideológico-político no se quedó
colgado en el aire. Estuvo, más bien, acompañado con el surgimiento de nuevas
organizaciones sindicales, sociales y estatales. En ese marco, la estructuración de
partidos políticos también se convirtió en una necesidad histórica. Sin embargo,
gran parte de este nuevo andamiaje político giró en torno a grupos secretos,
denominados “logias”.

Gerardo Irusta, en su texto La lucha armada en Bolivia, describió a estos grupos


como “círculos humanos herméticos” y “embriones de los procesos
revolucionarios”. Destacó que esos organismos secretos actuaron tras bambalinas
en la construcción del nuevo Estado boliviano y también en la revolución de 9 de
abril de 1952 (1988:29).

Sobre el tema, Silvia Rivera puntualizó que fue en las arenas del Chaco donde se
gestó la construcción de nuevas fórmulas políticas dirigidas por militares y
excombatientes. Agregó que las “Asociaciones de excombatientes y logias militares
fueron la primera expresión organizada de la recomposición social y política de la
posguerra” (1986:113).

91
Dentro de esa línea de investigación, uno de los máximos exponentes del estudio de
las logias en Bolivia fue Luis Antezana, quien, junto a otros escritores, detalló el
protagonismo de por lo menos cinco “círculos secretos”:

1) La logia Bolivia44 fue fundada el 20 de noviembre de 1929. Se destacó por ser


“un organismo decisivo para la disolución de las corrientes liberales y
republicanas”. En la posguerra, la logia Bolivia fue el crisol de la política
nacionalista. Entre sus miembros se destacó a “Germán Busch, Roberto y Jorge
Jordán Cuellar, Alfredo Peñaranda, Víctor Manuel Acosta, N. Montero
Justiniano, Arturo Armijo, N. León, Julio Viera, Abelardo Prieto, Víctor Paz
Estenssoro, Antenor Ichazo, Luis Campero Álvarez, René Pantoja, Fernando
Pou Mont. Se incluyen también en la lista a civiles y militares progresistas”.

2) La logia Estrella de Hierro (condecoración que se otorgó a los heridos de


guerra) se formó en las trincheras del Chaco, bajo la dirección de Víctor
Andrade Uzquiano. Sus integrantes fueron los hermanos Raúl y Mario Anze
Tapia, Hugo Salmón, Raúl Espejo Zapata, René Ballivián, Roberto Prudencio,
Roberto Bilbao la Vieja y pocos más. Algunos antecedentes revelaron que su
línea política fue de carácter “antitorista”. Esa logia, en un primer momento,
respaldó a German Busch e inclusive nominó personas para conformar su
gabinete ministerial. Un acontecimiento que hirió de muerte a esta agrupación
fue que, bajo la dirección de Roberto Bilbao La Vieja, se dispuso el apoyo a la
candidatura a la presidencia del liberal Enrique Peñaranda. Ese suceso ocasionó
que Andrade Uzquiano decida disolver esa organización.

3) La logia Mariscal Santa Cruz surgió a causa de la disolución de la logia Estrella


de Hierro, a inicios del año1943. Fue dirigida por Víctor Andrade. Desarrolló
sus actividades en el mandato de Enrique Peñaranda (1940-1943) y en los

44El investigador, Gerardo Irusta citó una entrevista de televisión realizada por Cristina Corrales, donde se reveló que el
expresidente Hugo Ballivián y otros militares “constituían la logia Bolivia, que se preocupaba de realizar estudios
profundos sobre la realidad económica, social y política del país” (1988:29).

92
inicios del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR). Ese organismo
participó en el derrocamiento de Peñaranda.

4) La logia Razón de Patria45 (RADEPA) se creó en mayo de 1934. Se estructuró


en el campo de concentración ubicado en Asunción (Paraguay). Fue dirigido por
Elías Belmonte. Su programa político tomó fuerza en la posguerra, en
específico, en los gobiernos de David Toro y Germán Busch. Otros de sus
fundadores fueron los oficiales “Enrique Camacho, Antonio Ponce Montán,
José Mercado Cadina, Néstor Valenzuela, Jorge Calero, Carlos Zabalaga,
Clemente Inofuentes, Felsi Luna Pizarro, Horacio Ugarteche, Néstor Paz
Galarza46 y Rafael Saenz” (1986:73-81).

5) La logia Beta Gama fue el semillero de varias organizaciones de izquierda.


Creada en 1935. Herbert Klein, en su libro Orígenes de la revolución boliviana:
La crisis de la generación del Chaco, reveló que el nacimiento de la
organización política “Bolivia Grande” –de cuyas iniciales (BG) en griego
surgió el denominativo Beta Gama–, fue apuntalada por jóvenes y personificó
la ruptura auto-consciente con el pasado. Beta Gama fue una de las tantas
organizaciones de universitarios y jóvenes obreros en el país, que formaron el
punto de arranque para un gran movimiento fuera del control de viejos partidos.

No fue Beta Gama el único de estos grupos que se había formado. En


cada ciudad grande o chica de la república se estaban organizando
innumerables partidos y clubs. En La Paz, los núcleos Grupo Henry
Barbuse, Andes (Asociación Nacional de Excombatientes Socialistas)

45Según Francisco Barrero, Radepa se organizó en base a células militares, integradas en dos escalones: “Razón de Patria”
y “Abaroa”. El primer escalón con misiones directivas y el segundo ejecutivas. Luego, en la civilidad y el ámbito nacional,
se organizaron células cívicas, agrupadas en un escalón nominado “Caballeros de Bolivia”, que se regían por un estatuto
especialmente faccionado, que tenía como base el espíritu del estatuto Radepista” (1976:57).
46Néstor Paz Galarza, primo hermano de Víctor Paz Estenssoro, nació en Tarija en 1910. Murió en Sucre, a la edad de
74 años, en 1984. Fue padre del expresidente Jaime Paz Zamora, el guerrillero Néstor Paz Zamora, Rosario Paz Zamora
y Mario Paz Zamora. Véase Genealogías Argentina (GENEANET) “Historia familiar de Néstor Paz Galarza”, en
https://gw.geneanet.org/gentuc?lang=es&n=paz+galarza&p=nestor (página web). Revisado el 20 de mayo de 2017.

93
y Bolivia; en Cochabamba, el Grupo Izquierda; en Sucre, el Grupo
Ariel; en Oruro, el Bloque intelectual Obrero Avance, y en Potosí surgió
un foco de radicalismo político compuesto por estudiantes y obreros
(1968:235)

Varios miembros de las logias mencionadas llegaron a formar parte del gobierno
del denominado nacionalismo militar. Sin embargo, es importante mencionar que
en las arenas del Chaco también se forjó el nacimiento de nuevos partidos políticos,
influidos por tendencias de Alemania, Rusia, Italia, entre otros países.

3.6.2. LA ORGANIZACIÓN DE NUEVOS PARTIDOS Y LA


INFLUYENTE LEC

El tema de la creación de nuevos partidos, en un momento de crisis nacional


general, fue abordado también por el estadounidense Thomas C. Field, en su libro
Minas, Balas y Gringos: Bolivia y la Alianza para el Progreso en la era de
Kennedy. Ese texto dio a conocer los entretelones de la injerencia estadounidense
en el desarrollo nacional en la década del ’60. Empero, en los antecedentes, el autor
ratificó que en la posguerra del Chaco emergieron partidos con tendencia
comunista, trotskista y nacionalista. Esas formaciones político-ideológicas fueron
el referente para la conformación del MNR, que luego sería protagonista en la
revolución de 1952.

Al salir de la desastrosa guerra del Chaco contra Paraguay (1932-1935),


los radicales bolivianos se agruparon en tres partidos revolucionarios:
el comunista Partido de Izquierda Revolucionaria (PIR), el trotskista
Partido Obrero Revolucionario (POR) y el Movimiento Nacionalista
Revolucionario (MNR). Los tres partidos emergentes exigían la
nacionalización del sector minero en auge y abogaban por devolver la
tierra a la mayoría indígena del país (2011:39).

94
En el proceso de la guerra del Chaco y después de ella, en el país se estructuraron
al menos seis partidos políticos, que iban a influir en la coyuntura política de manera
diversa:

1) El Partido de Izquierda Revolucionaria (PIR) se fundó en 1940. Es preciso


entender su creación desde una perspectiva histórica, puesto que existe una
suerte de memoria nacionalista y comunista en su génesis. Guillermo Lora
realizó un interesante análisis de lo expuesto. Ese político e historiador
desarrolló un retrato de la filiación política de los fundadores del PIR, José
Antonio Arze y Ricardo Anaya.

En un primer momento, Arze formó parte del Partido Nacionalista organizado


por Hernando Siles. Luego, ingresó al PS dirigido por Enrique Baldivieso y fue
un activista recalcitrante en la Confederación de las Repúblicas Obreras del
Pacífico (CROP).

Después de la guerra del Chaco, José Antonio Arze y Ricardo Anaya apoyaron
al gobierno del nacionalismo militar. En 1936, Arze fue exilado a Chile. En
1939, conformó el Frente de Izquierda Boliviano (FIB), referencia directa de la
creación del Partido de Izquierda Revolucionaria (1980a:149-156).

El enfoque izquierdista-comunista de ese frente fue detallado en el texto El


presidente colgado escrito por Augusto Céspedes:

Proveniente de un manantial teórico que había formado un estanque en


la cabeza del profesor José Antonio Arze, se organizó en 1940 el Partido
de Izquierda Revolucionaria (PIR). Como “la muchacha del circo” el
PIR nació entre las vertiginosas volteretas que dieron los partidos
comunistas en el trapecio del pacto Stalin-Hitler. Hasta 1941 la
consigna obligaba al PIR a aproximarse a la línea “antibelicista” en
términos generales, pero cuidando de no acusar a Hitler como

95
provocador belicista ya que éste tenía el pacto de no agresión con el
bondadoso Stalin (1966: 54).

2) El Partido Obrero Revolucionario (POR) fue el polo opuesto al PIR. Fundado


en Córdoba-Argentina, en junio de 1935, por José Aguirre Gainsborg y Tristán
Marof, ese bloque también influyó en la política de la posguerra. Participó en la
elaboración de la Tesis de Pulacayo de 1946 y en la Asamblea Popular de 1971.

En el texto 7 políticos bolivianos de Valentín Abecia, se puntualizó que en 1934,


la Izquierda Boliviana en Chile de Aguirre Gainsborg y el grupo Túpac Amaru
de Argentina, dirigido por Gustavo Navarro (Tristán Marof), firmaron un pacto
político. Ambas fuerzas políticas fundaron el Partido Obrero Revolucionario
(POR), en 1935 (1986:84).

En el texto German Busch y los orígenes de la revolución: fragmentos para una


biografía escrito por Carlos Durán, se detalló el carácter radical e influyente de
ese partido político: “Núcleo poderoso de irradiación intelectual de la izquierda
todavía jefaturizado, después de numerosas escisiones, por Guillermo Lora
hasta 1996” (1997:9).

3) La Falange Socialista Boliviana (FSB) se inscribió entre los partidos de extrema


derecha con tendencia nacionalista. Fue creado en Santiago de Chile el 18 de
agosto de 1937. Sus fundadores fueron Óscar Únzaga de la Vega y los
universitarios, Guillermo Koening, Hugo Arias, Federico Mendoza y Germán
Aguilar.

El militante Falangista, Rodolfo Surcou, en su texto Nacionalismo y revolución


integral, subrayó que la línea política de FSB fue nacionalista con un enfoque
progresista:

El Nacionalismo integral de Falange Socialista Boliviana no tiene otra


significación que la suma de una conciencia de los valores telúricos de

96
una serie de causas y factores que históricamente conforman la
comunidad patria. Constituimos una fuerza política que es intransigente
en su posición nacionalista. (…) es pues, la síntesis suprema de todas
las energías vitales, tanto en lo material como en las aptitudes y
capacidades de la colectividad, con un criterio de amplitud y
aspiraciones del progreso (1972:29-31).

4) El Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) surgió, en enero de 1941,


bajo la confluencia de varias organizaciones políticas.
Bajo la lógica de “la valoración de las fuerzas nativas” y “la lucha por la
autonomía de Bolivia contra las fuerzas coloniales”, Guillermo Lora, en el texto
Documentos políticos de Bolivia, visibilizó, dos antecedentes del Nacionalismo
Revolucionario:

1) Murillo, Calatayud, los guerrilleros, representaron el pasado de lucha, al


igual que los mitayos y los incas.
2) En la historia republicana, Santa Cruz y Belzu vienen a ser intérpretes del
Movimiento de Autodeterminación Nacional (1970:151).

Asimismo, Lora mencionó que un antecedente del MNR fue el Partido de Unión
Nacionalista (PUN), fundado bajo el gobierno de Hernando Siles Reyes, el 5 de
enero de 1927:

Ese partido, aunque tuvo vida precaria, sirvió para iniciar la corriente
nacionalista. Fue asimilada por jóvenes oficiales del Ejército durante la
campaña del Chaco. Una expresión bastante nítida, por cierto, de esa
corriente nacionalista fue justamente el accidentado gobierno del Cnl.
Busch; y luego, otro intento más serio y profundo fue el de Villarroel,
debido también a la presencia del MNR. (1970:235).

Empero, el PUN tuvo una corta vida. En 1930, ese partido se escindió. Pues la
juventud de izquierda repudió el pasado derechista de su partido y definió
formar la denominada Célula Revolucionaria Socialista (CRS). Dicha Célula se

97
unió a fuerzas nacionalistas y marxistas y, luego, fundó la Confederación
Socialista de Bolivia (CSB), que en la posguerra se denominó PS (Lora,
1980a:15).

Frente a la bifurcación nacionalista, el fundador del POR, José Aguirre


Gainsborg cuestionó: “¿Dónde está la autocrítica política que demuestre
realmente que se han superado las viejas prácticas, que se han cristalizado
conclusiones de índole revolucionaria, después de una colaboración estéril con
el gobierno?” Además, contradijo el carácter “socialista” de dicha Célula:

La “Célula Revolucionaria Socialista” (Antes Juventud Nacionalista presidida


por José Tamayo) no tiene –debe convencerse de ello– plataforma política de
ninguna índole. No puede invocar una trayectoria socialista, ni una experiencia,
ni una tradición semejante. Públicamente, tampoco ha definido principios.
¿Sobre qué descansa entonces? ¿Qué es? ¿Por qué se considera “socialista”? 47.
Cabe recordar que al inicio la CRS afirmó que su intención no era formar un
partido. No obstante, la Célula se transformó en el denominado Partido
Socialista48 (Lora, 1980a:24).

Por su parte, Yolanda Céspedes de Montenegro, esposa de Carlos Montenegro


y autora del texto Carlos Montenegro un nombre para la Historia, relató que
el PS se creó bajo la premisa de transformar la sociedad conservadora boliviana.
“El escenario donde germinó el plan de reestructurar la economía, la política,
la cultura y la relación entre opresores y oprimidos fue el bufete de abogados

47 Véase “Notas sobre el proceso político” en periódico El Diario. La Paz, octubre 26 de 1935, p.4

48
Según Andrey Schelchkov, en el capítulo “La izquierda en la posguerra del Chaco” incluido en el texto
Historia de las izquierdas bolivianas, pasada la contienda chaqueña, los grupos izquierdistas y nacionalistas
se autoproclamaron “socialistas”. Ellos “(…) creían que el socialismo era un sistema económico y político
en el que el Estado representaba el valor fundamental y la fuerza decisiva. Imaginaban el socialismo como
un sistema capaz de sacar al país de la crisis, fortalecer el Estado y consolidar la nación. Los
socialistas/nacionalistas de aquel tiempo manejaban visiones más bien eclécticas de la sociedad que aspiraban
a construir (…) En el futuro esas ideas sentarían las bases de la ideología del nacionalismo revolucionario, la
variante boliviana del nacional-reformismo latinoamericano” (2017:76-77).

98
de Carlos Montenegro”. En ese espacio, según la autora, se reunían los
intelectuales que izaban la bandera socialista. “Todos sus fundadores eran muy
jóvenes, entre ellos mi hermano Augusto (Céspedes), Enrique Baldivieso, José
Tamayo, Guillermo Alborta, Víctor Alberto Saracho, Humberto Palza, Félix
Eguino Zaballa, Daniel Bilbao Rioja y los exponentes de la nueva generación
cochabambina, Carlos Montenegro y Augusto Guzmán” (1997:17).

En la posguerra (1936-1939), el PS fue un actor importante en el proceso de los


gobiernos del nacionalismo militar49. Fue así que el PS enarboló las banderas
nacionalistas y luchó contra la corriente antinacional. Bajo esos argumentos, en
la Tesis de Doctorado de la Universidad de Leipzig-Viena, de Susana
Capobianco, titulada 1952 a 1989 en Bolivia: la Transición a la Democracia
desde una Perspectiva Global, se expuso lo siguiente:

En esa concepción, nación eran todas las regiones, todos los estratos
sociales, todas las clases, mientras que anti nación eran un grupo de
oligarcas fácilmente identificables, dueños de las minas y grandes
terratenientes. Este discurso evidentemente era un instrumento
unificador de clases que apelaba a una recién descubierta nación
boliviana y que las demás ideologías no abrazaban en su totalidad
(2013:27-28)50.

49 El nacionalismo militar, a pesar de todos sus bemoles, tuvo un importante peso político-ideológico. En el texto La
revolución boliviana. Documentos fundamentales de Juan Luis Hernández y Ariel Salcito se afirmó que “el nacionalismo
de origen castrense tiene una trayectoria distinta, aún cuando en algunos momentos confluyó con el movimientismo. Las
facciones militares nacionalistas asumieron plataformas programáticas que en algunas oportunidades empalmaron con
sentidas aspiraciones nacionales, pero no consiguieron construir una posición hegemónica al interior de las fuerzas
armadas. Busch, Villarroel y los militares agrupados en la logia RADEPA, no pudieron desplazar, en la posguerra del
Chaco, a las facciones pro-oligárquicas que terminaron imponiéndose (…) El nacionalismo militar, a pesar de estas
limitaciones históricas, sigue siendo un peso importante en el escenario político boliviano” (2007:193). Dentro de esa
perspectiva, en este trabajo se definió a los gobiernos de Toro y Busch como parte del nacionalismo militar.
50Véase CAPOBIANCO, Susana (2013): 1952 a 1989 en Bolivia: la Transición a la Democracia desde una Perspectiva
Global, en
http://www.medicentro.com.co/Bolivia/1952a1989enBoliviaLaTransicionaLaDemocraciaDesdeUnaPerspectivaGl
obal_2013-09-09_1069106.pdf (Tesis doctoral).pp.27-28. Revisado el 10 de junio de 2017.

99
5) El Partido Orientalista se creó el 9 de febrero de 1939. Esa agrupación, según
sus militantes, representó a los departamentos de Santa Cruz, Beni y Pando. Sus
objetivos de creación perseguían la consecución de intereses regionales. En El
Diario, en una publicación titulada “Tendencias del Partido Orientalista”, se
especificó que la fundación de ese frente estuvo a cargo de representantes de
Beni y Santa Cruz, cinco senadores y diez diputados de esos distritos. Ese medio
escrito también citó el programa de ese nuevo partido:

Después de ratificar su confianza y apoyo al señor Presidente de la


República Teniente Coronel Germán Busch, se anuncia la elaboración
del programa especial del Partido Orientalista y se ha resuelto
proclamar la intangibilidad del territorio oriental, aceptar como
principio básico la integridad de cada uno de los departamentos
orientales, dejando establecida nuestra identidad racial, sostener el
principio de la defensa de nuestra raza, nombrar comisiones que
desarrollarán esta declaración de principios para ser considerada en la
segunda Asamblea que se reunirá en Santa Cruz el 15 de julio del
presente año51.

A su vez, en el mismo medio de prensa se anunció que el Partido Orientalista


envió una nota al primer mandatario para que forme parte de su organización
política. La respuesta del Presidente Busch fue negativa52.

51 Véase “Tendencias del Partido Orientalista” en periódico El Diario. La Paz, febrero 9 de 1939, p.6.
52En la respuesta a la nota enviada por los Senadores –Solares y Chávez– y Diputados –Antelo, Rioja Aponte y Hurtado,
Pedraza– Busch expresó lo siguiente: “Ayer recibí un telegrama Uds. fechado de 2 en Cachuela, informándome sus
actividades políticas.- Ayer también La Razón publicó la resolución obtenida por Uds. de representantes por Santa Cruz,
Beni y Pando, para fundar el Partido Regional Orientalista, que proclama como principio básico la integridad no de la
Nación como ha quedado constituida después de sus desmembraciones orientales; que deja establecida la identidad
histórica y racial de Bolivia sino de aquellos departamento; y que, finalmente, habla de defender la raza oriental como si
fuera diferente a la que puebla el resto del territorio patrio. La lectura de ambos documentos me convence de que quienes
lo han producido sufren una deplorable paralogización política y quienes lo han publicado, sin meditar suficientemente
sobre su significación y trascendencia, han cometido un atentado contra la armonía nacional. (…) En cuanto a mí, pueden
estar seguros que como patriota, como militar y como gobernante, no concibo más tendencia política que la que comience
por proclamar la integridad de la Patria, como unidad indivisible y solidaria histórica, geográfica y racialmente” Véase
“El Presidente de la República ha reprobado la organización del Partido Orientalista” en periódico La Calle. La Paz,
febrero 11 de 1939, p.6.

100
Por otra parte, La Calle calificó la fundación de ese frente político como la
formación de una “asociación sediciosa”. “Habíamos señalado, con motivo de
las noticias relativas a la formación de un Partido ‘Orientalista’ que no podía
tomarse en serio esa organización, nacida al calor de la fiesta del cumpleaños
del gerente de la Casa Suárez Hermanos”53.

La vida de ese partido no duró ni un mes, según publicaciones posteriores de La


Calle, A pesar de la resistencia de los fundadores de dicha agrupación de
continuar, el Jefe de Estado, Tcnl. Busch, se opuso activamente a su
permanencia54.

6) El Partido de Centro fue una iniciativa de los partidos tradicionales. Fue


fundado en mayo de 1936 por uno de los grandes barones del Estaño, Carlos
Víctor Aramayo. El Historiador Herbert Klein aseveró que ese frente político
funcionó bajo el apoyo de la Asociación de Industriales Mineros. En “el
epígrafe invisible de su fundación se plasmó el sentimiento de la defensa
descarada de clase”. El objetivo de dicho Partido se resume en:

Pero su misma creación (el Partido de Centro) anunciaba a los antiguos


partidos que no se toleraría su momentáneo desbaratamiento ante la
fermentación posbélica. (…) La meta de los centristas era obligar a los
partidos tradicionales a olvidar sus viejas rencillas, uniéndose en un
grupo partidario de una coherente coalición de clase. Este sería el
propósito de la élite minera de 1936 a 1952 (1982:249).

Klein añadió que la vida política del Partido de Centro fue efímera, debido al
insuficiente apoyo de las tendencias tradicionales como los liberales, que habían
sido expulsados del poder, y los Republicanos, que empezaron a reanalizar su
posición política y se volcaron hacia los movimientos de izquierda.

53 Véase “El Partido Orientalista es una Asociación sediciosa” en periódico La Calle. La Paz, febrero 9 de 1939, p.4.
54 Véase “Final de la maniobra antinacionalista” en periódico La Calle. La Paz, febrero 15 de 1939, p.5.

101
Otra agrupación que se formó después de la contienda del Chaco fue la Legión
de Excombatientes (LEC), que llegó a ser una de las más importantes fuerzas
políticas. Estuvo conformada por soldados bolivianos que vivieron y sintieron
en carne propia la contienda del Chaco.

Con eso se explica que, “la LEC, sin ideología definida salvo la de hacer valer
los derechos de los soldados del Chaco y expulsar del poder a los partidos
tradicionales a los que culpaba del descalabro, fue la agrupación más poderosa
de la posguerra y el principal soporte del gobierno de Busch” (Durán,1997:9).

En la Orden General Nº B-4 de la LEC, citado en el texto El nacionalismo en


Bolivia de la pre y posguerra de Chaco 1910-1945 de Irma Lorini, se afirmó
que los excombatientes consolidaron el gobierno de Germán Busch y en su
mandato esta legión fue vanguardia. “Un ejemplo claro fue el nombramiento de
ayudante general al legionario Gustavo Chacón, lugartenientes del Estado
Mayor Supremo a los legionarios Raúl Espejo Zapata, Víctor Andrade, Roberto
Prudencio, Luis Johnson, Hugo Salmón Tapia, Óscar E. Araúz, Juan Valverde
Figueroa, Mario Anze Tapia, Carlos Pacheco Iturrizaga” (2006:163).

3.7. EL LIBERALISMO Y EL NACIONALISMO

La contienda del Chaco marcó el inicio de una nueva etapa en la historia boliviana y
dio un golpe de muerte a la unidad ideológica del discurso legitimador del Estado
oligárquico-liberal en Bolivia. Frente a ese escenario de crisis político-ideológica, se
alzó la corriente nacionalista.

José Mayorga en el texto El Discurso del nacionalismo revolucionario sintetizó el


contenido del discurso oligárquico-liberal en dos preceptos, que se basaron en la
doctrina geopolítica del español Badia Malagrida:

1) La noción de Bolivia como un absurdo geográfico, expresada a través de lo que


Zavaleta denomina fatalismo geográfico (…) Fue utilizado como argumento para
102
justificar las pérdidas territoriales atribuyéndolas a la ubicación geográfica del país;
cuya altura, imposibilitaba, además, la instalación de fundiciones de mineral en
Bolivia.

2) La noción de país culpable, donde los indios eran considerados de raza inferior y,
por ende, fueron definidos como la causa del atraso y la miseria del país.

Mayorga mencionó que dichos cánones doctrinarios fueron popularizados por


intelectuales de la época de los años 30: Alcides Arguedas, el intelectual más
representativo de esa ideología de casta oligárquica, sintetiza el pensamiento de las
clases dominantes en Bolivia: “Herencia, incultura, pereza y pobreza, he aquí, en suma,
sintetizadas las verdaderas y profundas causas de malestar en nuestro país... todas esas
causas pueden sintetizarse en dos: el medio geográfico y la raza” (1985:51-59).

En respuesta al planteamiento oligárquico-liberal, en la posguerra del Chaco, la


corriente nacionalista levantó sus propias banderas. El nacionalismo se organizó en
torno a tres posiciones que fueron detalladas por Mayorga:

1) La interpretación del proceso histórico boliviano como un conflicto entre dos


tendencias: la nacional y la antinacional, a partir de la cual se configura su devenir.
La tendencia nacional “representa las corrientes nativas autonomistas” y la
tendencia antinacional a “las corrientes foráneas de dominio”.

2) La caracterización de la sociedad boliviana como estructura semicolonial que se


ramificó en dos polos: la rosca que es el bloque oligárquico constituido por la
burguesía minera y la clase terrateniente y la tendencia nacional representada por el
pueblo, compuesto por las clases que eran objeto de explotación y dominio
oligárquico.

3) La asignación de un carácter y contenido específicos a la revolución boliviana:


popular y nacional, es decir, antioligárquica y anticolonialista. Su contenido, por

103
tanto, está dado por la participación de todas las clases y sectores explotados, que
se constituyen en clases nacionales (:96-109).

En la etapa de la posguerra se desarrolló una polarización entre la corriente oligarca-


liberal, que era un cadáver que no terminaba de ser enterrado y la tendencia nacionalista,
un embrión que nacía en defensa del sentido nacional. Esa pugna político-ideológica
continuó hasta la Revolución Nacional de 9 de abril de 1952.

3.8. LOS GOBIERNOS MILITARES NACIONALISTAS EN LA POSGUERRA

El gobierno boliviano, después de la caída del liberal Tejada Sorzano, pasó a manos de
una Junta Mixta civil-militar. A ese período de la historia boliviana se lo conoció bajo
el rótulo del “socialismo militar”, aunque en el fondo no fue más que un régimen
nacionalista militar.

Guillermo Lora describió a esa etapa como un proceso idealizado por las masas, los
líderes marxistas y nacionalistas. En realidad, sólo fue una suerte de coalición entre las
corrientes tradicionales y nacionalistas (1984:10).

En esa misma línea, Mayorga afirmó que la política del “socialismo militar” carecía de
un discurso homogéneo y también de programa político. El autor sostuvo que la
dualidad Toro-Busch representó la ausencia de un discurso alternativo y una política
equilibrada, que permitió, como consecuencia central, el regreso del dominio
oligárquico (1985:64-65).

Es substancial también mencionar que la etapa del nacionalismo militar se desarrolló


en el interludio de la primera y la segunda guerra mundial, bajo la influencia de las
corrientes anarquistas, stalinistas y trotskistas, el fascismo español, italiano y el
nacional-socialismo alemán, entre otras. De igual manera, el sentido progresista que se

104
heredó de la Revolución Mexicana55 y la Revolución Rusa56 permitió implementar
varias medidas sociales y antiimperialistas que tuvieron un gran respaldo en esa
coyuntura. Es importante advertir que, para el momento histórico que se vivía, las

55 Charles Curtis Cumberlrand, en el libro Las grandes revoluciones de la Historia: La Revolución Mexicana, reveló
algunos antecedentes de ese acontecimiento: En 1910, se rememoró un siglo de independencia mexicana y también se
recordó los 34 años de dictadura de Porfirio Díaz. Sin embargo, en el octavo mes de mandato, su gobierno sufrió una
crisis. La respuesta, frente a esa coyuntura, fue la salida y exilio de Díaz y sus funcionarios.
Cabe recordar que bajo el porfiriato, el país fue dividido en estratos sociales: los criollos, los mestizos y los indios. Ese
último sector fue el “estorbo” de la sociedad. En el caso de criollos y mestizos, Díaz otorgó varias concesiones políticas
y económicas para poder mantenerse en el poder. En tanto, los indígenas, que eran el 35 por ciento del país, no tenían
ningún beneficio. En síntesis, en esa época se vivió una “dictadura pacífica y controlada bajo el lema 'Pan y Palo', es
decir, ventajas para los que cooperaban y represión para quienes se oponían” (1968: 9-15).
El revolucionario y fundador de la Confederación Regional Obrero Mexicana (CROM) y la Confederación de
Trabajadores de México (CTM), Vicente Lombardo Toledano, en su libro Textos Políticos y Sindicales, reveló que la
sucesión presidencial de Porfirio Díaz por Francisco Madero fue un cambio político, económico y social substancial.
Madero representó el rostro del “socialismo” en México. A su vez, Lombardo aclaró que los objetivos centrales de la
revolución no se lograron concretar. También desglosó los postulados de la Revolución Mexicana que fueron la
legislación agraria con la culminación del latifundio y la producción libre de alimentos. Además, se implementó la
legislación obrera bajo las premisas de “cesación de explotación, conservación de salud del trabajador y de sus hijos,
mejoramiento económico” y asimismo incluyó la reforma hacendaria y fiscal, bancaria y educativa. Todos estos factores
sumaron para el “advenimiento de un nuevo orden social” (1994:42-43).
56 El historiador y periodista, Edward Hallet, en su texto La Revolución Rusa: de Lenin a Stalin (1917-1929), relató el
momento culminante de la revolución de octubre de 1917 en Rusia:
“El 25 de octubre (…), la Guardia Roja, formada principalmente por obreros industriales, tomó posiciones estratégicas
en la ciudad y avanzó sobre el Palacio de Invierno. Fue un golpe sin sangre. El gobierno provisional se vino abajo sin
resistencia. Algunos de los ministros fueron detenidos. El primer ministro Kerenski huyó al extranjero. La fecha del golpe
había sido fijada para coincidir con el II Congreso Panruso de los Soviets de Diputados Obreros y Soldados, que comenzó
en la tarde del día siguiente. Los bolcheviques tenían ahora la mayoría –399 sobre un total de 649 delegados–, y asumieron
la dirección del acto. El congreso proclamó la disolución del gobierno provisional y el paso de la autoridad a los soviets”.
Ese Congreso, además, aprobó tres trascendentales decretos. Dos de ellos fueron propuestos por Lenin y uno por
Kamenev.
El primero fue “una proclama del gobierno obrero y campesino” sobre las negociaciones de paz. En ese documento se
pedía “a los obreros conscientes de las tres naciones más adelantadas de la humanidad –Inglaterra, Francia y Alemania–
su ayuda para poner fin a la guerra.
El segundo trataba sobre el tema de la tierra. “La propiedad privada de la tierra quedaba abolida a perpetuidad. El derecho
a usar la tierra se concedía a todos los ciudadanos del Estado ruso (sin distinción de sexo) que deseen trabajarla ellos
mismos. Los derechos sobre los minerales, y otros derechos de tipo subsidiario, quedaban reservados al Estado. La
compra, venta y arrendamiento de la tierra, así como el empleo de trabajo asalariado, quedaban prohibidos. Esto era un
fuero para el pequeño campesino independiente que cultivara su parcela de tierra con su propio trabajo y el de su familia”.
El tercero instituyó “un Consejo de Comisarios del Pueblo, como gobierno provisional obrero y campesino, que
gobernaría el país bajo la autoridad del Congreso Panruso de los Soviets y de su Comité Ejecutivo hasta la formación de
la Asamblea Constituyente”.
Esos decretos, según Hallet, permanecieron “tras bastidores”, puesto que al caer el viejo sistema “nadie ansiaba
enfrentarse al problema de la construcción de un nuevo Estado” (1979:12-13).
Empero, esas normas se constituyeron en banderas de lucha para los trabajadores del mundo.
“La revolución rusa de 1917 quedó muy por debajo de los objetivos que se había fijado y de las esperanzas que despertó.
Su trayectoria fue imperfecta y ambigua. Pero ha producido repercusiones más profundas y más duraderas en todo el
mundo que cualquier otro acontecimiento histórico de los tiempos modernos”, concluyó el autor (:234).

105
medidas ejecutadas por los gobiernos de Toro y Busch fueron de avanzada, pero, en
general, no buscaban la construcción de un verdadero “Estado socialista”.

3.9. GOBIERNO DE JOSÉ DAVID TORO RUILOVA (20 DE MAYO DE 1936 –


13 DE JULIO DE 1937)

David Toro fue posesionado en Palacio de Gobierno, el 20 de mayo de 1936, a horas


18:40. No obstante, el Tcnl. German Busch fue designado como Presidente provisional
mediante decreto de 17 de mayo de 1936. En ese sentido, Busch esperó alrededor de
cuatro días para que Toro llegara de Villamontes. A su regreso, lo posesionó como
primer mandatario de la Junta Mixta de Gobierno57 (Díaz, 1955:23).

Al respecto, en El Diario, el 21 de mayo de 1936, se publicó el discurso del David Toro


representando a la Junta Mixta de Gobierno. La nota fue titulada “El Ejército no
impondrá ningún caudillo ni dictadura militar”. En esa disertación se marcó la línea que
seguiría dicho gobierno: “Fui nombrado Presidente de la Junta de Gobierno por
unanimidad del Ejército, tanto las guarniciones del Chaco, como en las de La Paz y del
interior (…) El nuevo gobierno –dijo el Coronel Toro– hará una política de justicia y
de reconstrucción nacional, implantando un franco socialismo de Estado, que
constituye la intención firme del Ejército58”.

Toro tomó el gobierno en una coyuntura política influida por una gama de tendencias
político-ideológicas, entre ellas: el nacionalismo, el nacional-socialismo, el fascismo,
el stalinismo y el trotskismo. Por ejemplo, en Perú59, se instauró la Alianza Popular

57Algunos autores sostienen que Busch no asumió la presidencia de Bolivia por falta de visión política, sino debido a su
poca o nula experiencia en el manejo del Estado. Herbert Klein concluyó que Busch, si bien fue la figura de la guerra del
Chaco por la defensa acertada de los campos petrolíferos de Camiri, “era políticamente insuficiente y, aunque él creía
con firmeza en la necesidad de algún tipo de cambio social, era incapaz de formular su propia ideología o la manera de
dirigir el gobierno. Reconociendo esas deficiencias, Busch al igual que otros jóvenes oficiales que lo rodeaban, llegó a
aceptar la dirección del Coronel David Toro” (1968:264).
58Véase “El Ejército no impondrá ningún caudillo ni dictadura militar” en periódico El Diario. La Paz, mayo 21 de 1936,
p.8.
59Robert Alexander, en el texto El movimiento obrero en América Latina, reveló que “entre 1930-1940 se instauró el
Aprismo, luego de la derrota de la dictadura de Augusto Leguía en 1930. Fue un movimiento organizado en 1918 por

106
Revolucionaria Americana (APRA) de línea nacionalista; en Colombia, un régimen
liberal que hizo concesiones a los trabajadores60; en Venezuela, el gobierno militar
progresista61 de Eleazar López, quién sucedió a las dictaduras de Cipriano Castro y Juan
Gómez; en Brasil, se instituyó el Estado Corporativo62. En contraste a lo mencionado,
la dictadura liberal se desplegó en países como El Salvador con Maximiliano
Hernández, Guatemala con Jorge Ubico, y República Dominicana con Rafael Trujillo,
entre los más destacados.

En ese contexto, la Junta Mixta de Gobierno, por decreto de 22 de mayo de 1936,


nombró al gabinete Ministerial boliviano, que estuvo conformado por diez carteras de
Estado. Dos de ellas fueron asignadas al PRS, dos al PS cinco de ellas a representantes
del Ejército y una fue ocupada por un dirigente obrero gráfico:

Presidente de la República David Toro Ruilova


Ministro de Relaciones Exteriores Enrique Baldivieso (Socialista)
Ministro de Gobierno Tcnl. Julio Viera (Logia Bolivia)
Ministro de Defensa Gabriel Gosálvez (PRS)
Ministro de Minas y Petróleos Tcnl. Antenor Ichazo (Logia Bolivia)
Ministro de Hacienda, Fernando Campero Álvarez (Socialista)
Ministro de Educación Tcnl. Oscar Moscoso (Representante del
Ejército)

estudiantes universitarios dirigidos por Víctor Raúl Haya de La Torre. En 1923, luego del destierro de varios estudiantes
y dirigentes quienes se oponían al clero y el poder excesivo de la iglesia, fundaron la Alianza Popular Revolucionaria
Americana (1967:150-152).
60En Colombia, entre 1930-1940, bajo la presidencia de Enrique Olaya se estableció un régimen liberal, el cual hizo
concesiones a los trabajadores. Las medidas más representativas fueron: el reconocimiento legal de todos los sindicatos
obreros existentes, divididos en tres grupos: de artes y oficios, industriales y sindicatos mixtos (:176-177). En 1936, se
organizó la Confederación de Trabajadores de Colombia.
61En Venezuela, el gobierno militar de López realizó algunas concesiones a los trabajadores: “Reconocimiento Legal de
los sindicatos gremiales e hizo que tal reconocimiento fuese obligatorio para cualquier organismo obrero que deseara
dedicarse al trato colectivo” (:187).
62Víctor Alba, en el libro Historia del movimiento obrero en América Latina, describió que en Brasil la política de Getulio
Vargas, en la década de los ’30, forjó un Estado Corporativo, “de acuerdo con la moda de la época, en que el fascismo
estaba en ascenso”. A su vez, implementó importantes leyes sociales (1964:386).

107
Ministro de Obras Públicas Tcnl. Pedro Zilveti Arce (PRS)
Ministro de Agricultura Tcnl. Luis Añez (Representante del Ejército)
Ministro de Industria y Comercio Tcnl. José Rivera L. (Representante del
Ejército)
Ministro de Trabajo y Previsión Waldo Álvarez (Dirigente Gráfico)
Social

En el capítulo “Patria vestida de harapos” incluido en el texto Tierra Mártir: Del


socialismo de David Toro al socialismo de Evo Morales, Néstor Taboada sostuvo que,
en el ámbito latinoamericano, Bolivia fue el segundo país que enarboló las banderas
“socialistas”. Explicó que una primera experiencia fue en Chile. Sin embargo, por la
intervención del imperialismo inglés, los caudillos militares y civiles que impulsaron el
“socialismo” fueron arrestados. Los decretos dictados en ese periodo a favor de las
clases desposeídas fueron quemados (2006:35).

Frente a ese escenario de riesgo, la segunda experiencia de “socialismo” se desarrolló


en Bolivia, bajo el régimen de David Toro. En contraste de lo que ocurrió en Chile,
Toro no entendió en profundidad el “sentido socialista” que debía tomar el país y
convirtió la revolución en simple reforma. De esa manera, se implementó un gobierno
de alianza con las viejas corrientes. Un ejemplo claro fue su sociedad con uno de los
grandes barones del estaño, Carlos Víctor Aramayo.

Fue así que “el Cnl. Toro, colmada su ambición de tomar la presidencia de la República,
no llegó a comprender la profundidad de los postulados de la revolución y al poco
tiempo de gobernar comenzó a cambiar de actitud inclinándose hacia los explotadores
de la minería como Carlos Víctor Aramayo” (Céspedes, 1997:21).

108
3.9.1. LOS PRIMEROS DECRETOS NACIONALISTAS DE TORO

No obstante, no todo fue negativo en ese periodo histórico. En el gobierno de Toro


se aprobaron varias normativas progresistas. A continuación se detallan las más
relevantes. Estos documentos fueron conservados en los Anuarios Administrativos
del Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa del Estado Plurinacional (17 de
mayo de 1936 al 13 de julio de 1937).

El plan de gobierno de David Toro fue desarrollado en base al Programa Mínimo


de Acción Socialista63. Una de las primeras medidas que se implementó bajo el
mandato de la Junta Mixta de Gobierno fue la creación de los ministerios de Trabajo
y Previsión Social y el de Minas y Petróleo64, los cuales fueron fundados de forma
tácita en el decreto supremo de 17 de mayo de 1936. Las atribuciones de la Cartera
del Trabajo fueron asignadas por decreto supremo de 2 de junio 193665 (Ese tema
será abordado a profundidad en el Capítulo 4).

En el ámbito de la libertad de prensa, se aprobó el decreto supremo de 20 de mayo


de 193666, donde el Presidente Provisorio Germán Busch estableció que la censura
periodística debía ser regulada por el Estado Mayor en coordinación con los
ministerios de Relaciones Exteriores, Gobierno y Guerra, tres días después, Toro la
invalidó.

63 Véase “La Junta Mixta aprobó un Programa de Acción” en periódico El Diario. La Paz, mayo 26 de 1936, p.4.
64En el decreto supremo de 10 de junio de 1936 se estableció las funciones y atribuciones del Ministerio de Minas y
Petróleo. En ese sentido, se detalló que el Ministerio de Industria pasaría a depender del Ministerio de Minas y Petróleos.
A su vez, se crearon superintendencias de Minas, las cuales suplieron a las Prefecturas. Esa Cartera de Estado tenía como
funciones el control de la explotación minera y petrolera, la distribución, comercio, exportación e importación de
materiales destinados a industrias, implantación de sistemas de explotación, rescate y nacionalización de dichos
productos, fundación y desarrollo del Banco Minero, cooperación y ayuda técnico-económica de la pequeña industria,
creación del mapa de catastro (es decir, el esquema físico, económico y jurídico de las propiedades urbanas y rurales).
65Véase decreto supremo de 2 de junio de 1936. “Atribuciones ministeriales.- Se fija concretamente las que corresponden
a Trabajo y Previsión Social”. La Paz, junio 2 de 1936. Anuario Administrativo Tomo 2.
66Véase decreto supremo de 20 de mayo de 1936. “Censura Periodística.- Pasa a depender del Estado Mayor General”.
La Paz, mayo 20 de 1936. Anuario Administrativo Tomo 2.

109
A través del decreto supremo de 23 de mayo de 193667 se derogó la censura de
prensa, correspondencia y pasaportes –en los casos de amnistía a procesados,
confinados y desterrados por delitos políticos–. El apoyo de la gran mayoría
nacional y la seguridad del orden público, fueron los motivos que impulsaron la
aprobación de dicha disposición.

Sin embargo, la censura fue invalidada, parcialmente, puesto que por decreto
supremo de 17 de octubre de 193668 se determinó un control en los contenidos
internacionales, que debían ser regulados por el Ministerio de Relaciones
Exteriores. Asimismo, por decreto de 30 de marzo de 193769, el gobierno tomó
medidas de intervención sobre el abuso de la libertad de prensa, “en resguardo del
orden público, de las buenas costumbres y del interés colectivo”.

En el campo laboral, para regular los días de trabajo e impulsar su regularidad y


cumplimiento, se decretó las jornadas de feriado. Entre las cuales se distinguieron
siete: “todos los domingos, el 1º de enero, lunes de carnaval, viernes Santo, el 1º de
mayo, el 6 de agosto, el día de la Raza y el 25 de diciembre”. Esa medida se
promulgó por decreto de 26 de mayo de 193670. Por otro lado, por decreto supremo
de 30 de mayo de 193671 se reglamentó los horarios de oficina para los estudiantes
universitarios. Ese beneficio fue impulsado para apoyar a los educandos, que
trabajaban tanto en el sector público como privado. La tolerancia por la mañana

67Véase decreto 23 de mayo de 1936. “Suspensión censura.- Correspondencia, pasaportes y prensa”. La Paz, mayo 23 de
1936. Anuario Administrativo Tomo 2.
68Véase decreto supremo de 17 de octubre de 1936. “Censura de prensa.- Centralizase en el Ministerio de Relaciones
Exteriores la relativa a materia internacional”. La Paz, octubre 17 de 1936. Anuario Administrativo Tomo 3.
69Véase decreto supremo de 30 de marzo de 1937. “Censura.- Suspéndase desde la fecha la periodística”. La Paz, marzo
30 de 1937. Anuario Administrativo Tomo 1.
70Véase decreto supremo de 26 de mayo de 1936. “Feriados.- Determíneselos”. La Paz, mayo 26 de 1936. Anuario
Administrativo Tomo 2.
71Véase decreto supremo de 30 de mayo de 1936. “Horario de oficina para los estudiantes universitarios.- Podrán retirarse
una hora antes de la que fija el horario establecido”. La Paz, mayo 30 de 1936. Anuario Administrativo Tomo 2.

110
fue desde las 11 horas y en la tarde desde las 17 horas. Cabe hacer notar que ese
decreto aún se encuentra en vigencia.

En relación al incremento salarial, se dictó el decreto supremo de 1 de junio de


193672, que reguló la Bonificación de sueldos y salarios. 26 días después se
reglamentó esta normativa mediante decreto de 27 de junio73 del mismo año. El
monto de jornal fue calculado bajo el “criterio de proporcionalidad como la de los
años precedentes a la depreciación monetaria”. Al mismo tiempo, se infirió “los
porcentajes de aumento a los índices reales de elevación del costo de la vida, cuya
promediación, sobre diferentes ítems de gastos de subsistencia, vestido,
alimentación, etc., fue de un 120 por ciento en toda la República”.

3.9.2. EL TRABAJO OBLIGATORIO Y LA SINDICALIZACIÓN


OBLIGATORIA

Días después, se lanzaron dos medidas que causaron mucha polémica. En primer
lugar, se subscribió el decreto supremo de 6 de julio de 193674 sobre el trabajo
obligatorio. Esa normativa también fue dictada sobre la base al Programa Mínimo
de Acción Socialista, promulgado en mayo de 1936.

La disposición sobre trabajo obligatorio, en sus nueve artículos, destacó lo


siguiente:

 Debía ser aplicada para toda la población boliviana de 18 a 60 años, con


excepción de las personas con discapacidad física y psicológica.

72Véase decreto supremo de 1 de junio de 1936. “Bonificación.- Establécese la escala para los sueldos y salarios en
moneda nacional”. La Paz, junio 1 de 1936. Anuario Administrativo Tomo 2.

Véase decreto supremo de 27 de junio de 1936. “Bonificación - Establécese nueva escala a los haberes y salarios en
73

moneda nacional”. La Paz, junio 27 de 1936. Anuario Administrativo Tomo 2.


74Véase decreto supremo de 6 de julio de 1936. “Trabajo obligatorio.- Establécese para todos los estantes y habitantes
de la República”. La Paz, julio 6 de 1936. Anuario Administrativo Tomo 2.

111
 En cuanto a los empleadores, ellos tenían la obligación de expedir el carnet o
certificado de trabajo que determine el cargo o función de su personal. Además,
de enviar una lista detallada con el número de trabajadores, la función asignada
y el monto del salario.
 En caso de incumplimiento, la multa era de cien a quinientos bolivianos, monto
administrado por el Ministerio de Trabajo y destinado al auxilio de inválidos y
huérfanos de guerra.
 Las personas que no contaban con fuente laboral, tenían la obligación de
inscribirse en la lista de desocupados. En cuanto a los excombatientes, en el
lapso de veinte días, como máximo, debían retornar a sus fuentes laborales.

La norma se reglamentó con el decreto supremo de 24 de julio de 193675. Dicho


documento legal reguló la acreditación de la condición de trabajador a los varones
entre 18 a 60 años de edad, mediante el “Certificado de Trabajo”. De igual forma,
reguló el trabajo por cuenta propia. El decreto detalló que la Policía de Seguridad
sería la encargada del registro de desocupados y que la oficina de Carabineros
cumpliría la función del reclutamiento, concentración y destino de los desocupados.
En relación a las personas con discapacidad física o mental, el certificado fue
emitido por el Director de Asistencia Pública o el médico forense, acreditación
enmarcada en la Ley sobre accidentes del Trabajo de 19 de enero de 1924.

Tres meses después del ingreso de la Junta Militar de Gobierno, se promulgó del
decreto supremo de 19 de agosto de 193676, que estableció la sindicalización
obligatoria. Fue una de las medidas más representativas a escala laboral. En dicho
precepto, se impulsó la agrupación “en sindicatos de todo boliviano que participe
en la producción, distribución y uso de la riqueza”.

75Véase decreto supremo de 24 de julio de 1936. “Trabajo obligatorio.- Reglaméntese el decreto supremo de 6 de julio
de 1936”. La Paz, julio 24 de 1936. Anuario Administrativo Tomo 2.
76Véase decreto supremo de 19 de agosto de 1936. “Sindicalización.- Establécese con carácter general y obligatorio”. La
Paz, agosto 19 de 1936. Anuario Administrativo Tomo 2.

112
Los puntos más importantes de ese decreto fueron los siguientes:

 La instancia que reguló y registró a los nuevos sindicatos, federaciones u otros


a nivel nacional fue el Departamento de Organización Sindical, a través de la
entrega de un carnet sindical, que era requisito para la emisión de la carta de
ciudadanía.
 De igual manera, se puso en relieve que los sindicatos desempeñarán sus
funciones bajo la tuición del gobierno.
 Se distinguió dos tipos de sindicatos: de patrones y de trabajadores.
 Se dividió a los sindicatos en dos grados: los de Primer grado –sindicatos
gremiales compuestos por artesanos, sindicatos profesionales y sindicatos de
actividades de producción, organizaciones de empresas conformadas por
patronos y empleados de una empresa, establecimiento u oficina pública o
privada– y los de segundo grado –las Federaciones Sindicales que agruparon a
los sindicatos de primer grado–.
 El documento de reconocimiento de las confederaciones, federaciones y
sindicatos se denominó “Personería Jurídica”, la cual debía ser tramitada en el
Ministerio de Trabajo, previa presentación de Estatutos y nómina de asociados.
 En dicho decreto, no se incluyó a los trabajadores agrarios.

A más de 80 años de vida institucional, el Ministerio de Trabajo continúa


fortaleciendo e impulsando a la organización sindical en el país.

3.9.3. POLÍTICAS EN FAVOR DE LAS MINORÍAS

En relación a los bolivianos que no participaron en la campaña del Chaco, el


gobierno dictó amnistía a los omisos, remisos y desertores, procesados o no. La
normativa fue promulgada mediante decreto de Supremo de 30 de mayo de 193677.

77Véase decreto supremo de 30 de mayo de 1936. “Amnistía.- Concédase a los omisos, remisos y desertores de la
campaña del Chaco”. La Paz, mayo 30 de 1936. Anuario Administrativo Tomo 2.

113
La condición fue que en el plazo de noventa días, los aludidos debían presentarse
para realizar trabajos en las minas y en la construcción de caminos, por el lapso de
al menos un año. De sus salarios y bonificaciones se les debía descontar el 10 por
ciento, monto destinado al Tesoro Nacional. Al cumplir el año se les extendería la
“Libreta de Servicios de Compensación”.

En la gestión de David Toro también se inauguraron direcciones e instituciones que


fueron una respuesta a las necesidades de la posguerra. En ese entendido, se creó el
Departamento Nacional de Higiene y Salubridad por decreto supremo de 15 de julio
de 193678. El estatuto y la tuición fueron determinados por el Ministerio de Trabajo.
Esta unidad concentró a las Direcciones: de Sanidad Escolar, de lucha contra la
Tuberculosis, de Lucha Antipalúdica, del Servicio de Fiebre Amarilla, de las
farmacias públicas y servicios similares.

En la misma línea, se organizó el Banco Minero, según decreto supremo de 24 de


julio de 193679. Esta entidad tuvo el objetivo de impulsar el desarrollo de la industria
boliviana, es decir, otorgar créditos para la explotación, modernización y
producción de la minería. Sus atribuciones se enmarcaron en: “Impulsar la industria
extractiva, financiar a la minería minorista, conformar almacenes de abastecimiento
de herramientas, maquinarias y artículos de mayor consumo en las minas,
administrar empresas para la exploración y explotación de minas e intensificar la
propaganda de las riquezas mineras del país”.

Siguiendo el Programa de Acción Socialista se impulsó la apertura de escuelas


rurales para reducir los índices de analfabetismo en los niños trabajadores de
empresas mineras, agrícolas e industriales, fábricas, talleres y otros. Esa disposición

78Véase decreto supremo de 15 de julio de 1936. “Amnistía.- Nueva Repartición.- Créase el Departamento Nacional de
Higiene y Salubridad”. La Paz, julio 15 de 1936. Anuario Administrativo Tomo 2.
79Véase decreto supremo de 24 de julio 1936. “Banco Minero.- Créase y fijase sus principales finalidades”. La Paz, julio
24 de 1936. Anuario Administrativo Tomo 2.

114
fue dictada por decreto-ley de 19 de agosto de 193680. Por otro lado, se inauguraron
varias alcaldías unipersonales, rentadas y responsables. De ese modo, las funciones
municipales se bifurcaron en el departamento Ejecutivo a cargo de los Alcaldes y
el Departamento Consultivo, compuesto por agrupaciones de actividades en
general. Por decreto supremo de 14 de agosto de 193681 se aprobó tal disposición.
Siguiendo el programa mencionado, se dictó el decreto supremo de 24 de octubre
de 193682. En dicho mandato se impulsó el reconocimiento del libre ejercicio de los
derechos civiles de la mujer boliviana. Entre los derechos de la mujer estaban el
ejercer su profesión y ocupar cargos idóneos de acuerdo a la Carta Magna. En caso
de fallecimiento del cónyuge, la mujer debía adquirir la patria potestad y
administración de bienes, entre otras modificaciones que se aplicó con respecto al
Código Civil. También, se reguló temas como el matrimonio, la separación y la
dote. Sin embargo, ese decreto no logró aplicarse.

Entre otros temas, se promovió la investigación de responsabilidades de guerra.


Para cumplir ese objetivo, mediante decreto supremo de 26 de octubre de 193683,
se suscribió la revisión de contratos de guerra. El citado texto normativo contempló
la revisión de contratos, erogaciones en moneda extranjera emergente de contratos
y pedidos directos; erogaciones en moneda nacional por contratos internos, sanidad
y hospitales; armas, aviones y municiones; transportes y venta de material usado;
abastecimientos, implementos y vituallas en general; construcciones; requisición de
víveres y vehículos; inversión de donaciones; desmovilización y repatriaciones;

80 Véase decreto-ley de 19 de agosto de 1936. “Escuelas rurales.- Establécese la obligación de crearlas para los
propietarios de haciendas y empresas agrícolas, mineras o industriales”. La Paz, agosto 19 de 1936. Anuario
Administrativo Tomo 2.
81Véase decreto supremo de 14 de agosto de 1936. “Régimen Municipal.- Créase las Alcaldías Rentadas”. La Paz, agosto
14 de 1936. Anuario Administrativo Tomo 2.
82Véase decreto supremo de 24 de octubre de 1936. “Derechos civiles de la mujer.- Concédase”. La Paz, octubre 24 de
1936. Anuario Administrativo Tomo 3.
83Véase decreto supremo de 26 de octubre de 1936. “Contratos de guerra.- Dispónese su revisión en general”. La Paz,
octubre 26 de 1936. Tomo 3.

115
distribución de divisas por los bancos y por la Junta de Control de Giros. La
comisión designada para el escrutinio de los documentos fue integrada por un
presidente, cinco vocales, un secretario, tres dactilógrafos y un portero-mensajero.
En ese marco, se nombró como Presidente de la comisión a Mario C. Aráoz y como
vocales a los militares Salustio Zelaya, Eduardo Belmonte, Noé Levy, Elías
Villazón y Leopoldo Comboni.

3.9.4. NORMAS CONTRA LAS “PRÁCTICAS COMUNISTAS”

A la par de lo mencionado, se planteó modificar la Constitución Política del Estado


de 1880. El primer paso para la reestructuración de ese documento fue la revisión
del cuerpo normativo. Para esa labor, se designó una comisión revisora y redactora
de la Constitución por decreto supremo de 12 de septiembre de 193684. La comisión
Constitucional fue integrada por Javier Paz Campero, Vicente Mendoza López, José
María Gutiérrez, Franklin Mercado, Víctor Alberto Saracho y Pablo Guillén. El
tiempo de presentación de conclusiones de dicha comisión fue de noventa días y el
costo que invirtió el Estado en el pago de sueldos y salarios fue de Bs.18.000.

Para la difusión de todos los actos políticos y/o administrativos mencionados, el


gobierno militar creó el Departamento Nacional de Propaganda y Publicaciones del
Estado, a través del decreto supremo de 17 de septiembre de 193685. Esa repartición
de Estado emitió la autorización oficial de información del gobierno, realizó la
edición de material enfocado en la problemática socialista de interés común y luchó
contra el alarmismo. En el decreto se especificó que toda la información
mencionada debía ser publicada en medios de prensa de forma gratuita.

84 Véase decreto supremo de 12 de septiembre de 1936. “Constitución Política.- Designase una comisión revisora y
redactora”. La Paz, septiembre 12 de 1936. Tomo 3.
85Véase decreto supremo de 17 de septiembre de 1936. “Departamento Nacional de Propaganda y Publicaciones del
Estado.- Créase bajo la dependencia de la Secretaría Privada de la Presidencia de la República”. La Paz, septiembre 17
de 1936. Tomo 2.

116
No obstante, el gobierno “socialista” de Toro Ruilova mostró su verdadero rostro
nacionalista con la promulgación del decreto supremo de 17 de septiembre de
193686. Dicho precepto legal instauró la prohibición de las prácticas comunistas y
se dictó sanciones a sus promotores. Las medidas coercitivas contra los
denominados “rojos” fueron la vigilancia policial y sanciones legales, y a los
extranjeros se administró la Ley de residencia.

3.9.5. LA NACIONALIZACIÓN DEL PETRÓLEO

En otros temas, se impulsó la defensa de la soberanía económica boliviana. Para


lograr ese objetivo, se aprobó la Ley Orgánica de Petróleos, mediante decreto
supremo de 24 de octubre de 193687. El documento fomentó que “los yacimientos
naturales de hidrocarburos, sólidos, pastosos, líquidos y gaseosos, que se encuentran
en la superficie de la tierra o en el subsuelo, son propiedad del Estado y su dominio
es inalienable e imprescriptible”. La explotación y exploración estuvo a cargo del
Poder Ejecutivo, de forma directa o por concesiones. Luego, se creó Yacimientos
Petrolíferos Fiscales Bolivianos88 (YPFB), entidad autónoma fundada a través del
decreto de 21 de diciembre de 193689. Asimismo, se instituyó una sección técnica

86 Véase decreto supremo de 17 de septiembre de 1936. “Doctrina Comunista.- Se establece sanciones para sus
propagandistas”. La Paz, septiembre 17 de 1936. Tomo 2.
87Véase decreto supremo de 24 de octubre de 1936. “Ley Orgánica De Petróleos.- Promulgase”. La Paz, octubre 24 de
1936. Tomo 3.
88Por decreto supremo de 6 de mayo de 1937 se aprobó la Ley orgánica de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos.
Los puntos más relevantes de la normativa fueron:
 Los intereses del Estado, relacionados con petróleo y los demás hidrocarburos derivados, pasaron a cargo de YPFB,
entidad dependiente del Poder Ejecutivo mediante el Ministerio de Minas y Petróleos.
 YPFB fue definido como el organismo asesor en temas relacionados a hidrocarburos, tales como el petróleo y sus
derivados.
 Se encargó de organizar y regir la explotación y la exploración, comercialización, industrialización y transporte de
los hidrocarburos y derivados
 El capital inicial de esta entidad fue de diez millones de bolivianos.
 YPFB estuvo dirigido por un Presidente y cuatro vocales designados por el Poder Ejecutivo, con una gestión de diez
años.
Asimismo, por decreto supremo de 10 de mayo de 1937 se designó el Directorio de Yacimientos Petrolíferos Fiscales
Bolivianos. Se nombró como Presidente a Dionisio Fionini y como miembros del consejo a los señores Jorge Muñoz
Reyes, José Lavadenz, Guillermo Mariaca y. Humberto Vásquez Machicado.
89Véase decreto supremo de 21 de diciembre de 1936. “Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos.- Créase una entidad
así denominada, con autonomía propia”. La Paz, diciembre 21 de 1936. Anuario Administrativo Tomo 3.

117
de Yacimientos Auríferos, dependiente del Ministerio de Minas y Petróleo. Por
último, en el decreto supremo de 30 de abril de 193790 se adjudicó todos los bienes,
acciones y derechos de The Standard Oil Co a YPFB. La medida conmovió a los
bolivianos, quienes exigían soberanía nacional.

En resumen, en el gobierno de Toro Ruilova se aprobaron varias medidas que


siguieron la línea del Programa Mínimo de Acción Socialista, donde se planteó: 1)
la apertura de alcaldías y la reorganización del régimen municipal, 2) la
obligatoriedad de trabajo para todos los habitantes de la República, con algunas
excepciones, 3) el otorgamiento justo de cargos en la función pública en proporción
preferente para los excombatientes 4) la sindicalización obligatoria como
instrumento de reconocimiento de ciudadanía. 5) la revisión de contratos de guerra
e investigación de fortunas, 6) el ajuste de sueldos y salarios públicos y privados,
7) la creación del Departamento de Propaganda y Publicaciones del Estado
Socialista.

Cabe resaltar que las disposiciones que, en un inicio, marcaron a fuego la


administración de Toro fueron la creación de dos instituciones importantes: 1) el
Ministerio de Trabajo y Previsión Social y 2) el Ministerio de Minas y Petróleo, de
donde surgió la fundación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos.

Por lo demás, 1) la primera nacionalización del petróleo con la incautación de bienes


a la Standard Oil Co.91, 2) la revisión de la Constitución Política del Estado liberal
de 1880 y 3) el inicio de la construcción del Código del Trabajo (que luego iba

90Véase decreto supremo 30 de abril de 1937. “Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos.- Adjudicásele todos los
bienes, acciones y derechos de The Standard Oil Co”. La Paz, abril 30 de 1937. Anuario Administrativo Tomo 1.
91 “El 13 de marzo de 1937, el gobierno del coronel David Toro dicta la primera Nacionalización del petróleo y la
confiscación de bienes a la Standard Oil, por traición a la patria. Luego de un largo proceso, en 1942, se firma con Estados
Unidos el compromiso de pagar a la Standard Oil 1,7 millones de dólares por sus informes exploratorios y documentos
de la empresa”. Véase Ministerio de Hidrocarburos. “Reseña histórica” en
http://www2.hidrocarburos.gob.bo/index.php/2012-06-12-16-11-50/resena-historica.html). (web oficial). Revisado
el 10 de mayo de 2017.

118
constituirse en la Ley General del Trabajo) fueron, más allá de las posiciones a favor
o en contra, acciones trascendentales y de alto talante para su tiempo, que iban a
quedar registrados con tinta indeleble en los anales de la historia boliviana.

En contraposición, Porfirio Díaz, uno de los críticos de los gobiernos nacionalistas


militares consideró que los decretos promulgados en los años 1936 a 1937 no
forjaron fuerza política en Toro, sino más bien redujeron los círculos de apoyo hacia
ese gobernante, hasta convertir su mandato en simple “ficción socialista” (1955:42).

3.9.6. EL VIRAJE DEL RÉGIMEN DE DAVID TORO

En el campo ideológico-político, pese a todas las normativas y leyes firmadas en el


régimen del nacionalismo militar, las viejas corrientes del liberalismo se
constituyeron en los espectros que persiguieron al torismo. Como se demostró en
su gestión, no sólo basta con hacer reformas en el Estado, sino de lo que se trata
para hacer realidad una revolución es transformarlo esencialmente. Pero esas ideas,
en esa coyuntura, aún estaban en germen. Recién iban a brotar con fuerza en 1952.

Así, se puede definir que cinco acciones fueron fundamentales, pero no únicas, para
el desenlace del gobierno de Toro:

1) Las autoridades del PS, el PRS y varios militares, desde su ingreso al gabinete
ministerial, tuvieron contacto amistoso con la rosca minero-feudal92.
2) El pacto del gobierno con el PRS y PS sufrió una ruptura, que fue definida por
los militares. A menos de un mes de la firma del Pacto de Partidos Coaligados,
el 21 de junio de 1936, los jefes del ejército dirigidos por Germán Busch
decidieron romper la alianza con el PRS y el PS, y optaron en formar un
gobierno respaldado por el proletariado y los excombatientes. Ese caso se
concretó en el Manifiesto a la nación emitido por Busch: “Infelizmente, la

92Según Herbert Klein, en el texto Historia General de Bolivia, rosca “era el término peyorativo para designar al grupo
de políticos y abogados que administraba el Estado a favor de los mineros y hacendados” (1982:243).

119
realidad política que estamos expectando no corresponde a las nobles
aspiraciones del Ejército. Los partidos de izquierda, unidos por pactos, al
parecer sólidamente definidos, no tardaron en romperlos, dándonos el
espectáculo de sus apetitos totalmente contrapuestos”93.

Por su parte, en el Manifiesto del PS se anunció que “el Partido Socialista no


ha hecho cuestión de permanecer en el gobierno para hacerse mero dueño de
él”. Pues, sólo le interesa facilitar la realización del ideario socialista. “Tal
propósito le coloca en la situación obligatoria, de asistir a la práctica ideológica
socialista que comienza, con el máximo interés de que ese ensayo alcance
resultados satisfactorios”94, En esa lógica, esa corriente repudió el ingreso de
elementos rosquistas que participaron en la rebelión de mayo, sólo para
perpetuarse en el poder.

En relación al PRS, miembro de los partidos coaligados, su ruptura con el


Ejército se atribuyó a las publicaciones contrarias hacia la política de Toro ̶
difundidas en su vocero de prensa La República ̶ y debido a que el Jefe del PRS
no aceptó el nombramiento como Presidente de la delegación de Bolivia ante la
Conferencia de Paz en Buenos Aires (Argentina). La respuesta de Bautista
Saavedra a la misiva del Cnl. Toro, del 11 de junio de 1936, fue negativa: “La
representación que se me brinda, no tiene otro alcance que el de un recurso
diplomático, para obtener mi alejamiento del país, donde mi presencia es mirada
como obstáculo al desenvolvimiento y prosperidad de ciertos intereses políticos,
que viene dibujando claramente sus expectativas en un indisimulable juego de
situaciones políticas95”.

93Véase “Anoche a las 21 el Ejército asumió el gobierno nacional” en periódico El Diario. La Paz, junio 21 de 1936.
p.12.
94 Véase “La Voz Socialista” en periódico La Calle. La Paz, junio 23 de 1936. p.4.
95Véase “Notas cambiadas entre el Presidente de la J. de Gobierno y el Sr. Bautista Saavedra” (16 de junio de 1936) La
República, p.7.

120
3) Toro no fue el mejor candidato para dirigir las riendas del gobierno, puesto que
él no sacrificaría nada por la revolución, él estaba acostumbrado a la buena vida.
Además, para la rosca su fisiología de gargantúa no cubría sus exigencias. Ellos
precisaban una persona más sería y fuerte para dominar el país (Céspedes,
1979:163).
4) En el gobierno de Toro se desarrollaron actos de corrupción. Un ejemplo de ello
fue el “aguinaldo navideño” de Bs.50.000 que se repartieron sus ministros. “La
partija se operó cuando avisado funcionario reveló que cierto ítem aparecía
como superávit. En vez de destinar dicho sobrante a los numerosísimos déficits
de otros ítems, los ministros resolvieron en Consejo de Gabinete repartirlo entre
ellos mismos, a título de aguinaldo, siete meses antes de navidad, embolsicando
cada uno 50.000 Bs.” (:165).
5) La rosca se apoderó del viejo Estado bajo la consigna de “apoliticismo”. Su
estrategia fue implementar un militarismo operado, en silencio, por el
capitalismo minero representado por Hoschild y Aramayo.

3.9.7. ARREMETIDA LIBERAL CONTRA “EL COMUNISMO”

Con respecto al último punto, se evidenció que en el gobierno de Toro algunos


acontecimientos concretos marcaron la línea conservadora y de respaldo a las
grandes empresas mineras.

Sobre esa base, Néstor Taboada realizó un interesante análisis de un emblemático


hecho que ocurrió en la población de Cliza. El investigador describió que a pesar de
los decretos y leyes dictados en favor de los trabajadores, estos consorcios no
permitían el ingreso de los agentes del gobierno para la verificación del
cumplimiento de leyes sociales como la sindicalización obligatoria y la Ley de
Accidentes de Trabajo. En las minas no se permitió la formación de sindicatos, sólo
la conformación de Centros de Beneficencia o Sociedades de Socorros Mutuos –
organizaciones mutuales y propias de los años 1825-1912 que representaban la
involución del sindicalismo–.
121
En ese contexto, en la población de Cliza se desplegó un conflicto, donde los
campesinos (gran parte de ellos excombatientes) habían decidido alquilar la
propiedad administrada por arrendatarios del Convento de Santa Clara.

Para solucionar el problema y brindar apoyo a los campesinos, el ministro de


Trabajo y Previsión Social, Waldo Álvarez, se dirigió a ese sector con el fin de hacer
cumplir la disposición de sindicalización obligatoria.

Álvarez, junto a sus colaboradores más cercanos, izando la bandera roja de la


revolución –y por encima de las autoridades de gobierno– se dirigió al lugar y
sembró temor en los caporales y administradores. Respaldó el alquiler de la
hacienda a favor de los campesinos y fue partícipe de la fundación de su primer
Sindicato Agrario del Valle Alto.

En respuesta a ese escenario, la oligarquía terrateniente demandó ante el Presidente


esos hechos y manifestó que se había instaurado en Bolivia el “primer Soviet de
obreros y campesinos”. A la cabeza del ministro de Gobierno, Julio Viera, la
“extirpación del tumor comunista” fue inmediata y se procedió a la detención y
exilio de las autoridades del Ministerio de Trabajo, el 24 de septiembre de 1936,
entre ellos, José Antonio Arze, Ricardo Anaya, José Aguirre Gainsborg, otros
dirigentes de la FOT y una lista de más de cien miembros de la izquierda boliviana
(Taboada, 2006:37-41).

Guillermo Lora relató un episodio análogo, pues durante los meses de agosto y
septiembre, la lucha dentro de la FOT se acentuó: “El saavedrista Julio Lara se
convierte, una vez más, en portavoz de los enemigos de Aguirre. En carta publicada
pide que ‘la FOT, como tarea fundamental, depure de la filas obreras la influencia
insana de los pseudo intelectuales comunistas, que capitaneados por Aguirre
Gainsborg siembran la agitación’.

122
En conclusión, el liberalismo, encabezado por el logiero Viera, se estrelló de frente
contra el fantasma del comunismo que deambulaba por Cliza.

3.9.8. LA RENUNCIA DEL MINISTRO OBRERO

Luego de una gestión cuestionada por agentes del liberalismo, en el mes de


noviembre de 1936, Álvarez renunció a la Cartera de Trabajo. Como se verá en el
Capítulo 4, el ministro dimitió a su cargo para que el Congreso de Trabajadores
pueda elegir a un representante obrero ante el gobierno. Empero, los planes
conservadores iban por otro lado.

Por lo acontecido, Luis Antezana infirió que Toro asumió una política de
“depuración socialista a la inversa”. En un primer momento, su gobierno expulsó a
los confinados, desterrados y extremistas marxistas que impulsaban un socialismo
extremista. En seguida, a los que habían disputado el territorio del Chaco y
declaraban un socialismo sin contenido, contrario a las tendencias socialistas
radicales96. Finalmente, su entorno político fue dominado por Aramayo, Hoschild y
Pickwood, mineros que habían forjado una alianza en contra del magnate minero,
Simón Patiño (1986:55).

El exilio de los cercanos colaboradores de Waldo Álvarez y su renuncia hicieron


tambalear al régimen. Sin embargo, el fin del gobierno de Toro recién se iba a
definir por la ruptura con Busch. Todo eso demostró que, pese al importante ascenso
de los trabajadores, la última palabra aún la tenían los militares, que estaban
divididos en dos alas: una liberal y la otra nacionalista.

96En el texto Formación de la clase obrera boliviana de Guillermo Lora se explicó que Toro creyó que su gobierno ya
no requería del apoyo de la izquierda y fue por eso que reemplazó a los marxistas por “socialistas” que no eran más que
portavoces de la derecha. El autor también resaltó que el desgaste del poder de Toro puso en alarma al Estado Mayor.
Así, los militares en “un pequeño movimiento táctico” posesionaron a Busch como primer mandatario (1980a:129).

123
3.9.9. EL GOLPE DE ESTADO A TORO

Por lo expuesto, las cartas de respaldo político de un sector de los más grandes
representantes del capitalismo minero fueron lanzadas a favor del joven héroe de
guerra, que a sus 33 años iba a asumir el poder, en medio de diversas
contradicciones.

Luis Antezana, en su texto Busch a las Fuerzas Armadas de Bolivia, sostuvo que la
desintegración del Torismo produjo un cambio de posiciones en la rosca (1965:15-
16). En otras palabras, el “socialismo” que implementó Toro pasó a la historia,
debido a que no cubría ni los intereses del pueblo ni de la oligarquía minero-feudal.
Dentro de esa perspectiva, Querejazu fue categórico en el relato del golpe de Estado
que dio lugar al ingreso a la presidencia de Germán Busch:

Muchos intereses resultaron heridos con su socialismo de Estado, al


mismo tiempo que brotaban nuevas ambiciones. Su más íntimo
colaborador fue impulsado una vez más a cambiar la cabeza de la
nación. Germán Busch esta vez dio el golpe para ocupar él mismo el
sitial supremo. Llamó urgentemente a Toro que se encontraba pasando
unos días de vacación en el balneario de Urmiri y en tono entre
amigable y amenazador le exigió que dejara el gobierno, en vista de que
sus errores políticos y actuaciones de carácter privado, lo descalificaban
para continuar como Presidente de la República (1981:490).

Frente al argumento que descalificó a Toro para seguir en el gobierno, se manejaron


otras versiones. Entre ellas, que en julio de 1937, se dio lugar a una especie de
permuta gubernamental, puesto que el golpe de Estado contra David Toro no
produjo perturbación pública. El primer mandatario renunció y dio paso a Germán
Busch, cuyo fortalecimiento como autoridad militar se había configurado durante
la gestión de Toro (Costa, 2002:137).

En La Calle, el 14 de julio de 1937, se publicó el texto de renuncia del David Toro:

124
Acepté desempeñar la presidencia de la Junta Militar de Gobierno, para
servir a la Patria y resguardar la abnegación y sacrificio, iniciando la
recontrucción nacional en condiciones que satisfacían el anhelo cívico.
Considero, sin embargo, necesaria una consulta al Ejército para
continuar esa obra, siempre que éste me renueve su confianza. Por ello
y a fin de dejar en completa libertad a los señores jefes y oficiales para
pronunciarse conforme a su conciencia, he resuelto dimitir el mando y
entregar la presidencia provisoria al jefe del Estado Mayor, Teniente
Coronel Germán Busch, por no haber aceptado el cargo el Comandante
en Jefe del Ejército, Cnl. Enrique Peñaranda. La Paz, 13 de julio de
1937. Fdo. David Toro97.

Bajo una mirada más global, Antezana afirmó que los relevos de Tejada Sorzano,
David Toro y la llegada de German Busch se atribuyen al ascenso revolucionario
de las masas. Los trabajadores constituían una fuerza de creciente importancia y
preponderancia política en el país (1966:10).

3.10. GOBIERNO DE VÍCTOR GERMÁN BUSCH BECERRA (13 DE


JULIO DE 1937 – 23 DE AGOSTO DE 1939)

El Estado Mayor dirigido por Germán Busch, luego de evaluar los desaciertos del
gobierno de David Toro, le exigió su renuncia. Ese acontecimiento generó, según
algunos historiadores, un salto del “socialismo de Estado hacia el nacional-
socialismo”98. En ese entendido, el Estado Mayor a la cabeza del Tcnl. Busch dio el
golpe de Estado a Toro.

97 Véase “La dimisión del Coronel Toro” en periódico La Calle. La Paz, julio 14 de 1937. p.5.
98 En relación con lo mencionado, “el 13 de julio el Tcnl. Germán Busch dio su tercer golpe de Estado, apoyado
entusiastamente por el magnate Simón Patiño y el equipo de policías italianos que Toro había solicitado a Mussolini. Fue
desplazada la influencia del magnate Carlos Víctor Aramayo” (Taboada, 2006:43).

125
A través del decreto supremo de 13 de julio de 1937, se designó como Presidente
Provisorio al Tcnl. Germán Busch y como segundo hombre del Estado al Jefe del PS,
Enrique Baldivieso99.

En ese marco, el gabinete Ministerial que conformó el Poder Ejecutivo fue de carácter
provisional y estuvo integrado por las siguientes autoridades:

Presidente Tcnl. Germán Busch


Ministro de Relaciones Exteriores y Enrique Baldivieso
Culto
Ministro sin Cartera Gabriel Gosálvez T.
Ministro de Gobierno y Justicia Tcnl. Félix Tabera
Ministro de Hacienda Federico Gutiérrez Granier
Ministro de Defensa Nacional Cnl. Secundino Olmos
Ministro de Agricultura, Colonización Cnl. Cesar Menacho
e Inmigración
Ministro de Minas y Petróleos Cnl. Felipe M. Rivera
Ministro de Industria y Comercio Cnl. Ángel Ayoroa
Ministro de Educación y Asuntos Tcnl. Alfredo Peñaranda
Indigenales
Ministro de Trabajo y Previsión Social Tcnl. Daniel Sossa
Ministro de Fomento y Tcnl. Luis Campero A
Comunicaciones

99 El primer ministro de Trabajo y miembro del PS reveló que el vicepresidente de la República en el periodo (1937-
1939) fue un actor que ostentó en su hoja de vida la participación en las viejas corrientes y también fue partícipe del
proceso nacionalista. Por su parte, Enrique Baldivieso, “fue prorroguista de Hernando Siles, en el periodo de Salamanca
cambió la jefatura del Partido Nacionalista con la casaca de una secretaría de legación; ministro de Estado con Tejada
Sorzano, fue miembro de la Junta de Gobierno presidida por Toro; derrocado éste por la traición de su compadre Busch,
resultó designado Vicepresidente de la República” y continuó como Autoridad en la época de la dictadura de Busch”
(Zilveti, 1946:19).

126
De los once ministerios de Estado, ocho fueron ocupados por miembros de Ejército. En
las otras tres instituciones se designó como titular de Relaciones Exteriores y Culto a
Enrique Baldivieso (ex Jefe del PS); de Hacienda a Federico Gutiérrez Granier (quién
fue director de El Diario en 1918 y diputado liberal hasta 1920), y como ministro sin
Cartera a Gabriel Gozálves (miembro del PRS y periodista de los matutinos Hombre
Libre y La República, en 1922).

En ese sentido, el escritor Enrique Rocha Monroy, en su texto Transcendencia histórica


de la Revolución Nacional, afirmó que Busch en la primera fase de su mandato
administró el país de la mano de la oligarquía. Luego, cambió el rumbo de su política
y quiso liberar a Bolivia de la influencia de Patiño, Hoschild y Aramayo. Y fue en esa
coyuntura, cuando el reloj de arena inició su cuenta regresiva para el deceso de Busch,
quien tuvo la valentía de cortar los circuitos de la influencia de la oligarquía minera.

“Busch, héroe del Chaco, surgido de la oficialidad joven que unió su destino al del
pueblo en el drama boliviano de defender la soberanía territorial en la guerra y la
economía en la paz, con su decisión de arrojar a la Rosca del ejercicio del poder, rubricó
su trágico fin” (2008:73).

A su turno, Isaac Sandoval señaló que el horizonte nacionalista de Germán Busch fue
progresista, puesto que se realizaron varios avances económicos, por ejemplo, se creó
el Banco Central de Bolivia y los Bancos de Fomento Agrícola y Minero, se dispuso el
control total de las divisas provenientes de la venta de los minerales. Esa última medida,
según algunos investigadores, fue el detonante para el “suicidio” del joven gobernante
(1981:209).

3.10.1. LAS PRIMERAS MEDIDAS POLÍTICAS DE BUSCH

Los decretos y leyes que marcaron época en el gobierno de Busch (1937-1939)


fueron una respuesta a las necesidades de esa coyuntura. Los documentos citados
en este apartado forman parte de los Anuarios Administrativos del Archivo

127
Histórico de la Asamblea Legislativa del Estado Plurinacional (del 13 de julio de
1937 al 7 de junio de 1939).

En la gestión de gobierno de Busch se aprobaron algunas normativas a favor de las


víctimas de la guerra del Chaco. Con el decreto supremo de 17 de julio de 1937100
se creó el Hogar de Huérfanos de Guerra. Dicha residencia impartió la educación
primaria y secundaria. En el caso del nivel profesional, el Estado entregó becas a
escala nacional e internacional.

En el ámbito laboral, se dictó el decreto de 11 de agosto de 1937101, que reglamentó


el Pago de indemnizaciones por accidentes de trabajo, desahucio, enfermedad y
muerte a los trabajadores. Trece días después, se lanzó una resolución legal a favor
de los empleados de la administración pública. La norma estipuló que en caso de
fallecimiento en el ejercicio de funciones públicas, los herederos del funcionario
debían recibir el monto equivalente a dos meses de trabajo y gastos de entierro.

También se programó el Censo Minero a través del decreto de 8 de marzo de


1938102, que tuvo como objetivo “supervigilar las condiciones de trabajo y el
desarrollo de la industria minera del país, armonizando las relaciones económicas y
sociales del industrial minero y de la clase trabajadora, a fin de establecer un nexo
entre ellos y el gobierno”. El instrumento de medición fue el formulario y la
institución encargada del proceso fue el Ministerio de Minas y Petróleos, en
coordinación con el Ministerio de Trabajo.

Los datos que contenía dicho documento de investigación fueron: Nombre y


nacionalidad de las empresas, lugares de ubicación de las minas de cada empresa,

Véase decreto supremo de 17 de julio de 1937. “Creación.- Hogar de Huérfanos Militares”. La Paz, julio 17 de 1937.
100

Anuario Administrativo Tomo 2.


101Véase decreto supremo de 11 de agosto de 1937. “Indemnizaciones.- Por accidentes de trabajo, desahucio, enfermedad
y muerte a partir de la fecha”. La Paz, agosto 11 de 1937. Anuario Administrativo Tomo 2.

Véase decreto supremo de 8 marzo de 1938. “Censo Minero.- Se reglamenta su realización”. La Paz, marzo 8 de 1938.
102

Anuario Administrativo Tomo 1.

128
características geológicas de la región, capitales (nacional, extranjero, mixto),
inversiones de valores, fondos disponibles en el país y en el extranjero, fuerza
motriz y maquinarias con especificación de cantidad, clase y potencia, consumo de
energía por tonelada fina de mineral producido, clasificación del personal ocupado,
empleados nacionales y extranjeros, término medio de sueldos mensuales, término
medio de salarios diarios, edades del personal ocupado, trabajo y cantidad efectiva
de “mitas” trabajadas, cantidad de mitas perdidas por diversas causas, accidentes de
trabajo, hospitales de sanidad, movimiento de enfermos, defunciones, desahucios y
ahorro obligatorio obrero, explotación y beneficios, producción y exportación (o
venta a rescatadores), gastos de producción, materiales empleados (nacionales o
importados), impuestos pagados, reparticiones auxiliares, poblaciones que
dependen de cada mina, hospitales y ubicación, escuelas, ubicación y número de
alumnos, sociedades constituidas, pulperías y lista de precios, y una copia del
balance anual.

Después, se estableció la obligación de autorizar el acceso a las minas, ingenios,


pulperías, y otras dependencias a los profesionales Inspectores del Ministerio de
Minas y Petróleo para elevar informes sobre la exactitud de los datos
proporcionados. Para evitar la duplicidad de datos, los inspectores debían pasar una
copia de los informes a los ministerios de Hacienda y al de Trabajo y Previsión
Social.

La importancia de ese censo radicó en los relevantes datos solicitados en el


formulario, los cuales estarían en poder del gobierno. Ese padrón mostró, de modo
parcial, la realidad del trabajador en las minas. Esa actividad fue un primer control
del gobierno hacia el movimiento de capitales de los empresarios mineros.

129
3.10.2. NORMAS A FAVOR DE LOS TRABAJADORES

Una de las disposiciones más representativas para los trabajadores de la prensa fue
la aprobación del decreto de 10 de mayo de 1938103. En dicha norma se creó la Caja
Nacional de Jubilaciones, Pensiones y Montepíos (socorros y beneficios). En su
parte considerativa, el gobierno de Busch fue el primero en reconocer y reivindicar
la labor periodística:

Que los periodistas, impulsores de la cultura del progreso colectivo,


ejercen un magisterio de positivo beneficio público, comparable al de
la enseñanza, mereciendo, por tanto, el estímulo y la recompensa
sociales; Que a iniciativa de la Delegación Boliviana, la VI Conferencia
Internacional Americana aprobó, por unanimidad una recomendación
para que los periodistas de este continente obtengan una jubilación; Que
es conveniente profesionalizar el periodismo en Bolivia, otorgándole
derechos y garantías de carácter social que hasta ahora no se le
reconocieron.

Otra normativa en favor de la regulación del trabajo, higiene y seguridad en el centro


laboral fue aprobada por decreto de 23 de noviembre de 1938104. La norma fue la
base legal para la regularización de Reglamentos Internos de Trabajo de las
empresas, fábricas, establecimientos, entre otros, que contaban con más de veinte
trabajadores. De igual manera, en esos reglamentos se incluyeron los derechos,
deberes, prohibiciones y beneficios a que deben sujetarse los trabajadores. Dicho
documento, con las observaciones realizadas por los trabajadores, correspondía ser

Véase decreto supremo de 10 marzo de 1938. “Caja de pensiones, jubilaciones y montepíos.- Crease para los
103

empleados del ramo de comunicaciones”. La Paz, marzo 10 de 1938. Anuario Administrativo Tomo 1.

104Véase decreto supremo de 23 de noviembre de 1938. “Reglamento interno de trabajo.- Establécese la obligación de
adoptarlos a las empresas o fábricas”. La Paz, noviembre 23 de 1938. Anuario Administrativo Tomo 3.

130
enviado a los Departamentos del Trabajo, instancias que pasaban a consideración el
expediente ante el Ministerio de Trabajo y Previsión Social.

3.10.3. LEGISLACIÓN ANTICOMUNISTA

Siguiendo la línea político-ideológica nacionalista del gobierno de David Toro,


Busch implementó la prohibición de la difusión de acciones orales, escritas o
gráficas de carácter comunista y bolchevique en el decreto de 27 de marzo de
1938105. Con el mencionado mandato, se pretendió precautelar el orden y la
estabilidad de las instituciones en el país. El incumplimiento de dicha norma fue la
prisión por el tiempo de dos a cinco años, además de trabajados forzados en caminos
y pago de daños y perjuicios. En el caso de las empresas editoras que publiquen
dichos contenidos, la multa fue de cinco mil bolivianos.

En adelante, se continuó con el trabajo de la comisión revisora de la Constitución


Política del Estado, que había sido iniciado en el mandato de David Toro. A través
de Ley de 25 de mayo de 1938106, se fijó que el 26 de mayo, a horas 15:00, se
instalarían las reuniones para la Convención Nacional. Luego, por Ley de 26 de
mayo de 1938107 se dispuso que el Poder Ejecutivo continuaría dirigido por la Junta
Militar. En ese sentido, se designó a Renato Reverín como Presidente de la
Honorable Convención Nacional y mientras se organice el Poder Ejecutivo, la Junta
de Gobierno debió continuar con sus funciones. Un día después se promulgó la Ley
de 27 de mayo de 1938108, donde se proclamó Presidente Constitucional de Bolivia

105Véase decreto de 27 de marzo de 1938. “Doctrinas extremistas.- Prohíbase su difusión en el país”. La Paz, marzo 27
de 1938. Anuario Administrativo Tomo 1.

Véase Ley de 25 de mayo de 1938. “Convención Nacional.- Señala día y hora para su instalación”. La Paz, 25 de mayo
106

1938. Anuario Administrativo. Tomo 2.

Véase Ley de 26 de mayo 1938. “Poder Ejecutivo.- La Junta Militar de Gobierno continuará ejerciéndolo”. La Paz,
107

mayo 26 de 1938. Anuario Administrativo Tomo 2.


108Véase Ley de 27 de mayo de 1938. “Presidente y Vicepresidente de la República.- Se proclama a los ciudadanos
Germán Busch y Enrique Baldivieso, respectivamente”. La Paz, mayo 27 de 1938. Anuario Administrativo Tomo 2.

131
a Germán Busch y Vicepresidente a Enrique Baldivieso, hasta el 6 de agosto de
1942. Además, se reestructuró la organización de instituciones del Estado, la misma
fue suscrita mediante Ley de 29 de agosto de 1938. En la norma se creó el
Ministerio de Higiene y Salubridad109.

Luego, por decreto supremo de 30 de octubre de 1938110 se promulgó la


Constitución Política del Estado compuesta de 21 secciones: 1) La Nación; 2)
Derechos y Garantías; 3) Conservación del orden público; 4) Nacionalidad y
Ciudadanía; 5) Poder Legislativo; 6) El Congreso; 7) Cámara de Diputados; 8)
Cámara de Senadores; 9) Leyes y Resoluciones del Poder Legislativo; 10) Poder
Ejecutivo; 11) Ministros de Estado; 12) Régimen interior; 13) Régimen Económico
y Financiero; 14) Régimen Social; 15) La familia; 16) Poder Judicial; 17) Régimen
Comunal; 18) Régimen Cultural; 19) Del campesinado; 20) La Fuerza Armada y
21) Reformas de la constitución. La carta magna estuvo compuesta por 180
artículos.

Un hecho histórico que marcó la gestión del Tcnl. Busch, fue la creación del
Departamento de Pando, a través de Ley de 24 de septiembre de 1938111.Según la
norma, la capital de dicha jurisdicción fue Puerto Rico. Asimismo, Pando fue
dividido en cuatro provincias: Tahuamanu, capital Cobija; Abupi, capital Puerto
Rico, y Maná, capital Manoa; Manuri de Dios, capital Las Piedras.

109Mediante decreto supremo de 22 de agosto de 1938, se designó ministro de dicha repartición de Estado, al ciudadano
Alfredo Mollinedo. La Autoridad ejerció su cargo desde las 18 horas del 22 de agosto.
110Véase decreto supremo de 30 de octubre de 1938. “Constitución Política del Estado.- Promulgase”. La Paz, octubre
30 de 1938. Anuario Administrativo Tomo 3.
111Véase Ley de 24 de septiembre de 1938. “Nuevo Departamento.- Créase con el nombre de Pando”. La Paz, septiembre
24 de 1938. Anuario Administrativo. Tomo 3.
Con referencia a la creación del Departamento de Pando, el periódico El Diario publicó un editorial, el 25 de septiembre
de 1938, titulado “El Departamento General Pando”. En la mencionada publicación, ese medio de prensa hizo notar que
tuvieron que pasar varias semanas para que la Convención Nacional erigiera el Territorio Nacional de Colonias en
Departamento. Además, puso en relieve el nombre del Departamento General Pando, quién fue un “ilustre explorador de
aquella zona” Véase “El Departamento General Pando” en periódico El Diario. La Paz, septiembre 25 de 1938. p.6.

132
3.10.4. LA MUERTE DE TRES LÍDERES

Cabe recordar que, entre 1938 y 1939, se suscitó la muerte de varios personajes
importantes en la historia boliviana. Mediante Ley de 3 de octubre de 1938112 se
declaró duelo nacional por el fallecimiento del expresidente José Luis Tejada
Sorzano113.

El 23 de octubre de 1938, falleció el prominente dirigente del Partido Obrero


Revolucionario y ex-funcionario del Ministerio de Trabajo, José Aguirre
Gainsborg114, quién fue víctima de un juego mecánico. Sobre el fatal deceso, en el
texto La bestia emocional, Porfirio Díaz Machicao, quién fue “amigo de lucha” de
Aguirre, afirmó: “los dos éramos carne de ensueño muñecos de un destino que va

112 Véase Ley de 3 de octubre de 1938. “Duelo Nacional.- Con motivo de la muerte de José Luis Tejada Sorzano,
expresidente de la República”. La Paz, octubre 3 de 1938. Anuario Administrativo Tomo 3.
113 El Diario, por su naturaleza liberal, fue uno de los periódicos que realizó un homenaje al fallecido expresidente de
Bolivia, José Luis Tejada Sorzano: “En las primeras horas de la mañana de ayer se ha recibido la infausta noticia del
fallecimiento del esclarecido hombre público boliviano doctor don José Luis Tejada Sorzano (…) Joven todavía, pleno
de energías físicas y morales, dotado de las virtudes del perfecto caballero y del hombre de Estado moderno, don José
Luis Tejada Sorzano una positiva esperanza para la nación”. Véase “Se ha extinguido la vida del más eminente ciudadano
de Bolivia” en periódico El Diario. La Paz, octubre 4 de 1938, p.6. En otros artículos se expuso la gran admiración y
cariño del pueblo boliviano hacia el exmandatario. Véase “La Paz recibió apoteósica los restos de su hijo predilecto, el
expresidente José Luis Tejada Sorzano” en periódico El Diario. La Paz, octubre 5 de 1938, p.7.
114 El periódico cochabambino El País, en primera plana, rindió homenaje a José Aguirre Gainsborg (nieto de Nataniel
Aguirre), quién fue en vida uno de los intelectuales izquierdistas más brillantes de esa región: “Ha causado profundo
pesar en esta región, el accidente ocurrido en esta ciudad, en el cual ha sido víctima un destacado elemento intelectual de
aquella ciudad, vinculado a conocidas familias de Cochabamba”. En primera plana, se lamentó que Gainsborg fuera
víctima de la “Rueda de Paris” –juego que produjo el accidente en plena Exposición Ferial–. Según ese medio escrito, el
insigne izquierdista cayó de una altura de 15 metros, incidente que produjo su deceso. Véase “El accidente se produjo en
la Exposición Ferial” en periódico El País. Cochabamba, octubre 25 de 1938, p.1.
Varias autoridades, personajes, intelectuales e instituciones rememoraron y distinguieron a Aguirre Gainsborg. Véase
“Homenaje póstumo que rinde la Universidad a José Aguirre Gainsborg” en periódico El País. Cochabamba, octubre 16
de 1938, p.5.
“José Aguirre Gainsborg era un luchador de fibra revolucionaria. Acaba de irse hacia el país del misterio y del sueño
profundo, llevándose su pesada carga de inquietudes, Quijote empedernido, con el alma saturada de quimera e ilusiones
insatisfechas, vivió persiguiendo fantasmas de iniquidad y oprobio”, escribió el intelectual Arturo Zambrana. Véase “Ha
muerto un gran luchador” en periódico El País. Cochabamba, octubre 28 de 1938, p.4.
“Desde hoy, Aguirre Gainsborg, jefe, amigo y camarada será el ejemplo que esclarece el tiempo, será el recuerdo que
agiganta la distancia, será la voz inextinguible, clamor de ultratumba por la liberación de las masas oprimidas llamando
a los trabajadores para unirse y romper sus cadenas”. Véase “Discurso de Ricardo Anaya” en periódico El País.
Cochabamba, octubre 28 de 1938, p.2.
“José Aguirre Gainsborg era SOCIALISTA de verdad. Su noble corazón hizo de él uno de los paladines más vigorosos
con que contaran nuestras filas revolucionarias. Su palabra era tajante como el machete en la selva brava, por ello, los
simuladores del Nuevo Credo vieron en él uno de sus más terribles adversarios”, escribió Walter Alvarado. Véase “José
Aguirre Gainsborg” en periódico El País. Cochabamba, octubre 30 de 1938, p.2.

133
conformando una personalidad inadaptable a la existencia… Pocos años después,
cuando su figura acrecentaba reciamente en política, murió cayéndose de una rueda,
en un parque de diversiones ¡Muerte estúpida para tan brillante varón!” (1955:92).

Un tercer hecho que conmovió al pueblo boliviano fue la muerte del expresidente,
político, diplomático, sociólogo y catedrático universitario, Juan Bautista Saavedra
Mallea115. Mediante decreto supremo de 1° de marzo de 1939 se declaró duelo
nacional sin cierre de oficinas los días 1, 2 y 3 de marzo.

IMAGEN 2. Muerte del expresidente José


Luis Tejada Sorzano. Véase “La Paz recibió
en forma apoteósica los restos de su hijo
Predilecto, el expresidente José Luis Tejada
Sorzano” en periódico El Diario, La Paz,
octubre 5 de 1938, p.7.

115Varios medios de prensa lamentaron la partida eterna del expresidente Bautista Saavedra Mallea. En un artículo de El
Diario se anunció que el caudillo Saavedra murió “sólo, viejo y enfermo y fuera de su patria”. A su vez, mencionó que
“al morir alejado del país, combatido e implacable, adquiere en la vejez el prestigio de la rebeldía que se alza como el
arresto postrimero de los cuarenta años en las luchas electorales que dieron conciencia a la ciudadanía, y vida en el
ambiente de la acción a la democracia boliviana”. Véase “Bautista Saavedra, abanderado de la democracia” en periódico
El Diario. La Paz, marzo 2 de 1939, p.6.
En el periódico La Razón se informó, en primera plana que alrededor de cien mil personas asistieron a los funerales de
Saavedra, e inclusive se planteó realizar un monumento en su honor. “A pesar de la lluvia una inmensa muchedumbre
recibió los restos repatriados del prócer: Se calcula que cien mil personas presenciarán el desfile fúnebre. Hay 14 oradores
inscritos en el rol de discursos. El Presidente de la República, el gabinete y el PS presidirán el duelo. El ejército rendirá
los honores correspondientes al grado de Capitán General (…) El pueblo en sus distintas clases sociales rendirá un
conmovido homenaje a la memoria del extinto”. Véase “El pueblo hará la apoteosis póstuma del Dr. B. Saavedra” en
periódico La Razón. La Paz, marzo 23 de 1939, p.1.
La Calle en su editorial, el 2 de marzo de 1939, describió a Bautista Saavedra como un “gran ciudadano”. Asimismo,
subrayó que había fallecido el exmandatario como una figura de lo nacional.
“El nombre de Saavedra va ligado indestructiblemente a la existencia nacional, siendo él una figura que marca época por
fuerza de su personalidad y la intensidad de su acción que, en medio de errores consiguientes a las difíciles situaciones
en que le tocó actuar, muestran su bolivianismo fervoroso, en pugna contra los hombres y grupos tradicionales que
constituyeron en Bolivia las agencias del imperialismo extranjero”. Véase “Bautista Saavedra, gran ciudadano” en
periódico La Calle. La Paz, marzo 2 de 1939, p.4.

134
IMAGEN 3. Homenaje al expresidente José
Luis Tejada Sorzano. Véase “Se ha extinguido
la vida del más eminente ciudadano de Bolivia”
en periódico El Diario. La Paz, octubre 4 de
octubre de 1938, p.6.

IMAGEN 4. Muerte del expresidente


Juan Bautista Saavedra. Véase “La
muerte del último caudillo boliviano” en
periódico El Diario. La Paz, marzo 2 de
1939.p.6.

135
IMAGEN 5. Homenaje al expresidente
Juan Bautista Saavedra. Véase “El
pueblo hará apoteosis póstuma del Dr. B.
Saavedra” en periódico La Razón, marzo
23 de 1939, p.1.

IMAGEN 6. Muerte del líder trotskista


José Aguirre Gainsborg. Véase “Homenaje
a Aguirre Gainsborg” en periódico El País.
Cochabamba, octubre 28 de 1939, p.6.

136
IMAGEN 7. Homenaje al líder trotskistas José Luis Aguirre Gainborg. Véase “Golpe
rudo para el socialismo boliviano ha sido la muerte de Aguirre Gainsborg” en periódico La
Calle. La Paz, octubre 25 de 1938, p.8.

137
3.10.5. LAS NORMAS DEL RÉGIMEN “SEVERO Y DE DISCIPLINA
MORAL”

El conjunto de las normativas citadas corresponde al primer periodo del gobierno


de Busch Becerra. Una segunda etapa, fue caracterizada por una administración
“severa y de disciplina”, así lo señaló el decreto-ley de 27 de abril de 1939116. De
ese modo, las medidas impuestas desde el mes de abril a agosto representan el
periodo radical del nacionalismo militar.

Sobre el tema, el escritor Jaime Céspedes afirmó que, la noche del 24 de abril, Busch
decidió romper todo lazo que unía al gobierno con la oligarquía minera: “Ganado
por la neurosis al comprender que sus buenas intenciones son rechazadas,
sintiéndose como una fiera acorralada por poderes mayores a sus fuerzas, el 24 de
abril de 1939 asume un régimen de Dictadura117 usándola como coraza” (2000:162).

116
Esa disposición estuvo compuesta por tres capítulos:
1) En el Capítulo primero se hizo referencia a los delitos que determinan la elevación del costo de vida. Se pretendió
evitar la especulación, mediante el control en precio, peso, tamaño y calidad de los productos. Además contempló
el tema de alquileres y la prohibición del cobro en moneda extranjera. La institución encargada del cumplimiento de
ese precepto fue el Ministerio de Trabajo y Previsión Social a través de la Jefaturas del Trabajo en el plano nacional.
2) En el Capítulo segundo se determinó los delitos contra la Hacienda Pública. Para regular lo mencionado, los
funcionarios públicos tenían la obligación de entregar una hoja especial de su capital, las propiedades, inmuebles
que posea, su costo, renta, ubicación.
3) En el Capítulo Tercero, titulado “Delitos contra la seguridad del Estado”, se instituyó como actos tendientes a
inobservancia de los mandatos y órdenes del Poder consultivo, los que inciten a motín, protesta y tumulto. Las
personas que incumplieron la norma fueron acusados de traición a la Patria. Además se incluyó la prohibición de
huelgas escolares, propaganda en contra del país, sus instituciones o su forma de gobierno, faltas contra la dignidad
nacional y la propagación de versiones que tiendan a perturbar la tranquilidad social o provoquen pánico en el orden
económico financiero. Asimismo, se prohibió la propaganda de doctrinas políticas extranjeras, uso de elementos
distintivos de las mismas. Las sanciones al incumplimiento fueron aplicadas con la pena de muerte. Véase decreto-
ley de 27 de abril de 1939. “Especulación.- Díctase medidas para restringirla y asimismo se implanta un régimen de
severa disciplina moral y administrativa bajo sanciones que se indican”. La Paz, abril 27 de 1939. Anuario
Administrativo Tomo 1.
117Herbert Klein realizó un interesante análisis de los motivos que llevaron a Busch a implementar un gobierno enérgico
y de disciplina. De la extensa explicación del tema, se pueden extraer al menos cinco causas que llevaron a Busch a
declarar la “dictadura en Bolivia”.
1) El país en los años 1938-1939 sufrió una crisis política. Dos momentos marcaron esa época: 1) la muerte de Bautista
Saavedra y 2) la renuncia como ministro sin Cartera de Gabriel Gozálves, líder importante de las facciones socialistas
moderadas, para ocupar el cargo de Embajador en Italia.
2) En ese contexto, se conformó un movimiento de unidad entre los partidos tradicionales denominado “La
Concordancia” que integró en sus filas al Partido Liberal, el Partido Republicano Genuino y el PRS.
3) Surgieron acusaciones de corrupción en las filas de empleados públicos del gobierno de Busch. Los acusados fueron
funcionarios de las Embajadas bolivianas en Europa y el servicio de inmigración, quienes actuaron contra ciudadanos

138
El cientista político Jorge Echazú Alvarado, en el texto El militarismo boliviano,
concluyó que tanto el gobierno de Toro como el de Busch se encontraban
sumergidos entre la contradicción de intereses de la oligarquía minera y la tendencia
nacionalista. Echazú aclaró que la dictadura de Busch fue impulsada por ambas
tendencias: “Las dos (tendencias) intrigaban a su turno la una con la otra. Los
aspectos fascistoides provenían ante todo de la última (corriente nacionalista) que
solamente era anti-capitalista y anti-oligárquica en la medida de sus simpatías al
fascismo” (1988:207).

En la etapa de conclusión de la dirección de Busch Becerra, se suscribieron dos


normativas que la historia se encargó de inmortalizar. La primera, que tiene más de
ocho décadas de vigencia –y un gran volumen de reglamentos– es la Ley General
del Trabajo. Dicho cuerpo legal fue promulgado por decreto-ley de 24 de mayo de
1939118. El código ostenta la armonía entre el capital y el trabajo.

También, se aprobó mediante decreto supremo de 7 de junio de 1939119 la


concentración del 100 por ciento de divisas en el Banco Central de Bolivia,
provenientes del total bruto de exportaciones. El argumento fue que “el Estado no
recibió en la medida que debía el beneficio de la exportación de productos”.

semitas (judíos). Frente al caso, el gobierno dictó en junio de 1938 una orden de libre e irrestricta de ingreso de
refugiados semitas europeos a Bolivia. Sin embargo, esa medida fue contraria a la política internacional y puso en
relieve la simpatía de militares bolivianos por el nacional-socialismo y las tendencias pro-alemanas.
4) La denuncia de la venta de visas por el Cónsul General de Bolivia en Paris, Carlos Virreira Paccieri, por el precio
entre 10.000 y 20.000 francos, ocasionó que los medios escritos acusen de globales violaciones morales al gobierno.
Aunque estos funcionarios fueron destituidos de sus cargos, ese fue uno de los hechos que generó que Busch renuncie
a su cargo como Presidente Constitucional y declare “dictadura formal”.
5) Por último, Busch admitió que Bolivia estaba pasando una crisis económica que afectaba a las clases medias y
populares (1968: 354-361).

Véase decreto-ley de 24 de mayo de 1939. “Ley General del Trabajo.- Pónese en vigencia a partir de la fecha”. La Paz,
118

mayo 24 de 1939. Anuario Administrativo Tomo 2.


119Véase decreto supremo de 7 de junio de 1939. “Divisas sobre exportación.- Concentrase en el Banco Central de Bolivia
el 100 por ciento provenientes del total bruto de exportaciones”. La Paz, junio 7 de 1939. Anuario Administrativo Tomo
2.

139
Con ese último decreto, Busch logró su objetivo nacionalista. El texto de la
normativa que fue motivo de conflicto en el país fue la centralización y control
absoluto de las divisas por el Estado.

Según el relato del escritor Moisés Alcázar, en el libro Sangre en la historia: Belzu,
Melgarejo, Morales, Pando, Busch, Villarroel, un mes antes del acto de
promulgación de ese decreto, las fuerzas oligárquicas se pronunciaron. Ese hecho
produjo la acusación de sabotaje y posterior condena a muerte del magnate minero
Mauricio Hoschild (1956:153-157).

Sin embargo, la pena de muerte al multimillonario fue insostenible, debido a la


decisión dividida del gabinete ministerial que fue encargado de dar la última
palabra. El asunto culminó con el voto de los ministros pidiendo la absolución de
Hoschild, sin multas ni gravámenes económicos. La reunión finalizó con un abrazo
entrañable entre autoridades de gobierno.

3.10.6. ¿ASESINATO O SUICIDIO?

Empero, la traición y la muerte eran sombras que rondaban por el Palacio Quemado.
El hades persiguió en los meses posteriores al Presidente Busch Becerra.

Hasta la fecha se divaga en un mar de preguntas sobre el particular deceso de Busch.


¿Asesinato o suicidio? Nadie se atreve a decir la última palabra.

Augusto Céspedes, en su obra histórica Salamanca o el metafísico del fracaso,


sostuvo que los gobiernos del “socialismo militar” –que fueron producto del
conflicto chaqueño– fueron frustrados por la oligarquía minera. En el caso de David
Toro, el “pulpo Aramayista” logró cautivarlo, sin embargo, la conclusión del
gobierno y de la vida de Busch se produjo “por la intriga y la traición de emisarios
de la oligarquía y la gente que lo rodeaba” (1973:109).

140
Otra versión impactante sobre el fallecimiento de Busch fue narrada por el escritor
Roberto Querejazu, quien afirmó que un amasijo de impotencia, intrigas y choques
de intereses que Busch soportó en su diaria agenda presidencial ocasionó una fuerte
angustia en su ser y lo llevó a dispararse en la sien derecha (1981:490).

Por otro lado, el escritor Moisés Alcázar rememoró el holocausto de emociones,


depresión y angustia que Busch disimuló antes de su fallecimiento. El autor basó
sus argumentos en el sumario informativo120.

Luis Toro, por su parte, en el libro Busch ha muerto ¿quién vive ahora?, afirmó que
existe una pluralidad de versiones sobre el supuesto “suicidio” del primer
mandatario.

Pocos están satisfechos con la versión oficial, que se basa en un legajo


de papel sellado (…) Lo grave, lo que ha dado lugar a tanta leyenda es
que, desde el primer momento, circularon versiones contradictorias
acerca del sitio y de la forma en que murió. Hay cosas extrañas en todo
esto (…) Y bien. Busch ha muerto. ¿Quién vive ahora? En Palacio, vive
el General Carlos Quintanilla, sosteniendo la cola de la Dictadura
(1961:4 y 55).

Augusto Céspedes, en el texto El presidente Colgado, describió los momentos


posteriores al suicidio de Busch. El autor aseveró que tras bambalinas los tres

120En el folleto La muerte del Dictador German Busch, editado por Antonio Paredes Candía, se respaldó que la muerte
del Tcnl. Busch fue por suicidio.
En la Copia Legalizada del Cuaderno Reservado del Proceso Busch, el Juez Carlos Morales, el Fiscal Dr. B. Palacios y
el Notario, Rodolfo Salinas R. del Juzgado 2° de Instrucción resolvieron que mediante Declaraciones del Cnl. Eliodoro
Carmona, del Mayor Ricardo Goytia (cuñado del Cnl. Carmona) y del Capitán del Regimiento de Carabineros, Ceferino
Rojas, además de los documentos: Cartas tendenciosas dirigidas al Presidente Busch en fecha 19 y 21 de agosto,
comentarios sobre publicación de “cadenas”, Manifiesto de la Federación Universitaria de Sucre (criticando los actos del
gobierno de Busch) y la “Cadena Patriótica” dirigida a los militares jóvenes criticando duramente el gobierno del Pdte.
Busch, entre otras declaraciones de autoridades y asistentes a la celebración del cumpleaños de Eliodoro Carmona e
Informes periciales y balísticos, que la muerte del Tcnl. Busch fue por Suicidio.
El documento citado en su parte resolutiva mencionó: “Por tanto: El suscrito Juez Instructor 2° en lo Penal de esta capital,
de acuerdo con el requerimiento de conclusiones del señor Agente Fiscal Dr. Benigno Palacios, declara concluido el
presente sumario informativo, por haberse establecido que el deceso del Presidente de la República Tte. Gral. Germán
Busch, ha tenido origen el SUICIDIO” (1997: 117-126).

141
barones del estaño ya empezaban a retomar las riendas del palacio y sentaron al
general Quintanilla en el “sillón agonizante”.

El suicidio de Busch resultó tan oportuno para los Grandes Mineros que
aún hoy hace presumir un estratégico asesinato que suprimió, el minuto
preciso, al audaz capitán que había proyectado la injerencia del Estado
en las exportaciones mineras. En el contexto fúnebre que vivió Bolivia,
la estrategia de Patiño, Hoschild y Aramayo para recuperar el poder fue
posesionar a Carlos Quintanilla, militar que luego de un mes de
gobierno traicionó la memoria de Busch, pues derogó el decreto de 7 de
junio de 1939, sobre la entrega del 100 por ciento de divisas al Estado.
Como pago de ingratitud, Quintanilla fue ascendido al rango de
Mariscal (1971:13-15).

142
4. LAS PUGNAS SOCIALES Y
PERIODÍSTICAS QUE
CONTEXTUALIZARON Y
PERMITIERON EL NACIMIENTO
DEL MINISTERIO DE TRABAJO
(1936) Y LA APROBACIÓN DEL
CÓDIGO LABORAL (1939)

143
Las tensiones político-ideológicas, sociales y económicas –que evolucionaron a raíz de la
derrota del Chaco y la exacerbación de los efectos del crack de 1929− generaron en Bolivia
un escenario de radicalización y polarización de las contradicciones entre lo viejo y lo
nuevo. La lucha entre el agonizante liberalismo y el naciente nacionalismo se volvió
antagónica. Y los periódicos de la época −con sus respectivos discursos periodísticos− no
se quedaron al margen de esa realidad.

Como se explicó en el Capítulo 3, en el proceso de avance del nacionalismo, el liberalismo


fue un enemigo constante. Ese modelo agotado, descalificado y derrocado del poder bregó
por continuar con vida. Nunca dejó de complotar. A lo largo de los regímenes de David
Toro (1936-1937) y Germán Busch (1937-1939), se enfrentó al nacionalismo y los sectores
marxistas que todavía se encontraban en su etapa germinal.

Dentro de esa perspectiva y a través de la polarizada mirada de los periódicos El Diario,


La República y La Calle, en este apartado se analizaron dos ejes y siete sub-ejes temáticos
que sintetizan el conflictivo periodo de la posguerra121. De ese modo, la etapa del
nacionalismo militar (1936-1939) fue vista en sus diversas y más importantes facetas. En
resumen, la exposición de los dos ejes y los siete sub-ejes temáticos fue acompañada por el
examen de otros hechos históricos secundarios, que también incidieron en el desarrollo del
fenómeno multidimensional de este trabajo de indagación científica.

121Los acontecimientos principales que contextualizaron y determinaron la creación del Ministerio de Trabajo y la
promulgación del primer Código Laboral fueron los siguientes:
1) El levantamiento de mayo de 1936.
2) El trabajo obligatorio.
3) La sindicalización obligatoria.
4) La nacionalización de la Standard Oil Company.
5) La promulgación de la primera Constitución Social en Bolivia.
6) El decreto de entrega del 100 por ciento de divisas al Banco Central.
7) La censura y la realidad de los órganos de prensa en la posguerra.

144
4.1. LA PRENSA EN LA ÉPOCA DE LA POSGUERRA DEL CHACO (1936-
1939)

En el periodo de la posguerra, se dio una especie de “big bang” (gran explosión) en la


prensa escrita boliviana. Varios periódicos, semanarios y hojas eventuales surgieron
con diversas posiciones político-ideológicas. En ese marco, el periodista Eduardo
Ocampo Moscoso –quién en ese entonces era redactor del periódico El País–, en el
libro Historia del periodismo boliviano, narró ese momento efervescente que se vivió
en los medios de difusión bajo los gobiernos de David Toro y Germán Busch (1936-
1939).

Desde su particular punto de vista, Ocampo describió la realidad de la prensa boliviana


en los siguientes términos:

En determinados lapsos, ora bajo regímenes militares de facto, ora de


los de carácter constitucional, varios periódicos se identificaron con los
intereses de la política imperante, y otros reglaron sus tiros contra los
grandes empresarios mineros o contra las agrupaciones partidistas en
trance de periclitar. Empero, en medio de ello, resonó también la voz
fiscalizadora de periodistas insobornables que tuvieron la valentía de
denunciar los desvíos de los gobernantes y las represiones
desencadenadas contra la libertad de pensamiento, aún a riesgo de sufrir
persecuciones sin cuento y atentados sin nombre (…) En consecuencia,
el año 1936 se inició bajo una persistente censura que estaba a cargo del
Estado Mayor General del Ejército (1978:515-523).

En esa perspectiva, sobre la base de los datos proporcionados por Ocampo Moscoso, se
elaboró el Cuadro 4, que es un acercamiento a la aparición y reaparición de medios
escritos entre 1936 y 1939. Empero, se aclara que, en ese periodo, en la ciudad de La
Paz, seguían circulando los matutinos La Razón, El Diario, La Fragua, Crónica y La
República y el vespertino Última Hora.

145
CUADRO 4
APARICIÓN Y REAPARICIÓN DE PERIÓDICOS EN LA POSGUERRA (1936-1939)

INICIO O NOMBRE DEL CARACTERÍSTICAS LUGAR


GESTIÓN

REINICIO DE PERIÓDICO,
EDICIÓN SEMANARIO U
HOJA
EVENTUAL
1936 23 de junio La Calle Ese matutino se hizo realidad LA PAZ
gracias al esfuerzo del escritor
Augusto Céspedes y del periodista
Armando Arce. En su redacción se
agruparon intelectuales de la valía
de Carlos Montenegro, José
Cuadros Quiroga, Nazario Pardo
Valle y de otros elementos que
habían militado en las filas del
Partido Nacionalista, creado
durante el gobierno Hernando
Siles o en otras facciones
ciudadanas que estuvieron
comprendidas en la llamada
“Generación del Centenario”.
“Ese diario, como es de lógica en
un ambiente saturado de
resquemores, odios,
resentimientos y suspicacias,
sufrió cinco clausuras. La primera,
a comienzos del régimen del
general Toro por haber publicado
un áspero y descarnado artículo
del escritor Carlos Medinacelli
sobre el 'bocio tarijeño' (…) Ese
órgano de prensa popular,
típicamente criollo y sin dejar de
ser revolucionario (…) dejó de
editarse para siempre en 1946,
luego de la trágica inmolación del
Presidente Gualberto Villarroel”.
El 12 de marzo La Verdad Vocero Republicano Socialista LA PAZ
reinició sus
ediciones.
1936 Busch Uno de sus redactores más LA PAZ
importantes fue Carlos
Montenegro.
1936 Inti Uno de sus redactores más LA PAZ
importantes fue Carlos
Montenegro.
1936 La Noche Fue creado por el periodista Mario LA PAZ
Flores.
Inició sus Renovación Fue partidario del régimen militar No existe registro.
actividades el 12 de David Toro.
de diciembre.
1936 Semanario “Su fundador fue el escritor, ORURO
Vamos a Ver periodista y jurisconsulto Josermo
Murillo Vacareza.

146
Sus doce números alcanzaron
amplia difusión y concitaron la
simpatía y el interés de numerosos
lectores. Empero, su tendencia
renovadora y sus valientes
impugnaciones a un defectuoso
orden de cosas inquietaron a los
miembros de la Logia Masónica y
a otros sectores ultramontanos,
cuyos agentes, tras veladas
maniobras, lograron de las
autoridades gubernamentales
orden de confinamiento para su
director, quien fue conducido
hasta las inhóspitas y distantes
regiones del Roboré”.
Reinició sus El Pueblo Vocero Republicano Socialista COCHABAMBA
actividades el 13
de febrero, luego
de su clausura.
1936 El País Fue dirigido por el periodista COCHABAMBA
Ángel Salas. Entre sus
columnistas se encuentra a
Eduardo Ocampo Moscoso y a
Fidel Rivas. En 1937, ese
periódico fue transferido a Porfirio
Díaz Machicao. El País fue
defensor del Partido de Izquierda
Revolucionaria (PIR), en su
primera etapa.
Apareció el 26 El Orden Órgano del bloque de trabajadores COCHABAMBA
de diciembre. “Avance” y dirigido por John
Pictor Blanco.
1936 Vanguardia No existe registro. COCHABAMBA
1936 Oriflama Fue dirigido por Rafael Peña SANTA CRUZ
Landivar.
1936 El Frente Fue dirigido por Sixto Montero SANTA CRUZ
Hoyos.
1936 La Semana Fue dirigido por Abel Reyes Ortíz. SANTA CRUZ
1936 Bolivia Fue dirigido por Alejandro Prado. SANTA CRUZ
1936 Ahora Redactado por Osvaldo Guardia, SANTA CRUZ
Oscar Suarez y Alfonso Finot.
1936 La Hoguera Fue dirigido por Víctor Peláez. SUCRE
1936 Semanario El Fue dirigido por el profesor Ciro SUCRE
Excombatiente M. Aparicio y por Antonio Frías.
1936 Jornada Vocero de la Legión de TRINIDAD
Excombatientes del Chaco. Fue
dirigido por Félix Bascopé
González.
Su primer Hoja Eventual El Órgano de prensa de los RIBERALTA
número salió el 105 excombatientes de la guerra del
12 de julio de Chaco. Arturo Robledo manejó la
1936. redacción.
1937 Inició su edición La Llanura Gaceta del Centro de Juventud y SANTA CRUZ
en agosto. los Excombatientes. Fue dirigida
por Ovidio Gutiérrez. El periódico

147
“impugnó el absorcionismo
burocrático de la rosca”.
Se reeditó como El Crisol No existen registros. SANTA CRUZ
“gran rotativo
del Oriente
Boliviano”.
1937 Hoja Eventual Fue dirigido por Alberto Navia SANTA CRUZ
Cultura Carrasco.
1937 Rumbo Nuevo Fue dirigido por Salomón Aponte. SANTA CRUZ
Inició su edición Noticias Fue dirigido por el periodista ORURO
el 10 de agosto. Alfredo Alexander.
1937 La Hora Fue redactado por Víctor Peláez y SUCRE
Luis J. Arduz.
1937 El Socialista Fue publicado por Antonio SUCRE
Barrenechea.
1938 1938 La Nación Fue dirigido por Rómulo Herrera. SANTA CRUZ
1938 El Satinador Fue dirigido por Roberto Barbery SANTA CRUZ
Ibañez.
1938 Fraternidad Fue dirigido por René Terán. SANTA CRUZ
1938 El Hogar Fue dirigido por Andrés Ribera SANTA CRUZ
Rivero.
1938 El Universal Fue dirigido por Gustavo Boullón. SANTA CRUZ
1938 El Frente Único Partidario de la candidatura TRINIDAD
senatorial de Napoleón Solares.
“Este político había hecho llevar
una imprenta para tal objeto desde
Cachuela Esperanza”.
Inició su edición La Acción Obrera Fue dirigido por Belisario Rioja. TRINIDAD
el 1º de mayo.
Inició su edición Inquietud Órgano de la Federación de TRINIDAD
el 18 de Estudiantes de Secundaria del
noviembre. Beni.
Inició su edición Semanario La Su fundador fue el periodista Juan TARIJA
el 6 de agosto. Democracia Antonio Barrenechea.
1938 Periódico Fue dirigido por Félix Bascopé. RIBERALTA
Eventual
Orientaciones
1939 1939 Juventud No existen registros. LA PAZ
1939 El Norte No existen registros. LA PAZ
1939 Variedades No existen registros. LA PAZ
1939 La Patria No existen registros. ORURO
1939 Noticias No existen registros. ORURO
1939 La Mañana No existen registros. ORURO
1939 El Tiempo Fue dirigido por Lucas Saucedo. SANTA CRUZ
1939 El Imparcial Fue dirigido por Gonzalo Cuéllar PANDO
Jiménez.
Véase “Dramáticas contingencias del periodismo escrito” en Historia del periodismo boliviano (Ocampo,
1978:515-523)

En el Cuadro 4 se distinguió la aparición y reaparición de alrededor de 45 periódicos,


semanarios y hojas eventuales. Este dato demuestra que, en esa etapa de crisis nacional

148
general, surgió una necesidad de entablar un debate ideológico-político sobre diversos
temas de coyuntura.

4.2. LA PRENSA DE LA ANTI-NACIÓN Y LA NACIÓN

Ese momento histórico, en concreto, fue relevante y muy crítico. Fue el lugar de partida
para el desarrollo de un conjunto de importantes transformaciones que vivió Bolivia.

En el ámbito económico, fue el comienzo del fin de un régimen lleno de privilegios


elitistas e intereses foráneos. Pero, al mismo tiempo, fue el inicio de un modelo
económico donde el rol del Estado iba a cobrar fuerza.

En el plano político-ideológico, comenzó la sustitución del régimen oligárquico-liberal


por un gobierno nacionalista, que aún estaba en su etapa embrionaria. De manera
paralela, el movimiento obrero se fortaleció y se constituyó en una tercera fuerza que
estaba también en busca de su propio horizonte de poder.

En lo social –después de más de una centuria de progresivos avances cuantitativos en


materia laboral−, se dio un salto cualitativo con la creación Ministerio de Trabajo y
Previsión Social (1936)122 y la posterior promulgación del primigenio Código del
Trabajo (1939). Es pertinente aclarar que el también denominado “Código Laboral” o
“Código Busch”, tres años después, se constituyó en la Ley General del Trabajo (1942),
que aún tiene plena vigencia. Empero, el último punto no fue abordado por este estudio,
pues estuvo fuera de los alcances y límites definidos en el plano metodológico.

En otras palabras, en este espacio se ahondó en el estudio de las fundamentales pugnas


económicas, político-ideológicas y sociales que contextualizaron y marcaron la etapa

122La repartición de Estado, mediante decreto supremo de 17 de mayo de 1936 se fundó con el nombre Ministerio de
Trabajo, Comercio y Previsión Social.
En el decreto supremo de 22 de mayo de 1936 se cambió a la denominación Ministerio de Trabajo y Previsión Social. Se
modificó a Ministerio de Trabajo, Previsión Social y Sanidad en el decreto supremo de 12 de agosto de 1938. Finalmente,
por decreto de 20 de marzo de 1939 se denominó a esa Cartera de Estado como Ministerio de Trabajo y Previsión Social.

149
fundacional del primer Ministerio de Trabajo, que dio lugar, a su vez, a la promulgación
del primer Código Laboral boliviano, en un periodo de crisis nacional general.

En ese campo de producción y reproducción de sentidos, los dos ejes y los siete sub-
ejes temáticos mencionados se abordaron, centralmente, con base en el análisis de los
discursos periodísticos informativos/opinativos/interpretativos de tres medios escritos:
1) El Diario –que representó a los medios de prensa anti-nación−, 2) La República –
que estuvo en pugna con los liberales y los “comunistas”− y 3) La Calle –que, a nombre
del “socialismo”, izó las banderas del nacionalismo naciente−. De forma adicional, se
incluyeron tres órganos de prensa de la época: 1) El País123 −con una visión
izquierdista, luego, fue vocero del Partido de Izquierda Revolucionaria (PIR) −, La
Fragua124 −que fue un auténtico ícono del modelo nacionalista embrionario− y La
Razón125 −que fue símbolo del periodismo anti-nación−. De forma tangencial, se
incluyeron algunas publicaciones de otros medios de prensa, como Última Hora126 y

123En el texto Historia del Periodismo Boliviano, escrito por Eduardo Moscoso, se mencionó que el matutino El País, en
1936 se trasladó de Sucre a Cochabamba. Su propietario fue José Prudencio Bustillo. Posteriormente, en 1937 ese
periódico pasó a propiedad de Porfirio Díaz Machicao, hasta enero de 1949. En sus primeros años, El País preservó la
ideología izquierdista y fue vocero del Partido de Izquierda Revolucionaria (1978:517-519).
124La Fragua, “el Periódico que se rompe pero no se dobla”, fue dirigido por uno de los miembros de la Logia Bolivia,
Roberto Jordán Cuellar. Como se desarrolló en el Capítulo 3, ese círculo secreto, en su momento, desarrolló una política
de avanzada que abrió una importante brecha en la construcción de la Revolución Nacional. El costo del periódico fue de
20 ctvs. Según datos que aparecen en su portada, La Fragua era “un diario independiente”. En el texto “Pasión por la
palabra”, Raúl de la Quintana y Ramiro Duchen afirmaron que ese periódico fue de combate, puesto que resistió censuras
y amenazas permanentes. Además, los autores subrayaron que ese medio escrito siguió la línea nacionalista y
antioligárquica (1992:335).
125La Razón fue el emblema del Partido Republicano y de la rosca minero-feudal. Ese medio fue “fundado el 17 de
febrero de 1917 por el doctor José María Escalier y el influyente industrial Félix Avelino Aramayo y defendió los intereses
del Partido Republicano y la gran minería. En su organización intervino el político y sociólogo don Bautista Saavedra,
quién contó, a su vez con periodistas de El Hombre Libre y de La Verdad de La Paz”. La historia de La Razón está escrita
sobre un escenario de empastelamientos, clausuras, persecuciones y destierros. Ese periódico cerró sus puertas por
primera vez, antes de cumplir su primer año de labor periodística, el 6 de diciembre de 1917 (Ocampo, 1978:404).
126Última Hora, diario autodenominado “independiente”, fue creado por Arturo Otero, Mario Flores y Jorge Canedo
Reyes. Ese medio ̶ vespertino en su fundación ̶ nació en 1929. Momento en el que la prensa estaba supeditada a la rosca.
“Cada uno de los órganos periodísticos simulaba independencia, pero las 'roscas' ̶ ya entonces en pleno auge ̶ eran los
que orientaban sus opiniones y maniobraban detrás de sus columnas (…) En esas circunstancias se comprendió que el
periodismo debe cumplir, por sobre todas las cosas, un sagrado deber: la defensa de los grandes intereses colectivos y del
pueblo y que esto no es posible hacerlo sin tener independencia”. Véase “Última Hora que fundó la prensa vespertina,
ingresa a su octavo año” en periódico Última Hora. La Paz, abril 30 de 1936.

150
La Noche. Aquí es preciso subrayar que se recurrió a seis periódicos adicionales con el
fin de enriquecer la información que se encontró en los tres primeros.

Con relación a la diferencia entre la prensa de la anti-nación y la nacionalista, el


historiador Luis Antezana Ergueta, en su libro Historia secreta del Movimiento
Nacionalista Revolucionario, concluyó que la coyuntura de la posguerra se caracterizó
por una pugna política materializada en los medios de prensa:

El cambiante proceso social que se aceleró con motivo de la derrota del


Chaco se expresaba en diversos órganos de prensa publicados por las
distintas fuerzas que intervenían en la lucha política. Por un lado, las
fuerzas conservadoras tenían sus tradicionales órganos, “La Razón” y
“El Diario”, mientras los sectores del pueblo o bien carecían de todo
medio de expresión o se manifestaban por medio de periódicos
eventuales, cuyas consignas se perdían en el mar de versiones
antinacionales y coloniales que se encargaba de difundir la gran prensa
(1986:55).

Así, los periódicos, en esa coyuntura de crisis nacional general, se transformaron en


poderosas organizaciones políticas que lucharon por anidar determinadas ideas en la
mente de sus asiduos lectores.

4.2.1. EL DIARIO, EMBLEMA LIBERAL

El periodista y profesor en letras Eduardo Ocampo Moscoso demostró que El Diario


siguió una línea político-ideológica liberal. Ese órgano de prensa fue fundado en
1904, contexto de surgimiento y dominio de los gobiernos liberales, cuando la
presidencia de la República estaba administrada por el Gral. José Manuel Pando. El
fundador de ese periódico fue el prestigioso constitucionalista José Carrasco.

No obstante de los prístinos anhelos de su fundador y sin merma de su


prestigio periodístico, El Diario cumplió una función política desde el
momento de asumir la defensa de los principios doctrinales del Partido

151
Liberal que habría de encumbrarse en el poder durante veinte años, y
sirvió también de pedestal a varios de los participantes en sus tareas,
quienes por méritos personales ascendieron desde esa ‘trinchera’ a los
altos portafolios de Estado o importantes cargos diplomáticos
(1978:347-348).

Víctor Orduna y Gustavo Guzmán, en el texto Del periodismo y sus memorias,


describieron que la era del periodismo liberal inició con la fundación del Decano de
la Prensa Nacional El Diario. Una época que fue caracterizada por la progresiva
sustitución del financiamiento estatal de la prensa por capitales provenientes del
estaño, que pronto establecieron un paradigma de prensa partidaria. “Esta presencia
del estaño en la prensa se materializó, inauguralmente, con la fundación de El
Diario, en las postrimerías del gobierno de Pando, que tenía entre sus principales
accionistas a Simón I. Patiño, magnate del estaño que conseguiría algo hoy
imposible para los ricos de esta parte del sur: ser el quinto millonario del mundo”
(2006:12).

Frente a lo expuesto, en una publicación realizada por el mismo periódico, “Lo que
‘El Diario’ significa dentro del Estado boliviano: Consecuencias de la emisión del
pensamiento libre frente a la opresión”, se aseguró que El Diario es un medio
independiente y sin nexo político partidario. Empero, ese artículo confirmó que el
matutino en sus primeros años fue liberal:

Desde el día en que se fundó El Diario hasta hoy, el pueblo encuentra


en él su más desinteresado vocero, el único refugio –lo repetimos−
desinteresado, para exponer sus opiniones, quejas, y clamores. En el
aspecto político, su independencia es notoria, que nadie que no fuese
un embustero podría firmar que servimos a algún partido. Liberal en su
fundación y sus primeros años127.

127Véase “Lo que 'El Diario' significa dentro del Estado Boliviano: Consecuencias de la emisión del pensamiento libre
frente a la opresión”, en periódico El Diario. La Paz, julio 13 de 1938. p.6.

152
4.2.1.1. SECCIONES Y SEMANARIOS

El Diario –entre 1936 a 1939− se publicó en tamaño standard, como hoy


aún lo hace. Su edición de lunes a jueves era de ocho páginas y de viernes
a domingo de doce. En 1936, su precio era de 20 ctvs. De 1937 a 1939 su
costo fue de 0,30 ctvs.

Entre las secciones más relevantes se distinguieron:

La “Crónica social” que resumía los acontecimientos, eventos y


reuniones de actores políticos y diplomáticos.

La “Información comercial”, donde se actualizaba la cotización de


valores y precios de los minerales. También se comunicaba horarios de
farmacias, la salida de trenes, entre otros datos.

Los “Avisos clasificados” era la sección donde se publicaba anuncios de


compra, venta, permuta y servicios profesionales. Además incluía un
apartado de avisos religiosos y necrológicos.

En “El hogar y la moda” se incluyó información gráfica sobre tendencias


en ropa, zapatos, cortes, peinados y accesorios para la mujer de ese
entonces.

Tenía varias secciones culturales: “El cuento de la semana”, “El cuento


del jueves”, “Biografías en cinco minutos”, “Personajes mundiales”,
“Comentarios deportivos” y un apartado sobre “Libros nuevos”. Algunos
textos de la época publicitados por el matutino fueron: “Las más
divertidas historias de Mark Twain”, “Robespierre” de Henrry Berard,
“Tres Rusos” de Máximo Gorki, “Sociología del poder”, de Max
Scheller, “Fundamentos reales de la Sociología” de Jorge Nicolai,

153
“Historia del internacionalismo Obrero, Tomo I” de Lorwin, “El arte y la
vida social” de Plejanov, entre otros.

Además, ese medio escrito anunciaba la cartelera del Cine Bolívar e


Imperial y los teatros Municipal y Princesa.

Algunas joyas del séptimo arte publicitadas en la posguerra fueron


“Catalina de Rusia”, “La mujer paga”, “Su último amor”, “Sherlock
Holmes”, “El collar de perlas”, “El pan nuestro de cada día”, “Hombre
de dos mundos”, “Vermouth”, “La Cucaracha”, “Volando hacia el Rio de
Janeiro”, “Sin el rugir del cañón”; “Instinto animal”, “Sucedió una
noche”, “Mística y rebelde”, “Madre mía yo lo mate”, “El Conde de
Montecristo”, ”Corazones hambrientos”, “Luces de Buenos Aires”,
“Cuando muere la ilusión”, “El Rosario”, “Canción de Cuna”, “Alas en
la noche”, “La viuda alegre”, “Rumba”, “Malditas sean las mujeres”,
“Los hijos del desierto”, “La Amenaza”, “Frente al destino”, “Cleopatra”,
“El lirio dorado”, “Danubio Azul” y otras.

Entre las obras teatrales se distinguió el sentimiento por la pérdida del


Chaco, entre ellas se destacó: “Volver a vivir”, “Adiós Juventud”,
“Cuando la Guerra del Chaco”, “Lo que dan los pobres”, “La canción
eterna”, “A través de las paredes”.

La sección de entretenimiento fue conformada por publicaciones de


pasatiempos y amenidades, recreaciones e historias infantiles.

El Diario también tuvo semanarios: “El debate”, “El Reflector”, “Página


femenina Uma”, “Información gráfica de la actualidad”, entre otros.

Además, publicó una sección de deportes, donde predominaban el futbol,


el box, el tenis y los campeonatos nacionales e internacionales.

154
IMAGEN 8. SEMANARIOS Y SECCIONES DEL PERIÓDICO EL DIARIO

155
4.2.1.2. PUBLICIDAD

Las empresas que auspiciaron a El Diario fueron –en su mayoría−


compañías multinacionales. Entre ellas se pueden citar a “Rioki Higa &
Cia” con medias Sakura; “Sawaya & Co.” con Jabón y agua de colonia;
Organización Minera “Mauricio Hoschild & Cia.”; Abono de acción
inmediata de la “Empresa Mauricio Hochschild S.A.”; “Casa General
Electric”; “Fly-tox” mata cucarachas; “Tintorería Japonesa a vapor de
Alberto Oishi”; “El Tricot Vienés”, trajes, vestidos, chopas y ternos de
niños; Crema dental “Squibb”; C.F. Gundlach representante en Bolivia
de los camiones Chevrolet y G.M.C.; “Webster Ashton International”
camiones desde media tonelada en adelante, “Seda Gutermann” y otras
compañías.

Entre las empresas nacionales, se destacaron a Sal de frutas “Eno”;


Conservas “Stege”; Cervecería Boliviana Nacional (CBN); “Domingo
Soligno Lanificio Boliviano”; “Cia. Boliviana de Tabacos”; Chocolatería
“Estambul”; “Vivificante Andino” reconstituyente para la tuberculosis,
abonos “Salitre”; focos “El Rayo X”, “Murillo Bross”, “Cremas Ponds”,
“Emulsión de Scott” y otras.

156
IMAGEN 9. PUBLICIDAD DIFUNDIDA EN EL DIARIO

157
158
4.2.2. LA CALLE, VANGUARDIA DEL NACIONALISMO

Un periódico que brilló con luz propia en los anales del periodismo revolucionario
boliviano fue La Calle. En 1936 ese medio escrito se levantó como la “voz
socialista”, según Nazario Pardo Valle:

La Calle nació como un renovado esfuerzo del Socialismo boliviano en


la tarea ruda de su estructuración (…) Era el 23 de junio de 1936. El
país había pasado por la prueba de fuego de la guerra y el desquiciado
civismo de los pueblos buscaba afanoso formas de vida para rehacer la
patria o crear fuerzas capaces de consumar tal obra (…) El Socialismo
tenía que vencer, que llevar adelante los ideales de grandeza de la patria.
Pero el Socialismo se hallaba – como se halla todavía– en estado
caótico. El desconcierto era máximo y característico. Se hacían
necesarios prédica tenaz, divulgación de las doctrinas socialistas, de sus
programas distintos, de sus figuras máximas. El pueblo quería
socialismo pero ignoraba cómo podía llegar a él. Entonces, el Comité
Revolucionario que había asumido la responsabilidad histórica de la
revolución de 1936, resolvió fundar un diario. Y entregó la dirección de
éste a Nazario Pardo Valle. Pardo Valle, Carlos Montenegro, Augusto
Céspedes, Armando Arce, asumieron la tarea con ímpetu y espíritu
revolucionario. LA CALLE desde entonces, con lealtad absoluta se
empeñó en orientar la evolución social del Estado, clamó por el respeto
del ideario socialista, ilustró al pueblo en largas campañas de
divulgación teorética, denunció peculados, en fin, realizó el papel del
periódico que se hace para las masas populares y para los ideales de la
nación128.

El periodista e investigador Gerardo Irusta Medrano, en el texto Periodismo y


Revolución Nacional, aseveró que La Calle marcó la batalla entre dos tendencias

128Véase “Nazario Pardo Valle nos refiere la peripecia inicial de este Diario” en periódico La Calle. La Paz, abril 26 de
1939, p. 4.

159
antagónicas en la prensa: el nacionalismo y el liberalismo. Además, fue el medio
que promovió las directrices esenciales para el Nacionalismo Revolucionario
(1988:74).

En esa línea, el periodista Víctor Hugo Sandoval, en el libro Objetividad o


compromiso: La vida privada del periodismo boliviano, distinguió a ese periódico
como baluarte de los años dorados de la prensa. Un “paladín del diarismo
contestatario” de la oligarquía minero-feudal y los diarios liberales y conservadores:
“La Calle combatía con valor a la rosca minero feudal que hacía cuanto quería con
vidas y haciendas; a la Standard Oil, que se había apoderado del petróleo boliviano;
y, además, mantenía con frecuencia furibundas disputas con los periódicos
rosqueros, denunciando valientemente las continuas matanzas de trabajadores y los
actos gubernamentales de corrupción” (2012:48).

Periodistas como Armando Arce, Carlos Montenegro, Augusto Céspedes, José


Cuadros Quiroga, Nazario Pardo Valle integraron sus filas. El primer número de La
Calle se publicó el 23 de junio de 1936. En la coyuntura del golpe de muerte al
liberalismo y el surgimiento del nacionalismo.

Otra versión sobre el surgimiento de La Calle fue expresada por el primer ministro
de Trabajo, Pedro Zilveti, en su texto Bajo el signo de la barbarie. En dicha obra
el autor reveló que El Universal –cuyo propietario fue Armando Arce− fue un
periódico que se mantuvo en pie en base a prebendas y en 1936 ese órgano de prensa
se convirtió en La Calle.

¿Cómo se hizo Armando Arce de imprenta propia? Sería engorroso


rememorar detalles. Lo exacto es que producida la revolución del 17 de
mayo de 1936, que para entonces Arce contaba con “expertos”
asociados, trató de incautarse manu militari de la imprenta de “La
Razón” y a poco resultó dueño de dos linotipos, algún material de cajas,
una desvencijada impresora y chibaletes de un extinguido diario liberal

160
a cargo del abogado Daniel Ortiz, y “El Universal” dejó de llamarse así
para convertirse en “La Calle” (1946:62-63).

Zilveti agregó que los “animadores” de La Calle, Augusto Céspedes y Carlos


Montenegro, hicieron un acercamiento político-periodístico con los gobiernos de
Bautista Saavedra y Daniel Salamanca. Ese intento fracasó. Entonces, optaron por
una alianza con los gobiernos de Toro y Busch “a quienes sirvieron desde bien
rentadas canonjías en el extranjero”.

A pesar de lo afirmado, esa versión no contradice el núcleo de ese periódico que fue
ícono del nacionalismo.

4.2.2.1. SECCIONES

La Calle, periódico revolucionario, se distribuyó por el costo de 10 ctvs.,


en 1936. De 1937 a 1939 su precio fue de 0,20 ctvs. Ese órgano de prensa
fue editado en tamaño tabloide. En escasas ocho páginas, ese medio logró
combatir con la rosca minero-feudal. Su formato sui géneris incluyó las
siguientes secciones:

“Callejón Oscuro” fue un segmento de crítica y amonestación verbal de


temas del acontecer nacional e internacional. Con frases como “un
burgués saludó a nuestros poderosos colegas El Diario y La Razón.
Acaso no esté demás que les deseemos una larga vida”; “el coronel Toro
ha manifestado que gobernará con los más capaces. Los rosqueros oyeron
mal y se alegraron creyendo que gobernaría con los más rapaces”;
“Última Hora ha saludado ayer la aparición de La Calle. Gracias, colega,
y que nunca se vea usted en la calle, ni en la última hora de su existencia”,
los periodistas de La Calle denunciaban, aplaudían o criticaban al actor o
los actores que generaban noticia.

161
“Los Monos de Wall Street” era una columna de crítica hacia los agentes
de la rosca. Personajes con nombres caricaturizados eran el blanco de
críticas. “Arthur Ayza consejero de Patiño”, “Mr. Charles Calvino de la
Standard Oil”, “Mr. Raft Urgarte, Rafles Soliman Capone”, “Mr. Eibar
Hauptman”, fueron algunos nombres que aparecieron en ese ácido e
irónico apartado de publicación diaria.

“La lámpara de Diógenes” era un espacio de crítica a políticos e


instituciones. En esa columna también se conmemoraba y celebraban
fechas cívicas. Además, era una plataforma de debate sobre las prácticas
periodísticas. El escritor de dicho material era conocido bajo el
seudónimo “Bernard Chopp”.

“Panorama Internacional” fue una sección donde se informaba sobre los


acontecimientos que ocurrían fuera de las fronteras bolivianas.

“Sección Deportiva” era de publicación diaria. El acontecer de los


partidos de futbol, campeonatos de box, tenis y otras competencias
deportivas eran la materia prima de ese segmento.

“Ideas Socialistas”, espacio donde se difundía contenidos de formación


ideológica marxista.

Otras secciones que se publicaron fueron: “Noticias personales”, “Avisos


profesionales y económicos”, “Cultura popular”, entre otros.

162
IMAGEN 10. SECCIONES DEL PERIÓDICO LA CALLE

163
4.2.2.2. PUBLICIDAD

Algunas empresas auspiciadoras de La Calle fueron “Webster y Ashton”


camiones internacionales; bálsamo contra el resfrío “Mentholatum”;
“Lanificio Boliviano Domingo Soligno”; “Hotel Paris”; aerolíneas
“Panagra”; fábrica de tejidos de lana “Pohorile & Lilinfeld”; “Jabón
Reuter”; “Avena Princesa”; sombreros de calidad “Grisi & Orrico”;
“Cervecería Boliviana Nacional”; Empresa Industrial de Viacha: “Emilio
Wetzel”; “Semillería Americana”; sombreros “Elsner”; calentadores
eléctricos de baño “Casa Csapek”; Instituto de vigilancia privada
“Argus”; “Banco Minero de Bolivia”; Manufacturas de Algodón “Said
e hijos”; “Cervecería Americana S.A.”; sastrería “Murillo y hermanos”;
joyería “Yoshizaki”; caminones “C.F. Gundlach”; baterías “Willard”;
“Cerveza Andina”; calzados “Venus”, teléfonos “Ericsson”, entre otras
empresas.

164
IMAGEN 11. PUBLICIDAD DE LA CALLE

165
4.2.3. LA REPÚBLICA, PORTAVOZ DEL PARTIDO REPUBLICANO
SOCIALISTA

La República fue fundada por Abdón Saavedra el 12 de julio de 1921. Vocero del
PRS. Empero, fue timoneado por el político, diplomático, sociólogo y catedrático
universitario, Juan Bautista Saavedra Mallea. “Periódico de gran formato y nutridas
páginas, estuvo al servicio del partido fundado por Bautista Saavedra, el
Republicano Socialista” (Ocampo, 1978: 457).

Sin embargo, en junio de 1936 –por el exilio de Bautista Saavedra− La República


cerró sus puertas. Esto se debió a la ruptura temprana del Pacto de los Partidos
Coaligados –PRS-PS y la Junta Militar de gobierno−. Ese tema fue explicado en el
capítulo 3. Luego de su clausura, los talleres de La República, “baluarte trinchera
del republicanismo, del republicanismo socialista y después del republicanismo
personalista”, fueron transferidos a un consorcio de periodistas, obreros y gráficos
por Bs.800.000129.

4.2.3.1. SECCIONES

La República se editaba en tamaño tabloide. Tenía ocho páginas y su


costo era de 20 ctvs. Ese medio escrito incluyó en sus páginas las
siguientes secciones:

“Notas de sociedad” que contenía información sobre el arribo de


autoridades extrajeras a territorio boliviano, eventos, celebraciones,
reuniones en clubs y cocktails. Además, contenía avisos necrológicos,
anuncios de conferencias, encuentros, entre otros.

129 Véase “Vendieron en Bs.800.000 los Talleres de 'La República'”, en periódico La Calle. La Paz, julio 25 de 1938, p.5.

166
“Avisos clasificados, profesionales y de compra y venta” eran publicados
en la parte inferior de las páginas del periódico.

La República, de formato sencillo y punzante, contó con una columna


denominada “Del Diario Vivir”. En sus párrafos se realizaba un resumen
sobre los temas de coyuntura. Otra de las secciones que se destaca en ese
medio de prensa fue “Documentos Políticos de Actualidad”.

En un espacio cultural sin designación, ese matutino presentaba la


cartelera de películas de los cines Bolívar y Mignon. De igual manera,
anunciaba las obras presentadas en el Teatro Municipal. Las películas y
obras teatrales coinciden con las que se anunciaban en El Diario y La
Calle.

En relación con el contexto de la posguerra, el matutino destacó en sus


últimas páginas información sobre la llegada de los excombatientes,
mutilados y prisioneros de la Guerra del Chaco.

167
IMAGEN 12. SECCIONES DE LA REPÚBLICA

168
4.2.3.2. PUBLICIDAD

Las empresas que auspiciaban la labor de ese matutino fueron “Industrias


Bayer” y su producto Aspirina; “Cervecería Boliviana Nacional”; “Foto
Rembrant” del Estudio Poli Murcientes; tubos de metal “Radiotron”;
llantas y repuestos “Good Year”; “Lanificio Boliviano” almacenes de
venta de paños, gabardinas, tricots para militares, terciopelos para
señoras, casimires para abrigos y peinados para smocking; artículos finos
para regalos “Wetzel”; “Hotel Paris”; “Grace & Co.” Línea de vapores
directos; jabón “Heno del campo de Dralle”; “Vivificante Andino”
medicamento para restaurar el organismo debilitado y para la prevención
y cura de la tuberculosis; “Chlorodont” pasta dental, crema y jabón;
“Webster &Ashton” industria de calcetería boliviana, tabacalera,
imprenta inglesa, destilería inglesa y fábrica de vidrios; fábrica de dulces,
bombones “Valach”; “Mauricio Hochschild SAMI” compañía de compra
de toda clase de minerales administradores y representantes de los
consorcios mineros: Huanchaca, Pulacayo, Minera Unificada del Cerro
de Potosí, Oruro, Matide-Carabuco y Pampa Grande-Nazareno; bolsas de
papel y cartón “La Papelera”; “Trepp & Cia exportación e importación
de artículos de minería y agricultura; “Manufacturas Textiles Forno”
fabricantes de casimires peinados, mantas, frazadas y vestidos para dama;
cámaras fotográficas “Kavlin”; “Said y Yarur” manufacturas de algodón
y compra de material; “Avena Princesa”, automóviles y camiones
“Studebaker”; semillas de trigo “Romecín &Méndez” y “Lloyd Aéreo
Boliviano”.

169
IMAGEN 13. PUBLICIDAD DE LA REPÚBLICA

170
4.3. LOS CONFLICTOS SOCIALES Y LA CREACIÓN DEL MINISTERIO DE
TRABAJO EN BOLIVIA

En esa coyuntura se remarcan, por su importancia, los siguientes acontecimientos:

4.4. EL LEVANTAMIENTO DE MAYO DE 1936

Bolivia en la posguerra (1936-1939) vivió un proceso de crisis que se materializó en la


polarización entre los partidos tradicionales y el accionar opositor y aguerrido de
jóvenes agrupaciones nacionalistas y comunistas que se encontraban en proceso de
formación. Esa tensión llegó a su cénit con la insurrección de mayo de 1936, que se
constituyó, para la historia sindical boliviana, en la primera huelga general nacional
victoriosa.

El punto más álgido de la insurrección se tradujo en el multitudinario paro nacional


protagonizado por el naciente movimiento obrero organizado. Se inició el 1 de mayo y
culminó el 17 de mayo de 1936130. En 17 días de sintetizaron las pugnas y
contradicciones del país.

130 Las luchas sociales anteriores al 17 de mayo de 1936 se resumen al menos en cuatro acontecimientos centrales:
1) La promulgación del decreto de cambio único. Esa disposición agravó la aguda crisis económica que atravesaba el
país. La clase trabajadora y los excombatientes, inválidos, viudas y huérfanos de guerra fueron las víctimas de la
devaluación del peso boliviano.
2) Debido a esa situación crítica, la FOT envió al Poder Ejecutivo un Pliego de Reivindicaciones Obreras y también
convocó a los sectores sociales a un mitin que se llevaría a cabo el 18 de abril de 1936. El pliego petitorio se resume
en los siguientes puntos: “la rebaja y libre importación de artículos de primera necesidad, aumento del 100 por ciento
de salarios y sueldos, rebaja de alquileres, prohibición de trabajo nocturno a las mujeres y menores de 16 años,
suspensión del Estado de Sitio, garantías para la libertad de reunión, asociación, prensa y organización sindical,
hogar para los mutilados e inválidos de guerra y trabajo para los excombatientes, entre otras demandas”. Véase “La
FOT prepara un Gran Mitin”, en periódico La República. La Paz, abril 15 de 1936, p. 8.
3) El mitin programado para el 18 de abril que no fue autorizado por la Prefectura del Departamento. En ese entendido,
los dirigentes pretendieron dialogar con el Presidente José Luis Tejada Sorzano. Las demandas de la FOT no fueron
atendidas. El primer mandatario argumentó que la situación económica del país era crítica. No hubo acuerdo alguno.
La FOT decidió retirarse. Véase “Se entrevistaron ayer con el Presidente de la Rep. los comisionados de la F.O.T”,
en periódico La República. La Paz, abril 25 de 1936, p. 5.
4) El inicio de protestas fue el 1° de mayo de 1936. Ese día, la organización de Trabajadores Judiciales de Cochabamba
anunció una huelga, debido a que en cuatro meses no habían sido pagados sus haberes. A su vez, dieron un plazo de
cinco días para el correspondiente pago, caso contrario la huelga sería inminente. Véase “Organizados en Sindicato
los empleados Judiciales anuncian una Nueva Huelga”, en periódico El Diario. La Paz, mayo 1 de 1936, p.6.
5) La huelga de los trabajadores gráficos fue contundente. Sumado a ese contexto crítico, los gráficos anunciaron una
movilización general, porque las empresas periodísticas hicieron caso omiso a su pliego petitorio. En el documento
se exigió “la supresión del trabajo a destajo, fijación del tarifado de jornales: Operarios, jornal mínimo de Bs.25,

171
Las nuevas corrientes político-ideológicas conformadas por militares y jóvenes
intelectuales, que habían penetrado con su discurso en varias organizaciones sociales,
provocaron dos heridas de muerte al liberalismo. La primera gran estocada –el 27 de
noviembre de 1934− fue en el corralito de Villamontes, donde se destituyó a Daniel
Salamanca. El segundo golpe –el 17 de mayo de 1936− se desarrolló en la calle y los
centros laborales mediante una huelga, donde se obligó a Tejada Sorzano a renunciar a
su mandato.

Ese fenómeno no fue un rayo en cielo despejado, puesto que en Latinoamérica y Bolivia
ya se habían suscitado fuertes combates sociales. Una serie de pugnas de diverso tipo
estaban a la orden del día. Sólo faltaba que alguien encienda la chispa.

En ese contexto, en Argentina las masas asalariadas levantaron las banderas de lucha
contra el sistema de explotación capitalista (Ver Capítulo 3), Y en Paraguay, con el
histórico movimiento del “febrerismo”, se derrocó a los gobiernos liberales y, en esa
perspectiva, el último en caer fue el régimen de Eusebio Ayala. El Ejército paraguayo,
igual que en Bolivia, instauró un gobierno con tendencia nacionalista, pero con sus
propias características.

Roberto Céspedes, en el libro El febrerismo del movimiento al partido (1936-1951),


relató que ese movimiento social generó la incursión de las esferas militares en la vida
política de Paraguay. Ese fenómeno se desarrolló con fuerza después de la guerra del
Chaco y en una coyuntura de crisis mundial:

Su aparición, como epifenómeno de la Guerra del Chaco (1932-1935),


significó el final del ciclo de hegemonía del Partido Liberal y de los
gobiernos civiles. Es, además, coincidente con el ascenso del nazi-
fascismo y con la agudización de conflictos ideológicos y políticos

Oficiales, Bs.15, Ayudantes Bs.5, recargo del 100 por ciento a las horas de trabajo fuera de la jornada regular de 8
horas y designación de regentes por mutuo acuerdo de operarios y empresarios”. Véase “Los gráficos anuncian
Huelga General”, en periódico La República. La Paz, abril 16 de 1936, p.4.

172
internacionales (crisis de la Bolsa de Nueva York, guerra civil española,
invasión italiana a Etiopía, invasión japonesa a China). Toda una serie
de factores que han de influir no solamente en el febrerismo, sino
también en todo el proceso político que comienza a partir de su
irrupción en la realidad nacional (1983:15).

En medio de ese volcán histórico en erupción, Bolivia no iba a ser una excepción.

4.4.1. LA HUELGA DE LOS GRÁFICOS, EL DETONANTE DE LA


REBELIÓN

A causa de la disciplinada huelga de los gráficos, la totalidad de los periódicos


dejaron de circular del 10 al 19 de mayo de 1936. El silencio periodístico fue total.
Es por eso que en los libros donde se relatan esas jornadas no existen crónicas ni
registros concretos de lo que ocurrió. El trabajo hemerográfico que se realizó para
esta investigación sólo alcanzó a encontrar dos “fósiles” históricos bien conservados
al interior de las páginas de los periódicos Última Hora y La Calle.

En Última Hora, a través del artículo “El proceso revolucionario”, se precisó


algunos hechos que caracterizaron a la huelga que concluyó el 17 de mayo. El relato
fue publicado tres días después de la conclusión de dicho acontecimiento y reveló
algunos de sus rasgos esenciales:

¿Otros organizaron el movimiento revolucionario?

El movimiento ha sido dirigido por el PS, ayer Confederación


Socialista Boliviana, y fue respaldado por miembros del Ejército. Una
acción revolucionaria tendiente a establecer en Bolivia un régimen
socialista.

El PS, fuente y matriz de la revolución, realizó un acuerdo con el PRS.


Ambos partidos coaligados firmaron un pacto revolucionario con el
Ejército. En ese acuerdo se concertó una equitativa distribución de las

173
carteras ministeriales y el cumplimiento de un programa verazmente
socialista. Dicho programa fue realizado por el Comité Mixto y el
contenido en materia económica fue planteado por Fernando Campero
Álvarez. Gabriel Gosálvez formó parte del Comité de elaboración del
programa, pero no fue el autor como erradamente mencionó un
periódico (La República).

Otras disposiciones que se aprobaron en el acuerdo fueron la


conformación de una Junta Mixta de Gobierno por el tiempo de un año
−pasado ese periodo se debía llamar a elecciones presidenciales−, la
sindicalización obligatoria de los trabajadores y la entrega de las
prefecturas a elementos militares.

Posterior a la firma del pacto, entre los partidos coaligados y el Ejército


se organizó la revolución inevitable e inminente. Y la revolución vino
pero antes de la fecha planeada.

El detonante de la revolución fue la huelga del Sindicato Gráfico. Este


levantamiento fue aprovechado para que las acciones deriven en una
huelga general, creando así un conflicto social. Dicho movimiento
colocó al Ejército, concretamente al jefe del Estado Mayor, en la
disyuntiva de ametrallar al pueblo para restablecer el orden o derrocar
al gobierno.

Esa situación fue manejada hábilmente por el Tcnl. Busch, quién, antes
de derramar una sola gota de sangre, optó por realizar el golpe de
Estado.

La revolución ostentó un carácter tranquilo debido a que la dirigencia


de los trabajadores permitió el cambio político. La clase obrera aspiró
tan sólo a concretar en los hechos el programa socialista. Esta acción

174
permitió la normal repatriación de al menos 400 prisioneros de guerra
que retornaron de Paraguay131.

Bajo el título de “Breve y verídica reseña de la revolución socialista”, La Calle, el


24 de junio de 1936, presentó el relato de los escabrosos sucesos de la gesta de
mayo:

Producida la huelga de los obreros gráficos, que paralizaron la actividad


periodística, sin que el gobierno plantee a ningún título reducir la
actitud engreída y egoísta de las empresas capitalistas –Patiño y
Aramayo−, se planteó generalizar el movimiento huelguístico. Frente
al peligro de una revuelta, el Ejecutivo (a la cabeza de Tejada Sorzano)
pensó en determinadas medidas de coerción, mañosamente planteadas.

Estas medidas represivas fueron esbozadas por el consejo de ministros,


entre ellos el ministro de Hacienda y de Gobierno, señores Ormachea y
Palenque.

El gobierno intentó expedir un llamamiento militar para encuartelar al


pueblo, seleccionando cuidadosamente a los elementos tranviarios,
ferroviarios y de las fábricas. Esas medidas se plantearon pese al peligro
en que se ponía al país, puesto que Paraguay habría sospechado un
riesgo de guerra. El gobierno prefirió amparar los intereses capitalistas
y no le importó comprometer el acuerdo de paz con el vecino país.

Empero, la efervescencia popular era insostenible.

Luego, el gobierno definió sustituir el acuartelamiento y destruir de un


sólo golpe al pueblo y al Ejército. Así, Tejada Sorzano ordenó al Jefe
de las Fuerzas Militares hacer fuego sobre el pueblo si éste se mostraba
partidario de la huelga.

131 Véase “El proceso revolucionario” en periódico Última Hora. La Paz, mayo 20 de 1936. p. 4.

175
Con ese segundo plan se pretendía dividir al pueblo y al Ejército, pues
los cuadros rosqueros tenían conocimiento que existía una vinculación
entre ambos sectores. El Ejército debía decidir entre destruir el pueblo
o derrocar al gobierno132.

Como muestran los hechos, el Ejército optó por una salida coyuntural: decidió
tumbar al régimen liberal, representado por Tejada Sorzano. De ese modo, el
movimiento social que concluyó el 17 de mayo de 1936 fue el hito que definió el
fin de los gobiernos tradicionales. La caída del Presidente Tejada Sorzano marcó un
antes y un después en ese momento histórico. Todo ese maremágnum socio-político
dio inicio a una etapa de regímenes militares con tendencia nacionalista. Ese
proceso comenzó con un gobierno que aglutinó, mediante un “Pacto de coalición”,
a la Junta Militar, al PRS y al PS.

El 17 de mayo, por tanto, fue una jornada de cambios, victoria y celebración para
los trabajadores, excombatientes, intelectuales izquierdistas y militares
progresistas. En esa perspectiva, los partidos coaligados se pronunciaron con un
espíritu de total respaldo al nuevo gobierno dirigido por el Presidente Provisional,
Germán Busch. Así, los vientos históricos cambiaron de rumbo y soplaron a favor
del nacionalismo.

Frente a esa realidad, el PRS consideró que el proceso de transformación del país
recién daba sus primeros pasos: “El Tte. Coronel Germán Busch es una de las más
claras figuras de la guerra, ha identificado en su manifiesto a la nación los anhelos
populares con los propósitos del Ejército. Una revolución no empieza y acaba en
cuatro días. Es una acción profunda que debe mantenerse y continuarse hasta que el
país esté totalmente capacitado para disponer de sus destinos”133.

132 Véase “Breve y verídica reseña de la revolución socialista”. La Paz, junio 24 de 1936, p.5.
133 Véase “La figura del momento”, en periódico La República. La Paz, mayo 19 de 1936, p. 1.

176
Por otro lado, el PS reivindicó que su papel fue protagónico en la rebelión del 17 de
mayo. Señaló que el objetivo principal de esa revuelta apuntó a la reestructuración
del Estado. Subrayó que “no se pretende cubrir bajo la epidemia Socialista los
tentáculos de la acción rosquista”134.

La voz del liberalismo se dejó también escuchar en la publicación de El Diario, el


21 de mayo de 1936. Ese órgano de prensa publicó una de las últimas
intervenciones públicas del expresidente José Luis Tejada Sorzano. En esa
oportunidad, el exmandatario realizó un análisis de la realidad política, económica,
internacional y bélica del país. Puso énfasis en la situación de inestabilidad política
que vivía Bolivia. Subrayó, en tono amenazante, que ese escenario podría derivar
en un debilitamiento del Estado frente a las negociaciones de paz con Paraguay135.

Pero el campo de las significaciones ya había cambiado y ese mustio discurso ya no


interpelaba a nadie.

En el ámbito social, los trabajadores, más allá del número, el fervor y el ímpetu del
movimiento sindical, la dirigencia gremial no estuvo a la altura de los
acontecimientos. Pues, las organizaciones políticas y sindicales de clase estaban aún
en su etapa larvaria de formación, los trabajadores todavía tenían que pasar por
varias experiencias para cobrar una conciencia que les lleve a disputar con un
proyecto propio su presencia en el Estado.

134 Véase “Reivindicaciones”, en periódico La Calle. La Paz, junio 23 de 1936, p. 3.


135 Véase “Últimas informaciones del expresidente Tejada Sorzano” en periódico El Diario. La Paz, mayo 21 de 1936, p.
4.

177
4.5. EL NACIMIENTO DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y PREVISIÓN
SOCIAL

Empero, la hoja de ruta de la huelga de mayo de 1936 no culminó con la herida de


muerte que le propinó al liberalismo el ingreso de la Junta Mixta de Gobierno. El tren
de la historia continuó su marcha.

Pero, ¿cuál fue el siguiente paso?

Después de la primera y victoriosa huelga multitudinaria de mayo, la población


boliviana salió a las calles para pregonar con banderas rojas el aparente triunfo del
“socialismo”. Festejó a viva voz el cambio de Estado sin balas ni derramamiento de
sangre. La celebración se clausuró con broche de oro con la aprobación del decreto de
17 de mayo de 1936. Mediante esa normativa se organizó la Junta Mixta de Gobierno.
Dicho documento fue firmado por el Presidente Provisional.

Germán Busch Becerra, ante la gran expectativa de los trabajadores, los excombatientes
y el pueblo.

El nombramiento como Presidente de la Junta Mixta de Gobierno recayó sobre David


Toro Ruilova. Pero él no se encontraba en la sede de gobierno. Ante eso, el artículo
tercero del decreto aclaró que “mientras se constituyan en la sede del gobierno los
titulares de la Presidencia de la Junta y de los ministerios de Defensa Nacional y
Colonización y de Agricultura, Minas y Petróleos, ejercerán esas funciones el Tcnl.
Germán Busch, el Tcnl. Jorge Jordán y el Tcnl. Humberto Arandia, respectivamente”.

La organización del gabinete estuvo conformado por siete carteras. Dos de ellas fueron
de reciente creación: las carteras de Trabajo, Comercio y Previsión Social y la de Minas
y Petróleo. En el Texto Legal 1 se expone el documento completo del decreto supremo
de 17 de mayo de 1936.

178
TEXTO LEGAL 1
DECRETO DE 17 DE MAYO DE 1936
EL TCNL. GERMÁN BUSCH
Jefe del Estado Mayor General, Encargado del Poder Ejecutivo
CONSIDERANDO:
Que por dimisión del Presidente de la República es necesario proveer el Poder Ejecutivo;
Consultados el Ejército y los Partidos Republicano Socialista y Socialista, que se han
solidarizado con la evolución política producida y las finalidades que persigue;
DECRETA:
Artículo 1°.- Constitúyese una Junta Mixta de Gobierno en la siguiente forma:
Presidente de la Junta, Cnl. David Toro R.:
Ministro de Relaciones Exteriores, Culto e Instrucción Sr. D. Enrique Baldivieso;
Ministro de Defensa Nacional y Colonización, Tcnl. Don Julio Viera;
Ministro de Gobierno y Justicia, Sr. Dn. Gabriel Gosálvez;
Ministro de Fomento y Comunicaciones, Tcnl. Dn. Luis Cuenca;
Ministro de Hacienda y Estadística, Sr. Dn. Fernando Campero Álvarez;
Ministro de Agricultura, Minas y Petróleos, Tcnl. Dn. Oscar Moscoso;
Ministro de Trabajo, Comercio y Previsión Social, Sr. Dn. Pedro Zilveti Arce.
Artículo 2°.- La Junta Mixta de Gobierno asumirá el Poder Ejecutivo de la Nación, a
horas 17:30 del día de hoy.
Artículo 3°.- Mientras se constituyan en la sede del Gobierno los titulares de la
Presidencia de la Junta y de los ministerios de Defensa Nacional y Colonización y de
Agricultura, Minas y Petróleos, ejercerán esas funciones el Tcnl. Dn. Germán Busch, el
Tcnl. Dn. Jorge Jordán y el Tcnl. Dn. Humberto Arandia, respectivamente.
Artículo 4°.- LOS MIEMBROS DE LA JUNTA MIXTA DE GOBIERNO
ENCARGADOS DE LOS MINISTERIOS DE ESTADO, SERÁN INAMOVIBLES POR
TODO EL TIEMPO QUE DURE LA JUNTA, SALVO QUE SU REPRESENTACIÓN
SEA REVOCADA POR EL EJÉRCITO PARA LOS MIEMBROS MILITARES, Y POR
LOS PARTIDOS A QUE REPRESENTAN PARA LOS ELEMENTOS CIVILES.
Artículo 5°.- Los miembros de la Junta Mixta de Gobierno serán autónomos en el
desempeño de las carteras que se les encomienda, debiendo, empero, someter a
conocimiento y resolución de la Junta en pleno, todos los asuntos importantes de carácter
internacional, hacendario, de economía social y de orden público, además de los
expresamente reservados al Consejo de Gabinete por la Ley de Organización Política y
Administrativa.
Artículo 6°.- Las atribuciones y reparticiones del Ministerio de Guerra pasan, desde la
fecha, al Ministerio de Defensa Nacional.
Dado en el Palacio de Gobierno de la ciudad de La Paz a los 17 días del mes de mayo de
1936.

Fdo. TCNL. G. BUSCH.

Véase “Decreto de Organización de la Junta Mixta de Gobierno” en periódico La República. La


Paz, mayo 19 de 1936, p.2

179
El arribo de los gobiernos nacionalistas militares marcó un hito fundamental en la
historia laboral boliviana. Pues, se modificó la relación de fuerzas entre el capital y el
trabajo en el país. El primer hecho que confirma lo mencionado radicó en la creación
del Ministerio de Trabajo en Bolivia.

En la actualidad, la institución estatal cuenta en su portal web con una “reseña histórica”
ínfima, que le quita brillo a la dimensión de ese acontecimiento136. Por esa razón, ahora
se hace un relato pormenorizado y fehaciente sobre la creación de esa importante
Cartera de Estado. La presente investigación abre una veta histórico-social que, sin
embargo, aún debe ser explorada en detalle.

En ese contexto, surgen algunas interrogantes: ¿Por qué fue creado el Ministerio de
Trabajo? ¿Fue una necesidad histórica? ¿Fue obra de algún individuo? ¿Surgió como
producto de las jornadas de mayo impulsadas por la FOT y la FOL?

En los párrafos siguientes esas preguntas serán respondidas con el respaldo de fuentes
de la época.

4.5.1. LOS PROLEGÓMENOS HISTÓRICOS DE SU CREACIÓN

En esa lógica, se puede sostener que la creación del primer Ministerio de Trabajo
en Bolivia no fue un acontecimiento que germinó de la nada. Ese suceso ostenta una
historia de larga data y está supeditado a condiciones nacionales e internacionales.

Un primer antecedente fue la Revolución Rusa. Como se explicó en el Capítulo 3,


ese acontecimiento fue un importante referente para los trabajadores organizados
del mundo y, por supuesto, para los sindicalistas bolivianos. Al respecto, John Reed,
en su libro Los 10 días que conmovieron el mundo, sostuvo que, pese a lo que se
piense sobre el ingreso de los bolcheviques al poder, es indudable su importancia
en el curso de la historia: “Los bolcheviques preconizaban la insurrección proletaria

136Véase Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social de Bolivia. “Reseña histórica Ministerio de Trabajo, Empleo
y Previsión Social” en http://www.mintrabajo.gob.bo/Historia.asp (web oficial). Revisado el 10 de mayo de 2017.

180
inmediata y la toma del poder del Estado para apresurar la realización del
socialismo, que exige la posesión de las industrias, la tierra, las riquezas naturales
y de las instituciones financieras. Ese partido representa esencialmente a los obreros
de las fábricas, pero también a una fracción importante de los campesinos pobres”
(2016: 30-34).

Reed, tras exponer una interesante tabla de “Salario por días en Rublos y Kopecs,
compilados en octubre de 1917, por una comisión compuesta por representantes de
la Cámara de Comercio de Moscú y de la sección moscovita del Ministerio de
Trabajo”, denota la existencia, en esa época, de una institución destinada a regular
el trabajo en Rusia. (:28).

Un segundo antecedente fue la Revolución Mexicana de 1917. La sublevación


social acabó con el régimen dictatorial de Porfirio Díaz y dio paso a la promulgación
de la primera Constitución Social. Ese año se terminó de proyectar una legislación
obrera que disminuyó la explotación laboral y garantizó un mejor nivel de vida a
los trabajadores (Ver Capítulo 3).

Un tercer antecedente fue la creación, en Latinoamérica de varias instituciones


que estuvieron orientadas a regular la relación entre el capital y el trabajo:

1) Uruguay fue el pionero en regular y controlar las condiciones del trabajo en


América Latina. El Ministerio de Industria, Trabajo e Instrucción Pública fue creado
en la presidencia de José Batlle y Ordoñez, mediante Ley 3147 del 12 de marzo de
1907. Dicha instancia fue fundada “ante la necesidad de contar con un organismo
ministerial que tratara los temas atinentes al trabajo y a la seguridad social”137.

137Véase Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de Uruguay. “Historia del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social”
en https://www.mtss.gub.uy/web/mtss/creacion-y-evolucion-historica (web oficial). Revisado el 10 de mayo de 2017.

181
Los antecedentes de la creación de esa repartición ministerial fueron la Ley 5032 de
prevención de accidentes laborales –vigente desde 1914− y la Ley que estableció
en 1915 la jornada laboral de ocho horas.

Víctor Alba, en el texto Historia del movimiento obrero en América Latina, dijo
que ese acontecimiento fue antecedido por la huelga realizada en 1896 por los
obreros marítimos, fluviales y portuarios, y la crisis de exportación que generó una
nueva oleada de insurrecciones del sector portuario: “Batlle, en sus dos mandatos,
alentó el desarrollo del movimiento sindical (…) En sus primeras instrucciones a la
policía, en 1904, Batlle comenzaba así: 'Los Trabajadores tienen derecho a
declararse en huelga'. Antes de terminar su primer mandato creó el Ministerio de
Trabajo e Industria. Fue el primero que existió en América Latina” (1964: 370).

2) En Costa Rica, en junio de 1928, se aprobó la creación de dos secretarías: 1) la


del Trabajo y Previsión Social y 2) la de Agricultura. La primera fusionada con la
de Gobernación y Policía138.

El 27 de junio de 1928 se subscribió la Ley Nº 33 que creó la Secretaría de Trabajo


y Previsión Social. La principal función que se le dio fue la preparación del proyecto
del Código de Trabajo.

Las bases históricas de la institución se asientan en el surgimiento de la primera


organización de trabajadores fundada por el sacerdote Francisco Calvo, constituida
el 13 de mayo de 1874 bajo el nombre de “Sociedad de Artesanos”. Ya en el siglo
XIX, Costa Rica fue invadida por ideas reivindicativas de trabajadores extranjeros
europeos. El primer antecedente de movilización organizada fue la manifestación
de octubre de 1888, que fue protagonizada por obreros italianos contratados en el
segundo período de la construcción del Ferrocarril al Atlántico. Sus demandas se

138 Véase Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de Costa Rica. “Historia”. en


http://www.mtss.go.cr/elmininisterio/historia.html (web oficial). Revisado el 10 de mayo de 2017.

182
basaron en “el atraso en el pago del salario y las denuncias sobre trabajadores que
morían por las inhumanas condiciones de trabajo existentes”.

Además, un hecho importante para la creación de la Secretaría de Trabajo residió


en la incorporación de Costa Rica a la Organización Internacional del Trabajo (OIT)
y el predominio de políticas laborales en el contexto latinoamericano. Siguiendo la
línea de la OIT, el 28 de octubre de 1924 se aprobó la Ley de Accidentes del
Trabajo. En años posteriores, se celebraron varias sesiones de Congreso que
buscaban la emisión de leyes del trabajo y después se dio la creación del Ministerio.

3) El investigador Víctor Alba develó que en Paraguay se creó en 1936 el


Departamento del Trabajo. La institución implementó medidas como la jornada de
ocho horas y el pago del salario en efectivo. Ese mismo año, además, se promulgó
la primera legislación social y la Ley de Reforma Agraria. Esos acontecimientos
fueron fruto de la crisis económica de la primera guerra mundial. El movimiento
del “febrerismo”, sin lugar a dudas, también tuvo gran incidencia en la
implementación de esas medidas (1964: 372).

“El gobierno del Coronel Franco creó el Departamento Nacional del Trabajo, que
se hallará formado por representantes de las empresas comerciales e industriales y
por representantes obreros”, informó el vespertino Última Hora139.

En los años 40, de igual manera, se crearon alrededor de cinco ministerios o


secretarias del Trabajo en el ámbito latinoamericano140.

139 Véase “Creóse el Departamento del Trabajo en Paraguay”, en periódico Última Hora. La Paz, junio 19 de 1936, p.1.
140En Argentina, en 1943, por decreto-ley Nº 15.074, se creó la Secretaría de Trabajo y Previsión. Seis años más tarde,
en el gobierno del Presidente Perón, según reforma constitucional de 1949, “se incluyó la Declaración de los Derechos
del Trabajador a esa normativa. Mediante decreto N° 4865/47, se refundó el Ministerio de Trabajo y Previsión”. Véase
Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de Argentina. “Historia del Ministerio” en
https://www.argentina.gob.ar/trabajo/historiadelministerio (web oficial). Revisado el 10 de mayo de 2017.

En Guatemala, la presencia de gobiernos revolucionarios en 1944 significó un acontecimiento importante en materia de


relaciones de trabajo. El portal oficial del Ministerio del ramo confirmó que el 8 de febrero de 1947, mediante decreto
N° 330, vigente desde el 1 de mayo de 1947, “se constituyó el Ministerio de Trabajo y Previsión Social, que tenía a su

183
Un cuarto antecedente tiene que ver con las normativas que fueron dictadas a favor
de los trabajadores, antes de la creación del Ministerio de Trabajo.

En ese sentido, el 23 de noviembre de 1915 se aprobó el decreto que reguló el


“descanso dominical”. Dicha normativa prohibió el trabajo los días domingo, pero
con algunas excepciones, por ejemplo: el trabajo eventual o por emergencia y la
atención de las boticas y farmacias.

A la par, se promulgó el decreto sobre “paros y huelgas”, el 29 de septiembre de


1920. En sus trece artículos se reglamentaron los casos en que los obreros y patronos
pueden declararse en huelga.

cargo la dirección, estudio y despacho de todos los asuntos relativos al trabajo y previsión social”. Véase Ministerio de
Trabajo y Previsión Social de Guatemala. “Historia del Ministerio” en
http://www.mintrabajo.gob.gt/index.php/acercadelministerio-2/130-historia-del-ministerio.html (web oficial).
Revisado el 10 de mayo de 2017.

Un año después, en República Dominicana, mediante Ley 1682 de 20 de abril de 1948, se creó la Secretaría de Estado
de Trabajo y Comunicaciones.
Sus antecedentes fueron La Ley N° 1146 sobre la regulación en las relaciones de Trabajo, norma aprobada en 1929. En
1930, la Ley N° 1312 modificó la Ley N° 1146 e instauró la Secretaría de Estado y Comunicaciones. Véase Ministerio
de Trabajo de la República Dominicana. “Historia” en http://www.ministeriodetrabajo.gob.do/index.php/sobre-
nosotros/historia (web oficial). Revisado el 10 de mayo de 2017.

En El Salvador, a través del decreto Legislativo No. 134 del 14 de Octubre de 1946, fue creado el Ministerio de Trabajo
y Previsión Social. Los antecedentes a su creación se iniciaron, el 11 de mayo de 1911, con la aprobación de la Ley de
Accidentes de Trabajo. El 2 Marzo 1927 se fundó el Despacho del Trabajo, dependiente del Ministerio de Gobernación.
El 15 Junio 1927 se establecieron las Juntas de Conciliación Departamentales. El 3 Febrero 1934, se organizó la Secretaría
de Estado que conformó el Despacho de Trabajo y en 1946, finalmente, se creó el Ministerio de Trabajo y Previsión
Social en El Salvador. Véase Ministerio de Trabajo y Previsión Social del Salvador. “Historia” en
http://www.mtps.gob.sv/institucion/historia-ministerio-de-trabajo-y-prevision-social/) (web oficial). Revisado el 10
de mayo de 2017.

En Perú, el 30 de abril de 1949, mediante decreto-ley 11009, se creó el Ministerio de Trabajo y Asuntos Indígenas.
En Perú, la génesis de la intervención estatal en asuntos laborales data de 1901. En una primera etapa, el Ministerio de
Gobierno y Policía asumió la función de registrar los contratos de servicio doméstico. En 1913 −13 de enero− se instauró
la “Sección obrera”. En 1919, se fundó la “Sección del Trabajo”, oficina dependiente del Ministerio de Fomento.
Finalmente, mediante Ley N° 8124 se creó el Ministerio de Salud Pública, Trabajo y Previsión Social. En 1949, que fue
una etapa de avances laborales, se creó el Ministerio de Trabajo y Asuntos Indígenas. Véase Ministerio de Trabajo y
Promoción de Empleo de Perú. “Reseña histórica: Los primeros pasos” en “http://www2.trabajo.gob.pe/el-ministerio-
2/ (web oficial). Revisado el 10 de mayo de 2017.

184
En 1924, la Ley de 19 de enero reguló la normativa sobre Accidentes de Trabajo. A
su vez, el decreto de 21 de julio de 1924, conformado por diez capítulos y 67
Artículos, reglamentó esa Ley.

El 18 de marzo de 1926 se aprobó la Ley de “Organización y atribuciones del


Departamento Nacional del Trabajo”.

En 1927, a través de la Ley de 12 de febrero, se organizaron cuatro “Jefaturas de


Distrito del Departamento del Trabajo”, ubicadas en “La Paz, con jurisdicción en
Beni; otra en Oruro, con jurisdicción en Cochabamba y Santa Cruz; la tercera en
Potosí, con jurisdicción en Chuquisaca y Tarija, y la cuarta en Uncía, con
jurisdicción en las provincias Bustillo, Charcas, Alonso de Ibáñez y Chayanta”.

En 1928 se reguló por Ley de 18 de abril las enfermedades profesionales.

Un quinto antecedente tuvo lugar en la Convención Nacional del 12 de agosto de


1928 en la que se aprobó el Programa del PUN. En ese encuentro se plantearon una
serie de sugerencias. Entre varias propuestas, se proyectó la redacción de un Código
Laboral y la creación del “Ministerio de Trabajo, Sanidad y Previsión Nacional”.

El historiador Manuel Frontaura Argandoña, en la obra La revolución boliviana,


detalló los pormenores de la reunión. El PUN, dirigido por Hernando Siles, aprobó
un programa que se sintetizó en trece puntos: 1) creación de un Ministerio especial
de Agricultura y Colonización; 2) fomento de la Industria agropecuaria y de
piscicultura y establecimiento de granjas y estaciones experimentales; 3) protección
de la industria forestal y arborización; 4) realización de una política hidráulica y
aprovechamiento industrial de las caídas de agua; 5) estudio geológico y
mineralógico del territorio boliviano; 6) nacionalización de la minería mediante la
participación del Estado “(a causa de este punto cayo Siles)”; 7) desarrollo de
reservas fiscales de minas y tierras; 8) restricción de monopolios; 9) creación de
bancos mineros y agrícolas; 10) formación de sindicatos y cooperativas de

185
producción y consumo; 11) fundación de una policía inmigratoria; 12)
reorganización de la hacienda pública; 13) cobro de sanciones penales y políticas
contra los defraudadores del fisco (1974:52-53).

Luego de la primera Convención, en octubre de 1930, el PUN emitió un Manifiesto


dirigido al país, donde sus militantes aseguraron que no participaron en los fallidos
actos gubernamentales de Siles Reyes. En medio de ese adverso contexto, la
juventud intelectual y obrera se escindió de sus filas para formar la CRS.

Irma Lorini, en el texto El movimiento socialista “embrionario” en Bolivia 1920-


1939, agregó que el objetivo de la CRS fue tomar contacto con otras fuerzas
nacionalistas y marxistas, entre ellas el Grupo Andes Bolivia, el Partido Socialista
de Ezequiel Salvatierra, el Cenáculo Universitario Boliviano, el Círculo
Universitario Independiente, el Club Socialista Universitario, el Sindicato
Socialista de “Solaperos”, la Sociedad Socialista de “Solaperos”, el Sindicato
Socialista de “Compraventeros”, el Sindicato Minero-Aurífero, el Partido Socialista
Obrero de Uyuni de Enrique Loza, el Sindicato Socialista de Matarifes de Ganado
Porcino, el Sindicato Socialista de Lecheras, entre otros. La CRS junto con esas
organizaciones formó la CSB.

En la plataforma programática de la CSB, aprobada en diciembre de 1935, se


contempló la creación del Ministerio de Trabajo, Comercio e Industria y la posterior
redacción de un Código Laboral. Además, se incluyó algunos principios en materia
de derechos y obligaciones de los trabajadores (1994: 202-205).

Sobre esa base, surgió un sexto antecedente. La plataforma programática de la


Confederación Socialista de Bolivia fue una guía para la elaboración del “Pacto de
Partidos Coaligados” firmado entre el PRS y el PS, el 4 de febrero de 1936. En ese
documento se ratificó la creación del Ministerio de Trabajo y Bienestar Social y la
promulgación del primer Código Laboral.

186
En La República, el 29 de mayo de 1936, en la sección titulada “Documentos
Políticos en la Actualidad”, se hizo referencia al acuerdo suscrito por el jefe del
PRS, Bautista Saavedra, y el jefe del PS, Enrique Baldivieso. En el artículo 2 de la
Organización de la Junta Mixta de Gobierno apareció el Ministerio de Trabajo y
Bienestar Social como parte de los siete ministerios que deberían administrar el
Estado. Además, en ese documento, se proyectó que el primer ministro de Trabajo
sea “un representante del Ejército” (ver imagen 14).

187
IMAGEN 14. PACTO DE PARTIDOS COALIGADOS

Véase “Documentos Políticos de Actualidad” en periódico La República. La Paz, mayo 29 de


1936, p.5

188
En respuesta a las interrogantes que dieron inicio a lo considerado hasta aquí, el
Ministerio de Trabajo surgió a raíz de una multifacética y compleja necesidad
histórica: una suma de acontecimientos, una red de contradicciones y tensiones
económicas, político-ideológicas y sociales –externas e internas− que permitieron
la creación legal de instancias laborales a escala regional y nacional. Luego, esas
instituciones fueron elevadas a rango de secretarias y ministerios de Trabajo.

Para tal efecto, para esclarecer esa posición bajo una óptica más integral, se citan
las versiones de varios autores sobre el tema.

4.5.2. ALGUNAS INTERPRETACIONES POCO EXACTAS

En relación a la pregunta ¿El Ministerio de Trabajo fue obra de un individuo? no se


encontró documentación que lo compruebe. Sin embargo, algunos autores
afirmaron que Carlos Montenegro fue un actor determinante para la creación de esa
Cartera de Estado.

En el capítulo “Claudicación Socialista” del texto El Dictador suicida, Augusto


Céspedes afirmó que, tras el ingreso a la Presidencia de Toro, Carlos Montenegro
“planteó y consiguió la creación del Ministerio de Trabajo que se entregó
posteriormente a un dirigente obrero” (1979:159).

En esa línea, Yolanda Céspedes de Montenegro, en el libro Carlos Montenegro un


nombre para la Historia, corroboró que fue en el gobierno del Cnl. David Toro
donde se aprobaron varias políticas sociales impuestas por los revolucionarios: “A
sugerencia de Carlos se creó el Ministerio de Trabajo, nombrando por vez primera
de titular de esa Cartera a un obrero” (1997:21).

Sobre la interrogante ¿El Ministerio de Trabajo surgió como producto de las


jornadas de mayo impulsadas por la FOT y la FOL? se dilucidó lo siguiente:

189
La creación de la repartición de Trabajo fue promulgada de forma tácita mediante
decreto supremo de 17 de mayo de 1936. Empero, Waldo Álvarez, en su libro
Memorias del primer ministro obrero: Historia del movimiento sindical y político
boliviano 1916-1952, relató que en la asamblea de la FOT y la FOL, que se llevó a
cabo la noche del 19 de mayo de 1936, se planteó la necesidad de tener por primera
vez un representante obrero en el gobierno y se solicitó la creación de un Ministerio
de Trabajo. Narró, además, que en esa reunión un trabajador gráfico español,
apellidado Herrera, sugirió el nombre del dirigente obrero Waldo Álvarez para el
cargo de ministro. Una segunda candidata fue una mujer perteneciente al Sindicato
de Floristas. Álvarez resaltó que la votación hacia su candidatura fue unánime.

Acto seguido, se redactó una nota en conjunto con la FOT y la FOL en la que se
solicitó la creación del Ministerio de Trabajo y la designación de Álvarez como su
ministro.

Por último, el autor se refirió a la reunión que tuvo con el Presidente David Toro.
En ese encuentro, el primer mandatario felicitó al representante gráfico por haber
obtenido la confianza de la clase trabajadora y aceptó su nombramiento (2016:95).

En síntesis, el relato de Álvarez subrayó que fue en la reunión de los trabajadores –


el 19 de mayo– donde se solicitó la creación del Ministerio de Trabajo y la
designación de un ministro obrero. Sin embargo, esa Cartera de Estado, se reitera,
ya se había instituido de forma tácita, dos días antes, mediante decreto de 17 de
mayo de 1936.

De acuerdo al decreto de 17 de mayo de 1936, incluido en esta investigación (Texto


Legal 1), se confirmó que el Ministerio de Trabajo, Comercio y Previsión Social
fue creado bajo el gobierno provisional de Germán Busch –que duró de 5 días– y
tuvo como primer ministro al dirigente del PRS, Pedro Zilveti Arce.

190
De igual forma, otros autores afirman que ese Portafolio de Estado fue creado por
el Presidente David Toro y que su primer secretario fue el dirigente gráfico Waldo
Álvarez. Así se demostró en el libro Capitalismo, modernización y resistencia
popular (1825-1952) de Gustavo Rodríguez Ostria: “en la presidencia de David
Toro se crearon espacios para apoyar fines reformistas, uno de ellos fue el
Ministerio de Trabajo: Inicialmente –en un gesto simbólico– colocó al frente a
Waldo Álvarez España, gráfico y líder de la FOT” (2014:175).

José Vargas Valenzuela, de igual manera, en el libro Nacionalismo con desarrollo


y seguridad, aseguró que “David Toro desarrolló una política de nacionalizaciones
a favor de los trabajadores y en contra de las transnacionales”. En esos términos,
confirmó que Toro creó el Ministerio de Trabajo y Yacimientos Petrolíferos
Fiscales Bolivianos (1971:182).

A su vez, Huáscar Rodríguez, en su obra Choledad Antiestatal: el


anarcosindicalismo en el movimiento obrero boliviano, 1912-1965, planteó que “el
flamante gobierno de Toro cristalizó sus primeros propósitos en la creación de la
primera Cartera de Trabajo y, además, nombró como autoridad de la nueva
institución al dirigente gráfico Waldo Álvarez, un acontecimiento memorable para
la población” (2010:151).

En el Digesto Laboral Boliviano, coordinado por Ada Arenas Sandoval, se aseveró


que el Ministerio de Trabajo fue creado el 22 de mayo de 1936 a la cabeza del
dirigente gráfico Waldo Álvarez España. Asimismo, indicó que ese acontecimiento
marcó el deceso de una etapa histórica laboral y el nacimiento de otra. También
resaltó el protagonismo del movimiento obrero en la posguerra, mediante la lucha
por reivindicaciones políticas (2014:18).

José de Mesa, Teresa Gisbert y Carlos D. Mesa, de igual manera, en el capítulo “El
péndulo: viejo orden o revolución” incluido en el libro Historia de Bolivia,
mencionaron que “los primeros signos del cambio los marcó precisamente el nuevo

191
equipo ministerial (de David Toro). Se crearon dos ministerios, el más importante
el de Trabajo y Previsión Social que se le encomendó a un trabajador, Waldo
Álvarez. Fue el primer caso en la historia boliviana de un obrero en el gobierno.
Álvarez era linotipista y secretario general de la FOT” (1999:557).

En otros términos, el escritor Valentín Abecia López, en su obra Montenegro,


afirmó que el proyecto de creación del Ministerio de Trabajo fue redactado por tres
“ideólogos de la revolución socialista y de avanzada” entre ellos Carlos
Montenegro, Alberto Mendoza López y Natalio Antezana. Empero, el autor afirmó
que la creación de dicha institución aún no fue esclarecida:

La creación del Ministerio de Trabajo ha sido discutida en múltiples


ocasiones, aunque ciertamente, jamás aclarada del todo. Se ha
manifestado que la idea de su creación fue largamente acariciada por
Montenegro siguiendo los modelos socialistas implantados en otros
países, es así que, cuando Toro asciende al poder, de la mano de Busch
sugiere, apunta y luego impone la creación de un| Ministerio que se
ocupe de los trabajadores, de sus necesidades, de su defensa (1997:94).

Esas versiones equivocadas fueron alimentadas a raíz del silencio mediático que se
vivió en el país por la huelga de los gráficos.

Debido a que los periódicos bolivianos cerraron edición el 10 de mayo y retomaron


sus funciones entre el 19 al 21 de mayo de 1936 se invisibilizó el decreto de 17 de
mayo de 1936, que designó como Presidente provisional al Tcnl. Germán Busch y
como primer ministro de Trabajo, Comercio y Previsión Social al Republicano
Socialista Pedro Zilveti Arce.

En ese sentido y por lo indicado, la creación del Ministerio de Trabajo, el 17 de


mayo de 1936, fue la respuesta a una sentida y multidimensional necesidad
histórico-social, global y local, que surgió como producto de la exacerbada
explotación de la fuerza de trabajo por el capital.

192
4.6. PRINCIPALES AUTORIDADES

El Ministerio de Trabajo y Previsión Social, bajo los gobiernos nacionalistas de Toro y


Busch (1936-1939), contó, en su etapa fundacional, con siete ministros de Estado, que
contribuyeron, a su modo, en la consolidación de esa institución y la elaboración de la
Legislación Laboral, en 1939.

4.7. UN REPUBLICANO SOCIALISTA COMO PRIMER MINISTRO DE


TRABAJO

El primer ministro de Trabajo, Comercio y Previsión Social, fue Pedro Zilveti Arce.
Esa autoridad nació el 19 de octubre de 1897, en Sucre, y falleció el 8 de febrero de
1978. En su carrera política fue dirigente y miembro del PRS y del Partido de Unión
Republicana Socialista (PURS). Además de político fue escritor y periodista.

Según el Diccionario político histórico cultural, escrito por Guillermo Lora, a sus 31
años, Zilveti fue diputado (1928). Después de la guerra del Chaco, ocupó cargos de
ministro de Trabajo en el gobierno provisional de Germán Busch (1936) y ministro de
Obras Públicas en el mandato de David Toro (1936). Once años después, en 1947, fue
designado como Canciller. En el ocaso de su vida política fue Presidente del Congreso
(1950) y Embajador de Brasil, en 1951 (1985:603).

Zilveti es autor de la obra Bajo el signo de la Barbarie. Texto que lo trabajó en pleno
exilio y lo publicó en 1946. En la parte introductoria Zilveti declaró “que no hubiera
querido tener motivos ni materia para escribir este libro amargo en el que tan a lo vivo
aparecen el dolor y la humillación de mi patria” (1946:11).

En ese escrito histórico, se pasó revista al periodo de la posguerra (1936-1944). A la


par, se expuso el Plan Gubernamental y el Estatuto Orgánico de la Logia Militar
Mariscal Santa Cruz y también la nómina de los miembros de dicha organización.
Según el autor, el objetivo de exponer esos documentos, en plena coyuntura del

193
gobierno de Gualberto Villarroel, fue “con el fin de que la opinión pública forme cabal
juicio de la encrucijada en que cayó y se debate el país”.

Por renuncia de los miembros de la Junta de Gobierno, mencionada en el decreto


supremo de 22 de mayo de 1936, Zilveti Arce sólo logró estar en el cargo de ministro
de Trabajo por cinco días (del 17 al 22 de mayo de 1936). A través del mismo decreto
supremo de 22 de mayo, ocupó el cargo de ministro de Fomento, Obras Públicas y
Comunicaciones.

4.8. UN DIRIGENTE GRÁFICO COMO SEGUNDO MINISTRO DE TRABAJO

A través del decreto de 22 de mayo de 1936 (véase Texto Legal 2), Waldo Álvarez
España fue designado como ministro de Trabajo y Previsión Social de forma interina141.
Fue la primera autoridad transitoria de esa entidad estatal, “en representación de las
clases obreras, mientras se organicen en toda la república y designen su representante
definitivo ante la Junta de Gobierno”.

141 Mediante Comunicado de 24 de junio de 1936, publicado por el periódico La Calle, Waldo Álvarez es nombrado
como titular definitivo de la Cartera del Trabajo. “En la Asamblea general de sindicatos realizada anoche, el señor Álvarez
rindió informe de la gestión ministerial, indicando que había hecho depender su aceptación definitiva de la Cartera que
ocupaba dentro del nuevo gabinete, del voto ratificatorio de la Asamblea que se efectuaba. Habiéndose producido la
ratificación por voto unánime de los asambleístas se hizo constar que el señor Waldo Álvarez ocupa la Cartera del Trabajo
y Previsión Social con carácter definitivo”. Véase “Comunicado: Ratificación del mandato conferido al ministro de
Trabajo por las Organizaciones obreras” en periódico La Calle. La Paz, junio 25 de 1936, p. 1.

194
TEXTO LEGAL 2
DECRETO DE 22 DE MAYO DE 1936
El CORONEL DAVID TORO R.,
Presidente de la Junta de Gobierno.
CONSIDERANDO:
Que por renuncia de los miembros de la Junta de Gobierno es necesario proveer el Poder
Ejecutivo;
Consultados el Ejército y los Partidos Republicano Socialista y Socialista, solidarios en
la evolución política producida y en las finalidades socialistas que persigue
DECRETA:
Artículo 1º. Constituyese la Junta de Gobierno en la siguiente forma:
Presidente de la Junta, Coronel don David Toro R.
Miembros de la Junta encargados de los Despachos que se detallan:
Relaciones Exteriores, Propaganda y Culto, señor don Enrique Baldivieso;
Gobierno y Justicia, Tcnl. Don Julio Viera;
Defensa Nacional, señor don Gabriel Gosálvez;
Minas y Petróleos, Tcnl. Don Antenor Ichazu;
Hacienda, Estadística y Consumos, señor don Fernando Campero Álvarez;
Fomento, Obras Públicas y Comunicaciones, señor don Pedro Zilvetti Arce;
Agricultura, Colonización e Inmigración, Cnl. Don Luis Añez:
Industria y Comercio Tcnl. Don José Rivera L.
Trabajo y Previsión Social, señor don Waldo Álvarez, en representación de las clases
obreras, mientras organicen en toda la república y designen su representante definitivo
ante la Junta de Gobierno.
Artículo 2º. Los miembros de la Junta de Gobierno, asumirán sus altas funciones, el día
de mañana a horas 11 y 30.
Artículo 3º. En tanto se constituyan en la sede de Gobierno los titulares encargados de
los Despachos de Industria y Comercio y Educación y Asuntos Indigenales, ejercerán
esas funciones el Tcnl. Don Jorge Jordán y el May. Raúl Tovar, respectivamente.
Artículo 4º. Los miembros de la Junta de Gobierno serán inamovibles en sus situaciones
y despachos por todo el tiempo que dure el Gobierno Provisorio.
Artículo 5º. Todos los asuntos de importancia, institucional y administrativa, serán
sometidos a conocimiento y resolución de la Junta en pleno, además de los expresamente
reservados al Consejo de Gabinete por la Ley de Organización Política y Administrativa.
Artículo 6º. Las atribuciones y reparticiones del Ministerio de Guerra, pasan, desde la
fecha, al Ministerio de Defensa Nacional.
Dado en el Palacio de Gobierno de la ciudad de La Paz, a los veintidós días de mayo de
1936.

Véase “Está Resuelta la Organización del Gobierno de la República” en periódico La República.


La Paz, mayo 23 de 1936, p.5.

195
A sus 36 años, Álvarez España fue elegido como ministro en la repartición de Trabajo
y Previsión Social. A escala nacional y latinoamericana se convirtió en el primer
ministro obrero. Pero, ¿quién fue ese personaje?

Álvarez nació en 1900, año en que la corriente liberal estaba en el poder, bajo la
presidencia del Gral. José Manuel Pando (1899-1904). El dirigente gráfico narró su
vida en su célebre texto Memorias del primer ministro obrero: Historia del movimiento
sindical y político boliviano 1916-1952.

La niñez de Álvarez España fue difícil. En su infancia empezó a trabajar debido a que
su padre, Plácido Álvarez, murió. A los ocho años se convirtió en “suplementero”,
vendía periódicos. Luego, su vida dio un giro de 180 grados, pues en su adolescencia
su condición económica mejoró. Trabajó como aprendiz de tipógrafo en periódicos
como El Diario y El Tiempo. A sus dieciséis años, con la juventud de su gremio, fundó
la “Federación de Artes Gráficas” (1916).

Álvarez, recordó que, pese a que la fortuna tocó su puerta, el dinero y los amigos fueron
su mayor perdición. El alcohol, los vicios y el juego fueron su ruina. En esa época,
perdió todo, familia, casa, amigos y tuvo que vender sus posesiones.

Empero, después de la tormenta siempre sale el sol. A los 22 años, él consiguió un


trabajo en una empresa pequeña y se casó con Teresa Cornejo, un amor del pasado.
Tuvo cinco hijos. Elsa, Waldo, Tita, Yolanda y Antonio.

Esos años fue recontratado por El Diario. En esa etapa de su vida, conoció y se
relacionó con intelectuales, catedráticos y periodistas, entre ellos: José Cuadros
Quiroga editorialista de ese matutino quien a su vez le presentó a José Antonio Arze,
docente de la carrera de Sociología de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA)
y también dirigente de la Federación Universitaria Boliviana (FUB). En poco tiempo,
los tres fueron grandes amigos.

196
En 1930, fue elegido Presidente de la Federación de Artes Gráficas. En septiembre de
ese año, en una coyuntura sindical adversa, fundó el periódico La Huelga, matutino que
se enfocó en la defensa de los trabajadores. Esa acción sirvió para hacer frente al
régimen de Carlos Blanco Galindo (1930-1931), quién persiguió y confinó a dirigentes
sindicales.

En su gestión se logró que no se redujeran el 20 por ciento de los haberes de los


trabajadores de El Diario, puesto que por el incremento en la competencia de nuevos
medios de prensa el tiraje de 4.000 había bajado a 3.000.

Un año después, fue nombrado Presidente de la primera Agrupación Socialista


Revolucionaria conformada por cuarenta personas. Álvarez estuvo en la dirigencia de
dicha organización acompañado de grandes personalidades como Walter Guevara, José
Cuadros Quiroga y José Antonio Arze.

La historia de su lucha continuó, pues la coyuntura política y sindical bajo el gobierno


de Daniel Salamanca (1931-1934) se polarizó y fue más hostil.

Bajo una línea anti-obrerista, Salamanca presentó al Poder Ejecutivo el proyecto de Ley
de Defensa Social. El 3 de enero de 1932, junto con la FOT, la FOL y la FUL
(Federación Universitaria Local), Álvarez organizó un mitin en contra de la aprobación
de esa Ley. Esa manifestación tuvo éxito. Se detuvo la aprobación de esa Ley, pues el
gobierno prefirió evitar el inicio de una revolución. Empero, fue una victoria a medias,
porque en 1932, con el inicio de la Guerra del Chaco, el movimiento sindical se
constituyó en un blanco de ataque del gobierno. La conflagración fue una cortina de
humo que logró pulverizar la existencia de los sindicatos. Así, Salamanca logró acallar
la voz de los sindicatos y sus medios de prensa con el empastelamiento y cierre de
talleres de imprenta.

197
4.8.1. DEL EXILIO AL MINISTERIO DE TRABAJO

Ese contexto, a un año de la guerra, fue más crítico para los dirigentes sindicales
izquierdistas y comunistas. En 1933, Waldo Álvarez junto a José Cuadros Quiroga
y José Antonio Arze apelaron al “exilio voluntario”. Su destino fue Perú. Sin
embargo, Álvarez se vio forzado a regresar a territorio nacional debido a que recibió
un telegrama con malas noticias. Su hijo se encontraba enfermo. Tres días después
de su regreso, el niño murió debido a una dolencia intestinal.

Además del luto por su hijo, tuvo que pasar varios meses sin empleo, hasta que fue
contratado por Última Hora.

Su historia, desde entonces, se complicó aún más. En noviembre de 1934 fue


víctima de calumnia. Lo demandaron por “un manifiesto que instaba a los
combatientes a no luchar contra los paraguayos y más bien confraternizar”. Ese
documento circuló con el pseudónimo de “Adams”. Con el fin de no bajar la guardia
en la guerra, los componentes del capitalismo minero aseguraron que Adams era
Waldo Álvarez España. Solicitaron que como castigo se lo envíe a las primeras filas
en la defensa por el territorio del Chaco.

Empero, al no comprobarse la acusación, fue deportado al Perú el 9 de noviembre


de 1934 con dos personas más. Su viaje al vecino país fue una odisea, ya que no
tenía dinero para viajar a Lima. Pronto, en Perú logró encontrar a sus amigos Arze
y Cuadros, con quienes se instaló en un departamento. Junto a ellos un joven aprista,
Gustavo Romero, y el chuquisaqueño herido de guerra, Abel Baspineiro. Aunque
los cinco amigos vivieron en paupérrimas condiciones, varios meses después
lograron conseguir trabajo.

Tuvo que pasar la guerra para que Álvarez regresara a Bolivia. Por un contrato en
el periódico El Diario, él retornó a su tierra.

198
Sus años en Perú forjaron en él una tendencia “socialista” de avanzada. En la
formación de todo ese andamiaje político intervinieron varias personalidades que
compartían amistad con José Antonio Arze, entre ellos Atilio Sivirich, Director de
la Biblioteca Nacional de Lima, Rómulo Betancour, comunista venezolano
exiliado, y Víctor Raúl Haya de la Torre, jefe de la Alianza Popular Revolucionaria
Americana (APRA).

El retorno a Bolivia de Álvarez España fue en una coyuntura de crisis económica,


política-ideológica y social. En ese momento, las tensiones en el país se exacerbaron
y fruto de ello se organizaron nuevos partidos con tendencia nacionalista y
comunista.

En 1936, fue elegido como Secretario del Bloque Socialista de Izquierda,


organización que nació a raíz de la escisión de la agrupación Beta Gama. La
fundación del Bloque fue a sugerencia de José Aguirre Gainsborg, Hernán Siles
Suazo y algunos miembros disidentes de la logia Beta Gama. Ese grupo también
ostentó la presencia de importantes intelectuales de Cochabamba, como Ricardo
Anaya y Luis Raúl Durán.

En su vida política, además, fue protagonista en la reorganización del Sindicato


Gráfico, sector que fue vanguardia en el levantamiento de mayo de 1936 (:44-164).

Como se mencionó líneas arriba, Álvarez fue elegido mediante reunión de la FOT
y la FOL como representante obrero para ocupar el cargo de ministro de Trabajo.
Así lo dio a conocer el vespertino Última Hora, “las clases trabajadoras por voto
unánime de los sindicatos y cuerpos organizados han elegido al Señor Álvarez: Es
la primera vez que un gobierno Sudamericano da participación en el poder a un
Obrero”142:

142Véase “Un representante de las clases obreras integrará la Junta Mixta de Gobierno” en periódico Última Hora. La
Paz, mayo 21 de 1936, p.4.

199
Anoche, a las 21 y 30, en el salón principal del Concejo Municipal, se
realizó la asamblea convocada por la Federación Obrera Local y la
Federación Obrera del Trabajo, con el exclusivo objeto de nombrar un
delegado proletario a la Junta del Gobierno Provisorio que preside el
Tcnl. Busch. (…) A moción de varios delegados fue designado por
unanimidad representante del proletariado ante la Junta de Gobierno el
señor Waldo Álvarez, quien en breves términos agradeció la
designación hecha a su persona143.

El nombramiento de un representante obrero ante la Junta de Gobierno causó


satisfacción en los trabajadores del país, a tal punto que se organizó una marcha
obrera en apoyo del gobierno de turno. Ese hecho fue visibilizado en Última Hora
de la siguiente manera:

El Partido Socialista y la Federación Obrera del Trabajo y demás


gremios y corporaciones sindicales que hacen acción conjunta y
solidaria con ese partido, han organizado para esta tarde la primera gran
manifestación socialista que se realizará en el país (…) Partirá de la
Plaza Venezuela a horas 17, para concluir ante el Palacio de Gobierno
después de hacer un amplio recorrido, será también de júbilo por
haberse integrado a la Junta de Gobierno un representante de las clases
trabajadoras144.

En la manifestación de la clase obrera del 21 de mayo de 1936, el primer


mandatario, David Toro, manifestó que “el Ejército ha querido reintegrar el nuevo
Gobierno con un genuino representante de la clase trabajadora para que comparta

143Véase “W. Álvarez, delegado del proletariado en la J. de Gobierno” en periódico La Fragua. La Paz, mayo 20 de
1936.

Véase “Un gran mitin popular de apoyo a la revolución socialista se efectúa hoy” en periódico Última Hora. La Paz,
144

mayo 21 de 1936, p.8.

200
las angustias del gobierno y estudie todos los problemas que le afectan y para que
en consorcio nuestro colabore en todo lo que signifique bien para el país”145.

4.8.2. EL MINISTERIO DE TRABAJO Y SUS ATRIBUCIONES

En el mandato de Waldo Álvarez se fijó las atribuciones del Ministerio de Trabajo,


mediante decreto supremo de 2 de junio de 1936. Las funciones de esa institución,
en el momento de su creación, fueron las siguientes: 1) La organización legal del
trabajo; 2) la implementación de cooperativas de previsión y crédito; 3) la
construcción de viviendas obreras en las minas y otros centros alejados de las
poblaciones y la construcción de casas para trabajadores; 4) la reglamentación de
leyes enfocadas al costo de la vida, salarios, jornada de trabajo, accidentes laborales,
enfermedades profesionales, censo patronal y obrero, trabajo de las mujeres y
niños, vacaciones anuales e instalación de salas cunas, y 5) la generación de
políticas para evitar la desocupación y el paro forzoso de los trabajadores146.

En cuanto a su organización, el Ministerio de Trabajo se dividió en tres secciones:

1) La sección de Previsión Social que tenía como función la reglamentación del


seguro obligatorio para evitar enfermedades, accidentes de trabajo, paros forzosos,
vejez, invalidez y muerte, y la organización del ahorro obrero.

2) La sección de Bienestar social que se enfocó en el tema sanitario y de higiene de


la población en general y de los trabajadores en particular.

3) La sección del Trabajo Campesino. En la norma no se específicó sus funciones.

Entre otras obligaciones, tuvo como tuición la regulación y arbitraje de los contratos
laborales y la intervención en los conflictos entre empleadores y trabajadores. A su

145Véase “La revolución no entronizará caudillos civiles ni militares – dijo el Coronel Toro” en periódico El Diario. La
Paz, mayo 22 de 1936, p.1.
146 Véase decreto supremo de 2 de junio de 1936. “Atribuciones Ministeriales.- Se fija concretamente las que
corresponden a Trabajo y Previsión Social”. La Paz, junio 2 de 1936. Anuario Administrativo Tomo 2.

201
vez, debía regular la sindicalización obligatoria de los trabajadores y los
empresarios.

Las instancias que pasaron a depender de la Cartera de Trabajo fueron 1) la Oficina


Nacional del Trabajo, 2) la Caja de Ahorro y Seguro Obrero, 3) la Dirección General
de Sanidad Pública, 4) la Dirección de la Lucha contra la Tuberculosis y 5) las
Sociedades de Beneficencia.

4.8.3. LA POSGUERRA Y EL REAJUSTE DE SUELDOS Y SALARIOS

La guerra del Chaco generó una exacerbada inestabilidad económica en el país y


trajo consigo el alza de precios de primera necesidad, el incremento del costo de los
alquileres, el aumento del costo de vida en más del cien por ciento. Todo eso se
sintetizó en una galopante inflación.

En ese contexto, una de las primeras políticas que se implementó en el gobierno de


David Toro fue el reajuste de sueldos y salarios: “El actual gobierno, no podía pues,
quedar indiferente ante la álgida situación de los individuos sujetos a horario y
salario, y obrando con altura de miras y una amplia y clara visión expidió el decreto
sobre bonificación que viene a beneficiar enormemente a un número considerable
de la población”147.

En esa línea, el primero de junio de 1936 se dictó el decreto transitorio de Reajuste


de Sueldos y Salarios148. Esa medida fue aprobada en los primeros diez días de
gestión del gobierno del Cnl. Toro. Luego, la normativa fue reglamentada por
decreto de 27 de junio de 1936. Según la disposición, el criterio de reajuste de
sueldos y salarios se basó en factores como la “depreciación monetaria, el

147Véase “El problema económico y el decreto de Bonificación General” en periódico La Calle. La Paz, julio 4 de 1936,
p.3.
148Véase decreto supremo de 1 de junio de 1936. “Sueldos y salarios mínimos.- Se fija con carácter imperativo, mientras
se precise el valor adquisitivo de la moneda”. La Paz, junio 1 de 1936. Anuario Administrativo Tomo 2.

202
porcentaje de aumento de índices reales de evasión del costo de vida, cuya
promediación sobre diferentes ítems de gastos de subsistencia, vestido,
alimentación, etc. fue de un 120 por ciento en toda la República”149.

En relación al cumplimiento del pago de sueldos y salarios, varias empresas se


resistieron a incrementar el monto de estipendios a sus trabajadores. Por ese motivo,
los medios de prensa fueron los protagonistas de recibir y socializar las demandas
en contra de los empresarios por falta de pago de remuneraciones. Por ejemplo, el
3 de julio de 1936, La Calle tituló “Airada resistencia al decreto de Bonificación de
Sueldos: La Casa Gunther, el enorme pulpo de Sorata, sigue pagando sueldos y
salarios de hambre”150. Dos días después, El Diario publicó un fragmento del
memorial del Sindicato de Maestros de Educación Física. Dicho documento
dirigido al Presidente de la Junta Militar exigió la igualdad de haberes para los
maestros de otras asignaturas de niveles primario y secundario con el salario de los
profesores de Educación Física151.

Otra medida sobre reajuste de haberes se aprobó el 9 de marzo de 1937. En dicha


disposición legal se planteó el incremento de sueldos y salarios a favor de los
empleados públicos y particulares.

4.8.4. LOS CARGOS PÚBLICOS Y LOS EXCOMBATIENTES

Vinculada a la crisis económica, el país acarreó una exacerbada crisis social que
produjo el despertar ideológico-político de la conciencia nacional. En ese contexto,
se organizaron nuevos partidos políticos, organizaciones sindicales y,

Véase decreto supremo de 27 de junio de 1936. “Bonificación.- Establécese la nueva escala de haberes y salarios en
149

moneda nacional”. La Paz, junio 27 de junio 1936. Anuario Administrativo Tomo 2.


150Véase “Airada resistencia al decreto de bonificación de Sueldos: La Casa Gunther, el enorme pulpo de Sorata, sigue
pagando Sueldos y Salarios de hambre” en periódico La Calle. La Paz, julio 3 de 1936, p.7.
151Véase “Los maestros solicitan la igualdad de haberes: El Sindicato de Educación Física se dirigió al Presidente de la
Junta Militar de Gobierno en tal sentido” en periódico El Diario. La Paz, julio 5 de 1936, p.11.

203
paralelamente, cobró gran importancia el accionar de la LEC, dicho tema fue
abordado en el capítulo 3.

La LEC estuvo conformada por los excombatientes, la Asociación de Prisioneros y


la Asociación de Mutilados e Inválidos de guerra. Fue una organización muy fuerte
en el gobierno de David Toro y Germán Busch (1936-1939). En ese marco y en
cumplimiento al pliego petitorio de ese organismo152 se decretó la preferencia en el
ingreso a los cargos públicos de excombatientes153.

La disposición fue promulgada también en celebración del primer aniversario de la


firma del protocolo preliminar de paz: “En un día por muchos conceptos
memorables para la nación, porque en él se dio término a la campaña del Chaco154”.

Empero, en la opinión de los medios de prensa se debía elegir funcionarios por


“idoneidad” y no solamente por la presentación de la libreta de desmovilizado. Un
ejemplo de lo mencionado fue expresado en El Diario:

Como a la prensa no le está dado sólo de criticar sin sugerir los


remedios, corresponde señalar el de establecer esa gradación de aptitud
y de conocimientos. Ese remedio no puede ser otro que el examen de
competencia, en determinados casos, como en los de provisión de
jefaturas de oficina o altas reparticiones del Estado; llamando por
ejemplo a la presentación de tesis sobre la organización y mejor
desenvolvimiento de cada oficina, tesis que podía ser escrita por el
interesado o interesados que se inscriban en un concurso dado y en

152Entre sus principales puntos, el pliego señaló: 1) proporcionar trabajo a los Excombatientes, de acuerdo a su capacidad,
preparación y teniendo en cuenta para determinar sus haberes o el cargo a conferirse los años de práctica en su
especialidad, su última colocación o sus aptitudes personales y 2) substituir todo elemento masculino empleado en
oficinas públicas o particulares que no acredite su calidad de excombatiente, por auténticos excombatientes, capacitados
por el desempeño de esos cargos. Véase “Pliego de Peticiones” en La República. La Paz, junio 11 de 1936, p. 6.
153Véase decreto supremo de 12 de junio de 1936. “Opción a cargos públicos.- Grados de preferencia entre los
excombatientes”. La Paz, junio 12 de 1936. Anuario Administrativo Tomo 2.
154Véase “Serán preferidos en los cargos públicos los excombatientes” en periódico La Razón. La Paz, junio 11 de 1936,
p.4.

204
presencia un tribunal “ad-hoc”, así el autor de la mejor tesis podría
vivirla y ponerla en práctica, como demostración de que no sólo es un
teorizante sino un hombre de acción155.

4.8.5. EL DESEMPLEO Y EL TRABAJO OBLIGATORIO

Un recurso para reducir el índice de desempleo en Bolivia en el periodo de la


posguerra (1936-1939) fue la promulgación del decreto del trabajo obligatorio. Esa
normativa formó parte del Programa Mínimo de Acción Socialista implementado
por el gobierno de David Toro.

Un antecedente anterior a ese decreto fue la implementación de una Oficina de


Reocupación que fue proyectada, en enero de 1935, bajo el gobierno de Tejada
Sorzano. Esa unidad debía funcionar bajo la dependencia del Departamento del
Trabajo. “El objetivo de la oficina consiste primeramente en conocer y determinar
el número de empleados y de obreros que se ofrecen para trabajar en las minas,
fábricas, talleres, vías de comunicación y otras industrias; en segundo lugar conocer
el número de empleados y obreros que requieren las diversas empresas enumeradas,
consignado en lo posible las condiciones de trabajo”156. Entre otras funciones, esa
repartición se encargó de seguir el proceso de ingreso de los excombatientes y
prisioneros de guerra a una fuente laboral.

155 Véase “La preferencia a excombatientes” en periódico El Diario. La Paz, junio 21 de 1936, p.6.
156 Véase “El Gobierno estudia la forma de organizar la Oficina Nacional de Reocupación anexa a la D. G. del Trabajo”
en periódico La Razón. La Paz, enero 25 de 1936, p.5.
Según otra publicación de prensa, un referente anterior sobre trabajo obligatorio se desarrolló en la civilización Inca del
Perú. Desde otra perspectiva, el periodista Pastor Valencia Cabrera, en La Calle, sostuvo que el trabajo obligatorio fue
inherente a un “Estado socialista”.
“La implantación del trabajo obligatorio para los ciudadanos de un país como signo inequívoco de la existencia de un
Estado socialista, que hoy está de moda el establecerlo de grado o por la fuerza, nos lleva naturalmente a pensar en la
rígida organización social de los incas. Después del gran culto tributado y la divinidad personificada en el Sol, era el
trabajo obligatorio la segunda sino la primera ley fundamental del Estado incaico, a tal punto que incluso se castigaba en
él con pena de muerte la ociosidad. Véase “La Ley del trabajo obligatorio entre los antiguos indios del Perú” en periódico
La Razón. La Paz, febrero 26 de 1936, p.4.

205
El trabajo obligatorio, con la creación del Ministerio de Trabajo, se promulgó
mediante decreto supremo de 6 de julio de 1936157.

Ese precepto legal estableció la ocupación o reocupación de todos los “estantes y


habitantes”, entre 18 a 60 años de edad, de toda la República con excepción de los
física e intelectualmente inhábiles. El cumplimiento de ese decreto fue acreditado
mediante el “Carnet de Trabajo” que debía ser entregado por la empresa, oficina o
“patrono”.

La policía de Seguridad, en las ciudades, y los alcaldes de campo, en comunidades


agrícolas, estaban encargados de la emisión del carnet158. Asimismo, los
desmovilizados y repatriados debían ser reingresados a sus fuentes laborales a los
veinte días de aprobado el decreto.

En caso de no contar con el Carnet de Trabajo, los desocupados tenían que enrolarse
en las brigadas o destacamentos de trabajo. Luego, el Ministerio de Trabajo registró
a esa población según su profesión, capacidad, oficio y aptitud. Acto seguido, la
institución debía insertarlos a una fuente laboral, precautelando las condiciones de
vida, trabajo y remuneración.

En la planilla de registro del Ministerio de Trabajo se incluyeron los siguientes


datos: de manera inicial, debía incluirse el número de trabajadores, nombres,
edades, género y lugares de origen. Luego, se debía especificar si la persona sabía
leer y escribir y detallar la cantidad de dependientes en la familia. Entre otros datos,

157Véase decreto supremo de 6 de julio de 1936. “Trabajo obligatorio.- Establécese para todos los estantes y habitantes
de la República”. La Paz, julio 6 de 1936. Anuario Administrativo Tomo 2.
158En referencia a lo citado, “la entrega de los carnets o certificados de trabajo por la instancia policial a los profesionales
en derecho no fue una medida aplaudida por el Colegio de Abogados. Dicha instancia mandó un memorial al ministro de
Gobierno y Justicia sugiriendo que no sea la policía de seguridad la encargada de otorgar esa certificación, ya que la
policía puede ser fácilmente engañada y extienda certificados de trabajo a elementos, que aún siendo abogados, no
ejerciten la profesión. El Colegio de Abogados con los registros y matrículas que tiene en su Secretaría Permanente puede
con estricta certeza otorgar los certificados del caso”. Véase “El trabajo obligatorio y el Colegio de Abogados” en
periódico El Diario. La Paz, agosto 2 de 1936, p.6.

206
se anotaban algunas referencias de la antigua fuente laboral del trabajador como,
por ejemplo, el lugar de trabajo y salario que percibía.

En ese formulario (véase Imagen 15) también se registraban las referencias de la


nueva fuente laboral: 1) Fecha de ingreso, 2) nombre del establecimiento, 3) monto
del salario actual y 4) algunas observaciones.

IMAGEN 15
REGISTRO DE REOCUPACIÓN

Ministerio de Trabajo y Previsión Social Departamento…………..


Provincia……………….
Cantón………………….
Identificación Profesional Localidad……………….
Fecha en que se abre el
Registro…………………
Trabajadores…………………………………………………………………… ……………..

Miembros de familia que


percibía anteriormente

Empresa o casa donde


¿Sabe leer y escribir?

Sueldo o Salario que

Sueldo o Salario que

Tiempo que trabajó

Fecha de ingreso al
gana actualmente

Establecimiento
establecimiento

Observaciones
Nombre del
Natural de
Número

Nombre

sostiene
trabajó
Estado
Edad

Sexo

Véase Ministerio de Trabajo, Previsión Social y Salubridad. “Boletín del Ministerio de Trabajo, Previsión
Social y Salubridad, 1937:141.

4.8.6. EL REGISTRO Y EL PADRÓN ESTADÍSTICO DE


TRABAJADORES

Sumado a esos datos, la Dirección General de Trabajo, dependiente del Ministerio


de Trabajo, debía elaborar un padrón estadístico general de los trabajadores en el
país “con el objetivo de que se conozca oficialmente la potencialidad de brazos con
que se cuenta para el trabajo y por tanto para la producción”. El registro debió

207
contemplar tanto empleados públicos como particulares159. Así, las empresas,
empleadores, oficinas, entre otros, en el lapso de veinte días luego de expedido el
Decreto, tenían la obligación de enviar las listas de requerimiento de personal,
especificando el número de empleados, el tipo de trabajo, y el salario asignado.

El incumplimiento del decreto de trabajo obligatorio derivó en una multa de cien a


quinientos bolivianos, monto que debía ser pagado en instancias del Ministerio de
Trabajo. El dinero recaudado fue invertido en auxilio de los huérfanos e inválidos
de guerra.

Esa disposición se reglamentó a través del decreto supremo de 24 de julio de 1936160


que fijó las pautas del reclutamiento y destino de los desocupados. El cumplimiento
de esa normativa fue para los varones entre 18 a 60 años de edad, con las
excepciones mencionadas en el decreto de 6 de junio de 1936.

En la reglamentación, además, se especificó las funciones de la Policía de Seguridad


que, con apoyo de la Brigada de la Legión Boliviana, se encargó del reclutamiento,
concentración y destino de los desocupados. Esas dos instancias debían realizar un
registro pormenorizado de datos de los desempleados, tomando en cuenta sexo,
edad, estado civil, profesión u oficio, entre otros antecedentes.

Además, se puntualizó que el requerimiento de personal de empresas comerciales,


industriales y mineras tenía que ser mediante la Policía de Seguridad. En lo
posterior, el contrato laboral se debía realizar entre la entidad solicitante y el Jefe
de la Policía de Seguridad.

159Véase “La Dirección del Trabajo levantará un padrón general de los obreros de Bolivia” en periódico El Diario. La
Paz, julio 7 de 1936, p.12.
160Véase decreto supremo de 24 de julio de 1936. “Trabajo obligatorio.- Reglaméntese el decreto supremo de 6 de julio
de 1936”. Anuario Administrativo Tomo 2.

208
Una medida adoptada para el cumplimiento de la norma fue la implementación de
las batidas de desocupados en el plano nacional.

En relación al tema, varios medios informaron sobre el resultado de los operativos


desarrollados: “El contingente de ayer salió con destino al Palomar y fue organizado
contra los elementos desocupados que existían en esta ciudad, pues, desde hace
varios días patrullas militares recorren la localidad recogiendo a tales individuos.
Esa medida, que por otra parte, es muy aplaudida por la prensa local, pretendió
acabar con los desocupados”161.

Si bien centenares de desocupados fueron destinados a la construcción de vías de


transporte y agricultura, una gran parte de la población fue enviada a labores
mineras. “Pues allí es donde por falta de brazos ha disminuido notablemente la
producción de mineral hasta el extremo de que Bolivia no ha podido entregar el
cupo de estaño”162.

La falta de trabajadores, en ese contexto, fue alarmante. Se solicitaba con urgencia


mano de obra. De esa manera, “muchas empresas mineras han pedido, por
intermedio del Ministerio respectivo, el concurso de millares de obreros a quienes
se ofrece las mejores franquicias en cuanto a salario, alimentación, vivienda e
higiene”163.

Pese a las prestaciones que ofrecía el trabajo en las minas, gran parte de la población
desempleada, en su mayoría excombatientes, optaron por atenerse al decreto de
preferencia de cargos públicos y exigían su cupo en la administración estatal. Así,
el trabajo obligatorio no fue “socialista” como plantearon sus proyectistas. El
objetivo último de esa medida fue, combatir con el desempleo y la “ociosidad”, y el

161 Véase “Se combate eficazmente con la desocupación” en periódico La Razón. La Paz, junio 21 de 1936, p.3.
162Véase “Desde hoy se efectuará la batida de los desocupados” en periódico El Diario. La Paz, septiembre 3 de 1936,
p.5.
163 Véase “No se requiere de carnet para trabajo obligatorio” en periódico El Diario. La Paz, julio 29 de 1936, p.5.

209
reorganizar y potenciar el sistema laboral boliviano en el marco del precario
capitalismo de Estado de 1936. Sucede que el país, después de la guerra, requería
mano de obra en la minería, la industria, la agricultura y otras actividades
productivas; y eso fue logrado, en muchos casos, mediante la ley y la fuerza estatal.

4.8.7. CARNET DE TRABAJO

Un documento para controlar el cumplimiento de la normativa sobre el trabajo


obligatorio fue el Carnet de Trabajo (véase Imagen 16). Los datos que se registraban
en dicho documento fueron: 1) el nombre del trabajador, 2) el departamento y lugar
de origen, 3) la profesión, ocupación y renta actual, 4) el domicilio, el lugar de
trabajo, el tiempo en que trabaja, y 5) si posee conocimientos de lectura y escritura.
En el carnet también se incluía la descripción de rasgos faciales: 1) cutis, 2) cabello,
3) barba, 4) ojos, 5) nariz, 6) boca, 7) orejas y 8) estatura. Luego de tomar las huellas
digitales de los diez dedos del trabajador, firmaban al pie del carnet el Jefe de Policía
y el Jefe de identificación.

210
IMAGEN 16.
CÉDULA DE IDENTIFICACIÓN PROFESIONAL
Carnet de Trabajo
Nombre……………………………………………………………………………………….
Departamento……………………………… GENERALES:
Provincia……………………………………
Cantón……………………………………… Nombre……………………………………….
Localidad…………………………………… Natural de…………………………………….
Edad…………………………………………..
FILIACIÓN: Estado…………………………………………
Profesión……………………………………...
Cutis…………………………………………. Ocupación…………………………………….
Cabello………………………………………. Renta Actual………………………………......
Barba………………………………………… Domicilio……………………………………..
Ojos………………………………………….. Establecimiento donde trabaja………………...
Nariz…………………………………………. Sabe leer y Escribir……………………………
Base………………………………………….. Dirección del Establecimiento………………..
Boca………………………………………….. Tiempo que trabaja……………………………
Orejas………………………………………...
Estatuta…………….Mt. ………..Cm………

Véase Ministerio de Trabajo, Previsión Social y Salubridad. Boletín del Ministerio de Trabajo, Previsión
Social y Salubridad (1937:142).

Sin embargo, al interior de la sección encargada de la entrega del carnet de trabajo,


dependiente de la Policía de Seguridad y la Brigada de la Legión Boliviana, se
generó una fuerte tensión entre los funcionarios y los trabajadores, pues los recursos
técnicos y humanos del Estado eran insuficientes para la atención de la masiva
población: “Ya nos referimos anteriormente a la necesidad de ampliar en dos o tres
más, para la filiación y entrega de carnets de trabajo a los obreros; pues la sola
oficina que funciona en la calle Chuquisaca, no abastece para atender la enorme

211
cantidad de gente que acude en demanda de ese documento”, se reclamó en una
columna de La Calle164.

Los periódicos recibieron las denuncias y dieron a conocer la calidad de atención y


atropello hacia la gente que acudió a recabar el documento de trabajo: “La
incapacidad del personal de empleados es manifiesta, según los denunciantes. No
saben cómo atender al público y en definitiva no atienden a nadie. Los interesados
quedan aglomerados en el patio, y sólo de vez en cuando se llama desde arriba a
algún amigo de los empleados, para despachar su carnet”165.

Empero, las críticas fueron aún más drásticas. Un periodista de La Calle informó
que la empresa Bolivia Railway cobraba Bs.5 por el Carnet del Trabajo. De ese
modo, con el fin de verificar el ilícito, el cronista consultó a uno de los pobladores
del lugar: “¿Y por qué se cobra esa suma por un certificado que debe ser otorgado
gratuitamente? No lo sabemos, señor responde. Cuando le hemos reclamado al
contratista italiano Caracci nos ha contestado que está facultado por el ingeniero
Aramayo, jefe de esos trabajos por cuenta de la Bolivia Railway”166.

En efecto, los pobladores no cuestionaban el irregular hecho por temor a perder el


trabajo y “para no morir de hambre”.

4.8.8. LA EXPERIENCIA DE LA PRIMERA ASAMBLEA NACIONAL


PERMANENTE DE ORGANIZACIONES SINDICALES (ANPOS)

Otra medida política importante desarrollada por el naciente Ministerio de Trabajo


fue la creación de la Asociación Nacional Permanente de Organizaciones Sindicales
(ANPOS). En esa Asamblea se reunían el ministro de Trabajo, asesores,

164 Véase “Los Carnets de Trabajo” en periódico La Calle. La Paz, julio 6 de 1936, p.5.
165 Véase “Sufren atropellos brutales las personas que van a recabar carnets de trabajo” en periódico La Calle. La Paz,
julio 13 de 193, p.5.
166 Véase “Se cobra cinco bolivianos por Carnet de Trabajo” en periódico La Calle. La Paz, octubre 6 de 1936, p.8.

212
funcionarios, dirigentes de las Federaciones Regionales y miembros de los partidos
de izquierda. Las sesiones se celebraban cada sábado en inmediaciones del Senado
Nacional. Se puede afirmar que la ANPOS fue el primer control social del
proletariado hacía el gobierno.

El 4 de julio de 1936, 49 días después del triunfo de la rebelión de mayo, se fundó


la ANPOS. Las reuniones contaban con la presencia del titular del Trabajo, Waldo
Álvarez, y delegados de varias agrupaciones sindicalizadas. En la primera sesión,
el ministro anunció que “todos los sábados se llevarían a cabo las reuniones con el
fin de informar sobre sus labores semanales y escuchar las sugerencias del
proletariado”167.

La Calle, a su turno, fue más puntual al informar lo que Álvarez alegó en la primera
sesión:

En la reunión, el ministro de Trabajo, Waldo Álvarez, expuso los temas


referentes al trabajo obligatorio, la sindicalización obligatoria y el
estudio del trabajo agrícola. Asimismo, explicó las razones que le
obligaron a oponerse al proyectado decreto que declara al comunismo
fuera de la ley. Álvarez expresó que dicha norma podía ser utilizada en

167 Véase “Fundose la Asociación Nacional de las Organizaciones Sindicales” en periódico El Diario. La Paz, julio 5 de
1936, p.6.
Según el artículo periodístico, la conformación de los delegados de la ANPOS se realizó mediante nota emitida por el
titular del Trabajo hacia las organizaciones sindicales del país. En esa nota se destacó los siguientes puntos:
1) Cada asociación u organización obrera a la que vaya dirigida esta nota tendrá derecho a acreditar dos delegados ante
la asamblea.
2) En cada capital o centro importante de la República, las organizaciones obreras acreditarán cinco delegados, entre
obreros residentes en esta capital, cuyos nombres serán dados a conocer al Ministerio de Trabajo.
3) La Asamblea Nacional Permanente de Organizaciones Sindicales que se realice, según esas bases, será designada
bajo la forma abreviada de ANPOS.
4) El Secretario General de la FOT y el de la FOL de La Paz concurrirán como miembros natos de esta asamblea y
formarán parte de la Mesa Directiva que presidirá las deliberaciones de la ANPOS.
5) Las reuniones de esta asamblea se celebrarán los sábados, a horas 18, en el local del Ministerio de Trabajo.
6) En estas asambleas el ministro de Trabajo prestará informe semanal de sus labores a la Junta y escuchará las
sugestiones que se le hagan. Las reuniones tendrán carácter absolutamente apolítico, restringiéndose al debate de
cuestiones sindicales.

213
forma arbitraria contra los dirigentes de organizaciones obreras, como
ocurrió anteriormente168.

En ese conclave también se pidió elegir a un delegado para realizar un viaje a las
minas del país, con el objetivo de realizar un estudio atento sobre las condiciones
de los trabajadores mineros. Después de la intervención de Álvarez, según el mismo
artículo de La Calle, el asesor del Ministerio de Trabajo, José Antonio Arze habló
sobre el sindicalismo y el socialismo:

Consideró que el apoliticismo en las organizaciones sindicales no es


eficaz, el hecho de adoptarla quitaba una de las posibilidades de
alcanzar, por lo menos, las reivindicaciones primordiales, como ser la
reducción de la jornada y aumento de salario. Concluyó afirmando
que las organizaciones sindicales serían la base del parlamento
funcional, organismo propio de un Estado socialista y que debería
constituirse en nuestro país.

Al respecto, el estudioso del movimiento obrero Guillermo Lora planteó una


posición, que puede permitir entender la naturaleza de esa organización: “La
ANPOS fue una de las importantes creaciones de los izquierdistas que rodearon al
ministro de Trabajo o que tenían alguna influencia dentro de las organizaciones
obreras. Se dijo que su finalidad era la de coordinar y orientar la labor del ministro
obrero, pero en los hechos tendía a constituirse en el comando supremo de los
sindicatos y hasta de las fuerzas de izquierda” (1980a:61).

La segunda reunión de la ANPOS fue el sábado 11 de julio de 1936, a horas 19:00,


en oficinas del Senado Nacional. En dicho encuentro, el ministro de Trabajo dio su

168Véase “El ministro de Trabajo informó a Sindicatos y Federaciones: Inició una serie de conferencias socialistas” en
periódico La Calle. La Paz, julio 5 de 1936, p.4.

214
informe semanal, para luego escuchar las sugerencias de los delegados obreros
sobre la labor ministerial169.

La tercera reunión fue programada para el sábado 17 de julio. No obstante, se tuvo


que adelantar ese encuentro para el viernes 16, debido a que el ministro de Trabajo
tenía programado un viaje con dos técnicos y un delegado hacia el interior del país.
Su objetivo era inspeccionar las condiciones de trabajo en las minas y otros centros
laborales170.

A su vez, en la cuarta reunión de la ANPOS, el ministro de Trabajo Waldo Álvarez


puso en relieve el tema del proyecto de “sindicalización obligatoria”. De igual
manera, presentó ante la ANPOS el Proyecto de la implementación de universidades
socialistas, el plan de abaratamiento de la vivienda y la creación de barrios obreros.
En esa reunión se contó con la presencia del Dr. Alcaíno, quien reflexionó sobre
las condiciones de las clases trabajadores en América Latina171.

Las sesiones de la ANPOS estuvieron caracterizadas por la participación obrera,


universitaria y de grandes figuras intelectuales nacionales e internacionales. Las
reuniones ostentaron un tinte “socialista”.

Andrescho Kespe, citado por Lora, afirmó que, aunque la Asamblea fue una
estrategia izquierdista de avanzada, apenas se logró realizar seis reuniones, debido
a la polarización que se gestó al interior de los partidos de izquierda. Por un lado,
José Antonio Arze y Ricardo Anaya frente al “radical” Bloque Obrero Socialista de
Izquierda, dirigida por José Aguirre Gainsborg (1980a:48).

169Véase “Hoy se reunirá la asamblea de organizaciones sindicales” en periódico El Diario. La Paz, julio 11 de 1936,
p.4.
170 Véase “Mañana a las 20 se reúne la asamblea de sindicatos” en periódico El Diario. La Paz, julio 15 de 1936, p.5.
171Véase “Cuarta Asamblea de la Organización Sindical: el médico chileno doctor Arturo Tello dictó una brillante
conferencia sobre temas sociales y sanitarios de actualidad” en periódico El Diario. La Paz, agosto 1 de 1936, p.2.

215
En ese marco, según el histórico documento Boletín del Ministerio de Trabajo,
Previsión Social y Salubridad, publicado en 1937, fueron la FOT y la FOL las que
decidieron disolver la ANPOS: “La actuación de los delegados sindicales no pasó
de escuchar y discutir los informes del ministro de Trabajo que los hacía
semanalmente y por último, en una reunión, realizada por la Federación Obrera
Local, institución anarquista, y la Federación Obrera del Trabajo, resuelven matar
la ANPOS, abandonando el Senado, es decir, abandonando una posición
conquistada” (1937:38).

4.8.9. PRIMEROS PASOS PARA LA SINDICALIZACIÓN


OBLIGATORIA DE TRABAJADORES Y EMPRESARIOS

Otra de las políticas que se implementó en el mandato de Toro, siguiendo la línea


del nacionalismo militar, fue la sindicalización obligatoria, un paso importante en
la historia del movimiento obrero del país.

4.8.10. EL SINDICALISMO Y SUS ORÍGENES

Antes de explicar las contradicciones que se desarrollaron al interior del gobierno


a raíz de la aprobación del decreto de sindicalización obligatoria, es importante
pasar revista al origen del movimiento sindical a escala nacional e internacional.

En esa perspectiva, en el texto Herramientas para fortalecer nuestro Sindicato,


publicado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA),
se realizó un análisis pormenorizado de la génesis y el desarrollo del movimiento
sindical.

Los sindicatos nacen en el contexto de la Revolución Industrial (siglo XVIII),


acontecimiento que generó la sustitución del trabajador manual por la máquina y el
taller artesanal por la fábrica. Al interior de la Revolución Industrial, se gestó la
contradicción entre el capitalista, dueño de los medios de producción, y el
proletariado, que cuenta únicamente con su fuerza de trabajo.

216
En el seno de la revolución tecnológica y social, las condiciones laborales fueron
precarias y se impuso una esclavización moderna del hombre. La explotación
laboral, la falta de higiene, salud, condiciones de seguridad, la imposición del
salario y las jornadas de trabajo excesivas y no reguladas estaban a la orden del día.
La utilización de la mano de obra barata de mujeres y niños, como simple
mercancía, se había convertido también en el común denominador del nuevo
modelo económico. La extracción de plusvalía, como estudio Carlos Marx en su
libro El Capital, era el fin último de la “nueva sociedad” (Marx, 2010:255-276).

En esa larga batalla contra el capital, los trabajadores desataron varias formas de
protesta que van desde la destrucción de las máquinas, el sabotaje y el robo de
materiales hasta la violencia contra de los dueños de las fábricas.

Después de la Revolución Industrial (1760-1840) se desató la Revolución Francesa


(1789), momento en el que se exigió el cumplimiento de los derechos del individuo
y la libertad de acción y expresión. Esas reivindicaciones socio-políticas fueron
plasmadas en los principios “libertad, igualdad y fraternidad”. Empero, esos
fundamentos políticos formales nunca fueron aplicados para los trabajadores, que
vivían en condiciones infrahumanas. En ese sentido, se desencadenó un movimiento
clandestino de huelga y protesta en defensa colectiva de los obreros.

Un ejemplo de lo mencionado se suscitó en Inglaterra en 1830, donde surgió el


primer movimiento político independiente denominado “Cartismo”. Un año
después (1831), se organizó la “Unión Nacional de las Clases Obreras”, que
defendió el voto universal y la democracia social. En esa década se fundaron varias
agrupaciones de trabajadores, que fueron el cimiento del movimiento sindical
mundial, contrario a los intereses de la burguesía, denominados “Trade unions”
(uniones de comercio)172.

172Antes del Cartismo, varias fueron las formas de lucha que impulsaron el fortalecimiento y consolidación del
proletariado. Guillermo Lora, en el texto Nociones de Sindicalismo, pasó revista a las principales luchas obreras que, en

217
A la par, en Francia (1830), se crearon los sindicatos (syndicat que se traduce como
unión). De igual manera, las mujeres trabajadoras francesas bregaron por mejores
condiciones de trabajo. Ellas lucharon contra la explotación en las fábricas textiles
y carpinterías (CEDLA, 2010:15-21).

Según, el Boletín del Ministerio de Trabajo, Previsión Social y Salubridad, la


organización sindical a escala mundial fue progresando a la par del crecimiento
industrial173:

La gestación de las organizaciones sindicales está en el desarrolló y


evolución de la gran industria, que dio nacimiento a las “Trade Unions”
en Inglaterra, los “Sindicatos Osvriers” y “Bureaus du Traval” en
Francia, los “Kníght of Labour” y la “American Federation of Labor”
en EE. UU. de Norte América, las “Kirsch Duncker” y los sindicatos
socialistas cristianos en Alemania, la “Federazione di Aperai dell
Industria”, las “Lavoratori della Terra” y “Unioní Profesionali” en
Italia, las “Berufsgewerkschaften”, la “Allgemeine
Gewerkschftsvercine” en Austria, las “Unions Professionalles” de
Bélgica, la “Unión de Trabajadores” en España, etc. (2016: 93).

un inicio, se suscitaron desde la instauración del capitalismo con la invención de la máquina. En ese marco, el autor
mencionó múltiples acciones espontáneas y masivas que comenzaron a principios del siglo XVIII:
En 1738, los tejedores y esquiladores de Wiltshire impusieron sus demandas luego de atacar los domicilios de sus
empleadores. En 1739, adoptaron una actitud similar los obreros del tejido de Londres, los fabricantes de clavos, los
toneleros de Liverpool, que se ensañaron con su capataz.
En 1763, a raíz de un conflicto salarial, dos mil tejedores, armados y disfrazados de marineros, asaltaron las casas de los
obreros que no les mostraron su respaldo; hirieron a varios y destruyeron sus telares.
En 1779, enardecidos hilanderos destruyeron las máquinas de hilar hidráulicas de Arkwrigth en Chorley. Lo mismo
ocurrió con los molinos de algodón de Leed y otras localidades. Además, fue destruido de forma parcial el aserradero
mecánico, en Londres.
En 1786, los cargadores de carbón paralizaron el puerto de Londres exigiendo aumentos salariales.
A finales de 1811, esas protestas desembocaron en una acción conjunta que adoptó el nombre de “luddita”. Esa campaña
colectiva se encaminó a destruir las máquinas en los centros fabriles de Nottingham, Yorkshire y Lancashire. Apareció
como dirigente de esos levantamientos “una figura mítica” conocida como el general Ludd. En nombre de ese personaje
se cometieron actos de violencia contra los dueños de las fábricas, se destruyeron sus propiedades y se despedazaron sus
máquinas. Ese movimiento actuaba bajo el grito generalizado de “no máquinas”. La acción luddita continuó a pesar de
las represiones y la ejecución de varios trabajadores (1989:29-31).
173En contraposición, los grandes capitalistas se agruparon en organizaciones económicas. “El capitalismo, por su parte,
se organiza en 'cartels' en Alemania en 'Comptoirs' en Francia, los 'trusts' y 'pools' ingleses y americanos” (1937:40).

218
En resumen, de la contradicción entre el capital y la fuerza del trabajo emergió el
sindicato, un organismo que germinó como respuesta a la explotación laboral, las
paupérrimas condiciones de vida y salud, la imposición de salarios ínfimos, las
largas jornadas de trabajo y otros factores que iban en desmedro de los asalariados.

4.8.11. BOLIVIA: EL NACIMIENTO DE ORGANIZACIONES


SINDICALES

Después de tres décadas de la instauración de organizaciones proletarias orientadas


a la defensa de los derechos de los trabajadores en Inglaterra, Francia, Gran Bretaña
y gran parte de Europa, en Bolivia emergió un embrionario proletariado minero a
raíz de la bonanza de la producción de la plata (1860) y el estaño (1900): “Tal
bonanza minera, primero de la plata y luego del estaño, determinó el crecimiento de
los sectores laborales urbanos y provocó también el aumento del trabajo asalariado
y la formación de un incipiente proletariado minero compuesto en parte por
indígenas despojados de sus tierras” (Rodríguez, 2010:19).

Así, el historiador Huáscar Rodríguez explicó el punto de origen de las


organizaciones sindicales en Bolivia. El autor dividió la historia de la agrupación
de trabajadores en dos etapas: 1) la pre-sindical comprendida entre 1825 a 1912 y
2) la sindical que comenzó a configurarse el 1912.

El periodo pre-sindical se caracterizó por el desarrollo de las formas de


organización propias del feudalismo que son el “gremialismo” y el “mutualismo”.
El primero se caracterizó por la formación de asociaciones artesanales de un mismo
oficio que operaron bajo la jerarquía de maestros, oficiales y aprendices. Varios
gremios implementaron la consigna “el mejor modo de hacer productivo el trabajo
es bajo una conducta moral y laboriosa”. Del gremialismo nació el mutualismo que
funcionó sobre una base de trabajadores de diferentes oficios; estos aplicaban el
principio de “socorros mutuos”, es decir, la búsqueda de beneficios equitativos

219
como la reciprocidad de los servicios prestados y el reparto equitativo de los riesgos
en caso de enfermedad, accidentes, vejez y muerte.

Rodríguez esquematizó una cronología de las primeras organizaciones de


trabajadores:

 En 1826, la “Escuela de Artes y Oficios” agrupó a sastres y carpinteros de las


ciudades de Sucre, La Paz y Cochabamba (Ponce, Shanley y Cisneros, 1968:4,
citado por Rodríguez, 2010:22).
 En 1876, la “Sociedad Industriosa de Artesanos”.
 En 1886, la “Junta Central de Artesanos de La Paz.
 En 1888, la “Sociedad de Obreros El Porvenir”, que, en 1914, se convirtió en
el “Centro Obrero de Estudios Sociales (COES)”.
 En 1905, se creó la “Unión Gráfica Sindical”.
 En 1908 nació la Federación Obrera de La Paz (FOLP).
 En 1912 se fundó la Federación Obrera Internacional (FOI), una organización
moderna anti-liberal. La implementación de una legislación obrera, la apertura
de una caja de ahorro obrero y la creación de universidades populares, fueron
algunas de sus consignas. La FOI tenía su propio órgano de Prensa denominado
Defensa Obrera.
En 1918, la FOI cambió de nombre por FOT. El motivo de cambio fue porque
el término “Internacional” no representaba a una agrupación regional. Los
sectores que aglutinó la FOT fueron los ferroviarios, los mineros y otros grupos.
La FOT, a escala nacional, siguió una tendencia político-ideológica marxista,
con excepción de la radical FOT Orureña que fue fundada por Francisco Villa
en 1919.
 En 1921 se creó la Federación Obrera Central de Uncía (FOCU). Esa
organización fue organizada en respuesta a las inhumanas condiciones de
trabajo en las minas de Potosí. Esa instancia fue un referente para los centros
de las poblaciones de Llallagua, Catavi y Siglo XX.

220
 A partir de 1923, coyuntura relevante por la Masacre de Uncía, se crearon los
primeros sindicatos de la naciente FOL. “En 1923, el Sindicato Central de
Constructores y Albañiles (SCCA); en 1924, la Unión Sindical de Trabajadores
en Madera (USTM); la Federación de Artes Mecánicas en 1925, y la Federación
de Sastres en 1927. Su órgano de prensa se denominó Humanidad. Además, la
FOL incluyó al sector sindical de mujeres que conformó el Sindicato Femenino
de Oficios Varios (SFOV), que luego se denominó Federación Obrera
Femenina (FOF). Lavanderas, lecheras, floristas y verduleras fueron los
gremios que conformó esta Federación” (:21-149).

De ese modo, antes del conflicto chaqueño, las organizaciones de trabajadores


estaban en pleno proceso de formación. Pero, la evolución fue ahogada al empezar
la guerra para, años después, resurgir con más fuerza en la posguerra, en concreto,
bajo el régimen de David Toro.

4.8.12. EL NACIONALISMO MILITAR Y LA SINDICALIZACIÓN


OBLIGATORIA

En ese marco, el sindicalismo bajo el nacionalismo militar no fue pensado en


términos “socialistas”. Pues, el fin último que persiguió el gobierno era de arrancar
al sector obrero de la anarquía y de la acción extremista para disciplinarlos en el
marco de las políticas del Estado174.

Antes de la aprobación de la sindicalización obligatoria, surgió una polémica en la


prensa en relación a que la población no comprendería el sentido de la aplicación

174En un discurso el Presidente de la República, David Toro, puso en relieve las razones del socialismo de Estado en la
implementación de la sindicalización obligatoria: “Hay varias formas de sindicalismo, que van desde el revolucionario
hasta el corporativista y mutualista, el Gobierno no se propone hacer un calco servil de ninguno de éstos, ni pretende
implantar una forma sindicalista que agudice las luchas de clases y cree un ambiente artificial para los problemas
económicos y sociales de nuestro medio ambiente. Quiere, sencillamente aprovechar de esta fuerza, para encauzarla,
dentro de ciertos límites, someterla al control del Estado, hacer de ella un elemento de disciplina y educación de las masas,
para arrancarlas del caudillismo, de la anarquía y de la acción extremista y convertirlas en factores útiles para la resolución
de problemas de la república”. Véase “El Presidente de la Junta de Gobierno hace declaraciones sobre el Sindicalismo”
en periódico El Diario. La Paz, julio 28 de 1936, p.5.

221
de la norma. Así, la disposición de sindicalización de trabajadores y empresarios
generó un debate muy amplio.

La prensa de izquierda, dentro de esa perspectiva, declaró: “Creemos, empero, que


las masas de trabajadores no tienen un concepto exacto aún de los deberes que
importará el sindicalizar sus actividades, y es una razón de primer plano que urge
tener en cuenta a tiempo de dictar las disposiciones correspondientes para instituir
la sindicalización como un hecho característico del nuevo Estado”175.

A su turno, desde la óptica conservadora, se aclaró que la política de sindicalización


es aplicable sólo en países desarrollados: “En nuestro país, donde de mil obreros,
no habrá uno que sepa que es la sindicalización ni de razón sobre sus obligaciones
y derechos dentro de tal sistema (…) Se dará a los proletarios un arma de la que no
sabrá hacer uso, que manejará con primitividad, e ignorando el uso lícito que deba
hacer de ella”176.

Entre otros temas, el decreto de la sindicalización fue elaborado por una comisión
que se encargó de formular un anteproyecto. La delegación fue presidida por el
ministro de Trabajo y Previsión Social, Waldo Álvarez, sus asesores, Ricardo
Anaya y José Antonio Arce, miembros del PS como Javier Paz Campero y Carlos
Montenegro, y delegados de la Legión de la LEC177.

El argumento central de dicha disposición legal fue que el país salga del estado casi
feudal en que se hallaba sumido y se integre a la vida nacional:

Lo que se busca es aliviar la función social de los trabajadores para


obtener un mejor rendimiento en las labores colectivas de los mismos.
El sindicalismo que persigue el Gobierno es mesurado y no implica

175 Véase “Hacia la Sindicalización” en periódico La Calle. La Paz, julio 7 de 1936, p.4.
176 Véase “El peligro inminente de la sindicalización obligatoria” en periódico El Diario. La Paz, julio 22 de 1936, p.4.
177 Véase “Estudiase el Proyecto de Sindicalización del Trabajo” en periódico La Calle. La Paz, julio 22 de 1936, p.4.

222
exageraciones. No hay bolchevismo en esta tarea. No se trata tampoco
de imbuir abstrusos sistemas de conceptos en la mentalidad popular. El
control del Estado no se desvirtuará en ningún momento si se logra esta
reforma institucional178.

El 21 de julio de 1937, los asesores del Ministerio de Trabajo, Ricardo Anaya y


José Antonio Arze, defendieron el proyecto preliminar de sindicalización
obligatoria. Los puntos que generaron repercusión en los medios de prensa fueron
dos:

1) Existiendo el propósito de sindicalizar la nación bajo un sistema propio del


medio, puede recalcarse que la medida de referencia tiende, desde luego, a
eliminar del panorama político los partidos tradicionales que hace rato
cumplieron su deber histórico.
2) Todo ciudadano tendrá, por consiguiente un carnet sindical que lo habilite para
concurrir a las ánforas. La representación de esta manera tiene que ser
funcional. Si el carnet llega a ser la base de la ciudadanía, resulta lógico pensar
que se pretende dar un golpe decisivo a los partidos políticos.

Dicho contenido expuesto en El Diario, también mencionó la existencia de un


“contraproyecto” elaborado por los señores Javier Paz Campero y Carlos
Romero179.

En relación a los dos proyectos presentados, los medios pidieron certezas al


gobierno. Así, tuvo que ser el ministro de Trabajo, Waldo Álvarez, quien asuma la
responsabilidad de poner los puntos sobre las íes.

178Véase “El proyecto de sindicalización obligatoria y sus resonancias en la opinión pública” en periódico La Calle. La
Paz, julio 26 de 1936, p.7.
179Véase “Se inició el Debate Ministerial sobre la sindicalización obligatoria” en periódico El Diario. La Paz, julio 21
de 1936. p.4.

223
Debido a que no se hicieron conocer el contenido completo de los anteproyectos
de sindicalización obligatoria a los medios de difusión, el ministro de Trabajo,
Waldo Álvarez, concedió una entrevista en la que explicó lo siguiente: “Más como
también existían no pocos puntos de concordancia entre uno y otro documento el
lunes pasado en la noche, el Sr. Presidente de la Junta convocó a una sesión
extraordinaria de gabinete. En la reunión se aprobó la parte considerativa y cuatro
artículos del Proyecto, en esa fecha estaban pendientes sólo siete artículos”.

Los periodistas de El Diario, asimismo, le realizaron dos preguntas que expresaban


la preocupación de los partidos tradicionales:

1) ¿Es evidente que la sindicalización asestaría un golpe de muerte a los


partidos políticos? El proyecto de Ley Sindical no contiene ningún
artículo que hable de la cancelación de los partidos políticos. 2) ¿Es otra
falsedad esa de que la organización sindical proyectada por el
Ministerio (de Trabajo) legisle en exclusivo beneficio del proletariado?
Nuestro proyecto contempla la organización de Sindicatos Patronales y
de Trabajadores, en condiciones jurídicas absolutamente similares180.

Después de un largo debate, el 19 de agosto de 1936, se aprobó el decreto de


sindicalización obligatoria181.

Se determinó que de forma obligatoria todo hombre o mujer que de cualquier modo
participe en la producción, distribución y uso de la riqueza debe sindicalizarse.
Asimismo, se estableció que la Oficina de Registro Nacional de Sindicatos,
dependiente del Ministerio de Trabajo, inscriba a los sindicatos de trabajadores
(personas que participan en la producción tanto física como intelectual) y patronos
(propietarios, rentistas o beneficiarios en las utilidades del capital, gerentes,

180 Véase “Declaraciones del ministro de Trabajo” en periódico El Diario. La Paz, julio 26 de 1936, p.4.
181Véase decreto de 19 de agosto de 1936. “Sindicalización.- Establécese con carácter general y obligatorio”. La Paz,
agosto 19 de 1936. Anuario Administrativo Tomo 2.

224
administradores, directores técnicos, etc.), con el fin de centralizar sus datos
principales.

La normativa estableció como acreditación del registro de sindicalización el carnet


sindical, documento obtenido luego de la inscripción y requisito esencial para
obtener la carta de ciudadanía. Además, en el decreto se especificó que los
sindicatos “funcionarían bajo la tuición y control permanentes del gobierno
socialista y que la organización sindical sería incorporada al mecanismo del Estado
como base para la constitución funcional de los Poderes Públicos”.

Igualmente, se sistematizó la conformación de sindicatos de “primer grado”


(conformado por los sindicatos gremiales, los cuales agruparon a los artesanos de
una misma ocupación, los sindicatos profesionales y los sindicatos de empresa que
congregaron a los patronos, empleados y obreros de una empresa, establecimientos
públicos o privados) y los sindicatos de “segundo grado” (constituidos por
federaciones gremiales, profesionales y de empresa).

Al respecto, el historiador Jorge Echazú sostuvo que el contenido del decreto


ostentó un carácter fascistoide, puesto que fue una medida que impuso el control
del gobierno sobre los sindicatos:

En agosto de 1936, Toro dictó el decreto supremo de la llamada


sindicalización obligatoria. Debe advertirse, como lo señalan varios
autores, que el contenido de este decreto es más fascistoide que
socialista, pues imponía la vigencia de algunos sindicatos bajo la tuición
y control del gobierno socialista. Naturalmente, para la comprensión
elemental hablar de sindicatos es hablar de comunismo, pero en esencia,
se trata realmente de otra cosa muy diferente que se resume en la
pretensión del militarismo de controlar la actividad de los trabajadores
en nombre del gobierno socialista (1988:194).

225
Empero, con la progresiva aplicación de la sindicalización obligatoria, el “gremio”
y la “mutual” pasaron, como diría Lenin, en su obra El Estado y la revolución al
museo de las antigüedades, junto con la rueca y el hacha de piedra.

Sobre el tema, el Boletín del Ministerio de Trabajo, subrayó que con la


sindicalización obligatoria se transformó “la organización de las masas laboriosas
del país, no sólo para garantizar sus reivindicaciones muy propias, sino, para hacer
de ellas verdaderas instituciones sociales y económicas dentro de la vida nacional”
(1937:102).

4.8.13. DIMISIÓN DEL PRIMER MINISTRO OBRERO

En su etapa fundacional, en 1936, el Ministerio de Trabajo fue moldeado por ideas


nacionalistas y comunistas. Eso generó tirria en el ala liberal del gobierno, la rosca
minera y su prensa, que fraguaron un complot que consiguió la dictación de un
decreto Supremo anticomunista. La norma permitió el exilio de al menos tres
autoridades de esa Cartera de Estado. Luego cayó el primer ministro obrero.

Así, a cuatro meses de la creación del Ministerio de Trabajo, la cruzada contra los
denominados funcionarios “rojos” llegó a su cenit. Esa tarea se concretó mediante
el decreto Supremo de 16 de septiembre de 1936, firmado por el Presidente David
Toro. En dicha normativa se resolvió que “los nacionales que traten de poner en
práctica procedimientos comunistas quedan sometidos a la vigilancia policial y a
las sanciones legales, como perturbadores del orden público; a los extranjeros se les
aplicará la ley de residencia”.

Al respecto, Álvarez explicó que ese decreto impulsó “la represión con mano férrea
del comunismo desquiciador, extirpando de raíz el mal, evitando que los
propagandistas del extremismo rojo vayan minado el orden social y la paz de la
nación” (2016:222).

226
“Como inmediata consecuencia de las medidas recientemente adoptadas por la
policía –la detención de dirigentes del núcleo comunista– el Ministerio de Gobierno
ha dictado un decreto (…)”, informó La Razón, el 22 de septiembre de 1936182.

De ese modo, el 24 de septiembre de 1936, “salieron deportados a Chile José


Antonio Arze, Ricardo Anaya, José Aguirre Gainsborg y otros, y el resto fue
confinado a Todos Santos, entre los que se contaban Walter Alvarado, Carlos
Mendoza, Durán Boger, Mario Illanes, L. Vilela, Orías” y una lista de cerca de cien
personas.

Luego del exilio, el ministro Álvarez puso a disposición de un Congreso obrero su


cargo. El 29 de noviembre de 1936 presentó su renuncia183: “Ahora que se reúne un
congreso de obreros, quiero dejar a mis camaradas en libertad de elegir al personaje
que les parezca con mayores méritos para representarles ante la Junta Militar”184.

El artículo de La Calle “La renuncia del ministro de Trabajo es irrevocable” precisó


algunos detalles de la dimisión. En esa oportunidad Álvarez hizo referencia al exilio
de algunas autoridades de la institución, un motivo fundamental que lo alejó del
gobierno:

Además, uno de los razonamiento del ministro Waldo Álvarez es este:


si yo pertenezco –habría dicho– a un grupo de socialistas que se hallan
extrañados del país o confinados en lugares insalubres, sólo he podido
continuar en el Ministerio en razón de que mi encumbramiento se debió
a una imposición de parte del proletariado, imposición que caduca hoy
que el Congreso está reunido y en condiciones de ofrecer al coronel

182
Véase “El comunismo importa un delito contra la seguridad del Estado” en periódico La Razón. La Paz,
septiembre 22 de 1936, p.4.
183El 29 de noviembre de 1936 renunció Waldo Álvarez al cargo de ministro de Trabajo y Previsión Social, en su lugar
ingresó como Autoridad suplente el Tcnl. Antenor Ichazo, que era ministro de Minas y Petróleos. Véase decreto supremo
2 de diciembre de 1936.- Suplencia Ministerial. La Paz, diciembre 2 de 1936. Anuario Administrativo Tomo 3
184 Véase “Se produjo la crisis de gabinete” en periódico El Diario. La Paz, noviembre de 29 de 1936, p.7.

227
Toro una terna de trabajadores para ocupar el sitio que retengo todavía
en mi poder absolutamente contra mi voluntad.

Frente a la decisión de Álvarez, el Congreso de Trabajadores185, después de una


áspera pugna interna, elevó a consideración del Ejecutivo una terna que recayó en
“Moisés Álvarez de La Paz, Juan de la Riva de Cochabamba, H. Sanjinés, de
Potosí”186.

En dicho evento, según un informe publicado en El Diario, se observó la división


entre dos tendencias: Una corriente de los “leales” al Congreso y otra conformada
por “los rebeldes”, que eran los “aristócratas del proletariado que con una ignorancia
digna del más severo reproche no escatimaron legales e ilegales recursos para hacer
fracasar al Congreso”. En esa publicación se expresó el fracaso del cónclave obrero.

185El temario del Congreso Sindical de Trabajadores fue el siguiente:


En el aspecto económico:
a) Análisis de la situación económica boliviana y la correlación de fuerzas.
b) Nivel de vida de las clases obrera e indígena en Bolivia.
c) Análisis comparativo del salario y de la racionalización.
d) Nuestros errores y triunfos en las luchas económicas de ante-guerra. Balance general hasta la fecha.
e) Análisis de las huelgas, en su aspecto económico y político. Variedad y carácter de las huelgas.
f) La misión esencial del momento es reorganizar las batallas económicas para sus reivindicaciones inmediatas.
En el aspecto político:
a) Análisis y crítica de la política boliviana.
b) Penetración imperialista.
c) Estructuración social del nuevo “Estado socialista” de Bolivia.
d) Las experiencias de las luchas obreras en Bolivia.
e) Análisis de la lucha de clases del proletariado del mundo.
f) ¿Qué problemas se plantea ante las clases laboriosas para su liberación?
En el aspecto organizativo:
a) Problemas y defectos de la organización del movimiento sindical.
b) Organización sindical por gremios e industrias. Creación de comités de fábricas, empresas y talleres.
c) Organización de los no organizados, especialmente del indio. Creación de oficinas de reocupación.
d) Crítica y estudio de la ley de sindicalización obligatoria.
e) Centralización del movimiento sindical de toda la República.
Constitución de la CSTB:
a) Forma de su constitución. Creación del Comité Ejecutivo de la CSTB compuesta de seis miembros.
b) Sede del Comité Ejecutivo de La Paz.
c) Línea política de la CSTB.
d) Reorganización del Ministerio de Trabajo y Previsión Social.
e) Creación del Comité Consultivo del Ministerio de Trabajo y Previsión Social.
f) Nombramiento del ministro de Trabajo y Previsión Social.
Véase “Ha sido redactado el temario de la Conferencia General de Trabajadores” en periódico El Diario. La Paz,
noviembre 24 de 1936, p.5
186 Véase “La renuncia del Mtro. del Trabajo es Irrevocable” en periódico La Calle. La Paz, diciembre 2 de 1936, p.4.

228
Así, “entre porrazos y actitudes vergonzosas que han revelado completa falta de
moral clasista y de orientación política de nuestras masas obreras, concluyó el
primer Congreso Sindical”187.

Esa división en el Congreso se tradujo en una cuestionada elección del nuevo titular
de Trabajo. Frente a eso, el primer mandatario tomó las riendas del caso: “el
gobierno, que manifestó su decisión de encomendar el Ministerio de Trabajo a un
representante obrero, tuvo que variar de criterio en vista de la multiplicidad de
aspirantes a dicho cargo y de la desavenencia que al respecto se exteriorizó entre
las organizaciones departamentales de obreros, cada una de las cuales pretendía
llevar al Ministerio su respectivo representante”188.

En ese entendido, el escritor e historiador boliviano Porfirio Díaz agregó que el


primer ministro obrero fue sustituido por el “jurisconsulto de elevada clase social”,
Javier Paz Campero (1955:44). En la misma línea de análisis, el investigador, Luis
Antezana concluyó que con esa designación “la supuesta revolución socialista se
extinguió y en su lugar dejó el rastro de un pueblo frustrado por el ensayo socialista”
(1986:54). Por su parte, el historiador Huáscar Rodríguez explicó que el cambio de
timón fue parte de la estrategia de “marginación de las tendencias radicales del
interior del movimiento obrero” (2010:153).

A su turno, Carlos Echazú, en el texto Estado y clases dominantes en Bolivia:


Análisis comparativo de las dos posguerras en la historia de Bolivia, fue más
incisivo. Afirmó que por influencia de la clase dominante, Toro “reemplazó al
radical Waldo Álvarez por Javier Paz Campero, quién era abogado de Mauricio
Hoschild” (2000:54).

187Véase “Se ha clausurado el primer Congreso Sindical de Trabajadores en Bolivia” en periódico El Diario. diciembre
8 de 1936, p.5.
188 Véase “El Ministerio de Trabajo” en periódico La Calle. La Paz, enero 15 de 1936, p.4.

229
En contraste de lo mencionado, algunos órganos de prensa estuvieron de acuerdo
con la decisión de designar un abogado como el tercer titular del Ministerio de
Trabajo: “A causa del movimiento socialista en plena evolución, era indispensable
que el portafolio contare con un Ministro entendido en legislación social, porque
contrariamente a lo que se supone la modificación sustancial de los hábitos y la
atención urgente de las necesidades sociales tiene que adecuarse, con íntima
forzosidad, a pragmáticas jurídicas”189.

Así, sin disparar un tiro y de un plumazo, a causa de sus luchas internas y asediados
por los sectores conservadores (como se explicó en el Capítulo 3), los obreros
fueron marginados del aparato del Estado.

4.8.14. TRES PÉRDIDAS Y TRES LECCIONES HISTÓRICAS

El progreso en materia laboral en Bolivia no fue equivalente a la maduración de la


conciencia de clase del movimiento obrero. Varios sectores de base de los
trabajadores que habían vivido en carne propia la violencia de la guerra estaban en
pie de lucha, pero en el seno de la dirigencia de las organizaciones sindicales los
intereses personales se sobrepusieron a las necesidades de la mayoría.

En el Boletín del Ministerio de Trabajo se expuso una visión crítica sobre la forma
cómo operaron los dirigentes sindicales:

En primer lugar, perdieron la administración de la comuna, porque no


supieron cómo manejarla; se concretaron a discusiones bizantinas y
nombramientos de comisiones que no encaraban la realidad del
momento, como el abaratamiento de los precios del mercado, socializar
la instrucción en todas las escuelas municipales, así como todos los
servicios públicos dependientes del municipio, y, por último, hacer
experimento del régimen sindical. Los dirigentes obreros en la Comuna,

189 Véase “Ministerio de Previsión Social” en periódico La Razón. La Paz, enero 15 de 1937, p.2

230
lo único que han hecho es mostrar lo que Lenin llama, ‘el periodo
infantil de la revolución social’.

Pero, eso no fue todo. En el informe citado se puntualizó que lo más grave fue el
desaprovechar políticamente el funcionamiento de la ANPOS y el haber producido
su disolución. Por último, producto de la división del sector obrero, la dirigencia
tampoco llegó a consensuar la designación del próximo titular del Trabajo. En ese
marco, el gobierno optó por retomar las riendas de esa Cartera de Estado, que dejó
de ser timoneado por el movimiento obrero (1937:38).

Más allá de las pugnas internas entre dirigentes, sus intereses sectoriales y
diferencias ideológicas, los trabajadores perdieron en su propia casa todo lo que
habían ganado en la calle, luego de haber llevado a la victoria la rebelión de mayo
de 1936.

4.9. UN ABOGADO COMO TERCER MINISTRO DE TRABAJO

Mediante decreto de 17 de enero de 1937 (véase Texto Legal 3), la tercera autoridad
que ocupó el cargo de ministro de Trabajo y Previsión Social fue el abogado y miembro
del PS, Javier Paz Campero.

Paz Campero ocupó el cargo de ministro de Trabajo y Previsión Social a los 37 años de
edad. Esta autoridad nació en la provincia Oropeza del departamento de Chuquisaca,
en 1899.

231
TEXTO LEGAL 3
DECRETO DE 17 DE ENERO DE 1937
Ministro de Estado.-
Desígnese en la Cartera del Trabajo y Previsión Social al Dr. Javier Paz Campero
MINISTERIO DE GOBIERNO
EL CORONEL DAVID TORO R.,
Presidente de la Junta de Gobierno,
CONSIDERANDO:
Que encuéntrase en acefalía la Cartera de Trabajo y Previsión Social y que es urgente
designar el Titular de dicha Secretaría de Estado.
DECRETO:
Artículo Único.- Nómbrese Ministro de Trabajo y Previsión Social, al señor doctor
don Javier Paz Campero, quién deberá posesionarse de su alto cargo el día 18 del mes
en curso, a horas 11 y 30, con el ceremonial de estilo.
El señor Ministro de Gobierno y Justicia, queda encargado de la ejecución del presente
decreto, dado en Palacio de Gobierno de la ciudad de La Paz, a los diez y siete días del
mes de enero de mil novecientos treinta y siete años.
Fdo. Cnl. D. Toro R. – Tcnl. Viera

Véase decreto supremo de 17 de enero de 1937. “Ministros de Estado.- Designase en la Cartera


de Trabajo y Previsión Social al Dr. Javier Paz Campero”. La Paz, enero 17 de 1937. Anuario
Administrativo Tomo 1.

En su carrera política fue designado en el cargo de ministro de Trabajo y Previsión


Social en el gobierno de David Toro (1936), ministro de Relaciones Exteriores en el
gobierno de Enrique Hertzog (1948-1949). También fue Canciller de Bolivia,
Embajador ante el Vaticano, Diputado y Delegado de la Misión Boliviana de Negocios
en los países de Chile y Estados Unidos190.

Guillermo Lora mencionó que Paz Campero perteneció al PS. En cuanto a su formación
académica fue abogado y docente universitario. En su actividad política, ocupó los
cargos de ministro, diplomático y parlamentario. Lora agregó que, luego, fue “un firme
partidario anti-villarroelista” (1985:422)

190 Véase Centro de Investigaciones de la Vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia. “Base de Datos de las
Elites Políticas de Bolivia” en http://cis-elites.com/ficha.php?idp=692# (web oficial). Revisado el 2 de junio de 2017.

232
Así, el 18 de enero de 1936, a horas 11:30, Javier Paz Campero inició sus labores como
titular en la Cartera del Trabajo. Una de las primeras medidas que realizó fue el traslado
de las oficinas del Ministerio de Trabajo. Antes, esa institución realizaba su labor en
predios del Senado Nacional. Por el reducido espacio, se reubicó en el local del
Ministerio de Defensa Nacional, entre las calles Yanacocha y Mercado191. Desde
entonces, en esas dependencias funciona el Ministerio de Trabajo y Previsión Social.

Paz Campero removió al antiguo personal de la institución. La autoridad solicitó a los


funcionarios que gestionen su dimisión colectiva. La nueva planta administrativa se
organizó con profesionales abogados, que cumplieron la “labor de colaborar en la tarea
de estudiar la nueva legislación del trabajo”192.

Como parte de la reorganización institucional, se implementó la creación de dos


Jefaturas del Trabajo: una en el departamento de Santa Cruz y otra en la población de
Uyuni193. Después, se abrió una Jefatura en el Departamento de Sucre194.

En su gestión también se promulgó el decreto sobre la preferencia de empleados


nacionales en las empresas, industrias, oficinas y otros establecimientos. El porcentaje
obligatorio de contratos de trabajadores bolivianos fue del 85 por ciento195. Algunas
excepciones a la norma fueron aplicadas a empleadores que contaban con un capital
menor de cien bolivianos y a quienes contrataron a menos de cinco trabajadores (Art.
2°). Al mismo tiempo, se estableció que los empleadores debían enviar una copia del

191 Véase “El Ministerio de Trabajo ha de cambiar de local” en periódico La Razón. La Paz, enero 27 de 1937, p.7.
192Véase “Se reorganizará el personal del M. de Trabajo y Previsión” en periódico La Razón. La Paz, enero 19 de 1937,
p.7.
193Véase decreto supremo de 19 de febrero de 1937. “Jefaturas de Trabajo.- Créase dependientes de la Dirección General
del Trabajo en Santa Cruz y Uyuni”. La Paz, febrero 19 de 1937. Anuario Administrativo Tomo 1.

Véase decreto supremo de 14 de mayo de 1937. “Jefatura de Trabajo.- Créase una en la ciudad de Sucre”. La Paz,
194

mayo 14 de 1937. Anuario Administrativo 2.


195Véase decreto supremo de 2 de febrero de 1937. “Empleados nacionales. Dispónese que los patronos con capital de
más de Bs.100 mil los ocuparán en un 85 por ciento del total que ocupa en sus trabajos, debiendo pagar a estos también
un 85 por ciento del total de sueldos que abone”. La Paz, febrero 2 de 1937. Anuario Administra

233
libro de Registro de empleados ante instancias del Ministerio de Trabajo. En ese
documento se tenía que especificar el nombre, el monto del sueldo y la nacionalidad
del personal (Art. 7°).

No obstante, el problema de fondo no sólo fue la cantidad de empleados nacionales y


extranjeros con los que contaba cada empresa o establecimiento, sino la desigualdad en
el monto del estipendio, así lo dieron a conocer algunos medios de prensa: “Hemos
comprobado que los sueldos asignados al personal que presta sus servicios en The
Bolivia Railway Co., llega a límites desoladores; pues mientras las asignaciones a
empleados extranjeros se pagan en libras esterlinas y en proporciones respetables, los
haberes que perciben los empleados bolivianos son poco menos que ínfimos”196.

En el ámbito de la salud, mediante Resolución Suprema de 27 de febrero de 1937, el


secretario del Trabajo autorizó al Comité de la Cruz Roja Boliviana la creación de
clínicas de maternidad en las capitales de departamento. La inversión fue de
Bs.200.000197.

Además, desde el mes de mayo, todos los hospitales públicos pasaron a depender del
Ministerio de Trabajo198.

196 Lo afirmado se reflejó en la siguiente escala salarial mensual:

Juan Hopwood, británico libras 104, Bs. 15.604


Rob. Payne, británico libras 69, Bs. 10.350
Franck C. Newton, británico libras 30, Bs. 4.500
Jacinto Romero, boliviano, 30 años de servicio Bs. 550
José Zevallos, boliviano, 19 años de servicio Bs. 370
Alberto Brito, boliviano, 21 años de servicio Bs. 350
Los salarios diarios eran los siguientes:
Obreros técnicos, jornal Bs. 5,50
Obreros corrientes, jornal Bs. 2,75
Ayudantes, jornal Bs. 2
Véase “Compárense los sueldos del empleado extranjero y del nacional” en periódico La Calle. La Paz, marzo 31 de
1937, p.5.
197Véase “El Ministerio de Trabajo autorizó al Comité de la Cruz Roja Boliviana la fundación de clínicas de maternidad”
en periódico La Razón. La Paz, marzo 8 de 1937, p.7.
198Véase “Desde mayo los hospitales dependerán del Departamento Nacional” en periódico La Razón. La Paz, abril 25
de 1937, p.7.

234
Es oportuno aclarar que el presente capítulo no tiene como objetivo realizar un
inventario de la normativa laboral de la posguerra. Lo que sí se hará es resaltar las
políticas “sociales” más importantes que repercutieron en ese momento histórico. En
ese sentido, una de las políticas que realzó el periodo de gobierno de David Toro fue la
primera nacionalización del petróleo, que iba a generar un largo debate nacional e
internacional.

4.9.1. LA NACIONALIZACIÓN DE LA STANDARD OIL

Después del conflicto chaqueño, Bolivia vivió una crisis económica, social e
ideológico-política. Ese fenómeno trajo consigo una ola de cuestionamientos contra
las empresas petroleras que fueron señaladas como las culpables para que el país
iniciará una guerra absurda. La idea de sentar soberanía sobre los recursos
hidrocarburíferos y echar del país a la Standard Oil Company giraba en la mente del
pueblo boliviano.

En ese ambiente ideológico-político, el régimen de Toro creó la entidad autónoma


Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), a través del decreto supremo
de 21 de diciembre de 1936. En la parte considerativa de dicho precepto legal se
estableció que los “hidrocarburos naturales pertenecen al Estado, en cualquier
forma que se hallen, siendo el Poder Ejecutivo el único que puede disponer de ellos
según las mejores conveniencias del Estado”. El objetivo de la creación de YPFB
“fue para tonificar la economía nacional en la forma y proporción que corresponde”.
El Estado, de ese modo, empezó a tomar las riendas del control sobre los
hidrocarburos. Esa institución trabajó bajo la dependencia del Ministerio de Minas
y Petróleos. La petrolera estatal tenía como función la exploración y explotación
del petróleo y sus derivados, como también la comercialización, transporte y
exportación del oro negro (Art. 2)199.

199 Véase “El Estado creó una entidad llamada Yacimientos Petrolíferos Fiscales” en periódico El Diario. La Paz,
diciembre 25 de 1936.

235
La lucha por la soberanía económica, sin embargo, no fue fácil. El gobierno de Toro,
luego, dictó una Resolución Suprema de 13 de marzo de 1937, que declaró la
caducidad de las concesiones petroleras de la Standard Oil y la reversión de todos
sus bienes al Estado boliviano. La medida generó gran expectativa y fue respaldada
por varios sectores sociales.

En el texto YPFB Corporación, 75 años de aporte al desarrollo nacional, se anexó


la Resolución Suprema de 13 de marzo de 1937. Entre sus puntos más
representativos, se destacan dos:

1) En 1928, la Standard Oil exportó petróleo de forma clandestina, desde el


campamento Bermejo en Bolivia hacia la población de Aguas Blancas en
Argentina. Sin embargo, esa compañía, cuando se le exigió el pago de las
patentes petroleras, afirmó no haber exportado petróleo. De esa manera, la
Standard Oil eludió el pago de patentes y la entrega de regalías al Estado,
defraudando los intereses fiscales en forma manifiesta.
2) Por contrato suscrito el 27 de julio de 1922, que fue una aclaración del contrato
firmado por la Richmond Levering and Co., en 1920, se estipuló –en la cláusula
décima octava− que el “Estado boliviano podrá declarar caducidad o rescisión
administrativamente, por defraudación de los intereses fiscales; caducidad que
importa para los capitalistas la pérdida de todos los derechos a los bienes que
tuvieran en el país, los que pasan a propiedad exclusiva del Estado” (2012:48-
49).

La política de defensa de la soberanía petrolera dictada en contra de la Standard Oil


fue elogiada por la población boliviana. En ese entendido, varios sectores sociales
levantaron las banderas del nacionalismo.

Luego de transcribir sendos apoyos al gobierno de Toro realizados por la


Confederación Sindical de Trabajadores de Bolivia (CSTB) y la Asociación
Nacional de Excombatientes Socialistas (ANDES), La Calle, en el artículo “El

236
pueblo y la Standard Oil”, respaldó la política de caducidad de concesiones
petroleras:

Las corporaciones obreras de la República han creído un deber el


exteriorizar su franco aplauso y reconocer la doctrina verazmente
socialista y de reivindicación económica del país, que ha encarado la H.
Junta Militar de Gobierno, al haber dictado el histórico decreto de
caducidad de las concesiones petroleras de la empresa americana
Standard Oil Company. Este acto de gobierno que marcará época en los
anales de la administración pública, pues significa también un golpe
definitivo a la plutocracia organizada, que culminó con sus abusos en
el régimen ortodoxo del liberalismo sedicente, que ha agotado las
energías y los recursos de la Nación en provecho de una minoría
comanditaria de los capitalistas extranjeros que han creído que Bolivia
era un feudo sin historia ni porvenir200.

Pero, ¿Cómo operó en el país la Standard Oil Company para tener tanto rechazo
popular? El escritor y docente universitario Sergio Almaraz, experto en el estudio
del caso de la empresa Standard Oil, en su libro el Petróleo en Bolivia, lanzó una
respuesta bien argumentada. Explicó que esa compañía transnacional ingresó a
Bolivia en 1922. En el contrato que firmó dicha empresa con el Estado boliviano se
estipuló la obligación de perforar un pozo por cada 500.000 hectáreas y la
extracción de dos millones de barriles anuales de petróleo. Sin embargo, la Standard
Oil no cumplió el mencionado compromiso:

Cuando el gobierno trató de obligar a pagar las patentes de producción


al cabo de los dos años establecidos por el contrato, se lo amenazó con
demandarlo ante la Corte Suprema de Justicia; los representantes de
aquella expresaron estar seguros de ganar el pleito porque “contaban
con el medio de corromper a los magistrados”, de acuerdo a la denuncia

200 Véase “El pueblo y la Standard Oil” en periódico La Calle. La Paz, abril 3 de 1937, p.2.

237
formulada por el fiscal General de la República varios años más tarde
(1958:90-92).

Almaraz, agregó, que la empresa en el país actuó bajo un temperamento pérfido,


“estaba aplicando métodos bandidescos que la habían hecho célebre en todo el
mundo: coacción económica, corrupción de funcionarios y presión política”. Su
primera perfidia fue la instalación de un oleoducto clandestino de 5 cm. de ancho
y 250 metros de largo con destino a Agua Blancas (Argentina).

La historia fraudulenta de la empresa estadounidense no terminó ahí. Esa instancia


demostró una actitud déspota frente a los gobiernos del país en la guerra del Chaco,
pues dio la espalda a la nación en tiempos de crisis. “A esto añadimos la negativa
llana y simple de uno de sus representantes a proporcionar gasolina a las
guarniciones del ejército boliviano en el Chaco” (:92).

Después de aprobar la Resolución Suprema en marzo de 1937, el Estado boliviano,


en abril de ese mismo año, asestó un golpe final contra la Standard Oil Company.
Mediante decreto supremo de 30 de abril de 1937, se adjudicó con carácter
definitivo a YPFB todos los bienes, acciones y derechos que pertenecieron a la
extinguida Standard Oil Co. Y pasaron a propiedad fiscal en virtud de la Resolución
de 13 de marzo de 1937 (YPFB, 2012: 50).

El decreto de 30 de abril de 1937 fue una medida respaldada por la población


boliviana, que salió a las calles en apoyo a la nacionalización de bienes de la
Standard Oil. Bajo el titular “Todo el país con el gobierno y contra la Standard Oil”,
La Calle retrató ese momento:

El día 11 de mayo de 1937 a horas 10 de la mañana se llevó a cabo (en


Cochabamba), en medio de completo orden y gran entusiasmo, el mitin
de adhesión a la política del gobierno frente a los manejos subversivos
de la Standard Oil, preparado por las organizaciones obreras de la
localidad y el Partido Socialista del Estado. Más de 2000 personas

238
concentradas en la avenida Aroma recorrieron las principales calles de
la ciudad habiendo rematado en la plaza 14 de septiembre201.

Por su parte, la Standard Oil refutó el argumento del decreto de 30 de abril de


1937202. Empero, dicha impugnación fue explicada y desvirtuada por La Calle:

La Standard Oil sostuvo que el Estado Boliviano le hizo una concesión


de por vida de sus pertenencias petrolíferas, cuando lo evidente estriba
en que pactó un convenio con el Estado acabando por defraudar a éste,
con la agravante de que dicha defraudación tuvo caracteres denigrantes
durante el estado de guerra con el Paraguay. Además, la Standard Oil
aseguró no poseer una gran cantidad de hectáreas para la exploración y
explotación de petróleo, mientras otras compañías petroleras contaban
con millones de hectáreas. Empero, la única empresa que llegó a la
etapa de explotación petrolífera fue la Standard Oil, la misma que en el
pacto de sociedad con el Estado faltó a los principales preceptos de
legalidad y lealtad. De ahí que la caducidad de sus derechos responde a
una finalidad eminentemente jurídica203.

En síntesis, Bolivia fue el primer país latinoamericano que nacionalizó sus recursos
petrolíferos, es decir, luchó por su soberanía económica. Una segunda experiencia
se desarrolló en México, en 1938. Lázaro Cárdenas, primer mandatario de ese país,

201 Véase “Todo el país con el gobierno y contra la Standard Oil.” en periódico La Calle. La Paz, mayo 12 de 1937, p.2.
202La Standard Oil impugnó el decreto de 30 de abril de 1937 y la Resolución Suprema de 13 de marzo de 1937 ante la
Corte Suprema de Justicia. Al respecto, el escritor Valentín Abecia López sostuvo que “es interesante puntualizar que la
empresa insiste, con vehemencia en que la 'confiscación' de la que ha sido objeto, es tremendamente dañina para Bolivia
porque generará desconfianza en la nación y en sus leyes”. El autor aclaró que la nacionalización o estatización son
acciones que producen un “shock interno”, pero en el caso de la Standard Oil “la razón estuvo siempre del lado del Estado
boliviano”.
Finalmente, algunos juristas cochabambinos calificaron al fallo de la Corte Suprema como “asexuado e inocuo”, pues el
8 de marzo de 1939 la resolución de la Corte no fue a favor del Estado boliviano ni en contra de la Standard Oil, es decir,
“simplemente no se aceptó la demanda porque la empresa no había probado su personería legítima”.
Ese fallo, después de tres años, fue utilizado por la Standard Oil para exigir una reparación económica. “El 27 de enero
de 1942, en el gobierno de Peñaranda, con Anze de Matienzo en la cancillería del país y con el congreso en receso, se
admitió pagar a la Standard una indemnización de 1.750.000 dólares con el 3 por ciento de interés anual, a partir del 13
de marzo de 1937” (1997:97-99).
203 Véase “La Standard Oil y sus defensores” en periódico La Calle. La Paz, enero 21 de 1939, p.2.

239
“decretó la expropiación del petróleo mexicano que se encontraba en poder de
compañías americanas y británicas”. En Gran Bretaña causó gran impacto esa
decisión. “En ciertos círculos se dice que Cárdenas aprovechó las dificultades
existentes en Europa para tomar esta medida”204.

La nacionalización de los bienes y acciones de la Standard Oil, en síntesis, unió a


varios sectores del país. Debilitó a los sectores liberales. Fortaleció a los
nacionalistas. Los trabajadores la calificaron como una medida en defensa de la
soberanía y, junto con el pueblo, la respaldaron con gigantescas y radicales
manifestaciones en las calles. Con la norma, la correlación de fuerzas dio otro salto
a favor de los sectores progresistas.

4.10. UN MILITAR Y EXCOMBATIENTE EN LA CARTERA DEL


TRABAJO

Las políticas de David Toro, implementadas bajo el rótulo de “socialismo de Estado”,


no fueron suficientes para mantenerse en el gobierno. Como se explicó en el capítulo
3, el torismo fue perdiendo respaldo social, político y militar de forma gradual. Y fue
así, en ese complicado contexto económico, social e ideológico-político, que se gestó
la llegada al poder del Tcnl. Germán Busch Becerra, una figura ilustre y respetada de
la guerra del Chaco.

Mediante decreto de 13 de julio de 1937 (véase Texto Legal 4), se designó como
Presidente a Germán Busch, quien fue acompañado por un gabinete provisional. En ese
marco, fue nombrado como cuarto ministro de Trabajo y Previsión Social el Tcnl.
Daniel Sossa Trigo.

204 Véase “México nacionalizó sus petróleos” en periódico La Razón. La Paz, marzo 20 de 1938, p.1.

240
TEXTO LEGAL 4
DECRETO SUPREMO DE 13 DE JULIO DE 1937
Teniente Coronel German Busch
Presidente Provisorio de la República
CONSIDERANDO:
Que por dimisión del Presidente de la Junta de Gobierno, Cnl. Dn. David Toro R., ha
asumido en la fecha el mando supremo de la Nación, requiriéndose por lo tanto organizar
el Gabinete;

DECRETA:
Art. 1o.- Con carácter provisional constituyese el Poder Ejecutivo en la forma siguiente:
Ministro de Relaciones Exteriores y Culto, Dr. Enrique Baldivieso.
Ministro sin cartera, Sr. Gabriel Gosálvez T.
Ministro de Gobierno y Justicia, Teniente Coronel Félix Tabera.
Ministro de Hacienda, Sr. Federico Gutiérrez Granier.
Ministro de Defensa Nacional, Cnl. Secundino Olmos.
Ministro de Agricultura, Colonización e Inmigración, Cnl. Cesar Menacho.
Ministro de Minas y Petróleos, Cnl. Felipe M. Rivera.
Ministro de Industria y Comercio, Cnl. Ángel Ayoroa.
Ministro de Educación y Asuntos Indigenales, Tcnl. Alfredo Peñaranda.
Ministro de Trabajo y Previsión Social, Tcnl. Daniel Sossa.
Ministro de Fomento y Comunicaciones, Tcnl. Luis Campero A.
Art. 2º.- Los nuevos ministros de Estado tomarán posesión de sus cargos el día de mañana
a horas 15.
Art. 3º.- Mientras se restituyan al país los señores ministros de Relaciones Exteriores, de
Industria y Comercio y de Minas y Petróleo, atenderán esos despachos los señores Gabriel
Gosálvez, Ministro sin Cartera y Tcnl. Daniel Sossa, Ministro de Trabajo y Tcnl. Luis
Campero A., Ministro de Fomento y Comunicaciones, respectivamente.
Es dado en el Palacio de Gobierno, en la ciudad de La Paz, a los 13 días del mes de julio
de 1937.
(FDO). — GERMÁN BUSCH.

Véase decreto supremo de 13 de julio de 1937. “Constitución provisional del Poder Ejecutivo.-
Constituyese en la forma siguiente”. La Paz, julio 13 de 1937. Anuario Administrativo Tomo 2.

Cabe mencionar que la información sobre los primeros ministros de Trabajo es casi
inexistente. Sin embargo, esta investigación permitió encontrar algunos textos
periodísticos y documentos inéditos, que fueron publicados en páginas web y blocks
personales. Esa información fue valiosa para este estudio, pues permitió realizar una

241
breve semblanza sobre los personajes que aportaron en la aprobación de políticas
laborales, que aún están vigentes en el país.

En el artículo “Personajes del pasado: El General Daniel Sossa Trigo”, Eduardo Trigo
O’Connor d’Arlach relató que Sossa, a sus 39 años, fue nombrado ministro de Trabajo.
Antes de eso, formó parte del cuerpo de oficiales jóvenes de la Guerra del Chaco, en el
Regimiento Camacho y en los fortines Loa, Bolívar, Corrales y Fernández. La guerra
no sólo le concedió el orgullo de ser nombrado “Hijo Predilecto de Tarija y Héroe de
la Campaña del Chaco”, sino también el infortunio de enterrar a su hermano Vicente
Sossa, cuyo deceso se produjo en defensa del Fortín Nanawa.

Sossa Trigo nació el 17 de enero de 1898, en la ciudad de Tarija. Falleció en el exilio,


en Brasil, el 20 de diciembre de 1965.

Debido a su ardua actividad política fue expulsado por acusaciones de conspiración en


el gobierno de Bautista Saavedra (1924). En la década del ’30 fue edecán y adjunto
militar en el Perú, bajo la presidencia de Hernando Siles. En el mandato de Daniel
Salamanca (1931-1934) fue designado como Jefe de la Policía en Trinidad (Beni).
Luego, en el mandato de Germán Busch (1937-1939), ocupó los cargos de ministro de
Trabajo, Jefe de Estado Mayor, Comandante de la Región Militar Nº 7 en Cochabamba
y Agregado Militar en las Embajadas de Bolivia en Uruguay y Paraguay. También, fue
ministro Interino en la Cartera de Industria y Comercio205 y de igual forma Autoridad
Suplente en el Ministerio de Fomento, Obras Públicas y Comunicaciones206.

Además de militar y político, Sossa era un gran compositor y músico. “El periódico
Adelante en una edición del mes de julio de 1933 expresó que sus composiciones han

Véase decreto supremo de 13 de septiembre de 1937. “Suplencia ministerial.- El Sr. ministro de Trabajo y Previsión
205

Social se hará cargo de la Cartera de Industria y Comercio”. La Paz, septiembre 13 de 1937. Anuario Administrativo 3.
206Véase decreto supremo de 20 de diciembre de 1937. “Suplencia ministerial. — Mientras dure la ausencia del Sr.
ministro de Fomento, Obras Públicas y Comunicaciones, se hará cargo el Sr. ministro de Trabajo y Previsión Social”. La
Paz, diciembre 20 de 1937. Anuario Administrativo Tomo 3.

242
servido para que las bandas de nuestro Ejército renueven sus recuerdos heroicos de
Ayacucho, Ingavi y Montenegro”207.

Una de las primeras políticas laborales que implementó Daniel Sossa fue aprobar la
normativa sobre indemnización por accidentes de Trabajo, desahucio, muerte y
enfermedad. Esa disposición fue dictada el 11 de agosto de 1937208.

Cinco días después –el 16 de agosto– una comisión del Ministerio de Trabajo se dirigió
hacia el noroeste del país. La delegación fue conformada por el Inspector General del
Trabajo, Aniceto Navarro, el Jefe de Sección Sindical, Moisés Álvarez, y un delegado
de la Confederación Nacional del Trabajo. Ese grupo se trasladó, el 25 de agosto, hacía
la población industrial “La Tribu”, cercana a Riberalta. Las autoridades acudieron a esa
localidad por denuncias de los obreros de La Tribu, sobre la baja remuneración y la
subida de precios de primera necesidad. Estaba planificado que posterior a ese viaje, la
comisión se dirija a las “zonas industriosas del Beni”, para ejecutar una inspección en
temas de salarios, precios de pulpería y otros.

La inspección realizada fue una acción aplaudida por algunos medios de prensa: “Cabe
advertir que por primera vez, en los 112 años de vida del país, el gobierno envió una
comisión de inspección laboral al departamento del Beni y que por primera vez,
también, las autoridades se ocuparon de problemas que ni siquiera han sido previstos
por los legisladores, menos por los trabajadores congresistas”209.

Ese mismo mes, se decretó el pago de gastos de entierro por el fallecimiento de


funcionarios públicos. En la normativa se especificó que a los herederos se les tenía que

207 Véase TRIGO, Eduardo (2016): “Personajes del pasado: El General Daniel Sossa Trigo”, en
http://www.elpaisonline.com/index.php/2013-01-15-14-16-26/cantaro/item/250592-personajes-delpasado-el-
general-daniel-sossa-trigo (Periódico digital El País). p.1. Revisado el 10 de junio de 2017.
208Ver decreto supremo de 11 de agosto de 1937. “Indemnizaciones.- Por accidentes de trabajo, desahucio, enfermedad
y muerte a partir de la fecha”. La Paz, agosto 11 de 1937. Anuario Administrativo Tomo 2.
209Véase “Una comisión del Ministerio de Trabajo viajará en breve al Noroeste del país” en periódico El Diario. La Paz,
agosto 16 de 1937, p.10.

243
cancelar una suma equivalente al haber de dos meses210. Los antecedentes legales de
dicho decreto, se basaron en la cuota mortuoria aprobada a través del decreto supremo
de 2 de julio de 1926; el Estatuto de Educación Pública; el artículo 215 de la Ley
Orgánica del Ejército Nacional, y el Artículo 38 de la Ley de 19 de septiembre de 1911
sobre el pago de un mes de haberes por fallecimiento de funcionarios del ramo
judicial211.

En la gestión del titular del Trabajo, Daniel Sossa, se solucionó el conflicto entre la
Federación Sindical de Ferroviarios y la empresa Bolivian Railway. Los trabajadores
exigían el incremento de estipendios y la rebaja de precios de las pulperías. En ese
sentido, una comisión conformada por el Oficial Mayor del Trabajo, representantes del
Ministerio de Comunicaciones, la FOT y un representante de la empresa The Bolivian
Railway se dirigió a la ciudad de Oruro para mediar un diálogo y evitar una posible
huelga212.

En el ámbito de previsión social, se planificó la construcción de un Sanatorio de


tuberculosos en la zona de Achocalla. El proyecto fue parte de una necesidad nacional,
debido a que gran parte de los repatriados contrajeron esa enfermedad en la contienda
chaqueña. “El Ministerio de Trabajo y Previsión Social ha determinado ayer que el
Sanatorio sea construido en Achocalla, zona que es apta por sus condiciones
topográficas y climatéricas (…) La determinación está bien meditada y responde a las
necesidades higiénicas de la ciudad y es seguro que por ello ha de ser bien recibida”213.

210 Véase decreto supremo de 24 de agosto de 1937. “Empleado público.- En caso de fallecimiento en el ejercicio de sus
funciones, los herederos tendrán derecho para gastos de entierro a una suma equivalente al haber de dos meses del
fallecido”. La Paz, agosto 24 de 1937. Anuario Administrativo Tomo 2.
211Véase “Se estudia un decreto-ley para reconocer gastos de entierro a empleados públicos” en periódico El Diario. La
Paz, agosto 25 de 1937, p.5.
212Véase “La huelga de ferroviarios se halla en estado de conciliación” en periódico La Razón. La Paz, octubre 29 de
1937, p.6.
213Véase “El Sanatorio de Tuberculosos será construido en la zona de Achocalla” en periódico La Razón. La Paz, agosto
de 1937, p.5.

244
En el mes de febrero de 1938, como parte de una campaña de lucha y prevención contra
la peste bubónica, la Dirección General de Sanidad, dependiente del Ministerio de
Trabajo, logró controlar un foco de infección en la población Entre Ríos (Tarija)214.

Por último, una de las disposiciones históricas anti-corrupción que se implementó en el


mandato de Sossa Trigo fue la rotación de Jefes de Distrito del Departamento del
Trabajo: “Es inconveniente que permanezcan mucho tiempo en un mismo distrito los
Jefes del Trabajo, porque llegan a mantener vinculaciones de carácter afectivo que
pueden perjudicar la imparcialidad de sus actos (…) Con la rotación se pretende hacer
que estas autoridades conozcan las modalidades del trabajo en todo el país, a fin de que
su capacidad y experiencia se basen en tales conocimientos”, manifestó Sossa. Dicha
política fue implementada desde enero de 1938215.

4.11. UN MÉDICO-CIRUJANO COMO MINISTRO DE TRABAJO

El primer médico-cirujano que ascendió al cargo de ministro de Trabajo fue Enrique


Berrios. Ingresó como Autoridad a sus 44 años de edad.

Berrios –según el documento “Historia de la Sociedad de Cirugía de La Paz” escrito


por Walter Arteaga Cabrera− nació en la ciudad de Potosí, el 14 de octubre de 1894.
Fue catedrático de Anatomía Topográfica y Técnica Quirúrgica de la Facultad de
Medicina. En su trayectoria política fue designado como Prefecto del Departamento de
La Paz (1931), ministro en las carteras de Educación y de Guerra (1933) y Embajador
de Bolivia en España.

214Véase “Está totalmente conjurado el peligro de la Peste Bubónica” en periódico La Razón. La Paz, febrero 5 de 1938,
p.6.
215Véase “Se establecerá rotación de jefes del distrito del Depto. de Trabajo” en periódico La Razón, La Paz, noviembre
25 de 1938, p.7.

245
En plena conflagración chaqueña fue ascendido al grado de Coronel y posteriormente
fue nombrado como Inspector General de la Sanidad Militar. Apoyó como médico en
el Regimiento Pérez y en la población de Villamontes216.

Mediante decreto de 28 de mayo de 1938 (véase Texto Legal 5) fue designado al cargo
de ministro de Trabajo y Previsión Social.

216 Véase ARTEAGA, Walter (2000): “Historia de la Sociedad de Cirugía de La Paz”, en


https://www2.bago.com.bo/socbolcir/publicacion/vol2_n2/historia_soccirlp.html (Revista digital). p.1. Revisado el 7
de junio de 2017.

246
TEXTO LEGAL 5
DECRETO DE 28 DE MAYO DE 1938
Suplencia Ministerial.- Mientras dure la ausencia de los titulares de Relaciones Exteriores
e Industria y Comercio.
TCNL. GERMAN BUSCH,
Presidente Constitucional de la República,
En uso de sus facultades:
DECRETA:
Artículo 1º.- Nómbrase ministros de Estado a los señores: Eduardo Diez de Medina, de
Relaciones Exteriores y Culto: Capitán Elías Belmonte, de Gobierno y Justicia; Alberto
Palacios, de Hacienda y Estadística; General Felipe M. Rivera, de Defensa Nacional;
Gabriel Gosálvez, de Fomento, Comunicaciones y Obras Públicas; Dionisio Foianini, de
Minas y Petróleo; Vicente Leitón, de Comercio e Inmigración; Bernado Navajas Trigo, de
Educación y Asuntos Indígenas y Enrique Berrios de Trabajo y Previsión Social.
Artículo 2°.- Mientras se constituyan en esta ciudad los titulares de Relaciones Exteriores
y Culto y de Comercio e Industria, se encargarán de esos Despachos, los ministros de
Agricultura, Colonización e Inmigración y de Educación y Asuntos Indígenas
respectivamente.
Artículo 3°.- Los señores ministros nombrados tomarán posesión de sus cargos el día de
hoy, a horas 17 y 30.
Artículo 4°.- El Oficial Mayor de Gobierno queda encargado de la publicación del presente
decreto.
Dado en el Palacio de Gobierno de la ciudad de La Paz, a los 28 días del mes de mayo de
1938 años.
Tcnl. G. Busch.-
Es Conforme: Lijerón Rodríguez, OFICIAL MAYOR DE GOBIERNO

Véase decreto de 28 de mayo de 1938. “Suplencia ministerial.- Mientras dure la ausencia de los
titulares de Relaciones Exteriores e Industria y Comercio”. La Paz, mayo 28 de 1938. Anuario
Administrativo Tomo 2.

A unos días de su ingreso a la institución, Berrios fue entrevistado por La Calle. La


Autoridad respondió algunas cuestionantes sobre las políticas y acciones que
implementaría en el Ministerio de Trabajo: “El deber del Ministerio de Trabajo se
encamina a imponer un tipo mínimo de estipendio que sea suficiente para que el
trabajador responda a su labores con vitalidad. Para el caso, se ha designado una
comisión de médicos para estudiar el valor, la cantidad y las calorías de productos

247
alimenticios que el obrero requiere consumir para vivir ampliamente y responder a las
obligaciones de rendimiento”.

Al mismo tiempo, Berrios informó que en el ámbito de la salud se construirá en la zona


de Churubamba un sanatorio anti-tuberculoso. Asimismo, comunicó que en el Hospital
de Miraflores se proyecta realizar varias reformas en la organización y en la asistencia
pública. Agregó que en el ámbito nacional se realizará la construcción de un Hospital
moderno en el departamento de Oruro y la modernización de sanatorios en Potosí,
Cochabamba, Santa Cruz, Beni y en la población de Coroico (La Paz)217.

El titular del Trabajo, en su primer mes de mandato, organizó un Comité de


Conciliación para los casos de conflictos de Trabajo: “No se obrará sin fundamento,
sino después de una comprobación rigurosa en que predomine la justicia como norma
de las disposiciones del referido portafolio” 218, sostuvo.

En su gestión, también, se realizaron viajes de inspección laboral. En ese marco, una


comisión, representada por el Director General del Trabajo, Alberto Mendoza López,
el Inspector General del Trabajo, Juan Villarpando, y el Jefe de Sección de Inspección,
realizó un recorrido, de aproximadamente de 50 días en los principales centros de
trabajo industrial y comercial del país. El objetivo fue analizar las condiciones de
trabajo, salarios y condiciones de higiene de los trabajadores219.

Sin embargo, su mandato fue criticado por algunas denuncias de corrupción. Por
ejemplo, se presentó una acusación por cobro de dinero en contra del Jefe del
Departamento de Trabajo de Uncía. Esa Autoridad habría forzado a los pequeños
mineros a entregar algunas sumas de dinero. Al respecto, Berrios dijo: “Se ha oficiado

217 Véase “Salarios de acuerdo con el actual Standard de vida” en periódico La Calle. La Paz, junio 7 de 1938, p.4.
218Véase “Se organizará un Comité de Conciliación para los casos de conflicto de trabajo” en periódico El Diario. La
Paz, junio 16 de 1938, p.6.
219 Véase “Viajó ayer al interior una comisión del M. del Trabajo” en periódico El Diario. La Paz, agosto 1 de 1938, p.6.

248
una investigación por el Director General del Trabajo, quien en su próximo viaje de
inspección laboral (del 9 de agosto de 1938) organizará el proceso respectivo para
establecer sanciones contra ese funcionario, si se comprueban las acusaciones”220.

4.12. UN CATEDRÁTICO Y ABOGADO COMO SEXTO MINISTRO DE


TRABAJO

Después de dos meses y quince días de gestión, Enrique Berrios fue remplazado por el
abogado y catedrático Alberto Manuel Zelada Valda, mediante decreto de 12 de agosto
de 1938 (véase Texto Legal 6). Cabe aclarar que a través de esa normativa se designó
a un nuevo gabinete Ministerial, en vista que la Convención Nacional (1938), de
acuerdo a sus atribuciones, nombró como Presidente Constitucional a Germán Busch y
como Vicepresidente a Enrique Baldivieso.

220 Véase “Se seguirá proceso a un jefe del trabajo de Uyuni” en periódico El Diario. La Paz, agosto 4 de 1938, p.6.

249
TEXTO LEGAL 6
DECRETO DE 12 DE AGOSTO DE 1938

Ministros de Estado.- Desígnelos.


TCNL. GERMAN BUSCH,
Presidente Constitucional de la República,
En uso de sus facultades:
DECRETA:
Artículo 1º.- Nómbrase ministros de Estado en los Despachos que se especifica, a los
siguientes ciudadanos:
Relaciones Exteriores y Culto, Carlos Eduardo Diez de Medina, Gobierno, Justicia y
Propaganda, Gabriel Gosálvez, Hacienda y Estadística, Vicente Mendoza López, Obras
Públicas y Comunicaciones, Gral. Walter Méndez, Defensa Nacional, Gral. Felipe M.
Rivera, Educación y Asuntos Indigenales, Bernardo Navajas Trigo, Agricultura,
Colonización e Inmigración, Julio Salmón, Industria y Comercio, Vicente Leytón, Minas
y Petróleo, Dionisio Foianini, Trabajo y Previsión Social y Sanidad, Alberto Zelada.
Artículo 2°.- Los ministros designados tomarán posesión de sus cargos el día de hoy, a
horas 15 y 30.
El Oficial Mayor de Gobierno queda encargado de la publicación del presente decreto.
Dado en el Palacio de Gobierno de la ciudad de La Paz, a los 12 días del mes de agosto de
1938 años.
G. Busch.-

Véase decreto de 12 de agosto de 1938. “ministros de Estado.- Designaselos”. La Paz, agosto 12 de


1938. Anuario Administrativo Tomo 2.

Alberto Zelada fue designado como ministro de Trabajo a sus 36 años de edad. Fue un
abogado titulado en la Universidad San Francisco Xavier. En su carrera profesional,
dictó cátedra en las materias de Sociología Americana y Sociología General. En 1936,
fue nombrado Vicerrector y posteriormente fue electo como rector de la Universidad
San Francisco Xavier.

En el marco de su actividad política, Zelada fue elegido como representante ante la


Conferencia Internacional de Montevideo, en 1930. Siete años después, formó parte de
la comisión revisora de la Constitución Política del Estado. En 1938 fue designado

250
como ministro de Trabajo y Previsión Social y en noviembre de ese año fue ministro
interino en la Cartera de Industria y Comercio221.

A los pocos días de ser nombrado como titular del Trabajo, Zelada planteó un programa
de labores, que se enmarcó en cuatro ámbitos: 1) la “lucha contra la mendicidad y
vagancia especialmente infantil”; 2) implementación de inspecciones laborales
continúas en centros de trabajo, fábricas, comercio, entre otros, y la aprobación de la
normativa del Seguro Social y la sindicalización en el país; 3) en el ámbito de Previsión
Social, realizar un viaje de inspección a escala nacional a cargo del Director de Sanidad,
con el fin de reorganizar los servicios sanitarios en el país, y 4) afianzar la autonomía
económica sanitaria222.

En el primer mes de gestión, Zelada envió una nota de atención al Ministerio de


Relaciones Exteriores, con el objetivo de solicitar colaboración para realizar una amplia
investigación sobre las condiciones de trabajo y el monto de salarios de miles de obreros
bolivianos que trabajaban en el norte de Argentina223.

En el mes de agosto de 1938, el Despacho de Higiene y Salubridad se separó del


Ministerio de Trabajo y se convirtió en Ministerio de Higiene y Salubridad. La nueva
Cartera de Estado fue creada mediante la Ley de Organización de la Administración
Pública224. Actualmente, esa institución se denomina Ministerio de Salud.

221Véase decreto supremo de 8 de noviembre de 1938. “Suplencia Ministerial.- Encomiéndese al titular del Trabajo y
Previsión Social la Cartera de Industria y Comercio”. La Paz, noviembre 8 de 1938. Anuario Administrativo Tomo 3.
222Véase “El nuevo ministro de Trabajo planea los puntos de su programa de labores” en periódico La Calle. La Paz,
agosto 16 de 1938, p.5.
223Véase “Se investigará las condiciones de trabajo de los obreros bolivianos en el norte argentino” en periódico El
Diario. La Paz, septiembre 1 de 1938, p.7.

Véase Ley de 29 de agosto de 1938. “Organización de la Administración Pública”. La Paz, agosto 29 de 1938. Anuario
224

Administrativo Tomo 2.

251
Las atribuciones del Ministerio de Higiene y Salubridad, al momento de su creación,
fueron aprobadas a través del decreto de 31 de agosto de 1938225.

En dicha disposición legal, el Ministerio de Higiene y Salubridad se organizó en dos


departamentos:

1) El Departamento Técnico, compuesto por la Dirección de hospitales y asistencias


públicas; la Dirección de lucha antituberculosa y anti leprosa; la Dirección de lucha
antipalúdica, enfermedades tropicales y fiebre amarilla; la Dirección de institutos
científicos; la Dirección de sanidad escolar; la Dirección de lucha antivenérea y
antialcohólica; la Dirección de epidemiología y profilaxis; la Dirección de higiene
industrial, urbana y rural; la Dirección de servicios químicos y farmacéuticos; la
Dirección de servicios dentales; la Sección de informaciones y propaganda, y la
Sección de ingeniería sanitaria.
2) El Departamento Administrativo, conformado por la Jefatura de Administración;
Contabilidad General; las secciones administrativas de las jefaturas
departamentales; la Sección Estadística y Kárdex; la Sección de Archivo; la Sección
de control de personas, jubilaciones y escalafón; la Sección de Control y Glosa; la
Sección de Pagaduría, y la Sección de compras y almacenes.

Se debe agregar que, en la gestión del ministro Zelada Valda, la Dirección General del
Trabajo presentó el informe correspondiente a las gestiones 1936, 1937 y 1938, sobre
indemnizaciones (Véase Cuadro 5).

Lo que resaltó, al presentar el reporte de tres gestiones, fue la cantidad elevada de pago
de indemnizaciones por enfermedades profesionales, accidentes de trabajo y
trabajadores desahuciados.

225Véase decreto de 31 de agosto de 1938. “Atribuciones Ministeriales.- Fijase las de la Cartera de Higiene y Salubridad
de reciente creación”. La Paz, agosto 31 de 1938. Anuario Administrativo Tomo 2.

252
CUADRO 5
PAGO DE INDEMNIZACIONES POR ENFERMEDADES PROFESIONALES
(Expresado en Bs.)
GESTIÓN 1936
Indemnizaciones 415.520,16
Indemnización por enfermedades profesionales. 103.880,04
Total 519.400,20
GESTIÓN 1937
Indemnizaciones 309.440,62
Indemnizaciones a 5.994 enfermos parciales (419 obreros con 1.237.762,50
incapacidad total permanente y 95 accidentados por trabajo.
Total 1.547.203,12
GESTIÓN 1938
Indemnizaciones 622.348,42
Indemnizaciones a 303 por enfermedades profesionales, 36 accidentes 2.489.393,69
de trabajo y el resto a empleados desahuciados.
Total 3.111.742,11
Véase “En 1938 se pagó por indemnizaciones a empleados y obreros Bs.3.111.742,11: el grave problema de las
enfermedades sociales” en periódico La Razón. La Paz, febrero 5 de 1938, p.7.

A los tres meses de su gestión, el ministro Zelada dictó la disposición legal sobre los
Reglamentos Internos de Trabajo, normativa que continúa en vigencia. El Ministerio
de Trabajo fue la institución donde se debían presentar esos estatutos de Trabajo de
todas las empresas y/o fábricas226. Ese documento tenía que ser firmado, aprobado y
consensuado por los trabajadores y los empresarios.

En el ejercicio como titular del Trabajo, el 19 de marzo de 1939, Alberto Zelada falleció
por una enfermedad desconocida. El deceso de la insigne personalidad política y
académica conmovió por completo al país. Para el entierro de sus restos se determinó
cierre de oficinas públicas y particulares.

“Los restos serán llevados a la Estación Central a las 11 de la mañana desde el local de
la Cancillería. Como un justo homenaje póstumo, el gobierno ha decretado cierre de

226Véase decreto supremo 23 de noviembre de 1938. “Reglamento Interno de Trabajo.- Establécese la obligación de
adoptarlos a las empresas o fábricas”. La Paz, noviembre 23 de 1938. Anuario Administrativo Tomo 3.

253
oficinas públicas y particulares a fin de permitir que todo el pueblo se asocie a los
funerales”227.

4.12.1. LA CONVENCIÓN CONSTITUYENTE Y LA PRIMERA CARTA


MAGNA SOCIAL

En la gestión de Alberto Zelada, sexto ministro de Trabajo, se promulgó la primera


Constitución Política del Estado de carácter social (30 de octubre de 1938). La
aprobación de ese documento, en el contexto de la posguerra del Chaco, no fue un
acontecimiento casual y aislado. La nueva Carta Magna se aprobó en una coyuntura
irradiada por las corrientes nacionalistas, comunistas, stalinistas, fascistas y otras.

Al menos, dos fueron los hechos internacionales que marcaron la historia de la


promulgación de la primera Constitución Social en Bolivia: 1) la Revolución Rusa
y 2) la Revolución Mexicana. Al respecto, el investigador Herbert Klein, en el texto
Historia General de Bolivia, afirmó que el constitucionalismo social fue una
tendencia en la cual el Estado tomó las riendas de la administración económica,
política y social, en contraposición del constitucionalismo tradicional que minimizó
el papel del Estado en el manejo del país. Su posición se resume en:

“La tendencia a limitar la intervención gubernamental cambió en América Latina


con la constitución mexicana de 1917. Los jefes revolucionarios de México y los
reformistas radicales de todo el continente exigían ahora que el estado desempeñara
un papel activo en la protección, el bienestar y la distribución de la riqueza,
reduciendo a su vez los derechos inalienables del individuo” (1982:252).

227El pensamiento y las quimeras de Alberto Zelada se encuentran en obras como Kollasuyo, un ensayo de las culturas
precolombinas. Un folleto que la muerte no logró arrancar de la historia boliviana fue La Universidad y el concepto
Revolucionario.
En su corta vida, esa Autoridad dejó de herencia una gran cantidad de investigaciones, ensayos y revistas nacionales e
internacionales, entre las más destacadas están la Revista Jurídica de Buenos Aires y la Revista de Sociología de Caracas.
En todo ese trabajo se plasmó su ideología de socialismo moderado. Véase “Hoy serán trasladados a Sucre los restos del
ministro Dr. Alberto Zelada” en periódico La Razón. La Paz, marzo 21 de 1939, p.6.

254
Siguiendo esa lógica, se realizó una cronología de aprobación de legislaciones
sociales en Latinoamérica. El siguiente cuadro se realizó sobre la base de lo
expuesto por Víctor Alba (véase Cuadro 6). El recuento no deja de ser interesante.
Sin embargo, queda aún mucho por investigar sobre ese tema.

CUADRO 6
CONSTITUCIONES SOCIALES EN LATINOAMÉRICA
País Año

México 1917

Chile 1925

Perú 1933

Honduras 1936

Bolivia 1945 (De forma errónea el autor señaló


que la legislación social en Bolivia se
aprobó en 1945, fue en 1938)
Paraguay 1940

Cuba 1940

República Dominicana 1942

Uruguay 1942

Colombia 1945

Panamá 1946

Venezuela 1947

Nicaragua 1948

Argentina 1949

Costa Rica 1949

El Salvador 1950

Véase Víctor Alba, Historia del movimiento obrero en América Latina (1964:335).

De acuerdo al cuadro anterior, Bolivia fue el quinto país en promulgar una


constitución de tipo social en Latinoamérica. Una guerra y la radicalización de
militares, intelectuales y el movimiento obrero-popular tuvieron que ser necesarias

255
para consolidar ese avance social. No obstante, la construcción de la nueva
Constitución Social en Bolivia se realizó desde septiembre de 1936, dos años antes
de su aprobación. El trabajo constitucional se inició con la revisión de la entonces
vigente Carta Magna, promulgada, en 1880, después de la guerra del Pacífico.

La designación de autoridades que conformaron la comisión revisora de la


Constitución Política del Estado se realizó mediante decreto supremo de 12 de
septiembre de 1936228, bajo el gobierno de David Toro Ruilova. La delegación para
esa tarea fue conformada por los señores Javier Paz Campero (quien fue tercer
ministro de Trabajo, en 1937), Vicente Mendoza López, José María Gutiérrez,
Franklin Mercado, Víctor Alberto Saracho y Pablo Guillén. El tiempo de entrega
del primer informe de conclusiones fue de noventa días229.

En algunos medios escritos se afirmó que en el interior de la comisión


Constitucional dominaron fuerzas de extrema derecha. Con referencia a lo
mencionado, se aseguró que José María Gutiérrez fue un catedrático que ostentó
doctrinas demo-burguesas: “Su temperamento liberal, ha sido incapaz de admitir las
nuevas concepciones del derecho social, y no se explica, pues como el gobierno
socialista elije al más hermético de los profesores demócratas, para que intervenga
en la elaboración de una constitución socialista”230.

Por lo demás, al interior de la delegación Constitucional se suscitaron pugnas


internas. Varios medios de prensa denunciaron que la línea de los constituyentes era
contraria al lineamiento socialista: “No se trata de una simple divergencia en el seno
de ese comité sino de algo más serio, el gobierno constituyó el personal de él con el

228Véase decreto supremo 12 de septiembre de 1936.- “Constitución Política.- Designase una comisión revisora y
redactora”. Tomo 2.
229Véase “Seis constitucionalistas redactarán la nueva carta fundamental del Estado” en periódico La Razón. La Paz,
septiembre 18 de 1936, p.6.

Véase “La comisión Constitucionalista carece de unidad ideológica” en periódico La Calle. La Paz, septiembre 22 de
230

1936, p.4.

256
propósito de que estudiara un anteproyecto de carta política que estuviera ajustado
a su ideología; pero en el curso de las labores de la comisión se produjo el hecho
adverso, la mayoría de los miembros eran de tendencia conservadora,
derechista”231.

Las divergencias en la comisión revisora se materializaron en el documento de


renuncia del constituyente Vicente Mendoza López.

Mendoza envió una carta dirigida al ministro de Gobierno, Tcnl. Julio Viera,
indicando los motivos de su dimisión, los cuales se resumen en tres puntos: 1) el
proyecto que presentó dicho miembro de la comisión no se logró aprobar; 2) no se
reconoció al gobierno nacional socialista y se adoptó un mandato de tipo
individualista y liberal, y 3) en el régimen social se reconoció una base de tipo
corporativo y no sindical, como él planteó.

A raíz de la renuncia de Mendoza López, la comisión envió una nota al ministro de


Gobierno bajo el tenor de dimisión colectiva. En respuesta a la misiva, el ministro
Viera afirmó:

Este Ministerio deplora que se hubiera hecho patente del desacuerdo


ideológico; pero considerando que todos y cada uno de los miembros
de la comisión tienen formado un compromiso moral con el país, con el
Gobierno y, sobre todo, con el triunfo de la causa del Estado Socialista
que se está estructurando, se ve en el caso de no dar curso a su merituada
renuncia y, más bien, le pide seguir colaborando con su valioso aporte
en las labores de la comisión232.

231Véase “Renunciaron todos los miembros de la comisión revisora de la carta política” en periódico La Razón, La Paz,
abril 22 de 1937, p.4.

Véase “Documentamos el proceso constitucionalista de Bolivia Socialista” en periódico La Calle. La Paz, abril 29 de
232

1937, p.5.

257
De igual manera, el entonces Presidente David Toro no aceptó la renuncia y ratificó
en sus funciones al personal de la comisión revisora. Y, dio el tiempo de 70 días –
hasta el 30 de septiembre de 1937− para terminar el estudio de la Constitución
Política233.

4.12.2. LA ORGANIZACIÓN DE LA CONVENCIÓN NACIONAL

Para en enero de 1938 se programó la elección de convencionales para conformar


la delegación de la Asamblea Constituyente: “La instancia será conformada con el
fin de estudiar y sancionar el texto de la nueva constitución del Estado, tomando en
consideración el resultado del plebiscito (…) Aprobado el texto de la carta
constitucional los convencionales se disolverían, realizándose nuevas elecciones
generales, para senadores y diputados, incluyendo el personal del poder ejecutivo,
conforme a las órdenes de esa carta del Estado”234.

Bajo esos parámetros, el gobierno convocó a elecciones para la Asamblea


Constituyente en marzo de 1938. Dicha instancia se encargó de redactar una nueva
Constitución Política “conforme con las modalidades de la posguerra” y la elección
de próximo Presidente y Vicepresidente de la República, para luego funcionar como
Congreso ordinario (Álvarez, 2016:276).

La directiva de la Convención Nacional fue formada de la siguiente manera:


Presidente de la Convención, Renato A. Reverín, y primer Vicepresidente, Alfredo
Mollinedo. Además, se nombró cuatro secretarios: A. Landívar Zambrana, Augusto
Guzmán, Roberto Jordán Cuéllar y J. Lijerón Rodríguez.

En el texto Las constituciones en Bolivia, escrito por Ramón Salinas, se puntualizó


que la Asamblea Constituyente estuvo conformada por 110 convencionales, entre

233Véase “Hasta el 30 de septiembre concluirá su trabajo la comisión revisora” en periódico La Razón. La Paz, julio 23
de 1937, p.6.
234Véase “Para enero de 1938 se convocaría a una elección de convencionales” en periódico La Razón. La Paz, agosto
31 de 1937, p.6.

258
los cuales resaltaron algunos personajes que iban a tener un rol protagónico en la
coyuntura política del país: Waldo Álvarez fue convencional por La Paz; Enrique
Baldivieso, por Sur Chichas; Augusto Céspedes, por Cochabamba; Walter Guevara
Arce, por Arani; Carlos Medinacelli, por Potosí; Víctor Paz Estenssoro, por Tarija,
y Alberto Zelada fue convencional por Sucre (1989: 266:268).

Los convencionales impulsaron la estructuración de una Constitución Política del


Estado participativa, forjada a partir de las propuestas y necesidades colectivas. Para
tal efecto, se anunció en los medios de prensa: “Se consultará a la opinión pública,
abriendo un periodo de ocho días para recibir las sugerencias e iniciativas que
pudieran formular la prensa y cualquier ciudadano de la República. De tal suerte, la
reforma constitucional será obra no solamente de la Asamblea, sino del pueblo
mismo, será producto de las necesidad y aspiraciones colectivas”235.

No obstante, las discusiones y los debates largos y sin sentido opacaron la labor de
los convencionales: Un ejemplo de ello fue expuesto en La Calle: “Queremos, pues,
referirnos a que el desarrollo de los debates deja mucho que desear, no por
incapacidad intelectual de los H. Convencionales, sino más bien por carencia
completa de sistema de conducción de los mismos”236.

La Asamblea Constituyente estuvo polarizada entre una mayoría de convencionales


reaccionarios y una minoría de socialistas:

En esa mayoría, se confunden liberales, saavedristas que traicionaron a


Saavedra, salamanquistas, capataces y mayordomos del gamonal
Suárez, abogados y procuradores de Patiño y Hochschild; toda una
turba de los eternos explotadores y politiqueros –aunque ellos siguen
llamándose socialistas− (…) Contra esa abrumadora mayoría lucha

235 Véase “Consultárase al país para reformar la constitución” en periódico La Calle. La Paz, junio 10 de 1938, p.5.
236Véase “Debe implantarse métodos disciplinarios en las discusiones de la Honorable Convención” en periódico La
Calle. La Paz, julio 2 de 1938, p.4.

259
desigualmente la minoría parlamentaria compuesta de unos cuantos
obreros y unos pocos intelectuales proletarizados237.

En lo que se refiere al contenido del congreso constituyente, la nueva Carta Magna


fue producto de la revisión de seis cartas fundamentales: la inglesa, la
estadounidense, la rusa, la mexicana, la chilena y la uruguaya238.

Después de una serie de pugnas político-ideológicas, el 30 de octubre de 1938,


mediante decreto supremo, se aprobó la duodécima Constitución Política del
Estado. El documento fue antecedido por la Constitución de 1880, dictada bajo el
gobierno de Narciso Campero.

Benjamín Harb, en el libro Estudios Constitucionales y Políticos Bolivianos, señaló


que dos reformas constitucionales precedieron a la aprobación de la Carta Magna
de 1938: 1) la reforma a la constitución de 1880 realizada en el gobierno de Juan
Bautista Saavedra, el 20 de enero de 1921, que implementó la supresión de la
Vicepresidencia, y 2) el Referéndum de 11 de enero de 1931 que fue aprobado bajo
la presidencia de Carlos Blanco Galindo; en esa reforma a la Constitución se
reglamentó el recurso el habeas corpus, la autonomía universitaria, el periodo de
cuatro años de gobierno del Presidente y Vicepresidente de la República y se
introdujo la declaración y descentralización administrativa que estuvo a cargo de la
Contraloría General del Estado (CGE).

Sobre la promulgación de la Constitución de 1938, Harb agregó que la “Ley


Fundamental abrió el cauce al constitucionalismo social” que siguió una línea
contraria a los preceptos liberales.

237Véase “Convencionales reaccionarios y convencionales socialistas” en periódico La Calle. La Paz, septiembre 23 de


1938, p.2.
238Véase “La nueva constitución armoniza las relaciones del capital y el trabajo” en periódico El Diario. La Paz, enero
28 de 1937, p.4.

260
En la Carta Magna, se introduce los regímenes social, familiar, cultural,
del campesinado. Modifica muchos conceptos liberales que estaban
vigentes desde 1878, relativiza el derecho de propiedad que estaba
considerado como absoluto condicionándolo al interés social. Da
nuevos contenidos al aspecto social contrastando con el individualismo
de las anteriores constituciones. Dispone que los extranjeros por sí o
por interpósita persona no podrán tener propiedad dentro de los
cincuenta kilómetros de la frontera, como medio de preservar la
integridad territorial y por las experiencias negativas del pasado”
(2000:14).

La Constitución de 1938, que en el marco del régimen social239 tuvo estrecha


relación con la posterior aprobación del Código del Trabajo, incluyó diez artículos
en su “Sección decimocuarta” (del artículo 121 al 130):

Artículo 121°.- El trabajo y el capital, como factores de la producción,


gozan de la protección del Estado.

Artículo 122°.- La ley regulará el seguro obligatorio de enfermedad,


accidentes, paro forzoso, invalidez, vejez, maternidad y muerte, los
desahucios e indemnizaciones a empleados y obreros, el trabajo de las
mujeres y de los menores, la jornada máxima, el salario mínimo, el
descanso dominical y de los feriados, las vacaciones anuales y
puerperales con goce de salario, la asistencia médica e higiénica y otros
beneficios sociales y de protección a los trabajadores.

Artículo 123°.- El Estado fomentará, mediante legislación adecuada, la


organización de toda clase de cooperativas.

Artículo 124°.- El Estado dictará medidas protectoras de la salud y de


la vida de los obreros, empleados y trabajadores campesinos; velará
porque éstos tengan viviendas salubres y promoverá la edificación de
casas baratas; velará igualmente por la educación técnica de los

239 Según el artículo de El Diario “La nueva constitución armoniza las relaciones del capital y el trabajo” (citado
anteriormente), el apartado del régimen social guardó estrecha relación con la constitución alemana. “Según la carta
Magna se establece las relaciones del capital y el trabajo, teniendo muy en cuenta la constitución alemana como punto de
referencia para la aplicación de ciertos preceptos. Al menos, ese parece ser el criterio dominante. (…) Para ello, se
impulsará la orientación del capital hacia un sentido eminentemente social, estimulando, por otra parte, a los trabajadores
en común para que cumplan sus deberes en la medida justa de sus posibilidades”.

261
trabajadores manuales. Las autoridades controlarán, asimismo, las
condiciones de seguridad y salubridad públicas dentro de las que
deberán ejercerse las profesiones o los oficios, así como las labores en
el campo y las minas.

Artículo 125°.- Se garantiza la libre asociación profesional y sindical y


se reconoce el contrato colectivo de trabajo.

Artículo 126°.- Se reconoce el derecho de huelga como medio de


defensa de los trabajadores, conforme a ley.

Artículo 127°.- La ley determinará el sistema de participación de los


empleados y obreros en los beneficios de las empresas.

Artículo 128°.- El Estado, mediante tribunales u organismos


especiales, resolverá los conflictos entre patrones y trabajadores o
empleados.

Artículo 129°.- Los derechos y beneficios reconocidos por ley a favor


de los trabajadores y empleados, son irrenunciables. Son nulas las
convenciones contrarias o que tiendan a burlar sus efectos.

Artículo 130°.- La asistencia social es una función del Estado. La ley


precisará las condiciones de esta asistencia. La sanitaria es de carácter
coercitiva y obligatoria240.

La Sección de régimen social de la Constitución de 1938 fue la columna vertebral


del Código del Trabajo, que, en 1942, fue elevada a rango de Ley.

4.13. UN PERIODISTA COMO MINISTRO DE TRABAJO

Un día después, del intempestivo fallecimiento del sexto ministro de Trabajo, Alberto
Zelada Valda, fue nombrado como titular el militante del PS, Roberto Jordán Cuéllar.

240Véase Ley de 30 de octubre de 1938. “Constitución Política del Estado.- Promulgase”. La Paz, octubre 30 de octubre
de 1938. Anuario Administrativo Tomo 3.

262
Jordán ingresó como titular de la Cartera del Trabajo a sus 35 años. Nació en 1903 en
la población Beniana de Santa Ana de Yacuma. Fue Suboficial de la Guerra del Chaco,
Secretario General del PS y Director del periódico La Fragua.

En el ámbito de la actividad política, fue Cónsul de Bolivia en California-Estados


Unidos en el gobierno de Bautista Saavedra (1923) y ministro de Trabajo y Previsión
Social en el mandato de Germán Busch (1939). Luego, fue diputado (1940), Oficial
Mayor de los ministerios de Gobierno y de Minería y Metalurgia. También fue
Secretario de la Presidencia de Bolivia y de la Aduana Nacional241.

En el libro La pasión por la palabra, escrito por Raúl Quintana y Ramiro Duchén, se
presentó la historia de los personajes más importantes del periodismo boliviano, entre
ellos Roberto Jordán Cuellar. “Esa figura de la prensa nacional fue propietario y
periodista de La Fragua. También, fue redactor y colaborador de La Noche y El
Pregón”.

En 1939, nombrado como ministro de Trabajo y Previsión Social mediante decreto de


20 de marzo de 1939 (véase Texto Legal 7). Ese fue el séptimo y último ministro de
Trabajo de Busch.

241Véase Centro de Investigaciones de La Vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia. “Base de Datos de las
Elites Políticas Boliviana” en http://cis-elites.com/ficha.php?idp=704. Revisado el 10 de mayo de 2017.

263
TEXTO LEGAL 7
DECRETO DE 20 DE MARZO DE 1939
MINISTRO DE ESTADO. — Desígnese al señor Roberto Jordán Cuéllar en el
Despacho de Trabajo y Previsión Social.
MINISTERIO DE GOBIERNO
GERMAN BUSCH,
PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPÚBLICA.
En uso de atribuciones constitucionales;
DECRETA:
Artículo único.- Nómbrase ministro de Estado en el Despacho del Trabajo y Previsión
Social, al señor don Roberto Jordán Cuéllar, quien tomará posesión de su alto cargo el
día de hoy, a horas 12.
Encárgase al señor Oficial Mayor de Gobierno la publicación del presente decreto.
Dado en el Palacio de Gobierno de la ciudad de La Paz, a los veinte días del mes de
marzo de mil novecientos treinta y nueve años.
TCNL. G. BUSCH.

Véase decreto supremo de 20 de marzo de 1939. “Ministro de Estado.- Desígnese al Sr. Roberto
Jordán Cuellar en el despacho de Trabajo y Previsión Social”. La Paz, marzo 20 de 1939. Anuario
Administrativo Tomo 1.

4.13.1. EL PRIMER CÓDIGO DEL TRABAJO EN BOLIVIA

En el marco de la creación del Ministerio de Trabajo (1936) y la promulgación de


la primera Constitución Social (1938), se dictó el Código del Trabajo (1939),
conocido también como Código Busch. El decreto tiene al menos dos antecedentes
centrales:

1) La aprobación del primer cuerpo normativo laboral en el país siguió el influjo


de la coyuntura internacional. Nada surge de la nada. Robert Alexander, en el
texto El movimiento obrero en América Latina realizó una investigación sobre
la promulgación de las diferentes legislaciones del Trabajo o códigos obreros
latinoamericanos. Sobre la base de ese texto, se elaboró el Cuadro 7. El Código
obrero de México y la Ley Obrera de Venezuela fueron las normativas que
antecedieron al Código laboral boliviano de 1939.

264
CUADRO 7
LEGISLACIONES LABORALES EN LATINOAMÉRICA
PAÍS AÑO DENOMINACIÓN GOBIERNO ANTECEDENTES
México 1929 Código Obrero Emilio Portes Reguló el tema de
Gil accidentes del trabajo,
indemnización para los
trabajadores, limitación
del día de trabajo,
salarios mínimos y
provisiones especiales
para mujeres y niños
que trabajan.
Venezuela 1936 Ley Obrera Eleazar López
Contreras
Bolivia 1939 Ley General del Germán Busch
Trabajo
Costa Rica 1940 Código Obrero Calderón Dicho Código
Guardia implementó el sistema
de seguridad social.
Argentina 1945 Legislación Obrera y Eliseo Perón Principalmente decretó
Social (Partido la Ley de Asociaciones
Laboralista) Profesionales, el
aumento de vacaciones,
el descanso obligatorio
y el seguro social.
Nicaragua Código Obrero en la Anastasio En el cual se legalizó la
segunda guerra Somoza sindicalización y se
mundial dictó varias medidas en
beneficio de los
trabajadores.
España Código Obrero fines Rafael Leónidas
de la segunda guerra Trujillo
mundial
Honduras 1959 Código Obrero Ramón Villeda
Morales
Véase El movimiento Obrero en América Latina de Robert Alexander (1967: 225-273).

2) El embrión del proyecto del Código Laboral se gestó en el Plan de Acción


Socialista firmado por los partidos coaligados, PRS-PS, en febrero de 1936 (ver
imagen 1). En su Artículo 38 se planteó la “complementación de las actuales
leyes sociales hasta formar un Código del Trabajo en el que se contemplen
jornadas máximas diurnas y nocturnas, sueldos y salarios mínimos,
reglamentación del trabajo de las mujeres y los niños, protección a la mujer
madre, salas cunas, vacaciones anuales, participación de empleados y de obreros
en los beneficios de las empresas, etc.”.
265
El Código Busch, como todo en la vida, fue parte de un proceso largo y complejo.
De ese modo, el Ministerio de Trabajo, dirigido por Javier Paz Campero, planificó
la primera Convención de Jefes del Trabajo. El entonces Director General del
Trabajo, Alberto Mendoza López, convocó a una reunión que tuvo como objetivo
armar el Proyecto del Código Laboral. Dicho encuentro se realizó del 15 de
diciembre de 1936 al 21 de enero de 1937. Se trabajó durante 38 días. La
Convención contó con la presencia de cuatro jefes de Trabajo: Guillermo Peláez de
La Paz, Humberto Méndez de Potosí, Ricardo Perales de Oruro y Ricardo Sejas de
Uncía. La reunión recibió además el apoyo de abogados con especialidad en
estudios sociales242.

Los jurisconsultos que fueron invitados para formar parte de la Convención del
trabajo fueron Roberto Zapata, Vicente Fernández y Julio Iturri. De la misma forma,
asistieron el Asesor Jurídico del Ministerio de Trabajo, Ernesto Navarro, el Jefe de
Sección del Departamento de Higiene y Salubridad, Bozo, y un Delegado de la Caja
de Seguro de Ahorro Obrero. En la primera sesión, se dio lectura a varios decretos
y leyes vigentes del Ministerio de Trabajo y también se consideró el Proyecto de
Código Laboral de Humberto Méndez, Jefe del Trabajo del Distrito de Potosí243.

En el Boletín del Ministerio de Trabajo se detalló la base legal del proyecto del
Código del Trabajo. Se fundamentó el análisis de las condiciones de trabajo en
Bolivia, mediante las estadísticas elaboradas por el Departamento del Trabajo y las
disposiciones aconsejadas por las distintas convenciones del trabajo realizadas en
el mundo. Además, se incluyeron varias consignas de la Legislación laboral
extranjera.

242 Véase “Hoy se reúnen los funcionarios del Departamento de Trabajo del país” en periódico La Razón. La Paz,
diciembre 15 de 1936, p.5.
243Véase “Diversos acuerdos adoptó la Convención de Jefes del Departamento del Trabajo” en periódico La Razón. La
Paz, diciembre 17 de 1936, p.4.

266
En el documento mencionado se puntualizó que para la construcción del Código se
revisaron los siguientes documentos: El Proyecto sobre Pensiones, Jubilaciones y
Montepíos de los Secretarios de la Confederación Sindical de Tranviarios,
Ferroviarios y ramas anexas, elaborados por A. Cabezas y Roberto Jordán; el
Proyecto de varias sugerencias y modificaciones hechas al proyecto del Código del
Trabajo de Méndez, por Adolfo Bozo Jantzen; el Proyecto sobre primas, desahucios
e indemnizaciones y Ahorro Obligatorio para empleados de comercio e industria,
por Joaquín Barrientos; el Proyecto de Pensiones, Jubilaciones y Montepíos de
empleados de Banco, por Ricardo Sejas; el Proyecto de Legislación del Trabajo
Agrícola, por Ricardo Perales; el Proyecto de Legislación de convivencia indígena
del Ingeniero Arturo Posnanski; Proyecto de Protección a las labores indígenas de
la finca “El Retama” de Cliza del Departamento de Cochabamba; el Proyecto de
Trabajos Técnicos en las Minas del Inspector de Minas Raúl Canedo Reyes; el
Proyecto sobre Higiene Industrial de Ernesto S. Navarro, Jefe de la Sección Social
del Departamento de Higiene; el Proyecto sobre Reglamentación de Trabajos
Mineros de Leonardo S. Ball; los Proyectos sobre la Reglamentación del Trabajo
de menores, mujeres, regulación de horario de trabajadores, de regulación de
horario de trabajo nocturno en las panaderías enviados por el Ministerio de Trabajo
y Previsión Social; el Plan de Organización del Código del Trabajo, por Guillermo
Peláez; los Proyectos sobre Estadística e Inspección del señor Juan C. Villarpando,
que ha colaborado permanentemente con informaciones de carácter internacional;
el Proyecto sobre el trabajo en las Minas, del Sindicato Central de Mineros de
Oruro; el Proyecto sobre el trabajo en las Panaderías, del Sindicato de Panificadores;
el Proyecto de la Caja de Seguro y Ahorro Obrero, Seguro Social de la Caja de
Seguro y Ahorro Obrero; las observaciones a la Ley de Jubilaciones, por Gustavo
Pacheco; las Reformas a la Ley Protectora de Empleados de Comercio e Industria,
presentado por los representantes de la Liga de Empleados de Comercio e Industria,
y finalmente las Resoluciones y Conclusiones del Primer Congreso Sindical de

267
Trabajadores de Bolivia, enviadas por los personeros legales de la CSTB
(1937:100).

En resumen, en la reunión de los jefes del Departamento del Trabajo se debatieron


al menos quince temas trascendentales:

1) La jornada máxima de 8 horas para todas las esferas de las actividades


productivas.
2) La regulación del trabajo a destajo.
3) El descanso de un día a la semana de forma obligatoria.
4) Las vacaciones anuales de 15 días.
5) La jornada de 7 horas para actividades nocturnas, industriales nocivas o de
subsuelo.
6) La jornada de 6 horas de trabajo para menores de edad y prohibición de la faena
nocturna.
7) La participación de los empleados y obreros en un porcentaje determinado en
los beneficios obtenidos por las empresas o negocios en general.
8) La implementación de medidas de seguridad para la salud y la vida del
trabajador o el control sanitario.
9) La creación del seguro social y de desocupación.
10) La obligación de las empresas de ferrocarriles, industriales, agrícolas y mineras
a dar vivienda, servicios sanitarios y campos de deporte a los trabajadores.
11) La “represión del acaparamiento de empleos y trabajos por un sólo individuo”.
12) La igualdad de condiciones en salario y labores de las mujeres y varones.
13) La protección de la madre, mediante el pago de vacación temporal antes y
después del alumbramiento, y la creación de casas cuna.
14) La instalación de oficinas que funcionen para la defensa gratuita de los
trabajadores.

268
15) La elaboración de un nuevo Código del Trabajo244.

Con respecto al proyecto del Código laboral redactado en el histórico conclave, La


Calle adoptó una posición clara. Informó que ese documento ostentó un carácter
netamente “socialista”, que solucionó en forma integral los conflictos entre el
capital y el trabajo.

A su vez, mencionó que el primer Proyecto del Código del Trabajo estuvo
compuesto de cuatro libros completos, sub divididos en varios títulos, Entre sus
contenidos, ese medio, destacó:

El concepto de salario y su defensa y garantías, la asistencia social, la


duración del trabajo y los descansos obligatorios, el trabajo de los
menores y mujeres, la garantía de los obreros agrícolas, de los
domésticos y mineros, la prevención de accidentes y enfermedades
profesionales, el contrato de trabajo, las jubilaciones, pensiones y
montepíos, la sindicalización y los procedimientos judiciales del trabajo
están tratados en forma sucinta y clara; de suerte que, en el cuerpo de
leyes proyectado, solamente faltaría el desarrollo de seguros, a pesar de
que en casi todos los países esta materia ha sido objeto de legislación
especial245.

A través de una nota enviada por el Director del Departamento del Trabajo, Alberto
Mendoza López, al ministro de Trabajo, Javier Paz Campero, se dio a conocer de
forma oficial el Proyecto del Código del Trabajo. En relación al contenido, “las
fuentes de información para ese Proyecto fueron las leyes sociales, la jurisprudencia

244Véase “Los Jefes del Departamento Nacional del Trabajo se reunirán el 15 próximo” en periódico El Diario. La Paz,
diciembre 3 de 1936, p. 7
245Véase “El Código del Trabajo es un valioso aporte a la edificación socialista” en periódico La Calle. La Paz, mayo 25
de 1938, p.2.

269
nacional, modalidades actuales sobre las relaciones entre el capital y el trabajo, el
derecho social, legislaciones extranjeras y otras fuentes”, informó El Diario246.

El proyecto del Código del Trabajo abrió una primera línea debate y polarización
en los medios de prensa.

“La reacción rosquera, mediante sus órganos de prensa, ha expresado


insistentemente que en las reparticiones vinculadas con la codificación del trabajo
había un afán desmedido de ir hacia innovaciones de proyección extremistas,
exóticos e inaplicables en nuestro medio, tanto que, desde luego, hay en vigencia
disposiciones contempladas aún en la legislación social de muchos países
avanzados”, informó La Calle247.

En contraste a lo mencionado, El Diario hizo otra evaluación. Subrayó que la


primera Convención de Jefes del Trabajo no logró satisfacer las expectativas de
todos los sectores, puesto que no contemplaron debidamente los intereses del
capital:

Fue a raíz del proyecto de Código del Trabajo que varias entidades
como la Cámara Nacional de Comercio, Cámara de Fomento Industrial,
etc., se dirigieron al Presidente de la República, con el propósito de
pedir la intervención de las clases patronales en la acción definitiva del
proyecto. El proyecto del Código del Trabajo, que merecerá una seria
revisión, deberá inspirarse en las modalidades propias del ambiente,
pues si los principios del derecho tienen su aspecto general, también
tienen sus características particulares en cuanto a la aplicación se
refiere248.

246 Véase “Presentase oficialmente el Proyecto de Código” en periódico El Diario. La Paz, abril 15 de 1937, p.11.
247 Véase “El Código del Trabajo” en periódico La Calle. La Paz, enero 21 de 1937, p.4.
248 Véase “La Convención de Jefes del Trabajo” en periódico El Diario. La Paz, enero 16 de 1939, p.7.

270
En ese marco, la segunda Convención de Jefes del Departamento Trabajo fue
agendada para el primer trimestre de 1939249. En esa oportunidad, se planificó que
el sector patronal intervenga con propuestas en la elaboración del Proyecto del
Código Laboral. En relación a lo mencionado, La Razón informó:

En el curso del mes de enero se reunirán en esta ciudad, los jefes de


Departamento del Trabajo, conjuntamente con los catedráticos de
Derecho Social de todas la universidades nacionales, con objeto de
revisar en última instancia el Proyecto de Código del Trabajo (…) Una
copia de este proyecto fue enviado a las distintas empresas a fin de que
los patronos y empresarios hagan sus observaciones que creyeran
convenientes. El plazo para estas observaciones vence el día de hoy (15
de diciembre de 1938). Con la convención de Jefes del Trabajo, se
llegará al establecimiento del Código del Trabajo en forma definitiva250.

Así, la segunda reunión de Jefes del Trabajo se inauguró el 2 de febrero de 1939.


La reunión se desarrolló del el 2 al 13 de febrero. Tuvo una duración de 12 días.
Formaron parte de las reuniones el Presidente de la República, Germán Busch, y los
ministros de Estado; catedráticos de Derecho Social de las diferentes Universidades,
y delegados de la Asociación de Periodistas de La Paz, la Asociación de Industriales
Mineros de Bolivia, la Sociedad Rural Boliviana, la Confederación Nacional de
Trabajadores de Bolivia, la Cámara de Fomento Industrial, la Cámara de Comercio
y otras instituciones. El objetivo central fue la aprobación del Código del Trabajo y
la resolución de diversos problemas de carácter social251.

249Para la Convención se fijó una partida de Bs.20.000, que fue destinado a los gastos del Departamento del Trabajo y
de los catedráticos de Legislación Social, quienes debían realizar la redacción del nuevo Código del Trabajo. “Aún no se
sabe si el nuevo Código será hecho a base del actual o si será totalmente modificado de acuerdo a las necesidades de los
patrones y trabajadores”, informó El País. Véase “Bs.20.000 para el Congreso de Jefes de Trabajo” en periódico El País.
Cochabamba, noviembre 25 de 1938, p.1.
250Véase “En enero será considerado el Proyecto del Código del Trabajo” en periódico La Razón. La Paz, diciembre 15
de 1938, p.7.
251Véase “Deberán resolverse problemas de carácter social, además aprobarán el Proyecto del Código del Trabajo” en
periódico La Razón. La Paz, febrero 2 de 1939, p.7.

271
Dicha Convención consideró también el Proyecto de Seguro Social, la reforma de
disposiciones sobre la organización y atribuciones de los Departamentos del
Trabajo, la creación de la Magistratura del Trabajo y el proyecto de legislación para
indígenas en el país252.

Según el texto Crítica del Proyecto del Código del Trabajo, escrito por Humberto
Méndez y Ricardo Sejas, en el momento cuando se debía promulgar el cuerpo
normativo laboral, se suscitó la muerte del ministro de Trabajo, Alberto Zelada,
“infausto acontecimiento que frustró la posibilidad tan ansiada de dotar al país de
un buen Código del Trabajo”. En consecuencia, el séptimo ministro de Trabajo,
Roberto Jordán Cuéllar, delegó la redacción del Código al Oficial Mayor del
Trabajo, Remberto Capriles Rico, en medio de algunos cuestionamientos:

Podían los proyectistas basarse en el proyecto de Código del Trabajo,


redactado por las Convenciones de Jefes del Trabajo, que tiene la
innegable ventaja de haberse inspirado en nuestras leyes sociales, y
haber sido elaborado por magistrados de reconocida experiencia. Sin
embargo, en lugar de haber observado este acertado procedimiento se
han fundado más bien en la Ley Federal del Trabajo de México, cuyas
disposiciones adoptables a nuestro país según su criterio, han copiado
servil y atolondradamente, sin comprender que crearían contradicciones
insalvables con los preceptos constitucionales, civiles y penales, de
nuestro país (1943:9-22).

A contrapelo de lo afirmado, una publicación en La Crónica, del 30 de mayo de


1939, escrito por Juan Villarpando, miembro de la Convención de Jefes del Trabajo,
afirmó que el cuerpo normativo fue producto de las convenciones y que, a pesar de

252 Véase “La reunión de los Jefes del Trabajo” en periódico La Razón. La Paz, febrero 3 de 1939, p.6.

272
tener algunas deficiencias, es un instrumento de importancia trascendental en la vida
del país:

El Código del Trabajo, aprobado por el Supremo Gobierno, es la


síntesis viva del Proyecto de la Convención de Jefes del Trabajo a la
que tuve el honor de integrar (…) No se trata precisamente de una obra
perfecta, adolece seguramente de algunos defectos y quizá instituye
algunas disposiciones coactivas del movimiento obrero: con todo, su
importancia es vastísima para nuestro país (…) Podemos estar
orgullosos de tener una de las legislaciones más avanzadas de Sud
América, y ocupar en el concierto de las naciones el lugar que nos
corresponde como pueblo civilizado253.

Después de las dos convenciones y los debates mediáticos que se generó, mediante
decreto de 24 de mayo de 1939, se aprobó el Código del Trabajo254. El cuerpo legal
estuvo conformado, al momento de su aprobación, por 12 títulos y 122 capítulos.

En la primera parte, “Disposiciones Generales”, se aclaró que la normativa no se


aplica al trabajo agrícola y definió el concepto de patrono y trabajador (Art. 2º).
Posteriormente, se incluyó el Título “El Contrato del Trabajo”, en el que se
distingue el contrato colectivo de aprendizaje y de enganche. Además, se clasificó
dos tipos de trabajo: a domicilio y doméstico.

El Código reguló los días hábiles para el trabajo, los descansos anuales, la jornada
de ocho horas –con excepciones−, la remuneración, las primas anuales, el trabajo
de mujeres y niños, el trabajo nocturno en panaderías, el ascenso, la obligatoriedad
de jubilación y la conciliación y arbitraje antes de la huelga. Por lo demás, se

253 Véase “Derecho del Trabajo o Nuevo Derecho” en periódico La Crónica. La Paz, mayo 30 de 1939, p.8.

Véase decreto-ley de 24 de mayo de 1939. “Ley General del Trabajo.- Pónese en vigencia a partir de la fecha”. La Paz,
254

mayo 24 de 1939. Anuario Administrativo Tomo 2.

273
reglamentó el pago de indemnizaciones por enfermedades profesionales, el servicio
gratuito de primeros auxilios y el seguro social obligatorio.

Sobre el tema de Previsión Social, se definió la asistencia médica permanente a


empresas con más de 80 trabajadores y la implementación de campamentos en el
caso de empresas de más de 200 obreros y que disten más de 10 kilómetros a la
población más cercana. En dichos campamentos el trabajador tenía el derecho al
suministro de artículos de primera necesidad mediante pulperías o almacenes de
abasto.

Un artículo importante fue el reconocimiento de las organizaciones de trabajadores


y patrones. Así, el derecho a la sindicalización quedó legalizado.

A los pocos días de haberse aprobado el Código, los trabajadores a escala nacional
manifestaron su respaldo mediante manifestaciones públicas y notas escritas:
“Varias corporaciones obreras han resuelto llevar a cabo una manifestación pública
apoyando la promulgación del Código del Trabajo (…) Los trabajadores estiman
que con el nuevo Código se armoniza las relaciones del capital y del trabajo y que,
por tanto, los problemas sociales tienden a una solución favorable”, informó El
Diario255.

De igual manera, los obreros de los sindicatos Forno, Lanificio Boliviano, Said e
Hijos hicieron llegar una nota de congratulación al ministro de Trabajo, Roberto
Jordán Cuellar:

El nuevo Código del Trabajo demuestra el gran interés del gobierno por
los problemas sociales y es la garantía más palpable, tanto para nosotros
como para los industriales, en esta hora de verdadera comprensión
nacional; y estamos seguros que de hoy en adelante será la obra del

255Véase “El miércoles, en manifestación pública, los obreros apoyarán el Código del Trabajo” en periódico El Diario.
La Paz, junio 2 de 1939, p.6.

274
gobierno la que ponga coto a las arbitrariedades de los capitalistas, y
esperamos no se desmayará en defender el cumplimiento de las leyes
que nos rigen256.

4.13.2. ENTREGA DEL 100 POR CIENTO DE DIVISAS AL ESTADO

Dos semanas después de la promulgación del Código, se dictó el decreto de la


entrega del 100 por ciento de divisas al Estado257. Ambas disposiciones siguieron
una línea progresista para su tiempo y fueron aprobadas en la etapa “enérgica y
disciplinaria” del gobierno de Germán Busch, quien, desde entonces, sería
calificado por sus opositores como “dictador”258.

Los puntos más relevantes de la disposición de la entrega del 100 por ciento de
divisas al Banco Central son cinco:

1) Esa medida se dictó para modificar las utilidades mineras y evitar la evasión de
impuestos y otras alteraciones contables.
2) Sólo el 50 por ciento del total bruto de la exportación se reservó para la atención
de los servicios públicos, administrativos y del comercio.
3) Se declaró al Estado como socio único del Banco Minero.
4) Se instituyó el cierre de casas rescatadoras de mineral –en un plazo de 120 días−,
reconociendo de ese modo al Estado como único comercializador de minerales
de cualquier tipo.

256Véase “Obreros textiles de la localidad aplauden el Código del Trabajo” en periódico La Calle. La Paz, junio 2 de
1939, p.5.
257Véase decreto supremo de 7 de junio de 1939. “Divisas sobre exportación.- Concentrase en el Banco Central de Bolivia
el 100 por ciento provenientes del total bruto de exportaciones”. La Paz, junio 7 de 1939. Anuario Administrativo Tomo
2.
258Gran parte de los medios de prensa transcribieron sólo el texto del “Manifiesto a la Nación” enunciado por el Presidente
Busch, el 25 de abril de 1939. En ese marco, periódicos como El Diario expresaron que el país se regiría desde esa fecha
bajo un gobierno autócrata: “A mediodía de ayer se ha difundido la noticia de que el Presidente de la República Teniente
Coronel Germán Busch asumió la dictadura del país (…) A partir de hoy, dijo, inició un gobierno enérgico y de disciplina,
convencido de que este es el único camino que permitirá la vigorización de la República en lo interno y lo internacional.
El país necesita orden, trabajo y moral para cumplir su destino”. Véase “Presidente Busch asumió desde ayer la dictadura”
en periódico El Diario. La Paz, abril 25 de 1939, p.6.

275
5) En caso de resistencia al cumplimiento del decreto mediante huelgas de lock-
out, impedimento de trabajo u otra forma de oposición, el gobierno considerará
un delito de alta traición a la Patria.

El investigador y catedrático Luis Peñaloza, en el texto Nueva Historia económica


de Bolivia: el Estaño, afirmó que con ese decreto el país, además de percibir
ingresos por el tipo de cambio de libra esterlina a moneda nacional, por primera vez
ejercería el control de las exportaciones de minerales. Su posición se resume en las
siguientes palabras:

La importancia del decreto de 7 de junio radica, más que en la


modificación del precio de compra de divisas, en la afirmación de que
la entrega de divisas por los exportadores, en un porcentaje
determinado, sólo era provisoria y que debía procederse a la rendición
de cuentas del manejo total del cambio extranjero percibido por los
exportadores mineros. Afirmaba el derecho del Estado para controlar el
Producto obtenido por las exportaciones, que en este caso, procedían de
un recurso perteneciente a la nación, que no era renovable y que una
vez exportado, debía dejar una compensación que se considerase
adecuada (1985:228-229).

Al respecto, la población percibió que “el decreto era una medida saludable que
tendería a la expansión comercial del país y al mejoramiento de la moneda y en
general a un alza de las cotizaciones”. Los pequeños y medianos mineros “decían
que en las ventas de mineral que hacían nunca eran considerados los metales
complementarios como oro, plata, bismuto, etc., la que quedaba como beneficio
para los rescatadores”. En tanto, los grandes mineros, entre ellos Mauricio Hoschild,
intentaron, sin resultado alguno, entrevistarse de manera urgente con el primer
mandatario259.

259Véase “Causó sensación en el país el decreto gubernativo sobre divisas y B. Minero” en periódico El Diario. La Paz,
junio 10 de 1939, p.7.

276
La medida generó posiciones encontradas en la sociedad. Varios medios de prensa
debatieron sobre el tema. Frente a eso, el Presidente de la República, Germán
Busch, emitió un mensaje mediante las ondas de Radio Illimani:

El control del Estado en la economía de los pueblos es hoy una


necesidad vital. Ese control se realiza actualmente no sólo en las
naciones de tipo totalitario –sean ellas soviéticas o fascistas– sino en las
mismas de esencia y tradición democráticas. Y es que el control estatal
no es una herejía democrática, ni un atentado contra los derechos de
libertad y propiedad (…) No cabe, pues, un alarmismo prematuro e
infundado ya que Bolivia sólo aspira a complementar su independencia
económica y todo ello mediante la aplicación de un sistema racional,
justo y patriótico que no es una novedad ya que está en vigencia con
éxito en otras naciones de Europa y de nuestro continente (…) (Bajo
esos argumentos), el Estado concede a los particulares la explotación
de minerales y sólo se manifesta su intervención en el control de la
exportación, para evitar la fuga de los capitales y el empobrecimiento
del país260.

La aprobación del decreto de entrega del 100 por ciento de divisas al Banco Central
fue respaldada por varios sectores de la población. El apoyo a la normativa se
cristalizó en la realización de uno de los mítines más grandes de la historia
boliviana. La concentración ciudadana se realizó el 14 de junio de 1939.
Participaron al menos 100.000 personas que partieron desde la Plaza Venezuela con
tres bandas de música. La marcha recorrió las calles Recreo, Plaza San Francisco,
Lanza, Evaristo Valle, Comercio, Plaza Murillo y llegó hasta el Palacio de
Gobierno. La consigna que se propagó como un encendido reguero de pólvora fue
la radicalización de la emancipación económica de la patria.

260Véase “Si ha de caer mi gobierno será por la independencia económica de mi patria, proclamó el Tcnl. Busch” en
periódico La Calle. La Paz, julio 11 de 1939, p.4.

277
Millares de ciudadanos, entre ellos mujeres y niños, de todas las edades, de
diferentes categorías profesionales, predominando los elementos de trabajo, entre
los cuales se contaban empleados particulares, fiscales, municipales, comerciantes,
industriales y de todas las profesiones, trabajadores de fábricas, de talleres,
pequeñas industrias, hombres del pequeño comercio, del corretaje, universitarios,
escolares, colegiales, en fin, toda la falange de hombres y mujeres participaron del
mitin.

A su vez, concurrieron al encuentro alumnos de Colegios fiscales y particulares.


Asistieron, también, la Federación Universitaria que portó varios carteles en contra
de la rosca minero-feudal: “La Universidad sin privilegios asegura la patria sin
amos”, “Traidor, mal hijo, es quien no defiende las riquezas de la madre patria”,
son algunas frases que se plasmaron en los carteles universitarios. También
formaron parte del mitin los empleados de instituciones bancarias, industriales y
comerciales, la CSTB, los Sindicatos de Constructores y albañiles, el Sindicato de
Choferes 1° de mayo, el Sindicato Obrero en Confecciones, el Sindicato de
Carniceros, el Sindicato de Panaderos, el Sindicato de Ganaderos, la Célula de
excombatientes, la Unión Gráfica Sindical, los Beneméritos de la Patria, la
Sociedad de expedicionarios al noroeste, la Asociación de mutilados e inválidos de
Guerra, los huérfanos de guerra y diversas células de excombatientes. La
desconcentración del mitin fue a horas 19:00261.

El apoyo popular al decreto de la entrega del 100 por ciento de divisas al Estado fue
contundente. Ese hecho polarizó las relaciones económicas, sociales e político-
ideológicas entre liberales y nacionalistas, bajo la atenta mirada de los trabajadores
que respaldaron militantemente la medida.

261Véase “El pueblo de La Paz concentrárase hoy en un extraordinario mitin de nacionalismo” en periódico La Calle. La
Paz, junio 15 de 1939, p. 4.

278
El retrato de la reacción de uno de los grandes mineros en el país, Simón Patiño,
frente a esa realidad fue ilustrado por Charles Geddes, en su obra Patiño. Rey del
Estaño:

En junio de 1939, agentes del gobierno organizaron una manifestación


deliberadamente ofensiva contra Patiño y los otros grandes mineros y
aún contra sus familias. Esta demostración, muy poco espontánea,
destinada a amedrentar a los empresarios, incluyó en sus filas a
escolares de pequeña edad que marchaban junto con sus profesores.
Patiño sufrió con paciencia y dignidad esta ofensiva demagógica
(1984:272).

Así, el control del Estado de las exportaciones mineras marcó el divorcio entre el
gobierno y la rosca minero-feudal. Ese decreto calificado como radical fue lo último
que logró aprobar el Presidente Bush, pues murió dos meses después262. Como se
explicó en el capítulo 3, el polémico suicidio del Presidente nacionalista llegó en un
momento clave para la oligarquía minera, que estaba vinculada a las transnacionales
que ya avizoraban y se alistaban para la segunda guerra mundial.

4.14. INFRAESTRUCTURA Y ORGANIZACIÓN INSTITUCIONAL DEL


MINISTERIO DE TRABAJO

En el periodo fundacional del Ministerio de Trabajo (1936-1939) ejercieron sus


funciones siete ministros. La institución inició sus labores con 11 cargos jerárquicos,
sin muebles ni oficinas propias263. De forma provisional, funcionó en las instalaciones

262 Varias medidas progresistas implementadas bajo el gobierno de Busch, después de su muerte, fueron derogadas. Luis
Antezana en el texto Historia de las libras esterlinas en Bolivia mencionó que “después de la guerra, el 3 de agosto de
1939, mediante decreto, el Presidente Germán Busch estatizó el Banco Central. Pero esa medida fue prácticamente
anulada veinte días después, a la muerte de Busch, quien, además, había dado el primer paso para la nacionalización de
la gran minería del estaño al dictar el decreto de 7 de junio de 1939, de concentración en manos del Estado del cien por
ciento de las divisas por la exportación de los minerales”. La historia no terminó ahí, según Antezana en los gobiernos de
Quintanilla y Peñaranda, el Banco Central, que era de propiedad de los bolivianos, retornó a manos de la gran minería
(2003:43).
263 En relación a la organización del Ministerio de Trabajo, el periódico La Calle detalló los pormenores de la difícil
situación que atravesó esa institución en los primeros días de su creación: “El decreto que fijó las atribuciones del

279
del Senado Nacional. Para su primera y segunda gestión, contó con un presupuesto de
Bs.12.964 (Álvarez, 2016: 187).

El primer organigrama del Ministerio de Trabajo estuvo compuesto por una Oficialía
Mayor del Trabajo, tres asesorías y seis secciones (véase Organigrama 1). Con esa
estructura básica desarrolló su mandato el ministro obrero Waldo Álvarez.

ORGANIGRAMA 1
PRIMERA ORGANIZACIÓN INSTITUCIONAL DEL MINISTERIO DE
TRABAJO
Asesor
Oficial Mayor Del Técnico Subsecretario
Trabajo Ricardo José Aguirre Gainsborg
Damaso Eduardo Anaya
Delgado (Designado
MINISTRO por David Toro) Asesor
DE TRABAJO Jurídico Remberto Capriles
Waldo José Antonio
Álvarez Arze Manuel Barrau

Jefes de Moisés Álvarez


Sección
Adolfo Bozo Jantzen

Guillermo Silva

Aniceto Quiroga

Véase Memorias del primer ministro obrero de Waldo Álvarez (2016:187).

Con el ingreso del tercer ministro de Trabajo, Javier Paz Campero, la institución amplió
sus funciones. En ese entendido, su presupuesto de Bs.12.964 ascendió a Bs.231.860264.
El salto fue excepcional. Sus recursos crecieron 17 veces más.

Ministerio de Trabajo demoró algo así como quince días después de la revolución y posteriormente no hubo local donde
instalar las dependencias del Ministerio. Sólo a partir de mediados de la anterior semana pudo comenzarse de un modo
formal el trabajo constructivo, aunque tropezando hasta hoy con un sinnúmero de dificultades que son inherentes a nuestro
medio. Véase “El Ministerio de Trabajo desarrolla labor activa y eficaz” en periódico La Calle. La Paz, junio 23 de 1936,
p. 6.
264Véase decreto de 29 de diciembre de 1936. “Ley Financial.- Promulgase para el ejercicio económico administrativo
de 1937”. La Paz, diciembre 29 de 1937. Anuario Administrativo Tomo 3.

280
Luego, a través del decreto de 27 de febrero de 1937265, su presupuesto institucional se
incrementó a Bs.651.860,50. En la parte considerativa de dicha disposición se enunció
la importancia de la organización institucional a fin de que pueda atender con eficacia
los importantes servicios que tiene a su cargo.

Basado en dicho decreto (véase Organigrama 2), la nueva organización institucional


estuvo integrada por la Sección de Administración y Archivo, secciones anexas y tres
despachos: Despacho del Trabajo, Despacho de Bienestar Social y Despacho de
Previsión Social y Salubridad. Cada repartición se organizó de la siguiente forma:

 El Despacho del Trabajo se dividió en tres secciones: Judicatura y Legislación


Social; Organización Sindical y Conflictos.
 El Despacho de Bienestar Social se dividió en tres secciones: Ahorro y Seguro;
Vivienda y Subsistencia y Escuelas de Artes y Oficos, y Protección y Asistencia y
Bienestar.
 El Despacho de Previsión Social se dividió en cuatro Secciones: Inspección;
Hospitales, Asistencias y Oficinas de Sanidad; Enfermedades Sociales e Higiene, y
Administración y Presupuestos.
 Además, las oficinas anexas al Ministerio de Trabajo se dividieron en el
Departamento Judicial del Trabajo y seis Jefaturas Judiciales del Trabajo
distribuidas en cuatro departamentos (La Paz, Oruro, Potosí y Santa Cruz) y dos
poblaciones (Uncía y Uyuni).

La institución fue evolucionando en el marco del contexto nacional e internacional. En


ese sentido, en la gestión del sexto ministro de Trabajo, Alberto Zelada Valda, se
aprobó el Estatuto Orgánico y Plan General de Labores del Ministerio de Trabajo.

265Véase decreto de 27 de febrero de 1939. “Ministerio de Trabajo.- Asígnesele como presupuesto para la gestión de
Bs.651.860 determinado transferencias de crédito para cubrir esa suma”. La Paz, febrero 27 de 1939. Anuario
Administrativo Tomo 1.

281
El objetivo de dicha disposición fue regular la organización y funcionamiento del
Ministerio de Trabajo y Previsión Social. En ese sentido, el organigrama institucional
de 1937 se modificó (véase Organigrama 3) y la Cartera del Trabajo se organizó en dos
despachos:

 El Despacho de Trabajo formado por la Secretaría del Trabajo, el Departamento


Jurídico, el Departamento de Extensión Cultural, el Departamento de Inspección,
el Departamento de Administración, el Departamento de Estadística, el
Departamento de Trabajo Campesino y el Departamento de Procuraduría del
Trabajo.
 El Despacho de Previsión Social constituido por la Secretaría del Despacho, el
Departamento de Protección Social, el Departamento de Bienestar y el
Departamento de Seguridad Industrial. A su vez, cada dirección fue conformada
por diferentes secciones.

282
ORGANIGRAMA 2
SEGUNDA ORGANIZACIÓN INSTITUCIONAL DEL MINISTERIO DE TRABAJO

MINISTRO DE TRABAJO

Asesor Jurídico del ministro

Sección Administración, DESPACHO DE BIENESTAR DESPACHO DE PREVISIÓN SOCIAL


Archivo y Biblioteca DESPACHO DEL TRABAJO SOCIAL y SALUBRIDAD

Sección Oficial Mayor Sección Ahorro Sección


Jefe de Oficial Mayor Inspector Organización Sección Asesor de de Bienestar Asesor de Sección Sección Sección
Sección del Trabajo General Sección de Conflictos Despacho y Seguro Sección Sec. Escuelas Despacho Oficial Mayor Inspección Enfermedades
Sindical Social Hospitales, Administración
Judicatura y de Vivienda y de Artes de Previsión Sociales e y
Asistencias y Higiene
Legislación Subsistencia Oficios, Social y Oficinas de Presupuestos
Social Jefe de Protección, Salubridad
Auxiilar del Jefe de Jefe de Sanidad
ministro Sección Sección Sección Asistencia y Inspector
Bienestar General de Jefe de
Salubridad Sección Jefe de
Jefe de MInera en la Jefe de Sección
Jefe de Sección República (ad
Auxiliar Sección Auxiliar Auxiliar Auxiliar Sección
honorem)
Jefe de Auxiliar
Sección Auxiliar
Tres Auxiliar Auxiliar
Dos Auxiliares Auxiliar Interventores
Volantes Auxiliar
del Trabajo
Auxiliar

Portero Inspector
Tres Nacional
Interventores Hospital
del Trabajo
Chauffeur Inspector
(Chofer) Farmacias y
Droguerias

Portapliegos
Inspector de
Oficinas de
Sanidad y
Asistencia
Departamentales

Véase decreto de 27 de febrero de 1939. “Ministerio de Trabajo.- Asígnesele como presupuesto para la gestión de Bs.651.860 determinado transferencias de crédito para cubrir
esa suma”. La Paz, febrero 27 de 1939. Anuario Administrativo Tomo 1.

283
ORGANIGRAMA 2ª
OFICINAS ANEXAS AL MINISTERIO DE TRABAJO
OFICINAS ANEXAS AL MINISTERIO DE TRABAJO

DEPARTAMENTO JUDICIAL
DEL TRABAJO

Director General

Inspector

Secretario
Abogado

Oficial Registro y
Publicidad

Auxiliar

Escribano
Diligencias

Chofer

Portero

JEFATURA
JEFATURA JEFATURA JEFATURA JEFATURA JEFATURA
JUDICIAL DEL
JUDICIAL DEL JUDICIAL DEL JUDICIAL DEL JUDICIAL DEL JUDICIAL DEL
TRABAJO SANTA
TRABAJO LA PAZ TRABAJO ORURO TRABAJO POTOSÍ TRABAJO UNCÍA TRABAJO UYUNI
CRUZ

Jefe del Distrito Jefe del Distrito Jefe del Distrito Jefe del Distrito Jefe del Distrito Jefe del Distrito

Secretario Auxiliar Auxiliar Auxiliar Auxiliar Auxiliar

Escribano de Escribano de Escribano de Escribano de Escribano de


Auxiliar
Diligencias Diligencias Diligencias Diligencias Diligencias

Escribano de
Diligencias

Véase decreto de 27 de febrero de 1939. “Ministerio de Trabajo.- Asígnesele como presupuesto para la gestión de Bs.651.860 determinado transferencias de crédito para cubrir
esa suma”. La Paz, febrero 27 de 1939. Anuario Administrativo Tomo 1.

284
ORGANIGRAMA 3
TERCERA ORGANIZACIÓN INSTITUCIONAL DEL MINISTERIO DE TRABAJO

MINISTERIO DE TRABAJO

MINISTRO DE TRABAJO
Y PREVISIÓN SOCIAL

DESPACHO DEL DESPACHO DE


TRABAJO PREVISIÓN SOCIAL

Departamento de
Departamento Departamento de Departamento de Departamento de Departamento de Departamento de Procuraduria del Secretaria de Departamento de Departamento de Departamento de
Secretaría del Trabajo Jurídico Extensión Cultural Inspección Administración Estadística Trabajo Campesino Despacho Protección Social Bienestar Seguridad Industrial
Trabajo

Sección de
Sección Propaganda y Fiscalización y Jefe del Sección Servicios del Sección Ahorro y Sección Vivienda y Sección Accidentes y
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Véase decreto de 28 de noviembre de 1938. “Estatuto orgánico y Plan General de labores del Ministerio de Trabajo y Previsión Social.- Apruébase”. La Paz, noviembre 28 de
1938. Anuario Administrativo Tomo 3.

285
4.15. LA PRENSA Y EL POSIBLE CIERRE DEL MINISTERIO DE
TRABAJO

El cierre del ciclo de la etapa fundacional del Ministerio de Trabajo estuvo atestado de
críticas y voces de un posible cierre. A raiz del reajuste económico implementado en el
mandato de Busch, algunos medios de prensa informaron sobre una probable crisis de
gabinete y el cierre de dos ministerios: el de Trabajo y Previsión Social y el de Higiene
y Salubridad.

Esa información fue desmentida por el Secretario Privado del Presidente, Jorge Oblitas
Cabrera, quién afirmó que la estructura ministerial no sería modificada. Sobre la
composición de los ministerios, el Presidente Busch afirmó que “seguirá en la misma
forma como hasta ahora, por cuanto es prudente pensar que estando en vigencia el
Código del Trabajo, es hoy más que nunca necesaria la Cartera de Trabajo y Previsión
Social, así como será necesaria la de Higiene y Salubridad, dados los complejos
problemas sanitarios nacionales”266.

Empero, dos días después, de las afirmaciones del primer mandatario, El País advirtió
sobre una posible modificación en el gabinete: “Noticias llegadas de La Paz, dan como
evidente el hecho de que en el curso de esta semana, sería reducido el gabinete y que el
Presidente Tcnl. Busch tenía la intención de suprimir dos portafolios: el de Higiene y
Sanidad desempeñado por el doctor Alfredo Mollinedo y el de Trabajo y Previsión
Social, a cargo de don Roberto Jordán Cuéllar. En el ánimo del Presidente ha influido
la enorme planta burocrática que actualmente existe”267.

Frente a esa información, El País respaldó la decisión de reorganizar el gabinete


ministerial, para romper para siempre con la tendencia de “fomentar el parasitismo”.
Su posición en torno al tema se resume en lo siguiente: “Realmente, el gobierno debía

266 Véase “No es evidente que haya crisis de gabinete” en periódico La Noche. La Paz, junio 5 de 1939, p.4.
267 Véase “Habría modificación en el Gabinete” en periódico El País. Cochabamba, junio 7 de 1939, p.4.

286
preocuparse de ese asunto y encararlo en forma radical y amplia. Bolivia es un Estado
de pequeños ingresos y no es posible distraer fondos en servicios complejos y nada
eficientes y por lo mismo que estamos en un periodo de reorganización económica,
nuestras principales energías deberíamos dedicar a actividades de necesidad más
inmediata, como ser la instrucción y la vialidad”268.

Pese a esa polémica, el Ministerio de Trabajo continuó con su labor institucional a favor
de los trabajadores de Bolivia. De igual manera, el portafolio de Higiene y Salubridad
siguió vigente.

4.16. CENSURA DE PRENSA EN LA POSGUERRA

Antes de la rebelión de mayo de 1936, los medios de prensa soportaron un régimen


liberal que impuso la censura. Tras el estallido chaqueño esa realidad debía cambiar.
Dicha disposición debía ser derogada. Sin embargo, el entonces Presidente de la
República, Tejada Sorzano, la mantuvo con el fin de evitar críticas y prorrogarse en el
poder. De esa manera, los contenidos informativos seguían controlados por los censores
que pertenecían a las filas liberales y conservadoras.

Frente a ese escenario, en abril de 1936 – en plena coyuntura electoral− varios medios
de difusión exigieron la suspensión de la censura de prensa, que fue establecida para
salvaguardar la seguridad nacional en la guerra (1932-1935).

A fines de abril, en lugar de derogar esa medida, el gobierno más bien amplió la
restricción al trabajo periodístico en los ámbitos políticos, internacionales y militares.
“La censura que debió cesar con la guerra, que debió promover la rehabilitación de
todos los derechos y libertades, encuentra nuevas trabas y negaciones, que
probablemente durarán hasta cuando el país –que tiene mala memoria− olvide que hay

268 Véase “Reducción de ministerios” en periódico El País. Cochabamba, junio 7 de 1939, p.4.

287
mucho que juzgar, mucho que debatir y mucho que condenar”, protestó en un artículo
La República, sintetizando lo que pensaban los periodistas y gráficos de la época269.

Otra forma de mordaza más estructural que se impuso contra la libertad de prensa fue
la elevación de los costos de producción de los periódicos. Así lo dio a conocer La
Fragua: “El que lee diarios en nuestra república, tiene necesariamente que ser un
burgués adinerado, de donde resulta que el Estado actual en vez de levantar barreras a
la cultura, las crea y en modo casi invencible. Se paga por cada diario de La Paz
cincuenta y ochenta centavos, debiendo ser por lo tanto muy pocas personas quienes
puedan hacer frente a tal situación”270.

El tema avivó también el fuego del conflicto que se veía venir. En mayo de 1936, la
crisis económica, social y política-ideológica estalló. La huelga de los gráficos logró el
cierre temporal de la totalidad de periódicos a escala nacional (del 10 de mayo de 1936
al 19 de mayo de 1936). Aunque no fue planteada de manera explícita, la batalla contra
la censura se canalizó igualmente a través de esa medida. Sin embargo, la lucha por la
libertad de prensa no iba a ser una tarea sencilla.

Como se mencionó, a raíz de la huelga de los trabajadores gráficos –que reivindicaron


un pliego petitorio en el que se planteaba el aumento del 100 por ciento en los salarios,
la supresión del trabajo a destajo y la nivelación de los precios de los productos de
primera necesidad−, el país vivió un excepcional silencio informativo, que generó una
incertidumbre y un impacto ideológico-político que duró cerca de 10 días.

Además de la movilización de los gráficos, se levantaron en contra del sistema


imperante el sector de los trabajadores Judiciales de Cochabamba, la FOT y la FOL. El
resultado de dicho movimiento insurreccional fue la renuncia del Presidente de la
República, José Luis Tejada Sorzano.

269 Véase “La Censura de Prensa y el Sitio” en periódico La República. La Paz, abril 22 de 1936, p.4.
270 Véase “Precios de los Diarios” en periódico La Fragua. La Paz, abril 28 de 1936, p.4.

288
Con la rebelión social que concluyó el 17 de mayo, los medios de difusión escritos
ingresaron a otro escenario, que iba a estar regido por los gobiernos militares de
tendencia nacionalista. El denominado nacionalismo militar iba a postular su propia
posición sobre la censura de prensa.

4.16.1. EL NACIONALISMO MILITAR Y LOS VAIVENES DE LA


CENSURA

El periódico, cuasi único medio de información influyente en esa coyuntura, fue un


actor colectivo fundamental que respaldó y permitió la transformación político-
ideológica del país. En esa lógica, La República respaldó las jornadas de mayo con
estas palabras:

Bolivia ingresa en estos momentos a una etapa difícil de su vida


política. Profundamente carcomida su economía con la guerra;
conmovida su estabilidad por toda suerte de factores disolventes, se
presenta como un campo propicio al aflojamiento de todos los resortes
que mantienen la solidez de su estructura. Y si a ello se agrega que la
nación se halla avocada a preparar una honda transformación de dicha
estructura, como es la que plantea el socialismo de Estado como sistema
de gobierno, el deber perentorio de quienes conduzcan el país es
mantenerse en contacto íntimo con las corrientes de opinión, que
sustenten y que serán la base de la transformación socialista271.

Cabe aclarar que no todos los periódicos contribuyeron a reconstruir el país bajo la
corriente nacionalista. Al contrario, varios de ellos fueron en dirección opuesta y
pretendieron la involución del Estado hacia el régimen liberal y conservador.

Tres días después de la histórica rebelión de mayo, el Presidente Provisional


Germán Busch dictó el decreto supremo de 20 de mayo de 1936 sobre la censura

271 Véase “La opinión pública, base de Gobierno” en periódico La República. La Paz, mayo 21 de 1936, p.4.

289
periodística. Se determinó que el ente regulador iba a ser el Estado Mayor del
Ejército en coordinación con los ministerios de Relaciones Exteriores, Gobierno y
de Guerra.

Pero ese cambio formal tenía los días contados, ya que, la censura no tenía cabida
en la nueva coyuntura. Su aplicación era imposible. Después de una victoriosa
convulsión social, las condiciones materiales para la mordaza de prensa habían dado
un rotundo giro. Dicho y hecho: con el ingreso de David Toro a la presidencia (el
22 de mayo de 1936), se anuló, de manera parcial, dicha disposición y se puso en
vigencia el decreto supremo de 23 de mayo de 1936, que invalidó la censura de
prensa, de correspondencia y pasaportes.

La vigencia plena de la libertad de expresión, sin embargo, iba a durar poco. La


realidad, iba a superar a la ficción. Las contradicciones sociales impidieron al
régimen de Toro dejar en el olvido el control de las publicaciones masivas. Un mes
después de invalidar la censura, el gobierno envió un comunicado a los periódicos
prohibiendo el debate público sobre asuntos económicos:

La Junta Militar de Gobierno recomienda muy eficazmente a los


órganos de prensa de la República reducirse a tratar sobre aspectos
económicos del pesado régimen administrativo, con la mesura y
discreción mayores, procurando en todo caso, que cuanto se diga sobre
el particular, se caracterice por su tendencia a considerar los asuntos,
sin personalizar conceptos y documentado cuidadosamente todas las
publicaciones272.

Así, nuevamente, la censura fue carcomiendo poco a poco los contenidos de los
medios de prensa. Primero, fue en el ámbito económico. Después, llegó a las
publicaciones relacionadas con la política internacional del Gobierno. Esa

272Véase “Prohíbase el Debate Público sobre asuntos Económicos” en periódico El Diario. La Paz, junio 28 de 1936,
p.6.

290
determinación fue regulada mediante decreto de 17 de octubre de 1936. En la parte
considerativa de la normativa se hizo referencia a que los medios escritos emitieron
noticias falsas y comentarios perniciosos en contra de los intereses de la República
y de su acción diplomática. En ese sentido, en el artículo segundo, se sancionó que
los órganos de publicidad y los corresponsales de las agencias noticiosas del
extranjero no podían insertar o transmitir artículos y comentarios sobre asuntos de
carácter internacional, sin la “previa censura” del Ministerio de Relaciones
Exteriores273.

Es preciso recordar que, en esa coyuntura, los medios de prensa no estuvieron


exentos de asaltos y empastelamientos (mezcla de letras de un molde para quitarle
su sentido) por motivos ideológico-políticos. Un ejemplo de ello fue denunciado en
El Diario: “Anoche fueron empastelados los talleres tipográficos del diario El
Oriente en horas en que la policía pudo ejercer un control efectivo. (…) Un
empleado de avanzada edad que a esas horas cuidaba de los talleres fue
salvajemente maltratado por los asaltantes, quienes después de propinarle una
tremenda paliza se dedicaron a destruir las máquinas, causando enormes perjuicios
a la empresa editorial”274.

En ese contexto, varios periódicos también fueron afectados por la crisis económica.
Los altos costos del papel y la falta de anuncios publicitarios los obligaron a vivir
caminando al borde del precipicio. A las empresas periodísticas no les quedó otra
que aumentar el precio del periódico, pero eso produjo una notable disminución en
su tiraje. Una crónica de El Diario relató que la solución que sugirieron al Gobierno
algunos periódicos fue la importación de materiales destinados a la industria
periodística, tal como aconteció en Alemania después de la guerra275. De igual

273Véase “Se estableció la censura de prensa en lo internacional” en periódico El Diario. La Paz, octubre 22 de 1938,
p.6.
274Véase “La imprenta de un Diario fue asaltada y empastelada por unos desconocidos” en periódico El Diario. La Paz,
junio 20 de 1936, p.2.
275 Véase “Crisis del periodismo del interior” en periódico El Diario. La Paz, noviembre de 1936, p.3.

291
manera, se denunció que en Sucre los precios del papel subieron de precio. De ese
modo, en marzo de 1937, se vino lo peor. Los periódicos de la denominada Ciudad
Blanca suspendieron sus ediciones por falta de papel276.

Aparte de ello, la injerencia del Estado en los contenidos periodísticos desencadenó


un marcado proceso de polarización en la producción y reproducción de posiciones
político-ideológicas acerca de diversos acontecimientos de interés nacional. Los
periódicos nacionalistas entraron en fricción con los medios escritos del liberalismo.
Y es aquí donde mostraron su verdadero rostro. Funcionaron casi como
organizaciones partidarias que buscaban alinear a sus intereses a la mayor cantidad
de fuerzas sociales. En momentos de crisis, la polarización se hizo más clara. Y la
censura se convirtió en un importante mecanismo de guerra político-ideológica.

Los medios liberales optaron por bloquear la información del Estado, mientras los
periódicos nacionalistas definieron apoyar el nuevo proceso. Frente a esa
polarización político-ideológica, el régimen de Toro creó el Departamento de
Propaganda y Publicaciones del Estado277. A través de esa instancia se obligó a
todos los medios a difundir contenidos de información del gobierno de forma
gratuita278.

Véase “Los diarios de Sucre suspenderán sus ediciones por falta de papel” en periódico La Razón. La Paz, marzo 3 de
276

1937, p.3.
277 Ante la ola de dudas que generó esa determinación, las autoridades del Departamento de Propaganda aclararon sus
objetivos de creación: “El rol de la prensa, cuando llena una verdadera función social, es el de colaborar con el Estado en
la orientación colectiva, de tal manera que el pueblo bajo el influjo del poder de la mente y del poder de la autoridad,
vaya por el camino mejor que lo conduzca a la adquisición de satisfactorias posibilidades de vida colectiva o particular.
Al presente, algunos diarios del país, descontando honrosas excepciones, realizan una política de cuasi bloque abierto
contra el Estado, cerrando el acceso de éste a sus columnas”. Véase “Comunicado del Departamento de Propaganda y
Publicaciones del Estado” en periódico La Razón. La Paz, diciembre 8 de 1936, p.4.
278Véase “Departamento Nacional Socialista de Propagada y Publicaciones del Estado” en periódico La Razón. La Paz,
septiembre de 1936, p.7.

292
Así, la lucha mediática se exacerbó y la ofensiva por imponer discursos (que
encarnan elementos ideológico-políticos) se polarizó, reproduciendo a su modo lo
que ocurría en los ámbitos de las relaciones económicas y sociales de ese entonces.

Bajo el mandato de Germán Busch la lucha mediática iba a radicalizar su ritmo.

4.16.2. LOS “PUÑETAZOS” A ARGUEDAS Y LA CAMPAÑA CONTRA


BUSCH

Bajo esa perspectiva, un hecho trascendental que visibilizó la ruptura radical del
gobierno de Busch con los medios de prensa liberales fue la golpiza que el
Presidente propinó al escritor y columnista de El Diario Alcides Arguedas, el 4 de
agosto de 1938. En el fondo, ese evento expresó la reacción de la tendencia
nacionalista de Busch frente a la acción de tinte liberal de Arguedas.

Ese acto “violento” se desarrolló debido a que, desde el ingreso de Busch al


gobierno, Arguedas se dio a la tarea de escribir cartas públicas con tono peyorativo.
Esas misivas eran publicadas en El Diario.

De acuerdo al periodista Eduardo Ocampo Moscoso, el autor del polémico texto


Pueblo Enfermo, desde 1937, comenzó a publicar “cartas abiertas” dirigidas al
“impulsivo mandatario boliviano”. La primera carta fue escrita el 20 de agosto de
1937. En ella rememoró el rompimiento político de Busch con el exmandatario
David Toro. A su vez, reiteró que el fracaso en la guerra del Chaco fue “originado
por la incapacidad de los técnicos y por desacuerdos, errores y fallas en la
conducción de las operaciones bélicas”. Para finalizar, Arguedas instó a Busch a
que emprenda la tarea de “constitucionalizar” el país. Para tal efecto, exigió que se
elijan elementos “pulcros y preparados de la nación, es decir, de los mejores”.

293
En la segunda misiva publicada el 4 de agosto de 1938, Arguedas se dirigió de forma
despectiva hacia la “casta de excombatientes del Chaco” y denunció la repartija de
dineros sobrantes279.

Esa carta, según Ocampo, motivó a que el Presidente Busch convocará al escritor a
presentarse en Palacio de Gobierno: “posiblemente, esa ingrata reminiscencia alteró
los nervios del dictador, quién mediante un edecán, hizo comparecer al escritor
Arguedas al despacho presidencial, y sin mayores circunloquios le increpó
duramente por esos escritos insertos en EL DIARIO”. Acto seguido, lo agarró de la
solapa y “le ensangrentó el rostro a puñadas” (1978:521-522).

Mariano Baptista Gumucio confirmó lo mencionado en el texto Cartas para


comprender la historia de Bolivia: “al recibo de esta carta, el Presidente Busch hizo
llamar a Alcides Arguedas, autor de la misma, al Palacio de Gobierno y allí le

279En la carta del 4 de agosto de 1938, Arguedas realizó un análisis de la situación del país en la posguerra. Su contenido
se resumió en, al menos, seis puntos:
1) Denunció que en la guerra del Chaco se produjeron riquezas individuales. “Aquí, la guerra ha enriquecido a
individuos que han traficado con las drogas, las armas, las municiones, los alimentos, el pan y el vestido del pobre
soldado, sin importarle lo más mínimo la suerte de la patria y su destino, atentos únicamente a su bienestar, a su
ganancia, a su lucro”.
2) Demandó que dichas fortunas obtenidas en la guerra no fueron anuladas, destruidas o confiscadas: “se lucen aquí
con una desfachatez que espanta y con un cinismo que a la vez irrita y desconsuela”.
3) Afirmó que a raíz de la contienda por el Chaco se engendró una nueva casta desconocida de los excombatientes, “la
única privilegiada después de la militar”. Es decir, “basta ser excombatiente hoy día para estar dotado de saber y
entender el manejo de la cosa pública; basta haber estado en el Chaco, aún sin combatir, para que el gesto de héroe
luzca en todas las frentes”.
4) Cuestionó la preferencia de excombatientes para ocupar los cargos públicos: “parece que hay preferencias,
distinciones, exclusivismos. Yo he oído citar casos y nombres de personas que, habiendo buscado refugio en alguna
oficina de retaguardia, vendiendo o comerciando en artículos de consumo, o tecleando en máquinas de escribir (…)
son los que ahora, a título de héroes o cosa parecida, exigen más y acaparan más”.
5) Reveló que en consejo de gabinete se acordó distribuir un sobrante entre ellos, “como una prima” y que cada ministro
cobró alrededor de 50.000 pesos. “Ignoro si sea o no verdad esto, pero se habla de este hecho corrientemente; el
rumor es general y nunca ha sido desmentido que yo sepa”.
6) Afirmó que el país vivió en la posguerra un proceso de apoliticismo, un aspecto negativo para el país: “el no
mezclarse en política no es solamente ya una falta sino un delito, porque se da lugar al encumbramiento de los más
audaces, vanidosos y despreocupados (…) la abstención política engendra la arbitrariedad y el despotismo de los
gobiernos con su conocida secuela de abusos, derroches y despilfarros. Quien no se mete en política y se queja
después de los males que sufre y las privaciones que padece, obra con perfecta inconciencia”. La carta de Arguedas
concluyó con la sugerencia de que el gobierno, en su labor de resurgimiento nacional, debe “exigir orden y pulcritud
en los empleados de la administración, castigar a los delincuentes, depurar los cuadros, hacer economías, gobernar
bien…” Véase “Carta al Señor Presidente de la República” en periódico El Diario. La Paz, agosto 4 de 1938, pp.6-
7.

294
propinó una bofetada, cubriendo su rostro de sangre. El hecho fue conocido por la
opinión pública causando gran indignación” (2016:362).

De igual manera, Augusto Céspedes expuso lo acontecido en Palacio de Gobierno


y resaltó que el escritor se dirigió ante el Presidente de forma “despectiva e
insolente”: “Busch, a la lectura de la 'carta abierta' que se la comentó doliente un
ministro que años antes había sido vapuleado por Arguedas, llamó al autor a su
despacho. Arguedas confiado en su respetabilidad, se demostró despectivo e
insolente ante el cadete pero éste echó a un lado el sillón presidencial y le dio dos
golpes, bañándolo en sangre”.

Céspedes mencionó que pese a la vaguedad e imprecisión de lo expuesto en la


segunda misiva de Arguedas, Busch manifestó sincero arrepentimiento y reconoció
la “indignidad de su acto”. Asimismo, no tomó medida alguna contra los mítines de
estudiantes que, frente a las puertas del Palacio de Gobierno, lo tildaron de “salvaje”
y “matón” (1979:204:205).

Por su parte, el escritor cochabambino Augusto Guzmán afirmó que el encuentro


entre Busch y Arguedas tenía como fin único el “rectificar” la apócrifa información
publicada en El Diario. Ese relato fue detallado por Mariano Baptista Gumucio en
el capítulo “El pesimismo de Alcides Arguedas”, incluido en el texto Mis hazañas
son mis libros. Vida y obra de Augusto Guzmán:

Me encontraba en La Paz cuando se produjo el incidente con Busch en


el despacho presidencial. Arguedas que había vuelto al país en 1934 y
fue siempre un crítico severo, tanto de la conducción de la guerra como
de haberla afrontado en lugar de negociar con el Paraguay
diplomáticamente y salvar una parte del Chaco, dijo en una carta abierta
dirigida a Busch, que su gobierno se había gastado o distribuido un
dinero o algo de eso, cosa que no ocurrió en la época de Busch, sino en
la de Toro. En esa época yo era Oficial Mayor y acredité sobre este
hecho. Busch lo hizo llamar a Palacio junto al Fiscal de Gobierno, para

295
que haga la declaración rectificatoria. Dn. Alcides se presentó en el
despacho del Presidente y como primer gesto desafiante, echó su abrigo
sobre el escritorio de Busch y ahí empezó el palabrerío. “Yo no rectifico
nada”, gritó Arguedas y Busch se enfureció y le dio un moquete.

En efecto, la actitud evasiva de Arguedas generó una reacción violenta en Busch.


Baptista, al respecto, citó de manera textual las palabras de Augusto Guzmán:
“posteriormente conversé con Busch. Estaba arrepentido. 'No pude contenerme, me
dijo, lo golpeé y sólo deseaba que se vaya y punto'” (2000: 113-114).

Sin lugar a dudas, los dos puñetes propinados en el rostro del escritor alteraron a la
población y generaron una descarga emocional; todo eso le ocasionó mucho daño a
la imagen de Busch. Empero, lo que había detrás de esas misivas fue una campaña
de medias verdades que impulsó la polarización del liberalismo frente al
nacionalismo.

Cabe mencionar que el impasse entre Busch y Arguedas no fue abordado de manera
inmediata por la prensa boliviana, pues horas más tarde el gobierno envió el
siguiente “ukase” (mandato tajante) al director del Departamento de Propaganda:

Por la siguiente minuta autorizo a Ud. ejercitar el más severo y riguroso


control de la prensa, para lo cual le otorgo de acuerdo con los señores
ministros de Estado, las más amplias facultades. En consecuencia
sírvase Ud. adoptar las medidas necesarias para prohibir todo género de
publicaciones que afecten al prestigio del gobierno, a la honorabilidad
de sus personeros, al orden social y a la tranquilidad del país,
recurriendo en caso necesario a imponer las sanciones previstas por ley
últimamente promulgada, de restricción de prensa. Todo artículo sobre
cuestiones políticas, internacionales, económicas o las que afecten
directa o indirectamente al gobierno, deben ser sometidos a previa
visación (Ocampo, 1978:521-522).

296
A pesar de las restricciones impuestas, El País expresó un profundo desacuerdo hacía “la
falta de respeto por el valor de las ideas” y entre líneas respaldó al escritor Alcides
Arguedas, en una publicación titulada “El periodismo y la amenaza”:

Hoy por hoy, cualquier ciudadano que se las da de “sentido y


agraviado” como en los juegos de prendas de nuestros abuelos, cree que
las cuestiones públicas se las arregla a palos o a bofetadas. Nada más
falso ni más erróneo (…) Todas estas reacciones violentas, dignas de
épocas pretéritas, tiene que sufrir aún el escritor en Bolivia. Y nosotros,
dentro de la humanidad altiva y tenaz de nuestras tareas, tampoco
hemos sido ajenos a la amenaza de los violentos280.

4.16.3. “CON MANO CERRADA Y ARMADA DE UN ANILLO DE ORO”

Sin embargo, la campaña de deslegitimación del gobierno nacionalista no terminó


ahí. Días después, esa propaganda contraria al mandato de Busch se extendió más
allá de las fronteras bolivianas. Ese hecho recién se pudo observar en el relato de
Alcides Arguedas que fue publicado nueve años después por La Razón el 5,6 y 7 de
mayo de 1947: “Hice una leve inclinación de cabeza al entrar y el militar me miró
fijamente. La indignación me hizo ser brusco. Tiré de la silla y me senté (…) ¡Es
usted un canalla! me sopló con voz fuerte (…) El insulto bajo y cobarde me sublevó.
E irguiéndome sobre la silla, repuse con vehemencia: Y usted es…”.

Acto seguido, contó los detalles de la agresión: “Entonces llegó a mí y con gesto
rápido me cogió de la solapa, me atrajo hacia él y me dio un golpe violento sobre
la ceja derecha con la mano cerrada y armada de un enorme anillo de oro. Repitió
el golpe sobre el otro lado de la cara. Brotó la sangre a chorros por la ceja abierta,
la nariz y la boca”.

Tras calificar como “inicuo” ese acto, el escritor herido exclamó: “usted quiere
callar mi pluma y no ha de poder… Un sólo medio le quedaría: hacerme dar dos

280 Véase “El periodismo y la amenaza” en periódico El País. Cochabamba, agosto 24 de 1938, p.4.

297
tiros con sus soldados”. Para terminar su relato, subrayó el sentimiento de
indignación de su familia, sus amigos, médicos reconocidos y periodistas281.

Luego, el 6 de mayo de 1947, se publicó la continuación de la versión de Arguedas


en forma de crónica, del 6 al 16 de agosto de 1938.

6 de agosto: Arguedas se enteró que los golpes que le propinó Busch fueron
“premeditados”. En el Club de la Unión, Carlos Diez de Medina, hermano del
ministro de Relaciones Exteriores y Culto, Eduardo Diez de Medina, comentó que
él se había enterado antes de lo que iba a ocurrir el 4 de agosto: “me lo han contado
quienes lo han oído: – Hoy, en la tarde, lo hace llamar el Presidente a Arguedas para
darle de bofetadas. Se lo ha dicho a mi hermano y Eduardo le ha aconsejado: – No
haga, eso, Presidente”.

A pesar de existir varias versiones sobre la “bofetada”, de acuerdo a Arguedas, la


persona que podría dar más detalles de todo lo ocurrido era el fiscal, puesto que
dicha Autoridad, aunque su presencia no era necesaria, se encontraba ese día en el
Palacio de Gobierno: “porque la cobardía está ahí. Frente a un hombre sólo y
desarmado, estaba él con su fiscal, sus edecanes, su guardia, sus policías, sus
esbirros. Estaba en su casa”.

7 de agosto: Carlos Gustavo Otero comentó que la recepción que se realizó en el


Palacio de Gobierno fue un “desastre”, ya que pocas personas del oficialismo
asistieron, narró Arguedas. En cambio, ese mismo día, varios individuos se
concentraron en la inauguración de una cervecería alemana.

8 de agosto: varios estudiantes y universitarios enviaron flores y mensajes escritos


al domicilio del autor de Pueblo enfermo: “Sus vociferaciones eran terribles. ¡Abajo
el camba! ¡Abajo los caudillos bárbaros! ¡Abajo la casta militar!”. En esa jornada,

281Véase “Un recuerdo doloroso en la historia personal de don Alcides Arguedas” en periódico La Razón. La Paz, mayo
5 de 1947, p.4.

298
Arguedas, “vendado y desfigurado”, salió a su balcón, agradeció la adhesión de los
manifestantes y sugirió calma ante los hechos. “Pero los mozos enardecidos me
respondieron que no les importaba ya que corriese la sangre y se fueron vociferando:
– ¡Viva el escritor mártir! ¡Abajo el Melgarejo de cartón! ¡Abajo el camba iletrado!
y otras parecidas cosillas”. Más tarde, una comisión de excombatientes y algunos
miembros de la logia Estrella de Hierro dirigidos por Roberto Bilbao la Vieja se
sumaron a la causa de los estudiantes282.

10 de agosto: Alcides Arguedas envió una carta, en la que retrató el impasse con
Busch, al Presidente de Colombia y también amigo, Eduardo Santos, y a tres
escritores más.

11 de agosto: en radio El Mundo de Buenos Aires se informó sobre la agresión que


Busch cometió contra Arguedas. Alrededor de tres periódicos de Buenos Aires y
París publicaron también ese hecho.

13 de agosto: Exequiel, amigo de Arguedas, le comentó que el expresidente Toro


envió un telegrama “airado” a Busch, que decía lo siguiente: “Siempre te consideré
traidor, siempre te tuve por cobarde; pero nunca pensé que serías capaz de pegar a
un viejo y conocido historiador”. Ese día, además, Arguedas recibió la visita del
ministro de Francia y su secretario M. Boulet. La autoridad expresó: “no lo creí,
pero hay que verlo. Me parece que ustedes llevan un retardo de 600 años”. Horas
más tarde, desde la población de Catavi, Juan Pancho Bedregal le trajo un recorte
del periódico La Patria de Oruro que publicó lo siguiente: “Bogotá, 12 (Express).-
Diversas instituciones culturales y periodísticas de esta capital, han hecho pública
su protesta por el atropello que sufrió en días pasados el notable escritor boliviano

282Augusto Céspedes mencionó que la dirección de la LEC “encubría su adherencia a la rosca” y que en ella se engendró
una tendencia fascista: “sugiriendo abolengos nazis, parte de esa élite se bautizó como 'Estrella de Hierro', que lo mismo
habría sido que se llamase estrella de estaño” (1979:157-158).

299
don Alcides Arguedas. Al censurar el acto, manifiestan que ello implica un agravio
a la intelectualidad americana”.

14 de agosto: Arguedas recibió la visita de la esposa y la hija menor del


Vicepresidente, Enrique Baldivieso. A petición del escritor, Baldivieso también
acudió a su domicilio. Después de una charla de dos horas con la Autoridad,
Arguedas le leyó la carta que sería enviada al Presidente de Colombia y le pidió que
le comunicara un mensaje personal al primer mandatario: “El Presidente Busch ha
cometido una falta de la que nunca podrá librarse, haga lo que haga. Un sólo medio
le queda para disimular su acto, y, quizás hasta hacerlo olvidar: hacer un gobierno
tan circunspecto, tan honrado, tan escrupuloso, tan respetuoso de las libertades
públicas, que la historia pueda decir de él mañana: cometió un crimen, una falta o
lo que sea; pero hizo un buen gobierno”.

15 de agosto: algunos miembros del Sindicato Departamental de Maestros de


Primaria llevaron ante Arguedas la resolución adoptada en su Asamblea, que
también fue enviada al gobierno y a la Convención Nacional. En la parte resolutiva
del documento se expuso:

1º. Declarar que los maestros de Bolivia están siempre de parte de la


cultura moral e intelectual de los hombres y de los pueblos.

2°. Amparar al señor Alcides Arguedas en su campaña depuradora y de


orientación de nuestros destinos nacionales.

3°. Solidarizarse con toda campaña que tienda a destruir los privilegios
y despotismos que dañan la democracia y unión nacionales.

Esa resolución del 11 de agosto de 1938 fue firmada por Juan N. Arébalo, Secretario
de Gobierno; Guillermo Monje Ortiz, Secretario de Relaciones; R. Bilbao la Vieja,
Secretario de Prensa y Propaganda; Luis Moscoso, Secretario de Correspondencia;
Carlos Diez de Medina, Secretario de Defensa Sindical; Hortensia A. de Mariaca,

300
Secretaria de Hacienda y Beneficencia; Rubén Dick, Secretario de Relaciones
Internas.

16 de agosto: Alcides Arguedas denunció que su correspondencia fue intervenida.


Asimismo, afirmó que más tarde y lejos del país continuará con su relato283.

Con el fin de dar punto final a la versión de Arguedas, La Razón, el 7 de mayo de


1947, publicó la carta enviada al Presidente de Colombia, Eduardo Santos. Ese
documento, según el matutino, forma parte del archivo personal de Federico
Arguedas y fue entregado para ser difundido. En el contenido de la carta se redundó
en lo mencionado el 5 y 6 de agosto284.

El relato de Alcides Arguedas, recopilado por La Razón, fue un ejemplo claro de


una campaña de victimización que el liberalismo y sus portavoces utilizaron para
deslegitimar el proceso que impulsó el nacionalismo.

4.16.4. A MAYOR POLARIZACIÓN, MAYOR CENSURA

En el marco del denominado proceso de reconstrucción nacional, la elaboración y


aprobación de la Constitución Social, el 30 de octubre de 1938, bajo el mandato de
Germán Busch Becerra, generó un ácido debate periodístico. Las fuerzas sociales
expresadas en la Convención adoptaron posiciones encontradas. Y la polarización
no tardó en hacerse presente.

En ese escenario, se promulgó la llamada “Ley Mordaza” contra los medios de


prensa de “extrema derecha” (entre ellos liberales, republicanos y conservadores).
Empero, debido a la polémica que se desató en torno al tema, el Presidente Busch
optó por derogar esa medida. En esa efervescente coyuntura, la pugna llegó a su

Véase “Después del atentado, Alcides Arguedas pidió hacer llegar un mensaje al Presidente Busch” en periódico La
283

Razón. La Paz, mayo 5 de 1947, p.8.


284Véase “El Presidente Busch desconfía de mi pluma y me ha amenazado con silenciarla, escribió Arguedas”, en
periódico La Razón. La Paz, mayo 6 de 1947, p.7.

301
cenit después de varios choques ideológico-políticos. Empero, antes de contar el
final de los hechos es preciso hacer un recuento desde su inicio.

A mediados de junio de 1938, ante los permanentes ataques de El Diario a la


Convención, el diputado y constituyente, Fernando Siñani, solicitó “la expropiación
de El Diario”. A su turno, el convencional Villarroel, en sesión de la Asamblea,
presentó un proyecto para destruir la actual organización de las empresas
periodísticas285.

En esa misma línea, debido a las duras críticas al trabajo de la Asamblea


Constituyente, El Diario fue advertido de ser procesado mediante instancias
judiciales. Ante el anuncio, La Razón salió en su defensa de manera pública: “El
Diario aludido, como muchos otros, ha criticado la labor de la Asamblea
Constituyente, ha censurado sus defectos sin llegar al exceso de ofensas, único
extremo que hace materia judicial u objeto de sanción”286.

Pero eso no quedó ahí. En relación, con la amenaza de juicio del órgano de prensa,
varias autoridades y convencionales defendieron la libertad de prensa. En respuesta,
el ministro de Gobierno, Elías Belmonte, le plantó cara a las declaraciones. Tras
cuestionar el rol equívoco de algunos medios de prensa, explicó que “la libertad de
prensa significa un concepto elástico que debe amoldarse a las circunstancias, sean
de bonanza o crisis, que atraviese un país dado”. De igual manera, el convencional
Walter Guevara Arce definió nítidamente el choque discursivo. Afirmó que la
prensa estaba polarizada en dos grandes tendencias: una que sirve los intereses
imperialistas y otra a la defensa nacional. A su turno, el convencional Fajardo

285Véase “Un convencional desea destruir la actual organización de la prensa” en periódico La Razón. La Paz, junio 18
de 1938, p.7.
286 Véase “Libertad de prensa” en periódico La Razón. La Paz, junio 23 de 1938, p.6.

302
ridiculizó la actitud de aplicar multas a ese medio de prensa287. La pugna estaba
llegando a su punto más álgido.

Un mes después, el 13 de julio de 1938, la colisión social y político-ideológica se


desencadenó. Una medida legal sintetizó el conflicto. Se presentó, analizó y aprobó
en la Convención Constituyente el proyecto calificado por los medios como “Ley
Mordaza”. Como se explicó, eso no fue una sorpresa. Lo que alarmó y unió a varios
sectores de los trabajadores y los empresarios de la prensa fue que la medida de un
plumazo anuló la Ley de Imprenta. Al respecto, La Razón, tras explicar que esa
normativa liquidaba la libertad de prensa, anexó el proyecto de la mencionada
disposición:

Se deroga la Ley de Imprenta de 19 de enero de 1925 y se declara que


la prensa es enteramente libre para hacer toda clase de publicaciones
que no alteren el orden público o difamen al gobierno o sus personeros
a las colectividades y demás instituciones (Art. 1°). Cuando las
publicaciones sean dirigidas contra personas particulares, sus familias
o sus intereses tendrán también los que crean que tienen el derecho de
reclamar igual indemnización de daños y perjuicios tanto por la vía civil
o penal, siendo únicos responsables de tales perjuicios o penas los
Directores y Jefes de Redacción del periódico donde se haya hecho tal
publicación o bien el autor del artículo de prensa si este ha firmado por
algunas personas de crédito o solvencia conocida (Art. 2°)288.

Al día siguiente, la publicación de El Diario fue más contundente. Después de


caracterizar como “represiva” la normativa aprobada por la Convención, reprodujo
de manera textual su artículo único que delataba todas sus intenciones:

287Véase “El convencional Fajardo defendió con brillo la libertad de pensamiento” en periódico La Razón. La Paz, julio
10 de 1938, p.7.
288Véase “Ayer se aprobó en grande el proyecto que restringe la Libertad de Prensa” en periódico La Razón. La Paz, julio
13 de 1938, p.7.

303
Facúltese al Poder Ejecutivo con carácter extraordinario, para tomar
todas las medidas de previsión y represión contra los desmanes y
licencias de la prensa nacional de extrema derecha. Esto mientras se
dicte una nueva ley de imprenta que contemplando la realidad
boliviana, dé libertades amplias a los órganos de prensa, que por su
organización económica y social sean los verdaderos voceros de la
opinión pública. Y, también se reforme el artículo 4º de la Constitución
Política del Estado289.

Sin plantearlo de manera explícita, la derogación de la Ley de Imprenta, si bien


anunció una “completa libertad de publicaciones” para aquellos medios que no eran
de “extrema derecha”, significó tres hechos concretos: 1) penalizó la actividad
periodística transfiriendo los delitos de imprenta al Código Penal, 2) canceló el
funcionamiento de los jurados especiales de imprenta conformados por personas
notables y 3) liquidó el secreto de imprenta, que protege a las fuentes de información
que los periodistas entrevistan para difundir denuncias. Con esa norma, se dotaba
de un poder extraordinario a los órganos del Estado para ejercer un control penal y
discrecional de los contenidos y los productores/reproductores de información de
los medios de prensa.

El proyecto fue puesto en vigencia inmediatamente hasta elaborar una nueva Ley
de imprenta. Empero, la reacción a la medida no se dejó esperar. Al interior del
gabinete de Busch, el rechazo fue rápido, claro y contundente. En contra de esa
disposición, dimitieron tres ministros de Estado: 1) el de Hacienda y Estadística,
Alberto Palacios, 2) el de Agricultura, Colonización e Inmigración, Julio Salmón y
3) el de Trabajo y Previsión Social, Enrique Berrios.

Aunque la renuncia de los titulares de Agricultura, Colonización e Inmigración y


Hacienda y Estadística, en un primer momento, no fue aceptada por el primer

289 Véase “Fue aprobada ayer la Ley de ‘represión’ a la prensa” en periódico El Diario. La Paz, julio 14 de 1938, p.6.

304
mandatario, esa actitud de respaldo a la libertad de prensa fue considerada por los
medios liberales como valiente e histórica:

Cabe destacar la actitud patriótica y ejemplar que han asumido los


ministros dimisionarios, quienes con ella han contribuido a despejar la
crisis colocando las cosas en su lugar. La prensa como institución no
olvidará que en un momento tan excepcional ellos salvaron el principio,
y se allanaron a continuar en el gabinete en el entendido de que al
colaborar con el Presidente de la nación, en aspectos administrativos de
mucha importancia, prestan servicio valioso a la república.

Con esas palabras, La Razón ponderó de manera positiva la actitud de dichas


autoridades del gobierno, tras aclarar que la “Ley Mordaza provocó una inusual
crisis de gabinete que mostro fisuras al interior del régimen de Busch”290.

El ministro de Trabajo, Previsión Social y Sanidad, Enrique Berrios, fue el tercero


en dejar su cargo a disposición del Presidente, debido a la promulgación de la Ley
de restricción de la prensa. Frente al hecho, el primer mandatario, el 15 de junio de
1938, le hizo conocer su respuesta por escrito. La carta de Busch fue publicada y
bien utilizada por los medios de oposición: “La circunstancia anotada y el hecho de
que se haya salvado satisfactoriamente la aparente discrepancia política en que
fundó su dimisión el señor ministro de Hacienda, con cuya actitud se ha solidarizado
usted hacen que me complazca en no aceptar la renuncia que ha presentado usted
en nota fechada ayer que me ha sido entregada hoy, y le pido continuar en el
ejercicio del importante despacho del Trabajo, Previsión Social y Sanidad”, informó
El Diario, tras dar por cerrado el incidente291.

290Véase “El Ejecutivo proyectara una nueva Ley de Imprenta en breve” en periódico La Razón. La Paz, julio 14 de 1938,
p.6.
291 Véase “Tampoco ha sido aceptada la renuncia del ministro de Trabajo, Dr. Berrios” en periódico El Diario. La Paz,
julio 18 de 1938, p.7.

305
Un mes después del evento, El País continuó atizando el debate:

La prensa de la República dio cuenta que la actual Convención votó por


una ley de mordaza al pensamiento y que el proyecto se debió nada
menos que a los convencionales del sector socialista, ley que ha
quedado rezagada, por suerte, porque el Presidente Tcnl. Busch la vetó
(…) Se impuso y se impone a la censura so pretexto de que con la
libertad de prensa se compromete los intereses permanentes de la
nacionalidad, pero esto es simplemente una mentira292.

En octubre de ese año continuaron los atentados contra algunos medios de prensa y
periodistas. Tal fue el caso del director de El País, Porfirio Díaz Machicao. A través
de una nota, la Federación Obrera Sindical (FOS) respaldó una misiva de la
intelectual cochabambina, Julia Reyes Ortiz de Canedo. Ella, de forma emotiva,
defendió a Díaz Machicao, quién fue víctima de una agresión: “Alcé mi voz de
protesta ante aquellos que intentaban coartar la libertad de pensamiento y acallar la
voz de la prensa independiente, hoy, aún más fuerte, la alzo para censurar y
condenar a esos seres innobles que alevosamente, cobardemente propinaron el
golpe con mano ajena293”.

Esa fue la manera cómo la polarización social y periodístico-discursiva de la época


dejó su huella en el nacimiento del Ministerio de Trabajo (1936) y la promulgación
Código Busch (1938), que, desde 1942, fue elevada a rango de Ley General del
Trabajo.

292 Véase “La Mordaza a la Prensa” en periódico El País. Cochabamba, septiembre 24 de 1938, p.7.
293Véase “Obreros e intelectuales defienden la causa de El País” en periódico El País. Cochabamba, octubre 4 de 1938,
p.2.

306
5. EL DISCURSO DE LOS
PERIÓDICOS EL DIARIO, LA CALLE Y
LA REPÚBLICA

307
En este apartado, se analizaron 106 discursos periodísticos
informativos/opinativos/interpretativos entorno a dos ejes temáticos: 1) la creación del
Ministerio de Trabajo que dio lugar a 2) la promulgación del Código laboral.

Los dos ejes mencionados son los pilares fundamentales de una red de sub-ejes temáticos
que se desarrollaron en la etapa de la posguerra del Chaco (1936-1939), de los cuales, por
su importancia y su cualidad, se seleccionó siete:

1) El levantamiento de mayo de 1936.


2) El trabajo obligatorio.
3) La sindicalización obligatoria.
4) La nacionalización de la Standard Oil Company.
5) La promulgación de la primera Constitución Social en Bolivia.
6) El decreto de entrega del 100 por ciento de divisas al Banco Central.
7) La censura y la realidad de los órganos de prensa en la posguerra del Chaco.

Sobre esa base, se localizaron en El Diario, La Calle y La República, 106 discursos


periodísticos informativos/opinativos/interpretativos que, en su conjunto, son la
representación periodístico-discursiva de una red de acontecimientos.

Bajo esa perspectiva, para comprender de forma integral, los dos ejes temáticos, los siete
sub-ejes temáticos y la red de acontecimientos representados compuesta por 106 discursos
periodísticos informativos/opinativos/interpretativos localizados en los periódicos, se
utilizaron 14 categorías de análisis de discurso (véase el capítulo 2). Primero se realizó la
identificación de las siguientes categorías:

1) Los ejes temáticos.


2) Los sub-ejes temáticos.
3) La red de acontecimientos.
4) Los productores–reproductores de los discursos periodísticos
informativos/opinativos/interpretativos.

308
Posteriormente se efectuó el análisis con las siguientes categorías:

5) La situación social deseada.


6) La situación social a defender.
7) La situación social a abandonar.
8) El discurso.
9) El contra-discurso.
10) La identificación de los actores o sujetos de acción positivos.
11) La identificación de los actores o sujetos de acción negativos.

Finalmente, se identificó a los destinatarios de los discursos periodísticos


informativos/opinativos/interpretativos:

12) El pro-destinario.
13) El contra-destinatario.
14) El para-destinatario.

Bajo el criterio lógico del desarrollo en el tiempo de los acontecimientos, se procedió al


análisis de los discursos en el siguiente orden:

1) El levantamiento de mayo de 1936.


2) El nacimiento del Ministerio de Trabajo y Previsión Social.
3) El trabajo obligatorio.
4) La sindicalización obligatoria.
5) La nacionalización de la Standard Oil Company.
6) La promulgación de la primera Constitución Social en Bolivia.
7) La elaboración del Código del Trabajo en Bolivia.
8) El decreto de entrega del 100 por ciento de divisas al Banco Central.
9) La censura y la realidad de los órganos de prensa en la posguerra del Chaco.

309
5.1. EL LEVANTAMIENTO DE MAYO DE
1936

310
EJES TEMÁTICOS: “La creación del Ministerio de Trabajo” que dio lugar a “la
promulgación del primer Código Laboral”.

SUB-EJE TEMÁTICO: El levantamiento de mayo de 1936.

RED DE ACONTECIMIENTOS: En relación al tema, se analizó 15 discursos


periodísticos informativos/opinativos/interpretativos, de El Diario se localizó cinco, de La
Calle seis y de La República cuatro.

El Diario:

a) “Últimas informaciones del expresidente Tejada Sorzano” (La Paz, mayo 21 de 1936,
p.4).
b) “Frente a los hechos” (La Paz, mayo 21 de 1936, p.4).
c) “Anoche a las 21 el Ejército asumió el gobierno nacional” (La Paz, junio 21 de 1936,
p.12).
d) “El Presidente de la Junta Militar hizo importantes declaraciones” (La Paz, junio 22 de
1936, p.5).
e) “El socialismo boliviano” (La Paz, mayo 8 de 1938, p.6).

La Calle:

1) “La voz socialista” (La Paz, junio 23 de 1936, p.4).


2) “Breve y verídica reseña de la revolución socialista” (La Paz, junio 24 de 1936, p.5).
3) “Ideales 'no intereses' motivaron la ruptura del pacto” (La Paz, junio 24 de 1936, p.5).
4) “Un miembro de la Rosca gestor de Republicanos” (La Paz, junio 24 de 1936, p.6).
5) “La huelga de gráficos del 10 de mayo fue el 1er. Síntoma de la revolución socialista”
(La Paz, mayo 11 de 1937, p.8).
6) “La revolución socialista” (La Paz, mayo 17 de 1937, p.1).

La República:

311
1) “Ha vivido intensos momentos de agitación en los últimos días” (La Paz, mayo 19 de
1936, p.3).
2) “Discurso pronunciado ayer por B. Saavedra” (La Paz, mayo 19 de 1936, p.3).
3) “Izquierdas unidas: Hacia el futuro socialista” (La Paz, mayo 24 de 1936, p.4).
4) “Ellos los de siempre” (La Paz, junio 6 de 1936, p.8).

IDENTIDAD DE LOS PRODUCTORES Y REPRODUCTORES DE DISCURSOS:


El Diario en gran parte de sus contenidos no especificó la identidad del productor-
reproductor (periodista) del discurso informativo/opinativo/interpretativo: En tres de los
cinco discursos no incluyó firma, los otros dos contenidos exteriorizaron la posición del
periódico El Diario.

Por su parte, La Calle exteriorizó su posición sólo en un discurso periodístico


informativo/opinativo/interpretativo, en los otros cinco no llevó firma.

A su vez, La República no especificó el nombre del productor-reproductor discursivo en


ninguno de sus discursos periodísticos informativos/opinativos/interpretativos.

SITUACIÓN SOCIAL DESEADA:

El Diario:

1) El país gobernado por las corrientes liberales y los partidos tradicionales.


2) “Salvar al país de la anarquía” y de las corrientes comunistas.
3) Un gobierno que otorgue plena “confianza al capital” que ha sido “amenazado y
perseguido”.

La Calle:

1) La identificación de la población boliviana con los postulados del levantamiento de


mayo de 1936.
2) La profundización y consolidación de la “revolución socialista”.
3) La eliminación de los elementos derechistas en la administración del Estado.
312
La República:

1) La profundización y consolidación de los postulados de la “Revolución” del 17 de mayo


para la reconstrucción nacional.
2) La conformación de un gobierno integrado por la Junta Militar y miembros del PRS.

SITUACIÓN SOCIAL A DEFENDER:

El Diario:

1) Respaldar al gobierno, de orientación liberal, de José Luis Tejada Sorzano.


2) Apoyar y colaborar al “gobierno provisorio” Militar.
3) Impulsar el respeto a la tendencia constitucional y jurídica impuesta por los regímenes
liberales.
4) Defender un gobierno dirigido por la Junta Militar “sin la colaboración de ningún
partido, sino con los personajes más capacitados”.

La Calle:

1) Respaldar el cambio de la “institucionalidad caducada en la guerra del Chaco” por una


“nueva formación del Estado”.
2) Reivindicar “el espíritu de la huelga de gráficos, que sin tener entonces solución alguna
acabó por moldear el espíritu revolucionario que ya latía anheloso en todos y cada uno
de los bolivianos”.

La República:

1) Impulsar el desarrollo del “Estado Socialista” con el fin de regularizar la marcha


institucional.
2) Llamar a elecciones para que sea “el pueblo” quien defina el “futuro del país”.

SITUACIÓN SOCIAL A ABANDONAR:

313
El Diario:

1) La presencia de la “propaganda soviética” y “el dinero comunista” que impulsaron el


movimiento huelguístico de mayo de 1936.
2) Los “apetitos contrapuestos” de los partidos de izquierda que no coincidieron con las
“nobles aspiraciones del ejército”.
3) El progresivo crecimiento de las corrientes comunistas que provocaron desorden en el
país.
4) La participación de los partidos coaligados PRS-PS en el nuevo gobierno militar.
5) La desorientación ideológica de los partidos coaligados PRS-PS que persiguieron
intereses contrarios a los objetivos del gobierno de la Junta Militar.
6) La permanencia de los gobiernos militares en la administración del país.

La Calle:

1) Las medidas de coerción “mañosamente planteadas” por gente del régimen liberal con
el fin de evitar la huelga de mayo de 1936.
2) Las “agresiones periodísticas por parte del republicanismo” y la “solapada campaña de
intrigas sembradas entre los propios adherentes del socialismo” que propiciaron la
ruptura entre el PRS y el PS.
3) La tarea político-ideológica “de la prensa capitalista que pretendió echar sombras al
prestigio del PS, esparciendo la versión de la existencia de intereses partidistas”.
4) La desviación política del saavedrismo que “hacía causa común con los Aramayo y los
Patiño”.
5) El sabotaje político de elementos del “rosquismo” hacia el gobierno de la Junta Militar.
6) Las acciones de los pseudo-socialistas que proclamaron su anti-socialismo y que
pretendieron fermentar la reacción de la población sobre la “revolución socialista” de
mayo.
7) La perpetuación del rosquismo en el gobierno. “Pues a título de técnica de función
pública se pretendió incrustar en el 'Estado Socialista', a elementos amaestrados en el

314
peculado, el robo, el servilismo y la coima tradicionales, características del poder
burgués”.

La República:

1) La presencia del “feudalismo usufructuario, temible y paradójico que atentaba contra


la misma nacionalidad”.
2) El regreso de los “rencores viejos” y la “prepotencia de los llamados jóvenes de la
generación del 20”.
3) La política tradicional de los gobiernos liberales que hundió en una profunda crisis a
Bolivia.

DISCURSO: Frente al levantamiento de mayo de 1936, El Diario respaldó las palabras


del expresidente Tejada Sorzano, quién anunció que el movimiento huelguístico obrero de
mayo fue impulsado por la corriente comunista: “En cuanto al orden público, dijo que tenía
informaciones exactas de que simultáneamente en Bolivia y Paraguay se producía una
insurrección del movimiento obrero. Agregó que en el fondo parecía correr dinero
comunista, que se había comprobado la propaganda soviética y de que dos agentes se
hallaban detenidos en la cárcel local”294.

Por su parte, La Calle reveló, en una breve reseña, los sucesos que ocurrieron antes de la
huelga de mayo de 1936. En su discurso puso en relieve las medidas de represión que se
pretendieron implementar bajo el mandato liberal de Tejada Sorzano:

Ante el peligro de un movimiento huelguístico general, el gobierno


pensó ya en determinadas medidas de coerción mañosamente
planteadas por gentes del régimen mismo. Estas medidas consistían en
expedir un llamamiento militar de encuartelamiento, sin importar que
se ponía en peligro internacionalmente al país, pues el llamamiento a
cuarteles, habría hecho que Paraguay sospechara, con razón o sin ella,

294 Véase “Últimas informaciones del expresidente Tejada Sorzano” en periódico El Diario. La Paz, mayo 21 de 1936.

315
un peligro de guerra (…) Tejada Sorzano ordenó hacer fuego sobre el
pueblo si este se mostraba partidario a la huelga295.

Por su parte, La República ponderó la rebelión de mayo de 1936 como una “Revolución”:
“Cabe hacer notar que este movimiento, al cual calificaríamos de “Revolución” se ha
caracterizado por su seriedad, cordura y amplitud. No ha habido ningún caso de detención,
muerte o atropello de parte del nuevo gobierno, cualidades rarísimas y que desde luego
implican un alto sentido de cordura y serenidad”296.

Se debe agregar que, La República, vocero del PRS, publicó el discurso pronunciado por
Juan Bautista Saavedra, Jefe del PRS en el que aclaró que el proceso de consolidación del
“Estado Socialista” debe ser gradual: “Nosotros no somos pues improvisados del
socialismo. Tenemos un pasado limpio y honroso que podemos ostentar en el país con
orgullo y como garantía de que nuestra obra en el gobierno continuará sin tregua. Pero esta
obra es cuestión de tiempo; no de unos pocos meses”297.

El nuevo gobierno civil y militar fue respaldado por el periódico El Diario a medias tintas.
Eso se evidenció en el siguiente párrafo:

Frente a los hechos corresponde a la nación asumir una actitud de serena


cordura, otorgando apoyo y colaboración al gobierno Provisorio (…)
Al iniciar la conducción de los asuntos públicos, el gobierno provisional
se dará cuenta de la magnitud y gravedad de los problemas cuya
solución se halla en sus manos y la nación estará satisfecha si se
afrontan con espíritu de justicia, sin apartarse de la tendencia
constitucional y jurídica298.

295Véase “Breve y verídica reseña histórica de la revolución socialista” en periódico La Calle. La Paz, junio 24 de 1936,
p.5.
296Véase “ha vivido intensos momentos de agitación el país en los últimos días” en periódico La República. La Paz, mayo
19 de 1936, p.3.
297 Véase “Discurso pronunciado ayer por el Dr. B. Saavedra” en periódico La República. La Paz, mayo 19 de 1936, p.3.
298 Véase “Frente a los hechos” en periódico El Diario. La Paz, mayo 21 de 1936, p.4.

316
En otros temas, La República reivindicó la alianza de los partidos de izquierda y el Ejército
en defensa de la soberanía del país:

La revolución de los partidos de izquierda en cooperación con las


fuerzas armadas, no es obra del momento o de una ocasión; es el
resultado de un largo proceso de análisis, experimentación y prédica,
del enorme sacrificio que ha venido soportando la mayoría boliviana,
achatada y humillada por un ridículo y minúsculo feudalismo
usufructuario, temible y paradójico que atentaba ya contra la misma
nacionalidad299.

No obstante, a menos de un mes de la rebelión de mayo de 1936, La República cambió de


opinión y denunció que la “revolución socialista” estaba siendo deformada por intereses
partidistas sectarios. Advirtió, también, el posible regreso de la “generación del
centenario”:

Las ciudades del interior se vieron de la noche a la mañana bajo el tacón


de un matonaje abierto que alardeaba por calles y plazas como dando al
movimiento un colorido nada diferente de lo que eran los simples
cambios de régimen. Oruro, Cochabamba, Sucre sintieron que la
revolución –esperada con justa expectativa– se iba desfigurando,
cambiando en esencia, para dar paso a rencores viejos. Hubo
perplejidad, angustia; se tuvo la sensación que volvían esas épocas en
que la prepotencia de los llamados jóvenes de la generación del 20
volvía a imperar en el país300.

Fue en ese contexto que se desarrolló la ruptura entre los Partidos coaligados y el gobierno
de la Junta Militar. El 20 de junio de 1936, el Estado Mayor del Ejército decidió romper la
alianza con el PRS y el PS. De esa manera, el Tcnl. Busch pronunció un manifiesto a la

299 Véase “Izquierdas unidas: Hacia un futuro socialista” en periódico La República. La Paz, mayo 24 de 1936, p.4.
300 Véase “Ellos los de siempre” en periódico La República. La Paz, junio 6 de 1936, p.8.

317
nación, ese documento fue transcrito en El Diario. Ese medio respaldó lo enunciado y
apoyó la deportación del Jefe del PRS, Juan Bautista Saavedra, al territorio Arica. Afirmó
que a raíz de la decisión del Jefe del Estado Mayor se avizora un escenario de paz: “El
Ejército firme a los postulados de la revolución del 17 de mayo, desde la fecha, asume el
gobierno de la nación, mientras los partidos políticos debidamente depurados y
organizados, bajo la doctrina socialista puedan ejercer sus derechos y se hallen capacitados
para dirigir los destinos del país dentro de las normas de reconstrucción nacional”301.

El Diario, a su vez, aplaudió las afirmaciones del Presidente de la Junta Mixta de Gobierno,
Cnl. Toro, quién aseguró: “Gobernar con el Ejército sin la colaboración de ningún partido
sino con los personajes más capacitados”302.

La Calle no se mostró indiferente a las declaraciones de los medios liberales. En ese marco,
aclaró los motivos de la ruptura del Pacto de Partidos coaligados PRS-PS con el gobierno:

Las agresiones periodísticas por parte del republicanismo, la solapada


campaña de intrigas sembradas entre los propios adherentes del
socialismo, fundamentaron ya la ruptura (…) Planteados tales
antecedentes, el Sr. Saavedra dio publicidad al texto del pacto
revolucionario; pacto que, según convenio expreso, debía mantenerse
en toda reserva y que, caso de verse la urgencia de su publicación, debía
éste ser autorizado por las dos partes pactantes. Sin consultar con nadie,
y obrando a sabiendas de que la publicación de dicho pacto violaba un
acuerdo de honor, el Sr. Saavedra insertó en su prensa dicho
documento, con la intención manifiesta de desvincular al Partido
Socialista de las fuerzas obreras adversarias del saavedrismo303.

301Véase “Anoche a las 21 el Ejército asumió el gobierno nacional” en periódico El Diario. La Paz, junio 21 de 1936,
p.12.
302Véase “El Presidente de la Junta Militar hizo importantes declaraciones” en periódico El Diario. La Paz, junio 22 de
1936, p.5.
303 Véase “Ideales 'no intereses' motivaron la ruptura del pacto” en periódico La Calle. La Paz, junio 24 de 1936, p.5.

318
Asimismo, La Calle aseguró que la ruptura del PRS-PS fue porque en el seno del
Republicanismo coexistían elementos de la rosca minero-feudal: “el saavedrismo hacía
causa común con los Aramayo, los Patiño –dos millonarios que el espíritu localista paceño
debía repudiar por ser dos explotadores genuinamente ajenos a La Paz– y que sus relaciones
con la Rosca, hacían imposible un entendimiento con el Partido que tomó el camino de las
reivindicaciones proletarias”304. Sumado a eso, La Calle en su publicación “La voz
socialista” expresó que el PS “no ha hecho cuestión de permanecer en el gobierno para
hacerse mero dueño de él, sino le interesa tan sólo facilitar la realización del ideario
socialista en el país”305.

A un año de la consolidación del proceso del nacionalismo militar, La Calle rememoró la


huelga de los gráficos como el primer indicio de la “revolución socialista”: “La huelga de
gráficos, que sin tener entonces solución alguna acabó por moldear el espíritu
revolucionario que ya latía anheloso en todos y cada uno de los bolivianos”306.

Ese periódico, asimismo, reivindicó los postulados de la huelga de mayo de 1936: “La
revolución del 17 de mayo obedeció a un imperativo ineludible que marcaba el trance entre
la institucionalidad caducada desastrosamente en la guerra del Chaco para dar cabida a una
nueva formación del Estado. Esta verdad se impuso a todas las clases sociales del país de
modo tan contundente que nadie podía oponerse a hecho tan fatal”307.

A contrapelo de lo mencionado, después de casi dos años de la huelga de mayo de 1936,


El Diario dejó de respaldar progresivamente al gobierno militar: “En ninguna parte del
globo, a excepción de la Rusia soviética, el Ejército es considerado como una fuerza puesta
al servicio del socialismo (…) Es preciso que todo ellos (el gobierno militar) se convenzan

304 Véase “Un miembro de la rosca, gestor de Republicanos” en periódico La Calle. La Paz, junio 24 de 1936, p.6.
305 Véase “La voz socialista” en periódico La Calle. La Paz, 23 de junio de 1936, p.4.
306Véase “La huelga de gráficos del 10 de mayo fue el 1er. síntoma de la revolución socialista” en periódico La Calle.
La Paz, mayo 11 de 1937.
307 Véase “La revolución socialista” en periódico La Calle. La Paz, mayo 17 de 1937, p.1.

319
de una verdad: que el país está harto de tanta demagogia socialista y que ha llegado el
instante de volver a pensar en la patria, devolviendo al propio tiempo la confianza al capital,
hasta hoy amenazado y perseguido”308.

CONTRA-DISCURSO:

El Diario:

1) La tarea ideológica que impulsó el movimiento huelguístico de mayo de 1936.


2) El discurso que pretendió el cambio de la institucionalidad liberal por un nuevo Estado
“socialista”.

La Calle:

1) Los argumentos periodísticos por parte del republicanismo y su campaña contraria al


PS que propiciaron la ruptura entre el PRS y el PS.
2) La tarea político-ideológica de la prensa liberal que pretendió demostrar la existencia
de intereses partidistas, entre los partidos PRS y PS.
3) El discurso de la “prensa adicta al capitalismo, que se empeñó en acallar los verdaderos
sucesos que ocurrieron en la huelga obrera de mayo de 1936”.

La República:

1) Los discursos antinacionales que pretendieron desvirtuar la rebelión de mayo de 1936.


2) Los discursos y acciones pseudo-socialistas que deformaron la “revolución socialista”.

ACTORES O SUJETOS DE ACCIÓN POSITIVOS:

El Diario visibilizó como actores o sujetos de acción positivos: 1) al gobierno liberal


dirigido por José Luis Tejada Sorzano, 2) a las corrientes liberales y la rosca minero-feudal,
3) en un primer momento, al gobierno provisional de la Junta Mixta de Gobierno

308 Véase “Socialismo boliviano” en periódico El Diario. La Paz, 8 de mayo de 1938, p.6.

320
encabezado por el Cnl David Toro, y al Estado Mayor del Ejército comandado por el Tcnl.
Germán Busch.

Por su parte, La Calle destacó la participación de los siguientes actores: la Junta Militar de
Gobierno, el PS, las corrientes de izquierda nacional, la dirigencia y el Sindicato Gráfico,
al Secretario del PS, Carlos Montenegro, la FOT y las organizaciones de trabajadores.

La República visibilizó como sujetos de acción positivos a los miembros del PRS, al Jefe
del PRS, Bautista Saavedra, antes de la ruptura del pacto PRS-PS, al PS, a la Junta Mixta
de Gobierno, al Estado Mayor del Ejército, al Sindicato Gráfico y a los trabajadores y a los
miembros del PRS de Oruro, Cochabamba y Sucre.

ACTORES O SUJETOS DE ACCIÓN NEGATIVOS:


El Diario identificó como actores o sujetos de acción negativos al sector obrero que
protagonizó el movimiento de mayo de 1936, a las corrientes anarquistas y comunistas, a
los partidos de izquierda, a los representantes del PS y el PRS, entre ellos Bautista Saavedra
y Enrique Baldivieso.

Si bien en un primer momento ese medio escrito apoyó el ingreso de la Junta Militar de
Gobierno, en el proceso de consolidación del nacionalismo militar distinguió como sujetos
de acción negativos (1937-1939) al expresidente de la Junta Militar, David Toro, y al
Presidente de la República, Germán Busch.

La Calle visibilizó como actores negativos al expresidente de la República, José Luis


Tejada Sorzano, y sus ministros de Hacienda y de Gobierno. También identificó como
contrarios a Simón Patiño, Carlos Víctor Aramayo, a los funcionarios públicos que
representaban a la rosca, a la prensa capitalista, a los grandes industriales mineros, a los
líderes del Partido Republicano Genuino, a los dirigentes liberales y a las fuerzas
derechistas. Y por la ruptura de los Partidos coaligados PRS-PS, visibilizó como sujeto de
acción negativa al Jefe del PRS, Bautista Saavedra y a miembros de su partido.

321
La República identificó como actores sociales negativos al gobierno de Tejada Sorzano, a
las corrientes liberales y a los “jóvenes de la generación del 20” que posteriormente
formaron el PS.

PRODESTINATARIOS:

a) INSTITUCIONALES:

El Diario: el gobierno, el Estado Mayor del Ejército y el Partido Liberal.

La Calle: el gobierno, el PS, el Sindicato Gráfico y la FOT.

La República: el gobierno, el PRS, el Estado Mayor del Ejército, el Sindicato Gráfico, la


FOT, el PRS de Cochabamba, Oruro y Sucre.

b) INDIVIDUALIZADOS:

El Diario: el Presidente de la Junta Militar de Gobierno, Cnl. David Toro, y el Jefe del
Estado Mayor, Tcnl. Germán Busch.

La Calle: el Presidente de la Junta Militar de Gobierno, Cnl. David Toro, el Jefe del Estado
Mayor, Tcnl. Germán Busch, el secretario del PS, Carlos Montenegro, los dirigentes de la
FOT, Waldo Álvarez, y Luis Gallardo,

En La República: el Jefe del PRS Bautista Saavedra y el Presidente de la Junta Militar de


Gobierno, Cnl. David Toro.

c) INDETERMINADOS:

El Diario: las corrientes liberales y la rosca minero-feudal.

La Calle: las organizaciones de los trabajadores y los militantes de los partidos de izquierda.

La República: las organizaciones de trabajadores y los partidos de izquierda.

322
CONTRA-DESTINARARIOS:

a) INSTITUCIONALES:

El Diario: el PRS, el PS y, en el proceso de consolidación del nacionalismo militar, el


gobierno militar.

La Calle: el Partido Republicano Genuino, el periódico La República y al PRS.

La República: el gobierno liberal y el PS.

b) INDIVIDUALIZADOS:

El Diario: en el proceso de consolidación del nacionalismo militar los contra-destinatarios


fueron el expresidente de la Junta Militar, David Toro, y el Presidente de la Junta Militar,
Germán Busch.

La Calle: el expresidente de la República, José Luis Tejada Sorzano, y sus ministros de


Hacienda y de Gobierno. También identificó como contrarios a Simón Patiño, Carlos
Víctor Aramayo y al Jefe del PRS, Bautista Saavedra.

La República: el expresidente José Luis Tejada Sorzano.

c) INDETERMINADOS:

El Diario: el sector obrero que protagonizó el movimiento de mayo de 1936, las corrientes
anarquistas y comunistas, y los partidos de izquierda.

La Calle: los funcionarios públicos que representaban a la rosca, la prensa capitalista, los
grandes industriales mineros y las fuerzas derechistas.

La República: las corrientes liberales y los “jóvenes de la generación del 20” que
posteriormente formaron el PS.

PARA-DESTINARARIOS:

323
1) INSTITUCIONALES:

El Diario: la Junta Militar de Gobierno y el Estado Mayor del Ejército.

La Calle: la Junta Militar de Gobierno.

La República: la Junta Militar de Gobierno.

2) INDIVIDUALIZADOS:

El Diario: el Presidente de la Junta Militar de Gobierno, Cnl. David Toro y el Jefe del
Estado Mayor, Tcnl. Germán Busch.

La Calle: el Presidente de la Junta Militar de Gobierno, Cnl. David.

La República: el Presidente de la Junta Militar de Gobierno, Cnl. David.

3) INDETERMINADOS:

El Diario: los bolivianos y los trabajadores.

La Calle: la nación, el pueblo boliviano, los partidos socialistas, los partidos de izquierda,
los trabajadores y las organizaciones obreras.

La República: la población boliviana, los partidos socialistas, los partidos de izquierda, y


los trabajadores.

324
5.2. EL NACIMIENTO DEL MINISTERIO
DE TRABAJO Y PREVISIÓN SOCIAL

325
EJES TEMÁTICOS: “La creación del Ministerio de Trabajo” que dio lugar a “la
promulgación del primer Código Laboral”.

SUB-EJE TEMÁTICO: El nacimiento del Ministerio de Trabajo y Previsión Social.

RED DE ACONTECIMIENTOS: En relación al nacimiento del Ministerio de Trabajo y


Previsión Social se incluyó algunos sub-temas como el nombramiento del primer titular
obrero del Trabajo, la renuncia del ministro obrero, la realización del Congreso de los
trabajadores para elegir un nuevo representante obrero ante el Gobierno y la designación
del tercer ministro de Trabajo.

Respecto a ese acontecimiento histórico se analizó 18 discursos periodísticos


informativos/opinativos/interpretativos. Bajo el criterio de relevancia, de El Diario se
seleccionó diez discursos, de La Calle seis y de La República dos.

El Diario:

1) “La Revolución no entronizará caudillos civiles ni militares ─ dijo el Coronel Toro”


(La Paz, mayo 22 de 1936, p.12).
2) “Declaraciones del ministro Álvarez” (La Paz, mayo 26 de 1936, p.6).
3) “Debe ir una mujer al Ministerio de Trabajo” (La Paz, junio 24 de 1936, p.4).
4) “Hoy se inaugurará el Congreso de Trabajadores” (La Paz, noviembre 29 de 1936, p.7).
5) “Se produjo la crisis de gabinete” (La Paz, noviembre 29 de 1936, p.7)
6) “El Congreso obrero” (La Paz, noviembre 29 de 1936, p.6).
7) “La cultura como el primer paso para los progresos sociales” (La Paz, diciembre 4 de
1936, p.4).
8) “Disolviose la reunión Sindical de Obreros” (La Paz, diciembre 9 de 1936, p.6).
9) “El Presidente de la Junta pronunció ayer un trascendental discurso al completar su
gabinete” (La Paz, enero 19 de 1937, p.6).
10) “Palabras del ministro de Trabajo y Previsión: No son elementos antagónicos los
factores de la producción” (La Paz, enero 20 de 1937, p.6).

326
La Calle:

1) “El Ministerio de Trabajo desarrolla labor activa y eficaz” (La Paz, junio 23 de 1936,
p.6).
2) “¿Dónde está la verdadera contradicción que debe ser despejada?” (La Paz, junio 23 de
1936, p.6).
3) “Primer Congreso Sindical” (La Paz, noviembre 29 de 1936, p.4).
4) “Será obrero el ministro titular del Trabajo y Previsión Social” (La Paz, diciembre 3 de
1936, p.4).
5) “El Ministerio de Trabajo” (La Paz, diciembre 3 de 1936, p.4).
6) “El Ministerio de Trabajo” (La Paz, enero 15 de 1936, p.4).

La República:

1) “Hay que dar contenido constructivo al Ministerio de Trabajo” (La Paz, junio 14 de
1936, p.4).
2) “Una extraña actitud del ministro de Trabajo” (La Paz, junio 20 de 1936, p.4).

PRODUCTORES-REPRODUCTORES DISCURSIVOS PERIODÍSTICOS


INFORMATIVOS/OPINATIVOS/INTEPRETATIVOS: El Diario no identificó el
productor-reproductor del discurso periodístico informativo/opinativo/interpretativo en
siete de sus diez contenidos. Dos de sus discursos representaron a la posición de ese órgano
de prensa y uno de sus discursos fue firmado por Teresa Urquidi, intelectual
Cochabambina.

En La Calle, tres de los seis discursos representaron su posición, en dos no se especificó la


firma del productor-reproductor discursivo y uno de ellos fue elaborado por J. Jiménez.

A su vez, La República no especificó en ninguno de sus discursos el nombre del productor-


reproductor informativo/opinativo/interpretativo.

SITUACIÓN SOCIAL DESEADA:

327
El Diario:

1) La designación de las autoridades del Trabajo que cumplan los requisitos de cultura y
experiencia comprobada.
2) La modificación del procedimiento en la elección de empleados públicos, poniendo en
relieve la eficiencia.
3) La convocatoria a un Congreso obrero siguiendo las bases de “cultura e instrucción”.
4) La imposición de la prohibición, en su totalidad, de la divulgación de ideología
comunista y fascista en los congresos de los trabajadores.
5) La dictación de un cuerpo normativo laboral en el que impere la armonía entre el capital
y el trabajo.

La Calle:

1) La identificación del Ministerio de Trabajo como “institución tutelar de las clases


obreras”.
2) La Cartera del Trabajo y Previsión Social debe ser “encomendada a un representante
de las clases trabajadoras organizadas del país, como lo fue desde que, a raíz de la
'revolución socialista' de mayo, se creó dicho ministerio”.
3) El respaldo total de parte de la sociedad en relación al trabajo que ejerce el Ministerio
de Trabajo.
4) La promulgación de un Código Laboral.

La República:

1) Lograr que el Ministerio de Trabajo alcance el “prestigio” y personifique “el esfuerzo


de la revolución de mayo de 1936”.
2) Que la posición de ministro de Trabajo se defina como un cargo de esfuerzo y de
administración.

328
SITUACIÓN SOCIAL A DEFENDER:

El Diario:

1) Respaldar el mandato de un gobierno que no encumbre caudillos civiles ni militares.


2) Defender el precepto en que el capital y el trabajo no son antagónicos.

La Calle:

1) Defender la labor eficaz y activa que se iba desarrollando en el Ministerio de Trabajo.


2) Impulsar la identificación de los trabajadores con el proceso socialista y el trabajo que
ejerce el ministro de Trabajo.
3) Identificar al Congreso obrero como “el resultado de un concepto político y de una
visión revolucionaria definida”,

La República:

1) Aplicar el Programa de Acción Socialista en las tareas que realiza el Ministerio de


Trabajo.

SITUACIÓN SOCIAL A ABANDONAR:

El Diario:

1) “La falta de idoneidad de los funcionarios que tiene a su cargo las reparticiones del
trabajo y de los abogados de mala fe que complican” los procedimientos.
2) La designación del próximo titular de Trabajo que causó discrepancia de criterio y una
pugna en las delegaciones del interior del país.
3) El desinterés de las clases trabajadoras “que no han revelado propósito de dedicarse con
tiempo y serenidad al estudio de las cuestiones complejas” que se tenían que abordar
en el Congreso obrero.
4) La función ideológica comunista que generalizó el artesanado boliviano hacia el
colectivo de los trabajadores.

329
5) La desorientación ideológica y falta de instrucción de los delegados del Congreso
obrero.
6) La división que demostraron los trabajadores del país en el Congreso obrero.
7) El antagonismo entre el capital y el trabajo.

La Calle:

1) La campaña injustificada y absurda que realizó “la prensa personalista del saavedrismo”
frente a las labores realizadas por el Ministerio de Trabajo.
2) La intención del Saavedrismo de identificar al ministro de Trabajo como comunista.
3) Los intereses personales y regionales que ocasionaron la divergencia en el Congreso
obrero.

La República:

1) La desorientación política ideológica y la actitud “descortés, extraña y vaga” del


ministro de Trabajo.

DISCURSO: En relación al nacimiento del Ministerio de Trabajo, El Diario transcribió el


discurso del Presidente de la Junta Militar, David Toro. En el contenido amplio de esa
intervención, el medio escrito resaltó la frase sobre un gobierno militar que “no entronizará
caudillos civiles ni militares”. Por lo demás, resaltó la intención de Toro de incluir en su
gabinete a un miembro obrero: “El Ejército ha querido reintegrar al nuevo gobierno con un
genuino representante de la clase trabajadora para que comparta las angustias del gobierno
y estudie todos los problemas que lo afectan y para que en consorcio nuestro colabore en
todo lo que signifique bien para el país”309.

En otros temas, el debate sobre la gestión del ministro de Trabajo y su ratificación como
Autoridad, por las organizaciones de trabajadores y la sociedad civil, fue de largo aliento.

309Véase “La revolución no entronizará caudillos civiles ni militares −dijo el Coronel Toro” en periódico El Diario. La
Paz, mayo 22 de 1936, p.12.

330
En esa perspectiva, Teresa Urquidi, intelectual cochabambina, planteó la necesidad de
nombrar a una mujer como titular de la Cartera del Trabajo, Además sostuvo que en la
designación de las autoridades del Trabajo debe incluirse los requisitos de cultura y
experiencia comprobada310.

A unos días de que Waldo Álvarez ingresara al Ministerio de Trabajo, El Diario lo


entrevistó. De dicha intervención, ese matutino destacó en su discurso la necesidad de
modificar y revisar los procedimientos de contratación del personal en la administración
pública:

Es indispensable una revisión del personal y una modificación de


procedimientos haciendo que los empleados públicos rindan en trabajo
y eficiencia, y respondan a la confianza que en ellos tiene depositado el
Estado y al dinero que les pagan (…) Considera que muchas veces el
rozamiento entre las empresas y los trabajadores es por la falta de
idoneidad de los funcionarios que tiene a su cargo las reparticiones del
trabajo, de los abogados de mala fe que complican los asuntos de tal
modo, que es difícil encontrar en ellos una orientación que permita
establecer la justicia311.

A un mes de gestión del ministro Álvarez, La República criticó los avances institucionales
que se habían logrado hasta ese momento: “Nada de lo que hasta hoy tiene realizado, (el
Ministerio de Trabajo) nos permite entrever que en el arduo plan de labores que entraña su
cometido, haya propiamente una finalidad de medular envergadura (…) Las medidas
relativas a fijación de salario mínimo y bonificaciones de sueldos y jornales, que han sido
adoptadas, son en efecto, manidas disposiciones que no alcanzan por su nimiedad a
constituirse en sólidos guiones del esquema revolucionario”312.

310 Véase “Debe ir una mujer al Ministerio de Trabajo” en periódico El Diario. La Paz, 24 de mayo de 1936.
311 Véase “Declaraciones del ministro Álvarez” en periódico El Diario. La Paz, mayo 26 de 1936, p.6.

Véase “Hay que dar contenido constructivo al Ministerio de Trabajo” en periódico La República. La Paz, junio 14 de
312

1936, p.4.

331
Asimismo, en ese medio escrito se denunció que el titular del Trabajo perteneció a las
corrientes radicales de izquierda:

Libres son los ciudadanos de profesar cualquier doctrina, más resulta


infantil la afirmación del ministro de Trabajo el cual no solamente fue
considerado como comunista por los anteriores regímenes, sino que el
mismo se consideraba un prosélito de la ideología extremista, que con
Lenin, ha tenido su fiel realización en Rusia (…) El señor Álvarez en
su vida cotidiana, ha demostrado poseer algunos conocimientos de las
doctrinas de izquierda y así lo ha comprobado en sus discursos. Más
ahora se halla frente de una repartición que exige de su parte, la
efectividad de sus ideas y la realización de los grandes ideales
socialistas313.

En contraste con lo mencionado, La Calle defendió la tarea activa y eficaz que desarrollaba
el Ministerio de Trabajo e hizo frente a la campaña del PRS: “Tanto el Ministerio de
Trabajo, como el compañero Waldo Álvarez han recibido expresiones de solidaridad no
sólo de las clases obreras de La Paz, sino también del interior de la república, contra la
campaña injustificada y absurda de la prensa personalista. Documentos que, hacen notar
que califican dicha campaña como dirigida contra una institución tutelar de las clases
obreras y que llama la atención”314.

Asimismo, sostuvo que “el diario republicano-socialista, siguiendo inspiraciones de su


comando, viene empeñado en estos últimos días una tarea de desprestigio para el único
sector que, por su origen, puede garantizar el socialismo en el gobierno actual.

313 Véase una extraña actitud del ministro de Trabajo” en periódico La República. La Paz, junio 20 de 1936, p.4.
314 Véase “El Ministerio de Trabajo desarrolla labor activa y eficaz” en periódico La Calle. La Paz, junio 23 de 1936, p.6.

332
Convenimos, en que es el Ministerio de Trabajo, más que a ningún otro corresponde
cumplir la misión de imprimir orientaciones básicas al movimiento revolucionario315.

A menos de un año del ingresó como titular de la Cartera del Trabajo, Waldo Álvarez
decidió renunciar a su cargo con el fin de que el Congreso obrero, celebrado el 29 de
noviembre de 1936, lo ratifique en su cargo o elija a otro personero (Ver capítulo 4). En
relación a la dimisión de dicha autoridad, El Diario transcribió sus declaraciones:

He renunciado en cumplimiento de la condición que impuse al ser


designado ministro de Trabajo. Esa condición consistía en que
desempeñaría dicho cargo, en tanto que el obrerismo nacional se
pronunciara para proponer un candidato al supremo gobierno (…)
Ahora que se reúne el congreso de obreros, quiero dejar a mis
camaradas en libertad de elegir al personaje que les parezca con
mayores méritos para representarles ante la Junta Militar (…) No es
evidente que el congreso que se reúne hoy, haya sido organizado a
inspiración mía ni bajo mis auspicios316.

Fue así que el 29 de noviembre de 1936 inició el cónclave de los trabajadores. El Diario
realizó un seguimiento puntilloso a ese acontecimiento:

Anunciada como se halla la renuncia del ministro de Trabajo, a raíz del


temario de deliberaciones que comprende inclusive la promoción de
dicho funcionario y la creación de un cuerpo consultivo permanente, la
discrepancia de criterio es cada vez más aguda, no pudiendo asegurarse
aún si la referida renuncia limpiará de escollos el camino (…) Parece
que esta cuestión será la más abultada y la que coloque en pugna a las

315Véase “¿Dónde está la verdadera contradicción que debe ser despejada?” en periódico La Calle. La Paz, junio 23 de
1936, p.6.
316 Véase “Se produjo la crisis de gabinete” en periódico El Diario. La Paz, noviembre 29 de 1936, p.7.

333
delegaciones del interior de la República, ya que varias de ellas tienen
candidatos propios317.

El Diario, afirmó que los temas abordados en dicha reunión no despertaron interés en los
trabajadores: “no ha despertado en verdad mucha expectativa, y aún parece que no interesó
mayormente a todas las clases trabajadoras, que no han revelado propósito de dedicarse
con tiempo y serenidad al estudio de las cuestiones indudablemente complejas que se
abordarán en el congreso”318.

Por el contrario, La Calle expresó que dicha reunión fue el resultado de un “concepto
político y de una visión revolucionaria definida”319. También, publicó el discurso del
Presidente Toro, Autoridad que demostró interés sobre el desarrollo del evento: “Veo,
manifestó el coronel Toro, las justas expectativas del proletariado nacional y felicito a las
clases trabajadoras organizadas en el Congreso, seguro del camino más rectilíneo y positivo
para la solución de sus problemas consisten en la organización seria y serena de sus
efectivos (…) El ministro de Trabajo será un representante de las clases trabajadoras,
conforme tengo ofrecido desde mayo”320.

La Calle respaldó la promesa del primer mandatario sobre la elección de un ministro


elegido por los trabajadores: “Con todo, sólo cabe esperar que el gobierno cumpla dentro
del más breve plazo posible la promesa que el Presidente de la Junta tienen empañada en
sentido de que la Cartera del Trabajo y Previsión Social será invariablemente encomendada
a un representante de las clases trabajadoras organizadas del país, como lo fue desde que,
a raíz de la “revolución socialista” de mayo, se creó dicho ministerio321.

317 Véase “Hoy se inaugurará el Congreso de Trabajadores” en periódico El Diario. La Paz, noviembre 29 de 1936, p.7.
318 Véase “El Congreso obrero” en periódico El Diario. La Paz, noviembre 29 de 1936, p.6.
319 Véase “El primer Congreso Sindical” en periódico La Calle. La Paz, noviembre 20 de 1936, p.4.
320Véase “Será obrero el ministro de Trabajo y Previsión Social” en periódico La Calle. La Paz, diciembre 3 de 1936,
p.4.
321 Véase “El Ministerio de Trabajo” en periódico La Calle. La Paz, diciembre 3 de 1936, p.4.

334
El Diario, por otro lado, calificó al cónclave obrero como un evento que permitió visibilizar
la división de los trabajadores. A su vez, publicó las declaraciones del Presidente Toro,
quién “lamentó la falta de instrucción y cultura de los trabajadores en los debates del
Congreso obrero”322. Sumado a eso, ese periódico, sostuvo que las divergencias en
decisiones, la multiplicidad de candidatos a ministro de Trabajo y el “desbande que
iniciaron diversas delegaciones de La Paz y del interior del país” impulsaron a que el
Congreso se clausurara323.

Finalmente, Toro expresó una profunda discrepancia con las acciones desarrolladas en
dicho encuentro. El Diario transcribió el discurso del Jefe de Estado, en el que destacó la
importancia de la Cartera de Trabajo en el proceso de la construcción del “Estado
socialista”:

Piedra angular del edificio socialista es la Cartera del Trabajo y


Previsión Social. En su acertado desempeño, pusimos nuestras más
caras esperanzas y la consideramos siempre como la preciada conquista
de la nueva ideología (…) Quisimos hacer de ella el justificativo
histórico de la revolución de mayo, la razón de ser de una nueva era de
justicia social, el remedio capaz de tonificar las energías de un pueblo
envilecido por la subordinación más ominosa (…) No se trata de elevar
a la categoría de Ministerio un fanatismo suicida y demoledor que nada
atiende ni escucha, sino de afirmar por todos los medios, el socialismo
consciente que al exigir lo que queremos y que de esta aspiración surja
un bendecido fruto324.

322Véase “La cultura como primer paso para los progresos sociales”, en periódico El Diario. La Paz, diciembre 4 de
1936, p.4.
323 Véase “Disolviose la reunión sindical de obreros” en periódico El Diario. La Paz, diciembre 9 de 1936, p.6.
324Véase “El Presidente de la Junta pronunció ayer un trascendental discurso al completar su gabinete” en periódico El
Diario, La Paz, enero 19 de 1937, p.6.

335
Posterior a la polémica del nombramiento del próximo titular de Trabajo, el Presidente Toro
definió elegir como nueva Autoridad al abogado Javier Paz Campero. En relación a esa
designación, El Diario transcribió su discurso y resaltó la frase “No son elementos
antagónicos los factores de producción”.

(…) es preciso hacer que el esfuerzo humano sea equitativamente


remunerado, en forma que permita subvenir a las necesidades
materiales, intelectuales y morales de los asalariados; y que el capital a
su vez, perciba un justo y legítimo beneficio (…) Como primera
medida, procuraré que se dicte el Código del Trabajo incluyendo en él
la sindicalización obligatoria, en su triple función económica, social y
política, bajo la intuición del Estado325.

A pesar de que la promesa del Gobierno sobre el nombramiento de un ministro de Trabajo


obrero no se cumplió, La Calle continuó con el debate sobre la designación del
jurisconsulto Paz Campero:

La circunstancia anotada y el deseo de colaborar con un elemento de


reconocida competencia que responda debidamente a los fines con que
fue creado el Ministerio de Trabajo y Previsión Social, han influido en
el nombramiento del doctor Paz Campero, según declaraciones de un
personero del gobierno. Porque, al decir de éste, hasta ahora no se ha
realizado labor evidente en materia de legislación del trabajo y de
previsión social, siendo urgente dotar al país de un código sobre el
primer aspecto, (…) por lo cual el gobierno espera colaboración del
nuevo secretario de Estado326.

325Véase “Palabras del ministro de Trabajo y Previsión: No son elementos antagónicos los factores de la producción” en
periódico El Diario. La Paz, enero 20 de 1937, p.6.
326 Véase “El Ministerio de Trabajo” en periódico La Calle. La Paz, enero 15 de 1936, p.4.

336
CONTRA-DISCURSO:

El Diario:

1) El argumento de llevar a cabo un Congreso obrero, bajo un concepto político de una


visión revolucionaria definida.
2) La noción de que los trabajadores sean quienes elijan al próximo titular de la Cartera
del Trabajo y Previsión Social.

La Calle:

1) Estuvo en contra del discurso de desprestigio que desarrolló el PRS, en contra del titular
del Ministerio de Trabajo, Waldo Álvarez.

La República:

1) Al discurso que impulsaron los miembros del PS sobre el trabajo eficaz y activo que
desarrolló el ministro de Trabajo, Waldo Álvarez.
2) La posición contradictoria de Álvarez, quién afirmó ser un “auténtico comunista y
después rechazó enérgicamente el calificativo de extremista rojo”.

ACTORES O SUJETOS DE ACCIÓN POSITIVOS: El Diario identificó como actores


o sujetos de acción positivos al Presidente David Toro, al ministro de Trabajo, Waldo
Álvarez y al nuevo titular de Trabajo, Javier Paz Campero.

Por su parte, La Calle distinguió como actores positivos al Presidente David Toro, al
ministro de Trabajo, Waldo Álvarez, al nuevo titular de Trabajo, Javier Paz Campero y a
los delegados de La Paz y del interior del país, la FOT y la FOL y a los miembros del
Congreso obrero.

A su vez, La República identificó como sujeto de acción positivo al PRS.

337
ACTORES O SUJETOS DE ACCIÓN NEGATIVOS: El Diario distinguió como
actores o sujetos de acción negativos a los delegados de La Paz y del interior del país, a los
miembros del Congreso obrero y al artesanado boliviano “comunista”.

La Calle identificó como actores negativos al PRS y al periódico La República.

En contraposición, La República definió como sujetos de acción negativos al ministro de


Trabajo, Waldo Álvarez, a la planta administrativa de dicha institución y al periódico La
Calle.

PRO-DESTINATARIOS:

a) INSTITUCIONALES:

El Diario: la Junta Militar de Gobierno y el Ministerio de Trabajo.

La Calle: la Junta Militar de Gobierno, el Ministerio de Trabajo, la FOT y la FOL.

La República: el PRS.

b) INDIVIDUALIZADOS:

El Diario: el Presidente David Toro, el ministro de Trabajo, Waldo Álvarez y el nuevo


titular de Trabajo, Javier Paz Campero.

La Calle: el Presidente David Toro, el ministro de Trabajo, Waldo Álvarez, y el nuevo


titular de Trabajo, Javier Paz Campero.

La República: no identificó pro-destinatarios individualizados.

c) INDETERMINADOS:

El Diario: no identificó pro-destinatarios indeterminados

338
La Calle: los delegados de La Paz y del interior del país, y los miembros del Congreso
obrero.

La República: los miembros del PRS.

CONTRA-DESTINATARIOS:

a) INSTITUCIONALES:

El Diario: no identificó contra-destinatarios institucionales.

La Calle: el PRS y periódico La República.

La República: el Ministerio de Trabajo, el PS y el periódico La Calle.

b) INDIVIDUALIZADOS:

El Diario: no identificó contra-destinatarios individualizados.

La Calle: el Jefe del PRS, Bautista Saavedra.

La República: el ministro de Trabajo, Waldo Álvarez.

c) INDETERMINADOS:

El Diario: los delegados de La Paz y del interior del país, los miembros del Congreso obrero
y el artesanado boliviano comunista.

La Calle: los miembros del PRS y agentes de la rosca minero-feudal.

La República: la planta administrativa del Ministerio de Trabajo.

PARA-DESTINATARIOS:

a) INSTITUCIONALES:

339
El Diario: la Junta Militar de Gobierno y el Estado Mayor del Ejército.

La Calle: la Junta Militar de Gobierno.

La República: la Junta Militar de Gobierno.

b) INDIVIDUALIZADOS:

El Diario: el Presidente David Toro.

La Calle: No identificó para-destinatarios individualizados.

La República: el Presidente David Toro.

c) INDETERMINADOS:

El Diario: el pueblo boliviano y los trabajadores del país.

La Calle: los miembros del Congreso obrero, los trabajadores y el pueblo boliviano.

La República: los trabajadores del país y las corrientes de izquierda.

340
5.3. EL TRABAJO OBLIGATORIO

341
EJES TEMÁTICOS: “La creación del Ministerio de Trabajo” que dio lugar a “la
promulgación del primer Código Laboral”.

SUB-EJE TEMÁTICO: El trabajo obligatorio.

RED DE ACONTECIMIENTOS: En relación con el trabajo obligatorio se analizó 11


discursos periodísticos informativos/opinativos/interpretativos. Se destacó algunos sub-
temas como la promulgación de los decretos sobre la preferencia de excombatientes en
cargos públicos y la emisión del Carnet de Trabajo. Bajo el criterio de relevancia, de El
Diario se seleccionó cinco, de La Calle cinco y de La República uno.

El Diario:

1) “Se necesita dieciocho mil obreros para resolver el álgido problema del estaño” (La
Paz, junio 19 de 1936, p.12).
2) “Tres importantes asuntos en estudio de la Junta Militar” (La Paz, junio 20 de 1936,
p.4).
3) “Hacia el cumplimiento del trabajo obligatorio” (La Paz, septiembre 3 de 1936, p.8).
4) “El reclutamiento de desocupados: dio buen resultado en el departamento de Potosí,
debido a la estrictez con que se persiguió a los que no tienen ocupación conocida” (La
Paz, octubre 7 de 1936, p.2).
5) “Finanzas de posguerra: el trabajo obligatorio” (La Paz, octubre 21 de 1937, p.6).

La Calle:

1) “La desocupación y el trabajo obligatorio” (La Paz, junio 23 de 1936, p.3).


2) “La efectividad del trabajo obligatorio” (La Paz, septiembre 4 de 1936, p.4).
3) “Trabajo obligatorio sólo para indios” (La Paz, octubre 9 de 1936).
4) “Los hombres no quieren trabajar” (La Paz, octubre 15 de 1936, p.1).
5) “Sufren atropellos brutales las personas que van a recabar carnets de trabajo” (La Paz,
julio 13 de 1937, p.5).

342
La República:

1) “Antes que el imperio del trabajo obligatorio, las mayorías humanas precisan el imperio
del trabajo obligatorio” (La Paz, junio 20 de 1936, p.5).

PRODUCTOR-REPRODUCTOR DISCURSIVO: El Diario no identificó en dos de sus


cinco contenidos informativos/opinativos/interpretativos el nombre del productor-
reproductor discursivo, dos de ellos representaron la posición de ese medio y uno fue escrito
por René Gutiérrez Guerra.

La Calle no incluyó la firma del productor-reproductor discursivo en ninguno de sus cinco


discursos periodísticos.

La República no especificó el nombre del autor de su discurso periodístico en relación al


“trabajo obligatorio”.

SITUACIÓN SOCIAL DESEADA:

El Diario:

1) Lograr cumplir en su totalidad con el cupo de exportación fijado por el pool


internacional del estaño.
2) Derogar el decreto de preferencia en los cargos públicos a excombatientes.
3) Profundizar el culto al trabajo en la administración pública.

La Calle:

1) La regulación de los salarios y las condiciones de trabajo de los reclutados desocupados.


2) Reglamentar el cumplimiento del trabajo obligatorio en favor de los desocupados, con
el fin de evitar la explotación laboral por parte del capitalismo minero.

La República:

343
1) Proyectó la necesidad de la promulgación de un Código laboral antes de dictar el
decreto de trabajo obligatorio.

SITUACIÓN SOCIAL A DEFENDER:

El Diario:

1) Aplicar el decreto del trabajo obligatorio dictado por la Junta Militar de Gobierno.
2) Incrementar por todos los medios la producción estañífera del país.
3) Otorgar más cargos en la administración pública a los excombatientes que tengan
relativa cultura y no abandonen sus labores en las que se hallaban empeñados.

La Calle:

1) Respaldar la aplicación del decreto del trabajo obligatorio sin favorecer a la gran
minería.

La República:

1) Apoyar la dictación de leyes para los trabajadores y resaltar la importancia de un


organismo obrero.

SITUACIÓN SOCIAL A ABANDONAR:

El Diario:

1) La ausencia de los trabajadores en las minas a causa del decreto de preferencia de


excombatientes en los cargos públicos.
2) La carencia de mano de obra, no sólo en la minería, sino también en la industria y en
las faenas gremiales, debido a la aplicación del decreto de preferencia a excombatientes
en los cargos públicos.
3) La falta de sentido moral y de responsabilidad de los empleados públicos en el
cumplimiento de sus labores.

344
La Calle:

1) Las acciones de racismo y dominación de las patrullas de reclutamiento de los


desocupados en el área rural.
2) La aplicación del trabajo obligatorio como una Ley destinada a “reventar indios”.
3) El capitalismo que utilizó el decreto de trabajo obligatorio “como una contribución del
Estado a sus designios de explotación”.
4) La incompetencia de los funcionarios que se encargan del trámite del carnet de trabajo.

La República:

1) La promulgación del decreto del trabajo obligatorio.


2) El trabajo obligatorio como fuente de explotación y enriquecimiento de una minoría.

DISCURSO: El Diario amplificó la preocupación del capitalismo minero sobre la falta de


trabajadores en las minas: “El país se halla frente a una situación harto difícil debido a la
falta de material de brazos, lo que imposibilita que se cumpla con el cupo de exportación
fijado por el Pool Internacional del Estaño. Durante estos últimos tiempos únicamente se
exporta alrededor de 2.000 toneladas de estaño, siendo así que deben transportarse en los
mercados extranjeros 3.500 toneladas”327.

El Diario, además, denunció que la carencia de mano de obra, en las minas, la industria y
los demás centros laborales se debe a la promulgación del decreto de preferencia en los
cargos públicos a excombatientes:

Es más visible hoy la circunstancia de que la gran masa de


excombatientes del Chaco, todos ellos proletarios, se niegan a retornar
a sus anteriores faenas, constituyendo, en cambio, la población flotante
en las capitales de departamento y particularmente de La Paz. Buscando
ocupaciones burocráticas de la administración pública, dejan sentir la

327Véase “Se necesita dieciocho mil obreros para resolver el álgido problema del estaño” en periódico El Diario. La Paz,
junio 19 de 1936, p.12.

345
carencia de trabajadores no solamente en el ramo de la minería, sino
también dentro de todos las demás industrias y labores gremiales328.

En otro sentido, La República criticó la decisión del ministro de Trabajo de dictar un


decreto del trabajo obligatorio antes de organizar y regular el trabajo:

El ministro de Trabajo, representante del obrerismo, en la Junta de


Gobierno, anuncia un decreto estableciendo el trabajo obligatorio. El
ministro proletario, con la disposición que prepara está empezando por
donde debía terminar y probando, una vez más, que si representa a las
fuerzas productoras del país, ignora sus necesidades y sus aspiraciones
(…) La obligatoriedad del trabajo en un país, en que no está organizado
el trabajador, en que el trabajo –valga la repetición– es una fuente de
explotación y de enriquecimiento de los menos, en que el empleo del
brazo y la inteligencia productoras no benefician sino a una pequeña
parte, resultará un privilegio más, para los explotadores del brazo del
obrero, los grandes capitalistas que en última instancia serán los únicos
beneficiados con la medida329.

En otro orden de ideas, La Calle sugirió al gobierno reducir la cantidad de empleados


públicos, con el fin de evitar gastos innecesarios al Estado: “Con el ingreso del socialismo
necesariamente tendrá que insistirse en reducir la función pública a lo estrictamente
necesario, para lo cual, señalamos que los cargos que son superfluos y que se deben
exclusivamente al favoritismo político tradicional, el gobierno no tiene obligación de
mantenerlos”330.

328 Véase “Tres importantes asuntos en estudio de la Junta Militar” en periódico El Diario. La Paz, junio 20 de 1936, p.4.
329“Antes que el imperio del trabajo obligatorio, las mayorías humanas precisan el imperio del trabajo obligatorio” en
periódico La República. La Paz, junio 20 de 1936, p.5.
330 Véase “La desocupación y el trabajo obligatorio” en periódico La Calle. La Paz, junio 23 de 1936.

346
El Diario, en relación al decreto exigió su cumplimiento en “la administración pública, en
la universidad, en las escuelas, en los colegios y en todas las esferas que tienen algo que
ver con la maquinaria del Estado”331.

El debate continuó. Fue así que La Calle resaltó la necesidad de que la Junta Militar regule
los salarios y condiciones de trabajo de los reclutados desocupados: “No debe perderse de
vista el aprovechamiento que pueden hacer las empresas mineras, en beneficio propio y
perjuicio de los trabajadores. Los salarios y otras condiciones deben regir igualmente para
los voluntarios y forzados, de acuerdo con las disposiciones vigentes, de modo que el
capitalismo no tome el decreto de trabajo obligatorio como una contribución del Estado a
sus designios de explotación”332.

A diferencia de La Calle, El Diario aplaudió los resultados de la aplicación del trabajo


obligatorio, mediante el reclutamiento de desocupados en la población de Potosí:

Las patrullas encargadas del cumplimento del decreto, proceden de


acuerdo con las últimas instrucciones impartidas por el Ministerio de
Trabajo y Previsión Social y, en los primeros días que ha ejercitado su
labor ha reclutado a centenares de elementos que serán destinados a los
distritos mineros y agrícolas (…) En las diferentes provincias la
conscripción es igualmente rigurosa, esperándose que en el curso del
mes, abríase llenado con la suficiente cantidad de trabajadores para los
distritos mineros del departamento333.

La Calle, a contrapelo de lo mencionado, criticó las acciones de racismo y dominación de


las patrullas de reclutamiento de desocupados. Expresó que “el trabajo obligatorio no es

331 Véase “Hacia el cumplimiento del trabajo obligatorio” en periódico El Diario. La Paz, septiembre 3 de 1936, p.8.
332 Véase “Efectividad del trabajo obligatorio” en periódico La Calle. La Paz, septiembre 4 de 1936, p.4.
333 Véase “El reclutamiento de desocupados” en periódico El Diario. La Paz, octubre 7 de 1936, p.2.

347
una ley destinada a reventar indios”334. Otra preocupación que exteriorizó La Calle fue la
desocupación deliberada de la gente del área rural:

La prefectura publicó en varios medios locales un comunicado de


solicitud de agentes de tráfico y a la fecha se presentaron sólo diez
postulantes. Esto a pesar de que las condiciones laborales son
favorables. El sueldo es de 200 a Bs.250 mensuales, además de dárseles
un uniforme elegante (…) Una enorme cantidad de desocupados de la
clase indígena urbanizada prefiere sufrir miserias antes que ocuparse y,
entretanto, la Prefectura se encuentra en la situación de pedir agentes
importados del exterior para el control del tráfico335.

A unos meses de promulgado el decreto de trabajo obligatorio, La Calle fue el cuasi único
órgano de prensa que denunció la incompetencia de los funcionarios encargados del trámite
del Carnet de Trabajo. En ese sentido, publicó las acusaciones de varios trabajadores sobre
la emisión de dicho documento:

La incapacidad del personal de empleados es manifiesta, según los


denunciantes. No saben cómo atender al público y en definitiva no
atienden a nadie. Los interesados quedan aglomerados en el patio, y
sólo de vez en cuando se llama desde arriba a algún amigo de los
empleados, para despachar su carnet (…) Ayer ocurrió uno de los
cotidianos desórdenes a que da lugar la desorganización de dicha
oficina, culminando con el atropello cometido a los doctores Arce
Pinedo, Sillerico, González y muchas otras personas a quienes se
pretendió hacer formar a empujones y culatazos, para que esperen el

334 Véase “Trabajo obligatorio sólo para indios” en periódico La Calle. La Paz, octubre 9 de 1936, p.8.
335 Véase “Los hombres no quieren trabajar” en periódico La Calle. La Paz, octubre 15 de 1936, p.1.

348
turno que jamás llega”. Los funcionarios “sin cultura y conocimiento
social” no conocían a las personalidades ilustres citadas336.

Sobre el decreto, un análisis realizado por René Gutiérrez Guerra en El Diario detalló las
verdaderas intenciones de su aprobación: “La verdad es que el gobierno –el autor del
decreto de trabajo obligatorio –no pretendía cambiar las bases y leyes políticas del país.
Sus propósitos eran más modestos. Perseguía solamente –de atendernos a lo expresado en
el propio decreto– a proveer a la urgente necesidad de incrementar por todos los medios a
la producción estañífera del país”337.

CONTRA-DISCURSO:

El Diario:

1) El decreto de “preferencia de excombatientes en los cargos públicos”.


2) El discurso de la izquierda que denunció la utilización del decreto de trabajo
obligatorio, por parte del capitalismo, como designio de explotación laboral.

La Calle:

1) El discurso del cumplimiento del trabajo obligatorio, mediante el reclutamiento


específico de “indios”.
2) El discurso de la rosca minera que demandó el incremento por todos los medios de la
producción estañífera del país, al margen de la regulación de las condiciones de trabajo
y el pago de salarios.

La República:

1) El decreto de trabajo obligatorio.

336 Véase “Sufren atropellos brutales las personas que van a recabar carnets de trabajo” en periódico La Calle. La Paz,
julio 13 de 1937, p.5.
337 Véase “Finanzas de posguerra: El trabajo obligatorio” en periódico El Diario. La Paz, octubre 21 de 1937, p.6

349
ACTORES O SUJETOS DE ACCIÓN POSITIVOS: El Diario identificó como actores
positivos al gobierno de David Toro, al capitalismo minero e industrial, las patrullas de
reclutamiento de desocupados, la rosca minero-feudal y los empresarios privados.

Por su parte, La Calle visibilizó como actores positivos al gobierno, a los “indios” que eran
discriminados, a los profesionales y a los trabajadores que tramitaron su Carnet de Trabajo.

La República identificó como actor positivo al PRS.

ACTORES O SUJETOS DE ACCIÓN NEGATIVOS: El Diario definió como actores


o sujetos de acción negativos a los excombatientes que no pretendían regresar a sus
anteriores faenas y a la administración pública, las escuelas y la universidad que guardan
relación con la maquinaria del Estado y que no cumplen con el decreto del trabajo
obligatorio.

La Calle identificó como actores negativos al capitalismo minero e industrial, a la rosca


minero-feudal, a las patrullas que reclutan sólo desocupados “indios” y a los funcionarios
que extendieron el Carnet de Trabajo.

Por su parte, La República identificó como sujeto de acción negativa al ministro de Trabajo,
Waldo Álvarez, y sus funcionarios.

PRO-DESTINATARIOS:

a) INSTITUCIONALES:

El Diario: el gobierno y el Partido Liberal.

La Calle: el gobierno.

La República: el PRS.

b) INDIVIDUALIZADOS:

350
El Diario: el Presidente David Toro.

La Calle: no se identificó pro-destinatarios individualizados.

La República: no se identificó pro-destinatarios individualizados.

c) INDETERMINADOS:

El Diario: el capitalismo minero e industrial, las patrullas de reclutamiento de desocupados,


la rosca minero-feudal y los empresarios privados.

La Calle: los “indios”, los profesionales y los trabajadores que tramitaron su carnet de
trabajo.

La República: miembros del PRS y las organizaciones de trabajadores.

CONTRA-DESTINATARIOS:

a) INSTITUCIONALES:

El Diario: no se identificó contra-destinatarios institucionales.

La Calle: no se identificó contra-destinatarios institucionales.

La República: el Ministerio de Trabajo.

b) INDIVIDUALIZADOS:

El Diario: no se identificó contra-destinatarios individualizados.

La Calle: no se identificó contra-destinatarios individualizados.

La República: el ministro de Trabajo, Waldo Álvarez.

c) INDETERMINADOS:

351
El Diario: los excombatientes, la administración pública, las escuelas y la universidad que
no cumplen con el decreto del trabajo obligatorio.

La Calle: el capitalismo minero e industrial, la rosca minero-feudal, las patrullas que


reclutaron sólo desocupados “indios”, los funcionarios que extendieron el Carnet de
Trabajo y la población rural deliberadamente desocupada.

La República: los funcionarios del Ministerio de Trabajo.

PARA-DESTINATARIOS:

a) INSTITUCIONALES:

El Diario: el gobierno y el Ministerio de Trabajo.

La Calle: el gobierno y el Ministerio de Trabajo.

La República: el Ministerio de Trabajo.

b) INDIVIDUALIZADOS:

El Diario: no se identificó para-destinatarios individualizados.

La Calle: no se identificó para-destinatarios individualizados.

La República: no se identificó para-destinatarios individualizados.

c) INDETERMINADOS:

El Diario: los excombatientes, los trabajadores, la población del área rural y urbana y los
desocupados en general.

La Calle: los desocupados del área rural, los trabajadores y el pueblo boliviano.

La República: las organizaciones de trabajadores y la clase obrera.

352
5.4. LA SINDICALIZACIÓN
OBLIGATORIA

353
EJES TEMÁTICOS: “La creación del Ministerio de Trabajo” que dio lugar a “la
promulgación del primer Código Laboral”.

SUB-EJE TEMÁTICO: La sindicalización obligatoria.

RED DE ACONTECIMIENTOS: En relación a la sindicalización obligatoria se analizó


9 discursos periodísticos informativos/opinativos/interpretativos. Bajo el criterio de
relevancia, de El Diario se seleccionó cinco discursos y de La Calle cuatro. Cabe destacar,
que La República dejó de publicarse desde el 21 de junio de 1936, por ende no incluyó
ningún contenido referente a la sindicalización obligatoria.

El Diario:

1) “Se inició el debate ministerial sobre la sindicalización obligatoria” (La Paz, julio 21
de 1936, p.4).
2) “El peligro inminente de la sindicalización obligatoria” (La Paz, julio 22 de 1936, p.4).
3) “Declaraciones del ministro de Trabajo” (La Paz, julio 26 de 1936, p.4).
4) “Sindicalización obligatoria” (La Paz, agosto 10 de 1936, p.3)
5) “Nuestras posiciones frente al proletariado” (La Paz, noviembre 3 de 1936, p.7).

La Calle:

1) “Hacia la sindicalización” (La Paz, julio 7 de 1936, p.4).


2) “Hacia la sindicalización” (La Paz, julio 23 de 1936, p.4).
3) “El proyecto de sindicalización obligatoria y sus resonancias en la opinión pública” (La
Paz, julio 26 de 1936, p.7).
4) “La sindicalización obligatoria” (La Paz, agosto 21 de 1936, p.4).

PRODUCTORES-REPRODCUTORES DEL DISCURSO PERIODÍSTICO


INFORMATIVO/OPINATIVO/INTERPRETATIVO: En el caso de El Diario, dos de
los cinco temas fueron escritos por José María Gutiérrez y Guillermo Eguino, un discurso

354
representó la posición del medio de prensa sobre el tema mencionado y en los otros dos
discursos no se incluyó el nombre del autor.

La posición de La Calle se expuso en tres discursos y en uno de los discursos periodísticos


informativos/opinativos/interpretativos no se identificó al emisor.

SITUACIÓN SOCIAL DESEADA:

El Diario:

1) La derogación del decreto de sindicalización obligatoria.

La Calle:

1) Lograr que el “obrerismo se sindicalice”.


2) Hacer de la sindicalización obligatoria una verdadera escuela socialista.
3) Proyectar la armonía entre el capital y el trabajo.

SITUACIÓN SOCIAL A DEFENDER:

El Diario:

1) Defender la libertad individual de los trabajadores y su participación en una


organización obrera que le beneficie.
2) Implementar una política de sindicalización que favorezca al sector patronal.

La Calle:

1) Instaurar la sindicalización obligatoria con el fin de “preparar al obrerismo para la


función social de asegurar las conquistas proletarias”.
2) Impulsar la sindicalización obligatoria de carácter moderado (reformista). El argumento
fue “la falta de preparación económica y la ausencia de organización de las fuerzas
productoras que no permiten un sindicalismo de estructura totalmente revolucionario”.

355
SITUACIÓN SOCIAL A ABANDONAR:

El Diario:

1) Los intentos del gobierno de la Junta Militar de eliminar y de dar un golpe decisivo a
los partidos políticos.
2) La aplicación de la sindicalización obligatoria, normativa que atenta contra la “libertad
individual”.
3) La imposición de sindicalizarse.
4) La sindicalización como medida con la que se pretende establecer un “régimen
dictatorial hacia los trabajadores”.
5) La progresiva promulgación de medidas “exóticas” e inaplicables dictadas por
autoridades de la Junta Militar.

La Calle:

1) La organización de trabajadores en gremios y mutuales.


2) Las acciones de las fuerzas derechistas y de la prensa que pretendieron impugnar la
aprobación del decreto de sindicalización obligatoria.
3) La posición antinacional que calificó la sindicalización obligatoria como “superficial y
exótica”.

DISCURSO: Una de las medidas que se implementó, siguiendo el Programa de Acción


Socialista de la Junta Militar de Gobierno, fue la promulgación del decreto de
sindicalización obligatoria. Al respecto, La Calle manifestó la necesidad de que los
trabajadores se organicen en sindicatos: (La sindicalización) “debe, pues, preparar al
obrerismo para la función político-social de asegurar las conquistas proletarias, dejando en
segundo plano las preocupaciones de carácter económico y meramente mutualista, con que
hasta hoy se clasifica la condición de los sindicatos existentes en el país338”.

338 Véase “Hacia la sindicalización” en periódico La Calle. La Paz, julio 7 de 1936, p.4.

356
Por su parte, El Diario realizó un seguimiento del proceso de elaboración y aprobación de
dicho decreto. Afirmó, además, que con la promulgación de la sindicalización obligatoria
se pretendió eliminar a los partidos tradicionales: “Existiendo como existe el propósito de
sindicalizar la nación bajo un sistema propio del medio, puede recalcarse que la tiende a
eliminar del panorama político a los partidos tradicionales que hace rato cumplieron su
deber histórico (…) Si el carnet sindical llega a ser la base de la ciudadanía, resulta lógico
pensar que se pretende dar un golpe decisivo a los partidos políticos”339.

Asimismo, El Diario expresó que la sindicalización es una medida “exótica” y poco


flexible: “La sindicalización será un arma que el proletariado no sabrá hacer uso y que
manejará con primitividad (…) constituirá un atentado a la libertad individual. A nadie
puede obligarse a pertenecer a organismos que no le satisfagan, que no le convengan y que
a su entender no necesita (…) Se trata de una medida exótica que ha nacido de la iniciativa
de uno o dos personajes que tratan de establecer sistemas exóticos cuya necesidad se
ignoran”340.

En contraposición, con El Diario, el matutino La Calle respaldó la política de


sindicalización, pero de carácter moderado, en el siguiente párrafo:

El proyecto (de sindicalización) mantiene una línea paralela al espíritu


moderado sensato con que el gobierno militar encara los problemas
sociales del país (…) La falta de preparación económica y la ausencia
de organización de las fuerzas productoras, no permiten un sindicalismo
de estructura totalmente revolucionario, pero si, permiten que se
consolide la sociedad ya no alrededor de caudillismos, partidos e
intereses plutocráticos, sino alrededor de organismos que contribuyen a
la vida del país como factores económicos341.

339Véase “Se inició el Debate Ministerial sobre la sindicalización obligatoria” en periódico El Diario. La Paz, julio 21
de 1936, p.4.
340 Véase “El peligro inminente de la sindicalización obligatoria” en periódico El Diario. La Paz, julio 22 de 1936, p.4.
341 Véase “Hacia la sindicalización” en periódico La Calle. La Paz, julio 23 de 1936, p.4.

357
La sindicalización fue un tema que causó debate y los medios de prensa fueron una
plataforma de polarización de apoyo o de discrepancia de ese tema. Respecto al proyecto
del decreto de sindicalización obligatoria, El Diario realizó una entrevista y transcribió las
declaraciones del ministro de Trabajo:

¿Es evidente que la sindicalización asestaría un golpe de muerte a los


partidos políticos? (Respuesta) El proyecto de Ley Sindical no contiene
ningún artículo que hable de la cancelación de los partidos políticos.
(…) ¿Es otra falsedad esa de que la organización sindical proyectada
por el Ministerio legisle en exclusivo beneficio del proletariado?
(Respuesta) Nuestro proyecto contempla la organización de Sindicatos
patronales y de trabajadores, en condiciones jurídicas absolutamente
similares, dijo Álvarez342.

En esa línea, La Calle defendió el contenido del decreto de la sindicalización obligatoria:


“Lo que se busca es aliviar la función social de los trabajadores para obtener un mejor
rendimiento en las labores colectivas de los mismos (…) El sindicalismo que persigue el
gobierno es mesurado y no implica exageraciones (…) No hay bolchevismo en esa tarea.
No se trata tampoco de imbuir abstrusos sistemas de conceptos en la mentalidad
popular”343.

En oposición a La Calle, El Diario advirtió que la sindicalización obligatoria fue una


medida con la que se pretendió establecer un régimen dictatorial hacia los trabajadores:
“Ahora el Partido Socialista pretende establecer la sindicalización obligatoria como
condición indispensable para el ejercicio de la ciudadanía y si durante la Edad Media los

342 Véase “Declaraciones del ministro de Trabajo” en periódico El Diario. La Paz, julio 26 de 1936, p.4.
343Véase “El proyecto de sindicalización obligatoria y sus resonancias en la opinión pública” en periódico La Calle. La
Paz, julio 26 de 1936, p.7.

358
gremios ejercieron una dictadura, hoy pretende establecerla el Estado invocando nuevos
argumentos”344.

Después de un debate de largo aliento y las aclaraciones necesarias de las autoridades de


gobierno, se promulgó, el 19 de agosto de 1936, el decreto supremo sobre la sindicalización
obligatoria. En ese marco, La Calle, voz del PS, continuó respaldando esa norma: “Se ha
producido, por fin, el decreto que establece la sindicalización obligatoria, que si bien fue
ansiosamente esperada por el pueblo, motivó una persistente campaña adversa de los
elementos capitalistas y sus portavoces paniguados (…) La sindicalización no sólo
comprende a las clases trabajadoras, sino también a los patronos, y ello garantiza la armonía
que necesariamente habrá de observarse en las relaciones del capital con el trabajo”345.

Finalmente, en la publicación de El Diario, “Nuestras posiciones frente al proletariado”


escrita por Guillermo Eguino, se respaldó a medias tintas la política de sindicalización
obligatoria: “El decreto-ley sobre sindicalización, merecerá nuestro apoyo, pero siempre
que no se pretenda imponer la dictadura de Confederaciones de matiz marxista, exclusivas
de sindicatos libres (…) En efecto, el único objetivo de esa sindicalización general es de
admitir a la clase obrera en la participación de las responsabilidades económicas, sociales
y políticas del Estado, y no es ni puede ser adocenamiento obligatorio en los cuarteles
marxistas346.

CONTRA-DISCURSO:

El Diario:

1) Las posiciones extremistas del PS y de las corrientes marxistas en relación al decreto


de sindicalización obligatoria.

344 Véase “sindicalización obligatoria” en periódico El Diario. La Paz, agosto 10 de 1936, p. 3.


345 Véase “La sindicalización obligatoria” en periódico La Calle. La Paz, agosto 21 de 1936, p.4.
346 Véase “Nuestras posiciones frente al proletariado” en periódico El Diario. La Paz, noviembre 3 de 1936, p.7.

359
2) El discurso del gobierno de formar un “Estado sindical”.

La Calle:

1) El discurso adverso de los medios de prensa liberales que calificó a la sindicalización


como un precepto exótico y poco aplicable.
2) La posición liberal de mantener en vigencia las condiciones primitivas de las
organizaciones mutuales y gremiales en el país.

ACTORES O SUJETOS DE ACCIÓN POSITIVOS:

El Diario visibilizó como positivos al Partido Liberal, la rosca minero-feudal, los gremios
y las mutuales.

La Calle identificó como sujetos de acción positivos a la Junta Militar de Gobierno, al PS,
al ministro de Trabajo, Waldo Álvarez y a los trabajadores.

ACTORES O SUJETOS DE ACCIÓN NEGATIVOS: El Diario definió como actores


o sujetos de acción negativos a la Junta Militar de Gobierno, al PS, los representantes del
Ministerio de Trabajo; Ricardo Anaya y José Antonio Arze y a los militantes de corrientes
anarquistas y comunistas.

En contraposición, La Calle identificó como sujetos de acción negativos a los trabajadores


sindicalizados con fines económicos y políticos “prosélitos de demagogos”, a la rosca
minero-feudal y la prensa liberal.

PRO-DESTINATARIOS:

a) INSTITUCIONALES:

El Diario: el Partido Liberal.

La Calle: la Junta Militar de Gobierno, el Ministerio de Trabajo y el PS.

360
b) INDIVIDUALIZADOS:

El Diario: no se identificó pro-destinatarios individualizados.

La Calle: el ministro de Trabajo, Waldo Álvarez.

c) INDETERMINADOS:

El Diario: la rosca minero-feudal, los gremios y las mutuales.

La Calle: los funcionarios del Ministerio de Trabajo y los obreros.

CONTRA-DESTINATARIOS:

a) INSTITUCIONALES:

El Diario: la Junta Militar de Gobierno, el Ministerio de Trabajo y el PS.

La Calle: el periódico El Diario.

b) INDIVIDUALIZADOS:

El Diario: los funcionarios del Ministerio de Trabajo, Ricardo Anaya y José Antonio Arce.

La Calle: los representantes del ala liberal del gobierno, Javier Paz Campero y Carlos
Romero.

c) INDETERMINADOS:

El Diario: los funcionarios del Ministerio de Trabajo y los militantes de corrientes


anarquistas y comunistas.

La Calle: los trabajadores sindicalizados en gremios y mutuales, la rosca minero-feudal y


la prensa liberal.

PARA-DESTINATARIOS:

361
1) INSTITUCIONALES:

El Diario: la Junta Militar de Gobierno.

La Calle: la Junta Militar de Gobierno.

2) INDIVIDUALIZADOS:

El Diario: no incluyó para-destinatarios individualizados.

La Calle: no incluyó para-destinatarios individualizados.

3) INDETERMINADOS:

El Diario: el gobierno y los trabajadores en general.

La Calle: el gobierno, los trabajadores agrupados en gremios y mutuales, el artesanado


boliviano, los trabajadores en general.

362
5.5. NACIONALIZACIÓN
DE LA
STANDARD OIL

363
EJES TEMÁTICOS: “La Creación del Ministerio de Trabajo” que dio lugar a “la
promulgación del primer Código Laboral”.
SUB-EJE TEMÁTICO: La nacionalización de la Standard Oil.

RED DE ACONTECIMIENTOS: En relación con la nacionalización de la Standard Oil


se analizó 5 discursos periodísticos informativos/opinativos/interpretativos. Bajo el criterio
de relevancia, de El Diario se seleccionó un discurso y de La Calle cuatro. Como se
mencionó anteriormente, no se incluyó ningún contenido de La República, puesto que la
última publicación de ese medio escrito fue el 21 de junio de 1936.

El Diario:

1) “El gobierno declaró la caducidad de las concesiones de la Standard” (La Paz, marzo
16 de 1937, p.7).

La Calle:

1) “Caducidad de las concesiones de la Standard Oil” (La Paz, marzo 31 de 1937, p.6).
2) “El pueblo y la Standard Oil” (La Paz. abril 3 de 1937, p.2).
3) “Todo el país con el gobierno y contra la Standard Oil” (La Paz, mayo 12 de 1937, p.2).
4) “La Standard Oil y sus defensores” (La Paz, enero 21 de 1939, p.2).

LOS PRODUCTORES Y REPRODUCTORES DE DISCURSOS PERIODÍSTICOS


INFORMATIVOS/OPINATIVOS/INTEPRETATIVOS: El Diario no identificó el
nombre del productor-reproductor de su discurso periodístico.

Por su parte, La Calle no incluyó el nombre del productor-reproductor discursivo en tres


de sus contenidos periodísticos. Uno de ellos fue escrito por Ángel Moscoso Mariscal.

364
SITUACIÓN SOCIAL DESEADA:

En relación al discurso periodístico sobre la nacionalización de la Standard Oil, en El


Diario sólo se transcribió la Resolución Suprema del 13 de marzo de 1937. En ese marco,
en el texto no se identificó una situación social deseada, a defender o a abandonar.

La Calle:

1) La nacionalización de los recursos naturales que permanecían en poder de las empresas


transnacionales.
2) La nacionalización como instrumento para “asegurar el porvenir económico e industrial
de Bolivia”.
3) La profundización en la defensa de la soberanía económica en Bolivia.

SITUACIÓN SOCIAL A DEFENDER:

La Calle:

1) Apoyar el proceso de confiscación de bienes a la Standard Oil Company.


2) Respaldar de la Resolución Suprema del 13 de marzo de 1937 y el decreto de 3 de abril
de 1937 en los cuales se determinó que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos
administre todos los bienes de la Standard Oil.

SITUACIÓN SOCIAL A ABANDONAR:

La Calle:

1) Las pocas acciones que realizaron los anteriores gobiernos de turno en relación a la
defensa del petróleo y los recursos naturales.
2) El manejo subversivo de los recursos nacionales por parte de la Standard Oil.
3) El posible proceso de impugnación a la confiscación de bienes, reclamados por la
Standard Oil.

365
DISCURSO: La nacionalización de la Standard Oil fue un tema poco abordado por El
Diario. Ese medio sólo transcribió la Resolución Suprema de 13 de marzo de 1937.

La Resolución Suprema establece que los bienes de la compañía pasan a


propiedad del gobierno, de acuerdo a la cláusula décimo-octava del
contrato (…) Ayer ha terminado el proceso instaurado por el gobierno
contra The Standard Oil Company Of Bolivia con una resolución
suprema por la cual se declara la caducidad de las concesiones hechas a
dicha entidad en todo el territorio de la república y con la entrega de
todos estos bienes a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos347.

Por su parte, La Calle respaldó la política de nacionalización de bienes de la Standard Oil


Company. Además expuso los motivos que llevaron a la Junta Militar a tomar esa decisión:

El decreto supremo de 13 de este mes, que declara la caducidad de la


zona petrolífera concedida a Richmond y Lévering hace cerca de 20 años,
que fue transferida a la Standard Oil, ha producido impresión magnífica
en toda la República, por su absoluta legalidad y porque se asegura los
cuantiosos intereses del Fisco, medida previsora que la esperaba desde
hace diez años, por la punible negligencia de esa Compañía (…) Las
extracciones de importancia que efectuó clandestinamente (la Standard
Oil) fueron con fines censurables y comprueban su inicua deslealtad con
Bolivia, durante la guerra con el Paraguay, al que dicen le beneficiaba
con nuestro petróleo348.

Asimismo, ese matutino amplificó el apoyo de la población boliviana sobre la confiscación


de bienes de la Standard Oil: “Las corporaciones obreras (la CSTB y la Asociación
Nacional de Excombatientes Socialistas) han creído un deber de exteriorizar su franco
aplauso y reconocer la doctrina verazmente socialista y de reivindicación económica del

347Véase “El gobierno declaró la caducidad de las concesiones de la Standard Oil” en periódico El Diario. La Paz, marzo
16 de 1937, p.7.
348 Véase “Caducidad de las concesiones de la Standard Oil” en periódico La Calle. La Paz, marzo 31 de 1937, p.6.

366
país, que ha encarado la Junta Militar, presidida por el Cnl. Toro, al haber dictado el
histórico decreto de caducidad de las concesiones petroleras de la empresa americana
Standard Oil Company349.

En respaldo a la política aprobada por el Jefe de Estado, la población cochabambina realizó


un numeroso mitin: “El día 11 de mayo de 1937 a horas 10 de la mañana se llevó a cabo
en medio de completo orden y gran entusiasmo el mitin de adhesión a la política del
gobierno frente a los manejos subversivos de la Standard Oil, preparado por las
organizaciones obreras de la localidad y el partido Socialista del Estado (…) Más de 2000
personas concentradas en la avenida Aroma recorrieron las principales calles de la ciudad
habiendo rematado en la plaza 14 de septiembre350.

En respuesta al sentimiento de soberanía económica e industrial de la población boliviana,


la Standard Oil Company realizó una campaña internacional en contra de la Resolución
Suprema de 13 de marzo de 1937. En La Calle se refutó los argumentos de dicha campaña.

La Compañía Standard Oil Company realizó una campaña nacional e


internacional contra el Estado boliviano. Esta empresa asumió una
actitud denigrante durante el estado de guerra con el Paraguay (…) La
única empresa que llegó a la etapa de explotación petrolífera fue la
Standard Oil, la misma que en el pacto de sociedad con el Estado faltó a
los principales preceptos de legalidad y lealtad. De ahí que la caducidad
de sus derechos responde a una finalidad eminentemente jurídica351.

CONTRA-DISCURSO:

El Diario:

349 Véase “El pueblo y la Standard Oil” en periódico La Calle. La Paz, abril 3 de 1937, p.2.
350 Véase “Todo el país con el gobierno y contra la Standard Oil” en periódico La Calle. La Paz, mayo 12 de 1937, p.2.
351 Véase “La Standard Oil y sus defensores” en periódico La Calle. La Paz, enero 21 de 1939, p.2.

367
1) De forma implícita no estuvo a favor de la Resolución Suprema de 13 de marzo de
1937. Dicha normativa resolvió confiscar todos los bienes de la Standard Oil Company.

La Calle

1) No estuvo de acuerdo al discurso que se fraguó para la impugnación de la caducidad de


bienes impulsada por la Standard Oil Co.
2) Estuvo en contra con el falso discurso que se manejó en la campaña nacional e
internacional por parte de la Standard Oil en contra del Estado boliviano.

ACTORES O SUJETOS DE ACCIÓN POSITIVOS: El Diario visibilizó como actores


positivos a la Standard Oil Company y a sus agentes.

En contraposición, La Calle visibilizó como actores positivos a la Junta Militar de Gobierno


y la población cochabambina que se movilizó en defensa de la nacionalización de los bienes
de la Standard Oil. Además, de otras organizaciones que respaldaron dicha política como
la Asociación Nacional de Excombatientes Socialista y la CSTB.

ACTORES O SUJETOS DE ACCIÓN NEGATIVOS: El Diario identificó como actor


o sujeto social negativo a la Junta Militar de Gobierno y a Yacimientos Petrolíferos Fiscales
Bolivianos.

La Calle visibilizó como actor negativo a la Standard Oil Company y a los gobiernos
liberales y conservadores que no lucharon por la soberanía económica.

PRO-DESTINATARIOS:

a) INSTITUCIONALES:

El Diario: la Standard Oil Company.

La Calle: la Junta Mixta de Gobierno, el PS, la Asociación Nacional de Excombatientes


Socialista y la CSTB.

368
b) INDIVIDUALIZADOS:

El Diario: no se identificó pro-destinatarios individualizados.

La Calle: el Presidente David Toro.

c) INDETERMINADOS:

El Diario: no se identificó pro-destinatarios indeterminados.

La Calle: la población cochabambina y las organizaciones de trabajadores.

CONTRA-DESTINATARIOS:

a) INSTITUCIONALES:

El Diario: la Junta Mixta de Gobierno y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos.

La Calle: el Partido Liberal y la Standard Oil Company.

b) INDIVIDUALIZADOS:

El Diario: no se identificó contra-destinatarios individualizados.

La Calle: no se identificó contra-destinatarios individualizados.

c) INDETERMINADOS:

El Diario: no se identificó contra-destinatarios indeterminados.

La Calle: los gobiernos liberales y conservadores.

PARA-DESTINATARIOS:

a) INSTITUCIONALES:

El Diario: la Junta Militar de Gobierno.

369
La Calle: La Junta Militar de Gobierno.

b) INDIVIDUALIZADOS:

El Diario: no se identificó para-destinatarios individualizados.

La Calle: no se identificó para-destinatarios individualizados.

c) INDETERMINADOS:

El Diario: la población en general.

La Calle: las organizaciones de trabajadores, la nación y el pueblo.

370
5.6. LA PROMULGACIÓN DE LA
PRIMERA CONSTITUCIÓN SOCIAL EN
BOLIVIA

371
EJES TEMÁTICOS: “La creación del Ministerio de Trabajo” que dio lugar a “la
promulgación del primer Código Laboral”.

SUB-EJE TEMÁTICO: La promulgación de la primera Constitución Social en Bolivia.

RED DE ACONTECIMIENTOS: Respecto a la promulgación de la primera Constitución


Social en Bolivia se analizó 18 discursos periodísticos
informativos/opinativos/interpretativos. Bajo el criterio de relevancia, de El Diario se
seleccionó 12, de La Calle seis y de La República no se seleccionó ningún contenido,
puesto que ese medio cerró su edición desde el 21 de junio de 1936.

El Diario:

1) “Un Comité estudiará la reforma constitucional” (La Paz, noviembre 18 de 1936, p.4).
2) “Prosiguen los trabajos de la comisión Constitucional” (La Paz, octubre 23 de 1936,
p.6).
3) “Reunióse ayer la comisión que estudia la reforma de la Carta Constitucional” (La Paz,
octubre 29 de 1936, p.5).
4) “Ayer sesionó la comisión Constitucional” (La Paz, noviembre 12 de 1936, p.6).
5) “La comisión de Constitución revisará todos los códigos vigentes del país” (La Paz,
enero 10 de 1937, p.7).
6) “Publicidad de la nueva Constitución Política” (La Paz, febrero 5 de 1937, p.6).
7) “En el curso de esta quincena se intensificará las labores de la comisión Constitucional”
(La Paz, febrero 15 de 1938, p.4).
8) “Esta semana terminará el estudio de las secciones de la futura Constitución” (La Paz,
febrero 21 de 1937, p.2).
9) “Crisis en el seno de la comisión Constitucionalista” (La Paz, abril 22 de 1937, p.7).
10) “El asunto constitucional” (La Paz, abril 23 de 1937, p.6).
11) “Lo que debería conseguir una nueva Constitución” (La Paz, julio 26 de 1937, p.4).
12) “La nueva constitución no está inspirada en ninguna orientación doctrinal” (La Paz,
octubre 29 de 1938, p.6).

372
La Calle:

1) “Hacia la nueva Constitución” (La Paz, octubre 11 de 1936, p.1).


2) “A fines de febrero estará concluido el proyecto de Constitución” (La Paz, enero 20 de
1937, p.4).
3) “El proyecto de Constitución” (La Paz, abril 22 de 1937, p.4).
4) “La constitución del 80 y la realidad política de Bolivia” (La Paz, julio 25 de 1937, p.4).
5) “¿Lealtad a la Constitución del año 80?” (La Paz, septiembre 22 de 1937, p.4).
6) “Balance de la Convención” (La Paz, octubre 30 de 1938, p.4).

PRODUCTORES-REPRODUCTORES DISCURSIVOS PERIODÍSTICOS


INFORMATIVOS/OPINATIVOS/INTERPRETATIVOS: La posición política-
ideológica de El Diario fue identificada en 4 discursos periodísticos, los otros 8 no llevaron
firma del productor-reproductor discursivo.

La posición política-ideológica de La Calle fue detallada en 3 discursos periodísticos, 2 de


ellos no llevaron firma y uno fue escrito por el Presidente de la comisión revisora de la
Constitución Política del Estado, Pablo Guillen.

SITUACIÓN SOCIAL DESEADA:

El Diario:

1) La disolución completa de la comisión revisora de la Constitución Política del Estado.


2) El reconocimiento y vigencia de la Constitución Política del Estado promulgada en
1880.

La Calle:

1) La promulgación de un Estatuto por tiempo limitado de cuatro o cinco años, en lugar


de la promulgación de una nueva Constitución de tipo “Socialista”.
2) La elaboración de una “Ley matriz”, después de cuatro o cinco años de la experiencia
de un “Estado Socialista”.
373
SITUACIÓN SOCIAL A DEFENDER:

El Diario:

1) Mantener en vigencia la Constitución Política del Estado de 1880.


2) Defender la libertad de información, puesto que los miembros de las comisiones no
detallaron el avance que se realizó en el contenido de la Carta Magna.
3) Impulsar la participación de personas capacitadas en materia constitucional para la
construcción de la nueva Carta Magna.

La Calle:

1) Nombrar una comisión revisora de la Constitución Política del Estado, bajo una
orientación “socialista”.

SITUACIÓN SOCIAL A ABANDONAR:

El Diario:

1) El hermetismo de los miembros de la Convención Nacional en relación a la información


sobre la labor que se ejerce.
2) El hecho de que los medios de prensa deban apelar a la información de fuentes
confiables, en lugar de obtener datos oficiales.
3) La contradicción política-ideológica y la divergencia en el seno de la Convención
Nacional.

La Calle:

1) La heterogeneidad en la composición de la comisión revisora de la Constitución Política


del Estado.
2) La tarea ideológica antinacional desplegada por los medios de prensa de extrema
derecha en contra de la labor de la Convención Nacional.

374
3) La posición de los que pretendieron consolidar la vigencia de la Constitución de 1880
y sus posteriores reformas.

DISCURSO: El Diario publicó varios contenidos periodísticos breves sobre el tema de la


promulgación de la primera Constitución Social de Bolivia. En esa lógica, ese medio de
prensa abordó el proceso de elaboración y la posterior promulgación de la Carta Magna.

En ese marco, resaltó que el Estado gastaría al menos Bs.18.000 en cubrir los gastos en
sueldos y salarios y expendios menores de la comisión revisora de la Constitución Política
del Estado:

La Junta Militar de Gobierno dictó el decreto supremo de 12 de


septiembre de 1936 con el fin de nombrar a una comisión revisora y
Redactora de la Constitución Política del Estado. Ayer fue creado por
decreto supremo, debiendo presentar su proyecto en el plazo de noventa
días. Se fijó una partida de Bs.18.000 para gastos que se demande (…)
La comisión fue integrada por: Javier Paz Campero, Vicente Mendoza
López, José María Gutiérrez, Franklin Mercado, Víctor Alberto
Saracho y Pablo Guillén352.

Respecto a la revisión y posterior elaboración de una Constitución Social, La Calle planteó


la elaboración, primero, de un Estatuto que dure entre cuatro a cinco años: “Creemos que
el gobierno socialista tiene necesidad de líneas generales y doctrinas administrativas para
dar homogeneidad a su acción, y lo que debe elaborar es un Estatuto por tiempo limitado –
cuatro, cinco años– al cual sujete actividades para en ese interregno, aplicar el socialismo
al país, establecer las características de su adaptación y luego elaborar la ley matriz: la
Constitución”353.

352 Véase “Un comité estudiará la reforma constitucional” en periódico El Diario. La Paz, septiembre 18 de 1936, p.4.
353 Véase “Hacia la nueva Constitución” en periódico La Calle. La Paz, octubre 11 de 1936, p.1.

375
Entre otros temas, El Diario subrayó el hermetismo con el que operó dicha instancia:
“Informaciones de diversas fuentes, permiten indicar, por otra parte, que los comisionados
del gobierno prefieren llevar a cabo reuniones reservadas a fin de evitar que ciertas acciones
pretendan influir sobre sus decisiones”. Ese matutino, en esa publicación, también,
comunicó que, según datos de fuentes confiables, algunos temas que debate la comisión
giraron en torno a los poderes públicos, el sistema electoral, el ejercicio de sufragio y la
intervención de las federaciones, sindicatos y otras instituciones354.

El Diario, a su vez, aseguró que los miembros de la Convención Nacional se dividieron en


tres subcomisiones, en cada una de ellas se abordó determinados temas:

Se formaron tres subcomisiones: La primera se halla integrada por los


doctores Javier Paz Campero y Luis Ballivián Saracho, quienes se
encargan de las ponencias relativas a la forma de gobierno. La segunda
subcomisión está formada por los doctores Vicente Mendoza López y
José María Gutiérrez, quienes se encargan de la constitución de los
poderes públicos. La tercera comisión integrada por los doctores Pablo
Guillén y Franklin Mercado tienen bajo su incumbencia todos los
principios de derecho administrativo que contendrá la nueva
Constitución355.

En todos los discursos periodísticos que presentó El Diario ante la opinión pública se
resaltó el hermetismo de la comisión, en relación a la elaboración de la Constitución
Política del Estado: “Hemos venido informando sobre el curso de los debates de la
comisión, aunque sin incurrir en el detalle, puesto que sobre el particular se guarda la más
absoluta reserva”356.

354 Véase “Prosiguen los trabajos de la comisión Constitucional” en periódico El Diario. La Paz, octubre 23 de 1936, p.6.
355Véase “Reunióse ayer la comisión que estudia la reforma de la Carta Constitucional” en periódico El Diario. La Paz,
octubre 29 de 1936, p.5.
356 Véase “Ayer sesionó la comisión Constitucional” en periódico El Diario. La Paz, noviembre 12 de 1936, p.6.

376
Asimismo, ese matutino informó que la comisión no pretendió eliminar del esquema
político a los partidos y destacó que esos organismos son la base de la democracia:

Según informaciones de buena fuentes la orientación que se sigue (en


la Comisión) es sindicalista aunque, como dijimos, no se pretende
descartar la existencia de partidos políticos (…) Siendo los partidos
políticos la base de la democracia (…). Es de esta suerte que, sobre el
fundamento de un sistema mixto –partidos políticos y sindicatos– se
viene efectuando la reforma de la Carta. Se revisó el código civil, el
código penal y otros cuerpos normativos357.

Como se mencionó, El Diario insistió en que la comisión revisora entregue la información


oficial sobre el avance en materia constitucional a los medios de prensa. En respuesta a la
porfiada solicitud, el Presidente de la comisión revisora, Pablo Guillén, informó –en La
Calle– las labores de la comisión.

Las labores de la comisión han comprendido dos etapas, la primera de


información general sobre materia constitucional que ha abarcado los
meses de octubre y noviembre últimos, y la segunda que comprende la
redacción del nuevo texto constitucional (…) La comisión no ha dejado
por un momento el cumplimiento de los deberes que ha contraído; que
el plazo de sus funciones se determina por la naturaleza de los estudios
concernientes que por su importancia no podían abarcar una duración
menor; que estas labores se desarrollan ahora cotidianamente y que en
breve tiempo más, como se ha señalado, llegarán a su término358.

El Diario, en otros temas, sugirió que en la elaboración de la Constitución participen


personas capacitadas. Además, insistió en que la comisión entregue por escrito y de manera

357Véase “La comisión de Constitución revisará todos los códigos vigentes del país” en periódico El Diario. La Paz,
enero 10 de 1937, p.7.
358Véase “A fines de febrero estará concluido el proyecto de Constitución” en periódico La Calle. La Paz, enero 20 de
1937, p.4.

377
continua los avances y el proyecto de la Constitución Política del Estado a la opinión
pública:

Para que la futura constitución tenga todos los caracteres de solemnidad


que esta clase de documentos fundamentales debe tener por su misma
naturaleza decisiva para la marcha institucional de una Estado (…) se
precisa que contribuyan a su elaboración todos los elementos
capacitados, que puedan coparticipar, aunque sea indirectamente en dar
forma a la futura carta (…) No restamos de ningún modo autoridad y
capacidad a la comisión, pero tampoco posee la virtud de la
infalibilidad359.

El Diario bregó en exigir la entrega de documentación de los avances de la Carta Magna360.

Finalmente, la comisión revisora decidió entregar, mediante comunicados, la información


sobre el progreso del contenido de la Constitución Política. Al respecto, El Diario
comunicó: “A fin de poner al tanto al público sobre las reformas que introduce en la nueva
Constitución se tiene proyectado entregar a la prensa comunicados oficiales, en los cuales
conste los aspectos tratados durante los subsiguiente días de labor y la modificación que
sufran los articulados”361.

Después de una ardua tarea informativa, dicho matutino amplificó ante la opinión pública
la divergencia y crisis que se desarrolló al interior de la comisión revisora de la Constitución
Política del Estado:

En el curso de estos días se produjeron hechos de importancia en el seno


de la comisión revisora y de reforma de la Carta Política del Estado. Sus

359 Véase “Publicidad de la nueva Constitución Política” en periódico El Diario. La Paz, febrero 5 de 1937, p.6.
360Véase “En el curso de esta quincena se intensificará las labores de la comisión Constitucional” en periódico El Diario.
La Paz, febrero 15 de 1937, p.4.
361Véase “Esta semana terminará el estudio de las secciones de la futura Constitución” en periódico El Diario. La Paz,
febrero 21 de 1937, p.2.

378
personeros guardaron reserva absoluta, al punto de que nada trascendió
al público. Durante cuatro meses o sea desde enero del año en curso los
debates en el seno de la comisión han sido muy interesantes y
relacionados con la parte del articulado de la carta.

Producido el voto de la comisión fue rechazado el proyecto de


Constitución Política del doctor Mendoza López (…) El citado
personero de la comisión ha visto por conveniente dejar en completa
libertad de acción y de opinión a sus colegas, renunciando al cargo que
se le había conferido. Los argumentos de su renuncia fueron: La
adopción de un principio de gobierno nacional socialista, adoptándose
la fórmula democrática de tipo individualista y liberal, y en lugar de
votar por el régimen de organización social y política a base de
equilibrio de clases, la comisión prefirió el sistema corporativo362.

Al respecto, La Calle afirmó que la causa de la división en la comisión fue por un


desacuerdo en criterios político-ideológicos: “El doctor Mendoza López declaró que
renuncia a su cargo a causa de no haber podido concordar con el pensamiento de sus
colegas. Su doctrina fue socialista y la sustentó en su proyecto y la sostuvo sin interrupción
en los debates efectuados”363.

Frente a ese problema, El Diario sugirió la disolución de dicha instancia. A su vez, destacó
la necesidad de poner en vigencia la Constitución Política del Estado de 1880:

La comisión que nombró el gobierno no ha podido dar resultados


apreciables, habiendo transcurrido ya con superabundancia el tiempo
en que se fijó para expedirse, sin dar otro fruto que sus deserciones
internas. Hay que aprender primero a respetar y querer la Constitución,
como el arca santa de la convivencia porque si tal ocurre, inútil será que

362 Véase “Crisis en el seno de la comisión Constitucionalista” en periódico El Diario. La Paz, abril 22 de 1937, p.7.
363 Véase “El proyecto de Constitución” en periódico La Calle. La Paz, abril 22 de 1937, p.4.

379
se elabore nuevas constituciones, pues no hay que olvidar que de nada
vale tener un libro, si no se sabe leer (…) En consecuencia, por decoro
y por respeto a sus propias doctrinas, como hombres de derecho, los
componentes de la ya célebre comisión Constitucionalista, deberían
disolverse en homenaje a los dictados de la Carta Magna; aconsejando
si acaso al Supremo Gobierno que nos rige, ponerla en vigencia y
normalizar la vida política de la nación364.

En contraste de lo sugerido, La Calle expresó que la Carta Magna aprobada en1880 sólo
favoreció a una minoría y que su contenido no responde a las necesidades del Estado actual:

La constitución vigente en Bolivia no ha tenido otro resultado que el de


haber engendrado un Estado oligárquico, en el cual unos cuantos
hombres se alternan en el gobierno, formando el grupo de los
poderosos. Constituyen la escala superior de las clases sociales,
desprecian a las masas y consideran que esas masas de cholos deben ser
manejadas a pan y palo (…) La nación en su totalidad atraviesa un
periodo de verdadera desorganización no solamente como
consecuencia de la guerra última, sino en gran parte debido al régimen
oligárquico permanente. Hay una especie de sopor colectivo: nadie cree
en nada ni en nadie, porque los dirigentes del gobierno en todo tiempo
más han atendido a sus intereses particulares que a los de la nación (…)
Una Constitución Política de Estado debe penetrar a la realidad
nacional, legislando con estudio y convicción de suerte que el nuevo
código resista al tiempo y a los acontecimientos que sobrevengan365.

Un día antes de la promulgación de la primera Constitución Social, El Diario sostuvo que


“la nueva Constitución es la expresión de un absurdo criterio político sectario”366.

364 Véase “El asunto constitucional” en periódico El Diario. La Paz, abril 23 de 1937, p.6.
365 Véase “La constitución del 80 y la realidad política de Bolivia” en periódico La Calle. La Paz, julio 25 de 1937, p.4.
366Véase “La nueva constitución no está inspirada en ninguna orientación doctrinal” en periódico El Diario. La Paz,
octubre 29 de 1938, p.6

380
Respecto a la labor de la Convención Nacional, La Calle elaboró un balance breve de la
labor de los Convencionales:

En general, ha sido unánimemente combatida, por todos los sectores


políticos del país. Desde la prensa hasta los partidos abstencionistas en
la elección de marzo, desde las clases privilegiadas temerosas de ver
tocados sus privilegios hasta las clases medias a quienes la misma
Convención favorecía mediante leyes de protección, desde los
estudiantes hasta los curas, todos los sectores sociales han hecho de la
Convención de 1938 un pararrayos de sus protestas y de sus invectivas.
Al frente de esa hostilidad, la Convención no presentó tampoco una
conducta regularizada por una ideología ni un plan perfecto. Esterilizó
muchos de sus esfuerzos en tentativas y en discusiones vanas,
exteriorizando así un estado de anarquía mental (…) Los proyectos
revolucionarios para dictar leyes de acuerdo a las necesidades del
momento en muchos casos han fracasado, tanto por la debilidad de los
convencionales cuanto por la sañuda campaña de las derechas que, en
cada caso, emplearon contra la Convención todos los recursos para
neutralizarla y descreditarla, privándole así de fuerza367.

CONTRA-DISCURSO:

El Diario:

1) No estuvo de acuerdo a la posición de izquierda que exteriorizó la necesidad de elaborar


una nueva Constitución Política del Estado que vaya acorde al nuevo “Estado
socialista”.

La Calle:

367 Véase “Balance de la Convención” en periódico La Calle. La Paz, octubre 30 de 1938, p.4.

381
1) Estuvo en desacuerdo con la noción de mantener en vigencia la Constitución Política
del Estado de 1880
2) Se opuso al discurso que deslegitimó el trabajo que desarrolló la comisión
Constitucionalista.

ACTORES O SUJETOS DE ACCIÓN POSITIVOS: El Diario identificó como actores


o sujetos de acción positivos al Partido Liberal, a los frentes tradicionales y a los periódicos
de tinte liberal.

Por su parte, La Calle visibilizó como actores positivos a la Junta Militar de Gobierno, al
PS, a los miembros de la comisión revisora de la Constitución entre ellos a Vicente
Mendoza López.

ACTORES O SUJETOS DE ACCIÓN NEGATIVOS: El Diario definió como actores


negativos a la Junta Militar de Gobierno y a los miembros de la comisión revisora de la
Constitución Política del Estado, entre ellos Javier Paz Campero, Vicente Mendoza López,
José María Gutiérrez, Franklin Mercado, Víctor Alberto Saracho y Pablo Guillén.

En contraste, La Calle identificó como sujetos de acción negativos a la corriente liberal y


su prensa y otros grupos disidentes, entre ellos algunos estudiantes, curas y otros.

PRO-DESTINATARIOS:

a) INSTITUCIONALES:

El Diario: el Partido Liberal y su prensa.

La Calle: la Junta Militar de Gobierno y el PS.

b) INDIVIDUALIZADOS:

El Diario: no se identificó pro-destinatarios individualizados.

La Calle: a Vicente Mendoza López, miembro de la comisión revisora.

382
c) INDETERMINADOS:

El Diario: los frentes tradicionales y los periódicos de tinte liberal.

La Calle: los miembros de la comisión revisora.

CONTRA-DESTINATARIOS:

A) INSTITUCIONALES:

El Diario: la Junta Militar de Gobierno y los miembros de la comisión revisora.

La Calle: no se identificó contra-destinatarios institucionales.

B) INDIVIDUALIZADOS:

El Diario: los miembros de la comisión revisora, entre ellos: Javier Paz Campero, Vicente
Mendoza López, José María Gutiérrez, Franklin Mercado, Víctor Alberto Saracho y Pablo
Guillén

La Calle: no se identificó contra-destinatarios individualizados.

C) INDETERMINADOS:

El Diario: no se identificó contra-destinatarios indeterminados.

La Calle: la corriente liberal y su prensa y otros grupos disidentes, entre ellos algunos
estudiantes, curas y otros.

PARA-DESTINATARIOS:

a) INSTITUCIONALES:

El Diario: la Junta Militar de Gobierno y la comisión revisora de la Constitución Política


del Estado.

383
La Calle: la Junta Militar de Gobierno.

b) INDIVIDUALIZADOS:

El Diario: no se identificó para-destinatarios individualizados.

La Calle: no se identificó para-destinatarios individualizados.

c) INDETERMINADOS:

El Diario: el pueblo boliviano.

La Calle: la nación, el pueblo y la población en general.

384
5.7. LA ELABORACIÓN DEL CÓDIGO
DEL TRABAJO EN BOLIVIA

385
EJES TEMÁTICOS: “La creación del Ministerio de Trabajo” que dio lugar a “la
promulgación del primer Código Laboral”.

SUB-EJE TEMÁTICO: La elaboración del Código del Trabajo en Bolivia.

RED DE ACONTECIMIENTOS: Respecto a la elaboración del primer Código Laboral


en Bolivia se analizó 12 discursos periodísticos informativos/opinativos/interpretativos.
Por criterio metodológico, de El Diario se seleccionó seis y de La Calle seis contenidos.

El Diario:

1) “Se convocará a reuniones para considerar el Proyecto del Código Nacional del
Trabajo” (La Paz, abril 5 de 1938, p.2).
2) “En enero se redactará el Código del Trabajo” (La Paz, noviembre 10 de 1938, p.7)
3) “La Convención de Jefes Del Trabajo” (La Paz, enero 16 de 1939, p.7).
4) “Apostillas al Congreso del Trabajo” (La Paz, febrero 11 de 1939, p.9).
5) “Código del Trabajo” (La Paz, mayo 29 de 1939, pp. 9-11)
6) “El miércoles, en manifestación pública los obreros apoyarán el Código del Trabajo”
(La Paz, junio 2 de 1939, p.6).

La Calle:

1) “El nuevo Código del Trabajo” (La Paz, diciembre 17 de 1936, p.4).
2) “El Código del Trabajo” (La Paz, enero 21 de 1937, p.4).
3) “El Código del Trabajo es un valioso aporte a la edificación socialista” (La Paz,
mayo 25 de 1938, p.2)
4) “El gobierno ha convocado a Jefes del Trabajo para el 2 de febrero” (La Paz, enero 12
de 1939, p.4).
5) “Hoy día se inaugurará esta asamblea solemnemente” (La Paz, febrero 2 de 1939, p.4).
6) “Obreros textiles de la localidad aplauden el Código del Trabajo” (La Paz, junio 2 de
1939, p.5).

386
PRODUCTOR-REPRODUCTOR DISCURSIVO: El Diario no identificó el nombre del
productor-reproductor en cinco de sus seis discursos periodísticos
informativos/opinativos/interpretativos. Uno de ellos exteriorizó su línea político-
ideológica.

Por su parte, La Calle no incluyó el nombre del productor-reproductor en cuatro de sus seis
discursos periodísticos informativos/opinativos/interpretativos. Uno de ellos expresó su
orientación político-ideológica y un contenido periodístico fue escrito por Juan
Villarpando.

SITUACIÓN SOCIAL DESEADA:

El Diario:

1) El “equilibrio armónico de las dos grandes fuerzas de la producción. El capital no puede


vivir sin el trabajo, ni el trabajo sin el capital”.
2) La elaboración de un Código Laboral inédito que no tenga como base la legislación
extranjera.

La Calle:

1) Una legislación que regule el capital y el trabajo.


2) La promulgación de un Código del Trabajo bajo “orientación Socialista” y fruto de las
experiencias registradas hasta el momento.

SITUACIÓN SOCIAL A DEFENDER:

El Diario:

1) Impulsar un Código de Trabajo que armonice los intereses de los empresarios y los
trabajadores.
2) Construir un cuerpo normativo laboral en co-participación con el empresariado, las
autoridades de gobierno y los expertos en el tema.

387
3) “Contemplar los intereses del capital” en el nuevo Código del Trabajo.

La Calle:

1) Promulgar un Código del Trabajo, dado que se carece de una “legislación social” en el
país para los trabajadores en el que se armonice el capital y el trabajo.
2) Promover el espíritu progresista que ostenta el proyecto del Código Laboral.

SITUACIÓN SOCIAL A ABANDONAR:

El Diario:

1) La improvisación en la realización del proyecto del Código Laboral, que fue “una copia
textual del Código del Trabajo de Chile”.
2) La improcedencia que tendría dictar el nuevo Código del Trabajo sin que se conozcan
los puntos de vista de los empresarios.
3) Los fundamentos radicales en los que se establece que se aniquile el capital, “el cual
requiere precisamente nuestra patria para explotar sus recursos y riquezas”.

La Calle:

1) La inoperancia que se observa en las jefaturas de Trabajo.


2) La construcción de un Código del Trabajo realizado por los Jefes del departamento de
Trabajo del interior.

DISCURSO: En relación con la elaboración del proyecto del Código del Trabajo, La Calle
exteriorizó un cierto recelo en la eficacia del nuevo cuerpo legal. Asimismo, ese periódico
cuestionó el trabajo que realizaron las Jefaturas del Trabajo en el interior del país:

A más de los funcionarios del Departamento Nacional del Trabajo,


toman parte en la Convención varios jurisconsultos especializados en
estas cuestiones, y, sobre todo, en los asuntos que se relacionan con la
minería. Sería, pues, aventurado discutir la capacidad y experiencia de

388
los convencionales (…) Ateniéndonos a las observaciones que hemos
anotado en el desenvolvimiento de las jefaturas del trabajo en los cuatro
distritos en que éstas se hallan establecidas, no podemos alimentar
esperanzas en la eficacia de la nueva codificación368.

Pese a lo mencionado, La Calle respaldó el hecho de que el país cuente con una Legislación
Laboral:

Con la promulgación del Código del Trabajo se ha de llenar un vacío


que ya resultada paradójico, dado que se carecía de legislación social
en un Estado socialista. Por otra parte, el gobierno ha de cumplir una de
sus funciones en este orden, vinculando el capital y el trabajo con el
Estado en beneficio de la sociedad y constituyendo así una organización
armónicamente articulada en todas sus partes. Y en ello hay un triunfo
evidente, del cual puede estar orgulloso el régimen, ya que se lo alcanza
sin las cruentas conmociones que en otros países precedieron a esta
clase de conquistas sociales369.

El Diario, por su parte, transcribió en sus páginas el discurso del Jefe de Trabajo de Tarija,
Ricardo Sejas. De la intervención, El Diario destacó la idea que el país debe contar con “un
conjunto sistematizado de leyes sociales, o sea un Código de Trabajo”:

Los problemas económicos constituyen la más febril e inquietante


preocupación del mundo, y no es posible que Bolivia donde se forja una
nueva nacionalidad, carezca de un conjunto sistematizado y completo
de leyes sociales, o sea del Código del Trabajo (…) El Código del
Trabajo será bienhechora égida de amparo a las clases trabajadoras;
funcionarios públicos, empleados de banco, comercio, ferrocarriles,

368 Véase “El nuevo Código del Trabajo” en periódico La Calle. La Paz, diciembre 17 de 1936, p.4.
369 Véase “El Código del Trabajo” en periódico La Calle. La Paz, enero 21 de 1937, p.4.

389
tranvías e industrias, obreros, trabajadores agrícolas, mujeres, ancianos
y niños370.

Bajo esas premisas, el proyecto del Código del Trabajo fue elaborado en dos Convenciones
del Trabajo. En la primera reunión participaron principalmente los jefes departamentales
de Trabajo, motivo por el cual los empresarios privados y la Cámara Nacional de Comercio
expresaron un profundo desacuerdo, así lo dio a conocer El Diario:

Algunas empresas y particularmente la Cámara Nacional de Comercio


manifestaron ante el supremo gobierno la improcedencia que tendría
dictar el nuevo Código del Trabajo sin que se conozcan los puntos de
vista de tales instituciones, puesto que, toda medida que no responda a
la realidad del medio puede originar dificultades en la práctica (…)
Hugo Montes, representante de la Cámara de Comercio planteará
modificaciones substanciales al proyecto del Código del Trabajo. Otras
entidades han designado a los señores Luis Ballivián Saracho y Luis
García Iturralde371.

Inclusive, en El Diario se afirmó que el proyecto de codificación laboral, realizado en la


primera Convención de Jefes del Trabajo fue una copia textual del Código del Trabajo de
Chile:

La primera Convención de Jefes del Trabajo, al entregar al público su


proyecto de codificación (…) se ha limitado −acaso para salir del
apuro− a copiar textualmente el Código del Trabajo de la República de
Chile, suprimiendo, si, preceptos que dislocan el pensamiento
fundamental unas veces; y otras añadiendo conceptos y definiciones

370 Véase “El Código del Trabajo y su próxima elaboración” en periódico El Diario. La Paz, febrero 8 de 1937, p.4.
371Véase “Se convocará a reuniones para considerar el Proyecto del Código Nacional del Trabajo” en periódico El Diario.
La Paz, abril 5 de 1938, p.2.

390
dogmáticas, que por su redundancia e inutilidad suscitarán discusiones
estériles cuando se trate de darles aplicación372.

En contraposición a lo mencionado, La Calle respaldó el proyecto del Código del Trabajo


y señaló algunas directrices del nuevo cuerpo legal, por ejemplo: “el concepto de salario,
su defensa y garantías, la asistencia social, la duración del trabajo y los descansos
obligatorios, el trabajo de los menores y mujeres, la garantía de los obreros agrícolas, de
los domésticos y mineros, la prevención de accidentes y enfermedades profesionales, el
contrato de trabajo, las jubilaciones, pensiones y montepíos, la sindicalización y los
procedimientos legales del trabajo, están tratados en forma sucinta y clara”373.

Frente a los reclamos de los empresarios, la segunda Convención del Trabajo convocó a un
quórum diverso, entre ellos autoridades del gobierno, trabajadores, catedráticos de las
universidades del país, la Asociación de Periodistas y varias entidades como la Cámara
Nacional de Comercio, Cámara de Fomento Industrial, etc.374. La reunión se programó para
el 2 de febrero de 1939375.

El Diario respaldó la segunda Convención del Trabajo. Puntualizó, a su vez, que la primera
reunión no logró satisfacer todas las expectativas, puesto que no se contemplaron
debidamente los intereses del capital:

Fue a raíz del proyecto de Código del Trabajo que varias entidades
como la Cámara Nacional de Comercio, Cámara de Fomento Industrial,
etc., se dirigieron al Presidente de la República, con el propósito de
pedir la intervención de las clases patronales en la acción definitiva del

372 Véase “Apostillas al Congreso del Trabajo” en periódico El Diario. La Paz, febrero 11 de 1939, p.9.
373Véase “El Código del Trabajo es un valioso aporte a la edificación socialista” en periódico La Calle. La Paz, mayo 25
de 1938, p.2.
374 Véase “En enero se redactará el Código del Trabajo” en periódico El Diario. La Paz, noviembre 10 de 1938, p.7.

Véase “El gobierno ha convocado a Jefes del Trabajo para el 2 de febrero” en periódico La Calle. La Paz, enero 12 de
375

1939, p.4.

391
proyecto (…) ahora es posible rodear a la Convención del brillo que le
correspondía (…) La Convención Nacional del Trabajo está llamada a
ser un acontecimiento de significación dentro del carácter democrático
que debería caracterizar todas las manifestaciones del actual
gobierno376.

La Calle puso en relieve la importancia de la segunda Convención del Trabajo, la consideró


como un “hecho de importancia para el país en el orden de las conquistas sociales que es
un anhelo sentido por todos”377.

A cinco días de promulgado el decreto supremo sobre la “Ley General del Trabajo”, El
Diario publicó, como primicia, en su edición la transcripción completa del documento.

Publicamos a continuación, como una verdadera primicia, el Código del


Trabajo, importante documento producido por el gobierno del coronel
Busch, mediante el cual se reglamenta la acción concordante de las
relaciones entre el capital y el trabajo en Bolivia, dentro de una realidad
nacional y de un sentido patriótico de defensa de los intereses invertidos
en el país y del trabajador sin privilegios, sin injustas parcializaciones.
La obra del actual gobierno cobra, en este Código del Trabajo, un
relieve de prestigio y de idoneidad que es justo anotar378.

Ese matutino, también, visibilizó la acción de respaldo de varios sectores de trabajadores


hacia el nuevo Código Laboral: “El nuevo Código del Trabajo demuestra el gran interés
del gobierno por los problemas sociales y en la garantía más palpable, tanto para nosotros
como para los industriales, en esta hora de la verdadera comprensión nacional, y estamos
seguros que de hoy en adelante será la obra del gobierno la que ponga coto a las

376 Véase “La Convención de Jefes Del Trabajo” en periódico El Diario. La Paz, enero 16 de 1939, p.7,
377 Véase “Hoy día se inaugurará esta asamblea solemnemente” en periódico La Calle. La Paz, febrero 2 de 1939, p.4.
378 Véase “Código del Trabajo” en periódico El Diario. La Paz, mayo 29 de 1939, pp. 9-11.

392
arbitrariedades de los capitalistas y esperamos no se desmayará en defender el
cumplimiento de las leyes que nos rigen”379.

La Calle, en la misma línea, publicó de forma textual la misma nota de respaldo de los
trabajadores hacia la promulgación del Código del Trabajo380.

CONTRA-DISCURSO:

El Diario:

1) No estuvo de acuerdo con el discurso comunista que estableció el antagonismo entre el


capital y el trabajo.

La Calle:

1) Estuvo en desacuerdo con el discurso que ostentaron los medios de prensa liberales, en
el que se intentó deslegitimar el proyecto del Código de Trabajo realizado en la primera
Convención de Jefes del Trabajo y por supuesto el trabajo de los convencionales.

ACTORES O SUJETOS DE ACCIÓN POSITIVOS: El Diario visibilizó como actores


o sujetos de acción positivos a la Junta Militar de Gobierno, al Ministerio de Trabajo, al
Jefe de Trabajo de Tarija, Ricardo Sejas, a los empresarios privados, a la Cámara Nacional
de Comercio, a la Cámara de Fomento Industrial, a los representantes de los empresarios
privados Luis Ballivián Saracho y Luis García Iturralde, a los catedráticos de las
universidades del país y a los trabajadores textiles.

379Véase “El miércoles, en manifestación pública los obreros apoyarán el Código del Trabajo” en periódico El Diario.
La Paz, junio 2 de 1939, p.6.
380Véase “Obreros textiles de la localidad aplauden el Código del Trabajo” en periódico La Calle. La Paz, junio 2 de
1939, p.5.

393
Por su parte, La Calle presentó como actores positivos a la Junta Militar de Gobierno, al
Ministerio de Trabajo, a los jurisconsultos que formaron parte de la Convención del
Trabajo, al Departamento Nacional del Trabajo y a los trabajadores textiles.

ACTORES O SUJETOS DE ACCIÓN NEGATIVOS: El Diario identificó como


actores o sujetos de acción negativos a las corrientes comunistas y a los Jefes del
Departamento del Trabajo del interior del país.

La Calle visibilizó como sujetos de acción negativos a los periodistas de los medios
liberales.

PRO-DESTINATARIOS:

a) INSTITUCIONALES:

El Diario: la Junta Militar de Gobierno, el Ministerio de Trabajo, la Cámara Nacional de


Comercio y la Cámara de Fomento Industrial,

La Calle: la Junta Militar de Gobierno y el Ministerio de Trabajo.

b) INDIVIDUALIZADOS:

El Diario: el Presidente de la Junta Militar, Germán Busch, el Jefe de Trabajo de Tarija,


Ricardo Sejas, los representantes de los empresarios privados Luis Ballivián Saracho y Luis
García Iturralde.

La Calle: el Presidente de la Junta Militar, Germán Busch y el Ministro de Trabajo, Roberto


Jordán Cuéllar.

c) INDETERMINADOS:

El Diario: los empresarios privados, los catedráticos de las universidades del país y los
trabajadores textiles.

394
La Calle: los jurisconsultos que formaron parte de la Convención del Trabajo, el
Departamento Nacional del Trabajo, los trabajadores textiles y los obreros en general.

CONTRA-DESTINATARIOS:

a) INSTITUCIONALES:

El Diario: no se identificó contra-destinatarios institucionales.

La Calle: no se identificó contra-destinatarios institucionales.

b) INDIVIDUALIZADOS:

El Diario: no se identificó contra-destinatarios individualizados.

La Calle: no se identificó contra-destinatarios individualizados.

c) INDETERMINADOS:

El Diario: las corrientes comunistas y a los Jefes del Departamento del Trabajo del interior
del país.

La Calle: los periodistas de los medios liberales.

PARA-DESTINATARIOS:

a) INSTITUCIONALES:

El Diario: el gobierno y el Ministerio de Trabajo

La Calle: el gobierno, las jefaturas departamentales de Trabajo y el Ministerio de Trabajo.

b) INDIVIDUALIZADOS:

El Diario: el Ministro de Trabajo, Ricardo Jordán Cuéllar.

395
La Calle: no se identificó para-destinatarios individualizados.

c) INDETERMINADOS:

El Diario: los miembros de la Convención de Jefes del Trabajo, las clases trabajadoras, los
funcionarios públicos, los empleados de la banca, comercio, ferrocarriles, tranvías e
industrias; los obreros en general.

La Calle: los trabajadores, los empresarios privados y los miembros de la Convención de


Jefes del Trabajo.

396
5.8. EL DECRETO DE ENTREGA DEL 100
POR CIENTO DE DIVISAS AL BANCO
CENTRAL

397
EJES TEMÁTICOS: “La creación del Ministerio de Trabajo” que dio lugar a “la
promulgación del primer Código Laboral”.

SUB-EJE TEMÁTICO: El decreto de entrega del 100 por ciento de divisas al Banco
Central.

RED DE ACONTECIMIENTOS: En relación a la promulgación del decreto de entrega


del 100 por ciento de divisas al Banco Central se analizó seis discursos periodísticos
informativos/opinativos/interpretativos.

El Diario se seleccionó cuatro discursos periodísticos y de La Calle dos.

El Diario:

1) “Se concentrará en el Banco C. de Bolivia el 100 por ciento de divisas” (La Paz, junio
10 de 1939, p.7).
2) “Los industriales mineros presentaron un memorial ante el Presidente de la República”
(La Paz, junio 18 de 1939, p.5).
3) “El Presidente de la República respondió a la Asociación de Industriales Mineros” (La
Paz, junio 23 de 1939, p.7)
4) “Causó sensación en el país el decreto gubernativo sobre divisas y B. Minero” (La Paz,
10 de junio de 1939, p.7).

La Calle:

1) “Fue gigantesco el mitin de ayer” (La Paz, junio 16 de 1939, p.8).


2) “Si ha de caer mi gobierno será por la independencia económica” (La Paz, junio 11 de
1939, p.4).

PRODUCTOR-REPRODUCTOR DEL DISCURSO PERIODÍSTICO


INFORMATIVO/OPINATIVO/INTERPRETATIVO: El Diario no especificó la
identidad del productor-reproductor discursivo periodístico en ninguna de sus cuatro
publicaciones.
398
De la misma forma, La Calle no incluyó la firma del productor-reproductor discursivo
periodístico en sus dos contenidos.

SITUACIÓN SOCIAL DESEADA:

El Diario:

1) Derogar el decreto de 7 de junio de 1939, que hizo referencia a la entrega del 100 por
ciento de divisas al Banco Central.

La Calle:

1) Proyectar la soberanía económica total de Bolivia.

SITUACIÓN SOCIAL A DEFENDER:

El Diario:

1) Impugnar el decreto del entrega del 100 por ciento de divisas, porque dicha normativa
fue un atentado contra el capitalismo minero.

La Calle:

1) Defender la necesidad de consolidar la soberanía económica del país.

SITUACIÓN SOCIAL A ABANDONAR:

El Diario:

1) La arbitrariedad del contenido del decreto de 7 de junio de 1939, el cual definió “como
delitos de alta traición a la patria el lock-out, el sabotaje, y en general toda clase de
restricciones a la explotación minera”.
2) El carácter del decreto de entrega de divisas que iba a causar la decadencia de la
industria minera.

399
3) El intento de una expropiación minera.

La Calle:

1) Las acusaciones de las corrientes liberales, quienes defendieron la abrogación del


decreto de 7 de junio de 1939 y se valieron de “los caducos principios de liberalismo
económico, con los que las fuerzas internacionales se aseguran jurídicamente”.

DISCURSO: El Diario expuso en sus páginas las diferentes posiciones de la población y


de los sectores mineros en relación a la aprobación del decreto “por el cual se impuso la
entrega del 100 por ciento de divisas al Banco Central”:

Al conocerse en el público el texto del decreto que comentamos se


produjo un sentimiento de sensación (…) El hombre de la calle en
general opinaba que el decreto era una medida saludable que tendería a
la expansión comercial del país (…) Los pequeños y medianos mineros
manifestaban su júbilo por la medida, ya que abre para ellos más
amplios horizontes, porque según el decreto, el 50 por ciento de los
rescates de oro del Banco Minero se destinarán para el desarrollo de la
minería secundaria (…) A su vez, una comisión de mineros se dirigió a
palacio, entre los que se destacó el Sr. Mauricio Hoschild, quién intentó
entrevistar al Presidente de la República (… ) El Presidente no pudo
recibirlos381.

A su vez, El Diario publicó el texto completo del decreto de 7 de junio de 1939. En la parte
superior de la publicación se resaltó la siguiente cita: “Toda resistencia pasiva al
cumplimiento del decreto, será considerada como delito de alta traición a la Patria y se la
juzgará en forma sumaria”382.

381Véase “Causó sensación en el país el decreto gubernativo sobre divisas y B. Minero” en periódico El Diario. La Paz,
10 de junio de 1939, p.7,
382Véase “Se concentrará en el Banco C. de Bolivia el 100 por ciento de divisas” en periódico El Diario. La Paz, junio
10 de 1939, p.7.

400
A casi dos semanas de promulgada la normativa, El Diario publicó en su totalidad el
memorial de la Asociación de Industriales Mineros de Bolivia el cual fue dirigido al
Presidente de la República:

Consideramos que por efecto de dicho decreto vendrá una franca


decadencia de la industria minera (…) Un capitalista, antes de efectuar
inversiones en la minería boliviana considerará muy seriamente los
grandes riesgos que cualquier negocio minero trae consigo, ya que son
miles las minas que fracasan y sólo pocas surgen (…) Este decreto ha
sido interpretado en el exterior como el primer paso a la expropiación
minera (…) Otro hecho muy sugestivo es que en las bolsas de valores
que son más sensibles a las cotizaciones mundiales, todos los valores
de la minería boliviana han sufrido un descenso de aproximadamente
40 por ciento demostrando así la desconfianza del capital extranjero
respecto a las posibles consecuencias del decreto383.

La Calle, por su parte, difundió el discurso que el Presidente Germán Busch emitió en
relación a la aprobación del decreto de la entrega del 100 por ciento de divisas al Banco
Central. En esa oportunidad, el Jefe de Estado afirmó: “Si ha de caer mi gobierno será por
la independencia económica”. En ese marco, La Calle respaldó la posición del primer
mandatario:

Ningún gobierno se había aventurado en este camino que el mismo


Tcnl. Busch califica como peligroso. La cobardía o el interés cerraron
el paso a los imperativos de posguerra y los gobernantes parecían
pretender la prolongación de un estado de vasallaje de Bolivia. Hoy,
son una acción y una palabra enérgicas las que despiertan a las masas
para darles la seguridad de constituir una verdadera patria384.

383Véase “Los industriales mineros presentaron un memorial ante el Presidente de la República” en periódico El Diario.
La Paz, junio 18 de 1939, p.5.
384Véase ““Si ha de caer mi gobierno será por la independencia económica” en periódico La Calle. La Paz, junio 11 de
1939, p.4.

401
La Calle, además, anunció que el pueblo boliviano, en respaldo al Presidente, realizó un
mitin histórico y multitudinario:

Se puede afirmar que en ningún momento y con motivo alguno, se ha


producido en el país una demostración pública de la importancia que
alcanzó la de ayer, por diversos conceptos: número de manifestantes,
fervor patriótico, conciencia ciudadana, orden y espontaneidad (…)
Millares de ciudadanos, de mujeres y niños, de todas las edades, de
diferentes categorías profesionales, predominando los elementos
trabajadores, entre los cuales se contaban empleados particulares,
fiscales, municipales, comerciantes, industriales y de todas las
profesiones liberales, trabajadores de fábricas, de talleres, pequeñas
industrias, hombres del pequeño comercio, del corretaje, universitarios,
escolares, colegiales, en fin, toda la falange de hombres y mujeres que
forman lo vital y lo elevadamente espiritual del país, tuvieron su puesto
de honor en esta magnífica exteriorización de júbilo nacional385.

En otros temas, El Diario transcribió las declaraciones del primer mandatario, quien se
dirigió a la Asociación de Industriales Mineros de Bolivia:

Considero que los intereses de la Nación con los de la industria minera


deben guardar una completa armonía, y el gobierno al expedir el
decreto-ley de referencia no ha hecho otra cosa que salvaguardar esos
intereses con un sólo fin: el de buscar el bienestar de la colectividad
boliviana (…) No puede interpretarse este decreto-ley como un paso
hacia la expropiación de la industria minera; los que tal cosa piensan
hacen causa común con esas apreciaciones, pretenden sembrar cierta

385 Véase “Fue gigantesco el mitin de ayer” en periódico La Calle. La Paz, junio 16 de 1939, p.8.

402
desconfianza o recelo con fines ocultos, que pasan inadvertidos para mi
gobierno386.

CONTRA-DISCURSO:

El Diario:

1) Estuvo en desacuerdo con la noción de consolidar la soberanía económica y alertó sobre


una posible expropiación minera.

La Calle:

1) Se opuso al discurso de varios sectores mineros que exigían derogar el decreto del
entrega del 100 por ciento de divisas, porque consideraron que esa norma fue un
atentado contra el capitalismo minero.

ACTORES O SUJETOS DE ACCIÓN POSITIVOS: El Diario visibilizó como actores


positivos al capitalismo minero, a la Asociación de Industriales Mineros de Bolivia y a
Mauricio Hoschild.

Por su parte, La Calle identificó como actores positivos al Presidente de la República,


Germán Busch, a los excombatientes, a los empleados públicos, a los Veteranos del
Pacífico, a los Beneméritos de la Patria, a los mutilados e inválidos de Guerra, a las viudas
y madres de huérfanos de Guerra, a las Células legionarias de excombatientes, a las alumnas
de la Escuela de Educación Física. Además, a los estudiantes y docentes del Colegio
Lourdes, del Colegio Fiscal Venezuela de Señoritas, del Colegio Santa Ana, del Colegio
Inglés Católico, del Colegio de los Sagrados Corazones, de la Escuela Profesional Uruguay,
del Colegio Nacional Ayacucho, de la Escuela libre de los Sagrados Corazones; y de la
Federación Universitaria. A su vez, a los empleados de instituciones Bancarias, a la CSTB,
a los trabajadores de comercio Manuel Camacho, a los obreros de la Fábrica Komori, a la

386Véase “El Presidente de la República respondió a la Asociación de Industriales Mineros” en periódico El Diario. La
Paz, junio 23 de 1939, p.7.

403
Central de Textiles Soligno, Forno y Said, al Sindicato Textil Said e hijos, a los
constructores y albañiles, al Sindicato de Chóferes 1° de mayo, al Sindicato de matarifes
de ganado ovino, al Sindicato de Albañiles proletarios 1° de mayo, al Sindicato obrero en
confecciones, al Sindicato de Carniceros, a la Célula de excombatientes del ramo de
Hacienda, a la Unión Gráfica Sindical, los empleados de Correos y Telégrafos, al Sindicato
de Constructores, a los empleados de Comercio, Industria y Banca, al Sindicato de
Ganaderos, a los empleados del Estado Mayor, a los empleados de la Contraloría, al
Sindicato de Panaderos y otros sectores que apoyaron la normativa de entrega del 100 por
ciento de divisas al Banco Central.

ACTORES O SUJETOS DE ACCIÓN NEGATIVOS: El Diario visibilizó como actor


negativo al Presidente de la República, Germán Busch y a la población que apoyó el decreto
de entrega del 100 por ciento de divisas al Banco Central.

La Calle identificó como actores negativos al capitalismo minero-industrial y a los


regímenes liberales y conservadores.

PRO-DESTINATARIOS:

a) INSTITUCIONALES:

El Diario: la Asociación de Industriales Mineros de Bolivia.

La Calle: la Junta Militar de Gobierno y el Banco Central.

b) INDIVIDUALIZADOS:

El Diario: no se identificó pro-destinatarios individualizados.

La Calle: el Presidente de la República, Germán Busch.

c) INDETERMINADOS:

El Diario: el capitalismo minero.

404
La Calle: los excombatientes, los estudiantes, los universitarios, los sindicatos de
trabajadores, los empleados públicos y privados.

CONTRA-DESTINATARIOS:

a) INSTITUCIONALES:

El Diario: el gobierno y el Banco Central.

La Calle: la Asociación de Industriales Mineros de Bolivia.

b) INDIVIDUALIZADOS:

El Diario: el Presidente de la República, Germán Busch.

La Calle: no se identificó contra-destinatarios individualizados.

c) INDETERMINADOS:

El Diario: los excombatientes, los estudiantes, los universitarios, los sindicatos de


trabajadores, los empleados públicos y privados que apoyaron el decreto de 7 de junio de
1939.

La Calle: el capitalismo minero.

PARA-DESTINATARIOS:

a) INSTITUCIONALES:

El Diario: el gobierno.

La Calle: el gobierno.

b) INDIVIDUALIZADOS:

El Diario: no se identificó para-destinatarios individualizados.

405
La Calle: no se identificó para-destinatarios individualizados.

c) INDETERMINADOS:

El Diario: la población y los pequeños y medianos mineros.

La Calle: la patria, la población, el pueblo boliviano.

406
5.9. LA CENSURA Y LA REALIDAD DE
LOS ÓRGANOS DE PRENSA EN LA
POSGUERRA DEL CHACO

407
EJES TEMÁTICOS: “La creación del Ministerio de Trabajo” que dio lugar a “la
promulgación del primer Código Laboral”.

SUB-EJE TEMÁTICO: La censura y la realidad de los órganos de prensa en la posguerra


del Chaco.

RED DE ACONTECIMIENTOS: En relación a la censura y la realidad de los órganos


de prensa en la posguerra del Chaco se analizó 12 discursos periodísticos
informativos/opinativos/interpretativos. Bajo el criterio de relevancia, de El Diario se
seleccionó diez, de La Calle dos y de La República ninguno, como se mencionó
anteriormente, ese medio escrito sólo se publicó hasta el 21 de junio de 1936.

El Diario:

1) “Prohíbase el Debate Público sobre asuntos económicos” (La Paz, junio 28 de 1936,
p.6).
2) “La Prensa y el Estado” (La Paz, septiembre 22 de 1936, p.6).
3) “El convencional Zaballa pidió que se imponga una multa de Bs.5.000 a El Diario” (La
Paz, junio 14 de 1938, p.6).
4) “El delito de imprenta” (La Paz, junio 25 de 1938, p.6).
5) “Fue aprobada en grande y detalle la Ley Mordaza para la prensa nacional” (La Paz,
julio 13 de 1938, p.7).
6) “Renunció el ministro de Hacienda Don Alberto Palacios” (La Paz, julio 14 de 1938,
p.6).
7) “Las declaraciones del Presidente de la República” (La Paz, julio 15 de 1938, p.6).
8) “Tampoco ha sido aceptada la renuncia del ministro de Trabajo, Dr. Berrios” (La Paz,
julio 15 de 1938, p.6).
9) “Garantías constitucionales” (La Paz, julio 24 de 1938, p.6).
10) “La misión de la prensa no puede ser entrabada” (La Paz, mayo 31 de 1939, p.6).

La Calle:

408
1) “Una camarilla politiquera invadió ayer la redacción de 'La Calle'” (La Paz, noviembre
12 de 1936, p.3).
2) “La Convención y su respeto a la libertad de prensa” (La Paz, junio 14 de 1938, p.6).

PRODUCTORES-REPRODUCTORES DEL DISCURSO PERIODÍSTICO


INFORMATIVO/OPINATIVO/INTERPRETATIVO: El Diario no especificó el
productor-reproductor en siete discursos y cuatro de ellos representaron la posición del
medio.

La Calle no especificó el nombre del productor-reproductor en ninguno de sus dos


discursos.

SITUACIÓN SOCIAL DESEADA:

El Diario:

1) La libertad de pensamiento y de prensa.


2) La abrogación del decreto de 17 de septiembre de 1936, mediante el cual se creó el
Departamento Nacional de Propaganda y Publicaciones del Estado.
3) La modificación total del sistema de periodismo boliviano.

La Calle:

1) Los talleres del periódico La Calle, “por un elevado concepto de higiene moral”,
deberían pasar a poder del Estado.
2) La libertad de prensa parcial y el control y regulación de los medios de prensa de
“extrema derecha”.

SITUACIÓN SOCIAL A DEFENDER:

El Diario:

409
1) Defender el trabajo que realizaron los órganos de prensa liberal, en relación al
seguimiento de lo acontecido en la Convención Nacional.
2) Derogar la Ley que exige la mordaza a los medios de prensa de “extrema derecha”.
3) Destacar la actitud patriótica en la defensa de la libertad de prensa de algunas
autoridades de gobierno.

La Calle:

1) Respaldar el pedido de varios convencionales de tomar medidas para impedir la


campaña en contra de la Convención Nacional.

SITUACIÓN SOCIAL A ABANDONAR:

El Diario:

1) La censura de prensa en el ámbito económico.


2) La pretensión de parte del gobierno militar de “forjar una mentalidad socialista” en el
país, mediante la creación del “Departamento Nacional Socialista de Propaganda y
Publicaciones del Estado”.
3) La acusación de delito de imprenta a El Diario.
4) La errónea definición de “delito”, en los casos donde se dan a conocer “los defectos de
la constitución”.
5) La dictación de medidas de persecución, confinamiento, destierro de ciudadanos y
clausura de imprentas sin motivo justificado y juicio previo.

La Calle:

1) La campaña que los medios “reaccionarios” realizaron en contra del trabajo de la


Convención Nacional.
2) Las acciones de violencia de parte de la “horda salamanquista” contra el personal y los
talleres de La Calle.

410
DISCURSO: El Diario reveló que la libertad de prensa estaba siendo coartada de forma
gradual. En ese sentido, publicó la circular enviada por la Oficina de Prensa de la
Presidencia de la República. En el documento se prohibió el debate público sobre asuntos
reservados en el ámbito de la economía:

La discusión pública sobre cuestiones económicas nacionales, es


inadmisible desde el punto de vista de la seguridad del Estado, en razón
de que ellas se infieren a intereses exclusivos del país y están limitados.
Las condiciones y reservas con que el gobierno debe rodear todo asunto
de carácter vinculado con la vida y la seguridad nacionales. La
promoción de actividades partidistas contradictorias, vulneraría el firme
propósito del gobierno para mantener el orden público. La Junta Militar
de Gobierno recomienda muy eficazmente a los órganos de prensa de
la república reducirse a tratar sobre aspectos económicos del pasado
régimen administrativo387.

En ese contexto, El Diario, también, abrió el debate sobre la creación y la tuición del
“Departamento Nacional Socialista de Propaganda y Publicaciones del Estado”. Expresó
que mediante esa instancia se pretendió “por todos los medios forjar una mentalidad
socialista”:

Esta disposición es incompatible con la noción del derecho


universalmente reconocido a la prensa de exponer libremente el
pensamiento colectivo, hecho que (…) vaya en beneficio de la nación
en que ella se desenvuelve. Es exótica la cláusula que obliga a los
diarios a ocultar el origen de la nueva propaganda (…) Con la creación
de esta oficina, la Junta Militar haría de la prensa más que una ficción,
una caricatura indigna de contarse entre las instituciones de un pueblo
grande y libre como aspiramos que sea el nuestro388.

387 Véase “Prohíbase el Debate Público sobre asuntos económicos” en periódico El Diario. La Paz, junio 28 de 1936.
388 Véase “La prensa y el Estado” en periódico El Diario. La Paz, septiembre 22 de 1936, p.6.

411
En otro ámbito, uno de los hechos que generó indignación fue el asalto a los talleres del
diario La Calle. Pues, agentes del “salamanquismo” ingresaron de forma violenta al lugar
y pretendieron embargarlo:

Ayer, a las 12 del día, varios individuos apostados convenientemente


en las esquinas del París, la Contraloría y el Obispado, al ver retirarse a
los empleados que se iban a almorzar, se introdujeron al local de La
Calle, donde sólo hallaron al Gerente, señor Ángel Méndez. Munidos
de un mandamiento de embargo, obtenido gracias a influencias de cierta
camarilla, invitaron al señor Méndez a desocupar el local (…) Los
asaltadores –que a favor del olvido en que se tiene a la nefasta horda
genuina salamanquista tratan de recuperar uno de los frutos de sus
incontables negociados hechos a costa del hambre y la vida de los
combatientes− han tratado de utilizar artimaña judicial, siendo así que
los talleres de La Calle, por un elevado concepto de higiene moral,
deberían hace tiempo haber pasado a poder del Estado, con cuyos
dineros fueron adquiridos con manipuleos de tocuyeros389.

Pese al intento de tomar las instalaciones, ese medio continuó con su labor periodística.

El Diario, autodenominado “independiente” e “imparcial”, realizó un seguimiento


puntilloso en la elaboración de la nueva Constitución Política del Estado. Fue así, que
emprendió la tarea de escribir varias publicaciones en las que se pretendió criticar las
labores que realizaron los miembros tanto de la comisión revisora y de la Asamblea
Constituyente. En ese marco, en 1938, ese matutino fue acusado de haber cometido un
delito de imprenta:

El convencional Zaballa pidió que se imponga una multa de Bs.5.000 a


El Diario. La razón fue porque ese periódico solicitó que se clausure la

389Véase “Una camarilla politiquera invadió ayer la redacción de 'La Calle'” en periódico La Calle. La Paz, noviembre
12 de 1936, p.3.

412
convención en vista de su labor infructuosa y estéril y el formidable
consumo que realiza de los recursos nacionales en discusiones pueriles
(…) La decisión sobre la multa al periódico El Diario fue apoyada por
cinco convencionales. Este caso sería remitido ante el jefe del
Ministerio Público. Esta institución determinaría si se ha cometido un
delito de imprenta390.

Al respecto, La Calle apoyó dicha determinación y se opuso a la campaña que El Diario


realizó en contra de los convencionales: “Desde hace días los violentos artículos que El
Diario publica contra la Convención Nacional provocaron cierta reacción entre los
convencionales, reacción que en la tarde de ayer se objetivó en varios proyectos
encaminados a pedir al Ejecutivo que tomase medidas para impedir que continuase dicha
campaña391.

En relación a la mencionada acusación, el fallo del Fiscal de Distrito determinó que El


Diario cometió un delito de imprenta. La respuesta de ese órgano de prensa fue inmediata
y contundente:

La acción aludida es el reflejo directo de un sentimiento de enorme


enojo que en algunos miembros de la Convención ha promovido la
crítica de la prensa frente a una realidad incontrastable, cual es la
inocuidad de la Convención (…) Planteada como está la acción,
constituye una antítesis del concepto legal vigente cuyo texto dice
expresamente: ‘No se comete delito, cuando se manifiestan los defectos
de la Constitución o de los ACTOS LEGISLATIVOS, administrativos
o judiciales, con el objeto de hacer conocer sus errores o la necesidad
de su reforma, siempre que no contengan ofensas de otro género’”392.

390Véase “El convencional Zaballa pidió que se imponga una multa de Bs.5.000 a El Diario” en periódico El Diario. La
Paz, junio 14 de 1938, p.6.
391 Véase “La Convención y su respeto a la libertad de prensa” en periódico El Diario. La Paz, junio 16 de 1938, p.5.
392 Véase “El delito de imprenta” en periódico El Diario. La Paz, junio 25 de 1938, p.6.

413
Un mes después, el 13 de julio de 1938, fue aprobada por la Convención Nacional la Ley
Mordaza a la prensa de “extrema derecha”. El Diario denunció ese hecho:

Los convencionales Mollinedo, Mercado Rosales, Augusto Guzmán,


Waldo Álvarez, Paco Careaga y Siñani abogaron para que se otorgue
poderes amplios al ministro de Gobierno para reprimir a la prensa de
derecha (…) Entre tanto, la ley de extorsión de la prensa y de
conculcación de la Carta Magna del Estado ha sido ya aprobada en
grande y detalle, siendo probable que hoy se consume el atentado
definitivo, mediante el que quedará silenciada la prensa libre del país393.

La aprobación de la Ley Mordaza generó crisis en el gabinete ministerial. El ministro de


Hacienda, Alberto Palacios, renunció a su cargo en repudio a la censura de los medios de
extrema derecha. “Mediante misiva de 13 de julio de 1938, dirigida al Presidente de la
República Germán Busch, expresó: Acaba de dictarse una ley estableciendo medidas de
represión contra la prensa. Esta disposición no concuerda con los principios fundamentales
del derecho político, cual es la libertad de pensamiento que es consagrada y adoptada
universalmente”394. De igual manera, el ministro de Trabajo, Enrique Berrios, dimitió a su
cargo395.

En relación a la crisis de gabinete, el primer mandatario no aceptó la renuncia de las dos


autoridades. El Diario apoyó esa decisión:

En relación a la promulgación de la Ley de restricción de Prensa, el


Presidente de la República Germán Busch declaró que esta normativa
tendrá carácter transitorio hasta la revisión de la Ley de Imprenta (…)

393 Véase “Fue aprobada en grande y detalle la Ley Mordaza para la prensa nacional” en periódico El Diario. La Paz,
julio 13 de 1938, p.7.
394Véase “Renunció el ministro de Hacienda Don Alberto Palacios” en periódico El Diario. La Paz, julio 14 de 1938,
p.6.
395 Véase “Tampoco h sido aceptada la renuncia del ministro de Trabajo, Dr. Berrios” en periódico El Diario. La Paz,
julio 18 de 1938, p.7.

414
Nuevamente es del caso confesar que la cordura del primer mandatario
ha podido más que el error, y que junto con la actuación del ministro de
Hacienda, se ha enderezado en verdad algo que de continuar, hubiese
sido de consecuencias desagradables396”.

Con el fin de garantizar la libertad de prensa, El Diario propuso una reforma a la


Constitución. Ese artículo se aprobó en la Convención con la diferencia de un voto y
expresó de manera textual:

Art. 10.- Los funcionarios públicos que dictaren medidas de


persecución, confinamiento o destierro de ciudadanos y los hicieren
ejecutar, así como que clausurasen imprentas y otros medios de
expresión del pensamiento libre, estarán sujetos al pago de una
indemnización civil de daños y perjuicios, siempre que se comprobare
dentro de juicio, que tales medidas o hechos se adoptaron sin motivo
justificado y en contravención a la leyes constitucionales que garantizan
los derechos ciudadanos397.

En la última etapa de los gobiernos militares con tendencia nacionalista, el Presidente


Busch proclamó un gobierno “enérgico y disciplinario”. El Diario, expresó al respecto que
“un gobierno que afronta con serenidad el porvenir, como el actual, no puede temer a la
prensa y creemos que más bien le interesa su colaboración amplia”398.

CONTRA-DISCURSO:

El Diario:

1) Estuvo en desacuerdo con el discurso en el que se planteó fijar medidas en contra de


los periódicos que criticaron las labores de los convencionales.

396 Véase “Las declaraciones del Presidente de la República” en periódico El Diario. La Paz, julio 15 de 1938, p.6.
397 Véase “Garantías constitucionales” en periódico El Diario. La Paz, julio 24 de 1938, p.6.
398 Véase “La misión de la prensa no puede ser entrabada” en periódico El Diario. La Paz, mayo 31 de 1939, p.6.

415
2) Se opuso al discurso de los convencionales que permitieron la promulgación de la “Ley
Mordaza” a los medios de prensa de “extrema derecha”.

La Calle:

1) Estuvo en desacuerdo con el discurso de los periódicos liberales con el que se pretendió
deslegitimar la labor de los convencionales.

ACTORES O SUJETOS DE ACCIÓN POSITIVOS: El Diario identificó como actores


o sujetos de acción positivos a los medios de prensa liberales (denominados de extrema
derecha) y marcó como actores positivos a los convencionales: Roberto Jordán Cuéllar,
García Agreda, José Antezana, Eduardo Fajardo, Ángel Mendizábal y Chávez Suárez,
también, al ministro de Hacienda, Alberto Palacios, y al ministro de Trabajo, Enrique
Berríos.

La Calle identificó como actores positivos al gobierno y a los miembros de la Convención


Nacional pertenecientes a los cuadros “socialistas”.

ACTORES O SUJETOS DE ACCIÓN NEGATIVOS: El Diario identificó como


actores o sujetos de acción negativos a, a los convencionales: Félix Eguino Zabala, Odé
Romero, Nazario Pardo Valle, Agustín Landívar Zambrana, José Daniel Antelo, Waldo
Álvarez y Augusto Guzmán.

La Calle identificó como actores o sujetos de acción negativos a los medios de prensa de
las corrientes liberales y la cuadrilla del Partido Republicano Genuino compuesta por: José
Daniel Antelo, Carlos Ardiles, Alejandro Vera Álvarez, Rodolfo Zuazo Soria, entre otros.

PRO-DESTINATARIOS:

a) INSTITUCIONALES:

El Diario: la prensa de las corrientes liberales (denominados de extrema derecha).

416
La Calle: el gobierno.

b) INDIVIDUALIZADOS:

El Diario: el ministro de Hacienda, Alberto Palacios, el ministro de Trabajo, Enrique


Berríos, y los convencionales: Roberto Jordán Cuéllar, García Agreda, José Antezana,
Eduardo Fajardo, Ángel Mendizábal y Chávez Suárez.

La Calle: los convencionales: Félix Eguino Zabala, Odé Romero, Nazario Pardo valle,
Agustín Landívar Zambrana, José Daniel Antelo y Augusto Guzmán.

c) INDETERMINADOS:

El Diario: los periódicos liberales.

La Calle: no se identificó pro-destinatarios indeterminados.

CONTRA-DESTINATARIOS:

a) INSTITUCIONALES:

El Diario: el gobierno, la Oficina de Prensa de la Presidencia, el “Departamento Nacional


Socialista de Propaganda y Publicaciones del Estado” y la Fiscalía de Distrito de La Paz.

La Calle: el Partido Republicano Genuino.

b) INDIVIDUALIZADOS:

El Diario: los convencionales: Félix Eguino Zabala, Odé Romero, Nazario Pardo valle,
Agustín Landívar Zambrana, José Daniel Antelo, Félix Eguino Zaballa y Augusto Guzmán.

La Calle: miembros del Partido Republicano Genuino, entre ellos a José Daniel Antelo,
Carlos Ardiles, Alejandro Vera Álvarez, Rodolfo Zuazo Soria y otros.

c) INDETERMINADOS:

417
El Diario: no se identificó contra-destinatarios indeterminados.

La Calle: los periódicos liberales.

PARA-DESTINATARIOS:

a) INSTITUCIONALES:

El Diario: el gobierno y la Convención Nacional.

La Calle: el gobierno y la Convención Nacional.

b) INDIVIDUALIZADOS:

El Diario: no se identificó para-destinatarios individualizados.

La Calle: no se identificó para-destinatarios individualizados.

c) INDETERMINADOS:

El Diario: los miembros de la Convención Nacional y la población en general.

La Calle: la población en general.

418
6. CONCLUSIONES

419
6.1. DEL MINISTERIO DE TRABAJO AL CÓDIGO LABORAL

La etapa fundacional del Ministerio de Trabajo (1936) y la elaboración y aprobación del


Código Laboral (1939) se desarrollaron en un momento de crisis. A escala mundial, se
suscitaron en el interludio de la Primera (1914-1919) y la Segunda Guerra Mundial (1939-
1945). Esos acontecimientos nacionales, además, coincidieron con la agudización de otros
conflictos económicos, político-ideológicos y sociales como la guerra civil española (1936-
1939), la invasión italiana a Etiopía (1935-1936) y el conflicto entre Japón y China (1937-
1945).

Los sucesos que marcaron a fuego el periodo fundacional de la Cartera de Trabajo y el


proceso de aprobación del Código Busch fueron la Revolución Rusa (1917) y la Revolución
Mexicana (1917). Esos eventos contribuyeron, de manera fundamental, en la reivindicación
e implementación de normas sociales a favor de los trabajadores de América Latina y, por
ende, Bolivia.

Asimismo, la crisis en la bolsa de Nueva York (1929), que generó en Bolivia una
inestabilidad generalizada, impulsó el debilitamiento del liberalismo y la irrupción del
nacionalismo militar.

Por otro lado, en América del Sur, la gigantesca huelga de los constructores argentinos en
busca de mejores condiciones laborales (1935-1936) y el movimiento civil-militar del
“Febrerismo”, que impulsó un gobierno nacionalista en Paraguay (1936), acompañaron los
hechos que se iban a suscitar en el país.

Fue en ese contexto que, después de la derrota en el Chaco (1932-1935) y bajo los gobiernos
de David Toro (1936-1937) y Germán Busch (1937-1939), se dieron las condiciones
históricas para la creación del Ministerio de Trabajo y la promulgación del Código Laboral.
En ese sentido, siete fueron los principales acontecimientos que contextualizaron esos dos
sucesos: el levantamiento de mayo de 1936, el trabajo obligatorio, la sindicalización
obligatoria, la nacionalización de la Standard Oil Company, la promulgación de la primera

420
Constitución Social en Bolivia, el decreto de entrega del 100 por ciento de divisas al Banco
Central y la censura de los órganos de prensa en la posguerra del Chaco.

Además de esos siete hechos, las necesidades históricas que coadyuvaron en la creación
concreta del Ministerio de Trabajo se pueden resumir en por lo menos tres procesos: 1) la
creación de ministerios y/o instituciones encargadas de regular las relaciones entre el
capital y el trabajo en Latinoamérica (en 1907, la creación del Ministerio de Industria,
Trabajo e Instrucción Pública en Uruguay; en 1928, la fundación de la Secretaria de Trabajo
y Previsión Social en Costa Rica, y, en 1936, la creación del Departamento del Trabajo en
Paraguay); 2) la progresiva promulgación, en cerca de una centuria, de aisladas y
desordenadas normativas laborales en el país, y 3) el proyecto de la creación del Ministerio
de Trabajo y Bienestar Social de los partidos coaligados (PRS y PS), firmado el 4 de febrero
de 1936.

A su vez, la aprobación específica del primer cuerpo normativo laboral en el país, definido
como producto histórico, tuvo por lo menos dos antecedentes: 1) la aprobación de
legislaciones laborales progresistas en Latinoamérica (en México en 1929 y en Venezuela
en 1936) y 2) el embrión del proyecto del Código Laboral que se gestó en el Plan de Acción
Socialista firmado por los partidos coaligados (PRS y PS), en febrero de 1936.

El decreto-ley General del Trabajo fue, además, resultado de dos convenciones de Jefes del
Trabajo llevadas a cabo en 1936 y 1939. En contraposición a los postulados de un gobierno
que se conoció bajo el rótulo de “socialista”, el Código Laboral persiguió un espíritu
nacionalista y liberal, pues con esa normativa se reguló de forma “armónica” las relaciones
entre el capital y el trabajo.

En síntesis, la creación del Ministerio de Trabajo que dio lugar a la promulgación del
Código Laboral se estableció a raíz de una multifacética y compleja necesidad histórica:
una suma de acontecimientos, una red de contradicciones y tensiones económicas, político-
ideológicas y sociales –externas e internas− que permitieron la instauración legal de

421
instancias laborales a escala regional y nacional y la posterior aprobación de códigos y/o
leyes que regularon la relación entre el capital y el trabajo.

6.2. RELACIONES PERIODÍSTICAS: LA NACIÓN VERSUS LA ANTI-NACIÓN

Los periódicos en la posguerra del Chaco utilizaron las palabras como armas para
desarrollar sus estrategias discursivas que perseguían determinados intereses. En tal
sentido, los medios escritos funcionaron como trincheras de lucha que impulsaron la
radicalización de climas de polarización político-ideológica.

De ese modo, las relaciones sociales de producción y reproducción de discursos


periodísticos de El Diario, La Calle y La República se alinearon en torno a la pugna entre
dos posiciones político-ideológicas: la nacionalista (la nación) y la liberal (la anti-nación).

Como se demostró, el conflicto de saber-poder entre la nación y la anti-nación, en ese


momento de crisis nacional, fue en general antagónica. En esa coyuntura, las corrientes
comunistas fueron excluidas del escenario mediático. Ese hecho demostró una realidad: en
tiempos de polarización no existe espacio para una tercera posición.

Cabe recordar que en la presente investigación los periódicos, entre ellos El Diario, La
Calle y La República, fueron definidos como fábricas de producción y reproducción de
sentidos o significados que buscan incidir en la toma de decisiones de sus destinatarios.
Bajo esos parámetros, los órganos de prensa, en términos generales, llevan un sello político-
ideológico que está relacionado con una determinada coyuntura que, a la par, impregna la
posición y la acción de los trabajadores de la prensa (periodistas, gráficos, administrativos
y otros).

En ese entendido, El Diario se alineó en la corriente liberal de la época. Por otra parte, La
Calle y La República –enarbolando el nacionalismo, pero con sus respectivas diferencias–
se posesionaron en la línea de la defensa de la nación.

422
Ambos modos de concebir y hacer periodismo, a su turno, produjeron y reprodujeron una
batalla discursiva informativa/opinativa/interpretativa con el fin de intervenir en
determinado sentido en la forma de interpretar la realidad de los pro, contra y para-
destinatarios.

6.3. EL DESARROLLO DE LA POLARIZACIÓN PERIODÍSTICA

El presente trabajo, sólo con fines de estudio, agrupó los acontecimientos abordados en dos
ejes temáticos que guiaron la investigación histórico-comunicacional: 1) la creación del
Ministerio de Trabajo y 2) la promulgación del primer Código Laboral en Bolivia. Los dos
sucesos fueron la columna vertebral de una red de sub-ejes temáticos que se desarrollaron
en la etapa de la posguerra del Chaco, de los cuales, por su importancia, relación y cualidad,
se seleccionaron siete: 1) el levantamiento de mayo de 1936, 2) el trabajo obligatorio, 3) la
sindicalización obligatoria, 4) la nacionalización de la Standard Oil Company, 5) la
promulgación de la primera Constitución Social en Bolivia, 6) el decreto de entrega del 100
por ciento de divisas al Banco Central y 7) la censura y la realidad de los órganos de prensa
en la posguerra del Chaco.

Así, para comprender el desarrollo de la polarización discursivo-periodística de los dos ejes


citados y sus siete sub-ejes se localizaron 106 discursos periodísticos
informativos/opinativos/interpretativos en los periódicos El Diario, La Calle y La
República.

Son en estos contenidos periodísticos donde se anidó la polarización.

El levantamiento de mayo de 1936

En torno a ese sub-eje temático se desarrolló un particular proceso de polarización. En un


primer momento, el choque político-ideológico fue entre el periódico El Diario, emblema
del Partido Liberal, y los matutinos partidistas La Calle y La República.

423
El Diario deslegitimó la huelga de mayo de 1936. Por ello, apoyó el discurso del
expresidente José Luis Tejada Sorzano, quién reveló tener informaciones en sentido de que
en ese movimiento huelguístico “parecía correr dinero comunista, que se había comprobado
la propaganda soviética y de que dos agentes se hallaban detenidos en la cárcel local”.

Frente a esa posición, La Calle reveló que el Presidente Tejada Sorzano pretendió
encuartelar a los movilizados “sin importar que se ponía en peligro internacionalmente al
país, pues el llamamiento a cuarteles, habría hecho que Paraguay sospechara, con razón o
sin ella, un peligro de guerra”.

En la misma línea, La República revindicó la alianza entre los partidos socialistas –PRS y
PS– y respaldó el cambio del régimen liberal por el “Estado socialista” con el fin de
regularizar la marcha institucional del país.

No obstante, la polarización no se escapó de su avance dialéctico, que la sustenta


esencialmente: la contradicción principal siempre estuvo relacionada con otras
contradicciones secundarias. En ese marco, en un segundo momento, la polarización entre
La Calle y La República fue evidente.

La República, a menos de un mes de la insurrección de mayo de 1936, denunció que la


“revolución socialista” estaba siendo deformada por intereses “partidistas y sectarios”
(aludiendo al PS y a la Junta Mixta de Gobierno).

Con la ruptura de la alianza entre el PRS, el PS y la Junta Militar, los discursos de las dos
fuerzas socialistas se polarizaron. Al respecto, La Calle denunció que el PRS, por medio
de su periódico La República, habría realizado “una solapada campaña de intrigas
sembradas entre los propios adherentes del socialismo”.

La enemistad fue indiscutible, cuando en La República se publicó el Pacto de “los Partidos


coaligados PRS y el PS”. Ese documento, por su carácter “reservado”, no debía ser
divulgado, a no ser que las partes que firmaron dicho pacto, el PRS y el PS, así lo acordaran.

424
En relación al rompimiento del Gobierno y los Partidos coaligados –PRS y PS–, El Diario
respaldó las afirmaciones del coronel Toro, quién planteó “gobernar con el Ejército sin la
colaboración de ningún partido, sino con los personajes más capacitados”.

De igual manera, los actores y los discursos periodísticos de El Diario, La Calle y La


República se polarizaron en relación a su situación social deseada. El Diario aspiraba a que
el país sea gobernado por las corrientes liberales, mientras que La Calle y La República
anhelaban la profundización de la “revolución socialista”.

El nacimiento del Ministerio de Trabajo y Previsión Social

En relación a ese sub-eje temático, en una primera instancia, La Calle y La República


protagonizaron una batalla periodístico-discursiva. El debate político-ideológico de ambos
periódicos giró en torno a la gestión administrativa y política que se realizaba en el
Ministerio de Trabajo y Previsión Social.

De ese modo, a un mes de la gestión del ministro de Trabajo, Waldo Álvarez, en La


República se cuestionó el trabajo político-administrativo que se desarrollaba en dicha
institución. “Nada de lo que hasta hoy tiene realizado nos permite entrever que en el arduo
plan de labores que entraña su cometido, haya propiamente una finalidad de medular
envergadura”, dijo. Ese órgano de prensa, además, afirmó que el ministro de Trabajo era
partidario de la ideología “comunista”.

Al respecto, La Calle defendió la “labor activa y eficaz” que se desarrollaba en la Cartera


de Trabajo. “El diario republicano-socialista, siguiendo inspiraciones de su comando, viene
empeñado en estos últimos días, en una tarea de desprestigio para el único sector que, por
su origen, puede garantizar el socialismo en el gobierno actual. Convenimos desde luego,
en que es el Ministerio de Trabajo y Previsión Social, más que a ningún otro que
corresponde cumplir, con mayor obligatoriedad, la misión de imprimir orientaciones
básicas al movimiento revolucionario”, aclaró.

425
Como se explicó en el capítulo 4, otro suceso que generó pugnas discursivo-periodísticas
fue la designación y ratificación del ministro de Trabajo, Waldo Álvarez.

En ese marco, el Congreso obrero fue el suceso que generó debate, puesto que esa instancia
debió ser la encargada de elegir o ratificar al próximo ministro obrero. En esa perspectiva,
la polarización discursiva se desarrolló entre El Diario y La Calle.

En relación a ese hecho, El Diario afirmó que el Congreso obrero no generó expectativa en
los trabajadores y que, en su lugar, más bien permitió que surjan pugnas internas en la
organización obrera. “Anunciada como se halla la renuncia del ministro de Trabajo, a raíz
del temario de deliberaciones que comprende inclusive la promoción de dicho funcionario
y la creación de un cuerpo consultivo permanente, la discrepancia de criterio es cada vez
más aguda, no pudiendo asegurarse aún si la referida renuncia limpiará de escollos el
camino (…) Parece que esa cuestión será la más abultada y la que coloque en pugna a las
delegaciones del interior de la República, ya que varias de ellas tienen candidatos propios”,
sostuvo.

A contrapelo de ese discurso, La Calle expresó que el Congreso obrero fue el resultado de
un “concepto político y de una visión revolucionaria definida”. En ese sentido, destacó las
palabras del primer mandatario: “Veo, manifestó el coronel Toro, las justas expectativas
del proletariado nacional y felicito a las clases trabajadoras organizadas en el Congreso,
seguro del camino más rectilíneo y positivo para la solución de sus problemas consisten en
la organización seria y serena de sus efectivos”.

Al culminar el Congreso obrero, El Diario explicó de forma peyorativa que ese evento tuvo
que clausurarse debido a que se exacerbaron las pugnas internas y que se generó un
“desbande en delegaciones de La Paz y del interior del país”.

Luego, El Diario defendió la necesidad de que el Presidente de la Junta Militar designe al


siguiente titular del Trabajo, puesto que “los trabajadores no tienen instrucción ni cultura”
para cumplir esa tarea. Frente a eso, La Calle respaldó el Congreso obrero, y defendió la

426
necesidad de que el ministro de Trabajo “sea elegido por los trabajadores”, conforme a lo
definido en la “revolución socialista” de mayo de 1936.

Al final, El Diario y La Calle respaldaron la designación de Javier Paz Campero, como


próximo titular de Trabajo.

El trabajo obligatorio

En relación al cumplimiento del decreto del trabajo obligatorio, la polarización socio-


discursiva se desarrolló entre El Diario versus La República y La Calle.

En ese marco, El Diario aplaudió la promulgación del decreto de trabajo obligatorio, puesto
que en las minas y en otros centros laborales se precisaba de trabajadores. Asimismo, ese
medio escrito felicitó a las autoridades de gobierno por los resultados del reclutamiento de
desocupados en la población de Potosí.

Por su parte, La República criticó la decisión del ministro de Trabajo, Waldo Álvarez, de
dictar un decreto del trabajo obligatorio antes de organizar y regular el trabajo: “La
obligatoriedad del trabajo en un país, en que no está organizado el trabajador, en que el
trabajo –valga la repetición– es una fuente de explotación y de enriquecimiento de los
menos, en que el empleo del brazo y la inteligencia productoras no benefician sino a una
pequeña parte, resultará un privilegio más, para los explotadores del brazo del obrero y los
grandes capitalistas que en última instancia serán los únicos beneficiados con la medida”.

En esa misma línea, La Calle resaltó la necesidad de que la Junta Militar regule los salarios
y condiciones de trabajo de los reclutados desocupados, con el fin de evitar el
“aprovechamiento de las empresas mineras”.

En el fondo, lo que estuvo en lucha fueron los intereses económicos frente a la defensa de
los derechos de los trabajadores. En los siguientes puntos, esta realidad fue más evidente.

La sindicalización obligatoria

427
A partir del 21 de junio de 1936, la polarización discursiva sólo se desarrolló entre El Diario
y La Calle, puesto que La República dejo de funcionar en esa fecha.

Bajo esa nueva realidad mediática, el debate que se desencadenó entre El Diario y La Calle
fue por la promulgación del decreto de sindicalización obligatoria. Por un lado, El Diario
defendió la siguiente situación social: mantener en vigencia las “condiciones primitivas”
de la organización sindical en el país. Por otro lado, La Calle apoyó la promulgación del
decreto de sindicalización obligatoria, elaborado bajo los postulados del nacionalismo
militar y asentado sobre normas claras, concretas y explícitas.

En esa batalla mediática, El Diario especificó que la sindicalización Obligatoria era una
medida extraña y poco aplicable: “Se trata de una medida exótica que ha nacido de la
iniciativa de uno o dos personajes que tratan de establecer sistemas exóticos cuya necesidad
se ignora”. En contraste, La Calle argumentó que esa medida sólo buscó impulsar la
función social de los trabajadores: “El sindicalismo que persigue el gobierno es mesurado
y no implica exageraciones (…) No hay bolcheviquismo en esta tarea. No se trata tampoco
de imbuir abstrusos sistemas de conceptos en la mentalidad popular”.

Al final, El Diario decidió alinearse. Hechas las aclaraciones, respaldó la política de


sindicalización obligatoria, a medias, bajo el concepto claro de evitar la dictadura de los
trabajadores: “El decreto-ley sobre sindicalización, merecerá nuestro apoyo, pero siempre
que no se pretenda imponer la dictadura de Confederaciones de matiz marxista, exclusivas
de sindicatos libres”. Más claro… agua.

La nacionalización de la Standard Oil

En relación a la nacionalización de la Standard Oil, la polarización discursiva tomó otros


matices, pues El Diario decidió replegarse y mantener un perfil bajo. Su opinión sobre la
nacionalización de los bienes de la empresa Standard Oil Company cuasi despareció.

La nacionalización se había convertido, después de la guerra, en una necesidad arraigada


en la mente de la población. En ese sentido, el decano de la prensa nacional solamente

428
publicó la transcripción de la Resolución Suprema del 13 de marzo de 1937, normativa con
la que se resolvió confiscar los bienes de la Standard Oil.

Frente al silencio de El Diario, salió a flote la militancia de La Calle. Ese matutino respaldó
en sus páginas el proceso de confiscación de bienes a la Standard Oil Company. Subrayó
el hecho de que la multinacional infringió el cumplimiento de los contratos, exportó
clandestinamente petróleo boliviano y apoyó en la guerra del Chaco al enemigo paraguayo.
“Esta empresa asumió una actitud denigrante contra Bolivia durante el estado de guerra con
el Paraguay”, subrayó.

A su vez, apoyó con su militancia la promulgación de la Resolución Suprema del 13 de


marzo de 1937 y el decreto de 3 de abril de 1937, que determinaron que todos los bienes
de la Standard Oil Co. pasen a ser administrados por Yacimientos Petrolíferos Fiscales
Bolivianos.

Destaco y aplaudió, de igual manera, la radicalidad de varios sectores de la población


boliviana que tomaron masivamente las calles en defensa de la política de nacionalización
de los bienes de la Standard Oil aprobada por la Junta Militar.

La promulgación de la primera Constitución Social en Bolivia

La polarización discursivo-periodística de El Diario y La Calle, alrededor de la


promulgación de la primera Constitución Social en Bolivia tuvo dos etapas:

En un primer momento, El Diario y La Calle estuvieron en desacuerdo con la promulgación


de la Constitución Política del Estado elaborada en la Asamblea Constituyente. La pugna
sobre esa temática adquirió diversos contrastes, puesto que El Diario planteó mantener la
vigencia de la Constitución liberal de 1880. A su turno, La Calle sugirió la promulgación
de un Estatuto Social por un tiempo limitado de cuatro o cinco años, en lugar de la
promulgación de una nueva Constitución pro-gubernamental.

429
En un segundo momento, la polarización entre esos dos medios de prensa se desarrolló
mediante una batalla de discursos periodísticos que legitimó y deslegitimó la tarea de la
“comisión revisora de la Constitución Política del Estado” y la Asamblea Constituyente.

En efecto, en todos los discursos periodísticos informativos/opinativos/interpretativos que


El Diario visibilizó, se resaltó el “hermetismo” de la comisión para dar información sobre
la elaboración de la Constitución Política del Estado. “Hemos venido informando sobre el
curso de los debates de la comisión, aunque sin incurrir en el detalle, puesto que sobre el
particular se guarda la más absoluta reserva”, afirmó.

Frente al “hermetismo” que denunció El Diario, el Presidente de la comisión revisora,


Pablo Guillén, informó en las páginas de La Calle, sobre el trabajo que se desarrolló al
interior de la comisión.

Pese a todo, El Diario continuó el debate. Ese medio insistió que por moral y respeto al
país los convencionales debían renunciar a sus cargos y disolver la comisión. Asimismo,
aconsejó a la Junta Militar poner en vigencia la Constitución de 1880: “En consecuencia,
por decoro y por respeto a sus propias doctrinas, como hombres de derecho, los
componentes de la ya célebre comisión constitucionalista, deberían disolverse en homenaje
a los dictados de la Carta Magna; aconsejando si acaso al supremo gobierno que nos rige,
ponerla en vigencia y normalizar la vida política de la nación”.

En oposición a lo mencionado, La Calle se opuso a mantener en vigencia la Constitución


Política del Estado de 1880: “la Constitución de 1880 no ha tenido otro resultado que el de
haber engendrado un Estado oligárquico, en el cual unos cuantos hombres se alternan en el
Gobierno, formando el grupo de los poderosos (…) Una Constitución Política de Estado
debe penetrar a la realidad nacional, legislando con estudio y convicción de suerte que el
nuevo código resista al tiempo y a los acontecimientos que sobrevengan”.

Pese a toda la tormenta mediática que se gestó en torno a la promulgación de la nueva


Constitución con “contenido social”, la misma se aprobó el 30 de octubre de 1938.

430
Al respecto, El Diario afirmó “que la nueva Constitución es la expresión de un absurdo
criterio político sectario”. Ante eso, La Calle desaprobó el discurso de los medios de prensa
de la corriente liberal, que deslegitimaron el trabajo de la Convención Nacional y que, con
tono peyorativo, resaltaron la “incapacidad y la inoperancia” de los convencionales.

La elaboración del Código del Trabajo en Bolivia

La situación social a defender de El Diario y La Calle, en relación a la elaboración del


Código del Trabajo en Bolivia, fue la misma. Ambos medios hicieron eco en la “armonía
entre el capital y el trabajo”. Ese hecho demostró que cuando no se tocan los valores e
intereses particulares, tanto de liberales como de nacionalistas, la polarización disminuye.

Pese a eso, uno de los sub-acontecimientos que, de todos modos, generó controversia fue
el desarrollo de las dos Convenciones de Jefes del Trabajo. El Diario se pronunció en contra
de la primera “Convención de Jefes del Trabajo”, pues en ella sólo participaron Jefes
Departamentales de Trabajo de La Paz y del interior del país. Por ese motivo, los
empresarios privados y la Cámara Nacional de Comercio expresaron un “profundo
desacuerdo”. El portavoz, en ese caso, fue el periódico El Diario: “Algunas empresas y
particularmente la Cámara Nacional de Comercio manifestaron ante el supremo gobierno
la improcedencia que tendría dictar el nuevo Código del Trabajo sin que se conozcan los
puntos de vista de tales instituciones, puesto que, toda medida que no responda a la realidad
del medio puede originar dificultades en la práctica”. Luego, El Diario afirmó que el
proyecto de codificación del Trabajo, elaborado en la primera Convención de Jefes del
Trabajo, fue una “copia textual del Código del Trabajo de Chile”.

En oposición a las publicaciones de El Diario, La Calle respaldó el proyecto del Código


del Trabajo, indicando que “los procedimientos legales del trabajo están siendo tratados en
forma sucinta y clara”.

Empero, la polarización no avanzó más, pues el gobierno militar permitió la participación


de los sectores patronales en la “Segunda Convención de Jefes del Trabajo”. En ese sentido,

431
el sector empresarial y minero, en las páginas de El Diario, se pronunció de forma positiva
sobre los alcances de la Segunda Convención. “La primera Convención reunida también en
La Paz, en diciembre del año 1937, no satisfizo plenamente las aspiraciones de los que
concurrieron a ella, porque no se contemplaron debidamente los intereses del capital. Ahora
con la decisión del gobierno es posible rodear a la Convención del brillo que le
correspondía”, comentó el decano de prensa nacional.

Finalmente, El Diario mostró su completo respaldo a la promulgación del nuevo Código


del Trabajo, al presentar como “primicia” el texto completo del mismo.

Además, El Diario y La Calle, en sus ediciones posteriores, presentaron en sus páginas el


sentimiento de respaldo de los trabajadores al gobierno por la promulgación del primer
Código Laboral. Lo cierto es que el Código Busch fue un ejemplo de la armonía entre el
mundo del trabajo y el capital, que se logró consensuar en un momento de crisis nacional
general.

El decreto de entrega del 100 por ciento de divisas al Banco Central

Pero la historia de la polarización no terminó ahí. La batalla discursivo-periodística (de


saber y poder) volvió raudamente al escenario de los medios de prensa. El tema que generó
nuevamente una división de posiciones político-ideológicas fue la promulgación del
decreto de entrega del 100 por ciento de divisas al Banco Central.

En ese sentido, El Diario planteó, entre líneas, como situación social deseada la derogación
del decreto de 7 de junio de 1939, que definió la entrega del 100 por ciento de divisas al
Banco Central.

Por su parte, La Calle exteriorizó como utopía social la soberanía total de la economía
como una necesidad vital del país.

El discurso periodístico de oposición sobre esa normativa, en el caso de El Diario, fue


implícito, puesto que en dos de sus publicaciones ese medio buscó no generar debate sobre

432
ese tema. Por ello, El Diario optó por otra estrategia periodístico-discursiva. Dio voz a los
sin voz. Publicó en sus páginas la reacción de la “gente de a pie”. Los pequeños mineros y
los grandes capitalistas mineros, en relación al decreto de entrega del 100 por ciento de
divisas al Banco Central, fueron presentados como hombres comunes: “Al conocerse en
público el texto del decreto que comentamos se produjo un sentimiento de sensación (…)
El hombre de la calle en general opinaba que el decreto era una medida saludable que
tendería a la expansión comercial del país (…) Los pequeños y medianos mineros
manifestaban su júbilo por la medida, ya que abre para ellos más amplios horizontes,
porque, según el decreto, el 50 por ciento de los rescates de oro del Banco Minero se
destinarán para el desarrollo de la minería secundaria (…) A su vez, una comisión de
mineros se dirigió a palacio, entre los que se destacó el Sr. Mauricio Hoschild, quién intentó
entrevistar al Presidente de la República (… ) El Presidente no pudo recibirlos”.

Inmediatamente, publicó el texto completo del decreto del 7 de junio de 1939. En el


subtítulo de la nota, El Diario resaltó la siguiente cita: “Toda resistencia pasiva al
cumplimiento del decreto será considerada como delito de alta traición a la Patria y se la
juzgará en forma sumaria”. En esa pequeña frase se expresó el motivo por el cual El Diario
prefirió mantener coartada su opinión. No obstante, publicó las intervenciones que realizó
la Asociación de Industriales Mineros.

Al otro lado de la vereda, La Calle respaldó el discurso del Presidente, Germán Busch,
quién, sin cortapisas, afirmó: “Si ha de caer mi gobierno será por la independencia
económica”. La Calle reivindicó la política económica de entrega de divisas al Estado.
“Ningún gobierno se había aventurado en este camino que el mismo Tcnl. Busch califica
como peligroso. La cobardía o el interés cerraron el paso a los imperativos de posguerra y
los gobernantes parecían pretender la prolongación de un Estado de vasallaje de Bolivia.
Hoy, son una acción y una palabra enérgicas las que despiertan a las masas para darles la
seguridad de constituir una verdadera patria”, arengó.

433
En ese sentido, La Calle informó que el pueblo boliviano, en respaldo al Presidente, realizó
un mitin de más de “100 mil personas” que vitorearon la defensa de la “soberanía
económica”. El Diario no informó nada al respecto.

La censura y realidad de los órganos de prensa en la posguerra del Chaco

La censura de prensa fue una temática abordada por los periódicos a lo largo del proceso
del nacionalismo militar (1936-1939). Empero, esa cuestión adquirió diversos matices. Los
medios de la corriente liberal, entre ellos El Diario, denunciaron que los gobiernos militares
limitaban el derecho a la libertad de prensa. En cambio, los periódicos de las corrientes
nacionalistas, entre ellos La Calle, respaldaron la censura de prensa contra los medios
escritos de las corrientes liberales (en este caso, concretamente, El Diario).

Dentro de ese contexto, El Diario realizó una suerte de campaña por la libertad de prensa.
Se presentó como el adalid de la lucha por la libertad de expresión.

Es oportuno recordar que el 23 de mayo de 1936, un día después que David Toro ingresó
como Presidente de la Junta Mixta de Gobierno, se dejó sin efecto la medida sobre la
“censura periodística”, que se impuso a causa de la guerra del Chaco.

Empero, a un mes de aprobada la medida, El Diario publicó un “circular” enviado por la


Oficina de Prensa de la Presidencia de la República. En dicho documento se prohibió el
debate público sobre Asuntos reservados en el ámbito de la economía. Con la medida, ese
periódico, entre líneas, planteó que la “censura en la prensa” había retornado.

Por otro lado, El Diario también se opuso a la creación del “Departamento Nacional de
Propaganda y Publicaciones del Estado”. Sostuvo que con la creación de dicha oficina se
pretendió “por todos los medios forjar una mentalidad socialista”: “esta disposición es
incompatible con la noción del derecho universalmente reconocido a la prensa de exponer
libremente el pensamiento colectivo, hecho que (…) vaya en beneficio de la nación en que
ella se desenvuelve. Es exótica la cláusula que obliga a los diarios a ocultar el origen de la
nueva propaganda (…) Con la creación de esta oficina, la Junta Militar haría de la prensa

434
más que una ficción, una caricatura indigna de contarse entre las instituciones de un pueblo
grande y libre como aspiramos que sea el nuestro”, aseguró.

Sin embargo, la censura de prensa fue también protagonizada, de forma violenta, por las
corrientes liberales. Un hecho que marcó la historia de La Calle fue el asalto de sus talleres
por agentes del salamanquismo: “Los asaltadores –que a favor del olvido en que se tiene a
la nefasta horda genuina salamanquista tratan de recuperar uno de los frutos de sus
incontables negociados hechos a costa del hambre y la vida de los combatientes− han
tratado de utilizar artimaña judicial, siendo así que los talleres de La Calle, por un elevado
concepto de higiene moral, deberían hace tiempo haber pasado a poder del Estado, con
cuyos dineros fueron adquiridos con manipuleos de tocuyeros”.

En ese periodo histórico, la censura de prensa, tan cuestionada por las corrientes de extrema
derecha, fue un hecho.

El Diario fue uno de los medios más afectados con la mordaza a la prensa. En junio de
1938, se estableció sancionar a El Diario con una multa de Bs.5.000, por haber sostenido
una campaña en contra de la Convención Nacional: “El convencional Zaballa pidió que se
imponga una multa de Bs.5.000 a El Diario. La razón fue porque ese periódico solicitó que
se clausure la Convención en vista de su labor infructuosa y estéril y el formidable consumo
que realiza de los recursos nacionales en discusiones pueriles”. Si bien no se aprobó el
pago de la suma mencionada, ese caso se derivó ante instancias del Ministerio Público.

En respuesta, el fiscal de turno determinó que El Diario había cometido delito de imprenta.
La respuesta de ese medio escrito fue la siguiente: “La acción aludida es el reflejo directo
de un sentimiento de enorme enojo que en algunos miembros de la Convención ha
promovido la crítica de la prensa frente a una realidad incontrastable, cual es la inocuidad
de la Convención (…) Planteada como está la acción, constituye una antítesis del concepto
legal vigente cuyo texto dice expresamente: ‘No se comete delito, cuando se manifiestan
los defectos de la Constitución o de los ACTOS LEGISLATIVOS, administrativos o

435
judiciales, con el objeto de hacer conocer sus errores o la necesidad de su reforma, siempre
que no contengan ofensas de otro género’”.

Al respecto, La Calle respaldó la decisión de la Convención Nacional y se opuso a la


campaña que El Diario realizó en contra de los convencionales: “desde hace días los
violentos artículos que El Diario publica contra la Convención Nacional provocaron cierta
reacción entre los convencionales, reacción que en la tarde de ayer se objetivó en varios
proyectos encaminados a pedir al Ejecutivo que tomase medidas para impedir que
continuase dicha campaña”.

Otro hecho que generó gran polémica mediática fue la aprobación de la denominada “Ley
Mordaza”, en 1938. La norma fue promulgada por la Convención Nacional para la “prensa
de extrema derecha”. El Diario consideró que la ley fue un atentado a la libertad de prensa.
Asimismo, varias autoridades de gobierno también se opusieron a la aplicación del precepto
legal. Es más, se produjo una crisis de gabinete: el ministro de Hacienda, Alberto Palacios,
y el ministro de Trabajo, Enrique Berrios, renunciaron a sus cargos debido a la “Ley
Mordaza”.

En ese contexto, la respuesta del primer mandatario acerca de la Ley Mordaza fue aplaudida
por los medios de corriente liberal. “En relación a la promulgación de la Ley de restricción
de Prensa, el Presidente de la República Germán Busch declaró que esta normativa tendrá
carácter transitorio hasta la revisión de la Ley de Imprenta (…) Nuevamente es del caso
confesar que la cordura del primer mandatario ha podido más que el error, y que junto con
la actuación del ministro de Hacienda, se ha enderezado en verdad algo que de continuar,
hubiese sido de consecuencias desagradables”, argumentó El Diario.

Los hechos que fueron sintetizados en los nueve acontecimientos representan la esencia de
la polarización periodístico-discursiva, que se desarrolló luego de la derrota del Chaco
(1936-1939), entre los tres periódicos estudiados.

436
6.4. LA POLARIZACIÓN SOCIO-DISCURSIVA DE LA PRENSA

Para definir la manera en que se desarrolló la polarización se utilizó el análisis socio-


discursivo, que es la unidad dialéctica de tres dispositivos de interpretación de la realidad
concreta: 1) el análisis de la coyuntura política, 2) la observación documental de la entidad
de producción y reproducción de discursos periodísticos y 3) el análisis del discurso
informativo/opinativo/interpretativo.

En ese marco, mediante esos dispositivos de análisis, se concluyó que la polarización socio-
discursiva que se desarrolló entre los tres medios escritos, en el periodo de la posguerra
(1936-1939), fue dialéctica, progresiva, contradictoria y giró en una especie de avance y
retroceso en espiral.

Como se pudo observar, la polarización no fue una situación estática, muerta. Al contrario,
tuvo vida propia y creció de acuerdo a un determinado ritmo, tomando en cuenta el entorno
y la coyuntura. Fue más bien dinámica y productiva. Los polos sumaron restándole al
centro. De ese modo, no existió espacio para una tercera posición.

Así, en ese proceso de polarización se emplearon determinadas estrategias discursivas que


fueron utilizadas como recursos argumentativos para maximizar la efectividad de sus
contenidos con la intención de defender intereses económicos, sociales y político-
ideológicos. Empero, esos dispositivos periodístico-discursivos no funcionaron de modo
mecánico. Más bien variaron de acuerdo a la posición de quienes los construyeron (desde
el poder o el contrapoder) y la relación que mantuvieron con la zigzagueante coyuntura
política establecida.

Como se desarrolló en el parágrafo 2.5, en los medios de prensa, en general, los procesos
de polarización se despliegan de forma dialéctica, secuencial y construyendo o de-
construyendo dinámicas cadenas de acontecimientos. Al final, esa fragmentación,
inevitablemente, se cristaliza en una pugna discursiva que, gráficamente, asciende y
desciende en una especie de desarrollo en espiral. Y los periódicos, vistos como activas

437
fábricas de discursos informativos/opinativos/interpretativos, cumplen un rol fundamental
en esta acción polarizadora.

De ese modo, la polarización desarrolla un sistema bicéfalo. Sus adelantos posicionales son
lentos y contradictorios, pero luego se aceleran y se hacen antagónicos. Los mecanismos
polarizadores son el resultado de la lucha entre el poder y el contrapoder. Responden a
avances y retrocesos permanentes, donde confrontan, incluyen y excluyen actores, para
nuevamente proceder a avanzar. He ahí el desarrollo de la polarización.

438
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PUBLICACIONES DE PERIÓDICOS

PUBLICACIONES DEL PERIÓDICO EL DIARIO


“Organizados en Sindicato los empleados Judiciales anuncian una Nueva Huelga”, en
periódico El Diario. La Paz, mayo 1 de 1936, p.6.
“Últimas informaciones del expresidente Tejada Sorzano” en periódico El Diario. La Paz,
mayo 21 de 1936, p.4.
“Frente a los hechos” en periódico El Diario. La Paz, mayo 21 de 1936, p.4.
“El Ejército no impondrá ningún caudillo ni dictadura militar” en periódico El Diario. La
Paz, mayo 21 de 1936, p.8.
“La Revolución no entronizará caudillos civiles ni militares – dijo el Coronel Toro” en
periódico El Diario. La Paz, mayo 22 de 1936, p.1.
“Revolución no entronizará caudillos civiles ni militares −dijo el Coronel Toro” en
periódico El Diario. La Paz, mayo 22 de 1936, p.12.
“Debe ir una mujer al Ministerio de Trabajo” en periódico El Diario. La Paz, 24 de mayo
de 1936.
“La Junta Mixta aprobó un Programa de Acción” en periódico El Diario. La Paz, mayo 26
de 1936, p.4.
“Declaraciones del ministro Álvarez” en periódico El Diario. La Paz, mayo 26 de 1936,
p.6.
“Pliego de Peticiones” en La República. La Paz, junio 11 de 1936, p. 6.
“Se necesita dieciocho mil obreros para resolver el álgido problema del estaño” en
periódico El Diario. La Paz, junio 19 de 1936, p.12.
“La imprenta de un Diario fue asaltada y empastelada por unos desconocidos” en periódico
El Diario. La Paz, junio 20 de 1936, p.2.
“La preferencia a excombatientes” en periódico El Diario. La Paz, junio 21 de 1936, p.6.

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“Anoche a las 21 el Ejército asumió el gobierno nacional” en periódico El Diario. La Paz,
junio 21 de 1936, p.12
“El Presidente de la Junta Militar hizo importantes declaraciones” en periódico El Diario.
La Paz, junio 22 de 1936, p.5.
“Prohíbase el Debate Público sobre asuntos Económicos” en periódico El Diario. La Paz,
junio 28 de 1936, p.6.
“Fundose la Asociación Nacional de las Organizaciones Sindicales” en periódico El Diario.
La Paz, julio 5 de 1936, p.6.
“Los maestros solicitan la igualdad de haberes: El Sindicato de Educación Física se dirigió
al Presidente de la Junta Militar de Gobierno en tal sentido” en periódico El Diario. La Paz,
julio 5 de 1936, p.11.
“La Dirección del Trabajo levantará un padrón general de los obreros de Bolivia” en
periódico El Diario. La Paz, julio 7 de 1936, p.12.
“Hoy se reunirá la asamblea de organizaciones sindicales” en periódico El Diario. La Paz,
julio 11 de 1936, p.4.
“Mañana a las 20 se reúne la asamblea de sindicatos” en periódico El Diario. La Paz, julio
15 de 1936, p.5.
“Se inició el Debate Ministerial sobre la sindicalización obligatoria” en periódico El Diario.
La Paz, julio 21 de 1936. p.4.
“El peligro inminente de la sindicalización obligatoria” en periódico El Diario. La Paz,
julio 22 de 1936, p.4.
“Declaraciones del ministro de Trabajo” en periódico El Diario. La Paz, julio 26 de 1936,
p.4.
“El Presidente de la Junta de Gobierno hace declaraciones sobre el Sindicalismo” en
periódico El Diario. La Paz, julio 28 de 1936, p.5.
“No se requiere de carnet para trabajo obligatorio” en periódico El Diario. La Paz, julio 29
de 1936, p.5.

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“Cuarta Asamblea de la Organización Sindical: El Médico chileno doctor Arturo Tello
dictó una brillante conferencia sobre temas sociales y sanitarios de actualidad” en periódico
El Diario. La Paz, agosto 1 de 1936, p.2.
“El trabajo obligatorio y el Colegio de Abogados” en periódico El Diario. La Paz, agosto
2 de 1936, p.6.
“Sindicalización obligatoria” en periódico El Diario. La Paz, agosto 10 de 1936, p. 3.
“Desde hoy se efectuará la batida de los desocupados” en periódico El Diario. La Paz,
septiembre 3 de 1936, p.5.
“Hacia el cumplimiento del trabajo obligatorio” en periódico El Diario. La Paz, septiembre
3 de 1936, p.8.
“Un comité estudiará la reforma constitucional” en periódico El Diario. La Paz, septiembre
18 de 1936, p.4.
“La prensa y el Estado” en periódico El Diario. La Paz, septiembre 22 de 1936, p.6.
“El reclutamiento de desocupados” en periódico El Diario. La Paz, octubre 7 de 1936, p.2.
“Prosiguen los trabajos de la comisión Constitucional” en periódico El Diario. La Paz,
octubre 23 de 1936, p.6.
“Reunióse ayer la comisión que estudia la reforma de la Carta Constitucional” en periódico
El Diario. La Paz, octubre 29 de 1936, p.5.
“Crisis del periodismo del interior” en periódico El Diario. La Paz, noviembre de 1936,
p.3.
“Nuestras posiciones frente al proletariado” en periódico El Diario. La Paz, noviembre 3
de 1936, p.7.
“Ayer sesionó la comisión Constitucional” en periódico El Diario. La Paz, noviembre 12
de 1936, p.6.
“Ha sido redactado el temario de la Conferencia General de Trabajadores” en periódico El
Diario. La Paz, noviembre 24 de 1936, p.5.
“El Congreso obrero” en periódico El Diario. La Paz, noviembre 29 de 1936, p.6.
“Se produjo la crisis de gabinete” en periódico El Diario. La Paz, noviembre de 29 de 1936,
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“Hoy se inaugurará el Congreso de Trabajadores” en periódico El Diario. La Paz,
noviembre 29 de 1936, p.7.
“Los Jefes del Departamento Nacional del Trabajo se reunirán el 15 próximo” en periódico
El Diario. La Paz, diciembre 3 de 1936, p.7.
“La cultura como primer paso para los progresos sociales”, en periódico El Diario. La Paz,
diciembre 4 de 1936, p.4.
“Se ha clausurado el primer Congreso Sindical de Trabajadores en Bolivia” en periódico
El Diario. La Paz, diciembre 8 de 1936, p.5.
“Disolviose la reunión Sindical de Obreros” en periódico El Diario. La Paz, diciembre 9
de 1936, p.6.
“El Estado creó una entidad llamada Yacimientos Petrolíferos Fiscales” en periódico El
Diario. La Paz, diciembre 25 de 1936.
“La comisión de Constitución revisará todos los códigos vigentes del país” en periódico El
Diario. La Paz, enero 10 de 1937, p.7.
“El Presidente de la Junta pronunció ayer un trascendental discurso al completar su
gabinete” en periódico El Diario, La Paz, enero 19 de 1937, p.6.
“Palabras del ministro de Trabajo y Previsión: No son elementos antagónicos los factores
de la producción” en periódico El Diario. La Paz, enero 20 de 1937, p.6.
“La nueva constitución armoniza las relaciones del capital y el trabajo” en periódico El
Diario. La Paz, enero 28 de 1937, p.4.
“Publicidad de la nueva Constitución Política” en periódico El Diario. La Paz, febrero 5 de
1937, p.6.
“El Código del Trabajo y su próxima elaboración” en periódico El Diario. La Paz, febrero
8 de 1937, p.4.
“En el curso de esta quincena se intensificará las labores de la comisión Constitucional” en
periódico El Diario. La Paz, febrero 15 de 1937, p.4.
“Esta semana terminará el estudio de las secciones de la futura Constitución” en periódico
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“Presentase oficialmente el Proyecto de Código” en periódico El Diario. La Paz, abril 15
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“Una comisión del Ministerio de Trabajo viajará en breve al Noroeste del país” en periódico
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“Se estudia un decreto-ley para reconocer gastos de entierro a empleados públicos” en
periódico El Diario. La Paz, agosto 25 de 1937, p.5.
“Finanzas de posguerra: El trabajo obligatorio” en periódico El Diario. La Paz, octubre 21
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“En enero se redactará el Código del Trabajo” en periódico El Diario. La Paz, noviembre
10 de 1938, p.7.
“Se convocará a reuniones para considerar el Proyecto del Código Nacional del Trabajo”
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“El convencional Zaballa pidió que se imponga una multa de Bs.5.000 a El Diario” en
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“La Convención y su respeto a la libertad de prensa” en periódico El Diario. La Paz, junio
16 de 1938, p.5.
“Se organizará un Comité de Conciliación para los casos de conflicto de trabajo” en
periódico El Diario. La Paz, junio 16 de 1938, p.6.
“El delito de imprenta” en periódico El Diario. La Paz, junio 25 de 1938, p.6.
“Lo que 'El Diario' significa dentro del Estado Boliviano: Consecuencias de la emisión del
pensamiento libre frente a la opresión”, en periódico El Diario. La Paz, julio 13 de 1938.
p.6.
“Fue aprobada en grande y detalle la Ley Mordaza para la prensa nacional” en periódico
El Diario. La Paz, julio 13 de 1938, p.7.

461
“Fue aprobada ayer la Ley de ‘represión’ a la prensa” en periódico El Diario. La Paz, julio
14 de 1938, p.6.
“Renunció el ministro de Hacienda Don Alberto Palacios” en periódico El Diario. La Paz,
julio 14 de 1938, p.6
“Las declaraciones del Presidente de la República” en periódico El Diario. La Paz, julio 15
de 1938, p.6.
“Tampoco ha sido aceptada la renuncia del ministro de Trabajo, Dr. Berrios” en periódico
El Diario. La Paz, julio 18 de 1938, p.7.
“Garantías constitucionales” en periódico El Diario. La Paz, julio 24 de 1938, p.6.
“Viajó ayer al interior una comisión del M. del Trabajo” en periódico El Diario. La Paz,
agosto 1 de 1938, p.6.
“Se seguirá proceso a un jefe del trabajo de Uyuni” en periódico El Diario. La Paz, agosto
4 de 1938, p.6.
“Se investigará las condiciones de trabajo de los obreros bolivianos en el norte argentino”
en periódico El Diario. La Paz, septiembre 1 de 1938, p.7.
“Se ha extinguido la vida del más eminente ciudadano de Bolivia” en periódico El Diario.
La Paz, octubre 4 de 1938, p.6.
“La Paz recibió apoteósica los restos de su hijo predilecto, el expresidente José Luis Tejada
Sorzano” en periódico El Diario. La Paz, octubre 5 de 1938, p.7.
“Se estableció la censura de prensa en lo internacional” en periódico El Diario. La Paz,
octubre 22 de 1938, p.6.
“La nueva constitución no está inspirada en ninguna orientación doctrinal” en periódico El
Diario. La Paz, octubre 29 de 1938, p.6
“La Convención de Jefes del Trabajo” en periódico El Diario. La Paz, enero 16 de 1939,
p.7.
“Apostillas al Congreso del Trabajo” en periódico El Diario. La Paz, febrero 11 de 1939,
p.9.
“Bautista Saavedra, abanderado de la democracia” en periódico El Diario. La Paz, marzo 2
de 1939, p.6.

462
“Presidente Busch asumió desde ayer la dictadura” en periódico El Diario. La Paz, abril 25
de 1939, p.6.
“Código del Trabajo” en periódico El Diario. La Paz, mayo 29 de 1939, pp. 9-11.
“La misión de la prensa no puede ser entrabada” en periódico El Diario. La Paz, mayo 31
de 1939, p.6.
“El miércoles, en manifestación pública, los obreros apoyarán el Código del Trabajo” en
periódico El Diario. La Paz, junio 2 de 1939, p.6.
“Causó sensación en el país el decreto gubernativo sobre divisas y B. Minero” en periódico
El Diario. La Paz, junio 10 de 1939, p.7.
“Se concentrará en el Banco C. de Bolivia el 100 por ciento de divisas” en periódico El
Diario. La Paz, junio 10 de 1939, p.7.
“Los industriales mineros presentaron un memorial ante el Presidente de la República” en
periódico El Diario. La Paz, junio 18 de 1939, p.5.
“El Presidente de la República respondió a la Asociación de Industriales Mineros” en
periódico El Diario. La Paz, junio 23 de 1939, p.7.

PUBLICACIONES DEL PERIÓDICO EL PAÍS


“La Mordaza a la Prensa” en periódico El País. Cochabamba, septiembre 24 de 1938, p.7.
“Obreros e intelectuales defienden la causa de El País” en periódico El País. Cochabamba,
octubre 4 de 1938, p.2.
“Homenaje póstumo que rinde la Universidad a José Aguirre Gainsborg” en periódico El
País. Cochabamba, octubre 16 de 1938, p.5.
“El accidente se produjo en la Exposición Ferial” en periódico El País. Cochabamba,
octubre 25 de 1938, p.1.
“Discurso de Ricardo Anaya” en periódico El País. Cochabamba, octubre 28 de 1938, p.2.
“Ha muerto un gran luchador” en periódico El País. Cochabamba, octubre 28 de 1938, p.4.
“Homenaje a Aguirre Gainsborg” en periódico El País. Cochabamba, octubre 28 de 1938,
p.6.
“José Aguirre Gainsborg” en periódico El País. Cochabamba, octubre 30 de 1938, p.2.

463
“Bs.20.000 para el Congreso de Jefes de Trabajo” en periódico El País. Cochabamba
noviembre 25 de 1938, p.1.
“Habría modificación en el Gabinete” en periódico El País. Cochabamba, junio 7 de 1939,
p.4.
“Reducción de ministerios” en periódico El País. Cochabamba, junio 7 de 1939, p.4.
“El periodismo y la amenaza” en periódico El País. Cochabamba, agosto 24 de 1938, p.4.

PUBLICACIONES DE LA CALLE
“La Voz Socialista” en periódico La Calle. La Paz, junio 23 de 1936. p.4.
“¿Dónde está la verdadera contradicción que debe ser despejada?” en periódico La Calle.
La Paz, junio 23 de 1936, p.6.
“El Ministerio de Trabajo desarrolla labor activa y eficaz” en periódico La Calle. La Paz,
junio 23 de 1936, p.6.
“La desocupación y el trabajo obligatorio” en periódico La Calle. La Paz, junio 23 de 1936.
p.7
“Breve y verídica reseña histórica de la revolución socialista” en periódico La Calle. La
Paz, junio 24 de 1936, p.5.
“Ideales 'no intereses' motivaron la ruptura del pacto” en periódico La Calle. La Paz, junio
24 de 1936, p.5.
“Un miembro de la rosca, gestor de Republicanos” en periódico La Calle. La Paz, junio 24
de 1936, p.6.
“Comunicado: Ratificación del mandato conferido al ministro de Trabajo por las
Organizaciones obreras” en periódico La Calle. La Paz, junio 25 de 1936, p. 1.
“Airada resistencia al decreto de bonificación de Sueldos: La Casa Gunther, el enorme
pulpo de Sorata, sigue pagando Sueldos y Salarios de hambre” en periódico La Calle. La
Paz, julio 3 de 1936, p.7.
“El problema económico y el decreto de Bonificación General” en periódico La Calle. La
Paz, julio 4 de 1936, p.3.

464
“El ministro de Trabajo informó a Sindicatos y Federaciones: Inició una serie de
conferencias socialistas” en periódico La Calle. La Paz, julio 5 de 1936, p.4.
“Los Carnets de Trabajo” en periódico La Calle. La Paz, julio 6 de 1936, p.5.
“Hacia la Sindicalización” en periódico La Calle. La Paz, julio 7 de 1936, p.4.
“Sufren atropellos brutales las personas que van a recabar carnets de trabajo” en periódico
La Calle. La Paz, julio 13 de 1936, p.5.
“Estudiase el Proyecto de Sindicalización del Trabajo” en periódico La Calle. La Paz, julio
22 de 1936, p.4.
“El proyecto de sindicalización obligatoria y sus resonancias en la opinión pública” en
periódico La Calle. La Paz, julio 26 de 1936, p.7.
“La sindicalización obligatoria” en periódico La Calle. La Paz, agosto 21 de 1936, p.4.
“Efectividad del trabajo obligatorio” en periódico La Calle. La Paz, septiembre 4 de 1936,
p.4.
“La comisión constitucionalista carece de unidad ideológica” en periódico La Calle. La
Paz, septiembre 22 de 1936, p.4.
“Se cobra cinco bolivianos por Carnet de Trabajo” en periódico La Calle. La Paz, octubre
6 de 1936, p.8.
“Trabajo obligatorio sólo para indios” en periódico La Calle. La Paz, octubre 9 de 1936,
p.8.
“Hacia la nueva Constitución” en periódico La Calle. La Paz, octubre 11 de 1936, p.1.
“Los hombres no quieren trabajar” en periódico La Calle. La Paz, octubre 15 de 1936, p.1.
“El primer Congreso Sindical” en periódico La Calle. La Paz, noviembre 20 de 1936, p.4.
“La renuncia del Mtro. del Trabajo es Irrevocable” en periódico La Calle. La Paz,
diciembre 2 de 1936, p.4.
“Será obrero el ministro de Trabajo y Previsión Social” en periódico La Calle. La Paz,
diciembre 3 de 1936, p.4.
“El Ministerio de Trabajo” en periódico La Calle. La Paz, diciembre 3 de 1936, p.4.
“El nuevo Código del Trabajo” en periódico La Calle. La Paz, diciembre 17 de 1936, p.4.
“El Ministerio de Trabajo” en periódico La Calle. La Paz, enero 15 de 1937, p.4.

465
“A fines de febrero estará concluido el proyecto de Constitución” en periódico La Calle.
La Paz, enero 20 de 1937, p.4.
“El Código del Trabajo” en periódico La Calle. La Paz, enero 21 de 1937, p.4.
“Compárense los sueldos del empleado extranjero y del nacional” en periódico La Calle.
La Paz, marzo 31 de 1937, p.5.
“Caducidad de las concesiones de la Standard Oil” en periódico La Calle. La Paz, marzo
31 de 1937, p.6.
“El pueblo y la Standard Oil” en periódico La Calle. La Paz, abril 3 de 1937, p.2.
“El proyecto de Constitución” en periódico La Calle. La Paz, abril 22 de 1937, p.4.
“Documentamos el proceso constitucionalista de Bolivia Socialista” en periódico La Calle.
La Paz, abril 29 de 1937, p.5.
“La huelga de gráficos del 10 de mayo fue el 1er. síntoma de la revolución socialista” en
periódico La Calle. La Paz, mayo 11 de 1937.
“Todo el país con el gobierno y contra la Standard Oil” en periódico La Calle. La Paz, mayo
12 de 1937, p.2.
“La revolución socialista” en periódico La Calle. La Paz, mayo 17 de 1937, p.1.
“Sufren atropellos brutales las personas que van a recabar carnets de trabajo” en periódico
La Calle. La Paz, julio 13 de 1937, p.5.
“La dimisión del Coronel Toro” en periódico La Calle. La Paz, julio 14 de 1937. p.5.
“La constitución del 80 y la realidad política de Bolivia” en periódico La Calle. La Paz,
julio 25 de 1937, p.4.
“El Código del Trabajo es un valioso aporte a la edificación socialista” en periódico La
Calle. La Paz, mayo 25 de 1938, p.2.
“Salarios de acuerdo con el actual Standard de vida” en periódico La Calle. La Paz, junio
7 de 1938, p.4.
“Consultárase al país para reformar la constitución” en periódico La Calle. La Paz, junio
10 de 1938, p.5.
“Debe implantarse métodos disciplinarios en las discusiones de la Honorable Convención”
en periódico La Calle. La Paz, julio 2 de 1938, p.4.

466
“El nuevo ministro de Trabajo planea los puntos de su programa de labores” en periódico
La Calle. La Paz, agosto 16 de 1938, p.5.
“Convencionales reaccionarios y convencionales socialistas” en periódico La Calle. La
Paz, septiembre 23 de 1938, p.2.
“Golpe rudo para el socialismo boliviano ha sido la muerte de Aguirre Gainsborg” en
periódico La Calle. La Paz, octubre 25 de 1938, p.8.
“Balance de la Convención” en periódico La Calle. La Paz, octubre 30 de 1938, p.4.
“El gobierno ha convocado a Jefes del Trabajo para el 2 de febrero” en periódico La Calle.
La Paz, enero 12 de 1939, p.4.
“La Standard Oil y sus defensores” en periódico La Calle. La Paz, enero 21 de 1939, p.2.
“Hoy día se inaugurará esta asamblea solemnemente” en periódico La Calle. La Paz,
febrero 2 de 1939, p.4.
“El Partido Orientalista es una Asociación sediciosa” en periódico La Calle. La Paz, febrero
9 de 1939, p.4.
“El Presidente de la República ha reprobado la organización del Partido Orientalista” en
periódico La Calle. La Paz, febrero 11 de 1939, p.6.
“Final de la maniobra antinacionalista” en periódico La Calle. La Paz, febrero 15 de 1939,
p.5.
“Bautista Saavedra, gran ciudadano” en periódico La Calle. La Paz, marzo 2 de 1939, p.4.
“Nazario Pardo Valle nos refiere la peripecia inicial de este Diario” en periódico La Calle.
La Paz, abril 26 de 1939, p. 4.
“Obreros textiles de la localidad aplauden el Código del Trabajo” en periódico La Calle.
La Paz, junio 2 de 1939, p.5.
“Si ha de caer mi gobierno será por la independencia económica” en periódico La Calle.
La Paz, junio 11 de 1939, p.4.
“El pueblo de La Paz concentrárase hoy en un extraordinario mitin de nacionalismo” en
periódico La Calle. La Paz, junio 15 de 1939, p. 4.
“Fue gigantesco el mitin de ayer” en periódico La Calle. La Paz, junio 16 de 1939, p.8.

467
“El Ministerio de Trabajo desarrolla labor activa y eficaz” en periódico La Calle. La Paz,
junio 23 de 1936, p. 6.
“Si ha de caer mi gobierno será por la independencia económica de mi patria, proclamó el
Tcnl. Busch” en periódico La Calle. La Paz, julio 11 de 1939, p.4.

PUBLICACIONES DEL PERIÓDICO LA CRÓNICA


“Derecho del Trabajo o Nuevo Derecho” en periódico La Crónica. La Paz, mayo 30 de
1939, p.8.

PUBLICACIONES DEL PERIÓDICO LA FRAGUA


“Precios de los Diarios” en periódico La Fragua. La Paz, abril 28 de 1936, p.4.
“W. Álvarez, delegado del proletariado en la J. de Gobierno” en periódico La Fragua. La
Paz, mayo 20 de 1936.

PUBLICACIONES DEL PERIÓDICO LA RAZÓN


“Ratifica la dimisión del Presidente el documento autógrafo” en periódico La Razón. La
Paz, diciembre 2 de 1934, p.5.
“La Ley del trabajo obligatorio entre los antiguos indios del Perú” en periódico La Razón.
La Paz, febrero 26 de 1936, p.4.
“Serán preferidos en los cargos públicos los excombatientes” en periódico La Razón. La
Paz, junio 11 de 1936, p.4.
“Se combate eficazmente con la desocupación” en periódico La Razón. La Paz, junio 21
de 1936, p.3.
“Departamento Nacional Socialista de Propagada y Publicaciones del Estado” en periódico
La Razón. La Paz, septiembre de 1936, p.7
“Seis constitucionalistas redactarán la nueva carta fundamental del Estado” en periódico
La Razón. La Paz, septiembre 18 de 1936, p.6.
“El comunismo importa un delito contra la seguridad del Estado” en periódico La Razón.
La Paz, septiembre 22 de 1936, p.4.

468
“Comunicado del Departamento de Propaganda y Publicaciones del Estado” en periódico
La Razón. La Paz, diciembre 8 de 1936, p.4.
“Diversos acuerdos adoptó la Convención de Jefes del Departamento del Trabajo” en
periódico La Razón. La Paz, diciembre 17 de 1936, p.4.
“Ministerio de Previsión Social” en periódico La Razón. La Paz, enero 15 de 1937, p.2
“Se reorganizará el personal del M. de Trabajo y Previsión” en periódico La Razón. La Paz,
enero 19 de 1937, p.7.
“El Ministerio de Trabajo ha de cambiar de local” en periódico La Razón. La Paz, enero 27
de 1937, p.7.
“Los diarios de Sucre suspenderán sus ediciones por falta de papel” en periódico La Razón.
La Paz, marzo 3 de 1937, p.3.
“El Ministerio de Trabajo autorizó al Comité de la Cruz Roja Boliviana la fundación de
clínicas de maternidad” en periódico La Razón. La Paz, marzo 8 de 1937, p.7.
“Renunciaron todos los miembros de la comisión revisora de la carta política” en periódico
La Razón, La Paz, abril 22 de 1937, p.4.
“Desde mayo los hospitales dependerán del Departamento Nacional” en periódico La
Razón. La Paz, abril 25 de 1937, p.7.
“Hasta el 30 de septiembre concluirá su trabajo la comisión revisora” en periódico La
Razón. La Paz, julio 23 de 1937, p.6.
“El Sanatorio de Tuberculosos será construido en la zona de Achocalla” en periódico La
Razón. La Paz, agosto de 1937, p.5.
“Para enero de 1938 se convocaría a una elección de convencionales” en periódico La
Razón. La Paz, agosto 31 de 1937, p.6.
“La huelga de ferroviarios se halla en estado de conciliación” en periódico La Razón. La
Paz, octubre 29 de 1937, p.6.
“En 1938 se pagó por indemnizaciones a empleados y obreros Bs.3,111.742, 11: el grave
problema de las enfermedades sociales” en periódico La Razón. La Paz, febrero 5 de 1938,
p.7.
“México nacionalizó sus petróleos” en periódico La Razón. La Paz, marzo 20 de 1938, p.1.

469
“Está totalmente conjurado el peligro de la Peste Bubónica” en periódico La Razón. La Paz,
febrero 5 de 1938, p.6.
“Un convencional desea destruir la actual organización de la prensa” en periódico La
Razón. La Paz, junio 18 de 1938, p.7.
“Libertad de prensa” en periódico La Razón. La Paz, junio 23 de 1938, p.6.
“El convencional Fajardo defendió con brillo la libertad de pensamiento” en periódico La
Razón. La Paz, julio 10 de 1938, p.7.
“Ayer se aprobó en grande el proyecto que restringe la Libertad de Prensa” en periódico
La Razón. La Paz, julio 13 de 1938, p.7.
“El Ejecutivo proyectara una nueva Ley de Imprenta en breve” en periódico La Razón. La
Paz, julio 14 de 1938, p.6.
“Se establecerá rotación de jefes del distrito del Depto. de Trabajo” en periódico La Razón,
La Paz, noviembre 25 de 1938, p.7.
“En enero será considerado el Proyecto del Código del Trabajo” en periódico La Razón. La
Paz, diciembre 15 de 1938, p.7.
“Deberán resolverse problemas de carácter social, además aprobarán el Proyecto del
Código del Trabajo” en periódico La Razón. La Paz, febrero 2 de 1939, p.7.
“La reunión de los Jefes del Trabajo” en periódico La Razón. La Paz, febrero 3 de 1939,
p.6.
“Hoy serán trasladados a Sucre los restos del ministro Dr. Alberto Zelada” en periódico La
Razón. La Paz, marzo 21 de 1939, p.6.
“El pueblo hará la apoteosis póstuma del Dr. B. Saavedra” en periódico La Razón. La Paz,
marzo 23 de 1939, p.1.
“Un recuerdo doloroso en la historia personal de don Alcides Arguedas” en periódico La
Razón. La Paz, mayo 5 de 1947, p.4.
“Después del atentado, Alcides Arguedas pidió hacer llegar un mensaje al Presidente
Busch” en periódico La Razón. La Paz, mayo 5 de 1947, p.8.
“El Presidente Busch desconfía de mi pluma y me ha amenazado con silenciarla, escribió
Arguedas”, en periódico La Razón. La Paz, mayo 6 de 1947, p.7.

470
PUBLICACIONES DEL PERIÓDICO LA NOCHE
“No es evidente que haya crisis de Gabinete” en periódico La Noche. La Paz, junio 5 de
1939, p.4.

PUBLICACIONES DEL PERIÓDICO LA REPÚBLICA


“La FOT prepara un Gran Mitin”, en periódico La República. La Paz, abril 15 de 1936, p.
8.
“Los gráficos anuncian Huelga General”, en periódico La República. La Paz, abril 16 de
1936, p.4.
“La Censura de Prensa y el Sitio” en periódico La República. La Paz, abril 22 de 1936, p.4.
“Se entrevistaron ayer con el Presidente de la Rep. y los comisionados de la F.O.T”, en
periódico La República. La Paz, abril 25 de 1936, p. 5.
“Beneficiarios del Cambio Único” en periódico La República. La Paz, abril 28 de 1936,
p.5.
“La figura del momento”, en periódico La República. La Paz, mayo 19 de 1936, p. 1.
“Decreto de Organización de la Junta Mixta de Gobierno” en periódico La República. La
Paz, mayo 19 de 1936, p.2.
“Ha vivido intensos momentos de agitación el país en los últimos días” en periódico La
República. La Paz, mayo 19 de 1936, p.3.
“Discurso pronunciado ayer por el Dr. B. Saavedra” en periódico La República. La Paz,
mayo 19 de 1936, p.3.
“La opinión pública, base de gobierno” en periódico La República. La Paz, mayo 21 de
1936, p.4.
“Está resuelta la organización del gobierno de la República” en periódico La República. La
Paz, mayo 23 de 1936, p.5.
“Izquierdas unidas: Hacia un futuro socialista” en periódico La República. La Paz, mayo
24 de 1936, p.4.
“Documentos Políticos de Actualidad” en periódico La República. La Paz, mayo 29 de
1936, p.5

471
“Ellos los de siempre” en periódico La República. La Paz, junio 6 de 1936, p.8.
“Hay que dar contenido constructivo al Ministerio de Trabajo” en periódico La República.
La Paz, junio 14 de 1936, p.4.
“Una extraña actitud del ministro de Trabajo” en periódico La República. La Paz, junio 20
de 1936, p.4.
“Antes que el imperio del trabajo obligatorio, las mayorías humanas precisan el imperio
del trabajo obligatorio” en periódico La República. La Paz, junio 20 de 1936, p.5.
“Han llegado varios exprisioneros locos” en periódico La República. La Paz, junio 21 de
1936, p.8.
“Breve y verídica reseña de la revolución socialista” en periódico La República. La Paz,
junio 24 de 1936, p.5.

PUBLICACIONES DEL PERIÓDICO ÚLTIMA HORA


“Última Hora que fundó la prensa vespertina, ingresa a su octavo año” en periódico Última
Hora. La Paz, abril 30 de 1936.
“El proceso revolucionario” en periódico Última Hora. La Paz, mayo 20 de 1936. p. 4.
“Un gran mitin popular de apoyo a la revolución socialista se efectúa hoy” en periódico
Última Hora. La Paz, mayo 21 de 1936, p.8.
“Un representante de las clases obreras integrará la Junta Mixta de Gobierno” en periódico
Última Hora. La Paz, mayo 21 de 1936, p.4.
“Creóse el Departamento del Trabajo en Paraguay”, en periódico Última Hora. La Paz,
junio 19 de 1936, p.2.

472
8. ANEXOS

473
ANEXO 1. DECRETO-LEY GENERAL DEL
TRABAJO (COPIA DEL DOCUMENTO
ORIGINAL “AUTOGRAFIADO”)

474
475
476
477
478
479
480
481
482
483
484
485
486
487
488
489
ANEXO 2. PUBLICACIONES EN MEDIOS
ESCRITOS Y DIGITALES

490
Véase GONZALES, Grecia (La Paz, agosto 5 de 2018): “Dos puñetazos al liberalismo”, en http://www.la-
razon.com/suplementos/animal_politico/punetazos-liberalismo-animal-politico_0_2979302092.html (Suplemento
“Animal Político” en periódico La Razón) p.e8. Revisado el 12 de octubre de 2018.

Véase GONZALES, Grecia (España, agosto 8 de 2018): “Dos puñetazos al liberalismo”, en


http://www.rebelion.org/noticia.php?id=245048&titular=dos-pu%F1etazos-al-liberalismo- (en periódico
Rebelión). p.1. Revisado el 12 de octubre de 2018.

491
Portada del Suplemento “La Coordinadora” del periódico Cambio.

492
Véase GONZALES, Grecia (La Paz, agosto 19 de 2018): “La sindicalización obligatoria cerró el ciclo del gremio y la
mutual” en https://issuu.com/cambio2020/docs/lacoordinadora_19-08-18 (Suplemento “La Coordinadora” en
periódico Cambio) p.5-6. Revisado el 12 de octubre de 2018.

Véase GONZALES, Grecia (España, agosto 25 de 2018): “Un adiós al gremio y la mutual” en
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=245668 (en periódico Rebelión). p.1. Revisado el 12 de octubre de 2018.

493
Véase GONZALES, Grecia (La Paz, septiembre 30 de 2018): Breve ensayo ‘comunista’ en el ministerio de trabajo en
http://www.la-razon.com/suplementos/animal_politico/Breve-ensayo-comunista-ministerio-trabajo-animal-
politico_0_3014098582.html (Suplemento “Animal Político” en periódico La Razón) p.e3. Revisado el 12 de octubre de
2018.

Véase GONZALES, Grecia (España, octubre 2 de 2018): “Un fantasma recorre el Ministerio de Trabajo” en
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=247236 (periódico Rebelión) p.1. Revisado el 12 de octubre de 2018.

494
Véase GONZALES, Grecia (La Paz, octubre 4 de 2018): “80 años de la muerte de Tejada Sorzano, el Presidente que
quiso prorrogarse y cayó” en https://www.paginasiete.bo/gente/2018/10/4/80-anos-de-la-muerte-de-tejada-sorzano-
el-presidente-que-quiso-prorrogarse-cayo-195790.html (Sección “Gente y lugares” en periódico Página 7) p.19.
Revisado el 12 de octubre de 2018.

Véase GONZALES, Grecia (España, octubre 5 de 2018): “Tejada Sorzano, el Presidente que quiso prorrogarse y cayó”
en http://www.rebelion.org/noticia.php?id=247386 (periódico Rebelión) p.1. Revisado el 12 de octubre de 2018.

495

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