La Educación en El Mundo Contemporáneo
La Educación en El Mundo Contemporáneo
La Educación en El Mundo Contemporáneo
Introducción
Esta última es la que se aborda en estas líneas. Vale la pena aclarar que la educación
se puede relacionar con tres modalidades básicas: la formal, la informal y la no formal.
La educación formal es aquella que tiene como marco lo institucional y sus acciones son
in- tencionales y sistemáticas, mientras que la informal está representada por las
influencias de la vida cotidiana (la calle, el club, medios masivos de comunicación, la
publicidad, etc.), por lo que se considera espontánea, sin intenciones explícitas y fuera
del ámbito ins- titucional, y la no formal comprende acciones educativas deliberadas e
intencionales, con cierto grado de sistematicidad pero realizadas fuera del sistema
escolar.
Puntos débiles
Es frecuente escuchar que la escuela debe devolver a la comunidad lo que ésta in-
vierte en su sostenimiento. La promoción de una mejor educación para los niños y jóve-
nes que le son confiados resume el principal núcleo de responsabilidad de la escuela.
Pero, es evidente que las instituciones no escapan al deterioro sistemático de los miem-
bros que la componen. La escuela en particular muestra claramente períodos de alta va-
loración social seguidos de una baja valoración social.
Escuela y sociedad
En el marco de este debate se presiona sobre el sistema educativo para que cumpla
las funciones que cada sector social considera que la escuela debe cumplir. Este reclamo
se plantea en términos del debe ser de la escuela y del debe ser del orden social. Es sa-
bido que el contrato fundacional entre escuela y sociedad ha perdido vigencia en nues-
tros días, ya que ninguna de las partes puede satisfacer los compromisos históricos asu-
midos. En todo caso la generalizada crisis de la educación hace referencia a esta ruptura
contractual y se traduce en las prácticas educativas cotidianas.
Por su parte, el Estado manifiesta serios inconvenientes para sostener ese acuerdo,
dado que ha dejado de cumplir con obligaciones esenciales. La más evidente es la des-
atención material a las instituciones y a los docentes, además de no poder garantizar el
acceso de la población a todos los niveles educativos y su permanencia en ellos.
Existen otras falencias tales como: la indefinición de los conocimientos que se deben
transmitir, las impresiones entre los contenidos curriculares y el mundo laboral, la falta
de capacitación específica de directivos y docentes, la presión que existe sobre la escue-
la para que se haga cargo de funciones que no le son propias (espacio de contención
afectiva, asistencialismo, etc.).
Por todas estas razones la escuela debe abrirse paso en un camino sumamente
adverso, ya que está inmersa en un escenario social atravesado por sucesivas crisis no
resueltas
Cultura institucional
Trabajar en este contexto, hace que el trabajo docente sea concebido hoy un
trabajo insalubre.
El trabajo docente no puede ser concebido en el vacío, sino que depende las condi-
ciones que determina el sistema educativo y su contexto social.
En los últimos tiempos se han agregado a la tarea docente nuevas formas asistencia-
les y comunitarias. También nuevas formas administrativas.
Por otro lado, la jornada laboral puede ampliarse hasta las setenta horas semanales
dado que no hay ninguna regulación que impida utilizar el máximo de tiempo disponi-
ble. Además del tiempo que se dedica en forma extra escolar para realizar tareas de re-
visión, planificación, corrección o reflexión de la propia práctica no tiene límites ni mí-
nimos ni máximos, siendo todas ellas no remuneradas. Como corolario asistimos a un
fuerte deterioro en el plano personal y profesional, que los ha llevado progresivamente a
perder calidad en los procesos de enseñanza-aprendizaje.
La docencia es considerada una tarea vocacional, lo que implica encubrir las necesi-
dades de los docentes en cuanto trabajadores en relación de dependencia. En nombre de
la vocación, muchos docentes postergan sus legítimos reclamos, como empleados
muni- cipales, provinciales o nacionales y hasta reniegan de su condición de
trabajadores, con- vencidos de que sólo tienen obligaciones y casi nunca derechos.
Cuando la capacitación adopta una postura eficientista, con el fin de instalar un nue-
vo proyecto educativo, puede provocar conflictos personales, ya que deben tomar parti-
do por teorías que no han producido y que son manejadas por técnicos.
Casi siempre, los cambios que se proponen para el nuevo sistema educativo, están
alejados de las necesidades reales dentro del aula, tanto de las didácticas como de las
socioeconómicas.
“No puede haber una teoría pedagógica, que implica fines y medios de la acción
educativa, que esté exenta de un concepto de hombre y de mundo. No hay en este senti-
do una educación neutra”.
Paulo Freire.
Bibliografía
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