Capítulo V - Peirano, Carregal y Peirano (CEPAL 2017)
Capítulo V - Peirano, Carregal y Peirano (CEPAL 2017)
Capítulo V - Peirano, Carregal y Peirano (CEPAL 2017)
Fernando Peirano1
Carolina Carregal2
M. Alejandro Peirano3
Introducción
Luego del colapso del régimen de convertibilidad, en la transición entre
2001 y 2002, que llevó a la industria manufacturera argentina a su mínima
expresión, era muy difícil argumentar que el complejo productivo de
bienes de capital podría recrearse o, al menos, recuperar un volumen
significativo dentro del sector manufacturero. Sin embargo, eso fue lo que
sucedió. En términos comparativos, desde ese momento se registró una
expansión muy destacada, por lo menos hasta 2011 (a partir del cual el sector
manufacturero en su conjunto experimenta un estancamiento relativo). Entre
2003 y 2015, las ventas del sector crecieron hasta incrementar nuevamente
su participación en el producto interno bruto (PIB) industrial, el empleo se
1
Fernando Peirano, economista (Facultad de Ciencias Económicas, Universidad de Buenos Aires
(UBA)), profesor e investigador del Departamento de Economía y Administración de la Universidad
Nacional de Quilmes y profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.
2
Carolina Garregal, economista (Facultad de Ciencias Económicas, UBA).
3
M. Alejandro Peirano, economista (Facultad de Ciencias Económicas, UBA).
202 Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
4
El último dato sobre el número de empresas (año completo) publicado por el Ministerio de Trabajo,
Empleo y Seguridad Social corresponde a 2014.
Manufactura y cambio estructural... 203
1. Industria industrializante
El sector de bienes de capital suele ser el epicentro y motor del cambio
tecnológico en el sistema productivo. Su evolución marca el ritmo y la
dirección del cambio estructural y, por ello, ha merecido una amplia y
extendida atención en la literatura económica (Schumpeter, 1942; Prebisch,
1963, Fajnzylber, 1980; Ocampo, 2004; Cimoli, 2005).
El sector de bienes de capital se diferencia de otros complejos
productivos por su función generadora y difusora de progreso tecnológico,
su papel en la integración productiva y el empleo y su aporte a la hora de
aliviar la restricción externa, fenómeno que caracteriza a las economías de
la periferia, en particular a las de América Latina (Thirlwall y Nureldin
Hussain, 1982; Bértola y Ocampo, 2010).
Estas características diferenciadoras determinaron la calificación
del sector como una “industria industrializante”, término acuñado por
la escuela francesa de análisis económico (véase el capítulo II). Es decir,
este sector constituye un núcleo tecnológico y productivo cuyo despliegue
incide favorablemente en el resto de la economía. Este rasgo se potenció en
las últimas décadas a partir de la interrelación entre el sector de bienes de
capital y el desarrollo de software. Aprovechando los avances en el ámbito
de los microprocesadores, el uso de sistemas de software para el manejo
y control de las máquinas y equipos del sector manufacturero es cada vez
mayor (Torres, 2006).
Manufactura y cambio estructural... 205
2. Intensidad innovadora
Las empresas productoras de bienes de capital se distinguen por su conducta
tecnológica. Su labor en materia de aprendizaje e innovación se propaga
de manera muy extendida por el sistema productivo al incorporar los
avances logrados a sus nuevos productos y servicios de asistencia técnica.
Por una parte, dado que el desarrollo y la fabricación de un bien de capital
suponen procesos intensivos en conocimiento y tecnología, la innovación en
diseño, materiales y prestaciones suelen ser prácticas frecuentes en el sector.
Particularmente, en la fase de concepción del bien de capital se determina
en gran medida el aporte tecnológico del producto, mediante la ingeniería
de diseño, proceso y fabricación (Fajnzylber, 1983).
Por otra parte, los fabricantes de bienes de capital suelen trabajar
a pedido de otras empresas y generar una vinculación que estimula la
creatividad para resolver problemas productivos y permite consolidar esos
resultados en nuevas prestaciones de sus bienes o en el desarrollo de nuevos
productos o procesos (Pavitt, 1984).
Por estas razones, la expansión y el fortalecimiento del sector de bienes
de capital potencian el desarrollo del resto de la economía más allá de su
contribución directa en productos y servicios. En primer lugar, junto con la
fabricación de bienes de capital, las empresas de este sector cumplen una
tarea clave en la codificación de saberes que surgen del quehacer productivo.
Además, la atención de las necesidades de sus clientes suele exigir la
superación de desafíos técnicos que los conducen a realizar adaptaciones a sus
procesos y productos, que muchas veces terminan convirtiéndose en nuevas
soluciones tecnológicas de alcance general. En segundo lugar, al tratarse del
sector responsable de la fabricación de medios de producción para otras
actividades, las mejoras que logran las empresas proveedoras de máquinas y
equipos tienen repercusiones en las funciones de producción de sus clientes,
ya sean de tipo industrial o no, aumentando su productividad y eficiencia.
206 Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
3. Mayores eslabonamientos
Otra característica que destaca a la producción de bienes de capital es
que promueve una mayor integración del tejido productivo. Esto se debe
fundamentalmente a que la densidad de procesos productivos que demanda
la fabricación de un bien de capital exige una compleja y amplia red de
interrelaciones que se vinculan en su cadena de valor, integrando productos
básicos con partes, piezas, submontajes y ensamblados finales. De esta
forma, la producción se organiza con un alto grado de especialización,
descentralizando los procesos, aprovechando potenciales economías de
escala y generando externalidades positivas en los diversos eslabonamientos
(Lundvall, 1988).
Por el contrario, cuanto mayor sea la participación de las importaciones
de bienes de capital en un sistema productivo, menores serán las externalidades
pecuniarias y tecnológicas en la economía. En otras palabras, la importancia
del sector de bienes de capital no solo debe medirse por el efecto de cada uno
de los eslabones, sino también por lo que genera la interacción entre ellos.
Es por ello que los efectos de la inversión productiva se multiplican cuando
ocurren en una trama densa y bien articulada de empresarios y fabricantes
de bienes de capital (Peirano, 2013).
4. Perfil laboral
Otro aspecto sobresaliente es que la industria de bienes de capital opera
de manera decisiva en los niveles de empleo y en la determinación de
los perfiles laborales. El sector forma y demanda mano de obra calificada
de diversas especialidades, que incluye mecánicos, técnicos, herreros,
soldadores, electricistas, torneros, ingenieros y otros profesionales. A partir
de estos grados de calificación y especialización, los niveles salariales se
Manufactura y cambio estructural... 207
sitúan de forma sistemática por encima de los valores promedio del empleo
manufacturero (Idígoras y Papendieck, 2014).
A diferencia de ciertos estudios prospectivos que postulan con alarma
la destrucción amplia y definitiva de oficios y oportunidades de empleo como
consecuencia del avance tecnológico (Frey y Osborne, 2013), la experiencia
muestra que la relación entre la tecnificación de los procesos productivos y
la participación del factor trabajo es compleja y puede presentar diferentes
fases. La evidencia relativa al período 2010-2012 en la Argentina, indica
que el grupo de empresas con una conducta innovadora más activa no solo
incorporó nuevas máquinas y equipos y creó nuevos puestos de trabajo, sino
que fue el núcleo donde más se incrementó la productividad laboral y los
salarios alcanzaron niveles más altos (MINCYT/MTEYSS, 2015).
5
Estimaciones propias sobre la base de INDEC (2016). Se consideraron solo los años en los cuales la
tasa de crecimiento económico fue mayor a 0, dejando de lado aquellos en los cuales la evolución
de la actividad fue negativa (2009, 2012 y 2014).
208 Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
1. Noruega
A lo largo del siglo XX, Noruega pasó de ser una atrasada economía agraria
a constituir un país industrializado con altos niveles de calidad de vida
(Hveem, 1990). En un principio, su estrategia se basó en la explotación
y transformación de sus recursos naturales, la especializción en pocas
categorías de productos y el aprovechamiento de los numerosos saltos
de agua de su geografía, que le proporcionaron una gran capacidad
hidroeléctrica. Hacia fines de los años setenta, su capacidad industrial
se concentraba en la producción de químicos, productos de acero, barcos,
equipos eléctricos, textiles y muebles (Balassa, 1968).
Sin embargo, la gran transformación de su economía se produjo con
el hallazgo del primer campo de hidrocarburos a finales de 1960. Para su
aprovechamiento, Noruega no solo hizo uso de su capacidad industrial,
sino que también atrajo inversiones extranjeras, procurando controlar sus
actividades dentro de restringidos marcos legales y económicos. Desde el
comienzo, el Estado noruego no solo se preocupó por extraer el recurso
natural para su comercialización, sino también por generar sus propias
capacidades de explotación, extracción y transporte.
Para ello, la participación del Estado fue decisiva. En primer lugar,
utilizó la empresa petrolera estatal Statoil para contratar y conducir el ritmo
de explotación del recurso, mientras se establecieron condiciones favorables
para garantizar la participación extranjera en las actividades de petróleo y
gas. Las grandes empresas petroleras extranjeras actuaron como asistentes
técnicos, fomentando la transferencia de conocimientos a las empresas
locales, cuya función era proveer insumos y bienes de capital. A tal efecto, los
términos de las licencias preveían la obligación para las empresas petroleras
internacionales de transferir habilidades y competencias a las empresas
locales (Noreng, 2004).
En segundo lugar, el Estado proporcionó apoyo económico a las
universidades y los centros de investigación para el desarrollo de conocimientos
y programas en temas petroleros. También se implementaron medidas más
directas, como el soporte técnico vinculado a las actividades petroleras y
la creación de instituciones estatales de investigación para apoyar a las
empresas noruegas.
Asimismo, se establecieron penalidades para las empresas que no
contribuyeran a incrementar la participación de las empresas noruegas
en las licitaciones. Específicamente, en 1972 se dictó una ley de aliento a la
210 Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
2. Australia
Sobre la base de su gran dotación de recursos minerales, principalmente
hierro y carbón, Australia edificó su estructura productiva combinando
manufactura y conocimientos. Además de abastecer de materias primas
y explicar buena parte de las exportaciones, la minería desempeñó un
papel fundamental en la inserción internacional de Australia y en el patrón
productivo de su economía.
Manufactura y cambio estructural... 211
6
Se excluyen de este análisis el transporte automotor (automóviles, autopartes, carrocerías y
remolques), ferroviario y naval y la maquinaria agrícola, productos y actividades que muchas
veces se consideran integrantes del complejo de bienes de capital. Tampoco se considera el hardware
ni otros equipos informáticos o electrónicos.
Manufactura y cambio estructural... 215
Diagrama V.1
Cadena de bienes de capital: fabricantes y sus proveedores
Proveedores
Clientes
7
Según la Clasificación Industrial Internacional Uniforme de Todas las Actividades Económicas
(CIIU, revisión 3), este grupo está integrado por las clases que componen el grupo 281 (2811, 2812
y 2813) y la clase 2891.
8
Se incluye en este grupo al conjunto de máquinas herramienta, a pesar de que se destacan del
resto por su complejidad tecnológica mayor.
9
En este caso, la electrónica desempeña un papel destacado y central en las funciones que brinda el
bien de capital. Este grupo está compuesto por la casi totalidad del grupo 292 (excepto las clases
2921 y 2927) y las clases 3110, 3120, 3312 y 3313.
Manufactura y cambio estructural... 217
Cuadro V.1
Argentina: productividad por obrero ocupado en el sector de bienes de capital
(En porcentajes)
Variación Variación
Descripción/Clasificación Industrial Internacional promedio anual promedio anual
Uniforme de Todas las Actividades Económicas (CIIU)
2002-2011 2012-2014
Bienes de capital de tipo estructural 4,58 0,96
Productos metálicos para uso estructural
1,98 Sin dato
y almacenamiento (281)
Productos elaborados de metal (289) 5,73 Sin dato
Máquinas y equipos 7,58 -7,5
Maquinaria de uso general (291) 5,97a
-9,68
Maquinaria de uso especial (292) 2,04
Motores, transformadores y otros equipos eléctricos (31A) 13,43 -0,2
Instrumentos de precisión y control de procesos
11,11 2,71
industriales (33A)
Cadena de bienes de capital 6,05 -4,12
Fuente: Elaboración propia, sobre la base de Centro de Estudios para la Producción (CEP).
a
A diferencia del resto de los sectores, los incrementos de productividad del sector comienzan a
observarse desde 2001.
Cuadro V.2
Argentina: indicadores económicos de los fabricantes de bienes de capital, 2014
(En porcentajes)
Descripción/Clasificación
Valor Participación
Industrial Internacional Valor Estructura Participación
bruto de Valor de las
Uniforme de Todas agregado/ según valor del VBP
producción agregado exportaciones
las Actividades VBP agregado industrial
(VBP) industriales
Económicas (CIIU)
Bienes de capital de
1,5 0,7 45,1 54,7 2,2 0,5
tipo estructural
Productos metálicos
para uso estructural y 0,5 0,2 49,6 18,5 0,6 0,1
almacenamiento (281)
Productos elaborados
1,1 0,5 43,1 36,3 1,6 0,4
de metal (289)
Máquinas y equipos 1,5 0,6 37,9 45,3 2,5 2,5
Maquinaria de uso
0,5 0,1 28,4 10,2 1,0 1,4
general (291)
Maquinaria de uso
0,5 0,2 43,7 18,8 0,8 0,6
especial (292)
Motores, transformadores y
0,3 0,1 41,6 8,5 0,4 0,2
otros equipos eléctricos (31A)
Instrumentos de precisión
y control de procesos 0,3 0,1 38,8 7,9 0,3 0,3
industriales (33A)
Cadena de bienes de capital 3,1 1,3 41,5 100 4,7 3,0
Fuente: Elaboración propia sobre la base de Centro de Estudios para la Producción (CEP) e Instituto
Nacional de Estadística y Censos (INDEC), 2015.
Nota: Para alcanzar el grado de desagregación de las estimaciones presentadas en este cuadro se
utilizó información del CEP de 2015 compatible con datos de las cuentas nacionales previos a su
revisión en 2016.
11
Estimaciones hasta 2015 sobre la base de datos de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de
la República Argentina (ADIMRA).
220 Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
12
Si se toma como referencia el año 1998, previo al inicio del período de recesión que finalizó en
2001 con la salida de la convertibilidad, la expansión acumulada del empleo en el sector hasta el
año 2014 fue del 54%, equivalente a 30.842 nuevos puestos de trabajo.
13
Cabe resaltar que se trata de estadísticas que reflejan solo la expansión de los puestos de
trabajo registrados, es decir, aquellos por los que figuran aportes y contribuciones al sistema de
seguridad social.
Manufactura y cambio estructural... 221
14
De acuerdo con Pastrana (2010), en el período 2003-2007, la elasticidad para el total de la industria
fue de 0,57 mientras que la de la industria metalmecánica llegó a 0,71, es decir, un 24% más que el
nivel general. En los rubros de la metalmecánica se destaca el comportamiento de los productos
elaborados de metal, con una elasticidad de 0,81. Asimismo, los rubros de maquinaria y equipo
y maquinaria y aparatos eléctricos evidenciaron elasticidades de 0,6 y 0,7, respectivamente.
15
El último dato disponible de las estadísticas publicadas por el Ministerio de Trabajo, Empleo y
Seguridad Social corresponde a 2014; cabe destacar que, entre 2003 y 2014, la creación neta de
empresas industriales fue del orden de 15.000 empresas.
222 Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
3. Comercio exterior
En 2015, las exportaciones de bienes de capital ascendieron a 657 millones
de dólares. El máximo valor registrado en el período de referencia fue de
1.440 millones de dólares en 2011 (véase el cuadro V.3).
En 2008, antes de la crisis internacional de 2009 que se tradujo en una
recesión generalizada en los principales socios comerciales de la Argentina,
las exportaciones de este segmento habían superado los 1.360 millones de
dólares. A la recuperación observada en 2011 siguió una nueva tendencia
decreciente. Entre 2011 y 2015, las ventas al exterior se redujeron hasta un 52%
acumulado. Más allá de este período de contracción, la comparación de las
exportaciones entre 2003 y 2015 evidencia un incremento acumulado del 99%.
Si se analiza el dinamismo exportador a partir de la composición de
la canasta de productos, los bienes de capital de tipo estructural representan
una escasa porción de las exportaciones de bienes de capital totales: solo
el 5% de las exportaciones en valores franco a bordo (FOB). Vale la pena
destacar que este tipo de bienes presenta una determinada relación entre el
costo del flete y el valor final del bien adquirido, que hace que muchos de
ellos se conviertan en bienes no transables.
Este grupo de bienes también muestra el menor dinamismo durante
el período 2003-2015, con un alza acumulada del 21%, mientras que el
de máquinas y equipos registró un aumento promedio del 105% en el
mismo lapso.
Dentro del segmento de máquinas y equipos, las maquinarias de uso
general constituyen el rubro más destacado de la canasta exportadora de la
Argentina, pues representan la mitad de las divisas generadas por el sector en
2015. Sin embargo, entre los sectores más dinámicos figuran las maquinarias
de uso especial y los motores, transformadores y otros equipos eléctricos,
con una variación media de casi el 125% en ambos grupos entre 2003 y 2015.
Cuadro V.3
Argentina: exportaciones, importaciones y saldo comercial de los bienes de capital
(En millones de dólares)
Máquinas y equipos 321 1 070 -749 1 342 8 302 -6 960 657 7 763 -7 106
Manufactura y cambio estructural...
Maquinaria de uso general (291) 174 486 -312 688 3 166 -2 478 332 3 119 -2 787
Maquinaria de uso especial (292) 72 312 -240 292 2 774 -2 482 174 2 481 -2 307
Motores, transformadores y otros
45 150 -105 225 1 431 -1 206 86 1 289 -1 203
equipos eléctricos (31A)
Instrumentos de precisión y control
30 122 -92 138 932 -793 66 874 -808
de procesos industriales (33A)
Cadena de bienes de capital 347 1 106 -759 1 440 8 464 -7 024 689 7 872 -7 183
Fuente: Elaboración propia sobre la base de Base de Datos Estadísticos de las Naciones Unidas sobre el Comercio de Productos Básicos (COMTRADE).
223
224 Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
4. Sustitución de importaciones
Las cifras de las cuentas nacionales indican que en 2015 la inversión bruta
interna fija representó el 19,6% del PIB (en precios constantes de 2004), por
debajo del máximo alcanzado en 2011 con el 21,6%. El 41% de la inversión
bruta interna fija correspondía a la incorporación de máquinas y equipos
a la infraestructura productiva, de manera que el mercado interno de
estos bienes de capital puede estimarse en el 3,7% del PIB ese año, es decir,
16.000 millones de dólares. De acuerdo con la misma fuente, el 43% se cubría
con importaciones16.
Para establecer la proporción de las importaciones que podrían
sustituirse (sobre la base del comportamiento en el período estudiado), se
estimó el índice de Grubel y Lloyd para un conjunto de 400 posiciones del
Sistema Armonizado de Designación y Codificación de Mercancías (SA),
revisión 2007, con desagregación a 6 dígitos, actualizando los resultados
obtenidos en Peirano (2013)17. En el marco de esta metodología de análisis, el
índice arroja resultados en un rango entre 0 y 1. Siguiendo las recomendaciones
de Durán Lima y Álvarez (2008), especialistas de la Comisión Económica para
América Latina y el Caribe (CEPAL)18, se aplicaron tres rangos y se calculó
el índice para 2008 y 2015 de las 400 posiciones seleccionadas19.
16
Las estadísticas publicadas por el Centro de Estudios para la Producción (CEP) perteneciente al
ex Ministerio de Industria indican que la tasa de importaciones con respecto al consumo aparente
de las ramas que componen el sector de bienes de capital, conforme la definición establecida en
este trabajo, se situaba en una media del 54,8%.
17
El índice de Grubel y Lloyd permite identificar la existencia de comercio intraindustrial, es decir,
situaciones en las que un tipo de bien se importa y exporta al mismo tiempo. En este contexto, la
identificación de comercio intraindustrial se asumió como variable representativa de la existencia
de producción nacional de un bien que está siendo importado y que, en consecuencia, podría ser
susituido localmente.
18
El primero cubre los valores de 1 a 0,66. Este rango corresponde al comercio intraindustrial
intenso, por lo que sería factible impulsar procesos sustitutivos. El segundo rango va de 0,66 a
0,33: se trata de flujos de comercio intraindustriales moderados. El tercer rango cubre la franja
de 0,33 a 0,1. Los autores describen estos flujos como potencialmente intraindustriales, ya que si
bien existe un volumen relevante tanto de exportaciones como de importaciones, el intercambio es
muy desproporcionado. Por último, los valores menores de 0,1 indican un comercio fuertemente
interindustrial, ya sea porque las exportaciones o las importaciones no son significativas.
19
Se eliminaron los casos en que el índice no pudo calcularse por la falta de datos imprescindibles
y se descartaron los casos con superávit comercial, pues el objetivo consiste en analizar las
posibilidades de sustitución de importaciones como forma de acotar el déficit que presenta el
conjunto de bienes de capital.
Manufactura y cambio estructural... 227
Los resultados del índice de Grubel y Lloyd reflejan una reducción del
comercio intraindustrial en el sector en 2015. En comparación con el resultado
obtenido para 2008 (Peirano, 2013), se redujo la cantidad de productos con
probabilidades de sustitución y, por el contrario, aumentó la participación
de los productos sin esta posibilidad. En general, la disminución de la masa
crítica de productos con posibilidades de sustitución se explicó, en primer
lugar, por la merma de los montos exportados, que superó la reducción de
la demanda agregada local y, por otra parte, por el efecto contractivo en las
importaciones de las políticas de administración del comercio implementadas
en los últimos años del período considerado (véase el cuadro V.4).
Cuadro V.4
Argentina: probabilidad de sustitución de importaciones de bienes de capital, 2015
(En porcentajes)
Rango índice
Probabilidad Relación con las
de Gruber Subpartidas Exportación Importación Déficit
de sustitución importaciones
y Lloyd
Existen productores
nacionales que
Alta 1,00 a 0,66 3 2 0 0
además exportan
intensamente
Existen productores
nacionales que
Moderada 0,66 a 0,33 21 40 17 14
además exportan
moderadamente
Existen productores
nacionales con
Potencial 0,33 a 0,10 35 51 57 57
exportaciones poco
significativas
Existen productores
nacionales que
exportan de forma
Nula 0,10 a 0,00 41 7 26 29
exigua o no existen
productores
nacionales
100 100 100 100
Fuente: Elaboración propia, sobre la base de Base de Datos Estadísticos de las Naciones Unidas sobre
el Comercio de Productos Básicos (COMTRADE); Organización Mundial de Aduanas, Sistema
Armonizado de Designación y Codificación de Mercancías (SA), revisión 2007.
Nota: Estimación sobre la base de 377 grupos del SA.
20
En “El complejo productivo de bienes de capital” (Peirano, 2013) se detallan distintas causas
que inducen a la importación de bienes de capital, más allá de la oferta local del producto, y se
mencionan los distintos instrumentos públicos vigentes que alientan a la compra de bienes de
capital locales, en lugar de importados, por parte de las empresas argentinas.
228 Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
Fuente: Elaboración propia, sobre la base de Base de Datos Estadísticos de las Naciones Unidas sobre el Comercio de Productos Básicos (COMTRADE); Organización
Mundial de Aduanas, Sistema Armonizado de Designación y Codificación de Mercancías (SA), revisión 2007.
229
230 Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
6. Heterogeneidad intrasectorial
Los desafíos en materia de sustitución de importaciones y conquista
de nuevos mercados exigen avances en la relación existente entre
las prestaciones y los precios de los bienes de capital fabricados en la
Argentina. De acuerdo con Coriat (1997), la resolución de los problemas de
competitividad a largo plazo pasa por fortalecer los factores que determinan
la competitividad “no precio”, es decir, un conjunto de aspectos que se
relacionan más con la forma en que se producen los bienes y se desarrollan
los negocios que estrictamente con los costos con que se opera.
Una de las debilidades de la dimensión “no precio” que más se subrayan
en la literatura especializada es la heterogeneidad intrasectorial, aspecto que
estuvo presente en varias aristas de este análisis.
Para analizar este punto se construyó un indicador que busca reflejar
las brechas existentes entre las diferentes actividades en que se dividen los
fabricantes de bienes de capital y también las diferencias por tamaño, es
decir, entre las grandes y las pequeñas empresas. Así, se estudia la brecha
asociada a la productividad laboral. En este caso, como variable representativa,
se propuso analizar las diferencias salariales.
La brecha salarial entre los bienes de capital de tipo estructural y las máquinas
y equipos se mantuvo a lo largo del período 2003-2014, a pesar del crecimiento
registrado en el sector de bienes de capital en esos años (véase el cuadro V.6).
A su vez, dentro de cada uno de estos grandes grupos se observa que
la retribución en las grandes empresas duplica con creces la registrada por las
microempresas. Esta brecha salarial entre los extremos se redujo en el caso
de las máquinas y equipos y se amplió en el segmento de bienes de capital
de tipo estructural. Por otra parte, se verifica una reducción de las diferencias
entre los estratos medianos y los de menor tamaño en ambos grupos. En el
caso de los bienes de capital de tipo estructural, esta brecha entre las empresas
medianas y las pequeñas y microempresas se redujo un 5%, mientras que,
en el de las máquinas y equipos dicho emparejamiento fue de casi un 12%.
Manufactura y cambio estructural... 231
Cuadro V.6
Argentina: brechas intrasectoriales de productividad laboral y diferencias en los
niveles salariales según el tamaño de la empresa en la industria de bienes de capital
Descripción Tamaño 2003 2010 2014
Grandes 141 145 144
Medianas 110 101 101
Bienes de capital de tipo estructural Pequeñas 83 79 78
Microempresas 66 64 65
Promedio del subsector 100 100 100
Grandes 170 144 153
Medianas 131 108 108
Máquinas y equipos Pequeñas 86 80 80
Microempresas 74 69 69
Promedio del subsector 100 100 100
Bienes de capital de tipo estructural 88 93 90
Máquinas y equipos 112 107 110
Promedio de la cadena de bienes de capital 100 100 100
Fuente: Elaboración propia, sobre la base de Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial (OEDE).
Nota: Valor promedio igual a 100.
24
Mediante el plan Argentina Innovadora 2020 se buscó promover el desarrollo de 36 núcleos
socioproductivos estratégicos. Para cada uno de esos capítulos se elaboró un documento específico u
hoja de ruta, a fin de delinear proyectos público-privados que puedan apoyarse con los instrumentos
de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica. En varios de ellos (casi un tercio
del total) se indicó la relevancia de diseñar y producir localmente bienes de capital. Por ejemplo,
esta agenda tuvo una máxima relevancia en los siguientes núcleos socioproductivos estratégicos:
maquinaria agrícola y procesadora de alimentos, sistemas de captación, almacenamiento y
puesta a disposición de datos ambientales, tecnologías para petróleo y gas, uso racional de la
energía, autopartes, componentes electrónicos, equipamiento médico, generación distribuida de
electricidad, aprovechamiento de la energía solar y tecnologías para la discapacidad.
234 Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
E. Reflexiones finales
A lo largo de este capítulo se presentaron diferentes elementos que conviene
resaltar una vez más a fin de facilitar la conformación de un cuadro
completo. El primero de ellos deriva del repaso de la literatura especializada
sobre industrialización y transformación productiva, de la que surge un
mensaje muy claro: el sector de bienes de capital es clave y estratégico
238 Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
Bibliografía
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