ENCÉFALO

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Merchenco, Tatiana Nerea

ENCÉFALO

DESARROLLO:

PARTES:

El encéfalo adulto presenta cuatro porciones principales:

 El tronco encefálico se continúa con la médula espinal y está constituido por el bulbo
raquídeo, la protuberancia y el mesencéfalo.
 Por detrás del tronco encefálico se halla el cerebelo.
 Por encima del tronco encefálico se halla el diencéfalo, formado por el tálamo, el
hipotálamo y el epitálamo.
 Apoyado sobre el diencéfalo y el tronco encefálico, se encuentra el cerebro, la parte más
grande del encéfalo.
Merchenco, Tatiana Nerea

CUBIERTAS:

El cráneo y las meninges rodean y protegen al encéfalo. Las meninges craneales se continúan con
las meninges espinales; presentan la misma estructura básica y llevan los mismos nombres:
duramadre por fuera, aracnoides en el medio y piamadre por dentro. Sin embargo, la duramadre
craneal tiene dos capas y la duramadre espinal sólo una. Las dos capas durales se denominan capa
perióstica (que es externa) y capa meníngea (que es interna).
Merchenco, Tatiana Nerea

Las dos capas de la duramadre craneal están fusionadas en toda su extensión, excepto en ciertas
regiones en las que se separan para rodear los senos venosos durales (conductos venosos
revestidos de endotelio) que drenan la sangre venosa del encéfalo y la llevan a las venas yugulares
internas. Además, no hay un espacio epidural en torno del encéfalo. Los vasos sanguíneos
transcurren a lo largo de la superficie del encéfalo y, a medida que penetran en su interior, están
envueltos por una fina hoja laxa de piamadre. Tres extensiones de la duramadre separan
diferentes partes del encéfalo: 1) la hoz del cerebro separa los dos hemisferios (lados) cerebrales.
2) La hoz del cerebelo separa los dos hemisferios del cerebelo. 3) La tienda del cerebelo separa el
cerebro del cerebelo.
Merchenco, Tatiana Nerea

BARRERA HEMATOENCEFÁLICA:

La barrera hematoencefálica (BHE) protege a las neuronas de sustancias nocivas y de


microorganismos ya que impide el paso de muchas sustancias de la sangre al tejido nervioso. Está
formada, fundamentalmente, por uniones estrechas que cierran el espacio entre las células
endoteliales de los capilares encefálicos y por una membrana basal gruesa que los rodea. Las
prolongaciones de muchos astrocitos rodean los capilares y secretan sustancias químicas que
mantienen las características de permeabilidad de las uniones estrechas. Algunas sustancias
solubles en agua, como la glucosa, atraviesan la BHE por transporte activo. Otras, como la
creatinina, la urea y casi todos los iones atraviesan la BHE muy lentamente. Incluso, otras
sustancias –como las proteínas y muchos antibióticos– no pueden pasar de la sangre al tejido
nervioso. Sin embargo, las sustancias liposolubles, como el oxígeno, el dióxido de carbono, el
alcohol y la mayor parte de los anestésicos atraviesan fácilmente la barrera. Los traumatismos,
determinadas toxinas y la inflamación pueden provocar una rotura en la barrera
hematoencefálica.

TRONCO ENCEFÁLICO:

El tronco del encéfalo es la zona comprendida entre la médula espinal y el diencéfalo; está
conformada por tres estructuras: 1) el bulbo raquídeo; 2) la protuberancia (puente) y 3) el
mesencéfalo. Extendida a través del tronco del encéfalo se encuentra la formación reticular, una
región de sustancias gris y blanca entremezcladas a manera de red.

BULBO RAQUÍDEO:

El bulbo raquídeo, se continúa con la porción superior de la médula espinal y forma la parte
inferior del tronco del encéfalo. Se extiende desde el nivel del foramen magno hasta el borde
inferior de la protuberancia, una distancia de unos 3 cm.

La sustancia blanca del bulbo contiene todos los tractos sensitivos y motores que transcurren
entre la médula espinal y otras regiones del encéfalo. Parte de la sustancia blanca forma
abultamientos en la superficie anterior del bulbo, que se conocen con el nombre de pirámides y
están formadas por los grandes tractos corticoespinales, que van desde el cerebro hasta la médula
espinal.

Los tractos corticoespinales controlan los movimientos voluntarios de las extremidades y del
tronco. Justo por encima de la unión entre la médula espinal y el bulbo, el 90% de los axones de la
pirámide izquierda cruzan hacia la derecha, y el 90% de los axones de la pirámide derecha pasan al
lado izquierdo. Este entrecruzamiento de los axones se conoce como decusación de las pirámides
y explica por qué cada mitad del encéfalo controla el lado opuesto del cuerpo.

El bulbo también contiene diversos núcleos, masas de sustancia gris donde las neuronas hacen
sinapsis. Algunos de ellos controlan funciones vitales.

 Centro cardiovascular: regula el ritmo y la intensidad de los latidos cardíacos, como así
también el diámetro de los vasos sanguíneos.
 El área rítmica bulbar del centro respiratorio: controla el ritmo básico de la respiración.
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 El centro del vómito: produce el vómito, la expulsión forzada del contenido del tracto
gastrointestinal (GI) superior a través de la boca.
 El centro de la deglución: promueve la deglución de una masa de alimento que ha pasado
de la cavidad oral a la faringe –garganta.
 El estornudo: involucra la contracción espasmódica de los músculos respiratorios, que
expulsan forzadamente el aire a través de la nariz y la boca.
 La tos: comprende una inhalación prolongada y profunda y luego una fuerte exhalación
que envía bruscamente una ráfaga de aire a través de las vías respiratorias superiores.
 El hipo: es producido por contracciones espasmódicas del diafragma (un músculo
respiratorio) que finalmente conduce a la producción de un sonido agudo con la
inhalación.
 A los lados de cada pirámide se observa una elevación redondeada denominada oliva.
Dentro de las olivas se encuentran los núcleos olivares inferiores, que reciben aferencias
de la corteza cerebral, el núcleo rojo del mesencéfalo y la médula espinal. Las neuronas
del núcleo olivar inferior extienden sus axones en el cerebelo, donde regulan la actividad
de las neuronas cerebelosas. Al influir en la actividad de las neuronas cerebelosas, el
núcleo olivar inferior proporciona instrucciones que utiliza el cerebelo para producir
ajustes en la actividad muscular, a medida que aprendemos nuevas habilidades motoras.
 Los núcleos relacionados con las sensaciones de tacto, presión, vibración y propiocepción
consciente se localizan en la zona posterior del bulbo; son el núcleo grácil y el núcleo
cuneiforme derechos e izquierdos.
 El bulbo también contiene núcleos que son componentes de vías sensitivas para el gusto,
la audición y el equilibrio.

Finalmente, el bulbo contiene núcleos asociados con los cinco pares de nervios craneales que
siguen:

1. Nervios vestibulococleares (VIII): Varios núcleos del bulbo reciben aferencias sensitivas de la
cóclea del oído interno a través de los nervios vestibulococleares y proveen aferencias motoras
hacia ella. Estos nervios transmiten impulsos relacionados con la audición.
2. Nervios glosofaríngeos (IX): Los núcleos del bulbo transmiten impulsos sensitivos y motores
relacionados con el gusto, la deglución y la salivación, a través de los nervios glosofaríngeos.

3. Nervios vagos (X): Los núcleos del bulbo reciben impulsos sensitivos y envían impulsos motores
desde y hacia la faringe y la laringe, y a muchas vísceras torácicas y abdominales a través de los
nervios vagos.

4. Nervios accesorios (XI) (porción craneal): Estas fibras en realidad forman parte de los nervios
vagos (X). Los núcleos del bulbo representan el origen de los impulsos nerviosos que controlan la
deglución a través de los nervios vagos (porción craneal de los nervios accesorios).

5. Nervios hipoglosos (XII): Los núcleos del bulbo son el origen de los impulsos nerviosos que
controlan los movimientos linguales durante el habla y la deglución, a través de los nervios
hipoglosos.
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PROTUBERANCIA:

La protuberancia se sitúa directamente por encima del bulbo, por delante del cerebelo y mide
alrededor de 2,5 cm de largo. Contiene tanto núcleos como tractos y funciona a modo de puente
que conecta diferentes partes del encéfalo. Estas conexiones son provistas por grupos de axones.
La protuberancia tiene dos componentes estructurales principales: la región ventral de la
protuberancia forma una importante estación de transmisión sináptica, que consiste en centros
grises dispersos denominados núcleos pontinos. Muchos tractos de sustancia blanca entran y salen
de estos núcleos y cada uno de ellos proporciona una conexión entre la corteza de un hemisferio
cerebral y la del hemisferio opuesto del cerebelo. Este circuito complejo desempeña un papel
esencial en la coordinación y la maximización de la eficiencia de las eferencias motoras voluntarias
de todo el cuerpo. La región dorsal de la protuberancia es similar a las otras regiones del tronco
encefálico, el bulbo raquídeo y el mesencéfalo. Contiene tractos ascendentes y descendentes
junto con los núcleos de los nervios craneales.

Otros núcleos localizados en la protuberancia son el área neumotáxica y el área apnéustica. Junto
con el área rítmica bulbar, las áreas neumotáxica y apnéustica ayudan a controlar la respiración.

La protuberancia presenta, además, núcleos asociados con los cuatro nervios craneales siguientes:

1. Nervios trigéminos (V): Los núcleos de la protuberancia reciben impulsos sensitivos para las
sensaciones somáticas provenientes de cabeza y del rostro, y envían impulsos motores que
gobiernan la masticación a través de los nervios trigéminos.
2. Nervios abducens (VI): Los núcleos de la protuberancia envían impulsos motores que controlan
el movimiento ocular a través de los nervios abducens.

3. Nervios faciales (VII): Los núcleos de la protuberancia reciben impulsos sensitivos para el gusto
y envían impulsos motores para regular la secreción de saliva y de lágrimas, además de la
contracción de los músculos de la expresión facial a través de los nervios faciales.

4. Nervios vestibulococleares (VIII): Los núcleos de la protuberancia reciben impulsos sensitivos y


envían impulsos motores hacia el aparato vestibular, a través de los nervios vestibulococleares.
Estos nervios transmiten impulsos relacionados con el equilibrio.

MESENCÉFALO:

El mesencéfalo o cerebro medio se extiende desde la protuberancia hasta el diencéfalo y mide


alrededor de 2,5 cm de largo. Es atravesado por el acueducto del mesencéfalo, que conecta el
tercer ventrículo por arriba con el cuarto ventrículo, por debajo. Presenta tractos y núcleos.

La parte anterior del mesencéfalo contiene un par de tractos denominados pedúnculos cerebrales.
Por ellos transcurren los axones de las neuronas motoras de los haces corticoespinal,
corticobulbar y corticoprotuberancial, que conducen los impulsos nerviosos desde la corteza
cerebral hasta la médula espinal, la protuberancia y el bulbo, respectivamente.
La región posterior del mesencéfalo, denominada tegmento, presenta cuatro elevaciones
redondeadas. Las dos superiores, los colículos (tubérculos cuadrigéminos) superiores, tienen
núcleos que actúan como centros de reflejos visuales. A través de circuitos neuronales que van
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desde la retina hasta el colículo superior y de este a los músculos extrínsecos del ojo, los estímulos
visuales provocan movimientos oculares para seguir imágenes en movimiento (como un
automóvil) e imágenes estacionarias (como usted, al leer esta oración). También son responsables
de los reflejos que gobiernan los movimientos de la cabeza, los ojos, y el tronco en respuesta a
estímulos visuales. Las dos elevaciones inferiores, los colículos (tubérculos cuadrigéminos)
inferiores, forman parte de la vía auditiva, ya que reciben impulsos de los receptores para la
audición en el oído interno y los envían al encéfalo.

Estos núcleos también son centros para el reflejo de sobresalto, movimiento repentino de la
cabeza, los ojos y el tronco que se produce frente a un ruido intenso, como un disparo.

El mesencéfalo contiene otros núcleos, como la sustancia negra derecha e izquierda, que son
núcleos grandes y pigmentados. Las neuronas dopaminérgicas, que se originan en la sustancia
negra y se proyectan sobre los ganglios basales, ayudan a controlar la actividad muscular
subconsciente. La pérdida de estas neuronas está asociada con el síndrome de Parkinson. También
se encuentran presentes los núcleos rojos derecho e izquierdo, que contienen una coloración
rojiza a causa de su rica vascularización y de la presencia de un pigmento férrico en los cuerpos
neuronales. Axones del cerebelo y de la corteza cerebral hacen sinapsis en los núcleos rojos, que
ayudan a controlar los movimientos musculares.

Otros núcleos del mesencéfalo se relacionan con dos pares de nervios craneales:

1. Nervios oculomotores (III): Los núcleos del mesencéfalo envían impulsos nerviosos que
controlan los movimientos del globo ocular, mientras que los músculos oculomotores accesorios
brindan control motor a los músculos lisos que regulan la contracción de la pupila y los cambios de
forma del cristalino, a través de los nervios oculomotores.

2. Nervios trocleares (IV): Los núcleos del mesencéfalo envían impulsos nerviosos que controlan
los movimientos del globo ocular, a través de los nervios trocleares.
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FORMACIÓN RETICULAR:

Junto con los núcleos bien definidos ya descritos, gran parte del tronco del encéfalo está
constituida por agrupaciones de cuerpos neuronales (sustancia gris) dispersas entre pequeños
haces de axones mielínicos (sustancia blanca). La vasta región donde la sustancia gris y la blanca se
presentan como una estructura en forma de red se conoce como formación reticular. Se extiende
desde la porción superior de la médula espinal, atraviesa el tronco del encéfalo y llega a la parte
inferior del diencéfalo. Las neuronas de la formación reticular tienen funciones ascendentes
(sensitivas) y descendentes (motoras).

La porción ascendente de la formación reticular se denomina sistema activador reticular


ascendente (SARA) y consiste en axones sensitivos que se proyectan hacia la corteza cerebral,
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tanto en forma directa como a través del tálamo. Muchos estímulos sensitivos pueden activar la
porción ascendente del SARA. Entre ellos, los estímulos visuales y auditivos; las actividades
mentales; los estímulos provenientes de los receptores de dolor, tacto y presión; y los receptores
de nuestras extremidades y cabeza, que nos mantienen conscientes de la posición de nuestro
cuerpo. Tal vez la función más importante del SARA sea la conciencia, un estado de vigilia en el
cual un individuo está completamente alerta, vigil y orientado. Los estímulos visuales y auditivos y
las actividades mentales pueden estimular el SARA para ayudar a mantener la conciencia. El SARA
también se encuentra activo durante el despertar. Otra función del SARA es ayudar a mantener la
atención y el estado de alerta. Este sistema, además, previene la sobrecarga sensitiva, al filtrar la
información sin importancia de modo tal que no llegue a la conciencia. La inactivación del SARA
produce sueño, un estado de conciencia parcial del que un individuo puede ser despertado. Por
otro lado, el daño del SARA produce coma, estado de inconsciencia del cual el individuo no puede
ser despertado. En las etapas más ligeras del coma, persisten los reflejos del tronco del encéfalo y
de la médula espinal; pero en las etapas más profundas, se pierden esos reflejos. Y si se pierden
los controles respiratorios y cardiovasculares, el paciente muere. Algunos fármacos, como la
melatonina, afectan el SARA porque ayudan a inducir sueño, y los anestésicos generales deprimen
la conciencia a través del SARA.

La porción descendente del SARA posee conexiones con el cerebelo y la médula espinal; además,
ayuda a regular el tono muscular, el grado leve de contracción involuntaria normal de los músculos
esqueléticos en reposo. Esta porción del SARA también colabora en la regulación de la frecuencia
cardíaca, la presión arterial y la frecuencia respiratoria.

Aun cuando el SARA recibe aferencias de ojos, oídos y otros receptores sensitivos, no recibe
impulsos de los receptores para el sentido del olfato; es posible, incluso, que los olores fuertes no
produzcan despertar.

CEREBELO:

El cerebelo, ocupa las regiones inferior y posterior de la cavidad craneal. Es una masa voluminosa
que pesa 140g. aproximadamente. Tiene forma ovoide, ligeramente aplanado y con una
escotadura central. Una depresión profunda conocida como fisura transversa junto con la tienda
del cerebelo, donde se apoya la parte posterior del encéfalo, separan al cerebro del cerebelo. La
zona central, angosta, es el vermis y los lóbulos laterales son los hemisferios cerebelosos. Cada
hemisferio está formado por lóbulos separados por fisuras profundas y nítidas.

1. Un lóbulo floculonodular (flóculo y nódulo), que corresponde al “arquicerebelo” (cerebelo


vestibular y equilibrio).
2. Un lóbulo anterior (língula, lóbulo central y culmen) con el lóbulo cuadrangular,
correspondiente al “paleocerebelo” (control del tono muscular y de las funciones
vegetativas).
3. Un lóbulo posterior, situado por detrás del surco primario, que corresponde al
“neocerebelo” (control de la motilidad voluntaria).

La capa superficial del cerebelo, denominada corteza cerebelosa, consiste en pliegues delgados y
paralelos de sustancia gris conocidos como láminas del cerebelo. Más en la profundidad, se
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encuentran tractos de sustancia blanca que forman el árbol de la vida, por su parecido con las
ramas de un árbol. Todavía más en lo profundo, entre la sustancia blanca, se observan los núcleos
cerebelosos, regiones de sustancia gris de la que parten axones que conducen impulsos del
cerebelo a otros centros encefálicos y médula espinal. Desde afuera hacia adentro estos núcleos
son el dentado, emboliforme, globoso y el del fastigio (pares).

Tres pares de pedúnculos cerebelosos unen el cerebelo con el tronco encefálico. Estos haces de
sustancia blanca están formados por axones que conducen impulsos nerviosos entre el cerebelo y
otras partes del encéfalo.

 Inferiores.
 Medios.
 Superiores.

La función primaria del cerebelo es evaluar cómo se lleva a cabo un movimiento iniciado por las
áreas motoras del cerebro. Además de la coordinación de los movimientos voluntarios, el cerebelo
es la principal región del encéfalo que regula la postura y el equilibrio.
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IV VENTRÍCULO:

Cavidad con un piso y un techo, que se encuentra en una parte entre el cerebelo y la cara
posterior de la protuberancia y el bulbo raquídeo.

El piso está formado por la cara posterior de la protuberancia y del bulbo raquídeo.

El techo está formado por el velo medular superior.

En su parte superior se continúa con el acueducto de Silvio y con los ventrículos laterales.

En su parte inferior se continúa con el conducto central de la médula, con el cual se comunica.

DIENCÉFALO:
El diencéfalo forma un centro de tejido encefálico inmediatamente por encima del mesencéfalo.
Se extiende entre el tronco del encéfalo y el cerebro y rodea al tercer ventrículo; comprende: el
tálamo, el hipotálamo y el epitálamo.

TÁLAMO:

El tálamo mide alrededor de 3 cm de largo y representa el 80% del diencéfalo, está constituido por
masas pares y ovaladas de sustancia gris dispuestas como núcleos entre tractos de sustancia
blanca.

Un puente de sustancia gris, la comisura gris intertalámica une las mitades derecha e izquierda del
tálamo en un 70% de los encéfalos humanos.

Una lámina vertical de sustancia blanca en forma de “Y”, conocida como lámina medular interna o
medial, divide la sustancia gris de los lados izquierdo y derecho del tálamo. Consiste en axones
mielínicos que entran y salen de los numerosos núcleos talámicos. Los axones que conectan el
tálamo con la corteza cerebral atraviesan la cápsula interna, una banda densa de sustancia blanca
que separa el tálamo y el núcleo caudado del lenticular. Posee una rodilla y dos brazos: uno
anterior y otro posterior.

El tálamo es la estación de relevo de la mayoría de los impulsos sensitivos que llegan a las áreas
sensitivas primarias de la corteza cerebral, desde la médula y el tronco del encéfalo. Además, el
tálamo contribuye a las funciones motoras al transmitir información desde el cerebelo y los
núcleos basales hasta el área motora primaria de la corteza cerebral.

También transmite impulsos nerviosos entre diferentes áreas del cerebro y cumple una función en
el mantenimiento de la conciencia.
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Teniendo en cuenta su posición y sus funciones, existen siete grupos principales de núcleos a cada
lado del tálamo:

1. Núcleo anterior.
2. Núcleos mediales.
3. Núcleos del grupo lateral:
 Núcleo lateral dorsal.
 Núcleo lateral posterior.
 Núcleo pulvinar.
4. Núcleos del grupo ventral:
 Núcleo ventral anterior.
 Núcleo ventral posterior.
 Núcleo ventral lateral.
 Núcleo geniculado lateral.
 Núcleo geniculado medial.
5. Núcleos infratalaminares.
6. Núcleo de la línea media.
7. Núcleo reticular.

HIPOTÁLAMO:

El hipotálamo es la pequeña parte del diencéfalo situada por debajo del tálamo. Lo forman una
docena de núcleos organizados en cuatro regiones mayores:

1. Región mamilar: adyacente al mesencéfalo, es la más posterior del hipotálamo. Incluye los
cuerpos mamilares y núcleos posteriores hipotalámicos. Los cuerpos mamilares son dos
proyecciones pequeñas y redondeadas que sirven como estaciones de relevo para los
reflejos relacionados con el sentido del olfato.
2. Región tuberal: la más ancha del hipotálamo, comprende: el núcleo dorsomedial, el núcleo
ventromedial y el núcleo arcuato, además del infundíbulo, que conecta la glándula hipófisis
con el hipotálamo. La eminencia media es una región levemente elevada que rodea el
infundíbulo.
3. Región supraóptica: se halla sobre el quiasma óptico (punto donde se cruzan los nervios
ópticos) y contiene: el núcleo paraventricular, el núcleo supraóptico, el núcleo
hipotalámico anterior y el núcleo supraquiasmático. Los axones de los núcleos
paraventricular y supraóptico forman el tracto hipotalamohipofisario, que se extiende a
través del infundíbulo hasta el lóbulo posterior de la hipófisis.
4. Región preóptica: anterior a la supraóptica, suele considerarse parte del hipotálamo
porque participa con este en la regulación de ciertas actividades autonómicas. La región
preóptica contiene los núcleos preópticos medial y lateral.
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Entre las principales funciones del hipotálamo se encuentran:

 Control del SNA.


 Producción de hormonas.
 Regulación de los patrones emocionales y de conducta.
 Regulación de la ingesta de alimentos y agua.
 Control de la temperatura corporal.
 Regulación de la frecuencia cardíaca y del estado de conciencia.

EPITÁLAMO:

El epitálamo, una pequeña región superior y posterior al tálamo, está constituido por la glándula
pineal o epífisis y los núcleos habenulares.

La glándula pineal tiene el tamaño de una habichuela y sobresale de la línea media posterior del
tercer ventrículo. Es considerada parte del sistema endocrino porque secreta la hormona
melatonina. Como se libera más melatonina en la oscuridad que en presencia de luz, se piensa que
esta hormona podría estimular el sueño. Cuando se recibe por vía oral, la melatonina parece
contribuir al ajuste del reloj biológico del cuerpo, al inducir sueño y ayudar al organismo a
ajustarse al “jet lag” (retraso por vuelo).

Los núcleos habenulares, se relacionan con el olfato, especialmente, con las respuestas
emocionales frente a los olores.
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CEREBRO:

El cerebro consiste en una corteza cerebral externa, una región interna de sustancia blanca
cerebral y núcleos de sustancia gris, en la profundidad de la sustancia blanca.

La corteza cerebral es una región de sustancia gris que forma el borde externo del cerebro.
Aunque sólo mide de 2 a 4 mm de espesor, contiene miles de millones de neuronas dispuestas en
capas. Durante el desarrollo embrionario, cuando el tamaño del cerebro aumenta rápidamente, la
sustancia gris de la corteza se agranda con más rapidez que la sustancia blanca profunda. Como
resultado de ello, la región cortical se pliega sobre sí misma. Los pliegues se denominan giros o
circunvoluciones. Las grietas más profundas entre las circunvoluciones se denominan fisuras; las
más superficiales se conocen como surcos. La depresión más profunda, la fisura longitudinal,
divide el cerebro en una mitad derecha y una mitad izquierda denominadas hemisferios
cerebrales. La hoz del cerebro se encuentra dentro de la fisura longitudinal, entre los hemisferios
cerebrales.

Los hemisferios se conectan internamente mediante el cuerpo calloso, una ancha banda de
sustancia blanca que contiene axones que se extienden de uno a otro hemisferio. En el interior de
los hemisferios y en las comisuras interhemisféricas se observan cavidades: los ventrículos
cerebrales, los que por su posición se distinguen en ventrículos laterales, uno en cada hemisferio, y
un ventrículo medio, el 3er ventrículo.

Cada hemisferio cerebral se subdivide en varios lóbulos. Los lóbulos se denominan según los
huesos que los cubren: frontal, parietal, temporal y occipital. El surco central (Rolando) separa el
lóbulo frontal del lóbulo parietal. Un giro mayor, el giro precentral, situado inmediatamente por
delante del surco central, contiene el área motora primaria de la corteza cerebral. Otro giro
mayor, el giro poscentral, que se localiza inmediatamente por detrás del surco central, contiene el
área somatosensitiva primaria de la corteza cerebral. El surco lateral (Silvio) separa el lóbulo
frontal del lóbulo temporal. El surco parietooccipital separa el lóbulo parietal del lóbulo occipital.
Una quinta parte del cerebro, la ínsula, no puede observarse en la superficie del encéfalo, ya que
se encuentra dentro del surco cerebral lateral, en la profundidad de los lóbulos parietal, frontal y
temporal. El surco preoccipital se encuentro sobre el borde externo donde parece continuarse con
el surco parietooccipital externo. El surco callosomarginal (del cíngulo) se encuentra en la cara
interna del hemisferio con aspecto de “S”. El surco calcarino se encuentra en la aprte posterior de
la cara interna.
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LÓBULOS:

Lóbulo Frontal: limitado hacia atrás por el surco de Rolando, hacia abajo por el de Silvio y hacia
adentro por el callosomarginal.

 Surcos: frontal superior y frontal inferior.


 Circunvoluciones: frontal ascendente (precentral), frontal superior, frontal media y frontal
inferior.

Lóbulo Parietal: limitado hacia adelante por el surco de Rolando, hacia atrás por el
parietooccipital, y hacia abajo por el de Silvio.

 Surcos: intraparietal y poscentral.


 Circunvoluciones: poscentral, parietal superior y parietal inferior.

Lóbulo Occipital: limitado hacia adelante y hacia arriba por el surco parietooccipital. Tiene forma
de pirámide triangular, posee un vértice redondeado que corresponde al polo occipital.

 Surcos: semilunar y occipital transverso.


 Circunvoluciones (de arriba hacia abajo y de afuera hacia adentro): occipital superior,
occipital medial, occipital inferior, cuarta occipital (cara inferior), quinta occipital (debajo
del surco calcarino) y sexta occipital (entre los surcos parietooccipital interno y calcarino).

Lóbulo Temporal: limitado hacia arriba por el surco de Silvio y hacia adentro por la hendidura de
Bichat. Su extremo redondeado anterior constituye el polo temporal.

 Surcos: temporal superior y temporal inferior.


 Circunvoluciones: temporal superior, temporal medial, temporal inferior, cuarta temporal
(porción externa de la cara inferior) y quinta temporal (separada de la anterior por el
surco colateral).
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Lóbulo del Cuerpo Calloso o Circunvolución del Cíngulo: visible sobre cara interna. Una sola
circunvolución limita hacia arriba por el surco callosomarginal y hacia abajo por el surco del cuerpo
calloso.

Lóbulo de la Insula: comprende 5 circunvoluciones rodeadas por el surco de Reil y divididas en dos
partes por un surco central.

 Parte anterior: circunvoluciones I1, I2 y I3.


 Parte posterior circunvoluciones I4 y I5.
 Circunvolución transversa de Heschl: formada por el labio interno del surco de Silvio.
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COMISURAS INTERHEMISFÉRICAS:

Cuerpo Calloso: es una estructura impar de sustancia blanca de considerable espesor en la


profundidad de la fisura longitudinal cerebral. Se extiende de un hemisferio a otro y se prolonga
en el centro semioval de cada hemisferio.
Visto en un corte sagital tiene la forma de un arco cóncavo hacia abajo, con un tronco, un extremo
posterior (rodete) y un extremo anterior (rodilla) que termina en una extremidad adelgazada
(pico).

Trígono Cerebral(fórnix):

Es una estructura de sustancia blanca. Está situado en la línea media por debajo del cuerpo calloso
y por encima del 3er ventrículo. Posee 4 pilares y 2 caras.

BASE DEL CEREBRO

Esta región se halla ubicada entre los hemisferios cerebrales, por detrás del quiasma óptico y por
delante del borde superior de la protuberancia.

En ella se observan: la sustancia perforada anterior, el quiasma óptico y sus formaciones, y el


espacio optopeduncular o central, que comprende de atrás hacia adelante: sustancia perforada
posterior, los tubérculos mamilares, el tuber cinereum, el hipotálamo y las comisuras de la base.

VENTRÍCULOS CEREBRALES:

Son cavidades del cerebro. Están tapizados por epéndimo y alojan a los plexos coroideos.
Constituyen la fuente de LCR.

Existen tres ventrículos cerebrales: dos laterales, uno en cada hemisferio, y un tercer ventrículo,
medial.

Cada ventrículo lateral se comunica con el tercer ventrículo por el foramen interventricular. El
tercer ventrículo se comunica con el cuarto ventrículo por medio del acueducto del mesencéfalo.

Ventrículos laterales:

Cada uno de ellos presenta tres astas: una frontal, una temporal y una occipital. Estas tres
porciones se reúnen en el atrio del ventrículo lateral. Los dos ventrículos están situados a ambos
lados de la línea mediana.

Tercer ventrículo:

Cavidad impar y mediana del diencéfalo, situado en el centro del cerebro entre ambos tálamos,
por debajo del cuerpo calloso y de la tela coroidea superior y por encima de la región del
hipotálamo. Alargado de adelante hacia atrás.

Cavidad del tercer ventrículo: cavidad bastante irregular. Presenta el foramen interventricular y
las formaciones ependimarias del tercer ventrículo, que son, el órgano subcortical, el órgano
subfornical y el órgano paraventricular.
Merchenco, Tatiana Nerea

GANGLIOS BASALES:

En la profundidad de cada hemisferio cerebral, se encuentran tres núcleos (masas de sustancia


gris) denominados en conjunto ganglios basales.

Dos de los ganglios basales se encuentran uno al lado del otro, laterales con respecto al tálamo. El
globo pálido es más próximo al tálamo, mientras que el putamen se encuentra más cerca de la
corteza cerebral. Juntos, el globo pálido y el putamen forman el núcleo lenticular. El tercer ganglio
basal es el núcleo caudado, que presenta una “cabeza” grande conectada con una “cola” pequeña
a través de un “cuerpo” en forma de coma. El núcleo lenticular y el caudado forman juntos el
cuerpo estriado. La sustancia negra del mesencéfalo y los núcleos subtalámicos son dos
estructuras cercanas y relacionadas, desde el punto de vista funcional, con los ganglios basales.
Los axones de la sustancia negra terminan en el núcleo caudado y en el putamen. Los núcleos
subtalámicos están interconectados con el globo pálido.

Los núcleos basales reciben impulsos de la corteza cerebral y envían información a las regiones
motoras de la corteza a través de los grupos medial y ventral de los núcleos del tálamo. Además,
los ganglios basales poseen conexiones extensas entre sí. Una de sus principales funciones es la de
regular el comienzo y el fin de los movimientos. La actividad de las neuronas del putamen precede
a los movimientos corporales, y la actividad de las neuronas del núcleo caudado anticipa los
movimientos oculares. El globo pálido participa en la regulación del tono muscular de
determinados movimientos del cuerpo. Los ganglios basales también controlan la contracción
subconsciente del músculo esquelético.

Los ganglios basales desempeñan roles importantes, además de su influencia en las funciones
motoras. Ayudan a iniciar y a finalizar algunos procesos cognitivos como la atención, la memoria y
la planificación; además, pueden actuar junto con el sistema límbico en la regulación de las
conductas emocionales.
Merchenco, Tatiana Nerea

SISTEMA LÍMBICO:

Rodeando la parte superior del tronco del encéfalo y el cuerpo calloso, se encuentra un anillo de
estructuras en el borde interno del cerebro y el piso del diencéfalo que constituye el sistema
límbico. Los principales componentes son:

Lóbulo límbico: es un reborde en la superficie medial de la corteza cerebral de cada hemisferio.


Incluye el surco del cíngulo, que se encuentra sobre el cuerpo calloso, y el giro parahipocámpico,
que se halla en el lóbulo temporal, hacia abajo. El hipocampo es una porción del giro
parahipocampal que se extiende sobre el piso del ventrículo lateral.

Giro dentado: se halla entre el hipocampo y el giro parahipocampal.

Amígdala: está compuesta por varios grupos neuronales localizados cerca de la cola del núcleo
caudado.

Núcleos septales se localizan dentro del área septal formada por la región inferior del cuerpo
calloso y el giro paraterminal (un giro cerebral).

Tubérculos mamilares del hipotálamo: son dos masas redondeadas, próximas a la línea media y
cercanas a los pedúnculos cerebrales.

Núcleo anterior y el núcleo medial: participan en los circuitos límbicos.

Bulbos olfatorios: son cuerpos aplanados de la vía olfatoria, que descansan sobre la lámina cribosa
del etmoides.

Fórnix, la estría terminal, la estría medular, el fascículo telencefálico medial y el tracto


mamilotalámico: están vinculados por haces de axones mielínicos de interconexión.

El sistema límbico también se conoce como “cerebro emocional”, ya que desempeña un papel
fundamental en una amplia gama de emociones como el dolor, el placer, la docilidad, el afecto y la
ira. También está relacionado con el olfato y con la memoria
Merchenco, Tatiana Nerea

ORGANIZACIÓN FUNCIONAL DE LA CORTEZA CEREBRAL:

Áreas sensitivas:

 Área somatosensitiva primaria: posterior al surco central.


 Área visual primaria: polo posterior del lóbulo occipital.
 Área auditiva primaria: parte superior del lóbulo temporal.
 Área gustativa primaria: base del surco postcentral.
 Área olfativa primaria: superficie medial del lóbulo temporal.

Áreas motoras:

 Área motora primaria: giro precentral del lóbulo frontal.


 Área del lenguaje de Brocca: lóbulo frontal, cerca del surco lateral.

Áreas de asociación:

 Área de asociación somatosensitiva: posterior.


 Área de asociación frontal: porción anterior del lóbulo frontal.
 Área de asociación visual: lóbulo occipital.
 Área de asociación auditiva: por debajo y detrás del área auditiva primaria.
 Área de Wernicke (comprensión): región extensa en lóbulos temporal y parietal.
 Área de integración común: rodeada por las áreas de asociación somatosensitiva, visual y
auditiva.
 Área premotora: inmediatamente por delante del área motora.
 Área del campo ocular frontal: corteza frontal.
Merchenco, Tatiana Nerea

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