Revista Juridica 2000
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"EL IMPUTADO"
Luis María Benítez Riera
"HABEAS DATA"
Luis María Benítez Riera
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Formalmente hablando una Constitución puede bien ser entendida como un cuerpo de
reglas jurídicas básicas y esenciales que contienen los Derechos fundamentales de los
ciudadanos y que, al mismo tiempo, organizan el Estado; y, en tal sentido, es la
representación de la base dogmática y orgánica de todo el resto del ordenamiento jurídico
de un país. Lógicamente, en todo concepto de Constitución, y por más que resulte
redundante, surge indispensable una idea de ordenamiento jurídico básico del Estado, toda
una estructura de Poder junto a sus propias formas de despliegue y funcionamiento, los
Derechos elementales del ser humano así como los mecanismo para cautelar su ejercicio;
todo ello en función a una realidad social a la que esté ajustada.
La existencia, el respeto y la plena vigencia del orden constitucional del que hablamos, se
manifiesta en lo que es la Constitucionalidad o el Estado Constitucional de Derecho, tanto
desde el punto de vista formal y normativo, como desde el punto de vista de aplicación y
práctica cotidiana. En nuestro particular caso, sumidos en cráteres económicos y sociales, y
con una Constitución más bien declarativa que efectiva, nuestra Constitucionalidad queda
establecida en el solo respeto a esas normas declarativas contenidas en ella, y a la no
expresa desobediencia al gran cúmulo de normas programáticas que poseemos, la mayoría
de ellas, sin Ley que las desarrolle.
El concepto ideal es siempre el mismo, según expresa muy claramente Víctor J. Ortecho
Villena, para el que 'la constitucionalidad como existencia jurídica, política y social es la
expresión de la supremacía de la Constitución; constituye soporte y sustento del Estado
Constitucional de Derecho'. Y eso implica sometimiento y subordinación de leyes y normas
jurídicas, así como de los actos de Gobierno y de los particulares, a las normas
Constitucionales.
El Artículo 137 de la Constitución, en este sentido, reza: 'La Ley suprema de la República
es la Constitución. Esta, los Tratados, Convenios y Acuerdos Internacionales aprobados y
ratificados, las Leyes dictadas por el Congreso y otras disposiciones jurídicas de inferior
jerarquía, sancionadas en consecuencia, integran el derecho positivo nacional en el orden
prelación enunciado'; con lo cual ella deja establecidos y consagrados aquí, los principios
de jerarquía y Supremacía Constitucional.
Nuestra Constitución Nacional de 1.992, dedica un Capítulo completo, el XII, del Título II
de la Parte Primera, con la designación de 'De las Garantías Constitucionales', a los
procedimientos especialmente destinados a la defensa, vigencia y reivindicación de los
Derechos Constitucionales, hallándose consagrados el Hábeas Corpus, el Amparo, el
Hábeas Data y la Inconstitucionalidad, siendo todas ellas establecidas, según nuestra propia
Ley Fundamental, a objeto de 'hacer efectivos los derechos consagrados en esta
Constitución...', según el Artículo 131.
Y como todo es producto de causas y efectos, claro nos resulta que existiendo una idea de
Inconstitucionalidad, también existe un Control Constitucional, por el mero hecho de que
existen frecuentes violaciones Constitucionales, fundamentándose jurídicamente, en los
principios desarrollados en términos introductorios al inicio de la presente monografía, así
como en cuestiones de materia política y social, que hablan de seguridad jurídica y
consecuente seguridad social.
Dentro del planteamiento de esta estructura, el Control Constitucional debe ser entendido
como el conjunto de condiciones, tanto políticas como jurisdiccionales, destinadas a
amparar la Constitucionalidad, es decir la real vigencia de la Constitución y el respeto a sus
normas, como la forma más adecuada para la defensa de un Estado Constitucional de
Derecho, y por ende, una forma de asegurar un ambiente socialmente acorde a fines de
justicia.
Cualquiera sea el Sistema de Control Constitucional al que se acoja un Estado, el fin propio
de él es el desplazamiento de las Normas Jurídicas que contraríen la Constitución, para lo
cual es que se declara su inconstitucionalidad. Han existido dos sistemas clásicos: el del
Control Político y el Judicial. El Control Político es aquel en el que las Normas
Inconstitucionales son invalidadas por órganos encargados exclusivamente de efectuar el
control o de elevarlas al legislador para que sea éste quien las derogue, constituyéndose así
en un Poder Político por excelencia 'con facultad para desautorizar a los poderes políticos
ordinarios, toda vez que éstos violen los textos Constitucionales'. Un ejemplo típico en este
sentido es el Tribunal de Garantías Constitucionales de España, impuesto por la
Constitución de 1.931, o el Consejo Constitucional Francés. Lo distintivo estaría, en
comparación al Control Jurisdiccional, fuera de la naturaleza de los órganos competentes,
en la facultad que tendría cada uno de ellos para darle el correspondiente efecto a su
declaración de Inconstitucionalidad, ya que por medio del Control Político, una Norma que
sea contraria a la Constitución, es Norma que queda invalidada, siendo esta cuestión muy
relativa en los Controles de carácter Judiciales.
Desde el otro extremo, surge el Control Judicial, en el que los órganos de control, que
normalmente son los órganos judiciales ordinarios, al declarar la Inconstitucionalidad del
Derecho, aplican la Constitución Nacional en cuanto Ley suprema, y el normal efecto que
produciría vuelve ineficaz a la Norma incompatible para el caso en que se suscita la
declaración, pero sin derogarla, conservando, por tanto, su validez para el futuro.
Este es el Control que propiamente nos interesa en este trabajo, Control en el que la
fiscalización es otorgada a un órgano, usualmente, judicial. Su exponente clásico es el
régimen norteamericano, el cual sirvió de inspiración a muchas legislaciones. Sin embargo,
procesalmente hablando, no hay total paridad, tampoco, en esta concepción, ya que en
algunos países todos los Jueces pueden declarar la Inconstitucionalidad, en otros hay un
Tribunal especial y en otros, como es nuestro caso, la Corte Suprema tiene competencia
exclusiva a esos efectos. Por otro lado, el punto de los efectos derivados de la declaración
de Inconstitucionalidad, también es cuestión muy debatida en doctrina. Independientemente
de ello, tornándose ineficaz la norma para el caso, o en forma genérica, lo que se busca es
la viabilización del ejercicio del Derecho violado.
Pero antes de seguir es importante también distinguir y examinar brevemente cuales son los
objetos que pueden padecer vicios de constitucionalidad, y por consiguiente, puede ser
declaradas inconstitucionales. Según es apreciable en nuestro ordenamiento, así como en la
mayoría de ellos, son susceptibles de inconstitucionalidad las Leyes, así como todo tipo de
instrumento normativo, y las Sentencias, lo cual abarcaría todo tipo de Resoluciones
Judiciales. En opinión del Dr. Juan Carlos Mendonca, también se encontraría en esta misma
categoría el proceso, el cual también es un acto sujeto a control.
En atención a todo lo expuesto, vale realizar una serie de apreciaciones y comentarios, con
respecto al procedimiento mismo para la Declaración de Inconstitucionalidad de las Leyes
atendiendo a las causas antedichas.
Sobre el Procedimiento
Nuestra Ley Fundamental aporta tres artículos diferentes en ubicación y redacción a la hora
de regular la competencia en materia de inconstitucionalidad. El Artículo 132 se encarga de
prescribir que 'La Corte Suprema de Justicia tiene facultad para declarar la
inconstitucionalidad de las normas jurídicas y de las resoluciones judiciales, en la forma y
con los alcances establecidos en esta Constitución y las Leyes'. El Artículo 259, inciso 5°),
coincide totalmente con el anterior, señalando entre los deberes y atribuciones de la Corte
Suprema el de 'conocer y resolver sobre inconstitucionalidad'. De ello, resulta obvio que el
órgano encargado de declarar la Inconstitucionalidad en nuestro país es la Corte Suprema
de Justicia. Pero el Artículo 260 se encarga de realizar un distingo, en concordancia con el
Artículo 258, a los efectos de organizar la estructura de la Corte Suprema, y determina,
entre los deberes y atribuciones de la Sala Constitucional de la Corte, el de 'conocer y
resolver sobre la Inconstitucionalidad de leyes y de otros instrumentos normativos...', así
como 'decidir sobre la inconstitucionalidad de las sentencias definitivas o interlocutorias...';
de donde es apreciable que la misma competencia atribuida a la Corte Suprema de Justicia
en pleno, está atribuida a la Sala Constitucional de la misma.
En opinión del Dr. Hernán Casco Pagano, la Inconstitucionalidad siempre ha sido declarada
por la Corte Suprema de Justicia en forma restrictiva, 'en razón de la gravedad de sus
consecuencias', y todas sus declaraciones deben sustanciarse en casos concretos y
contenciosos, por lo que 'no le está permitido expedirse en abstracto sobre la
inconstitucionalidad de la Ley'. Agrega que es necesaria la existencia de un provecho en
alcanzar la declaración por parte del perjudicado, de modo a tutelar, en efecto, un derecho
violado. De esta forma, 'no se concibe la declaración en abstracto de la
inconstitucionalidad, vale decir, en el sólo beneficio de la Ley, sin un concreto y legítimo
interés en su declaración'.
La Impugnación por vía de Excepción debe, en todos los casos, ser opuesta por el
demandado o el reconvenido al contestar la demanda, en el término de 18 días, si estimare
que ellas se fundan en una ley u otro instrumento que viole a la misma Constitución
Nacional. A la inversa, el actor o el reconveniente, tienen 9 días para oponer la excepción, y
3 días en procesos especiales, cuando estimen que la contestación del demandado se funda
en Leyes Inconstitucionales. Si así no ocurriere, se producirá la preclusión, y la consecuente
pérdida del derecho para hacerlo posteriormente, con la salvedad de que el Juez sí podrá
hacerlo, siempre que a su juicio, una Ley, Decreto u otra disposición que pueda ser
contraria a las reglas constitucionales, esté siendo utilizada.
De la Excepción planteada, el Juez deberá correr traslado a la otra parte y al Fiscal General
del Estado, por el plazo de 9 días, respectivamente; contestados que fueren ellos, o
vencidos los plazos para hacerlo, el Juez debe remitir el expediente conformado a la Corte
Suprema de Justicia.
La Corte Suprema de Justicia, según se expone en el Artículo 542 del Código Procesal
Civil, deberá dictar Resolución bajo la forma de Sentencia Definitiva, dentro de los 30 días
de recibido el Expediente, y en todo caso, el contenido de la Sentencia debe estarse a la
declaración o no de la Inconstitucionalidad de la Ley o del instrumento normativo
impugnado, y su correspondiente inaplicabilidad al caso. Bajo ningún punto de vista, la
interposición de la Excepción podrá suspender el curso del proceso principal, que debe
llegar hasta la Sentencia. Esto es así 'porque la oposición de la Excepción tiene carácter
preventivo destinada a evitar la aplicación de la Ley impugnada por inconstitucional',
constituyendo el proceso principal un objeto totalmente diferente.
Explica el Dr. Casco Pagano, que como regla general en cuanto a la interposición de la
demanda, ella 'no suspende los efectos de la Ley o disposición impugnada. Esto es así
porque la Ley (latus sensu) o la disposición se presumen legítimas mientras no exista una
concreta declaración de inconstitucionalidad'. Sin embargo, del Artículo 553, puede notarse
que a esta regla se establece como excepción la facultad que tiene la Corte Suprema de
Justicia para suspender los efectos de la Ley o disposición atacada de inconstitucional,
mientras dure la substanciación de la demanda, cuando exista petición fundada de parte en
que su cumplimiento podría ocasionar al reclamante un perjuicio irreparable. La resolución
que suspenda provisionalmente los efectos de la Ley impugnada se dictará de inmediato y
sin substanciación, es decir sin correrse traslado. En estos mismos términos, la Corte
Suprema de Justicia, a pedido de parte, o si lo considerase conveniente, tiene la facultad de
dictar las medidas cautelares necesarias, tendientes a evitar perjuicios y asegurar los
Derechos.
Para la substanciación de la demanda, la Corte Suprema de Justicia, deberá oír a las partes
que en la resolución de la cuestión tengan interés:
- El Fiscal General del Estado, cuando se trate de actos provenientes de los Poderes
Legislativo, Ejecutivo o Judicial, ya que el Ministerio Público debe 'velar por el respeto de
los derechos y de las garantías constitucionales'.
La Constitución Nacional, al dejar sin poder para invalidar una ley a la Corte Suprema de
Justicia, lo que logró fue, según el criterio de la Convención Nacional Constituyente, evitar
que su Sentencia se transformara en instrumento normativo igual a la Ley, capaz de
derogarla y dejarla sin efectos, saliéndose de sus normales atribuciones.
Es muy válido destacar, como lo hace Juan Carlos Mendonca en su libro 'La Garantía de
Inconstitucionalidad', las grandes diferencias que existen entre los actos legislativos y los
actos jurisdiccionales, sobresaliendo, de parte de los primeros, sus caracteres de
generalidad, abstracción, así como el hecho de que su función propia es la de la creación
del nuevo Derecho; mientras tanto los actos jurisdiccionales se caracterizan por ser
especiales, concretos y declarativos, y no sirven para crear nuevo Derecho, sino para hacer
cumplir el que ya está creado con respecto a las situaciones reales. Todo esto haría
totalmente incompatible que el efecto de la Inconstitucionalidad declarada por la Corte
Suprema de Justicia, sea erga omnes.
El Dr. Mendonca comenta: 'Ocurre que la Corte, órgano jurisdiccional, que se expresa a
través de la Sentencia, declarando el mandato contenido en la norma, no puede declarar la
invalidez de la Ley, a pesar de que la Ley Inconstitucional es inválida. Al parecer el
legislador constituyente quiso dejar sentado - sin discusión posible - que queda intangible
nuestro sistema, facultando a la Corte únicamente a declarar la inaplicabilidad de la Ley en
el caso concreto, y negándole facultades derogatorias. La Sentencia conserva, así, su
definitivo carácter particular, con valor exclusivo para el caso que resuelve y en
consecuencia para las partes en él intervinientes'.
Este criterio, teóricamente muy preciso y exacto, viene a asegurar en forma estricta, el
principio de la División de Poderes, dándole al Poder Judicial su correspondiente facultad
de aplicación del Derecho vigente y jerárquicamente superior, y no le arroga de otra
facultad que pudiera exceder sus reales poderes en función a los estrictos principios
liberales que venimos refiriendo.
Llegado a este punto, la cuestión aparece muy clara. Sin embargo, resulta muy provechoso
preguntarse hasta qué punto, verdaderamente, la doctrina de la División de Poderes no
permite atribuir efecto erga omnes a la declaración de Inconstitucionalidad de la Corte.
Explica Bosch que 'Los jueces deben conformar sus resoluciones a las decisiones que en
casos análogos dicte este Tribunal haciendo jurisprudencia... De modo que, puede
considerarse que, cuando una primera sentencia declara inconstitucional una Ley con
respecto al caso en que tal inconstitucionalidad se plantea, o ilegal un acto administrativo
en igualdad de condiciones, esa Ley o ese acto pierden virtualmente todo su vigor'.
Solución muy formal, estricta y rígidamente adaptada a los principios liberales de la
División de Poderes es la fomentada por nuestra Constitución en esta materia, sin embargo,
esta otra, sin entrar a tallar en meros formalismos, tampoco se aparta decididamente de
ellos, y en términos prácticos llega a igual solución y hasta de una mejor manera.
Se puede concluir de todo esto que declarar la certeza del Derecho Constitucional no
implica, en manera alguna, una extralimitación de la función judicial; por el contrario, en el
sistema Republicano de Gobierno, se ha dado al Poder Judicial, el papel de custodio de la
Constitución, en materia de Derecho Constitucional, como en materia de conflicto de
Poderes cuando la solución del conflicto es jurídica, situaciones que no pueden ser pasadas
por alto por la misma Constitución.
En su obra 'Os Controles dos Atos Administrativos Pelo Poder Judiciário', el brasileño M.
Seabra Fagundes, desarrolla este tema, de cuyo pensar resultará provechoso extraer el
siguiente comentario: 'Lo que hay en todo esto, ante todo, es una cuestión de palabras, más
que de fondo. Ilegalidad, ilegitimidad, invalidez, nulidad, o negación de efectos, como
quiera que se denomine al pronunciamiento jurisdiccional que, teniendo al acto por opuesto
al Derecho Positivo, protege contra su ejecución al individuo; lo que hay en él, ante todo, es
la nulidad del acto. Sin reconocer la invalidez del acto, no sería posible negarle aplicación.
Esta es la consecuencia de la que aquella es la causa'.
BIBLIOGRAFIA
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"APUNTES SOBRE ASOCIACIONES"
Ana Manuela González Ramos
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TEMA I ASOCIACIONES
PARTE A
1. Introducción.
4. Persona Jurídica.
4.1 Personas Jurídicas con carácter público - Personas con carácter privado
4.2 Art. 91 del Código Civil (Ley N° 388/94)
Personas Jurídicas con Carácter Público
Personas Jurídicas de Derecho Privado
5.1 Las que tengan por objeto el bien común y las asociaciones inscriptas con capacidad
restringida
1. Las que tienen por objeto el bien común
2. La capacidad restringida
5.2 Proceso de formación de la persona jurídica
5.3 Personas jurídicas con carácter privado
6.1 Concepto
6.2 Normativa legal
6.3 Constitución
6.4 Estatutos
6.5 Denominación de Domicilio
6.6 Fines
a) No Lucrativos
b) Licitud
c) Determinación
6.7 Patrimonio y recursos
a) Patrimonio
b) Recursos Económicos
7. Capacidad de la Asociación.
8. Derechos de la Asociación.
9. Órganos de Contralor.
13.1 La Dirección
13.2 Funcionamiento
14. Acefalía.
15.1 El Presidente
15.2 Otro órganos sociales
16. Documentaciones
TEMA I
ASOCIACIONES
En el Derecho positivo paraguayo no existe una Ley especial que regula las Asociaciones.
El objeto principal de este estudio lo constituyen las asociaciones reguladas en los incisos f,
g, del artículo 91 del Código Civil.
PARTE A
NOCIONES PRELIMINARES
1. INTRODUCCIÓN
El espíritu de Asociación
La vida humana se caracteriza por su definido espíritu de asociación. Cada una de las
necesidades que el hombre tiene, hace posible una forma diferente de asociación. Desde la
más simple, la reproducción de la especie, hasta la más complicadas de la existencia
moderna, todas integran variedades de asociación, las que son tantas como necesidades
humanas surjan, así: la familia, la tribu, la iglesia, el municipio, el Estado, constituyen
especies diversas de asociación.
Ya Aristóteles señaló que 'es el hombre ser sociable por naturaleza; lo es más que la abeja y
que todos los otros animales que viven agrupado. La vida social es un imperioso mandato
de la naturaleza. El primero que fundó una asociación política hizo a la humanidad el
mayor de los beneficios; porque si el hombre, perfeccionado por la sociedad, es el primero
de los animales, es también el último cuando vive sin leyes y sin justicia'. La sociabilidad
del hombre representa la solidaridad entre los seres humanos, que constituye el móvil
principal de toda sociedad humana y así, en todos los tiempos, los individuos se han
agrupado con un fin : inicialmente esa solidaridad tenía por principal objetivo la
conservación y la defensa, después surgió la cooperación. Ciertos logros no podrían
alcanzarse con los esfuerzos aislados de los individuos, exigen, imperiosamente, el
concurso de varios en los que el empeño mancomunado de las personas permite obtener los
fines propuestos. Así surgió la institución que hoy conocemos como Asociación. Ella
constituye la unión de dos o más personas con una finalidad determinada. Puede ofrecer
muy diversos aspectos o intenciones. Puede ofrecer muy diversos aspectos o intenciones:
políticas, religiosas, benéficas, deportivas, culturales, profesionales, mercantiles, etc. La
asociación como hecho (no como derecho), puede incluso perseguir fines que en las leyes
penales llegan a constituir una figura delictiva, es lo que se denomina ' asociación ilícita
para delinquir'.
Por ello creemos: que si un grupo de personas puede reunirse libremente a ejercer su
derecho de asociación, al amparo del artículo 42 de la Constitución para perseguir algún
fin, (excepto los tipificados como delitos o actos prohibidos), esas mismas personas tienen
el derecho constitucional de reunirse para constituir una Sociedad Comercial.
Dentro de la esfera del Derecho privado, atendiendo al fin esencial de la entidad, se pueden
diferenciar la asociación, de la sociedad y de la reunión.
La asociación: comprende toda la gama de entidades sin fines lucrativos, por ejemplo: las
asociaciones culturales, políticas, recreativas, científicas, deportivas, gremiales, ect.
La sociedad: se caracteriza por su fin económico o lucrativo. El art. 595 del Código Civil
Paraguayo dice: 'Por el contrato de Sociedad dos o más personas creando un sujeto de
derecho, se obligan a realizar aportes para producir bienes o servicios, en forma organizada,
participando de los beneficios y soportando las pérdidas'. Podemos afirmar por ello, que las
asociaciones con ánimo de lucro se llaman sociedades.
4. PERSONA JURÍDICA
Nacen por voluntad de la ley y tiene por misión inmediata cumplir fines de interés público,
no pueden constituirse por iniciativa privada. Tienen patrimonio estatal. Ej.: Ande -
Corposana - Antelco.
a) El Estado
e) Las Universidades.
f) Las asociaciones que tengan por objeto el bien común (utilidad pública)
g) Las asociaciones inscriptas con capacidad restringida.
h) Las fundaciones
i) Las sociedades anónimas
j) Las sociedades reguladas en el Libro III del Código Civil.
En el Derecho positivo paraguayo no existe una ley especial que regula las Asociaciones.
Encontramos regímenes jurídicos que regulan cierto tipo de asociaciones. Así, por ejemplo
en el Código Laboral (o Trabajo) tenemos la regulación de los llamados sindicatos. (art.
288 y sgtes.). En el Código Electoral se encuentra la regulación de los partidos políticos; en
la ley orgánica Municipal se regula la conformación de las comisiones vecinales; en la Ley
N° 1334/98 (De defensa del Consumidor y del usuario)- art. 45, contempla la asociación de
consumidores, etc.
El objetivo de este estudio lo constituyen las asociaciones reguladas por el Código Civil, en
los incisos 'f' y 'g' del artículo 91.
5.1. LAS QUE TENGAN POR OBJETO EL BIEN COMUN Y LAS ASOCIACIONES
INSCRIPTAS CON CAPACIDAD RESTRINGIDA
Como ya se ha indicado, el fin que persigue una asociación puede ser de interés privado, si
beneficia exclusivamente a los socios, o de interés público si representa un beneficio par la
colectividad (o los 'terceros'). La distinción entre uno y otro no siempre es nítida , pues en
muchas ocasiones ambos intereses se entrecruzan o coinciden sin que puedan ser
delimitados claramente.
a) Las que tienen por objeto el bien común: Se trata de aquellas asociaciones cuyos fines
sean de utilidad pública, y tiendan a promover el bien común . Deben estar reconocidas
como tales por los órganos del Estado; el Poder Ejecutivo y los Registros Públicos (Poder
Judicial).
Las asociaciones a las que se les reconozca tal carácter tienen el derecho a mencionarlo en
sus documentos y medios publicitarios. Además, gozan de exenciones fiscales, previstas en
la Ley 125/91 (Art. N° 83 y concordante).
Las asociaciones que tienen por objeto el bien común son las asociaciones que por su
importancia o por e l volumen de sus actividades merecen una regulación especial más
rigurosa. Son las llamadas también 'reconocidas de utilidad pública'. El artículo 102 del
Código Civil, las define como entidades que no tengan fines lucrativos. Es bueno aclarar
que para que cumpla con el fin de utilidad o bien común la entidad no puede despojarse del
sustento económico que requieren los proyectos. Solo que no puede existir como fin la
obtención y el reparto de dividendos, excedentes, ni ganancias, ni beneficios económicos.
Por ejemplo: en una Asociación de Investigaciones para las Ciencias Médicas, cuyo fin es
de utilidad pública, sus académicos descubren una vacuna que luego de producirse en gran
cantidad genera grandes excedentes. Dichos resultados no puede repartirse entre sus
asociados cual dividendo de una sociedad comercial, sino que deber destinarse para atender
las necesidades de la entidad y ayudar al mejor cumplimiento de sus fines. Así se deben
comprender a : los partidos políticos, las entidades científicas, culturales, gremiales,
deportivas, etc., cuyo funcionamiento requiere autorización gubernativa conforme a la
norma del art. 93 del Código Civil. (Ley 388).
b) Las de capacidad restringida. Son asociaciones creaciones creadas sin fines de lucro que
hacen innecesaria la participación del gobierno, en su creación, simplemente se constituyen
por escritura pública y luego se recurre al expediente de inscribir sus estatutos en el registro
respectivo creado por el Código de Organización Judicial . Están regular en el Art. 118 del
Código Civil. La inscripción está normada por el Art. 348 de la Ley 879, que dice
textualmente:
Para la constitución de toda persona jurídica, sea cual fuere su modalidad se precisa:
a) La formación de lo que los autores denominan sutrato o soporte, elemento objetivo, real,
que implica la creación de una entidad independiente. En las personas jurídicas de tipo
asociativo está constituido por una colectividad humana, es decir, una organización
formada por un grupo de personas para cumplir un fin, dotándola de los medios necesarios
para ello.
Ese soporte no se forma por generación espontánea surgiendo de la nada, sino que precisa
en todo supuesto, necesariamente, una voluntad, que no es la simple intención de constituir
un grupo o acumular unos bienes, sino que requiere además, la resolución de creación de
una entidad (en sentido amplio para cumplir un fin y que esa organización actúe
orgánicamente.
Por concesión estatal. (Por Decreto del Poder Ejecutivo). Si el Estado se reserva la facultad
de conceder el reconocimiento.
Si examinamos detalladamente el proceso constitutivo total, llegamos a la conclusión de
que cualquiera que sea el sistema que se adopte, en definitiva el reconocimiento o
atribución de la personalidad jurídica a un determinado ente siempre dependerá de la
voluntad legislativa del Estado, de ahí la necesidad de Leyes que regulen con claridad el
proceso de formación y funcionamiento de la persona jurídica.
Este reconocimiento como dijimos, no es en ningún supuesto algo automático, sino que
siempre debe ir precedido de la existencia del soporte o sustrato (voluntad pluripersonal de
2 o más personas).
Las de capacidad restringida deberán constituirse por escritura pública e inscribirse en los
Registros Públicos.
6.1 CONCEPTO.
En todo caso, el fin que persigue una asociación no puede ser la obtención de beneficios
económicos pues, en tal caso, se trataría de una sociedad. Aquí sólo interesa dejar clara esta
diferencia: las sociedades tiene una finalidad de tipo lucrativo, mientras que las
asociaciones deben carecer de él.
Excluido el ánimo de lucro como finalidad de las asociaciones, les queda a éstas una amplia
gama de actividades por desarrollar, lo cual permite hablar de diferentes clases o tipos de
asociación. Podríamos citar las siguientes, aún a riesgo de dejar algunos en el tintero.
* Asociaciones políticas, como los partidos y los llamados movimientos políticos. (Ver
Código Electoral).
* Asociaciones sindicales, integradas por trabajadores asalariados y también por
estudiantes. (Código Laboral)
* Asociaciones empresariales, constituidas por los empresarios de cada sector de la
economía. (de carácter gremial)
* Asociaciones de vecinos, tanto de los barrios de las ciudades, como de propiedades de
urbanizaciones o de consorcio de copropietarios (Ley 1294).
* Asociaciones de consumidores, y otras similares como las de amas de casa. (Ver Ley N°
1334/98 de Defensa del Consumidor)
* Asociaciones culturales, tales como los ateneos y otras que organizan conferencias,
seminarios, cursillos, congresos, exposiciones artísticas, etc.
* Asociaciones asistenciales, (o de beneficencia) son las dedicadas a la asistencia de
ancianos, de enfermos, de ayuda a personas necesitadas, de minusválidos, etc.
* Asociaciones religiosas, vinculadas a la iglesia católica o a otras confesiones.
* Asociaciones recreativas, como los clubes o de aficionados a algunos deportes, o
dedicados a promover festejos, jornadas gastronómicas, etc.
* Asociaciones deportivas, que engloban a los clubes y agrupaciones deportivas.
* Asociaciones de educadores, de padres o estudiantes. Ley (1264/98) (Ley General de
Educación)
Todas ellas, y quizás algunas otras que haya podido omitir, coinciden con la definición de
asociación dada al principio de este epígrafe.
Numerosos tratadistas afirmaron que sería deseable una ley marco y que, la sanción de
leyes especiales para ciertos tipos de asociaciones no es necesaria. Es nuestro sistema
jurídico existe la dificultad práctica de englobar a algunas asociaciones en concreto, en una
u otra de las que el código califica como de interés público o de capacidad restringida.
Entre las asociaciones regidas por leyes especiales encontramos los partidos políticos, y los
sindicatos. (Código Electoral, Código Laboral)
Las asociaciones no integradas en ninguno de esos grupos, son las que se rigen por el
régimen general contemplado en el Código Civil, en los artículos 102 al 123.
6.3. CONSTITUCIÓN
Las personas que deseen constituir una asociación que no tenga fin lucrativo sometida al
Código Civil deben expresar su voluntad por escritura pública conforme lo establece el art.
102 del Código Civil, voluntad que será consensuada en los términos de los Estados
aprobados en la asamblea o acta de constitución.
Los estatutos de una asociación representan su norma superior. Son algo así como la
Constitución para un Estado.
Además, al contrario de otras entidades asociativas (como las sociedades anónimas, por
ejemplo), el Código Civil deja un margen muy amplio a la libertad de los fundadores.
Incluso, muchas de las normas que regulan la organización interna lo hacen con carácter
supletorio, si los estatutos no disponen otra cosa. (Ver artículo 108 del Código Civil).
Lo que sí establece el Código Civil en su artículo 104 es el contenido mínimo que deben
tener los estatutos: 1. Denominación de la Asociación. - 2. Fines que se propone. - 3.
Domicilio. - 4. Funcionamiento y administración. - 5. Procedimientos de adquisición y
pérdida de la condición de socio. - 6. Derechos y deberes de los socios. - 7. Patrimonio. - 8.
Destino que, en caso de extinción, deba darse a sus bienes.-
Además, los estatutos pueden contener cuantas condiciones lícitas consideren convenientes
los fundadores.
El código Civil atribuye la facultad de modificar los estatutos, a la asamblea general y exige
para ello un quórum especial (tres cuartas para la disolución y cuatro quintas para el cambio
de fines Art. 108).
DENOMINACIÓN:
Los socios fundadores pueden elegir la denominación libremente, siempre que se refiera a
los fines de la asociación y, sobre todo, que no induzcan a relacionarlo con otras diferentes.
DOMICILIO: Es el lugar en que la Asociación debe cumplir con sus obligaciones - por
ello, el domicilio debe ser consignado, al igual que las personas físicas.
6.6. FINES
Los fines asignados a la asociación en su acta fundacional y en los Estatutos, deberán ser:
a)no lucrativo. b)lícitos y c) determinados, según exige el Código Civil. Veamos en qué
consiste cada uno de estos requisitos:
b) LICITO
Si el Código exige que los fines de las asociaciones deben ser lícitos, cabe preguntarse
cuáles son loso fines ilícitos. De ellos, por exclusión, obtendremos los primeros.
Pues bien, la respuesta nos la proporciona el Art. 239, el nuevo Código Penal Paraguayo
(Ley 1160/97), que califica como 'asociaciones criminales':
'1°) El que:
1. creara una asociación estructurada jerárquicamente u organizada de algún modo, dirigida
a la comisión de hechos punibles;
2. fuera miembro de la misma o participara de ella;
3. la sostuviera económicamente o la proveyera de apoyo logístico;
4. prestara servicio a ella; o
5. la promoviera, será castigado con pena privativa de libertad de hasta cinco años.
4° El tribunal también podrá atenuar la pena con arreglo al art. 67, o prescindir de ella,
cuando el autor:
c) DETERMINACIÓN
Los fines de la asociación deben ser determinados. Ello significa que deben concretarse en
el acta fundacional y los estatutos, de forma que no existan dudas sobre las actividades que,
realmente, piensa llevar a cabo la asociación.
Por lo tanto, al describir los fines no pueden utilizarse expresiones ambiguas o de tipo
genérico como 'actividades deportivas', o 'fomento de la cultura', por ejemplo, que pequen
de inconcreción: ello podría justificar una negativa a reconocer la asociación e inscribirla
en el registro.
La razón no es sólo evitar la existencia de posibles asociaciones ilegales, sino también que
se inscriban como asociaciones agrupaciones que no lo sean, por existir un afán de lucro,
por ejemplo, o que se acojan al Código Civil cuando deberían sujetarse a otras leyes
especiales.
Como se ha señalado al hablar de los estatutos (art. 104), éstos deben reflejar el patrimonio
fundacional y los recursos económicos previstos para el cumplimiento de sus fines.
a) Patrimonio
El Código Civil no emplea la expresión 'recursos económicos' sin embargo la práctica así lo
exige por considerarlo indispensable para el cumplimiento de los fines de la asociación. Por
ello le dedicamos esta sección.
Recursos económicos: son los procedimientos mediante los que se prevé que podrá contar
la asociación parta atender a los gastos que ocasione su mantenimiento. Los medios más
frecuentes para obtener estos recursos son:
a) Las cuotas de entrada, o cantidades que se exigen para ser admitido como un nuevo
socio.
b) Las cuotas periódicas (mensuales, trimestrales o anuales), que se comprometen a abonar
los socios.
c) Las cuotas extraordinarias exigidas a los socios para subsanar gastos imprevistos.
d) Las cuotas que se establezcan para utilizar los servicios sociales (asistencia a
conferencias o reuniones, entrega de diplomas, uso de instalaciones deportivas, etc.) y la
venta de publicaciones y revistas.
e) Donaciones y legados particulares.
Tales recursos, una vez deducidos los gastos, pasan a incrementar el patrimonio de la
asociación. Por lo tanto, éste puede ir aumentando respecto a la cifra consignada
inicialmente en los estatutos lo que no puede existir es la participación de los socios en
dicho patrimonio. Conviene recordar una vez más que las asociaciones carecen de ánimo de
lucro y que el remanente de las actividades deben ingresar al patrimonio y destinarse al
cumplimiento de los fines.
7. CAPACIDAD DE LA ASOCIACIÓN
En efecto, prescribe el Art. 96 del Código Civil: Las personas jurídicas poseen para los
fines de su institución, la misma capacidad de derecho que las personas físicas para adquirir
bienes o contraer obligaciones, por intermedio de los órganos establecidos en sus estatutos.
Dentro de estos límites podrán ejercer acciones civiles y criminales y responder a las que se
entablan contra ellas.
La equiparación de la capacidad de las personas físicas y jurídicas son las limitaciones o
restricciones que proviene de la ley.
¿Qué sanciones penales podría sufrir la persona jurídica? A nuestro entender serían:
Multa
Suspensión o inhabilitación
9. ÓRGANOS DE CONTRALOR
El Código Paraguayo no los menciona, pero por su gran importancia es aconsejable que el
mismo sea previsto en los estatutos a través de una sindicatura o Comisión Revisora de
Cuentas. En la Legislación comparada encontramos que su conformación es obligatoria por
su aporte a transparentar las peticiones Administrativas de las Asociaciones.
* Conviene transcribir por su importancia el Art. 116 del Código Civil que dice así:
'Disuelta una asociación, sus bienes tendrán el destino indicado en sus estatutos, y si nada
hubieran dispuesto, serán considerados vacantes, salvo perjuicio a terceros o a los
asociados. El astuto obligatoriamente debe disponer el destino de los bienes en caso de
disolución de la Asociación'.
11. LOS SOCIOS DE LAS ASOCIACIONES
Los socios son las personas físicas que se agrupan para conseguir sus fines.
Ahora bien, la condición de socio (con los derechos y obligaciones que conlleva, y de los
que trataremos en le epígrafe siguiente es temporal: se adquiere en un momento dado y se
pierde en determinadas circunstancias.
Una persona física puede llegar a ser socio de una asociación determinada, bien por ser uno
de los fundadores de la misma, o bien por incorporarse a ella posteriormente.
Para ser socio fundador de una asociación no se requiere otro requisito que la necesaria
capacidad contractual. Por lo demás, cualquier persona es libre de constituir cuantas
asociaciones crea conveniente, siempre que respete el procedimiento legal.
En cuanto a las incorporaciones posteriores, deben ser siempre voluntarias.
El Código Civil no impone ningún procedimiento determinado para regular las solicitudes
de admisión. Pero exige que lo establezca los estatutos. Lo normal es que estos exijan la
solicitud por escrito, expresando los datos personales, reunir las condiciones requeridas
para ser socio y la manifestación del deseo de serlo. En ocasiones, se precisa el aval de
otros socios.
Cualquiera de estos sistemas es válido. La elección de uno u otro depende de los criterios
de agilidad y selección que adopten los fundadores. En todo caso, el órgano competente
para decidir sobre la admisión de nuevos socios debe constar claramente en los estatutos.
Ahora bien, la baja como socio puede depender de causas ajenas a la voluntad, Estas 'bajas
forzosas' pueden producirse por muerte del socio; pérdida de los requisitos exigidos para
ser socio: edad, profesión, vecindad, etc.; exclusión como lo establece el artículo 111 del
Código Civil.
Los estatutos deben expresar con claridad cuales son los motivos que pueden determinar la
expulsión de un socio, cual es el órgano social cono competencia para decirlo junta
directiva, asamblea general, una comisión especial, etc., y el procedimiento a seguir. La
expulsión puede ser recurrida judicialmente por los interesados en el caso de considerarlos
injustos, dentro de los 30 días de la notificación según el artículo 111 del Código Civil.
En una asociación pueden coexistir socios de varias clases. Es importante tenerlo en cuenta
por cuanto la pertenencia a uno u otro grupo puede significar una variación en derechos y
obligaciones. Puede existir, a título de ejemplo las siguientes categorías de socios:
Socios fundadores: Normalmente se considera como tales los que han participado en el acto
de constitución. Sin embargo, en el acto o en los estatutos puede reconocerse tal carácter,
igualmente, a los primero socios que ingresen en la sociedad (durante su primer año de
vida, por ejemplo).
Socios protectores: Tampoco en este se trata de verdaderos socios. Son personas que se
obligan a contribuir económicamente de forma periódica a las actividades sociales, pro sin
tener los derechos del socio. Los socios protectores sin otros derechos del sociales son
simples donantes, igual que quienes realizan alguna donación esporádica.
Como hemos visto al tratar de los estatutos en el capítulo anterior, estos deben contener los
derechos de los socios. Al respecto, hay que distinguir entre los derechos comunes a todos
los socios, y los especiales reservados solo a algunos de ellos o a los de alguna clase.
Como se acaba de decir, estos son los que corresponden a todos los socios, sean de la clase
que sean. Entre ellos existen algunos que pueden dar o no, ya que dependen de la voluntad
de los fundadores expresada en los estatutos. Por eso mismo pueden ser variados o
suprimidos si se modifican los estatutos. Obviamente, no podemos enumerarlos porque
existen grandes diferencias entre unas asociaciones y otras.
Sin embargo, existen otros derechos generales que se deducen de la ley y, por lo tanto, los
estatutos deben recogerlos necesariamente. En esencia, tales derechos se sintetizan en uno:
el de participar en la adopción de los acuerdos sociales.
Ahora bien, esto puede desglosarse en una serie de derechos concretos, son derechos
básicos de los que ningún socio suele ser privado. Ejemplos:
Los estatutos pueden hacerlo o, por el contrario reservarlos a los fundadores. También es
frecuente que, sin excluir a los demás, los estatutos les asignen un puesto permanente en los
órganos directivos.
Los deberes y obligaciones que los estatutos impongan a los socios varían enormemente de
unas asociaciones a otras, según sus fines y actividades.
Normalmente, en la gran mayoría de las asociaciones los socios están obligados al apago de
una cuota periódica. Pero no tiene que ser así de forma necesaria si la asociación cuenta con
otros recursos económicos que le permiten atender a sus gastos y desarrollar su labor.
Los estatutos, en cambio, pueden imponer como obligación el participar en las actividades
sociales de forma activa; esto es un derecho del socio, puede ser también un deber, dándose
incluso el caso de que sus faltas de asistencia injustificadas, o un cierto número de ellas,
pueden ser motivo de expulsión. Con mayor motivo, puede considerarse una obligación
(para quienes forman parte de ellos) la asistencia a las reuniones de los órganos directivos.
La única obligación de carácter genérico que suele figurar en la casi totalidad de los
estatutos, es la de acatar las disposiciones de estos y los acuerdos o resoluciones adoptados
por la asamblea general y el Directorio.
La asamblea general puede ser ordinaria o extraordinaria. Las del primer tipo son las que se
celebran con periodicidad regular, establecida en los estatutos. Normalmente, la asamblea
general ordinaria se convoca entre enero a marzo con motivo de que es en ese lapso cuando
las asociaciones deben formalizar un estado de cuentas de ingresos y gastos que debe
quedar a disposición de los socios.
Los socios pueden concurrir a las asambleas personalmente o por medio de uno
representante munido de una carta de poder, no pudiendo la misma persona representar a
más de un socio ( Art. 108 Código Civil)
En principio, los acuerdos pueden aprobarse por mayoría simple de votos de los presentes,
pero los estatutos pueden exigir mayorías reforzadas (absoluta, de tres quintos, dos tercios,
etc.)
El Código Civil si exige una mayoría reforzada, tres cuartas partes de los socios o
representados, en los acuerdos de modificación o disolución y destino de bienes. Para el
cambio de objeto o fines se requiere el voto de las cuatro quintas partes de los socios o
representados, en los acuerdos de modificación o disolución y destino de bienes. Para el
cambio de objeto o fines se requiere el voto de las cuatro quintas partes de los asociados.
(Art. 108 Código Civil)
Por el contrario, si algún socio considera que el acuerdo adoptado es contrario a los
estatutos o la ley, dispone de un plazo de treinta días, a contar desde la fecha de la
notificación del mismo, para impugnarlo ante la jurisdicción ordinaria si se trata de
expulsión de un socio (art. 111)
Tratándose de otro tema no existe plazo conforme lo dispone el artículo 112 que dice: 'las
decisiones de las asambleas o de la dirección, contrarias a la ley, o a los estatutos, pueden
ser anuladas judicialmente, a instancia de cualquier asociado o del Ministerio Público.
La autoridad judicial, a instancia del interesado o del Ministerio Fiscal, puede acordar la
anulación del acuerdo hasta que no se resuelva sobre su anulación.
Los estatutos pueden establecer la necesidad de que antes de impugnar un acuerdo por vía
judicial se haga ante un órgano de la propia asociación, normalmente, una comisión
especial. Pero los estatutos no pueden prohibir que si el socio no está de acuerdo con la
decisión de tal comisión, acuda igualmente ante los tribunales.
13.2. FUNCIONAMIENTO: Los artículos 105 y 117 contienen una serie de normas
reglamentarias para el caso en que los estatutos no incluyan cuestiones relativas al
funcionamiento de la asociación. Algunas de ellas no pueden ser dejadas de lado por los
estatutos, como la que se refiere al mínimum de asociados exigido para que pueda reunirse
válidamente una Asamblea.
El número de miembros del Directorio, debe ser fijado en los estatutos, así como la
duración en el cargo. En todo caso, su nombramiento corresponde a la asamblea general,
por una mayoría de la mitad más uno de los socios presentes o representadas como ya
hemos visto. (Art. 108)
Las funciones de competencias propios de la Dirección también deben ser especificados por
los estatutos, pues la Ley tampoco las menciona, excepto al encomendarles una misión tan
genérica como la dirección.
Dicho esto, podemos señalar, algunas competencias que se asignan a la junta directiva o
directorio. Atítulo meramente orientativo podemos citar: la decisión sobre la admisión y la
expulsión de socios(definitiva o recurrible ante la asamblea general); la elaboración de los
proyectos de presupuesto y estado de cuentas (para ser aprobadas por la asamblea general);
la contestación y despido del personal asalariado, la adquisición de bienes, por lo menos
hasta cierto valor (que suele limitarse al necesario para efectuar renovaciones de mobiliario,
material de oficina, instalaciones, etc.); la aceptación de las subvenciones y de las
donaciones y/o legados hechos por particulares; la elaboración de proyectos y planes de
actuación sobre las actividades sociales para ser presentados a la asamblea; ejecución de los
acuerdos adoptados por la asamblea, empleando los medios disponibles ; el nombramiento
de comisiones delegadas. Se trata, en definitiva, de funciones de tipo directivo, ejecutivo y
administrativo.
14. ACEFALIA
* Presidente
* Vicepresidente
* Secretario
* Tesorero
* Vocales
Hay que insistir en que tales cargos no están establecidos por el Código Civil con carácter
imperativo. Es más, ni siquiera los menciona. Se han citado aquí porque en la práctica
existen en la mayoría de las asociaciones. Lo normal es que los estatutos establezcan el
número de miembros del Directorio y los cargos a cubrir, mientras que el detalle de sus
respectivas funciones se haga en el reglamento de régimen interior, para que sea más
flexible y fácil de modificar si las circunstancias lo aconsejan.
15.1. EL PRESIDENTE.
Las facultades que los estatutos atribuyen al presidente, son entre otras:
a) Las vocalías, consisten en atribuir a cada uno de los vocales del directorio un sector
específico de las actividades de la asociación (vocalía de deportes, de conferencias, de
excursiones, etc.). Cada vocal debe informar al directorio las actividades desarrolladas en
su sector, y responde ante ellos de sus gestiones.
La importancia de tales órganos es muy grande, pues agilizan la actuación del Directorio,
proporciona una especialización que redunda en una mayor eficacia y, si participan los
socios (en las Comisiones) permite una mayor integración en la asociación, superando
actitudes meramente pasivas y sirviendo de enlace para llegar a la junta sus proyectos,
sugerencias e inquietudes.
4. DOCUMENTACIONES
No existe una norma legal que exija a las asociaciones poseer libros obligatorios. En la
práctica se acostumbra a llevar los siguientes libros.
Libros de actas, que pueden ser uno sólo, o uno para cada uno de los órganos colectivos de
la asociación. En las actas figurarán los socios asistentes a la reunión, sus intervenciones
sobre los puntos del orden del día, el resultado de las votaciones y los acuerdos adoptados.
Cada una debe ir firmada como lo prescriba el Estatuto. La mayoría de los que tienen la
oportunidad de estudiar establecen que deben estar firmadas por el presidente y el
secretario.
Libros de registro de asociados, en el que figurarán los datos de cada uno de ellos, la clase
de socio a la que pertenece, los cargos que ostenta en la asociación y las fechas de alta y
bajas en la asociación y de tomas de posesión y ceses en los cargos.
Fichero de asociados, en cuyas fichas deben constar los mismos datos que en el libro de
registro, excepto las fechas de altas y bajas (sustituidas por su inclusión y retirada del
fichero).
Libro de contabilidad, que es un libro de caja en la que deben figurar todos los ingresos y
los gastos de la asociación, especificando la procedencia de aquéllos y la inversión de éstos.
Respecto a los ingresos por donaciones, debe anotarse su aceptación y el fin al que se
destinan.
De los documentos mencionados, los que consisten en 'libros', deben tener hojas numeradas
correlativamente.
De lo dicho se deduce la imposibilidad de hacer una mención exhaustiva de todos ellos. A
título orientativo podemos citar, simplemente, algunos de los más frecuentes: libros
auxiliares de contabilidad, recibos de las cuatas de los socios, expedientes, archivos de
comunicaciones a los socios, a los órganos de la sociedad y a la administración, y un largo
etcétera de imposible enumeración por variar enormemente de unas asociaciones a otras en
función de su organización interna, volumen de socios y finalidades.
TEMA II
ORGANIZACIONES NO GUBERNAMENTALES
Algunas de estas entidades en las que se nuclea son de carácter oficial, (o gubernamental)
otras no, lo que no quita que unas y otras pueden tener un alcance meramente nacional o
internacional.
Estas organizaciones son verdaderas instituciones en distintos temas. No son otra cosa, que
las asociaciones con fines de lucro, ya estudiado en el Tema I. Tuvieron mucha visibilidad
gracias a las Naciones Unidas.
Así el artículo 71 de la carta de Naciones Unidas dispone: 'El Consejo Económico y Social
podrá hacer arreglo adecuados para celebrar consultas con organizaciones no
gubernamentales que se ocupen en asuntos de la competencia del Consejo'. Con el tiempo
numerosas organizaciones no gubernamentales fueron invitadas a enviar representantes a
las sesiones públicas o a realizar estudios o invitaciones sobre determinada materias de
interés para Naciones Unidas.
TEMA III
ORGANIZACIONES INTERMEDIAS
Tenemos dos normas en nuestro derecho positivo que nos obligan a la conclusión de que
nuestro derecho positivo reconoce la figura de las llamadas 'Organizaciones Intermedias'.
1°) Así el art. 119 de la Constitución Nacional Del sufragio en las Organizaciones
Intermedias. Prescribe: 'Para las elecciones en las Organizaciones Intermedias, políticas,
sindicales y sociales, se aplicarán los mismos principio y normas del sufragio'
Con relación al Art. 119 de la Constitución Nacional, se nos hace muy difícil su
interpretación ya que no existen en la literatura jurídica paraguaya estudios especializados,
salvo algunas presentaciones hechas a la Justicia ante los numerosos conflictos electorales
en las organizaciones que plantearon demandas judiciales.
Encontramos si, una valiosa investigación del profesor Rafael Dendia, publicada en la
Revista LA LEY de la que transcribimos algunos párrafos que pueden ayudar a la reflexión
sobre el alcance del texto constitucional. Como ejemplo traemos la opinión del
convencional Dr. Eusebio Ramón Ayala al expresar: que por Sociedad intermedia habría
que entender 'aquellas que se ubicaban entre la familia y el estado'.
Asimismo el propulsor del artículo constitucional Dr. Paciello opinó que las
'organizaciones intermedias son precisamente intermedias entre la familia y el Estado, que
constituyen los extremos.
2°) La otra norma que s e relaciona con la cuestión electoral es el art. 3° de la Ley que
reglamenta la Justicia Electoral N° 635, art. 3° : De la competencia, que en su parte
pertinente transcripta dice:
a)
b)
c)
d)
e)
f)
g)
h) En el juzgamiento de las cuestiones derivadas de las elecciones de las más
Organizaciones Intermedias previstas en las Leyes.
BILBIOGRAFÍA
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1.- Introducción.- El derecho de informar y el de recibir información, contenidos en la
libertad de expresión y de pensamiento, siendo de ésta una de sus expresiones la libertad de
prensa, gozan de jerarquía constitucional como los derechos personalísimos, con los cuales
entran a veces en conflicto.2 Las libertades de expresión y de pensamiento se fundan ante
todo en el interés de la comunidad, y luego, en el interés individual, y se erigen
históricamente en piedra angular de los regímenes democráticos; gracias a tales libertades
constitucionalmente garantizadas, los medios de comunicación hacen posible el acceso del
ciudadano común a esa información sustancial al ejercicio de sus múltiples derechos
subjetivos y a la participación activa en la construcción de su comunidad, su familia, su
patria. Por ello la libertad de expresión recibe un especial amparo jurídico. Hoy no se
concibe una democracia viviente sin prensa libre. El pluralismo democrático que incentiva
la libertad de pensamiento presupone el cultivo de virtudes tales como la tolerancia social y
el respeto a los pensamientos, las ideas, costumbres y creencias con las cuales no
comulgamos. La libertad de expresión y de pensamiento deben hallar su máximo esplendor
y vigencia en el ámbito de la universidad. 'Una universidad es una especie de conversación
socrática -se ha dicho- continuada al más alto nivel y mantenida entre las mejores personas
que se han logrado reunir; y lo menos que puede hacerse es garantizar a estos hombres la
libertad de pensar y de expresarse a sí mismos' (Juez Frankfurter, citado por Milton R.
Konvitz, en su obra La libertad de expresión). Pero, los medios de comunicación pueden
cometer y de hecho cometen abusos en su sagrada tarea de informar y de contribuir a crear
una opinión pública, lo cual sucede cuando trasponen los límites señalados por el Derecho a
su actividad comunicadora. Jorge Bustamante Alsina recalca cómo los medios de
comunicación masiva pugnan, en su afán de dar primicias al público, por difundir noticias
con anticipación a otros competidores, lo cual es causa de la divulgación de noticias falsas
o inexactas, esto es, sin sustento real en los hechos, que producen incertidumbre y
desasosiego en el seno de la sociedad. 3La libertad de expresión no debe hallar sujeción a
ninguna censura previa, sino a responsabilidades consiguientes, como lo expresa el art. 13
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa rica).
No existe delito de prensa sino delitos comunes cometidos a través de la misma. Pero, el
derecho a expresarse libremente y a informar no es absoluto, sino relativo; luego, el titular
del derecho debe ejercitarlo en forma regular y correcta, civiliter, caso contrario abusa de
sus prerrogativas, ocasionando un daño injustificado a otras libertades o derechos, ya sea
por obrar con dolo, como cuando lo hace con aviesa intención de dañar o animus nocendi, o
intención de vejar (animus vexandi), o con simple culpa por negligencia, imprudencia,
impericia o ignorancia; de darse tal ejercicio anómalo del derecho subjetivo, el
ordenamiento jurídico ya no lo ampara. Además, la responsabilidad de los informadores no
sólo es jurídica, sino también moral y social, como se advierte al identificar, seguidamente,
los límites internos y externos de la libertad de expresión.
2.- Los límites al derecho de informar.- Eduardo Zannoni, siguiendo a Santiago Muñoz
Machado 4, señala la existencia de límites internos y externos a la libertad de expresión. 1)
Los primeros, o internos, son: a) La verdad, factor de carácter objetivo, y b) el factor
subjetivo, la actitud del informador hacia la verdad. 2) Y los segundos, o límites externos,
constituidos por otras libertades y derechos, como los derivados del derecho a la
personalidad o derechos personalísimos: El honor, el buen nombre, la imagen, la intimidad,
la tranquilidad, la voz, etc., con los cuales la libertad de expresión entra a veces en
conflicto, suscitando una situación de transitoria ruptura del equilibrio necesario entre
dichos bienes jurídicos.
Respecto del nivel jerárquico de estos derechos constitucionales, debe expresarse que a
priori son tanto el derecho a informar, como los derechos personales, de igual rango
constitucional, para una doctrina aparentemente mayoritaria, entre quienes se ubica
Zannoni; en tanto que otros sustentan, ora la preeminencia de los derechos personalísimos,
ora la de la libertad de información, según se hallen afectados los ciudadanos particulares, o
funcionarios o servidores públicos o personas de actividad pública; un tercer grupo de
doctrinarios defiende la tesis de que si bien se establece en principio la igual jerarquía
constitucional de los derechos personales y el derecho de informar, se debe reconocer sin
embargo el valor preeminente de los derechos personalísimos: 'en principio corresponde
dispensar máxima protección a aquellos derechos que, como la intimidad, el honor y la
imagen de las personas, hacen a su dignidad. Por lo tanto, en caso de conflicto con el
derecho a la información deben, como regla general, prevalecer estos últimos, salvo
supuestos de excepción que deben ser rigurosamente calibrados'.5
La actitud del informador hacia la verdad -el límite interno y subjetivo de la libertad de
prensa-, fundada ciertamente en el espíritu de veracidad, obliga al informador a probar 'que
ha tratado de encontrar la verdad de los hechos de manera diligente y razonable, agotando
las fuentes disponibles, con insistencia suficiente para que un profesional honesto pueda
llegar a la razonable convicción de que lo que publica es verdad'. 7 Es que no se ampara la
'impunidad de la prensa', y el periodista 'está obligado a desenvolver su ejercicio de una
manera veraz, prudente y compatible con el resguardo de la dignidad individual de los
ciudadanos', como lo sostuviera la Corte Suprema de la Argentina al establecer su criterio
en la causa 'Costa, Héctor R. C/ Municipalidad de la Capital y otros', que reseñamos más
abajo. Debe cuidarse siempre la armonización de los derechos, el equilibrio entre el
derecho de informar, por una parte, y por otra los derechos personalísimos. Jorge
Bustamante Alsina reconoce las dificultades que encuentra para el preciso deslinde de los
límites del derecho a informar.8 Veremos, a continuación, cómo en algunos fallos
judiciales se resuelve la confrontación posible entre la libertad de expresión y los derechos
personales con factores diversos de atribución de la responsabilidad.
El segundo caso analizado por Belluscio, la causa 'Moreno, Alejandro y Timerman, Jacobo
s/ infracción arts. 213 y 244 del Código Penal', decisión del 30 de octubre de 1967, contiene
orientaciones igualmente significativas de la Corte Suprema de la Argentina. En dicha
causa, referida a la publicación en un semanario de una carta en la que se formulaban
apreciaciones consideradas injuriosas para los magistrados y funcionarios judiciales
intervinientes en un procedimiento, el procurador general de la Nación dictaminó, entre
otras cosas, que es libre la crítica a los funcionarios públicos, 'siempre que se la haga dentro
de los límites de la buena fe', 'aunque puedan originar desprestigio y menoscabo para el
funcionario..', no debiendo el crítico, aún así, ser sancionado penalmente, 'excepto que
resulte de los propios términos de la publicación, o se pruebe de otro modo, la existencia
del propósito primario de lesionar el honor o causar daño, como ocurre cuando se utilizan
contra la persona epítetos groseros y denigrantes, o se invade el ámbito de la vida privada
del ofendido' (las bastardillas son nuestras). El Alto Tribunal argentino refrendó los
términos del mencionado dictamen, añadiendo entre otras palabras que 'ningún funcionario,
ni siquiera los jueces, gozan del privilegio de estar exentos de la crítica', y finalmente
revocó el fallo recurrido por el cual se había condenado al periodista Jacobo Timerman.
Finalmente, haciendo un examen doctrinal del tema, Belluscio concluye que los
presupuestos jurídicos del ejercicio legítimo del derecho de informar son la veracidad y los
buenos motivos y fines justificables, que nos recuerdan 'la regla de oro del derecho de
informar' de Hamilton.
Como colofón del presente artículo, cabe resumir lo expuesto expresando, principalmente,
que si bien la libertad de expresión en general, y la de prensa, en particular, constituyen un
sostén fundamental de las comunidades democráticas, el ejercicio de tales libertades no
supone alimentar una 'impunidad de la prensa'. Tampoco se admite ninguna censura previa,
pero existen responsabilidades derivadas de un anómalo ejercicio del derecho de informar.
La libertad de expresión y de prensa tienen sus límites intrínsecos y extrínsecos. El derecho
a informar es un derecho relativo, no absoluto, y es posible incurrir en un ejercicio abusivo
del mismo, como cuando se ocasiona un daño injustificado a otro en su persona, en sus
derechos patrimoniales, en sus facultades o atributos morales, desviándose del espíritu y la
finalidad sociales que la ley tuvo en miras al amparar el derecho, que siempre debe ser
ejercido de buena fe y correctamente, civiliter. Creemos que a la teoría del abuso del
derecho aguarda aún una aplicación más fértil en materia de responsabilidad civil de los
medios masivos de comunicación. Además, la vorágine moderna de la actividad noticiosa
deja entrever, a nuestro criterio, una aplicación creciente también de la teoría del riesgo
creado en el ámbito de la referida responsabilidad de los medios. En este sentido, es loable
la letra del art. 1846 del Código Civil Paraguayo por el fértil empleo que puede significar
su instrumentación en la materia, aparte las excelencias ya señaladas del instituto del abuso
del derecho, consagrado por el art. 372 del mismo Código.
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1. INTRODUCCIÓN
Será necesario que pasen aún varios años para que sean evaluados los resultados de la ley
608, que estableció un 'sistema de matriculación y cédula del automotor'. Y esto porque es
difícil que la reglamentación de una realidad tan compleja como la del mundo que rodea a
la comercialización y circulación del automóvil en las calles sea completamente abarcada
de un solo trazo. Habrá que ver cómo el ingenio tan propio de nuestra idiosincrasia altera
las reglas ideadas y se las arregla para hacer las propias, de manera que las correcciones
oportunas puedan ser sugeridas.
Por lo pronto fue promulgada la reglamentación de la ley, ordenada por el artículo 36, y
luego de un minucioso estudio de todos los aspectos de la cuestión llevado a cabo por una
Comisión especialmente conformada, que necesitó algo más de ocho meses para la
redacción del Decreto.
La realidad nos muestra que el Estado ha sido incapaz de eliminar, hasta el presente, los
problemas relacionados al mundo automotor, o tal vez sea mas correcto decir, no ha habido
un intento serio de solucionar definitivamente y de manera abarcante todos los
inconvenientes, hecho que sí sucede en esta ocasión.
2. ANTECEDENTES
A lo largo de los años 1991 al 93, fueron presentados tres proyectos que constituyen la base
de la ley 608/95, o por lo menos sus antecedentes más directos.
Por último, el entonces Diputado Juan Ernesto Villamayor presentó otro proyecto en el mes
de noviembre de 1993, mucho más conciso, aunque guarda mucha distancia de ser la base
más directa de la ley finalmente promulgada. Consta de 21 artículos, y en él se resalta por
primera vez la referencia a una 'Cédula del automotor'.
El interés que concitó esta ley en todos los ámbitos fue muy grande. La repercusión que
tendrá cuando entre realmente en vigencia será aún mayor, ya que los vehículos de
transporte terrestre llegaron a convertirse en algo tan cotidiano en nuestra vida como
caminar o dormir. Por eso cuando aún se hablaba en círculos cerrados, inmediatos al
Congreso, el eco llegó prácticamente a toda la sociedad: opinaron las Municipalidades por
separado, los importadores de vehículos, los Abogados, el Poder Judicial, las
Municipalidades en conjunto, los Escribanos, los Ministerios, la Policía Nacional, hasta una
Asociación de Juntas Municipales del Paraguay o la Asociación de Municipalidades del
Departamento de Caaguazú. Todos estaban interesados en la legislación sobre automotores,
por lo que llegar a consensuar dichos intereses era una tarea virtualmente imposible.
Por lo demás, el Congreso es casi siempre una caja de resonancia de los acontecimientos
nacionales, donde triunfa finalmente -a través de una ley- el más rápido, el más hábil o el
más persistente, y no necesariamente el que tiene razón. De manera que la norma que
finalmente emana de los representantes del pueblo dependerá mucho, en su contenido, de
quienes realmente estén impulsándola, y no siempre del grado de bienestar que traiga a la
nación.
Tal vez sea útil, a los efectos de una mayor comprensión, consignar parte de las
definiciones establecidas en el art. 2 de la Ley.
El artículo 12 refiere que todos los datos que integran la matriculación y la _Cédula , a más
de las condiciones de dominio y cualquier modificación de los datos originales, deberán
transferirse a un banco de datos de la sección informática del Registro, y conectarse con la
red informática de la Policía Nacional, las Municipalidades y el Ministerio de Obras
Públicas y Comunicaciones. Este hecho es muy importante, ya que se está dando un papel y
una importancia determinantes a la información, transferida electrónicamente entre las
instituciones intervinientes.
Otro detalle es que tanto los propietarios de vehículos legales como los que poseen autos
sin documentación deberán matricularse y obtener la cédula en un plazo de seis meses
Transcurridos los 30 meses estipulados por la ley, contados desde la inscripción, y en caso
de no presentarse reclamo sobre el vehículo transitoriamente habilitado, el propietario
deberá proseguir los trámites para la matriculación y cedulación definitiva de su automóvil,
es decir, declararlo ante la autoridad aduanera, despachar el automóvil nacionalizándolo,
como si recién ingresara al país; en otras palabras, pagar el impuesto que no fue abonado en
el momento del ingreso original. Para esto dispondrá de un tiempo adicional de 6 meses.
Sobre este punto, por tanto, las cosas quedan claras: tanto los propietarios de automóviles
legales, como los poseedores ilegales o con documentación precaria, deberán presentarse al
Registro de Automotores, aunque estos últimos tendrán un Registro aparte. Para ambos el
Registro durará el mismo plazo: 6 meses, a partir del 1° de julio de 1999. Los que no se
inscriban, se expondrán al secuestro de sus vehículos por parte de la Policía, que muy
probablemente montará barreras de control en todo el país transcurrido el plazo
mencionado.
Los autos secuestrados serán guardados en custodia por la Dirección General de Aduanas,
que comunicará el hecho a la representación diplomática del país de origen. Pasados 30
meses de esta comunicación y si no hubiere reclamo, la Aduana rematará el vehículo.
Capítulo especial merecen las penas establecidas por esta Ley para los infractores a sus
disposiciones. El efecto ejemplificador buscado por la disposición legal queda claro: uno a
cuatro años de prisión por adulteración de números de la matrícula, su
Con estas disposiciones prácticamente termina la ley. Solo agrega que tanto el Poder
Judicial como el Ejecutivo tienen bien delimitadas sus funciones y atribuciones con
respecto a este tema: el primero, a través de los Registros queda autorizado a dotar la
infraestructura necesaria, que no será poca, y obtener del Presupuesto los rubros que
necesita; en tanto que el Ejecutivo podrá reglamentar la ley, especificando todo lo
establecido genéricamente en la ley.
4. EL DECRETO REGLAMENTARIO
El resultado final lamentablemente no fue el mejor. Cada parte tal vez salió algo satisfecha
y algo no, manteniendo o aumentando un poco su participación y su 'ganancia', pero todos
perdimos, porque el Decreto reglamentario no mejoró, no optimizó la estructura y el
procedimiento establecido, sino lo complicó más, empeorándolo incluso algunas veces;
suele suceder cuando se quiere dar el gusto a todos y no se hace lo que se debe, o cuando
todos acuden a consensuar pensando en su beneficio particular o grupal y no en el bienestar
general, en hacer lo mejor. Así, la Corte mantiene su poder reglamentario y administrador,
lo mismo que el Colegio de Escribanos o la CADAM obtienen sus beneficios pero el
resultado final nos perjudica, lamentablemente, a todos.
Como manera de clarificar la posición y los intereses de cada sector, diremos que el P.
Judicial, y más concretamente la Corte Suprema insistió en guardarse toda la potestad
reglamentaria y administrativa posible, a través del Registro Automotor, con todo el poder
que ello supone. La CADAM luchó por ser la encargada de la inspección y verificación
técnica, y de hecho consiguió que el proyecto de Decreto reglamentario base sea el que
presentaron. El Colegio de Escribanos insistió en la participación necesaria y obligatoria de
sus miembros en el proceso, y lo consiguió. La OPACI pretendía dar mayor participación a
las Municipalidades pero se retiró y tal vez por eso su posición pueda ser más critica y
tenga más peso. Pero si nos enojamos y nos vamos, perdemos. Debían haber permanecido
en la Comisión y peleado punto por punto su postura.
En este punto tal vez la posición más centrada y equilibrada haya sido la de los
representantes del Ejecutivo, que desde luego no tenía nada que ganar o perder, ya que el
Decreto entraría en vigencia mucho después del 15 de agosto, cuando el gobierno Wasmosy
entregó el poder. Actuaron con relativa imparcialidad, dirigieron las deliberaciones y
culminaron con la promulgación de la reglamentación, hecho que en expresiones del Dr.
Miguel Angel Aranda, Director de la Asesoría Jurídica del Gabinete Civil de la Presidencia
de la República de entonces, 'culmina toda participación del Ejecutivo en lo referente a la
ley 608', quedando de ahora en más toda la potestad en manos de la Corte Suprema, en
último grado.
2. Copia autenticada del título de propiedad. Deberá recurrir a un Escribano Público para
obtener dicho documento, que deberá presentar en el momento de la primera inscripción.
3. Recepción del formulario de inscripción. No se especifica el carácter del formulario, ni
bajo responsabilidad de quien debe ser completado, aunque sí se establecen penas para su
falseamiento.
4. Firma del formulario de inscripción. El formulario deberá ser firmado por el interesado,
el funcionario actuante y el encargado de la Oficina, aunque no queda claro si esto se
refiere al Director del Registro de Automotores.
5. Asignación del número de matrícula. Función del Registro. Este número deberá ser el
mismo que posteriormente figurará en las placas o chapas.
Como se puede apreciar, son por lo menos 6 instituciones públicas y privadas diferentes y 9
pasos, con procedimientos largos que en realidad no fomentan su cumplimiento. Cuanto
más complicados sean los trámites, menos posibilidades de éxito tienen. Y aquí se aprecia
el nacimiento de una nueva burocracia, donde todo dependerá del funcionario, la
autenticación, el llenado de formularios, la cola que rompe la paciencia y el incumplimiento
de los objetivos de todo este intento de solucionar el problema automotor.
De esta manera, una complicidad entre el poseedor del automóvil y el Escribano para
presentar una transcripción de la nacionalización falsa, está prácticamente fomentada, ya
que no se exige la presentación de los documentos originales. Nadie querrá acercarse y
declarar que posee un auto MAU, y el que lo haga tal vez sea mirado como tonto. Así, el
fisco queda expuesto a un perjuicio multimillonario, y la evasión fiscal queda incoada.
Tampoco facilita o simplifica los problemas de las Municipalidades, ya que los interesados
deberán presentarse a pagar sus patentes una vez iniciados los trámites de matriculación. Y
como es fácil suponer, cada uno acudirá, a los efectos del trámite y para apurarlo, a la
Municipalidad más cercana o conveniente, con lo cual proseguirán las facilidades que
otorgan dichas instituciones, con el lógico objetivo de recaudar más, a quienes se acerquen
a pagar patentes, y la pertenencia real de un vehículo a un municipio continuará sin ser
definida totalmente.
5. CONCLUSIÓN
Es un intento plausible, pero evidentemente insuficiente. Tal vez hubiera sido más
conveniente, ya que se tocaba un tema desde todos los ángulos, intentar hacerlo
definitivamente bien, con todas las innovaciones y la tecnología de que podamos valernos.
Se ponen en pie de igualdad a autos legales e ilegales, ya que una vez inscriptos, no se los
diferencia externamente, físicamente. Entonces, es fácil saltar un control policial. El
poseedor o propietario legal deberá someterse por igual a los controles, sin ninguna
recompensa o diferencia, por preferir tener un automóvil legal.
- El Decreto reglamenta con más detalle, pero no llega a todos, no desciende del todo, a
pedido expreso de la Corte Suprema de Justicia, que desea tener una cierta libertad de
disposición.
- Hubo que conciliar muchos intereses de las partes en la reglamentación. Se cedió aquí, se
exigió allá, se apretó más en este punto.
- La comisión que estudió la reglamentación fue conformada por Decreto. Se tomó como
base la propuesta de CADAM, pero se hicieron muchas modificaciones.
- La gente de OPACI se retiró de la Comisión por desacuerdos con el proyecto tratado, que
no era el suyo. Quería erigirse en el organismo de ejecución, cuando la misma ley establece
que este será la Dirección del Registro de Automotores.
- El resto de los ajustes que deban darse en el tiempo estará a cargo de la Corte Suprema,
cosa que también está establecida en la reglamentación.
- Parece que incluso alguna Municipalidad planteó una inconstitucionalidad contra la ley
608, que perdió.
- Al no obligar a los Escribanos a controlar los documentos que deberán presentar, al iniciar
el proceso de cedulación, y cotejarlos con los originales en Aduanas, se fomenta la
falsificación: solo los ingenuos se presentarán a declararse 'culpables' de poseer un auto
mau, probablemente robado o ingresado de contrabando.
- Se ponen en pie de igualdad a autos legales e ilegales, una vez inscriptos, no se los
diferencia externamente, físicamente. Entonces, es fácil saltar un control policial. El
poseedor o propietario legal deberá someterse por igual a los controles, sin ninguna
recompensa o diferencia, por preferir hacer o tener un auto legal.
- El Registro de Automotores debe ser un órgano ejecutor pero no administrador, igual que
la Corte. Y aquí se resalta que la insistencia en tener el control y poder de disposición fue
de la misma Corte Suprema, que deberá reglamentar en profundidad y resolver los casos
particulares que se presenten en el transcurso del tiempo.
- La solución propuesta: deberá crearse una oficina que centralice todos los trámites, y que
esté físicamente cerca o al lado de la Aduana, de manera que luego del despacho,
inmediatamente se otorgue al automóvil la cédula y la placa o chapa. De esta manera se
estarían evitando trámites burocráticos, tiempo y posibilidades de corrupción.
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La utilización de la tecnología de Internet, hace que confluyan en ella personas de todo el
planeta que utilizan y ponen a su alcance la cultura, ciencia e información, sin limites,
paradójicamente así también a delincuentes en toda la gama del concepto que encontraron
el modo de utilizarla contrariando su finalidad, y la contaminan en numerosos casos,
impunemente.-
Que nos encontramos entonces que el utilizar menores para la creación de imágenes
supuestamente 'artísticas- eróticas' que son en realidad obscenas, pornográficas u ofensivas
al menor y a la comunidad, pretendiendo que las mismas solo son así por 'estéticamente'
aceptables o con un alto valor 'artístico', o 'un leve toque de erotismo transgresor 'y no son
en puridad lo que pretenden sino lo que son y al adentrarnos en la normativa penal para
sancionar estos tipos de conducta, no se tiene una definición (art. l4CP) como hecho
punible , y el principio de legalidad (art. 1°CP.) impide en consecuencia al no hallarse
expresa y estrictamente descritos en una ley vigente, que dicha aberrante conducta sea
ejemplarmente sancionada y que su autor sea objeto no solo de una sanción legal sino el
reproche social de toda la población, tal como lo propone la ' Ley Megan ' propuesta por el
Presidente Clinton, y en prueba de ello nos remitimos al texto legal, así en el Cap. V
'Hechos punibles contra la autonomía sexual ' en el punto de la coacción sexual, el objeto es
que se coaccione -obligue- a otro a padecer en su persona actos sexuales,(art.128 CP) y se
define dicha tipología que el acto sexual sea manifiestamente relevante o cuando fuere de
actos sexuales realizados ante otros, cuando el otro lo percibiera a través de sus sentidos, y
en el que específicamente perpetúa el Abuso sexual en personas indefensas (130 CP.) no es
aplicable al caso en discusión, así también nos encontramos que el acto exhibicionista que
produjera una perturbación considerable o inquietaren en modo relevante a otra persona,
será castigada con pena de multa, cabe tal vez que se compadezca el Código Penal con el
art. 54 de la Constitución Nacional, el que sea tipificada dentro de las prescripciones del
(art.133 CP) 'Acoso sexual' y que sea interpretada e incursa por el Juzgador como
hostigamiento con fines sexuales la creación , utilización y difusión de material obsceno,
pornográfico y sexualmente explícito de menores, por el medio que fuere , y aún así apenas
la sanción será de hasta dos años o una compensación económica para restablecer la paz
social, no será esto suficiente freno y contención, o sanción para que un pervertido sujeto
cuya patología necesariamente lo volverá a impulsar a cometer tan vil y cruel crimen contra
otra persona humana indefensa, el niño o la niña, el adolescente.-
Es aun más clara la indefensión o desprotección del menor, cuando se lesiona su sexualidad
de cualquier forma, y se expone su intimidad ( art. 143 CP en los términos del art. 14 inc. 3
y 52 del C.P. ) y se expusiera mediante la publicación la ' 'intimidad de
otro....especialmente su vida...sexual ' ...será castigado con pena de multa, y aún cuando se
incursara en el Art. 144 CP. explotando a menores se produjera y transmitieran imágenes
violando su derecho al respeto del ámbito de su vida íntima, la persecución penal dependerá
de la instancia de la víctima , y resulta que la víctima debería accionar criminalmente en
contra de los participantes (Art. 14inc.9 CP.) que son el que produjera y transmitiera las
imágenes y además su padre o madre que hubieren consentido, cómo ello se produciría en
términos de procedimiento y de relacionamiento familiar, resultaría de difícil accionar por
el hecho mismo de la minoridad y menos realizable aún cuando se trate de niños o niñas
que aún no tengan discernimiento siquiera para tener conciencia de los actos lícitos o
ilícitos a que es sometido por los mismos.-
Como resulta notorio, urge legislar sobre las nuevas conductas criminales que consideren la
creación, producción, distribución de imágenes de niños, niñas o adolescentes con
contenido obsceno, pornográfico o sexualmente explícitos por cualquier medio de
comunicación, disfrazados bajo el eufemismo de 'artísticos' tipicandolos como hechos
punibles y aumentar la pena para las que no tienen sanción ejemplarizadora, y no sirven de
freno suficiente, pudiendo ser fácilmente vulnerados y por ello quedar impunes, y el daño,
traumas, distorsiones en los menores quedarán imborrables y tendrán consecuencias en
conductas que pueden ser repetidas, por ello es necesario que existan además tipologías de
accionar ilícitas relacionadas con la informática - Internet - para ser justiciables y que
complementen eficazmente a la protección que se brinda a los a bienes económicos y falta
aún en los bienes afectivos y que resulte en una tipificación de 'delitos informáticos' y que
en particular sea aplicable lesiones a la intimidad de los niños, niñas y adolescentes por el
abuso de su intimidad sexual y que no resulte, por el rigorismo legal y el principio de
legalidad formal, que trasuntó el fallo de la Corte Suprema de la Nación Argentina del año
l991..que declaró 'la piratería del software no constituye delito por existir a su criterio un
vacío legal '(La Ley,Bs.As.año LXIII,N° 49.) y en esta época resulta en la contradicción -
afortunada- de que un Juzgado del Crimen (USA ) impulse procedimientos para
investigación de difusión de pornografía infantil y que fueron producidos en nuestro país, y
que el castigo y sanción sean ejemplarizadoras y eficazmente disuasivos de potenciales
delincuentes comunes convertidos ahora en delincuentes informáticos, ante la falta o vacío
legal para este tipo de conducta patológica que pareciera ser 'minimizada' en nuestra actual
legislación penal.-
Ahora bien, esta es la normativa, cómo podría actuarse en consecuencia y buscar en nuestro
territorio el investigar, descubrir y poner a disposición de la Justicia Penal, aquellos
delincuentes que producen y distribuyen por Internet, el material que afecta la autonomía
sexual de los niños y niñas, una de las respuestas es la creación en la Policía Nacional de un
ORGANISMO DE PREVENCION que siga los lineamientos de las profesionales y
mejores policías del mundo, como son la Scotland Yard (Británica) el Federal Bureau of
Investigation ( F.B.I.) USA, LA Sureté ( Francesa, la Guardia Civil Española y sus equipos
especializados de Investigadores, y que se hallan abocados fundamentalmente a la
investigación de actos criminales en lo económico fundamentalmente en donde la búsqueda
se orienta esencialmente a los problemas derivados del mal uso de las computadoras, sus
programas como fuente u objeto y que todas - o por lo menos la mayoría - se orientan a la
protección de los derechos de protección intelectual, de las leyes de patentes, de derechos
de autor, de investigación, de ' software' 'hardware', y similares, así como la protección del
crédito y de la transacciones 'on-line' ya que existe un marcado sentido de no difundir cifras
ni hechos concretos de robo o sustracción vía Internet de bienes económicos por la razón de
que los delitos o no son denunciados o lo peor aún no son descubiertos por las víctimas - '
las empresas' en particular para no caer en la desconfianza que ocasiona su sistema de
seguridad y con ello el desprestigio que le acarrearía dicho acceso ilegal y con ello el 'delito
informático' queda impune..-
Por esto es que si siendo de difícil identificación el delito informático en Internet, cuanto
más difícil es el de poder investigar en la fuente la producción y difusión de pornografía
infantil.---
Partiendo de la base que aunque es difícil no es imposible localizar el origen de la pagina '
Web' puesto que el acceder a Internet exige que necesariamente se tenga una 'dirección
electrónica' a la que es aunque de difícil acceso sin embargo es posible, el problema
práctico es de aplicación de la ley al delincuente puesto que por lo menos es en nuestro
país, a la fecha se conoce -por lo menos públicamente - un solo caso que se halla en estrado
Judicial, y originado en el interior - Hohenau - y del que se hiciera referencia más arriba,
entonces aún contra quienes predican que la Red es libre y no puede ejercerse ' CENSURA'
ello no se puede dar en el sentido y alcance literal de la expresión - SIN CENSURA - así la
Constitución Nacional cuando garantiza que la Protección de la vida y la dignidad entre
otros valores esenciales, son en primer lugar a cargo del Estado, y este no puede renunciar a
su papel, y el rol se ejerce fundamentalmente en protección a los intereses de los niños y
niñas, y por ello el ' los derechos del niño, en caso de conflicto, tienen carácter
prevaleciente..'( Art.54 CN.) y la razón de ello es que es la DIGNIDAD HUMANA el bien
esencialmente protegido y por ello ante la falta de protección del niño o niña en su familia,
o por la insuficiencia de la protección de la Sociedad, interviene y con razón el Estado,
absolutamente justificado y justificable ante la deserción de ambos estamentos en la
comunidad, y por eso es necesario y ahora imprescindibles ante este nuevo campo del
delito que es la producción y emisión de imágenes pronográficos de menores, de tener en la
Policía Nacional siguiendo a las Instituciones policiales ya mencionadas en este articulo,
una UNIDAD ESPECIALIZADADA DE COMPUTACION especialistas ( Hacker ) que
sean del cuerpo policial o contratados a dicho efecto patrullando la red con el solo, único y
efectiva objeto de recorrer la red, patrullando cibernéticamente para detectar ilícitos, y en
particular esta aberrante conducta criminal que proliferan a través de Internet, deberán
ocupar todas sus energías y conocimiento hasta detectar, infiltrar, ubicar y reunir las
pruebas, bajo supervisión Judicial, para adecuar el sistema probatorio al nuevo sistema de
producción de pruebas de la Ley Penal.-
Necesariamente debe Legislarse con una modificación del Código Penal estableciendo
nueva tipología criminal, definiendo los delitos en que la autonomía sexual de los niños o
niñas en particular que abarquen cualquier tipo de producción, creación, difusión de
imágenes por el medio que fuere sea una conducta criminal punible, en grado de
reprochabilidad suficiente como para que el autor o autores, cómplices y encubridores, o
aquel que tuviere una conducta doloso o culposa reciba suficiente, ejemplar y
ejemplarizadora sanción, sin posibilidad de aplicación de medidas alternativas de prisión,
también no beneficiar con la figura de excarcelación - eximición de prisión - y aplicación
de multas en consonancia con la gravedad de la conducta deliberada y aberrante y que sea
investigado la conducta de los responsables del proveedor de acceso a Internet para que se
expida la Justicia acerca de su responsabilidad como participantes en el grado que le
correspondiere por dicha conducta.--
1 Abogado. Juez de Primera Instancia en lo Tutelar y Correccional del Menor de la Capital.
Profesor de Obligaciones en la Universidad Americana. Licenciado en Historia.-
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ESQUEMA NORMATIVO
Este mercado común que implica 'la libre circulación de bienes, servicios y factores
productivos entre los países', reconoce también un ámbito en la cooperación judicial que
debe distinguirse de lo que es materia del Derecho Procesal Comunitario2.
En efecto, la libre circulación de bienes, servicios y factores productivos entre los países se
facilita también al posibilitar una mayor agilidad de los trámites judiciales que deban
cumplirse en cada uno de los países miembros, en la medida en que las relaciones
comerciales normalmente pueden generar conflicto entre los particulares.
'Protocolo de Medidas Cautelares', aprobado por decisión del Consejo Mercado Común n°
27/94. Fue ratificado por la República Argentina el 14 de marzo de 1996, por la República
Federativa del Brasil el 18 de marzo de 1997, y por la República del Paraguay el 12 de
setiembre de 1995 (Ley 619/95) . Ha entrado en vigencia el 6 de junio de 1996. La
República del Uruguay no ha ratificado éste protocolo.
Tales acuerdos que no difieren de los acuerdos de las Conferencias Interamericanas sobre
Derecho Internacional Privado de Panamá de 1975, de Montevideo de 1979, de la Paz de
1984, de Montevideo de 1989 y otros convenios Bilaterales entre los paises que integran el
Mercosur, indudablemente propenden a unificar, ó por lo menos armonizar los
procedimientos en los paises miembros y concurren al afianzamiento de la integración.
Entre las fuentes, relacionadas con el protocolo de las Leñas que analizamos en éste trabajo,
cabe mencionar las convenciones interamericanas de Panamá de 1975 sobre exhortos ó
cartas rogatorias y sobre recepción de pruebas en el Extranjero, las convenciones de
Montevideo de 1979 sobre Recepción de pruebas en el Derecho Extranjero y sobre
exhortos ó cartas rogatorias. También cabe mencionar los convenios uruguayo-brasileño y
argentino-brasileño sobre cooperación judicial del año 1991 y el convenio sobre igualdad
de trato procesal y exhorto entre las Repúblicas Argentina y Uruguay.
Los Gobiernos de los Estados Partes del Tratado de Asunción han considerado, en el valle
de las Leñas, depto. de Malagüe, provincia de Mendoza, Rep. Argentina, el 27 de junio de
1992, que el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) implica el compromiso de armonizar
sus legislaciones en las áreas pertinentes, para lograr el fortalecimiento del proceso de
integración y con la finalidad de alcanzar los objetivos del Tratado de Asunción, acordaron
el Protocolo de cooperación y asistencia jurisdiccional en materia civil, comercial, laboral y
administrativa3.
El Protocolo persigue asegurar una adecuada cooperación jurisdiccional entre los Estados
Partes del Tratado de Asunción, en orden a la administración de la Justicia en cada uno de
ellos, a fin de coadyuvar al trato equitativo de sus ciudadanos y residentes permanentes y de
facilitar el libre acceso a la jurisdicción entre dichos Estados para la defensa de sus
derechos e intereses y lograr la seguridad jurídica.
Por disposición del artículo 1° del Protocolo: 'Los Estados Partes se comprometen a
prestarse asistencia mutua y amplia cooperación jurisdiccional en materia civil, comercial,
laboral y administrativa.' La Asistencia Jurisdiccional se extenderá a los procedimientos
administrativos en los que se admitan recursos ante los Tribunales' (art.1°) .
La cooperación jurisdiccional acordada, tal como lo señala el artículo, abarca las materias
civil, comercial, laboral y administrativa. El Protocolo se refiere también al reconocimiento
y ejecución de sentencias dictadas en materia de reparación de daños y restitución de bienes
pronunciadas en jurisdicción penal (art 18 in fine) .
El auxilio judicial consiste en que los jueces del proceso pueden solicitar de otros jueces
que les ayuden en su tramitación. Por ejemplo, notificando resoluciones a personas
domiciliadas en la jurisdicción de éstos últimos tomando declaración a testigos en análoga
situación4.
3. AUTORIDADES CENTRALES
A los efectos del presente Protocolo cada Estado Parte designará una Autoridad Central
encargada de recibir y tramitar los pedidos de asistencia jurisdiccional en materia civil,
comercial , laboral y administrativa. A tal fin, dichas Autoridades centrales se comunicarán
directamente entre ellas, dando intervención a las respectivas autoridades competentes
cuando sea necesario.
Los ciudadanos y los residentes permanentes de uno de los Estados Partes gozarán en las
mismas condiciones que los ciudadanos y residentes permanentes de otro Estado Parte, del
libre acceso a la jurisdicción en dicho Estado para la defensa de sus derechos e intereses 5.
Esta disposición consagra el principio de igualdad que en nuestro pais tiene rango
constitucional al estar consagrado en los artículos 46 y 47 de la Constitución Nacional 7.
Procesalmente el principio significa que todas las personas litigan ante los mismos jueces
con iguales formalidades, derechos y obligaciones.8
4.1. ARRAIGO
El artículo 4° exhime de toda cautio judicatum solvi, vale decir, se excluye la necesidad de
arraigar que imponen las normas procesales de los países signatarios del Tratado, en el
ámbito del Mercosur, en los siguientes términos: 'Ninguna caución ó depósito, cualquiera
sea su denominación podrá ser impuesta en razón de la calidad de ciudadano ó residente
permanente de otro Estado Parte'.
Este artículo modifica el artículo 225 del Código Procesal Civil en cuanto establece la
procedencia de la excepción de arraigo por las responsabilidades inherentes a la demanda,
si el demandante no tuviere domicilio en la República con la sanción de no tenerse por
presentada la demanda si el mismo no diere cumplimiento a la resolución que establezca el
arraigo.
El artículo 5° y las demás disposiciones del Protocolo que luego analizaremos concuerdan y
difieren parcialmente de las normas del art.129 del Código Procesal Civil paraguayo
respecto a los demás Estados Partes del Mercosur.
Tales comunicaciones, así como las que se reciban de dichas autoridades se regirán por lo
dispuesto en los Tratados y Acuerdos Internacionales. A falta de éstos, y cuando se trate de
exhortos recibidos de autoridades extranjeras se aplicarán las siguientes reglas:
c) los que fueren librados a petición de parte interesada, expresarán el nombre de la persona
encargada de su diligenciamiento , quien deberá abonar los gastos que demande. Los
ocasionen, los dirigidos de oficio, se harán sin costo para el exhortante'.
En cuanto a la gratuidad del trámite del exhorto con sus excepciones y la innecesariedad de
su legalización, establecidos en el Protocolo, analizaremos más adelante (arts.15 y 26) .
Eduardo Tellechea Bergman, en un interesante trabajo sobre el tema, señala que 'el exhorto
debe ajustarse a condiciones formales, procesales y sustantivas'.
Los artículos 6°,8° y 10° regulan dichas exigencias tanto respecto a las rogatorias de mero
trámite como las probatorias, en tanto el art.7° legisla sobre condiciones sobre condiciones
específicas que deben acatar los exhortos rogantes de diligenciamiento de pruebas'.10
Los requisitos procesales aseguran mínimas garantías que hacen al debido proceso (art 6°,
inc. f) y g) 12.
Por el requisito sustancial, el exhorto podrá ser denegado total ó parcialmente cuando atente
y sea incompatible contra los principios de orden público del Estado requerido (Arts. 8°
y12°) .
Dicha comunicación deberá efectuarse con la debida antelación por intermedio de las
Autoridades Centrales de los Estados Partes (art 11°) .
La autoridad jurisdiccional encargada del cumplimiento del exhorto aplicará su ley interna
en lo que a los procesos se refiere.
El cumplimiento del exhorto deberá llevarse a cabo sin demora. (art 12°) .
Los trámites pertinentes para hacer efectivo el cumplimiento del exhorto no requerirán
necesariamente la intervención de parte interesada, debiendo ser practicados de oficio por
la autoridad jurisdiccional competente del Estado requerido (art 17°) .
Los medios coercitivos previstos en la legislación del Estado requerido pueden ser
utilizados para el cumplimiento de la actividad procesal solicitada.
Los documentos en los que conste el cumplimiento del exhorto serán comunicados por
intermedio de las Autoridades Centrales.
Cuando el exhorto no haya sido cumplido en todo ó en parte, éste hecho, así como las
razones que determinaron el incumplimiento, deberán ser comunicados de inmediato a la
autoridad requirente, utilizando el medio señalado en el párrafo precedente (art 14°) .
El cumplimiento del exhorto no podrá tener lugar al reembolso de ningún tipo de gastos,
excepto cuando se soliciten medios probatorios que ocasionen erogaciones especiales ó se
designen profesionales para intervenir en el diligenciamiento. En tales casos, se deberá
consignar en el cuerpo del exhorto los datos de la persona que en el Estado requerido
procederá a dar cumplimiento al pago de los gastos y honorarios devengados (art 15°) .
La gratuidad legislada en el art. 15° no es absoluta; el principio admite las excepciones que
taxativamente se han conferido precedentemente.
Cuando los datos relativos al domicilio del destinatario del acto ó de la persona citada estén
incompletos ó sean inexactos, la autoridad requerida deberá agotar los medios para
satisfacer el pedido. Al efecto, podrá también solicitar al Estado requirente los datos
complementarios que permitan la identificación y la localización de la referida persona (art
16°) .
El Código Procesal Civil de la República del Paraguay, en el Cap. II, Título V, Libro III
(arts.532 al 536) legisla sobre la ejecución y eficacia de sentencias dictadas por Tribunales
extranjeros.
Los artículos 532 y 536 del CPC, establecen respectivamente, que las sentencias y los
laudos arbitrales pronunciados por los tribunales extranjeros tendrán fuerza ejecutoria en
los términos de los tratados celebrados con el pais de que provengan.
El art. 532 del citado Código establece que cuando no hubiere tratados, la sentencia será
ejecutable si reúne los siguientes requisitos:
a) que la sentencia, con autoridad de cosa juzgada en el Estado en que fue pronunciada,
emane de un tribunal competente en el orden internacional y sea consecuencia del ejercicio
de una acción personal ó de una acción real sobre un bien mueble, si éste ha sido trasladado
a la República durante ó después del juicio tramitado en el extranjero
b) que no se halle pendiente ante un tribunal paraguayo una litis por el mismo objeto y
entre las mismas partes.
d) Que la obligación que hubiere constituído el objeto del juicio sea válida según nuestras
leyes;
f) Que la sentencia reúna los requisitos necesarios para ser considerada como tal en el lugar
en que hubiere sido dictada, y las condiciones de autenticidad exigidas por la ley nacional y
;
En el supuesto de que exista un Tratado celebrado por el Paraguay con el país del cual
proviene la sentencia que se pretende ejecutar, habrá de comprobar si se hallan ó no
reunidos los requisitos establecidos en el respectivo Tratado a los efectos de su ejecución.
Por disposición del art. 21°, la parte que en un juicio invoque una sentencia ó un laudo
arbitral de alguno de los Estados Partes, deberá acompañar un testimonio de la sentencia ó
del laudo arbitral con los requisitos del art. 20°,pero exceptuados de todo tipo de
legalización de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 26°.
a) que vengan revestidos de las formalidades externas necesarias para que sean
considerados auténticos del Estado de donde proceden,
b) que éstos y los documentos anexos que fueren necesarios, estén debidamente traducidos
en el idioma del Estado en el que se solicita su reconocimiento y ejecución;
c) que éstos emanen de un órgano jurisdiccional ó arbitral competente, según las normas
del Estado requerido sobre jurisdicción internacional;
d) que la parte contra la que se pretende ejecutar la decisión haya sido debidamente citada y
se haya garantizado el ejercicio de su derecho de defensa;
e) que la decisión tenga fuerza de cosa juzgada y /o ejecutoriada en el Estado en el cual fue
dictada;
f) que no contraríen manifiestamente los principios del orden público de Estado en el que se
solicitare el reconocimiento y/o ejecución.
Así cuando se tratare de una sentencia ó de un laudo arbitral entre las mismas partes,
fundada en los mismos hechos y que tuviera el mismo objeto que el de otro proceso
jurisdiccional ó arbitral en el Estado requerido, su reconocimiento y ejecutoriedad
dependerán de que la decisión no sea incompatible con otro pronunciamiento anterior ó
simultáneo recaído en tal proceso en el Estado requerido.
El relacionamiento y el flujo migratorio entre las personas de los distintos Estados que
integran el Mercosur traen aparejada la necesidad de contar con testimonios ó certificados
de las actas de los registros del estado civil, para acreditar nacimientos, casamientos,
defunciones, etc.
A tal efecto, el art.27 establece que 'cada Estado Parte remitirá, a través de la Autoridad
Central, a solicitud y para fines exclusivamente públicos, los testimonios ó certificados de
las actas de los registros del estado civil, sin cargo alguno'.
En cuanto al procedimiento a seguirse para obtener información, el art.28 dispone que las
Autoridades Centrales de los Estados Partes se suministrarán, en concepto de cooperación
judicial y siempre que no se opongan a las disposiciones de su orden público, informes en
materia civil, comercial, laboral, administrativa y de derecho internacional privado, sin
gasto alguno.
En cuanto al sentido y alcance legal de los informes, el Estado que los brinde no será
responsable por la opinión emitida ni está obligado a aplicar su derecho según la respuesta
proporcionada. Por su parte, el Estado que reciba dichos informes tampoco estará obligado
a aplicar ó hacer aplicar el derecho extranjero según el contenido de la respuesta recibida
(art.30) .
Esta disposición resulta de suma utilidad para los países como el nuestro en donde los
jueces y tribunales deben aplicar de oficio las leyes extranjeras siempre que no se opongan
a las instituciones políticas, las leyes de orden públicos, la moral y las buenas costumbres,
sin perjuicio de que las partes puedan alegar y probar la existencia y contenido de ellas
(art.22,Código Civil Paraguayo) .
La regla de aplicación de oficio del derecho extranjero competente contaba ya con una
noble tradición en la doctrina y en la legislación americana antes de la sanción de éste
Código. Esta doctrina era ya enseñada en Europa por Savigny, Jitta y Pillet.
Las Autoridades Centrales de los Estados Partes, previstas en el Capítulo II, celebrarán
consultas en las oportunidades que convengan mutuamente con el fin de facilitar la
aplicación del presente Protocolo (art.31) .
El presente Protocolo, parte integrante del Tratado de Asunción implicará ipso jure la
adhesión al presente Protocolo. (art.34) .
11.CONCLUSIONES.
Tales Protocolos se hallan vigentes entre las Repúblicas Argentina, Brasil y Paraguay, con
la exclusión de la República del Uruguay por falta de ratificación. No obstante esa omisión
indudablemente los mismos propenden a unificar, ó por lo menos a armonizar los
procedimientos en los países miembros y concurren al afianzamiento de la integración.
El Protocolo también persigue asegurar una adecuada cooperación jurisdiccional entre los
Estados Partes del Tratado de Asunción, en orden a la administración de la justicia de cada
uno de ellos, a fin de coadyuvar al trato equitativo de sus ciudadanos y residentes
permanentes y de facilitar el libre acceso a la jurisdicción en dichos Estados para la defensa
de sus derechos e intereses y lograr la seguridad jurídica.
El auxilio judicial consiste en que los jueces del proceso pueden solicitar de otros jueces
que les ayuden en su tramitación, por ejemplo, notificando resoluciones a personas
domiciliadas en la jurisdicción de éstos últimos, tomando declaración a testigos en análoga
situación.
Las Autoridades Centrales deben ser designadas por cada Estado y encargarse de recibir y
tramitar los pedidos de asistencia jurisdiccional en materia civil, comercial, laboral y
administrativa. Hasta la fecha sólo la República Argentina ha nombrado en calidad de
Autoridad Central al Ministerio de Relaciones Exteriores,Comercio Internacional y Culto,
por lo que no es posible materialmente la implementación del Protocolo respecto de las
funciones de esas autoridades, por la injustificada omisión de la República Federativa del
Brasil y la República del Paraguay.
Por otra parte se consagra la igualdad de trato procesal para los ciudadanos y los residentes
permanentes en uno de los Estados Partes y de las personas jurídicas constituídas,
autorizadas ó registradas de acuerdo a las leyes de cualquiera de los Estados Partes.
Se excluye la necesidad de arraigar que imponen las normas procesales de los países
signatarios del tratado, cuando las personas demandantes no tuvieren domicilios y bienes en
la República.
Toda cooperación en materia de mero trámite y probatorias deben realizarse por exhorto y a
través de las Autoridades Centrales nombradas por cada Estado Parte, signatario del
Protocolo.
El exhorto debe ser diligenciado de oficio por la autoridad jurisdiccional competente del
Estado requerido y sólo podrá denegarse cuando la medida solicitada, por su naturaleza,
atente contra los principios de orden público del Estado requerido.
BIBLIOGRAFIA
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A partir del 1° de Marzo del año 2.000, los Hechos Punibles perseguibles exclusivamente
por Acción Penal Privada, son judicializados conforme al ritual establecido en el Libro
Segundo, Título III (Procedimiento por Delito de Acción Penal Privada) del Código
Procesal Penal, que comprende los Artículo 422° al 426°, en los que se regulan los
requisitos básicos y las cuestiones referentes a la Querella, el Auxilio Judicial Previo, la
Conciliación, el Procedimiento Posterior y el Abandono de la Querella. Las cuestiones que
hacen al procedimiento propiamente dicho, como ser el Juicio Oral y Público, los Recursos,
Incidentes, Notificaciones, etc., se rigen por el Procedimiento Común establecido, aplicable
conforme a la regulación del nuevo sistema.
Las aclaraciones que anteceden ayudan a comprender, en forma directa e inmediata, que
una de las actividades esenciales en todo proceso consiste en 'el anoticiamiento' al afectado
de la excitación Jurisdiccional, situación ésta objetivada a través de las Noticaciones,
Citaciones y Traslados, actuaciones éstas que, en el marco del debido proceso, merecen la
debida puntillosidad, transparencia, eficacia y, por sobre todo, la confiabilidad y seguridad
de su efectiva realización.
La noticia o comunicación al afectado o interesado, de un Acto Jurisdiccional, es el primer
paso necesario e insoslayable de la cadena que enlaza el fenómeno de la comisión del
Hecho Punible con la excitación Jurisdiccional, resultando en la misma el Acto de
Notificación, uno de los eslabones imprescindibles del proceso.
En esa inteligencia, según se desprende de lo dispuesto en el Artículo 45° del Código ritual,
finalmente recae en los Jueces Penales la responsabilidad del cumplimiento y fiel
observancia de las reglas establecidas para el trámite de las Notificaciones y Citaciones,
cuya inobservancia trae aparejada consecuencias de Nulidad.
Los comentarios y reflexiones que anteceden, han sido objeto de especial estudio por parte
de los Jueces Penales que entienden en las causas o procesos de delitos de Acción Penal
Privada. Sabido es que el novísimo Código Procesal Penal contempla en el Capítulo VII
(Artículo 151° al 146°) todas las cuestiones referentes a las Notificaciones, Citaciones,
Audiencias y Traslados. No obstante merece especial atención lo que establece el Artículo
10° del Código Procesal Penal:
'Las Resoluciones serán notificadas al día siguiente de dictadas, SALVO QUE LA LEY,
EL JUEZ O EL TRIBUNAL, DISPONGA UN PLAZO MENOR',
'Constitución de Domicilio. Toda persona que litigue por su propio derecho, deberá
constituir domicilio dentro del radio urbano de la ciudad o pueblo que sea asiento del
Juzgado o Tribunal. Este requisito se cumplirá en la primera intervención o presentación.'
Por último, con lo expuesto y propuesto, queda abierto un extenso campo y motivo de
discusión a ese respecto, lo cual generará , sin lugar a dudas, por una parte, el
enriquecimiento del Derecho y, por la otra, un verdadero desafío a la inagotable y fecunda
sapiencia, puntillosidad e imaginación de los Estudiosos de la Cátedra y de la Doctrina,
como también para la capacidad creativa e interpretativa de los Señores Abogados y
Magistrados del foro.
1 Abogado. Doctor en Ciencias Jurídicas. Juez Penal de Liquidación y Sentencia.-
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CONTRATOS EN GENERAL - ART. 669 CCP
'Los interesados pueden reglar libremente sus derechos mediante contratos, observando las
normas imperativas de la ley, y en particular, las contenidas en este título y en el relativo a
los actos jurídicos'.
Fuentes
-Art. 1013 Anteproyecto del Dr. Luis De Gásperi. 'Salvo disposición contraria de la ley,
solo por contrato celebrado entre dos o más interesados puede constituirse una relación
obligatoria, o modificarse el contenido de otra anterior de igual naturaleza, nacida de actos
jurídicos, entre vivos.
Es perfecto el contrato consensual desde que las partes han manifestado de una manera
concordante su recíproca voluntad acerca de los elementos esenciales del acto. Esta
manifestación puede ser expresa o tacita. Es perfecto, el contrato real desde que una de las
partes hayan hecho a la otra tradición de la cosa, objeto de la prestación a su cargo. Puede
también el contrato tener por objeto crear, resguardar, modificar o extinguir una relación
jurídica patrimonial fuera de toda obligación de prestar.
- Código Argentino Art. 1137. Hay contrato cuando varias personas se ponen de acuerdo
sobre una declaración de voluntad común, destinada a reglar sus derechos.
Fuentes.
'La compraventa tiene por objeto la transferencia de la propiedad de una cosa, u otro
derecho patrimonial, por un precio en dinero que debe pagar el comprador'.
Fuentes
- Código Argentino 1323 y sgtes. Habrá compra y venta cuando una de las partes se obligue
a transferir a la otra la propiedad de una cosa y ésta se obligue a recibirla y a pagar por ella
un precio cierto en dinero.
DEFINICIÓN DE COMPRAVENTA.
Según Borda pag. 157. Se cuando una de las partes se obliga a transferir a la otra la
propiedad de una cosa y ésta a recibirla y pagar un precio cierto en dinero.
Cabe destacar que según la doctrina Argentina y el Anteproyecto del Dr. Luis De Gásperi
prescriben que el 'el vendedor se obliga a........transferir.....'
En nuestra legislación, el Art. 737 CCP, prescribe 'la compra venta tiene por objeto
transferir........' Es decir, ya no se necesita ni el título, ni el modo, opera automáticamente
por la voluntad de las partes, considerando como requisitos esenciales del contrato al
consentimiento o acuerdo de las partes. El Paraguay sigue la doctrina francesa, el principio
consensualita, basta el consentimiento de las partes, ya no necesita ni el título, ni el modo
para que opere, como es en casi todos los demás países. Desaparece la clasificación de
contratos reales y consensuales, o por lo menos para doctrinarios de nuestro medio es
considerada errónea.
'Salvo estipulación contraria, los contratos que tengan por finalidad la creación,
modificación, transferencia, o extinción de derechos reales sobre cosas presentes
determinadas o cualquier otro derecho perteneciente al enajenante, producirán esos efectos
entre las partes desde que el consentimiento se haya manifestado legítimamente'.
CARACTERES.
1.- Bilateral: implica obligaciones para ambas partes, el vendedor se obliga a entregar la
cosa vendida y el comprador a pagar un precio cierto en dinero.
2.-Consensual: produce todos sus efectos por el solo hecho del consentimiento y sin
necesidad de la entrega de la cosa o del precio. Es considerado como requisito fundamental
para la constitución de los contratos.
3.- Oneroso: cada una de las prestaciones tiene equivalente en la otra.
4.- Conmutativo: porque es de su naturaleza que los valores intercambiados (cosa y precio)
sean aproximadamente equivalentes.
1.- Con la permuta. La compraventa es el intercambio de una cosa por un precio en dinero,
la permuta supone el trueque de una cosa por otra, excepción permuta con saldo en dinero.
2.- Con cesión de créditos. Puede hacer por un precio en dinero, a cambio de otro crédito o
gratuitamente, pero en estos casos faltaría el precio que es característica importantísima de
la compraventa. En ambos contratos hay enajenación de un derecho por un precio en
dinero. En la compraventa se pretende transferir el dominio, y en todos los demás casos
donde no exista tal transferencia habrá cesión. Cumplido el contrato de compraventa, el
comprador adquiere un derecho absoluto sobre la cosa, derecho que puede hacer valer por
sí mismo, sin intermediarios. En la cesión, el cesionario tendrá derecho a exigir del deudor
lo que éste debía al cedente. En la práctica es mayor aún la distinción teórica que practica.
Derecho incorporal: habrá cesión de derechos, no compraventa.
3.- Dación en pago. El acreedor recibe voluntariamente por pago de la deuda alguna cosa
que no será dinero en sustitución de lo que se le debía entregar o del hecho que se le debía
prestar. Cuando la deuda tuvo origen en la entrega de una suma de dinero al deudor, la
analogía con la compraventa es evidente: por una parte hay entrega de una suma de dinero,
de la otra la de una cosa.
Dación de pago: tiene como antecedente una obligación ya existente a favor del acreedor.
4.- Donación con cargo: El cargo que con alguna frecuencia imponen los donantes a los
beneficiarios, no modifica por lo común el carácter liberal del acto. Ocurre a veces que el
cargo resulta económicamente equivalente a los bienes donados. Sin el beneficiario del
cargo es un tercero, la distinción con la compraventa es sencilla, y el acto por más que
resulte gravoso, será siempre una donación, bien sea que el verdadero destinatario de la
liberalidad sea el donatario o el beneficiario del cargo.
ELEMENTOS DE LA COMPRAVENTA
-objeto: cosa en sentido propio, es decir, debe tratarse de un objeto material susceptible de
apreciación económica. Si lo que enajena es un derecho incorporal habrá cesión de
derechos pero no compraventa. Deberá tratarse de un a cosa cuya venta no ese prohibida
por la ley, cosa determinada o determinable y de existencia real o posible.
-forma
b.- propios:
Enciclopedia Jurídica Omeba, Tomo III, edición Enneccerus, expresa: Pueden venderse
todas las cosas y todos los derechos que pueden ser objeto del comercio o del tráfico.
La palabra cosa abraza todo lo que puede ser parte de un patrimonio: cosas corporales o
derechos, que sean susceptibles de enajenación y de ser cedido, ej. El derecho de hipoteca
conjuntamente, con el crédito al que accede, las servidumbres prediales conjuntamente con
el inmueble sirviente o dominante. Freitas sostiene lo contrario y Bibolini también lo
observa.
Existen bienes que por su propia naturaleza no pueden ser objeto de compraventa, ej.
Electricidad y el gas son considerados no como objeto de la compraventa sino de la
locación, en cambio el gas en tubos, oxígeno son cosas y objetos de la compraventa. Lo que
caracteriza a la compraventa es la posibilidad de su apropiación con carácter de dueño.
Según Borda, comenta cuestiones referente a la energía y cuestiona ¿la energía como la
electricidad, energía atómica, es o no objeto de la compraventa? Pero la energía es cosa o
no? Legislación anterior decía que no, pero hoy ya fue superada, tiene valor económico,
son susceptibles de aprobación. La doctrina considera como cosas y como tales podrán ser
objeto del contrato de compraventa.
Es todo aquello sobre lo cual versa su estudio, una materia, o una investigación y el
contrato de compraventa posee un objeto, es decir, posee un conjunto cosas sobre las que
caerán los efectos de dicho contrato.
Nuestra ley no dice en forma expresa, pero en regla general, podemos decir que la
compraventa tiene por objeto todas aquellas cosas o derechos patrimoniales que no son
contrarios a la buenas costumbres, y no estén prohibidas por la ley, en esto último se
engloba ya el objeto imposible, ilícito, etc.
Lo que si dice en forma expresa nuestra legislación positiva, es lo que no puede ser objeto
de la compraventa, y ello lo dice a través del Artículo N° 742 CCP vigente. Estipula dicho
articulado, en una serie de incisos que a continuación se detallan.
La ley impone que un persona pueda transferir las acciones personales, como todas aquellas
derivadas de la patria potestad, derechos de familia, y también incluso en el derecho
sucesorio, como aquellas que sirven para continuar el juicio, etc. Tiene también la
precaución la ley de extender su alcance diciendo que tampoco podrán ser objeto de
compraventa los hechos de igual naturaleza, es decir los hechos inherentes a la persona
humana, como ser víctima de un accidente, la persona que posea la acción de demandar por
daños y perjuicios no podrán vender su acción a otra persona, porque esta acción, a pesar de
estar incluido dentro del conjunto de lo que es el derecho patrimonial, tiene carácter
personal y por lo tanto no se podrá vender.
b.- los derechos que en caso de ser ejercidos por otro alterarían su contenido en daño del
deudor
e.- las pensiones y otras asignaciones declaradas inembargables por la ley, salvo en la parte
embargable.
El efecto y alcance de este inciso abarca el sueldo, que puede ser embargado solo en la
parte que la ley establece.
h.- aquellos derechos cuya transferencia esté prohibida por la ley, por el título constitutivo o
por un acto posterior
Esta norma da un alcance mucho mayor al artículo en general, ya que engloba todo aquello
que esté prohibido por ley, por acto constitutivo, que debe entenderse de derechos, o sea,
por todo lo que dispongan las partes en un contrato y por un acto posterior.
* Según el Doctor Raúl Sapena Pastor, en su obra Fuentes próximas del Código Civil
Paraguayo el Art. 742 CCP:
Dejamos por último el estudio del Art. 742 INC. B., que en realidad constituye nuestro
objeto de estudio.
Por lo establecido en este Artículo, deducimos que existen una serie de derechos, que en el
caso de que otra persona los ejerza, no el titular, alterarían su contenido significando un
daño para el deudor.
Nos toca dilucidar en primer lugar a que clase de derechos se refiere el presente inciso, es
decir, intentar analizar la naturaleza de dichos derechos, si son patrimoniales o personales,
llegamos a la conclusión de que los mismos son de carácter patrimonial por las siguientes
razones:
1.- El presente artículo fue aprobado por unanimidad sin que exista ningún legislador en
desacuerdo, ni antecedente legal doctrinario, siendo por lo tanto una creación de nuestros
legisladores, no se encuentran fuentes del mismo ni en el Anteproyecto, ni el Código de
Vëlez, ni Italiano, etc. a su vez fuente del jurista argentino, ni ninguna otra parte no hay
casos ni ejemplos claros en doctrina nacional y menos en el extranjera, en todo a lo que
concierne al derecho de familia o derechos personales en general, todos los otros incisos
tienen las explicaciones sobre sus orígenes, salvo éste.
2.- Por medio de la doctrina el Prof. Francisco Centurión, en su Obra Derecho Civil, Tomo
III De los Contratos en General - 1994, Pag. 93 y sgtes:
Tampoco pueden ser objeto de la compra venta: los derechos que ser ejercidos por otro
alterarían su contenido en daño del deudor. Es una creación exclusiva de la Comisión
Nacional de Codificación, no registra antecedentes doctrinarios ni legales, de manera que la
referencia un tanto confusa a tales derechos que, ejercidos por otro, alteraría su contenido
en daño del deudor, es una cuestión subjetiva, circunstancia que solamente la doctrina y la
jurisprudencia, han de ir modelando y adecuándolo a la verdadera necesidad de las
relaciones jurídicas. Eventualmente podría tratarse del caso en que el acreedor ceda su
derecho creditorio a una persona que al asumir la calidad de cesionario, pueda agravar la
situación del deudor. ej. Yo cedo mis derechos de acreedor hipotecario contra Pablo, a
Pedro, quien a su vez es deudor de aquél; Pedro, puede compensar el crédito cedido, con
Pablo, de lo que podría derivar un daño a este deudor.
3.- A través de la misma ley, en razón a que presupone la existencia de un deudor y por
presuponer el cambio de contenido de dicho derecho, en este caso, entendemos que la ley
se refiere, al hablar de contenido, de un derecho que se puede alterar, es decir, un crédito,
porque el mismo puede ser objeto de modificaciones, de alteraciones ya que versa sobre
bienes fungibles, como lo es el dinero, no así un derecho derivado de la patria potestad, que
no está valuado en dinero.
Por todo lo ante dicho, y al tomar por válido que se está tratando de derechos patrimoniales,
haremos un breve análisis de la intención de los legisladores. Está comprobado que el
presente inciso fue innovación de nuestra legislación, no hay fuentes conocidas, al
colocarlo y aprobarlo por unanimidad, se puede haber intentado evitar la venta, con mayor
fuerza, de los derechos personales, ya contemplados en el Inciso 'a', con el Inciso 'b' sería
una especie de reaseguro del inciso a. Por otra parte, la suposición que más se podría
sostener es que los legisladores quisieron crear una nueva categoría de derechos, algo así
como 'derechos patrimoniales personales', y por lo tanto pasaremos a analizar si existe en
nuestra legislación positiva alguna figura jurídica que permita la transferencia de estos
derechos.
Art. 524 CCP. El acreedor puede transferir a título oneroso o gratuito su crédito aún sin
consentimiento del deudor, siempre que el crédito no tenga carácter estrictamente personal
o que su transferencia no este prohibida por la ley.
Las partes pueden excluir la cesibilidad del crédito pero el pacto no es oponible al
cesionario, si no se prueba que el no conocía al tiempo de la cesión.
Fuentes.
Art. 529 CCP. 'Si los hechos y las circunstancias del caso demostraren una colusión del
deudor con el cedente, o una imprudencia grave de aquel, el traspaso del crédito, aunque no
estuviere notificado ni aceptado, surtirá respecto de él todos sus efectos.
Esta disposición es igualmente aplicable a un segundo cesionario culpable de mala fe o de
una imprudencia grave y la cesión aunque no estuviere notificada o aceptada, podrá
oponérsele por el solo conocimiento que de ella hubiera adquirido'.
Fuentes.
- Art.910 C. De Gásperi, exactamente igual.
- Código Civil Argentino - VelezSarfiel Art. 1462 y 1463. Exactamente igual a nuestro
código civil.
Según Borda pag. 295 Es el contrato en virtud del cual una persona enajena a otra un
derecho del que es titular, para que éste lo ejerza a nombre propio.
CARACTERES.
a.- Novación por cambio de acreedor: en ambos casos la obligación permanece igual y solo
cambia el acreedor. Pero en la cesión de crédito es el mismo crédito que pasa del cedente al
cesionario, en la novación media la extinción de una obligación y el nacimiento de otra.
Esto tiene mayor importancia porque en el primer caso el crédito pasa al cesionario con
todos sus accesorios se extinguen, salvo reserva expresa. La cesión se consuma sin
intervención del deudor cedido, que solo debe ser notificado de ella, su papel es meramente
pasivo. En la novación por cambio de acreedor es indispensable el consentimiento del
deudor sin el cual la nueva obligación no puede nacer. En la cesión de créditos existe la
garantía de evicción sobre la existencia y legitimidad del crédito, mientras que no la hay en
la novación desde que no se trata de la transmisión de una obligación anterior sino de la
creación de una obligación nueva. La cesión de créditos es un acto formal, en tanto que no
lo es la novación. La novación tiene su campo de aplicación en los derechos creditorios, en
tanto que la cesión puede referirse también a otros derechos.
b.- Con la subrogación. El que realiza el pago por otro sustituye al acreedor originario en
todos sus derechos, tal como ocurre en la cesión. El pago por subrogación es un acto
desinteresado que no produce beneficio o utilidad a la persona que lo hace, puesto que ella
solo puede pretender ulteriormente la restitución de lo que ha pagado y no más. En la
cesión hay una especulación, los derechos se ceden por un precio que muchas veces difiere
sensiblemente del valor del crédito cedido. La cesión de derechos exige el consentimiento
del acreedor cedente, la subrogación puede tener lugar sin intervención del acreedor y aun
contra su voluntad, la cesión de derechos es siempre convencional, la subrogación puede
ser convencional o legal. El cedente garantiza la existencia y legitimidad del crédito, lo que
no ocurre en la subrogación. El cesionario solo puede demandar el pago del crédito cedido
mediante la acción que competía a su cedente, en cambio, el subrogado tiene dos acciones:
una personal, nacida de su pago, sea éste hecho a título de gestión de negocios, préstamo,
etc. otra derivada de la subrogación, que es la que correspondía al antiguo acreedor pagado
y que el es transmitida al pagador por disposición de la ley. La subrogación opera todos sus
efectos por el solo hecho del pago, la cesión no produce efectos respeto de terceros sino
desde el momento en que se ha notificado al deudor cedido.
Como hemos analizado, a través de esta interesante monografía, el Artículo 524 establece
que una persona puede transferir su crédito a otro, aún sin permiso del deudor, siendo los
únicos requisitos que no esté prohibido por la ley, y que no tenga carácter estrictamente
personal, según reza nuestro propio artículo.
Queremos dejar establecido que el Artículo N° 742 Inc. B, se refiere a los derechos
patrimoniales, que no pueden ser transferidos por el contrato de compraventa. El Artículo
N° 524 refiere que se puede transferir estos derechos por medio de la cesión de créditos, ya
que prohíbe solamente este articulado las prohibidas expresamente establecidas en la ley y
las que posean carácter estrictamente personal. Al hablar de créditos, el Artículo 524
estamos frente a derechos patrimoniales, concordando entonces así como lo que expresa el
742.
Por lo tanto, y tratando de obtener algún tipo de conclusión, y sin poder encontrar ningún
ejemplo que ni siguiera se le asemeje, o cumpla con todos los requerimientos que describe
nuestro inciso, podemos por lo menos suponer que estos derechos no pueden ser
transferidos por la compraventa, pero sí por la cesión de créditos.
Según el Art. N° 742 CCP, Inc. 'B - los derechos que en caso de ser ejercidos por otro
alterarían su contenido en daño del deudor'
El Art. 15 establece: el autor de una obra tiene por el solo hecho de la creación la titularidad
originaria de un derecho oponible a todos, el cual comprende los derecho de orden moral y
patrimonial determinadas en la presente ley. La enajenación del soporte material que
contiene la obra, no implica ninguna cesión de derechos a favor del adquirente, salvo
estipulación contractual expresa o disposición legal en contrario.
Algunos sostienen que es este el caso en el cual podría tener vigencia el Inc. B. del CCP, al
modificar la palabra deudor, por la de autor, es decir considerar como derechos del autor y
derechos conexos.
Este presente otra de las hipótesis posibles a la cual se podría aplicar este artículo, teniendo
en cuenta una vez más que no se ha encontrado jurisprudencia, fuentes, antecedente alguno.
BIBLIOGRAFÍA.
1.- Fuentes próximas del Código Civil Paraguayo.
Raúl Sapena Pastor.
4.-Francesco Messineo
Derecho Civil y Comercial
Libro V, IV, I
volver arriba
volver arriba
'La creación de un nuevo proceso penal pretende mejorar la actividad estatal en la
aplicación de su poder coercitivo, estableciendo mecanismos de agilización de los procesos
judiciales; pero que aseguren, además, una utilización más racional de los recursos para
hacer una efectiva represión de aquella delincuencia que afecta gravemente el interés
público; así como el respeto a la dignidad y derechos de la persona humana'.
Pedro Noubleau.
El nuevo Código Procesal Penal, se encuentra inspirado en un sistema procesal mixto, con
tendencia acusatoria, el cual no presenta básicamente un procedimiento común, que se
fundamenta en principios y fórmulas que definen, esencialmente, su carácter y tendencias,
y que al desarrollar la estructura del proceso han quedado plasmados en el texto legal; de tal
suerte, que, se dispone, la existencia de una etapa instructora destinada a establecer las
convicciones mínimas indispensables para justificar el mérito del juicio, llevada a cabo con
amplia intervención de las partes y en forma y organismos o personas que no dependan, en
principio, de las autoridades jurisdiccionales; se establece la participación obligatoria de la
defensa desde el primer momento de la detención o diligencia procedente en los casos en
que no corresponda la detención; otorgando el carácter de excepcional a la detención
provisional; y definiendo como regla general la producción de las pruebas en juicio
público; oral, contradictorio y continuo, otorgando la sana crítica en la valoración por parte
del tribunal de sentencia.
La razón por la cual se toma la decisión de crear juicios de naturaleza especial obedece,
entre otros, a un esfuerzo por entender la realidad o entorno donde se desenvuelve el ser
humano, de la cual se desprenden una diversidad de situaciones particulares, que requieren
por consiguiente, en caso de la existencia de ilícitos penales, una respuesta distinta de parte
del Estado, como Institución monopolizadora del poder coercitivo en el ámbito criminal.
Este tipo de procedimiento no solo evita el desgaste del sistema de justicia, sino que
permite disponer de toda su batería para descargarla en formas de Criminalidad, ante las
que el Sistema y sus instituciones, no pueden permanecer impasibles.
Las garantías que han de respetarse en el procedimiento abreviado son las básicas que
regulan el proceso penal, razón por la que no debe pensarse, que el imputado que se someta
a este novedoso enjuiciamiento correrá la suerte de ser colocado en estado de indefensión.
Resulta conveniente hacer una breve síntesis de la forma en que la legislación alemana
aplica el procedimiento abreviado, para así lograr ubicar nuestra situación jurídica-penal
dentro del contexto de codificación dominante en el mundo moderno.
Existe una tendencia en el Derecho Comparado a darle relevancia a los acuerdos Ministerio
Público- imputado, de modo que a través de ellos se puedan imponer 'sanciones' sin juicio
oral y sin necesidad de pronunciarse sobre la culpabilidad del imputado, tal y como sucede
con la suspensión del procedimiento a prueba.
Los requisitos previstos para este procedimiento son bastante estrictos por que la
prescindencia del juicio oral, afecta a garantías muy básicas que sólo pueden ser dejadas de
lado si el beneficiario de ellas - el imputado -, consiente de un modo claro, contundente y
definitivamente libre. Por ello es necesario, en primer lugar, la aceptación de los hechos; en
segundo lugar, el consentimiento para la aplicación de este procedimiento, prestado con
total libertad. Para garantizar que no existan coacciones indebidas, el defensor con su firma
debe asegurar que el imputado ha prestado libremente su consentimiento.
Quienes pueden provocar este procedimiento son los acusadores, no el imputado por sí
mismo. De todos modos, su ámbito de aplicación ha sido restringido, quizás en una primera
etapa de prueba sobre la utilización de esta institución, a delitos que no tengan prevista
pena privativa de libertad o delitos cuya pena máxima de prisión no supere los cinco años.
Esta propuesta común se presenta ante al juez (penal en la mayoría de los casos, y si la pena
que se pide es menor a un año o no privativa de libertad se puede presentar ante el juez de
paz), quien puedo aceptar o no el procedimiento (por que considera que no se dan los
requisitos de procedencia) o puede condenar o absolver ( por ejemplo, si por más que exista
reconocimiento de los hechos considera que el hecho no constituye delito). La única
limitación que tiene el juez es que si condena no puede imponer una pena más alta que la
solicitada por los acusadores. Ese es, justamente, el beneficio del imputado al aceptar este
procedimiento.
Nuestro nuevo Código Procesal Penal con respecto a la admisibilidad del procedimiento
abreviado se refiere de la siguiente manera: 'TITULO II. PROCEDIMIENTO
ABREVIADO. ART. 420. ADMISIBILIDAD. Hasta la audiencia preliminar, se podrá
proponer la aplicación del procedimiento abreviado cuando: 1) se trate de un hecho punible
que tenga prevista una pena máxima inferior a cinco años, o una sanción no privativa de
libertad; 2) el imputado admita el hecho que se le atribuye y consienta la aplicación de este
procedimiento; y, 3) el defensor acredite, con su firma, que el imputado ha prestado su
consentimiento libremente. La existencia de coimputados no impide la aplicación de estas
reglas a alguno de ellos.'
Para comprender mejor este artículo debemos remitirnos a lo expresado en el art. 352 del
mencionado cuerpo legal que dice: '.... AUDIENCIA PRELIMINAR. Presentada la
acusación o las otras solicitudes del Ministerio Público y del querellante, el juez notificará a
las partes y pondrá a su disposición las actuaciones y las evidencias reunidas durante la
investigación, para que puedan examinarlas en el plazo común de cinco días. .......En las
misma resolución convocará a las partes a una audiencia oral y pública, que deberá
realizarse dentro de un plazo no menor de diez días ni mayor de veinte días.'; y a lo
expresado en el art. siguiente, el 353: '.....FACULTADES Y DEBERES DE LAS PARTES.
Dentro del plazo previsto en el artículo anterior, las partes podrán manifestar, por escrito, lo
siguiente:.......9) proponer la aplicación del procedimiento abreviado conforme a lo previsto
en el Libro Segundo;......'.
Por otro lado en lo que se refiere a lo dispuesto en el inc. 2do. del art. 420 el imputado debe
admitir como cierto el hecho que se le atribuye, ello sin agregarle circunstancias
justificantes o exculpatorias, ya que en caso contrario no se trataría propiamente de la
admisión del hecho atribuido.
En cuanto a lo estipulado en la última parte el artículo en cuestión cabe señalar que con
respecto a cada uno de los imputados la decisión sobre la aplicación del procedimiento
abreviado se refiere a él, pudiendo seguir el procedimiento ordinario en contra de los otros.
Por su parte en lo que se refiere al trámite del procedimiento abreviado el Código Procesal
Penal señala: 'ART. 421. TRAMITE. El Ministerio Público, el querellante y el imputado,
conjuntamente o por separado, presentarán un escrito, acreditando los preceptos legales
aplicables y sus pretensiones fundadas, además de los requisitos previstos en el artículo
anterior. El juez oirá al imputado y dictará la resolución que corresponda, previa audiencia
a la víctima a al querellante. El juez podrá absolver o condenar, según corresponda. Si
condena, la pena impuesta no podrá superar la requerida por los acusadores. La sentencia
contendrá los requisitos previstos en este Código, aunque de un modo sucinto, y será
apelable. Si el juez no admite la aplicación del procedimiento abreviado, emplazará al
Ministerio Público para que continúe el procedimiento según el trámite ordinario. En este
caso, el requerimiento anterior sobre la pena no vincula al Ministerio Público durante el
juicio, ni la admisión de los hechos por parte del imputado podrán ser considerados como
una confesión'.
Del artículo expuesto precedentemente surge lo siguiente: una de las diferencias entre el
plea bargaining y el procedimiento abreviado, es que en este último no es posible acortar en
contra del principio de legalidad los hechos que se le atribuyen al imputado o bien
prescindir de la acusación con respecto a determinados hechos. De lo que se trata es
simplemente de una transacción en cuanto a la pena a imponer, que podrá ser disminuida
hasta un tercio por debajo del mínimo legal previsto en el tipo penal.
Cuando el artículo se refiere al escrito presentado por el Ministerio Público, el querellante y
el imputado, conjuntamente o por separado; se quiere hacer significar que el acuerdo ha
sido previo, y en él obviamente, están plasmados los intereses de todos los intervinientes.
De lo contrario no podría materializarse la presentación del escrito. El acuerdo es básico
para darle una solución al caso.
Imponer una pena mayor, será fallar sobre una base fáctica distinta.
Para concluir y de tal manera que todo lo desarrollado con anterioridad sea más
comprensible describiremos a modo de ejemplo una causa en la cual se ha aplicado el
procedimiento abreviado.
En autos obran los escritos presentados por los imputados, a través de los cuales los mismos
manifiestan su aceptación a la aplicación del procedimiento abreviado.
El juez considera procedente el pedido realizado por las partes, y da curso favorable a la
aplicación del procedimiento abreviado en la causa.
BIBLIOGRAFIA.
BINDER, ALBERTO M., Introducción al Derecho Procesal Penal, Editorial Alfa Beta S.A.
C.I.F. y S. Buenos Aires, Argentina. Edición 1.993.
ENSAYOS DOCTRINARIOS, NUEVO CODIGO PROCESAL PENAL, Rodolfo Ernesto
González Bonilla, Delmer Rodríguez, Pedro Noubleau, René Castellón, Orlando Antonio
Quijano y otros.
I.N.E.C.I.P, Código Procesal Penal, con la exposición de motivos del Anteproyecto y
Fundamentos del Proyecto. Asunción, Paraguay. Editorial El Foro. Edición 1.998.
LLOBET RODRIGUEZ, JAVIER, Procedimiento Penal., Imprenta y Litografía Mundo
Gráfico. San José, Costa Rica. Edición 1.998.
MAJADA, ARTURO, Práctica Procesal Penal, Editorial Bosch. Barcelona, España.
Edición 1.990.
SAENZ ELIZANDRO, MARIA ANTONIETA, 'El Procedimiento Abreviado', en
Reflexiones sobre el Nuevo Proceso Penal. San José, Costa Rica. Editada por la Corte
Suprema de Justicia y la Asociación de Ciencias Penales de Costa Rica. Edición 1.996.
TREJO, MIGUEL, En defensa del Nuevo Proceso Penal. San Salvador. Ediciones C.I.C.
Edición 1.994.
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Tema: Miscelaneas
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CAPITULO PRIMERO
INTRODUCCION
En aplicación del principio de que 'nadie puede litigar contra sí mismo', necesariamente las
partes en el proceso debían ser por lo menos dos. Una, parte que por iniciar la demanda era
llamada demandante o accionante, otra que por haber sido el litigante contra quien se opuso
la demanda, sea denominada demandado o accionado o, también reo.
La actuación judicial exigía a las partes tanto capacidad de derecho como la capacidad de
obrar. Así pues solo podían asumir el papel de actor o demandado las personas libres,
ciudadanas y sui iuris es decir aquellas que tenían plena capacidad jurídica.
CAPITULO SEGUNDO
EL ABOGADO
Abogado, es la persona que ejerce el Derecho y se dedica a defender en juicio, por escrito o
de palabra a los litigantes. Defender la causa de la justicia, el estado de derecho fundado
indudablemente el la democracia. Así también, la representación y defensa de los clientes
ante los poderes públicos, autoridades jurisdiccionales, etc.
Ejercer la profesión con celo y probidad, velar por la reputación de la Abogacía en la vida
publica como la privada, defender la profesión, su independencia, su libertad , jerarquía y
respeto de la misma.
Quería destacar este articulo que evidentemente demuestra toda la ideología del aspirante a
letrado como lo somos nosotros los estudiantes que abrazamos esta carrera y la de tratar de
exigirnos al máximo con el fin de llegar a una formación jurídica de alto nivel como
condición de acceso a la profesión y al mismo tiempo capacitarnos mediante acciones de
carácter cultural, científico y académico que tiene una meta ultima que es el bien de uno y
el bien común ejerciendo en todo momento buen oficio poniendo todo su empeño en servir
a la Justicia, cuidando siempre de realizar actividades licitas nunca asociados con personas,
entes, en el trafico ilícito.
Ahora bien, para que los seres humanos, libres puestos en relación, puedan ayudarse
mutuamente en el desarrollo de su actividad física, intelectual y moral y sea posible la
convivencia social, es necesario el Derecho es ahí que surge la persona capaz de guiar
dentro del marco de seguridad y garantía a las demás en su desenvolvimiento cotidiano, el
Abogado.
CAPITULO TERCERO
Se deben :
CAPITULO CUARTO
' A los noveles estudiantes de Derecho que con fe en el porvenir sabrán protagonizar con
capacidad, entusiasmo y honradez '
MANDAMIENTOS DEL ABOGADO
Por Eduardo J. Couture
ESTUDIA: El derecho se transforma constantemente. Si no sigues sus pasos, serás cada día
un poco menos abogado.
SÉ LEAL: Para con tu cliente al que no debes abandonar hasta que comprendas que es
indigno de ti. Para con el juez, que ignora los hechos y debe confiar en lo que tu dices.
TOLERA: Tolera la verdad ajena en la misma medida en que quieres que sea tolerada la
tuya.
TEN PACIENCIA: El tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su colaboración.
OLVIDA: Concluido el combate, el juicio olvida tan pronto tu victoria como tu derrota.
AMA TU PROFESION: Trata de considerar la abogacía de tal manera que el día que tu
hijo te pida un consejo sobre tu destino, consideres un honor para proponerle que se haga
abogado.
BIBLIOGRAFIA
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El presente trabajo tiene por objetivo dar a conocer lo que supone el DERECHO desde el
punto de vista de la Filosofía, tomando como base a grandes filósofos de antaño y
contemporáneos. De ninguna manera pretende ser un trabajo de erudición , considerando
que el mismo es realizado por una alumna más de la Institución, pero sí de ayuda y
parámetro para los estudiantes , ya que la 'Filosofía del Derecho' comprende una de las
cátedras de la Carrera de Derecho...
Es así que el hacer humano no está abandonado a la arbitrariedad, sino que está sometido a
fuerzas que regulan tanto la conducta de los individuos en particular, como de los entes
colectivos. Estas fuerzas dirigentes se concentran en Instituciones como el Estado, la
Iglesia, la Escuela, etc.
Otro aspecto importante es la variedad de Normas de Conducta que regulan las acciones
humanas. Ellas son las Normas Religiosas, Morales, de la Costumbre y las Juridícas.
Dentro de esta última, es decir, de la Norma Jurídica, es donde nos detendremos, a fín de
cumplir con el objetivo de este trabajo, cual es encontrar el concepto o la definición de lo
que se entiende por DERECHO
1º) Como Norma, cuando impone deberes y otorga pretensiones - DERECHO OBJETIVO.
2º) Como la facultad o pretensión atribuída a la norma - DERECHO SUBJETIVO.
1- EL CONCEPTO DE DERECHO:
La noción que se tenga sobre el Derecho no puede ser una noción innata, anterior y
trascendente a la experiencia.
El Derecho es una norma obligatoria de la conducta, que regula las relaciones externas
surgidas en el seno de la humana convivencia y hace valer la autoridad del Estado . La
noción del Derecho, implica además, el hecho de la convivencia humana y de sus
relaciones, y el hecho de un órgano que sea tutor y defensor de la norma. Para llegar a dicha
noción, se requiere el concurso de la experiencia.
Según la misma etimología de la palabra Derecho ( Dirigir ), implica siempre la dirección
hacia un determinado fin. El Derecho garantiza efectivamente los fines de la vida, lo que
determina una relación con esos fines y con ciertas condiciones de cultura, etc. De este
modo , se puede concluir que la idea del Derecho no es absoluta , sino relativa.
Por último, para llegar a determinar con precisión, la noción del Derecho, se debe
emprender dos pasos que surgen de la indagación:
En un principio, el término DERECHO era aludido al latín IUS, que significa 'lo justo'.
La palabra Ius fue utilizado por los juristas romanos, especialmente de épocas
relativamente tardías, en varios sentidos:
En definitiva el Ius es la posición justa, el orden justo entre los ciudadanos, y también, el
arte de lo justo.
Hoy día, y según la opinión más común, la palabra DERECHO deriva de otras palabras,
como:
- DIRECTUM o DIRIGIDO.
- DIRIGERE o REGIR, GOBERNAR.
- DIRECTUS o DIRECTO , DERECHO.
- DERECTUM o MUY RECTO , TOTALMENTE RECTO.
1.3. DEFINICION NOMINAL DE LA PALABRA DERECHO:
Analizando la definición se puede concluír que 'lo justo' sería lo recto, el Derecho mismo; y
el 'orden social', el poder en función de lo recto, la facultad de conducir por caminos de
rectitud.
Tomando como principio que el Derecho no es propio del mundo contemporáneo, sino que,
más bien tuvo sus primeros significados en épocas remotas, alcanzando su mayor grado de
esplendor entre los romanos de antaño, se puede realizar un análisis de sus diversas
acepciones , teniendo como base, precisamente, esas primeras concepciones sobre el
vocablo.
Es así, que tanto la palabra IUS , como la palabra DERECHO, son términos polisémicos,
que quiere decir que una misma forma fonética puede poseer diversas significaciones, las
cuales presentan cierta proximidad. Tal es el caso, que ambas palabras puede designar
varias cosas relacionadas con el mundo del Derecho.
Por tanto, he aquí algunas muestras de la polisemia del término DERECHO - IUS:
c) El vocablo Derecho significó primero 'la cosa justa', luego se derivó a denominar 'el arte
con que se discierne qué es lo justo', más tarde designó 'el lugar donde se otorga el
Derecho', y finalmente es sinónimo de 'la Sentencia dada por aquel cuyo ministerio
pertenece administrar justicia, aún cuando lo que resuelva sea inicuo o injusto' - SANTO
TOMAS DE AQUINO.
2º) En épocas posteriores, las distintas acepciones del Derecho se hallan recogidas en
diversos autores de la Segunda Escolástica. Algunas de ellas son:
- Lo justo.
- La Ley.
- El arte del Derecho.
- La facultad o potestad ( Derecho Subjetivo).
- La Sentencia de los Jueces y Tribunales.
- El lugar o sede.
La cuatro primeras son las principales, mientras que las dos restantes son las secundarias.
3º) A partir de los Escolásticos españoles, las varias acepciones del Derecho se hallan en las
Recopilaciones de los Canonistas y Civilistas del Siglo XIX:
a) Según los Canonistas más antiguos, las acepciones varían entre tres y siete:
- Lo justo.
- La Ley.
- El Derecho Subjetivo.
- La Ciencia Jurídica.
- El lugar.
- La Sentencia.
- El parentesco.
b) Según los Canonistas del Siglo XIX, son variantes las acepciones dadas por:
d) Tratadistas del Derecho Natural, Filosofía del Derecho o Teoría General , más
contemporáneos:
Son muy pocos los que hablan acerca de las acepciones del término DERECHO, y sobre
esto aluden:
En síntesis, para los Escolásticos el Derecho implica un concepto analógico, que depende
de las distintas concepciones filosóficas. Para los Subjetivistas o Personalistas, el Derecho
es fundamentalmente FACULTAS; para los Normativistas, LEX; y para los Eticistas, ID
QUOD JUSTUM EST - lo justo.
El Derecho es el complejo de las condiciones por las cuales el arbitrio de cada uno puede
coexistir con el arbitrio de todos los demás, según una Ley universal de libertad.
El Derecho es la coordinación objetiva de las acciones posibles entre varios sujetos, según
un principio ético que las determina excluyendo todo impedimento.
El Derecho es una forma de vida social en la cual se realiza un punto de vista sobre la
Justicia, que delimita las respectivas esferas de licitud y deber, mediante un sistema de
legalidad, dotado de valor autárquico.
El Derecho es un conjunto de normas que tiene por objeto eliminar cuanto impida el recto
uso de la libertad humana.
Para finalizar se puede decir que de las diversas definiciones dadas, se obtiene el Fín del
Derecho, cual es la garantía de las condiciones de vida de la sociedad ,y del hombre como
individuo de esa sociedad. También puede establecerse como Fin del Derecho, el de dirimir
los conflictos que se suscitan entre personas físicas o jurídicas, particulares o públicas, y
con arreglo a normas establecidas y de obligatorio cumplimiento, dentro de una sociedad
organizada.
CONCLUSION
Por otro lado, todo concepto debe contener determinaciones universales, que resulten
evidentes de modo inmediato, por su simplicidad; aunque , sin embargo, la deducción de la
definición se extrae generalmente de su etimología, como lo hemos observado en el trabajo
realizado sobre este tema en cuestión.
Todo concepto sobre algo en particular presenta una realidad, por lo que , todo lo que no
sea esa realidad resulta sólo existencia transitoria, opinión, falsedad, etc.
BIBLIOGRAFIA CONSULTADA
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El concepto comunitario que se maneja en Europa para el tratamiento de los problemas de
cualquier índole que se suscite en el orden nacional y que podría proyectarse más allá de las
fronteras, ha facilitado enorme mente la comprensión del conflicto del derecho con la
tecnología, posibilitando el desarrollo de las instituciones apropiadas para morigerar sus
efectos. El apoyo de lo expuesto debemos mencionar que existe en el viejo mundo una
importante cantidad de organismo-oficiales o no-encargados del planteamiento, estudio y
control de dicho tipo de circunstancias. Así, la conversión europea de salvaguarda de los
derechos del hombre y las libertades fundamentales, el convenio europeo, el consejo
europeo, el tratado de la Unión Europea, tribunal europeo de derechos humanos,
Parlamento Europeo y otros son una prueba de ello. Estos organismos supranacionales o
que sencillamente aglutinan en torno suyo comisiones internacionales para el tratamiento
de situaciones relacionadas con la industria el comercio, la salud, una educación,
oportunamente se encargan de manejar la problemática expidiendo sus criterios en forma
genérica y dictando pautas legislativas que más adelante serían incluidas en la normativa
nacional.
Por razones sistemáticas, en el tema que nos ocupa, suponemos de importancia una
referencia más puntual a cada uno de estos cuerpos normativos en su parte pertinente, para,
luego, pasa lo que sería su consecuencia expresada en las leyes nacionales, no sin antes
notar que muchas de ellas han partido de bases elementales como por ejemplo el
reconocimiento del derecho a la vida privada, para luego manteniendo este fundamental
derecho como punto axial de la agresión, generar su defensa ampliándola en forma
concéntrica en la medida de la aparición de nuevas amenazas a su integridad jurídica.
Finalmente se debe apuntar que la defensa de la vía privada, de intimidar los demás
derechos que conforman la personalidad del individuo, son cuestionados en aquellos
aspectos donde tradicionalmente a primado el derecho y la seguridad de la sociedad y
directa por lo que a la par que se ampliaba la defensa de los mismos, se hacía lo propio
excepcionando situaciones de esa índole.
Empero pese a su generalidad-como habíamos señalado - el referido Art. fue la fuente para
elaborar la jurisprudencia del tribunal europeo de derechos humanos con relación a la
protección de la intimidad personal y la informática, verificándose a partir de entonces-
según nos comenta M.A. Ekmekdjian y C. Pizzolo (h) en su consultada obra 'Habeas Data;
el derecho a la intimidad frente a la revolución informática 'Ed. Depalma Buenos Aires
1996 una in interrumpida sucesión de acontecimientos, pues: ' ya en1968,la asamblea
parlamentaria emitió una llamada al concepto de ministros para que examinadas sillas
legislaciones internas de los estados miembros protegían adecuadamente el derecho de los
individuos al respecto a la vida privada, dado el reciente desarrollo de las tecnologías
informática. El estudio demostró que las legislaciones nacionales no estaba plenamente a
patadas a los cambios introducidos de las nuevas tecnologías de información por lo que se
constituyó un comité intergubernamental de expertos encargados de elaborar las medidas
apropiadas a nivel regional europeo. De este comité emanaron las pautas que en 1973 y
1974 inspiraron la aprobación de dos resoluciones sobre la protección de la vida privada de
los individuos, con respecto a los bancos electrónicos en el sector privado y el sector
público por parte del consejo ministros. Estas resoluciones tienen una importancia histórica
ya que son los primeros textos supranacionales donde se recogen ' a la conducta ' para los
estados sobre protección de datos. Tomando como fuente a las nombradas, se elaboran el
convenio sobre la protección de las personas con respecto al tratamiento automatizado de
datos de carácter personal-convenio 108-, desarrollo han y completando los principios
adoptados en aquellas resoluciones' nos hemos permitido la trascripción de lo precedente a
los efectos de demostrar con claridad que nada queda azar, sino que toda la actividad
intelectual desplegada es utilizada como base estructural de lo futuro, ya que la realidad de
la década del 60, difiere grandemente con la siguiente, ni que decir con la de los años 80 y
90. no obstante ello, si acaso nos permitiéramos excluir alguna conclusión-cualquiera-sería
como obviar un eslabón restando secuencia adecuada al tema el convenio europeo de
Estrasburgo, suscrito por los estados miembros del consejo de Europa en enero de 1981,
considerado como un derecho de tercera generación por Pérez Luño, amplió la protección a
la vida privada en la son de las afrentas sufridas por el auge del tratamiento ha
automatizado de los datos de carácter personal y el tráfico internacional de los mismos,
teniendo como objetivo final la conciliación de respeto al derecho a la vida privada de
libertad de información, garantizando en el territorio de los suscriptores del instrumento, el
respeto igualitario independientemente de su nacionalidad por domicilio es un cuerpo
normativo sumamente complejo pues explica con detenimiento y precisión la tecnología
propia del objeto del convenio, tales como dato, tratamiento automatizado, fichero,
etcétera., incluso el manejo de los datos en la espera privada, a personas jurídicas y otras
que careciendo de tal personalidad puedan ser objeto de interés. Se ocupa asimismo de
garantizar la calidad del dato colectado, entendiéndose por tal la pureza, la certeza, la
compatibilidad y adecuación con la finalidad, así como la exactitud del mismo por
originarse en su titular, a la vez que medidas de seguridad para protegerlos en caso de
destrucción accidental o no autorizada. Redacción finalmente a los llamados datos sensibles
relacionados a circunstancias raciales, políticas, religiosas y otras de este tenor, para los que
confiere expresada abstención de tratamiento salvo circunstancias muy puntuales asimilada
a los datos de carácter personal que contengan condenas penales. En su Art. octavo incluye
el reconocimiento de los derechos del titular de esos datos esto es sin mencionarlo por su
nombre la garantía del hábeas data.
La figura creada por el consejo europeo, ha sido, sin duda, bastante peculiar, pues como
bien lo señala la calificación de preventivo posibilitaba el acceso anticipado a cualquier
circunstancia tendiente a vulnerar la personalidad del ciudadano mediante el
almacenamiento de datos, pero lo que es más significativo y digno de resaltar es que los
archivos, fichero, bancos , o registros, cualquiera sea su acepción, conllevaban la expresa
condición de publicitar sus condiciones de funcionamiento y en especial de los datos de sus
responsable, como una forma de garantizar a plenitud y allanar cualquier contrariedad que
surja para acceder a ello es en caso de necesidad.
Incluye entre sus previsiones las concernientes a los datos sensibles, aclarando que la
conciliación de los mismos queda en forma conceptual no per se.
Esta manera de valorar la calidad del datos nos parece sumamente particular y hasta
incongruente con la minuciosidad expuesta et supra, puesto que las variantes raciales,
políticas, religiosas tercera deben hallarse excluidas de la colecta y no someterse a la
eventualidad de un contexto dañoso para peticionar su supresión. En otros términos la
agresión a la personalidad surge al momento de registrarse el dato por la sola eventualidad
de su utilización que desde luego no reconoce finalidad legal alguna ¿cuál sería entonces la
justificación de permitir su almacenamiento y aguardar su utilización para rotularlo como
sensible?
Definitivamente el convenio 108 se sale de los carriles tradicionales, extremo que nos
impone una seria reserva acerca de su configuración legal, máxime en el concierto europeo
en que se ha concedido a toda la legislación una marcada tendencia proteccionista hacia ese
sesgo de la personalidad ciudadana. Asimismo, y como los propio de las convenciones de
tinte internacional se introduce en sus consideraciones lo referente a la libre transferencia
circulación tansfronteriza de la información.
El convenio incluye apetito de limitaciones al dato, como ser; a) precisión que impone la
justeza de los alcances entre el mismo y la finalidad de su colecta; b)calidad que nos indica
la necesidad de su exactitud y actualidad; c) adecuación que nos señala su pertinencia; d)
especificidad que significa que los datos no deben ser utilizados sino para la finalidad
original y no para otra que los datos no deben ser utilizados sino para la finalidad original y
no para otra que podrían resultar extraña al caso.
En materia de 'datos sensibles', existe expresa prohibición acerca del tratamiento de los
referentes a las convicciones políticas , religiosas, filosóficas, morales, al origen racial o
étnico, salud o sexualidad de la persona concernida. La nómina de los datos considerados
sensibles y por ende con-si no prohibición absoluta-dificultad de manejo y que siempre es
coincidente en todos los capítulos sobre el particular, consideramos que es números apartes,
por lo que en su caso puede ser engrosada con las variantes que el ciudadano pueda
considerar como tal al agredir su intimidad y consecuentemente puede reclamar el
tratamiento reservado para los mismos, o negarse a brindarlos si no se observan en el
colector las reglamentaciones de lealtad y licitud reclamadas para el efecto. Es notoria la
diferencia de tratamiento de los 'datos sensibles' existente entre el Convenio 108 de la
Convención de Europa y el Parlamento Europeo, ya que éste además de rodearlo de mayor
seguridad dispone circunstancias condicionantes para su manejo, como ser el previo
consentimiento-por escrito- del afectado, cuando no exista ánimo de lucro o de realizar
transferencia de los mismos. Amén de ello no debemos olvidar que nos hallamos ante
cuerpos normativos elaborados por organismos internacionales cuyos principales objetivos
son los de influir sobre los gobiernos nacionales para que incluyan el tratamiento del tema
en su legislación pertinente, no para que lo transcriban a la letra. En cuanto a las
limitaciones de la recolección se reclama que no sean excesivos con relación a los fines,
que sean actuales y que se contemplen todas las medidas necesarias para que las
inexactitudes sean rectificadas o suprimidas.
Otros de los enfoques que ha preocupado a los organismos es el concerniente a las medidas
de seguridad de carácter técnico que debe tener el registro como para vencer cualquier
eventualidad y proteger la integridad de los datos registrados. En este aspecto no debemos
olvidar que existen técnicas para abrir e internarse en archivos de terceros, sin más
condiciones que la de sentarse ante un computador y tener el ingenio de hacerlo. Ante dicha
situación, cualquier dato por convencional o intrascendente que fuera se halla abierto para
intereses que no han sido los tenidos en miras al momento de su recogida, por lo que nos
hallamos ante una circunstancia de calidad irregular que puede generar gravamen, que
aunque no queridos por el titular del registro, es plenamente responsable de sus efectos
dañosos.
Al igual que el Convenio 108 , para la O.C.D.E. los datos sensibles asumen tal carácter al
ser considerados en su contexto y en consideración al uso que se les asigne, lo cual nos
indica que solo pueden ser colectados previo conocimiento de su propósito y
consentimiento de su titular, lo cual supone una extrema sujeción a las condiciones de la
concesión por parte del colector. Corresponde asimismo señalar que incluye en sus
recomendaciones las medidas de seguridad que deben poseer los registros en salvaguarda
del dato, la responsabilidad del titular del registro en caso de situaciones dañosas y la
exclusión de las personas jurídicas como sujeto activos de la garantía.
Antes de formular una conclusión general respecto del tratamiento de los datos personales y
la incidencia de la tecnología en Europa, la cual se desarrollará luego del repaso de las
principales leyes nacionales sobre el tema, querríamos resaltar la capital importancia que se
ha conferido al tema por parte de los organismos internacionales y supranacionales, los
cuales puntillosamente han tomado y/o mejorado los conceptos existentes, creado lo
necesario y requerido tradicionalmente para respetar lo privado y lo intimo del ser humano,
por sobre cualquier otro Interés, para, finalmente, con los medios que le son propios, influir
decididamente y convertir sus criterios y conceptos en la legislación de cada país. Muchas
de ellas son directa consecuencia de la labor de los referidos organismos, otras han tomado
de ellas lo que consideraron adecuado para la vigorización de su legislación. Por ultimo,
mas allá de todo lo dicho adquiere superlativa importancia el fortalecimiento de la defensa
de antiguos derechos que hoy se encuentran renovadamente agredidos por la moderna
tecnología informatizada.
Esta fue la primera normativa constitucional del mundo que introdujo la garantía que
tratamos con el particular nombre obtenido de una ley de Rio de Janeiro. Hasta ese
momento la misma carencia de apelativo propio y solo era conocida por las particularidades
de la agresión que pretendía contener y con la notoria relación que le imputaban con la
moderna tecnología informatizada.
Su Art. 35 expone: '1.-todos los ciudadanos tienen derecho a tener conocimiento de los
datos que consten en ficheros o registros informáticos que les afecten y de la finalidad a que
se destinen, pudiendo exigir su rectificación y actualización, sin perjuicio de lo dispuesto en
la ley sobre secreto de estado y secreto de actuaciones judiciales.'.
Decíamos que el concepto que se tiene de una persona jurídica, v.g. una Sociedad
cualquiera sea su conformación se establece a partir de la conducta que desempeña en el
mercado, sea mediante los viene que comercializa, sea a través del crédito que social o
comercialmente se le atribuye a sus directores, a quienes la representan o adquieren o para
ella trabajan. Así es inútil pretender que el ciudadano no forje un concepto de determinada
persona jurídica y no la confunda con las personas físicas ligadas a ella. Luego del
levantamiento de datos relativos a la entidad, inevitablemente alterará la imagen de quienes
la representan, pudiendo hasta inmiscuirse en su vida privada e intimidad, afectándola si es
que se le atribuye una determinada explotación que sin ser ilegal puede ingresar en el
controvertido campo de lo inmoral o de lo anti-ético.
Lo que no se precisa es que tipo de dato puede ser almacenado. Realmente en la extensa
doctrina consultada lo que prima es que tipo de dato no puede serlo y en que circunstancias
y con que requisitos estos podrían serlo. Nos referimos a los datos consignados como
sensibles, por inmiscuirse en detalles que a nadie puede incumbir.
El segundo inciso del articulo 35 -producto de la reforma de 1982- establece: ' se prohíbe el
acceso a ficheros o registros informáticos para el conocimiento de datos personales
relativos a terceros y la respectiva interconexión, salvo en casos excepcionales previstos en
la ley ' .
El tercer apartado establece: '3.-la informática no padece utilizada para el tratamiento del
datos referentes a convicciones de filosóficas o políticas, afiliación a partidos o a
sindicatos, fe religiosa o vida privada, salvo cuando se trata de tratamiento de datos
estadísticos no identificables individualmente '.
El cuarto apartado expresa: '4.-la ley definirá el concepto de datos personales para los fines
del registro informático, así como las bases y bancos de datos y las respectivas condiciones
de acceso, constitución y utilización por entes públicos y privados '.
El punto genera una posición sumamente compleja, ya que el verdadero legislador en este
requisito es el propio ciudadano, pues desde que se le confiere la facultad de intervenir
activamente en la recolección, almacenamiento y transferencia del dato que le concierne, es
él y solo él el que puede establecer cuáles datos propi9os pueden ser incluidos en el registro
informático. No obstante, no deja de ser cierto que en algunos casos -cómo en este- la ley
establece parámetros generales de configuración del tipo, ante el cual un ciudadano común,
en circunstancias normales, no solo se opone a la inclusión del dato, sino que le favorece
por que facilita una serie de actividades, en especial relacionadas con el crédito. Sobre este
aspecto del trabajo volveremos reiteradamente.
El inciso impone a la ley la tarea de establecer las formalidades para constituir un banco de
datos. En alguna doctrina se mantiene la necesidad de que el registro forme parte del
conjunto de entidades oficiales. En nuestro país v.g. de la Dirección General de los
Registros Públicos. En otras, tal vez la mas acertada delinear con claridad las funciones y
responsabilidades del organismo, configurándola como un ente privado, sujeto a la
superintendencia del Poder Judicial, en razón de las connotaciones de su objeto. Decíamos
la mas acertada porque la variedad de objetivos y finalidades que pueden perseguir los
bancos de datos exceden la labor oficial, empero la importancia y trascendencia de los
valores jurídicos justificarían la tutela y contralor del estado.
La ' utilización por entes públicos y privados' de los bancos de datos no configura ninguna
circunstancia particular, pues en la medida que el dato sea requerido, y siempre he su titular
no oponga confidencialidad en cuanto al mismo, este debe ser expedido.
El quinto numeral reza: ' 5.-se prohíbe la asignación de un número único a los ciudadanos.
'Dicha prohibición aparentemente es la preocupación generada en la posibilidad de la
masificación e individualización del ciudadano mediante un número identificatorio que
contribuya a privarlo de su personalidad.
El sexto., por su parte impone que: ' 6.-la ley definirá el régimen aplicable a los flujos de
datos a través de las fronteras, estableciendo formas adecuadas de protección de datos
personales y otros cuya salvaguardia se justifique por razones de interés nacional. '
Una de las condiciones más reiteradas en el flujo transfronterizo es que el país que acepte el
dato contenga en su derecho positivo las mismas similares garantías que la del país
remitente, como una forma de extender su tutela allende sus límites geográficos. El inciso
incluye en su afán de protección no sólo el dato personal, sino cualquiera otro que
considere justificativo. Desde luego que si el interés es nacional, su transferencia debe
hallarse revestida de mayor sigilo y seguridad. En todo esto no debemos olvidar el daño que
puede provocar la violación de la seguridad, sería resarcible, pero nunca la situación podría
volver atrás; el daño es inevitable, por lo que cuando se halle interesada la causa nacional,
las medidas de seguridad deben ser estrechas. Una constante en las excepciones es que
deben ser en número limitado y hallarse en un catálogo taxativo de profusa divulgación.
En su inciso 4, dispone: ' la ley limitara el uso de informática para garantizar el honor y la
intimidad personal y familiar de los ciudadanos y el pleno ejercicio de sus derechos. '
Pero donde la legislación española culmina su labor sobre el particular es con la Ley
Orgánica de Regulación del Tratamiento Automatizado de los Datos de Carácter Personal,
No.: 5/1992 del 29 de Octubre, más conocida en el mundo jurídico de la protección a los
datos personales y de la autodeterminación informativa como LORTAD, la cual luego de
casi quince años del imperativo constitucional trascripto, ve la luz. En nuestro país
llevamos más de la mitad de ese lapso sin siquiera haberse planteado algún proyecto o sin
que tan siquiera se haya expuesto la necesidad de hacerlo. La ley reglamentaria es de
superlativa importancia ya que a partir de la misma se podría unificar el fondo y la forma
del instituto para evitar los desmanes que se producen en aras de la autodeterminación
informativa de cuya existencia muy poca parte de la ciudadanía se ha dado por notificada.
En los párrafos iniciales de su exposición de motivos se opera con precisión lo que será su
proyección, ya que al transcribir los términos del art. 18.4 de la Constitución del Reino
formula especial hincapié en el peligro que implica el uso de la informática contra los
derechos de la intimidad personal y familiar y los atributos de la personalidad de cuya
torticera y desmedida utilización pueda sobrevenir.
Sin embargo no precisa el objeto de su protección, sino en forma muy amplia, por lo que al
resultar poco práctico ubicarlo en todos los derechos de que el ciudadano pueda ser titular,
corresponde que se lo haga en el contexto de la informática que opera con datos personales,
ya que lo que ofrece la ley mencionada es un instrumento de defensa para preservar la valla
que busca franquear la tecnología e inmiscuirse en la construcción del retrato virtual de
nuestra personalidad a través del manejo de nuestras patologías, convicciones, códigos de
conducta, tendencias, rémoras y preferencias. Ahora bien, así tratado el tema, la tutela
abarcaría un espectro sumamente restringido de posibilidades y por ende el peligro de la
tecnología desde la visión de lo protegido sería particularmente mínimo.
Desde su apreciación inicial surge un principio que aparece como la razón de ser de su
conjunto. Es el interés de la limitación que aparece en el 18.4 de la Constitución y el 1 de la
LORTAD, debiendo hacerse especial impresión que en todo momento prima el criterio de
que la limitación no implica prohibición, sino solo sumisión a determinadas normas cuando
se estén manejando datos personales, en otras palabras es el establecimiento de
restricciones o condiciones al ejercicio de la libertad de información, en la medida que
otros derechos, en especial el de la intimidad, así lo imponga. Pero la labor no se halla solo
en exponer límites, sino dotar a dichos límites de la mayor precisión, para, de esa forma,
preservar los beneficios que se pueden obtener de la tecnología informática.
Es entonces cuando aparece la necesidad de definir los elementos más característicos del
instituto, tales como: a) datos de carácter personal: información concerniente a persona
física; b) fichero automatizado: conjunto organizado de datos de carácter personal
sometidos a tratamiento automatizado; e) tratamiento de datos: operaciones y
procedimientos técnicos de carácter automatizado o no, utilizados para el proceso de
obtención, mantenimiento y expedición de datos; d) responsable del fichero: persona física
o jurídica de naturaleza pública o privada que decida la finalidad, contenido y uso del
tratamiento; e) afectado: persona física titular de los datos sometidos a tratamiento; f)
procedimiento de disociación: tratamiento que se da a los datos personales de manera que
no se la puede asociar con persona determinada.
En otro orden de consideraciones, otro de los problemas que surge es el habitual defasaje
existente entre las normas del derecho positivo y las transformaciones sociales cuya
evolución tecnológica es sumamente dinámica, por lo que hace recomendable recurrir a
normas jurídicas de menor nivel que posibiliten modificaciones más rápidas que las
normales, descansando su basamento en la aceptación voluntaria de los ciudadanos
concernidos y potenciales destinatarios, autorregulando las normas en compatibilidad con
el precepto constitucional y el Convenio Europeo para la protección de los Derechos
Fundamentales.
El propio art. 2.2 establece en qué casos no será aplicable el régimen de protección de
datos, resumiéndose los mismos, como sigue: 1) los de titularidad pública cuyo objeto legal
sea el de publicitar los datos; 2) los de personas físicas con fines personales; 3) los de
información tecnológica y comercial que reproduzcan datos ya publicados; 4) los de
informática jurídica que reproducen resoluciones judiciales, y 5) los mantenidos por los
partidos políticos, sindicatos, iglesias y demás confesiones religiosas con relación a sus
miembros, mientras que existen otros registros que poseen su propia normativa, por las que
deberán regirse. Estas excepciones aparecen razonables, siempre y cuando -obviamente- los
datos incluidos se refieran específicamente a dicha actividad y mientras los mismos se
mantengan en dicho registro sin posibilidad de cesión y/o difusión, pues en dicha
eventualidad, de inmediato y pleno derecho ya estarían transitando bajo la competencia de
la ley que comentamos.
MURILLO DE LA CUEVA -op. cit.- nos trae un comentario poco claro, o cuando menos
escueto, acerca de lo que considera una explicación adecuada y atinada a la circunstancia
de haberse omitido a la persona jurídica de la posibilidad de integrar el conjunto de titulares
del derecho, mientras que por otro lado, la ley lo incluye en el grupo de pasivos. Es
oportuna su transcripción para una mejor aprehensión y crítica al mismo.
Dice: 'Es importante destacar que, si a la hora de afirmar la titularidad de los derechos se ha
decidido excluir a las personas jurídicas, en cambio, no se ha dudado al incluirlas entre los
sujetos obligados a respetarlos. Tal asimetría era imprescindible si se quería ofrecer una
garantía seria a la autodeterminación informativa.' Indudablemente que existe una marcada
asimetría en la decisión adoptada por el legislador español, pero no hallamos una
explicación adecuada para ello, ya que en la actualidad el mundo jurídico gira en tomo a la
función de la persona de existencia ideal en un haz de variación tan importante que se erige
como el eje principal en tomo al cual se desarrolla la vida toda, al punto que el individuo
casi ha perdido identidad, extremo éste último que lejos de alentarnos nos consterna, pero
más allá de nuestros sentimientos de humanidad, existe una realidad a la cual hay que darle
una legislación, y esa es la de la persona jurídica, omnipresente en cuanto negocio
emprendamos por mínimo que fuere y aún en aquellos cotidianos que participan de
nuestros movimientos en forma imperceptible. En síntesis la persona jurídica esta en todas
partes y no se la puede radiar sin sólidos fundamentos. Es cierto que inicialmente la
preocupación del doctrinario ha sido la defensa de la intimidad y de la vida privada del
individuo -el derecho a ser dejado solo- pero hoy, por marcada que sea la diferencia jurídica
entre ambos tipos de personas, no es difícil confundirlas, trasladando la simpatía o
moralidad de su giro comercial a las personas que la manejan y dirigen. No deja de ser
menos cierto que la autodeterminación es una palabra que nos indica decisión propia,
posibilidad esta de la que carece la persona de existencia ideal, pero nada nos impide a
forjar un nuevo concepto que la abarque.
Asimismo, cabe puntualizar que inicialmente las legislaciones nacionales solo incluían a los
del sector público, mas las directrices de los organismos supra e internacionales incluyeron
a los ficheros o registros de dominio privado, por la certeza de que la amenaza podría venir
también de ese sector, imponiendo de esta forma la ampliación de la protección.
Sea como fuere, la imperatividad del art. 18. 4 de la Constitución de España lleva inserto en
su espíritu la limitación de la informática como garantía, de cuyos términos no se podría
explicar la ausencia de ficheros del origen que fueren si es que agrede los derechos
contenidos en la norma.
El Título II de la Ley Orgánica 5/92, enumera los principios que integran el sistema de
protección de datos, mas llamativamente lo hace en forma no acorde con el proceso natural
que involucra al individuo desde el momento que es considerado como sujeto de la
información y por consiguiente titular de una serie trascendente de derechos que deben ser
observados, previos a la colección de los datos. Esta observación nos podría llevar a la
determinación de iniciar las referencias desde el art. 6 que nos impone acerca del
consentimiento del afectado, sin el cual no puede obtenerse ni incluirse sus notas en el
registro y, obviamente, cualquiera de los demás puntos sería irrelevante. No obstante, con
dicha aclaración y pese a ella, preferimos seguir el curso trazado por el legislador español,
quien, estamos seguros, razón habrá tenido para ello.
En tal decisión se desprende de su art. 4, la calidad que deben reunir los mismos antes y
durante la recolección; es el primer principio que la LORTAD pretende sentar en materia
de protección de datos. El primer apartado limita el carácter del dato a lo estrictamente
personal, debiendo entenderse por tales los concernientes a individuos identificados o
identificables. Nótese, por la terminología, la imposibilidad de extender el concepto a otro
sujeto que no sea la persona física. Dichos datos deben ser 'adecuados, pertinentes y no
excesivos en relación con el ámbito y las finalidades legítimas para las que se hayan
obtenido.', indicándonos con ello que deben ser justos y perfectos en cuanto a su tipo y
naturaleza para el fin de la colección; precisos en la temporalidad, esto es que si ayer fue
pleno y exacto para el objetivo, pero hoy varió la característica del mismo, la nota debe ser
desechada por impertinente y, por fin, no excesivo, que indica precisión en su cantidad,
importancia y relevancia, o sea proporcionado, no solo como repetidamente dijéramos, para
su finalidad, sino también para el ámbito o medio social en que se desarrolla. Por ejemplo
existen caracteres que podrían ser suficientes para este lugar y este momento, pero no para
otro y mucho menos distinto lugar.
En el segundo párrafo del primer apartado, casi como un requisito más, se erige una de las
columnas más vigorosas sobre las que descansa el derecho a la autodeterminación
informativa. En efecto, dice: 'En su clasificación sólo podrán utilizarse criterios que no se
presten a prácticas ilícitas.' A la recolección, observando los requisitos que acabamos de
ver, sucede la etapa de la clasificación de los datos, los cuales para ajustarse a la ley deben
someterse a los objetivos finales para los que fueran recogidos, así cualquier combinación
coherente que se desvíe de tal finalidad puede conformar un retrato desdibujado o que
exponga facetas que su titular habría preferido mantener en el silencio. Este peligro sube de
punto, si consideramos al dato como una mercancía transferible que posibilita que el
responsable del nuevo registro o almacén receptor de aquellos datos pueda, sin tener en
miras los objetivos originales, ubicar hábilmente las distintas notas como en un
'rompecabezas', recreando de esta forma el perfil del ciudadano. En tales condiciones los
datos han salido de nuestro ámbito - juntos o por separado- y en algún lugar vuelven a
unirse para configurar nuestro rostro virtual que luego será sometido a la consideración de
variados intereses. A mayor aclaración, en este mismo instante quien suscribe, puede estar
siendo 'informáticamente' investigado por haber adquirido en breve tiempo profusa
bibliografía sobre todo lo relacionado con el tema en desarrollo; pero, de dónde obtuvieron
dicho informe?, muy sencillo: de los detalles de la compra efectuada mediante la utilización
de tarjetas de crédito y cuyos asientos maneja algún gran registro privado, quien sabe en
qué ignoto lugar del mundo.
El 6to. apartado garantiza a favor del derecho de acceso, un almacenamiento que posibilite
hacerlo sin mayores complicaciones, mientras que el séptimo prohíbe la recogida
'fraudulenta, desleal e ilícita.' debiendo entenderse por tales los que agreden a los derechos
contenidos en el art. 5 cuyo comentario iniciamos desde ahora.
El art. 7 de la ley comentada refiere a los elementos registrables que podrían generar
conductas discriminatorias respecto de su titular y que es uno de los motivos principales -
sino el único, el más importante- de toda la problemática social y jurídica que ha generado
la registración del dato incidida por la informatización de su tratamiento.
Estos datos son aquellos que refieren a situaciones extremadamente delicadas y referidas
estrictamente a la identidad e intimidad de las personas, constituidos por datos que nadie
podría requerir y mantener con una adecuada explicación jurídica. No obstante al respetar
la decisión personal del ciudadano se ha exigido su consentimiento expreso y por escrito,
debiendo ser advertido en su momento de su derecho a no prestarlo.
En materia de salud existe un particular tratamiento ya que la ley dispone la posibilidad que
el médico tratante mantenga un registro de datos de sus pacientes, y aún de cesión de
dichos datos sin consentimiento de sus titulares, cuando ello sea requerido para asumir una
situación de urgencia o para realizar planteamientos epidemiológicos.
El art. 10 incluye la ilimitada obligación del titular del registro y de quienes hayan
participado en cualquiera de las fases de obtención del dato, de mantener el secreto acerca
de los mismos, lo cual habilita la demanda de responsabilidades, en su caso.
La cesión de datos, juntamente con el almacenamiento de los sensibles, se erige como otro
de los principales puntos de cuidado de la autodeterminación informativa, por lo que para
garantizar su transparencia se confiere al titular del mismo su directa intervención a través
del requerimiento de su consentimiento, pudiendo ser éste conferido limitadamente en el
tiempo o en cuanto a las personas que puedan servirse del mismo, anulado cuando el
cesionario no aparece bien determinado y eminentemente revocable. El artículo que
contiene el tema reconoce excepciones claramente puntualizadas, como por ejemplo las
basadas en la ley, cuando los datos han sido obtenidos de fuentes libres al acceso del
público, cuando dicha posibilidad surja de relaciones jurídicas legítimas, cuando el informe
sea requerido por la autoridad jurisdiccional, fiscal o por la defensoría del pueblo,
administración pública en los casos previstos y otros identificados con el interés general.
El Título III de la LORTAD incluye los derechos de las personas con relación al
tratamiento automatizado de los datos que le conciernen. La primera de dichas normas
finge de verdadera contención al poder de la informatización, ya que le provee la
posibilidad de oponerse e impugnar la valoración que sobre su persona se elaboraré, basado
en datos obtenidos exclusivamente del tratamiento automatizado de los mismos y que
genere un perfil de su personalidad. Este es uno de los peligros de la moderna tecnología,
pues sin mucha habilidad, el manejo poco puntilloso de los datos puede generar una
definición desdibujada del sujeto que incida negativamente sobre sus intereses. Notamos en
dicha norma una especie de reacción del ser humano a la posibilidad de dejarse desdibujar
por una inteligencia artificial basada en datos almacenados por la misma. Una especie de
reclamo de la dignidad y del honor que significa forjarnos nuestra propia imagen,
reputación y fama, esto es la exteriorización de nuestra personalidad para dar forma al
perfil que pretendemos para nosotros mismos, ante la vigorosa fuerza de la alta tecnología
que además de hacerlo, al hacerlo nos perjudica. Es la típica agresión al derecho de
autodeterminación informativa, pues sustituye la propia personalidad por otra que puede no
identificarse con la verdadera.
El primero de dichos derechos es el de acceso que implica la facultad que asiste al afectado
a peticionar y obtener del responsable del fichero, información acerca de los datos que
sobre sí podrían obrar en el mismo y las transferencias que de los mismos se hubieren
hecho, con indicación de la identidad del cesionario y de la finalidad que este ha invocado
para obtenerlo. Este derecho contiene, asimismo, la obligación por parte del responsable del
archivo de proveer constancia clara e inteligible de los informes en cuestión, acordando al
interesado dicha concesión en intervalos no inferiores a la anualidad, salvo que se invoque
alguna circunstancia de mérito que venza la restricción formal. Esta restricción aparece
razonable a favor del registro, mas condiciona levemente la rotundidad del derecho, pues
aunque aparezca laxa en la letra de la ley, podría ser, de hecho, usada en forma interesada a
los efectos de evitar la apertura del registro. Es claro que esta prevención es propia de las
sociedades sin tradición jurídica que suelen servirse de los resquicios que la ley les
concede. De las excepciones contenidas en la propia ley surge lo propio en materia de
reconocimiento al acceso, que podrá ser denegado cuando los datos requeridos se hallen
comprometidos con la defensa del Estado, la seguridad pública, los derechos de terceros,
etc., o el plazo de regularidad para el acceso.
Ejercido el acceso con las posibilidades que ello habilita, y, en su caso, surge el segundo de
los derechos, el de rectificación de los datos que resulten inexactos, sea por
desactualización o incompletitud. Estas facultades conferidas a los titulares no eximen al
responsable del fichero de velar por la claridad de los mismos, de notificar a los cedidos
respecto de la modificación y a correr con el coste de dicho trámite. Dicha conclusión surge
de la imposición legal de mantener la exactitud de los datos, y si acaso surge distorsión de
la realidad su carga debe ser soportada por los responsables, además que son ellos los que
lucran con dicha actividad, por lo que la mercancía debe ser mantenida vigente.
La cancelación, por fin, es el derecho con cuyo ejercicio se obtiene la eliminación de los
datos desacordes con la realidad, sea por alguna de las variantes supra expuestas, porque
vencieron los plazos acordados o porque el mismo ha dejado de ser necesario en razón de la
desaparición de su objeto, o, finalmente porque se refieren a extremos discriminatorios que
nunca debieron ser almacenados. Resta señalar que amén de las facultades reconocidas al
ciudadano, cualquier irregularidad de los datos impone la cancelación de oficio por parte
del registro. Los términos del 4to. apartado del citado artículo 15, nos llaman a poderosa
confusión, al igual que a los actores consultados. En afecto, este artículo dice: 'La
cancelación no procederá cuando pudiese causar un perjuicio a intereses legítimos del
afectado...'. Sobre el particular, Lucas Murillo en su referida obra comenta: '...suscita la
perplejidad, pues no parece lógico que la defensa del interesado deba ejercerse en contra de
su voluntad. Por esa razón, entiendo que la prescripción legal ha de referirse a la
cancelación de oficio, no a la instada por la persona a quien conciernen los datos.' La
cancelación de oficio, como viéramos es aquella que se produce por alguna de las
circunstancias previstas y expuestas más arriba, provenientes del acuerdo o de la ley, y que
impone al responsable del registro la obligación de prescindir de los datos en forma
unilateral y sin aguardar la decisión del interesado. Es entonces cuando podría generarse la
posibilidad prevista en la norma, mas es notorio que la invocación de derechos legítimos
debe formularse con antelación a la producción de algunas de las causas de cancelación,
pues de lo contrario se estaría obligando en forma tácita al responsable del registro a ejercer
una tutela, lo cual le podría ubicar en la violación de las obligaciones contenidas en el art.
17 y 43.3.f. de la ley comentada.
Sin embargo lo expuesto, el art. 21 de la LORTAD establece con absoluta claridad las
posibilidades de excepción al acceso, rectificación y cancelación de las notas, remitiéndose
para una cabal comprensión de las mismas al art. 20 que comprende los ficheros de las
fuerzas de seguridad, los que estarán sujetos a la ley que comentamos. En su segundo
apartado se formula la alternativa de colectar y tratar los datos sin consentimiento e
intervención de sus titulares, cuando ellos fueren necesarios para prevenir peligros reales
para la seguridad pública o para la represión de infracciones penales. Como el origen y su
forma de obtención no garantizan certeza y credibilidad, dichos datos deben ser
almacenados en ficheros especiales en función de su fiabilidad. El siguiente inciso contiene
probabilidades aún más comprometedoras, ya que permite colectar datos que involucren
referencias a la ideología, religión y demás creencias, así como las que contengan
antecedentes sobre el origen racial, de la salud y de la vida sexual del ciudadano (art. 7.2. y
3.), todo ello en virtud del interés general comprometido y de una investigación concreta, lo
cual nos indica en forma implícita que a la hora de desaparecer dichas variantes, los apuntes
sobre el particular deberán también hacerlo. La misma decisión legal existe cuando con el
ejercicio de dichos derechos se pudiera obstaculizar el cumplimiento de obligaciones
tributarias o cuando su titular esta siendo investigado. En cualquiera de dichos casos,
cuando el ciudadano creyere que esta siendo menoscabado en sus derechos, podrá acudir
ante los órganos pertinentes a los efectos de verificar la legitimidad de dichas limitaciones.
Esta circunstancia, tenemos conocimiento, ha generado no pocos planteamientos de
inconstitucionalidad, al pretenderse agredido el art. 18.4. El art. 22 extiende las excepciones
a los derechos configurados en los incisos 1 y 2 del art. 5, cuando de su cumplimiento
podrían suscitarse complicaciones graves a las funciones de control y verificación de la
Administración Pública, defensa y seguridad nacional y persecución de infracciones
penales y administrativas. Finalmente, el inciso 2 del art. 22 también impide el derecho de
acceso cuando con ello se pone en peligro el interés público o el de tercero más digno de
protección.
Tales son, a grandes rasgos los perfiles de la Ley Orgánica de Regulación del Tratamiento
Automatizado de los Datos de carácter personal, (5/92) del Reino de España, por lo menos
en los aspectos que más nos interesan a los efectos del presente trabajo, sin desconocer la
valía de las posteriores exposiciones que registran aspectos legales referidos a los ficheros
desde su creación e inscripción, pasando por la imposición de informar al interesado acerca
de la cesión de los apuntes que le conciernen, sobre la prestación de informes sobre
solvencia patrimonial, transferencia internacional de datos, para, en su Título VI crear la
Agencia de Protección de Datos en la que se establecen sus funciones y objetivos, así como
las de las personas que la integran, para concluir con el detalle de infracciones y sanciones
que su comisión produce.
Surge de su propio contenido que la Ley Orgánica que Regula el Tratamiento de los Datos
Personales, constituye uno de los cuerpos orgánicos más completos en el mundo sobre el
Derecho a la Autodeterminación Informativa y las variantes que su ejercicio y defensa
plantean, por lo que a la hora de decidirnos a legislar sobre el particular no podremos evitar
su consulta y adecuada interpretación.
1 Doctor en Ciencias Jurídicas. Magistrado Judicial. Miembro del Tribunal de Apelaciones
en lo Civil y Comercial. Tercera Sala. Asunción.-
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"EL IMPUTADO"
Luis María Benítez Riera
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INTRODUCCIÓN
El sujeto, figura verdaderamente central del proceso penal, es el imputado. Todo proceso
penal se desarrolla en torno a dos grandes partes, a veces dramáticamente enfrentadas, que
son por un lado el representante de la vindicta jurídica y, por el otro, el eventual transgresor
de la norma penal, amenazado por la gravedad de la sanción que sobre el se cierne a través
de la pretensión punitiva.
Ese eventual transgresor de una norma del ordenamiento penal, pone en movimiento con su
conducta un complejo procedimiento derivado y generado del poder punitivo del Estado,
pero tal pretensión punitiva se da adentro de carriles de legalidad que a la vez que someten
y constriñen a quien se imputa la comisión de un ilícito, hacen actuar derechos específicos
que les corresponde en cuanto ciudadano sometido a la amenaza de una pena.
La denominación 'imputado' para el sujeto que analizamos no indica aquí otra cosa que la
persona sometida a la persecución penal por la presunta comisión de un hecho punible,
básicamente señala- como dice Rubianes- alguien 'como autor de un hecho con apariencia
delictuosa'. Se es imputado desde los primeros momentos de la investigación hasta la
sentencia definitiva, que confirmara o anulara el estado de inocencia, absolviendo o
condenando respectivamente.
Claría Olmedo destaca 'que el imputado es el que soporta el peso de la imputación y que
asume esta calidad desde el primer momento de la investigación, surgiendo desde ahí el
derecho de defensa'.
IMPUTADO
Aunque desde otro punto de vista lo perjudica en otros derechos, como los de buen nombre,
intimidad, relaciones familiares, sociales, laborales, etcétera. Es que si bien 'la calidad de
imputado no deroga el Principio de Inocencia, ni constituye una causal de exclusión en el
trato social' la realidad evidencia que la atribución de aquella condición procesal, sobre
todo a partir de que se publica, provoca un fenómeno de estigmatización que
probablemente no será disipado por ninguna decisión jurisdiccional desincriminatoria
posterior (que generalmente es mirada con indiferencia o suspicacia) la que no restablecerá
la buena fama ni el trabajo perdido, o al menos no lo hará Ad Integrum.
Por exteriorizar una sospecha oficial sobre la comisión de un hecho punible, la detención de
una persona es un acto imputativo, ya que se condena cuando hubiere motivo bastante para
sostener razonablemente que ella ha participado en la comisión de un hecho punible, lo que
implica, además de la existencia de un señalamiento delictivo en su contra, una aceptación
provisoria fundada en pruebas sobre los extremos fácticos de la imputación (motivos para
sospechar). Lo mismo ocurre en los casos de aprehensión policial que se autorizan, por lo
general, para hipótesis de flagrancia (que ha sido definida como 'la prueba directa del
delito') o suficientes indicios de participación y se trate de casos en los que procede la
detención preventiva.
Como excepción a esta regla, se encuentran los actos de particulares que pueden dar
nacimiento a la calidad de imputado. Tienen tal efecto, por ejemplo, la Querella (tanto en
delitos de acción pública, como en los de acción privada); la Denuncia, que es también una
instancia predispuesta por las leyes procesales para que los particulares canalicen
atribuciones delictivas (y que puede ser fuente de una persecución penal), y la Aprehensión
Privada, que se autoriza, en general, respecto de quien sea sorprendido in fraganti en la
comisión de un delito.
No basta: - manifestación durante declaración testimonial ni mención de participación
realizada en un periódico.
La denominación de imputado comprende todas las situaciones por las que la persona
accionada atraviesa a lo largo del proceso y cesa como consecuencia de una resolución
conclusiva, ya fuere de índole desincriminante (sobreseimiento, sentencia absolutoria) o
condenatoria, en cuyo caso se convertirá en condenado.
El Código procesal Penal de Guatemala establece que 'se denominará sindicado, imputado,
procesado o acusado a toda persona a quien se le señale de haber cometido un hecho
delictuoso, y condenado aquél sobre quien haya recaído una sentencia condenatoria firme.
El Prof. Carlos Creus en su obra Derecho Procesal Penal refiere que 'la determinación de
quien es imputado en el proceso -cuando su individualización es posible- es tarea a cumplir
en los primeros pasos de la instrucción: más que de 'individualizar' se trata de colocar a
alguien en situación de imputado en el proceso; en otras palabras, contra quien se dirige la
acción tal como se está desarrollando en ese momento'.
Los derechos del imputado se encuentran en primer término en nuestra Carta Magna en sus
artículos 11 en adelante, refiriéndose a la privación de la libertad, en la que debe existir
causas y condiciones establecidas en las leyes y en la Constitución, en la detención y en el
arresto, que debe existir orden escrita de autoridad competente, salvo caso de ser
sorprendido en flagrante comisión de delito que mereciese pena corporal, que le informe,
en el momento del hecho, de la causa que lo motiva, de su derecho a guardar silencio y ser
asistida por un defensor de su confianza. En el acto de la detención, la autoridad está
obligada a exhibir la orden escrita que la dispuso; que la detención sea inmediatamente
comunicada a sus familiares o personas que el detenido indique; que se le mantenga en
libre comunicación, salvo que, excepcionalmente, se halle establecida su incomunicación
por mandato judicial competente; la incomunicación no regirá respecto a su defensor, y en
ningún caso podrá exceder del término que prescribe la ley; que disponga de un intérprete,
si fuese necesario, y a que; sea puesta, en un plazo no mayor de veinte y cuatro horas, a
disposición del magistrado judicial competente para que éste disponga cuanto corresponda
en derecho.
El imputado tiene derecho a que sea presumida su inocencia, en la cuál si reconoce como
un estado jurídico de no culpable, hasta tanto exista sentencia firme y ejecutoriada; que se
le juzgue en juicio público, salvo los casos contemplados por el magistrado para
salvaguardar otros derechos, como ser la privacidad en los casos de menores; que no se le
condene sin juicio previo fundado en una ley anterior al hecho del proceso, ni que se le
juzgue por tribunales especiales, traduce la necesidad de un proceso o juicio seguido
legalmente que se cumplan con los procedimientos establecidos en la ley; que no se le
juzgue más de una vez por el mismo hecho; que se defiendan por si mismo o sea asistido
por defensores de su elección; que el Estado le provea de un defensor gratuito, en caso de
no disponer de medios económicos para solventados; la comunicación previa y detallada de
la imputación, así como a disponer de copias, medios y plazos indispensables para la
preparación de su defensa en libre comunicación; que ofrezca, practique, controle e
impugne pruebas; que no se le opongan pruebas obtenidas o actuaciones producidas en
violación de las normas jurídicas, el acceso, por sí o por intermedio de su defensor, a las
actuaciones procesales, las cuales en ningún caso podrán ser secretas para ellos. Tiene
derecho a, en juicio rápido en la cuál el sumario no se prolongará más allá del plazo
establecido por la ley, y ello en virtud del artículo 136 del Código Procesal Penal que
establece que toda persona tendrá derecho a una resolución judicial definitiva en un plazo
razonable. Por lo tanto todo procedimiento tendrá una duración máxima de tres años
contados desde el primer acto del procedimiento, el presente plazo podrá extenderse por
seis meses más cuando exista una sentencia condenatoria, a fin de permitir la tramitación de
los recursos, igualmente el imputado o condenado tendrá derecho a la indemnización por el
Estado en caso de condena por error judicial, ello puede darse en casos dc prevaricato,
falsas pruebas, cohecho, violencias u otras maquinaciones fraudulentas dentro del proceso.
Igualmente no podrá ser obligado a declarar contra sí mismo, contra su cónyuge o contra la
persona con quien está unida de hecho, ni contra sus parientes dentro del cuarto grado de
consanguinidad o segundo de afinidad inclusive.
En cuanto al derecho que le asiste con relación a la prisión preventiva, en ningún caso la
misma se prolongará por un tiempo mayor al de la pena mínima establecida para igual
delito, de acuerdo con la calificación del hecho, efectuada en el auto respectivo. En cuanto
a lo establecido en el Código Procesal Penal en su articulo 236 establece que la privación
de libertad durante el procedimiento deberá ser proporcional a la pena que se espera y en
ningún caso podrá sobrepasar la pena mínima prevista para cada hecho punible en la ley, ni
exceder del plazo que fija el presente código para la terminación del procedimiento o durar
más de dos años.
No podrá ser sometido a técnicas o métodos que constriñan o alteren su libre voluntad; y no
se emplearan medios que impidan el libre movimiento de su persona en el lugar y durante
la realización de un acto procesal, sin perjuicio de las medidas de vigilancia que en casos
especiales y a su criterio estime ordenar el juez o el Ministerio Público (Art. 75 inc. 7 y 8
del Código Procesal Penal).
La comunicación a los familiares que indique el imputado tiene importancia por un lado
para que los mismos conozcan la razón por la que la persona no llega a su casa de
habitación, trabajo u otras actividades, por otro lado tiene relevancia con respecto a la labor
fiscalizadora que pueden cumplir los familiares y otras organizaciones sobre la legalidad de
la detención, por último se tiende a facilitar que el imputado cuente con una defensa técnica
de confianza, puesto que al estar detenido tendrá dificultades para conseguir una, de modo
que los familiares, entidad o organización podrán colaborar con el imputado buscando un
defensor de confianza para que lleve el caso.
'Desde el primer acto en que intervenga el imputado será identificado por sus datos
personales y señas particulares. Si se abstiene de proporcionar esos datos o lo hace
falsamente, se lo identificará por testigos o por otros medios útiles, aún contra su voluntad.
La duda sobre los datos obtenidos no alterará el curso del procedimiento y los errores sobre
ellos podrán ser corregidos en cualquier oportunidad'.
Identidad física. El imputado es una persona física. Por tanto, deben coincidir la persona
indicada en la investigación con la persona contra quien efectivamente se dirige la
pretensión penal. Es decir, se requiere la certeza de que se procede penalmente contra
quien, en realidad, se quiere proceder.
El articulado contiene una. disposición para proveer las situaciones en caso de duda acerca
de la identidad de la persona contra la cual se dirige la acción en el sentido que no alterará
el curso del procedimiento. La duda, a que se refiere, no es respecto del imputado, en lo que
hace a su persona real o física, sino a su individualización civil o identificación nominal.
Esto último, no alterará el curso del proceso.
Caso del no interviniente que se quiso imputar: no ha tenido intervención a los trámites.
Sentencia nula. Principio de juicio previo.
Caso del falso imputado. En su contra no se hace valer pretensión alguna, la actividad no
puede ser válida.
Lo importante en el proceso penal es que la persona sometida a proceso sea la misma contra
la cual se dirige la pretensión penal (identidad física del imputado). El hecho de que los
datos proporcionados por el imputado sean falsos o bien no proporción ninguno, no hace
que el proceso pueda suspenderse, sin perjuicio de que el Ministerio Publico o el Juez en lo
Penal o el Tribunal trate de averiguar de los datos de identificación nominal del imputado.
Esto se resume en la expresión 'el proceso se constituye contra la persona no contra su
nombre'.
El presente artículo concuerda con el Art. 243 del Código Procesal Penal Ley Nro. 1286,
referente al peligro de fuga.
El imputado debe señalar su lugar de residencia a los efectos de recibir citaciones y
notificaciones a los efe tos procesales correspondientes.
Se refiere a tos casos en que el imputado no padecía de un trastorno mental que lo hiciera
incapaz de culpabilidad (inimputabilidad) al momento del hecho, pero con posterioridad a
éste la sobrevino un trastorno de este tipo. No se trata de una suspensión del trámite, de
modo que no pueda continuarse la investigación relativa al hecho sino lo que impide es que
el imputado rinda declaración indagatoria y que se celebre el juicio oral y publico, pero solo
con respecto a él, no así con relación a los otros imputados, hasta que desaparezca esa
incapacidad se suspende condicionalmente el procedimiento.
El artículo se refiere a que el imputado deberá ser sometido a un examen mental por lo
peritos y/o consultores técnicos cuando de las características del hecho pueda inferirse un
trastorno mental, de desarrollo psíquico incompleto o retardado, o de grave perturbación de
la conciencia.
El artículo 23 y 41 del Código Penal establecen que 'no es reprochable el que en el
momento de la acción u omisión, por causa de transtorno mental, de desarrollo psíquico
incompleto o retardado, o de grave perturbación de conciencia, fuera incapaz de conocer la
antijuridicidad del hecho o de determinarse conforme a ese conocimiento. Cuando por las
razones señaladas en el inciso anterior el autor haya obrado con considerable disminución
de su capacidad de conocerla antijuridicidad del hecho o de determinarse conforme a este
conocimiento, la pena será atenuada con arreglo al artículo 67', 'Si durante la ejecución de
la pena privativa de libertad el condenado sufriese una enfermedad mental se ordenará su
traslado a un establecimiento adecuado para su tratamiento'.
Cuando exista la probabilidad que el imputado haya cometido el hecho el juez podrá
ordenar la internación que no podrá exceder del plazo de seis semanas a fin de la
realización de los exámenes correspondiente. Debe ser concordado con el Art. 73 y sgtes.
del Código Penal.
'Se podrá ordenar el examen médico del imputado para la constatación de circunstancias de
importancia ala investigación. Con esta finalidad serán admisibles, siempre con
autorización judicial, extracciones de sangre y fluidos en general, además de otros estudios
corporales, que se efectuarán según las reglas de las ciencias médicas, preservando la salud
del imputado'.
El articulo 88 del Código Procesal Penal de Costa Rica se refiere al imputado como objeto
de prueba'. y sobre las intervenciones corporales, las inspecciones la Sala Constitucional ha
dicho que no es violatorio al debido proceso el que el defensor no se presenta aun examen
médico consentido libremente por el imputado, no lesivo de su dignidad e integridad física
(voto 558-97 Costa Rica). Se parte deque el imputado es simple objeto de prueba y no
órgano de prueba, por lo que no tiene derecho dc negarse a la intervención corporal. No
rige por ello aquí el 'derecho de abstenerse de declarar'.Este es el criterio mayoritario de la
doctrina. Sin embargo, en ésta se hace una distinción, indicándose que el imputado tiene el
derecho de abstenerse de colaborar cuando para comprobar el grado de alcohol que ha
ingerido se le pide que exhale de un alcohómetro. Se admite, sin embargo, que si el
imputado se niega a exhalar en el alcohómetro, puede ser conducido aun hospital para que
se proceda a extraerle sangre, aun en contra de su voluntad. La regulación de la no
necesidad del consentimiento del imputado en lo relativo a la intervención corporal es
conforme con la jurisprudencia de la Sala Constitucional, la que dijo en el voto 556-91
'Considera la Sala que en aras de la búsqueda de la verdad real como uno de los fines
esenciales del proceso, el imputado puede ser fuente de prueba en aquellos casos en que la
obtención de la misma no importe daño físico o psíquico para el sujeto, ni lesione los
derechos propios para un ser humano. Consecuentemente, los actos que requieran
colaboración pasiva del imputado, vg. Extracción de sangre, reconocimiento, corte de
cabellos entre otros, pueden ser realizados aún sin su consentimiento, conforme a las
circunstancias especiales de cada caso ya las formalidades de la Ley..' (Sala Constitucional
de Costa Rica).
Refiere el Prof. Llobet Rodríguez que debe reconocerse que a pesar deque el criterio
mayoritario de la doctrina es la no necesidad del consentimiento del imputado para la
intervención corporal, ello no encuentra acuerdo unánime en la doctrina costarricense, así
lo expresaron Don Luís Paulino Mora Mora y Daniel González Álvarez en un criterio
distintos'. Ambos son magistrado de la Sala Constitucional de Costa Rica.
'Las intervenciones corporales representan una injerencia directa sobre el cuerno del
imputado, sus ropas, su anatomía, bien para buscar rastros o evidencias físicas, biológicas-o
químicas del delito, como para comprobar determinados detalles de interés para el proceso
y para la averiguación de la verdad. Aquí entramos en el terreno de lo que en doctrina se
conoce como el tema del imputado como objeto de prueba, es decir, como aquello que hay
que probar, y cuyos elementos probatorios se extraen precisamente del propio cuerpo o
ropas del acusado. Algunas de esas injerencias pueden realizarse en forma coercitiva, es
decir, aún contra la voluntad del examinado. Otras, dentro de las que se comprenden todas
aquellas en las cuales se requiera la colaboración o participación activa del imputado, sólo
pueden realizarse con su consentimiento, Pero cabe preguntarse si será este aspecto de la
necesaria colaboración del imputado para la realización de la prueba, el único criterio, en
un Estado de Derecho, para distinguir las intervenciones corporales admisibles de aquellas
que no lo son. Sentado está que alguna injerencia ha de permitírsele al Estado en la libertad
del acusado, en su integridad física, en su cuerpo, especialmente. si consideramos que está
de por medio la investigación de un hecho delictivo, que a su vez ha lesionado bienes
jurídicos fundamentales, como son los tutelados por el ordenamiento penal. Pero cabe
preguntarse si será suficiente el que se investigue un delito para permitir cualquier tipo de
injerencia en el cuerno del investigado penalmente. El tema no es pacífico en la doctrina, ni
en las diferentes legislaciones, especialmente en lo que se refiere a los alcances y límites
que hayan de fijársele a las intervenciones corporales, aunque está bien claro que no se trata
de una intromisión ilimitada o restrictiva. El primer límite que ha de establecerse y que es
aceptado casi en forma unánime, se refiere a que, la posibilidad de realizar las
intervenciones corporales, no debe poner en peligro la salud dcl examinado y como
consecuencia de esta exigencia, surge el requisito que se convierte a su vez en el segundo
límite, y es el que señala que en todos los casos, las intervenciones deben ser realizadas,
cuando aún se requiera, por un médico de acuerdo con la 'lex artis', es decir, según las
reglas de la práctica médica, o en todo caso un perito idóneo? previa orden necesaria y
motivada por el juez. Pero, además, deben existir otros factores de mucho mayor peso que
necesariamente deben estar presentes cuando se analice este problema, y que deben pregnar
y matizar todo su desarrollo, y es el de los derechos fundamentales que puedan verse
comprometidos. La vida, bien fundamental por excelencia, nunca podrá ser comprometida a
efectos de realizar una intervención corporal, independientemente de los intereses que haya
en juego dentro del proceso, ni aún cuando el imputado lo consienta. Junto a la vida,
íntimamente ligada a su sentido y verdadero valor moral y social, se encuentra el
reconocimiento y necesario respeto a la dignidad humana, base y fundamento para el
reconocimiento de los demás derechos fundamentales, que sin ella carece, de sentido. El ser
humano no debe ser tratado nunca como un medio o un objeto, sino como un 'fin', como
'persona'. Cualesquiera que sean las ventajas o desventajas quede él puedan derivar, nunca
puede consentirse a su costa un tratamiento inhumano, degradante, humillante, porque el
valor mismo de la persona humana impone una limitación fundamental a esa injerencia que
pueda tener el Estado sobre el cuerpo y la vida del acusado. No podría en consecuencia,
darse una intervención corporal que amenace la dignidad humana, porque con ello se
sacaban las bases mismas para el reconocimiento de los demás derechos y se pierde el
marco básico para el respeto de la persona y, en consecuencia, para la existencia misma del
Estado de Derecho. En ese contexto, se entienden excluidas todas aquellas intervenciones
que ameriten una pérdida de conciencia o de libre autodeterminación en el acusado, por
ejemplo, el empleo de drogas, de los llamados 'sueros de la verdad', o bien la realización de
los llamados test falométricos, en lo que se quiere medir la capacidad de erección del pene,
los registros y exámenes vaginales practicados sin consentimiento de la persona a que le
realizan, los exámenes anales practicados sin consentimientos del examinado, o bien la
obtención de muestras de semen por masturbación o masaje prostático sin consentimiento
expreso del examinado. En estos últimos casos, debe entenderse que el consentimiento es
para la realización de la prueba, previamente ordenada en forma motivada por el juez, y a
practicarse por un médico u otro perito a fin, en todos los casos, o por el propio acusado,
según sea el caso. Este consentimiento, que elimina la intervención coactiva, no debe
entenderse quede alguna manera exime al juez del deber de fundamentar la medida y deque
la intervención sea practicada con la mayor diligencia, porque se trata de intervención de
derechos fundamentales que, por ser materia de orden público, no puede en sus garantías,
en su forma de realización, quedar librada al arbitrio del juez o al criterio de la parte, su
respeto o no, independientemente de la existencia del consentimiento., que no alcanza a ser
renuncia de los procedimientos fundamentales establecidos en garantía contra la
arbitrariedad.
Sobre la base de la dignidad humana y del respeto a la vida, que bajo ninguna circunstancia
podrían verse amenazados por una intervención corporal, existen otros derechos
fundamentales cuya afectación le permite, dentro de ciertos límites rigurosos. Ello sucede
por ejemplo con la integridad física, cuya leve afectación es permitida, por ejemplo, para la
extracción de sangre, saliva, corte de cabellos, vellos púbicos, tejido, siempre y cuando
sean practicados por un perito y que su realización no ponga en peligro la vida ni la salud
del examinado. Para la realización de ellas no es necesario el consentimiento del imputado,
que es en esos casos objeto de prueba. La posibilidad pues, de realizar estas intervenciones
en forma coercitiva no exime al juez de motivar su realización y de que sean practicadas en
todo caso por un perito o médico. Así, debe entenderse que siempre que se quiera realizar
una intervención corporal, deben existir determinados presupuestos sustanciales de
legitimación de su realización, y ellos son: a) utilidad de la medida dentro del proceso
concreto, es decir, que se espere de ella un resultado de utilidad para la causa deque se trate
b) existencia de indicios comprobados contra el acusado, que justifiquen la intervención
corporal; c) necesidad de la medida., esto es que, el resultado que de ellas se espera no
pueda ser obtenido por otros medios menos gravosos, pues si es posible sustituirlas por una
medida menos lesiva, esta última es la que hade prevalecer; d) proporcionalidad de la
intervención, de la lesión que se pretende ejecutar, con la naturaleza de la lesión al bien
jurídico que se ha dado con el delito que se investiga, pues deben guardar una relación de
proporcionalidad a fin de equilibrar los intereses en juego; e) la realización de la prueba
siempre debe estar en manos de peritos calificados, generalmente médicos, y nunca deben
poner en peligro la salud ola integridad física del imputado, aunque medie su
consentimiento; O no pueden realizarse intervenciones corporales que impliquen en sí
mismas un tratamiento cruel o degradante del examinado oque lesionen su dignidad.
Anteriormente se señaló que los registros y exámenes anales yo vaginales no pueden ser
practicados sin el consentimiento del examinado. Debe decirse que el tema no es pacífico
en la doctrina no ha sido resuelto en forma unánime, pues hay quienes piensan que mientras
dichas pruebas las realice un médico y se justifiquen como necesarias dentro del proceso, el
consentimiento es irrelevante y el Estado puede ordenar su realización en forma coactiva.
Para otros, la medida nunca puede ser obligatoria, porque no sólo está de por medio el
pudor de las personas, -que no ser asi por sí mismo impedimento para realizar la
intervención-, sino que se encuentra comprometida la propia dignidad como ser humano y
la necesidad de impedir tratamientos humillantes o envilecedores contra el acusado, son
pretexto de la averiguación de la verdad real. Esta última es la posición de la Sala y por ello
en el caso concreto, si bien directamente no ha ordenado estrictamente el examen exclusivo
del Ana anal del amparado, de lo dicho por el juez al rendir su informe, debe entenderse
que ese examen está incluido dentro del 'examen general' que se le pretende realizar, y al
oponerse a su realización el acusado, y prevenírsele que su negativa implicará su detención
y la práctica coactiva del examen, se viola el derecho fundamental a la dignidad y en cuanto
a este extremo se refiere, el recurso debe ser declarado con lugar. Vale aclarar que cundo el
numeral 204 del Código de Procedimientos Penales (de 1973), autoriza al juez la practica
de la inspección corporal del imputado cuidando que en lo posible se respete su pudor, y
permitiendo que el examinado se haga acompañar de una persona de confianza, esa
inspección corporal en modo alguno puede significar una intromisión que no sólo atente
contrae! pudor, sino también contra la dignidad de la persona o la degrade en su condición
de ser humano. Esa inspección corporal que puede realizar por sí mismo el juez, debe
entenderse limitada a casos de inspección superficial, sin que medie ninguna forma de tacto
palpación, en la búsqueda de rastros específicos: por ejemplo en las ropas del acusado, en
las partes normalmente visibles de su cuerpo, y aún en otras no tan visibles, por ejemplo el
estómago, la espalda o las piernas. Cuando la inspección requiera que el examinado se
despoje por completo de sus ropas, especialmente de sus prendas íntimas, el juez deberá
ordenar su realización mediante resolución debidamente fundada, cumpliéndose con los
requisitos sustanciales que se han señalado, y especialmente por la existencia de indicios
graves de que se está en presencia de un delito, con relación al cual, la medida sea
proporcional. porque aquí hemos sobrepasado el terreno del pudor para lindar ya con la
propia dignidad que puede verse comprometida dependiendo de la forma en que la
inspección se realice, entendiendo que puede hacerse por el juez, siempre que se den los
presupuestos procesales antes señalados, y, en este caso, podrá hacerse la inspección aún
contra la voluntad del examinado. Nótese que este tipo de inspecciones pueden ser de suma
utilidad para comprobar, por ejemplo, determinadas características anatómicas descritas por
ci ofendido o testigos, por ejemplo, una cicatriz, determinada malformación, exceso o
ausencia de vellosidad, presencia de lesiones recientes o antiguas, marcas, en fin,
determinadas características anatómicas o físicas detectables por simple observación. Pero
no está comprendida dentro de esta inspección, como lo pretende y parece entenderlo el
Juez de Instrucción de Alajuela, el examen especifico del área anal, o del área vaginal,
porque sus implicaciones, tanto desde la posición misma del examinado en que han de
realizarse estas pruebas, hasta la fonna en que se practican, pueden resultar contrarias a la
dignidad humana y constituir un trato envilecedor y humillante si se ejecutan dentro de un
proceso penal en contra de la voluntad del acusado, voluntad que si se manifiesta, debe
entenderse que hace utilizables los resultados que se obtengan a partir de la intervención
practicada, independientemente de si le son favorables o no al imputado que consintió, -
siempre que no exista duda alguna de su consentimiento- y, porque a este respecto, no
puede estarse sujeto a los cambios de opinión y vaivenes del acusado, especialmente
cuando es prueba científica -especialmente en el caso en que se haya contado con el auxilio
de un perito-, que se independiza de su fuente -que no es espúrea- y se hace asf necesaria al
proceso mismo, en virtud del principio de comunidad de la prueba. Si por ejemplo, se está
ante un caso en que se sospecha que el acusado porta algún objeto dentro de su cuerpo -
droga por ejemplo- en su recto, o en la vagina en el caso de la mujer, o bien e1 estómago, la
forma de comprobación aún contra la voluntad del examinado, es mediante las pruebas
radiolósicas o cualquier otra forma de comprobación externa, que no puede entenderse en
forma alguna como autorización para realizar un registro manual o con auxilio de aparatos,
impuesta por las autoridades o realizados en forma coactiva, bien por el juez, ci perito, o
por las autoridades mismas de la policía, y, cuando el acusado o examinado manifieste su
consentimiento, ello no exime deque siempre la medida, cuando exceda la simple
observación o inspección externa, ha de ser practicada por un médico, con control
jurisdiccional respecto de su realización. Si en el caso concreto se presenta el peligro para
la vida y es necesaria la intervención quirúrgica, -por ejemplo, que se hayan reventado los
óvulos con cocaína en el estómago o recto del imputado-, nos salimos de la esfera del
proceso para entrar en el estado de necesidad que impone la intervención -con fines
médicos y quinirgicos, para salvar una vida- sobre la voluntad del paciente en este caso
particular, lo que en todo caso no impide que una vez extraídos por la cirugía los objetos,
éstos puedan ser utilizados dentro del proceso. En cuanto a la extracción de muestras de
sangre y saliva, para cuya realización también se ordena en este caso la detención del
amparado, es menester señalar que esta Sala ha considerado en reiteradas ocasiones y tal y
como se señaló anteriormente, que esas pruebas, que no implican ningún tipo de
colaboración del imputado, no ponen en peligro su salud y representan una injerencia
mínima en la integridad corporal, pueden realizarse aún sin su consentimiento, siempre y
cuando resulten relevantes, útiles y necesarias a los fines del proceso... Así, en cuanto a la
prevención de presentarse a fin de obtener muestras de sangre y saliva, el reclamo es
improcedente, según se ha expuesto. Valga no obstante señalar que a folios....del
expediente judicial, no constan los resultados de unas pruebas de laboratorio en los cuales
se analizan la sangre y saliva del amparado, esto es, finalmente se le extrajeron las
muestras, por lo que no se ve la utilidad de repetirlas nuevamente, salvo el caso deque sea
necesario ampliar los exámenes, de lo que no existe constancia alguna en el expediente. En
todo caso, el acusado tiene el deber de comparecer ante el juez, aunque la prueba a realizar
sea de las que necesitan su consentimiento y no desee darlo, porque aún cuando en los
casos señalados puede rehusar la práctica de la prueba, ello no le exime del deber de
comparecer, bajo amenaza de que en caso de que no lo haga, se podrá declarar su rebeldía,
en los términos establecidos por el artículo 51 del Código de Procedimientos Penales (de
1973), por lo que en cuanto a este extremo del reclamo, el recurso debe ser declarado sin
lugar. NO puede dejar de lado la Sala, en este caso, que más grave aún es cuando el juez
pretende indagar sobre las preferencias sexuales del acusado, sin que ese aspecto tenga
utilidad y relevancia alguna en el proceso, especialmente cuando pretende hacerlo a costa
de un examen coactivo del área anal, a fin de constatar si existen rastros de
penetración..Dentro del proceso concrete seguido contra el amparado, no interesan sus
preferencias sexuales, o en todo caso, si alguna utilidad presta ese dato al proceso, su
relevancia seria mínima en comparación con la gravedad de la intervención a través de la
cual ese extremo pretende acreditarse -el examen coactivo del área anal- y por ello resulta
abiertamente improcedente que el juez pretenda traer a colación ese tema, especialmente
cuando, como se vio, pretende hacerlo aún a costa de la propia dignidad del imputado. En
cuanto al delito de violación atribuido al amparado, el Estado tiene el deber de comprobar
el acaecimiento del hecho y la responsabilidad que en él pueda corresponderle al acusado, y
para acreditarlo, puede utilizar todos los medios de prueba legalmente obtenidos,
testimonial, pericial, en fin, puede y debe utilizar todas las posibilidades probatorias, pero
eso sí, que las investigaciones no pretendan desviarse en sus objetivos, para permitir
injerencias arbitrarias en la vida privada de los ciudadanos, porque ello está expresamente
excluido por el párrafo segundo del artículo 28 dc la Constitución Política. Lo dicho no
desmerece que la conducta sexual de un acusado pueda ser un aspecto relevante a
comprobar dentro de un proceso penal, y en esas circunstancias no existe impedimento
alguno, guardándose las reservas del caso, para que ello sea investigado y acreditado en e1
proceso -piénsese por ejemplo en el delito de corrupción-, pero, en el caso concreto, ese
extremo resulta irrelevante o de escasa utilidad, pues no esencial a la causa el que el
acusado sea o no homosexual, o haya sido objeto de penetración anal, cuando lo que se
quiere es acreditar la penetración anal de que ha sido objeto otra persona y para lo cual no
se necesita-como lo afirma el juez en su informe- que ci autor del hecho sea homosexual,
más por el contrario, la sola exploración de esos extremos, cuando resultan inútiles al
proceso, se representan una injerencia arbitraria en la intimidad, por lo que también en
cuanto a este aspecto del reclamo, el recurso debe ser declarado con lugar, con el voto
salvado de los Magistrados Solano, Sancho y Molina, que salvan el voto y declaran sin
lugar el recurso en todos sus extremos'.
La primera causal que refiere el articulo, es la desobediencia del imputado, quien fuera
citado judicialmente, no mediando algún impedimento debe ser grave.
La segunda causal es la evasión o liberación del encierro, por cualquier medio, por parte del
imputado, del lugar donde se hallaba legalmente detenido.
El último párrafo autoriza la publicación de los datos del rebelde, indispensables para su
aprehensión.
Como novedad del sistema aparece la figura fiscal, como el órgano encargado de recibir la
declaración del imputado en la etapa preparatoria. Durante la etapa intermedia declarara,
silo solicita, en la audiencia preliminar ante el Juez.
La declaración es el principal acto de defensa material del imputado, o sea del posible
partícipe en el hecho que se investiga, es acto típico de los primeros momentos de la
investigación, es un acto personal del imputado, que no puede hacerse sustituir o
representar. Esto sin perjuicio de la función de asistencia por parte del defensor
La información sobre el derecho de abstenerse a declarar sobre el hecho debe ser aclarada
en forma de que el imputado comprenda que esa abstención no perjudica en nada su
situación. Es la más fuerte garantía de defensa, que respetan todos nuestros códigos.
*No debe ser coaccionada (esta prohibida la aplicación de sueros de la verdad). El que el
imputado guarde silencio el imputado constituye un verdadero derecho público subjetivo.
Ticneestos alcances: a) atribución de no declarar; b) Reglamentación procesal de esa
atribución; e) prescripción de no obligar a hablar cuando se ejerce el derecho a no declarar,
d) facultad del imputado a no guardar silencio: e) obligación del órgano de recibir la
declaración cuando se opta por declarar.
El Prof. Javier Llobet Rodríguez en su comentario al artículo 91 del Código Procesal Penal
de Costa Rica refiere: 'En el procedimiento preparatorio la declaración del imputado es
recibida por el Ministerio Público, Lo más conveniente hubiese sido que el recibir dicha
declaración se hubiese establecido como atribución del tribunal del procedimiento
preparatorio. Nótese que incluso en caso de contradicciones entre la declaración dada en el
procedimiento preparatorio y la da en el juicio oral, puede ordenarse la lectura de la
primera'.
Una vez definido el objeto del juicio, se recibirá la declaración del imputado, con la
advertencia que podrá abstenerse de prestar declaración, pero explicándosele con palabras
sencillas el hecho que se le imputa, dando cumplimiento al art. 17 y sgtes. de la
Constitución Nacional y del presente Código.
Luego de haber puesto al imputado en contacto con la acusación, el paso siguiente consiste
en hacerle un interrogatorio de identificación, en resguardo de la garantía constitucional de
no autoincriminación, reconocida por el ordenamiento jurídico internacional (art. 80. 2. 'g'
de la Convención Americana de Derechos Humanos), corresponde al Presidente del
Tribunal preguntar al acusado si quiere declarar respecto de los hechos que se le atribuyen.
haciéndole saber que puede o no hacerlo, sin que su silencio implique presunción de
responsabilidad alguna o pueda impedir la continuación del juicio.
El juzgador le advertirá que puede abstenerse de declarar y que el debate continuará aunque
no lo haga.
No obstante tal claro objetivo justifica la necesidad de lectura de las declaraciones de los
procesados. Tal omisión no afecta el valor de las pruebas, la defensa de los procesados, ni
el debido proceso, por lo que no es del caso anular el juicio siguiendo-un rigor y ritualismo
procesal atentatorio en este caso contra el derecho de defensa y por los principios de
economía y celeridad previstos.
El imputado podrá en todo momento hablar con su defensor, sin que por eso la audiencia se
suspenda, a tal efecto se le ubicará a su lado.
El imputado tiene el derecho de ser escuchado por el órgano judicial las veces que lo
demande, debiendo en tal caso receptarsele la declaración con las formalidades de ley. Sin
embargo el órgano judicial puede desechar el instamiento, o interrumpir la declaración que
está recibiendo, cuando advierta que dicho instamiento no es más que un medio empleado
para dilatar la investigación o perturbarlo, o lo que manifieste no tiene relación en la causa.
La suficiente sospecha se da aprehensión de aquí para que cuando así ocurra los códigos
fijan un brevísimo plazo. Nuestro Código establece ej plazo de no más de 24 horas, con
posibilidad hasta por otro tanto cuando lo pidiere el imputado para nombrar defensor.
La primera parte dc la norma está dirigida a circunscribir, tanto e1 hecho que se le imputa
al declarante, como así la totalidad de los elementos de cargo que han motivado su llamado
a prestar declaración. El conocimiento previo de tales circunstancias por parte del imputado
propicia el ejercicio de sus legítimos derechos en especial de ofrecer prueba en su descargo.
El derecho de abstenerse a declarar es la más fuerte garantía de defensa, que respetan todos
los códigos.
Así se proscribe requerirle juramento o promesa de decir verdad, ejercer contra él violencia,
coacción, amenaza, fraude o usar medio alguno (vgr. suero de la verdad, promesa mentirosa
de ventajas, etc.) para obligarlo, inducirlo o de cualquier modo determinarlo a declarar
contra su voluntad, o hacerle cargos o reconvenciones ten-dientes a obtener una confesión.
Se prohíben los 'sueros de la verdad', entendiéndose por éstos 'la inyección intervenosa, a
dosis subnarcóticas, de derivados barbitúricos solubles, como el pentothal sódico, sitúa al
sujeto en un estado crepuscular, intermedio entre la vigilia y el sueño'. Constituye un ataque
a la integridad psíquica, priva al detenido de su libre voluntad, al punto de que calificado
por algunos corno 'robo de la conciencia individual'. Indica Goldsgtein: 'La practica
demuestra el valor relativo y limitado de las exploraciones psicológicas por el narcoanálisis
o pentothal. Esta técnica farrnacodinámica favorece ]a investigación clínica y la acción
psicodinámica, pero no posee en sí misma la extraña virtud de forzar al sujeto sometido a
liberar sus secretos más celosamente guardados'. Asimismo dentro de la normativa se
entiende que se prohíbe la hipnosis, y según Goldstein es 'un estado provocado
artificialmente que, por lo común, se parece al sueño, aunque fisiológicamente se distingue
de él, y se caracteriza por el aumento de sugestionabilidad, a favor de la cual se pueden
provocar ciertas anormalidades sensoriales, motoras y de memoria'.
Las preguntas que se le formulen serán claras y precisas, nunca capciosas, ni sugestivas y
las respuestas no serán instadas perentoriamente (ej.: ¡ vamos, conteste de una vez!).
Una pregunta capciosa es la basada en un engaño o ardid a fin de inducir a error al
declarante. Una pregunta será sugestiva cuando oriente la respuesta.
El imputado podrá solicitar la exclusión del querellante, por ello la normativa expresamente
dice 'se permitirá, con anuencia del imputado, la presencia del querellante, a quien no es
obligatorio notificar la realización del acto' pudiendo inclusive ejercer esa facultad durante
la audiencia.
Corresponde que los diversos imputados que deban deponer sean incomunicados. La
normna esta destinada a preservar la espontaneidad de las declaraciones que presten dos o
mas imputados, como también evitar un acuerdo previo entre los mismos que obstaculice el
esclarecimiento del hecho que se investiga.
El careo es el enfrentamiento ante el órgano judicial de dos o mas testigos, de estos con el
imputado, o de los imputados, que al declarar anteriormente dentro del proceso, se han
manifestado en forma discrepante sobre los hechos o circunstancias de fundamental
importancia para el mismo, teniendo por objeto aclarar, si es posible dichas discrepancias.
El careo, es una declaración, para el caso de que deba intervenir el imputado, significa una
ampliación de su declaración ya prestada, el mismo no puede ser obligado a prestarse para
tal diligencia, y en caso de haber solicitado la realización de la misma, tampoco puede ser
obligado a prestar juramento. Debemos recordar que para el careo en el que participe el
imputado rigen las disposiciones relativas a la declaración indagatoria.
ART. 96.VALORACION.
'La inobservancia de los preceptos relativos a la declaración del imputado impedirán que se
la utilice en su contra, aún cuando él haya dado su consentimiento para infringir alguna
regla o para utilizar su declaración. Las inobservancias meramente formales serán
corregidas durante el acto o con posterioridad a él. Al valorar el acto, el juez, apreciará la
calidad de esas inobservancias, para determinar si procederá conforme al párrafo anterior'.
Las inobservancias son de orden público, conllevan la nulidad absoluta e impiden que se
utilicen contra el imputado, salvo aquellas meramente formales en la cuál el juez deberá
valorarlas.
1 Abogado. Notario y Escribano Público. Doctor en Ciencias Jurídica. Docente en las
ramas Procesal y Procesal Penal de la Universidad Católica y de la Universidad Nacional.
Miembro del Tribunal de Apelaciones en lo Criminal, 3ª Sala.-
volver arriba
volver arriba
La fortuna del rico le sirve de defensa, la pobreza del indigente provoca su desgracia. La
fortuna multiplica los amigos, mientras que el desafortunado pierde los suyos. Proverbios
El nexum se realizaba por medio del cobre y la balanza, per aes et libram. En una época en
que los romanos ignoraban aún el arte de acuñar moneda, la cantidad de metal dada en
préstamo se pesaba en una balanza tenida por un libripens, investido, sin duda, de un
carácter religioso, en presencia de cinco testigos ciudadanos romanos y púberes. Con la
acuñación de las monedas de plata ya no existía la necesidad de pesar las piezas,
simplemente se las contaba, con lo cual, el empleo del cobre y la balanza dejo de utilizarse.
A la solemnidad del acto, iba unida una declaración del acreedor o nuncupatio, que fijaba la
naturaleza del acto y contenía una damnatio: esto era el equivalente de una verdadera
condena, que autorizaba el empleo de la MANUS INJECTIO contra el deudor que no
pagaba. La persona misma del obligado, corpus, estaba comprometida y respondía del pago
de la deuda. En aquel tiempo la obligatio era la atadura de la propia persona, un
sometimiento personal al poder del acreedor, es por eso, que el deudor que no cumplía con
la prestación podía ser encadenado, matado o vendido como esclavo.
La noción de obligación como derecho personal opuesto al derecho real, sólo habría
surgido en Roma al hacerse más humano la coacción contra los nexi. Este hecho
transcendente tuvo lugar por la sanción de la LEX POETELIA PAPIRIA (326 A. de C.),
que indirectamente abolió el nexum al disponer que quedaba prohibido el encadenamiento,
la venta y el derecho de dar muerte a los nexi. A partir de dicha ley el derecho del acreedor
se separa del derecho de propiedad, y el cumplimiento de la obligación no recae sobre la
persona del deudor, sino sobre su patrimonio, que es considerado la prenda común de los
acreedores.
EN NUESTRA LEGISLACION: De la Garantía común para los acreedores, se encuentra
legislada en el Código Civil, en el Titulo II DE LAS OBLIGACIONES, Capitulo I DE LAS
OBLIGACIONES EN GENERAL, Parágrafo II, Art. 430 al 433.
* Art. 430. El deudor responde del cumplimiento de sus obligaciones con todos sus bienes
presentes y futuros.
Las limitaciones de la responsabilidad son admitidas solamente en los casos establecidos
por la ley.
COMENTARIO: del análisis del presente articulo, se interpreta, que el principio 'el
patrimonio del deudor es prenda común de los acreedores' no es absoluto, dado que, no
todos los bienes del deudor se encuentran comprometidos por sus obligaciones, existen
limitaciones, y las excepciones se deben establecer por LEY.
El Dr. Miguel Angel Pangrazio, Código Civil Comentado, Tomo I, Pág. 345, expresa: La
finalidad social de la prestación de alimentos la resguarda de toda modalidad jurídica o
trabas procesales.
En consecuencia está fuera del comercio, no puede ser sujeta a las medidas cautelares de
embargo, por el derecho personalísimo del alimentado, tampoco puede ser objeto de
retención ni compensación con otra obligación.
* ART. 1898- CODIGO CIVIL
Son bienes del dominio público del Estado:.......
Los bienes del dominio público del Estado son inalienables, imprescriptibles e
inembargables.
El aguinaldo es inembargable.
El salario podrá ser embargado dentro de las siguientes limitaciones:
a) Hasta en un 50% (cincuenta por ciento) para el pago de pensiones alimenticias en la
forma que establece la Ley;
b) Hasta en un 40% (cuarenta por ciento) para pagar la habitación donde vive el trabajador,
o los artículos alimenticios que haya adquirido para su consumo o el de su esposa o
compañera y familiares que viven y dependan económicamente de él; y,
c) Hasta el 25% (veinte y cinco por ciento) en los demás casos.
En caso de embargos acumulativos, el monto de éstos no podrá sobrepasar en ningún caso
el 50% (cincuenta por ciento) del salario básico percibido por el trabajador.
ART. 246: Son inembargables las herramientas y otros útiles de trabajo de propiedad del
trabajador.
No podrán embargarse:
a) Los muebles que pertenezcan a la casa habitación, siempre que sean de uso
indispensable;
b) Los instrumentos, útiles y animales de trabajo, así como los objetos propios de las
instalaciones industriales que fueren indispensables a su funcionamiento;
c) El derecho de usufructo, pero no los frutos de éste;
d) Los derechos de uso y habitación;
e) Las servidumbres, a no ser que se embargue el fundo a cuyo favor estén constituidas; y
f) Los bienes exceptuados por leyes especiales.
'LOS PRIVILEGIOS'
CONCEPTO: en principio todos los acreedores deben ser tratados en un pie de igualdad en
lo que atañe a sus derechos sobre los bienes del deudor, la ley admite ciertas causas de
preferencia o privilegio, en virtud de las cuales algunos acreedores deben ser pagados antes
que otros. Esto ocurre cuando los bienes del deudor no alcancen a cubrir todas sus deudas,
en este caso, se paga primeramente a los acreedores con privilegio, conforme al orden de
sus preferencias, y si queda algún remanente, se procede al pago a los acreedores comunes
o quirografarios.
¿El o los acreedores con privilegio general o especial pueden pedir la quiebra del deudor?
Los acreedores con privilegio general pueden pedir la quiebra de su deudor, debido a que
los mismos, cuentan con la garantía común que representa el patrimonio del deudor, y de
manera a preservar el principio de la PAR CONDICTIO CREDITORUM. En cuanto a los
acreedores con garantía o privilegio especial que cuentan con bienes del deudor que se
encuentran afectados a la garantía de pago de su crédito, pueden pedir la quiebra de su
deudor, para lo cual se debe cumplir con los requisitos sgtes. A) Si probaren sumariamente
que los bienes que garantizan sus créditos no cubren el monto de ellos, y B) Si manifestaren
que renuncian totalmente al privilegio o garantía.
El principio general de que el patrimonio del deudor es prenda común de sus acreedores y
de que el mismo debe responder de sus obligaciones con todos sus muebles e inmuebles
implica que todos los acreedores tienen un derecho igual.
A esta regla de cobro escapan los créditos denominados privilegiados, es decir, aquellos
que tienen una causa legítima de preferencia para el cobro.
Privilegio es la facultad conferida por la ley a un acreedor para ser pagado con preferencia a
otro.
CLASIFICACION:
A) PRIVILEGIO ESPECIAL (Art. 435 Cód. Civil): recaen sobre ciertos bienes
particulares.
La regla es 'los créditos con privilegio especial prevalecen sobre los créditos con privilegio
general' Art. 435 del Código Civil.
El privilegio especial de la hipoteca confiere el derecho al pago con preferencia del crédito
garantizado. Aquel será computado desde la inscripción del derecho real de garantía, en el
registro público correspondiente. Las inscripciones del mismo día concurren a prorrata.
Esta misma disposición regirá en los créditos con garantía prendaria.
B) PRIVILEGIO GENERAL (Art. 435 Cód. Civil): recaen sobre un conjunto o masa de
bienes.
El privilegio general puede hacerse valer en el juicio de QUIEBRA DEL DEUDOR, por
parte del acreedor, y esperar las resultas, o la conclusión, del procedimiento concursal para
cobrar su crédito.
C) PRIVILEGIO LABORAL (Art. 247 Cód. Laboral), PRIVILEGIOS MARITIMOS
(TITULO III DEL CODIGO DE COMERCIO), PRIVILEGIOS AERONAUTICOS , (Art.
445 Código Civil.
Art. 247 - Código Laboral: Los créditos a favor de los trabajadores devengados total o
parcialmente en los seis últimos meses o por las indemnizaciones en dinero a que tengan
derecho a la terminación de sus contratos de trabajo, se considerarán singularmente
privilegiados.
En caso de insolvencia, concurso, quiebra, embargo, sucesión, u otros similares, el síndico,
administrador judicial, depositario o ejecutor testamentario, una vez verificados dichos
créditos, estará obligado a pagarlos dentro de los treinta días siguientes al reconocimiento
formal que hiciese la autoridad competente de dichos créditos, o en el momento en que
haya fondos, si al vencimiento del mencionado plazo no lo hubiese.
CONCEPTO: son aquellas medidas o acciones otorgadas a los acreedores para mantener o
conservar el patrimonio del deudor. Mediante estas acciones el acreedor procura que el
patrimonio del deudor no sufra deterioros o perdida de valor, que desaparezcan o no
ingreses al mismo, por inacción, por causa de fraude o por actos aparentes del deudor, de
manera a proteger su crédito.
Efecto: todos los acreedores son beneficiados con el resultado de la acción, aún cuando
hubieran permanecido extraños a la litis.
* El Dr. Miguel Angel Pangrazio, en su Código Civil Comentado, Tomo I, página 409,
citando al maestro De Gasperi, dice, el fraude de que trata este artículo no es un vicio de la
voluntad del declarante, como son el error, el dolo y la violencia, sino, por el contrario, un
comportamiento ilícito, consistente en obrar, aún sin emitir una declaración, en subversión
al deber de lealtad y corrección propio de la buena fe, en daño de un tercero que puede ser
no sólo un acreedor quirografario, sino también la propia esposa, los hijos y los demás
parientes legitimarios. Los acreedores tienen derecho a contar, para el pago de lo que se le
debe, con la universalidad de los bienes de su deudor, así presentes, como los que pueda
adquirir en lo venidero.
Requisitos:
1) ACTOS A TITULO GRATUITO: (Art. 311)
a) que sé de la insolvencia del deudor,
b) que agrave su insolvencia,
c) crédito anterior al acto.
* Excepción a la regla de que el crédito sea anterior al acto fraudulento, 'Art. 312, ultima
parte, Si por virtud del acto se tratare de eludir la responsabilidad derivada de la comisión
de un delito penal, no hará falta que el crédito sea anterior a dicho acto'.
Prescripción de la Acción: Se prescriben por dos años, conforme al Art. 663, inc. b) la
acción revocatoria en caso de fraude. El plazo correrá desde que los perjudicados tuvieron
conocimientos del hecho, y en cualquier caso, transcurridos cinco años desde la realización
del acto.
C)ACCION DE SIMULACION
La simulación puede ser a) lícita, b) ilícita. A) Es lícita, según el Art. 305 C.C., la
simulación no es reprobada por la ley cuando a nadie perjudica ni tiene un fin ilícito. La
simulación lícita convalida el acto. B) Es ilícita, cuando se otorga en perjuicio de terceros y
se violan disposiciones legales. La simulación ilícita es causa de nulidad del acto.La
simulación se diferencia del fraude celebrado en perjuicio de los acreedores, porque el acto
celebrado es aparente, simulado, no real, y no existe el propósito o voluntad de quien
simula para celebrarlo.
Prescripción de la Acción: Se prescriben por dos años, conforme al Art. 663, inc. g) la
acción de simulación, absoluta o relativa, intentada por las partes o por terceros. El plazo
correrá para los terceros desde que tuvieron conocimiento del acto simulado, y para las
partes, desde que el aparente titular del derecho intentare desconocer la simulación.
Prueba de la simulación: l.-) Entre las partes: Art. 307 C.C.: si hubiera un contradocumento
firmado por alguna de las partes, para dejar sin efecto el acto simulado, cuando éste hubiera
sido ilícito; o cuando fuere lícito, explicando o restringiendo el acto precedente, los jueces
pueden conocer sobre él y sobre la simulación, si el contradocumento no contuviese algo
contra la prohibición de las leyes, o contra los derechos de un tercero. Para ejercer la acción
de simulación entre las partes es necesario la justificación del mismo mediante el
contradocumento, de no ser así, y de aceptarse otros medios de justificación se estaría
creando un caos en el ámbito de los negocios jurídicos, salvo que la parte afectada
manifieste o confiese que el acto fue simulado. 2.-) Por terceros: Art. 310 C.C.: la prueba
de la simulación será admisible sin limitación si la demanda fuere promovida por terceros y
cuando fuere destinada a invocar la ilícitud del acto simulado, aunque fuere promovido por
las partes. La posibilidad de que los terceros tengan acceso al contradocumento, que es
utilizado inter partes, haría imposible ejercer la acción de simulación, por lo tanto, el Art.
310 permite todo tipo de prueba por terceros.
Efectos: Art. 306: se podrá anular el acto jurídico. El adquirente de bienes de un acto
simulado está obligado a restituir los bienes que aparentemente habían salido del
patrimonio del vendedor (deudor) con todos sus frutos o productos. Está restitución de
bienes beneficia a todos los acreedores, y no solo al que haya iniciado la demanda, como
ocurre en la acción pauliana, de este modo, el patrimonio del deudor es prenda común de
los acreedores.
A) EL BIEN DE FAMILIA
Es la institución social que tiene por finalidad la protección de la familia dentro del mínimo
indispensable para conservar una subsistencia normal y con miras a que no puedan afectarla
acciones de terceros, acciones provenientes quizás de un mal manejo de la administración
personal que repercute en el patrimonio familiar. Se busca mantener para la familia, un
hogar, sus muebles y demás elementos imprescindibles para el trabajo.
* Entre los antecedentes legislativos nacionales, se puede mencionar el estatuto agrario, que
establece también una suerte de homestead al declarar la inembargabilidad de los lotes
agrícolas y ganaderos en ciertas condiciones y por un período de tiempo
* Constitución Nacional de 1967, Art. 82, El Estado organizará como institución social el
bien de la familia, cuyo régimen será determinado por ley sobre la base de la
inembargabilidad de la vivienda familiar, sus muebles y demás elementos imprescindibles
para el trabajo.
* Ley Nº 211/70 - QUE ORGANIZA LA INSITUCION SOCIAL DEL BIEN DE
FAMILIA , consta de 13 Artículos. Esta Ley fue derogada conforme al Art. 2810 del
Código Civil - Ley Nº 1183/85.
* Ley Nº 1183/85 - Código Civil - Libro Cuarto, Titulo IV, Art. 2072 al 2082.
* Constitución Nacional de 1992, Art. 59 - Del Bien de Familia: Se reconoce como
institución de interés social el bien de familia, cuyo régimen será determinado por ley. El
mismo estará constituido por la vivienda o el fundo familiar, y por sus muebles y elementos
de trabajo, los cuales serán inembargables.
* Ley Nº 1/92 - Reforma Parcial del Código Civil - Libro IV - De los Derechos Reales
sobre las cosas - Titulo IV - Bien de Familia - Art. 95-96-97.
Conforme al Art. 59 de la Constitución Nacional, los bienes sobre los cuales se pueden
constituir el Bien de Familia son:
c) elementos de trabajo
* Art. 2073 C.C., pfo. 3ro: y los instrumentos necesarios para la profesión, arte u oficio que
ejerza el dueño de tales bienes.
* Dichos bienes no serán ejecutables ni embargables, salvo que se reclame el precio de
venta.
* Para los bienes muebles no se requerirá la formalidad del registro.
Art. 95, Ley 1/92,: Podrán beneficiarse con la institución del bien de familia:
1.- Los cónyuges;
2.- El concubino varón o mujer, cualquiera sea la naturaleza de dicha relación;
3.- Los hijos biológicos y adoptivos, menores de edad y los incapaces aunque fuesen
mayores;
4.- Los padres y otros ascendientes mayores de setenta años o si se encuentran en estado de
necesidad, cualquiera fuese la edad; y
5.- Los hermanos menores o incapaces del o de la constituyente.
Art. 97, Ley 1/92,:Si él o la constituyente tuviere familia de hecho pública y notoria y no
existiere descendencia común, podrá constituir el bien de familia en beneficio exclusivo de
su concubino.
Art. 2076 C.C.: El inmueble registrado como bien de familia no podrá ser enajenado ni
objeto de embargo y ejecución por deudas del propietario posteriores a la constitución del
mismo, salvo en los casos siguientes:
Es característica esencial del bien de familia la inembargabilidad del bien objeto del mismo.
Organizándose el bien de familia como institución social, en su carácter y efecto, como tal
excede los límites del interés meramente personal del propietario. Por ello, además de la
inembargabilidad, se ha puesto un conjunto de trabas para la enajenación voluntaria de los
bienes que lo forman.
Art. 2076 C.C.: el inmueble registrado como bien de familia no podrá ser enajenado ni
objeto de embargo y ejecución por deudas del propietario posteriores a la constitución del
mismo, salvo en los casos siguientes:.......
Art. 2077 C.C.: el bien de familia no podrá ser objeto de arrendamiento ni de hipoteca, sino
con la conformidad de todas las personas beneficiadas por el mismo o de sus representantes
legales, previa autorización judicial, que será otorgada en caso de que el juez lo considere
conveniente al interés de la familia.
B) FIDEICOMISO
CONCEPTO: es un negocio jurídico en virtud del cual se transfieren uno o más bienes a
una persona jurídica (FIDUCIARIO), con el encargo que los administre o enajene y con el
producto de su actividad cumpla una finalidad establecida por el constituyente
(FIDEICOMITENTE), en su favor o en beneficio de un tercero (FIDEICOMISARIO).
(Contratos Bancarios-Pag.627)
CONCEPTO DE NEGOCIO FIDUCIARIO (ART. 1º- LEY 921): por el negocio fiduciario
una persona llamada fiduciante, fideicomitente o constituyente, entrega a otra, llamada
fiduciario, uno o más bienes especificados, transfiriéndole o no la propiedad de los mismos,
con el propósito de que esta los administre o enajene y cumpla con ellos una determinada
finalidad, bien sea en provecho de aquella misma o de un tercero llamado fideicomisario o
beneficiario.
Art. 37: Los bancos y las otras entidades financieras autorizadas a operar bajo esta ley,
salvo los bancos de inversión y los de fomento, no podrán participar en empresas
comerciales, industriales, agropecuarias o de otras clases.
En la Ley 417, Art. 2, se establecía los tipos de bancos que podían operar en plaza como ser
bancos comerciales, hipotecarios, de inversión, de fomento, los bancos de ahorro y
préstamo para la vivienda y su sistema, empresas financieras, otras personas o entidades
que realicen las operaciones mencionadas en él articulo primero, es decir, los bancos eran
especializados en un rubro del negocio financiero. Hoy día la especialización de los bancos
a quedado en el museo del olvidado, mediante la ley vigente al respecto se permite, a los
mismos, la realización de todo tipo de actividad financiera, es decir, el objeto social se ha
ampliado considerablemente con respecto a la legislación anterior, utilizando la
terminología bancaria, hoy tenemos la BANCA MULTIPLE, autorizada a todo tipo de
negocio financiero; El Art. 40 de la Ley 831, habla de BANCOS, y el Art. 73 habla de
FINANCIERAS, y las operaciones que pueden efectuar, dentro de las cuales se encuentra
la de actuar como fiduciarios en contratos de fideicomisos.
En nuestro país, y al amparo de la Ley 417, se crearon, a partir de 1984, los Bancos de
Inversión, quienes intentaron realizar Negocios Fiduciarios, sin una legislación adecuada
que permita la protección de las personas participantes en ciertos negocios fiduciarios, en
un mercado tradicional acostumbrado a la intermediación financiera, es decir, captación y
colocación de dinero, el mismo no tuvo mucho éxito, prueba de ello es que a la fecha,
dichos Bancos, se encuentran en proceso de liquidación. Se puede mencionar, que a la
fecha, existen dos instituciones realizando negocios fiduciarios, una de ellas es la Empresa
Fiduciaria 'Garantía, Planeamiento Financiero y Pensiones S.A.' (Ver ABC del 2-julio-
2000, Pag.39) y la otra es un Banco, que administra Fondos Mutuos, quienes, conforme a la
ley pueden realizar encargos fiduciarios y Fideicomisos, dentro de la cartera de servicios
que ofrece la nueva ley bancaria. Corresponde a estas instituciones la promoción y
divulgación de las ventajas que ofrece este tipo de negocio, de manera a que, hoy en día el
mercado incipiente de NEGOCIOS FIDUCIARIOS, puede emerger, y convertirse en una
alternativa valida, tanto para las instituciones financieras como para las personas que
deseen intervenir en este tipo de negocios. Asimismo, la Ley 921, en su Capitulo VII-
Normas Fiscales Básicas Aplicables a los Negocios Fiduciarios, Art. 37, 38, 39 y 40, se
otorgan algunos beneficios fiscales para las personas que intervienen en el negocio, estos
beneficios se establecen con relación al Impuesto a la Renta, Impuesto al Valor Agregado,
Impuesto a los Actos y Documentos, establecidos en la Ley 125/91- Nuevo Régimen
Tributario, y el Art. 40, establece, dada la naturaleza jurídica y función económica de las
operaciones y negocios fiduciarios a que se refiere esta ley, los fiduciarios (Bancos,
Financieras y Entidades Fiduciarias) no estarán obligados a efectuar inversiones forzosas o
a mantener depósitos en el Banco Central del Paraguay con el carácter de encajes legales.
No obstante, con el fin de salvaguardar los intereses económicos de los fideicomitentes o
constituyentes y de los beneficiarios designados por aquellos, el Banco Central del
Paraguay podrá disponer en cualquier momento que los fiduciarios constituyan garantías o
seguridades especiales para los casos y en las cuantías que determine mediante normas de
carácter general.
Es importante destacar, que en los países que han logrado desarrollar el mercado de
NEGOCIOS FIDUCIARIOS, como ser Méjico, Panamá, Venezuela, Colombia, las
entidades bancarias y financieras tienen una herramienta importante para la ampliación de
su portafolio de negocios, y por las características fundamentales del negocio, tanto del
encargo fiduciario como del fideicomiso, los mismos pueden realizar por cuenta de sus
clientes todo tipo de negocio licito y la modalidad empleada dependerá de las distintas
circunstancias que tenga en cuenta el constituyente en el momento de celebrar el acuerdo;
el encargo fiduciario puede estar establecido en un contrato de mandato o de gestión (Art.
15); en cuanto al fideicomiso, que conlleva la transmisión de la propiedad al fiduciario,
quien es propietario frente a terceros pero que carece de facultades dispositivas sobre el
bien fideicomitido, estos bienes constituyen un patrimonio autónomo, que permiten una
serie de ventajas, como ser impositivas, la no persecución judicial por parte de los
acreedores del fiduciario, etc., y conforme a las distintas modalidades que pueden revestir,
como ser los fideicomisos de administración, de inversión, de garantía, testamentario, de
seguros, de desarrollo, inmobiliarios, de fondos de pensión, fondos comunes de inversión o
mesa de dinero, del gobierno, etc. es de esperar que las instituciones autorizadas por ley
ofrezcan estos servicios al mercado financiero nacional.
* Resolución Nº 5, Acta Nº 100, del 22 de setiembre de 1994 del Banco Central del
Paraguay, sobre operaciones y negocios fiduciarios.
* Ley 861/96 - General de Bancos, Financieras y otras Entidades de Crédito
Art. 40, Bancos - Operaciones, numeral 22) Actuar como fiduciarios en contratos de
fideicomiso.
Art. 73, Financieras - Operaciones, numeral 20) Actuar como fiduciarios en contratos de
fideicomiso.
* Ley 921/96 - DE NEGOCIOS FIDUCIARIOS.
* Resolución Nº 2, Acta Nº 206, del 24 de octubre de 1997 del Banco Central del Paraguay,
sobre Operaciones Fiduciarias-
* Art. 17, expresa, las autoridades judiciales o administrativas competentes, cuando se trate
de bienes cuya guarda, conservación, administración, liquidación, reparto o enajenación les
corresponda a ellas o a las personas que designen para el efecto.
Pueden ser objeto del negocio fiduciario toda clase de bienes o derechos cuya entrega no
esté prohibida por la ley.
* Art. 1872, Código Civil, se llaman cosas en este Código, los objetos corporales
susceptibles de tener un valor.
* Art. 1873, Código Civil, los objetos inmateriales susceptibles de valor e igualmente las
cosas, se llaman bienes. El conjunto de bienes de una persona, con las deudas o cargas que
lo gravan, constituye su patrimonio.
En términos generales toda clase de bienes y derechos son susceptibles de constituirse en
fideicomiso, salvo aquellos personalísimos del fideicomitente o constituyente.
En cuanto a las formalidades para la celebración y perfeccionamiento del negocio fiduciario
(Art. 4) si el negocio fiduciario no conlleva la transferencia de la propiedad de los bienes
fideicomitidos, se trata de un encargo fiducario, su celebración y perfeccionamiento no
estarán sujetas a la observancia de solemnidad o formalidad especial alguna, pero deberá
efectuarse su entrega material, circunstancia de la cual quedará constancia escrita.
Si el negocio fiduciario tiene exclusivamente por objeto la transferencia de la propiedad de
bienes muebles, se perfeccionará por el simple consentimiento de las partes contratantes
expresando mediante contrato escrito y la tradición se efectuará mediante la entrega
material de los mismos.
Si la transferencia de la propiedad de los bienes fideicomitidos se encuentra sujeta a
registro, el respectivo negocio fiduciario deberá constar en instrumento público que se
inscribirá en el registro público en el que aquellos se hallen inscriptos y, si dentro de los
bienes cuya propiedad se transfiere existen inmuebles, el negocio fiduciario no se
perfeccionará mientras no se haya otorgado la correspondiente escritura pública y efectuada
la inscripción del título en la respectiva oficina de registro. La oficina de registro
especificará que el modo de adquisición del derecho de dominio corresponde a un negocio
fiduciario translaticio.
PATRIMONIO AUTONOMO
Esta separación exigida al fiduciario es contable y busca que los bienes constituidos en
fideicomisos no se confundan con los bienes del mismo, ni con otros bienes fideicomitidos.
La Superintendencia de Bancos es la entidad encargada de dictar normas respecto al
régimen contable de los negocios fiduciarios (Art.36), como también, de la supervisión y
control de las empresas fiduciarias (Art. 21).
* Acciones sobre los bienes que conforman el patrimonio autónomo o especial (Art. 13):
los bienes que conforman el patrimonio autónomo o especial no podrán ser perseguidos
judicialmente por los acreedores del fideicomitente, fiduciante o constituyente. El
fideicomiso celebrado en fraude de terceros podrá ser impugnado por los interesados.
* Art. 13, ultimo párrafo: los acreedores del beneficiario únicamente podrán perseguir los
rendimientos que le reporten los bienes fideicomitidos.
* Dado que los rendimientos o frutos producidos por el fideicomiso, a favor del
beneficiario, que se convierten en derechos patrimoniales del mismo, podrán ser
perseguidos judicialmente por los acreedores.
JUEZ COMPETENTE
Art. . 43: Los litigios derivados de la celebración del negocio fiduciario serán de
competencia del juez civil y comercial del domicilio del fiduciario.
A MODO DE CONCLUSION
* En este trabajo, referente al PATRIMONIO DEL DEUDOR PRENDA COMUN DE LOS
ACREEDORES, se ha tratado de dar una pincelada a este instituto, y en especial a las
excepciones a esta regla, que deben provenir de una ley, no pueden ser acordado por las
partes, por lo tanto, este principio no es absoluto. También, se ha tocado el tema relativo a
los PRIVILEGIOS, especial y general, que constituye una excepción al principio de la
PART CONDICTIO CREDITORUM, es decir, los acreedores con privilegio especial hacen
prevalecer esta condición al momento del cobro de sus créditos.
* Respecto de las acciones que tienen los acreedores sobre el patrimonio del deudor, se ha
desarrollado el tema respecto de las siguientes acciones a) Subrogatoria u oblicua, b) la
Revocatoria o Pauliana y c) la de Simulación.
* Por considerarlo de importancia, EL BIEN DE FAMILIA, y por tratarse de excepciones
al principio de que el patrimonio del deudor es prenda común de los acreedores, en el caso
del bien de familia desde su inscripción en el registro respectivo, pero el bien es prenda
común de los acreedores de las obligaciones contraídas con anterioridad a su constitución;
este instituto tiene rango constitucional, establecido en el Art. 59, que la reconoce como
institución de interés social, mediante el cual se sustrae a la propiedad de los ciclos
económicos negativos que pueden poner en peligro la vivienda o el fundo familiar, sus
muebles y elementos de trabajo, y se beneficia a la familia del instituyente y constituido el
bien de familia, el mismo, será inembargable.
* En cuanto al Fideicomiso, conforme a la Ley 921/96 DE NEGOCIOS FIDUCIARIOS, la
constitución del mismo sustrae el bien de la persecución que puedan realizar los acreedores,
salvo que se trata de fraude. Este instituto jurídico, con amplias connotaciones económicas,
es una herramienta que se encuentra en nuestro derecho positivo, y que debe ser utilizado
por las instituciones autorizadas para promover negocios fiduciarios y procurar ser una
mecanismo para la reactivación económica.
* Se puede mencionar, que a la fecha, existen dos instituciones realizando negocios
fiduciarios, una de ellas es la Empresa Fiduciaria 'Garantía, Planeamiento Financiero y
Pensiones S.A.' (Ver ABC del 2-julio-2000, Pag.39) y la otra es un Banco, que administra
Fondos Mutuos, quienes, conforme a la ley pueden realizar encargos fiduciarios y
Fideicomisos. Corresponde a estas instituciones la promoción y divulgación de las ventajas
que ofrece este tipo de negocio, de manera a que, hoy en día el mercado incipiente de
NEGOCIOS FIDUCIARIOS, puede emerger, y convertirse en una alternativa valida, tanto
para las instituciones financieras como para las personas que deseen intervenir en este tipo
de negocios. Asimismo, la Ley 921, en su Capitulo VII- Normas Fiscales Básicas
Aplicables a los Negocios Fiduciarios, Art. 37, 38, 39 y 40, se otorgan algunos beneficios
fiscales para las personas que intervienen en el negocio, estos beneficios se establecen con
relación al Impuesto a la Renta, Impuesto al Valor Agregado, Impuesto a los Actos y
Documentos, establecidos en la Ley 125/91- Nuevo Régimen Tributario, y el Art. 40,
establece, dada la naturaleza jurídica y función económica de las operaciones y negocios
fiduciarios a que se refiere esta ley, los fiduciarios (Bancos, Financieras y Entidades
Fiduciarias) no estarán obligados a efectuar inversiones forzosas o a mantener depósitos en
el Banco Central del Paraguay con el carácter de encajes legales. No obstante, con el fin de
salvaguardar los intereses económicos de los fideicomitentes o constituyentes y de los
beneficiarios designados por aquellos, el Banco Central del Paraguay podrá disponer en
cualquier momento que los fiduciarios constituyan garantías o seguridades especiales para
los casos y en las cuantías que determine mediante normas de carácter general.
BIBLIOGRAFIA
* Eugene Petit, Tratado Elemental de Derecho Romano, Editorial Albatros, Edición 1961.
* Luis Rodolfo Arguello, Manual de Derecho Romano, Editorial Astrea, Edición 1993.
* Ramón Silva Alonso, Derecho de las Obligaciones, 4ta. Edición, Intercontinental Editora,
Edición 1994.
* Miguel Angel Pangrazio, Código Civil Paraguayo Comentado, Tomo I y Tomo III,
Ediciones Cromos 1986.
* Carmelo Carlos Di Martino, José Kriskovich, Derecho Privado I, 4ta. Edición 1998.
* Guillermo A. Borda, Manual de Derechos Reales, Editorial Perrot, 4ta. Edición 1994.
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Teniendo en cuenta la situación actual por la que atraviesa el Paraguay; situaciones tales
como la inestabilidad política, la recesión económica, el elevado índice de desempleo, altos
grados de corrupción en todas las esferas - políticas, públicas y privadas -, nos han situado
en una posición muy desventajosa, la de 'país desaprovechado, más que subdesarrollado',
debido a la falta de una conducción y administración coherente de los recursos disponibles
del país, desde nuestra incursión al grupo de naciones democráticas, hace más de 10 años.
En el ámbito del Mercosur debido a la adhesión de nuestro país a este bloque, tomando los
términos del mismos sin una negociación adecuada a los intereses nacionales, nos ha dejado
en una posición desventajosa con relación a los demás socios y principalmente frente a los
dos mayores - Argentina y Brasil -; pero a pesar de ello sigue siendo una alianza que a largo
plazo será beneficiosa al país, debido a que las últimas tendencias del Comercio
Internacional se desarrollan en mayor medida en el Comercio Intrabloque, es decir dentro
de los bloques comerciales, antes que entre bloques. A demás siempre que se tomen y
desarrollen las políticas internas adecuadas que cumplan con las normas vigentes dentro de
los acuerdos firmados, también se podría quitar provecho de esta situación.
Con este programa se busca atraer 'inversiones extranjeras directas' en plantas y equipos,
las cuales significarán inversiones estables y que formen parte de un compromiso a largo
plazo del inversionista con la economía paraguaya; cuya primera etapa, estará acompañada
del 'plan de modernización industrial, vía subcontratación' que se traducirá en un proceso
de transferencia real de tecnologías, capacitación y capitalización del país.
De lo expuesto se desprende que el éxito del programa maquilador paraguayo y del proceso
de subcontratación, dependerá en gran parte de la política interna en materia de ayuda
gubernamental.
Sin embargo 'el programa maquilador paraguayo', tendrá componentes y objetivos similares
a los regímenes de subcontratación implementados en los países asiáticos: promoción y
establecimiento de la inversión extranjera en el país, con el objetivo expreso de la gradual y
sistemática incorporación al esquema maquilador, de la industria nacional de los recursos
humanos, naturales y de las materias primas producidas en el país.
Así también este programa maquilador, servirá para mejorar el grado de competitividad de
nuestras empresas frente a la dura competencia que se ve venir, en pos de la conquista de
los mercados del Mercosur, a demás de servir a los socios del bloque como plataforma para
aumentar su comercio con el resto del mundo, ya que para la producción vía maquiladora es
esencial conocer las formas de acceder a los mercados, tanto de Mercosur como de
extrazona.
Sin embargo los dos mayores socios del Mercosur se ven reacios a aceptar esta propuesta,
pues a su juicio, los 'puntos débiles' que ofrece la Ley de Maquila, podrían ser utilizados
para evadir el arancel externo.
Con todo lo expuesto anteriormente se puede apreciar que con una correcta aplicación del
'Programa Maquilador Paraguayo' se podría dar un nuevo y gran impulso a nuestro país,
logrando de esta forma la reconversión no solo en el ámbito económico, sino también en el
ámbito social, cultural, así como un nuevo impulso a la imagen país ante el resto del
mundo.
1 Licenciado en Comercio Internacional.-
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"HABEAS DATA"
Luis María Benítez Riera
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El Hábeas Data ('presenten los datos'), es una garantía constitucional, cuya misión consiste
en brindar protección inmediata y efectiva a los derechos fundamentales afectados por las
prácticas de almacenamiento, procesamiento y suministro de datos, y que pueden estar
consagrados a nivel constitucional (Paraguay) o legal, según el ordenamiento de que se
trate. El Hábeas Data torna efectivas algunas previsiones constitucionales, tales como el
derecho a la Intimidad (Art. 33 de la Constitución Nacional), la inviolabilidad del
patrimonio documental y la comunicación privada (Art. 36 de la Constitución Nacional) o
la protección de la dignidad y de la Imagen privada de las personas (Art. 33 'in fine' de la
Constitución Nacional).
El Prof. Dr. Francisco Fernández Segado en su obra 'El régimen jurídico del tratamiento
automatizado de los datos de carácter personal en España', expone lo siguiente: La
irrupción de la informática en el mundo del derecho ha desencadenado un conjunto de
nuevos problemas que han exigido la búsqueda de respuestas Jurídicas adecuadas a la
solución de aquellos. El manejo de ingentes cantidades de datos en soportes informáticos ha
venido a crear peligros antes inexistentes frente a ciertos derechos, como es el caso, muy
especialmente, del derecho a la intimidad. La computación y el mundo de la inteligencia
artificial a que ha dado lugar, ha posibilitado la acumulación ilimitada de informaciones
que pueden ser memorizadas y transmitidas, permitiendo de esta guisa. como bien dice
Frosini (Informativa y Derecho, Editorial Temis, Bogotá, pág. 109), la aparición de un
nuevo poder de dominio social sobre el Individuo: el poder informático. El profundo
impacto de este nuevo poder social sobre ese derecho iba a desencadenar un no menos
notable cambio de perspectiva en la concepción tradicional del 'right to privacy'. En suma,
el 'right to privacy' ha asumido una nueva dimensión por virtud de la cual ya no se entiende
tan sólo en un sentido puramente negativo, de rechazo de la intromisión de extraños en la
vida privada, o de la transmisión de informaciones a ella referidas, en la más pura línea de
los llamados derechos de la primera generación; bien al contrario, ha pasado a tener un
contenido positivo por medio del cual se reconoce a cada persona el ejercicio de un control
sobre el uso que pueda hacerse de los propios datos personales recogidos en un archivo
electrónico de un centro de proceso de datos. La libertad informática encierra así un
derecho de autotutela de la propia identidad informática, cuya primera exigencia es la
protección de los datos informáticos personales frente a aquellas personas no autorizadas
para conocerlos, procesarlos, modificarlos o difundirlos, razón por la que, como una vez
más señala Frosini, el primero de los contenidos cuya formación viene exigida por la
efectividad de la nueva libertad es el del acceso al banco de datos, con el fin, de por un
lado, poder disponer de toda la información almacenada en un archivo electrónico sobre la
propia personalidad y, por otro, poder rectificar ciertos datos concernientes a la misma.
Nace así el HABEAS DATA'.
De la norma constitucional paraguaya, Art. 135 transcripta fluye sin esfuerzo que el Hábeas
Data se establece sobre presupuestos normativos claros. Debe tratarse de información sobre
una persona o sus bienes; la información debe constar en registros oficiales o privados de
carácter público, y con la finalidad de actualizarlo, rectificarlo o destruirlo.
'Es una garantía específica dirigida a asegurar un poder jurídico para que su titular o sujeto
activo pueda controlar el flujo de informaciones o datos que se plasmen en archivos
públicos o privados de carácter público y que puedan trascender a terceros, con lo cuál se
podría poner en peligro el conjunto de derechos de las personas, tales como la privacidad,
intimidad personal, la inviolabilidad del patrimonio documental y la preservación de la
imagen'
Los derechos de las personas son los nutrientes de la parte general de la norma, y se
configuran jurídicamente como derechos subjetivos encaminados a hacer operativos los
principios generales. En el Hábeas Data se reconoce el derecho de acceso, al reconocer al
afectado el derecho a solicitar y obtener información de sus datos de carácter personal. En
el derecho comparado, en la República de España, según la legislación vigente, el acceso ha
de poner de relieve asimismo, aunque no se contemple de modo explícito las cesiones que
han hecho de los datos del afectado a terceros, así como identidad del cesionario y la
finalidad que éste persigue.
El Prof. Jorge R. Vanossi, en su obra 'El Hábeas Data no puede ni debe contraponerse a la
libertad de los medios de prensa' refiere que el secreto del Hábeas Data es precisamente, su
sencillez. Si al Hábeas Data se lo convierte en un mecanismo complejo demasiado
sofisticado y demasiado articulado, no va a ser captado y entendido por los propios
interesados, es decir, por los ciudadanos o por los habitantes que van a encontrar
dificultades en el acceso al mismo para poderlo esgrimir y utilizar como herramienta
protectora. Tiene que ser algo muy simple, muy sencillo, para que cualquiera que se pueda
sentir afectado por informaciones monopólicas que lo afectan o lo perjudican en su status,
pueda entonces remover ese obstáculo tendiendo fundamentalmente a dos cosas: al derecho
a la rectificación y a la anulación de aquellos asientos que puedan ser lesivos o
perjudiciales.
(*) Magistrado Judicial y Catedrático en la Universidad Católica Ntra. Sra. De la Asunción
y Universidad Nacional.
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INTRODUCCIÓN
La norma del artículo 91, 2ª parte del Código del Trabajo vigente, cuya disposición en su
conjunto dispone: 'En caso de despido sin justa causa dispuesto por el empleador, habiendo
o no mediado preaviso, este deberá abonar al trabajador una indemnización equivalente a
quince salarios diarios por cada año de servicio o fracción superior a seis meses, calculando
en la forma mencionada en el inc. b) del artículo siguiente.
En efecto la 1ª Sala viene sosteniendo el criterio de que dicha indemnización sólo procede
en los casos en que el trabajador haya sido previamente despedido por el empleador, y haya
iniciado las acciones correspondientes en reclamo de los beneficios, o esté en posición de
hacerlo o formulando su denuncia a la Autoridad Administrativa del Trabajo, en
salvaguarda de sus derechos, pues es el despido sin justa causa el que da derecho al
trabajador o sus derecho habientes a percibir la indemnización prevista en dicha norma,
debiendo probar en juicio la existencia de despido inmotivado.
A su vez, la 2ª Sala, con voto en mayoría, entiende que la indemnización por fallecimiento
procede en todos los casos en que se produzca la muerte del trabajador, cualquiera sea la
causa o circunstancia, debiendo el empleador abonar el importe de dicha indemnización a
los familiares del trabajador, tal como sucede en otras legislaciones y de conformidad a las
modificaciones legislativas introducidas en oportunidad de aprobarse la Ley 496/95,
vigente.
El despido injustificado del trabajador es el presupuesto que debe darse para que la actora,
heredera del trabajador, tenga derecho a la indemnización. Despido que debe ser
demostrado por el heredero del trabajador si este a consecuencia de su fallecimiento no
tuvo oportunidad de ejercer su derecho promoviendo la acción por despido injustificado o
formulando la denuncia sobre tal hecho ante la Autoridad Administrativa del Trabajo en
salvaguarda de su derecho, o dejando constancia por medio de intimación fehaciente a su
empleador del despido, injusto que fuera objeto. La muerte del trabajador es causa de
terminación del Contrato de Trabajo sin responsabilidad para el empleador, por lo que si el
heredero alega el despido del trabajador antes de su muerte sin que éste haya dejado
constancia de ello ejerciendo su derecho conforme se anotó, es él -el heredero- el que debe
probar el despido. En autos no se ha demostrado de manera suficiente el despido alegado
por la heredera demandante.'
MODIFICACIONES LEGISLATIVAS
En cambio, se modifica el contenido del art. 81 del Código anterior relativo a sus
consecuencias, por el 79 actual (Ley 496/95), excluyendo el inc. c) de las causales por las
que termina el contrato de trabajo sin responsabilidad para ninguna de las partes, y dejando
únicamente el caso de incapacidad física o mental del trabajador, con exclusión del caso de
'muerte'.
Se incorpora la 2ª parte del art. 91, que hace referencia al caso de muerte del trabajador,
otorgándole la misma indemnización establecida para el caso de despido injustificado. Que,
por lo tanto, la pretensión de interpretar que dicha indemnización por fallecimiento sólo
procede cuando exista previamente una acción judicial reclamando el despido injustificado,
en razón a la ubicación de la norma en el mismo artículo relativo a la sanción por rescisión
unilateral injustificada, y que ya existen normas provisionales que de alguna manera
resarcen el daño; pretendiendo otorgarle una interpretación limitada a la misma, no resiste
un análisis sistemático y lógico de las normas en cuestión.
'En primer lugar porque la norma del art. 91, 2ª parte, no puede ser interpretada
aisladamente, como se intenta, ya que sería contrario a los principios que orientan los
métodos interpretativos modernos, que exigen un análisis sistemático de las normas,
haciéndolos operar con todas las demás del sistema, que en nuestro cado particular, se
refieren a la terminación de los contratos de trabajo, y en el cual se produjeron
modificaciones legislativas tendientes a darle una solución especial -conveniente o no- para
el caso de fallecimiento del trabajador, generando la responsabilidad del pago de la citada
indemnización. Por otra parte, la exigencia de un juicio resiste un serio análisis lógico,
tanto en sus aspecto gramatical como el semántico, razón por la cual deber ser
necesariamente desechado.'
Que, otro tanto sucede con la norma del Decreto Nº 6.847/94 también alegado, ya que se
trata de afirmaciones contenidas en el considerando de un decreto por el que se vetó
parcialmente el proyecto de modificación del Código del Trabajo elevado por el Parlamento
y que con posterioridad fue permantemente acogido por el mismo Poder Ejecutivo al
promulgar la Ley Nº 496 el 22 de agosto de 1.995, tal como se encuentra vigente en nuestro
país.'
A su vez, Antonio Vázquez Vialard, afirma que 'La disposición -según parte de la doctrina-
tiende a conceder a las personas que vivían con el causante dentro del grupo familiar,
legítimo o de hecho, una prestación de carácter asistencial que les permita hacer frente a
alguna de las consecuencias propias de la situación (gastos de enfermedad, sepelio, etc.
Aunque ello se suple con el Seguro Social...). En realidad, el pago a cargo del empleador
corresponde a una bonificación que se otorga en función a la antigüedad en el servicio,
razón por la cual no parece acertada la opinión que sostiene que se trata de una prestación
asistencial, ya que ésta tendría que estar en función a la contingencia social que la generara.
En el caso, no lo está. La ley admite una 'patrimonialización del tiempo de servicio'; el
hecho de haber integrado una comunidad de trabajo otorga por sí un derecho a percibir una
suma -que compense el esfuerzo prestado durante el tiempo de vigencia de la relación
contractual- que ésta condicionado al cumplimiento de determinadas situaciones: muerte
del trabajador durante la vigencia.....La muerte del trabajador (en el derecho argentino),
además da derecho a sus familiares a percibir el importe del 'seguro por fallecimiento'
instituido en virtud de leyes especiales (Derecho del Trabajo y Seguridad Social, Ed.
Astrea, Tomo I, pág 426).
Que, en estas condiciones, entiendo que resultan procedentes los reclamos formulados por
la esposa del occiso, así como los demás rubros a que fuera condenado, en especial, debido
a la larga tramitación de una caso como el que nos ocupa, que en ningún caso puede tener
una duración de dos años. Voto por la confirmación de la resolución apelada. Hasta aquí
todo lo manifestado como preopinante del voto en mayoría en el Acuerdo y Sentencia Nº
40 de fecha 11 de julio de 1.997, 2ª Sala. (Criterio mantenido en el Acuerdo y Sentencia Nº
60 del 1 de Octubre de 1998, existiendo también otra similar en el Acuerdo y Sentencia Nº
41 del 30 de mayo de 2000, que otorga el beneficio fundado en la muerte del trabajador que
demandó)
SITUACIÓN ACTUAL
CONCLUSIONES
Siendo el autor de ésta nota, integrante de la 2ª Sala del Tribunal de Apelación del Trabajo,
lógicamente su posición está dada en los Acuerdos citados precedentemente, pasando a
formular los comentarios respecto a las decisiones de la otra sala.
La primera objeción que puede hacerse a la interpretación de éste artículo por parte de la 1ª
Sala, es de orden gramatical, ya que la norma no dice lo que la sala le hace decir. En efecto,
en ningún momento se hace alusión a juicio alguno que el trabajador debió plantear previo
a su muerte o que los familiares puedan o deban hacerlo, y tampoco cabe pensar en la
posibilidad de reclamos directos al empleador, especialmente si ha despedido sin causa
justificada al trabajador fallecido. Se ha forzado una interpretación distinta a lo dispuesto
por la norma, y desde luego ajena a lo ordenado por el artículo 7º del Código, que debe
orientar toda interpretación de orden laboral.
La posición asumida por la 1ª Sala, se adscribe dentro de la postura limitativa del derecho
indemnizatorio consagrado, y basada en la opinión vertida por el Dr. Jorge Darío Cristaldo
en su obra Legislación Laboral Paraguaya (1995), quién sostiene que: 'El segundo párrafo
agrega una nueva obligación para el empleador. Que no es compatible con la legislación del
Seguro Social. La norma sólo podría aplicarse si el trabajador que fallece ya había sido
despedido o cuando no estaba asegurado en el IPS, aunque la situación se presta a
problemas prácticos de fondo y de forma, con posibilidad de aumentar la litigiosidad
laboral', quién como vemos circunscribe la procedencia de la indemnización al supuesto del
despido injustificado previo del trabajador, y agregando la Cámara 1ª , que éste (el
despido), es el que origina la responsabilidad.
De allí, que puede concluirse que la disposición del Articulo 91, 2ª Parte, genera un nuevo
beneficio para los familiares del trabajador que debe ser abonado por el patrono en los
casos de fallecimiento, al margen a los dispuesto por las leyes de seguridad social y como
una forma de hacer frente a los gastos inmediatos que acarrea un hecho de esta naturaleza,
y en especial en nuestros días.
* Situación surgida de la interpretación contradictoria de la segunda parte del artículo 91
del Código del Trabajo.-
1 Abogado. Camarista en lo Laboral. Profesor Titular de Derecho Laboral de la U. C.
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Sócrates (Siglo IV A. C.) fue el primer filósofo que tuvo un método para filosofar y lo
denominó Mayéutica. El método consistía simplemente en hacer interrogaciones sobre la
esencia de los objetos a las personas que él pensaba le darían respuestas correctas. Si la
contestación no era del todo satisfactoria, ella era perfeccionada acicateada por otra
pregunta hasta llegar, lo más posible, a captar la esencia o el logos de los objetos. Era su
preocupación, pues, definir a los objetos percibidos en su esencia. El logos socrático pasó a
ser el verbum latino y, finalmente, el concepto para la lengua española. El concepto, por
tanto, implica una definición y ésta, a su vez, posibilita la captación de otras y la
construcción del pensamiento. En el Derecho, la diferencia en la percepción de los
conceptos origina doctrinas distintas y la elaboración de leyes igualmente difíciles. Por lo
dicho, no resultará ocioso tratar de llegar a aprehender la esencia de los conceptos menor y
niño empleados en el Código del Menor y en la Convención sobre los Derechos del Niño
respectivamente.
El artículo 1 del Código del Menor reza: 'Este Código regula los derechos y garantías de los
menores desde su concepción hasta la edad de 20 años cumplidos, en que termina la
minoridad y comienza la mayoría de edad'. Tal como puede apreciarse, la norma se limita a
especificar la materia que regula el Código, es decir, los derechos y garantías de quienes no
han llegado a la mayoría de edad. Por otra parte, el artículo 223 del citado cuerpo legal
establece que: 'La protección judicial de menores estará a cargo de los Juzgados y
Tribunales y de los Agentes Fiscales de Menores... En consecuencia, podría definirse como
menor a quienes, por no haber llegado aún a la mayoridad, requieren de la protección
judicial.
Paralelamente, el artículo 1 de la Convención sobre los Derechos del Niño estatuye cuanto
sigue: 'Para los efectos de la presente Convención, se entiende por niño todo ser humano
menor de 18 años de edad, salvo, que en virtud de la ley que le sea aplicable, huya
alcanzado antes la mayoría de edad'. Entonces, la Convención define como niño al ser
humano con menos de 18 años. La similitud entre el Código y la Convención es que en
ambos la conceptualización se halla referida al factor cronológico de la edad y la diferencia,
notoria por cierto, radico en los términos ser humano que la Convención contiene, ausentes
en el Código.
Respecto a la diferencia, al margen de las consideraciones que anteceden, con alguna razón
podría decirse que carece de relevancia ya que el ser menor o niño, implícitamente conlleva
como sustrato al ser humano. Sin embargo, aún admitiendo como verdad este
razonamiento, no puede negarse que uno u otro concepto evocan imágenes no coincidentes.
Así, cuando se hace alusión a los niños, sin esfuerzo la mente focaliza la imagen de
pequeños todavía con el candor de la inocencia. En cambio, la franja de menores, a más de
ser difusa, de su misma expresión queda visualizada una especie de adherencia con la
incapacidad (por ser menor) y, al mismo tiempo, con la capacidad que no tienen los niños.
El titular de un medio periodístico, elegido al azar, ayudará a entender la idea: MENOR DE
16 AÑOS VIOLA A UNA NIÑA DE 10. Informaciones como ésta, en letras de molde, son
muy comunes y revelan con muda elocuencia que la propensión natural que anida en el
modo de pensar del común de las personas es que un niño no podría realizar semejante
hecho punible, pero el menor sí. Esto significa que al mediar un hecho punible, ya el
concepto menor se desprende del concepto niño, por lo menos y en principio, en lo respecta
a la opinión forjada por los no entendidos en la materia.
Se ha podido constatar, por tanto, de qué manera los conceptos menor y niño, sutil e
imperceptiblemente representan en al mente y en la actitud de las personas categorías
diferentes de seres humanos. En puridad, resulta comprensible que sea así teniendo en
cuanta que históricamente y desde el punto de vista civilista, el término menor se ha
consolidado por la contraposición al mayor de edad, no así el término niño, introducido
como concepto con significación jurídica a través de la Convención y que requiere ser
explicitado para ser captado correctamente.
En este orden de ideas, vale la pena recordar que el Código del Menor fue promulgado el
18 de diciembre de 1981, vale decir, estando aún vigente el Código de Vélez (Código Civil
anterior).En éste, se define como personas de existencia visibles a los entes que presentasen
signos característicos de humanidad, sin distinción de cualidades o accidentes (art. 51). Por
consiguiente, no sería aventurado concluir que el menor, desde la óptica del mencionado
Código, sea también un ente (lo es o existe), como sustancia de persona. El menor, pues, es
un ser que tiene entidad pero cuya existencia es estática en el sentido de ser percibido con
carencia de potencialidad. Efectivamente, si se repara, por ejemplo, que en ejercicio de la
patria potestad el padre tenía la atribución de elegir la profesión de su hijo (art. 265) o la de
hacerlo detener en un establecimiento correccional con la intervención del Juez (art. 278) la
deducción que fluye es que la única apetencia del menor era la de llegar a la mayoridad
para poder ejercer en plenitud todos sus derechos.
Frente a esta percepción del menor como ente, se contrapone el niño de la Convención.
Recordando la imagen que proyecta este vocablo, con facilidad el pensamiento relaciona al
niño con cambios que van desde el período de lactancia, del gateo al caminar, de los
balbuceos a las palabras primeras, pasando por la edad escolar y secundaria para, en
definitiva, elegir una carrera o profesión en la vida. Obviamente, estos cambios reflejan al
ser humano en su evolución en cuyas etapas afloran apetencias que no pueden ser
ignoradas, derechos que deben ser protegidos. El niño, por tanto, es el ser humano que vive
y crece en el menor. Es éste, precisamente, el concepto que la Convención aspira que se
consolide con el tiempo.
En este sentido, cuando la Convención reconoce al niño el derecho a dar su opinión en todo
asunto que le concierne en cualquier procedimiento judicial o administrativo (art. 12), a la
libertad de expresión, de pensamiento, de conciencia y de religión (art. 13 y 14), a la
libertad de asociarse y de reunirse (art. 15), a que se respete su privacidad (art. 16) y a la de
informarse (art. 17) por citar algunos de los derechos enunciados en aquella, lo que se
pretende es que el niño sea intuido como sinónimo de dinámica, de potencialidades. La
acentuación en el reconocimiento de estos derechos puede ser abonado por el más
elemental estudio psicológico que podría demostrar, sin mayores inconvenientes, la
conexión entre las distintas etapas de crecimiento y las potencialidades que emergen en
cada una de ellas. Es más, igual conclusión la pueden dar los padres que dentro de sus
posibilidades tratan de proporcionar a sus hijos la alimentación, el estudio y la recreación
que estén acorde a su edad.
Dentro de este contexto, cuando en el artículo 8vo. del Código del Menor se reconocen en
sus diferentes incisos los derecho que a todo menor corresponde, el enunciado contenido en
ellos refleja al menor como ente. En efecto, el de gozar de la protección prenatal y el nacer
en condiciones adecuadas con la debida asistencia sanitaria (inc. 'a'), el de recibir cuidados
y la asistencia médica necesaria (inc. 'b'), a recibir alimentación, educación, alojamiento y
vestimenta (inc. 'c'), a tener padres responsables, conocerlos y ser reconocido por ellos (inc.
'g'), a heredar a sus padres (inc. 'j'), son derechos que en realidad corresponden a cualquier
ser humano, pero no contemplan las potencialidades en las que la Convención hace
hincapié. En otros términos, la Convención insiste en aquellos derechos no establecidos
expresamente en el Código del Menor, pero que se hallan implícitos en el mismo como los
expuestos con anterioridad, convirtiendo al niño en sujeto de derechos (ejemplo: El derecho
el niño de ser oído en todo asunto que le concierne).
En síntesis, el concepto menor a dado lugar, por razones de historicidad, a una doctrina en
la que su protección sólo podía ser concebida con la intervención del Poder Judicial. En
efecto, el Código del Menor no podía sustraerse a la realidad de su época, realidad en que el
autoritarismo que significaba el ejercicio de la patria potestad, herencia del Código de
Vélez, estaba en consonancia con la forma en que se ejercían los Poderes del Estado y en la
que el Juez de Menores debía actuar como un padre de familia sustituto. En cambio, el
concepto niño y, por ende, la Convención, con una visión amplia fundada en la integralidad
de la vida del ser humano, extiendo la protección a otros niveles, separando los problemas
sociales de los netamente jurídico, restringiéndose la función del Juez dentro de los límites
propios que incumben a las cuestiones de carácter litigiosas.
1 Abogado. Doctor en Ciencias Jurídicas. Miembro del Tribunal de Apelaciones de lo
Tutelar y Correccional del Menor de la Capital.-
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"LA ÉTICA DEL ABOGADO"
Fabricio Javier Demestri Felip
Tema: Miscelaneas
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Consciente de la escasa relevancia que se brinda en la sociedad actual, sobre todo en este
país, aun tema de tanta trascendencia y que lamentablemente, es dejado de lado de
sobremanera aún en el derecho -gravísima situación-, la ética impone la tarea de al menos
'recordar' cual debería de ser la manera idónea de comportamiento, razonamiento y
conducta de la abogacía, de la cual un famoso procesalista refirió que 'es la más noble de
todas las profesiones o es el más vil de todos los oficios'. Es así que, el tópico, se torna
delicado y sumamente significativo, en cuanto que la profesión debería ser un constructo de
formación teórica y práctica sustentada en ella y nunca en su desmedro.
Al decir de DIAZ DE GUIJARRO, los abogados conjuntamente con los jueces tienen la
misión de constituirse en 'Instrumentos de la paz social... y la realización del derecho', lo
cual con pesadumbre, más basado en una óptica realista, opino que está lejos de darse
contemporáneamente en nuestros 'poluídos' tribunales, llegando a consagrarse aquellos
como instrumentos de la intranquilidad social y la inseguridad jurídica.
Resultado de ello, se refleja en el vulgo, como victimario activo de la ley, cuya violación
sistemática es fruto del escepticismo respecto de su aplicación equitativa o, como víctima
pasiva de la ley, cuando ella sólo responde a intereses personales de los asesores legales o
magistrados. Éstos últimos, esforzados en razón del beneficio posible o probable,
desposeyendo de la justicia de la causa o de la pasión por la defensa de los justo como
parámetro en la práctica de sus tareas, dando como resultado una patética dualidad de
justicias: Justicia para los pobres y Justicia para los ricos, con todos los desastrosos e
inevitables corolarios que acarrea para el país entero, específicamente sobre el poder
judicial.
Con sumo respeto para quienes ya han pasado por mucha más práctica de la ley y han
transitado largas distancias en el apasionante trajín del derecho, resultando tanto el
encabezamiento como el cuerpo de este escrito una utopía o una mera irrealidad plasmada
en letras, o incluso para algunos, en obra de ciencia ficción; me propongo firmemente llevar
adelante, dar vida y aplicación a esta monografía basada en algo tan imperecedero como el
cosmos, aun pecando de idealista, fruto de mi juventud e inexperiencia. El desánimo nunca
podría apoderarse de algunos profesionales y alumnos que sustentamos o peleamos por
mantener siempre en alto las banderas de la honestidad y lucha contra la corrupción, como
armas cardinales para el desarrollo y crecimiento de nuestro apreciado y magullado
Paraguay. Golpeado a causa del sometimiento y apatía, en que, en todos los ámbitos que día
a día tanto el ciudadano común como el profesional, especialmente de la justicia, viven y
absorben, fundando su desgano para el cambio de estructuras en el 'circulo vicioso' o 'El
poder omnipotente del sistema', siendo que todos somos partes del sistema, somos partes
vivientes e impulsoras de aquel círculo vicioso que no tiene razón de ser si nos dedicamos a
procurar su quiebre, quizás con muchos obstáculos, pero siempre iluminados por el camino
de la razón y la moral, materias en absoluto disímiles o carentes de complementación,
estructura vital y mínima en nuestra vida profesional y noble fin y aspiración para nuestra
vida toda.
En su expresión etimológica, nos encontramos con que el vocablo ética proviene del griego
éthos, cuya significado es costumbre. Su analogía con la moral deriva de que la última es
una generalización del latín mores, que tiene igual significado a la primera.
En materia filosófica la ética y la moral se definen como: sistema de normas morales en que
se funda el comportamiento humano o actitud o forma de vida propia de un sujeto,
determinada por su escala de valores; y la ciencia que trata del bien y de las acciones
humanas en orden a su bondad o malicia, respectivamente.
Las leyes morales son principios básicos que deben regir la conducta del ser humano, y a
pesar de las diversas variaciones que estos principios tuvieron a través de los tiempos y los
diversos lugares donde se suscitaron, algunos han adquirido carácter casi universal, así
como la honradez, justicia, sentido del deber, etc.
Partiendo de Aristóteles, que formalizó los problemas por ser tratados en lo sucesivo por las
diversas escuelas, que de manera breve y concisa, debido a la naturaleza del trabajo trataré
de describir, no debemos olvidar a Sócrates, Platón y Demócrito, quienes buscaron los
motivos por los cuales los hombre debían comportarse de determinada forma, tras lo cual
aparecen escuelas, cuyas bases comunes eran el intento de hallar el fundamento de la ética
en la naturaleza, intento de jerarquizar los valores de aspiración del ser humano; e inclusive
buscaban la tranquilidad del ánimo y que con ello prime la existencia práctica sobre la
teórica.
Con el neoplatonismo se mixturaron ideas de Platón, Aristóteles y los estoicos, pero la gran
revolución de la concepción ética vino con la cristianización de este concepto, que asimiló
lo verdadero con lo bueno, y adoptó todos los pensamientos helenísticos que eran
compatibles con ella, especialmente los principios de los platónicos y estoicos, es decir hizo
una especie de depuración de todas las filosofías éticas que se habían desarrollado hasta ese
momento, posterior a una completa absorción de lo ético en lo religioso, creando una ética
teónoma, fundamentando los principios morales en Dios.
Desde el siglo XIII, época en que culminó la asimilación de la doctrina aristotélica, la
doctrina cristiana también tuvo sus variantes, sobretodo con el advenimiento del
Renacimiento. Descartes, Spinoza y otros desarrollaron sus ideas a través de los siguientes
cuatro siglos. Las recientes estructuras que se generaron a partir del Siglo XVII,
conjuntamente con las transformaciones en las relaciones sociales, dieron pie al desarrollo
de las doctrinas de Maquiavelo, Hobbes (positivismo moral) y otros, que motivaron
reformas en múltiples aspectos tales como la cuestión del origen de las ideas morales,
problemas sobre la libertad frente al determinismo y de la ley moral frente a la ley natural.
En la actualidad hay muy diversas doctrinas que discuten sobre temas éticos, siendo el
principal, la esencia de la ética. Con respecto a ello existen dos posturas, la ética formal,
expuesta por el racionalismo Kantiano, y la ética material. La primera habla de principios
morales como postulados (Dios, libertad, inmortalidad del alma, etc.), absolutamente
válidos a priori, ya no como fundamentos. En la segunda, Müller distingue en ética de los
bienes que se basa en un hedonismo, utilitarismo o búsqueda de la felicidad, según la cual
la bondad o maldad del acto proviene de la adecuación de la acción al fin previsto de
antemano, el fundamento puede estar en el placer (Epicuro, Diderot), en la utilidad
individual (Bentham), interés social (Locke, Puffendorf), en suma, fundamentada en el
placer o interés individual o social; y en contraparte está la ética de los valores, cuyo
representante más ilustrativo es Max Scheller, que es una amalgama de elementos formales
y materiales. La característica principal de esta última es el objetivismo, por el cual el valor
moral consiste en realizar un valor positivo sin sacrificar los valores superiores, siendo un
'apriorismo moral material', según palabras del mismo Scheller.
Al respecto de la relación con el derecho, una vez sistematizado el fenómeno de la ética con
la filosofía helénica, nace ella como la doctrina de las costumbres o actos, fundados en
principios creados para y por el hombre como vinculantes superiores a la conducta objetiva
de todo ser humano. A través de una evolución de la palabra ética, se asoció su contenido
con algo más restringido, es decir, aquel comportamiento moral y por supuesto, dentro de
éste, al comportamiento jurídico. Se lo retrataba entonces como lo honesto, lo probo, lo
bueno; en fin, lo justo.
Dos son, según el DR. JUAN CARLOS SMITH las significaciones que se confieren al
vocablo: 'a) En un sentido amplio al término ético alude, con función adjetiva, a los actos
humanos, a sus objetivaciones y a las normas referibles a los dos órdenes de conducta
fundamentales en la vida plenaria del hombre: el Derecho y la Moral; y b) En un sentido
estricto el vocablo ética refiérese, con la misma función adjetiva, a los actos humanos, a sus
objetivaciones y a las normas que constituyen determinado sistema de conducta moral. En
este sentido la Ética se integra única y específicamente con la Doctrina Moral'.
'Derecho y Moralidad son ambos fines totales de la vida humana, lo abarcan todo, es el bien
la materia prima de ambos'. Me he querido referir a esta frase de LEOPOLDO ALAS,
aplicando la moralidad de la que él habla mas bien en el campo profesional, es decir, en
cuanto aspiración primera de al menos cumplir con esa regla anterior y superior al hombre,
en una perspectiva de la vida íntegra de un abogado. No propongo con ello una dualidad
moral, una especie de doble faz entre la moralidad de la vida privada y de la vida laboral,
sino que más bien destaco que toda persona, en este caso el abogado, podría emprender la
aplicación de la ética en su vida, a través del trabajo, sin perjuicio de una ulterior
concepción ontológica moral que lo lleve a comportarse conforme los valores morales en su
vida plena.
Esta suscinta exposición histórica del pensamiento y fundamentación sobre la moral,
permite adentrarnos de lleno en las proposiciones que deben acompañar a cada abogado a
través del ejercicio del derecho durante toda la vida, de manera tal que sean reglas estrictas
de comportamiento ante cualquier causa, colega, instancia, magistrado, cliente, etc.,
sintetizadamente, ante cualquier diligencia jurídica que se le presente, puntualizando sobre
lo concreto respecto a la ética, dejando un tanto de lado la filosofía y enmarcándose a la
vida cotidiana y práctica del derecho.
El abogado ante todo, como la generalidad de los demás profesionales, debe comportarse
conforme la buena fe, la honradez, la lealtad y la dignidad profesional. Conceptos todos que
venimos repitiendo desde las aulas universitarias, incluso colegiales, pero que
penosamente, quedan en los textos, en las enseñanzas de las materias de formación ética, o
tal vez en las hojas de exámenes, pero casi nunca en la práctica y en el ejercicio mismo de
la abogacía.
Se habla del buen abogado como aquel que posee lucidez en el ingenio, tenacidad en la
disputa a cualquier costo, entiéndase por lo último, que aunque el caso defendido sea
eminentemente inmoral e injusto o no existan medios idóneos para demostrar lo sostenido,
'se las arregla' con el objetivo de obtener la victoria de su parte. Cuando que el buen
abogado es simple y complicadamente aquel que posee rectitud en la conciencia, premisa
que desarrollaremos más adelante al hablar de la ética del abogado respecto al cliente.
Delimitaré al funcionario judicial común, tanto abogados como estudiantes, sin incluir a los
magistrados. Ya desde el comienzo como practicantes en los Tribunales o en estudios
jurídicos, se hacen indispensables los 'contactos', de manera a que sin ellos, las gestiones se
hacen más lentas, difíciles, y hasta imposibles, en algunos casos extremos. Aunque no
condeno la apertura y el grado de correspondencia al trato amable de cualquier individuo
que cortésmente tramite algún negocio, quisiera remarcar que ello puede suceder toda vez
que no vaya en detrimento de la ley o de la contraparte. El deber moral y la obligación
laboral en este caso van de la mano, con lo que queda consolidado que aquel funcionario
que no cumpla con sus deberes en igualdad de condiciones para todo aquel que lícitamente
solicita un trámite burocrático esencial para el desarrollo del proceso, no sólo está faltando
a su obligación ética de trato igualitario, sino que no realiza su cometido desde el punto de
vista laboral y en algunos casos puede estar yendo contra las leyes. El objetivo no es
dramatizar sobre lo que acontece en la actualidad en los tribunales; sino llamar a conciencia
de la generalidad, con el propósito de evitar que la venalidad siga siendo moneda corriente
en esta institución.
Debemos dejar de lado las animadversiones hacia ciertos picapleiteros, tratando con la
misma prontitud, voluntad y diligencia como a nuestros mismos camaradas,
correligionarios, parroquianos, compinches, amigazos, -o cualquiera sea la denominación
de aquellas personas, objetos de nuestro 'trato preferencial'-, pese a que no seamos
compensados con agradecimientos, o inclusive hasta seamos correspondidos con agravios y
recriminaciones. Nuestra satisfacción encontrará reposo en los méritos de una labor bien
desempeñada. Sin privilegios ni amiguismos, que tiñan en algunos casos de inmoral nuestra
función judicial.
En este punto relativo a la actuación ante los organismos jurisdiccionales donde se hace
más necesario insistir en la moralidad del abogado. 'Nunca ni por nada es lícito faltar a la
verdad en la narración de los hechos...Cuando haya, en relación a la causa que se defiende,
argumentos que induzcan a la vacilación, estimo que deben aducirse lealmente...porque
contribuyen a la total comprensión del problema...', acota ANGEL OSSORIO, agregando
que aquél que faltase a su deber, escudado por la impunidad que le confiere su función,
'tiene gran similitud con un estafador'.
Teniendo en cuenta que existen profesionales chicaneros, que han desarrollado todo un
mecanismo de abusos, dilaciones y deslealtades en el procedimiento, es recomendable
equilibrar la situación con la actuación honesta, enmarcada en la veracidad, no aconsejando
conductas fraudulentas, evitando las remisiones doctrinales o jurisprudenciales
tendenciosas y cualquier acto procesal que atente contra la clara, buena y recta
administración de justicia, no solo por parte del juez, sino también por parte de cualquier
funcionario judicial, susceptible de confusión.
Cabe destacar que en otros países, los códigos éticos imponen sanciones pecuniarias con el
fin de aplacar este tipo de conductas maliciosas y condenar fuerte y sistemáticamente al
abogado cuya conducta desvirtúa el óptimo rendimiento del proceso y la función
jurisdiccional. Aunque penosamente, debemos destacar que muchas veces estas normas son
letra muerta, por el poco interés que demuestran los jueces en aplicar este tipo de castigos,
meros espectadores, en algunas ocasiones, amparados bajo el superado argumento de que el
proceso civil es una pugna de pretensiones sólo de interés para las partes y es a ellas a
quienes interesa y no al Estado, representado por el juzgador, que prevalezca la verdad y se
sancionen los actos contrarios a la buena fe procesal.
Es loable gozar de un código ético, más si la aplicación es vaga y casi no efectiva, habría
que preocuparse en buscar modos para hacerlo más eficaz, y no contentarse con normas de
carácter meramente declarativas. Claro está que en nuestro caso tendríamos que dar el
primer paso con la elaboración de anteproyectos, cotejados, tomando en cuenta lo recién
acotado, con la realidad y el grado de aplicabilidad en función a crear un instrumento apto
para el desarrollo moral y profesional del abogado.
EL ABOGADO Y EL CLIENTE
Antes que nada, incumbe considerar que los abogados deben tener una total independencia
de su cliente, razón por la cual, no debe éste poder influir en lo más mínimo sobre las
actuaciones del profesional, ni ser una especie de supervisor ni fiscalizador de ellas. Todo
esto, obviando la lógica relación de comunicación que debe existir y la discusión sobre los
posibles caminos por seguir, en caso que se den opciones lícitas como solución al asunto
concreto.
La ética entra a tallar entonces al pretender implantar, como regla que el abogado, al verse
ante cualquier situación de subordinación o vinculación respecto al cliente que no le
permita plantear la causa a su forma por existir contraposición entre la voluntad de uno y
otro, deba apartarse y abandonar el caso que se le propone, con miras a evitar hacer mella
en su independencia.
El Artículo 8 del Código Ético Venezolano expone que: 'El Abogado en ejercicio de su
profesión deberá conservar su dignidad e independencia; estas son irrenunciables e
incompatibles con toda ocupación que obstaculice. No deberá aceptar sugerencias de su
patrocinado, representado o asistido que pueda lesionar su honorabilidad. El Abogado hará
respetar su independencia frente a los poderes públicos, los magistrados y demás
autoridades administrativas frente a las cuales ejerza su ministerio, y actuará siempre
conforme a su conciencia, rechazando todo lo que contraríe a la justicia y a la libertad de la
defensa'.
Otro gran jurista, resuelve este problema en su obra 'El alma de la Toga', en donde al
respecto del dilema sobre la moralidad intrínseca del negocio, opina: '...a nuestro criterio
hemos de atenernos y sólo por él nos hemos de guiar...', con lo que queda en diáfana
claridad, que será malo que defendamos lo inmoral o injusto como moral o justo, salvo que
erremos de buena fe, acorde con nuestra conciencia, por lo cual debemos permanecer
sosegados.
ANGEL OSSORIO, en la misma obra, habla además de supuestos que no muy extraña vez
se dan en el cotidiano ejercicio de la profesión. Tales supuestos emergen con sendas
soluciones, que el mismo autor propone y que serán plausibles de paráfrasis en las
siguientes líneas.
Es una regla fundamental de la ética profesional el respeto entre abogados, que aspira a
exigir fraternidad y no dejarse llevar por la confrontación de las partes, sus representados.
Y es que, es un precepto consagrado más que por la ética, por el sentido común, que los
clientes y no los Abogados son los que están en litigio, debiendo evitarse escrupulosamente
todo personalismo entre ellos, por ejemplo al ventilarse una causa, es indecente aludir a la
historia personal o a las particularidades o idiosincrasias personales de los Abogados de la
otra parte.
Por otra parte, estrictamente se deben cumplir los acuerdos entre Letrados, aunque no
consten por escrito; ya que el honor profesional, tan abandonado hay en día y tan
importantes para el manejo diario, obligan a ello. El apremio del cliente impetuosos o
exigente, jamás podría ser causal para faltar a las reglas de caballerosidad y decencia.
Quedan por considerar unos preceptos, los cuales podrían constituirse alguna vez como
guía para la elaboración del Código Ético Paraguayo en base a una investigación de
legislaciones o códigos éticos como el panameño y el venezolano, que lógicamente surgen
como esenciales, en función a todo lo desarrollado.
1-. Actuar con probidad, honradez, discreción, eficiencia, desinterés, veracidad y lealtad.
3-. Mantener en todo momento el respeto a su dignidad como persona y como profesional.
6-. Evitar:
* Divulgar, violando el secreto profesional cualquier confidencia hecha por el cliente o por
terceros.
* Permitir que sus servicios profesionales sean controlados o explotados por alguna persona
natural o jurídica.
* Descubrir algún fraude que afecte al Tribunal o una de las partes sin rectificarlo o tratar
de hacerlo.
* Publicar o hacer declaraciones por cualquier medio, en relación con sus litigios presentes
o futuros.
CONCLUSION
Es por ello que todo el Derecho caería por tierra y la justicia se tornaría en ley de la selva,
en la cual el más poderoso se impondría al más débil, si dejáramos de lado esa vital materia
que constituye el eje del mundo, del hombre y del propio fin del derecho: la ética.
1 Alumno del 3er Curso 1ª Sección. Facultad de Ciencias Jurídicas y Diplomáticas. UCA
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>'...Y NO DARÉ ninguna droga letal a nadie, aunque me la pidan, ni sugeriré un tal uso, y
del mismo modo, tampoco a ninguna mujer daré pesario abortivo, sino que, a lo largo de mi
vida, ejerceré mi arte pura y santamente...' reza el juramento atribuido, por la generalidad,
al Padre de la Medicina, Hipócrates, médico que vivió en la Magna Grecia entre los años
460 y 377 a.C., y por estudios recientes a una de las escuelas presocráticas: la Pitagórica.2
ASPECTOS ETICOS
Analizar el contenido moral de una determinada situación es, en pocas palabras, estudiar
los valores que la rigen éticamente.-
El estudio de la eutanasia desde una perspectiva moral nos interesa para determinar los
criterios éticos que llevan a su reconocimiento o repudio por parte del derecho.-
Desde un punto de vista ético, la muerte puede ser estudiada como tal, es decir, la ética del
morir, o bien, la ética de la muerte en cuanto decisión humana y libre. La eutanasia está
circunscripta en este último concepto: la muerte en cuanto decisión.-
Según Marciano Vidal 'el contenido ético del morir se resume en la realización de dos
valores: el respeto a la vida humana y la exigencia ética de muerte digna de la persona'.4
Los dos valores referidos por el autor son aquellos dentro de los cuales se ubican las
respuestas de la ética de la muerte en cuanto decisión:
* por una parte, a abreviar deliberadamente la vida del enfermo en su fase última, -
eutanasia -, y,
* por otra, a prolongar de forma indigna, inadecuada, inútil y penosa, la vida del enfermo
en su fase última - distanasia - .
El equilibrio entre los dos valores indicados nos ubica en la ortotanasia , que se erige como
la situación humana ideal, por la cual, digna y libremente, se decide asumir la muerte
inminente.-
Como se ve claramente en todos los conceptos dados, nos centramos en las personas que
padecen enfermedades terminales. No están incluidas las demás situaciones límites que
enseñó Karl Jasper. Objetamos de raíz las posturas que pretenden incluir dentro de la
eutanasia el acabar con una vida por inutilidad - ancianos o discapacitados-, razones
económicas , sociales, y semejantes. Estas situaciones no pueden considerarse eutanasia y
se tipifican como homicidio.
Para algunos moralistas, la eutanasia pasiva debe ubicarse dentro de los esquemas de la
adistanasia, dejando el término eutanasia solo para la llamada eutanasia activa - directa o
indirecta -
- el peligro de arbitrariedad por parte de los que detentan el poder (político, económico,
etc.) Recién hace 60 años, que la Cancillería del Führer, Adolfo Hitler ordenaba: 'Quedan
autorizados para disponer cuanto sea necesario, a fin de que los enfermos considerados
incurables, a tenor de los conocimientos actuales, se les puede eliminar físicamente para
poner fin a sus sufrimientos'10
- la concepción cada vez más utilitarista de la vida del hombre - son inútiles los ancianos,
los minusválidos. Para la utilitarista Barbara Smoker ' distintos principios luchan para ser
los mas importantes, de acuerdo con la relevancia que tenga en las especiales circunstancias
de cada caso y de lo que para cada persona sea prioritario'.11
Como sostienen Luna y Salles, los argumentos en contra de la eutanasia esencialmente '
tratan de fomentar el valor de la vida' señalando 'la necesidad de evitar posibles abusos'12.-
Para nosotros, el valor de la vida esta sobre cualquier otro valor y solo encuentra límite en
el derecho a morir dignamente, en paz, privado de dolores y angustias innecesarias y
vejatorias. La benemortasia u ortotánasia se erige en la situación ética ideal del morir , en la
que se integra el valor de la vida humana y el derecho a morir dignamente, en otras
palabras, nadie tiene el derecho de acelerar la muerte de un enfermo , ni el prologarla
artificialmente en contra de su voluntad.
El Prof. Germán Bidart Campos expone que 'el juramento hipocrático del médico a favor de
la vida no puede exhorbitarse hasta el extremo de desinteresarse o prescindir de la voluntad
del enfermo, porque todo esmero y todo deber - ético y jurídico - del galeno debe respetar
la dignidad, la intimidad, y la decisión autorreferente de la persona que se halla a su
cuidado'.-13
Asimismo y de manera breve y contundente, López Azpitarte sostiene que 'aprender a dejar
morir en paz, sin que ese momento se dificulte aún más con métodos y actuaciones que no
tienen ya ningún sentido terapéutico'.14
Precisamente a ese respecto, Vidal argumenta que ' el derecho del hombre a morir
dignamente supone una serie de diligencias que han de ser realizadas sobre todo por parte
de la sociedad ' y señala las siguientes como las más decisivas:
'Atención a moribundo con todos los medios que posee actualmente la ciencia médica: para
aliviar su dolor y prolongar su vida humana.
No privar al moribundo del morir en cuanto 'acción personal', el morir es la suprema acción
del hombre.
En síntesis, ratificamos nuestra postura ortotanásica, en la que todo médico está obligado a
preservar la vida del enfermo terminal utilizando los remedios que ofrecen una comprobada
y razonable esperanza de cura y salvación, pero nadie está obligado a suministrarle
tratamientos que le hagan padecer dolores y vejámenes comprobados y cuyos resultados
son dudosos.
ASPECTOS FILOSOFICO-JURIDICOS.-
Al inicio sostuvimos la existencia de criterios morales que deben contener las leyes. Como
enseña Vigo ' sostener que el derecho nada tiene que ver con la ética, implica afirmar que la
realidad jurídica resulta ser un engendro amoral o inmoral en el que los suyos y los débitos
se fijan arbitrariamente y sin razones objetivas'16.-
Entonces, después de afirmar que la ortotanasia es la situación ética ideal, nos cabe
plantearnos si la solución ortotanásica puede ser considerada como un derecho en sentido
propiamente jurídico.17-
A fin de analizar la cuestión debemos aclarar que nos adherimos al realismo que sostiene
que el derecho es ' la cosa justa'. Lo que Aristóteles denominó dikaion - lo justo - . Por su
parte, Santo Tomás de Aquino definió al derecho como ' la misma cosa justa'- ipsa res iusta
-18. Y en este sentido, en el Paraguay nos enseña el Dr. Secundino Núñez, que ' no es el
zapatero, es decir la ley, la medida del zapato sino los pies del hombre que hace uso del
calzado. Ius es res justa'19 .
'El derecho, para la concepción realista, tiene que ver con lo justo, es propia, formal y
esencialmente la conducta justa, o sea la operación rectificada por la justicia, y sólo por la
referencia o vinculación que una realidad puede guardar con lo justo, le corresponderá el
nombre de jurídica. El derecho es propiamente lo justo debido por alguien a favor de otro,
por necesidad legal y con estricta igualdad, y en consecuencia, la juridicidad de una
realidad dependerá de que en ella podamos verificar dicha esencia del derecho'20 .-
Según Massini Correas - siguiendo la línea tomista - lo jurídico se constituye en el principal
análogo del derecho21,y , entonces, al compartir esta corriente, podemos decir que el
derecho como tal, es un valor que se determina por la adecuación coherente de las normas
generales a las sinuosidades del caso concreto.-
En síntesis, como enseña Blanco, la solución ética dada, constituye el 'derecho con el que
cuenta todo ser humano para elegir o exigir, para sí o para otra persona a su cargo, una
muerte digna, en términos ortotánasicos'22.
La Ley 1160/97 derogó el Código de Teodosio Gonzalez y sancionó la vigencia del nuevo
ordenamiento penal. En este sentido, es dable decir, que la legislación penal ha sufrido
grandes transformaciones, lo que nos permite afirmar que no solo se derogó un código,
sino, en mayor medida, se reestructuró por completo el sistema penal paraguayo,
orientándolo en varios institutos y figuras jurídicas hacia conceptos penales desconocidos,
distintos o ajenos, hasta entonces, a nuestra cultura jurídico penal.-
Ciertamente, no debemos ahondar demasiado para afirmar que nuestro derecho repudia la
eutanasia, pero la ubica en una situación atenuante a las penas que corresponden al
homicidio doloso. En este sentido, el art. 105 describe que el que mataré a otro será
castigado con pena privativa de libertad de cinco a quince años.-
Ahora bien, los presupuestos que deben concurrir en conjunto para que nuestro derecho
juzgue la conducta del autor de la muerte de un enfermo como eutanasia son :
1-La víctima debe padecer de una grave enfermedad o tener heridas de igual magnitud. La
terminología no es del todo feliz, pues la palabra gravedad, según el mismo Código es más
amplia que un estado mortal inminente. Es de entender que la tendencia de nuestro derecho
en mitigar las penas de la eutanasia se extiende a situaciones próximas a esta, pero que no
llegan a reunir las reconocidas y contestes características de la eutanasia referidas a lo largo
de este trabajo.
En otras palabras, nuestra ley no solo no admite la eutanasia en el caso del enfermo que está
en estado terminal, además extiende el repudio a las demás lesiones descriptas en al art. 112
23,llegando al extremo de considerar, por ejemplo, gravemente herido al que se viera
reducido considerablemente y por largo tiempo en su capacidad de trabajo . -
Asimismo, el homicida, cuya conducta no reúna los presupuestos citados tiene otra válvula
atenuante en el numeral 1 del inciso 3° del art. 105, que estatuye que se aplicará una pena
privativa de libertad de hasta cinco años y se castigará también la tentativa cuando el
reproche al autor sea considerablemente reducido por una excitación emotiva o por
compasión, desesperación u otros motivos relevantes. Dejando con esta última expresión un
camino para ser arado en la práctica por los especialistas en el proceso penal.-
Si con la conducta referida concurren los agravantes del art. 105 se aplicará una pena
privativa de libertad de hasta diez años.-
Como factor positivo debemos decir que al estar expresamente tipificado el homicidio por
la súplica de la víctima no queda válvula de escape posible para sostener legalidad de la
eutanasia.-
La redacción del citado artículo es muy vaga y nos lleva a entender que posiblemente la
ortotanasia está penalizada. Basta con analizar que no es lo mismo para un médico que para
un hombre común salvar a alguien de la muerte para darnos cuenta que los auxilios que uno
y otro pueden proporcionar, y se les puede exigir y reprochar en caso de que no los den, son
distintos cuantitativa y cualitativamente. El galeno tiene extremas responsabilidades y el
crucial dilema de aplicar o no un determinado tratamiento.
Todos estos riesgos de una posible inadecuada aplicación de la norma se hubiesen evitado
con una redacción más clara.-
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'Las constituciones escritas copiaron las leyes de esos pueblos; pero eso no es traer sus
libertades. Las constituciones escritas en papel están expuestas a borrarse todos los días.
Las que no se borrar fácilmente son las escritas en los hombres, es decir, en sus costumbres.
La constitución inglesa no está escrita, y por eso vive y gobierna Inglaterra'.
'Pues nada podría ser mejor que vivir una vida modesta, simple y libre en una sociedad
igualitaria. Me tomó tiempo ver que esto no era más que un hermoso sueño; que la libertad
es más importante que la igualdad; que el intento de llevar a cabo la igualdad pone en
peligro la libertad; y que si se pierde la libertad, no habrá siquiera igualdad entre los que no
son libres'.
Karl Popper
Lo más notable del caso es que nuestro país conoció antes que la anarquía la dictadura, no
fue como el caso argentino que luego de su independencia se enfrascó en la guerra civil
permitiendo la asunción del poder al Brigadier Rosas. Lo curioso del Paraguay es que se
liberó externamente pero jamás lo hizo internamente. Tuvimos un dictador perpetuo, luego
inaguramos un gobierno constitucional, que no fue tal, ya que también fue una dictadura,
pero iniciamos un período de cierto progreso que si tal vez no se hubiera truncado con la
guerra del 70, podríamos haber llegado a la revolución liberal que hasta hoy nos hace falta.
No debemos olvidar que en la época de Don Carlos se empezó a promover la educación, se
trajo técnicos europeos y algunos privilegiados fueron becados a Europa. Todo esto hubiera
promovido un cambio de mentalidad a la larga, porque los estudiantes que estaban en el
exterior traerían consigo las ideas liberales en boga en aquella época, otro factor importante
es el crecimiento de la economía, que aparejaría la creación de una burguesía que poco a
poco ya no aceptaría el poder arbitrario y lucharía por limitar el poder público muy
concentrado en el ejecutivo como hasta ese entonces. Paraguay se estaba abriendo al
exterior y a toda apertura siempre buena, porque conlleva el intercambio y la competencia
no sólo en el terreno económico, sino también en el campo de las ideas tan importantes para
el desarrollo. Pero, la guerra grande interrumpió este proceso que quizás pudo haber
desembocado en una democracia liberal y no en una organización impuesta por los
vencedores con una constitución copiada condenada al fracaso.
Lo interesante del caso de Paraguay es analizar por qué nuestra independencia nos llevó a
la dictadura y no a la anarquía como en Argentina. En primer ligar tenemos que tener en
cuenta la distancia entre nuestro país y Buenos Aires, donde se gestaba la revolución de
mayo. Paraguay de ser la gran provincia había pasado a ser una región de segundo orden,
debido a su aislamiento geográfico por su falta de salida al mar, sus tierras no estaban del
todo explotadas con lo cual si bien no se vivía en la pobreza tampoco se conocía la riqueza,
la educación era precaria y no existía una elite intelectual. Podemos decir que la vida
colonial era tranquila, pacífica, sin intercambio cultural y sin inmigración ya que Paraguay
no ofrecía nada interesante, con lo cual se formó una sociedad estática, conformista, donde
no se conocía la innovación tan necesaria para el progreso, y se vivía en un monótono
letargo.
Otro dato importante es la influencia religiosa en el carácter del paraguayo, los indios
guaraníes pacíficos por naturaleza fueron rápidamente convertidos al catolicismo y llevados
a las reducciones donde se les enseñó el sometimiento y a trabajar mecánicamente, el
principio de autoridad caló hondo en su espíritu, esto sumando al sistema de encomiendas,
tenemos como resultado un individuo sin iniciativa totalmente sometido, igual a un esclavo.
La mezcla de ese indio con el español, (aventurero por naturaleza y más propenso a
disfrutar la riqueza obtenida por el descubrimiento de tesoros, que a trabajar para obtenerla)
quien también proveía de una sociedad cerrada, resistente al cambio (ni siquiera la reforma
protestante llegó a España) formaría el carácter del paraguayo.
Así transcurría la vida en el Paraguay, era una sociedad quieta y por ser católica era
dogmática (no olvidemos que durante años la Iglesia fue reacia la cambio y condenó todo
pensador o idea que contradijera sus 'verdades', confeccionando una larga lista de
pensadores, científicos y escritores que estaban prohibidos porque osaban contradecir sus
dogmas, otro dato que demuestra el carácter autoritario heredado de la fe católica es la
verticalidad organizativa de la Iglesia y la infabilidad del Papa, declarada por Gregorio VII:
'La Iglesia nunca ha errado y jamás podrá errar, pues ha sido establecida por Dios'). Y una
sociedad dogmática acostumbrada a hacer lo que se le dice, es decir; a no discutir, es el
campo propicio para dictaduras. Así llegó porque el paraguayo estaba preparado par un
gobierno así y no para una democracia. El dictador cerró el único lugar donde se la
practicaba (el Cabildo) y el país quedó sin lugar para el más mínimo diálogo político, el
discenso estaba prohibido, se acentuó en el paraguayo el principio de autoridad heredado
por el catolicismo y por el español. Hasta el día de hoy en nuestro país rige tal principio, es
fácil escuchar la condena social que tiene el estudiante cuando cuestiona a su profesor, por
parte de sus mismo compañeros 'cómo le va a discutir a un profesor, encima es Doctor,
luego'. Este comentario típico y aparentemente inofensivo encierra nuestro lado más
oscuro, 'nuestra cultura autoritaria', y lo que es peor, nuestra resistencia a la discusión, y a
aceptar todo, sólo porque lo dice un profesor, un Doctor, etc. En una sociedad abierta
ocurre todo lo contrario, siempre es bueno el cuestionamiento, la discusión, porque sólo en
el discenso se llega a la verdad. Mariano Grondona en su libro 'Las condiciones culturales
del desarrollo económico' nos da dos claros ejemplos históricos cuando nos menciona que
Galileo no pasó a la historia porque aceptó las ideas de su época, si no porque cuestionó lo
que se creía entonces, a Aristóteles no se lo recuerda porque repitió las enseñanzas de su
maestro Platón, es más, lo contradijo, no se quedó con 'es mi maestro luego'. En las
sociedades liberales se discute todo, hasta el valor de la libertad, en las sociedades
autoritarias, se acepta todo porque nadie se anima a pensar por sí sólo, a discutir su propio
destino.
Como podemos ver no era muy difícil que el Paraguay cayera en una dictadura no sólo una
vez, sino muchas veces y otras tantas cayó en la anarquía, nunca pudiendo salir de ese
círculo de dictadura - anarquía - dictadura.
Hasta ahora no pudimos construir una sociedad con bases sólidas para la democracia,
porque una sociedad dogmática que no acepta la discusión y no sabe discutir, cuando se
encuentra en un régimen de libertad donde afloran a cada paso las diferentes postura en
todos los ámbitos y en especial en el político, se llega al inevitable choque, y como no se
tiene la tolerancia para el discenso se produce la guerra civil, la anarquía, para luego, caer
en un salvador que nos prometa orden y paz que nos los proporcionará pero a costa de
garrotazos. Como vemos en nuestro caso la historia es cíclica.
En 1989 el país entró en un periodo que parecía iba a ser el definitivo, por fin la democracia
se impondría, treinta y cinco años de dictadura se dejaban atrás para construir un nuevo
país, la esperanza se cernía por todo Paraguay. Latinoamérica toda iniciaba su proceso
democrático, algunos con éxito como Uruguay, Brasil, Argentina, otros condenados al
fracaso como Ecuador, Paraguay, etc. La respuesta del por qué, en el caso paraguayo, es
simple. No se puede ser democrático si primero no se es libre u la libertad no puede ser
impuesta.
La libertad, concepto
Según Locke ella consiste en que cada hombre depende de la ley de la naturaleza y no de la
voluntad de otro hombre, lo importante es que no depende de otro. La ley natural que
distingue Locke tiene dos principios que son: 1- que no me destruya a mi mismo ni a mis
posesiones. 2- que no destruya a otro un a sus posesiones. Para Locke la palabra posesión
es en sentido amplio, abarca todos los derechos del hombre y no solo la propiedad privada,
como se puede llegar a confundir.
Por su parte Kant definía a la libertad como la capacidad de dictar mi propia ley. Como
vemos la libertad es autogobierno, es no depender de otro, sino de la ley, pero no de
cualquier ley sino de aquella que nosotros mismos en uso de nuestra libertad hemos
elaborado o aceptado basándonos en el orden natural existente.
Alberdi nos dice al respecto: 'la libertad es la primera necesidad del hombre, consiste en el
uso y gobierno de sus facultades físicas y morales que ha recibido de la naturaleza para
satisfacer las necesidades de la vida civilizada, que es la vida natural del hombre por
excelencia'. También distinguía tres clases de libertad: la individual, la política y la externa.
En Latinoamérica se había conseguido la externa, ya no se dependía del poder español, la
política se conseguiría un siglo después y la individual en muchos casos aún hoy no se
tiene. Los libertadores había conquistado la independencia de la corona por medio de la
espada y pensaban que de la misma forma se conquistaría la libertad interior, razón por la
cual los nuevos estados se enfrascaron en guerras civiles. Por eso Alberdi decía: 'nada sirve
esa espada para conquistar la libertad interior. En definitiva, la admiración por los
libertadores trajo a los caudillos'. Lo que nos quiere decir el pensador argentino en concreto
, es que en Latinoamérica se tuvo la libertad externa antes que la interior, cuando el proceso
tendría que haber sido al revés, por eso se les dice a nuestros próceres 'padres de la patria' y
a los Washington y Jefferson hijos de ella, o sea; la libertad de Estados Unidos es
consecuencia de la libertad de los norteamericanos.
La libertad en el Paraguay
En 1992 todas las fuerzas políticas del país promulgaron una nueva constitución pensando
que con ello cerraban un ciclo de la historia paraguaya, ahora viviríamos felices en un
estado democrático donde los votos decidirían quien gobernaría. Pronto el proceso se vería
asignado por la corrupción y por el fraude electoral, una vez mas pisoteamos las leyes que
supimos conseguir y el fuego intervino nuevamente para solucionar los problemas
suscitados en la república, desatándose los acontecimientos en el violento 'marzo
paraguayo', la incapacidad y la intolerancia política vencieron al espíritu esperanzado del
89.
Mientras la democracia sea en el país una mera palabra para usarla en los discursos
grandilocuentes en época de campaña electoral y las leyes no sean mas que letra muerta,
estaremos condenados al resurgimiento de futuros dictadores, ya que los políticos en su
incapacidad, primero para gobernar y segundo para solucionar sus diferencias, nos llevan al
borde de la anarquía y cuando el desorden anárquico se cierne sobre un país, se añora el
orden que es lo que nos proporciona seguridad, que en nuestro caso se relaciona con la
dictadura. La tesis de Hobbes se adapta perfectamente a nuestro país, en que el hombre es
lobo de hombre, por lo tanto el estado interviene para eliminar ese estado de naturaleza
(anarquía), en que todos luchamos contra todos, suprimiendo la libertad del individuo a
cambio del orden y de la seguridad.
Con el transcurrir de los años la idea de la intervención del estado en la vida de los
individuos iría evolucionando, ya no sería como pensaba Hobbes para eliminar el estado de
naturaleza sino para proteger a los menos favorecidos por el sistema económico. El
Paraguay no estaría ajeno a esta corriente, y aún sin haber conquistado la libertad individual
y menos la política haría suya la idea del estado intervensionista en aras del bienestar
social. Para una mayor comprensión es importante saber en que consiste esta nueva
concepción del estado, como se introdujo en nuestro país y finalmente como quedo la
libertad avasallada ante el avance de dicha doctrina política.
Del estado social
Aquí hay que señalar algunos errores. Si bien el liberalismo sostiene la necesidad de limitar
el poder, no se pude decir que se aleja de la democracia, o que esta última se desentienda
del primero. Él estado social de derecho no puede existir si no hay previamente un estado
liberal, u más aún; si no mantiene intacta la estructura liberal o sea, división de poderes,
derechos individuales, propiedad privada, etc. Si se dejan de lado estos derechos,
indefectiblemente el estado caerá en manos del totalitarismo.
Esto fue así porque se respeto el marco liberal, se fue conservador en el sentido
institucional, con lo cual la intervención del estado no condujo a EE.UU. a renunciar a la
libertad.
Lo que nos tenemos que preguntar ahora es ¿se puede tener democracia sin liberalismo?.
Luego de contestar dicha pregunta podremos dar un concepto aproximado de estado social
pero, para responder tenemos que saber en primer lugar en qué consiste la democracia.
Al iniciar este artículo mencioné a quienes apoyaban la tesis separatista entre liberalismo y
democracia argumentaban que ésta se preocupaba de la voluntad popular y el otro de
limitar el poder. Con lo cual estaríamos aceptando la clásica definición que realizó
Abraham Lincoln en un discurso en el cementerio de Gettysburg durante la guerra de
sucesión. 'La democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo',
señalando el origen, justificación y finalidad del gobierno democrático. Pero utilizar los
términos gobierno del pueblo puede ser peligroso, porque son conceptos muy generales y
abstractos. Además la definición de Lincoln corresponde a la democracia ateniense
(democracia directa) y no a la representativa actual, ni siquiera a la de su época.
El peligro de utilizar los términos gobierno del pueblo radica, en que quien salga electo, por
ejemplo presidente, puede creerse el mismo pueblo y con el derecho de hacer lo que quiera,
porque él es la síntesis de la voluntad popular. Justamente ahí interviene el liberalismo
pregonando la limitación del poder para que éste no avasalle al individuo en nombre del
pueblo.
Por lo tanto, la democracia es el gobierno surgido de una parte del pueblo (que representa
una mayoría electoral) con derecho a elegir para lo cual debe reunir una serie de requisitos,
como ciudadanía, mayoría de edad, etc., que permite el traspaso pacífico del poder. Y esto
está bien que así sea, porque los gobiernos del pueblo o populares escapan a la
responsabilidad por sus actos, ya que son realizados por el pueblo y no del gobierno elegido
como realmente es.
Pero ¿de dónde surge el derecho a elegir a nuestros gobernantes?. Sin lugar a dudas de la
libertad del hombre, quien se une a otros hombres cediendo una parte de su libertad para
proteger sus derechos, sus propiedades, como nos diría Locke. Si aceptamos que el hombre
es esencialmente libre y que ésta es una cualidad y derecho intrínseco al humano que
consiste en el autogobierno, no se puede entonces negar el derecho a elegir sus autoridades.
Es decir; que el autogobierno individual se traslada al campo político en el mismo momento
que el hombre decide vivir en sociedad.
Queda demostrado que no se puede separar democracia y liberalismo porque las libertades
y los derechos individuales no pueden sobrevivir si no hay democracia y es imposible a su
vez conservar la democracia si no hay libertad en una suerte de interdependencia. En éste
sentido dice Bobbio 'El estado liberal no solamente es el supuesto histórico sino también
jurídico del estado democrático'.
Finalmente después de todo lo expuesto podemos afirmar que el estado social es aquel en
que conservando el marco jurídico - institucional liberal, el estado interviene en la vida
nacional para proteger los llamados derechos sociales (salud, educación, trabajo, vivienda,
etc.).
Crítica al estado social de derecho
Lo primordial de un estado es que sea de derecho, es decir; que todos los habitantes de la
república sin distinción de ninguna clase estén sometidos al imperio de la ley, que ellos
mismos (como nos diría Locke) en ejercicio de su libre voluntad formaron. Con lo cual no
hay superiores ni inferiores, porque todos estamos sometidos a la misma ley, incluso las
autoridades detentadoras del monopolio del poder coercitivo.
Nuestra constitución fue más lejos al incluir el término social, ya que con ello inserta la
visión del intervensionismo de estado en la vida social y económica nacional para la
protección de una serie de derechos. Así encontramos una extensa lista de artículos bajo
esta línea que consagran, por ejemplo el derecho al trabajo, a la vivienda digna, seguridad
social, promoción del pleno empleo, etc.
Los artículos sociales de nuestra constitución tienen un doble impacto negativo. En primer
lugar crean falsas expectativas, porque el estado no puede solucionar todos los problemas,
originando un clima de angustiosa decepción que desemboca en resentimiento social. En
segundo lugar crean una cultura de pedir, de solicitar. Es más fácil reclamar vivienda, que
esforzarse por obtenerla. No quiero con lo dicho hasta ahora negar algunas funciones
esenciales del estado, como sería la educación. Adam Smith (pensador liberal) dice al
respecto 'la educación del pueblo común requiere en una sociedad comercial la atención del
estado mucho más que la educación de la gente de rango y fortuna. La gente de rango y
fortuna tiene dieciocho o diecinueve años, antes de entrar al negocio particular, profesión o
trabajo a través del cual piensan distinguirse en el mundo. Por lo tanto tiene todos los
elementos para adquirir o prepararse para adquirir una vida plena. El estado tiene que hacer
en cambio un esfuerzo enorme para difundir en población común escuelas y actividades
que lleven por lo menos a conocimientos de lectura, escritura y aritmética, estableciendo
colegios en todas las parroquias'. El maestro escocés propone la educación en la población,
como medio para que el 'hombre común' frente al hombre de fortuna pueda obtener éxito.
Pero con su esfuerzo, aquí la ayuda no es limosna estéril, sino para que el pobre salga del
estado en que se encuentra por medio de su propio mérito o capacidad.
Este es un punto muy importante, porque nuestra cultura hispano - católica es propensa a la
caridad, por eso en nuestro país se piden tierras, condonaciones de deudas, precios fijos
para algunos productos, etc., cosas que se han hecho y no han solucionado nada, porque
hasta hoy se siguen pidiendo las mismas cosas.
El estado debe promover el esfuerzo para obtener el bienestar económico a aquellos que
estén dispuestos a realizarlo y no premiar a los eternos fracasados por simple populismo,
caridad cristiana o estado social. Porque lo que hay que entender que si bien la solidaridad
es un valor altruista, ella no puede ser impuesta ya que es una cuestión de la moral íntima
de cada persona.
Conclusiones
Desde 1936 pero definitivamente en 1940 la República del Paraguay hizo suya la
concepción del estado en su fase intervensionista en la economía y en la sociedad
paraguaya logrando con ello el paulatino crecimiento del mismo y en su consecuente
anulación del individuo, y lo que es peor aún, su iniciativa. Tal situación derivó en la
creación de una oligarquía prebendaria sostenida por la partidocracia que debe si fuente de
riqueza y subsistencia al estado y no al trabajo.
El estado social solo ha sido una ilusión, una falsa promesa. Se ha mentido al pueblo,
porque el estado no puede lograr todos los fines que su constitución consagra, pero
tampoco genera o crea el marco institucional para que el individuo crezca según sus propios
medios y capacidad. Hoy se habla de reforma del estado, con lo cual queda demostrado la
ineficacia y el fracaso de nuestra constitución en esta materia. Porque si aceptamos que la
constitución crea el estado y hoy estamos en la necesidad de reformarlo, significa que nos
hemos equivocado.
Debemos dejar de temer a la libertad, por más que nuestra historia nos demuestra que ella
desemboca en anarquía, por cual nuestra, que no hemos entendido realmente el significado
verdadero de ella. No hay peso cultural que nos pueda vencer, Japón es un claro ejemplo,
esa es nuestra gran deuda con la sociedad y nuestro gran desafío: conquistar de manera
sólida y permanente la LIBERTAD, para lograr el tan ansiado desarrollo en todos los
ámbitos del país, que es una consecuencia de la primera. Finalmente debemos preguntarnos
¿qué clase de estado queremos?, si el actual sobredimensionado e incompetente u otro en el
que solo atienda sus funciones primordiales dejando al individuo que forje libremente su
destino. Por eso ¿debemos aceptar la intervención del estado en la vida nacional?. Si pero
como dijera Karl Popper: 'pero no mayor que el moralmente necesario'.
1 Alumno del 4º 3ª Sección.-
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"LA PRIVACION DE LIBERTAD DURANTE EL PROCESO PENAL Y LAS
OTRAS MEDIDAS CAUTELARES ALTERNATIVAS DE CARÁCTER
PERSONAL"
Gustavo Adolfo Ocampos González
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Un tema que ha sido y será objeto de numerosos debates lo constituye, el conflicto
suscitado entre la libertad individual del imputado o procesado y la protección de toda la
sociedad, a través de la persecución efectiva tanto de la delincuencia como del delincuente
por parte de la Justicia.
Es lógico, por tanto, que de quien se presume inocente no sea privado de su libertad durante
el proceso, pues no podríamos concebir acto coercitivo alguno en contra de la persona y
bienes del imputado. Sin embargo tal regla no es absoluta, basada en situaciones
excepcionales que estén expresamente fundadas en la Ley penal de forma, cuando regula,
cuando es y cuando no es procedente el beneficio de la libertad bajo caución u otras
medidas alternativas o sustitutivas a la detención o la prisión preventiva.
La prisión preventiva, por su parte, es una medida de seguridad adoptada por la autoridad
judicial que entiende en el asunto, a los efectos de evitar que el imputado se sustraiga a la
acción de la justicia. Como esta precaución contraría en cierto modo el principio de que
toda persona es inocente mientras no se pruebe lo contrario, su adopción requiere
determinadas condiciones de apreciación conjunta, sin las cuales la medida resultaría ilegal.
Son ellas que la existencia del delito esté justificada cuando menos por semiplena prueba;
que al detenido se le haya tomado declaración indagatoria o se haya negado a prestarla,
habiéndosele además impuesto de la causa de su prisión; que haya indicios suficientes para
creer al imputado responsable del hecho. Si bien el Código Penal, al hablar de la prisión
preventiva, declara que la misma no se tendrá por pena. Sin embargo, el tiempo que se haya
permanecido en ella se computa como parte de la condena o por toda ella, en caso de recaer
sentencia que sancione con pena privativa de libertad.
Al decir del Profesor Víctor Riquelme, 'detención y prisión reflejan estados procesales,
pero se diferencian, en cuanto a sus exigencias. Para la detención, no se requiere que esté
comprobado el cuerpo del delito, porque si se fuera a esperar esas actuaciones para poder
verificar una captura que de ordinario urge, tan luego como se comete la infracción, no
habría delincuente que no pudiera fácilmente ponerse a salvo. En cambio, los requisitos
para la prisión deben concurrir necesariamente, conforme a la regla del artículo respectivo
del Código de Procedimientos Penales'.
La detención en ningún caso podrá prolongarse por más del tiempo contemplado
expresamente en la Ley. La Constitución Nacional, en su artículo 12 dispone que 'Nadie
será detenido ni arrestado sin orden escrita de autoridad competente, salvo caso de ser
sorprendido en flagrante comisión de delito que mereciere pena corporal. Toda persona
detenida tiene derecho a: ...5) que sea puesta, en un plazo no mayor de veinte y cuatro
horas, a disposición del magistrado judicial competente, para que éste disponga cuanto
corresponda en derecho', y el actual Código Procesal Penal en su artículo 240 establece
que: '...En todos los casos, la persona que haya sido detenida será puesta a disposición del
juez en el plazo de veinticuatro horas para que resuelva, dentro del mismo plazo, sobre la
procedencia de la prisión preventiva, aplique las medidas sustitutivas o decrete la libertad
por falta de mérito...'.
1) Cuando sea necesaria la presencia del imputado y exista probabilidad fundada para
sostener, razonablemente, que es autor o partícipe de un hecho punible y que puede
ocultarse, fugarse o ausentarse del lugar;
En el artículo 242 de la Ley 1.286, nuevo Código Procesal Penal, al enunciar los requisitos
para la prisión preventiva y luego de mencionar en los dos primeros incisos, los requisitos
ya tenidos en cuenta en legislaciones anteriores, como: 1) que exista, elementos de
convicción suficientes sobre la existencia de un hecho punible grave; y 2) sea necesaria la
presencia del imputado y existan hechos suficientes para sostener, razonablemente, que es
autor o participe de un hecho punible; introduce la mención del peligro de fuga o del
peligro de obstrucción, al decir textualmente en su inciso; 3) 'cuando por la apreciación de
las circunstancias del caso particular, existan hechos suficientes para suponer la existencia
de peligro de fuga o la posible obstrucción por parte del imputado de un acto concreto de
investigación'.
Al referir el inciso mencionado a la apreciación de las circunstancias, se deberá tener
presente el arraigo suficiente del posible imputado, que guarda relación con el asiento de su
domicilio y el de sus familiares, como el de sus negocios , que en alguna medida le
imposibiliten una fuga fácil del país. Otro punto lo constituiría la naturaleza del hecho
cometido y el perjuicio causado; la pena que le pudiera corresponder y la actitud o conducta
del imputado, ya sea en alguna causa anterior (reincidente o reiterante en la comisión de
hechos punibles), o durante el procedimiento actual del que pueda colegirse su reticencia a
someterse a los dictados de la Justicia.-
Vemos que la nueva legislación introduce principios procesales modernos, acordes con la
nueva Carta Magna, sin embargo al decir de la Exposición de Motivos del Anteproyecto del
Código Procesal Penal, muchas de las figuras alternativas ya tenían varios años de
aplicación en forma experimental en otros países. Dichas medidas cautelares se basan en
los principios de excepcionalidad, proporcionalidad y razonablidad en lo que se refieren al
carácter restrictivo de aplicación de las medidas cautelares de carácter personal por parte de
los órganos judiciales competentes.
Vemos que la Ley 1.286, que estatuye el nuevo Código Procesal Penal, contiene en su
artículo 245 y subsiguientes un cúmulo de medidas alternativas a la prisión preventiva,
como menos gravosas para la libertad del imputado, siempre que no esté ante un peligro de
fuga o de obstrucción, dejando a criterio del Magistrado la apreciación y aplicación de las
mismas, atendiendo a las circunstancias del caso y las condiciones del imputado, pudiendo
hacer dicha apreciación de oficio o a petición de parte.
Entre las medidas alternativas estatuidas en el referido artículo, se pueden citar, a) la del
arresto domiciliario, ya sea en el del imputado o en el indicado expresamente por el
Juzgado, bajo vigilancia o sin ella ; b) la obligación de someterse a la vigilancia de una
persona o institución determinada, quien informara de su cumplimiento en forma periódica
a la autoridad que dicta la medida; c) la de presentarse periódicamente ante el Juez o ante la
autoridad que el designe ; d) la prohibición de salida del país, de la localidad en la cual
resida o del ámbito territorial que fije el Juez ; e) la prohibición de concurrir con
determinadas reuniones o de visitar determinados lugares; f) la prohibición de comunicarse
con personas determinadas, siempre que no se afecte el derecho a la defensa, y g) la
prestación de una caución real adecuada, por el propio imputado o por otra persona,
mediante deposito de dinero, valores, constitución de prenda o hipoteca , entrega de bienes
ola fianza de una o mas personas idóneas.
Estas medidas podrán aplicarse en forma indistinta o conjunta de acuerdo al caso concreto,
debiendo el Juez tener cuidado de no imponer medidas de cumplimiento imposible para el
imputado, especialmente en lo atinente a las cauciones de carácter económicas , pudiendo
decretar la caución juratoria del imputado. Todas estas medidas cesaran automáticamente y
de pleno derecho, por el mero transcurso del tiempo, al cumplirse dos años desde que
fueron efectivizadas, si en tal plazo no hubiese comenzado la audiencia del juicio.
Por ultimo, se contempla asimismo, que una vez comprobado por un examen pericial, que
el imputado sufre una grave alteración o insuficiencia de sus facultades mentales, que lo
tornen peligroso para sí y los terceros, y se hallen reunidos los requisitos para la prisión, la
posibilidad, el Juez decrete la internación del mismo en un establecimiento asistencial.
Nuestro nuevo Código Procesal Penal consagra el plazo razonable de 3 años, no obstante se
debe tener presente que la razonabilidad de plazo, estaría determinado por la complejidad
de la causa, número de imputados, etc., y en cuanto a la prisión preventiva se trata de
mantener un estricto control sobre la razonabilidad del plazo de su vigencia y su
fundamentación, pues si bien es posible someter a restricciones al sujeto contra el que se
sigue una causa penal, limitándole su libertad ambulatoria en forma excepcional. Sin
embargo no resulta factible mantener esas limitaciones por un período no razonable, pues
con ello se le causa un notable perjuicio por un incumplimiento sólo atribuible a las
autoridades que deben dictar justicia proba y cumplida.
1 Abogado. Notario y Escribano Público. Miembro de la Cámara de Apelaciones en lo
Criminal, Primera Sala. Profesor de Derecho Penal II en la Facultad de Derecho de la
Universidad Católica.
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Mas tarde o más temprano, nuestras naciones retomaron el camino de la democracia,
respondiendo a la aspiración del pueblo sufrido. En ello, es innegable la influencia de la
situación política de los países de nuestra región que iniciaron la transición.
Los cambios políticos -primero- y las reformas constitucionales -en segundo término-
influenciaron las respuestas institucionales de los gobiernos de nuestros países en materia
de administración de justicia. En ese orden, la revisíón constitucionalista que sacudió al
cono sur desde finales de los 80´s (C. Brasilera de 1988; C.N. Paraguaya de 1992; C.
Argentina de 1994) fue el primer paso. Luego, la sociedad, y principalmente la comunidad
jurídica quedó convencida de que era apenas el comienzo de la reforma de la justicia; y que
como segundo esfuerzo, se necesitaba imperiosamente una profunda reforma judicial y
legislativa en todas las áreas, y con mayor razón -debido a los valores humanos que
interactúan- la transformación del sistema penal positivo.
Dentro de una reforma global, los códigos procesales modernos en materia penal (y los
proyectos), se dirigen hacia una ruptura de la política criminal conservadora, a través de la
irrupción de un sistema penal comprometido con el sentir común del pueblo, en relación
directa con la seguridad jurídica y la seguridad ciudadana, fluctuando entre un cuadro de
derechos y garantías constitucionales inalienables y las fórmulas políticas que permitan el
más amplio acceso a la justicia y la represión del abuso de autoridad y la corrupción.
En Paraguay, el estado crítico de la justicia penal antes del nuevo código de procedimientos
penales se encontraba latente. Ya a principios de los años 20, el Prof. Teodosio González
definía a la administración de la justicia como uno de los 'Infortunios del Paraguay'2,
criticando la morosidad judicial y arremetiendo contra ella exclamaba: 'la justicia es lenta y
cara hasta lo increíble, todos los pleitos se eternizan y cuestan diez veces de lo que debieran
y el pueblo no tiene fe y confianza en los jueces'. 'El clamor público contra la lentitud de la
administración de justicia es incesante, general, y aumenta de día en día'. 'Y este mal, hecho
crónico, produce en el pueblo un desconcierto, un pesimismo, una sensación de malestar
tan penosa que no se sabe como ha podido prolongarse tanto tiempo, sin haber dado lugar a
conflictos muy graves, dado que, como dice un jurisconsulto, la lentitud de la justicia,
equivale prácticamente a la falta de justicia'. Tales expresiones alcanzaban también a la
onerosidad de los juicios, a la rectitud del juez y a la seguridad jurídica, puesta en duda
ciudadana.
Otro de los problemas de la administración de justicia - tan antiguo como actual-, es la falta
de inmediación de los jueces y la centralización de la organización judicial, con relación al
interior del país. En 1920, ya se señalaba 'En la campaña puede decirse que hasta ahora no
hay justicia, no obstante ser un principio elemental de buen gobierno, que la justicia debe
estar cerca de aquellos que necesitan de su amparo'. Con relación a la inmediación judicial,
la delegación de funciones jurisdiccionales que realizan los jueces al no presenciar las
declaraciones, sean indagatorias o testimoniales, entre otros actos, hechan por el suelo la
aplicación positiva de aquel principio.
El porcentaje deducible de las cifras citadas delatan la triste realidad de que entre el 94 y el
97 % de los recluidos en nuestras cárceles, a principios de los años 20, eran presos sin
condena. En 1983, las cifras encontradas por Elías Carranza y otros en una investigación
del ILANUD (Instituto Latinoamericano de las Naciones Unidas para la prevención del
delito y tratamiento del delincuente), demostraban que en el año 1981 el Paraguay lideraba
la 'lista negra' de países con mayor índice de presos sin condena en América Latina3. La
relación de las cifras se realizó conforme a las estadísticas oficiales que detallaban que la
Penitenciaría Nacional de Tacumbú presentaba un porcentaje de 94.25 % de prevenidos y
un 5.75 % de condenados.
En 1990, una investigación de campo4 denunciaba que de un total de 2.234 recluidos en las
cárceles del país, 2.058 eran presos sin condena (92.12 %) y 176 condenados (7.88 %);
posteriormente, una reciente investigación del ILANUD5, reiteraba la situación crítica del
elevado índice de presos sin condena en América Latina, que haciendo relación con las
cifras mencionadas, demostraba que nuevamente el Paraguay encabezaba la 'lista negra'.
En los parágrafos anteriores, hemos revisado someramente algunos de los puntos críticos
del proceso penal vigente aún en muchos de nuestros países que hacen mella en la situación
actual de la justicia penal; en ese sentido, los datos y cifras precedentes denuncian la
violación sistemática de principios constitucionales y procesales garantistas, aquellos que
procuran evitar que la aplicación del 'ius puniendi' estatal sea arbitrario. El objetivo esencial
de estos principios es la protección de los Derechos Fundamentales del ser humano, y como
se aprecia en la realidad, el sistema procesal penal tradicional los vulnera diariamente.
En otro nivel, se podría decir que el sistema procesal penal fluye permanentemente entre
dos direcciones, generalmente entendidas como contradictorias: las garantías procesales, y
la eficiencia del proceso. Es decir, entre las garantías descriptas en el parágrafo precedente,
y la eficiencia del proceso que busca lograr la mejor y mayor aplicación posible del poder
penal coercitivo. Entonces, de la distinción entre la efectiva aplicación del 'ius puniendi'
estatal y de los frenos interpuestos por los límites garantistas, se puede inferir si un sistema
procesal se inclina hacia una u otra tendencia.
Por lo expuesto en los parágrafos precedentes, resulta claro que un régimen procesal penal
sustentado en el sistema inquisitivo con procedimientos escritos no puede ser entendido
como garantista, a pesar de las normas constitucionales. Entonces, es preciso comprobar su
nivel de eficiencia.
Era evidente que toda la ciudadanía clamaba por una reforma de la administración de la
justicia penal. Lo leiamos en los periódicos, lo escuchabamos por la radio, lo veiamos en la
televisión, lo sentiamos en la cotidianeidad de nuestras actividades. En Paraguay, a más de
10 años de haber iniciado la senda democrática y a 8 años de la promulgación de la nueva
constitución, el pueblo exigía el cumplimiento de los nuevos postulados constitucionales
que giran en torno a la reforma del único Poder del Estado que aún no fue restructurado, y
consecuentemente, la transformación total del sistema penal imperante.
Los derechos básicos de las personas sometidas a proceso penal, o de cualquier otro
procedimiento del cual pueda derivar una sanción, se relacionan con:
a) Derecho al juicio previo, que se desprende: de la legalidad del proceso, por el cual toda
persona tiene derecho a que se le juzgue conforme a una ley que disponga con anterioridad
el procedimiento a seguir; de la legalidad del delito y de la pena, por el cual la ley penal
debe ser anterior a toda sanción (nullum crimen, nulla poena sine lege praevia); y de la
necesariedad del proceso previo (nulla poena sine iudicio);
b) Principio del juez natural, por el cual la sentencia del juez competente, designado con
anterioridad conforme a la Constitución y las leyes, es la única fuente legítima para limitar
definitivamente la libertad.
c) Un principio correlativo al de los jueces naturales es el Principio de competencia,
independencia e imparcialidad de los jueces y tribunales, garantizada también
constitucionalmente.
d) El principio de inocencia, que implica la presunción de inocencia o el derecho a ser
tratado como inocente durante el proceso, se origina históricamente en las ideas del
Iluminismo. Se proscribe el tratamiento procesal de un imputado como culpable y prohíbe a
toda autoridad pública presentarlo como tal.
e) El Beneficio de la Duda a favor del imputado, según el cual el juez para condenar debe
tener certeza de la autoría y responsabilidad del imputado. Si solo tiene un conocimiento
probable del hecho que se investiga o de quién fue su autor, debe absolver, aún cuando no
esté intimamente convencido de la inocencia del imputado, pues éste goza del derecho a
que se presuma ese estado jurídico. Si uno vincula la obligación que tiene el Juez de
averiguar la verdad con el estado jurídico de inocencia, advierte claramente que si el órgano
jurisdiccional no acredita el delito que se le recrimina al imputado, el estado jurídico de
inocencia permanece inalterable, y por ende corresponde la absolución del mismo. Por lo
tanto, en caso de duda debe estarse a lo más favorable al imputado. Este principio, en los
Códigos Procesales modernos, se extiende a las resoluciones sobre libertad provisional,
excarcelación y a la sentencia definitiva.
f) La inviolabilidad de la defensa en juicio de las personas y de sus derechos; y el derecho a
defenderse por si mismo o a ser asistido por defensores a su elección. Si bien la
Constitución habla de la inviolabilidad de la defensa en juicio, el concepto no se refiere
sólo al debate, sino que se refiere a los actos de procedimientos previos, y también a los del
juicio propiamente dicho. La garantía funciona desde el momento que el imputado es
señalado como posible partícipe en un hecho punible, ante cualquier autoridad competente
para entender del hecho, desde ese momento, se le confiere todos los derechos que son
asignados por la ley al imputado.
g) Derecho a conocer la imputación. El imputado frente al proceso (en sentido amplio,
comprendiendo desde el primer acto de procedimiento), tiene el derecho a intervenir
activamente y conocer los cargos que existen en su contra, a declarar libremente con
relación al hecho que lo incrimina, o abstenerse de hacerlo si lo prefiere, de ofrecer las
pruebas que hacen a su descargo, de alegar razones que asistan a su derecho para obtener
del Juez la pretensión que afirma y a defenderse personalmente.
h) El derecho del imputado a ser oído se complementa con el de ser defendido, y a su vez,
con el derecho a solicitar el auxilio de un traductor o intérprete para que lo asista
efectivamente en su defensa, cuando lo necesite.
i) El procesado tiene derecho a ser juzgado y condenado solamente una vez por un mismo
hecho; en ese sentido, no se pueden reabrir procesos fenecidos, salvo la revisión a favor de
sus pretensiones. Este principio regulado constitucionalmente es una garantía relacionada
con la seguridad jurídica de los derechos procesales de las personas.
j) El principio de la igualdad ante la ley, es un derecho fundamental del ser humano,
reconocido en nuestra constitución, derivado del principio genérico de la igualdad de las
personas.
k) Las disposiciones relativas a la hermenéutica jurídica no han sido modificadas, siguen
vigentes la proscripción de la analogía y de la interpretación extensiva cuando perjudiquen
el ejercicio de los derechos del imputado en el proceso; y por otro lado, las normas que
restrinjan la libertad personal, limiten facultades o impongan sanciones procesales, deberán
ser indefectiblemente interpretadas en forma restrictiva.
l) Como corolario del principio de legalidad, surge el de la irretroactividad de la ley, salvo
aquella más favorable al imputado o condenado; y como consecuencia, corresponde su
aplicación procesal.
m) Los derechos y garantías procesales contenidos en la Constitución, los adoptados por
ratificación de los instrumentos internacionales, son verdaderos límites al uso arbitrario del
poder juzgador, por lo tanto, no pueden hacerse valer en perjuicio de los sujetos de tales
derechos. Por lo mismo, estas garantías deben extenderse a todo procedimiento que culmina
o puede culminar con la imposición de una pena o medida de seguridad, o una sanción
similar en sustancia; fundamentado en la característica de 'derecho constitucional aplicado'
que posee el derecho procesal.
El sistema procesal moderno propuesto a partir del proyecto de código procesal tipo para
iberoamerica, se adecua doctrinalmente al modelo acusatorio y oral, otorgándole la
investigación de los hechos, directamente al fiscal, quien es el encargado de preparar la
acusación, que él mismo presentará. Se trata de otro modo de organizar la investigación
preliminar, consistente en acentuar el carácter acusatorio del proceso, dividiendo las dos
funciones básicas de los sujetos judiciales intervinientes, de modo que sea el Ministerio
Público el encargado de investigar, quedando reservado al juez, la tarea de autorizar y
tomar las decisiones jurisdiccionales, pero nunca investigar. Los fiscales tienen la gran
responsabilidad de la investigación y posterior acusación si fuere pertinente, y los jueces
solo la responsabilidad de vigilar y controlar la legalidad de la investigación, además de sus
atribuciones jurisdiccionales.
ETAPA PREPARATORIA
Luego de los actos iniciales del proceso, sea la denuncia, la querella, o la intervención
policial preventiva, mediante los cuales ha ingresado formalmente un supuesto hecho
delictivo al sistema judicial, comienza una etapa netamente preparatoria, que consiste en un
conjunto de actos y diligencias, fundamentalmente de investigación, orientados a
determinar si existen razones para presentar la acusación y someter a una persona a juicio.
El requerimiento del fiscal, consistente en que se inicie juicio respecto de una persona
determinada y por un hecho determinado, se denomina acusación. Por lo tanto, luego de los
actos iniciales del proceso, comienza un conjunto de actos procesales a cargo del Ministerio
Público, tendientes a preparar la acusación, denominada investigación fiscal dentro de la
etapa preparatoria.
Toda la tarea que significa la investigación preliminar de un delito de acción pública, para
fundamentar una acusación formal, o de otro modo, requerir el sobreseimiento, ha sido
confiada al Ministerio Público que así reemplaza la labor de los jueces de instrucción y de
los jueces de primera instancia. Con ello se pretende acentuar la forma acusatoria del
procedimiento penal, y simplificar y dinamizar la tarea de investigación que actualmente se
halla encerrada en formalidades que no cumplen una función eficaz, tanto a la averiguación
de la verdad, como a una decisión rápida acerca de la promoción del juicio o del
sobreseimiento, incluso en beneficio del imputado.
Otro tipo de decisiones, pero no menos importantes, son las que resuelven ciertos actos de
la investigación cuando afectan directamente garantías procesales o bienes y derechos
protegidos por la Constitución, por ejemplo, al ordenar allanamientos, secuestro, comiso o
incautación de objetos o documentos, exámenes psíquicos o físicos del imputado o de un
testigo, entre otras.
ETAPA INTERMEDIA
Una vez presentada la acusación o cualquier otra solicitud del Ministerio Público o del
querellante, se procederá a una audiencia preliminar para discutir sobre los actos o
requerimientos conclusivos de la investigación. Antes de la audiencia, las partes pueden
objetar los vicios o la falta de fundamento de la acusación o de la solicitud de
sobreseimiento, oponer excepciones o contestarlas, ofrecer las pruebas a ser producidas en
el juicio y otras manifestaciones de distinta naturaleza según sus propios intereses.
En la audiencia preliminar, el Juez penal debe admitir o rechazar la prueba ofrecida por las
partes para el juicio, y al mismo tiempo podrá ordenar la realización de otras que permitan
una mejor preparación del juicio.
Una vez finalizada la audiencia preliminar el Juez deberá resolver todas las cuestiones que
han sido planteadas, y en su caso, dictará el auto de apertura a juicio oral y público,
admitiendo la acusación. Esta es la resolución más importante de la etapa intermedia, por
que en ella se determina el objeto del juicio y la sentencia proveniente solamente podrá
referirse a los hechos que han sido expuestos en un debate contradictorio.
En la etapa intermedia se toman decisiones políticas importantes de carácter procesal y de
gran responsabilidad, y es la forma concreta de control del resultado de la etapa
preparatoria. En ese sentido, la naturaleza, en cierto modo inquisitiva de la investigación se
corrige en la etapa intermedia, de tal manera que los derechos y garantías procesales, y
entre ellas, la inviolabilidad de la defensa y el principio de presunción de inocencia no
cumplan su función procesal solamente en el juicio, sino que se las interprete
extensivamente en todo el procedimiento.
El juicio oral y público es la etapa esencial y principal de todo el proceso penal, es la más
importante, por ello las etapas anteriores se desarrollan dirigiéndose hacia la sustanciación
del juicio. Es allí en donde los conflictos sociales que significaron la apertura de un proceso
penal son redefinidos mediante resolución judicial definitiva.
Como normas generales se introducen las reglas básicas y clásicas del juicio, promoviendo
la aplicación bajo pena de nulidad de los principios de inmediación, publicidad y oralidad;
respetando el principio de continuidad del juicio, admitiendo suspensiones especiales y
precisamente determinadas; y, los derechos y deberes de las partes durante el desarrollo.
En la sustanciación del juicio se ha seguido el esquema general de los sistemas con juicio
oral. Igual lineamiento se mantiene para la deliberación y la sentencia, donde lo más
significativo es la elaboración de la sentencia inmediatamente después de la deliberación,
sin posibilitar suspensiones o interrupciones. De las actuaciones del juicio se labrarán actas,
que demostrarán como válido el desarrollo del mismo, la observancia de las formalidades,
las intervenciones de las partes y los actos realizados.
En ese orden se encuentran: Argentina8 [Cordoba, Bs. As., Neuquen, Chubut, Mendoza,
etc.); Bolivia (2000); Brasil; Colombia (1991) Chile (proyecto en el parlamento); Perú
(código sancionado en 1995, que no entró en vigencia con el gobierno de Fujimori);
Venezuela (1999) y Paraguay (2000)]. En Centroamerica, hay que recordar al Código de
Costa Rica, que al igual que el de la provincia de Cordoba (Arg.), rompió el molde mixto e
irrumpe con un código acusatorio en 1998, aunque el primero que lo puso en vigencia fue
Guatemala (1992). A ellos, les siguen El Salvador y Honduras y últimamente, con un
proyecto renovador República Dominicana.
Se puede afirmar que, si bien la reforma procesal penal que se está implementando en
nuestros países, aún requiere retoques y apuntalamiento, el cambio hacia un procedimiento
con juicios orales y con una clara influencia en el sistema acusatorio, es irreversible.
* Este trabajo fue presentado como ponencia ante el 1er Simposio Iberoamericano de
Iusfilosofía y Derecho Procesal, realizado en Umuarama, Brasil, en Octubre del 2000.-
1 Abogado. Doctor en Ciencias Jurídicas. Juez Penal. Profesor de Derecho Penal en la
Facultad de Derecho de la UCA y en la de la UNA. Coordinador del Programa Tribunal
Modelo de la Unidad de Capacitación de la Comisión Mixta para la Implementación de la
Reforma del Sistema Penal.-
2 González, Teodosio; 'Infortunios del Paraguay', Asunción, 1982, página 340.-
3 Carranza, Elías y otros; 'El Preso sin condena en América Latina y el Caribe', ILANUD,
San José. 1983. página 23.-
4 Elizeche, Modesto y otros; 'Sistema Penitenciario y Reacción Estatal contra la
criminalidad', CIDSEP, Facultad de Ciencias Jurídicas y Diplomáticas de la UCA,
Asunción, 1990, página 121.-
5 Carranza, Elías y otros; 'Sistemas penitenciarios y alternativas a la prisión en América
Latina y el Caribe', ILANUD, Depalma, Buenos Aires. 1992. página 8.-
6 Elizeche, Modesto y otros; 'Sistema Penitenciario y Reacción Estatal contra la
criminalidad', CIDSEP, Facultad de Ciencias Jurídicas y Diplomáticas de la UCA,
Asunción, 1990, página 141 y siguientes.-
7 Irala Burgos, Jerónimo; 'Miserias, Perspectivas y Esperanzas de nuestro procedimiento
penal', en la Revista 'LA LEY'. Editorial LA LEY. 1993, página 13.-
8 Que como país con gobierno federal, la sanción de los códigos procesales es de orden
provincial, entre los cuales el más importante es el de Córdoba (1998).-
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"LA REFORMA PENAL PARAGUAYA Y LAS CARCELES"
Gloria Elizabeth Benítez Ramírez
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INTRODUCCIÓN
El segundo grupo de jueces son los Jueces de Garantías quienes están a cargo de las
primeras etapas del proceso, donde se reúnen las pruebas en contra y a favor del o los
imputados y se las depura, para decidir finalmente sobre si existe mérito suficiente para que
dicha causa pase a juicio oral y público. Estas etapas primarias son de vital importancia, en
ellas, se tramitarán la mayor parte de los conflictos sociales, aquellos que no hayan podido
ser finiquitados antes, a través de alguno de los medios de conclusión previstos, con la
intervención del Ministerio Público, las partes afectadas, y la defensa. La etapa de
investigación durará seis meses y si no se ha arribado a la audiencia preliminar con un
acuerdo o no se resuelve con un sobreseimiento, la causa pasará al juicio oral y público.
El Paraguay a partir del año 1989, ha ratificado los pactos y convenios internacionales. Así
ha ratificado el Pacto de San José de Costa Rica que es Ley N° 1, la Convención
Internacional sobre los Derechos de los Niños, ley 57/90, por nombrar algunos (art. 40 de la
Convención). Estos convenios son leyes de aplicación directa por ser normas operativas.-
B.- CODIGO PENAL CON RELACION A LOS INFRACTORES JUVENILES
Con relación a los infractores juveniles el Código Penal establece, hasta que la ley especial
no disponga algo distinto, se considerara como circunstancia atenuante de la
responsabilidad criminal el que el autor tenga entre 14 y 18 años de edad ( art. 322 CP)
Con relación a la prisión preventiva establece el Código Procesal Penal que el juez podrá
decretar la prisión preventiva, después de ser oído el imputado, solo cuando sea
indispensable y siempre que medien conjuntamente los siguientes requisitos:
El Código Procesal Penal establece que la acción penal se extinguirá por las razones
expuestas en el artículo 25. Frecuentemente son aplicadas para la conclusión de las causas
en donde los jóvenes se hallan involucrados en hechos punibles: un criterio de oportunidad,
la suspención condicional del procedimiento, la reparación del daño a la víctima. También
la conciliación es una forma de la extinción de la acción penal a través de la reparación del
daño y la homologación de un acuerdo de las partes.
1.- Que el hecho punible investigado tenga prevista una pena máxima inferior a los CINCO
años, o un sanción no privativa de libertad,
2.- Que el imputado haya reconocido los hechos que se le imputa y consienta la aplicación
de este procedimiento,
3.- Que, el defensor acredite con su firma que el imputado ha prestado su consentimiento
libremente.-
* Los ideológicos: aquello que se oponen al orden establecido por opciones de tipo
ideológico .
Entre los forzados a delinquir puede encasillarse con demasiada frecuencia a los infractores
juveniles, pues detrás de los jóvenes en conflicto con la ley, podemos encontrar el deterioro
de una serie de instituciones de socialización entre las que se mencionan la familia, la
escuela, y el trabajo, además las mismas instituciones vinculadas al sistema penal comete
con ellos lo que se denomina la violencia institucional.
En nuestro país, en el reformatorio de menores ' Panchito López ' se encuentran privados de
su libertad 212 jóvenes, a esta cárcel los internos se encuentran en condiciones
infrahumanas, sobre el mismo y a partir de un habeas corpus genérico presentado por
Organizaciones no gubernamentales de nuestro país, pesa una demanda contra el Estado
Paraguayo, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, por las condiciones de
superpoblación y malas condiciones de vida dentro de la Institución penitenciaria.
Actualmente hasta tanto se sancione una legislación especial que disponga medidas
socioeducativas entre otras cuestiones, en el Paraguay son responsables penalmente los
jóvenes, desde los 14 años hasta los 20 años.
Este procedimiento especial busca preparar a la administración de justicia y al Ministerio
Público para este primer encuentro con un joven imputado. Se busca que los fiscales sean
especializados, que se trate de involucrar a los padres o familiares del joven, que se
restrinja al máximo la publicidad, que no se abuse de la privación de libertad y
especialmente que se trate cuidadosamente todo lo relativo al desarrollo educativo y
personal del joven. Además se establece que en estos casos la división del juicio prevista en
el procedimiento ordinario sea obligatoria, para que exista una DISCUCIÓN MAS
DETALLADA DE LA PENA. No es lo mismo un delito cometido por una persona adulta,
que otro, quizás el mismo en términos de gravedad, cometido por un menor de edad.
Se busca con este procedimiento que el modo como reaccione la justicia penal frente a
hechos cometidos por personas jóvenes SEA DISTINTO.
TITULO IV
ARTICULO 427 REGLAS ESPECIALES. En la investigación y juzgamiento de los hechos
punibles en los cuales se señale como autor o partícipe a una persona que haya cumplido
los catorce años y hasta los veinte años de edad inclusive, se procederá con arreglo a la
Constitución, al Derecho Internacional vigente y a las normas ordinarias de este código, y
se regirán en especial, las establecidas a continuación:
6) FORMA DEL JUICIO. El juicio se realizará a puertas cerradas, salvo que el imputado o
su representante legal requieran la publicidad del juicio;
9) DIVISIÓN OBLIGATORIA. Será obligatoria la división del juicio prevista por este
Código.
El Código Procesal Penal en su articulo 245 dispone: Siempre que el peligro de fuga o de
obstrucción pueda ser evitado por la aplicación de otra medida menos gravosa para la
libertad del imputado, el juez de oficio preferirá imponerle en lugar de la prisión
preventiva, alguna de las alternativas siguientes:
1. El arresto domiciliario
2. La obligación de someterse a la vigilancia de una persona o institución determinada,
quien informara periódicamente al juez
3. La Obligación de presentarse periódicamente ante el juez o ante la autoridad que él
designe
4. La prohibición de salir del país de la localidad en la cual resida o del ámbito territorial
que fije el juez
5. La prohibición de concurrir a determinadas reuniones o de visitar determinados lugares
6. La prohibición de comunicarse con personas determinadas siempre que no se afecte el
derecho a la defensa
7. La prestación de una caución real adecuada por el propio imputado o por otra persona,
mediante deposito de dinero, valores, constitución de prenda o hipoteca, entrega de bienes o
la fianza de una o más personas idóneas.
El juez podrá imponer una o varias de estas alternativas conjunta o indistintamente, según
cada caso adoptando las medidas necesarias para asegurar su cumplimiento.
Me permito en este punto, mencionar una opinión del Juez de Garantías de Paraguay, el Dr.
Pedro Mayor Martínez quien ante el cuestionamiento de una periodista sobre: ¿ la reacción
de la ciudadanía que tiene la idea o la sensación de que el incremento de la delincuencia y
de la inseguridad se debe a la aplicación de nuevas figuras como las medidas sustitutivas a
la prisión que permiten la rápida liberación de los imputados? Si buscamos las causas del
problema del incremento de la delincuencia, no lo encontraremos en algún código que
reprima las conductas consideradas como ilícitas por la sociedad, a través de sus normas
penales. Los códigos penales y procesales penales sólo servirán de represa provisoria, pero
no solucionarán los problemas de fondo que tienen otras causas: como la crisis económicas
que desatan las epidemias delictivas, y tienen como sujetos activos en la mayoría de los
casos a los círculos sociales más pobres Otra de las causas está como dijera un joven en una
audiencia prestada ante mi Juzgado: estoy en el abandono total de mi suerte . Esta es
muchas veces la situación de los jóvenes infractores, sin asistencia de sus padres, sin
arraigo, dedicados a la bebida, distraídos con los juegos electrónicos, la droga popular (cola
de zapatero y pegamentos varios), prostitución infantil y los jóvenes deben además
procurarse alimento cuando éste le es insistentemente requerido por su organismo y buscar
un lugar donde pasar la noche. Situaciones estas que los impulsan a la obtención de dinero
pro la vía más rápida - la delincuencia - El Código Procesal, lejos de favorecer el
crecimiento delictivo, lo controla y lo reduce de tal manera, que cuando se violan las
medidas alternativas dictadas primariamente a su favor, esta Conducta de los imputados es
considerada en contra al momento de la segunda evaluación forzando la aplicación de la
privación de libertad.
CONCLUSIÓN
El actual sistema es efectivo en varios aspectos, existen fallos dictados en menos de un mes
en el que se han resulto la condena de los sometidos a proceso, ya en este período de
vigencia del nuevo Código.
Código Procesal Penal, Ley 1286, con la Exposición de Motivos del Anteproyecto y
Fundamentos del Proyecto, publicado por Inecip
Carolina Llanes Ocampos, Manual para Fiscales Penales, Código Procesal Penal, Editado
por el National Center for State Courts, impreso en abril del año 2000. ).
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"LA REGULACIÓN DEL SALARIO MÍNIMO: NORMAS INTERNACIONALES Y
LEGISLACIÓN NACIONAL"
Felipe Mercado Navarro
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INTRODUCCIÓN
Desde la creación de la OIT EN 1919, sus fundadores consideraron que uno de sus
objetivos sociales a perseguir por la Organización era la promoción del principio de 'un
salario que asegure a los trabajadores un nivel de vida decoroso'. De ahí que ya en el
Preámbulo de la Constitución de la OIT se reconoce el derecho a un salario vital adecuado,
lo mismo que el principio del salario igual por un trabajo de igual valor. En 1921, el
Consejo de Administración de la OIT encomendó a la Oficina que llevara a cabo una
encuesta sobre los sistemas de fijación de salarios mínimos existentes en los Estados
Miembros. Sus resultados condujeron a la inclusión, en las resoluciones 11ª. (1927) y 12ª.
(1928) de la Conferencia, de un punto sobre los salarios mínimos, y consecuentemente a la
adopción del convenio (núm. 26) y la recomendación (núm. 28), sobre los métodos para la
fijación del salario mínimo, en la 12ª. Reunión, en 1928. En 1944, la Declaración de
Filadelfia, sobre los fines y objetivos de la OIT, reconoció '...la obligación solemne de la
OIT de fomentar entre todas las naciones del mundo, programas...que permitan garantizar a
todos un salario mínimo vital para todos los que tengan un empleo y necesitan esta clase de
protección'. En los años posteriores, numerosas legislaciones nacionales consagraron el
principio del salario mínimo, mientras que la OIT adoptó, respectivamente en 1951 y en
1970, dos convenios y otras tantas recomendaciones sobre esta materia. A la presentación y
análisis de las normas, tanto internacionales como nacionales, relativas a los salarios
mínimos, está consagrado el presente artículo.
Si parece existir unidad de criterio en cuanto a los objetivos y funciones de los salarios
mínimos, así como sobre sus efectos jurídicos, no se puede decir lo mismo sobre su campo
de aplicación, sus mecanismos de fijación y los métodos para determinar su nivel. Como se
verá, las prácticas nacionales difieren bastante en estos puntos, aun cuando también
presentan un buen número de analogías.
Directa o indirectamente, el tema del salario es abordado por no menos de diez o doce
convenios de la OIT, amén de otras tantas recomendaciones. Se los pudiera clasificar de la
manera siguiente:
1°.- Normas en materia de salarios mínimos: Dentro de este grupo figuran el Convenio
(núm. 26) y las Recomendaciones (núm. 89) sobre los métodos de fijación de salarios
mínimos, (agricultura), 1951, y el Convenio (num.131) y la Recomendación (núm. 135),
sobre la fijación de salarios mínimos, 1970. Sin olvidar la incidencia que sobre este tema
pueden tener los Convenios sobre el derecho de sindicación y de negociación colectiva,
1949 (núm. 98) y sobre la negociación colectiva, 1981 (núm. 154), en la medida de que uno
de los principales objetivos de la negociación colectiva es la fijación de salarios.
2°.- Normas sobre protección de los salarios. Aquí mencionaremos al Convenio (núm. 95)
y la Recomendación (núm. 85), sobre la protección del salario, 1949, y al Convenio (núm.
173) y la Recomendación (núm. 180), sobre protección de los créditos laborales en caso de
insolvencia del empleador, 1992. Dentro de la misma categoría se podrían incluir algunas
disposiciones del Convenio (núm. 81) y la Recomendación (núm. 81), sobre la inspección
del trabajo, 1947.
4°.- Normas programáticas de la OIT que guardan relación con los salarios:
Mencionaremos en este grupo a la parte V del convenio sobre política social (territorios no
metropolitanos), 1947 (núm. 82), al convenio sobre la política social (normas y objetivos
básicos), 1962 (núm. 117), y al Convenio (núm. 94) y la Recomendación (núm. 84), sobre
cláusulas de trabajo (contratos celebrados por autoridades públicas), 1949.
Como ya se indicó, son tres los convenios de la OIT que se refieren específicamente a los
salarios mínimos ; éstos son los ya citados convenio 26 , 99 y 131. Corresponde que nos
preguntemos: a) ¿A quién comprenden?; b) ¿A qué obligan?; c) ¿Por qué métodos se
aplican?
CAMPO DE APLICACIÓN
Se pueden plantear dudas con respecto a la aplicación del Convenio núm. 26 , por ejemplo
a los mineros y a los trabajadores de oficinas u otras actividades terciarias no comerciales,
en la medida en que no están ocupados en la industria de transformación o en el comercio
en el sentido estricto de término. Sin embargo, los criterios principales de aplicación son la
existencia de salarios excepcionalmente bajos y la ausencia de mecanismos de fijación del
salario por negociación colectiva. De ahí que la Comisión de Expertos pudiera entender que
dichos trabajadores están también protegidos por el Convenio si sus salarios no se fijan por
negociación colectiva y además son excepcionalmente bajos. En cualquier caso, estas dudas
tienen buenas posibilidades de ser irrelevantes en la práctica, ya que es poco probable que
los salarios de estos trabajadores sean excepcionalmente bajos con relación a los salarios
mínimos en la industria de transformación o en el comercio. Añadiremos que la Comisión
de Expertos ha entendido que el Convenio se aplica a los funcionarios públicos.
Las lagunas que deja abiertas el Convenio núm. 26 son colmadas por el Convenio núm.
131, el que obliga a establecer ' un sistema de salarios mínimos que se aplique a todos los
grupos de asalariados cuyas condiciones de empleo hagan apropiada la aplicación del
sistema'. Por consiguiente, el campo de aplicación de este Convenio es por lo menos el
mismo que el de los Convenios 26 y 99, pero puede ser mayor y a menudo lo es. Según el
Convenio núm. 131, la autoridad de cada país determina los grupos de asalariados que
deben quedar cubiertos por el salario mínimo; mientras que la Recomendación núm. 135,
que lo completa, subraya que 'deberían mantenerse en un mínimo el número y los grupos de
asalariados no comprendidos en el campo de aplicación del Convenio...'. De ahí que las
exclusiones son muy limitadas. Por ejemplo, ciertas observaciones formuladas por la
Comisión de Expertos permiten inferir que el servicio doméstico está incluido en su campo
de aplicación.
El Convenio núm. 26 no establece criterios para la fijación del nivel del salario mínimo,
aunque sí lo hace la Recomendación núm. 30. Sin embargo, de ellos no debería deducirse
que las obligaciones emergentes del Convenio puedan considerarse como satisfechas
mediante una consulta formal, tras lo cual las autoridades públicas quedarían en libertad de
fijar cualquier tasa de salario mínimo. Bien por el contrario, los órganos de supervisión han
sostenido que el objeto del convenio 26 es evitar que se paguen salarios anormalmente
bajos; no basta pues conque se adopten medidas legislativas para crear un sistema para la
fijación de los salarios mínimos, sino que además es necesario establezca efectivamente
tasas de salarios que se apliquen a los trabajadores interesados.
Según el Convenio núm. 99, los Estados ratificantes están obligados a establecer o
conservar métodos adecuados que permitan fijar tasas mínimas de salarios en la agricultura.
Si bien no se definen esos métodos, ni sus modalidades de aplicación, sí se obliga a la
consulta tripartita antes de adoptarlos o de aplicarlos. En este punto, como es otros, por
ejemplo los relativos al control, las sanciones y el derecho a recuperar las diferencias en
caso de pago de salarios inferiores al mínimo, el Convenio núm. 99 sigue una redacción
paralela aunque no idéntica al Convenio núm. 26. Sin embargo, también tiene algunas
especificidades; por ejemplo, permite el pago parcial del salario mínimo en especie, en los
casos que esta forma de pago sea deseable o de uso corriente. La Recomendación núm. 99
sobre los salarios mínimos en la agricultura, contiene reglas análogas a la Recomendación
núm. 30, a las que agrega la conveniencia de efectuar investigaciones sobre las condiciones
en la agricultura y actividades afines.
Por su parte, el Convenio núm. 131, además de extender el campo de aplicación de los
sistemas de salarios mínimos a todos los grupos de asalariados ' cuyas condiciones d
empleo hagan apropiada la aplicación del sistema', obligan a que los salarios mínimos se
fijen a la luz de ciertos criterios , 'en la medida en que sea posible y apropiado de acuerdo
con al práctica y las condiciones nacionales'. Tales criterios son: 'a) las necesidades de los
trabajadores y sus familias, el costo de vida, las prestaciones de seguridad social y el nivel
de vida relativo de otros grupos sociales', )'b) factores económicos, incluidos los
requerimientos del desarrollo económico, los niveles de productividad y la conveniencia de
alcanzar y mantener un alto nivel de empleo' (art. 3°). En varias oportunidades la Comisión
de Expertos formuló observaciones a los Estados que han ratificado el Convenio,
recordando la importancia de que todos estos criterios sean tomados en consideración en
oportunidad de fijar el salario mínimo. No menos importante es la obligación de ajustar de
tiempo en tiempo los salarios mínimos; la que no hay que confundir con la indexación, que
el Convenio no exige. El Convenio núm. 131 contiene también disposiciones análogas a los
Convenios núms. 26 y 99 en materia de inspección y sanciones; respecto de estas últimas
prevé inclusive la posibilidad de que sean de tipo penal.
El convenio núm. 131 tampoco especifica los métodos por los que se fijarán De hecho los
salarios mínimos; la Recomendación núm. 135 sí contiene una lista de ellos (Los otros
mecanismos de fijación del salario mínimo, según la Recomendación, serían los siguientes:
a) legislación; b) decisiones de la autoridad competente; c) decisiones de consejos o juntas
de salarios; d) decisiones de tribunales de trabajo u otros análogos.), entre los que se
incluyen a las 'medidas para dar fuerza de ley a los contratos colectivos'. Una diferencia
importante entre el Convenio num.26 y el convenio num.131es que el primero obliga a
establecer métodos de fijación de salarios mínimos allí donde no es posible fijarlos
mediante convenio colectivo, mientras que el segundo obliga a fijar salarios mínimos allí
donde es necesario. Eso sugiere que las industrias en donde se fijan los salarios mínimos
por convenio colectivo pueden quedar excluidas del campo de aplicación del Convenio
núm. 26; al tiempo que estarán excluidas en el del Convenio núm. 131, pues la negociación
colectiva es, precisamente, un método para fijar salarios mínimos. Sin embargo, la
negociación colectiva no parece ser por sí sola un método suficiente para asegurar la
aplicación del Convenio núm. 131, a menos que pueda cubrir 'a todos los grupos de
asalariados cuyas condiciones de empleo hagan apropiada la aplicación del sistema'. De
hecho, existen pocos países en el mundo en donde el alcance de la negociación colectiva es
tan vasto que haga innecesaria la fijación de un salarios mínimo por algún procedimiento
heterónomo. En efecto, casi siempre existen grupos, cuando menos residuales, de
trabajadores cuyos salarios son muy bajos y no están cubiertos por convenios colectivos, y
es con relación a ellos que los sistemas de salarios mínimos adquieren toda su importancia.
Es casi inútil añadir que cuanto más numerosos son los trabajadores que no pueden
negociar colectivamente sus salarios, mayor importancia adquieren los sistemas de salarios
mínimos susceptibles de contener una dosis mayor de heteronomía.
Cuestiones generales
Una segunda cuestión concierne a los mecanismos o métodos para fijar los salarios
mínimos, los que pueden acordar un grado variable de participación a los interlocutores
sociales. En un sistema existen sistemas heterónomos, en los cuales el salario mínimo se
fija por ley o por decreto; en el otro existen sistemas autónomos, en los que el salario
mínimo es el fruto de la negociación colectiva. Entre ambos, hay una vasta gama de
soluciones intermedias, con dosis variables de autonomía y de heteronomía.
Una tercera cuestión se refiere a los criterios para determinar el nivel del salario mínimo y
sus reajustes eventuales; y éste es un tema que obliga a buscar puntos de referencia. Por un
lado, procede determinar el costo de una canasta básica de bienes y servicios esenciales a
los que un trabajador debería poder acceder son el salario mínimo. Por el otro, se indagará
si el salario mínimo, así determinado, corresponde a las capacidades de pago de todas las
empresas que estarán obligadas a pagarlo. Por cierto que la capacidad de pago de las
empresas es uno de los criterios que en la práctica más influyen a la hora de fijar el nivel
del salario mínimo, aunque rara vez, si acaso alguna, aparece como tal en las respectivas
regulaciones legales.
Una cuarta cuestión hace hincapié en la aplicación de los salarios mínimos. Aquí
correspondería examinar la manera más adecuada de informar a los trabajadores y
empleadores sobre las tasas mínimas existentes. También procede considerar todos los
problemas relacionados con las medidas de control, indispensables para que los salarios
mínimos sean efectivamente pagados, y los remedios, judiciales, administrativos o
inclusive penales de que se debería disponer para garantizar su cumplimiento.
Evolución histórica
Aunque no estaban muy difundidas hasta el periodo de entre las dos guerras mundiales de
este siglo, se dispone de algunos antecedentes sobre la existencia de salarios mínimos, que
datan de bastante antes de la creación de la OIT. Hay quienes hacen remontar la fijación de
los primeros salarios mínimos hasta el Código de Hammurabbi, y sin duda el
establecimiento de tasas mínimas de salarios para compañeros y aprendices ya formaba
parte del orden corporativo medieval. Dejando de lado estos antecedentes por lo menos
prehistóricos, alcanza con observar que en su concepción moderna los salarios mínimos
aparecen en la Ley de Conciliación y Arbitraje Laboral de Nueva Zelanda, de 1894, la que
estableció un tribunal de arbitraje para fijar salarios y condiciones de trabajo mediante
laudos con fuerza de ley. Un sistema análogo se adoptó en Australia, primero en el estado
de Nueva Gales del Sur, en 1901, y luego a nivel federal a partir de 1904. Acotemos que en
1896 ya se habían establecido Consejos de salario en otro estado australiano, Victoria. En
Europa la regulación del salario mínimo comienza probablemente en 1909, con el
establecimiento en Gran Bretaña de Consejos de salarios en cuatro ramas de la industria
con posterioridad en sistema se extendió a otras ramas, llegando a abarcar cuarenta en
1926. Varios países, como Alemania en 1911, Bélgica en 1934, también adoptaron leyes
sobre salarios mínimos, las que en su mayor parte se aplicaban solamente a los trabajadores
a domicilio. En los Estados Unidos, las primeras disposiciones sobre salarios mínimos
datan de los años veinte; eran de nivel estadual y se aplicaban a las categorías más
vulnerables de trabajadores, en particular mujeres y menores. Recién en 1938 la Ley de
normas equitativas de trabajo (Rair Labor Standards Act) instituyó un salario mínimo
nacional, aplicado a los trabajadores empleados en actividades vinculadas al comercio
interestadual o al comercio exterior.
Algunos países de América Latina se encuentran por cierto dentro del grupo de pioneros en
materia de regulación de los salario mínimo. El antecedente más prestigioso, en esta
materia como en tantas otras, es por supuesto la Constitución mexicana, de 1917 (el art. 123
de la Constitución de México dispone, en su inciso...'El salario mínimo que deberá disfrutar
el trabajador será el que considere suficiente, atendiendo las condiciones de cada región,
para satisfacer las necesidades normales de vida del obrero, su educación y sus placeres
honestos, considerándolo como jefe de familia'; pero ello no debería llevarnos a ignorar
valiosos precedentes, de otros países e inclusive del mismo México, pues antes de la
Constitución ya existía una regulación sobre salarios mínimos en el Estado de Yucatán, que
data de 1914. Algunas informaciones, cuyas fuentes no han sido verificadas, mencionan la
existencia de salarios mínimos agrícolas en El Salvador ya hacia finales del siglo XIX. Se
dispone de datos más precisos sobre la fijación de salarios mínimos en Ecuador, para los
trabajadores del transporte del kerosene, en 1896, y para la agricultura tres años después; en
1906, el código de Policía fijó salarios mínimos para los trabajadores del interior y de la
costa. A estos precedentes añadiremos la legislación de Uruguay, de 1923, sobre salarios
mínimos de los trabajadores rurales, la de Chile (1924), y del Ecuador y Brasil, de 1938.
Destacaremos que la ley de Chile, de 1924, establecía criterios bastante detallados para su
fijación.
Este proceso se intensificó después de la Segunda Guerra Mundial. Hoy día todos los países
de América Latina tienen legislación sobre salario mínimo, y se refieren al mismo por lo
menos doce constituciones. Algunas de ellas, como la de Colombia, introducen el principio
de la ajustabilidad; en la de Costa Rica se habla de su fijación periódica; en la de El
Salvador se establecen criterios para su fijación; en la de Honduras se dispone su
determinación periódica por un procedimiento tripartito; mientras que en la de México se
consignan disposiciones sumamente detalladas, en la parte VI del art. 123, y se habla de sus
objetivos (los salarios mínimos generales 'deberán ser suficientes para satisfacer las
necesidades normales de un jefe de familia en el orden material, social y cultural, y para
proveer a la educación obligatoria de sus hijos'.
Campo de aplicación
Este fue el enfoque prevaleciente por lo menos hasta la Segunda Guerra Mundial, y por
cierto que tuvo gran influencia en América Latina. Por ejemplo, fue el sistema consagrado
por la Constitución de México, de 1917, lo mismo que el de otros países como Costa Rica,
Ecuador, Panamá y Uruguay. Uno de sus efectos fue que, aún en un país relativamente
pequeño y homogéneo como Uruguay, llegaron a existir, en los años setenta, 57 consejos
de salario para otros tantos grupos de trabajadores. En un plazo de diez años, estos consejos
habían dictado nada menos que 1500 laudos sobre salarios mínimos.
La tendencia actual se orienta sin embargo hacia la racionalización del salario mínimo,
mediante la consolidación de los grupos o categorías ocupacionales. Su objetivo último
pudiera ser la unificación del salario mínimo, a reserva de la fijación eventual de tasas
distintas allí donde existen disparidades regionales importantes. Se justifica este enfoque,
en primer lugar por la naturaleza alimentaria del salario mínimo, el que debería tener en
cuenta las necesidades vitales del trabajador antes que las condiciones de la rama de
actividad en donde está empleado, acaso por motivos contingentes. En segundo lugar, la
unificación del salario mínimo parece congruente con el principio de la igualdad de la
remuneración. En tercero, en la medida en que la negociación colectiva gana terreno, el
salario mínimo deja de ser un instrumento de regulación de los salarios de categorías
ocupacionales determinadas, para funcionar más como una 'red de seguridad' en beneficio
de los grupos residuales de trabajadores que no están cubiertos por ningún convenio
colectivo. En cuarto, un sistema en donde existe un sólo salario mínimo, o un número
limitado de éstos, es mucho más fácil de implantar, de administrar y de controlar que un
sistema complejo, con decenas de órganos de fijación y con centenares de tasas diferentes.
De ahí que hoy ya son muchos los países en donde existe un sólo salario mínimo, de
alcance nacional, o un número limitado de tasas diferentes con alcance regional. Muy
ilustrativo de esta tendencia es el párrafo IV, art. 7, de la Constitución de Brasil, que
dispone que el salario mínimo será 'fijado en la ley y nacionalmente unificado'. No lo es
menos el desinterés creciente por la convocación de los consejos de salarios en el Uruguay.
Dichos consejos, creados a finales de 1943, fueron suspendidos en 1968, y reconvocados
recién en 1985, al restablecerse la democracia. Luego de funcionar durante dos años, en los
que se llegaron a celebrar rondas de negociaciones cuatrimestrales, su papel se fue
desdibujando a medida que los laudos eran progresivamente reemplazados, primero por los
llamados 'acuerdos largos', y después por verdaderos convenios colectivos de ámbito
profesional y alcance nacional, respecto de los cuales los consejos de salarios operaban,
cuando lo hacían, como un organismo de registro y homologación.
Aún en aquellos países en donde se fijan salarios mínimos con alcance general, es posible
que se admitan excepciones a su obligatoriedad, o que se fijen tasas menores para
determinadas categorías de trabajadores. El propósito de esas excepciones es favorecer el
empleo de aquellos trabajadores que tienen mayores dificultades para insertarse en el
mercado de trabajo, y que los empleadores tendrían resistencia a contratar si debieran
pagarles los mismos salarios que al resto de su personal. Las excepciones más corrientes
guardan relación con los jóvenes trabajadores, los aprendices y los minusválidos. Por
ejemplo en Francia, el SMIC se aplica a todos los trabajadores, incluyendo los agrícolas,
pero no a los menores de dieciocho años, durante sus seis primeros meses de servicios.
También los aprendices son pagados según la tasa inferior. En los Países Bajos los jóvenes
trabajadores reciben el salario mínimo según coeficiente 100 recién a partir de los 23 años,
y en Bélgica a partir de los 21. En este último país, en virtud del acuerdo nacional de 1991,
la reducción para los trabajadores jóvenes es de seis por ciento por cada año de edad por
debajo de 21; un trabajador de 16 años de edad ganaría setenta por ciento del salario
mínimo de otro trabajador de 21 años o más. En España existen tasas diferentes para los
trabajadores adultos, los menores de 18 años y los empleados domésticos.
Métodos de fijación
Los mecanismos de fijación del salario mínimo pueden ser de distinta naturaleza. Una
tipología los pudiera clasificar como sigue:
Salarios mínimos fijados por ley o por decreto: Dentro de los países que han adoptado este
método mencionaremos a Canadá, Estados Unidos, Israel o Luxemburgo, en donde el
salario mínimo se fija por ley, o la Argentina, España, Francia, los Países Bajos o Portugal,
donde se fija por decreto. Aunque estos métodos dan heteronomía sobre la autonomía,
suelen dejar cierto espacio a la consulta, y a menudo a la negociación con los interlocutores
sociales. Así, en Chile, desde que se restableció la democracia, en 1990, el salario mínimo
es acordado anualmente en el mes de abril, en una negociación nacional tripartita, cuyos
resultados se traducen en un proyecto de ley que se envía al Parlamento. En Portugal, el
salario mínimo es fijado por decreto del Gobierno, tras consulta del Consejo Permanente de
Trabajo y Concertación Nacional, de composición tripartita, antes de revisar
periódicamente el salario mínimo. En Panamá, la Comisión Nacional de Salario Mínimo
formula recomendaciones al Gobierno, quien luego fija el salario mínimo por decreto. En
Singapur, los salarios mínimos son fijados anualmente por el Gobierno, previa
recomendación de la Comisión Nacional de Salarios; en la práctica, el Gobierno acepta
siempre las recomendaciones de dicha Comisión.
Salarios mínimos fijados por un órgano tripartito, con competencia territorial: A diferencia
del sistema anterior, que implica siempre una decisión del Gobierno, o del órgano
legislativo, en cierto número de países los salarios mínimos, nacionales o zonales, son
fijados directamente por un órgano de composición tripartita. En Europa, ésta ha sido la
solución adoptada en Malta. En América Latina el Código Sustantivo de Trabajo de
Colombia confiere tales facultades al Consejo Nacional Laboral. En México el salario
mínimo es determinado con alcance local por comisiones regionales tripartitas, las que
someten sus conclusiones a la aprobación de una Comisión Nacional integrada en la misma
forma. Recordemos finalmente que en la Argentina, la Ley del Empleo, de 1991, creó el
Consejo Nacional del Empleo, la Productividad, y el Salario Mínimo Vital y Móvil, entre
cuyas funciones está la de 'determinar periódicamente el salario mínimo, vital y móvil'. Sin
embargo, esta disposición hasta ahora no parece haber sido aplicada.
Salarios mínimos fijados por consejos de salarios o juntas de salarios de competencia
sectorial: Como se ha indicado en otra parte de este artículo, éste ha sido históricamente
uno de los primeros métodos para fijar el salario mínimo, y era el que prevalecía en 1928,
cuando se adoptaron las primeras normas de la OIT en la materia. En la actualidad
prácticamente han desaparecido en Europa Occidental, con la excepción de Irlanda, en
donde existen consejos de salarios en quince sectores. En el Reino Unido, que bajo muchos
aspectos fue el país que proporcionó el modelo, los consejos de salarios fueron disueltos en
1993, y hoy sólo subsisten en la agricultura. En América Latina, como ya se indicó antes,
fue el sistema prevaleciente en Uruguay, pero la experiencia de los últimos años sugiere
que está cayendo en desuso, en razón de su reemplazo progresivo por la negociación
colectiva. Se observa no obstante que tienen todavía importancia en algunas ex colonias
inglesas de Asia, como Malasia, donde se han constituido consejos de salarios en cinco
sectores ocupacionales, o Sri Lanka en donde en 1988 funcionaban 37 consejos de salarios.
En Pakistán prevalece un sistema mixto, pues las juntas de salarios que se establecen a
nivel de cada provincia fijan un salario mínimo general, de alcance provincial, para los
trabajadores no calificados, y salarios mínimos ocupacionales en determinadas industrias o
sectores. Para la determinación de estos últimos, la ley prevé que cada junta provincial de
salario mínimos se debe integrar además con representantes empleadores y trabajadores del
sector correspondiente a aquel en donde fijará además salarios mínimos por ocupaciones.
Salarios mínimos fijados por otros medios: por ejemplo judiciales. A menudo se menciona
la posibilidad de fijar el salario mínimo por medio de una sentencia judicial, y en este
sentido se pronuncian bastantes códigos civiles. Por ejemplo, el Italia el Código Civil
confiere a los jueces la facultad de fijar el salario mínimo a los trabajadores no cubiertos
por contratos colectivos, mientras que en Alemania los tribunales pueden fallar que un
determinado salario es moralmente inaceptable, y fijar correlativamente el salario que
estimen apropiado. Sin embargo, apenas parece necesario observar que la fijación del
salario mínimo, así practicada, tiene valor únicamente entre las partes en un litio y no es
oponible a terceros. Desde un punto de vista conceptual parece discutible que se la incluya
dentro de una tipología de métodos de fijación del salario mínimo.
Art. 249º DEFINICION: 'Salario mínimo es aquel suficiente para satisfacer las necesidades
normales de la vida del trabajador consistentes en: alimentación, habitación, vestuario,
transporte, previsión, cultura y recreaciones honestas considerándolo como jefe de familia.'
Art. 250º FORMA DE ESTIPULARSE EL SALARIO MINIMO: 'El salario vital, mínimo
y móvil será fijado periódicamente con el fin de mejorar el nivel de vida, tomando en
cuenta los siguientes factores:
El costo de vida de la familia obrera, según el tiempo y lugar en sus elementos
fundamentales, de acuerdo con el artículo anterior;
El nivel general de salarios en el país , o región donde se realice el trabajo;
Las condiciones económicas de la rama de actividad respectiva;
La naturaleza y rendimiento de trabajo;
La edad del trabajador, en la medida que influya sobre su productividad; y;
Cualesquiera otras circunstancias que fuesen congruentes a la fijación'
Art. 251º TIPOS Y MONTO DEL SALARIO MINIMO: 'A los efectos del artículo anterior,
el territorio de la República se dividirá en zonas urbanas y rurales, fijándose el salario
mínimo de modo general para cada una de ellas o para una o más industrias o trabajos
similares, si así fuere indispensable, previo estudio minucioso de sus especiales condiciones
económicas.
Art. 254º DEL SALARIO MINIMO Y DEL PODER EJECUTIVO: 'Sobre la base de las
investigaciones realizadas, el Consejo Nacional de Salarios Mínimos, de acuerdo con lo
preceptuado en este Capítulo, propondrá la escala de salarios mínimos, la que será elevada
al Poder Ejecutivo a los efectos de su consideración.'
Art. 258º DEL SALARIO MINIMO Y OTROS TIPOS DE TRABAJADORES: 'En los
trabajos a destajo, por pieza o tarea y el efectuado a domicilio, los salarios mínimos se
regularán de modo que aseguren al trabajador una remuneración equivalente a la que
obtendría en su trabajo, sobre la base del salario por tiempo.'
Art. 259º RELACION DEL SALARIO MINIMO CON OTROS CONTRATOS
LABORALES: 'La fijación del salario mínimo modifica automáticamente los contratos de
trabajo en que se haya estipulado un salario inferior. Será nula de pleno derecho toda
cláusula contractual que establezca un salario inferior al mínimo legal.
El trabajador a quien se le hubiese pagado un salario inferior al mínimo, tendrá derecho a
reclamar del empleador el complemento debido.
La Autoridad Administrativa del Trabajo fijará sumariamente el plazo que no excederá de
treinta días para el pago de la diferencia.'
Art. 260º DEL DEBER DE DEFINIR Y DIVULGAR Y LOS SALARIOS MINIMOS: 'Se
dará la más amplia publicidad a los salarios mínimos en periódicos y mediante la fijación
de carteles en lugares visibles de los centros de trabajo.'
Cuando se evalúa la función de los salarios mínimos, las cuestiones fundamentales que se
deben considerar guardan relación, en primer lugar, con su posición de los sistemas de
relaciones de trabajo, en segundo, con su eficacia como arma de lucha contra la pobreza y
la exclusión social, y en tercero, con el impacto del salario mínimo en la competitividad de
las empresas y eventualmente en los niveles de empleo. El presente artículo ha versado
sobre la primera cuestión. La segunda y la tercera no son de naturaleza jurídica, y teniendo
ello en cuenta bien pudiéramos pensar en soslayarlas. Sin embargo, no es realista ni posible
ignorar su existencia; sería inclusive deshonesto dejar de evocarlas, pues se encuentran hoy
en el centro de un debate, de impacto incuestionable en el sistema de relaciones de trabajo.
Por un lado, existen quienes defienden la regulación del salario mínimo, al considerarlo un
instrumento esencial de la política social. Por el otro, existen quienes lo aborrecen, por
estimar que es uno de los grandes factores de rigidez del mercado de trabajo, y a ese título
un agente perturbador de la competitividad, nacional e internacional.
El tema ha sido abordado por una abundante bibliografía, a la cual la OIT ha hecho una
contribución importante. No reabriremos aquí la polémica, que es tan antigua como el viejo
conflicto entre 'lo social' y 'económico', o entre el Código de Napoleón y la Encíclica
Rerum Novarum. Recordaremos no obstante que hace cerca de veinte años, un artículo
publicado en la Revista Internacional del Trabajo, formulaba grandes dudas, tanto acerca de
la eficacia de la regulación del salario mínimo como instrumento de la política social, como
acerca de su papel presuntamente nefasto para la competitividad y el empleo. En lo esencial
su tesis era que, cuando el salario mínimo tiende a fijarse a un nivel que las empresas no
pueden pagar, simplemente no se cumple; motivo por el cual no puede pensarse que afecta
a la competitividad o al empleo. En el sentido contrario, cuando tiende a fijarse a un nivel
al que las empresas sí pueden pagar, este nivel es tan bajo que no asegura al trabajador los
recursos suficientes para mantener un nivel de vida decente; motivo por el cual tampoco
cumple su finalidad social.
Muchas reflexiones pueden hacerse en torno de esta tesis, pero la principal de ellas es que
si bien en algunos casos pueden concordar con la realidad no sucede los mismo en muchos
otros. Es indiscutible que el salario mínimo cumple cuando menos una función reguladora,
y que en su ausencia es muy posible que se carecerá de todo parámetro para impedir la
explotación del trabajador que no esté cubierto por alguna otra forma de regulación de los
salarios. De ahí, que si bien es ilusorio pensar que es un arma absoluta de lucha contra la
pobreza, existen en cambio motivos para asumir que es una herramienta de la política social
que no se puede no debe desdeñar.
La regulación institucional del mercado de trabajo, por normas nacionales tanto como
internacionales, entre las que figuran las relativas al salario mínimo , tienen entre sus
sometidos el de asegurar que la competencia, nacional o internacional, no se funde en el
llamado dumping social, a cual muchos empleadores, y muchos Estados, podrían sucumbir
con bastante facilidad. De ahí que el salario mínimo representa una garantía, entre otras, de
que la competencia no será socialmente desleal. Sin embargo, de ello no debería deducirse
que la competencia, nacional o internacional, debe excluir la existencia de diferencias en
los niveles de salarios. Al contrario, por ejemplo en materia de comercio internacional, la
existencia de un nivel de salarios relativamente bajo es una ventaja comparativa que puede
ser tan legítima como cualquiera otra ventaja resultante de las condiciones intrínsecas del
estado de desarrollo de un país.
El punto no consiste tanto en cuestionar la existencia de los salarios mínimos sino, como lo
enseña el Convenio núm. 131, en determinar un nivel adecuado de los mismos, teniendo en
cuenta tanto sus objetivos sociales como los imperativos económicos. Con esa finalidad,
nada parece más adecuado que la aplicación de los métodos de fijación que preconizan las
mismas normas de la OIT. La negociación entre los interlocutores sociales, la consulta
tripartita y el diálogo social deberían representar las vías idóneas para que el salario mínimo
se fije en un nivel que asegure un equilibrio adecuado entre la justicia social y el desarrollo
económico.
1 Alumno del 3º Curso 3ª Sección.-
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INTRODUCCIÓN
Antes daremos una definición del derecho para entender el alcance de la legislación actual
sobre la mujer en el derecho de familia.
'El derecho es una ciencia social, dinámica que va acompañando al hombre en su evolución
constante en la búsqueda de nuevas fórmulas de convivencia. Para los romanos el derecho
era el arte de lo bueno y de lo equitativo (ars boni et aequi).
El derecho es un conjunto de principios y normas que hacen que el hombre pueda vivir en
justicia. ' y 'Para Platón la justicia sería la idea suprema del Bien, que dentro de su
concepción filosófica, se acercaría a Dios o la divinidad, en su más alta expresión.'
Para Del Vecchio las fuentes del derecho están en la propia naturaleza humana, hay otros
autores que piensan que la fuente debe buscarse en Dios, a quien atribuyen la existencia del
derecho3
El fin del derecho es la justicia y ésta a su vez busca dar a cada uno lo suyo.
Nosotros los católicos sabemos que Dios ama la Justicia y el Derecho.
La mujer hoy goza en los países mas evolucionados de una igualdad sustancial con el
hombre, tiene participación en un pie de igualdad en lo laboral, en la política, en la familia
y en los distintos lugares en donde se desempeña.
La mujer tiene un rol fundamental dentro de la familia, como madre, esposa y su función en
la organización de la familia, es trascendental . La sociedad de hoy ha permitido que la
mujer salga a trabajar, asuma otras funciones y en consecuencia ha tenido que delegar
deberes y obligaciones de madre y abandonar en muchos casos el frente familiar.
Con qué claridad, Juan Pablo II, en la 'Mulieris Dignitatem', afirma que la mujer no debe
ser considerada en relación con el varón, sino como persona humana, y complemento
necesario del varón, que es distinto. En esa magnífica Carta Apostólica decía Juan Pablo II:
' La mujer, como por su parte también el hombre, debe entender su realización como
persona, su dignidad y vocación, sobre la base de estos recursos, de acuerdo con la riqueza
de la femineidad, que recibió el día de la creación y que hereda como expresión peculiar de
la imagen y semejanza de Dios'5
'Un informe reciente de Naciones Unidas señala que de los aproximadamente mil millones
de analfabetos que existen en el mundo, el 66% corresponde a las mujeres, a la vez que de
los mil doscientos millones de pobres que existen en el mundo, el 70 % son mujeres. , en
los países más pobres es la mujer la que experimenta, con mayor gravedad y agudeza, junto
con los niños y los ancianos, las consecuencias del atraso y es la que sufre las carencias,
con mayor gravedad'6.
CONSTITUCIÓN NACIONAL
La Constitución Nacional dispone que todos los habitantes de la República son iguales en
dignidad y derechos y que no se admiten discriminaciones. Por lo tanto las mujeres y los
hombres estamos llamados a ser personas dignas y a desenvolvernos en un ámbito de
libertad, de paz, amor y estamos llamados a la vida.
Para que estos propósitos no queden en letras muertas o hermosas declaraciones, y sean de
aplicación eficaz, es necesario también cambiar la mentalidad y las actitudes de todos
nosotros, varones y mujeres, respecto a la persona de la mujer. Se trata no sólo de un
cambio de leyes sino de un cambio cultural.
En nuestro país la mujer ha realizado una labor tesonera en su lucha por conquistar la
igualdad con el hombre, han comenzado a hablar por sí mismas, cuando antes el varón
hablaba y pensaba por ellas, conscientes de su rol como madres, defensoras de la vida y
educadoras, esposas e hijas, profesionales y asumiendo que la mujer tiene dignidad,
talentos y derechos.
De la protección de la familia
La familia es una institución jurídica protegida por el derecho, su origen remonta desde los
inicios de la humanidad. Dentro de la familia tanto el hombre como la mujer, así como los
hijos ven mejor armonizados sus derechos, constituye el fundamento del progreso del
matrimonio . La familia a fin de lograr su misión, requieren de comunicación, unión de
propósitos de sus cónyuges y la cooperación de los padres en la educación de los hijos.
Tanto el hombre como la mujer se deben ayuda y asistencia mutua, respeto recíproco, y
cumplir con las cargas del sostenimiento del hogar, educación, cuidados de los hijos.
La ley establecerá las formalidades para la celebración del matrimonio entre el hombre y la
mujer, los requisitos para contraerlo, las causas de separación de disolución, y sus
efectos..........'
Las uniones de hecho entre el hombre y la mujer, sin impedimentos legales para contraer
matrimonio que reúnan las condiciones de estabilidad y singularidad, producen efectos
similares al matrimonio, dentro de las condiciones que establezca la ley'
Con este artículo se busca facilitar la conversión de las uniones de hecho en matrimonio y
proteger jurídicamente a las uniones de hecho, que constituyen una realidad en nuestro país
y un problema que existen numerosas uniones de hecho, por la inestabilidad que crea al
hombre y a la mujer y la falta de una clima favorable para que los niños crezcan bajo el
calor de un hogar bien constituido.
Debemos educar sobre la importancia y ventajas del matrimonio para los cónyuges y para
los niños, a la vez deben crearse condiciones adecuadas de trabajo, salud, acceso a la
educación.
De la unión en matrimonio
De la maternidad y de la paternidad
Es fundamental la protección de la familia por parte del Estado, para garantizar la igualdad
de los cónyuges y asistencia de los hijos. Tanto el padre como la madre son responsables
del cuidado y educación de los hijos, por ello ambos deben ser responsables como padres.
El Estado promoverá políticas que tengan por objeto evitar la violencia en el ámbito
familiar y otras causas que atenten contra su solidaridad (art. 60 de la CN)
A través de los tres Poderes del Estado deben garantizarse la no violencia en contra de la
mujer. Recientemente el Paraguay cuenta con una ley que protege a la mujer y establece los
mecanismos para evitar este tipo de violaciones a sus derechos, brindando asistencia a la
mujer víctima de violencia. El cumplimiento de esta ley pasa por un trabajo de
concientización a todos los niveles de nuestra sociedad.
INSTRUMENTOS INTERNACIONALES
La legislación internacional ha tendido a unificar criterios entre todos los Estados para
establecer la igualdad de derechos del hombre y de la mujer. Se han firmado convenios
internacionales sobre los derechos de la mujer y otros tratan de derechos fundamentales de
la persona humana en donde la misma está incluida.
En relación al contenido de las normas es fácil constatar que después de haber abordado los
derechos civiles y políticos, se trata ahora de la enseñanza, del trabajo de la mujer y de los
problemas que se derivan de éstos: la maternidad, las responsabilidades familiares, la
eliminación de toda forma de discriminación en relación a la mujer, cuestiones que han
ocupado el centro de la legislación internacional.
No se puede hablar de la mujer de un modo aislado, como no se puede hablar del niño
como un ser que nace por generación espontánea. Tanto a la mujer como al niño y al
hombre debemos referirnos como personas con dignidad y derechos dentro de la familia. Y
la familia atraviesa hoy grandes transformaciones. El derecho de familia emerge, surge en
gran medida como efecto obligatorio de los Tratados Internacionales de derechos humanos,
estos tratados aceptan los cambios sociales, , políticos y culturales. Por ello a pesar de los
cambios, no debemos perder los fundamentos de la familia, en una sociedad que busca ser
más igualitaria, y democrática.. El modelo de la autoridad y subordinación al padre reinante
en la familia, ha cedido el paso a la solidaridad, cooperación e igualdad entre los miembros
de la familia como cónyuges, padres e hijos.
LA LEY 1/92
Estable los deberes y derechos de respeto mutuo , fidelidad, consideración y ayuda entre
ambos cónyuges.
La mujer puede realizar cualquier actividad lícita, ejercer su profesión sin requerir
autorización a su marido. El hombre y la mujer no pueden contratar entre sí y puede
constituir sociedades con responsabilidad limitada y para fines lícitos.
Dentro del matrimonio los esposos pueden decidir con responsabilidad y libremente el
número y el espaciamiento de hijos que quieran.
El desafío del derecho consiste en buscar regulaciones claras y no confusas que permitan la
coordinación del respeto de la dignidad de la mujer, de los niños como sectores más
vulnerables en nuestra sociedad, con los intereses del hombre y de la sociedad,
estableciendo una igualdad de derechos y obligaciones. La familia en esta crisis actual debe
ser fortalecida a través de la ley, sin olvidar el principio jurídico central: el reconocimiento
de la familia como institución natural y fundamental de la sociedad, la cual debe ser
protegida, a través del reconocimiento constitucional e internacional. Debe primar también
el principio de que el matrimonio es la institución jurídica que mejor protege y garantiza los
derechos de los cónyuges y de los hijos.
Hace tiempo que las mujeres están luchando por obtener el lugar que les corresponde en la
sociedad humana. Reconozcamos que nos queda un camino por recorrer en esta materia en
nuestro país. Necesitamos un cambio de nuestra cultura en el Paraguay, sus valores, cambio
de mentalidad de los hombres, sus estructuras, a fin de ir logrando los objetivos de un país
sin impunidad, sin la vigencia de la ley de la indiferencia, de la ley del más fuerte o
poderoso, buscar la forma de eliminar la corrupción. El cambio lo hemos de hacer entre
todos varones y mujeres, nadie puede estar ajeno a la responsabilidad.
No debemos olvidar que : 'Creó Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó,
varón y mujer los creó, los bendijo y les dijo Dios, sed fecundos y multiplicaos y bendecid
la tierra y sometedla'. Comprobaremos que es el comienzo de una armonía querida por Dios
y reconocida bíblicamente como muy buena.
Cada mujer es la única criatura, en la tierra, que Dios ha querido por sí misma, cada una
hereda también, desde el principio, la dignidad de persona, precisamente como mujer.
Juan Pablo II a una escritora, María Antonieta Makioki, le dijo en una oportunidad: 'Creo
en el genio de la mujer' Dice que todos los que lo escucharon quedaron sorprendidos, y
entonces el Papa añadió' El carisma de la mujer puede llegar a ser excepcional y sino que lo
diga Teresa de Calcuta, a quien todos conocemos y queremos'.
BIBLIOGRAFÍA
Juan Pablo II, Mulieris Dignitaten, Carta Apostólica sobre la Dignidad y la Vocación de la
Mujer con ocasión del Año Mariano.
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INTRODUCCIÓN
El presente trabajo tiene por objetivo dar a conocer -a grandes rasgos- , las nuevas
instituciones jurídicas que han sido implementadas dentro del ordenamiento positivo
paraguayo, a través de la Constitución Nacional de 1992.
Para la realización del trabajo, me he apoyado en autores nacionales con varios años de
ejercicio en la profesión de la abogacía, que algún ida también aspiramos a ejércela
aquellos que formamos parte de esta facultad.
Igualmente he procurado dar conocer las opiniones de autores extranjeros, sobre estas
mismas instituciones o sus similares en la legislación comparada.
Espero que el presente trabajo ayude a comprender a los compañeros, o mejor dicho darles
algunas ideas, sobre las nuevas instituciones que han sido implementadas en la
Constitución de 1992.
Solamente hoy día se discute los marcos dentro de los cuales ella se realiza y hasta donde
puede llegar para no superponerse con las facultades de investigación que son propias del
Poder Judicial.
El artículo es pues amplísimo, una verdadera cantera de la cual pueden extraerse numerosas
conclusiones y es la única fuente a la que recurrirse o citarse, para de ella derivarse a la ley
y así, sucesivamente, en el orden de prelación establecido por el art. 142 de la Constitución
Nacional.
Materia a Investigar: Otra cuestión que reviste carácter fundamental es que la materia de
decisión es de las Cámaras y no de la Comisión, es decir que no puede pensarse de manera
alguna que la Comisión decide 'per se'.
El art. 186, que trata de las comisiones, las designa como comisiones Asesoras
Permanentes, a fin de producir dictámenes, por lo tanto loa función de las comisiones es
asesorar, que significa aconsejar, pero nunca decidir.
El Art. 195 se encuentra reglamentado por Ley 137/92, que instituye las comisiones
conjuntas de investigación.
La decisión de investigar debe ser tomada por las Cámaras del Congreso, y no por la
comisión, sin perjuicio de las medidas urgentes que ella pueda tomar, si fuera permanente,
de acuerdo a las circunstancias y teniendo en consideración el 'periculum in mora'.
EL JUICIO POLÍTICO
El juicio político tiene una relevante función sobre los otros poderes del Estado y está a
cargo del Legislativo.
El juicio político puede ser definido como un medio de control que tiene el Poder
Legislativo sobre los otros poderes del Estado, y como su nombre lo indica, no es un juicio,
un proceso propiamente dicho, sino un medio que tiene para provocar la destitución de
alguno de los que pueden ser sometidos a él y luego, si hubiera lugar a la formación de una
causa, remitirlo al Poder Judicial para su juzgamiento.
Según el autor argentino Quiroga Lavié, 'el juicio político es el control que ejercen ambas
Cámaras del Congreso sobre los otros dos poderes del Estado con el fin de destituir de sus
cargos a los órganos públicos y por las causas que indica la Constitución'.
1. El Presidente de la República;
2. El Vicepresidente de la República;
3. Los ministros del Poder Ejecutivo;
4. Los ministros de la Corte Suprema de Justicia;
5. El Fiscal General del Estado;
6. El Defensor del Pueblo;
7. El Contralor General;
8. El Subcontralor;
9. Los integrantes del Superior Tribunal de Justicia Electoral.
Procedimiento a seguir:
Acusación: Esta debe ser hecha por la Cámara de Diputados, la que para su procedencia
deberá contar con la mayoría de dos tercios de los presentes.
Si se decide hacerlo, debe citarse al acusado a un juicio que debe se público y proceder a su
juzgamiento. El juicio debe culminar con una resolución de la Cámara condenatoria o
absolutoria. En el primer caso, se requiere la mayoría absoluta de dos tercios. Si no se la
consigue, el enjuiciado queda automáticamente absuelto.
La resolución que condena sólo puede contener la destitución del funcionario, más no la
inhabilitación para ejercer cargos públicos.
Es necesaria la sanción de una ley que reglamente este artículo, para prever muchas
situaciones que se presentarán en un juicio de esta naturaleza.
HÁBEAS DATA
Esta es otra de las nuevas figuras jurídicas incorporadas por nuestra Constitución Nacional,
es una garantía más acordada a los ciudadanos.
Hábeas data significa tener el dato. Cuando en algún registro público o privado existe algún
dato sobre una persona, física o jurídica, esta tiene el derecho a conocerlo y exigir su
rectificación si los datos contenidos sobre ella son inexactos.
A este respecto afirma Ekmekdjian-Calógero que: 'El hábeas data no tiene añeja o rancia
prosapia. Es una de las garantías constitucionales mas modernas, aunque se le denomine
mitad en latín y mitad en inglés'.
Una enumeración genérica de los datos de las personas, nos permite mostrar los diversos
tipos:
Algunos autores entienden que el amparo es la vía correcta para su utilización y que esta
garantía no sería sino un amparo especial, para el Prof. Moreno Ruffinelli es una figura
bien tipificada y que merece el tratamiento de una ley especial, tal como esta regulado el
amparo y el hábeas corpus.
DERECHO PARLAMENTARIO
Función Parlamentaria:
a) Legislativa: Esta función es una de las mas importantes que tiene, pero está lejos de ser
la única.
b) Judicial: Esta se ejerce sobre sus miembros o sobre los otros poderes del Estado.
Los dos son buenos si cumplen a cabalidad con sus funciones, pero a opinión de varios
autores, se inclinan por el bicameral, que aunque mas lento y pesado algunas veces, es sin
embargo de mayor garantía porque la Cámara revisora actúa como una instancia de
apelación.
En nuestro país han existido los dos sistemas. La Constitución de 1870 previó el bicameral.
La carta política de 1940 implanto el sistema unicameral bajo la denominación de Cámara
de Representantes. Volvió a ser bicameral con la de 1967 y continua así en la de 1992.
CONCLUSIÓN
Sin duda alguna la Constitución de 1992 configura un antes y un después dentro del
derecho positivo paraguayo, no solamente por ser una Constitución adaptada al nuevo
proceso democrático de la república, sino también por las nuevas instituciones, cargos,
comisiones, etc., que incorpora, con relaciones a las Constituciones que nos regían
anteriormente. Estas nuevas instituciones jurídicas tienen por fin, ayudar, colaborar con las
que las preceden en tiempo, para de esta manera hacer más accesible a todos los ciudadanos
la protección y el ejercicio de sus derechos consagrados en dicha Carta Magna.
Lastimosamente no todas, hasta el momento, poseen sus respectivas leyes reglamentarias,
lo cual imposibilita su aplicación. Este hecho debe importar de sobre manera a los
legisladores, ya que el espíritu de la Convención Constituyente en el momento de establecer
estas nuevas instituciones, fue de que ellas en verdad fueran aplicadas, y no solamente, que
fueran simples utopías redactas en un papel.
BIBLIOGRAFÍA
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>'La riqueza de las naciones depende en estos tiempos de lo que ellas hagan para fuera, no
de lo que hagan para adentro' Presidente Jorge Batlle - Asunción, Sep. 2000
1. INTRODUCCIÓN.
A partir de la segunda mitad del siglo pasado varios de los países menos desarrollados y
también algunos desarrollados (Bélgica, Reino Unido) sancionaron leyes de protección a
sus nacionales que actúen como representantes, agentes o distribuidores de fabricantes y
empresas del exterior. Estas legislaciones, al igual que las leyes laborales y las de defensa
al consumidor, regulan los llamados 'contratos con parte débil' (typically weak party
contracts) siendo sus normas inderogables por pertenecer a un país con el cual el contrato
presenta una conexión económica decisiva, de modo que las partes no pueden excluirlas
con eficacia2.
Al sancionar estas leyes los legisladores han percibido la necesidad de proteger a las
personas y empresas locales contra la posibilidad de que fabricantes y empresas extranjeras
puedan utilizarlas para abrir y establecer mercados para luego prescindir de ellas vendiendo
sus productos directamente sin el costo que significa la comisión o diferencia a favor del
intermediario.
Si bien estos esquemas de agresiva protección internacional son cada vez mas ante el
incontestable hecho del mayor poder de negociación de las empresas extranjeras en
contraposición a los distribuidores locales cierta regulación en la materia podría resultar
tolerable siempre que se asegure que las partes reciban un tratamiento equitativo, no
discriminatorio y previsible.
La tarea del legislador como hacedor del derecho es discernir cuales son los intereses en
juego y de que manera serán afectados por la legislación, a fin de medir su impacto en la
sociedad. Como sucede con la mayoría de las leyes, nunca existe un solo interés afectado.
En el caso que nos ocupa, el interés que aparece como el principal sin serlo, es el de la
protección de los agentes, representantes y distribuidores nacionales. Las empresas
extranjeras que celebran contratos con partes locales también deben ser protegidas en sus
intereses, brindándoles soluciones razonables a sus expectativas. El interés principal
debiera ser el fomento de la actividad comercial internacional con el Paraguay, a través de
un sistema claro y ordenado que asegure el 'juego limpio' y beneficios mutuos en un
esquema de cooperación entre las partes. Mas que nada, la ley debe ser previsible,
especialmente en un régimen de contratación internacional. A decir del célebre magistrado
norteamericano Oliver W. Holmes, las leyes deben ser '..las profecías sobre lo que los
tribunales harán en concreto, ni más ni menos.'4
La Ley que establece el régimen legal de las relaciones contractuales entre fabricantes y
firmas del exterior y sus representación, agente y distribuidores6 en el Paraguay (en
adelante 'Ley 194/93' o 'la Ley'), lejos de proteger equitativamente los intereses de los
sujetos de la misma a través de reglas que aseguren el equilibrio en los derechos y
obligaciones de las partes introduce un sistema desigual y discriminatorio para el
extranjero. Adolece además de imprecisiones, generalizaciones y vaguedades que la
convierten en un instrumento imprevisible en cuanto a su aplicación y por lo tanto
inadecuado para reglar y menos aún fomentar el comercio internacional con el Paraguay.
El propósito de este trabajo es exhibir aquellos aspectos de la Ley 194/93 que nos parecen
inapropiados, y para no caer en la mera crítica carente de propuestas, intentaremos también
mostrar algunos breves lineamientos -sobre bases de leyes comparadas de otros países y la
experiencia en la aplicación de la legislación actual- de ciertos principios que a nuestro
criterio deberían tener positiva recepción legislativa en nuestro país.
Bajo la Ley 194/93 parte extranjera no podrá alegar el vencimiento del plazo como causal
de terminación, por lo que establecerlo es inocuo. La experiencia comercial indica que
existen negocios que pueden durar muy poco tiempo y que pueden ser fácilmente
controlados en sus inversiones, gastos y ganancias como la distribución de un producto por
sólo un período de tiempo (un medicamento, objetos de moda). Otros se realizan de una
sola vez, por ejemplo la representación para una venta de valiosos (tecnología, barcos,
aviones). Considerándose todos los contratos indeterminados, desvincularse del distribuidor
local pagando una indemnización en base a los ingresos brutos o comisiones percibidas en
un contrato aislado podría resultar absurdo cuando la inversión en tiempo y dinero del
agente o distribuidor haya sido casi nula y sin beneficio posterior para el distribuido. Se
debieran mas bien prever que luego de dos o tres renovaciones del contrato el mismo se
reputa de plazo indeterminado.
Según la Ley, el fabricante o empresa extranjera sólo puede terminar, modificar o negarse a
prorrogar el contrato con el distribuidor por las causales prevista en la Ley, y que son
básicamente el incumplimiento contractual por la parte local, el fraude o abuso de
confianza, ineptitud o negligencia en su actuar, disminución de ventas salvo causa mayor,
actos que redunden en perjuicio de las ventas y conflictos de intereses en caso de servicios
y productos en línea de competencia con el representados o distribuidos10. El problema con
este listado no son las causas, que son razonables para motivar la terminación, sino que
existen tantas otras razones que también podrían resultar plenamente válidas, inclusive
aquellas derivadas de la acción de la empresa extranjera, u otras de fuerza mayor o de
decisiones comerciales razonables (retirarse del mercado) que plenamente justifican dar por
terminada la relación contractual.
La frase en el Art. 4 in fine '...estas pautas servirán para establecer el monto mínimo de la
indemnización...' es confusa sobre uno de los temas centrales de la relación. Qué significa
'monto mínimo' cuando de cualquier manera no existe formula exacta para determinar el
quantum de la indemnización? No se entiende otras indemnizaciones también serían
pagaderas aumentando la incertidumbre en cual sería el quantum de la indemnización o sí
otros parámetros ocultos podrían incidir en el cálculo del monto a pagarse.
La norma mas perniciosa y que crea un sistema sin salida para el fabricante o la empresa
extranjera es la del Art. 6 in fine12 de la Ley, y que exige a la empresa extranjera a otorgar
al representante, agente o distribuidor un plazo de 120 días para 'solucionar' la justa causa
de terminación. Sólo si la misma no fuera removida en dicho plazo la empresa extranjera
podría ejercer su derecho inmediatamente13 ante los tribunales. En términos sencillos, a la
empresa extranjera le está vedado demandar la terminación del contrato cuando su
representante, agente o distribuidor no ha cumplido (por ejemplo, pagado el precio),
hubiese sido inepto o negligente, hubiera disminuido las ventas, ejercido actos de deslealtad
comercial, o mentido en cuanto a sus condiciones o conflictos de interés. La Ley impone
una via crucis a la empresa extranjera que en primer lugar debe notificar a la parte local que
debe solucionar tal o cual causal o situación en 120 días, con lo cual es factible que se
inicie un 'estado de guerra' por la advertencia realizada. Luego a la empresa extranjera no lo
queda que esperar 120 días pudiendo el distribuidor solucionar la causal en el día 119
(abonar una deuda pendiente, eliminar su negligencia o abstenerse de actuar deslealmente).
Teniendo en cuenta que la Ley nada dice sobre reincidencias, en unos días posteriores a la
'solución' de la cuestión podría aparecer otra 'justa causa' y así una sucesivamente in
eternum convirtiéndose la relación en un drama kafkaiano. Es como si las pautas
universales que desde tiempos ancestrales rigen las relaciones en el comercio pudieran de
pronto ser reformuladas por una ley, como si la confianza comercial se pudiera establece
por decreto.
Por lo referido decíamos que la Ley constituye en la realidad 'una invitación a indemnizar'
debido a que antes de embarcarse en un túnel sin salida de sucesivas 'notificaciones' de 120
días, de 'soluciones' de justas causas, y la necesidad de tener que convivir con un socio que
tiene licencia para fallar continuamente, las empresas extranjeras prefieren pagar
indemnizaciones a través de acuerdos privados, a pesar de tener justas causas para terminar
el contrato.
3.6 UN RÉGIMEN POCO CLARO Y PREVISIBLE.
El sistema creado por la Ley como también varias de sus normas, a nuestro criterio,
presentan cuestionamientos constitucionales, que son los siguientes:
a) El sistema creado por la Ley viola la libertad de concurrencia en el mercado (Art. 107
Constitución Nacional 'CN') en detrimento de foráneos habilitados para realizar
válidamente negocios en el Paraguay;
b) Contraviene la garantía de libre circulación de los productos de procedencia extranjera
en la República y los discrimina en relación a productos paraguayos (Art. 108 CN);
c) Los obstáculos para acceder a la solución de los conflictos a través de medidas no
razonables menoscaba el derecho del debido proceso de una de las partes de la relación
contractual (Art. 16 de la CN);
d) La garantía de la irretroactividad de la Ley es obviada al permitir que contratos
celebrados con anterioridad a la vigencia de la Ley sean regidos por ella (Art. 104 de la
CN);
e) Finalmente, la Ley 194/93 beneficia a un sector pequeño de la economía, los
distribuidores de productos extranjeros, en detrimento del interés general (Art. 128 de la
CN) y que resulta del incremento del comercio internacional con el país y los consumidores
paraguayos de acceder a un mayor números de productos a precios competitivos que no
sean incrementados en virtud de riesgos en esta jurisdicción por potenciales pagos de
indemnizaciones a distribuidores locales (Art. 38 CN, Defensa de los Intereses Difusos)14.
b) MERCOSUR
Con relación al MERCOSUR el Tratado de Asunción en su Anexo 1.b obliga a los estados
partes a no adoptar 'cualquier medida de carácter administrativo,..............o de cualquier
naturaleza mediante el cual................impida, dificulte, por decisión unilateral, el comercio
recíproco.....'. La Ley 194/93 constituye una medida que logra dicho efecto prohibido y por
lo tanto estaría vedado bajo el tratado16.
A modo de modesta colaboración, hemos creído necesario exponer algunas breves ideas
acerca del contenido que debe tener una legislación sobre representación, agencia y
distribución en el Paraguay.
Cuando se piensa en una ley que rija las relaciones comerciales entre personas en distintos
países, y vemos que debiera ser el marco que establezca las condiciones para el fluido
reracionamiento comercial de empresas del extranjero con el Paraguay. Como decíamos
anteriormente, debe ser antes que nada previsible en sus normas a fin de preservar el
principio de seguridad jurídica y estar en consonancia con las garantías constitucionales y
los tratados ratificados por el Paraguay.
A) La Autonomía de la Voluntad.
La mayoría de los países que han reglado sobre los sistemas de distribución han establecido
una diferenciación entre el contrato de plazo determinado y el indeterminado,
diferenciación que tiene singular importancia cuando hablamos de terminación y pago de
indemnizaciones.
Al vencimiento del plazo, las partes deben ser libres de terminar para lo cual sería necesario
notificar tal voluntad cierto tiempo antes del vencimiento del plazo (tres a seis meses) caso
contrario el mismo se considerará prorrogado tácitamente.
Otra norma interesante de la legislación belga es aquella que reputa de plazo indeterminado
el contrato de plazo determinado que ha sido renovado por tercera vez18, lo cual parece
razonable atendiendo a que luego de la tercera renovación se entiene que la relación ha
durado lo suficiente para no ser terminada por el simple vencimiento del plazo sino por una
justa causa. En ese caso, en el futuro el contrato sólo podrá ser rescindido no por el
vencimiento del plazo sino unicamente por causas consideradas justas o razonables de
terminación.
Las partes pueden decidir que la relación durará hasta que alguna de las partes decida
terminarla. Obviamente, la terminación
Indemnización por falta de preaviso: Si el contrato fuera pactada sine die, por un plazo
indeterminado, la terminación procede solamente si previamente se ha dado un preaviso de
por lo menos seis meses, para permitir a las partes buscar otro distribuidor, o una nueva
línea de productos para distribuir. La falta de un preaviso adecuado debiera ser sustituido
por el pago de una compensación, que podría ser acordada por las partes o en su defecto
fijada por un juez o en arbitraje. La indemnización debe comprender:
-las ganancias que el distribuidor debió obtener durante dicho plazo (falta de preaviso);
-los gastos en que hubiera incurrido para encontrar un nuevo producto que distribuir.
-el valor actual de lo invertido por el distribuidor para la explotación del negocio, que serán
aprovechados por el fabricante siempre que no fueran utilizables por el distribuidor para
una actividad similar (llave, publicidad, equipos e instalaciones que no puedan ser
utilizadas por le distribuidor);
-y deudas incurridas para salirse del negocio, como personal y gastos de retiro de
emblemas, entre otros19.
C) Causales de terminación.
Establecer una lista lo suficientemente amplias para permitir se adapten a los innumerables
casos que pueden existir en transacciones comerciales internacionales sería difícil sino
imposible. Un listado taxativa de justas causales por culpa del distribuidor nunca es
suficiente para cubrir el universo de los casos posibles debiendo también ser consideradas
como tales aquellas acciones del fabricante que debieran permitir al distribuidor terminar el
contrato con pago de indemnización, o aquellas de fuerza mayor que tiene que ver con
decisiones comerciales o económicas como por ejemplo el retiro del mercado de un línea de
productos sin aprovechamiento del mercado por el fabricante que obedecen a decisiones
económicas y comerciales20. La mayoría de las legislaciones (Puerto Rico, Bélgica, etc.)21
han dejado la perniciosa identificación de las llamadas 'causas justas' de terminación. sino
que establecen criterios mas flexibles.
D) Medidas cautelares
Habiendo una de las partes terminado el contrato, las medidas cautelares deberían ser
dictadas por los jueces o árbitros sólo en la medida que no signifique un elemento extorsivo
para una de las partes (impedir la importación de productos, etc.) pudiendo no obstante
solicitar de la parte demandada las garantías a fin de precautelar los derechos de la
accionante.
6. CONCLUSIONES.
Considerando el desarrollo y evolución de la actividad comercial en el nuevo orden
mundial ha llegado el momento de adecuar ciertas normas si se pretende estar preparados
para la mundialización. Mantener ciertas estructuras proteccionistas que no se encuentran
en consonancia con la inexorable liberalización del comercio global no resulta aceptable
menos en un país como el nuestro cuya principal propósito debiera ser convertirse en un
'centro de intercambio' de bienes y servicios a nivel regional.
La Ley 194/93 no sólo crea un sistema discriminatorio, desigual e imprevisible para las
empresas extranjeras, carente de seguridad jurídica, en disonancia con tratados comerciales
internacionales firmados por el Paraguay, y otras normas que aseguran un tratamiento
igualitario al extranjero como las de inversión, sino que constituye una restricción al
comercio internacional con el Paraguay. Como evidencia de su ineficacia el resultado de la
aplicación de la ley ha sido la casi nula (sino inexistente) actividad de los tribunales en
respuesta a reclamos de 'justa terminación' a pesar de haberse suscitado sin duda un número
considerable de controversias. Además algunas empresas extranjeras han optado por no
operar en el Paraguay, mientras que otras han decidido dejar de utilizar distribuidores
locales organizando sus propias subsidiarias a fin de distribuir sus productos en el país.
Mas bien, los distribuidores paraguayos deberían erigirse como un grupo especializado de
profesionales compitiendo en el MERCOSUR para lograr vender productos extranjeros en
un radio de acción cada vez mas amplio .
La revisión de la legislación actual hacia una ley mas clara y previsible, que regule las
relaciones entre comerciantes internacionales comprendiendo la realidad del comercio
internacional y que lejos de crear restricciones lo estimule a fin de lograr un desarrollo
mayor flujo de negocios con nuestro país, y enviar una señal positiva al exterior de ello, sin
duda deberá ser una de las asignaturas impostergables de lo que hoy denominamos
'Reforma del Estado'.
**********************
Art. 1°. Establécese el régimen legal por el cual se definen las relaciones contractuales para
la promoción, venta o colocación dentro del país o de otra área determinada, de productos o
servicios, proveídos por fabricantes y firmas extranjeras por medio de Representantes,
Agentes o Distribuidores domiciliados en la República y se fijan las pautas de las
indemnizaciones que correspondan con motivo del cese, sin expresión de causa, de las
relaciones contractuales.
Art. 3°. Los Representantes Agentes o Distribuidores podrán ser exclusivos o de cualquier
otra forma contractual, en los términos que acuerden las partes.
Art. 4°. Todo fabricante o firma extranjera que fuese parte de alguna de las relaciones
contractuales, indicadas en el Articulo 2° de esta Ley, podrá cancelar, revocar, modificar o
negarse a prorrogar la Representación Agencia o Distribución, sin expresión de causa, pero
estará obligado, en este caso, a pagar una indemnización que se fijará de acuerdo con las
siguientes pautas:
Art. 5°. A los efectos del artículo anterior entiéndese por utilidad bruta el resultado que
irrogue el monto de las ventas netas menos el costo de la mercadería vendida. En los casos
que en la relación contractual se haya previsto el pago de comisiones, la utilidad bruta será
el monto total de aquellas. Igualmente se acumulará el tiempo de la Representación,
Agencia o Distribución en los casos en los que el proveedor extranjero hubiese cambiado
de nombre o domicilio y se proporcionase la misma marca al Representante, Agente o
Distribuidor local.
Art. 6°. Todo fabricante o firma extranjera que estuviese comprendido en alguna de las
relaciones indicadas en el Articulo 2°. de esta Ley, podrá cancelar, revocar, modificar o
negarse a prorrogar la Representación, Agencia o Distribución con justa causa, sin estar
obligado a pagar indemnización alguna invocando las causales que más abajo se indican:
Art. 7º. Las causales mencionadas en el artículo precedente deberán acreditarse ante los
Juzgados y Tribunales de la República o en arbitraje si esto fuere convenido. En caso
contrario, se presumirá que la cancelación, revocación, modificación o negativa de prórroga
es injustificada.
Art. 9°. Las partes pueden reglar libremente sus derechos mediante contratos, sujetos a las
disposiciones del Código Civil, pero sin que en forma alguna puedan renunciar a derechos
reconocidos por la presente Ley.
Art. 10°. Las partes se someterán a la competencia territorial de los Tribunales de la
República. Podrán transigir toda cuestión de origen patrimonial o someterla al arbitraje
antes o después de deducida la demanda en juicio ante la Justicia ordinaria, cualquiera sea
el estado de esta, siempre que no hubiese recaído sentencia definitiva y ejecutoriada.
Art. 11°. A partir de la fecha de promulgación de esta Ley, los documentos y contratos a los
que hace relación el Articulo 2°, deberán registrarse en el Registro Público de Comercio,
que habilitara una sección para el efecto.
b) Las facturas de compra que comprueben que se hayan realizado operaciones mercantiles
con base a dicha autorización, por lo menos durante los dos últimos años anteriores a la
vigencia de esta Ley;
c) El pago de comisiones al Agente por parte del fabricante o firma extranjera, por las
operaciones mercantiles realizadas durante los dos últimos años por lo menos, antes de la
entrada en vigencia de la presente Ley;
d) Que el Representante, Agente o Distribuidor haya realizado por cuenta propia gastos de
propaganda y de publicidad enunciando que es el Representante, Agente o Distribuidor de
los productos o servicios del fabricante o firma extranjera, con el conocimiento de ello por
parte de dicho fabricante o firma sin haber existido oposición; y,
Aprobada por la Honorable Cámara de Senadores el tres de junio del año un mil
novecientos noventa y tres y por la Honorable Cámara de Diputados, sancionándose la Ley
el diez y siete de junio del año un mil novecientos noventa y tres.
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Señoras y señores:
Debo decirles, por comenzar, que me complace mucho hablar ante Uds. en esta ocasión.
Primero, por hallarme en Bs. As, compartiendo fraternalmente con todos Uds. ideas y
sucesos de la historia y la cultura, de los pueblos que conforman la naciente y creciente
unidad del Mercosur. Segundo, porque la historia y cultura que en esta mañana vamos a
recordar es la historia y la cultura del Paraguay, mi patria, 'epica tierra con lágrimas y
sangre fecundada', como decía un poeta mejicano.
Para dar inicio, vamos a darle titulo a esta disertación. Le vamos a llamar: geografía e
historia del pueblo paraguayo.
Y vamos a dividirla en dos partes. En una primera, que no puede llevarmos demasiado
tiempo, vamos a significar brevemente el sentido humano y la estrecha relación con que se
vinculan y se influyen estas dos entidades o realidades del mundo en que vivimos: por una
parte, la geografía, la tierra, el país, la ecología, como dicen hoy; por otra parte la historia,
es decir, la larga vida de aconteceres y gestas, de penas y glorias, que la familia humana ha
ido generando siglo tras siglo, geografía e historia en misteriosa y penetrante sinergia.
Comencemos por la geografía. Como decía Virgilio, el gran poeta latino, en los primeros
versos de la Eneida: 'arma virumque cano, Troioe qui primus ab oris, Italiam fato profugus,
lavinaque venit littora. Voy a cantar las armas y la hazañas de aquel varón, el primero que
prófugo llegó a Italia y pisó las playas lavinias'.-
Y todas las creaciones de la libertad humana, siempre hacen eco a estas múltiples voces que
vienen de tierra adentro.
Así, en efecto, desde las más antiguas y remotas reflexiones que han hecho los políticos,
legisladores, historiadores y grandes pensadores de la cultura, tanto en Grecia como en
Roma, siempre han expresado la convicción de lo profundo y fuerte que es el influjo de la
geografía en la vida del hombre y en la historia de los pueblos.
La historia, por su parte, no es otra cosa sino el largo y sinuoso proceso terrestre que hace la
vida natural y cultural del ser humano. Los animales viven exclusivamente la vida natural,
tambien acordes a su hábitat y en medio de su abundancia o sus rigores, pero no generan
cultura, ni tienen historia propiamente tal. Realizan su ciclo vital, de manera instintiva,
determinada y cerrada. Nacer y perecen todos de la mismísima manera, apenas cumplido el
cupo existencial que a cada especie corresponde. 'El hornero hace su nido, decía
Aristóteles, exactamente como lo hacía en tiempos del viejo Homero'.-
El ser humano, en cambio, vive su vida en el seno de la naturaleza; pero utiliza sus energías
y fecunda sus virtualidades, poniendo en todo lo que toca la marca inefable de su razón, de
su libertad y de sus manos. 'La razón y las manos hacen la cultura', decían de manera
concorde Santo Tomas de Aquino y Carlos Marx.
Pero, señalemos de manera muy enfática que esta vida natural y esta superfetacion de la
cultura, los hombres no las realizan aislados unos de otros. Muy por el contrario, los
hombres se unen, se aglutinan y se organizan en humana y racional convivencia,
procurando todos juntos, en mancomunidad de esperanzas y de esfuerzos, eso que en
política llamamos el bien común.
La plenitud de la vida, es decir, el bien-estar existencial del hombre, solo se alcanza en
convivencia, convivencia racional y justa, convivencia jurídica y pacifica, la sabrosa
plenitud de vida.
Y a través de la historia vamos experimentando que, así como los hombres son muy
diferentes, tambien los pueblos nacen, crecen y prosperan con diferentes estilos de vida y
con memorias culturales muy diversificadas. Esto hace a la fecundidad y riqueza del género
humano: lenguas y naciones; costumbres, artes y obras de variado ingenio; razas y colores
de la piel, todo es naturaleza y cultura del mismo tronco y raíz que llamamos hombre.
Frente a esa orquestación maravillosa, cada uno de nosotros puede expresar lo que un poeta
latino decía: 'Yo soy hombre y nada de lo humano me es extraño'.
Para ir acabando esta primera parte de nuestra exposición, digamos finalmente que así
como la geografía, es decir, la naturaleza física nos marca y nos condiciona con sus amores
y sus rigores, también la historia cultural de nuestro pueblo nos configura y condiciona de
manera muy fuerte y penetrante; nos da el genio y la figura que son propiedad de la nación
en la cual hemos nacido y nos hemos nutrido.
Las peripecias de nuestra nación, con sus luces y sus sombras, con sus logros y sus
fracasos, forman parte de la larga herencia con que el pasado llega hasta nosotros, nos
arrastra con su corriente y orienta nuestra libertad hacia el futuro. Ningún pasado histórico
tiene rostro definitivo, dicen los filósofos. Llega hasta nosotros, nos alienta o nos
desalienta, pero nosotros, hombres de aquí y de ahora, podemos metamorfosear el rostro de
nuestro pasado, proyectando hacia el futuro, con creatividad a veces imprevista, un futuro
más luminoso, más humano y hasta divino.
Ya en la zona tropical, Paraguay se halla bordeado y ceñido por tres grandes ríos: el Paraná,
el Paraguay y el Pilcomayo. Este último, sinuoso y paseandero, sale del lejano oeste, de las
últimas estribaciones de los Andes, sale de Bolivia. El Paraná y el Paraguay, en cambio,
bajan del norte y del nordeste, de las lejanas y misteriosas selvas brasileñas.
Parece que este nombre Paraguay, viene de la denominación que los indígenas de aquella
vasta región dieron al río Paraguay, río de los payaguases: payagua-y, en guaraní. De ahí
proviene Paraguay en español. De ahí tambien deriva el nombre de nuestra ciudad Capital,
que en idioma guaraní, hasta hoy día, los paraguayos llamamos Paraguay; Asunción, en
guaraní, se llama Paraguay.
El río Paraguay, río muy sosegado y navegable, se extiende a lo largo de 2.500 km.
dividiendo nuestro país en dos regiones diferentes, no solo por la geografía, sino tambien
por la historia. La región oriental, que linda con Argentina y Brasil, es rica en bosques,
muchas y fértiles praderas, hidrograficamente muy bien alimentada. La región Occidental o
Chaco es una anchurosa y ávida planicie. Dicen que potencialmente es muy rica. Pero la
falta de agua en gran parte de su extensión hace que su cultivo y explotación exijan
esfuerzo y mucha industria humana.
El río Paraná, río como mar, según su antigua etimología en guaraní, es el segundo río más
extenso de toda Sudamerica. Nace en el sudeste brasileño y desemboca en el Río de la
Plata, haciendo un largo recorrido de mas o menos 4.000 km. El pronunciado declive de su
curso, así como los accidentes orográficos allá en el norte, saliendo del Brasil, hacen del río
Paraná rica oferta para las dos grandes hidroeléctricas de Itaipu y de Yacyreta. Una tercera
se halla en proyecto; es la de Corpus.
Pues bien, en esta ancha y enriquecida geografía subtropical habitaban numerosas etnias
indígenas, cuando llegaron los españoles y lusitanos a comienzos del siglo XVI.
Una de ellas, numerosa y dilatada desde el río Paraguay hasta el Atlántico era la gran
familia indigena Tupí - Guaraní o Guaraní - Tupí. Son los que recibieron, acogieron y se
unieron con los españoles recién llegados en los primeros decenios de aquel siglo.
Sin embargo, los que no solo descubrieron, sino tambien se asentaron en las márgenes del
río Paraguay, bien acogidos por los indígenas guaraníes 'la gente de mejor polizia', como
observaron los primeros españoles, fueron los expedicionarios que llegaron con el primer
Adelantado Don Pedro de Mendoza. Llegaron al Río de la Plata y, según dicen en el lugar
llamado Riachuelo, fundaron el Puerto de Nuestra Señora de Santa María del Buen Aire,
año 1536. Lugartenientes de Mendoza remontarón el Paraná y el Paraguay a través de
innumerables vicisitudes; siempre alentados por el sueño visionario de llegar al famoso
Vellocino de oro, que eran las sierras auríferas del Potosí. Pasando el Cerro Lambare y
bordeando las altas barrancas del Ita Pyta Punta, al pie de una bahía que daba entrada al río,
el 15 de Agosto de 1537, fue fundada la Casa Fuerte de Nuestra Señora de Santa María de
la Asunción. Como 'amparo y reparo de la conquista'; Centro de irradiación de pueblos y
ciudades, Asunción se transformó en ciudad muy pronto, en 1541, 'con Cabildo, Regidores
y todo lo concerniente a la buena gobernación'. Los conquistadores, dice un historiador
paraguayo, se habian convertido en ciudadanos. Paraguay ya no era conquista sino
Provincia.
En esta vasta y fertil región del Paraguay y del Paraná como ya dijimos antes, habitaban los
guaranies. Cultivaban abundantemente la tierra con plantaciones de mandioca, maiz, batata,
mani y algodón. A esta agricultura de subsistencia hogareña añadian actividades de caza y
pesca.
Sin embargo, para nuestro propósito, es de mucha mayor trascendencia historica un hecho
singular que ahora vamos a significar. Los guaranies, no se destacaron como los incas y los
aztecas, por su cultura de organización politica o por sus grandes monumentos de piedra.
No; en absoluto. Porque en el Paraguay solamente hallamos pintorescas serranias, pero no
altas montañas. De manera que la fama y trascendencia historica de los guaranies las vamos
a encontrar en otra cosa: en su valor guerrero y en la preciosidad de su lengua. Los
primeros misioneros franciscanos y jesuitas quedaron admirados por la riqueza y artificio
del idioma guarani. Podemos leer que la primera gramática publicada por el P. Anchieta
S.J. en 1595 lleva por titulo: 'Arte de gramatica de lingoa mais usada na costa do Brasil'.
Del mismo modo se expresaban Ruiz de Montoya (S. XVII) y Manuel Peramas (S.XVIII).
Este último, que fue profesor de humanidades griegas y latinas en Córdoba, escribe lo
siguiente: 'La lengua guarani se habló y se habla todavía en la mayor parte de la America
Meridional, desde el Oceano brasileño hasta el río Marañón y aun más allá, pues también se
habla en Cayena. Esta extensión es mucho mayor de la que alcanzaron el griego o el latin, a
los cuales nada tiene que envidiar el guarani en artificio y elegancia'. ('Peramas S.J. - La
Republica de Platon y los guaranies').
En este punto, apreciados amigos, tenemos que hacer una pausa para reflexionar un
momento en la significación histórica de estos hechos. Este Paraguay que en aquel primer
siglo de la conquista fuera llamado 'Provincia gigante de las Indias' y aquel idiomna tan
dilatado y tan rico que se hablaba de mar a mar, a través de innumerables vicisitudes y
desmembraciones, es el Paraguay de hoy, reducido y estrechado en a 407.000 Km.2.
Aislado en su cultura guaraní, país mediterráneo, insular por su geografía e insular por su
cultura. Roa Bastos dijo que el Paraguay es 'una isla rodeada por tierras'. Pero el Paraguay
vive fuerte y autóctono, con vitalidad de tierra adentro, con vitalidad aborigen. Y un poeta
de nuestra tierra (Carlos M. Gimenez) decía en versos imnpecables: 'Ñandeyara ipope
oñoty vaekué ha'aty hovy ko ndopamoai. Hendive ipoty ñane ava ñe e; peichagua teta na
ikangy vaerai'.
Podemos decir, entonces, que en está selva anchurosa y en este idioma tan precioso y
dilatado, España o la divina providencia, ha dado nacimiento a un nuevo pueblo, es decir, a
la nación paraguaya.
Los largos tres siglos de conquista, de colonia no han sido sino el largo proceso de
desmembración geográfica y de enclaustramiento progresivo que ha padecido el Paraguay.
Sin embargo, en el largo proceso de esos tres siglos ocurren algunos hechos de relevante
significación que es menester recordar.
Lo primero es el encuentro espontáneo, íntimo y fecundo que los españoles hacen con la
raza y la gente de los guaraníes.
A orillas del río Tacuary, los jefes paraguayos conversaron largamente con aquel hombre
procer de la sensatez y el amor patrio que fue el Gral. Belgrano. Quedaron así en germen
'las semillas de la de la independencia del Paraguay, 15 de Mayo de 1811.
El Paraguay independiente, que lleva dos siglos de existencia puede distribuirse
comodamente en cuatro espacios históricos diferentes.
El tercero - Es tiempo de cierto despegue. Pero la politica se hace cada vez mas enconada.
Aparecen sucesivas y largas dictaduras. Culminan con la caída de Stroessner en febrero de
1989.
El cuarto y último - comprende este último decenio de transición democrática. Poderosos
contratiempos han turbado nuestra existencia. Pero la solidaridad de nuestros pueblos se ha
fortalecido con la gran novedad del Mercosur.
Hagamos unas breves reflexiones sobre estos cuatro periodos de la existencia paraguaya
independiente.
El Dictador Francia, con sus sombras y sus luces, fué la encarnación beligerante de esta
idea. Y el gobierno de los López, el de Don Carlos y el gobierno del Mariscal, fueron
prósperos, inteligentes y heroicos testimonios de esta idea política continental. Repitamos
una vez más: el Paraguay tiene conciencia de su insularidad territorial y de su fuerte
identidad cultural. Se afirma y se defiende heroicamente en ella. 'Cada gota de sangre que
cae en tierra es una nueva obligación para los que sobreviven' decía Solano López en
aquella celebre nota de respuesta que dio a la intimación de rendición que le hicieron los
jefes aliados, Diciembre de 1868.
Cinco años duró la guerra de la Triple Aliaza. Palmo a palmo fue defendido el suelo patrio,
desde el Paraná, frontera sur hasta Cerro Corá y Mbaracayú, frontera norte.
El Paraguay quedó hecho ruinas. Y un poeta argentino, Carlos Guido Spano cantó la
célebre nemia: ' Llora, llora urutaú, en las ramas del yatay; ya no existe el Paraguay, donde
nací como tu. Llora, llora urutaú'.
Yo creo con profunda convicción que todas las vicisitudes, de victorias y derrotas, que ha
sobrellevado el Paraguay desde entonces, lleva siempre allá en el fondo, la amargura
heroica de aquella gran tragedia.
Hace cosa de varios años, el Arzobispo de Recife (Brasil) Monseñor Helder Camara se
hallaba en Asunción participando de un Congreso Internacional. Terminado el acto yo le
conducia a su hotel. En el trayecto, le invité a dar unos rodeos y a conocer algo de
Asuncion. 'No, gracias', me respondio. 'Me da mucha pena Paraguay; porque gran parte de
responsabilidad en esta postración de Paraguay la tiene Brasil'.
Terminada la guerra en 1870, y bajo la mirada vigilante del vencedor, Paraguay se hizo
camino hacia una vida política constitucional y hacia una lenta reconstrucción. Optamos de
buenas a primeras por una constitución liberal, similar a la Constitución Argentina y
adoptamos el Código Civil de Vélez Sarfield.
La cultura paraguaya, antaño tan uniforme y acorde, tan radicada en al nacionalidad y las
costumbres, comenzó rápidamente a volverse dicotómica. A esta dicotomía yo suelo
denominar la urbe y el campo. Asunción se hizo el Paraguay caté: de gobierno, de la
universidad, de habla castellana y de luz eléctrica. Más allá de Asunción, pasando la calle
Ultima se halla el trabajo campesino, se habla guaraní y se camina descalzo.
De la política de esa época solo diremos que fué una continua, enconada y a veces
sangrienta lucha de partidos y de grupos partidarios. En el uso del poder se sucedían y se
intercambiaban los dos partidos. Pero, atención, aquí va una nota sobresaliente de la
política paraguaya: este intercambio o traspaso de partidos en el gobierno, en el Paraguay
nunca se hizo por el camino de las urnas; siempre fué resultado, voz y voto de las
bayonetas.
Lo cual no significa que hayamos carecido en absoluto de ideales, valores y hombres
próceres, sembradores de la libertad y deseosos de la convivencia democrática.
Sesenta y cinco años habían corrido desde la guerra grande, cuando desembocábamos en
otra contingencia bélica. Fue la guerra del Chaco, que duró tres años, del 32 al 35.
Volvimos exhaustos, agotando nuestos últimos recursos; pero volvimos victoriosos.
Terminada la guerra del Chaco (1935) y hasta prácticamente hoy día, la política paraguaya
viene marcada por la presencia activa de los militares y por el partidarismo monocrático
dueño del poder. Meteóricamente pasó el gobierno del General Estigarribia, conductor
victorioso de nuestro ejercito en el Chaco. Un accidente de aviación cegó su vida
(7/sep/1940), cuando apenas se iniciaba su presidencia.
Así llegamos al tres de febrero de 1989. Ese año cae el muro de Berlín. Y también cae la
dictadura de Stroessner en la madrugada del 3 de febrero de ese año; el día de San Blas,
Santo Patrono del Paraguay, vino abajo la dictadura. Y un júbilo inmenso llenó la Patria
entera, de frontera a frontera. Como siempre la alegría de los paraguayos: fervorosa, llena
de alma, pero intima y contenida. Yo desperté a mis hijos, los lleve a la ventana abierta por
donde se escuchaba el tableteo de las ametralladoras y los morterazos; y les dije a mis hijos:
'esto es historia!'.
Pero, apreciados amigos, ser heroicos en la guerra es cosa muy diferente a ser héroes en la
paz. Y desde hace diez años, sin Stroessner y sin dictaduras, el pueblo nuestro, a pesar de
sus grandes deseos y esfuerzos, no ha logrado la convivencia democrática, tranquila y
fecunda.
Quiero hacerles ahora una confidencia. Escúchenme por favor, que esto que ahora voy a
decirles es, a mi juicio, el profundo drama político que hoy dia quebranta al Paraguay.
Pero los malos hábitos y los hombres derruidos de ayer vuelven a pegar sus manotones con
increíble tozudez.
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"PROCEDIMIENTO Y ATRIBUCIONES DEL FISCAL RESPECTO DE LAS
MEDIDAS CAUTELARES PERSONALES"
José Fernando Casañas Levi
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La nueva ley procesal penal (1.286/98) modifica sustancialmente el escenario del proceso
penal en general, otorgando nuevas atribuciones a determinados órganos y organizando de
manera distinta la competencia de otros.
Resulta obvio, y de hecho es una de las cosas que más comentarios merece, las novedosas
atribuciones legales otorgadas al Agente Fiscal en lo Penal. La intención principal de este
artículo es precisamente lograr mayor claridad en esta discusión, sobre todo en la etapa
inicial de la investigación, que es el momento procesal que más directamente afecte a los
sujetos intervinientes y que mayor polémica genera.
En el contexto de las investigaciones de la etapa inicial, de acuerdo al art. 18 del CPP '...el
Ministerio Público estará obligado a promover la acción penal pública de los hechos
punibles que lleguen a su conocimiento, siempre que hayan suficientes indicios fácticos de
la existencia de los mismos. Cuando sean admisibles, se aplicarán los criterios de
oportunidad establecidos en este código'. A esto se denomina principio de legalidad
procesal.
En el mismo se deja en claro, que es obligación y función del Minsterio Público, llevar
adelante la persecución penal en los hechos punibles de acción penal pública o de instancia,
una vez que tenga conocimiento de los mismos. Con esta decisión política del legislador se
reestructura el proceso penal paraguayo, con relación a lo que establecía el anterior código
procesal penal, en el que claramente era el mismo Juez quien realizaba la investigación y
juzgaba.
Dice Roxin que la omisión de la persecución penal por parte de un funcionario, sea este
Fiscal, Policía u otro funcionario encargado de la persecución ante un hecho punible,
realiza el tipo penal previsto en el parágrafo 258ª del C. Penal Alemán, cuyo correlativo
directo es el 229 del Código Penal Paraguayo (Frustración de la persecución y ejecución
penal). Según el profesor alemán, es irrelevante si el funcionario actúa como cómplice en el
hecho que se pretende encubrir u ocultar, o si interviene luego de acontecido el mismo.
En realidad cualquier persona puede aprehender en estos casos, y desde ese momento debe
comunicar, dentro de las seis horas, al Ministerio Público y al juez. Desde este momento se
inicia el aspecto dinámico del proceso, poniéndose a conocimiento de la autoridad judicial
(Fiscal y Juez) la circunstancia de la aprehensión.
La Constitución Nacional en su artículo 12 utiliza los términos detener o arrestar, sin que
esto, a mi criterio, tenga un contenido procesal riguroso, sino que simplemente se hace
referencia a la privación de libertad.
La Carta Magna en el artículo citado impone como condición para la privación de libertad
es que el sujeto sea sorprendido en flagrante comisión de delito que merezca pena corporal.
Tampoco en este punto se puede ser muy exigente con la redacción constitucional. Lo que
sí queda claro es que el primer requisito es la flagrancia, regulada revolucionariamente en
el inciso 1° del artículo 239 del nuevo código procesal penal. Es realmente discutible la
definición de flagrancia utilizada por el precepto citado, ya que amplia el concepto
doctrinariamente aceptado a ámbitos como el de la persecución.
A partir de este acto (la comunicación dentro de las seis horas desde la aprehensión), es el
Fiscal, quien es por lo general quien toma intervención el que debe resolver: 1) ordenar la
libertad o 2) librar una orden de detención.
Este es el primer análisis jurídico vinculado a la situación procesal del imputado que se
realiza por parte del Representante del Ministerio Público. En el marco de dicho análisis
deberá contemplar las condiciones en que se dio la aprehensión, así como si procede emitir
una orden de detención, en base a los presupuestos del art. 240 del CPP, a saber:
Este es un importante logro con relación a lo que la práctica de los tribunales impuso con la
vigencia del Código de 1890, en el sentido de que las órdenes de detención no contenían
fundamentación alguna, prestándose esto a la comisión de arbitrariedades por parte de los
Jueces.
El artículo también regula los pasos procesales que deben darse una vez que se efectivice la
detención:
En todos los casos, la persona que haya sido detenida será puesta a disposición del juez en
el plazo de veinticuatro horas para que resuelva, dentro del mismo plazo, sobre la
procedencia de la prisión preventiva, aplique las medidas sustitutivas o decrete la libertad
por falta de mérito.
La obligación de la persona que procede a la detención, así como de quien la ordena, es de
ponerla a disposición del Juez en el plazo de veinticuatro horas, a contarse desde el
momento en que fue privada de su libertad. En caso de no darse cumplimiento a esta
norma, el responsable podría convertirse en autor o partícipe del hecho punible de privación
de libertad (124 CP).
Por otro lado, desde ese momento en que el detenido es puesto a disposición del
Magistrado, y hasta 24 horas después, es él quien tiene competencia para decidir la suerte
del detenido.
En ese sentido, tiene tres alternativas: ordenar la libertad por falta de mérito, disponer la
prisión preventiva (242), o aplicar medidas sustitutivas o alternativas conforme a la
regulación de los artículos 245 y siguientes.
El otro requisito previo a la decisión es el que el detenido sea oído. En este punto se debe
aclarar que basta con que el afectado haya tenido la posibilidad de ser oído, responsabilidad
que recae directamente en el Magistrado. El ejercicio o no del derecho por parte del
imputado no tiene relevancia procesal, siempre que haya tenido efectivamente esa
posibilidad. Indudablemente al dársele expresamente la posibilidad de declarar,
corresponde que se le hagan las advertencias respecto de sus derechos procesales, de lo
contrario todo el acto sería nulo.
Es por eso que conviene hacer un llamado de atención sobre la manera en que se aplican en
algunos Juzgados de la República las medidas alternativas, ya que se maneja el concepto
erróneo de cuanto mayor sean las cauciones más cerca está el imputado de someterse al
procedimiento. Esto es un error de dimensiones importantes, ya que se desconoce con esta
postura la esencia de los requisitos para la aplicación de la medida cautelar personal, que
son el peligro de fuga o de obstrucción. Esto implica que aún cuando la caución ofrecida
sea económicamente importante, existiendo peligro de fuga o de obstrucción a la
investigación, la medida alternativa o sustitutiva no es aplicable.
En cuanto a la última parte del párrafo trascripto más arriba, es necesario aclarar que
cuando se dice que podrá ordenar su libertad cuando estime que no solicitará su prisión
preventiva, el precepto se refiere al Agente Fiscal y no a la Policía, ya que de hecho esta
última no tiene facultades de solicitar la prisión preventiva de los detenidos. Además, el
artículo 242 está orientado a la competencia del Ministerio Público.
Como puede verse, el Ministerio Público, a través de las nuevas disposiciones penales de
tipo procesal asume una competencia que era antes desconocida, quedando en sus manos
una parte importante del imperium. Pero al mismo tiempo, el nuevo sistema penal lo ubica
en un sitial de mucha mayor responsabilidad, por lo que todos quienes circunstancialmente
ejercemos la tarea del Agente Fiscal debemos ser conscientes del momento histórico de
construcción dogmática, y por consiguiente la seriedad con que debe ser encarada esta
función.
1 Abogado. Doctor en Ciencias Jurídicas. Fiscal de Delitos Económicos. Catedrático en las
ramas de Derecho Penal y Medicina Legal de las Facultades de Derecho de la Universidad
Católica de Asunción y Villarrica y de la Universidad Americana.-
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"REFLEXIONES SOBRE LA FILOSOFIA POLITICA Y JURIDICA DE
ROUSSEAU"
Fernando Tellechea Yampey
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Sumario
Analizamos aquí aspectos resaltantes de lo que Juan Jacobo Rousseau señala como Poderes
de Hecho y Poderes Legítimos. Nos fundamos esencialmente en el 'Contrato Social' para
establecer los soportes de la doctrina del filósofo ginebrino en la materia... 'Ningún hombre
tiene una Autoridad natural sobre sus semejantes'. Este principio ya fue proclamado por la
patrística y la escolástica y se puede sintetizar en que 'la fuerza no da derechos'.
El 'Contrato Social' de Rousseau es sin duda una de las obras cumbres del pensamiento
político occidental. Entre las múltiples cuestiones que estudia Rousseau en el 'Contrato', se
encuentra la distinción entre los poderes de hecho y los poderes legítimos.
Una de las consecuencias de la distinción entre el plano de los meros hechos y el plano de
la axiología normativa es esta diferencia que el filósofo ginebrino establece entre las dos
clases de poderes: a) Los poderes meramente de hecho, que son poderes solamente porque
cuentan con una mayor fuerza que las que tengan las gentes sobre las cuales se imponen; y
b) Los poderes legítimos. 'Convengamos, pues -dice- que la fuerza no hace el derecho y que
no se está obligado a obedecer más que a los poderes que son legítimos' (Lib. I Cap. III).
Definir en qué consiste la legitimidad es precisamente la cuestión que Rousseau trata de
indagar. Desde luego, sólo la legitimidad de un poder crea el deber de obedecerlo. No
existe tal deber de obediencia respecto de los poderes meramente de hecho.
'Ningún hombre tiene una autoridad natural sobre sus semejantes' (Lib. I. Cap. IV). Este es
un principio que ya fue proclamado vigorosamente por la patrística y por la escolástica.
Independientemente de lo que los mercenarios de las cancillerías regias sostuviesen, el
pensamiento cristiano claramente afirmó que no hay reyes por derecho divino, porque nadie
nace ungido para ejercer una autoridad política sobre sus semejantes. La filosofía política
de la escolática estableció las siguientes afirmaciones concatenadas: Por derecho natural
debe haber una autoridad política; pero nadie está naturalmente investido de potestad de
mando sobre la comunidad, de esto se sigue de modo necesario que el poder político
pertenece natural y esencialmente tan sólo a la comunidad del pueblo, la cual, sin embargo,
tiene el derecho de o bien conservar el ejercicio activo de ese poder, o bien delegarlo en una
persona o en un grupo de personas. Rousseau coincide con las dos primeras afirmaciones,
pero discrepa en cuanto a la última.
Como 'la fuerza no produce ningún derecho', hay que examinar si cabe alguna posibilidad
para fundar una autoridad política legítima.
Roussear analiza si puede o no ser racional que un hombre o un pueblo enajene su libertad
en favor de otra persona. El filósofo no se pregunta si tal hombre o tal pueblo efectuaron de
hecho esa enajenación de su libertad.
Ahora bien, este aserto plantea un problema filosófico jurídico de importancia. El problema
de hasta qué punto el contenido de un contrato puede condicionar la validez de éste.
Rousseau examina, sólo a los efectos de la argumentación, la hipótesis de un sedicente
pacto de sumisión de un hombre o un pueblo a otra persona. A los efectos de la
argumentación se supone que existe capacidad de obligarse en ambas partes, se supone
también que ambas partes prestan su consentimiento y sin embargo, Rousseau, no admite la
posibilidad de tal contrato.
¿Por qué?; por razón del contenido de dicho pacto. ¿Por qué el contenido de tal pacto sería
inadmisible? Porque sería ilegítimo. Hay que aclarar bien, ilegítimo no significa aquí
contrario a ninguna ley positiva, ya que el problema no se estudia a la luz de ningún orden
jurídico positivo. Ilegítimo significa aquí injusto, contrario al derecho racional. Es contrario
al derecho racional, porque tal pacto sería irracional, absurdo, carente de sentido. Un pacto
tal se presentaría en la forma siguiente: 'Yo hago contigo un convenio que redunda
totalmente en cargas para tí y totalmente en provecho para mí, un convenio que yo
observaré en tanto que me plazca, y tú observarás en tanto que a mí me plazca'. (Lib. I Cap.
IV)
No parece superfluo esforzarse en definir con todo rigor los propósitos, el sentido y el
alcance de la doctrina de Roussean sobre el contrato social, teniendo en cuenta sobre todo
la influencia del pensamiento político rousseuniano en la Revolución Francesa,
acontecimiento éste que transformó el concepto del Estado y del individuo, que había de
informar las sociedades modernas de un nuevo sentido de las funciones, deberes y derechos
del poder público y de la ciudadanía.
Es bien notorio el hecho de que en la segunda mitad del siglo XIX, en general no se
comprendió ni remotamente la filosofía jurídica y política de Rousseau. No podían
entenderla los positivistas, porque la doctrina del pensador ginebrino es esencialmente
filosófica, es decir, no se desenvuelve en el plano de la descripción empírica de los hechos,
sino que postula criterios axiológicos puramente ideales. No podían entenderla tampoco
quienes, en lugar de estudiar a Rousseau como un gran filósofo, con el propósito de
enterarse de su pensamiento, majaderamente veían en él a un enemigo político a quien
querían combatir por todos los medios.
La gran novedad aportada por Rousseau respecto de la idea del contrato social fue la de
afirmar categóricamente que, al hablar de un pacto social, no se trata en modo alguno de
referirse a un supuesto hecho real en la historia. Se trata, por con contrario, de exponer el
criterio normativo para un Estado justo.
La referencia a un contrato social como origen y fundamento del Estado es muy añeja. Ya
los sofistas, y entre ellos especialmente Protágoras e Hippias, habían lanzado bajo forma
mítica la idea de una especie de contrato social como fundamento de las leyes. Los
epicúreos consideraban al Estado no como un producto natural, sino como algo creado por
los hombres reflexivamente, mediante un contrato que celebran los individuos para no
dañarse recíprocamente. En el derecho romano figuran algunos párrafos que hacen alusión
a la lex regia, mediante la cual el pueblo cedió su Imperio y potestad al príncipe, texto
sobre los cuales sus glosadores en el siglo XII hicieron gran hincapié, estimándolos como la
base jurídica tanto del antiguo imperio, como del 'Sacro Imperio Romano germánico'. La
idea de que el poder deriva de la comunidad a través de un pacto renació vigorosamente
hacia fines del siglo XII, enlazándose con ciertos temas de la filosofía patrística. Tal
doctrina cobra mayor apogeo y más fina elaboración en el pensamiento de S. Tomás de
Aquino, quien formula ya la teoría de un contrato político entre el pueblo (titular primario
del poder) y el gobernante.
Los glosadores Acursio, Bartolo, Baldo, Aretino, Parco y otros, discutieron prolijamente
sobre los efectos del contrato político, a saber: sobre si la traslatio imperii constituía una
enajenación definitiva del poder, o por el contrario, sólo una mera concesión (concessio)
revocable por el pueblo en cualquier momento. Francisco de Vitoria sigue desarrollando la
teoría sobre el contrato político, Occam, Marsilio de Padua y Nicolás de Cusa acentúan
vigorosamente las consecuencias democráticas del mencionado contrato.
La versión que Grocio da del contrato social recae en el carácter empirista que a éste se
había dado en la Edad Antigua, y en el Medioevo, es decir, el contrato pierde la dimensión
de hipótesis deontológica o de principio regulador que ya había empezado a asumir, aunque
tímidamente, en los autores ya mencionados. En la doctrina de Grocio, por el contrario, el
pacto político aparece meramente como un supuesto hecho histórico, multiforme y diverso
en la pluralidad de sus casos concretos. No hay, según Grocio, un paradigma de contratos
políticos, sino que existen tantos contratos diversos, cuantas sean las constituciones
políticas. El pueblo puede libremente elegir la forma de gobierno que prefiera; y en el caso
de que renuncie al ejercicio de la soberanía concediéndola íntegramente a un príncipe,
entonces el pueblo no tiene derecho a recuperarla unilateralmente.
Es importante señalar con Rousseau la hipótesis del estado de naturaleza y la hipótesis del
contrato social pierden todo su carácter empírico, de supuestos hechos reales, y cobran
plenamente y con toda claridad la dimensión de meras ideas normativas.
El contrato social es una mera pauta ideal, un criterio axiológico para establecer las
condiciones esenciales de un Estado legítimo y de un derecho justo.
LIBERTAD E IGUALDAD
Ahora bien, Rousseau piensa que la igualdad constituye precisamente el medio a la vez
racional y más eficaz para la protección del mayor ámbito de libertad individual. Si la
condición es igual para todos, entonces resultará racionalmente un aumento de la libertad y
una reducción de los deberes jurídicos. Si la condición no fuera igual para todos, el interés
de algunos podría inducir a éstos a restringir la libertad de otros. Entonces los más fuertes
podrían reducir a los demás a una situación de dependencia. Este es el sentido en el cual la
igualdad funciona como una condición de la libertad. Lo que importa sobre todo a
Rousseau es la libertad individual, hasta el punto que su principal argumento en pro de la
idea del contrato social consiste en que uniéndose cada uno a todos no obedezca, sin
embargo, más que a sí mismo.
Por eso el Soberano, por ende el Poder Legislativo, a pesar de ser una autoridad plenaria,
'no puede traspasar los límites de las convenciones generales'. (Jean Jacques Rousseau, 'Du
contrat social' Lib.II Cap. IV). En todo aquello en lo que mediante leyes generales no se
han impuesto deberes, los ciudadanos tienen el derecho de la libertad respecto de su
conducta, y de su disposición respecto a sus bienes.
Lo importante es no olvidar que el soberano jamás tiene el derecho de imponer más cargas
a un sujeto que a otro, es decir, que debe observar siempre el principio de igualdad entre los
ciudadanos. La competencia legislativa del soberano es suprema, pero sólo tiene tal
competencia para dictar leyes, esto es, normas generales, en las cuales todos los ciudadanos
sean tratados según el principio de igualdad.
Para que un Estado sea justo, la ley debe imperar por encima de todo y de todos; y las leyes
deben ser la expresión de la voluntad general. Para conseguir esto, el procedimiento que
ofrece mayores posibilidades de éxito, aunque no plena seguridad de él, es el que las leyes
sean hechas por el conjunto del pueblo, consecuentemente, por decisión mayoritaria (Lib.
II, Cap. VI).
El Estado concebido por Rousseau en el 'contrato' no puede, como lo hemos visto, tener
ningún interés contrario al de sus súbditos. ¿Qué será entonces del súbdito que no esté de
acuerdo con ello? Respuesta: Ese súbdito es un 'malhechor'. Lo cierto es que por sobre las
interpretaciones divergentes acerca del sentido y alcance del contrato social y la voluntad
general, Rousseau, es el padre teórico de la democracia moderna y uno de los pilares más
importantes de la historia del pensamiento político.
BIBLIOGRAFIA
- Paul Souday, 'La societé des grands espirits' Emile Hazan, París, 1929.
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Caveant Consules ne quid detrimenti republica capiat. 'Velen los Cónsules para que no
sufra menoscabo la República', decía la fórmula sacramental con la cual el Senado Romano
decretaba La Dictadura (501 a. de C.).
Fueron Sila y César quienes, en Roma, pervirtieron la Dictadura. Desde entonces el hombre
no ha cesado en su intento por hallar un substituto semejante que permita defender las
instituciones democráticas sin otorgar al Príncipe la suma del poder de manera irrestricta.
Ya decía HERODOTO (484-426 a. de C.), el Padre de la Historia: Dad todo el poder al
hombre más virtuoso que existe, pronto le veréis cambiar de actitud. Era necesario, pues,
encerrar el estado de excepción dentro del Estado de Derecho. Ríos de tinta y de sangre
corrieron antes que el Constitucionalismo lograra ese objetivo. La Dictadura
desnaturalizada, concebida como el ejercicio arbitrario del poder; la Ley Marcial, como
modo de ordinarizar tribunales militares; el Estado de Asamblea, convirtiendo al pueblo en
ejércitos milicianos; y el Estado de Sitio, utilizado por todos los autócratas del mundo, han
tenido que ser soportados por los ciudadanos inermes de todos los tiempos, antes que se
hallaran los frenos de estos excesos. Tal desprestigio adquirieron estas instituciones en los
Años del Terror en Francia, cuando un cañonazo y una bandera roja anunciaban: La Ley
Marcial está decretada; todas las reuniones son criminales; se va a hacer fuego; que los
buenos ciudadanos se retiren', que desde Benjamín FLANKLIN hasta Ruy BARBOZA y
Carlos SÁNCHEZ VIAMONTE muchos han condenado estas instituciones. Entre ellas el
Estado de Sitio, su última expresión. Sin embargo, el estado de sitio: sobrevive.
Decía FLANKLIN, 'los frutos de ese régimen son infalibles. Sus efectos sobre la entera
vida social son peores que el mal que pretende extirpar o la irregularidad que intenta
corregir'. Hay una fuerza interna, incontrolable, que impulsa al poderoso a ambicionar y
ejercer cada vez más poder, a concentrarlo. Está probado que el poder corrompe, y que el
poder absoluto, corrompe absolutamente. Era, pues, necesario limitar el desborde del poder
otorgado para controlar una situación de excepción, a fin de evitar que esa inercia propia
del poder exceda el bien jurídico que se pretende tutelar. No obstante esta noble intención,
siempre los hechos superaron al derecho, adelantándose en sus actos y produciendo efectos
no deseados. El gobernante, armado del Estado de Sitio, rebasó sus límites y su misión,
confundiendo sus intereses con los del Estado. Ruy BARBOSA, entonces, sobre el
instituto, escribió: 'degenera el sentido moral por efecto de la impunidad de los abusos del
poder y de los artificios ilegítimos, a costa de los cuales se asegura esa impunidad.
Perdiendo su personalidad, convirtiéndose en mecanismo de forjar y abatir posiciones, de
servir y destruir individuos, el gobierno hace de la persecución su eje, y la persecución trata
de hacerse cada vez más perseguidora para precaverse contra posibles reacciones, Una
perversidad arrastra a otras para defenderla o encubrirla. El miedo extingue la piedad en el
alma de los déspotas y en el corazón de los esclavos. La averiguación es sustituida por la
sospecha, la justicia por la Policía, la Ley por las rábulas. Desaparece de la Nación el
sentimiento de legalidad y la responsabilidad de los acusados no se mide ya por la gravedad
de las pruebas sino por la negrura de las imputaciones. La corrupción alcanza niveles de
pleamar. El gobierno altera interesadamente la verdad y establece culpabilidades bajo la
mirada sumisa y prescindente del Poder Judicial'. Al mismo tiempo, SÁNCHEZ
VIAMONTE pedía la proscripción del Estado de Sitio en las constituciones americanas.
Sobre la tierra devastada, sembraron semillas de liberalismo aquellos hombres que al lado
de López defendieron la patria o regresaban al Paraguay después de largo exilio. A Juan
José Decoud y Facundo Machaín (exiliados políticos de tiempos de López) debe atribuirse
principalmente el texto de la nueva Constitución. Corría el año 1870 y el Paraguay estaba
ocupado por tropas brasileñas y argentinas. El texto consagraba los principios liberales de
las Constitución americana y reproducía casi literalmente la Constitución argentina de
1853, sancionada también como reacción a la tiranía de Juan Manuel de Rosas. Como no
podía ser de otro modo, rechazaba cualquier forma de dictadura, declarándola nula y
condenando a los responsables con pena de 'infames traidores a la patria' (art. 13 in fine). El
artículo citado comenzaba diciendo: 'El Congreso no podrá jamás conceder al Poder
Ejecutivo, facultades extraordinarias, ni la suma del poder público, ni otorgarles supremacía
por las que la vida, el honor y la propiedad de los habitantes de la República queden a
merced de persona alguna'. Sin embargo, los constituyentes reconocieron la necesidad de
otorgar al Estado -para defensa de la Constitución y de las autoridades legítimamente
constituidas- la posibilidad de decretar el Estado de Sitio en aquellos casos que inspiraron
la instalación de la dictadura en Roma: 'conmoción interior y ataque exterior'. La facultad
era del Congreso, y durante su receso, del Poder Ejecutivo.
La pos-guerra obligó a cada paraguayo a emplear sus fuerzas en la reconstrucción del país;
poco tiempo quedaba para intrigas palaciegas o conspiraciones innecesarias. La vida se
desenvolvía bajo la protección de las tropas de ocupación brasileña y la autoridad de los
caudillos de la época. Pero no pasó mucho tiempo antes de que las ambiciones personales
sembraran en el ánimo de los políticos de entonces las ansias de poder. Y no sería la
Constitución del '70 la que pondría freno a sus apetitos desmedidos. Se cierne de nuevo
sobre el Paraguay la semilla de la guerra, pero esta vez, entre paraguayos. Se desata un
época de turbulencias políticas que envuelven al país en sucesivas revoluciones (1904,
1908, 1911/2, 1921/2). La guerra civil, ese flagelo fratricida, había incubado al calor de la
codicia de unos, de otros, y vomitaba muerte y destrucción entre las familias paraguayas.
Sólo otra guerra internacional suspendería transitoriamente este canibalismo criollo. La
última guerra de trincheras desangraba a dos países hermanos. Bolivia y Paraguay luchaban
por el Chaco. Con la paz de 1935 cesa la contienda bélica entre vecinos, sólo para dar paso
a la Revolución de Febrero de 1936. No debemos olvidar que mientras todo esto ocurría en
el escenario nacional, en el mundo, las democracias más avanzadas se enfrentaban a las
ideas totalitarias. El comunismo en Rusia, el fascismo en Italia, el nacionalsocialismo en
Alemania, y el falangismo en España se imponían con su costo de sangre y muerte. En la
vieja Europa ya habían asesinado a la familia de los Zares, aniquilado la democracia
italiana, el nuevo canciller alemán exigía la supremacía de la raza aria y habían acallado la
voz de García Lorca. De la mano del fascista Decreto Nº 152 (Febrero del '36), que
identificaba la Revolución con el Estado, nace lo que muchos dan en llamar el partido
militar. Los militares desde sus cuarteles intervienen en la política nacional. Se suspende la
vigencia de la Constitución de 1870 y se disuelve el Parlamento Nacional. El gobierno cayó
poco más de un año después de haber instalado la revolución, más como una reacción al
incipiente crecimiento del militarismo que como un deseo de salvar el Estado liberal. El
Comandante victorioso del Chaco, José Félix Estigarribia, asumió la presidencia en 1939.
Se ansiaba hallar paz de la mano de un hombre valiente y honesto, forjado en la disciplina
militar, que con su prestigio pudiera evitar la anarquía. Pero no fue así. Las heridas dejadas
por los años de luchas fratricidas no habían sanado aún, y Estigarribia en el mes de febrero
de 1940 asume todos los poderes, suspendiendo -de nuevo- la Constitución Nacional. El
Congreso, adicto a sus deseos, se autodisuelve y convoca a una Convención Nacional
Constituyente para jurar una nueva carta magna.
Desde la Dictadura Perpetua del Dr. Francia hasta hoy, el constitucionalismo paraguayo
viene ganando terreno en el campo del estado de excepción. Hemos aceptado la luz del sol
y reconocido que no es bueno para la salud de un pueblo, como el avestruz, esconder la
cabeza ante el peligro. Demasiadas personas han sufrido en América, y en Paraguay en
particular, el rigor de una mano fuerte o de confiar instituciones como estas al puño de un
militar mesiánico. Comprendimos que es mejor regular el estado de sitio, que dejarlo al
arbitrio de la interpretación del gobernante de turno. Si regulado dentro de una constitución
de plexo democrático, es malogrado en aras de valores republicanos, mediante
interpretaciones caprichosas, y la mirada cómplice y silenciosa de un Poder Judicial
complaciente y sometido, ¿cómo no intentar una formulación que -pese a las advertencias
de los autores- reduzca el riesgo de los excesos del poder?.
Para quien detenta el poder, este poder nunca es bastante. El poder embriaga, se convierte
en una droga que consumida exige más. Cada vez más, poder para llenar el vacío inmenso
que crea en el alma del poderoso, obligado permanentemente a aplicar siempre más y más
poder para conservarlo. En ese ejercicio constante, en ese devenir incesante de poder, se
siembra de dolor la tierra que se habita y de angustias los días y las noches de quien lo
ejercita. Al poder irrita quien se opone a él, molesta quien no se somete, fastidia la
resistencia. El poder no se comparte, se impone; no se controla, se ejerce. Y cuando el
poder es omnímodo, las iras del señor son las de la patria, confundiendo sus deseos con los
intereses nacionales. Gobierno y Estado se mezclan. No podemos prescindir del poder, pero
debemos ponerle límites. He ahí la cuestión. Debemos reglar un poder civilizado,
enmarcado en el Estado de Derecho, evitando que el mismo vuelva al hombre a sus
orígenes. No olvidemos a Anatole FRANCE, el gran poeta y literato francés, cuando
advertía: Raspando la piel del hombre civilizado, se encuentra siempre al hombre de las
cavernas. Un hombre civilizado revestido de gran poder, es pues, en definitiva, un
cavernario armado de un gran mazo para abatir derechos, si a esa fuerza no le oponemos los
derechos individuales, frenos y contrapesos a sus facultades constitucionales.
La Carta Política de 1940 aniquiló las conquistas alcanzadas en esta materia por la
generación que concibió y estableció la Constitución de 1870. Ya no era el Congreso quien
decretaba el estado de sitio, sino el Poder Ejecutivo quien evaluaba la 'amenaza grave' al
orden constitucional. El estado de sitio se volvió preventivo, bastaba la 'amenaza' de
peligro. Se eliminaba el derecho de optar por el exilio. La Constitución de 1967 recoge los
mismos vicios. Ambas fueron la estructura jurídica sobre la que la Dictadura de Stroessner
cimentaría su poder durante 35 largos, demasiado largos años. El Congreso así renunció a
su deber de controlar los excesos del poder so pretexto de 'razones de Estado'. Del mismo
modo actuó el Poder Judicial. A estos debía sumarse, la inexistencia de juicio político en la
Constitución del '67, que hacía inimputable al Presidente de la República por el mal
desempeño de sus funciones o los abusos en que hubiera incurrido. Durante el régimen
estronista, el estado de sitio se instalaba cada 90 días, de manera ininterrumpida durante
toda su existencia. El decreto que lo instalaba se repetía sacramental e invariablemente
como las letanías. Nada nuevo decían, ni nada extraordinario señalaban. Se constituía en
resguardo de la seguridad nacional ante la amenaza inminente de conspiraciones
internacionales, con vinculaciones locales. El estado de sitio era la regla, no la excepción.
Constituía en sí mismo una paradoja. Definitivamente, todos los habitantes de la república
estaban 'sitiados'. Se había instalado en el alma de los paraguayos el miedo. Esa segunda
piel, que todos teníamos. Era un modo de vida. Todos estábamos bajo sospecha. Todos
estamos bajo libertad condicional, no se cansaba de repetir en los pasillos de los tribunales
el Dr. Fernán Díaz Pérez. El mecanismo era sencillo, nada complicado, se contaba con el
silencio cómplice del Parlamento y la renuncia cobarde del Poder Judicial a su función
jurisdiccional. 'El caso Escolástico Ovando s/ pedido de Hábeas Corpus (A.I. Nº 189 del 14
de noviembre de 1983) -dice el recordado profesor Justo José PRIETO-, nos ofrece la
ocasión más patética de la dura aplicación del principio de la no justiciabilidad, tanto por
los antecedentes del caso como por los efectos que habría de tener como práctica
jurisprudencial para el otorgamiento tácito de facultades extraordinarias'.
'Escolástico Ovando -prosigue PRIETO- fue condenado por la Justicia Militar a 15 años de
penitenciaría por homicidio, juicio ya de dudosa competencia, cuyo trámite azaroso no es el
caso comentar. Cumplida la sentencia, el Sr. Ovando permaneció aún cinco años recluido
sin otorgársele la libertad. En consecuencia fue peticionado un Hábeas Corpus a su favor.
La Corte Suprema de Justicia oficia a la Policía de la Capital, la que, destacando la orden
expresa de comparecencia personal que prescribe el art. 650 del Código de Procedimientos
Penales, sin 'presentar el cuerpo', contesta al oficio, manifestando que el señor Ovando,
detenido durante veinte años, lo continúa siendo en virtud del estado de sitio y por orden
del Presidente de la República. Las circunstancias mencionadas permiten suponer que el Sr.
Ovando, durante veinte años de encierro habría estado indiciado de participar desde la
cárcel, se entiende, de los graves hechos que habrían de haber originado el estado de sitio:
conmoción interior, conflicto o guerra internacional, invasión exterior. Sin embargo, como
respuesta ante lo absurdo de tal posibilidad, la Corte Suprema en fallo que después tuvo
lamentables consecuencias, no hizo lugar al recurso de Hábeas Corpus, justificando su
resolución el pertinente considerando: 'Que en el caso de autos, el señor Escolástico
Guillermo Ovando está detenido por disposición del P. Ejecutivo, en aplicación del
contenido del mencionado art. 79, según refiere el informe escrito agregado a autos y
emanado de ese mismo poder del Estado. En esas condiciones cabe concluir que al
proceder de esa manera, ejerció una de las facultades constitucionales conferídales
excepcionalmente durante la vigencia del estado de sitio..'. Si se tiene en cuenta -continua
PRIETO- que el estado de sitio lleva cuarenta años de vigencia, que el Presidente de la
República lo dicta sin control del Parlamento por tácita renuncia del mismo, el Poder
Judicial otorgó, por medio de la mencionada resolución, facultades extraordinarias
implícitas al Poder Ejecutivo, facultades por las cuales cualquier ciudadano puede perder su
libertad por tiempo indefinido y sin hecho delictual alguno que le sea imputable'.
La sociedad está bien gobernada cuando los ciudadanos obedecen a los magistrados y los
magistrados a las leyes (SOLÓN), pero el peligro es inmenso cuando los magistrados no
obedecen a las leyes, ni responden a su compromiso con la justicia y del deber de
conciencia que le impone hacerla. El poder, y con el la injusticia de su proceder, avanza
sobre el terreno cedido por quienes tienen el deber de ponerle límite. Si al Parlamento y a
los Jueces les falta coraje, los habitantes están expuestos al capricho del Ejecutivo y
librados a su suerte. Por eso decía el Prof. PRIETO, que el ejercicio de los derechos en
Paraguay es un rasgo de valentía, y tenía razón.
Valga esta digresión, para hacer saber que el abogado que defendió al Capitán Napoleón
Ortigoza, preso y condenado con Ovando, terminó en el exilio; y los abogados que
plantearon el Hábeas Corpus del Sargento Escolástico Ovando fueron querellados por el
Presidente de la Corte Suprema de Justicia por criticar el fallo, y condenados a tres años de
cárcel.
Este último capítulo sobre el tema, tiene por misión recordarnos a todos, aquí presentes,
abogados todos, la necesidad de no ceder terreno a la barbarie, a la fuerza bruta. Los
abogados somos parte de la justicia, somos la garantía del debido proceso. Pero, para ello,
necesitamos ser libres; desear la libertad como un valor absoluto. Prefiramos, como los
Girondinos, las borrascas de la libertad, a la seguridad de la esclavitud. El abogado que no
puede representar libremente los intereses de sus defendidos no es abogado, sólo un remedo
de él. Cuando las libertades individuales sucumben ante la ambición del poderoso, los
hombres de derecho debemos ponernos en primera fila para defenderlas. Si así no lo
hacemos, si no exigimos que el que manda cumpla con la ley, es seguro, que duda puede
caber, que se desbordará en excesos y actuará como mejor le convenga. Ahí deben estar los
hombres de leyes, jueces y abogados, para defender los fueros ciudadanos, e impedir que el
Poder Ejecutivo avance sobre el campo judicial sin encontrar resistencia, sobre un Poder
Judicial replegado y tolerante. Debemos impedir el espíritu invasor de fueros y
competencias que engendra el poder, haciendo valer la constitución y las leyes. Nunca más
pueden aceptarse situaciones como las de Ovando. El caso Ovando cubre de ignominia a
los jueces que consintieron tal atropello, pero avergüenza a todos los abogados que
indiferentes observamos lo que ocurría. Mi recordado maestro, el Dr. José María BONÍN,
al referirse al 'caso ABC', que fue clausurado por la Dictadura por no callarse ante los
atropellos diarios, decía: 'el derecho se rindió ante la arbitrariedad; la libertad, una vez más,
fue crucificada por el poder'.
Esa libertad que reclamamos para jueces y abogados debe acentuarse en el concepto de
independencia para el Poder Judicial. Los jueces nunca deben renunciar a su
independencia; su condición de custodios de la Constitución se lo exige. Ayer, los jueces
podían atribuir esa falta de independencia, aunque ello no justificara su cobardía, al modo
de su designación. Hoy ese pretexto no cabe en Paraguay. Hemos dicho que existe una
tendencia natural y permanente del poder a exceder los límites que le impone la ley. En esa
lucha constante entre el poder y el esfuerzo por contenerlo, el carácter de 'última palabra' de
la sentencia judicial otorga a los jueces un arma que no debe ser rendida a los favores de los
poderosos. La personalidad del juez se convierte ahí en una garantía de esa independencia
que reclamamos. Es en definitiva el hombre la medida de todas las cosas, según el célebre
sofista griego del Siglo V (PROTÁGORAS). Es por ello, que rescato del pensamiento del
Dr. BONÍN, este párrafo completo para concluir con esta exposición: 'El famoso juez
norteamericano Benjamín Nathan Cardozo, en su libro 'La naturaleza de la función
judicial', dice que 'En la vida del pensamiento, como en toda otra forma de vida, hay una
tendencia hacia la reproducción de la especie. Toda sentencia tiene una potencia generativa.
Todo precedente tiene una fuerza directiva para casos futuros de naturaleza idéntica o
similar'. Cuando el Poder Judicial, renunciando sus prerrogativas o funciones, dicta una
resolución complaciente con la voracidad del poder del Ejecutivo, queda atrapado en su
propia jurisprudencia. De ahí en más, ese acto de sumisión, por la potencia generativa que
conlleva, se reproducirá cuantas veces lo necesite o exija el poder dominante. La tolerancia
de una injusticia provoca otra inmediatamente. La sumisión o declinación original pasa a
convertirse en hábito o costumbre de ceder. La defección de los magistrados judiciales
rompe una honrosa tradición de lucha de los hombres de derecho. Estos, salvo excepciones,
han sido siempre un freno contra la arbitrariedad y el despotismo. La historia de los grandes
juristas es una prueba irrefutable. El gran Papiniano, paradigma de jurisconsulto versado,
fue muerto por orden de Caracalla en el año 212 de nuestra era por haberse negado a
justificar ante el Senado la muerte de Geta, mandado asesinar por su propio hermano, el
emperador. Papiniano sacrificó su vida a la noble firmeza de sus convicciones y deberes.
Demostró que la vida está, ciertamente, en manos de Dios, pero que la dignidad está
siempre en las manos del hombre'.
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Teniendo en cuenta el incesante crecimiento que ha experimentado el movimiento
cooperativo a raíz de los múltiples problemas del sistema bancario y financiero, que se han
sucedido a partir del año 1995, donde los ahorristas perdieron la confianza debida a los
bancos y financieras para los depósitos de ahorro.
Considero que la definición dada por el jurista Manuel Ossorio sobre Cooperativas es clara
y no da lugar a dudas, el mismo dice: 'La tendencia doctrina favorable a la cooperación en
el orden económico y social, que tiene su manifestación en el acrecentamiento de las
personas o de grupos de ellas para la realización de su ayuda recíprocas en el cumplimiento
y obtención de determinadas finalidades'.
Tras esta breve reseña introductiva nos adentramos a nuestro temas específico; EL
REGIMEN LEGAL COOPERATIVO EN EL PARAGUAY. La Ley 438/94 y el Decreto
Reglamentario 14052/96 son los cuerpos normativos encargados de regir el funcionamiento
de sistema cooperativo en el país. La Ley 438/94 constituye una norma de forma y de fondo
y el Decreto reglamenta algunas deposiciones establecidas en la ley. Es importante resaltar
que la Ley de Cooperativa es una Ley especial y por ende prima sobre la Ley general.
Existen principios doctrinarios, acuñados por la ley que son las siguientes: adhesión y retiro
voluntario; gobierno democrático y auto gestionario en igualdad de derechos y obligaciones
de los socios; la distribución del excedente de acuerdo a la utilización de los servicios y a la
participación en los trabajos emprendidos en forma común por los socios; neutralidad en
materia política partidaria y movimentista o religión, raza o nacionalidad. Además dentro
de estos principio encontramos uno muy importante para el desarrollo y el fomento de la
educación cooperativa y finaliza en la integración de la Cooperativa a la comunidad .
Los principios marcan las pautas de una cooperativa por citar algunas la libre adhesión y el
retiro voluntario en otras palabras, un socio puede alejarse de una cooperativa cuando mejor
lo crea conveniente. Otro punto llamativo y diferenciativo de las sociedades comerciales, es
que cualquiera de los socios podrá ejercer funciones dirigenciales en la institución; por el
simple hecho del reconocimiento a cada socio un voto con lo que podrá elegir y ser elegido,
independientemente de su aporte. Sin embargo en las sociedades mercantiles, como las
sociedades anónimas la cantidad de votos se obtiene de acuerdo a las 'acciones', es decir
cuando más acciones tenga el socios representa más votos, situación desconocida e
inobservada en las empresas cooperativas por ser de características democráticas y tal vez
la más democrática existente en el mundo como forma asociativa. Asimismo, para el
ingreso en una cooperativa no se tiene en cuenta su afinidad política o religión profesada o
país de cual es nativo.
La Ley regula en su Art. 60 la impugnación de resoluciones para aquellos socios que estén
en desacuerdo o se sientan afectados por las decisiones tomadas en Asamblea. Esta
impugnación debe ser planteada dentro de los treinta día siguientes a la realización de la
Asamblea General Ordinaria o Extraordinaria. El tramite de impugnación será substanciado
en el INCOOP, para ello el Director del INCOOP por medio de una resolución nombrara un
juez AD HOC para que entienda en la impugnación planteada por los socios de la
Cooperativa en cuestión. Es esencial que los impugnantes demuestren que han asistido a la
Asamblea y que se encontraban habilitados, es decir con derecho a participar con vos y
voto.
Como se dijo anteriormente las cooperativas son entidades de derecho privado es posible
aplicar supletoriamente las normas de derecho común, conforme lo establece la misma ley
438/94 de Cooperativas. Estas, podrán disolverse y liquidar su patrimonio de acuerdo a las
reglas naturales y reforzadas por el Código Civil e inclusive podrá declararse la quiebra,
toda vez que concurran los hechos tipificados en el ordenamiento especial vigente en la
materia ( Ley de Quiebras).
Por todo lo dicho, encontramos a las cooperativas como una institución democrática que
busca es desarrollo integral de todos sus prosélitos, fomentando la ayuda mutua para la
obtención de objetivos comunes e individuales.
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La obligación alimentaria constituye el cumplimiento de un deber moral, legal y humano
que es impuesto a los progenitores no solo por la ley sino por el propio orden natural que
los constriñe a realizar esfuerzos necesarios para satisfacer adecuadamente las necesidades
de los menores (Art. 53 de la Constitución Nacional, art. 27 inc. '4' de la Convención
Internacional sobre los Derechos del Niño, art. 71 y concordantes del Código del Menor).-
Del plexo de estas normas surge que la obligación de prestar alimentos al hijo menor pesa
sobre ambos padres2.
En cuanto al procedimiento en esta materia, la ley 903/81 'Código del Menor', en su libro
V, Título III, Capítulo IV, art. 285 prescribe: 'en las actuaciones de primera instancia en lo
tutelar, no tendrá intervención el alimentante'. Por otra parte el art. 16 de la Constitución
Nacional establece: 'La defensa en juicio de las personas y de sus derechos es
inviolable ...'.-
Fácilmente se advierte, que la disposición del Código del Menor afecta el derecho de
defensa del demandado, colisionando con el artículo 16 de la Constitución Nacional, pues
el alimentante queda en estado de virtual indefensión.-
Ello responde al propósito de asegurar del mayor modo posible la brevedad del juicio para
la cristalización rápida del derecho inalienable del niño a recibir alimentos, pues a nadie
escapa que por lo general, en los juicios de esta naturaleza existe necesidad por parte de
quien lo peticiona.-
A los efectos de dar una eficacia inmediata a la resolución que fija el quantum de la pensión
el art. 2873 del Código del Menor otorga efecto devolutivo a los recursos que combinado
con el art. 2854, lastimosamente, abren las puertas a juicios de mala fe y/o abusos a los que
son sometidos frecuentemente el alimentante.-
La experiencia en la Magistratura nos enseña que se han presentado casos que luego de
dictarse sentencia condenatoria por prestación provisional de alimentos, para lograr el
aumento, se oculta la existencia del anterior juicio, iniciándose como prestación provisional
sin intervención del demandado, quien al ser notificado de esta segunda sentencia plantea la
nulidad, con resultado favorable acarreando ello un dispendio jurisdiccional inútil.-
'La boleta de depósito obrante a fs. 63, así como los recibos que datan desde el año 1.988
denotan inequívocamente que la hija del alimentante está recibiendo la cuota alimenticia y
que ésta fue paulatinamente elevada hasta llegar al monto de Gs. 550.000 en el mes de
mayo de 1.998 (fs. 63).-
Otro pronunciamiento consideró que este derecho 'debe hacerlo de buena fe, art. 372 C.C.,
de tal manera que si persigue fines espúreos, insanos, defectuosos, el hecho constituye un
ilícito que nunca puede ser protegido por la ley, sino sancionado con la nulidad, en los
términos del art. 357, inc. 'c', del C.C.'6.-
A fin de lograr un adecuado equilibrio entre la celeridad que el juicio de alimentos requiere
y la preservación del derecho de defensa del alimentario, debe habilitarse la intervención de
éste en primera instancia con marcado espíritu restrictivo: Contestar la demanda,
acompañando prueba instrumental e informativa cuyo diligenciamiento no debe postergar
el plazo para dictar sentencia.-
La contestación puede ser efectuada verbalmente o, lo que resulta más útil a través de una
presentación escrita, en el curso de una audiencia.-
El Código Procesal Argentino - Art. 639 - respetando las normas del debido proceso,
establece que el juez, ante una presentación por alimentos, debe llamar a una audiencia
dentro de los diez días incluso. El art. 640 del mismo código prevé, que ante una
incomparecencia, debe llamarse a nueva audiencia, ésta última bajo apercibimiento de
establecer la cuota alimentaria de acuerdo a las pretensiones de la parte actora y lo que
resulte del expediente.-
Explica Fenochietto y Arazi que las normas referidas tienen un doble objetivo: 'En primer
lugar, intentar una conciliación que ponga fin al litigio; en segundo lugar y para el caso de
que no se logre tal conciliación, permitir que la demandada ofrezca pruebas y controle la de
su contraria'8.-
De todo lo dicho queda fijada mi propuesta, de que el art. 285 del Código del Menor se
halla en colisión con el art. 16 de la Constitución Nacional y debe interpretársela como
derogada por razones de prelación de la norma constitucional.-
Que, debe habilitarse la intervención del demandado en primera instancia en los juicios de
alimentos, con marcado espíritu restrictivo a fin de evitar la violación del derecho
inalienable a la defensa reconocido por la Constitución Nacional y la Convención
Internacional sobre los Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa Rica ratificada por
nuestro país por Ley 1/8910.-
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