TFM NereaGonzalezBernardez

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 65

Intervención en un caso de

Trastorno de Depresión Mayor


con Ansiedad. Estudio de caso.

Máster de Psicología General Sanitaria

Autor/a: Nerea González Bernárdez

Tutor/a académico: Elisa Aguirre Sánchez

Fecha de realización del trabajo: 2023


Nº palabras: 11212

1
Resumen

En el presente trabajo se expone el caso de una paciente diagnosticada con Trastorno de Depresión

Mayor con ansiedad. La sintomatología presentada incluía llanto continuo, falta de concentración, sin

ganas de relacionarse, sentimientos de soledad, sensación de angustia permanente y autoexigencia

laboral. Algunos de estos síntomas eran tan intensos que se deriva para evaluación médica y comienza a

tomar medicación durante unos meses. A su vez se realiza la evaluación y se propone un tratamiento

basado en técnicas de distintas terapias de corte cognitivo conductual, específicas para los objetivos

propuestos. Estos objetivos estuvieron principalmente centrados en la gestión emocional y el

autoconocimiento, el incremento del número de actividades reforzadoras, el trabajo en pensamientos

negativos y creencias irracionales y la adquisición de habilidades sociales y asertivas. Se dedicaron ocho

meses de trabajo terapéutico en los que se desarrollaron diecisiete sesiones de manera quincenal, tras las

cuales se determinó el alta terapéutica debido a los avances obtenidos respecto a los objetivos

propuestos.

Palabras clave: caso único, terapia cognitivo conductual, Trastorno de Depresión Mayor con

ansiedad.

2
Abstract
This paper presents the case of a patient diagnosed with Major Depressive Disorder and anxiety. The

symptomatology presented included continuous crying, lack of concentration, unwillingness to socialize,

feelings of loneliness, permanent sense of anguish and self-demanding work. Some of these symptoms

were so intense that she was referred for medical evaluation and started taking medication for a few

months. At the same time, she was evaluated by the psychologist and a treatment based on different

cognitive-behavioural techniques, specific for the proposed objectives, was proposed. These objectives

were mainly focused on emotional management and self-knowledge, increasing the number of reinforcing

activities, working on negative thoughts and irrational beliefs and the acquisition of social and assertive

skills. Seventeen biweekly sessions were held in eight months of therapeutic work, after which discharge

were determined due to the progress achieved in the proposed objectives.

Keywords: case study, cognitive-behavioural therapy, Major Depressive Disorder and anxiety.

3
Tabla de Contenido
Resumen ................................................................................................................................................... 2

1. Introducción...................................................................................................................................... 6

1.1.Criterios Diagnósticos ..................................................................................................................... 6

1.2.Modelos Teóricos ..........................................................................................................................10

1.3.Epidemiología ................................................................................................................................13

1.4.Comorbilidad .................................................................................................................................13

1.5.Evaluación .....................................................................................................................................14

1.6.Tratamientos Eficaces ....................................................................................................................15

2. Identificación del Paciente y Motivo de Consulta ............................................................................18

3. Estrategias de Evaluación.................................................................................................................20

4. Formulación Clínica del Caso............................................................................................................26

4.1.Análisis Psicológico del Problema (Origen y Mantenimiento) .......................................................26

4.2.Modelo Explicativo ........................................................................................................................27

4.3.Análisis Funcional del Problema ....................................................................................................33

4.4.Objetivos .......................................................................................................................................36

5. Tratamiento .....................................................................................................................................37

6. Valoración del tratamiento ..............................................................................................................46

6.2.Adherencia al Tratamiento ............................................................................................................46

6.2.Consecución de los Objetivos ........................................................................................................46

7. Discusión y Conclusiones .................................................................................................................51

8. Referencias bibliográficas ................................................................................................................56


9. Anexos .............................................................................................................................................61

4
Tablas y Figuras

1. Figura 1……………………………………………………………………………………………………………………………………29
2. Tabla 1…………………………………………………………………………………………………………………………………….35
3. Tabla 2…………………………………………………………………………………………………………………………………….37
4. Tabla 3…………………………………………………………………………………………………………………………………….41
5. Tabla 4…………………………………………………………………………………………………………………………………….47

5
1. Introducción

El 5,4% de la población española en 2020 presentó algún tipo de cuadro depresivo, es decir, 2.1

millones de personas, considerando 230.000 casos como graves por la severidad presentada en su

sintomatología (INE, 2021).

Es por ello que el estudio acerca del adecuado diagnóstico, comprensión de la sintomatología y su

tratamiento es cada vez más relevante.

Para comprender los datos que hoy se tienen acerca de la depresión hay que tener muy presente

el contexto en el que se toman. La situación de pandemia, elemento que indudablemente ha influido, ha

permitido ver de primera mano la importancia de la soledad en la salud mental. Existen estudios que

afirman que la existencia de sentimientos de soledad multiplica por cinco la probabilidad de que una

persona desarrolle una depresión, frente a la población que no tiene ese tipo de sentimientos (IRSJD,

2021).

Situándonos en este entorno, a continuación, se presenta un repaso acerca de la sintomatología

depresiva, centrado principalmente en el estudio del Trastorno de Depresión Mayor (TDM) con ansiedad.

1.1.Criterios Diagnósticos

El objetivo de este trabajo es presentar un caso clínico en el que se obtiene un diagnóstico de

TDM con ansiedad.

El TDM con ansiedad aparece en el DSM-5 (APA, 2014) dentro del epígrafe de trastorno

depresivos. En este grupo podemos encontrar:

6
- Trastorno de desregulación destructiva del estado de ánimo.

- Trastorno de depresión mayor.

- Trastorno depresivo persistente (distimia).

- Trastorno disfórico premenstrual.

- Trastorno depresivo inducido por una sustancia / medicamento.

- Trastorno depresivo debido a otra afección médica.

- Otro trastorno depresivo especificado.

- Otro trastorno depresivo no especificado.

Dentro de los criterios que aparecen en el DSM-5 para poder realizar el diagnóstico de TDM

encontramos:

A) Cinco o más síntomas siguientes han estado presentes durante el mismo periodo de dos

semanas y representan un cambio de funcionamiento previo: al menos uno de los síntomas es

(1) estado de ánimo depresivo o (2) pérdida de interés o placer.

- Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, casi todos los días, según se desprende de la

información subjetiva (p.ej. se siente triste, vacío, sin esperanza) o de la observación por parte de

otras personas (p.ej. se le ve lloroso).

7
- Disminución importante del interés o el placer por todas o casi todas las actividades la mayor

parte del día, casi todos los días (como se desprende de la información, subjetiva o de la

observación).

- Pérdida importante de peso sin hacer dieta o aumento de peso (p.ej. modificación de más de un

5% del peso corporal en un mes) o disminución o aumento del apetito casi todos los días.

- Insomnio o hipersomnia casi todos los días

- Agitación o retraso psicomotor casi todos los días (observable por parte de otros; no simplemente

la sensación subjetiva de inquietud o enlentecimiento).

- Fatiga o pérdida de energía casi todos los días.

- Sentimiento de inutilidad o culpabilidad excesiva o inapropiada (que puede ser delirante) casi

todos los días (no simplemente el autorreproche o culpa por estar enfermo).

- Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o para tomar decisiones, casi todos los

días (a partir de la información subjetiva o de la observación por parte de otras personas).

- Pensamientos de muerte recurrentes (no sólo miedo a morir), ideas suicidas recurrentes sin un

plan determinado, intento de suicidio o un plan específico para llevarlo a cabo.

B) Los síntomas causan malestar clínicamente significativo o deterior en lo social, laboral u otras áreas

importantes de funcionamiento.

C) El episodio no se puede atribuir a los efectos fisiológico de una sustancia o de otra afección médica.

Nota: Los Criterios A-C constituyen un episodio de depresión mayor. Nota: Las respuestas a una pérdida

significativa (p. ej., duelo, ruina económica o pérdidas debidas a una catástrofe natural, una enfermedad o

discapacidad grave) pueden incluir el sentimiento de tristeza intensa, rumiación acerca de la pérdida de

8
peso que figuran en el Criterio A, y pueden simular un episodio depresivo. Aunque estos síntomas pueden

ser comprensibles o considerarse apropiados a la pérdida, también se debería penar atentamente en la

presencia de un episodio de depresión mayor además de la respuesta normal a una pérdida significativa.

Esta decisión requiere inevitablemente el criterio clínico basado en la historia del individuo y en las normas

cultuales para la expresión del malestar en el contexto de la pérdida.

D) El episodio de depresión mayor no se explica mejor por un trastorno esquizoafectivo, esquizofrenia, un

trastorno esquizofreniforme, trastorno delirante, u otro trastorno especificado o no especificado del

espectro de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos.

E) Nunca ha habido un episodio maníaco o hipomaníaco. Nota: esta exclusión no se aplica si todos los

episodios de tipo maníaco o hipomaníaco son inducidos por sustancias o se pueden atribuir a los efectos

fisiológico de otra afección médica.

Nota: Muestra de los criterios diagnósticos del DSM-5 de trastorno de depresión mayor. Recuperado del

Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la Asociación Americana de la Psiquiatría, 5ª edición,

2014, pp. 104-106.

Dentro de los criterios diagnósticos para el TDM (APA, 2014), también encontramos ciertos

especificadores. Utilizaremos el especificador “con ansiedad”, cuya definición en el manual diagnóstico

es: la ansiedad se define como la presencia de dos o más de los síntomas siguientes durante la mayoría de

los días de un episodio de depresión mayor o trastorno depresivo persistente (distimia):

1. Se siente nervioso o tenso.

2. Se siente inhabitualmente inquieto.

3. Dificultad para concentrarse debido a las preocupaciones.

9
4. Miedo a que pueda suceder algo terrible.

5. El individuo siente que podría perder el control de sí mismo.

1.2.Modelos Teóricos

Existen diversas explicaciones etiológicas sobre la depresión. Esto es así porque es un concepto

complejo y diverso en sus manifestaciones y, por lo tanto, difícil de encontrar una única explicación. A

continuación, se presenta un recorrido por los modelos que tratan de explicar este fenómeno:

Modelos Biologicistas:

Desde estos modelos, se trata de dar una explicación de la depresión y sus síntomas asociados a

través de la mediación de mecanismos biológicos.

Existen datos empíricos de la existencia de participación genética en el desarrollo de trastornos

afectivos, aunque se desconoce aún el modo de transmisión (Vallejo y Urretavizcaya, 2015).

También existen otros aspectos fisiológicos que se han intentado unir con la aparición o no de

trastornos depresivos. Podemos encontrar también las teorías bioquímicas, como la teoría

monoaminérgica de la depresión. Según esta teoría, la base de la depresión se situaría en el déficit de

transmisión de noradrenalina (NA) y/o serotonina (5-HT) en el sistema nervioso central. Es en estas

teorías bioquímicas donde se ubican los mecanismos de acción de los medicamentos antidepresivos bajo

la premisa de que, si se aumenta la presencia de monoaminas, la neurotransmisión se verá incrementada

(Ortega, Callado y Meana, 2008).

10
Modelos Conductuales:

Los modelos conductuales explicativos de la depresión defienden que ésta es producto de un

proceso de aprendizaje a través de las interacciones ocurridas entre el individuo y el entorno, incluyendo

también las cogniciones, conductas y emociones (Vázquez et al., 2000). Dentro de los modelos más

relevantes podemos encontrar:

- Teoría de la disminución del refuerzo positivo de Lewinsohn (1974): según este autor, la

depresión se trataría de una respuesta ante la falta o disminución de las contingencias positivas

ante las conductas que realiza el sujeto, lo que conduce a una disminución de esas conductas

antes realizadas. Esto deriva, a su vez, en sentimientos de desesperanza y baja autoestima debido

a las atribuciones realizadas (Rehm, 1990).

- Teoría del autocontrol de Rehm (1977): esta teoría se basa en las maneras en las que las personas

manejan y controlan su propia conducta para poder obtener metas a largo plazo. Según esta

premisa, la desesperanza presente en los episodios depresivos hace que no se pueda organizar la

conducta en base a esas metas. Así, el comportamiento depresivo atiende más a los eventos

negativos, a las consecuencias inmediatas de su comportamiento, a los estándares perfeccionistas

que se autoimponen, a las atribuciones que se realizan, los insuficientes refuerzos recibidos y los

castigos excesivos (Rehm, 1990).

- Modelo basado en resolución de problemas de Nezu: según este modelo, en estados depresivos

se generan menos alternativas de resolución de problemas y menos efectivas. La depresión puede

ser el resultado del déficit en alguno de los componentes de la resolución de problemas

11
(orientación general, definición y formulación del problema, generación de alternativas, toma de

decisiones y aplicación de la solución y verificación) (Nezu, 1987).

Modelos cognitivos:

- Modelo cognitivo de Beck: este modelo postula que la depresión tiene su sustrato en la tríada

cognitiva, los esquemas y los errores cognitivos. Se entiende como tríada cognitiva a los patrones

negativos de pensamiento acerca de sí mismo, sus experiencias y el futuro. Por su parte, los

esquemas se encargan de mantener actitudes contraproducentes mediante la categorización y

evaluación de las experiencias. Todo esto es acompañado de los errores cognitivos, los cuales son

errores en el procesamiento de la información que se recibe y que mantienen las creencias y

conceptos negativos (Beck et al., 2010).

- Terapia de Ellis: lo que propone este autor es que la base de los estados depresivos se encuentra

en las creencias disfuncionales e ideas irracionales, las cuales se pueden reestructurar a través de

un análisis racional de las mismas (Valdés, 2014).

- Modelo de indefensión aprendida de Seligman (1975): el proceso de indefensión aprendida se

produce cuando se ha estado expuesto a una falta de contingencia entre la conducta propia y las

consecuencias que siguen a esa conducta. En este sentido, aparecería un estado de pasividad en

el que se dejan de emitir conductas debido a la incapacidad para discriminar las contingencias

(Vázquez et al., 2000).

12
1.3.Epidemiología

Aproximadamente 280 millones de personas en el mundo sufren depresión y el 75% de las

personas afectadas que reside en países con ingresos de medianos a bajos no recibe ningún tipo de

tratamiento. Además, la depresión es considerada como la principal causa de discapacidad en el mundo

(Organización Mundial de la Salud [OMS], 2021).

La depresión es el trastorno mental que más correlaciona con la existencia de ideas suicidas o

intentos autolíticos. El porcentaje de personas con depresión que muestran riesgo de suicidio asciende al

28% (Bernal et al., 2007, como se citó en Vindel et al., 2012).

Es un trastorno que se da de manera más frecuente en mujeres que en hombres, siendo la

frecuencia en mujeres de casi tres veces mayor que la de los hombres. Según la Subdirección General de

Información Sanitaria (2021), en España en adultos de 40 años o más, el psicofármaco más dispensado

son los antidepresivos.

1.4.Comorbilidad

Existen estudios que afirman que, cuando existe un trastorno depresivo, es común que existan

otros trastornos relacionados, principalmente trastornos de ansiedad. E. Aragonés et al. (2009)

observaron que, de los casos con depresión que acudían a los servicios de atención primaria, sólo el

26,2% no presentaba ninguna comorbilidad con otro trastorno mental. El porcentaje de los casos que

presentaban otro trastorno comórbido era del 47,7%.

13
1.5.Evaluación

La depresión es un constructo complejo por lo que su evaluación debe de ser amplia y centrada

en diversos aspectos, no únicamente el cumplimiento o no de ciertos síntomas.

Según las pautas que se ofrecen en la Guía de Práctica Clínica sobre el Manejo de la Depresión en

el adulto (Grupo de trabajo de la Guía de Práctica Clínica sobre el Manejo de la Depresión en el Adulto,

2014), la evaluación de la depresión debería incluir una valoración acerca del curso, gravedad y riesgo de

suicidio. Para ello, el procedimiento que se considera esencial es la entrevista y el juicio clínico. A través

de la entrevista, se evalúa las características del episodio, situación psicosocial, grado de interferencia,

riesgo de suicidio y posibles respuestas previas al tratamiento.

Existen también distintas pruebas psicométricas con las que se puede evaluar la sintomatología

depresiva. Entre ellas se destacan las siguientes:

- Inventario de depresión de Beck-II (BDI-II): su adaptación al español más reciente es la realizada

por J. Sanz y C. Vázquez en el 2011, en colaboración con el Departamento de I+D de Pearson

Clinical and Talent Assessment España. Se trata de un autoinforme con 21 ítems en escala tipo

Likert utilizado para detectar y evaluar la gravedad de la depresión. Se puede aplicar a partir de

los 13 años con una duración de entre 5-10 minutos. Los síntomas evaluados corresponden con

los criterios que aparecen en los manuales diagnósticos DSM y CIE. Los puntos de corte

clasificatorios son: mínima depresión (0-13), depresión leve (14-19), depresión moderada (20-28)

y depresión grave (29-63). En cuanto a la validez, presenta una excelente validez predictiva y de

14
constructo. En cuanto a la fiabilidad, consta de una elevada consistencia interna (Consejo General

de Colegios Oficiales de Psicólogos, 2011).

- Hamilton Depression Rating Scale (HDRS): es una escala heteroaplicada utilizada en los casos en

los que ya existe un diagnóstico de depresión para poder evaluar la gravedad y los cambios

durante el tratamiento. Consta de 17 ítems y sus puntos de corte son: no deprimido (0-7),

depresión ligera/menor (8-13), depresión moderada (14-18), depresión severa (19-22) y

depresión muy severa (>23). Ha sido comprobada su validez discriminante, fiabilidad y

sensibilidad al cambio (Purriños, 2008).

- Montgomery Asberg Depression Rating Scale (MADRS): es una escala heteroaplicada que evalúa

gravedad de los síntomas presentes en depresión. Consta de 10 ítems que oscilan del 0 al 6 y

ninguno de ellos evalúa ansiedad. Los puntos de corte recomendados son: no depresión (0-6),

leve (7-19), moderada (20-34) y grave (35-60) (Grupo de trabajo de la Guía de Práctica Clínica

sobre el Manejo de la Depresión en el Adulto, 2014).

1.6.Tratamientos Eficaces

Para un problema complejo como es la depresión, existen diversos abordajes y tratamientos, al

igual que explicaciones etiológicas. Aunque existen también tratamientos farmacológicos, se pasará a

describir brevemente los tratamientos psicológicos más relevantes para el tratamiento de la depresión.

Terapias Cognitivo-Conductuales:

Se basa en la acción sobre la actividad reducida, el funcionamiento social perturbado, el manejo

inefectivo de los estresores, habilidades de resolución de problemas deficientes, trabajo en sesgos y

15
modificación en esquemas cognitivos y en la perspectiva negativa de sí mismo (Carrasco, 2017). Dentro de

este enfoque, podemos encontrar como tratamientos eficaces y posibles piezas dentro del tratamiento de

la depresión (Caballo et al., 2014):

- Activación conductual.

- Entrenamiento en habilidades sociales.

- Terapias de autocontrol.

- Terapias de solución de problemas.

- Terapia cognitiva de la depresión de Beck.

- Técnicas de exposición.

- Terapia racional emotiva conductual (TREC) de Ellis.

Terapia Interpersonal:

Esta terapia se centra en cuatro áreas que suelen aparecer en los cuadros depresivos (Pérez y

García, 2003):

- El duelo: pérdida de algo / alguien valioso.

- Las disputas interpersonales: conflictos con personas del entorno.

- La transición de rol: cambio de un papel social a otro debido a cambios en el contexto, edad, otras

circunstancias.

- Los déficits interpersonales: patrones disfuncionales de relación con el entorno.

16
Terapia de Aceptación y Compromiso:

Incluida dentro de las terapias de tercera generación, el objetivo de esta terapia es aprender a

reconceptualizar de una manera más adaptativa todos los pensamientos, emociones, sensaciones físicas,

etc. que son temidos. Se basa en la aceptación de todo aquello que se teme, sin evitar, estando presentes

y guiando la vida a través de los valores (Society of Clinical Psychology, 2020).

17
2. Identificación del Paciente y Motivo de Consulta

Los datos aportados en este estudio cuentan con el consentimiento informado del paciente. Los

datos personales incluidos acerca del caso que se presenta están alterados con el fin de no poder

identificar a la persona que acude al centro de psicología, según la ley de protección de datos de carácter

personal.

En este estudio se tratará el caso de A., quien acude a consulta privada por primera vez en

octubre del 2021. A. es una mujer soltera de 44 años residente en Madrid. Vive sola y tiene muy buena

relación con su madre y con sus dos hermanos mayores. Disfruta mucho de pasar tiempo en familia,

principalmente con sus sobrinos. Trabaja en una multinacional de gran nivel y tiene un puesto de elevada

responsabilidad.

Al llegar por primera vez a consulta, presenta un llanto continuo, falta de concentración, refiere

no tener ganas de relacionarse, piensa y analiza mucho cualquier situación, presenta también

sentimientos de soledad, sensación de angustia o ansiedad permanente y autoexigencia laboral. Al acudir

a consulta, su demanda inicial es “cambiar la sensación de pasar por la vida a vivir la vida”.

Tras la evaluación, A. es diagnosticada con un Trastorno de Depresión Mayor (296.22 (F32.1)) con

ansiedad (APA, 2014). En esta fase de evaluación, se situó que la problemática comenzó hace unos 5 años

por la situación laboral que comenzaba a vivir, aunque también refiere que desde pequeña ha sido muy

vergonzosa y ha experimentado emociones y conductas de tipo evitativas, y que, en ciertas ocasiones, ha

recibido comentarios de compañeros del colegio que han provocado sentimientos de incapacidad o de no

encajar del todo.

18
Acude en este momento concreto a terapia motivada por un conflicto con un compañero de

trabajo. El área laboral es muy importante en su vida ya que dedica gran parte del día a la misma. Otro

dato relevante que aporta como posible desencadenante de la problemática es una ruptura repentina

hace unos 10 años con su pareja estable. Todo esto ha propiciado los pensamientos negativos acerca de sí

misma, el futuro, la soledad y el compararse con la situación vital de su entorno.

Tras la evaluación y al recibir el diagnóstico de Trastorno de Depresión Mayor con ansiedad, se le

deriva a su médico de cabecera por la cantidad de sintomatología fisiológica presentada. Esta

sintomatología hace complicado el desarrollo de las sesiones y desde este recurso se le receta orfidal

(ansiolítico) y escitalopram (antidepresivo), en la actualidad ya no los consume.

19
3. Estrategias de Evaluación

La primera fase del tratamiento se dedicó a la recogida de información relevante para la

problemática, con el objetivo de planificar un tratamiento y objetivos adecuados y adaptados a las

demandas de la paciente.

A continuación, se describirán los instrumentos de evaluación utilizados durante esta fase.

Entrevista Semiestructurada:

En primer lugar, se utilizó como instrumento de evaluación la entrevista semiestructurada,

mediante la cual se consiguió recopilar abundante información divida en distintas áreas de interés clínico.

El formato de la entrevista semiestructurada utilizada por la psicóloga encargada del caso fue la

proporcionada y utilizada en el centro psicológico donde se desarrolló la terapia, usando como guía la

historia clínica que allí es usada para la organización de la información obtenida de cada paciente.

A continuación, se mostrará la información recopilada a través de este formato de entrevista

semiestructurada.

Área Familiar

La madre y uno de los hermanos de A. residen cerca de su casa, por lo que se ven y comparten

tiempo a menudo. Su otro hermano y sus sobrinos residen en otra Comunidad Autónoma, pero realizan

viajes frecuentes para verse. Su padre falleció hace 15 años. Refiere que la relación familiar, tanto en su

infancia como en la actualidad, es muy buena y los siente como un apoyo muy importante cuando los

20
necesita. A. no está casada ni tiene hijos. Tuvo una relación larga y estable, la cual terminó de manera

abrupta poco antes de la fecha en la que iban a contraer matrimonio.

Área Laboral

A. dedica gran parte de su tiempo al trabajo. Lleva trabajando varios años en la misma

multinacional, lo que le ha llevado a ascender y disponer de un puesto con mucha responsabilidad, en el

que coordina a un equipo de varios empleados. Le gusta el trabajo que realiza, pero muchas veces no se

siente lo suficientemente competente o con las capacidades necesarias, principalmente por cuestiones

relacionadas con hablar en público, gestionar grupos de gente o imponer respeto. En el momento que

inicia la terapia, mantiene un conflicto con un compañero de trabajo, el cual no respeta su autoridad. Es

una de las motivaciones para iniciar el tratamiento ya que no siente la capacidad de resolver ese

problema. También, debido a su trabajo, realiza numerosos viajes por toda Europa.

Relaciones Sociales

A. cuenta con apoyos sociales, entre ellos su grupo de amigos de la infancia. Mantiene una buena

relación con ellos, aunque en la actualidad surgen algunos roces debido a los diferentes estilos de vida

que cada uno presenta, principalmente porque la mayoría están casados y con hijos y esto dificulta el

poder verse con continuidad. A parte de este grupo, mantiene otras amistades derivadas principalmente

del trabajo.

21
Actividades y Aficiones

Debido al poco tiempo libre del que dispone a raíz de las demandas del trabajo, A. no presenta

muchas aficiones al inicio de la terapia. Además, unido al ánimo depresivo y la anhedonia, ha dejado de

realizar algunas de las actividades que sí mantenía como la práctica de deporte y las compras.

Salud

A. no presenta enfermedades relevantes ni existen antecedentes de importancia en la familia.

Lleva una vida sana, en la que incluye una dieta equilibrada, una buena higiene del sueño y deporte

esporádico.

Observación:

Además de este instrumento de evaluación, también se recogió información a través de la

observación de las conductas presentadas durante las sesiones. A través del lenguaje no verbal

presentado en el desarrollo de las sesiones se pudo obtener una información más completa de la

evolución de la problemática. Algunas de las conductas observadas durante el transcurso de la evaluación

fueron el llanto incontrolable y la elevada activación fisiológica.

Autorregistros:

También se utilizaron autorregistros como medida de evaluación para conocer en qué situaciones

aparecen las conductas problemáticas. Estos autorregistros se utilizaron con el objetivo de poder

identificar más en profundidad cuáles eran los contextos que desencadenaban los pensamientos y

22
emociones negativas y desbordantes y conocer cuáles eran las estrategias que estaba poniendo en

marcha cuando aparecían. Los apartados incluidos en estos autorregistros son:

- Situación

- Pensamiento

- Emoción o reacciones físicas

- Conducta y consecuencias

Cuestionarios y Test:

Por último, se utilizaron también cuestionarios con los que obtener datos objetivos y medibles de

la problemática. Los test utilizados fueron los siguientes:

Inventario de Depresión de Beck – II (BDI-II) (1996)

Con esta escala de 21 ítems (ya desarrollada en el marco teórico) se evalúa la posible existencia

de síntomas depresivos y la gravedad de los mismos a partir de los 13 años. Se utilizó la adaptación al

español más reciente (2011) realizada por J. Sanz y C. Vázquez en colaboración con el Departamento de

I+D de Pearson Clinical and Talent Assessment España. Al pasar este test, A. obtiene una puntuación de

44, la cual se relaciona con depresión grave.

Cuestionario exploratorio de la personalidad III (CEPER III) (Caballo et al., 2011)

Este test es utilizado para evaluar los estilos de personalidad más predominantes en el paciente,

diferenciando entre paranoide, esquizoide, esquizotípico, histriónico, narcisista, antisocial, límite,

evitativo, dependiente, obsesivo compulsivo, pasivo agresivo, sádico, autodestructivo y depresivo. Consta

23
de 170 ítems en los que hay que valorar del 1 al 7 en función de lo característicos o propios que son los

comportamientos, pensamientos o sentimientos presentados en cada ítem, siendo 1 “nada característico

de mí” y 7 “totalmente característico de mí”. En cuanto a sus características psicométricas, presenta una

elevada consistencia interna y fiabilidad. Tras realizar el test, los resultados obtenidos fueron los que se

presentan a continuación:

- Paranoide: 33.

- Esquizoide: 54.

- Esquizotípico: 46.

- Antisocial: 23.

- Límite: 49.

- Histriónico: 20.

- Narcisista: 27.

- Evitativo: 63.

- Dependiente: 37.

- Obsesivo compulsivo: 59.

- Pasivo agresivo: 29.

- Autodestructivo: 31.

- Depresivo: 59.

- Sádico: 15.

- Sinceridad: sí.

24
A. obtiene un predominio de estilo de personalidad evitativa (puntuación de 63), seguida del

estilo de personalidad obsesiva compulsiva y depresiva (presentan la misma puntuación, 59).

25
4. Formulación Clínica del Caso

4.1.Análisis Psicológico del Problema (Origen y Mantenimiento)

Con la información recogida en la fase de evaluación con los instrumentos previamente

detallados, se realiza la formulación clínica del caso. Para realizar el análisis del caso de A., se plantearán

la hipótesis de origen y la hipótesis de mantenimiento. La hipótesis de origen trata de explicar las causas

de un problema psicológico concreto, incidiendo también en el contexto en el que se dio ese problema

psicológico. La hipótesis de mantenimiento es aquella que explicará cuáles son los motivos que hacen que

esa conducta problema se siga dando en el presente, prestando atención a todos aquellos aspectos que la

refuercen y que impiden que desaparezca. En el caso de A. se obtiene:

Hipótesis de Origen:

El origen de la problemática tiene su procedencia en parte a su estilo de personalidad evitativo

(factor predisponente). Esto le ha llevado a sufrir, desde edades tempranas, por el miedo al rechazo, no

enfrentar ni exponerse a situaciones temidas, lo que ha derivado en un sentimiento de ineptitud al

compararse con los demás. A este factor de vulnerabilidad se le une también ciertas situaciones que han

funcionado de estresores y han favorecido la aparición de la problemática (factores precipitantes). Entre

ellos encontramos la ruptura repentina con su pareja, el incremento de responsabilidad en su puesto de

trabajo al tener que coordinar y liderar a grupos de personas, el conflicto vivido con uno de sus

subordinados y la diferente etapa vital por la que están pasando sus amistades (matrimonios e hijos) con

las que se compara.

26
El conjunto de todos estos factores predisponentes y precipitantes convergen dando lugar a un

trastorno depresivo mayor. Los síntomas descritos por A. fueron sentimientos de tristeza y desesperanza,

anhedonia, sentimientos de ineptitud, llanto descontrolado, preocupaciones acerca de su vida y del

futuro, taquicardia y sensación de ansiedad, bloqueo ante los conflictos pérdida de interés y de energía.

Hipótesis de Mantenimiento:

Todos estos síntomas típicos del trastorno depresivo que presenta A. en el inicio de la terapia se

mantienen por la visión global negativa que tiene sobre sí misma (“soy una inútil”, “me gustaría que las

cosas me costaran menos como a los demás”). Esta visión se confirma cada vez que aparece una situación

en la que su valía como persona puede medirse (hablar en público, gestionar conflictos con compañeros,

relacionarse socialmente), activando esta visión global negativa sobre sí misma, lo que provoca que haga

predicciones disfuncionales acerca del “poco éxito” que tendrá en esta situación. Esto produce que

realmente su comportamiento no sea adaptativo (se confirman las ideas negativas sobre sí misma),

acrecentando los síntomas depresivos. Así, se puede ver cómo se crea un círculo en el cual la baja

autoestima mantiene la sintomatología ansioso-depresiva.

4.2.Modelo Explicativo

El caso de A. se explica siguiendo el modelo cognitivo conductual de baja autoestima de Fennell

(1997).

De acuerdo con este modelo, la baja autoestima sería una pieza clave en el desarrollo y

mantenimiento de los síntomas depresivos.

27
Esta baja autoestima se define como esquemas, siguiendo también la teoría cognitiva de Beck

(1967) y los estudios de Bartlett (1932) (como se citó en Fennell, 1997). Estos esquemas consistirían en

representaciones cognitivas generales que están basados en experiencias cuya labor es modificar la

manera en la que la información que nos llega se procesa y se le da un sentido.

Siguiendo este modelo, la baja autoestima tendría su origen en experiencias tempranas, las cuales

sirven a las personas para formar sus creencias acerca de sí mismos, el resto y el mundo. Cuando se dan

ciertas circunstancias concretas, estas creencias se activan, provocando que se mantengan los síntomas

depresivos.

28
Figura 1

Modelo cognitivo conductual de baja autoestima de Fennell (1997).

29
A continuación, se explicarán las distintas fases del proceso aplicado al caso de A.:

Experiencias Tempranas

Según este modelo, estas experiencias tempranas que derivan en baja autoestima son la

interacción entre el temperamento de la persona y las experiencias vividas. En el caso de A. encontramos

una personalidad de tipo evitativa, lo que ha favorecido el no enfrentarse a situaciones temidas y no

sentir en demasiadas ocasiones la autoeficacia de resolver los conflictos que se le pudieran interponer.

Esto se puede unir también a las experiencias vividas en la infancia en las cuales no se ha sentido

integrada o han existido comentarios que han hecho que se cuestione su competencia social.

“Bottom Line”

Fennell (1997) también lo denomina autoesquema o creencia nuclear y consistiría en la

conclusión negativa sobre sí misma a la que llega la persona tras las experiencias tempranas. En el caso de

A., encontramos verbalizaciones, tanto en sesión como en autorregistros realizados, que muestran esta

visión negativa sobre sí misma. Algunas de estas verbalizaciones son “tengo algo mal en mí que el resto

no tiene”, “soy incapaz, todo me cuesta más que al resto de la gente”.

Suposiciones Disfuncionales

Estas suposiciones guían el comportamiento de las personas, poniendo condiciones irreales con

las que medir su valía. Esto permite que se pueda aliviar de cierta manera la angustia que va intrínseca en

la visión negativa de uno mismo. Así, en vez de cambiar estas creencias negativas, se pueden

“autoengañar” en cierta manera. Al no cambiar las creencias incluidas en el “bottom line”, si no se

30
consigue o puede no conseguirse llegar a los mínimos irreales autoimpuestos para poder valorarse como

persona, estas creencias se seguirán activando. En el caso de A. se puede observar que trata de ser muy

competente en el trabajo, dedicándole muchas horas y esfuerzos para compensar su sensación de

incompetencia en otras áreas.

Incidentes Críticos

Son aquellas situaciones en las que la valía se pone a prueba en función de las suposiciones

disfuncionales. Cuando no se consiguen esos mínimos, se inicia un círculo vicioso, que se explicará a

continuación, en el que se combinan pensamientos, sentimientos y comportamientos que únicamente

sirven para confirmar las creencias nucleares negativas ya existentes. Estas situaciones pueden generar

dudas o sensación de que no se llegará al mínimo necesario autoimpuesto (en el diagrama, se seguirá el

camino de líneas sin puntear) o pueden realmente no llegar a ese mínimo (camino de líneas punteadas).

Un ejemplo de esto en el caso de A. podría ser basar su valía como persona en ser querida y aceptada por

el resto y como incidente crítico encontrar la ruptura repentina con su pareja, en la que realmente existe

una situación de abandono o rechazo.

Predicciones Negativas

Aquellas auto verbalizaciones que aparecen al enfrentarse a los incidentes críticos. En el caso de

A., algunas de las predicciones que refiere son “¿qué pasará si me equivoco delante de todos?”, “seguro

que todos notan que no estoy capacitada para el puesto”, “con esta edad y sintiéndome así, esto nunca

cambiará”.

31
Ansiedad

La activación psicofisiológica que se deriva de todo este proceso, que en el caso de A. la describe

como agitación, taquicardia y ahogo, principalmente.

Comportamiento Disfuncional

Derivado de las predicciones negativas, finalmente el comportamiento puede realmente ser

disfuncional. Éste puede ser evitativo de las situaciones temidas o puede realizarse de una manera más

torpe de la que sucedería en situaciones sin estas predicciones catastrofistas. En el caso de A.,

principalmente aparecen comportamientos de evitación, mayoritariamente de evitación de situaciones

sociales.

Confirmación

Normalmente, sea cual sea el resultado del incidente crítico, se suele ver como una prueba de

realidad que permite seguir validando la visión negativa de la persona. Este proceso es debido a la

percepción sesgada que existe y a la interpretación de la información que llega.

Pensamiento Autocrítico

Es el resultado de la anterior confirmación de la visión negativa. Los pensamientos autocríticos

que encontramos en el caso de A. son “¿por qué siempre fastidio este tipo de situaciones?”, “nunca

conseguiré comportarme como una persona normal”.

32
Depresión

Estos pensamientos negativos tienen una relación directa con el ánimo de la persona,

apareciendo así la sintomatología depresiva. Esta sintomatología, a su vez, retroalimenta las creencias

incluidas en el “bottom line”. La sintomatología depresiva presentada por A. consta de llanto continuo,

anhedonia, ánimo notablemente disminuido, dificultades de concentración y falta de interés por

actividades.

Existen otros estudios (Hilbert et al., 2018) que también relacionan la autoestima con la

sintomatología depresiva.

4.3.Análisis Funcional del Problema

A continuación, se expone el análisis topográfico de las conductas problema que presenta A. de

cara a una compresión más profunda de la problemática para el diseño del tratamiento. Se destacan tres

conductas principales como problemáticas y éstas son el aislamiento, la autoexigencia que se impone en

el ámbito social y laboral y, por último, el autoesquema negativo que mantiene pensamientos

destructivos hacia sí misma.

A. evita situaciones en las que se puedan ver cuestionadas sus habilidades sociales. En las que no

puede evitar (algunas reuniones de trabajo) y considera que tiene que llegar a unos mínimos

autoimpuestos para considerar que tiene el respeto de sus subordinados, le dedica muchas horas de

trabajo para poder sentir control. Todo esto se mantiene también por los pensamientos negativos sobre sí

misma, los cuales le ofrecen una explicación sesgada de todos los fallos o torpezas que comete,

obteniendo así un autoconcepto desadaptativo y una autoestima disminuida. Estas conductas son

33
mantenidas a corto plazo gracias a la sensación de control que le proporcionan (refuerzo positivo) y al

alivio del malestar y los síntomas de ansiedad derivados (refuerzo negativo). Sin embargo, a largo plazo

encontramos que sigue llevando una vida en la que se pierde el contacto social deseado (castigo negativo)

y sin habilidades asertivas para solucionar problemas de una manera más adaptativa, lo cual es algo muy

negativo para ella. Esto produce grandes sentimientos de soledad y tristeza (castigo positivo) y una

pérdida de confianza en sí misma y en sus capacidades (castigo negativo), lo que seguirá afectando a la

mena en la que se percibe y, consecuentemente, a su autoestima.

34
Tabla 1

Análisis funcional del caso de A.

Antecedentes Conducta Consecuentes


Lejanos. Nivel cognitivo Corto Plazo
Aislamiento social Refuerzo (-): alivio de la
Externos: “Qué pereza salir ahora, mejor me ansiedad al dedicar muchas
Situaciones de ineficacia quedo en casa” horas al trabajo.
social en el entorno escolar. “Les voy a parecer aburrida, lo mejor
será que anule la quedada” Refuerzo (+): sensación de
Internos: Autoexigencia control.
Rasgos de personalidad “Tengo que conseguir que mis
evitativa. subordinados me respeten sea como Refuerzo (-): alivio del malestar
Carencia de habilidades sea” al evitar situaciones sociales o
asertivas y de comunicación. “Si le dedico la mayor parte del día al de evaluación.
trabajo seguro que todo sale bien”
“Tengo que contar historias que sean Largo plazo
Próximos. lo suficientemente entretenidas o Castigo (+): al dedicarle tantas
divertidas” horas al trabajo, las demandas y
Externos: Autoesquema negativo responsabilidades cada vez son
Demandas y “Soy lerda, estas situaciones no mayores.
responsabilidades derivadas deberían costarme tanto”
del puesto de trabajo. “Tengo algo en mí que está mal” Castigo (+): sentimientos de
Conflicto personal con “Me gustaría ser normal como el resto soledad y tristeza.
subordinado del trabajo. y que no me preocupasen estas cosas”
Ruptura repentina con su Castigo (-): disminución de la
pareja sentimental. Nivel fisiológico. capacidad de concentración.
Estilos de vida de su círculo Ansiedad, taquicardia, sensación de
social (casados y con hijos). ahogo, falta de energía Castigo (-): pérdida de
situaciones sociales deseadas.
Internos: Nivel motor.
Rigidez de pensamientos No acudir a quedadas con sus amigos Castigo (-): pérdida de confianza
(dificultad para generar o no responder a sus llamadas en sí misma.
pensamientos alternativos). telefónicas.
Permanecer más horas de las
estipuladas en su horario laboral en el
trabajo.
Evitar reuniones con sus subordinados
o dedicarle demasiadas horas de
preparación previa.

35
4.4.Objetivos

Objetivo General

Disminuir la sintomatología depresiva, aumentando la autoestima y la confianza en sí misma.

Objetivos Específicos

Fomentar el autoconocimiento y la identificación y gestión emocional.

Identificar los pensamientos negativos y generar respuestas alternativas más adaptativas.

Incrementar el número de actividades agradables y ganar reforzadores.

Enfrentar situaciones problemáticas de manera asertiva desarrollando habilidades sociales.

36
5. Tratamiento

El plan terapéutico de A. ha incluido una fase de evaluación y otra de tratamiento.

La fase de evaluación ha consistido en entrevistas, cuestionarios y autorregistros para poder

recoger la mayor información posible.

La fase de tratamiento ha consistido en el abordaje de cada uno de los objetivos anteriormente

presentados, basados en las fases encontradas en el modelo de Fennell (1997) para la explicación de la

conducta problemática descrita.

Tabla 2

Objetivos planteados y técnicas.

Objetivo Técnica
Psicoeducación conducta ansiosa.
Fomentar el autoconocimiento y la Psicoeducación conducta depresiva.
identificación y gestión emocional. Rueda de las emociones.
Respiración profunda con retención de aire.
Modelo ABC.
Identificar los pensamientos Creencias irracionales.
negativos y generar respuestas Tríada cognitiva negativa.
alternativas más adaptativas. Distorsiones cognitivas y pensamientos alternativos.
Reestructuración cognitiva.
Incrementar el número de
actividades agradables y ganar Activación conductual.
reforzadores.

Enfrentar situaciones problemáticas Terapias de exposición.


de manera asertiva desarrollando Entrenamiento en habilidades sociales y asertividad.
habilidades sociales.

37
El periodo de tratamiento de este caso abarca 17 sesiones en un periodo de 8 meses (octubre

2021 – mayo 2022). La duración de la terapia se vio alargada debido a los numerosos viajes de trabajo que

A. tenía que realizar, por lo que, aunque inicialmente se establecieron sesiones semanales, hubo que

optar finalmente por las sesiones quincenales.

El enfoque seguido para el tratamiento de este caso ha sido basado en la integración de

diferentes terapias y técnicas de corte cognitivo conductual, ya que son efectivas para esta problemática

según la literatura expuesta en la introducción. Se utilizaron los siguientes elementos de estos enfoques:

Terapia Cognitiva de Beck (Beck et al., 2010)

- Tríada cognitiva negativa: explicación de los patrones cognitivos que propician la visión

idiosincrática de sí mismo, su futuro y sus experiencias. Esto se debe a las atribuciones que se

hacen de las experiencias desagradables a defectos propios (“lo negativo que sucede es a causa

de mis defectos”), la tendencia a interpretar las experiencias de un modo negativo, exagerado o

con obstáculos insuperables (“todas las situaciones que me rodean me superan”) aunque existan

otras interpretaciones alternativas más realistas y la percepción de que sus dificultades van a

seguir indefinidamente, por lo que se anticipan una visión negativa del futuro.

- Distorsiones cognitivas y pensamientos alternativos: explicación y trabajo sobre las maneras

erróneas que existen en el procesamiento de la información que nos llega. Las distorsiones

cognitivas que se trabajaron fueron inferencia arbitraria, abstracción selectiva, generalización,

maximización y minimización, personalización y pensamiento dicotómico.

38
- Reestructuración cognitiva: trabajo en la identificación y modificación de esos patrones cognitivos

que producen finalmente las conductas desadaptativas, todo ello mediante el cuestionamiento de

esas cogniciones y creencias negativas (examinar su utilidad, qué pasaría si fueran ciertas,

pruebas de esos pensamientos, etc.).

Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC) de Ellis (Ellis y Grieger, 1990)

- Modelo ABC: explicación acerca de la relación existente entre los pensamientos, emociones y

sensaciones físicas y los comportamientos. Comprensión de por qué, ante una misma situación,

las personas pueden desarrollar conductas y respuestas distintas. Los componentes de este

modelo serían un acontecimiento activador (provoca que se activen los pensamientos y

conductas que resultan problemáticas), un sistema de creencias (cogniciones que conforman

cómo vemos al mundo y a nosotros mismos) y las consecuencias que se derivan (aquí se incluyen

las respuestas emocionales y conductuales que se emiten moduladas por el sistema de creencias

ante el acontecimiento activador).

Modelo de Activación Conductual de Martell et. al (2013)

- Establecimiento y monitorización de actividades siguiendo los 10 principios de este modelo de

activación conductual: la clave para cambiar lo que se siente es cambiar lo que se hace, las

estrategias a corto plazo de adaptación a cambios que pueden producir depresión pueden

bloquear, importancia de entender qué procede y sigue a las conductas, programar actividades en

función de un plan y no de un estado anímico, comenzar por cambios pequeños, importancia de

39
actividades que sean reforzadoras por naturaleza, actuar como entrenadores, enfoque empírico

de resolución de problemas, ponerse en acción y detectar posibles obstáculos para la activación.

Técnicas de Exposición (Bados y García-Grau, 2011)

- Exposición en vivo: exponerse a situaciones temidas reales de manera sistemática como aquellas

que se presentan en la vida cotidiana.

- Exposición simulada a través de role-play: a través de ensayos conductuales de situaciones que se

consideran problemáticas. Estas situaciones son reproducidas en el entorno de sesión

terapéutica.

- Exposición en imaginación: rememorar situaciones problemáticas e imaginar que se están

enfrentando, experimentando todos los estímulos que estarían presentes en la situación real.

Entrenamiento en Habilidades Sociales y Asertividad (García-Grau et al., 2019)

- El procedimiento seguido para el entrenamiento en habilidades sociales y asertividad consistió en

psicoeducación acerca de los estilos de comunicación, los componentes de las habilidades

sociales y derechos asertivos (derecho a decir no, a expresar lo que se siente, a cometer errores,

etc.). También se realizaron sesiones de modelado haciendo demostraciones en sesión y ensayos

de conducta en los que poner en práctica lo aprendido en sesión mediante representaciones

(exposición simulada). Estos ensayos iban seguidos de reforzamiento por parte del terapeuta y de

práctica en la vida real (exposición en vivo).

40
Técnicas de Gestión Emocional

- Respiración profunda con retención de aire: con el objetivo de enviar el aire hasta la parte inferior

de los pulmones y así oxigenar de manera adecuada la sangre en momentos en los que existe una

elevada activación o tensión. La manera de realizarla será sentarse cómodamente con una mano

sobre el abdomen, la cual se deberá elevar con las inspiraciones y volver a su posición inicial en

las espiraciones. Se inspirará por la nariz durante cinco segundos, se retendrá el aire de cinco a

siete segundos y se expulsará por la nariz o la boca lentamente durante unos diez segundos. Este

proceso se repetirá dos o tres veces (García-Grau et al., 2008).

- Rueda de las emociones: se compone de las ocho emociones básicas (alegría, confianza, miedo,

sorpresa, tristeza, aversión, ira y anticipación) y de los solapamientos que pueden existir (díadas

primarias, secundarias o terciarias) para formar emociones más complejas (Plutchik, 2001).

Tabla 3

Cronograma de las sesiones.

Sesiones Técnicas
-Explicación del funcionamiento de la terapia.
-Firma del consentimiento informado.
-Entrevista clínica semiestructurada.
Sesiones 1 – 4 -Establecimiento vínculo terapéutico.
-Cuestionarios.
-Autorregistros.
-Establecimiento de objetivos terapéuticos.
-Psicoeducación sobre la conducta ansiosa y depresiva.
-Activación conductual.
Sesiones 5 – 9 -Ejercicios de gestión emocional y respiración.
-TREC de Ellis (modelo ABC, autorregistros).
-Terapia cognitiva de Beck (tríada cognitiva negativa).

41
-TREC de Ellis (modelo ABC, autorregistros).
-Terapia cognitiva de Beck (reestructuración cognitiva, trabajo
Sesiones 10 – 13
distorsiones cognitivas y pensamientos alternativos).
-Activación conductual.
-Técnicas de exposición.
-Entrenamiento en habilidades sociales y asertividad.
Sesiones 14 – 16
-Técnicas de exposición.
Sesión 17 -Cierre.

Las cuatro primeras sesiones se dedicaron a la evaluación. A. acudió a consulta con muchos

síntomas fisiológicos que dificultaban en gran medida el desarrollo de las sesiones, por eso se necesitaron

cuatro para poder realizar una evaluación en profundidad. Es en esta etapa en la que se le recomienda

dirigirse a su médico de cabecera para que valorase la necesidad de incluir medicación, la cual finalmente

le fue recetada. Se pasaron los cuestionarios BDI-II y CEPER III y se enviaron autorregistros entre sesiones

para poder analizar las situaciones, pensamientos, emociones y conductas respuesta que identificaba

como problemáticas. Finalmente, se establecieron los objetivos terapéuticos y la planificación del

tratamiento.

El siguiente bloque de sesiones (de la quinta a la novena) se dedicaron a la estabilización de la

situación de la paciente. Lo primero que se realizó fue una psicoeducación acerca del funcionamiento de

la conducta depresiva y ansiosa, remitiéndose a los elementos que influyen en su mantenimiento. A su

vez, se incidió en la necesidad y la relevancia que tiene en los estados depresivos el realizar activación

conductual y se comenzaron a programar pequeñas actividades que podía ir añadiendo en su día a día,

poniendo objetivos pequeños y realistas (p. ej.: dar paseos de 15 minutos). Para controlar la

sintomatología ansiosa que presentaba, se ofrecieron herramientas de gestión emocional, como la

42
respiración diafragmática. Como también le costaba mucho desde las primeras sesiones y los primeros

autorregistros el identificar las emociones que sentía, se trabajó también con la rueda de las emociones

para poder mejorar la identificación emocional. También relacionado con la psicoeducación, se fueron

introduciendo términos y explicaciones de la terapia cognitiva de Beck y la TREC de Ellis. Más

concretamente, se explicó el porqué de la visión negativa de todo que tanto le pesaba a través de la

tríada cognitiva negativa de Beck. Además, se le explicó la relación y la influencia que existía entre los

pensamientos/interpretaciones que se hacían sobre las situaciones que vivía, las emociones que sentía y

las conductas que emitía, todo esto a través del modelo ABC de Ellis y las once creencias irracionales que

propone. Para una mayor comprensión de estos conceptos, se siguieron mandando autorregistros como

tareas para casa para poder analizar en sesión esta relación.

En las sesiones de la décima a la decimotercera fue cuando se realizó un trabajo más exhaustivo

acerca de las cogniciones. Se siguió profundizando en el modelo ABC a través de los autorregistros y éstos

se utilizaron también para comenzar a buscar pensamientos alternativos no basados en ideas irracionales

o en distorsiones cognitivas, comenzando así la reestructuración cognitiva de A. Para conseguir esta

reestructuración cognitiva, se fomentó el cuestionamiento de las cogniciones y creencias que se podían

observar en sus autorregistros. Para facilitar este cambio que se comenzaba a dar en sesión, se enviaban

tareas para casa para seguir examinando las pruebas o la utilidad de esos pensamientos que aparecían

(preguntas para examinar los datos que se tenían a favor del pensamiento, la probabilidad de que fueran

ciertos, reflexionar acerca de si ese pensamiento era útil para conseguir los objetivos o para solucionar el

problema, etc.). También, se propusieron situaciones en sesión que para A. eran problemáticas para que

43
pudiera imaginarse viviendo esa situación y reestructurara los pensamientos negativos que apareciesen

(exposición en imaginación). En cuanto a la activación conductual, al ver el gran beneficio que tenían en

su estado de ánimo, se siguieron estableciendo actividades cada vez de más complejidad para A.,

finalmente incluso consiguió apuntarse de voluntaria en una ONG, que es algo que deseaba y que le

gustaba pero que nunca se había atrevido a realizarlo.

El último tramo de sesiones de tratamiento fue de la decimocuarta a la decimosexta sesión. En

esta etapa la paciente ya tenía un buen manejo en buscar pensamientos alternativos más adaptativos, lo

que se veía reflejado en los autorregistros, y era muy consciente del modelo ABC y de las distorsiones

cognitivas, por lo que también su estado de ánimo y la sintomatología con la que llegó mejoraron

considerablemente. Por ello, en esta franja de sesiones se trabajó principalmente en el entrenamiento en

habilidades sociales. Se explicó el concepto de asertividad y derechos asertivos y se puso en marcha a

través de técnicas de exposición, tanto exposición simulada a través de role-play durante las sesiones

como exposición en vivo en situaciones temidas para ella. En ambas formas de exposición, se evitó el

escape de las mismas mediante prevención de respuesta con el objetivo de que la evitación de estas

situaciones no se convirtiera en una señal de seguridad (Echeburúa y del Corral, 2008). Estas situaciones

en vivo se centraron principalmente en el ámbito laboral, al tener que interactuar con subordinados o

dirigir reuniones y hacer exposiciones. Aunque, siguiendo el modelo de Fennell (1997) ya expuesto para

este caso, la autoestima debería mejorar como respuesta a la modificación en el resto de áreas, se realizó

también un trabajo en autoestima y en mejora de la confianza en sí misma. Este trabajo se realizó

principalmente mediante el refuerzo en sesiones acerca de las metas que iba consiguiendo.

44
Por último, se realizó una sesión de cierre en la que se valoraron la consecución de los objetivos

marcados al inicio de la terapia. Por los niveles alcanzados, se optó por finalizar ahí el tratamiento.

45
6. Valoración del tratamiento

6.2.Adherencia al Tratamiento

La duración total del tratamiento fue de 8 meses (octubre 2021 – mayo 2022). En este tiempo, se

combinó la terapia farmacológica durante los primeros seis meses (consumo de orfidal durante un mes y

de escitalopram durante seis meses aproximadamente) con la terapia psicológica.

Durante el transcurso del tratamiento psicológico, A. mostró muy buena adherencia al proceso y

gran alianza terapéutica. Desde sesiones muy iniciales, ya refería estar aprendiendo y “ver un poco de luz

al final del túnel”. Los cambios obtenidos respecto de la primera sesión que acudió fueron muy notables,

destacando su implicación con los ejercicios realizados durante las sesiones y las tareas para casa al ver

cómo iban mejorando su estado general.

Todo esto es aún más notable teniendo en cuenta la dificultad de tiempo con la que A. contaba.

Al realizar tantos viajes de trabajo y tener que espaciar las sesiones a una periodicidad quincenal, podría

esperarse que fuera más complicado desarrollar el vínculo terapéutico o la adherencia a las técnicas

propuestas. Sin embargo, A. encajó muy bien con la psicóloga del centro y con la forma de trabajo y

rápidamente entró en la dinámica terapéutica, consiguiendo grandes avances y obteniendo un pronóstico

favorable.

6.2.Consecución de los Objetivos

En el caso de A., se propusieron ciertos objetivos terapéuticos a conseguir al finalizar el

tratamiento, los cuales se evaluaron con instrumentos de medida específicos y se trataron con diversas

técnicas terapéuticas ya descritas.

46
Tabla 4

Objetivos, técnicas e instrumentos de medida del caso de A.

Instrumentos de Instrumentos de
Objetivos
evaluación Técnicas evaluación
terapéuticos
pretratamiento postratamiento
Psicoeducación conducta
ansiosa.
Fomentar el Psicoeducación conducta
Entrevista Entrevista
autoconocimiento y la depresiva.
semiestructurada. semiestructurada.
identificación y Técnicas de gestión emocional
Observación. Observación.
gestión emocional. (rueda de las emociones y
respiración profunda con
retención de aire).
Terapia racional emotiva
Identificar los conductual de Ellis (modelo
pensamientos ABC).
Autorregistros. negativos y generar Terapia cognitiva de Beck Autorregistros.
Observación. respuestas (creencias irracionales, tríada Observación.
alternativas más cognitiva negativa, distorsiones
adaptativas. cognitivas y pensamientos
alternativos y reestructuración
cognitiva).
Incrementar el
Observación. número de actividades Activación conductual. Observación.
agradables y ganar
reforzadores.
Enfrentar situaciones
Entrevista problemáticas de Terapias de exposición. Entrevista
semiestructurada. manera asertiva Entrenamiento en habilidades semiestructurada.
Observación. desarrollando sociales y asertividad. Observación.
habilidades sociales.

Disminuir la
sintomatología
depresiva, Conjunto de todo el Entrevista
BDI-II aumentando la tratamiento. semiestructurada.
autoestima y la Observación.
confianza en sí misma
(objetivo general).

47
Como se ha comentado, la paciente obtuvo una buena evolución respecto a la consecución de los

objetivos terapéuticos propuestos, los cuales se expondrán más detalladamente a continuación:

Fomentar el Autoconocimiento y la Identificación y Gestión Emocional

La paciente acudió a sesión con un muy pobre autoconocimiento. Los síntomas la desbordaban

tanto que no era capaz de identificar qué emoción era la que sentía (cuando se le preguntaba cómo se

sentía, la respuesta general era “no lo sé”) ni mucho menos cómo gestionarla. Mediante mucha

psicoeducación y con la rueda de las emociones como apoyo, se pudo observar en las sesiones que A.

consiguió al finalizar el tratamiento ser capaz de identificar y ponerle nombre a las emociones que sentía.

Esto le permitió ser consciente de cómo se sentía cada emoción en su cuerpo y, al identificarla, poder

poner en marcha las técnicas de gestión emocional, avance que ella misma refirió en las entrevistas en

sesión. Mediante la técnica de respiración profunda con retención de aire, fue capaz de controlar los

síntomas ansiosos que al inicio del tratamiento le paralizaban y poder seguir con las actividades que

estuviera realizando.

Identificar los Pensamientos Negativos y Generar Respuestas Alternativas más Adaptativas

Este es el objetivo en el que más mejoras se han observado. A. acudió a terapia con pensamientos

muy negativos, basados en creencias irracionales y cogniciones distorsionadas. Tras un trabajo muy

centrado en su reestructuración, la paciente terminó siendo capaz por ella misma de darse cuentas de

estos fallos de pensamiento que no le beneficiaban para cumplir sus propios objetivos. También fue

determinante la comprensión de cómo ese sistema de creencias disfuncional afectaba directamente a su

estado de ánimo y a sus acciones. Todo el cambio sucedido en cómo interpretaba las situaciones de su

48
vida cotidiana o cuáles eran las consecuencias en sus acciones, aunque las emociones fueran negativas

para ella, se pudo observar en los autorregistros enviados como tareas para casa. Se pudo observar

principalmente que, ante situaciones que hubiera evitado debido a estas creencias irracionales, comienza

a enfrentarlas y a acudir a pesar de las emociones desagradables que pudiera estar sintiendo. Además,

estas emociones desagradables también disminuyeron al comenzar a interpretar de una manera más

realista las situaciones que vivía.

Incrementar el Número de Actividades Agradables y Ganar Reforzadores

En este objetivo también se pudo observar la diferencia existente entre el inicio de la terapia y la

finalización de la misma. Cuando inició el tratamiento, A. no realizaba casi ninguna actividad en su día a

día, exceptuando el trabajo. Le fue muy difícil poder encontrar actividades que le gustaran o que le

resultaran gratificantes y reforzantes. Al finalizar la terapia, retomó algunas de las actividades que sí

realizaba antes de comenzar con el estado depresivo que presentaba, como la práctica de deporte (se

comenzó por objetivos pequeños, como realizar paseos cortos por su vecindario). Al ver los beneficios en

su estado de ánimo, A. consiguió introducir actividades reforzantes mucho más demandantes que al inicio

no se veía capaz, como apuntarse de voluntaria a una ONG relacionada con las personas en situación de

calle, lo cual influyó también en la percepción de sí misma al mejorar la autoeficacia percibida.

Enfrentar Situaciones Problemáticas de Manera Asertiva Desarrollando Habilidades Sociales

En este objetivo se pudieron observar también mejoras, debido también a que la situación que

principalmente había motivado a la paciente fue un conflicto con un subordinado en su trabajo. Es por

ello que demostró mucha implicación también en las técnicas y ejercicios propuestos para la consecución

49
de este objetivo. Temporalmente este fue el último objetivo que se trabajó, por lo que el estado de ánimo

general que presentaba A. era mucho mejor que el inicial, lo que pudo también influir en los avances que

se observaron. Al terminar el tratamiento, la paciente era capaz de realizar role-play de situaciones que le

resultaban problemáticas resolviendo la situación de una manera asertiva, velando por sus intereses.

Además, esta práctica se trasladó a la exposición en vivo en situaciones reales. A. refirió en las entrevistas

en sesión que se sentía capaz de resolver esas situaciones reales de una manera mucho más efectiva que

al inicio de terapia. Refirió también que este era el objetivo en el que aún sentía que podía mejorar, ya

que algunas situaciones laborales aún le costaban aplicar esas soluciones asertivas.

Disminuir la sintomatología depresiva, aumentando la autoestima y la confianza en sí misma

En cuanto al objetivo general de la terapia, se concluyó que se había alcanzado de una manera

satisfactoria. Al inicio de la terapia se midió este objetivo a través de una prueba objetiva, el BDI-II. Al

finalizar la terapia, se consideró que con los datos recogidos a través de las entrevistas realizadas y la

observación en sesiones era suficiente para concluir que A. ya no se encontraba en un estado depresivo.

En lo que se recoge en las sesiones, la paciente ya no presenta la sintomatología depresiva referida en la

fase de evaluación (llanto continuo, falta de concentración, sin ganas de relacionarse, sentimientos de

soledad, sensación de angustia o ansiedad permanente, autoexigencia laboral, etc.). Además, como se

deriva del modelo de Fennell (1997), al modificar los objetivos anteriores, la autoestima de A. aumenta,

disminuyendo también la sintomatología depresiva.

50
7. Discusión y Conclusiones

En este trabajo se ha presentado un caso de depresión con ansiedad, una condición muy común

en las clínicas de psicología. En este caso se ha planteado un tratamiento compuesto por un conjunto de

técnicas de corte cognitivo conductual para unos objetivos relacionados con esta sintomatología

depresiva, principalmente en la modificación de cogniciones y en la adquisición de habilidades asertivas.

Todo ello ha sido explicado desde un modelo explicativo que relacionaba toda esta sintomatología con

una inadecuada autoestima. Es interesante ver desde este modelo explicativo cómo convergen en un

círculo vicioso diversos aspectos que derivan en depresión y ansiedad y, aunque nuestro objetivo sea

modificar las actitudes y conductas actuales, cómo influyen también las experiencias tempranas en la

manera en la que se instaura la manera de interpretar y valorar la información que nos llega. Al tener una

idea clara de cómo funciona el caso, más allá de la etiqueta que se otorgue, es fácil ver los puntos en los

que hay que incidir a través del tratamiento. En este caso, se ha podido comprobar que el tratamiento

basado en la unión de varias técnicas derivadas terapias cognitivo conductuales fue efectivo para el

cumplimiento de los objetivos planteados, lo que derivó en alta terapéutica.

En este caso convergía también la terapia farmacológica junto con la psicológica. Se pudo

observar que fue muy beneficial en la evolución del caso debido a que la cantidad de sintomatología

fisiológica hacía casi imposible el desarrollo de las primeras sesiones. Sin embargo, considero que, aunque

fue un buen apoyo durante un tiempo necesario, el cambio realmente se realizó y se asentó cuando A.

entendió la naturaleza de su estado, las variables que se relacionaban para que tuviera ciertos síntomas y

entendiera que podía trabajar sobre ello para cambiarlo. Con esto quiero destacar la importancia del

51
tratamiento psicológico, aunque exista un tratamiento farmacológico. Mientras que los medicamentos

pueden suprimir ciertos síntomas durante un tiempo determinado, es un cambio en los patrones

cognitivos y comportamentales lo que va a permitir que esos cambios se mantengan en el tiempo.

Como se comentaba, la sintomatología ansiosa y depresiva es probablemente de la

sintomatología más común que se puede encontrar cuando se pregunta de manera general acerca de

problemáticas de salud mental. Es muy posible que este tipo de sintomatología, dentro de una

determinada gravedad y duración, aparezca en algún momento en la vida de cualquier persona. Es por

ello que también se han desarrollado diversas técnicas y tratamientos enfocados a ellas. En este caso

hemos podido ver cómo el enfoque cognitivo conductual ha ayudado a la paciente a modificar los

mecanismos desadaptativos que estaba poniendo en marcha. Con la evidencia expuesta al inicio de este

trabajo se ha podido comprobar que la terapia cognitivo conductual ha sido efectiva al usarse en casos

similares al de A. Esto no significa que sea el único enfoque útil que se deba utilizar en este tipo de casos,

se ha explicado también que hay otros enfoques considerados como eficaces en el tratamiento de la

depresión y la ansiedad. Lo importante en el tratamiento de este tipo de casos, en los que convergen

diversas cuestiones y que pueden arrastrar patrones cognitivos y conductuales desde hace muchos años,

es realizar un buen análisis del caso en el que se pueda observar específicamente qué es lo que está

fallando y sobre qué hay que aplicar las técnicas. Esto es importante para poder estructurar un

tratamiento mucho más eficaz y, también, poder aumentar la implicación del paciente en su propio

proceso. En este caso se ha podido observar también cómo la demanda más inmediata de la paciente era

resolver un conflicto con un compañero, para lo que se podrían necesitar habilidades sociales y nociones

52
de asertividad. Sin embargo, el entender por qué tenía esa clase de problemas con sus subordinados en el

trabajo y por qué esas problemáticas se habían generalizado también a cómo se relacionaba en general

en su día a día o cómo enfrentaba los problemas que se le presentaban hizo que A. viera la importancia

de trabajar sobre los pensamientos y las creencias disfuncionales que presentaba (inicio del círculo vicioso

en el modelo de Fennell (1997)). El entender la función de sus conductas, por qué se habían originado y

por qué se mantenían en el presente hizo que la adherencia al tratamiento y a las tareas enviadas como

trabajo para casa fuera mucho mayor. Saber sobre qué se tenía que trabajar y ver los avances que se iban

consiguiendo fue muy importante en la evolución del caso. También fue interesante ver cómo en este

caso la paciente tenía un buen apoyo familiar y social (muy cercana con su familia, grupo de amigos que

se preocupaban por ella y por su estado de ánimo, compañeros de trabajo que la apreciaban), lo que

suele considerarse un factor de protección y de buen pronóstico en el tratamiento. Sin embargo, cierta

parte de ese malestar también provenía de ese mismo entorno social, el cuál servía para compararse.

Aquí se activaban creencias de cómo debería ser su situación personal a su edad (estar casada y con hijos

como el resto de sus amigos y su entorno más cercano) y la frustración al no haberlo conseguido tras la

ruptura repentina que vivió cuando ya tenía incluso fecha para casarse. Tras el trabajo en

reestructuración cognitiva, se pudo ver cómo el tener este entorno social pasó de causarle malestar a

funcionar, como sería previsible, como un factor de protección y de buena evolución terapéutica.

Como limitaciones en este caso se podría destacar la periodicidad de las sesiones. Inicialmente se

propusieron las sesiones semanales, pero se vio imposibilitado por la agenda de la paciente. Esto a priori,

en un caso de estas características en el que la sintomatología era tan elevada, podría parecer

53
contraproducente para el buen desarrollo de la alianza terapéutica. Sin embargo, gracias a los

autorregistros y a las tareas entre sesiones, se aprovechó ese tiempo de más para afianzar y poner en

marcha lo trabajado en sesión. Aunque esta característica sí que afectó a la duración total de la terapia, se

ha comprobado que se puede desarrollar un buen vínculo y adherencia a pesar de que la terapia se inicie

con sesiones más espaciadas temporalmente. También se puede encontrar como limitación el hecho de

que no se disponga de una medida objetiva derivada de un test o cuestionario postratamiento. La

psicóloga en su momento consideró que disponía de la información necesaria a través de los

autorregistros, observación y las entrevistas en sesión para poder dar el alta terapéutica y considerar que

los objetivos propuestos habían sido alcanzados. Habría sido interesante poder pasar de nuevo el BDI-II y

comprobar objetivamente que la puntuación para depresión disminuía. Así mismo, hubiera quedado por

planificar alguna sesión de seguimiento en la que poder comprobar si el objetivo de enfrentar situaciones

problemáticas de manera asertiva desarrollando habilidades sociales, el cuál la paciente refirió que sentía

que podría haber mejorado más, realmente se había mantenido en el tiempo o si, por el contrario, se

necesitaba un pequeño recordatorio de las técnicas aprendidas. Realmente, hubiera sido interesante

realizar un seguimiento y comprobar también los objetivos que consideraba que sí que había mejorado

totalmente para ver su evolución en el tiempo y si se podía mejorar algo antes de que derivara en otra

problemática, trabajando así la prevención de recaídas. Esto es relevante ya que al terminar el

tratamiento expuesto y tras aproximadamente seis meses, la paciente volvió a acudir a sesión por

cuestiones distintas a las que aquí se han expuesto, pero se exploró y se llegó a la conclusión de que sería

necesario volver a trabajar sobre las habilidades sociales y la asertividad. Dada esta cuestión, habría que

valorar si quizá se ha creado cierta dependencia con la psicóloga y con la terapia en general. Esto sería

54
problemático debido a que el objetivo de la terapia debería ser dotar a los pacientes de la mayor

independencia posible para que, ante situaciones complicadas, puedan utilizar las herramientas

aprendidas y superar los obstáculos sin la necesidad de la terapia. Como objetivo de futuro, sería

necesario explorar este punto para poder valorar si se necesitan aplicar otras estrategias distintas de

trabajo.

Como conclusiones del trabajo presentado se puede afirmar que, para este caso, un tratamiento

compuesto por técnicas de diversas terapias cognitivo conductuales fue efectivo para conseguir tanto los

objetivos específicos como el objetivo general, consiguiendo disminuir la sintomatología depresiva. Esto

lleva a concluir la importancia de utilizar tratamientos basados en enfoques validados y eficaces, ya que

es nuestro deber como profesionales. También destacar la importancia de que esos tratamientos

validados y eficaces estén orientados a las características propias del caso, adaptando siempre las

técnicas utilizadas a las conductas detectadas en el análisis funcional del caso. Considero que seguir

analizando casos de práctica clínica y realizando investigaciones acerca de sintomatologías tan comunes

como pueden ser la ansiosa y la depresiva es fundamental para conseguir ofrecer a los pacientes el

tratamiento que necesitan y merecen. A pesar de ser una condición común en los problemas de salud

mental, no todo el mundo que la sufre pide ayuda o simplemente recibe tratamiento farmacológico, sin

poder acceder a un tratamiento psicológico de calidad. Es por ello que, aunque común, es necesario que

los psicólogos como yo que nos iniciamos en la práctica clínica tras realizar el máster habilitante estemos

muy entrenados en el estudio de este tipo de casos y podamos ofrecer la mejor de las atenciones a

nuestros pacientes.

55
8. Referencias bibliográficas

Aragonés, E., Piñol, J. L. y Labad, A. (2009). Comorbilidad de la depresión mayor con otros trastornos

comunes en pacientes de atención primaria. Atención Primaria, 41(10), 545-551.

10.1016/j.aprim.2008.11.011

Asociación Americana de Psiquiatría. (2014). Guía de consulta de los criterios diagnósticos del DSM-5.

Editorial Médica Panamericana.

Bados, A. y García-Grau, E. (2011). Técnicas de exposición. Universidad de Barcelona.

http://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/18403/1/T%c3%a9cnicas%20de%20Exposici%c3%b

3n%202011.pdf

BDI-II, Inventario de Depresión de Beck-II. (1996). Pearson Clinical & Talent Assessment.

https://pearsonclinical.es/bdi-ii-inventario-de-depresion-de-beck-ii

Beck, A. T., Shaw, B. F., Rush, A. y J. y Emery, G. (2010). Terapia cognitiva de la depresión (19.ª ed.).

Caballo, V. E., Guillén, J. L., Salazar, I. C., y Irurtia, M. J. (2011). Estilos y trastornos de personalidad:

características psicométricas del “Cuestionario Exploratorio de Personalidad-III” (CEPER-III).

Psicología Conductual, 19(2), 277-302. https://www.behavioralpsycho.com/wp-

content/uploads/2019/01.Caballo_19-2oa-1.pdf

Caballo, V. E., Salazar, I. S. y Carrobles, J. A. (2014). Manual de psicopatología y trastornos psicológicos

(pp. 339-368) (2ª ed.). Ediciones Pirámide.

56
Carrasco, A. E. (2017). Modelos psicoterapéuticos para la depresión: hacia un enfoque integrado.

Interamerican Journal of Psychology, 54(2), 181-189.

https://www.realyc.org/pdf/284/28454546004.pdf

Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos (2011). Evaluación del inventario BDI-II.

https://www.cop.es/uploads/PDF/2013/BDI-II.pdf

Echeburúa, E. y del Corral, P. (2008). Técnicas de exposición en F. J. Labrador (Ed.), Técnicas de

modificación de conducta (pp. 315-346). Ediciones Pirámide.

Ellis, A. y Gieger, R. M. (1990). Manual de terapia racional-emotiva. Editorial Descleé de Brouwer.

Fennell, M. J. V. (1997). Low Self-Esteem: A Cognitive Perspective. Behavioural and Cognitive

Psychotherapy, 25, 1-25.

García-Grau, E., Fusté, A. y Bados, A. (2019). Manual de entrenamiento en respiración. Universidad de

Barcelona. https://www.ttmib.org/documentos/ENTRENAMIENTO_EN_RESPIRACION.pdf

García-Grau, E., Fusté, A., Ruiz, J., Arcos, M., Balaguer, G., Guzmán, D. y Bados, A. (2019). Entrenamiento

en asertividad y habilidades sociales. Universidad de Barcelona.

http://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/136063/1/ENTRENAMIENTO%20EN%20ASERTIVID

AD%20Y%20HABILIDADES%20SOCIALES.pdf

Grupo de Trabajo de la Guía de Práctica Clínica sobre el Manejo de la Depresión en el Adulto. (2014). Guía

de Práctica Clínica sobre el Manejo de la Depresión en el Adulto. Ministerio de Sanidad, Servicios

57
Sociales e Igualdad. https://portal.guiasalud.es/wp-

content/uploads/2018/12/GPC_534_Depresion_Adulto_Avaliat_compl.pdf

Hilbert, S., Goerigk, S., Padberg, F., Nadjiri, A., Übleis, A., Jobst, A., Dewald-Kaufmann, J., Falkai, P.,

Bühner, M., Naumann, F., y Sarubin, N. (2018). The Role of Self-Esteem in Depression: A

Longitudinal Study. Behavioural and Cognitive Psychotherapy. 47(2), 244-250.

https://doi.org/10.1017/s1352465818000243

INE (2021). La salud mental en la pandemia. Boletín informativo del Instituto Nacional de Estadística.

https://www.ine.es/ss/Satellite?L=es_ES&c=INECifrasINE_C&cid=1259953225445&p=125473511

6567&pagename=ProductosYServicios%2FINECifrasINE_C%2FPYSDetalleCifrasINE#:~:text=La%20

depresi%C3%B3n%20grave%20afecta%20a%20230.000%20personas&text=En%202020%2C%20se

%20cifra%20en,sintomatolog%C3%ADa%2C%20230.000%20se%20consideran%20graves

IRSJD (2021). La soledad multiplica por cinco las probabilidades de desarrollar una depresión. Institut de

Recerca Sant Joan de Déu. https://www.irsjd.org/es/actualidad/noticias/829/la-soledad-

multiplica-por-cinco-las-probabilidades-de-desarrollar-una-depresion

Martell, C. R., Dimidjan, S. y Herman-Dunn, R. (2013). Activación conductual para la depresión. Una guía

clínica. Editorial Descleé de Brouwer.

Nezu, A. M., (1987). A problem-solving formulation of depression: a literature review and proposal of a

pluralistic model. Clinical Psychology Review, 7, 121-144. https://doi.org/10.1016/0272-

7358(87)90030-4

58
Organización Mundial de la Salud. (2021). Depresión. https://www.who.int/es/news-room/fact-

sheets/detail/depression

Ortega, J. E., Callado, L. F. y Meana, J. J. (2008). El sistema noradrenérgico en la neurobiología de la

depresión. Psiquiatría Biológica, 15(5), 162-174. https://doi.org/10.1016/s1134-5934(08)76487-x

Pérez, M. y García, J. M. (2003). Guía de tratamientos eficaces para la depresión en Pérez, M., Fernárdez,

C., Amigo, I. y Fernández, J. M. (Ed.), Guía de tratamientos psicológicos eficaces I Adultos.

Ediciones Pirámide.

Plutchik, R. (2001). The Nature of Emotions. American Scientist, 89(4), 344-350. doi:10.2307/27857503

Purriños, M. J. (2008). Escala de Hamilton – Hamilton Depression Rating Scale (HDRS). Servicio Gallego de

Salud. https://meiga.info/escalas/depresion-escala-hamilton.PDF

Rehm, L. P., (1990). Cognitive and Behavioral Theories of Depression en B. Wolberg y G. Stricker (Ed.),

Depressive Disorders.

Society of Clinical Psychology (2020). Treatment: Acceptance and Commitment Therapy for Depression.

Division 12 of the American Psychological Association. https://div12.org/treatment/acceptance-

and-commitment-therapy-for-depression/

Subdirección General de Información Sanitaria. (2021). Salud mental en datos: prevalencia de los

problemas de salud y consumo de psicofármacos y fármacos relacionados a partir de registros

clínicos de atención primaria. BDCAP Series 2. Ministerio de Sanidad.

59
https://www.sanidad.gob.es/estadEstudios/estadisticas/estadisticas/estMinisterio/SIAP/Salud_m

ental_datos.pdf

Valdés, A. (2014). El tratamiento de la depresión de Albert Ellis. Universidad Marista de Guadalajara.

Vallejo, J. y Urretavizcaya, M. (2015). Trastornos depresivos. En J. Vallejo (Ed.), Introducción a la

Psicopatología y a la Psiquiatría (8ª ed.).

Vázquez, F. L., Muñoz, R. F., y Becoña, E. (2000). Depresión: diagnóstico, modelos teóricos y tratamiento a

finales del siglo XX. Psicología Conductual, 8(3), 417-449. https://www.behavioralpsycho.com/wp-

content/uploads/2020/04/02.Vazquez_8-3oa-1.pdf

Vindel, A. C., Salguero, J. M., Wood, C. M., Dongil, E. y Latorre, J. M. (2012). La depresión en atención

primaria: prevalencia, diagnóstico y tratamiento. Papeles del Psicólogo, 33(1), 2-11.

https://www2.papelesdelpsicologo.es/pdf/2030.pdf

60
9. Anexos

Anexo A. Extracto de los Autorregistros

61
62
63
Anexo B. Consentimiento Informado

64
65

También podría gustarte

pFad - Phonifier reborn

Pfad - The Proxy pFad of © 2024 Garber Painting. All rights reserved.

Note: This service is not intended for secure transactions such as banking, social media, email, or purchasing. Use at your own risk. We assume no liability whatsoever for broken pages.


Alternative Proxies:

Alternative Proxy

pFad Proxy

pFad v3 Proxy

pFad v4 Proxy