Clases Psicoterapias I Segunda Parte
Clases Psicoterapias I Segunda Parte
Clases Psicoterapias I Segunda Parte
Unidad 3
Clase 05/10 asincrónica.
Vamos a hablar un poco acerca de la construcción de la alianza terapéutica en el trabajo con niños y con
adolescentes. Vamos a tener en primer lugar un breve recorrido histórico en relación alianza. Vamos a
centrarnos un poco en el concepto de alianza terapéutica y luego vamos a hablar de las limitaciones y su
implementación de algunas alternativas.
La alianza terapéutica “es un elemento central para la puesta en marcha de un tratamiento, pero
también es un elemento que lo sostiene a través de las inevitables extensiones del mismo”. La alianza
terapéutica es algo que si bien nos enfocamos al inicio del proceso terapéutico, en el transcurso de todo el
proceso tenemos que tener presente esto porque necesariamente van a ocurrir distintos impases, distintas
amenazas de ruptura, producto de las intervenciones propias, y en ese sentido va a ser muy importante
chequear y trabajar sobre este punto y tener un ojo puesto en la alianza y un ojo puesto en el proceso
terapéutico. Tomando un poco algunas ideas relacionadas a Kanfer y Goldstein vamos a ver que hay cuatro
características que las diferencian de las relaciones terapéuticas de la amistad:
1. en primer lugar las relaciones terapéuticas son unilaterales debido a que se centran en el
cliente.
2. La relación profesional es sistemática en la medida en que los participantes aguardan desde
el principio los propósitos y objetivos de interacción.
3. Las relaciones terapéuticas son formales, dado que las interacciones están limitadas en
tiempo y lugares concretos. Esto tiene que ver con el encuadre propiamente dicho.
4. Las relaciones terapéuticas tienen un tiempo limitado. Cuando se alcanzan los objetivos esa
relación terapéutica finaliza.
también tenemos que tener presente que todo proceso de psicoterapia implica un servicio profesional
remunerado, que se establece intencionalmente, con un fin determinado, la persona se acerca a la terapia
para pedir ayuda, para solicitar ser ayudado en algo concreto y que en el transcurso del proceso uno va
desplegando distintas intervenciones en función de poder ayudar a la persona a que cumpla con esos
objetivos, y por último presupone ciertos roles que son bien definidos por los participantes. En ese sentido,
están bien establecidos los roles del terapeuta y los roles o el rol del cliente o del paciente.
Nosotros vimos, en el transcurso de las clases, los conceptos de los principios comunes de la
psicoterapia. Hablamos de los factores comunes o de las variables inespecíficas de la psicoterapia a los
distintos principios que responden a todo el proceso de psicoterapia independientemente del modelo al
que el terapeuta adscriba; puede ser psicoanalista, conductista o sistémico, pero los 3 anteponen y
consideran que la relación terapéutica, por ejemplo, es un factor muy importante. El establecimiento de
objetivos y generalización de los mismos de los logros obtenidos en terapia en la vida cotidiana del
paciente también es un principio común de la psicoterapia, brindar esperanza es otro principio común, la
relación terapéutica per se es un principio común, es una variable inespecífica de la psicoterapia
(probablemente una de las variables inespecíficas más importantes de todas, es predictora de resultados, o
sea que dependiendo un tipo de relación terapéutica que establezcamos, se estiman los resultados de la
psicoterapia). En ese sentido, la relación terapéutica no es una intervención o no es un proceso que esté
orientado al cambio, a que el paciente modifique sus comportamientos; sino que es la alianza terapéutica
es un principio que está puesto al servicio de que se produzcan los cambios en los consultantes. Puede
suceder, y en la clínica infantojuvenil, por ejemplo, pasa muchísimo de que un buen vínculo terapéutico
provoque modificaciones del comportamiento del consultante, pero no es el objetivo final de la relación
terapéutica generar cambios de comportamiento, sino que están. El objetivo es establecer las bases o las
condiciones para lograr ese fin entonces. El objetivo de la relación terapéutica no es imponer el cambio,
sino crear una condición que permita que se produzca el cambio.
La psicoterapia nace, surge, se desarrolló con el psicoanálisis. Freud es el primero en poder sistematizar
y organizar una serie de principios y procedimientos con el fin de aliviar el padecimiento humano. El
concepto principal de la relación terapéutica, de alianza terapéutica, tiene sus raíces en la psicoterapia
psicodinámica. Freud fue quien destacó, en primer lugar, el rol de la transferencia positiva en la
psicoterapia asociado a la observación clínica de los padecimientos que abordan los contenidos, y a pesar
de que los pacientes se expresaban contenidos dolorosos y de mucho padecimiento, aun así, el observaba
que los pacientes se mostraban comprometidos en colaborar en la exploración del terapeuta.
Ahora bien, queremos es hacer hincapié en el hecho de que el concepto de vínculo terapéutico y la
importancia del mismo, surge en el psicoanálisis y al psicoanálisis lo toma y hace hincapié sobre esto. ¿Cuál
era el problema con este concepto de transferencia? Es un concepto teórico, es un concepto que responde
el psicoanálisis y en ese sentido avanzando con el proceso de la psicoterapia, ha habido intencionalidades
por poder y expandir este concepto, alejarlo de un concepto teórico de un modelo teórico particular; sino
que lo que se ha buscado es que la alianza terapéutica sea una variable que esté presente más allá de un
modelo teórico. Entonces tenemos a unos primeros esbozos que son Luborsky (1976) donde intenta ir más
allá de las raíces psicodinámica y va a enfatizar en los aspectos relacionales o colaborativos de la relación
terapéutica.
Él menciona que existen dos tipos de alianzas:
alianza de tipo 1: se da al inicio del proceso y se caracteriza por esa sensación que
experimenta el paciente sobre el apoyo y la ayuda del acompañamiento del terapeuta hacia el
consultante; y esa sensación de esperanza en relación a que “vamos a ir juntos para lograr este
objetivo”.
Alianza de tipo 2: Conforme avanza el proceso terapéutico, se da en las fases ya posteriores,
una vez que se estableció esta relación ante el terapeuta y consultante, se establecieron los
objetivos, se establece un poco del norte o hacia dónde vamos a ir con el tratamiento. Consiste en
la sensación de trabajo conjunto que estamos haciendo cosas concretas. Entonces, lo que
buscamos es que el paciente aumente su compromiso con el proceso de psicoterapia.
Hablar sobre el concepto de la teoría de la mente como un componente necesario en la formación del
entrenamiento del terapeuta, vamos a hablar de Roger entendiendo de que fue uno de los pioneros y de
los autores que más énfasis hizo en el concepto de alianza terapéutica, o mejor dicho de la relación
terapéutica entre el consultante y el terapeuta. Rogers definió las actitudes internas del terapeuta que son
necesarias para poder establecer la relación personal. Identifico algunas variables como la autenticidad
(sinceridad, transparencia; el terapeuta debe tener presente sus propios sentimientos y no ofrecer una
fachada), la aceptación positiva (cálido respeto hacia el como persona) y la comprensión empática (se
arriba cuando el terapeuta logra percibir los sentimientos y significados personales que el cliente
experimenta en cada momento) como tres variables muy importantes al momento de establecer un
vínculo con el paciente, haciendo que la autenticidad habla de la sensibilidad de la transparencia, de que el
terapeuta pueda estar presente conectándose un momento al momento en el aquí y ahora tratando de
identificar y de reconocer qué le pasa al terapeuta con esto que está sucediendo; la aceptación positiva es
ser cálido, respeto hacia él como persona; la comprensión empática es cuando el terapeuta logra poder
hacer una hipótesis, una aproximación acercar lo que la persona puede estar pensando, sintiendo en
función de ese padecimiento.
La propuesta inicial de Rogers, entonces, significó para la psicoterapia, la posibilidad de cuestionar el
papel primordial que se le venía otorgando a las técnicas utilizadas en distintos enfoques terapéuticos. Es
importante destacar este punto porque en general, lo que sucede es que los terapeutas, ni bien
terminamos la formación de grado y empezamos a tener pacientes lo que queremos es absorber técnicas
tratando de tener como un muy buen bagaje de intervenciones a realizar, pensando o creyendo que eso
es la solución de nuestros problemas; y la realidad es que eso no es tan así y lo cierto es que los pacientes,
en el estudio que realizó Lambert y Barley (2002) muestran que las variables que están vinculadas a las
intervenciones propiamente dichas, dan cuenta únicamente de un 15% de la varianza los resultados, que
no es una explicación técnica, no nos explican los grandes cambios que pueden realizar los pacientes;
mientras que las variables relacionales, como es el vínculo terapéutico, puede ser un factor muy poderoso
a la hora de realizar un cambio y entonces vemos que explica acerca del 30 por ciento de la varianza de los
resultados.
Entonces, habiendo hecho este pantallazo general en relación al concepto de alianza vayamos
exclusivamente a hablar sobre los aportes de Bordin. Luborsky, entre otros, intentó quitar el concepto de
relación terapéutica de una concepción teórica, trató de generar un constructo ateórico. Desde una
perspectiva similar es que Bordin desarrolla el concepto de alianza, conceptualiza a la relación terapéutica
como un producto de ayuda o de intencionalidad a ayudar entre paciente y consultante, y también
enfatizan en el rol colaborativo del paciente en función de perseguir y obtener los cambios propuestos. El
modelo de alianza pan- teórica de Bordin se guía por cuatro principios:
1. que la alianza terapéutica juega un rol fundamental en los tratamientos de todas las
escuelas psicoterapéuticas, como factor inespecífico.
2. que la efectividad deriva de la fortaleza de la alianza, es un predictor de resultados. Aquellos
tratamientos que nos cuesta o que no podemos terminar generar una alianza terapéutica, la
investigación dice que existen grandes probabilidades de que no nos vaya tan bien.
3. diferentes aproximaciones a psicoterapia se distinguen en torno a la demanda que hace el
paciente y el terapeuta.
4. la fortaleza de la alianza terapéutica surge en función del ajuste particular entre las
demandas particulares de la alianza y las características personales del paciente y el terapeuta ; en
ese sentido, en la medida en que podemos generar un acuerdo de objetivos y un acuerdo de
medios, vamos a estar favoreciendo la alianza. Van a ver algunos tratamientos, algunas situaciones
en las que los pacientes no están tan de acuerdo en realizar ciertos procedimientos para mejorar,
por ejemplo, los pacientes con ansiedad, en general cuando saben que tienen que exponerse para
estar mejor, les resulta muy abrasivo y en ese sentido muchos de ellos no tienen la disponibilidad
para realizar la exposición que amerita.
Entonces tomando el constructo de Bordin vemos que la alianza terapéutica desde este modelo se
compone por tres variables: un vínculo positivo entre el terapeuta y consultante; el establecimiento de
metas o sea de objetivos, hacia donde queremos llegar y el establecimiento de tareas, como vamos a hacer
para lograr este objetivo. Entonces, un paciente con la ansiedad social, por ejemplo, luego establece un
buen vínculo terapéutico una buena relación positiva, vamos a hablar de las metas, o sea, que queremos
lograr. Suponiendo que este paciente quisiera poder relacionarse mejor con sus compañeros, poder
exponer en una clase sin tener tanta activación fisiológica, etc; lo que sabemos es que lo que funciona para
eso son las técnicas vinculadas a la terapia de exposición y entonces tenemos que coincidir el paciente en
que esto va a ser lo mejor para él. Bordin evita de esta manera el problema teórico al NO abordar su
conceptualización a cuán consciente, racional y/o inconsciente es el proceso colaborativo. Eso favoreció
que este constructo se incorporara con mucha facilidad a la investigación, siendo uno de los principios
teóricos de alianza más utilizado en general en la investigación en psicoterapia y en temas de alianza
terapéutica.
Brevemente vamos a diferenciar el concepto de la relación terapéutica con mi concepto de alianza
terapéutica porque no es lo mismo. La relación terapéutica hace referencia a sentimientos y actitudes que
los terapeutas y clientes experimentan entre sí y la forma en que se expresan, incluye la relación real, los
componentes transferenciales y contratransferenciales. La alianza terapéutica es algo que va más allá de
esto, que incorpora, además del concepto de relación terapéutica, también incorpora los establecimientos
de objetivos y de tareas.
Vamos a hablar entonces como este fenómeno, esta variable, se aplica en el trabajo con niños y con
adolescentes. Nuevamente volvemos a hacer un pequeño recorrido histórico y volvemos a la esencia del
origen que es el psicoanálisis. Hablamos de los postulados de Anna Freud, que señalaba que un apego
afectivo entre el niño y el terapeuta es un prerrequisito para todo trabajo terapéutico. El vínculo afectivo
permitiría que el niño trabaje intencionadamente en las tareas de la terapia y tenemos que estar
chequeando constantemente cuando trabajamos con niños y preadolescentes que el hecho de que a veces
llegan a terapia sin ganas de tener que hacer ciertas actividades, ciertas cosas que planificamos y eso
puede tensar demasiado la relación terapéutica. Entonces tenemos que ir haciendo este equilibrio cuando
entre lo que yo quiero lograr en el proceso de terapia y lo que el niño quiere hacer o está dispuesto a
hacer. El vínculo no es considerado como curativo sino como un medio para el trabajo terapéutico. Los
terapeutas del juego enfatizaron la naturaleza curativa de la relación terapéutica donde la experiencia de
los niños con terapeuta apoyador, sintonizador y no enjuiciador es concebido como un pivote para el
cambio terapéutico, o sea entendiendo al terapeuta como un moderador del comportamiento del niño.
A lo largo de la historia, también en el trabajo con niños y con adolescentes, que es un poquito más
nuevo y más novedoso que el trabajo con adultos también enfatizamos la relación terapéutica. Existen
algunas limitaciones al modelo de Bordin y por lo tanto tenemos que tener presente esto cuando
trabajamos con niños y con adolescentes. En primer lugar, no termina de ser clara la aplicabilidad del
concepto de Bordin la clínica infanto-juvenil, no termina hacer clara la aplicabilidad porque cuando
nosotros trabajamos con población adulta, algo que sabemos es que hay cierta estabilidad y
homogeneidad en cuanto al desarrollo cognitivo de los consultantes, todos tienen más o menos el mismo
nivel de capacidad de comprensión; en el trabajo con niños y con adolescentes esto es bastante
complicado de diferente, porque la heterogeneidad es muy distinta: no es lo mismo trabajar con un chico
de cinco años que trabajar con una chica de 16, por ejemplo, la capacidad de comprensión, la capacidad de
metabolizar información es muy diferente, por lo que se hace difícil pensar en el concepto de Bordin
entendiendo al vínculo, las metas y las tareas; porque cuando trabajamos con niños y con adolescentes, el
pensamiento abstracto es algo que se va construyendo a lo largo de los años, entonces un niño de cinco,
seis o siete años tiene un tipo de pensamiento concreto sin capacidad por establecer abstracciones
mientras que un adolescente avanzado ya tiene esas capacidades y entonces hablar de metas hablar de
objetivos resultaría un tanto complejo y difícil en un niño. Entonces, este modelo no termina de ser factible
de la comprensión de un niño o adolescente, por lo que terminamos prestándole atención y con lo que
terminamos trabajando entonces es con la relación positiva; las metas y las tareas no quedan de lado, sino
que lo vamos a hacer de otra forma.
El clínico infantojuvenil tiene el desafío particular de enganchar al consultante en un proceso que no
necesariamente visualiza cómo necesario o de potencial ayuda. Cuando trabajamos con chicos con
adolescentes sabemos que cerca del 90% de quienes nos consultan no vienen por montos propios, sino
que vienen porque otros nos han mandado u otros dicen que tendría que hacer terapia y eso es un enorme
desafío que nosotros tenemos en el inicio del proceso, es como buscar la manera de enganchar al paciente
y que pueda visualizar que es algo que eventualmente le va a hacer bien. Para eso tenemos que tener
presente que la alianza terapéutica en el trabajo con niños y con adolescentes es multicausal y esto quiere
decir que van a intervenir múltiples factores, o sea, no vamos a trabajar solamente con el consultante, sino
que al momento de establecer la relación terapéutica lo vamos a hacer con los distintos factores que
intervienen en el proceso de psicoterapia, ya sea la familia y la institución. Entonces, si tenemos que ir a
hablar a la escuela, por ejemplo, vamos a tener que ir a la institución y establecer una relación terapéutica
con la maestra, con la directora, con quien fuese para poder luego realizar las intervenciones que sean
necesarias.
Todo esto lo vamos a encontrar en el capítulo número 4 del manual de psicoterapia y psicopatología de
niños y adolescentes. Para terminar, vamos a hacer mención solamente algunos puntos en relación a
comportamientos que favorecen la alianza terapéutica:
la personalización de las sesiones en virtud de los intereses del niño, tenemos que tener en
claro qué cosas le interesa, qué cosas son reforzantes para el niño. Por ejemplo, empezando
octubre, decorar el consultorio, la sala de espera, etc., con cosas de Halloween; porque eso es algo
que favorece las ganas de que el niño participe del espacio terapéutico y si tenemos que diseñar
intervenciones también tenemos que contemplar sus intereses.
tener una actitud lúdica.
proveer esperanza
conversaciones generales. No es aconsejable en el trabajo de un niño ir directamente a su
problemática, sino que le guste más hablar sobre temas en general.
encontrar intereses en común
Y, por último, algunas cosas que no van a favorecer al trabajo con niños y con adolescentes en cuanto a
la constitución de alianza:
ser excesivamente formal: no cumplir con lo que haya prometido el terapeuta para la
próxima sesión, hablar a un nivel inapropiado y utilizar un lenguaje muy complejo, muy formal.
Unidad 4.
Clase 12/10
Metas de la psicoterapia – Kleinke.
Ayudar al cambio de los clientes – Kleinke.
Las metas son un elemento súper importante dentro del proceso terapéutico, dentro de la psicoterapia
porque nos van a ayudar a orientar el tratamiento. Según lo que el paciente trae, se trabajan sobre metas
específicas. La gran mayoría de los procesos psicoterapéuticos, establecen metas que son comunes para
cada uno de ellos, hay ciertas cuestiones que vamos a querer alcanzar en todo proceso.
DBT (Terapia Dialectico Corportamental, conductismo + Gestalt) es un modelo que integra estrategias
de cambio, toma muchos conceptos, principalmente del conductismo, haciendo gran foco en el cambio,
pero se integra y se balancea con estrategias de aceptación, tomando cuestiones de la dialéctica. Es un
modelo que se suele usar para trabajar con pacientes con desregulación emocional. Entonces, con esto y
volviendo a las metas, se establecen las mismas para así, ver como las conductas que tiene la persona, lo
acercan o lo alejan de su meta.
Kleinke, en este capítulo, habla de la psicoterapia como una relación de trabajo entre terapeuta y
cliente, encaminada a buscar soluciones a los problemas de los clientes, más ventajosas que las que estos
están utilizando hasta el momento. Tener esta concepción de psicoterapia implica ciertas cuestiones.
En primer lugar, nos corre de la patología al afrontamiento: no nos vamos a quedar solo con el
diagnostico. Vamos a pensar ¿Cuál es la función que cumple el problema del cliente y cómo podemos
ayudarlo a buscar soluciones alternativas?
En segundo lugar, no vamos a hablar de curación, nos vamos a centrar en el cambio: el objetivo del
terapeuta es ayudar a los clientes a apreciar que el cambio es una posibilidad.
Y, por último, vamos a apuntar a la responsabilidad del cliente: vamos a buscar que el cliente logre
desarrollar un compromiso de colaboración en el proceso psicoterapéutico. Cliente y terapeuta trabajando
juntos tras una meta. No apuntamos a que el cliente tiene la responsabilidad de lo que le paso, sino que lo
que se busca y se quiere transmitir al cliente es que él tiene que llevar a cabo un rol activo en este proceso,
que sea responsable en buscar otro tipo de alternativa.
Como en todo proceso psicodiagnóstico, vamos a establecer un par de metas fundamentales, como ser:
1. ayudar a los clientes a superar la desmoralización y ganar esperanza: la desmoralización de los
clientes está caracterizada por sentimientos de incompetencia, baja autoestima, alienación y
desesperanza. Lo podemos ver en cuadros como la depresión, la ansiedad, problemas
interpersonales, etc. Para ayudar al paciente a ganar esperanza, podemos considerar dos
ingredientes:
a. fuerza, energía y determinación. Hace referencia a establecer un vínculo sólido, fuerte
con el consultante, alianza terapéutica. Empatía, aceptación incondicional. Es importante
también darle información sobre un modelo a seguir en el trabajo terapéutico, para que
el paciente encuentre de alguna manera nuevas soluciones.
b. Caminos para alcanzar las metas. Se relación con enseñar habilidades. En el proceso
terapéutico podemos enseñarles otros caminos, otras formas de transitar lo que les está
ocurriendo.
2. potenciar la sensación de dominio y autoeficacia del cliente: la autoeficacia hace referencia a la
percepción de que uno tiene la habilidad de ejecutar comportamientos particulares que son
necesarios para dominar los desafíos de la vida. Tiene una importante influencia sobre las
cogniciones, la motivación y el estado de ánimo. En terapia hay que fomentar este sentimiento
de la autoeficacia (Bandura). Enseñamos autoeficacia a través de experiencias de éxito. Les
enseñamos a los clientes a:
a. obtener placeres de los pequeños logros. De forma gradual.
b. Concederse el crédito de sus logros.
c. Percibir la autoeficacia como parte de su identidad. Transmitir la idea de que ellos son
capaces.
d. Tener expectativas realistas. Como no siempre les va a ir bien en todo, hay que hacerles
entender que hay que tener expectativas realistas.
3. animar a los clientes a enfrentarse a sus ansiedades en lugar de evitarlas: las personas solemos
desarrollar estilos de afrontamiento que nos protegen de ansiedades, temores y situaciones
desagradables que a menudo son condiciones inevitables de la vida. Ahora bien, la evitación no
es una buena estrategia para afrontar problemas que no van a desaparecer a menos que
hagamos algo. Un objetivo principal de la psicoterapia es ayudar a los pacientes a superar la
evitación y enfrentarse con sus problemas. Podemos trabajar sobre la evitación a través de:
a. la EXPOSICION: enfrentar aquellos estímulos temidos, emociones desagradables.
b. La REFORMULACION: aprender a convivir con las emociones desagradables.
c. La BENEVOLENCIA: el terapeuta adopta una actitud benevolente en la que se asuma que
tanto la elección como el control están en las manos del cliente. Ayudarlo a que tenga un
rol activo y comprometerse con el proceso terapéutico.
4. ayudar a los clientes a ser más conscientes de sus concepciones erróneas: otro objetivo de la
terapia es conseguir que los clientes modifiquen aquellas creencias o expectativas que tienen
sobre la vida y que no responden a sus intereses. Algunas de las distorsiones cognitivas más
frecuentes son:
a. abstracción selectiva.
b. Inferencia arbitraria.
c. Generalización. “todos los hombres son iguales”
d. Personalización.
e. Pensamiento polarizado. “si no hay amor, que no haya nada”
f. Magnificación. “voy a dejar de hacerme problema por todo. ¡ay, ¿cómo voy a hacer!?”
5. enseñar a los clientes a aceptar las realidades de la vida: en el proceso psicoterapéutico los
clientes aprenden una serie de “lecciones” acerca de la importancia de aceptar ciertas realidades
de la vida. Algunas de ellas son:
a. el mundo tiene aspectos buenos y malos.
b. Nos beneficiamos de aprender a ser menos exigentes respecto a los demás.
c. Necesitamos aprender a gratificarnos por nuestros logros.
d. Establecer metas realistas y aceptar la responsabilidad.
6. Ayudar a los clientes a adquirir insight: aunque el “insight” no es necesario ni suficiente para el
cambio, no deja de ser beneficioso. El insight ayuda a reforzar la relación terapéutica ya que le
brinda al cliente la sensación de ser comprendido. Tambien puede significar un impulso para el
cambio.
Resistencia:
¿Por qué motivos un cliente puede acudir a un terapeuta en búsqueda de ayuda y luego resistirse a hacer
los cambios que le serán beneficiosos? Puede ocurrir que la familia no esté dispuesta a que el cliente
cambie; que no esté en el estadio correcto, saltearse pasos del tratamiento y no ser gradual; no tener en
cuenta variables y factores que pueden intervenir; o a veces, puede ocurrir que el paciente y terapeuta no
estén emparejados, y por ende al paciente no le guste la modalidad y quiera buscar otro terapeuta.
Solemos entender a la resistencia cuando el paciente no está de acuerdo con nosotros, cuando quiere algo
diferente a lo que nosotros le proponemos, y eso necesariamente no es resistencia. En general, las razones
pueden ser: el cliente carece de habilidades para colaborar; el terapeuta carece de habilidades para
desarrollar la colaboración; interferencia de factores ambientales; los clientes pueden sentirse inútiles para
cambiar; los clientes pueden temer los efectos que su cambio acaree a otros; la alianza terapéutica puede
no estar lo suficientemente desarrollada; puede haber un mal ajuste en los tiempo de las intervenciones
terapéuticas; las metas terapéuticas pueden ser poco claras o realistas.
Señales de alarma:
Comportamientos desbaratadores: como, por ejemplo, contar historias graciosas, el coqueteo sutil,
alabar al terapeuta, formular al terapeuta preguntas personales, etc.
Comportamientos inocuos: incluyen cambiar el tema desviándolo del cargado emocionalmente,
actuar indefensa y pasivamente, replegarse hacia el silencio y relatar una experiencia o recuerdo
importante sin ninguna emoción, etc.
Comportamientos provocativos: incluyen provocar al terapeuta de ser de poca ayuda y estar poco
preocupado, exigir más atención o una relación más estrecha, adoptar pautas de saltearse sesiones
y llegar tarde, etc.
o ¿Qué hacer frente a estas señales de alarma? Es importante recordar que estas señales no
deben ser ignoradas. A través de la comunicación abierta y no definitiva con el cliente, el
terapeuta modela el proceso de discutir abiertamente que es lo que está ocurriendo en la
sesión. En primer lugar, convertir el comportamiento del cliente en el foco de atención. En
segundo lugar, enfocarse hacia los sentimientos inmediatos experimentados en ese momento.
Por último, invitar al cliente a explorar sus propios sentimientos en ese momento. No olvidar
sostener una actitud no crítica y con sentimientos de entrega.
Manejar la resistencia:
Falta de competencias: es necesario proporcionar instrucciones específicas. Brindar información,
utilizar pasos a seguir, practicar por medio del role – playing.
Expectativas pesimistas: reconocer el pesimismo y ser empático. Explorar esos sentimientos, darles
lugar en el espacio terapéutico. Analizar pros y contras. Establecer metas realistas.
Factores ambientales: enseñarles a los pacientes a manejar su entorno y a hacer que les resulte
más fácil seguir con sus metas.
Otras estrategias: intervenciones paradójicas; empleo de metáforas; empleo de imaginación;
buenos momentos en la terapia; facilitar el seguimiento terapéutico; establecer metas; mantener
los logros terapéuticos.
Clase 19/10.
Simulación de consulta terapéutica entre profe y alumna.
Cuestiones que se vieron de la clase anterior en la entrevista:
- Paciente con síntomas de ansiedad al momento de exponerse. Transpira, le late fuerte el corazón,
pensamientos catastróficos “este pibe no estudio nada”, “es un chanta”, “se pone así porque no
sabe”, etc. dice que ya le paso.
- Objetivo de terapia: superar instancias orales y situaciones que lo ponen mal.
- Le pasa algo parecido cuando quiere hablarle a una chica.
- El consultante quiso entablar una alianza con la psicóloga, pero costo.
- Intervenciones que utilizo la psicóloga: preguntas abiertas, paráfrasis, recapitulación, alianza,
escucha activa y pasiva, objetivos y metas de la psicoterapia.
Más allá del psicoanálisis, que lo que busca es analizar todo el tiempo al paciente, en lo cognitivo
conductual lo que se busca es ver lo que le está sucediendo al paciente, su objetivo de cambio, cuales son
los procesos cognitivos que están influyendo, como influyen lo emocional, cognitivo y conductual del
paciente. Todo esto cambia según el cuadro, pero lo que vamos a ver en común es: el estadio de cambio, la
atribución, los intentos de solución, los procesos cognitivos, las conductas, la alianza, los objetivos; una vez
que se tiene todo este mapa, se ve lo que le puede estar pasando al paciente (hipótesis) y se ve cómo
podemos intervenir.
Textos vistos en la clase: técnicas cognitivas para el tratamiento del estrés y el empleo de la intención
paradójica en terapia de la conducta.
Antes de ver los textos, vamos a hablar un poco sobre la ansiedad ya que los textos están relacionados.
Ansiedad: entendemos a la ansiedad como una emoción que se siente cuando estamos frente a un peligro
que puede ser real o imaginario y genera una reacción en nuestro cuerpo y mente. Todos en algún
momento experimentamos ansiedad, lo cual significa que experimentarla no necesariamente significa que
hay un trastorno o patología. Hablamos de ansiedad patológica cuando, hablando de la ansiedad como una
alarma, cuando se activa que no debería generarnos tanto temor, pero lo hace. Cuando empieza a limitar
nuestra vida cotidiana.
En la terapia cognitiva, se dice que en la ansiedad se dan dos tipos de valoraciones: valoración primaria de
la amenaza (agrandar el peligro) y revaloración elaborativa secundaria (achicar los recursos). Si se
combinan estos dos resultados se obtiene la ansiedad. En el caso del paciente anterior esto lo vemos:
cuando decía que no podía rendir exámenes orales, catastrofiza el hecho de que lo desaprueben, que le
vaya mal (valoración primaria de la amenaza) y el hecho de que minimice que él se preparó para el examen
(revaloración elaborativa secundaria).
A todo esto, se le suma una activación del sistema simpático que prepara a nuestro cuerpo para la lucha y
la huida. Esto, genera sensaciones fisiológicas, sudoraciones, tensión en los musculos, etc.
Procesos autoperpetuantes:
- Atencion centrada en uno mismo: al momento de dar el oral, preocupación por no ponerse rojo.
- Aumtno de la ansiedad: esa preocupación por no ponerse rojo, aumenta la ansiedad, aumenta el
miedo.
- Búsqueda de reducción sintomática: todo esto lleva a la reducción sintomática, buscar no ponerse
rojo.
Como a la persona no le gusta la sensación cuando se está en el pico de la ansiedad, la persona lo que
busca es escapar, evitar, para que la ansiedad baje. En el consultante: lo que hacia era irse de la facultad, lo
cual no era funcional porque refuerza esa conducta.
Modelo de tratamiento:
Entrenamiento en inoculación de estrés: el Entrenamiento en Inoculación del Estrés (EIDE) es un
procedimiento cognitivo conductual en el que se aplican distintas técnicas para que el paciente logre
mantener niveles moderados de ansiedad ante situaciones estresantes. Este compuesto por tres fases:
Reconceptualización: consta de: elaborar un buen mapa sobre qué es lo que le está sucediendo al
paciente.
1. Desarrollar una buena relación terapéutica.
2. Evaluar conjuntamente la naturaleza de los problemas del paciente. Cuando hablamos de
“evaluar” hablamos de: entrevistas, preguntas, historia sobre cuando empezó, auto
registros para recopilar información, que amplia y corrobora lo que realmente le sucede al
paciente, tecncias de imaginacion.
Adquisición y ensayo de habilidades: cada intervención se estructura de forma individual. Las más
frecuentes son:
1. Habilidades de relajación; el mayor de estas habilidades es el control de la activación
emocional y fisiológica elevada. Es importante: presentar una explicación razonada sobre
una habilidad activa de afrontamiento; entrenar múltiples habilidades de relajación;
establecer múltiples señales para la aplicación; darse cuenta de la ansiedad inducida por la
relajación.
2. Reestructuración cognitiva: la reestructuración cognitiva aborda la producción de estrés y el
sesgo en el procesamiento de la información. El primer paso consiste en que el paciente
logre darse cuenta de sus pensamientos automáticos; se continua con la evaluación de los
procesos cognitivos; luego, se busca información a favor y en contra de sus cogniciones; se
utilizan preguntas socráticas; se desarrollan experimentos conductuales.
3. Solución de problemas: puede que los pacientes no solo tengan distorsiones cognitivas, sino
también estrategias pobres de resolución de problemas. Los pasos comunes de la resolución
de problemas son los siguientes: fomentar una actitud de solución de problemas, definir los
problemas de forma concreta, descomponer los problemas, delinear posibles soluciones,
evaluar las soluciones posibles, tomar una decisión, llevar a cabo la decisión, evaluar los
resultados.
4. Entrenamiento en autoeficacia: muchos pacientes suelen castigar sus propios esfuerzos para
solucionar sus problemas. También suelen atribuir el éxito a factores externos. Para eso es
importante: fomentar las evaluaciones realistas de lo que sucedió; fomentar las expectativas
de un cambio gradual; fomentar la evaluación positiva por intentarlo; fomentar atribuciones
autoeficases, positivas; fomentar directrices positivas, realistas para la conducta futura.
5. Establecimiento de habilidades conductuales: el EIDE tambien se centra en los déficits de
información y habilidades conductuales. Estas habilidades se definen luego de la evaluación
que hacemos al comienzo del tratamiento. Se acuerdan con el paciente, según el caso.
Intervenciones paradójicas: Victor Frankl fue uno de los primeros terapeutas que empezo a explorar la
paradoja en su practica clínica. Dunlap fue el primero que empleo sistemáticamente, dentro de un
contexto conductual, lo que podría clasificarse como una tecnica paradójica. Se enfoco en respuestas
motoras simples cuya frecuencia se deseaba reducir. Se busca que intencionalmente busque esa sensacion
que no le gusta, por eso se llaman paradójicas, porque buscan romper con lo que el paciente esta
esperando con el tratamiento. Este tipo de técnica presenta dos aspectos significantes:
1. Los procedimientos están pensados para que sorprendan.
2. Tienen un carácter de contradicción. Se recomienda que el paciente mantenga una conducta
molesta, que quiere cambiar. En otras palabras. Se le prohíbe al paciente que realice cambios
relevantes en el problema actual. Por ejemplo: una pareja con problemas para tener relaciones
sexuales, que piense constantemente en su esposa, o que le prohíban por una semana tener
relaciones; las va a mantener.
La intención paradójica, la vamos a utilizar en la ansiedad recurrente. La ansiedad recurrente se refiere al
malestar que experimenta la gente sobre las consecuencias de sus reacciones al temor. Los individuos se
preocupan de que la ansiedad experimentada alcance un nivel en el que pierdan el control y se expongan a
consecuencias desastrosas. Por ejemplo: una persona con una historia de dificultad para dormir, temiendo
su incapacidad para quedarse dormido, tratara de controlar el proceso, y por consiguiente, generara
elevados niveles de ansiedad, algo incompatible con el dormir. Se utiliza en pacientes muy resistentes,
pero tambien puede ser contraproducente. Cuando se intenta controlar que la ansiedad aumente a
propósito con la intención paradójica, lo que sucede es que el paciente va a tratar de controlarlo y se haga
responsable, es romper con el circulo vicioso.
¿Cuándo es recomendable? Ascher (1990) ha hipotetizado que la intención paradójica es útil en un
programa de tratamiento cuando se presenta la ansiedad anticipatoria y puede no tener utilidad (o ser
perjudicial) cuando la ansiedad recurrente no forma parte del perfil de ansiedad. Este tipo de pacientes
suelen centrarse en un aspecto especifico de la actividad simpática. El sudor, (por ejemplo), su
interpretación de ello y su intento fallido de controlarlo sirve para aumentar el complejo circuito de la
actividad simpática que llevo a la conducta de sudor inicial.
Actividad del sistema simpático: se mantiene a través de un proceso circular. La persona se da cuenta de la
respuesta fisiológica desagradable y su aparente incapacidad de control, que termina aumentando la
ansiedad experimentada.
Pérdida de control: los individuos temen perder el control de su conducta y manifestar comportamientos
inapropiados, dando como resultado una evaluación social negativa, que conducirá a efectos generalizados
de deterioro.
Unidad 4
Clase 26/10
Condicionamiento encubierto:
Es un tipo de intervención que es muy común en psicoterapia pero que, en esta etapa de aprendizaje, lo
vemos de manera más bien técnica.
Se rige bajo los mismos principios y obedecen a las mismas leyes que los comportamientos observables
(públicos) y no observables (privados). Por ende, si yo quiero que la frecuencia de ocurrencia de ese
comportamiento aumente debo aplicar el principio de reforzamiento positivo o negativo, sin embargo, si
yo quiero que ese comportamiento disminuya o eventualmente se extinga debo castigar el
comportamiento.
El condicionamiento encubierto es un modelo que se refiere a un conjunto de técnicas que utilizan la
imaginación y que pretenden alterar la frecuencia de la respuesta a través de la manipulación de las
consecuencias. Es decir, cuando hablamos de encubierto, hablamos de manipulación. A través de la
imaginación vamos a tratar de modificar comportamientos en cuanto a su intensidad, duración o
frecuencia. A partir de esto, vamos a trabajar más que nada con contenidos, comportamientos, privados
(no observables). Gran parte de estas intervenciones van a ser realizadas de manera tal, que funcionan de
manera muy similar a la desensibilización sistemática.
La primera ola de la terapia conductual se basa en lo que hemos estudiado hasta aquí, es decir, los inicios
de la terapia de la conducta donde el objetivo estaba puesto en modificar los comportamientos
desadaptativos. Se entendía que existía un comportamiento adaptativo y que se ajusta a los parámetros
de la sociedad, y, por otro lado, comportamientos desadaptativos que se alejan de los parámetros
establecidos por la sociedad, ej, alcohólico. Por tanto, proponen, los cambios del primer orden, implican
que vamos a trabajar en función del comportamiento para lograr el incremento de comportamientos
adaptativos.
La segunda ola, es la terapia cognitivo-conductual, se enfocó en trabajar en los contenidos privados
fundamentalmente, es generar cambios en los pensamientos, emociones y eso repercute en el
comportamiento. Esta segunda ola, también forma parte de los cambios de primer orden, es decir,
modificar contenidos privados, en este caso, desadaptativos, por comportamientos/contenidos privados
adaptativos.
La tercera ola, lo que propone, es una vuelta al conductismo. Lo que entendía es que, en la segunda ola se
concentro mucho en los contenidos privados y se perdió un poco el foco en la conducta. El cambio que
proponen las terapias de la tercera ola ya no es de primer orden, sino propone el cambio de segundo
orden. Esto implica, ya no modificar el contenido que tiene la persona, el pensamiento, sino que busca
modificar el modo en el cual la persona se relaciona con ese comportamiento.
Volvemos a la primera ola, porque en esta clase nos enfocamos allí, dado que allí se encuentran las
técnicas del condicionamiento encubierto. Las técnicas de condicionamiento encubierto son:
Reforzamiento Positivo Encubierto (RPE)
Reforzamiento Negativo Encubierto (RNE)
Sensibilización Encubierto (SE): Nos referimos al concepto de castigo
Extinción Encubierta (EE)
Coste de Respuestas Encubierto (CRE)
Modelado Encubierto (ME)
Detención de Pensamiento (DP)
Triada de Autocontrol (TA)
Caso hipotético, posible pregunta de parcial: si yo tengo un paciente que es fóbico social, con
comportamientos evitativos, antes de implementar una técnica debemos hacer un EXHAUSTIVO análisis
topográfico del comportamiento a los fines de poder establece un análisis funcional y finalmente formar
hipótesis, SIEMPRE debemos evaluar antes de aplicar cualquier técnica.
ANALISIS TOPOGRÁFICO/TOPOGRAFÍA DEL COMPORTAMIENTO: es la frecuencia, intensidad, duración
de una conducta que vamos a modificar, lo que yo observo.
ANALISIS FUNCIONAL DEL COMPORTAMIENTO: poder establecer una relación del comportamiento
entre sus antecedentes y sus consecuencias para poder establecer hipótesis.
Teoría conductual del ABC: Análisis funcional.
ANTECEDENTES COMPORTAMIENTOS CONSECUENCIAS
ANTECEDENTES: Responden al estímulo discriminativo que evoca la conducta.
CONSECUENCIAS: Representa el estímulo reforzante o castigador que precede a la conducta en el
contexto histórico.
Análisis topográfico del análisis funcional:
DÍA Y HORA LUGAR Y SITUACIÓN ¿Qué HACE? ¿QUÉ PASA LUEGO?
Proceso de un procedimiento encubierto:
1. Entrenamiento en conseguir una visión clara de la imagen: independientemente de lo que
hagamos (reforzar, castigar o extinguir) nos vamos a asegurar de que el paciente tenga una buena
estructura para imaginar. Si el paciente tiene mucha dificultad a la hora de imaginar, puede ser un
paciente que no sea acorde con esta intervención, porque no lograremos alcanzar los objetivos. Por
ejemplo: un paciente con un déficit de atención muy marcado, dado que su atención fluctúa.
2. Establecimiento de formas de comunicación entre paciente y terapeuta: Generar códigos de
comunicación, ciertas palabras con las que entrenaremos al paciente antes del procedimiento, para
que cuando lo estemos aplicando el paciente sepa que ante tal palabra debe hacer “x” cosa; esto
con el fin de que no se corte el procedimiento.
3. Alternancia de imágenes de conductas a cambiar y estímulos reforzadores o aversivos.
4. Entrenamiento en realizar la secuencia el paciente solo durante la sesión: Instrucción didáctica,
explicamos en que consiste y para qué lo hacemos, se le explican los beneficios y las contras, se le
enseña hacerlo, lo hacen juntos el procedimiento para que entienda como funciona, lo van a
mecanizar para que sea fácil de implementar, para que, por último, el paciente lo pueda mecanizar
y hacerlo solo, no solo en el consultorio, sino que en casa también. Esto es porque por medio de la
repetición se consolida el aprendizaje.
5. Programación del entrenamiento entre sesiones.
AUTOINSTRUCCIONES:
AUTOCONTROL: emisión, por parte del
sujeto, de una conducta controlada que
trata de alterar la probabilidad de ocurrencia
de una conducta inadaptada. Es un
entrenamiento para fortalecer la
voluntad.
Como parte del autocontrol,
encontramos la autoinstrucción:
Puede considerarse como una tecnica más del
autocontrol que ayuda a la consecución
de los objetivos de un programa autoaplicado. Tiene como finalidad optimizar el lenguaje interno y así ejecutar bien
ciertas tareas o acciones concretas. Este proceso también facilita la generalización a otras tareas, problemas o
acciones.
Frecuentemente se combina con otras técnicas como: modelado, encadenamiento, R+, extinción, ETC.