Intensivo Yoga Adulto Centro Alma Clase 1

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 68

Intensivo de Instructores(as)

Yoga
2024
Me Presento

Raquel Balbontin Urtubia


Instructora y Profesora de Yoga Adulto e Infantil
Terapeuta Integral Holística y Masoterapeuta
Importante
• Prácticas todas las clases, para que puedan repetir en sus casas los
días que no tienen clases

Evaluaciones
• Cuestionario
• Examen final
Anatomía y fisiología
El estudio científico de las estructuras corporales se conoce como anatomía
humana. La raíz griega del término "anatomía" significa "cortar". La anatomía
se centra en la estructura, mientras que la fisiología se ocupa de la función.
Estas estructuras solo se pueden ver y estudiar bajo un microscopio ya que
algunas de ellas son muy pequeñas. Otras estructuras más sustanciales son
fácilmente visibles, manipulables, medibles y pesadas.
• Los métodos iniciales para estudiar la anatomía y fisiología
humana consistían en observar el fuera del cuerpo, junto con heridas de
soldados y otros tipos de traumas.
• Más tarde, se permitió a los médicos examinar los cuerpos de los muertos
para mejorar su educación.
Instrucción Anatómica a Través de la Disección
Se disecciona un cuerpo cuando se separan sus estructuras para examinar sus
características físicas y las conexiones entre sí. En las clases de anatomía, los
laboratorios de patología y las escuelas de medicina, todavía se emplea la
disección. Sin embargo, se han creado varios métodos de imagen para
observar estructuras en individuos vivos. Estos métodos permiten a los
profesionales médicos ver estructuras dentro de un organismo vivo, como un
tumor maligno o un hueso roto.
Anatomía general
La anatomía tiene áreas de especialización, al igual que la mayoría de los
campos científicos. La anatomía macroscópica es el estudio de las partes
anatómicas más grandes y obvias que se pueden ver sin una lupa. Dado que
el prefijo macro- denota "grande".
Anatomía microscópica
Micro, por otro lado, es un prefijo que denota "pequeño" y, en consecuencia,
la anatomía microscópica es el estudio de las características que solo se
pueden ver mediante el uso de un microscopio u otras herramientas de
aumento. La citología, el estudio de las células, y la histología, el estudio de
los tejidos, están incluidas en la anatomía microscópica. A medida que se
desarrolló la tecnología del microscopio, los anatomistas pudieron ver detalles
cada vez más pequeños del cuerpo humano, desde cortes de órganos más
grandes como el corazón hasta configuraciones tridimensionales de moléculas
enormes.
Visión general de anatomía y fisiología
La mayoría de nosotros siente interés sobre el cuerpo humano y sus reacciones.
Esta curiosidad puede observarse incluso en los lactantes, que pueden
permanecer mucho tiempo mirándose las manos o tirando de la nariz de su
madre. Los niños de más edad se preguntan adónde va la comida cuando la
tragan y algunos creen que, si se tragan semillas de sandía, les crecerá una en la
barriga. Si algún miembro del personal médico se les acerca, empiezan a gritar
(por miedo a las inyecciones), pero les encanta jugar a los médicos. Los adultos
se inquietan cuando sienten latir el corazón, sufren sofocos incontrolables o no
pueden mantener un peso ideal. La anatomía y la fisiología, partes de la biología,
exploran muchos de estos temas, pues describen cómo funcionan y se engranan
nuestros cuerpos.
Fisiología
La fisiología es el estudio del modo en que funcionan el cuerpo y sus partes de
physio, naturaleza; y ología, estudio de. Al igual que la anatomía, se subdivide en
varias disciplinas. Por ejemplo, la neurofisiología explica el funcionamiento del
sistema nervioso y la cardiofisiología estudia el funcionamiento del corazón, que
actúa como una bomba muscular para mantener el flujo sanguíneo por el cuerpo.
Relación entre anatomía y fisiología
La anatomía y la fisiología están siempre relacionadas, pues las partes del cuerpo
humano forman una unidad bien organizada y cada una de ellas desempeña un
papel en el correcto funcionamiento del organismo como un todo y la estructura
determina qué funciones pueden realizarse; por ejemplo, los pulmones no son
cámaras musculares como el corazón y no pueden bombear la sangre pero gracias a
que las paredes de sus alvéolos son muy delgadas, pueden intercambiar los gases y
proporcionar oxígeno al cuerpo.
Niveles de organización estructural
De átomos a organismos
El cuerpo humano presenta varios niveles de complejidad estructural, el más
sencillo de los cuales es el nivel químico. En este nivel, los átomos, minúsculas
unidades de materia, se combinan para formar moléculas como agua, azúcar
y proteínas, las cuales, a su vez, se asocian de formas determinadas para
formar células microscópicas, las unidades más pequeñas de los seres vivos.
Todas las células desempeñan algunas funciones comunes, pero cada tipo de
célula específico puede variar en tamaño y forma, reflejando sus funciones en
el cuerpo. Los seres vivos más sencillos se componen de una única célula,
pero la escala estructural de los organismos complejos, como los árboles o los
seres humanos, ha avanzado hasta el nivel tisular. Los tejidos son grupos de
células similares con una función común. Cada uno de los cuatro tipos
tisulares básicos (epitelial, conectivo, muscular y nervioso) desempeña una
función definida y diferente en el cuerpo.
Un órgano es una estructura compuesta de dos o más tipos de tejido que
desempeña una función específica en el cuerpo; en este nivel orgánico ya son
posibles algunas funciones extremadamente complejas. Por ejemplo: el intestino
delgado, que realiza la digestión y absorbe los alimentos, se compone de los cuatro
tipos de tejidos. Un sistema orgánico es un grupo de órganos que funciona de forma
conjunta para alcanzar un objetivo común. Por ejemplo, el aparato digestivo incluye
el esófago, el estómago y los intestinos grueso y delgado, por nombrar algunos de
sus órganos, cada uno de los cuales desempeña su propia función. Mediante la
colaboración, todos ellos mantienen los alimentos en movimiento en el aparato
digestivo, de forma que se descompongan correctamente y se absorban en la
sangre, proporcionando la energía que necesitan las células de todo el cuerpo. En
total, nuestro cuerpo u organismo, el nivel más elevado de organización estructural,
se compone de once sistemas.
Visión general de los sistemas de órganos
Sistema tegumentario
El sistema tegumentario es la cobertura externa del cuerpo, es decir, la piel.
Su función es aislar el cuerpo y proteger los tejidos más profundos de las
lesiones, además de excretar sales y urea en el sudor, y contribuir a la
regulación de la temperatura corporal. La piel dispone de receptores de
temperatura, presión y dolor que nos alertan a lo que sucede en la superficie
corporal.
Sistema óseo
El sistema óseo se compone de huesos, cartílagos, ligamentos y
articulaciones. Sirve de soporte para el cuerpo y le proporciona un marco que
utilizan los músculos esqueléticos para realizar el movimiento. Además,
desempeña una función protectora (como en el caso del cráneo, que rodea y
protege el cerebro); sus cavidades son el lugar donde se produce la
hematopoyesis o formación de células sanguíneas y su sustancia dura sirve
como almacén de minerales.
Sistema muscular
Los músculos del cuerpo sólo tienen una función: contraerse, acortarse.
Cuando esto ocurre, se produce el movimiento y, por ello, los músculos
pueden considerarse como las “máquinas” del cuerpo, cuya movilidad general
refleja la actividad de los músculos esqueléticos, los músculos grandes y
carnosos que se fijan a los huesos. Su contracción nos permite permanecer
erguidos, caminar, saltar, agarrar, lanzar una pelota o sonreír. Los músculos
esqueléticos forman el sistema muscular, diferente de los músculos del
corazón y de otros órganos huecos cuya función es el movimiento de líquidos
(sangre, orina) u otras sustancias (como los alimentos) siguiendo una ruta
definida del cuerpo.
Sistema nervioso
El sistema nervioso es el sistema de control de actuación rápida del cuerpo,
que se compone de cerebro, médula espinal, nervios y receptores sensoriales.
El cuerpo debe ser capaz de responder a irritantes o estímulos tanto externos
(luz, sonido o cambios de temperatura) como internos (hipoxia, estiramiento
de algún tejido). Los receptores sensoriales detectan estos cambios y envían
mensajes (mediante señales eléctricas denominadas impulsos nerviosos) al
sistema nervioso central (cerebro y médula espinal) de forma que
permanezca constantemente informado de lo que ocurre. A continuación, el
sistema nervioso central evalúa esta información y responde activando los
efectores corporales correspondientes (músculos o glándulas).
Sistema endocrino
Al igual que el sistema nervioso, el sistema endocrino controla las actividades
corporales, pero lo hace con mucha más lentitud. Sus glándulas producen productos
químicos denominados hormonas, que se liberan a la sangre para que alcancen
órganos relativamente alejados. Las glándulas endocrinas incluyen la hipófisis, las
glándulas tiroidea y paratiroideas, las glándulas suprarrenales, el timo, el páncreas,
la glándula pineal, los ovarios (en mujeres) y los testículos (en varones). Las
glándulas endocrinas no están conectadas anatómicamente como lo hacen otras
partes de los sistemas de órganos, pero coinciden en que todas ellas secretan
hormonas que regulan otras estructuras. Las funciones corporales que controlan las
hormonas son muchas y variadas, e implican a todas las células del cuerpo; entre
ellas se cuentan, al menos en parte, el crecimiento, la reproducción y el uso que las
células hacen de los alimentos.
Sistema cardiovascular
Los órganos principales del sistema cardiovascular son el corazón y los vasos
sanguíneos, que proporcionan oxígeno, nutrientes, hormonas y otras sustancias
disueltas en la sangre a las células tisulares donde se realizan los intercambios. Los
leucocitos y los productos químicos presentes en la sangre contribuyen a la
protección del cuerpo contra invasores extraños como bacterias, toxinas y células
tumorales. El corazón realiza las funciones de bomba sanguínea, impulsando la
sangre desde sus cámaras hasta los vasos sanguíneos para que lleguen a todos los
tejidos del cuerpo.
Sistema linfático
El sistema linfático complementa al sistema cardiovascular. Sus órganos incluyen los
vasos y ganglios linfáticos, además de otros órganos linfoides como el bazo y las
amígdalas. Los vasos linfáticos devuelven a los vasos sanguíneos el líquido filtrado de la
sangre para que ésta permanezca en continua circulación por el cuerpo. Los ganglios
linfáticos y otros órganos linfoides contribuyen a limpiar la sangre y contienen células
que participan en la inmunidad.
Sistema respiratorio
La función del sistema respiratorio es mantener el suministro continuo de oxígeno y
eliminar el dióxido de carbono del cuerpo. El sistema respiratorio se compone de las
fosas nasales, la faringe, la laringe, la tráquea, los bronquios y los pulmones; estos
últimos contienen los alvéolos, a través de cuyas paredes se realiza el intercambio de
gases con la sangre.
Sistema digestivo
El aparato digestivo es, en esencia, un tubo que atraviesa el cuerpo desde la boca al
ano. Sus órganos incluyen cavidad bucal (boca), esófago, estómago, intestino grueso,
intestino delgado y recto. Su función es descomponer los alimentos y llevar los
productos a la sangre para que se repartan a las células de todo el cuerpo, mientras
que los alimentos sin digerir continúan en las vías y abandonan el cuerpo por el ano
en forma de heces.
Las actividades de descomposición comienzan en la boca y terminan en el intestino
delgado; a partir de ese punto, la función principal del aparato digestivo es
recuperar agua. El hígado se considera parte del aparato digestivo porque la bilis que
produce contribuye a la descomposición de las grasas; y el páncreas, que envía
enzimas digestivas al intestino delgado, también forma parte del aparato digestivo
desde el punto de vista funcional.
Sistema urinario
El cuerpo produce desechos derivados de sus funciones normales, que deben
eliminarse. Un tipo de desecho, como la urea y el ácido úrico, contiene nitrógeno
resultante de la descomposición de las proteínas y los ácidos nucleicos por las
células del cuerpo. El aparato urinario elimina estos desechos de la sangre y los
expulsa del cuerpo en forma de orina. Este sistema, a menudo conocido como
aparato excretor, se compone de los riñones, los uréteres, la vejiga urinaria y la
uretra. Otras funciones importantes del sistema urinario incluyen el mantenimiento
del equilibrio corporal entre agua y sales (electrolitos) y la regulación del equilibrio
ácido-base en la sangre.
Aparato reproductor
El aparato reproductor existe principalmente para producir descendencia. El aparato
reproductor masculino se compone de escroto, pene, glándulas accesorias,
testículos y un sistema de conductos que lleva el esperma producido por los
testículos al exterior del cuerpo. El sistema reproductor de la mujer se compone
trompas de Falopio, vagina, ovarios para producir óvulos y útero, en cuyo interior se
desarrolla el feto una vez se ha producido la fertilización.
Mantenimiento de la vida
Funciones vitales necesarias
Ahora que hemos presentado los niveles estructurales de los que se compone el cuerpo
humano, se formula una pregunta de forma lógica: ¿qué hace este cuerpo humano
extremadamente organizado? Como todos los animales complejos, los seres humanos
mantienen sus límites, se mueven, reaccionan a los cambios de su entorno, ingieren y
digieren nutrientes, metabolizan, eliminan sus desechos, se reproducen y crecen. En
esta sección comentaremos cada una de estas funciones necesarias para la vida, que se
ampliarán en capítulos posteriores. Los sistemas de órganos no funcionan de manera
aislada, sino que colaboran para mantener el bienestar de todo el cuerpo. Puesto que
este libro enfatizará este tema en toda su extensión, merece la pena identificar los
sistemas de órganos más importantes que contribuyen a cada una de las funciones
vitales necesarias. Además, a medida que se avanza en esta sección, podemos volver a
consultar las descripciones más detalladas de los sistemas y aparatos orgánicos.
Mantenimiento de los límites
Todos los organismos vivos deben poder mantener sus límites, de forma que lo que
se encuentra en su interior se diferencie de su exterior. Cada célula del cuerpo
humano está rodeada de una membrana externa que limita sus contenidos y
permite la entrada de las sustancias necesarias al tiempo que, en general, impide la
entrada de sustancias posiblemente dañinas o innecesarias. El cuerpo en su
conjunto también está rodeado por el sistema tegumentario o la piel, que protege
los órganos internos contra el secado (pues éste resultaría mortal), las bacterias y los
efectos dañinos del calor, la luz solar y un número increíblemente elevado de
sustancias químicas en el entorno exterior.
Movimiento
El movimiento incluye todas las actividades impulsadas por el sistema muscular,
como el traslado de un lugar a otro (caminando, nadando o de otra manera) y la
manipulación del entorno externo con los dedos, tirando de los huesos del sistema
esquelético. También se lleva a cabo movimiento cuando sustancias tales como la
sangre, los alimentos y la orina, por ejemplo, avanzan a través de los órganos
internos de los aparatos cardiovascular, digestivo y urinario, respectivamente.
Reactividad
La reactividad, o irritabilidad, es la habilidad de sentir los cambios (estímulos) en el entorno y
reaccionar a ellos. Por ejemplo: si nos cortamos con un cristal roto, alejaremos involuntariamente la
mano del estímulo doloroso (el cristal roto). No hay que pensar en ello, sucede sin más. De igual
modo, cuando la cantidad de dióxido de carbono se eleva hasta alcanzar concentraciones elevadas
peligrosas, la velocidad de respiración aumenta para expulsar el exceso de dicho gas. La reactividad o
irritabilidad es la capacidad de sentir los cambios (estímulos) en el entorno y reaccionar a ellos. Por
ejemplo: si nos cortamos con un cristal roto, alejaremos involuntariamente la mano del estímulo
doloroso (el cristal roto). No hay que pensar en ello: sucede sin más. De igual modo, cuando la
cantidad de dióxido de carbono se eleva hasta alcanzar concentraciones elevadas peligrosas, la
velocidad de respiración aumenta para expulsar el exceso de dicho gas.
Digestión
La digestión es el proceso de triturar y descomponer los alimentos ingeridos hasta que la sangre
pueda absorberlos, y distribuirlos por el sistema cardiovascular a todas las células del cuerpo. En un
organismo unicelular sencillo, como una ameba, la célula misma es la “máquina de la digestión”, pero
en el complejo cuerpo humano multicelular, el aparato digestivo realiza esta función para todo el
cuerpo.
Metabolismo
El metabolismo es un término amplio que hace referencia a todas las reacciones químicas
que tienen lugar en las células de nuestro cuerpo, incluyendo la descomposición de
sustancias complejas en sus componentes más sencillos, la formación de estructuras más
grandes a partir de las pequeñas, y el uso de nutrientes y oxígeno para producir moléculas
de ademosín trifosfato (ATP) que nutren las células para sus actividades. El metabolismo
necesita que los aparatos digestivo y respiratorio proporcionen a la sangre nutrientes y
oxígeno, y que el aparato cardiovascular distribuya estas sustancias por todo el cuerpo,
procesos regulados, en general, mediante hormonas secretadas por las glándulas del
sistema endocrino.
Excreción
La excreción es el proceso de eliminación de los excrementos o desechos del cuerpo, para
que continúe funcionando correctamente, sin las sustancias inútiles producidas durante la
digestión y el metabolismo. En la excreción participan varios aparatos orgánicos, como el
aparato digestivo, que elimina los residuos alimentarios no digeribles que permanecen en
las heces y el aparato urinario, que elimina a través de la orina los desechos metabólicos
nitrogenados.
Reproducción
La reproducción, la producción de descendencia, puede producirse a nivel celular orgánico.
En la reproducción celular, la célula original se divide y produce dos células hijas idénticas
que pueden entonces utilizarse para el crecimiento o la reparación del cuerpo. La
reproducción del organismo humano, o la elaboración de una persona completamente
nueva, es tarea de los órganos del aparato reproductor, que produce esperma y óvulos.
Cuando un espermatozoide se une a un óvulo, se forma un óvulo fertilizado que a
continuación se desarrolla hasta convertirse en un bebé en el cuerpo de la madre. La
función del aparato reproductor está regulada con gran precisión por las hormonas del
sistema endocrino. Crecimiento El crecimiento es un aumento de tamaño que suele
conseguirse mediante un aumento del número de células, para lo cual la velocidad de las
actividades de construcción celular debe superar a la de las actividades de destrucción de
las células.
Necesidades de supervivencia
El objetivo de casi todos los aparatos y sistemas del cuerpo es mantener la vida, pero ésta es
extraordinariamente frágil y exige factores adicionales, que pueden denominarse
necesidades de supervivencia e incluyen nutrientes (alimentos), oxígeno, agua y una
temperatura y una presión atmosférica adecuadas. Los nutrientes, que el cuerpo obtiene a
través de los alimentos, contienen los productos químicos utilizados para la obtención de
energía y la formación de células. Los hidratos de carbono son el alimento que mayor
energía proporciona a las células del cuerpo; las proteínas y, en menor medida, las grasas,
son esenciales para formar las estructuras celulares, y las grasas también sirven de
almohadillado para los órganos del cuerpo y como combustible de reserva. Además, se
requieren minerales y vitaminas para las reacciones químicas que tienen lugar en las células
y para el transporte de oxígeno en la sangre. Todos los nutrientes del mundo resultan
inútiles si no hay oxígeno disponible, puesto que las reacciones químicas que liberan energía
de los alimentos requieren oxígeno y las células humanas no sobreviven más de escasos
minutos sin él. Aproximadamente un 20 por ciento del aire que respiramos es oxígeno, del
que disponen la sangre y las células del cuerpo gracias a los esfuerzos conjuntos de los
aparatos respiratorio y cardiovascular.
Introducción
Con el fin de comenzar este viaje por el estudio del cuerpo humano y los efectos que
tiene el Yoga a través de todas sus ramas en el organismo, comenzaremos por
conocer la estructura que nos permite sostenernos y generar el movimiento. En este
módulo pondremos en común algunos términos que nos permitirán adentrarnos en
el estudio de la anatomía y la fisiología del organismo como herramientas para
conocer mejor a nuestro cuerpo y de esta forma poder llevar a cabo una práctica de
Yoga más orgánica y respetuosa. Conocer mejor al organismo y sus funciones nos
puede ayudar a respetarlo y cuidarlo. Bajo la premisa como en una de las ramas del
Yoga, basado en los principios de Patanjali, reconocemos a la “no violencia” como la
mejor forma de relacionarnos con nuestro cuerpo. Considera cada uno de los
apartados de este módulo como conocimientos necesarios antes de embarcarte en
la tarea de profundizar en tu práctica.
¿Qué entendemos por anatomía?
Entendemos por anatomía al estudio científico de los organismos, incluyendo sus
sistemas, órganos y tejidos. Un órgano está formado por diversos tejidos, un
conjunto de órganos forma un sistema. El estudio de las funciones de los órganos
entre sí es lo que conocemos como fisiología. Por otra parte la homeostasis es un
conjunto de fenómenos que permiten la autorregulación y que conducen a un
equilibrio constante entre las propiedades del medio interno del organismo en
función con los estímulos del medio externo. Para comprender los beneficios que
puede tener el Yoga en nuestro organismo, es necesario, tener un conocimiento
básico de cómo se organiza todo nuestro cuerpo de esta forma podríamos
comprender los efectos de cada asana, respiración o meditación. En el estudio de la
anatomía humana existe una clasificación que permite estudiar de forma
“organizada” cada uno de los sistema que conforman nuestro organismo, y aunque
ellos funcionan como un todo, a método de estudio los separaremos según su
organización, función y relación.
Sistemas orgánicos
Organizaremos entonces el estudio de la Anatomía de la siguiente manera:
- Aparato músculo esquelético: está formado por la unión de los huesos,
articulaciones y los músculos. Constituye un elemento de sostén, protección,
estabilidad y movimiento del cuerpo humano. - Sistema respiratorio: es el
conjunto de órganos que poseen los seres vivos con la finalidad de
intercambiar gases con el medio ambiente. Su estructura y función es muy
variable dependiendo del tipo de organismo y su hábitat.
- Sistema circulatorio: es sobre todo un sistema de transporte que facilita el
desplazamiento por el organismo de diferentes sustancias, principalmente el
oxígeno y los nutrientes.
- Sistema inmune (y linfático): es aquel conjunto de estructuras y procesos
biológicos en el interior de un organismo que le permiten mantener la
homeostasis o equilibrio interno frente a agresiones externas, ya sean de
naturaleza biológica (agentes patógenos) o físico-químicas (como
contaminantes o radiaciones), e internas
- Sistema nervioso: es el encargado de dirigir, supervisar y controlar todas las
funciones y actividades de nuestros órganos y nuestro organismo en
general. Es el que envía señales eléctricas al resto del organismo.
- Sistema digestivo: es el conjunto de órganos encargados del proceso de la
digestión, es decir, la transformación de los alimentos para que puedan ser
absorbidos y utilizados por las células del organismo.
- Sistema endocrino: es el conjunto de órganos y tejidos del organismo, que
segregan un tipo de sustancias llamadas hormonas, que son liberadas al
torrente sanguíneo y regulan algunas de las funciones del cuerpo. Es el que
envía señales químicas al resto del cuerpo para su funcionamiento.
- Sistema músculo esquelético: En este apartado conoceremos cómo se
organiza este sistema, cuya función es sostener y permitir el movimiento de
nuestro cuerpo. También estudiaremos algunos conceptos básicos y
finalmente haremos una revisión básica sobre la columna vertebral.
- Aparato Locomotor: osteoarticular – muscular: El aparato locomotor está
formado principalmente por el sistema óseo y el sistema muscular. El
sistema osteoarticular está conformado por huesos, articulaciones y
ligamentos, y por su parte el muscular específicamente por músculos y
tendones.
- Algunos conceptos: Osteoarticular. Huesos: son órganos pasivos del
movimiento, es decir, necesitan de los músculos para moverse. No se
mueven por sí mismos pero ofrecen el soporte. Protegen órganos internos
como el cerebro, los pulmones, el corazón. Son estructuras duras y
resistentes están compuestos de tejidos duros y blandos. Tenemos
alrededor de 210 huesos en nuestro cuerpo.
Articulaciones: es una estructura que permite la unión de los huesos entre sí.
Se estabilizan gracias a los ligamentos y se mueven gracias a los músculos.
Pueden clasificarse en diferentes tipos según capacidad de movimiento: fijas,
semimóviles, móviles. Ligamentos: son bandas de tejido elástico que unen a
los huesos en las articulaciones. Controlan la amplitud de movimiento y
estabilizan los huesos. En el yoga podemos proteger los ligamentos utilizando
los soportes adecuados.
Muscular Músculos: están formados por tejido muscular y permiten el
movimiento a partir de la contracción de sus fibras. Permiten los siguientes
movimientos: - Flexión – Extensión - Adducción – Aducción - Rotación
interna y externa – Circundicción – Eversión – Inversión - Pronación –
Supinación.
Tendones: son tejido conectivo fibroso que une los músculos a los huesos.
Pueden unir también los músculos a estructuras como el globo ocular. Los
tendones sirven para mover el hueso o la estructura, mientras que los
ligamentos son el tejido conectivo fibroso que une los huesos entre sí y
generalmente su función es la de unir estructuras y mantenerlas estables.
Columna vertebral La columna vertebral es la principal estructura ósea. Debe
mantenerse fuerte para sostener al cuerpo de la gravedad, la presión de los
órganos, ya que es la principal protectora de nuestro sistema nervioso.
La columna vertebral está compuesta por discos vertebrales, organizados de
la siguiente manera:
- 7 vértebras cervicales (entre ellas Atlas y Axis)
- 12 torácicas o dorsales
- 5 lumbares
- Sacro
- Coxis
Estructura de las vértebras Dependiendo de la zona de la columna donde se
encuentre la vértebra, esta tendrá una estructura particular pero la mayoría
de ellas, es decir, las torácicas o dorsales y las lumbares tienen una estructura
muy parecida a como se describe a continuación:
Cuerpo vertebral: es la parte más grande, donde se ubica el disco vertebral.
Este disco vertebral contiene un núcleo pulposo rodeado por una anillo
fibroso. Este núcleo y el anillo suelen verse afectados por la gravedad y la
fricción, generando en algunos casos protrusiones y hernias.
Carillas o facetas articulares: sirven de apoyo entre las vértebras y tienen una
capa formada por cartílago que forma una articulación.
Apófisis transversas: es el espacio donde se inserta la musculatura
intervertebral lateral. En el caso de las vértebras torácicas se articulan con las
costillas.
Apófisis espinosas: donde se insertan los músculos intervertebrales
posteriores.
Curvas naturales Podemos notar que la columna vertebral tiene unas
curvaturas naturales debido a la estructura de los discos vertebrales. Estas
curvaturas protegen y dan flexibilidad a la columna. Estas curvas son:
- Cervical: lordosis.
- Torácica: cifosis.
- Lumbar: lordosis.
- Sacro-coccígea: cifosis.
Existen algunas patologías, dolencias o problemas que pueden afectar la salud
de nuestra columna vertebral. El yoga puede ayudar a evitar el avance de
estos problemas así com también puede ayudar a prevenir en algunos casos.
En la sesión presencial profundizaremos en problemas como: hernia,
protrución, escoliosis, hiperlordosis, hipersiforsis.
Tipos de movimiento de la columna
Para que las vértebras se mantengan unidas y se pueda generar el
movimiento, existen los ligamentos y los músculos. A partir de la acción de
éstos la columna puede realizar cuatro tipo de movimientos principales:
flexión, extensión, rotación axial y flexión lateral. La columna vertebral tiene
un rango máximo de movimiento en extensión de 135º, el cual es más amplio
en la zona cervical. La columna dorsal es en general la que menos rango de
movimiento tiene en casi todos los casos menos en la flexión. Se puede
observar en la imagen a continuación. En el caso de la rotación axial el caso es
diferente, la columna lumbar es donde hay menos rango de movimiento y el
caso de la flexión lateral, el rango mayor es el de las vértebras cervicales.
Músculos principales y acciones. Los músculos son tejidos conformados por
un conjunto de fibras que pueden contraerse o relajarse y con ello producir el
movimiento o incluso la inmovilidad pero utilizando diferentes fuerzas. Los
músculos se contraen, o bien por acción de otro músculo, por la resistencia a
otra fuerza o peso o incluso por algún estado emocional.
Tipos de contracción Contracción concéntrica: el músculo se acorta y las fibras
se contraen para hacer más fuerza que la resistencia existente. Contracción
excéntrica: el músculo se alarga y las fibras se contraen pero la fuerza será
menor que la resistencia. El músculo permanece activo. Contracción
isométrica: los extremos de los músculos ni se separan ni se acercan, las fibras
se contraen y generan la misma cantidad que la fuerza existente.
• Cintura pélvica Esta estructura está conformada por varios tipos de
estructuras, en primer lugar la pelvis como tal (la cual incluye crestas
ilíacas, sacro y coxis), las últimas 5 vértebras lumbares y la parte
superior de las extremidades inferiores (el fémur)
La pelvis es la base de la columna, permite su estabilidad y soporta el peso y
el movimiento de toda la espina. En la pelvis se alojan vísceras y órganos
reproductivos en el caso de la mujer y distribuye todo el peso de los órganos y
la parte superior del cuerpo a las piernas.
La pelvis se articula con las vértebras lumbares y por la parte inferior se
articula con los dos fémures y huesos coxales. Los huesos coxales se articulan
entre sí formando la sínfisis púbica y posteriormente con las articulaciones
sacroilíacas.
Los movimientos asociados a la pelvis son la inclinación y la rotación. La
natación y contratación (anteversión - retroversión) se asocian también a la
pelvis en relación con el resto de las estructuras de la cintura pélvica. Los
músculos que principales que permiten el movimiento de la cintura pélvica
son:
- Psoas
- Ilíaco
- Cuadrado lumbar
- Glúteo mayor
- Glúteo medio
- Glúteo menor
Aplicación en Yoga
- Alineación y Seguridad: La comprensión de la anatomía ayuda a mantener una
alineación adecuada en las posturas, evitando lesiones.
- Adaptaciones y Modificaciones: Conocer las diferencias anatómicas individuales
permite adaptar las posturas según las necesidades de cada practicante.
- Beneficios Específicos: La fisiología ayuda a entender cómo las diferentes posturas
y técnicas de respiración afectan los sistemas del cuerpo, mejorando la salud
general.
- Conciencia Corporal: El conocimiento anatómico y fisiológico aumenta la
conciencia corporal, facilitando una práctica más consciente y efectiva.
Conclusión
Una comprensión profunda de la anatomía y la fisiología humana es esencial
para maximizar los beneficios del yoga y practicar de manera segura y
efectiva. Esto incluye el conocimiento del sistema esquelético, muscular,
nervioso, respiratorio, cardiovascular, digestivo, endocrino, urinario,
reproductor, linfático e inmunitario. Cada sistema tiene una función específica
y está interconectado, contribuyendo al bienestar general del cuerpo y la
mente.
Ganarás fuerza y músculo
El Yoga ayuda a mejorar la fuerza física de la personas que lo practican. A medida
que se vaya avanzado en posturas más complicadas que impliquen trabajo de
musculación, va aumentando la fuerza en todo el cuerpo, desde los pies hasta el
cuello. Otro beneficio añadido es el alivio de la tensión muscular, ya que ciertos
ejercicios inducen a su relajación.
Mejorarás tu equilibrio
La tercera cualidad que se adquiere con el yoga es el equilibrio. Hay posturas tan
conocidas como la del árbol o Vrkshasana, que ayudan a la estabilidad corporal y
a tener conciencia sobre nuestro cuerpo. Para ello se necesita concentrarse en
un punto fijo, que te permita controlar tu cuerpo sobre un apoyo o los que
marque la propia postura. Con experiencia, todo se acaba consiguiendo.
Multiplicarás tu flexibilidad
La flexibilidad es clave para practicar Yoga, pero no esencial, ya que esta
cualidad se va desarrollando con el tiempo. En un primer momento percibirás
rigidez en tu cuerpo, pero poco a poco los músculos tenderán a estirarse y las
articulaciones tendrán más elasticidad. Lo único que se requiere para adquirir
flexibilidad es paciencia y mucha práctica. A medio plazo nos veremos
recompensados con una mayor agilidad y libertad de movimiento para
facilitarnos la vida diaria.
Corregirás tu postura
Muchos trabajos te obligan a estar sentado ante un escritorio durante horas.
Durante la pandemia, este problema se ha agravado debido al teletrabajo,
que nos ha restado aún más las horas de movimiento que antes
empleábamos para ir a la oficina, salir a comer, etc. Como consecuencia llegan
los problemas de espalda, hombros, cuello… Lo mismo le ocurre a quienes se
ponen ante el volante toda la jornada. El yoga te ayudará a corregir la
postura con asanas como el árbol, la esfinge, mariposa, guerrero, puente,
sol, arco o pez, entre otras.
Reducirás el estrés y la ansiedad
La práctica del yoga ayuda a disminuir la hormona del estrés, el cortisol, y a
generar endorfinas (hormonas que aportan bienestar), por lo que es una
buena práctica para recudir el estrés. El estudio del sociólogo Ronald C.
Kessler, profesor en el Harvard Medical School de Massachusetts, concluyó en
que practicar yoga con regularidad ayuda a reducir estrés y ansiedad de la
misma forma que lo harían los ansiolíticos.
La meditación y los ejercicios de pranayama también ayudan a reducir el
estrés y la ansiedad, al poner el foco en el aquí y el ahora. La mente se serena
y desvía las preocupaciones y voces internas que la ponen en tensión y la
agotan.
Mejorarás tus relaciones sexuales
El Yoga contribuye a un mejor sexo para las parejas, puesto que determinados
ejercicios fortalecen los músculos de la pelvis y ayudan a tener mejor apertura
de caderas, tanto en hombres como mujeres. Existen estudios científicos que
demuestran que el yoga puede tratar la eyaculación precoz con posturas
como la del Mula Bandha, que consigue fortalecer las paredes del recto, la
próstata y los esfínteres. Esta asana también cuenta con beneficios para las
mujeres, ya que alivia los dolores menstruales y del parto y mejora sus
relaciones sexuales.
Por otro lado, muchos expertos inciden en que el yoga eleva la líbido. Sin
duda, todo esto apunta a una mayor satisfacción sexual.
Evitarás lesiones
El yoga es como una vacuna contra las lesiones. Si eres deportista, lo más
recomendable es hacer estiramientos tras el entrenamiento y los que
propone el yoga son ideales, puesto que la mejora de la flexibilidad ayuda
a prevenir dislocaciones, esguinces y torceduras, entre otros. Si estás haciendo
rehabilitación, practicar yoga favorecerá una recuperación más rápida.
Mejorarás tu circulación sanguínea
Gracias a la ejecución de posturas invertidas (como la vela o el pino) o al yoga
dinámico, se mejora la circulación sanguínea y la oxigenación a nivel celular,
que llega a todos los órganos de nuestro cuerpo. Además, el yoga refuerza el
sistema hormonal y el linfático.
Aumentarás tu concentración
Con tan solo una sesión de 20 minutos de yoga al día, el nivel de
concentración de una persona aumenta considerablemente. Pero no es la
única mejora, también aportará mayor coordinación, tiempo de reacción y
memoria. Las asanas que más te ayudarán a aumentar la concentración son el
águila, el rezo, guerrero 2, el libro, el cuervo.
Mejorarás tu salud cardiovascular
Si practicas yoga habitualmente conseguirás este beneficio que no por ser el
último es el menos importante. El yoga también ayuda a controlar la presión
arterial y a obstaculizar la acumulación de la grasa en las arterias. Como
resultado: menores posibilidades de tener un accidente cardiovascular
(infarto coronario o cerebral).
Estarás más joven
Sabemos por multitud de estudios que el deporte ayuda a prevenir los
achaques del envejecimiento y que ralentiza el mismo, ya que una buena
masa muscular y unos huesos sanos son vitales para llegar a la vejez lo mejor
posible. Con el yoga y la meditación conseguimos además revertir el proceso
de envejecimiento gracias a su acción directa sobre la telomerasa, la enzima
que protege los telómeros (escudos protectores del ADN de nuestras células).
Cuando estos se acortan, el envejecimiento llega con más rapidez. Por eso es
tan importante que la telomerasa actúe y los alargue, lo cual vaticina una vida
también más larga.
Aprenderás a respirar bien
Las técnicas de respiración o pranayama se dividen en respiración abdominal,
torácica y clavicular. Cuando conseguimos realizar todas de manera correcta
hablamos de respiración completa. La respiración en el yoga nos aporta
muchos beneficios, como una reducción del estrés y ansiedad, una mejora de
la tranquilidad y la paz mental, un aumento de la capacidad pulmonar, un
mejor control de las emociones, una mayor resistencia física…
Adelgazarás
Son muchos los que se han sumado al yoga para adelgazar. Está comprobado
científicamente que hacer yoga ayuda a perder peso. Por ejemplo, se ha
calculado que el vinyasa yoga tiene un gasto calórico de unas 7 kilocalorías
por minuto. Si haces una hora de esta actividad habrás quemado unas 507
calorías por hora. Ideal como complemento a una dieta de adelgazamiento o
para mantener la báscula a raya.
Dormirás mejor
Las preocupaciones, nervios o estrés pueden ocasionarnos problemas para
dormir, e incluso insomnio. El yoga ayuda a regular los ciclos del sueño, ya que
consigue elevar los niveles de serotonina, que nos relajan y nos permiten
controlar el estrés, facilitando el sueño. Existen algunos estudios sobre este
hecho, como el realizado por la Fundación para la investigación del Yoga
Swami Vivekananda que concluyó en que la práctica de yoga puede
incrementar el número de horas de sueño hasta 1 hora más (promedio por
noche). Asimismo, las personas del estudio que hacían yoga tardaban 10
minutos menos en quedarse dormidas que las que no lo hacían.
Trabajarás mejor
Solo con ver los beneficios anteriores, ya podemos intuir que el yoga también
nos hará sentirnos más calmados en el trabajo. Pero hay más. Una
investigación de origen hindú analizó cinco marcadores del rendimiento
laboral (compromiso, resultados, satisfacción, relaciones con los compañeros
e implicación emocional). Las personas que practicaban yoga mostraban
mejoras en 4 de los 5 indicadores. Quedó fuera el nivel de compromiso. Así
que si tu trabajo te trae de cabeza, no lo dudes y comienza desde ya a
practicar yoga.
El yoga es una práctica antigua que abarca diversas disciplinas y métodos para
alcanzar el bienestar físico, mental y espiritual. A lo largo de los siglos, han
surgido diferentes ramas del yoga, cada una con su propio enfoque y técnicas.
Aquí te presento una descripción de las principales ramas del yoga:
Hatha Yoga
Enfoque: Físico y Energético.

Descripción: El Hatha Yoga es probablemente la forma más conocida de yoga


en Occidente. Se centra en la práctica de asanas (posturas físicas) y
pranayama (técnicas de respiración) para preparar el cuerpo y la mente para
la meditación.
-"Hatha" se traduce como "sol" (ha) y "luna" (tha), simbolizando el equilibrio
de las energías opuestas en el cuerpo.
Beneficios:
- Mejora la flexibilidad y la fuerza.
- Equilibra el sistema nervioso.
- Ayuda a reducir el estrés y la ansiedad.

También podría gustarte

pFad - Phonifier reborn

Pfad - The Proxy pFad of © 2024 Garber Painting. All rights reserved.

Note: This service is not intended for secure transactions such as banking, social media, email, or purchasing. Use at your own risk. We assume no liability whatsoever for broken pages.


Alternative Proxies:

Alternative Proxy

pFad Proxy

pFad v3 Proxy

pFad v4 Proxy