Cantar de Los Nibelungos3
Cantar de Los Nibelungos3
Cantar de Los Nibelungos3
Richard Wagner se inspiró en él para crear su apoteósico ciclo El anillo del nibelungo, un conjunto
de cuatro óperas compuestas entre 1848 y 1874, mientras que el director Fritz Lang fijó su espíritu
épico en la producción de cine mudo «Los nibelungos» (1924). Con su historia de magia,
venganzas y aventuras amorosas, el Cantar de los nibelungos despliega todo el sentido de la
maravilla de las gestas medievales. Fue compuesto en el siglo XIII en alto alemán medio por un
autor anónimo. Conocido principalmente a través de los más de 35 manuscritos que nos han
llegado, el poema consta de unas 2400 estrofas que integran varias tradiciones narrativas previas
en una única composición que, aunque presenta variantes, está dotada de un sentido completo y
orgánico.
El largo poema tiene su origen en la tradición oral. Aunque forma parte de la corriente de
composiciones europeas que, como La leyenda del caballero verde y Perceval o la leyenda del
Santo Grial, ensalzan valores corteses como la moderación y el honor, el Cantar de los nibelungos
se enraíza en la literatura heroica teutónica de venganzas y luchas políticas ligadas al pueblo
franco. Marcadas por la revancha y la intriga, la sucesión de aventuras y situaciones trágicas que
experimentan Sigfrido y los suyos bebe de un origen escandinavo vinculado a las tribus germánicas
que emigraron al continente. Forma parte de un contexto cultural en el que el destino humano se
percibe como trágico e ineludible.
Imagen: Wikicommons
Dragón Sigfrido
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El cantar de gesta consta de dos partes principales. En la primera, se narran las aventuras de
Sigfrido, monarca de Xanten, en la corte del rey Gunther. Sigfrido, príncipe del Bajo Rin, se ha
hecho rico conquistando tesoros y tierras con su fuerza e ingenio. Pretende ganar el favor de la
princesa burgundia Krimilda, aunque tenga que enfrentarse a la oposición de Gunther, rey y
hermano de Krimilda, .
Daneses y sajones declaran la guerra antes de que Sigfrido pueda encontrarse con Krimilda y el
héroe se ofrece a liderar a los burgundios en la batalla. Solo cuando prueba su valía en la batalla y
regresa victorioso a la corte de Gunther puede nacer el amor entre Sigfrido y Krimilda. Mientras
tanto, y bajo la promesa de obtener la mano de Krimilda, Sigfrido se apronta a prestar su ayuda al
rey para conquistar a la reina Brunilda en una competición de fuerza y resistencia. Con una capa
que le proporciona la invisibilidad, Sigfrido logra, mediante el engaño, proporcionar a Gunther la
victoria atlética que vence a Brunilda.
Brunilda, sin embargo, sospecha el embuste y, aunque se celebran los esponsales de la reina con
Gunther y de Sigfrido con Krimilda, la vencida Brunilda no se deja amilanar. Aprovechando el
recelo de la soberana, el vasallo Hagen la induce a traicionar a Sigfrido haciendo que Krimilda le
revele el punto débil del caballero: se trata de un espacio en la espalda en la que, mientras Sigfrido
se bañaba en la sangre mágica y protectora del dragón, se había posado la hoja de un árbol.
Hagen le pide a Krimilda que marque ese punto débil con una X y, de esta forma, el traidor lo mata
durante una cacería con una lanza, como si fuese un animal y de un modo innoble para un
caballero. No contento con esta infamia, Hagen también roba el tesoro de Sigfrido y lo lanza en las
aguas del Rin. En la segunda parte, la composición se centra en la caída de los burgundios. Se
suceden las venganzas entre Hagen y Krimilda, ahora casada con Atila, rey de los hunos.
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Nibelungos Berlín
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