RESUMEN OBLIGACIONES (3) Sub
RESUMEN OBLIGACIONES (3) Sub
RESUMEN OBLIGACIONES (3) Sub
Se puede estudiar al Derecho desde la perspectiva dogmática, esto significa que sus
argumentos y razones se basan en la autoridad de las normas positivas del Derecho
Uruguayo, interpretadas según sus propias reglas hermenéuticas
Sin embargo hay dos grandes ángulos desde los cuales ver lo jurídico: lo externo y lo
interno
La perspectiva externa es la del teórico que se posiciona fuera del Derecho de una
comunidad e intenta observar con el mismo desapego y distancia que lo haría un sociólogo
El objetivo del teórico es responder qué es el Derecho, qué son las normas jurídicas y cómo
se delimita el Derecho de una comunidad del de otras.
La dogmática: La dogmática es la actitud de quien analiza las normas como textos con
autoridad del cual se pueden deducir, al menos en una cantidad importante de casos, las
soluciones aplicables a cada situación.
La dogmática tradicional, concibe su labor como políticamente neutra en cambio la
dogmática actual admite la necesidad de apelar a razonamientos políticos o morales cuando
se presente un dilema sin solución. Es decir, cuando hay que elegir entre dos lecturas
interpretativas de un mismo texto normativo y las reglas interpretativas ya han agotado su
utilidad.
b) Un concepto de Derecho
c) Sistema jurídico
Principio de jerarquía
Que las normas estén ordenadas jerárquicamente cumple la función de disolver algunos
casos de contradicción entre normas pertenecientes a un mismo Derecho. Una primera
forma de aplicar este principio es cuando surgen conflictos entre normas es desaplicar la
norma de inferior jerarquía a favor de las de mayor jerarquía.
Las normas de mayor jerarquía generalmente son las normas constitucionales, luego las
normas legales, luego los decretos del poder ejecutivo, etc.
Principio de temporalidad
Las normas cambian con el tiempo. Nuevas normas ingresan al sistema, viejas normas son
derogadas.
Principio de especialidad:
Por ejemplo si hay una norma que dice que se le prohíbe a todas las personas estacionar
sobre la calle de un Banco y luego hay una norma que dice que los funcionarios del Banco
pueden estacionar, la forma de solucionar ese conflicto entre normas es hacer primar la
norma especial dentro del ámbito de aplicación.
Bueno según Kelsen de nada especial más que del hecho que , por hipótesis, en la
comunidad que se trate se le considera el sistema de norma originario del orden jurídico.
El contenido está presupuesto.
Horacio Cassinelli postuló una solución diversa. En su visión del Derecho vigente es
identificado en base a lo que él denomina convicción colectiva de que ciertas normas lo
integran y otras no.
Es decir lo que hace válida a esta constitución es que existe una práctica colectiva, una
convención social, a través de la cual se identifica cuáles son las normas jurídicas vigentes.
Hart ha postulado la existencia de dos grandes tipos de normas jurídicas: las primarias y
secundarias.
Una regla primaria es la que genera deberes. Ella es o puede ser reformulada como una
expresión condicional que liga la descripción de un comportamiento humano (acto ilícito)
con una sanción para el caso de que ese comportamiento ocurra. Por eso también la
podemos llamar reglas sancionatorias.
La sanción por su parte es un mal que implica o puede implicar el uso de la coacción por
parte de la comunidad, tratándose de una reacción prevista con anterioridad e
institucionalizada.
Las reglas primarias, que imponen deberes jurídicos, son aquellas en que “la demanda
general para que exista conformidad es insistente y la presión social puesta sobre aquellos
que se desvían es grande”.
Según Hart esas normas son consideradas normas jurídicas cuando esa presión se
manifiesta mediante “sanciones físicas” aplicada mediante funcionarios designados al efecto
a través de reglas de adjudicación.
Siempre se va a poder reformular de esta forma “ Si se hace x cosa entonces el sujeto que
la hizo será sancionado”.
En efecto la regla jurídica primaria que hemos tomado como clave para definir Sistema
Jurídico es una expresión condicional, es decir, una estructura sintáctica del tipo “si p
entonces q”.
Entonces se vincula:
a. Como antecedente, un cierto estado de cosas descrito por la norma, que debe
contener, al menos, un comportamiento humano como elemento y se denomina
“hecho ilícito” o “acto ilícito” com
b. un consecuente, que es la sanción
Acto ilícito se define como condición de aplicabilidad de una sanción. Una sanción es
cualquier situación que vista desde la perspectiva de su destinatario constituye un estado de
cosas desfavorables o negativo para ese sujeto.
EJEMPLO: Si fulano mata a Mengano, entonces Fulano deberá ser privado de su libertad.
f) Reglas de cambio
Hart clasifica a las reglas secundarias en dos, que son las reglas de cambio y las de
adjudicación.
Las reglas de cambio regulan como entran y salen normas del sistema jurídico
Las reglas de adjudicación regulan quién y cómo se decide. en caso de controversia,
cuando es aplicable o no una sanción
Los sistemas jurídicos en teoría pueden ser estáticos o dinámicos. Si son estáticos las
normas que lo integran están llamadas a permanecer sin cambios a lo largo del tiempo.
Si son dinámicos significa que las normas que lo integran pueden variar a lo largo del
tiempo. Es decir las normas que pertenecen al orden jurídico pueden dejar de pertenecer al
mismo, por un lado, y otras normas nuevas ingresar por otro.
Las reglas que establecen cuando una norma nueva ingresa o una norma existente
egresa son las denominadas reglas de cambio.
Las mismas prevén que si ocurre un cierto evento entonces tal o cual norma ingresa o
egresa del mismo.
Un ejemplo fácil de visualizar es la norma constitucional que establece que el parlamento
puede crear nuevas leyes o derogar las vigentes.
Lo mismo ocurre con las normas jurídicas particulares, la regla que dice que si dos partes
celebren un contrato se crea una “regla” que las partes deben obedecer “como la ley
misma”
a. Las que involucran algún acto voluntario que se dirige a crear o expulsar una norma
en o del sistema (NORMAS DE COMPETENCIA)
Porque le atribuyen competencia al sujeto para crear o eliminar normas.
b. las que no presentan como antecedente un comportamiento humano voluntario.
Para Justiniano: La obligación es el vínculo jurídico que nos constriñe con la necesidad de
dar una cosa a otro según el Derecho de nuestra comunidad.
En esta definición Romana están todos los elementos de la obligación.
a. Los sujetos de la obligación, por un lado el deudor que es el constreñido a hacer o
dar algo y por otro lado el acreedor.
b. El contenido de la obligación, aludido en la expresión dar una cosa
c. El elemento central de la obligación es el vínculo jurídico, es decir el constreñimiento
que nos genera el Derecho de nuestra comunidad para que cumplamos.
Existen dos perspectivas, la perspectiva desde las normas y la perspectiva desde los
sujetos.
Situación Jurídica
En este sentido se habla de obligación para aludir sólo a la situación jurídica del deudor, o
lo que es lo mismo, a la contracara del acreedor.
Relación Jurídica
Por otro lado en este sentido se utiliza la palabra obligación para referirse a la relación
jurídica entre deudor y acreedor. Esta relación está construida por la situación de obligación
de un lado y la situación de derecho personal de otro.
La expresión obligacional en el sentido de relación se utiliza cuando se dice que fulano y
mengano están vinculados por una relación obligacional.
El concepto de obligación desde la perspectiva de las normas
La obligación puede ser entendida de dos acepciones. O bien como la situación del sujeto
obligado frente a una norma jurídica, o bien, como la relación entre dos sujetos, el obligado
y el acreedor.
La posición de un sujeto frente a la norma que alude a ese mismo sujeto, ya sea
individualmente o siendo parte de una clase genérica.
La norma jurídica puede aludir al sujeto en distintas funciones. Por ejemplo, como sujeto
pasivo de deber, como titular de un derecho, como destinatario de una sanción, etc.
Para acercarse al concepto de situación de obligación es necesario entender qué es la
situación de deber en sentido amplio.
Se dice que un sujeto forma parte de una situación de deber en sentido amplio cuando su
conducta forma parte de la descripción del acto ilícito en una norma primaria.
Por ejemplo: Si mediante una norma primaria general la ley indica quien realiza el acto ilícito
de hurto debe ser sancionado mediante la privación de libertad decimos que los sujetos
generalmente tienen el deber de respetar la propiedad ajena.
Por ejemplo, las normas que son sustento de derechos reales o derechos de la
personalidad imponen deberes a la generalidad. Es decir tienen como sujeto a la
generalidad (a una comunidad por ejemplo) y no a un individuo en concreto.
Esta distinción es relevante, no es algo meramente por prolijidad conceptual sino que tiene
una justificación política legislativa.
Mercadé (doctrinario Francés que muchas veces nuestro codificador consulta) distinguía los
deberes genéricos y las obligaciones sobre la base de que los deberes genéricos existen
en beneficio de todas las personas y ponen en juego el orden público.
En cambio las obligaciones solamente están en juego los interés privados del acreedor .
En las obligaciones, el interesado particular es el único dueño de la iniciativa para pedir al
juez que aplique o no la sanción.
Justamente el cumplimiento de la obligación solo le interesa al contratante o damnificado
Los derechos subjetivos, al igual que los deberes son situaciones de los sujetos frente a las
normas jurídicas. La situación de derecho subjetivo en sentido amplio se plantea cuando
a. La reclamación de un sujeto, el titular de derecho, es considerada por la norma
primaria como una condición necesaria adicional para que se aplique una sanción al
sujeto del deber previsto
b. Resulta favorable al titular del derecho que se cumpla la conducta debida, o si esta
se incumple que se aplique la sanción típica del derecho privado: resarcimiento de
daños
De este modo el derecho subjetivo implica una posibilidad de accionar contra el sujeto del
deber y activar las sanciones jurídicas contra el mismo.
Y también la tutela del interés del titular del derecho de que la conducta debida se cumpla.
Por ejemplo entregándose el producto que adquirió, o brindando el servicio que contrató
Los derechos absolutos son los que constituyen la contracara de los deberes genéricos y
los derechos relativos la contracara de las situaciones de obligación.
Lo mismo ocurre con los derechos de la personalidad, como el derecho a la vida, a la
libertad. Son derechos absolutos y frente a ellos se encuentra el deber genérico de todos
los miembros de la sociedad.
Por ejemplo: que yo sea titular de un derecho de propiedad de mi apartamento significa que
todos los miembros de la comunidad tienen el deber genérico de respetar mi uso de ese
inmueble. Se trata entonces de un derecho absoluto que tengo frente a un deber genérico
de todos los miembros de la comunidad.
SOLO YO puedo solicitar que se los sancione con la obligación de resarcir los daños
sufridos si vulnera mi derecho.
Entonces hay dos derechos absolutos, los derechos reales y los derechos de la
personalidad.
En cambio si un banco me presta dinero, ese banco tiene un derecho relativo porque el
único que le debe ese dinero soy yo. Es decir, sólo yo tengo la obligación de pagar al
Banco. No hay un deber genérico de estos miembros de la comunidad a pagar. Solo el
banco puede pedir que se me sancione si no cumplo y es sólo su interés el que está
protegido por el derecho.
Los derechos relativos se denominan derechos personales o derechos de crédito.
b) La obligación como relación jurídica
ELEMENTOS DE LA OBLIGACIÓN
VÍNCULO JURÍDICO
Se habla de necesidad y de vínculo jurídico. En primer lugar, esto quiere decir que en la
obligación no hay vínculo físico.
Esto es muy importante porque en su comienzo en el derecho primitivo romano, las
obligaciones suponían algún tipo de atadura física.
Patrimonialidad
La prestación que asume el deudor tiene un contenido pecuniario, debe ser objeto de
valoración económica (art 460). Permite diferenciar la obligación de otras relaciones
jurídicas no patrimoniales como ocurre en algunas relaciones de familia.
El deudor también puede tener interés en el cumplimiento. Si bien el interés del deudor no
tiene el mismo rango que el interés del acreedor, se encuentra igual protegido por los
principios de corrección, colaboración y buena fe.
El vínculo que hablan las Institutas ha dado lugar a dos doctrinas: la monista y la dualista.
MONISTAS: La doctrina monista sostiene que se trata de un solo vínculo. Hay un solo
vínculo en juego, el que hace que la conducta debida sea necesaria, no admite la
descomposición.
TESIS DUALISTA:
CONTROL GESTORIO:
Si bien el acreedor está en mera expectativa, para saber si el deudor cumplirá o no, el
derecho le da en sus manos ciertas herramientas para evitar que la ejecución posterior de la
obligación se frustre por vaciarse el patrimonio del deudor o por no recibir los ingresos que
debería.
Es decir ¿qué pasa si el deudor da pasos a su propia insolvencia?. En estos casos el
acreedor tiene las herramientas para que esto no suceda, se llaman la acción subrogatoria y
la acción pauliana.
Acción subrogatoria:
En la acción subrogatoria
Acción Pauliana:
En caso que el deudor enajene sus bienes y ello generase su insolvencia, el acreedor
puede solicitar que el juez declare la inoponibilidad a su respecto de la enajenación del
deudor. Ello si fue hecha por el deudor con fraude pauliano y en su perjuicio.
El fraude pauliano consiste en el conocimiento de que, mediante esa enajenación, el deudor
se estaba solventando.
En cuanto al perjuicio, se requiere que el acreedor hubiera tomado en cuenta, o podido
tomar en cuenta, la pertenencia del bien enajenado al patrimonio de su deudor antes de que
naciera el derecho.
SUJETOS DE LA OBLIGACIÓN
El elemento subjetivo está constituido por las personas que son los términos en la relación
obligacional. Estos son el deudor y el acreedor, quienes ocupan, las llamadas posiciones
pasiva y activa de la relación.
Siguiendo la tesis dualista el acreedor asume dos roles en la relación obligacional, que son
en una primera fase la mera expectativa, y en una segunda fase pasa a tener un derecho
potestativo (posibilidad de, mediante el ejercicio de la acción, determinar la agresión del
patrimonio del deudor para satisfacer el interés frustrado por le incumplimiendo del deudor).
Cesión de crédito
Cesión de deuda
En este caso implica la cesión de la posición pasiva, es decir la posición del deudor. No se
encuentra regulado en nuestra doctrina pero la doctrina mayoritaria entiende que se trata de
un negocio trilateral.
Cuando los sujetos no aparecen identificados mediante sus nombres propios la doctrina
habla de dos tipos distintos de indeterminación: la objetiva y la subjetiva.
Son documentos con ciertas características especiales suscritos por uno o varios deudores
donde éstos asumen una obligación.
Por ejemplo un vale- Bien, en los títulos valores al portador, se expresa que el deudor
pagará a quien tenga en su poder el documento que opera como título valor.
Esto significa que la calidad de acreedor se adquiere por la obtención de la tenencia física
del documento.
En primer lugar, es fundamental distinguir el objeto del contrato del objeto de la obligación.
Justamente el artículo 1282 establece que el objeto del contrato es el mismo que el objeto
de la obligación.
Gamarra plantea que es necesario saber distinguir entre el objeto del contrato y el objeto de
la obligación.
Existen 3 posiciones con respecto al objeto del contrato, una de ellas es el objeto de la
obligación, otra es una norma jurídica y en tercer lugar el efecto de la norma jurídica.
En segundo lugar existen varías teorías acerca de que es el objeto de la obligación, una de
las cuales, además, distingue el objeto de la obligación en su contenido.
Según Bayley y Peirano, existen cuatro teorías, la personalista, la jurídica, la materialista y
la finalista.
Teoría Materialista:
CRÍTICAS:
Su principal apoyo (los textos de derecho positivo) no son, un argumento que pueda
calificarse de definitorio. Si valieran los argumentos de texto expreso, podrían también
citarse otras disposiciones (arts.1245, 1333. 1448, 1549, etc) que servirían de base para
sustentar la posición exactamente contraria, es decir, la concepción que entiende que el
objeto de las obligaciones es la prestación.
Teoría Jurídica.
CRÍTICAS
Esta teoría enfoca la etapa normal (no patológica) de la obligación: el débito. Es la etapa
que surge con el nacimiento de la obligación, y llega hasta el cumplimiento (o
incumplimiento) de la misma. Deja en la sombra la segunda fase de la obligación (la
responsabilidad), que recién se torna visible en caso de incumplimiento.
Deja sin explicar la falta de correlación entre el objeto del débito y el objeto de la
responsabilidad. No existiría una concordancia entre lo que el deudor adeuda
originariamente en la etapa del débito (prestación) y lo que el acreedor puede lograr
forzadamente en la segunda etapa (responsabilidad).
Teoría Finalista:
CRÍTICAS
a. No es pertinente formular la subdivisión de objeto (bien o utilidad) y contenido
(prestación), tampoco otorgarle a la prestación un carácter secundario respecto del
verdadero objeto (la utilidad).
Los deberes genéricos son situaciones pasivas tanto como la obligación. Sin embargo, la
diferencia está en que el deber genérico el sujeto del deber es indeterminado pues consiste
en la totalidad de la comunidad, porque el deber que se impone es de interés general.
En cambio en la obligación el sujeto está determinado y la obligación existe para tutelar el
interés de otro sujeto concreto.
En cuanto a derechos absolutos, estos son los que tienen como contracara el deber
genérico. Por ejemplo, el derecho de propiedad tiene como contracara el deber genérico de
todos respetarlo.
La sujeción es una situación pasiva, y el derecho potestativo una situación activa, que están
necesariamente correlacionadas.
Frente a todo derecho potestativo existe una sujeción (sometimiento).
La diferencia entre derecho personal - obligación es que mientras que en la obligación el
deudor puede evitar la agresión del acreedor si cumple con la obligación, en el estado de
sujeción esto no es posible.
El derecho potestativo significa la posibilidad de infringir una consecuencia desfavorable al
individuo que está en estado de sujeción sin que éste pueda hacer nada para evitarlo.
a) Carga
La carga es una situación pasiva que no tiene una contracara activa. Lo fundamental es
distinguirla de la situación de deber (genérico y obligación).
La carga es usualmente definida como el imperativo del propio interés, es decir, la fuerza
directiva de la conducta que tiene, sobre cada individuo, la necesidad de actuar para
satisfacer sus propios intereses.
Por ejemplo si la ley establece que si no se inscribe la adquisición de un inmueble en los
Registros Públicos la adquisición no es oponible a terceros, el sujeto adquirente no tiene el
deber de inscribir, sino la carga de hacerlo. No será sancionado si no inscribe, si no que no
recibirá un beneficio que le da la ley si registra su adquisición (la oponibilidad a terceros).
Hay una discusión acerca de la Carga, que dice que si sufres un mal y no recibir un bien es
lo mismo. El problema es que si calificamos como deberes el no cumplirlas sería un acto
ilícito en tanto los actos ilícitos traen consecuencias.
Por ejemplo si registrar la adquisición fuera un deber y no lo hago ello supondría un acto
ilícito, entonces además de perder la oponibilidad a terceros debería resarcir los daños que
causó a terceros.
La noción de carga debería reconstruirse de la siguiente forma: Hay carga cuando
entendemos que el sistema jurídico solo quiere imputar como consecuencia de la inacción
el no-acceso a un beneficio. Con ello estamos marcando que no hay nada en la esencia de
esta inacción que la haga candidata de ser exclusivamente una carga, sino que el que lo
sea es el resultado de una decisión legislativa.
En los contratos de seguro el asegurador asume una relación de garantía. Asume el riesgo
de que si por ejemplo ocurre un incendio, se indemnizará a la contraparte.
Del mismo modo ocurre con las llamadas declaraciones y garantías en los contratos.
Consiste en que una parte declara a la otra ciertos hechos y garantiza que los mismos son
verdaderos. Asume el riesgo de su falsedad.
Si luego resulta que algo es falso, y sin importar si el declarante ya lo sabía o no, o si puedo
evitar o no la falsedad, deberá indemnizar a la contraparte por los daños que sufra.
También esta idea de garantía está muy presente en los negocios internacionales en la
figura de los contratos derivados.
En este tipo de contratos una de las partes, o ambas, se cubren respecto de determinados
riesgos en el mercado. Por ejemplo los cambios en el precio de ciertas mercaderías
Por ejemplo Ancap le compra 500 dólares la tonelada a una empresa X, y además contrata
una aseguradora que en caso de que este costo de la tonelada tenga un valor mayor, esa
empresa aseguradora pagará el resto del dinero.
Las variantes de la obligación están determinadas por las distintas configuraciones que
pueden presentar:
a. Sus fuentes
b. Sus causas de extinción
c. Sus efectos
d. Sus elementos
Por otro lado las obligaciones jurídicas, son las consideradas por el sistema jurídico. Aquí es
donde aparece en escena la división de las obligaciones jurídicas en civiles y naturales.
Las obligaciones civiles son aquellas previstas en una norma primaria del sistema
jurídico, y que por lo tanto en caso de incumplimiento dan lugar a sanciones aplicables
incluso por la fuerza pública a través de la ejecución forzada.
Así las define el artículo 1441. “Las obligaciones civiles son aquellas que dan derecho
para exigir en juicio el cumplimiento”.
En cambio las obligaciones naturales si bien son jurídicas pues el sistema jurídico las
regule y les atribuyen ciertos efectos, no dan lugar a sanciones coercitivas en caso de
incumplimiento.
¿En qué sentido el sistema jurídico contempla a las obligaciones naturales?
Las obligaciones naturales son un género intermedio entre las obligaciones civiles y la
ausencia de obligación.
Las obligaciones naturales a diferencia de las obligaciones civiles no se pueden exigir
forzosamente, pero una vez canceladas voluntariamente no se puede pedir la restitución de
lo pagado.
La doctrina suele señalar con referencia a la teoría dualista del vínculo jurídico que la
obligación natural es un típico caso de deuda sin responsabilidad. Por ello la obligación
natural sustenta la transferencia de bienes, es decir que lo pagado no puede reclamarse
pues existe una causa de la transferencia: la relación de deuda.
Además que como ya dije no hay un derecho potestativo a exigir forzosamente el
cumplimiento ni existe la correlativa situación de sujeción del deudor.
¿Cuál es la justificación de esta figura intermedia entre una obligación civil y la ausencia de
la obligación?
Para Caffera leyendo el artículo 1441 y 1442 lo explica. Allí dice que las obligaciones
naturales proceden “de la sola equidad”.
La equidad expresa la idea de que en ciertos casos aplicar una regla de manera estricta
implica una injusticia y que por lo tanto se debe aplicar la ley de una manera más flexible o
directamente de aplicarla.
Lo mismo puede concluirse de lo establecido en el art 2181. Las loterías y rifas, cuando se
permitan, serán regidas por disposiciones especiales o por los reglamentos de policía
De ello se concluye que en materia de juego existen 3 categorías.
a. Juegos permitidos por leyes especiales o por reglamentos de policía, que confieren
acción civilmente eficaz.
b. Juegos prohibidos, que no producen acción civil ni generan obligaciones naturales
c. Juegos no incluidos en las categorías anterior, que no producen acción civil, pero sí
obligaciones naturales
En toda obligación hay una conducta debida que es su objeto. Dentro de esas conductas
debidas el derecho civil ha trazado una división en que las obligaciones de dar una cosa
están por un lado y las de hacer o no hacer por otro
¿Por qué existe una categorización si en todos los casos hay comportamiento humano?
Es porque esta división es reflejo de cuestiones económicas. Una cosa es la circulación de
bienes y otra la prestación de energía humana.
En las obligaciones de dar cosa cierta y determinada quien tiene que recibir la cosa
(acreedor) soporta ese riesgo, pues si la cosa perece o se deteriora por un hecho no
imputable al deudor, el acreedor de la cosa igualmente debe abonar el precio.
En las obligaciones de hacer o no hacer la extinción es no sólo para el deudor sino también
para el acreedor.
Hay una excepción y es que en las obligaciones de dar cosa cierta y determinada, se da la
hipótesis en que el deudor se encuentra en situación de incumplimiento (situación llamada
de “mora”). En ese caso el riesgo lo soporta el deudor, aunque la obligación sea de dar cosa
cierta y determinada.
En cambio en las obligaciones de hacer no se puede forzar al deudor, como si fuera una
marioneta a hacer algo que no quiere. Se logra el mismo fin, mediante el mecanismo que
ejecute la obligación un tercero, pero a costo del deudor (art 1339).
Penalidades:
En cuanto a cuándo se debe pagar una penalidad que se hubiere pactado en un contrato
existen diferencias.
Si las partes no hubieran determinado de antemano el monto de los daños, las vías
supletorias son la determinación por parte del juez en todas las obligaciones, con la única
excepción de que las obligaciones de dar dinero en cuyo caso el monto de los daños a
resarcir es fijado directamente por la ley, bajo el nombre de intereses moratorios.
En las obligaciones de dar cosa cierta y determinada el lugar de cumplimiento, salvo pacto
en contrario, es el lugar donde la cosa se encontraba al contraerse la obligación.
En las obligaciones de hacer y no hacer, el lugar de cumplimiento es el domicilio del deudor.
OBLIGACIONES DIVISIBLES
- Es necesario que las partes del bien debido en forma individual conserven
proporcionalmente la calidad del todo.
- El segundo criterio: La división no debe afectar el valor económico de la cosa. Así,
por ejemplo, no es lo mismo dar un diamante de 20 quilates que dividirlo en 2
diamantes de 10 kilates cada uno.
- Que la división no convierta en antieconómico el uso y aprovechamiento de la cosa.
SI me obligo a entregar un pedazo de tela de 1m , ese pedazo de tela de 1m puede
servir para realizar una prenda, ahora si yo divido ese pedazo de tela evidentemente
cada una de las partes no me sirve para nada.
Intención de las partes 1376: Es decir aunque tengamos que entregar X cantidad de suma
de dinero (que es divisible) si nosotros hemos asignado expresamente a esa obligación el
carácter de indivisible, de nada vale que materialmente y jurídicamente sea divisible, a que
la intención con la que hemos contraído es la de que sólo se entregará esa suma en lo que
en forma compacta, toda entera y no es posible por ende entregarla por partes.
EFECTOS DE LA DIVISIBILIDAD
1. Exigibilidad
El principio fundamental de la obligación divisible es que a cada acreedor puede existir
solamente su parte y cada deudor está obligado a pagar su parte, pues rige el principio de
fraccionamiento.
2. Prescripción
Cada prescripción corre por separado.
3. Compensación
La compensación que se opera entre un deudor y uno de los acreedores deja intactas las
cuotas de los otros deudores o de los otros acreedores.
OBLIGACIONES INDIVISIBLES
Son obligaciones indivisibles aquellas en las que las partes han concebido la prestación en
una forma compacta, es decir la misma no puede fraccionarse y no se admite su
cumplimiento parcial.
En las obligaciones indivisibles la característica fundamental es que cada uno de los
co-deudores está obligado al pago íntegro de la deuda y cada uno de los co-acreedores
puede pretender el cobro total de su crédito.
Además esta obligación es compacta, en el sentido que es imposible satisfacer el interés de
un acreedor sin satisfacer paralelamente el interés de otro acreedor.
Por ejemplo: A se obliga a pintar el estudio que comparten C y B. En caso de que B trabaje
lunes, miércoles y viernes, y C trabaja los martes y jueves, es imposible que A pueda
cumplir con uno sin cumplir con el interés del otro. Siendo que si lo pinta por la mitad no
estará satisfaciendo el interés de ninguno de los acreedores.
Efectos de la indivisibilidad
Aunque el acreedor tiene derecho a exigir la totalidad de la obligación sus facultades son
limitadas.
Es decir, si bien cualquiera de los acreedores puede hacer el cobro total del crédito, no
puede uno solo hacer remisión de la deuda o recibir el precio de la cosa en lugar de la cosa
debida.
No puede actuar como dueño del crédito, sino solamente de una parte del mismo.
- Insolvencia de un deudor.
- Interrupción de la prescripción.
De acuerdo con esta disposición, cualquier acto interruptivo que realice el acreedor respecto
de uno de los deudores interrumpe la prescripción respecto a los demás.
En materia de culpa no hay diferencia alguna entre las obligaciones divisibles e indivisibles,
es decir la culpa de uno de los deudores en el cumplimiento de la obligación no afecta ni se
propaga a los deudores no culpables.
En materia de mora. La mora que pudo haber sido incurrido uno de los deudores no afecta
a los otros ni beneficia a los demás acreedores, pues solo posee eficacia de carácter
personal.
RELACIONES:
Ahora bien, pese a que la obligación indivisible es exigible de cualquiera de los deudores o
por cualquiera de los acreedores, esto no significa que la cuestión termine allí.
Luego de pagar o de cobrar, el sujeto que lo hizo tendrá el derecho de reclamar a sus
deudores las respectivas partes, o bien la obligación de transferir a los demás acreedores
su porción de lo cobrado.
Vista la indivisibilidad del objeto, esto puede ocurrir mediante compensaciones en el primer
caso, o mediante el disfrute compartido de lo cobrado, en el segundo, si así se acuerda,
también mediante compensaciones en otra especie.
c) Interrupción de la prescripción
FUENTES DE LA SOLIDARIDAD
De acuerdo con el artículo 1391 la solidaridad no se presume, sino que es necesario que se
declare inequívocamente en la convención.
RELACIONES EN LA SOLIDARIDAD
Relaciones Externas:
- pluralidad de personas
- pluralidad de vínculos
- unidad de prestación
- unidad de causa
Una vez producido el pago y extinguidas las relaciones externas surgen las relaciones
internas, es decir las que refieren a los deudores entre sí y a los acreedores entre sí. Y
aparecen dos tipos de solidaridad:
Dentro del sector de las obligaciones genéricas fungibles existe un subtipo especial
constituido por las obligaciones de dar suma de dinero.
Concepto de dinero
Dinero “todos los instrumentos que emitidos bajo la autoridad de la ley y denominados con
referencia a una unidad de cuenta , están destinados a minados con referencia a una
unidad de cuenta: están destinados a servir como medios universales de cambio, en el
Estado de su emisión
a. Solo es dinero aquellos instrumentos que han sido declarados como tales por la ley.
b. A la moneda se le da una denominación con referencia a una determinada unidad de
cuenta. El Estado le da un valor a esa unidad monetaria.
c. La moneda como instrumento de intercambio. El dinero es el medio de pago por
excelencia en el Estado de su emisión, y tiene una cualidad que se llama “poder
cancelatorio”
Debe ser aceptado como medio hábil para cancelar todas las obligaciones
monetarias
El interés se define como “una obligación accesoria que accede a una obligación principal
que es la obligación de sumar dinero”.
Frente a una obligación de suma de dinero, por ejemplo de 1000 dolares, yo puedo pactar
un interés del 6 por ciento anual: ese interés es una obligación accesoria que puede surgir
del contrato, pero que puede también establecerlo la ley.
El interés moratorio, cuya función es sancionar al deudor por la demora en la restitución del
capital. De modo que, a partir del incumplimiento aparece un segundo interés, que se
acumula al compensatorio estipulado, que es el interés moratorio, y que tiene como función
sancionar al deudor por el retraso.
La ley 5.180 establece un determinado tope (un interés máximo) el que , si se excede, no
permitía que los jueces dieran trámite a las ejecuciones.
Desde promulgada la ley los jueces no darán trámite a ejecuciones hipotecarias que
determinen un interés mayor que el 12% anual, ya sea directamente o por vía de multas o
de penas
La usura penal:
a. La usura propiamente dicha, que consiste en hacer dar o prometer a una persona
obligaciones y otros caros usurarios por un préstamo de dinero, “aprovechando de
una necesidad, ligereza o inexperiencia “
b. La usura en la intermediación, que castiga al “que procurare adquiere, transfiere o
consiguiere para otro un préstamo de dinero cobrando o haciendo prometer para sí o
para otro, una comisión usuraria por su mediación”
c. La usura ulterior que refieren la hipótesis del que adquiere, transfiere o hiciere valor
un crédito usurario.
Las tres conductas sólo se castigan si existe dolo directo.
Las obligaciones conjuntas, objeto de este número, refieren exclusivamente al caso en que
todas las cosas de bien simultáneamente; por ejemplo una persona vende un juego de
comedor compuesto de: una mesa, seis sillas y un aparador. El deudor sólo cumple
entregando todos esos objetos y si no entrega todos esos objetos no cumple la obligación.
Frente a las obligaciones de objeto conjunto, están las de objeto disyunto. En estas últimas,
el deudor sólo está obligado a cumplir una de las distintas prestaciones.
OBLIGACIONES ALTERNATIVAS :
El artículo 1349 establece que la obligación es alternativa cuando se deben varias cosas de
manera que el deudor por la entrega o la ejecución de una de ellas se libra de dar o hacer la
otra.
Ambas prestaciones deben ser idóneas, si una de ellas no lo fuera, por ejemplo si una
estuviera fuera del comercio de los hombres, la obligación es considerada ab initio.
Además ambas prestaciones deben ejecutarse en forma disyuntiva (significa que la parte
que tiene la elección cumple entregando una de ellas, la cosa que ella elija), pero la cosa
que elija debe entregarla entera, no puede obligar al acreedor a recibir parte de una y parte
de a otra.
Un claro ejemplo es de obligación alternativa que satisface necesidades del deudor la cita el
caso del heredero a quien el testador le impone la obligación de cumplir cierto legado, pero
otorgándole (al heredero) la potestad de optar entre un elenco de objeto
DIFERENCIAS ENTRE OBLIGACIÓN ALTERNATIVA Y OBLIGACIÓN GENÉRICA
Su función es fijar, tomando pura y simple la obligación que hasta el momento era tenía dos
o más alternativas.
Pero ¿a quién le corresponde la prestación?
En primer instancia puede resultar de lo pactado, es decir si la elección es por parte del
acreedor o si la elección es por parte del deudor. En ese caso correrá lo pactado en el
acuerdo de voluntades.
Ahora, si falta la convención expresa, la elección será del deudor, o sea que en principio es
el deudor quien tiene que hacer la elección.
OBLIGACIONES FACULTATIVAS:
El concepto de obligación facultativa emerge del artículo 1357 del CCU que la define como
aquélla “que tiene por objeto una cosa determinada, pero concediéndose al deudor la
facultad de pagar con esta cosa o con otra que se designa.
Por ejemplo, en un fraccionamiento de inmueble, el propietario se obliga a entregar el solar
Nº 1 pero se reserva la facultad de sustituir dicha prestación entregando el solar Nº4. El
dueño sólo está obligado a entregar el solar Nº1 pero, en el momento de cumplir, tiene la
facultad de liberarse, entregando el solar Nº4.
Es la que tiene por objeto dar una cosa determinada pero se le concede al deudor la
facultad de pagar con esta cosa o con otra que se designe.
La obligación es facultativa por ser una sola y determinada prestación, sólo ella puede
llamarse principal y la otra es meramente accesoria.
EFECTOS JURÍDICOS
La pregunta por las fuentes de las obligaciones refiere a cómo nace una obligación. Dado
que una obligación no es más que una situación jurídica de un sujeto frente a una norma
primaria particular, preguntarse cómo nace una obligación es lo mismo que preguntarse
cómo nace una norma primaria particular.
Para Hart, en el orden jurídico hay dos tipos de reglas: las primarias, que imponen deberes
y las reglas de cambio.
Las reglas de cambio permiten que el orden jurídico cambie a lo largo del tiempo, que sea
dinámico. Regula cómo ingresa y egresa una norma jurídica del sistema jurídico. Por lo
tanto el estudio de las fuentes de las obligaciones consiste en preguntarnos qué reglas de
cambio existen en nuestro sistema que permiten crear normas primarias particulares, es
decir normas que identifiquen en forma concreta a los sujetos a que aluden. Una vez
identificadas, los hechos a los cuales esas reglas de cambio atribuyen como efecto la
creación de normas primarias particulares, son llamados fuentes de las obligaciones.
Es decir la fuente no es la norma de cambio en sí misma sino el evento al que la norma de
cambio asigna como consecuencia el ingreso de una norma primaria particular al sistema .
Por ejemplo: Si alguien causa ilícitamente un daño a otro, la verificación de ese evento
provoca el ingreso al sistema de una norma primaria que impone al primer sujeto la
obligación de resarcir al segundo.
Por otro lado en cuanto a la ley como fuente de las obligaciones, Carnelli observa que no
pueden existir obligaciones legales en tanto las leyes son normas generales y abstractas y
no pueden contener normas particulares que obliguen a sujetos determinados. Caffera
refuta esto planteando que el art 1346 al colocar a la ley como fuente de las obligaciones lo
que quiere decir es que hay otros supuestos de hecho contemplados en la ley como
creadora de obligaciones.
- El contrato
El contrato es definido como el concurso real de las voluntades. Esto puede entenderse de
distintas formas: o bien la voluntad del obligado como fuente de su obligación o bien la
necesidad moral de cumplir su promesa, o bien la confianza generada en el otro como
justificación de la obligación impuesta.
- El cuasicontrato 1308
La restitución del enriquecimiento que se obtuvo de otro sin que mediara una causa que lo
justifique.
- Delitos y cuasidelitos
Se verifican cuando existe un hecho por el cual se ha producido injuria o daño a otro. El
delito civil es el acto dañoso realizado con intención de dañar (dolo) y el cuasidelito es el
realizado sin intención.
- La ley
Es una categoría residual cuyo contenido será tan heterogéneo como las leyes que creen
esas otras fuentes por ejemplo hechos narradores de obligaciones tributarias.
- El contrato
Una de las ideas morales clave detrás del contrato es que uno debe cumplir con la palabra
dada, o bien se debe proteger la confianza generada en el destinatario de la promesa.
Sentimos natural que el contrato obligue porque queremos proteger la confianza del otro en
la palabra dada.
Pero necesitamos algo más para responder por qué el contrato es una fuente de obligación,
y es justamente que no solo nos veremos moralmente obligado a lo prometido sino que
también tendrá un respaldo jurídico, eso quiere decir que seremos sancionados.
Socialmente parece más importante que el Derecho tutele acuerdos relacionados a lo
económico y patrimonial, por eso es que algunas promesas son puramente morales y a
otras se le añade la categoría de jurídica.
- En los cuasicontratos, delitos y cuasidelitos hay una única explicación por qué
se debe restituir el enriquecimiento que se recibe de otro y por qué debe repararse el
daño que se le causó.
La responsabilidad extracontractual y la restitución refuerzan el concepto de propiedad
privada. Son la contracara de la propiedad, esto es,la propiedad privada pero vista desde el
ámbito de los deberes de los demás.
Ahora es necesario estudiar las relaciones entre las normas y los estados de las cosas
(hechos potenciales o reales). , lo que se expresa mediante la noción de hecho jurídico, el
acto jurídico y el negocio jurídico.
Un hecho, así ampliamente definido coincide con la idea de fenómeno, es decir puede estar
compuesto por cualquier estado de cosas existentes en espacio y tiempo. Un hecho jurídico
entonces es un fenómeno tomado en cuenta por una norma jurídica.
HECHO Y NORMA PRIMARIA : EL ACTO JURÍDICO
A los efectos del derecho privado los actos jurídicos (no todos los hechos jurídicos sonó,
dentro de éstos, sólo los actos) se dividen a su vez en:
La negación del acto ilícito es el acto lícito. La conducta debida es la conducta que
desarrollada por el sujeto implica la no aplicabilidad de la sanción.
A su vez toda conducta debida es un acto lícito. Sin embargo, la inversa no se cumple, no
todo acto lícito es una conducta debida. Un acto lícito será debido u obligatorio, sólo cuando
su negación sea un acto ilícito.
Tomando en cuenta ahora la posición de los estados de cosas respecto de las reglas de
cambio, los hechos jurídicos y por tanto también los actos jurídicos, pueden distinguirse en:
a) Los que son el antecedente en reglas de cambio y por tanto son condiciones de la
creación o extinción de otras normas, a los que se llaman “hechos normativos” y a la
subclase de actos que integran esa categoría se llaman “actos normativos”
b) Los que no son antecedentes en reglas de cambio y por lo tanto no son condiciones
de la creación o extinción de otras normas.
El concepto de negocio jurídico suele ser tratado como una noción aséptica puesto que
nace la pregunta de cuánto se respaldaron las intenciones privadas con la fuerza colectiva
del Estado y cuánto intervendrá el legislador o el juez en corregir esas intenciones según
estándares de la moralidad política
Por lo tanto un legislador liberal tenderá a hacer mínima esa distancia, en su modelo ideal
las intenciones privadas reinarán con alteraciones mínimas.
En cambio un legislador que adopte una actitud de cautela al observar injusticias tales como
cláusulas abusivas tenderá a evitar las consecuencias que no desea.
El contrato es un negocio jurídico. Es decir una de las tantas especies del género de los
negocios jurídicos.
Es por tanto un supuesto de hecho de una regla de cambio del tipo de las normas de
competencia cuya sustancia consiste en acciones humanas voluntarias y cuya finalidad es
producir un efecto el cual el sistema adjudica un efecto jurídico tendencialmente idéntico o
favorable al efecto perseguido por sus autores.
Siendo un negocio jurídico es una especie de los hechos jurídicos y dentro de estos una
subespecie de los actos jurídicos, específicamente es un tipo de hecho normativo (creador
de normas jurídicas). Esto ocurre dado que ocupa el lugar de antecedente en una regla de
cambio de tipo norma de competencia de acuerdo la cual, ante su verificación en la
realidad, se le asigna como consecuencia al ingreso al sistema de una norma jurídica .
¿Qué particulariza al contrato como negocio jurídico dentro del género más amplio de
los negocios jurídicos?
a. En primer lugar, las partes que lo forman: el contrato es un negocio jurídico bilateral
(arts 1246,1247,1261). En su formación participan dos partes, a diferencia de los
negocios unilaterales donde la conducta de una sola persona basta para el
perfeccionamiento del contrato.
Así lo define el artículo 1246 que lo describe como un concurso real de voluntades, del
hecho que el artículo 1247 lo define como una “convención” que quiere decir acuerdo y
además el artículo 1261 establece que se requerirá el consentimiento de las partes como
elemento de el contrato.
a) Partes
Que el contrato sea un negocio jurídico bilateral implica que en él participan dos partes.
Los conceptos de parte y persona no coinciden. En nuestro Derecho una parte puede estar
formada por una o más de una persona.
¿Cuál es la característica que permite decir de un conjunto de personas que éste constituye
una sola parte?
La respuesta ha sido dada a partir del concepto de interés. El concepto de parte se define
como centro de interés, queriendo indicar con ello que se trata de un grupo de personas que
comparten un mismo interés.
La noción de interés que se utiliza para construir esta noción de parte es de raíz económica.
En tal sentido el interés sería la disposición de cierto bien del sujeto tendiente a procurarse
un cierto bien o servicio que sirva para satisfacer una necesidad.
Una característica del contrato deriva del hecho de que si deben existir dos partes
necesariamente existirán dos intereses. Esto permite distinguir ya al contrato de los
negocios jurídicos en que existe un solo interés en juego. Por ejemplo en la compraventa un
centro de interés es el de la parte vendedora y otro centro de interés es el de la
compradora, pero en un negocio de renuncia de un derecho, por ejemplo hay un solo
interés en juego, el de la parte renunciante.
Por otro lado, el artículo 1287 agrega otro factor que es que los intereses deben ser
contrapuestos. Cuando se define la causa del contrato onerosos dice la ley que la causa de
la obligación de cada parte está en la ventaja que la procura la otra.
Y en los contratos gratuitos también hay centros de intereses distintos pero
complementarios
ENTONCES NO HAY SOLO DOS CENTROS DE INTERESES SINO, ADEMÁS
CONTRAPUESTOS Y COMPLEMENTARIOS.
El contrato se distingue de los restantes negocios jurídicos, por sus efectos. Es decir por las
consecuencias jurídicas que en virtud de la regla de cambio se producen por ocurrir.
Es necesario distinguir entre los negocios declarativos de los negocios dispositivos.
Los negocios declarativos son los que nada cambian de la realidad preexistente, sólo la
constatan. (por ejemplo el deudor reconoce su deuda)
Si una característica central de los negocios es generar efectos parecería ser que este
nunca los crea sino que simplemente informa sobre efectos ya ocurridos.
Por otro lado el negocio dispositivo es una emisión cuya concreción tiende a cambiar la
realidad mediante su función performativa y no meramente informar sobre ella.
Es decir es aquel al que una norma de competencia describe para asignar, ante su
ocurrencia, el nacimiento de al menos un efecto jurídico
a) negocios dispositivos en sentido estricto que son los que constituyen, transfieren o
extinguen derechos reales
b) los que únicamente crean derechos personales (obligaciones) a los que se llaman
negocios dispositivos en sentido amplio.
- Los constitutivos
- Los modificativos
- Los extintivos
Así como en la vida una promesa genera la obligación moral de actuar lo prometido, el
contrato haría lo mismo en el plano jurídico, transformando la obligación moral en jurídica.
Justamente esta juridización ocurre al adicionarle a la obligación moral la posibilidad de
coacción estatal sobre el deudor en caso de incumplimiento.
La concepción de contrato como promesa parece ser la subyacente a nuestro código civil,
que en su artículo 1252 describe literalmente a los contratos consensuales como “promesas
aceptadas”.
La teoría del contrato como promesa explicaría además que el contenido de las
obligaciones sea definido por los propios particulares mediante sus actos de prometer.
Quien asume que la razón para que el contrato genere las obligaciones que él mismo crea
deben ser las de hacer lo prometido por el emisor de la promesa y no otra cosa.
Estas dos teorías de la confianza y de restitución, son útiles para entender algunos
aspectos del contrato pero aún así no se pueden entender todos.
La restitución sólo es aplicable a los contratos en que se da algo (en el presente) pero eso
no es el caso de todos los contratos.
Por ejemplo si se pacta que las obligaciones serán cumplidas en el futuro o se trata de un
contrato sin contraprestación, la tesis de la restitución falla. Probablemente la idea de
restitución ayuda a entender la categoría de los contratos reales.
En cuanto a la teoría de la confianza, también deja espacios vacíos sin explicación. Falla su
bilateralidad. Por ejemplo supongamos que una persona ha confiado en que otra hará tal o
cual cosa, pero esa otra persona no estaba ni siquiera al tanto de la confianza despertada
en el otro ni podía percibir, no parece justificado que le impongamos la obligación de
acuerdo con la confianza que le generó el otro
c) Una insuficiencia de la teoría del contrato como promesa: ¿por qué no todas
las promesas obligan?
d) Otra insuficiencia: ¿por qué las obligaciones nacen del contrato no son una
copia de lo querido por las partes?
Si aceptamos la teoría del contrato como promesa lo que deberíamos esperar es que
cuando el Derecho da fuerza jurídica a las promesas las tome tal como fueron concebidas
por las partes.
Sin embargo es usual que el derecho no reconozca como vinculantes a las mismas
obligaciones que pactaron y que agregue, modifique y descarte otras. Por ejemplo un juez
eliminando una cláusula.
AUTONOMÍA PRIVADA
Las relaciones entre particulares ¿deben ser elegidas por los mismos y regidas por reglas
creadas a través del contrato o la esfera pública debe intervenir en fijar su contenido a
través de la ley o por vía de la intervención judicial?
Según este principio, son las partes, los particulares los que deben definir si contratan
(libertad de contratación), con quién contratan (libertad de elección) y cuál será el contenido
del contrato (libertad de configuración).
En definitiva lo que dice la propia expresión: autonomía (dictarse normas a uno mismo)
privada (por parte de los actores privados, por oposición a la regulación por los órganos
públicos o la comunidad.
Actualmente nadie duda que la libertad contractual debe ser limitada para proteger a los
contratantes débiles que no pueden negociar eficientemente sus propios contratos
(trabajadores, consumidores).
↓
Al primer tipo de limitaciones se le denomina de orden público de protección.
Al segundo tipo se le denomina orden público de dirección.
Hay ciertos debates acerca de estas limitaciones, en relación si estas deberían estar
establecidas de manera predeterminada por la ley (predecibles) o se le debería dar la
facultad al juez para combatir determinados abusos.
En nuestro cuerpo jurídico hay muy pocos límites a lo que las partes pueden pactar. Las
normas del código civil sobre el contenido de los contratos son generalmente sólo
supletorias de la voluntad de las partes.
Es decir están llamadas a actuar sólo en caso de que las partes hubieran dejado sin regular
algún punto: no se imponen por encima o en contra la voluntad de los otorgantes.
Las normas de orden público en cambio, son las que no pueden ser dejadas de lado por las
partes porque presentan decisiones de interés general.
- Se rechaza cualquier forma de lesión como vicio del consentimiento, Art. 1277: La
lesión por sí sola no vicia los contratos. No se prevé ningún remedio para la falta de
equilibrio objetivo entre las prestaciones.
Además esta distinción (relaciones entre iguales vs desiguales) pautó el tono de las
soluciones propuestas. Justamente se busca un consecuente aumento de herramientas
para que la esfera pública intervenga en contratos para combatir abusos basados en
desigualdades y favorecer al débil.
Para Caffera, existen áreas que deben excluirse totalmente del mercado y, por ende, del
contrato. Es decir, hay temas donde no basta con limpiar gajes de los contratos, como por
ejemplo la salud, la educación, etc-
Es decir aquello que hay que defender (bienes esenciales) y aquellos a quienes hay que
defender (vulnerables) se deben defender bajo normas legales claras de orden público y
protecciones sociales de derecho público.
Además, el Derecho público debería ocuparse de asegurar las condiciones sociales y
económicas que permitan a todos el ejercicio de una autonomía genuina y que el Derecho
privado se ocupe de otorgar esa autonomía.
LEY 17.250
El artículo 4 de esta ley define a la relación de consumo como “ una relación a título oneroso
entre un proveedor y un sujeto que “adquiere o utiliza” un producto o servicio como
“destinatario final”.
Proveedor: Es todo sujeto que desarrolla “de manera profesional (habitual y con ánimo de
lucro” la producción o comercialización de productos y servicios.
El requisito de que es oneroso satisface las características del at 1249 y 1250 del CCU.
Destinatario final: Se entiende por destinatario final al sujeto que adquiere o utiliza bienes o
servicios para extraer de ellos su valor de uso y no para utilizarlo como valor de cambio. No
es solo quien contrata sino quien le da utilidad.
Una segunda fuente de las obligaciones del derecho privado son los cuasicontratos. Este
tema suele englobarse bajo la idea de restitución. Es decir se trata de revertir el
desplazamiento de un valor que involucra en forma correctiva al empobrecido con él
enriquecido. Es decir un mismo hecho genera un empobrecimiento y un enriquecimiento
1. Económico
2. Jurídico
Si “A” le paga a “B” 200 pesos en vez de los 100 que le debía (pago indebido).
Finalmente cuando un sujeto al ver que el ganado de su ausente vecino está escapando por
el alambrado se ha roto, arrea el ganado y repara el alambrado, existe también un provecho
económico en favor del primero derivado de la conducta del segundo. (gestión de
negocios)
Basta el sentido común para entender que no es justo que por ejemplo el vecino ausente
mantenga la ventaja económica recibida ignorando el sacrificio sufrido o realizado por la
otra parte. Es aquí donde entra el componente jurídico.
Si el concubino hubiera convenido con su pareja una retribución por el labor que cumple en
el comercio el beneficio económico recibido estaría justificado. Entonces no tendrán nada
que reclamar porque simplemente estaban cumpliendo con aquello que estaban obligados
En cambio si no se hubiera celebrado una convención el provecho carecería de justificación
y por lo tanto habría que equilibrar esa desigualdad generada.
TRES CUASICONTRATOS QUE REGULA NUESTRO CÓDIGO CIVIL
Según el artículo 1308, existe un enriquecimiento sin causa cuando un hecho genera un
enriquecimiento a un sujeto a costa del empobrecimiento del otro, sin que medie ninguna
causa que lo justifique jurídicamente ni haya intención de hacer una liberalidad (transferir
gratuitamente)
Este artículo permite a éste accionar contra el primero de esa forma restablecer el equilibrio
injustamente alterado.
REQUISITOS:
Para que exista un enriquecimiento sin causa deben darse los siguientes requisitos:
Que no sea contrario a la ley, a la ley moral, a las buenas costumbres, etc.
Además aparte de este ejemplo el enriquecimiento no solo incluye los casos donde el
patrimonio se ve incrementado por un aumento del activo sino también cuando se provoca
un ahorro de gastos o se evita este, con sacrificio personal del actor.
Que el patrimonio haya sufrido una disminución del valor; así, la falta de remuneración de
un servicio prestado a sido considerado como suficiente para fundamentar una acción de
enriquecimiento injusto
No se trata de una acción indemnizatoria sino que se trata de una acción que se funda en la
necesidad de reparar un desequilibrio que se ha manifestado sin adecuado fundamento de
la justicia.
PAGO DE LO INDEBIDO
Todo pago supone una deuda: lo que se ha pagado sin ser debido está sujeto a repetición.
Básicamente podemos adelantar entonces que que la razón del instituto radica en que
estamos frente a un a un pago que no tiene causa (que lo justifique) porque no existía
deuda que con él se creía o pretendía extinguir, y por ello el que pagó puede repetirlo contra
el que lo recibió.
La obligación emergente del pago de lo indebido es la de restituir lo recibido, con algunos
accesorios en caso de mala fe del receptor del pago.
Se trata de una solución de justicia correctiva: debe corregirse una alteración del equilibrio
que ocurrió sin causa.
Nuestro Art 1312 establece literalmente “el que por error ha hecho un pago tiene derecho de
repetir lo pagado si prueba que no lo debía”.
Incluso el art 1314 vuelve a insistir cuando señala que basta incluso con un “error de
derecho” para que haya lugar a la restitución.
Naturalmente lo usual será que quien pague lo que no debe lo haga porque padece un
error. El problema aparece en los casos en que un sujeto duda si debe o no, y paga por
precaución para luego reclamar si finalmente resulta que no era deudor.
No hay una solución acorde en nuestra doctrina.
EL PAGO
Nuestro artículo 1448 define la paga como “el cumplimiento por parte del deudor, de la
dación o hecho que fue objeto de la obligación.
Así Berdaguer explica que el pago “es un negocio jurídico consistente en el cumplimiento de
una prestación efectuada con la finalidad de extinguir una obligación preexistente”
La ausencia de una causa que justifique el desplazamiento patrimonial es un elemento del
enriquecimiento indebido, para diferenciarlo es necesario saber que para que se configure
la prestación por error debe existir por parte del deudor un intento de cumplimiento.
Por error del solvens se entiende su convencimiento de estar cumpliendo una prestación
debida.
Si se efectúa sin causa que lo justifique se encuentra viciado de nulidad, la lógica
conclusión es que el error del solvens no tiene, en principio ningún papel a juzgar.
Esto es, si el pago es nulo (por falta de causa) el vicio no depende del error sino de la
ausencia de una causa. Por lo que aún cuando el error no se verificase el pago sería
igualmente nulo.
Cuando el tercero paga una deuda ajena en la hipótesis del 1450, no lo hace por estar
obligado, pero tiene la voluntad de extinguir la deuda, y por elo el pago es irrepetible: si bien
no es debido, se encuentra su propia justificación (causa) en un acto de autonomía privada
Finalmente cabe apuntar que aún cuando el tercero pague por error una deuda ajena, no
tendrá derecho a repetir lo pagado si el acreedor “ha suprimido o cancelado de buena fe un
título necesario para el cobro de su crédito.
EL ERROR. Indebido objetivo
Bastará entonces con probar que el pago no era debido para concluir en la posibilidad de
repetir lo pagado; el presupuesto sobre el cual se funda el indebido es la prestación sin
título.
Gamarra sostiene que en el caso de indebido objetivo el error debía presumirse, invirtiendo
de esa forma la carga de la prueba.
Berdaguer entiende que que en el caso de indebido objetivo el error no es requisito
necesario para que se configure el cuasicontrato bastando con la ausencia de la causa.
En este término hay dos posibilidades que el objeto del pago sea:
En el caso de una cosa genérica no se plantean problemas puesto que la restitución tendrá
por objeto la misma cantidad y calidad de las cosas indebidamente percibidas.
En el caso de dar suma de dinero si quién recibe el pago está de buena fe el art 1316 le
impone “restituir otro tanto” sin hacer mención del pago de intereses, los que si le serían
impuestos si hubiese recibido el pago de mala fe
El bien determinado debe ser restituido “en especie” (art 1316 inc 2), en su identidad.
Con relación a los frutos que produce la cosa, si bien el art. 1316 no lo nombra, Berdaguer
dice que son aplicables las reglas dispuestas en sede de reivindicación.
El poseedor (accipiens) de buena fe hace suyos los frutos y sólo debe restituir los percibidos
después de la contestación de la demanda”
Mientras que el de mala fe debe reintegrar todos los frutos percibidos desde su injusta
detención.
El accipiens de buena fe no responde por las pérdidas o deterioros que haya sufrido la cosa
mientras estuvo en su poder “aunque hayan sido ocasionadas por su culpa”
En caso de mala fe “el responsable de los deterioros que por su hecho o culpa haya sufrido
la cosa responderá a las reglas de poseedor de mala fe (sabiendo que por ejemplo la deuda
no existía o no tenía causa o si sabía que X no era su deudor original).
LA RESTITUCIÓN EN CASO DE ENAJENACIÓN DE LA COSA A UN TERCERO
Puede suceder que el accipiens enajene la cosa a un tercero, en este caso los arts 1317 y
1318 regulan los derechos que tiene el solvens contra el accipiens y contra el tercero
adquirente.
Supongamos que Paco entregó indebidamente su BMW a Nico, y esté a su vez se lo vendió
a Javier por 100$. Si Nico estaba de buena fe (es decir si ignoraba que Paco no era su
deudor) queda obligado a restituir el precio de venta que hubiera recibido, 100 en este
caso.
Y si no se pagó de manera íntegra, Paco pasará a tener las acciones que tenía Nico frente
a Javier frente a su manera de pago.
Si se estaba de mala fe cuando vendió “es obligado como todo poseedor dolosamente ha
dejado de poseer” (art 684).
Pero la ley también le acuerda acciones contra el tercero adquirente (art 1318),
específicamente la acción reivindicatoria.
- En los casos de que hubo la cosa a título gratuito o aún siendo oneroso cuando el
comprador está de mala fe.
- En cambio si el tercero está de buena fe y la adquisición es a título oneroso, esta
queda consolidada desde el art 1318 que dispone “que el solvens no puede
perseguir la especie poseída por un tercero de buena fe a título oneroso”
GESTIÓN DE NEGOCIOS
Este cuasicontrato se configura cuando una persona (gestor) asume conscientemente y sin
estar obligado a ello, la gestión o atención del interés de quien no está en condiciones de
hacerlo (interesado o dueño).
Este acto de gestión siempre que cumpla con los requisitos exigidos por la ley, producirá el
nacimiento de obligaciones tanto para el gestor como para el interesado.
No se trata entonces de un contrato ni de un negocio jurídico unilateral sino de un hecho
jurídicamente voluntario y más concretamente una actividad a la cual la ley reconoce
determinados efectos.
OBJETO Y SUJETOS
Antes la gestión de negocios se vinculaba y solo podía tener por objeto negocios jurídicos,
ahora se reconoce que también pueden serlo los actos materiales
LOS SUJETOS:
Los sujetos de la relación gestoria son por un lado el gestor y por otro lado el dueño (no se
debe tomar en sentido estricto), es decir no solo comprende al propietario sino también a
cualquier otro sujeto que se encuentre en una situación jurídica respecto de la cual sea un
grado de operación válida
Respecto al interesado el problema de la voluntad no está en juego puesto que este puede
ser incapaz absoluto.
Es más, la incapacidad por sí misma puede constituir una de las posibles causas de
impedimento del dueño de encargarse de sus propios negocios.
.
Nuestro código exige expresamente que la gestión se cumpla “sin mandato ni conocimiento
del dueño” (art 1309) puesto que de no ser así estaremos frente a un contrato de mandato,
ya expreso, ya tácito. evadiendo el elemento cuasicontractual que presupone la ausencia de
un acuerdo de voluntades.
Pero la sola ignorancia no es suficiente, sino que además el interesado no debe estar en
condiciones de gestionar personalmente el negocio de que se trate, en caso contrario la
acción del gestor no será legitimada.
INTENCIÓN DE GESTIONAR UN PATRIMONIO AJENO
Nuestro código dice que en sede de gestión de negocios se refiere al “que se encarga de la
agencia o administración de los bienes o negocios ajenos”.
El gestor debe tener por causa, el cumplir un acto por otro, un interés ajeno, la injerencia de
una esfera patrimonial ajena debe estar acompañada
ESPONTANEIDAD DE LA INTERVENCIÓN
Para que haya gestión de negocios es necesario que la intervención en el patrimonio ajeno
sea espontánea, esto es, que el gestor no esté obligado a ese comportamiento por una
disposición contractual o legal
El gestor al igual que el mandatario deberá emplear toda la diligencia del buen padre de
familia en la gestión emprendida y será responsable de los daños y perjuicios que pueda
sufrir el dueño en caso de que la gestión sea cumplida negligentemente.
La ley admite que el gestor pueda actuar en nombre personal (aunque en interés del dueño)
aunque lo haga declarando que actúa por cuenta del dominus, dando lugar a la distinción
entre gestión representativa en el cual los efectos de los negocios van a radicarse
directamente en el patrimonio del interesado, y no representativa donde los terceros no
tendrán ninguna relación jurídica con el interesado, sino exclusivamente con el gestor.
DIFERENCIAS CON OTROS INSTITUTOS
El mandato:
Ambos institutos tienen por objeto actuar en interés ajeno, además “las obligaciones del
agente oficioso son las mismas que las del mandatario”.
Sin embargo el mandato es un contrato y por consecuencia se necesita de la voluntad de
las dos partes para que se perfeccione
En cambio en la gestión de negocios no existe un acuerdo de voluntades pues se necesita
que la iniciativa del gestor sea espontánea es decir sin conocimiento del dueño
a. ¿Hay contrato?
b. Si hay contrato, ¿debe ser tutelado por el aparato coercitivo del Estado?
c. ¿Debe producir efectos?
Existen dos posiciones:
Gamarra:
Cafaro y Carnelli:
Alcance de la discusión:
Son dos:
El poder normativo negocial tiene una función instrumental: es un medio de poner un acto la
capacidad jurídica. Es la herramienta con la cual la aptitud de ser titular de relaciones
jurídicas se concreta en la realidad.
Puede existir capacidad jurídica sin poder normativo, sin posibilidad de crear normas, pero
en cambio la falta de capacidad jurídica impide toda creación normativa
Para cada uno de los elementos del contrato se requieren una serie de requisitos:
- Respecto de la capacidad
● Que los sujetos que forman el contrato sean racionales y tengan aptitud para
comunicarse
- Respecto de la causa
● Que exista
● Que sea lícita
Presupuestos de existencia.
Los presupuestos de existencia son factores que deben darse previamente para que
podamos responder si jurídicamente estamos frente a una relación que admita ser calificada
como contrato.
Se trata de circunstancias que no están dentro del contrato sino que por fuera del
mismo.
Para que haya una relación que pueda ser calificada como contrato debe haber:
a. una relación entre personas
b. a las cuales no se haya privado del poder de crear normas jurídicas para
regular esa misma relación
El primer aspecto se estudia bajo el nombre de capacidad jurídica y el segundo se
estudia bajo el nombre de poder normativo pues alude al poder de crear normas asignado
a los particulares por la norma de competencia.
Capacidad jurídica.
Tienen capacidad jurídica o capacidad de goce todos los individuos de la especie humana y
las organizaciones a las cuales el derecho reconoce personería jurídica tales como el
estado. Esta capacidad jurídica no debe confundirse con la capacidad de obrar. La
capacidad jurídica o de goce consiste simplemente en ser sujeto de derecho mientras que la
capacidad de obrar implica poder actuar por uno mismo los derechos y deberes que se
tienen.
Todos los sujetos tienen capacidad jurídica, pero no todos los sujetos tienen capacidad de
obrar, puesto que no la tienen menores de 18 años, los dementes ni los sordomudos que no
se puedan dar a entender por escrito.
Art 21: Son personas todos los individuos de la especie humana…
Capacidad de obrar
El punto diferencial clave entre la capacidad jurídica y la capacidad de obrar está dado por
el hecho de que la primera incide sólo sobre la posibilidad de ser titular, de estar inserto en
relaciones jurídicas, mientras que la capacidad de obrar refiere a la posibilidad de ejercer
por sí mismo tal titularidad o de generar por sí mismo tales situaciones jurídicas.
La capacidad jurídica es una condición de existencia del contrato mientras que la
capacidad de obrar opera como una condición de racionalidad de este.
Mientras la falta de capacidad jurídica implica la inexistencia del negocio, la falta de
capacidad de obrar genera la invalidez del contrato pero no su existencia.
La capacidad de obrar no puede ser un elemento del contrato pues alude a una cualidad
referente a las partes de éste, pero no a su estructura interna.
En tal sentido podría entenderse que la capacidad de obrar es un presupuesto
del contrato.
El Código Civil no regula caso a caso las aptitudes que configuran la capacidad de obrar
para cada sujeto sino que evalúa mediante índices genéricos
Índice etáreo: Si el sujeto está por encima de cierta edad la competencia evaluativa del
sujeto, producto de su presumible maduración biológica se da por sentada. Es necesario
para acceder a la capacidad de obrar tener 18 años o más.
A su vez, la ley divide a los menores de 18 años en dos categorías.
a. púberes (hombre mayor de 14 años y mujeres mayores de 12 años)
b. impúberes (menores de 12 o 14 años dependiendo el sexo)
Los púberes son relativamente incapaces, y los impúberes son absolutamente incapaces.
Índice sicológico: En base a este criterio se establece que los dementes son
absolutamente incapaces.
En el plano del Derecho Positivo no requiere que el sujeto esté declarado interdicto por el
Juez, basta que en los hechos sea demente. Es suficiente lo que suele llamarse la
demencia natural.
Se dividen los actos del incapaz en cuatro categorías según dos parámetros
INSCRIPCIÓN DE LA INTERDICCIÓN.
Cuando el incapaz contrata luego de haber sido declarado interdicto, pero antes de la
inscripción en el registro, debe darse preponderancia a la información registral.
INSCRIPCIÓN DE LA REHABILITACIÓN.
Índice comunicacional: Aptitudes del sujeto necesarias para entablar una comunicación.
Es decir para emitir mensajes comprensibles por sus destinatarios e interpretar los
mensajes recibidos de otros sujetos.
Es incapaz el sujeto que es sordomudo y no puede expresarse por:
a. Lenguaje escrito, cualquiera sea la lengua
b. Lenguaje de señas
Deben darse todas estas carencias para que le falte la capacidad de obrar, por lo tanto si no
sabe escribir pero no es sordomudo es perfectamente capaz.
ALCANCE DE LA CAPACIDAD
El sujeto con capacidad limitada tienen el mismo grado de capacidad de la que gozan los
capaces plenos, pero existen algunos actos que no pueden realizar.
Estos son los sujetos que alude el artículo 307 del Código. “El menor habilitado puede
ejecutar todos los actos y contraer todas las obligaciones de que son capaces los mayores
de edad, excepto aquellos actos y obligaciones de que una ley expresa lo declare incapaz”
a. Menores habilitados:
Son capaces para hacer toda clase de actos, salvo aquellos para los que expresamente la
ley los declara incapaces. Tienen capacidad limitada. Para estos actos no va a alcanzar con
su sola voluntad.
Art 310: Se requiere autorización judicial previa para realizar válidamente los siguientes
actos:
Por tanto:
- Respecto al peculio profesional: Bienes que los hijos adquieran por sus servicios
militares o eclesiásticos, o que adquieran por su trabajo o industria
Pueden hacer por sí mismo todos los actos del art 307.
No pueden hacer los actos del art 310 sin autorización judicial.
- Respecto de los demás bienes
Son incapaces relativos: deben actuar a través de sus representantes legales.
Capacidad especial
a. Incapacidad absoluta
→ Menores impúberes
→ Dementes
→ Sordomudos que no pueden darse a entender.
b. Incapacidad relativa
→ Menores púberes
Estadios intermedios → El CGP agregó a estas dos categorías rígidas de incapacidad una
serie de estados intermedios
El artículo 442 dice que se habilita al Juez a ejercer “facultades de protección” las que
pueden manifestarse en:
En el artículo 447 se prevé que aunque el juez “no adquiera convicción” de que debe
declarar incapaz al sujeto puede mantener las medidas dictadas por un plazo prorrogable
cuantas veces sea necesario, es decir, el sujeto puede seguir sin ser declarado incapaz e
igualmente quedar bajo un régimen de protección.
EFECTOS DE LA INCAPACIDAD.
Art 1560 CC. (...) Hay nulidad absoluta en los actos y contratos de personas absolutamente
incapaces. Cualquier otro vicio produce nulidad relativa y da derecho a la anulación del acto
o contrato.
Entonces: Nulidad relativa en el caso de incapacidad relativa (1280)
Nulidad absoluta en el caso de la incapacidad absoluta (1279)
Régimen especial para las restituciones:
Que el sujeto sea incapaz de obrar significa que no puede emitir consentimiento
válidamente por sí mismo.
Los remedios de la incapacidad de obrar son mecanismos previstos en la ley que
contrabalancear la imposibilidad de actuar por sí mismos, Los poderes y derechos del sujeto
serán ejercidos de alguna forma en la que sí genera validez.
Representación legal:
En el caso de los mayores de edad, la representación legal está a cargo de los padres o de
los tutores. Para los demás incapaces de obrar esa representación corresponde a los
curadores.
La falta de idoneidad del incapaz para realizar por sí mismo actos válidos es remediable a
través de un representante. El representante sustituye la voluntad del incapaz originando
que los efectos recaigan en el patrimonio del incapaz.
La idea es que a través de su representante, el incapaz pueda gozar de los mismos
poderes y derechos que cualquier otra persona.
Las hipótesis de limitación incluyen todos aquellos actos que de ninguna manera pueden
ser realizados por el representante legal, esto es ni siquiera con autorización o aprobación
judicial.
En cuanto a los padres esto ocurre respecto a la remisión de derechos de los hijos y la
fianza.
En el caso de los tutores y curadores es:
- De acuerdo con el artículo 412, los tutores y curadores tienen prohibido disponer
gratuitamente de los bienes muebles e inmuebles del incapaz salvo para “cortas
dádivas remuneratorias".
- Hacer remisión de los hechos del incapaz y obligar al incapaz como fiador.
AUTORIZACIÓN JUDICIAL
a. El art 271. Respecto a la patria potestad establece una serie de actos que sólo
pueden realizarse “previa autorización del juez”.
- Enajenación de bienes raíces, la constitución de derechos reales en general.
b. El art 272 extiende el mismo régimen a los ganados que forman el establecimiento
rural.
c. Art 395 CC prevé lo mismo respecto de los tutores, pero lo extiende a todos los
bienes muebles cuyo valor exceda las 500 UR
d. El art 401 requiere autorización judicial para la celebración de contratos de
transacción o para tomar préstamos.
APROBACIÓN JUDICIAL
Se encuentra en el artículo 1656 referente a ciertas donaciones que los menores púberes
pueden realizar. Los menores que contraen matrimonio (púberes) también quedan
habilitados excepcionalmente, aun antes del matrimonio, para realizar un tipo específico de
contrato: las donaciones por causa de matrimonio
Los esposos pueden hacerse donaciones recíprocamente o uno de ellos al otro, antes de
contraer matrimonio, de los bienes presentes o de los que dejaren a la muerte.
En caso de ser alguno de ellos menor de edad, les bastará que concurran al
otorgamiento la persona o personas cuyo consentimiento necesita el menor para contraer
matrimonio.
El poder normativo negocial tiene una función instrumental: es un medio de poner en acto la
capacidad jurídica.
El individuo está dotado de capacidad jurídica genérica y abstracta, es efectivo titular de la
relación creada a través del ejercicio de poder normativo.
Puede existir capacidad jurídica sin poder normativo (sin posibilidad de crear normas
jurídicas), pero en cambio la falta de capacidad jurídica impide toda creación normativa.
CAPACIDAD DE OBRAR Y PODER NORMATIVO NEGOCIAL
El poder normativo negocial es conferido por la ley a los sujetos en cuanto tales.
En cambio la capacidad de obrar es conferida por la ley en razón de ciertas aptitudes de los
sujetos: madurez, sin defección psíquica y en condiciones de exteriorizar su voluntad en
forma escrita en caso de tratarse de un sordomudo.
No es necesario tener capacidad de obrar para tener poder normativo, pero sí para
su ejercicio.
Si un individuo no tiene capacidad de obrar igualmente tiene poder normativo, pero su
ejercicio no podrá efectivizarse mediante la propia actuación sino a través de una persona
distinta (representante legal)
La donación y la compraventa entre cónyuges están prohibidas según los artículos 1657 y
1675. “Toda donación de cónyuge a otro, durante el matrimonio será nula.
Prohibiciones también rigen respecto de venta de padres, tutores y curadores a los
incapaces bajo su cuidado (art 1676), o la compra por parte de esos representantes de los
bienes de sus representantes, o la compra por parte de jueces, actuarios, alguaciles y
procurador.
➔ Doctrina clásica
La doctrina clásica sostenía que estas prohibiciones se trataba de casos de incapacidad de
obrar especial
Repercuten en base a los siguientes artículos:
El artículo 1281 alude en general cuando prevé que “hay otras incapacidades especiales
que consisten en la prohibición que la ley ha impuesto a ciertas personas para ejecutar
ciertos actos”
El artículo 1675 está el capítulo “incapacidades especialmente relativas al contrato de
compraventa”
Pero esta categoría de incapacidad especial rechina, puesto que la capacidad de obrar es
una aptitud intrínseca del sujeto, entonces se tiene capacidad de obrar o no se tiene con
independencia de quién es la persona. Nadie duda que los cónyuges son perfectamente
capaces de realizar los actos prohibidos cuando celebren contratos sujetos, el problema
solamente surge cuando quieren hacerlo entre sí.
→ Esto no puede ser un defecto de capacidad pues atañe a una relación externa y no a
algo interno del sujeto.
No existe un acuerdo entre las diferentes doctrinas sobre qué significan y qué
consecuencias tienen estas prohibiciones. Existen distintas teorías:
Doctrina clásica
La doctrina clásica sostenía que se trataban de casos de incapacidad de obrar especial, sus
fundamentos se encuentran en:
- Art 1281 CC: “Además de las incapacidades declaradas por los artículos
precedentes, hay otras especiales que consisten en la prohibición que la ley ha
impuesto a ciertas personas para ejecutar ciertos actos.
- Art 1675: está en el capítulo “incapacidades especialmente relativas al contrato de
compraventa
La capacidad de obrar es una aptitud intrínseca del sujeto, un modo de ser del sujeto.
Por lo tanto:
- Legitimación receptiva
No interesa la titularidad del derecho, sino la relación que tienen dos personas. Su falta
incide en el negocio obligacional y causará invalidez (nulidad)
Entonces la falta de legitimación receptiva explicaría la prohibición de contratar que pesa
sobre ciertos sujetos. Lo que ocurre es que no obstante tener capacidad, los sujetos
carecen de legitimación receptiva.
Caffera plantea ¿qué quiere decir que un negocio jurídico sea prohibido?
Normalmente las conductas prohíbidas son seguidas por una sanción en el caso que se
realicen. Pero en el caso de cónyuges esto no pasa, lo que sucederá es que por más que lo
hagan no habrá contrato a los efectos jurídicos.
En la tesis de Caffaro y Carnelli (falta de poder normativo) se logran explicar las cosas de
una manera más satisfactoria. Prohíbir es excluir ese acto de la proposició
En la tesis de Caffaro y Carnelli (falta de poder normativo) se logran explicar las cosas de
una manera más satisfactoria.
Ellos plantean que no es un problema de capacidad ni de legitimación. Lo que ocurre es
que la ley ha privado a estos sujetos del poder de crear negocios jurídicos en estos casos.
Los cónyuges carecen de competencia para comprarse entre sí.
- Por ello no es admisible que la fuente de prohibición del poder normativo se radique
en un procedimiento lógico de analogía.
- Esto es así porque el principio general de libertad del sujeto para regular por sí
mismo sus intereses mediante reglas jurídicas de origen voluntario sólo admite,
lógicamente, excepciones particulares específicas, de modo que no cabe aceptar
una privación total de esa libertad mediante una prohibición genérica negocial.
-
- En el objeto ilícito la prohibición está dirigida a la prestación, esto es, a la conducta
debida. Lo lícito o ilícito será la prestación considerada en sí misma, con
prescindencia de la competencia normativa del sujeto. La prohibición en el objeto
ilícito no es particular a un sujeto ni específica de una modalidad negocial.
- Si a pesar de ser ilícito el objeto del negocio el sujeto desarrolla la conducta debida
sin tener conciencia de dicha ilicitud, obtendrá la restitución de la prestación
verificada, lo que no ocurrirá si concluyó el negocio a sabiendas de la ilicitud de su
objeto (art. 1565).
CONSENTIMIENTO
El consentimiento es definido por el artículo 1262 como “la suma de propuesta más
aceptación” Es un elemento que requiere de la acción de los dos otorgantes, se exige el
“consentimiento de partes” como nos recuerda el art 1261.
Antes del elemento de la propuesta nos encontramos en un período precontractual, en
donde se hallarán las tratativas.
En las tratativas los sujetos se relacionan con la finalidad de considerar una futura
posibilidad de llegar a un acuerdo, y es además una fase instrumental o preparatoria del
consentimiento.
A diferencia de la propuesta, que es la manifestación que hace una de las partes de querer
constituirse en alguna obligaciones para con la otra, aquí existe una declaración de voluntad
de contraer.
El consentimiento es definido por el artículo 1262 como “la suma de propuesta más
aceptación”. Justamente no habrá consentimiento sin que la propuesta de una parte haya
sido aceptada por la otra parte”
Es un elemento que requiere de la acción de los dos otorgantes “consentimiento de
partes” que nos recuerda el artículo 1261.
Además el artículo 1261 define al consentimiento como “concurso real de voluntades” y
el artículo 1247 establece al consentimiento como “convención”
¿Voluntad o declaración?
¿Qué es lo esencial, la voluntad de las partes o su declaración?. Si uno lee el artículo 1246
encontraríamos la idea del acuerdo como “concurso real de voluntades” pero la voluntad es
algo interno de los sujetos y por lo tanto es algo que que no podemos percibir o observar
por lo tanto podemos llegar a la conclusión de que lo importante es que se debe de tratar de
un acuerdo de dos declaraciones.
Declaracionismo
Propuesta:
La propuesta es el evento que inicia el proceso de formación del consentimiento.
Es una declaración de voluntad que contiene el programa completo del contrato propuesto,
no sólo la obligación que el proponente pretende asumir. Es decir la propuesta contiene
todo el conjunto de normas privadas que el proponente ofrece para regular la relación
contractual que se creará con el destinatario de esta.
Características de la propuesta:
Usualmente se encuentran propuestas dirigidas al público en los sitios web, en las vidrieras,
en los diarios, etc. Sin embargo históricamente esas propuestas no fueron consideradas
verdaderas propuestas.
Una propuesta de contratar hacia sujetos indeterminados para gran parte de la
doctrina no es una verdadera propuesta.
Gamarra sostiene que en general se entiende que la exposición de mercadería aun
indicándose el precio no constituye una propuesta sino un anuncio, que debe interpretarse
como invitación a contratar.
Sin embargo, a partir de la ley 17.250 de relaciones de consumo, las ofertas al público son
ahora propuestas de contraer eficaces y la aceptación de los sujetos que reciben la
propuesta perfeccionan el contrato, siempre que se trate de relaciones de consumo.
Entonces hay dos situaciones respecto a la propuesta dirigida al público:
La aceptación
Para que el proceso de formación del consentimiento continúe se requiere que la propuesta
sea aceptada mientras está vigente.
La aceptación es una declaración de voluntad. La aceptación es un posicionamiento
afirmativo frente a la propuesta. Se expresa diciendo un sí puro y simple.
Si la aceptación introduce cualquier modificación en la propuesta, por ejemplo altera
algún elemento, esta deja de ser una aceptación, sino que se importará una nueva
propuesta. (art 1267 CC).
1. Teoría de la declaración
2. Teoría del conocimiento
3. Teoría de la expedición
4. Teoría de la recepción
Teoría de la declaración
El contrato se perfecciona en el momento en que las dos voluntades coincidentes existen o
se manifiestan, normalmente sería cuando el aceptante declara que acepta. aún antes de
enviarle la aceptación al proponente.
i) “llega” alude al arribo físico de la aceptación al alcance de las manos del proponente
ii) “llega” alude al arribo de la aceptación al conocimiento del proponente
Hemos visto hasta ahora los tres componentes del proceso de formación del
consentimiento: propuesta, aceptación y recepción.
1. Retiro material
La propuesta es una manifestación de voluntad recepticia, por lo tanto no hay propuesta si
ésta no llega a su destinatario. Por ejemplo, le ordeno al correo que cancele la entrega
2. Revocación de la propuesta
Una vez que la propuesta llega al destinatario, el proponente tiene la facultad de revocarla
mediante una declaración y comunicación unilateral. Art. 1265 inc 2: hasta el momento de
formación de contrato “está en libertad el proponente de retractar su propuesta”.
3. Rechazo o modificación de la propuesta
Cualquiera de estos dos actos, de parte del destinatario cierra el proceso. Respecto al
rechazo por ser contrario a la aceptación, y respecto a la modificación debe haber
congruencia.
4. Vencimiento del plazo de la propuesta.
El proponente fija un plazo, en el cual si se vence y no recibió una aceptación, se
considerará extinguida.
5. Retiro material de la aceptación
El aceptante tiene la libertad de “retractar” su aceptación antes de que se forme el contrato.
Por lo tanto el aceptante interrumpe su transmisión al proponente para que no la reciba y el
contrato no se forme.
6. Muerte o incapacidad de una parte.
Hay dos situaciones:
i) muerte o incapacidad del proponente → En cualquier momento de formación del proceso
de formación del consentimiento, incluso puede ir hasta más allá.
ii) muerte o incapacidad del aceptante → Es en un período limitado, va hasta el momento de
haber aceptado.
De acuerdo al artículo 1265 del CCU que existe la libertad de revocar la propuesta. Sin
embargo, el mismo artículo establece una excepción, esta excepción se da si el proponente
“se hubiere comprometido a esperar contestación y a no disponer del objeto del contrato”.
En este caso no está la libertad de retractar su propuesta, esta es la llamada
propuesta irrevocable.
La propuesta irrevocable tiene que reunir todas las características de cualquier propuesta,
completa, seria, con los mismos requisitos que forma el contrato definitivo, etc.
¿Qué significa que la propuesta es irrevocable?
Con plazo:
Artículo 1265: Establece que “hasta ese momento (perfeccionamiento del contrato) está en
libertad el proponente de retractar su propuesta, a no ser que al hacerla se hubiere
comprometido a esperar contestación y a no disponer del objeto del contrato sino después
de desechada la oferta o hasta que hubiera transcurrido un plazo determinado”
Sin plazo:
Artículo 1266: Prevé que “en caso de respuesta tardía, el proponente que se ha
comprometido simplemente o sin plazo a esperar contestación, debe participar su cambio
de determinación.
De otro modo no podrá excepcionarse, fundando en la tardanza, contra validez del contrato.
Se considerará tardía una respuesta cuando no se da dentro de veinticuatro horas viviendo
en la misma ciudad., Residiendo en otra parte el que recibió la oferta, se mirará como tardía
la contestación que no se diere dentro de treinta días contados desde que se haya
transcurrido el tiempo necesario para que las dos comunicaciones llegaran a su destino”
El artículo 1265 menciona las dos variedades, con y sin plazo, cuando indica que el
proponente se comprometió a esperar la contestación hasta que sea “desechada la oferta”,
queda abierta la duda de si en el caso en que se comprometió a esperar sin plazo deberá
hacerlo eternamente hasta que el destinatario se le ocurra desechar la oferta.
Hay un consenso en que el código rechaza esa figura de perpetuidad.
Art 1266: si no manifestó su voluntad de no esperar sin límite “no podrá excepcionarse,
fundado en la tardanza contra la validez del contrato”. Entonces, sí manifestó su voluntad de
no esperar sin límite y pasó a regir el plazo supletorio del 1266 SÍ podrá excepcionarse
contra la validez del contrato fundado en la tardanza. Lo mismo aplica en la propuesta
irrevocable con plazo desde su origen.
Declaración expresa:
Directamente tiene como referencia la existencia de una cierta voluntad el contenido de una
cierta regla.
Si digo “me obligo a estar en Buenos Aires a las 3” el significado directo (la declaración
expresa) es que adopto la regla según la cual es mi deber estar en buenos aires a las 3.
Declaración tácita
La voluntad declarada tácitamente se conoce mediante una inferencia a partir de un acto no
orientado a manifestarse directamente. Siguiendo el mismo ejemplo me obligo a no estar en
Montevideo a las 3.
El silencio
- Art 2053 inc 3: El mandato puede ser expreso o tácito. El tácito tiene lugar cuando el
dueño del negocio está presente o sabe la gestión que otro hace por él y calla o no
lo contradice”
- Art 2059: “Las personas que por su oficio, profesión y modo de vivir se encargan de
negocios ajenos, están obligados a declarar lo más pronto posible si aceptan o no el
encargo que una persona ausente les hace y transcurrido un término razonable, su
silencio se mirará como aceptación
- Art 2294 inc 2 “Vale sin embargo, la prenda de cosa ajena, cuando el dueño, capaz
de contratar, presta su ratificación o estando delante calla y no contradice” ç
VICIOS DEL CONSENTIMIENTO
Son:
a. Que sea emitido por sujetos con capacidad de obrar.
b. Que no presente vicios (dolo, error, violencia)
c. Que, si la ley exige solemnidad para su emisión, ella se cumpla.
El artículo 1269 señala tres tipos de vicios que impiden la validez del consentimiento:
“El consentimiento no es válido cuando ha sido dado por error, arrancado por
violencia o sorprendido por dolo”
EL ERROR
El error es una discordancia entre las cosas como son y la percepción que tenemos de
ellas.
- Error de Derecho:
Basta la posibilidad de conocer el Derecho para que éste se aplique, no siendo necesario su
efectivo conocimiento. Ejemplo: si creo que el plazo que la ley me impone para entregar la
cosa es de diez días, pero la ley en realidad me imponía entregarla de inmediato no puedo
alegar ese error para excusar mi falta de entrega.
- El error de aritmética
Si digo que compro cien hectáreas a mil dólares cada una y que por tanto debo pagar
ochenta mil dólares, ello no vicia el consentimiento, sino que “sólo da lugar a su reparación”
esto es, debo pagar cien mil
- El error de hecho sobre cualidades secundarias no determinantes
Refiere a algún aspecto no incluído en el listado de errores relevantes del artículo 1271.
Compro una lapicera pensando que era de tinta roja porque era lo que necesitaba, pero no
le aviso al vendedor que el que sea de tinta roja es determinante de mi compra.
Gamarra divide a los dos primeros (error sobre la especie del contrato y error sobre la
identidad del objeto) en error-obstáculo. La razón es porque si entendiéramos al
consentimiento como un acuerdo de voluntades no habría consentimiento (sería un
obstáculo a la formación de éste) → En la hipótesis de Gamarra esto es nulidad absoluta.
También en el vicio por violencia
Los casos de error sobre la cualidad esencial y el error sobre una cualidad secundaria
determinante son casos de error-vicio. Estos son vicios del consentimiento no obstáculos.
La diferencia entre estos dos casos de error-vicio es que, en el caso del error en la
sustancia o cualidad esencial no se precisa probar que esa sustancia o cualidad esencial
fuera el motivo principal para contratar, ello se da por supuesto. En cambio en el caso de
error de la cualidad secundaria se debe probar que ese error fue determinante para el que
erró y que la otra parte lo sabía.
CONSECUENCIAS DEL ERROR RELEVANTE. DOCTRINA CLÁSICA
Las dos primeras hipótesis son casos de nulidad absoluta o inexistencia, porque no se
firma el consentimiento:
Doctrina clásica:
Las hipótesis de error sobre la especie del contrato y sobre la identidad de la cosa son
casos de ERROR-OBSTÁCULO: el consentimiento no se forma y su consecuencia será la
nulidad absoluta.
En las hipótesis de error sobre la cualidad esencial de la cosa o sobre una cualidad
secundaria determinante y conocida por la otra parte son casos de ERROR-VICIO.
Justamente el consentimiento si se forma pero está viciado y su consecuencia será la
nulidad relativa.
Caffera:
Las cuatro hipótesis son casos de error vicio. Es decir en todos los casos el consentimiento
se forma ya que si aceptamos la tesis declaracionista del consentimiento, en todos los
casos lo declarado es coincidente. El error aparece al nivel de la voluntad.
Los cuatro son casos de ERROR-VICIO del consentimiento y su consecuencia es la nulidad
relativa.
EL ERROR INEXCUSABLE
¿Qué pasa si la víctima del error lo padece porque no fue cuidadoso al analizar el objeto del
contrato?
Esta es la pregunta acerca del llamado error inexcusable, es decir la falla de conocimiento
de la cual el sujeto no puede ser excusado.
- La doctrina toma el artículo 1561 en sede de nulidades, para derivar un principio que
se puede extender a esta área “La nulidad absoluta… puede alegarse por todo el
que tenga interés en ello, excepto el que ha ejecutado el acto o celebrado el
contrato, sabiendo o debiendo saber el vicio que lo invalidaba”
Es decir, no se puede escuchar lo que alega su propia culpa.
EL DOLO
La solución tradicional: para configurar el dolo no alcanza con la simple mentira, sino que se
requiere una puesta en escena para convencer esa mentira.
Los autores dicen que no es la mera afirmación de lo falso sino que requiere la conciencia
de la falsedad y la intención de engañar.
Propuesta de Caffera:
a. El dolo consiste en una mentira determinante de una parte que lleva a otra a
contratar
b. Esa mentira puede estar acompañada o no de una puesta en escena
c. El dolo puede invocarse como causal de nulidad cuando esa mentira produjo un
error inexcusable en la otra parte: cuando actuando con diligencia media esa parte
podría haber descubierto el engaño.
¿Qué ocurre cuando en vez de mentir simplemente callo una información clave que
conocía?
Esto no es dolo puesto que no hay palabras ni maquinaciones ni mentiras.
En el caso de callar una información que conocía y estaba obligado a proporcionar hay dolo
por reticencia.
Lo que dicen los autores es que para que exista ese dolo por reticencia la persona que
omite informar debía estar obligada a dar esa información. Sin embargo eso mismo diluye
toda esta doctrina. Al ser la reticencia en esos casos la violación de un deber ella tendrá su
régimen de sanciones como tal. Podrá pedir el pago de daños y perjuicios o pedir la nulidad.
Gamarra entiende que la nulidad no es una sanción.
VIOLENCIA
a. Violencia física, que consiste en una “fuerza física irresistible” aplicada sobre la parte
para compeler a consentir (se le lleva la mano para firmar)
b. Violencia formal, cuya esencia es la amenaza con un mal inminente y grave.
A diferencia del dolo la violencia puede venir de la contraparte o de cualquier tercero sin que
por ello deje viciar el consentimiento
En cuanto a sus efectos la amenaza debe producir un temor, este temor debe ser:
1. Fundado (creíble)
2. Que cause impresión (1273) lo cual se juzga teniendo en cuenta las características
de la contraparte y no un tipo abstracto de persona media.
Consecuencias de la violencia
Gamarra y la doctrina han planteado que la violencia física y la moral generan distintos
tipos de invalidez. La violencia física supone la ausencia de consentimiento, pues no hay
voluntad del sujeto víctima y por lo tanto es absolutamente nulo.
En cambio la violencia moral no elimina la voluntad sino que la hace imperfecta por ello da
lugar a la nulidad relativa.
Caffera: Al igual que al considerar el tema del “error-obstáculo”, sólo si el consentimiento se
concibe como voluntad interna de la misma esa doctrina es plausible. Si se considera que el
comportamiento es la declaración, no hay problema de concebir declaraciones coincidentes
(consentimiento) aunque una de las partes no exista y la manifestación sólo sea el producto
de una fuerza física irresistible. En tal caso ambos tipos de violencia producen nulidad
relativa.
Una cosa que diferencia a la violencia del dolo, es que la violencia que afecta la validez del
consentimiento puede venir tanto de un tercero como de la contraparte.
Esta diferencia es muy importante. Puesto que el tercero puede estar totalmente
desvinculado de la contraparte y esta última puede encontrarse sorpresivamente con que el
contrato es nulo sin que haya tenido noticia de la violencia
LA LESIÓN
El código civil Uruguayo rechaza expresamente a la lesión como un vicio del consentimiento
en el artículo 1277 “la lesión por sí sola no vicia el consentimiento”
La lesión es la desproporción grave entre el valor dado de una cosa o servicio por
las partes y el valor que se le da generalmente en la comunidad a ese objeto o servicio.
Al decir el 1277 que esa desproporción no afecta la validez del contrato está indicando que
cualquiera sea el valor que las partes asignen a las prestaciones, el mismo es válido.
Código Civil:
Art 1282 “El objeto de los contratos es el objeto de las obligaciones que por ellos se
contrajeren. No pueden ser objeto de los contratos las cosas o los hechos que estén fuera
del comercio de los hombres”
Art 1261 “Para la validez de los contratos son esenciales los cuatro requisitos siguientes:
1. Un objeto lícito
2. Suficientemente determinado que sirva de materia de la obligación.
Distintas definiciones de objeto a las que pueden aplicarse los requisitos. ¿Es útil la
definición del código Uruguayo?
“El objeto de los contratos es el objeto de las obligaciones que por ellos se contrajeren”
Para desplazar la pregunta desde el objeto del contrato al objeto de las obligaciones:
a. El primer candidato es el que propone el propio Código “el objeto de los contratos
es el objeto de las obligaciones que por ellos se contrajeren” (art 1282). Esto nos
daría uno de los resultados posibles que es el objeto del contrato sean las conductas
debidas (las prestaciones), si tomamos la llamada tesis jurídica.
Gamarra analiza el objeto del contrato como el objeto de la obligación, afiliándose a la tesis
jurídica, el objeto del contrato son las conductas debidas, las prestaciones
b. El segundo candidato es que el objeto del contrato es la norma jurídica que forma
su contenido. El contrato es una declaración normativa por la cual las partes crean
una regla que las gobierna: esta regla es el objeto del contrato
Cual sea la versión que se tome, en definitiva, no hay problema para entender la regulación
del código pues las tres acepciones satisfacen la condición de poder ser la esencia de las
cualidades de determinación, posibilidad y licitud.
Para Caffera los requisitos de posibilidad y determinación en realidad son requisitos
de existencia y no de validez, puesto que sin ellos no hay objeto en ningún sentido
jurídicamente relevante.
POSIBILIDAD
El artículo 1284 establece que es física imposible el hecho que es contrario a la naturaleza”
Esto quiere decir que la posibilidad física del objeto no puede ser contraria a las
leyes de la naturaleza.
Se exige que la imposibilidad sea absoluta y objetiva y que no constituya mera dificultad.
Imposibilidad absoluta: Esto significa que no existe ningún medio de superarla. Por
ejemplo, si se trata de entregar un bien en otra ciudad, que no haya ninguna vía de ninguna
especie para acceder a ella, si hay una vía por más tortuosa que sea no existirá esa
imposibilidad.
Imposibilidad objetiva: Implica que para todo sujeto sea imposible realizarlo. Si para el
concreto deudor es imposible pero para otra persona es posible, entonces no hay
imposibilidad en el sentido jurídico
En las obligaciones de dar, la imposibilidad física se manifiesta cuando se obliga a dar algo
que no existe y que no es posible que exista. Pero justamente las cosas futuras son un
nudo en esta cuestión, puesto que si se puede celebrar un contrato sobre cosas que van a
existir más adelante: cosas futuras.
El artículo 1283 alude a las cosas futuras como “aquellas que se espera que existan”
siempre que estén determinadas”. Es decir la cosa futura es aquel tipo de entidad posible
de pertenecer al mundo pero no se presenta en el mismo como real.
Un claro ejemplo es el parto de un animal.
¿Nulidad o existencia?
Para Caffera que está en contra de la doctrina mayoritaria, la imposibilidad física del objeto
genera la inexistencia de este y del contrato, no su invalidez. Ello porque no es concebible
una norma que prescriba hacer algo imposible, sólo lo que es posible. Si no hay norma, no
hay objeto del contrato, entonces no hay contrato.
Para la doctrina mayoritaria estamos frente a un caso de nulidad absoluta.
La posibilidad jurídica también llamada idoneidad genérica del objeto es mencionada por el
artículo 1282 CCU.
Ello ocurre cuando dicha norma exige que las cosas que se darán o los hechos que se
ejecutarán “no estén fuera del comercio de los hombres”. Entonces el objeto es
jurídicamente posible cuando está dentro del comercio de los hombres
¿Qué bienes están fuera del comercio de los hombres?
a. En las obligaciones de dar, que las cosas que se deben entregar estén determinadas
a lo menos en cuanto a su género y en cuanto a cantidad que el contrato de reglas
para determinarla.
b. En las obligaciones de hacer que “los hechos sean determinados”
La licitud es descrita por el artículo 1284 bajo el nombre de imposibilidad moral del objeto.
Es ilícito el objeto:
a. Contrario a la ley
En este contexto debemos entender todas las normas constitucionales y legales sin
embargo el código se refiere sólo a las que son de orden público. Esto lo hace en base al
artículo 11 del CC “no pueden derogarse por convenios particulares, las leyes en cuya
observancia están interesados el orden público y las buenas costumbres”
Criterio formal: Es cuando la propia ley dice que es de orden público. Por ejemplo el
artículo 1 de la Ley de Relaciones de Consumo.
Criterio sustancial:
Aquellas leyes que dictan normas de conducta fundadas en el interés público o interés
general, y es el intérprete quien debe decidir.
b. Contrario al orden público
En este punto ya no estamos hablando de leyes de orden público sino del orden público en
sí mismo.
El orden público son los principios y valores que gobiernan a la comunidad y le dan su
identidad.
Caffera plantea que se trata de un problema político, puesto que a nadie se le ocurre que
sean los juristas los que definan qué es orden público. Los únicos canales democráticos
para establecer el orden público es cuando una ley expresamente lo establece.
c. Contrario a las buenas costumbres
Existe un consenso en que esta idea alude a la moral media. Se trata de lo que a nivel de la
comunidad es considerado moralmente bueno.
En estos casos el juez debe decidir:
● Si un determinado hecho debe ser considerado como moralmente reprobable
- Debería fundamentar su decisión en algo mucho más amplio que su mera
conciencia o lo que se considera “bueno” en sí mismo.
- Se trata de que indague la conciencia moral media en Uruguay.
El artículo 1285 dispone que “el derecho a suceder por causa de muerte a una persona viva
no puede ser objeto de ningún contrato”. Esta prohibición prohíbe cualquier clase de
contrato que tenga por objeto suceder por causa de muerte a una persona viva.
- Pacto de institución: Una persona conviene con otra en dejarle todo o parte de su
herencia.
- Pacto de disposición: Antes de que el causante haya fallecido el heredero presunto
o futuro enajena a otra persona su derecho a la totalidad de la sucesión, a una parte
alícuota de la misma o a un objeto determinado
- Pactos de renuncia: El presunto heredero renuncia anticipadamentea un futuro
derecho suces
CONSECUENCIAS:
CAUSA
La causa es la razón justificativa del contrato: el interés que la operación contractual está
dirigida a satisfacer.
De acuerdo con el artículo 1261, la “causa inmediata de la obligación” es un elemento del
contrato. La tesis subjetiva que habría seguido nuestro codificador define a la causa como la
finalidad inmediata y abstracta que persigue cada parte al obligarse.
¿QUÉ ES LA CAUSA?
Distintas teorías:
Según el artículo 1287 “en todo contrato oneroso, es causa para obligarse cada parte
contratante, la ventaja o provecho que le procura la otra parte. Si el contrato es gratuito, la
causa se encuentra en la mera liberalidad del bienhechor.
De acuerdo con la doctrina subjetiva clásica, lo único que importa en los contratos
onerosos es que cada tenga el propósito, abstractamente considerado, de que la otra parte
se obligue hacia ella, sin importar en qué consiste concretamente la obligación de esa parte.
Lo mismo en los contratos gratuitos, sólo importa la “mera” finalidad de dar un
beneficio sin recibir nada a cambio, pero no importa qué beneficio concreto se quiere dar.
Además, sólo es relevante la finalidad “inmediata”. Esto es, tampoco importan los
motivos y móviles que llevaron a otorgar, ni las finalidades mediatas o ulteriores que se
persigan.
Esta teoría ofrece una noción de causa carente de interés práctico. Termina justificando la
validez de un contrato que persigue un fin claramente inmoral. Algunos críticos entienden
que es necesario extender el concepto de causa hacia motivos con el fin de moralizar el
contrato.
La noción de causa es equivocada, ya que los contratos bilaterales las dos obligaciones
nacen simultáneamente, por lo tanto, no puede, una ser causa de la otra.
En esta nueva concepción de la causa, ya no es el fin que persigue cada parte sino la
función económica-social del contrato en su conjunto. Deja de ser la voluntad y pasa a ser
el acto social del contrato.
Justamente es objetiva porque no toma en cuenta la finalidad de los sujetos sino la función
del negocio.
La causa objetiva sigue siendo abstracta pues la función económica se individualiza para
tipos contractuales y no para cada contrato concreto.
Esta teoría no cierra y no es acorde a las disposiciones del Código Civil Uruguayo.
Además la completa identificación de la causa con el tipo contractual significa que todos los
contratos nominados son socialmente útiles, por lo tanto, nunca podría existir una causa
ilícita.
3. TEORÍA DE LA CAUSA CONCRETA Y LA OPERACIÓN ECONÓMICA
Esta es una secuela de la teoría objetiva de la causa, mientras que la causa objetiva clásica
era la función económico-social del contrato, la causa concreta es descrita como la función
económica-individual del contrato concreto que se quiere celebrar.
En tanto es una secuela o derivación de la teoría objetiva de la causa, tendrá los mismos
problemas en cuanto a la adecuación sobre nuestro Derecho Positivo.
La idea de causa concreta es una duplicación inútil del concepto de consentimiento.
Para Gamarra: La utilidad de la causa concreta es la de proveer un índice de interpretación
de la declaración negocial. Por ejemplo, si una parte declara que adquiere X insumos de
otra y no está del todo claro si ciertos insumos entran o no dentro de los comprados, el
conocer la finalidad concreta de la adquisición ayudaría a despejar esa duda.
Para Caffera: Esto no tiene relación con la causa. La interpretación contiene siempre
necesariamente un componente de finalidades del consentimiento. ¿Qué finalidades? No
las interiores, sino las que “resultan del acto”. Y estas finalidades siempre fueron tenidas en
cuenta en sede de interpretación del contrato, por lo que este concepto de causa no es útil.
Además en otro plano, parecería imposible determinar en qué consiste la operación
económica puesto que la definición que se nos presenta es demasiado vaga.
El código alude a dos posibles vicios de la causa que son la falsedad y la ilicitud. De
acuerdo con el artículo 1288 “la obligación y por consiguiente el contrato que se funda en
una causa falsa o ilícita no puede tener efecto alguno.
a. Causa errónea
Por tratarse de una finalidad irrealizable.
Por ejemplo, me obligo a dar un bien para saldar una deuda de dinero, pero la deuda no
existe. La finalidad, que es pagar la deuda, es irrealizable.
b. Causa simulada
Por ser distinta a la causa verdadera que permanece oculta y no es postrada por las partes
hacia su entorno. Por ejemplo, digo que vendo un bien pero en realidad lo estoy donando.
La causa puede ser ilícita en dos sentidos:
b. Obligación preexistente
La ilicitud deriva de que la obligación existía antes del contrato en virtud de otra fuente y lo
que es ilícito es la finalidad de obtener una nueva ventaja.
Por ejemplo, un funcionario corrupto, decide pedir un precio para realizar un acto que ya
estaba obligado por la ley a hacerlo.
LA ETAPA PRECONTRACTUAL
La regla general es que en esta etapa precontractual, es decir antes del perfeccionamiento
del contrato existe una libertad de acción, es decir existe total libertad.
Lógicamente si existe esta libertad no existiría ningúna obligación en esta etapa, puesto que
no se reúne ninguno de los elementos (causa, consentimiento y objeto).
La regla general es que cualquiera de las partes puede retirarse de las tratativas, no existen
deberes jurídicos acerca de cómo actuar en esas tratativas.
Además Gamarra agrega a la discusión que si existiesen obligaciones en este
período no estaríamos frente a una etapa precontractual sino a un mero contrato preliminar.
Pero en realidad, existe responsabilidad en esta etapa precontractual.
En el código Civil Uruguayo no hay una regulación sistemática del tema, pero se encuentran
varias excepciones a la regla de la libertad precontractual:
Artículos 1672, 1717 y 1721 en materia de compraventa, que condenan a pagar daños y
perjuicios al vendedor que antes de otorgarse el contrato no informa que el objeto pereció y
que está gravado.
Artículo 1762: En sede de cesión de crédito, que condena al cedente que conoce la
insolvencia del deudor y no lo informa al cesionario.
Artículo 1804: Que condena al arrendador que conoce o debía conocer los vicios de la cosa
arrendada y no los informa al arrendatario
Artículo 2075: Que condena al mandatario que contrata fuera de los límites de su poder sin
informar a la contraparte
Es abandonar las negociaciones sin dar una justificación después de haber creado una
fuerte confianza en que el contrato se celebraría. Esto es actuar deslealmente y por tanto
hay responsabilidad.
Esto genera dos problemas:
a. Genera temor de entrar en tratativas por miedo de quedar atado como responsable
b. El daño que se evita con la consagración de esta figura es mínimo
Caffera plantea que genera un temor inútil y constriñe a las comunicaciones durante las
tratativas. Las partes deben operar con mensajes rígidos y llenos de advertencias (este
mensaje no es vinculante, está sujeto a acuerdo, etc).
Pero la jurisprudencia aplica el principio general de buena fe del artículo 1291 hacia la
etapa precontractual. En esta etapa precontractual ¿cuándo no hay buena fe?
Requisitos de responsabilidad:
- Que exista confianza legítima y razonable de una de las partes en la formación del
contrato
- Que haya un receso injustificado de la otra parte
- Que exista un daño que haya sido provocado por la interrupción
Falta de presupuestos:
1. La falta de capacidad jurídica implica que la relación no se ha entablado entre dos
personas, dos sujetos de derecho.
2. La falta de poder normativo negocial en una o ambas partes significa que las
mismas no están autorizadas por el Derecho para crear relaciones contractuales
entre sí. Por ejemplo una donación entre cónyuges
3. Falta de causa: Alude a que en realidad las partes o una de ellas no persigue la
finalidad relevante
Para Caffera a diferencia de Cafaro y Carnelli que para ellos la falta de presupuestos y la
falta de elementos del contrato constituyen la lista completa de casos de inexistencia del
contrato dice que las situaciones de objeto indeterminado y objeto imposible también
son situaciones de inexistencia del contrato.
VALIDEZ Y NULIDAD
Un contrato es válido cuando todos sus elementos reúnen todos los requisitos de validez, es
decir todas las características que la ley exige para considerar válido al contrato en su
totalidad.
Requisitos de validez.
Para cada uno de los elementos del contrato se requiere una serie de requisitos:
● Respecto de la capacidad
- Que los sujetos que forman parte del contrato sean racionales y tengan aptitud para
comunicarse
● Respecto del consentimiento
- Que no esté afectado por dolo, violencia o error
- Que si la ley impone cierta forma especial para que se exprese (solemnidad) la
misma se cumpla.
● Respecto al objeto:
- Que sea posible
- Que sea determinado
- Que sea lícito
● Respecto de la causa
- Que exista
- Que sea lícita
Los requisitos de validez del contrato son las características que deben tener los elementos
estructurales.
Contrato perfecto.
Cuando el contrato es perfecto el contrato es válido, y es así porque reúne todos los
elementos esenciales y cumple con todos los requisitos de validez.
Nuestro código Civil estableció las características estructurales que tiene que tener
todo contrato para ser válido, dando así un modelo de contrato perfecto. ARTÍCULO 1261
Justamente la validez del contrato es la adecuación a los requisitos que el Derecho exige
a un acuerdo para darle en el plano jurídico las mismas consecuencias que sus otorgantes
desean darle.
Por otro lado la eficacia del contrato es su aptitud para crear efectos, obligaciones, sean
estas iguales o distintas a las queridas por los otorgantes
La validez supone un juicio de corrección mientras que la eficacia supone un juicio
que constata simplemente si se producen o no efectos.
Los contratos válidos pueden ser eficaces o no, producir efectos o no. Si los
producen, esos efectos serán idénticos a los queridos por las partes. Pero que un contrato
sea válido no supone que necesariamente deba producir efectos.
Para saber si un contrato es eficaz hay que preguntarse ¿los sujetos que se pretende que
queden obligados son los mismos que otorgan el contrato o estaban legitimados por ellos
para hacerlo? Si la respuesta es sí, el contrato es eficaz, si es no, el contrato es ineficaz.
Entonces yo puedo tener un contrato válido que sea eficaz o no, por ejemplo un contrato
con un menor impúber. Si es válido y eficaz habrá efectos y esos efectos coincidirá con los
querido por las partes.
Además tengo contratos relativamente nulos que también pueden ser eficaces cumpliendo
con los requisitos de eficacia, o ineficaces. Si es eficaz pero es nulo habrán efectos no
coincidentes con lo querido por las partes.
Pero los contratos absolutamente nulos son necesariamente ineficaces porque justamente
no producen efecto ninguno.
Cuando un contrato no cumple todos los requisitos de validez es un contrato nulo o inválido.
Justamente porque está incompleto, es imperfecto y tiene un vicio en su estructura.
La consecuencia de que un contrato tenga un vicio va a ser la nulidad. Existen dos tipos
de nulidad, la absoluta y la nulidad relativa.
NULIDAD ABSOLUTA
CAUSALES
Respecto al objeto y la causa ilícita hay una clara contrariedad respecto de las normas de
orden público. Es claro que sería una contradicción que se permitiera pactar entre dos
particulares la realización obligatoria de una conducta que se prohíbe en el plano general.
Por otro lado el hecho de que la falta de solemnidad genere nulidad absoluta es establecida
por razones de interés general, justamente el hecho de que se necesita escritura pública
para transacciones que intervienen inmuebles se trata en esencia de asegurar la
participación de un oficial público en una operación en que se transmite un tipo de bien
clave en la estructura del poder social como lo es la tierra. Si la solemnidad tuviese como fin
llamar la atención del propio interés de las partes sería clave para la nulidad relativa para
ese caso.
RÉGIMEN
3. La nulidad es insubsanable.
Ella no puede subsanarse ni por ratificación ni por el paso del tiempo.
CONSECUENCIAS:
La nulidad absoluta tiene como consecuencia que el contrato no produce ningún efecto
desde su origen, ineficacia originaria y perpetua. Es decir no nacen obligaciones, no se
transfieren derechos y las restituciones de lo pagado proceden.
NULIDAD RELATIVA
Las causales de nulidad relativa son despachadas por el código mediante una frase al final
del artículo 1560. Justamente es una categoría residual en tanto enumera las cuatro
causales de nulidad absoluta y dice que cualquier otra especie de vicio produce nulidad
relativa.
CAUSALES
Se exige autorización judicial para ciertos actos de los padres cuando actúen en
representación de hijos menores, tutores con tutelados, curadores con curatelados, etc. En
todos estos casos sabemos que hay nulidad pero no se establece qué tipo de nulidad y
dado que el artículo 1560 no incluye estos casos, se rige por la categoría residual.
RÉGIMEN
2. Solo puede ser alegada por aquellos cuyo beneficio está establecido.
El artículo 1562 establece que la nulidad relativa no puede ser alegada por otros individuos
que aquellos en cuyo beneficio la han establecido las leyes. Por eso se entiende que el vicio
de error sólo puede ser alegado por quien lo padeció.
Por confirmación
Hay que ver si es un negocio bilateral o unilateral. Se habla de ratificación de las partes
pero dice que para ser válida debe emanar de la parte que tiene derecho a alegar la nulidad
entonces parecería ser un negocio unilateral.
La confirmación la podemos ver como la extinción del defecto que afectaba el contrato. La
confirmación puede darse como cualquier declaración es decir de manera expresa o tácita.
Si se trata de un contrato solemne la confirmación debe revestir la misma solemnidad.
Liberación y repristinación.
Límites a la repristinación
Gamarra asimila inexistencia y nulidad absoluta. Por tanto, para él cuando faltan los
presupuestos de existencia o los elementos del contrato (no hay consentimiento o no hay
objeto, etc) estamos frente un contrato absolutamente nulo. Para él si no hay diferencia de
consecuencias jurídicas entre la nulidad absoluta y la inexistencia del contrato entonces
pueden ser tratadas como una única categoría.
Terceros adquirentes: En ambos casos hay que regirse por el artículo 1565. El tercero
adquirente de buena fe, que desconoce la nulidad del título de su predecesor. ve caer sobre
él la acción reivindicatoria. En este modelo se favorece los derechos del propietario sobre
el adquirente, esto no es ni más ni menos justo.
En cambio Caffaro y Carnelli dicen que lo que plantea Gamarra solo podría aplicarse para
los contratos nulos pero no para los inexistentes.
Entonces:
En caso de nulidad el artículo 1565.
En caso de inexistencia: Si el contrato no existía, la obligación de entregar el bien no existía
y por tanto si lo entregó realizó un pago indebido y tiene derecho a “repetir lo pagado” como
establece el artículo 1312, es decir tiene derecho a que se le devuelva.
Blengio plantea igual que gamarra que se hablaría simplemente de nulidad absoluta.
Plantea por su parte que los contratos absolutamente nulos no producen obligaciones y por
tanto lo que se pague en cumplimiento de los mismos es un caso de pago indebido por
tanto corresponde aplicar el artículo 1318. En caso de buena fe y título oneroso la
procrastinación no alcanza a estos terceros adquirentes.
SIMULACIÓN
Simular un contrato es una acción comunicativa conjunta, con al menos dos personas: los
simulantes.
Esta acción tiene como propósito generar en otros la creencia de que entre los simulantes
exista un contrato que en realidad no existe .
Absoluta: Que en realidad no exista ningún contrato, en cuyo caso se habla de simulación
absoluta.
Relativa: Que exista un contrato distinto del contrato simulado, en cuyo caso se habla de
simulación relativa. En este caso el contrato genuino existente entre las partes por detrás
del contrato simulado es denominado contrato disimulado.
En ambos casos de simulación existe entre los simulantes un acuerdo simulatorio. Este
acuerdo tiene doble contenido:
a. Por un lado engañar a los terceros respecto de la existencia del contrato simulado
b. Establece que el contrato simulado no vincula a las partes.
Por último está el concepto de causa simulandi, que es el fin o propósito que lleva a los
simulantes realizar el acto de simulación.
Básicamente nunca puede perjudicar a los terceros, nunca el negocio simulado puede ir en
contra de los terceros.
Prueba de la simulación
a. El método
El primer paso consiste en obtener indicios, es decir datos que habiliten a presumir a partir
de ellos la existencia de una simulación.
El método consiste en contrastar la situación real que estemos analizando con una
situación ideal en que no hubiera simulación. Así por lo general es quien adquiere un bien lo
recibe materialmente, si el enajenante conserva el bien supuestamente enajenado hay un
indicio de simulación.
La prueba de la simulación se completa con una típica acción de interpretación
constructiva por parte del Juez. Es decir para entender lo que las partes hicieron, el juez
usualmente proyecta sobre los hechos la causa simulandi, esto es, el propósito o finalidad
de engaño imputado prima facie a los actos de las partes (defraudar acreedores, defraudar
herederos, etc)
Hecho esto se observa si contemplando los indicios bajo esa luz, los mismos cobran
sentido como simulación por el contrario no hace sentido concebirlos como una simulación
EFICACIA
La eficacia es una cualidad que tienen los contratos que producen efectos
jurídicos, es decir generan obligaciones. En otras palabras, los contratos eficaces son los
que efectivamente pueden producir el ingreso al sistema jurídico de normas primarias
particulares.
Lo esencial es que si un contrato es válido y además es eficaz producirá efectos
jurídicos que sustancialmente coincidirán con lo manifestado por las partes, es decir si
un contrato es válido y las partes se manifestaron a obligarse a hacer X y Z, si ese contrato
además es eficaz, las partes quedarían jurídicamente obligadas de manera definitiva a
hacer X y Z.
En cambio si el contrato es nulo siempre habrá alguna diferencia con lo querido por
las partes. En la nulidad absoluta no se generará ninguno de los efectos queridos por las
partes (ineficacia originaria) y en los relativamente nulos los efectos se generarán pero
podrán ser eliminados a instancia de una de las partes.
Los requisitos de eficacia son tres, el primer requisito es que el contrato no sea
absolutamente nulo, el segundo requisito es que las partes mismas en ejercicio de su
autonomía, no hayan autolimitado la eficacia del contrato (condición suspensiva), es
decir si las partes quisieron que el contrato solo produjera obligaciones si ocurriera otro
evento adicional, y el último requisito de eficacia es que las partes del contrato tenga
autoridad sobre las que resultan sujetas a las obligaciones de éste, (es decir que las
partes tengan poder de disposición sobre las esferas jurídicas afectadas por el contrato, que
inicialmente solo tenemos sobre propia esfera jurídica, pero existen excepciones.)
El primer requisito (ausencia de nulidad absoluta) está analizado en el capítulo
anterior del libro, las causales que llevan a que un contrato sea absolutamente nulo
REQUISITOS DE EFICACIA
Para que el contrato genere obligaciones, para que sea eficaz, las partes deben tener poder
de disposición sobre los sujetos que resultarán obligados.
El poder de disposición es la posibilidad que tiene un sujeto de obtener mediante su
voluntad jurídica un fin práctico perseguido por intermedio del negocio y que puede consistir
en la creación de obligaciones o en la producción de una mutación en la titularidad de un
derecho real.
En principio toda persona tiene poder de disposición sobre su esfera jurídica (es
decir, sobre sí mismo y sus bienes) pero no sobre la esfera de otros.
Artículo 1255. “el contrato celebrado a nombre de otro será nulo”. Esto está mal
expresado, puesto que se trata de un problema de eficacia y no de un problema de nulidad.
Teniendo en cuenta que las partes sólo tienen en principio poder de disposición
sobre esfera jurídica propia, por tanto si vendo cosa ajena en realidad será válido pero
como estoy generando una obligación para otra persona el mismo será ineficaz. Será válido
pues contará con todos sus requisitos de validez, pero no generará obligaciones para esos
otros sujetos, porque sobre ellos las partes no tienen poder de disposición, es decir faltará
el requisito de eficacia.
Como principio todo sujeto tiene poder de disposición sobre su esfera jurídica.
Existen algunos casos en que el poder de disposición sobre la propia esfera jurídica se
pierde o se limita. Uno de los casos más importantes es el del deudor concursado
(insolvente).
Excepcionalmente algunos sujetos tienen poder de disposición sobre esfera jurídica
ajena (poder de representación)
a. el que se tiene para ser actuado en interés del otro (poder de representación)
b. el que se tiene para uso en beneficio propio o de un tercero. (no tiene nombre)
El poder de representación puede ser de origen legal (por ejemplo: los padres respecto de
sus hijos menores, los curadores) y pueden ser voluntarios.
Esto se refleja en el artículo 1254 que indica como fuente del poder para actuar “a
nombre de otra persona el estar facultado por ella o por la ley”
El poder de representación legal es el principal remedio de la incapacidad de
obrar.
El poder de representación voluntaria en cambio es un mecanismo que se utiliza por
parte del representado para facilitar su actuación en el mundo jurídico.
Son finalidades distintas pero ambas tienen en común que el poder de disposición
para actuar sobre esfera jurídica ajena debe hacerse en relación de los intereses del
representado.
Los artículos 2054 a 2056 establecen una serie de calificaciones del poder de
representación, en realidad por la confusión histórica están referidas solo al mandato pero
también son aplicables al apoderamiento.
Se distingue:
a. El poder general del especial según su alcance llegue a todos los negocios del
poderdante o sólo algunos en concreto
b. El poder absoluto del limitado según el grado de discreción que se otorga al
apoderado.
Una regla fundamental es la del artículo 2056, la cual establece que debe ser EXPRESO el
poder para realizar actos de enajenación en sentido amplio. Lo que dice este artículo
además indirectamente es que la declaración tácita no es admisible
Si una persona es apoderada de otra podría querer celebrar por sí y ante sí un contrato en
que participen ella misma y su poderdante. Por ejemplo, un poderdante otorga poder para
que se venda su casa y el apoderado quiere comprarla para sí mismo actuando como
comprador y como representante del poderdante-vendedor. Estos son casos de
autocontrato.
¿Estos tipos de contratos son admisibles?
Cafaro y Carnelli establecen que el autocontrato es una figura imposible: nadie puede tener
el mismo tiempo dos voluntades contrapuestas (comprar y vender).
Gamarra admite que es posible el autocontrato pero ha sostenido que al verificarse un
conflicto de intereses prohibido habría objeto y causa ilícita que haría absolutamente nulo a
ese contrato.
Caffera dice que ninguna de las dos explicaciones es satisfactoria.
Crítica:
a. La ratificación es un negocio unilateral por el cual un sujeto del interés (la parte
material) del contrato dota de eficacia al mismo.
El contrato había sido otorgado por un falso representante de un cierto sujeto y no producía
efectos. Este contrato sin embargo era válido. Basta entonces que el sujeto en cuyo nombre
se había otorgado acepte los efectos de ese contrato para que el mismo se vuelva eficaz.
También opera para los negocios dispositivos en sentido estricto. Por ejemplo, si
alguien enajena un bien en propiedad de otra persona, la tradición no producirá efectos pero
si el verdadero dueño la ratifica, desplegará su efecto traslativo.
Los negocios jurídicos son una herramienta para que los particulares creen normas
diseñadas por ellos mismos y que rijan sobre su propia esfera creando obligaciones u otros
efectos, por esa razón pueden crear inmediatamente esas normas o también las pueden
hacer mediatamente.
Por ejemplo, en el contrato de seguro de incendio la obligación sólo nace si se
incendia el inmueble.
Los requisitos de validez de la condición son los mismos requisitos que tiene la validez del
objeto, es decir determinación, posibilidad, licitud.
Además de los tres requisitos que coinciden con los del objeto, hay otro requisito que
conecta con la idea de consentimiento y con el principio de fuerza vinculante.
Este es el requisito del artículo 1413, según el cual el cumplimiento de la condición
no puede depender absolutamente de la voluntad del deudor. La condición que dependa
absolutamente del deudor es meramente potestativa y su condición es que no generará
ningún efecto.
Las condiciones pueden ser pactadas en beneficio de ambas partes o de una sola de ellas.
La regla es que lo sean en beneficio de ambas. Sin embargo en ocasiones del propio
evento adoptado como condición puede deducirse que solamente una de las partes está
interesada en que la condición se produzca. En caso en que esa parte renuncie
unilateralmente a la condición, la obligación nacerá de forma inmediata tal y como si no se
hubiera pactado condición alguna.
f. Principio de fuerza vinculante
La eficacia del contrato está vinculada a dos grandes principios, el primero que la eficacia
del contrato no puede desactivarse por la sola voluntad de una de las partes (principio de
fuerza vinculante).
Segundo, la misma alcanza sólo a las partes (principio de relatividad)
Este principio (fuerza vinculante) puede verse bajo dos facetas, una positiva y una negativa.
Lo que ocurre es que visto bajo su forma positiva es justamente como lo dice el artículo
1291 “los contratos forman una regla a la cual deben someterse las partes como la ley
misma”. Esto es, el contrato crea normas iguales en su obligatoriedad a la ley, aplicables
mediante coerción.
La otra cara del principio de de fuerza vinculante es más interesante y es clave
retenerla en todo momento “la validez y el cumplimiento de los contratos no puede dejarse
al arbitrio de uno sólo de los contrayentes”
Por tanto, la única forma de extinguir un contrato es por mutuo consentimiento (art 1294).
Es la idea principal, los contratos vinculan, no se puede entrar y salir de ellos por el propio
antojo.
PRINCIPIO DE RELATIVIDAD
El artículo 1293 establece que los contratos no pueden oponerse a terceros ni invocarse por
ellos. Es decir, no generan obligaciones ni derechos a favor de quienes no son parte de
estos. Esto puesto que solo las partes del contrato han ejercido su autonomía uno respecto
al otro y no en vació respecto a todos.
La justificación de las obligaciones y derechos de las partes no puede alcanzar a
terceros, esto es parte de la esencial bilateralidad y correlatividad de las relaciones de
derecho privado y es el eje de la idea de justicia correctiva que será aplicada en caso que
no se cumpñlan los vinculos a los que las partes se han sometido.
La noción de terceros a quienes no alcanza el contrato se entiende por
contraposición a la parte material del contrato (los destinatarios de los efectos del contrato).
La parte formal del contrato (el representante de la parte material) no es parte en los
términos de la norma indicada. Su propia actuación como representante, revelada por su
invocación del nombre ajeno, manifiesta su alejamiento de esos efectos.
Su responsabilidad nunca será contractual sino extracontractual por algún daño que estos
pudiesen causar.
Por último como indica el artículo 1292, los herederos de las partes sustituyen a las
mismas en caso de fallecimiento, sin embargo esto no es una excepción al principio de
relatividad puesto que los herederos sustituyen a las partes en todas sus relaciones
incluyendo los contratos celebrados por el fallecido.
La cesión de contrato: cesión de la calidad de parte
a. Concepto y estructura
Es posible que voluntariamente a las partes acepten cambiar a uno de los contratantes
mediante el expediente de cederle de manera íntegra la posición contractual de uno de
ellos.
Caffaro y Carnelli identificaron esta figura de la cesión del contrato como una de las
hipótesis aludidas en el artículo 1292 del código civil. Dicha norma luego de señalar que los
efectos del contrato se extienden activa y pasivamente a los herederos, agrega que ello
ocurre respecto de los demás sucesores de las partes, esto hace alusión a los
cesionarios del contrato.
El consentimiento del cedido se puede adelantar en forma más o menos genérica. Cuando
se anticipa, ello tiende a demostrar una de dos casos:
En resumen, existe una necesidad de consentimiento del cedido que se funda en la idea de
que a quienes son acreedores les interesa especialmente quien sea su deudor y por ello su
consentimiento se requiere. Esto no quiere decir que el cedido deba siempre consentir a
posteriori de que se identifique el concreto cesionario que se trate. En cambio
perfectamente puede el acreedor o contratante cedido potencial, anticiparse y hacer claro
que o bien le resulta indiferente quién sea su contraparte o bien anticipar que acepta la
cesión siempre que el cesionario pertenezcan a cierto grupo de sujetos que tenga
determinadas características.
Estipulación para otro y porte fuerte.
El artículo 1293 luego de establecer el principio de relatividad indica como excepciones las
previstas en los artículos 1254 y 1256.
El artículo 1254 refiere al instituto de la representación que ya estudiamos, pero esa norma
no afecta la relatividad, siempre que consideremos que la misma sólo se refiere a las partes
materiales del contrato. El representante no es parte en ese sentido y por tanto el hecho
que su representado quede obligado no es una excepción al principio de relatividad.
En cuanto al artículo 1256 el mismo refiere a la estipulación para otro, es decir, el acuerdo
por el cual se otorgan derechos a un tercero. Aparte de estas normas se encuentra el
artículo 1257 que alude al llamado “porte fuerte”. Este es el contrato por el cual una parte
se obliga a obtener que un tercero se obligue con su contraparte.
En este caso sólo existe una apariencia muy débil de excepción al principio que se
desvanece, tanto es así que el artículo 1293 no le adjudica esa calidad de excepción.
La estipulación para otro es un contrato en que dos partes, actuando ambas en su propio
nombre, estipulan “cualquier ventaja en favor de tercera persona, aunque no tenga derecho
de representarla”
Por ejemplo, una persona contrata un curso de pintura y se obliga a pagar los honorarios
del profesor, pero pacta con éste que el que tendrá derecho a las clases será su amiga.
La estipulación para otro se utiliza ampliamente en el mundo comercial, cuando las
empiezas, una celebra contratos en beneficio de otras y luego solucionan sus cuentas
internamente.
El contrato (estipulación para otros) se celebra entre promitente y estipulante y el
beneficiario es un tercero que no participa de ninguna manera en la formación de este.
¿Cuando nace el derecho del tercero frente al promitente?
El artículo 1256 establece que el tercero beneficiario podrá “exigir el cumplimiento de la
obligación” si la hubiese aceptado y hecho saber al obligado, antes de ser revocado.
¿La aceptación es necesaria para que nazca el derecho o sólo es necesaria para que
no revoque la estipulación para otro?
Para Gamarra la aceptación del beneficiario no haría nacer el derecho de éste, sino que
únicamente haría cesar la posibilidad de que ese derecho sea dejado sin efecto por sus
creadores.
Caffera dice que sólo la aceptación del beneficiario hace nacer su derecho. Gamarra
plantea que la estipulación para otro sólo crea consecuencias favorables, pero eso cae con
la idea de Caffera al plantear que por ejemplo puede ser más gravoso tener un derecho de
crédito que no tenerlo.
El derecho sólo nace con la aceptación del beneficiario. Hasta ese momento, sólo existía
una expectativa, pero no un derecho de crédito.