Claves para El Estudio Del Texto - Rueda - Aurora
Claves para El Estudio Del Texto - Rueda - Aurora
Claves para El Estudio Del Texto - Rueda - Aurora
Claves
para el estudio del
texto
comunicarte
Claves para el estudio del texto
Nelly Rueda de Twentyman - Enrique Aurora
© 2010, Editorial Comunicarte
ISBN: 978-987-9280-08-9
comunicarte
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ISBN 987-978-9280-08-9
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naturaleza diferente. En tal sentido, Halliday "ha observado que la
unidad de la lengua en uso no es la palabra o la oración, sino el texto"
(Lozano, 1986, p. 33). Ello es así en tanto y en cuanto las oraciones
" aunque tienen una dimensión sintáctica y otra semántica, carecen
de la dimensión pragmática que distingue a los textos (Oomen,
1979:274)" (Bernárdez, 1982, p. 98). De hecho, este desplazamien-
to en el interés de la lingüística desde el sistema de la lengua hacia
el proceso dé producción textual no representa un mero cambio de
perspectiva, sino que se vincula con la naturaleza misma del lengua-
je. El lenguaje, como señala Coseriu, no se manifiesta sino en el
hablar, en la actividad discursiva. Es cierto que el hablar en cuanto
actividad requiere del sistema de la lengua, que la lengua y el habla
(como ya lo señalara el propio Saussure) son interdependientes,
pero también es cierto que la realidad inmediata con la cual se
encuentra el hablante (hasta en el mismo proceso de adquisición de
su lengua materna) es la del discurso.
Hay que tener en cuenta, entonces, que los enunciados no
pueden identificarse empleando criterios gramaticales. Los límites
del enunciado "están fijados por la propia dinámica del discurso:
cada una de las intervenciones de un emisor es un enunciado... [ ]
... El enunciado está, por tanto, enmarcado entre dos pausas, y
delimitado por el cambio de emisor. Según esta caracterización,
pueden ser enunciados tanto una simple interjección como un libro
entero, tanto un sintagma nominal como un párrafo" (Escanden
Vidal, 1996, p. 27 y sig.). Es por ello que si, desde cierto punto de
vista, puede considerarse que un enunciado es una oración actua-
lizada, este concepto resulta insuficiente por el simple hecho de que
hay enunciados que pueden constar de unidades inferiores o supe-
riores a la oración (cfr. Escandeil Vidal, 1996, p. 28).
Estas dificultades derivadas del propósito de establecer para-
lelismos entre ambas unidades -oración y enunciado- se explican
por la circunstancia de que estamos ante unidades de naturaleza
diversa: gramatical la una (la oración) y pragmática la otra (el
enunciado). En este sentido, Escandeil Vidal (1996) esquematiza
las diferencias fundamentales entre oración y enunciado de la
siguiente manera:
23
Oración Enunciado
•'entidad abstracta, teórica, •'secuencia lingüística concreta,
no realizada realizada por un emisor en una
situación comunicativa
24
La oración: Es necesario que seas prudente, puede ser una
advertencia, un consejo o un ruego. Eso sólo puede determinarse en
un texto: Es necesario que seas prudente. De no ser así, te haré
sufrir las consecuencias (advertencia); Es necesario que seas
prudente. Sólo de esa manera llegarás sin riesgo a la solución de
ese conflicto que tanto te preocupa (consejo); Es necesario que
seas prudente. Te lo suplico. Es por el bien de ambos (ruego).
2) El texto encierra presuposiciones e implicaciones diversas de las
de las oraciones que lo integran. Por ejemplo: la oración Raúl dejó
de fumar, conduce a la presuposición de que Raúl tenía el hábito y
lo abandonó. En cambio el texto: Raúl dejó de fumar. Lo hizo en
cuanto vio el cartel que lo prohibía, presupone algo diferente: que
Raúl era respetuoso de las leyes o que no quería ser multado.
La oración: Por fin su padre está descansando en paz, nos hace
presuponer que el padre ha fallecido. Pero el texto: Por fin su padre
está descansando en paz. Después de un año de intenso trabajo, se
ha tomado unos días en su casa de las sierras, nos permite entender
que está de vacaciones.
3) La oración no puede resumirse; pero sí el texto (en caso de que
esté formado por varias oraciones), de modo tal que la información
básica sea preservada.
Además, el sentido de una oración puede determinarse (en
buena medida) sin tener en cuenta el contexto: en cambio, el sentido
de un enunciado depende del contexto en el cual se produce (cfr.
Lyons, John (1997): Semántica Lingüística. Barcelona, Paidós, p.
62).
25
radio. Es decir, los "textos" representan fenómenos de los que
participamos (como alocutores o como alocutarios) de manera
repetida y constante en nuestra vida cotidiana. Sin embargo, propor-
cionar un concepto de lo que es un "texto" no es una tarea tan
sencilla.
En primer lugar, porque el "texto" es objeto de estudio de las
más variadas disciplinas. La crítica literaria, la historia, la filosofía,
la psicología social, la sociología (ello, limitándonos a una serie
caprichosamente reducida), se ocupan de textos. Y esta multiplici-
dad de enfoques, obviamente, implicará que cada uno de ellos se
detenga únicamente en aquellos aspectos que sean pertinentes
conforme su área de competencia, de lo que se derivarán distintas
definiciones.
En segundo término, hay que tener en cuenta que hasta aquí
nos hemos limitado, en función de nuestros intereses, a formas
textuales que tienen como soporte el lenguaje. No obstante, desde
una perspectiva más amplia, el término "texto" se extiende a otros
fenómenos comunicativos de los cuales el lenguaje no participa.
Así, desde el punto de vista de la denominada "semiótica de la
cultura", el texto es "cualquier comunicación registrada en un deter-
minado sistema sígnico" (Lozano, 1986, p. 18). De esta manera, una
pintura de Van Gogh, un concierto ofrecido por la Sinfónica de
Córdoba en la plaza San Martín, un desfile militar para el 9 de Julio,
"El pensador" de Rodin, un cartel señalizador que nos indica que
está "prohibido girar a la izquierda", una danza folclórica como la
chacarera, son textos. O sea, todo objeto cultural que tiene la
propiedad de "comunicar" ciertos conceptos, ciertos valores o cier-
tas emociones, se valida como un texto, tanto como una carta
familiar o una obra literaria tradicional como el Hamlet, por ejemplo.
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de los diferentes tipos textuales, nos encontraremos todavía con
distintos criterios para definirlo.
Sin la pretensión de extraviarnos en la maraña de una serie de
definiciones, a continuación trataremos de analizar algunos de los
conceptos que se han propuesto sobre el particular:
27
Texto es la unidad lingüística comunicativa fundamental: desde el
punto de vista de la comunicación, la unidad fundamental no es la
oración sino el texto.
producto de la actividad verbal humana: se lo concibe como el
resultado de la actividad lingüístico-comunicativa.
está caracterizado por su cierre semántico y comunicativo: vale
decir que constituye una unidad cuyo sentido e intencionalidad no
tiene relación de dependencia respecto de otros textos.
coherencia profunda y superficial: un texto, para ser considerado
como tal, debe acreditar el requisito de la coherencia. Más adelante
explicaremos en detalle qué significa la coherencia, y cuáles son las
dos formas que adopta (profunda y superficial).
su estructuración mediante dos conjuntos de reglas: las propias del
nivel textual y las del sistema de la lengua: porque todo texto se
compone de oraciones (o por lo menos de una oración) que se
ajustan a las propiedades y exigencias del sistema de la lengua
respectiva. Pero, por otra parte, existen ciertas reglas que trascien-
den lo oracional y que tienen una relación directa con la organiza-
ción textual (de estas reglas nos ocuparemos más adelante).
28
4. Si adoptamos como marco referencial los postulados
lingüísticos de Eugenio Coseriu, podemos plantear la si-
guiente definición: Texto es el producto de la actividad
lingüística realizada por los hablantes de una lengua, con-
forme a un saber expresivo.
29
• El nivel histórico, en el cual se inscriben las diferentes len-
guas, en tanto que el ejercicio de la actividad lingüística
supone, necesariamente, la realización concreta de una len-
gua en particular, patrimonio de la comunidad de que se trate
(por ejemplo: español, inglés, rumano, francés).
• El nivel individual, en el que se ubica el discurso, o sea, la
actividad realizada por un hablante determinado en una situa-
ción comunicativa igualmente determinada4.
c. "saber expresivo': la producción de textos exige contar con
ese saber específico. Para explicar en qué consiste el deno-
minado "saber expresivo" se impone retomar los tres niveles
recién considerados. En efecto, a cada uno de esos niveles le
corresponde una forma particular de saber:
• En el nivel universal, registramos el "saber elocucional", que
consiste en "saber hablar de acuerdo con ciertos principios
universales del pensar y con la experiencia general humana
acerca del 'mundo'" (Coseriu, Eugenio (1987): El problema de
la corrección idiomática. Córdoba, Escuela Superior de Len-
guas (Universidad Nacional de Córdoba), p. 28).
• En el nivel histórico, ubicamos el "saber idiomático", o sea
"saber hablar de acuerdo con la tradición lingüística de una
. comunidad" (Coseriu, 1987, p. 28). En otras palabras, se trata
de hablar conforme las normas gramaticales de la lengua de
que se trate.
• En el nivel individual, inscribimos el "saber expresivo": "el
saber hablar de acuerdo con tal o cual circunstancia, el saber
estructurar discursos ("textos") conforme a las circunstancias"
(Coseriu, 1987, p. 29).
Obviamente, si es cierto que ia producción de textos está
condicionada por el saber expresivo, igualmente cierto es que ese
saber presupone, además, que el hablante cuenta con los corres-
pondientes a los otros dos niveles.
4. Estos y otros aspectos de la teoría de Coseriu, son desarrollados con más detalle en
el "Apéndice".
30
de igual manera cuál resulte más apropiada conforme la
situación comunicativa (que podemos identificar comocom-
petencia discursiva)1'. Así, por ejemplo, la distribución del
texto en versos resulta pertinente para escribir un poema, pero
no para un artículo periodístico; o si un alocutor escribe una
carta para un amigo se despedirá con una oración como "Un
abrazo y hasta la próxima" y no con otra como "Quedando a la
espera de su respuesta, saludo a usted muy atentamente",
que sí resultaría apropiada en una carta comercial.
Otros mecanismos semióticos que puedan complementar o
aun sustituir la comunicación lingüística. Tal sería el caso de
los gestos (lo que algunos autores presentan como compe-
tencia paralingüística), que pueden servir para reforzar lo
que decimos (por ejemplo, cuando el padre le ordena a su hijo
que vaya en penitencia a su cuarto y le señala la habitación
con el dedo índice), o directamente para comunicar algo sin el
recurso del lenguaje (en la misma situación planteada, el
padre se podría limitar a manifestar su enojo frunciendo el
ceño y a indicar al hijo el castigo con el movimiento del índice
ya señalado).
4. EL TEXTO Y EL CONTEXTO
El texto encuentra como ámbito necesario de realización (y
como elemento conceptual que complementa su definición) al con-
texto.
Así como en el caso del texto, vimos que se trataba de un objeto
de difusa definición como consecuencia de que resulta de interés
para diversas disciplinas, también con el contexto (aun si nos
limitamos al campo de la lingüística) se manifiestan dificultades
respecto de su pertinencia científica.
37
Es obvio que la consideración del contexto se ofrece como
inexcusable para la pragmática, es decir, la rama de la lingüística
que se ocupa del estudio del lenguaje en cuanto acción (y, en
particular, de los actos de habla). Porque para explicar y caracteri-
zar los textos como objetos del discurso social, es inevitable consi-
derar los distintos elementos que rodean y, en mayor o menor
medida, determinan las condiciones de producción del texto. Más
aún, a la pragmática le preocupa explicar, entre otros aspectos,
"cuál es la función del contexto"(Reyes, Graciela (1996): El abecé de
la pragmática. Madrid, Arco Libros, p. 8).
Pero también desde el punto de vista de la semántica, el
contexto ofrece relevancia. Ello desde el momento mismo en que en
toda lengua es posible encontrar elementos lingüísticos (los deícticos)
cuyo significado depende de la propia realización en el hablar8. Si
nos detenemos a pensar, por ejemplo, en el sistema pronominal de
toda lengua.de inmediato debemos reconocer que el valor semántico
de las formas correspondientes a la primera y segunda persona no
se explican sino a partir del contexto. Si es cierto que podemos
atribuirle al "yo" y al "tú" un significado gramatical, es decir, "la
persona que habla" (o alocutor) y "la persona que escucha" (o
alocutario), dichos pronombres se colman de sentido en cuanto un
sujeto asume individualmente el lenguaje en una situación concreta
y se decide a iniciar el proceso comunicativo orientado hacia otro
sujeto.
38
En tanto que realización individual, la enunciación puede
definirse, en relación con la lengua, como un proceso de
apropiación. (Benveniste, Émile (1985): Problemas de
lingüística general II. México, Siglo XXI, p. 84).
41
puede obviar la referencia a esa información en la medida en que
tenga la certeza de que se acaba de integrar al conjunto de conoci-
mientos con el cual cuentan sus educandos.
El concepto de contexto situacional, por otra parte, se complica
en lo que se refiere a definir las coordenadas espacio-temporales,
cuando la comunicación se materializa mediante los distintos recur-
sos tecnológicos que permiten la comunicación a distancia. Así, por
ejemplo, supongamos que A se comunica telefónicamente desde
Córdoba (Argentina) con B, quien está en ese momento en Roma.
Obviamente aquellas coordenadas serán diferentes, de modo tal
que toda vez que A o B utilicen un deíctico como "acá" el valor
referencial será también diferente. Algo semejante ocurriría con los
deícticos temporales.
5. LOS DEÍCTICOS
Los deícticos o shifters son elementos gramaticales que se
caracterizan porque necesitan de elementos contextúales para que
su significado se complete. Como elementos de lengua, la significa-
ción de los deícticos es siempre genérica e indeterminada: sólo se
precisa en cuanto se emplean en un acto de enunciación concreto.
En otras palabras, son elementos del texto que remiten a otros
que forman parte de la situación comunicativa (alocutor,
alocutario, tiempo, espacio). Por ejemplo, en el siguiente texto:
(Pedro a Cecilia)- ¿Mañana vas a estar ahí? Entonces te
espero en mi casa.
- El adverbio temporal "mañana", en el nivel de lengua se limita
a significar 'el día que seguirá inmediatamente al de hoy', pero
adquiere significado preciso en función de su uso en el acto de
habla concreto: mañana es el día que sigue a aquél en el cual
el alocutor (en este ejemplo, Pedro) emplea dicho adverbio.
- El adverbio "ahí", en el nivel de lengua significa 'en ese lugar',
pero en nuestro ejemplo, se refiere al espacio concreto en el
que se encuentra el alocutario en el momento en que se
produce el acto de habla.
42
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o
o
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CAPÍTULO
1. LA COHERENCIA TEXTUAL
La coherencia es una propiedad fundamental del texto, a tal
punto que, según Enrique Bernárdez, "podemos definir el texto
como aquel objeto lingüístico dotado de coherencia" (Bernárdez,
Enrique (1995): Teoría y epistemología del texto. Madrid, Cátedra,
p. 129).
Hay que tener en cuenta que existen dos formas diversas de
coherencia: la coherencia global o profunda y la coherencia super-
ficial o cohesión.
La coherencia global puede definirse como:
53
Los leones viven formando grupos que están constituidos
por una o más unidades familiares denominadas mana-
das. Una manada está compuesta por un número de
individuos que oscila entre 4 y 37. Las hembras, que
forman un grupo en el que conviven varias generaciones,
no suelen abandonar la manada. Los machos jóvenes sí lo
hacen y permanecen en aquélla hasta que son expulsados
cuando un grupo nuevo de machos adultos se unen al
grupo. Los jóvenes pasan a llevar una vida errática duran-
te un tiempo y cuando alcanzan la edad adulta comenza-
rán a enfrentarse con los machos dominantes de una
manada para ocupar su puesto. Muchos machos conti-
núan siendo nómadas, e incluso aquellos que consiguen
liderar una manada permanecen con las hembras por un
período de tiempo que oscila entre unos pocos meses y
unos pocos años; al cabo de este tiempo terminan por
abandonar el grupo, bien de forma voluntaria, bien por ser
expulsados por machos rivales. Es habitual que una ma-
nada se descomponga en varios grupos que con posterio-
ridad se recombinarán en nuevas asociaciones de indivi-
duos diferentes {Enciclopedia Microsoft® Encarta® 98 ©
1993-1997 Microsoft).
1. Van Dijk aclara que no sólo se puede identificar el tema de un texto completo, sino
también de un párrafo, una página o un capítulo, asf como de un libro entero. Esto
depende de cómo se quiera caracterizar el contenido del texto. (Cfr. Van Dijk Teun
A.(1988): Estructura y funciones del discurso. México, Siglo XXI, pág. 47).
54
La cohesión se explícita a través de relaciones léxicas y
gramaticales entre fas diversas partes que componen el
texto.
55
Permiso, Aquí le dejo los
contratos. Llamaron de la
firma. ¡Ah! Susana vuelve
enseguida.
56
Ahora bien, cuando hablamos de la relación del texto con el
conocimiento general del mundo del alocutario, se trata no sólo del
mundo real sino, además, de los mundos posibles (de otra manera
toda forma de discurso sobre lo fantástico o sobre lo absurdo, por
ejemplo, resultaría incoherente). Así, un lector aceptaría como
coherente leer en una ficción fantástica el párrafo que sigue:
Entonces, Lucho arrojó con todas sus fuerzas el arpón, hacia la
enorme ballena azul que presidía a la manada que nadaba corriente
abajo, por el arroyo.
Pero no le atribuiría el mismo valor si formase parte de una
crónica radial, por ejemplo.
Ese conocimiento general del mundo guarda relación con el
concepto de marco (o frame). Se trata de un elemento de importan-
cia al estudiar la coherencia textual, porque "los enunciados se
interpretan siempre dentro de un marco metacomunicativo que
clasifica la situación de habla y el papel de los participantes. Así, por
ejemplo, el marco puede indicar "hablamos en serio" o "hablamos en
broma". Los marcos generan expectativas y presuposiciones sin las
cuales sería imposible el trabajo de producir e interpretar lenguaje"
(Reyes, Graciela (1996): El abecé de la pragmática. Madrid, Arco
Libros, 1996, p. 20). De este modo, el valor semántico de la
expresión "declarar la guerra", no es el mismo si en un noticiario se
informa que el Ministro de Relaciones Exteriores de cierto país le
declaró la guerra a otro, que si una persona le manifiesta a un amigo
que no le perdona su tardanza a una cita y le "declara la guerra".
Otras veces, los trames nos proveen de una serie de datos
necesarios para la comunicación: son, cognoscitivamente, estructu-
ras estereotipadas sobre situaciones o conceptos, "determinadas
formas de organización del conocimiento convencionalmente esta-
blecido que poseemos del 'mundo'" (Van Dijk, 1978, p. 185). El
conocimiento de los marcos es necesario para la interpretación no
sólo de conceptos de carácter general, sino especialmente de las
diversas convenciones que forman parte de las distintas situaciones
sociales. Además, no contribuyen únicamente a la interpretación de
tales sucesos sociales, puesto que al mismo tiempo aseguran
nuestra participación adecuada en esos sucesos. Por ejemplo,
57
"pagar la factura de la luz", es un marco que establece "las acciones
que debemos llevar a cabo, en qué orden y con qué grado de
necesidad, si queremos lograr determinado objetivo social"(Van
Dijk, 1978, p. 185). Así, en este caso, sabemos que debemos
concurrir aun banco o a una oficina pública habilitada al efecto, que
debemos llevar con nosotros la factura, que debemos contar con el
dinero necesario o con una cuenta en el banco, etc.
La competencia intertextual del alocutario determina, por ejem-
plo, que cuando se lee una novela histórica, los lectores (o ciertos
lectores, por lo menos) se sitúen ante el texto como ante una ficción,
o sea, un discurso que si bien por su temática está construido sobre
la base de ciertos datos históricos verificables, en tanto novela no se
ajusta necesariamente a la reproducción de los hechos tal como se
desprenden de las crónicas u otras fuentes documentales.
Ahora bien, un lector 'ingenuo', que no tuviese en claro los
límites y diferencias entre el discurso histórico y el discurso de
ficción histórica, bien podría leer una novela de ese tipo como si se
tratase de la historia 'verdadera'. O sea que el sentido que un
alocutario le atribuye a un texto no depende sólo de las relaciones
léxicas y gramaticales (cohesión), y de la identificación del tema
(macroestructura), sino además de que interprete el texto dentro del
marco metacomunicativo que se corresponda con la intención
comunicativa del aíocutor. Es por ello que autores como Van Dijk,
por ejemplo, proponen la distinción entre: cohesión, coherencia
global y coherencia pragmática.
No obstante lo expresado precedentemente, no estimamos
conveniente establecer esa distinción en razón de que los límites
entre coherencia global y pragmática no son demasiado precisos,
como consecuencia de que cuando el aíocutor le atribuye o asigna
coherencia a un texto, entran en juego aspectos semánticos y
pragmáticos. Por lo tanto, nos limitamos a hacer referencia a la
naturaleza también pragmática de esta propiedad textual. En ese
orden de cosas, hay que considerar que:
58
"...un texto llega a ser coherente, y a reflejarse superficialmen-
te en una sucesión lineal de unidades lingüísticas relacionadas,
debido a la existencia de un plan global previo a la articulación.
Podemos resumir en la siguiente forma el proceso:
59
El significado, en cambio, "es el contenido de un signo o de
una expresión en cuanto dado en una lengua determinada y exclu-
sivamente por medio de la lengua misma" (Coseriu, 1986, p. 283).
Si bien la designación se realiza a través de los significados, no
por ello coincide necesariamente con el significado. Esto se verifica
al advertir cómo diferentes significados de lengua pueden designar
una realidad extralingüística idéntica, tal como ocurre en el siguien-
te ejemplo:
1) La cama estaba deshecha.
2) La cama no estaba tendida.
Por otra parte, al establecer relaciones comparativas entre
distintas lenguas, resulta innegable la circunstancia de que diferen-
tes significados pueden corresponder a iguales designaciones. Por
ejemplo, en los textos:
1)1 like eating fish.
2) Me gusta comer pescado,
"fish" y "pescado" designan la misma realidad, si bien sus
significados no son idénticos. Ello porque en español, el significado
de "pescado" resulta de la delimitación impuesta por el significado
del término "pescado" ('pez comestible sacado del agua') versus el
término "pez" ('animal vertebrado, acuático, ovíparo, de sangre roja,
respiración branquial, piel comúnmente cubierta de escamas y
aletas natatorias'), oposición que resulta desconocida en la lengua
inglesa.
El sentido"es el contenido propio de un texto o de una unidad
textual, es decir, lo que el texto expresa más allá (y a través) de la
designación y del significado. Nos percatamos con facilidad de este
estrato del significar en los casos en que, incluso en la vida diaria,
aun habiendo comprendido el significado literal de ciertas palabras
o frases, nos preguntamos qué es lo que se ha querido decir con
ellas; buscamos, por tanto, algo más allá del significado y de la
designación, y algo distinto de esos contenidos; nos preguntamos,
precisamente, cuál es el "sentido" (la intención, la finalidad, las
implicaciones, etc.) de lo que lingüísticamente, es decir, de acuerdo
con las reglas de la lengua y las normas del hablar en general, ya
hemos comprendido" (Coseriu, 1986, p. 284).
60
Si bien el plano del sentido y del significado son diversos, hay
oportunidades en las cuales el sentido del texto puede coincidir con
su significado. Ello se verifica, por ejemplo, en textos como crónicas
policiales, informes técnicos o científicos, monografías. En cambio,
un típico caso en el cual el sentido no se corresponde con el
significado, es el de los refranes populares. Ello salta a la vista si
comparamos refranes con sentidos equivalentes en diversas len-
guas3:
61
debe interpretar el sentido del enunciado con un valor contrario a lo
dicho en el nivel lingüístico. Por ejemplo: dos personas, circunstancial-
mente, aguardan juntas el colectivo y, al cabo de más de cuarenta
minutos de espera, una de ellas dice: "el servicio urbano de transporte
cada vez anda mejor", obviamente el segundo interpretará lo que
efectivamente se ha querido comunicar. Es decir, que en nuestro
ejemplo, la ironía no resulta "marcada" por ningún elemento lingüístico
especial, sino que su valor se deriva del contexto situacional. A veces
la entonación o el vocabulario pueden representar elementos que
contribuyan a identificarla, pero no resultan imprescindibles. Incluso,
hay situaciones en las cuales la ironía se interpreta como tal a partir del
conocimiento, por parte del alocutario, de la ideología del alocutor. Así,
por ejemplo, dado el siguiente diálogo entre compañeros de oficina, un
lunes por la mañana:
A-¿Qué tal el domingo?
B-¡ Fantástico! Mi señora me despertó a las ocho para llevar los
chicos al parque Sarmiento.
si A sabe que a B le agrada quedarse hasta tarde en cama los días
domingo, obviamente comprenderá el valor irónico del enunciado
producido por B.
La relación entre designación, significado y sentido reviste espe-
cial interés en el caso de la traducción. La tarea del traductor consiste
en producir un texto en la lengua de "llegada" con el mismo (o
equivalente) sentido que tiene en la lengua de "partida". Por lo tanto,
traducir textos no supone limitarse a decodificar el significado sino a
interpretar el sentido.
Finalmente, cabe recordar que, según Coseriu, pueden distin-
guirse diferentes tipos de significado:
4. El ejemplo es de Coseriu.
62
Significado Categoría?. "Corresponde al cómo de la aprehensión
lingüística del "mundo". Se trata del significado de las categorías
verbales..." (Coseriu, 1977, p. 248). Por ejemplo en la serie "calien-
te-calor-calentar" los tres elementos tienen el mismo significado
léxico, pero distinto significado categorial ya que se trata de un
adjetivo, un sustantivo y un verbo respectivamente.
Esto nos permite diferenciar las palabras lexemáticas (con
significado léxico y gramatical), de las palabras categoremáticas
(únicamente con significado categorial). Así, por ejemplo, 'niño' o
'cantar' son palabras lexemáticas, mientras que 'tú', 'aquél', 'ahora'
son palabras categoremáticas.
63
2. LA PROGRESIÓN TEMÁTICA
Para que el texto sea coherente es necesario que se manifieste
en su desarrollo una constante renovación del contenido semántico;
pero que, al mismo tiempo, se revelen determinadas recurrencias.
En otras palabras, es imprescindible lograr un equilibrio entre lo que
ya es conocido por el alocutario y la nueva información que pueda
proporcionarle el alocutor. En efecto, si en el texto se acumula
información nueva en exceso, es posible que se complique la
comprensión, pero si ocurriera el fenómeno inverso, podría desapa-
recer el interés del alocutario. Las diferentes modalidades que
puede adoptar la organización de las unidades informativas es lo
que se conoce como "progresión temática".
Por otra parte, esta distinción entre lo "conocido" y lo "nuevo"
desde el punto de vista del contenido semántico del texto, se
sistematiza a través de los conceptos de tema y rema. El tema es
"...aquello que contiene lo ya conocido o presupuesto y que, en
consecuencia, posee la menor información en un contexto dado o en
una situación de enunciación" (Kleines Wórterbuch
sprachwissenschaftlicher Termen, 1978:271) (citado por Bernárdez,
1995,126). El rema es "...lo que aporta elcontenido fundamental del
mensaje en un contexto dado o en una situación determinada, lo que
expresa lo nuevo, lo qué se comunica acerca del tema, es decir, lo
que resulta más rico en información con respecto al tema (ídem, p.
220)" (citado por Bernárdez, 1995, 126).
Es importante tener en cuenta que la estructura binaria tema-
rema no se puede asociar de manera directa con la estructura
sujeto-predicado, aun cuando en muchos casos se verifique la
coincidencia entre ambos pares de elementos. Por ejemplo, en un
enunciado como:
Mi hermano ganó una importante suma de dinero en el casino;
el sujeto, mi hermano, es al mismo tiempo el tema ya que se
trata de aquello que el alocutario se supone que conoce; en tanto
que el predicado, ganó una importante suma de dinero en el casino,
coincide con el rema, lo que representa nueva información para el
alocutario. En cambio, si consideramos este texto:
64
Mi nueva secretaria es una mujer muy agradable. Cumple sus
tareas con eficacia y atiende con amabilidad al público. Le encantan el
orden y la seguridad;
advertimos que en la última oración se mantiene el tema de las
oraciones anteriores (mi nueva secretaría), aunque no coincida con
el sujeto {el orden y la seguridad).
Como ya quedó dicho, a partir de las relaciones tema-rema que
se vayan manifestando en el texto se define el proceso de progre-
sión temática. Dicho proceso puede definirse como "todo el conjunto
de relaciones temáticas del texto" (Bernárdez, 1995, p. 129).
Aunque existen otras posibilidades de combinación, los tipos
fundamentales de progresión pueden reducirse a tres:
65
En el ejemplo propuesto, todos lo remas se le asignan al mismo
tema: "mi nuevo vecino".
4. LAS MACRORREGLAS5
Ya hemos señalado que Van Dijk propone una serie de opera-
ciones que permiten organizar y reducir la información de un texto
a fin de obtener su macroestructura o "representación abstracta de
la estructura global del significado de un texto" (Van Dijk, 1984, p.
55).
Las macrorreglas fundamentales pueden esquematizarse de la
siguiente manera:
1.Omitir, consiste en obviar la información que no resulta de impor-
tancia para la interpretación del texto.
Por ejemplo, en el texto:
67
liviano y una camisa de mangas cortas. Al ingresar a la
cocina, encontró a la mujer sobre el piso, sin conocimiento.
68
5. PROCEDIMIENTOS DE COHESIÓN7
Como hemos visto en el punto 1 de este capítulo, la cohesión
textual se realiza a través de elementos gramaticales (sin significa-
do léxico) y también por medio de la selección del vocabulario que
se utiliza (palabras con significado léxico).8
5 . 1 . Procedimientos gramaticales
Referencia
Se consideran elementos referenciales aquellos que no pue-
den ser interpretados por sí mismos sino que remiten a otro elemen-
to del cotexto o del contexto situacional. La referencia puede ser:9
REFERENCIA
ENDOFÓRICA EXOFÓRICA
o textual o situacional
^^—^^ (Deícticos)
ANAFÓRICA CATAFÓRICA
7. Actualmente, son muy variadas las clasificaciones que se hacen de los recursos de
cohesión y también es muy diversa la denominación que utilizan los lingüistas para
estos procedimientos. Intentaremos realizar una explicación del tema optando por la
terminología que estimamos más adecuada a los fines pedagógicos. Además, cabe
aclarar, que no examinaremos todos los recursos de cohesión sino los que conside-
ramos de mayor importancia en la organización del texto.
8. Cfr. capítulo II, punto 1.1: "Designación, significado y sentido".
9. En este punto seguimos el planteo de Halliday, Michael A.K. y Hassan R. (1976):
Cohesión in English, Londres, Longman. Sin embargo, no consideramos aquí la
diferencia que establecen estos autores entre referencia y sustitución: "En la
69
Si se refiere a lo que ha sido mencionado antes, la referencia se
llama anafórica, si remite a algo que será nombrado después en el
texto se denomina referencia catafórica.
En el siguiente texto, por ejemplo:
j ,
Los invitados llegaron tarde a la cena, sin embargo los recibieron con cortesía.
Comprendieron que les debían una explicación por el retraso a sus compañeros.
i : *
Luego de un breve diálogo, comenzó el festejo.
Ejemplo:
Te espero mañana para que me acompañes al médico. Pásame
a buscar por aquí.
referencia hay una total identidad referencial entre el ítem referente y el ítem referido
mientras que en la sustitución siempre hay una redefinición". Por ejemplo: £sfe/a
compró una cartera y me la regaló. Entre "cañara" y "la" hay identidad referencial.
Estela compró una cartera y su hermana otra. Entre "cartera" y "otra" no hay tal
identidad porque no tienen el mismo referente extralingüístico.
10. Kerbrat-Orecchioni explica que en la codificación como en la decodificación de
textos el sujeto utiliza conjuntamente tres tipos de mecanismos referenciales: a)
referencia absoluta: aquella que se establece entre un elemento lingüístico y un
70
Elementos endofóricos
Para establecer relaciones referenciales endofóricas, se utili-
zan generalmente pronombres personales (39 persona) y relati-
vos11, adjetivos y pronombres demostrativos, indefinidos, interroga-
tivos, posesivos (39 persona), numerales (cardinales, ordinales,
partitivos y múltiplos) y adverbios.
Estos elementos lingüísticos no tienen significado léxico (son
gramaticales), se caracterizan porque cambian de referente según
sea el elemento textual al que están sustituyendo. Para que no haya
riesgo de ambigüedad, debe construirse el texto de manera tal que
quede claramente establecido cuál es el antecedente o consecuen-
te al que hace referencia el elemento endofórico.
Un elemento lingüístico endofórico puede ser concordante o
libre:2
71
Ese hombre y esa institución son dos sintagmas nominales que
funcionan como endofórico-anafóricos de Damián Morales y Minis-
terio de Bienestar Social respectivamente.
Conectores
Los conectores son elementos lingüísticos que enlazan las
distintas partes de un texto. No son anafóricos ni catafóricos porque
no remiten a un elemento preciso que está antes o después en el
texto, sino que especifican cómo lo que sigue está sistemáticamente
conectado con lo anterior.
Los conectores pueden ser nexos coordinantes o
subordinantes, adverbios, frases adverbiales o frases conjuntivas.
Hay muchas clasificaciones de los conectores, entre ellas
sugerimos la siguiente:
72
Aditivos: y, e, ni, además, también.
Disyuntivos: o, u.
Adversativos: pero, aunque, mas, sino, sin embargo, no
obstante, aun cuando, por más que, en cambio.
Conectores aditivos:
En general sirven para agregar datos a lo ya dicho.
Ej.: Un niño de seis años cayó al agua y fue rescatado por un grupo
de pescadores.
Sin embargo, los conectores aditivos también pueden expresar otro
tipo de conexiones:
Matiz condicional: Dedícate al estudio y aprobarás la materia.
Matiz causal: Comí demasiado y me duele la cabeza.
Conectores disyuntivos:
Implican una opción entre dos ideas.
Ej.: Vendré temprano a casa o me iré al teatro.
73
Conectores adversativos:
Introducen una oposición a lo ya dicho.
Ej.: Tenía deseos de salir, pero la lluvia me lo impidió.
Conectores temporales:
Establecen una relación de tiempo que puede ser de tres tipos:
a) suceso anterior; b) suceso simultáneo; c) tiempo posterior
a) Llegaron temprano a la fiesta del colegio. Antes habían realizado
trámites bancarios.
b) Los medios de comunicación masivos invaden las sociedades
mientras la comunicación interpersonal se va limitando.
c) Escribí la carta por la mañana, luego, al mediodía, la llevé al
correo.
Conectores espaciales:
Localizan acciones o estados en el espacio.
Ej.: Salieron de vacaciones hacia la casa de la montaña. Ya en el
lugar, comenzaron a prepararse para iniciar una larga caminata.
Conectores causales:
Expresan una relación de causalidad entre dos proposiciones.
Estos conectores preceden a la idea o al hecho señalado como
causa que, a su vez, puede estar antepuesto o pospuesto al efecto
producido.
Ejs.: Está muy preocupado porque no podrá rendir el examen.
i causa l
Conectores consecutivos:
Manifiestan el efecto o la consecuencia de una acción. Se colocan
delante del hecho que es consecuencia de otro y ese efecto se ubica
pospuesto al hecho que lo origina.
Ej.: José estaba enfermo, por lo tanto faltó a la escuela.
, consecuencia •
74
Las ideas de causa y efecto están interrelacionadas. La elec-
ción de conectores causales o consecutivos depende de lo que se
quiera destacar.
Ejs.: Sofía estaba con licencia por estudio, por consiguiente no fue
a trabajar (consecuencia)
o Sofía no fue a trabajar ya que estaba con licencia por estudio
(causa)
Conectores condicionales;
Expresan una condición para que se cumpla lo manifestado en la
proposición principal.
Ej.: Si llegamos temprano, podremos terminar el trabajo previsto.
condición proposición principal
Elipsis
Consiste en omitir elementos lingüísticos (palabras, frases u
oraciones) para evitar repeticiones innecesarias. Esa información
no explicitada se recupera por el cotexto o contexto ya que es
necesaria para la interpretación semántico- pragmática. Hay que
tener presente que esta omisión no debe producir ambigüedades ni
oscurecer el sentido del texto.
La elipsis se utiliza para evitar la redundancia, ya que no se
dice lo que se supone que el oyente ya sabe por lo que ha sido
expuesto anteriormente en el discurso.
Halliday y Hassan consideran que la elipsis es una sustitución
por 0 (cero).
Elipsis nominal:
El turista llegó a las cataratas después de una larga travesía. * Allí
pudo disfrutar de una experiencia única.
* Desde el punto de vista gramatical es un sujeto tácito: "el turista"
75
Elipsis verbal:
Adrián vivió siempre en la ciudad; su hermana, * en el campo.
* Desde el punto de vista gramatical es un predicado no verbal ya
que se omite el verbo "vivió".
5. 2 . Procedimientos léxicos
Repetición
Es la recurrencia de un elemento léxico del texto en el mismo
texto. Si bien es cierto que la repetición de un mismo término puede
considerarse un defecto expresivo, hay determinados tipos de
textos en que este recurso resulta muy apropiado. Tal es el caso de
textos literarios (en los que se procura un efecto estético) o de textos
científicos (por la dificultad para encontrar sinónimos y por la
exigencia de precisión).
Ejemplos:
Texto literario:
76
angustia devastadora, que minaba las escasas energías
con las que el viudo contaba para afrontar la vida. (Enrique
Aurora)
Texto científico:
Cuasi-réplica15
Consiste en la sustitución de un elemento léxico por otro
elemento lingüístico que tiene el mismo significado léxico pero que
corresponde a otra categoría gramatical (diferente significado gra-
matical). 16
Ejemplos:
77
La discusión entre los asistentes a la asamblea provocó
momentos de gran tensión. Quienes estaban a favor de la
medida gubernamental discutían vehementemente con
aquellos que habían asumido una posición decididamente
combativa.
Sinonimia
Consiste en reemplazar un elemento léxico (palabra o frase)
por otro con significado equivalente.
Ejemplo:
17. En el caso de las palabras polisémicas puede ocurrir que, al tener varias acepciones,
en algunos cotextos no funcionen como sinónimos. Por ejemplo: La CGT ratificó la
huelga prevista para la próxima semana a pesar de que un máximo dirigente sindical
ha fallecido ayer por un paro: huelga y paro no son sinónimos ya que el término paro
se refiere a paro cardíaco.
18. Término utilizado por el prof. Hugo Alloa y la Lie. Silvia Miranda de Torres en el curso
"Coherencia y Cohesión Textual' dictado en la Escuela Superior de Leguas (UNC) en
agosto y setiembre de 1998.
78
significado; pero en un determinado texto tienen identidad referencial,
es decir, remiten al mismo referente (objeto o situación) y ocasional-
mente funcionan como si fueran sinónimos.
Leamos el siguiente texto:
79
Hiperonlmia e hiponimia
La hiperonimia es la relación que se da entre un término de
significado genérico (hiperónimo) y un término de significado espe-
cífico (hiponimo). El ámbito referencial20 del hiponimo está inclui-
do en el ámbito referencial del hiperónimo.
El hiperónimo es siempre un vocablo más indeterminado que
el hiponimo y tiene un campo de posibilidades referenciales más
amplio. Por ejemplo, el hiperónimo "ave" es menos explícito que el
hiponimo "cigüeña", si bien sirve para designar muchas más cosas.
La hiponimia es la relación inversa a la hiperonimia.
Ejemplos:
HIPERÓNIMOS HIPÓNIMOS
80
Un hiperónimo también puede utilizarse para generalizar una
serie de hipónimos.
Ejemplo:
José arregló la multiprocesadora, la plancha y la tosta-
dora eléctrica. Demostró gran habilidad para solucionar
con rapidez los desperfectos de los electrodomésticos.
Antonimia22
Este procedimiento consiste en vincular elementos textuales a
partir del uso de antónimos. Son varias las relaciones que se pueden
establecer entre los antónimos. Aquí especificaremos sólo la rela-
ción entre términos que tienen significados contrarios y contradic-
torios.
Dos signos tienen significados contrarios si hacen referencia
a propiedades que no pueden ser afirmadas simultáneamente del
mismo individuo pero sí negadas simultáneamente. Por ejemplo,
"frío" y "caliente" son contrarios porque no podemos afirmar que un
mismo objeto esté frío y caliente a la vez; pero sí podemos negarlo.
22. La explicación de estos dos tipos de relaciones y los ejemplos están extraídos de
Núñez, Rafael y Del Teso, Enrique (1996): Semántica y pragmática del texto común.
Producción y comentario de textos. Madrid, Cátedra.
81
Dos términos son contradictorios cuando sus propiedades
no pueden ser ni afirmadas ni negadas simultáneamente del mismo
individuo. Por ejemplo, no podemos decir que una persona está
"muerta" y "viva" a la vez ni tampoco podemos negarlo.
Así como ocurre con la sinonimia, puede que en el nivel textual
ciertos elementos funcionen como antónimos aunque no Ib sean en
el sistema de la lengua.
23. Otros autores (Salvio Martín Menéndez o M.l. de Gregorio de Mac) llaman
colocación a este recurso. No utilizamos este término porque, para otros lingüistas,
ia colocación se refiere a la solidaridad léxica o a otros tipos de cohesión léxica.
82
Palabra generalizadora
Encapsulador24
24. Definición extraída del material preparado por el prof. Hugo Alloa y la Lie. Silvia
Miranda de Torres para el curso "Coherencia y Cohesión Textuaí en la Escuela
Superior de Lenguas (UNC), agosto- setiembre 1998. Los autores también ejemplifican
con los siguientes encapsuladores: accidente, operativo, decisión, maniobra, mani-
pulación, engaño, restitución, homenaje, paseo, análisis.
83
asaltantes en pleno centro de esta ciudad, murió ayer a la
madrugada a raíz de una infección.
El 26 de enero, al llegar al comercio ubicado en Colón Na
434¡ por una denuncia de asalto, dos delincuentes le
descerrajaron varios disparos tres de los cuales le
¡mpactaron en la cabeza. Inmediatamente fue internado
en el Hospital de Urgencias y después de varios días en
estado de coma, dejó de existir.
Fuentes allegadas a la pesquisa informaron que se reali-
zaron cuatro allanamientos para encontrar los responsa-
bles de este lamentable suceso.
Seríes ordenadas:
PROCEDIMIENTOS DE COHESIÓN
LÉXICA
85
o
Tipologías Textuales
1. FUNCIONES DEL LENGUAJE
Si bien sabemos que la función principal del lenguaje es la
comunicación, cuando empleamos la lengua en una situación par-
ticular de habla, podemos reconocer una variedad de funciones. Por
ejemplo, un alocutor puede escribir un texto para convencer al
alocutario de que realice una determinada acción, para contarle sus
propios sentimientos, o para informarle acerca de un asunto intere-
sante.
El primero en sistematizar este tema fue Karl Bühler, en su
Teoría del Lenguaje (1934). Para ello, relacionó el lenguaje con los
elementos constitutivos de todo acto lingüístico y determinó tres
funciones: la función expresiva, que se relaciona con la 1 e persona,
ya que la finalidad esencial de la misma es expresar un estado
anímico, un sentimiento, un estado psíquico del hablante; la función
apelativa, que tiene vinculación con la 2- persona porque, a través
del acto lingüístico, el hablante intenta influir sobre el oyente para
conseguir de él determinada conducta y la función representativa,
que se refiere a la 39 persona ya que la intención es informar acerca
de algo exterior al hablante y al oyente.
Hacia 1963, teniendo en cuenta los desarrollos de la ciberné-
tica y de la teoría de la información sobre los componentes del
circuito comunicativo, Román Jakobson propone un nuevo esque-
ma partiendo del modelo triangular de Bühler. Reconoce en todo
acto comunicativo los siguientes elementos: destinador, destina-
tario, mensaje, contexto (referente: aquello a lo que remite el
mensaje), código y contacto (canal). Según este lingüista, cada
uno de estos factores origina seis funciones del lenguaje diferentes
y agrega:
89
otra función sino en la diferencia de jerarquía entre éstas.
La estructura verbal de un mensaje depende, ante todo, de
la función predominante" (Jakobson, Román, Roland
Barthes y otros (1971): El lenguaje y los problemas del
conocimiento. Ed. Rodolfo Alonso, p. 13 -14).
90
je para hablar sobre el lenguaje mismo. Por ejemplo, cuando el
emisor y/o el destinatario quieren verificar si se comprende el código
y averiguan el significado de un término; "¿Qué significa longevi-
dad?". Como explica Jakobson, "todo proceso de aprendizaje del
lenguaje, en especial la adquisición por parte del niño de la lengua
materna, recurre a menudo a operaciones metalingüísticas..."
(Jakobson, 1971, p. 18).
1. Coseriu aclara que es preciso corregir el término que utiliza Bühier ya que el signo
lingüístico por sí mismo no cumple ninguna función si no está en un acto lingüístico
concreto. Reconoce que Jakobson implícitamente hizo esta corrección ya que utiliza
el término "mensaje" y no "signo". Coseriu, Eugenio (1983): Lingüística del fexfo.Actas
del II Congreso Nacional de Lingüística, Universidad Nacional de San Juan, Tomo II.
P. 53.
91
La función faitease corresponde con la apelativaúe Bühler ya que
el hablante tiene la intención de comprobar si el canal de transmisión
está abierto, si el oyente puede recibir el mensaje. Intenta estable-
cer por parte del otro una disposición favorable para la comunica-
ción.
La función metaiirtgüístícase corresponde con la representativa,
con la particularidad de que en lugar de hacer referencia a una
realidad extralingüística, se refiere al lenguaje mismo, más
específicamente, al código.
La función poética no puede ser presentada, como lo hace
Jakobson, como una función más, como una función diferente de las
otras. Por el contrario, en la función poética el lenguaje se manifies-
ta en una plenitud funcional que no se logra a través de las otras
funciones del lenguaje porque en ella hay una concentración en la
perfección técnica de la estructuración del mensaje.
Para Coseriu, "el lenguaje poético es un lenguaje absoluto...
que se considera fuera de cualquier otra relación y fuera de cual-
quier otra función, por ejemplo fuera de la vida práctica, simplemen-
te como aquella realidad que se expresa en el discurso mismo y que
se compara sólo dentro del discurso mismo" (Coseriu, 1983, Tomo
II, p. 52). A través de la función poética el lenguaje se realiza como
una obra de arte y, como ejemplifica Coseriu, cuando se contempla
estéticamente un cuadro no se lo compara con la realidad circun-
dante sino que se estudian las relaciones internas de sus elemen-
tos.
En síntesis, según este lingüista, habría tres funciones: una
función de referencia a las cosas, una función de expresión y una
función de apelación. Sin embargo, considera que en el lenguaje
poético existen innumerables funciones imposibles de delimitar ya
que es diferente del lenguaje no poético: "Esta reducción funcional
que tenemos en la vida práctica y diaria consiste en hacer que la
palabra se refiera a sólo una cosa, mientras que la plenitud funcional
que tenemos en el lenguaje poético consiste en que siga refiriéndo-
se a muchas cosas a la vez y que evoque otras sin dejar por ello de
referirse a una y ciertas cosas" (Coseriu, 1983, p. 54).
92
Por ejemplo, si leemos en un texto de geografía el término
"mar", sabemos que se está refiriendo auna "gran masa de agua
salada que cubre la mayor parte de la Tierra". En cambio, esta
palabra en una obra literaria puede evocar distintos conceptos o
emociones: "infinidad", "soledad", "aventura", "peligro", "inmensi-
dad", "plenitud"," desasosiego", etc.
El signo que funciona en un texto poético es polifuncional
porque no sólo hace referencia a una cosa sino que se refiere a
varias a la vez. Un término, además de significar algo, puede
relacionarse con otros signos por su materialidad (rima o semejanza
de sonidos), por su contenido o por las dos cosas; puede evocar
distintos registros: familiar o formal; puede remitir a una determina-
da región o país; puede traer a la memoria otros textos en donde
aparece con frecuencia; también puede evocar ámbitos de la cultu-
ra, de la técnica, de la creación fantástica, de la vida cotidiana, etc.
"De aquí que (el signo) tenga una polifuncionalidad casi
indeterminable por cuanto estas relaciones llegan a ser infinitas"
(Coseriu, 1983, p. 54).
Por todo lo expuesto, consideramos que para reconocer la
función del lenguaje que predomina en un texto, debemos analizar,
en primer término, si evidencia una intencionalidad estética, es
decir, si el alocutor trabaja el mensaje con recursos expresivos para
producir en el alocutario una sensación de belleza; en ese caso,
descubrimos la predominancia de la función poética.2
Si el hablante produce un texto sin intención estética, predo-
mina una de las restantes funciones:
En el enunciado: "Estoy preocupado porque no podré terminar el
ensayo"; el hablante expresa sus valoraciones o sentimientos, su
subjetividad, por lo tanto predomina la función expresiva.
En el siguiente ejemplo: "Por favor, ayúdame a concluir este ensa-
yó'; el hablante intenta influir sobre el oyente para que éste haga
algo, en consecuencia predomina la función apelativa.
2. No sólo en los textos literarios predomina la función poética. Por ejemplo una
publicidad, una historieta o un afiche, pueden presentar una estructuración artística
del mensaje.
93
En este ejemplo: "El ensayo trata sobre petrografía: la parte de
la Historia Natural que se dedica al estudio de las rocas"; el alocutor
comunica conceptos o ideas, haciendo referencia a una determina-
da realidad, por ello predomina la función informativa.
Función poética:
• Reúne todas las funciones del lenguaje. (Un texto puede ser:
poético-expresivo, poético-apelativo o poético-informativo).
» El emisor tiene la intención de producir placer estético en el
receptor a través de la creación de un texto donde predomine
la belleza.
« Se utilizan recursos expresivos (metáforas, comparaciones,
personificaciones, imágenes, repeticiones, juegos de pala-
bras, etc.)
• Aparece en los textos literarios (líricos, narrativos y dramáti-
cos) y en todos aquellos textos donde sea evidente que el
autor se ha esmerado en trabajar estéticamente la lengua y
el mensaje.
Función expresiva:
• La intención del emisor es transmitir sus propios sentimien-
tos, emociones, valoraciones y opiniones.
• Predomina la primera persona gramatical.
• Aparecen oraciones exclamativas, interrogativas e interjec-
ciones.
• Se manifiesta en el diario íntimo, la carta amistosa, el diálo-
go, la autobiografía, etc.
Función apelativa:
« El emisor tiene la intención de influir sobre el oyente.
» Predomina la segunda persona.
» Se utilizan oraciones exhortativas que expresan orden, ex-
hortación, consejo, pedido, ruego, sugerencia, etc.
94
* Es frecuente en discursos políticos y publicitarios.
• Predominan los verbos en modo imperativo.
Función informativa;
» El emisor tiene la intención de transmitir información para dar
a conocer datos, hechos o ¡deas.
« Predomina la tercera persona gramatical.
* Se utilizan oraciones enunciativas y con matiz impersonal.
« El hablante asume una actitud objetiva.
• Aparece en discursos científicos, periodísticos, textos esco-
lares, etc.
« Predominan los verbos en modo indicativo.
2. TIPOS DE TEXTO
SEGÚN LA ESTRUCTURA
Es fácil advertir que las personas no necesitamos una prepa-
ración académica específica para diferenciar una receta de cocina
de una carta documento, un poema de una conferencia, un folleto
publicitario de una noticia. La mayoría de los hablantes de una
lengua distingue sin mayores dificultades los distintos tipos de
textos de circulación social. Sin embargo, un tema que parece ser
sencillo, implica tal complejidad, que hasta hoy no se ha podido
lograr en lingüística una tipología de textos más o menos completa
y aceptada. ¿Cuáles son las dificultades que entorpecen una orga-
nización sistemática de los diferentes textos?. Intentaremos sinteti-
zar las más relevantes:
* La lingüística, hasta fines de los años 60, se ocupó sólo del estudio
científico del sistema de la lengua. Recién a partir de entonces, con
95
el surgimiento de la lingüística textual, se orientó el interés hacia los
textos y allí comenzó a cobrar importancia la temática de los tipos
textuales. Posteriormente, el auge de la pragmática incentivó aún
más este tópico. Pero el tema se ha comenzado a trabajar con
verdadero interés desde hace pocos años.
96
enseñanza de lenguas con fines específicos, consiste en buena
medida en definir tipos de texto y señalar sus características estruc-
turales, su estructuración sintáctica, su vocabulario, etc." (Bernárdez,
Enrique (1995,): Teoría y epistemología del texto. Madrid, Cátedra,
p.179).
97
texto situacional en el que se produce la comunicación, por ejemplo
la comunicación cara a cara, por teléfono, radio, canal escrito, etc.;
b) la función textual: se refiere al propósito comunicativo del emisor,
según el cual los textos pueden ser informativos (noticia, nota,
informe), textos de contacto (agradecimiento, condolencia, felicita-
ciones), textos apelativos (publicidad, artículo de opinión, ordenan-
za), textos obligativos (contrato, garantía), textos declarativos
(testamento, bautismo); c) el contenido textual: hace referencia al
tema que se desarrolla a lo largo del texto mediante formas de
estructuración (secuencias) más o menos típicas: descriptiva,
narrativa, explicativa y argumentativa.
Para Brinker, de todos estos criterios, el más importante es el
que se refiere a la función textual.
Por último, la tipología que plantea J. M.Adam (1991) comple-
ta la de Werlich ya que incluye el diálogo como otro tipo textual y
distingue cinco tipos de secuencias prototípicas: narrativa, des-
criptiva, argumentativa, explicativa y dialogal que desarrollare-
mos en el punto siguiente.
Como se puede observar después de haber considerado algu-
nas tipologías, es imposible encontrar alguna que abarque la tota-
lidad de tipos textuales utilizando un criterio único de clasificación.
Es necesario recurrir a un sistema complejo de varios niveles para
poder hacer un análisis exhaustivo de los textos.
2.2. T r a m a s textuales
A través de estos intentos clasificatorios desde distintos enfo-
ques, advertimos que se pueden clasificar los textos según la
función que cumplen, la relación que guardan con los procesos del
pensamiento humano, la estructuración, la relación con la situación
comunicativa, etc. Nos detendremos ahora a analizar los tipos
textuales de acuerdo con la forma en que organizan el contenido.
Como vimos en el tema 1., los textos pueden ser diferenciados
según la intencionalidad que tiene el alocutor (funciones del lenguaje),
y también por la manera en la que está presentado su contenido.
98
Dos textos pueden tener, por ejemplo, la misma intencionalidad
ya que el autor los realizó para transmitir una información (función
referencial); sin embargo, cada uno puede poseeruna estructuración
diferente, ya que uno puede estar presentado como una descripción
y el otro como una narración.
Estos diversos modos que se pueden utilizar para organizar
los elementos lingüísticos que conforman un texto producido de
acuerdo con una finalidad, se denominan TRAMAS.
Si bien actualmente hay una gran variedad de criterios clasifica-
torios que agrupan los textos según características comunes, a los
efectos de este trabajo, optaremos por la clasificación de J. A. Adam.3
99
También es importante distinguir entre el autor y el narrador.
Este último es una figura imaginaria creada por el autor para que
narre los hechos, es la voz que relata dentro del texto. El narrador
puede ser:
0 Omnisciente o narrador básico: está fuera del relato y cuenta
lo que hacen, sienten y piensan los personajes. Emplea sólo
la 3S persona.
» Testigo: es el relator que no interviene en la historia pero sabe
de ella porque la ha presenciado, sabe sólo lo que hacen y
dicen los personajes. Puede usar la 1Q o 3e persona.
9 Protagonista o actante: es el que participa en la historia que
está narrando. Cuenta lo que él hace, siente y piensa y lo que
otros hacen o dicen. Utiliza sólo la 1 s persona.
Algunos textos literarios que siempre presentan trama narrativa son,
por ejemplo: cuento, novela, biografía, fábula, leyenda, etc. Otros
textos literarios como el poema pueden o no tener trama narrativa.
Los textos no literarios que pueden desarrollarse con esta trama son
innumerables, como por ejemplo: carta, diario íntimo, informe, noti-
cia, crónica, exposición, etc.
Ejemplo:
EL NEGADOR DE MILAGROS
Chu Fu Tze, negadorde milagros, había muerto; lo velaba
su yerno.
Al amanecer el ataúd se elevó y quedó suspendido en el
aire, a dos cuartas del suelo. El piadoso yerno se horrori-
zó. "Oh, venerado suegro", suplicó, "no destruyas mi fe de
que son imposibles los milagros".
El ataúd, entonces, descendió lentamente, y el yerno
recuperó la fe.
(Anónimo)
100
creencia o valoración que, generalmente, es la del autor. Este tipo
de textos, la mayoría de las veces, se organiza en tres partes:
1) Tesis o introducción: allí se presenta el tema a desarrollar o la
problemática que se analiza desde un punto de vista.
2) Demostración: está integrada por diferentes secuencias
argumentativas como la ejemplificación, ia justificación, la desmen-
tida de argumentos opuestos, la utilización del criterio de autoridad,
la presentación de contrastes, etc. En esta instancia se trata de
demostrar la aceptación, duda o refutación de la tesis. Aquí es
fundamental el uso de los conectores y modalizadores.
3) Conclusión: En ella se retoma el planteo inicial y se sintetiza la
aceptación, negación o ajuste del mismo.
Los textos argumentativos ejercen una fuerte presión sobre el
receptor. Intentan convencerlo para que acepte una idea, asuma
una actitud o compre un producto.
Son textos argumentativos los artículos de opinión, los co-
mentarios, los editoriales, las monografías, etc. Las propagandas y
publicidades generalmente utilizan este tipo de trama.
Ejemplo:
101
Trama descriptiva. Se encuentra en aquellos textos que explican
las características particulares de un objeto, lugar, sentimiento,
persona o proceso. Así como en la trama argumentativa hay predo-
minio de proposiciones subordinadas, aquí es más frecuente encon-
trar proposiciones yuxtapuestas o coordinadas. También adquieren
gran importancia los sustantivos y adjetivos.
Estos textos se caracterizan por la ausencia de temporalidad
y trabazón lógica entre sus componentes. El procedimiento básico
de la descripción es la acumulación de datos concretos. Se refieren
más frecuentemente a objetos y espacios materiales. No presentan
un principio de orden predeterminado ni un cierre previsible.
La descripción también puede referirse a sucesos o aconteci-
mientos; pero la forma de enfocarlos la diferencia de la narración. Si,
por ejemplo, se describe un festival de rock, aunque se haga
referencia a un suceso, la información se presenta yuxtapuesta, sin
interconectar causalmente unas acciones con otras y se explican las
características del escenario, los movimientos de los cantantes, las
demostraciones del público, etc, el texto es una descripción.
Es poco frecuente que una descripción forme textos comple-
tos; generalmente está al servicio de otro tipo de textos como lá
narración o la exposición.
Podemos mencionar entre los textos descriptivos: definición,
receta de cocina, prospecto, nota de enciclopedia, informe de
experimentos, publicidad, crítica de cine, instructivo, etc.
Ejemplo:
102
ramazones de vides y racimos y doncellas seducidas por
caramillos de faunos en una floresta de bronce. Los mué-
bles de recibo, hasta el reloj de péndulo de la sala que
tenía la presencia de un centinela vivo, eran todos origina-
les ingleses de fines del siglo XIX, y las lámparas colgadas
eran de lágrimas de cristal de roca, y había por todas
partes jarrones y floreros de Sevres y estatuillas de idilios
paganos en alabastro".
(Fragmento de El amor en los tiempos delcólerade Gabriel
García Márquez (1988). Buenos Aires, Sudamericana, p.
31)
103
Es al fin y al cabo un pretexto para decir lo que uno piensa
del universo ¿no?
Borges: - Claro, es verdad. Fíjese que Chesterton ha
escrito algo muy bueno y muy incompleto sobre Blake, que
es el hombre que se parece menos en el mundo a
Chesterton.
Sábato: - De todas maneras cabría preguntarse: ¿quién es
uno para escribir sobre el universo, que es tan vasto, tan
rico, tan infinito?. Y sin embargo todos tenemos nuestra
propia visión del universo, aunque sea una visión precaria
e incompleta.
Borges: - Es que ésa palabra "Universo", siendo tan
grande, es vaga. En cambio con la vida de un escritor uno
debe ser más preciso...
104
Las características generales de este tipo de textos son las siguientes:
• Predominan las oraciones enunciativas.
• Se utiliza un registro formal.
• Se prefiere el uso de la 3a persona gramatical.
• Se usa un vocabulario preciso, con términos científicos o
técnicos.
• Los verbos de las ideas principales se emplean en modo
indicativo.
• Se evitan las expresiones que manifiesten la subjetividad del
emisor.
• La información se presenta por acumulación o yuxtaposi-
ción (entre los contenidos no hay necesariamente
concatenaciones lógicas o temporales).
105
en un texto de medicina donde se explican cuáles son los factores
que pueden producir una enfermedad.
2. 2. 1. Un enfoque particular
de las tramas narrativa y argumentativa
A nuestro criterio, lo que hemos visto como tramas textuales,
es lo que Teun Van Dijk denomina superestructuras. A los fines de
completar el tema desde la perspectiva de este lingüista, sintetiza-
mos a continuación la conceptualización que él hace de las super-
estructuras y la caracterización en especial de la narrativa y
argumentativa.(cfr. Van Dijk, Teun A. (1978): La ciencia del texto.
Barcelona, Paidós).
Hemos dicho que un texto puede diferenciarse de otro porque
tiene una estructuración diferente. Estas estructuras globales4
especiales que caracterizan a los diferentes tipos de texto son
4. Van Dijk aclara que habla de estructuras globales porque las mismas no se
definen con relación a oraciones o secuencias aisladas de un texto sino que se
refieren af texto como una totalidad.
106
denominadas por Van Dijk SUPERESTRUCTURAS. Así como la
macroestructura de un texto es su significado global, la superes-
tructura es la forma del texto. Una misma macroestructura (tema),
por ejemplo "El drama de los inundados en el Litoral argentino",
puede ser presentada en dos tipos de textos con diferentes super-
estructuras. Un cuento estará organizado en base a una superes-
tructura narrativa y un artículo de opinión tendrá la superestructura
de un texto argumentativo.
Todavía no se ha elaborado científicamente una teoría gene-
ral de las superestructuras; sin embargo, se está trabajando en la
determinación de algunos tipos.
La superestructura determina el orden de las partes del texto,
ya que es un esquema al que éste se adapta y que existe indepen-
dientemente del contenido. Van Dijk la define del siguiente modo:
"una superestructura es un tipo de esquema abstracto que estable-
ce el orden global de un texto y que se compone de una serie de
categorías, cuyas posibilidades de combinación se basan en reglas
convencionales" (Van Dijk, 1978, p. 144).
También aclara que, si bien todo texto coherente, aunque
conste de una sola frase, tiene una macroestructura semántica
(tema), no todos los textos tienen una superestructura. Así, por
ejemplo, con una sola oración no se puede hacer una narración ni
una argumentación.
Superestructura narrativa;
Van Dijk comienza describiendo la estructura de las narracio-
nes que se producen en la comunicación cotidiana. La característica
primordial de cualquier texto narrativo es que se refiere a acciones
de personas, por lo tanto, los aspectos descriptivos de circunstan-
cias, objetos o personas, quedan subordinados a los sucesos.
Una categoría muy importante de la superestructura narrativa
es la COMPLICACIÓN, a la cual le corresponde una RESOLUCIÓN.
Ambas categorías forman el núcleo del SUCESO. Éste se desarrolla
en determinada situación, en cierto momento y lugar: a todos estos
aspectos se los denomina MARCO. El MARCO y el SUCESO forman
el EPISODIO. A su vez, varios EPISODIOS constituyen la TRAMA
107
del texto. Además, cuando el narrador expresa su opinión o valora-
ción acerca de lo que está contando, estamos ante la EVALUACIÓN
que, junto con la TRAMA, forman la HISTORIA. En algunos textos
narrativos como la fábula, encontramos una conclusión práctica que
se llama MORALEJA.
Esta superestructura se puede esquematizar así:
NARRACIÓN
HISTORIA MORALEJA
TRAMA EVALUACIÓN
EPISODIO
MARCO SUCESO
COMPLICACIÓN RESOLUCIÓN
108
EL MEDIO AMIGO
109
El segundo episodio resulta conformado por el mismo marco,
mientras que el suceso está representado por las categorías que
siguen:
Complicación: el mejor amigo del hijo denuncia al banquero.
Resolución: los jueces comprueban que no se trata más que de
un ternero.
El primero y segundo episodios constituyen la trama. Si a ello
le sumamos la evaluación (el padre deseaba darle una lección al
hijo, el amigo del padre estaba apesadumbrado, los jueces se vieron
sorprendidos) queda determinada la historia.
Finalmente, el relato se cierra con una moraleja: "el buen amigo
es el que nos favorece en la desgracia y no aquél que nos adula
cuando estamos en prosperidad".
Podemos esquematizar entonces este relato como se propone
a continuación:
Narración
Episodio 2
110
Superestructura argumentativa.
El esquema básico de la estructura argumentativa es la se-
cuencia HIPÓTESIS (premisa) - CONCLUSIÓN. En el lenguaje
cotidiano empleamos frecuentemente esta relación. Por ejemplo:
"Pedro ha sacado un cuatro. Luego no ha aprobado el examen."5
Siempre la relación entre una hipótesis y su conclusión supo-
ne la existencia de una hipótesis implícita más general. En el caso
de Pedro, se llega a la conclusión de que ha sido aplazado porque
se sabe que existe una regla que estipula que con un cuatro no se
aprueba una asignatura en el nivel medio. Esta hipótesis general
que permite que se saquen conclusiones, se denomina LEGITIMI-
DAD de la argumentación. Si justificamos que Pedro no ha aprobado
en virtud de la relación que existe entre el cuatro(4) y la reprobación
de un examen, explicando así la regla, estamos dando un REFUER-
ZO al indicar qué y cómo tiene que ver el cuatro con el aplazo.
Podemos seguir explicando que esa relación es importante en
una situación de examen por lo que hay que suponer que Pedro se
ha presentado a rendir un examen final. A esto se lo denomina
MARCO del argumento (al igual que en los textos narrativos se
refiere al contexto situacional). Las CIRCUNSTANCIAS hacen refe-
rencia a la situación específica, por ejemplo: "Pedro es un estudian-
te que está en el nivel medio"; los PUNTOS DE PARTIDA indican los
motivos que dan lugar a la argumentación: "Pedro no quiere o no
puede estudiar"; el HECHO es que "Pedro no ha estudiado". La
CONCLUSIÓN puede ser una orden, una prohibición, una sugeren-
cia, una recomendación, un consejo, una propuesta, etc.
Van Dijk aclara que todas estas categorías pueden estar
presentes en la argumentación pero también varias de ellas pueden
estar implícitas.
5. Van Dijk explica que ese "luego" tiene valor pragmático ya que se refiere a la acción
de quien saca la conclusión (Van Dijk, Teun (1978): La ciencia del texto. Barcelona,
Paidós, p. 158)
111
ARGUMENTACIÓN
JUSTIFICACIÓN CONCLUSIÓN
MARCO CIRCUNSTANCIA
LEGITIMIDAD REFUERZO
112
Legitimidad: La mayoría de las personas desean tener un auto
confortable y seguro.
Refuerzo: La Caravan tiene: Cab Forward, doble puerta trasera
corrediza, barras de protección laterales, doble Air Bag, frenos ABS
y sistema Easy-Out Roller Saeats.
Punto de partida: Usted tiene gran variedad de modelos de autos
para elegir.
Hecho: Ha aparecido en el mercado automotor un nuevo modelo de
Caravan.
Circunstancia: La publicidad, al ofrecer los beneficios de un pro-
ducto, puede persuadir al receptor para que lo compre.
Marco: Usted está pensando en cambiar su vehículo y necesita
informarse.
Justificación: Usted quiere tener un auto que sea confortable y
que, al mismo tiempo, le brinde seguridad, desarrollado con las
nuevas tecnologías.
Conclusión: Compre la nueva Caravan.
113
TEXTOS PUBLICITARIOS O PROPAGANDÍSTICOS, también se
caracterizan por el predominio del alocutario ya que intentan
persuadirlo para que compre un producto (publicidad) o para que
asuma una determinada actitud (propaganda). Ejemplos: folleto,
aviso publicitario, afiche, propaganda política, propaganda
institucional, etc.
6. La historieta, según la intención del escritor y la estructuración del mensaje, puede ser
también un texto literario, o un instructivo, o un aviso publicitario o propagandístico.
7. Hay otros tipos de textos que, sin ser periodísticos, están determinados por el canal
de transmisión. Por ejemplo: graffittis, fax, telegramas, etc.
114
cular, acta, nombramiento, renuncia, traslado, partida de nacimien-
to o casamiento, etc.
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