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Voces: ACCIDENTE DE TRABAJO - INDEMNIZACIÓN POR RIESGOS DEL TRABAJO -

REPARACIÓN DEL DAÑO - RIESGOS DEL TRABAJO - ENFERMEDAD LABORAL -


INDEMNIZACIÓN TARIFADA - ÍNDICE RIPTE - INTERESES - TASA DE INTERÉS -
DECRETOS DE NECESIDAD Y URGENCIA - CONSTITUCIONALIDAD - APLICACIÓN DE
LA LEY

Título: El factor económico de la ecuación reparatoria en la ley especial laboral. Segunda


parte

Autor: Delgado, Sofía Y. - Rodríguez, Leonardo D.

Fecha: 29-jun-2020

Cita: MJ-DOC-15406-AR | MJD15406

Producto: LJ,MJ

Sumario: I. La Ley 27.348 y el DNU 669/19. II. El Decreto 669/2019 (8). III. RSSN
1039/2019. IV. Incidencia del Decreto 669/19 sobre el quantum indemnizatorio. v.
Bibliografía consultada.

Por Sofía Y. Delgado (*) y Leonardo D. Rodríguez (**)

I. LA LEY 27.348 Y EL DNU 669/19

Sancionada por el Congreso de la Nación en su sesión del día 15 de febrero de 2017 y


publicada el 24 del mismo mes y año, la ley 27.348 produjo una nueva modificación al
concepto de IBM.

Cabe aclarar, y al sólo efecto de zanjar cualquier duda habida en el pasado con temas relativos
a la aplicación temporaria de las leyes (léase modificaciones indemnizatorias de la ley 26.773 y
las exposiciones vertidas al respecto en el fallo «Espósito» de la Corte Suprema de Justicia de
la Nación (1)) que sus prerrogativas sólo serán aplicadas a aquellas contingencias acaecidas
con posterioridad a su entrada en vigencia.

Asimismo, corresponde destacar que previo a la sanción de la ley, el PEN en enero del 2017
sancionó con formato de decreto de necesidad y urgencia (nº 54/17) un texto similar al que
finalmente adoptó la ley. Según Formaro (2), las prerrogativas del decreto relativas a las
modificaciones del IBM, deben ser tenidas en cuenta desde el 24 de enero del 2017 y hasta la
vigencia de la ley 27.348 para aquellos casos suscitados en CABA.

Su art. 11 sustituye el artículo 12 de la ley 24.557 por el siguiente texto: «Ingreso base.
Establécese, respecto del cálculo del monto de las indemnizaciones por incapacidad laboral
definitiva o muerte del trabajador, la aplicación del siguiente criterio:

«1°. A los fines del cálculo del valor del ingreso base se considerará el promedio mensual de
todos los salarios devengados —de conformidad con lo establecido por el artículo 1° del
Convenio N° 95 de la OIT (3)— por el trabajador durante el año anterior a la primera
manifestación invalidante, o en el tiempo de prestación de servicio si fuera menor.Los salarios
mensuales tomados a fin de establecer el promedio se actualizarán mes a mes aplicándose la
variación del índice RIPTE (Remuneraciones Imponibles Promedio de los Trabajadores
Estables).

«2°. Desde la fecha de la primera manifestación invalidante y hasta el momento de la


liquidación de la indemnización por determinación de la incapacidad laboral definitiva, deceso
del trabajador u homologación, el monto del ingreso base devengará un interés equivalente al
promedio de la tasa activa cartera general nominal anual vencida a treinta (30) días del Banco
de la Nación Argentina.

«3°. A partir de la mora en el pago de la indemnización será de aplicación lo establecido por el


artículo 770 del Código Civil y Comercial acumulándose los intereses al capital, y el producido
devengará un interés equivalente al promedio de la tasa activa cartera general nominal anual
vencida a treinta (30) días del Banco de la Nación Argentina, hasta la efectiva cancelación».

El primer acápite, establece dos conceptos perfectamente escindibles. Modifica lo que tanto se
ha impulsado desde la jurisprudencia: la adopción de una remuneración real, integrativa de
todo concepto que se vislumbre como contraprestación del trabajo realizado, en consonancia
con las regulaciones internacionales que velan sobre el salario de los trabajadores. Esta
directriz, resulta avalada por el art. 43(red:LEG85096) de la resolución de la Superintendencia
de Riesgos del Trabajo nº 298/17 que dispone que «no integrarán el cálculo del Valor de
Ingreso Base, conforme lo establecido en el art. 12 de la Ley n° 24557, sustituid por el artículo
11 de la Ley Complementaria de la Ley de Riesgos del Trabajo, aquellas sumas que
correspondan a los conceptos establecidos en el art 7°(redf:LEG837.7) de la Ley n° 24.241 y
los artículos 103 bis y 106 de la ley n° 20.744, y todo otro concepto que no integre el salario
aun cuando se liquide conjuntamente con él».

Como observa la Dra.Andrea García Vior, quedan excluidos de este concepto aquellas partidas
que sean incorporables al art. 103 bis y 106 LCT. Agrega, que tampoco pueden ser
computadas las indemnizaciones derivadas de cualquier ruptura contractual; los viáticos
específicamente validados por comprobantes; gratificaciones por finalización del vínculo;
indemnizaciones por incapacidades permanentes provocada por accidente del trabajo o
enfermedad profesional (4) y, por último, nosotros nos permitimos completar el concepto
señalando que tampoco serán integrativos del cálculo -por responder a rubros incorporados al
art. 7° de la ley 24241- las asignaciones familiares, las indemnizaciones derivadas de la
extinción del contrato de trabajo y las vacaciones no gozadas. Exceden, obviamente por
resultar ajenas a la relación laboral, aquellas prestaciones económicas por desempleo y las
asignaciones pagadas en concepto de becas.

Si bien es justa, necesaria y acertada, esta primera modificación tendiente a respetar un


entendimiento amplio del concepto de remuneración, parece ser otro foco de conflicto entre las
partes, pues no sólo amplía las posibilidades de discusión acerca de aquellos rubros no
remuneratorios, sino que lo hace con aquellos percibidos en especie, y hasta aquellos a los
que el trabajador haya tenido el derecho de cobrar pero su empleador no se lo haya hecho
ingresar a su patrimonio. Como se observa, la norma no habla de remuneración «percibida»,
sino de remuneración «devengada» expresión que, en un marco de regulación legislativa
tendiente a viva voces a «disminuir la litigiosidad» parece contraponerse con el socavado fin
propuesto.

Sumada a dicha conflictividad, se encuentra la problemática asociada con el RIPTE. Según la


norma, los salarios que se promedien, variarán su cotización conjuntamente con el índice
RIPTE (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables). El mencionado
índice, es el cociente entre las remuneraciones imponibles con destino SIJP (Sistema
Integrado de Jubilaciones y Pensiones) y el total de trabajadores dependientes que figuran en
las DD.JJ. (Declaraciones Juradas) recibidas mensualmente.Ahora bien, la complejidad se
hace presente cuando se detecta que el índice no cuenta con un detalle diario que permita
establecer una cuantía exacta de cuán acrecidas deben ser «[l]os salarios mensuales
tomados». Aún soslayando la falta de detalle diario, la publicación de los índices no suele
coincidir con el vencimiento del último día del mes calendario sino que, por el contrario, lo
normal es que su publicación se demore entre dos y tres meses, extremo que dificultaría su
correcto cálculo cuando el -pretendido- celérico trámite ante las Comisiones se desarrolle en
fechas cercanas al infortunio.

Por último, se ha expresado que «como se puede observar del apartado 1º, la actualización
conforme el índice RIPTE no posee fecha de corte, -en tal sentido, no se observa precisión en
la norma- de modo tal que no ha sido establecido, con la claridad necesaria, si los salarios se
actualizan, mes a mes, hasta el accidente, o si esa actualización debe ser aplicada hasta el
momento de producirse la liquidación del pago.

En este sentido, parte de la doctrina -que comparto- indica que «[p]ara la determinación del
valor mensual del ingreso base, que es la referencia remuneratoria tomada por los artículos 14
y 15 de esta LRT para el cálculo de las indemnizaciones por incapacidad laboral permanente y
muerte del trabajador, se deberán considerar todas las sumas devengadas mensualmente por
el trabajador en el año anterior a la primera manifestación invalidante -o el tiempo trabajado si
fuera menor- y, luego de actualizarlas desde cada mes "hasta la fecha de esta última", se
deberá determinar su promedio dividiendo el total obtenido por 12 -o el número de meses
transcurridos si el período considerado fuera inferior a un año-» (Ackerman, Mario Eduardo,
«Ley de riesgos del trabajo comentada y concordada» - 1º edición, Ed. Rubinzal Culzoni,
2017, páginas 364/365)» (5).

La segunda parte del examinado art.11 de la ley 27.348 establece que el IBM -y como
consecuencia la indemnización en su totalidad- será incrementado desde la primera
manifestación invalidante con la tasa de interés que describe. Al respecto, corresponde
atender dos extremos; en primer lugar, instituye que la fecha de comienzo del cómputo de
intereses sea desde el siniestro o la primera manifestación invalidante hasta el momento de la
liquidación de la indemnización por determinación de la incapacidad laboral definitiva, deceso
del trabajador y homologación. En un sistema de reparación tarifado en base a una ecuación,
como lo es el dispuesto por las leyes especiales, otorgarle intereses al IBM resulta
cuantitativamente similar a acrecer la indemnización final. De este modo, la ley sella la
inaplicabilidad de aquella corriente jurisprudencial que imponía intereses desde la
consolidación jurídica del daño.

El segundo tópico a atender, es que asigna una tasas de interés prefijada en la materia que,
anteriormente, era o bien no existía (cuando se tramitaba mediante las Comisiones) o bien era
determinado libremente por los Magistrados debido a que los juicios laborales carecían de
intereses legales (facultades conferidas por el art. 622 del Código Civil -actuales arts.768 y
769 CCCN- y lo resuelto por el más Alto Tribunal en la causa «Banco Sudameris c/ Belcam
SA» del 17.5.94).

Con estas medidas, se intenta paliar la notoria depreciación monetaria que se producía entre
aquella remuneración devengada al momento del infortunio y la efectivamente devengada por
el trabajador -o un semejante en sus condiciones de labor si es que ya no laboraba en ese
empleo-.

No obstante, y si bien resulta innegable el afán mejorador de la nueva normativa, la tasa de


interés dispuesta resulta, en casos, inferior a la que algunas jurisdicciones aplicaban.Si bien
con vocación orientativa, por carecer de obligatoriedad, al momento del dictado de la norma el
Fuero Nacional del Trabajo -por reflejo de lo dispuesto en el Acta 2630 de la CNAT- aplicaba
una tasa de interés anual del 36%; por imperio del Acta 2658, ha llegado a porcentajes
superiores al 90% en determinados períodos (6) mientras que, la tasa activa determinada por
ley, es notablemente inferior.

No obstante la literalidad de la norma, su aplicación generó controversias y opiniones


encontradas respecto de la aplicación de los intereses fijados por dicha norma. En aislados
fallos se han hallado decisiones tendientes a validar, por sobre la tasa activa del BNA dictada
por ley, la aplicación de aquellas Actas que la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo
porque «es la adecuada para compensar la falta de goce del capital en forma oportuna por el
acreedor (faz compensatoria de los intereses), punir la mora del deudor (intereses moratorios)
y, a la par, resarcir los daños sufridos por el acreedor provocados por el incumplimiento del
deudor moroso entre los cuales cabe contar el deterioro del valor de la moneda y, por
consiguiente, del valor del resarcimiento adeudado». El fundamento, radica en que «el fuerte
deterioro del valor del signo monetario sufrido desde el año 2008 en forma sostenida como
corolario del proceso inflacionario amerita el uso de una tasa como la nominal anual que cobra
el Banco de la Nación Argentina para préstamos personales «libre destino» para un plazo de
49 a 60 meses».

No obstante, a esta opinión minoritaria propuesta por el Dr. Víctor Pesino, se contrapuso la de
sus colegas Miguel Ángel Pirolo y el Dr. Gregorio Corach quienes afirmaron que «[e]l
accidente objeto de las presentes actuaciones se encuentra alcanzado, en virtud de la fecha
en que ocurrió, por las previsiones de la ley 27.348 que, mediante su artículo 11, modificó el
art.12 de la ley 24.557 y, en el apartado 3, estableció para la indemnización «un interés
equivalente al promedio de la tasa activa cartera general nominal anual vencida a treinta (30)
días del Banco de la Nación Argentina». Aclaro que ello no fue alcanzado por la modificación
que, posteriormente, introdujo el decreto 669/19 que -sin perjuicio de los cuestionamientos
que pudiesen formularse a su pretendida retroactividad- alteró la tasa del apartado 2 para el
ingreso base pero mantuvo, en el citado inciso tercero, la tasa que debe aplicarse sobre la
indemnización.». Para así decidir, afirmaron que «tanto a la luz de las disposiciones del art.
622 del anterior Código Civil -citado por el actor aunque inaplicable dada la fecha del accidente
como de las previsiones de los arts. 767 y 768 del Código Civil y Comercial de la Nación, la
facultad de los jueces de fijar la tasa de interés- y con ella la de la CNAT de establecer pautas
al respecto-se encuentra supeditada a la inexistencia de una tasa de interés convenida o
legalmente fijada.
Considero, entonces, que la tasa de interés sugerida por la CNAT no puede desplazar a la
fijada por le ley.

Creo útil señalar, para concluir, que el dispositivo legal establece, además de la tasa, un
sistema de actualización de las remuneraciones a tener en cuenta para la determinación de la
base de cálculo del crédito, lo cual da respuesta a la pérdida de poder adquisitivo de la
moneda» (7).

Por último, el tercer acápite del actual art. 12 de la ley 24.557 practica una convención de
capitalización de los intereses para el caso de mora en el pago de la liquidación. Como es
sabido, la regla base en el derecho argentino que prohíbe el anatocismo es el art. 770 del
CCCN (ex art. 623 del Código Civil) pero, en su inciso d) establece como excepción que una
disposición legal la prevea.La tasa dispuesta para éste interés moratorio resulta similar al
compensatorio.

Lo expuesto, conduce a concluir que la presente norma podría ser objeto de reproche por
contrariar la directriz relacionada con la prohibición de indexación dispuesta en la ley 25.561
cuya constitucionalidad fue ratificada por la CSJN en el precedente «Chiara Días Carlos
Alberto c/ Estado Provincial», Fallos: 329-385, sentencia del 7 de marzo de 2.006. No
obstante, lo antedicho no parece ser impedimento para su aplicación pues la presente ley tiene
idéntico rango constitucional, es posterior y rige sobre una materia particular. De este modo,
cumple satisfactoriamente con las reglas básicas de aplicación de las leyes por jerarquía
normativa; por ser posterior en su dictado y por la especificidad que reviste sobre la materia.

II. EL DECRETO 669/2019 (8)

El día 30 de septiembre del año 2019 se publicó, en el Boletín Oficial, el Decreto de Necesidad
y Urgencia n° 669/2019 («DNU»). Esta nueva creación del Poder Ejecutivo modifica,
nuevamente, el artículo 12 de la Ley de Riesgos del Trabajo N°24.557.

Son tres las alteraciones decretadas con respecto a la redacción anterior introducida por la ley
27.348 del año 2017 -analizada «ut supra»- las cuales, en esta introducción, simplemente
enunciaremos a los efectos introductorios y luego, sí, nos detendremos en cada una de ellas.

En primer lugar, el decreto dispone que será el Ministerio de Salud y Desarrollo Social el
encargado de elaborar y dar a conocer el índice RIPTE para cada uno de los períodos
correspondientes. Recordemos que, hasta este momento, era la Secretaría de Seguridad
Social del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social quien se encargaba de dicha tarea
(9). En segundo lugar, transforma la tasa de interés que afecta al monto del IBM para calcular
las indemnizaciones por incapacidad definitiva y muerte del trabajador.Y, por último, el decreto
modifica al artículo 12 que, en su antigua redacción, disponía que la fecha a partir de la cual la
ART incurría en mora era «el momento de la liquidación de la indemnización por
determinación de la incapacidad laboral definitiva, deceso del trabajador u homologación»;
mientras que el actual decreto dispone que será «la fecha en que deba realizarse la puesta a
disposición de la indemnización por determinación de la incapacidad laboral definitiva».

Efectuado el sucinto recuento anterior y en términos que interesan para el presente trabajo,
podemos decir que el decreto examinado -de cuestionada validez constitucional si se tienen en
cuenta los parámetros trazados por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en fallos como
«Verocchi» (10)-, se dirigió a seguir la misma línea de la ley 27.348 aunque, según sus
considerandos, el sistema de indemnización de infortunios requería una nueva modificación en
el cálculo del Ingreso Mensual Base.

No puede perderse de vista, que uno de los considerandos reza:«[q]ue así se advierte que
actualmente el rendimiento financiero de los activos de la industria aseguradora es del orden
del cuarenta y dos por ciento promedio, mientras que la tasa de interés vigente para las
indemnizaciones por contingencias previstas en la ley 2455 y sus modificaciones, asciende a
niéveles cercanos al noventa por ciento». El PEN, encontró que esto fomentaba la litigiosidad y
generaba un rendimiento desmedido para el trabajador y, como corolario, selló que la
desproporción entre los porcentajes señalados «podría provocar un riesgo sistémico que la
presente medida busca evitar».

De este modo, como anticipamos, modificó el inciso segundo del artículo 12 de la LRT (según
ley 27.348) que actualizaba, al IBM, bajo la injerencia de la Tasa Activa Cartera General
Nominal Anual Vencida a treinta (30) días del Banco de la Nación Argentina (11).
Actualización que se observó desfasada comparada con la establecida en el inciso primero del
mismo artículo que impulsaba a los salarios mediante el índice RIPTE.

Por dicha razón, el mentado decreto, ordenó que desde la fecha de la primera manifestación
invalidante y hasta la fecha en que deba realizarse la puesta a disposición de la indemnización,
el monto de ingreso base, «devengue un interés equivalente a la tasa de variación de las
Remuneraciones Imponibles Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE) en el período
considerado».

Esta modificación fue altamente cuestionada porque, a grandes rasgos, mientras la tasa activa
del Banco Nación del año 2018 fue de 40,63%, el índice RIPTE fue de 27,1%. A simple vista,
puede concluirse que el decreto disminuye la actualización monetaria de las indemnizaciones
laborales, generando una quita -sustancial o no- de los montos a pagar por las
aseguradoras.Ahora bien, el índice RIPTE únicamente está destinado a la actualización del
Ingreso Base Mensual que comprende el período entre la primea manifestación invalidante
hasta el efectivo pago (momento en el que la ART debe cumplir con la obligación). Pero, en
aquellos supuestos en los cuales las ART incumplen con el pago se devengarán intereses
conforme la Tasa Activa Cartera General Nominal Anual Vencida a 30 días del BNA, desde el
momento en el que incurra en mora hasta su efectivo cumplimiento teniendo presente la
capitalización de los intereses.

Poco se ha expedido la jurisprudencia al respecto; no obstante, se puede observar una


tendencia imperiosa hacia la desaprobación del decreto analizado. Hasta el momento dos
jueces han expuesto su opinión sobre el asunto:

En los autos «Fernández Miguel Ángel c/ Experta ART SA s/ Accidente - ley especial.», el Dr.
Alejandro Aníbal Segura, Juez subrogante del Juzgado Nacional n°41 del Trabajo decidió, con
arduos y extensos argumentos, «[d]eclarar la inconstitucionalidad e inconvencionalidad del art.
3º, dec. 669/2019». En líneas generales, y a efectos de sucintar la decisión judicial, podemos
decir que su declaración de inconstitucional e inconvencional fue basada en su violación al
bloque de constitucionalidad. Básicamente, el sentenciante, consideró que el decreto dista de
involucrar una cuestión de necesidad y urgencia que amerite el dictado de la norma (conforme
lo dispuesto en el artículo 99 inciso 3º de la Constitución de la Nación), máxime cuando el
Congreso Nacional se encontraba sesionando al momento del dictado. Por otro lado, el DNU,
se aleja notablemente de c onstituir una ley en sentido general ya que solo se encuentra
dirigido a los casos particulares y excepcionales de un sector minoritario de la sociedad.

Desde esta perspectiva, el magistrado consideró que, como mínimo, la norma genera una
violación al principio de progresividad de los derechos enunciados en el artículo 14 bis de la
CN y los establecidos en el art.9° del PIDESC; sin contar la grave afectación al principio de
retroactividad de las leyes.

Por otro lado, en los autos «Colegio Público de Abogados de la Capital Federal c/ Estado
Nacional Poder Ejecutivo Nacional s/ Acción de Amparo», el Dr. Fernando Alfredo Vilarullo,
titular del Juzgado Nacional del Trabajo n° 76, adhirió al dictamen fiscal del Dr. Gabriel De
Vedia, remitiéndose a los fundamentos pertinentes.

En la mentada causa existió un examen exhaustivo sobre la procedencia o no de la vía


sumarísima para tramitar la acción, circunstancia que fue finalmente viabilizada. En lo relativo
al presente estudio, corresponde resaltar que se decidió que el decreto cuestionado vulneraba
los principios de irrenunciabilidad y de progresividad. El primero porque su implementación
genera un perjuicio concreto al trabajador sobre derechos que ya han sido adquiridos y no
pueden ser modificados «in pejus». En lo que respecta al segundo tópico, consideró que
generaba un retroceso en el derecho de los trabajadores al generar una reducción regresiva de
las condiciones socioeconómicas alcanzadas. Tampoco sería pertinente soslayar, que el fallo
hace especial énfasis en el principio de indemnidad, que contempla que el trabajador debe
salir ileso, incólume e intacto del contrato de trabajo y es por ello, que todo daño ocasionado
en su cumplimiento contractual debe ser adecuadamente reparado.

Además, se dejó en claro que el dictado del DNU 669/2019 transgredió las facultades
legislativas contempladas en el artículo 99 inc. 3° de la Constitución Nacional, toda vez que las
genéricas manifestaciones expresadas en los considerados del decreto carecer de
razonabilidad y justificación para sortear la intervención del Congreso; es decir, no surge
claramente ni su necesidad ni su urgencia.

En conclusión, la sentencia hace lugar a la medida cautelar solicitada y, si bien no se expidió


concretamente sobre su inconstitucionalidad, decretó la suspensión de la aplicación del
Decreto de Necesidad y Urgencia n° 669/2009, dejando claro su pensamiento sobre la
cuestión.

III.RSSN 1039/2019

En virtud de lo dispuesto por el decreto 669/2019, la Superintendencia de Seguros de la


Nación estableció por medio de la resolución n° 1039/2019, de manera novedosa, que la
Superintendencia de Seguros de la Nación publicará las tasas de variación mensual y la
fórmula mediante la cual se debe calcular la tasa de variación diaria del RIPTE
(Remuneraciones Imponibles Promedio de los Trabajadores Estables), considerando las
últimas publicaciones disponibles. Asimismo, estableció que el interés devengado de
conformidad con lo dispuesto en el art. 2º del art. 12 LRT según ley 27348 se calculará en
forma simple, sumando las variaciones diarias del RIPTE (Remuneraciones Imponibles
Promedio de los Trabajadores Estables) correspondientes a la cantidad de días transcurridos
entre la fecha de la primera manifestación invalidante y la fecha de cálculo de la reserva o la
fecha en que deba realizarse la puesta a disposición de la indemnización, según sea el caso.

Si bien omite explicitar qué es «la fecha de cálculo de la reserva», describe, ya en su art. 4º
que la fecha de la «puesta a disposición de la indemnización» deberá entenderse como: a) en
los casos en los que se hubiese llegado a un acuerdo, la fecha de suscripción del mismo; b)
en todos los demás casos, la fecha de liquidación de la prestación dineraria.

IV. INCIDENCIA DEL DECRETO 669/19 SOBRE EL QUANTUM INDEMNIZATORIO

Como se ha expresado anteriormente, modificar la tasa de interés activa del Banco Nación por
el índice RIPTE ha entrañado una modificación peyorativa para el trabajador pero ¿es ésta
susceptible de generar la inconstitucionalidad de la norma?No caben dudas que la forma en la
cuales fueron expuestos los considerandos del decreto darían a pensar que el trabajador ha
recibido una rebaja en sus indemnizaciones para salvaguardar el sistema de seguros y, en
parte, es por ello que tantas voces se alzaron en su contra pero resulta necesario, para
establecer su constitucionalidad, establecer cuánticamente los perjuicios irrogados.

Veamos con un ejemplo de qué perjuicio estamos hablando.

Imaginemos un trabajador con características promedias: de 40 años, que como consecuencia


de un accidente de trabajo «in itinere» acaecido el 01.03.2018 sufrió un 10% de minusvalía
psicofísica y que, durante el año previo al infortunio devengó un IBM actualizado por RIPTE de
$35000 -tal como expresa el art. 12 LRT, según la ley 27348 y decreto 669/19-. Dado de alta
médica dentro del plazo bienal, el día 01.12.2019 ya transitó la instancia administrativa ante
las Comisiones Médicas y se disponía a firmar el acuerdo con la ART. En consecuencia, para
ambos supuestos (léase, ley 27348 y decreto 669/19), al trabajador le correspondería una
indemnización de $301.437,50 al 01.03.18 (53 x 10% x $35000 x 65/40), suma que luce
superior al piso vigente para la época.

Según la ley 27348, de conformidad con la tasa activa del BNA, el IBM deberías ascender a
$65.786,01, producto de haber devengado una tasa de interés del 87,96% arrojando un total
indemnizatorio de $566.582,01 (53 x 10% x $65.786,01 x $65/40)

Ahora bien, si a la tasa activa del BNA se la modifica por la aplicación de un coeficiente
RIPTE, el IBM del trabajador asciende a la suma de $61.808,31.Producto de incrementar el
IBM de $35.000 en 1,76 puntos-índice diciembre 2019, 5666,48 / índice marzo 2018,
3208,74-.

Con este nuevo IBM, la ecuación reparatoria arrojaría un total de $532.324,07 (53 x 10% x
$61.808,31 x 65/40).

Como se observa, la diferencia entre ambas cantidades, efectuadas en un ejemplo azaroso,


«nos demuestra un perjuicio del 6% del monto total», situación que, en nuestra opinión, no
encarna una lesión tal que amerite una concreta y objetiva declaración de inconstitucionalidad
por parte del juzgador que analice particularmente el caso.

V. BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

- ACKERMAN, Mario y RUBI, Valentín: «Revista de Derecho Laboral 2010 - Ley de Riesgos
del Trabajo - III». 1º Edición, (Santa Fe, 2010), Editorial Rubinzal Culzoni.

- SCHICK, Horacio: «Riesgos del Trabajo. Ley 26.773». 1º Edición, (Buenos Aires, 2013)
David Grinberg Libros Jurídicos.
- MAZA, Miguel Á.; CRUZ DEVOTO, Gabriela S. y SEGURA, Juan M.: «Comentarios sobre el
régimen de riesgos del trabajo». 1º edición, (Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 2013)
Editorial Errepar.

- PIROLO, Miguel Á.: «Derecho del trabajo comentado». V.III, (Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, 2017) Editorial La Ley.

- FORMARO, Juan J.: «Reformas al Régimen de Riesgo del Trabajo. Análisis de la ley 27.348
y disposiciones reglamentarias», 2da. Edición (Buenos Aires, 2017). Edit. Hammurabi.

- ROMUALDI, Emilio E.: «El decreto 669/2019 en el laberinto de las inconsistencias


normativas», 7 de octubre de 2019, MJ-DOC-15081-AR MJD15081.

----------

(1) CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACIÓN, in re «Esposito, Dardo Luis c/


Provincia ART SA s/ Accidente Ley Especial», 07/06/2016, Id SAIJ: FA16000107, MJJ98992

(2) FORMARO, Juan J.: Reformas al Régimen de Riesgo del Trabajo. Análisis de la ley
27.348 y disposiciones reglamentarias, 2da. Edición (Buenos Aires, 2017). Edit. Hammurabi,
pág.29.

(3) La citada norma define al salario como aquella «remuneración o ganancia, sea cual fuere
su denominación o método de cálculo, siempre que pueda evaluarse en efectivo, fijada de
acuerdo o por la legislación nacional y debida por un empleador a un trabajador en virtud de un
contrato de trabajo, escrito o verbal, por el trabajo que este último haya efectuado o deba
efectuar o por servicios que haya prestado o deba prestar».

(4) PIROLO, Miguel Á.: Derecho del Trabajo Comentado, 1era. edición (Buenos Aires, 2017).
Edit. Thomson Reuters La Ley. Tomo III, págs. 84/85.

(5) SD94061 del 03.10.2019 del registro de la Sala I CNAT in re «González Carlos Alberto c/
Experta ART SA s/ Acción de Amparo».

(6) Ver, al respecto, motivos del Decreto 669/19.

(7) SD 115162 del 17.02.2020 del registro de Sala II CNAT in re «Geréz Jorge Gustavo c/
Asociart ART SA s/ Accidente Ley Especial».

(8) ARTÍCULO 1°.- Sustitúyese el artículo 12 de la Ley N° 24.557 y sus modificaciones, por el
siguiente:

«ARTÍCULO 12.- Ingreso Base. Establécese, respecto del cálculo del monto de las
indemnizaciones por incapacidad laboral definitiva o muerte del trabajador, la aplicación del
siguiente criterio:

»1. A los fines del cálculo del valor del ingreso base se considerará el promedio mensual de
todos los salarios devengados -de conformidad con lo establecido por el artículo 1° del
Convenio N° 95 de la OIT- por el trabajador durante el año anterior a la primera manifestación
invalidante, o en el tiempo de prestación de servicio si fuera menor. »Los salarios mensuales
tomados a fin de establecer el promedio se actualizarán mes a mes aplicándose la variación
del índice Remuneraciones Imponibles Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE),
elaborado y difundido por el MINISTERIO DE SALUD Y DESARROLLO SOCIAL.

»2.Desde la fecha de la primera manifestación invalidante y hasta la fecha en que deba


realizarse la puesta a disposición de la indemnización por determinación de la incapacidad
laboral definitiva, deceso del trabajador u homologación, el monto del ingreso base devengará
un interés equivalente a la tasa de variación de las Remuneraciones Imponibles Promedio de
los Trabajadores Estables (RIPTE) en el período considerado.

»3. En caso de que las Aseguradoras de Riesgos de l Trabajo no pongan a disposición el pago
de la indemnización dentro del plazo debido, se aplicará un interés equivalente al promedio de
la tasa activa cartera general nominal anual vencida a TREINTA (30) días del BANCO DE LA
NACIÓN ARGENTINA, hasta la efectiva cancelación, acumulándose los intereses al capital en
forma semestral, según lo establecido en el artículo 770 del Código Civil y Comercial de la
Nación.»

(9) Conforme, lo establecido en el artículo 8° de la Ley 27.663 del año 2012.

(10) «Verocchi, Ezio Daniel c/ PEN - Administración Nacional de Aduanas s/ Acción de


Amparo», Fallos 322:1728 del 19.08.1999.

(11) El artículo modificado en el 2017 establecía que «[d]esde la fecha de la primera


manifestación invalidante y hasta el momento de la liquidación de la indemnización por
determinación de la incapacidad laboral definitiva, deceso del trabajador u homologación, el
monto del ingreso base devengará un interés equivalente al promedio de la tasa activa cartera
general nominal anual vencida a treinta (30) días del Banco de la Nación Argentina.»

(*) Abogada UBA.

(**) Abogado UBA, Especialista en Derecho del Trabajo UBA.

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