Módulo 4
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Otro factor determinante para la definición de los objetivos de intervención son las características del
contexto donde se va a trabajar. Por dicha razón es importante plantear tareas considerando las
características del tipo de población, el espacio y tiempo disponible para ejecutar lo planificado.
En el caso del trabajo en salud mental, es necesario declarar explícitamente en la planificación cómo
se medirá el aporte de la actividad a ésta, especialmente cuando no sea el único objetivo de la
acción a desempeñar. Muchas veces se deberá trabajar en función de elementos ya planificados en
las asignaturas, donde el aporte profesional estará en función a los Objetivos Transversales o las
Habilidades del Siglo XXI en caso de 3° y 4° año medio.
Como último elemento a comentar, es importante redactar de manera clara el objetivo, considerando
el tiempo factible para alcanzarlo.
En el caso de las actividades deben focalizarse en quienes son los beneficiarios de la acción que
estamos llevando a cabo. Las características de los procesos educativos de esta época se explicita
que el foco de las acciones formativas no debe estar en el traspaso de contenido, sino en aquellas
tareas complejas que movilicen esos contenidos. Por lo que no se recomienda privilegiar la
exposición de elementos teóricos, sino la acción de los estudiantes.
Si bien la ejecución de actividades para alcanzar los objetivos es importante, también se debe revisar
de qué manera lo que estamos haciendo y su vinculación con las labores que los demás miembros
de la comunidad educativa. Muchas veces más que realizar una actividad a puertas cerradas,
funciona mejor el aportar a actividades que se realizan en otras asignaturas o en otras actividades
formativas de las escuelas.
Las evaluaciones deben estar orientadas a los objetivos de la actividad, por lo que no nos bastan con
tener verificadores de la ejecución de ella (ej. listas de asistencia o fotografías de las actividades).
Para hacer más eficaz la evaluación de actividades, se propicia la generación de indicadores, que
describen acciones concretas, observables y medibles que permitirán discriminar el logro del o los
objetivos. Dichos indicadores, facilitarán la construcción de instrumentos de observación que
permitan determinar el alcance o resultado de la intervención en cada uno de los beneficiarios o en el
grupo.
En el caso de la Organización Escolar aparece fundamental el que se incluyan explícitamente
orientaciones que permitan abordar la temática de salud mental al interior de las escuelas, como por
ejemplo que se explicite en el Proyecto Educativo Institucional (PEI), el Proyecto de Mejoramiento
Educativo (PME) y el Reglamento de Convivencia. En todos ellos deberían existir objetivos e
indicadores sobre salud mental, que faciliten a los equipos de gestión la elaboración de políticas
internas, protocolos o planes de desarrollo educativo más específicos.
Algunos ejemplos del trabajo en esta perspectiva, podría vincularse con el medioambiente de la
escuela, generando programas de forestación en la escuela y su entorno, la elaboración de murales
que fomenten el cuidado del territorio, armar espacios para el trabajo en equipo como brigadas
medioambientales, etc.
De modo general, el trabajo con respecto a Salud Mental debe ser realizado en línea con las
obligaciones legales que tienen las instituciones educativas respecto a la salud laboral. Muchas
veces debiese ser involucrado como tema en las reuniones que se tienen con respecto a
organización y evaluación del trabajo anual. Existen sugerencias de trabajo en esta área en el
cuadernillo: Cuidado mutuo en la comunidad docente, disponible en la página web Convivencia para
la Ciudadanía (mineduc.cl)
Con los apoderados, habitualmente en las escuelas, los profesores y profesionales asistentes de la
educación solo difunden información de algunas temáticas, por lo que es muy recomendable
diversificar el tipo de estrategias para trabajar con este particular grupo de la comunidad educativa.
Asimismo, los psicólogos y trabajadores sociales en las escuelas, deben ocuparse de la detección de
problemáticas de salud mental en las familias que pertenecen a esa misma comunidad, colaborando
en la derivación a la red asistencial, jurídica y policial en caso de ser necesario.
En la familia existe el primer escenario de aprendizajes de cada uno de los estudiantes, que son
posteriormente el punto de partida para las metas que debe alcanzar al interior de la escuela. La
educación es una institución que no puede pensarse sin la comunidad, sin las familias que están
relacionadas con ella como escenario.
Muchas veces consideramos que el compromiso de familiares es un factor que impide el éxito de
nuestras intervenciones, especialmente cuando consideramos que asisten y participan poco en las
actividades propuestas, lo que se convierte en una situación compleja cuando se quiere contar con
ellos para que puedan reforzar conductas de los estudiantes o que la preocupación parental permite
tener buenos diagnósticos de ellos, ambos elementos básicos para el trabajo de salud mental. Por
eso es importante tener claro que esta relación es un ámbito a construir desde el establecimiento.
Tener claro el punto de partida a partir de un diagnóstico de situación que realicemos con los
docentes y trabajadores del colegio para proyectar de qué forma nos acercamos a ellos, es siempre
importante para cada organización. Uno de los elementos importantes que colabora con la cercanía
de las familias, tiene que ver con explicitar claramente la participación que se espera de ellas en los
establecimientos.
Resulta fundamental sensibilizar a los padres y /o adultos significativos como agentes preventivos,
promoviendo el desarrollo de factores protectores. Un avance significativo se evidencio en la relación
escuela-apoderados durante la pandemia, donde muchas de las tareas se tuvieron que enfrentar en
conjunto con los apoderados para obtener logros en los aprendizajes de sus tutelados. Cada escuela
enfrentó la crisis y dificultades en la comunicación que implicó la educación remota de diferentes
maneras. Buenos resultados se obtuvieron utilizando las redes sociales como Facebook, Instagram e
incluso Youtube. A los que se debe sumar la mensajería instantánea de los grupos de Whatsapp,
que permiten el intercambio de videos, imágenes y documentos haciendo más eficaz y eficiente la
comunicación con los adultos y educandos. Todo lo anterior, llevado a cabo en un marco de respeto
y con reglas claras.
Todas las formas de abordaje y trabajo interdisciplinario deben considerar que la participación de las
familias siempre está influida por las expectativas que ellos tienen sobre las Escuelas. La cual
también es ve afectada por el modo en que los establecimientos educacionales tratan a las familias.
Es importante considerar que los espacios tales como Centro de Padres marcan la relación que
tienen los establecimientos con las familias y cuidadores de los estudiantes.
Entre los tipos de intervención psicosocial que se desarrollan para el trabajo con familias tenemos:
o Entrevistas con las familias: Establecer una alianza con los apoderados que se base en un
proceso afectivo en el que ellos se sientan validados y comprendidos, percibiendo el
genuino interés del equipo educativo por el bienestar de su hijo.
o Visitas domiciliarias: conocer directamente el entorno donde habitan los estudiantes puede
ser crucial para entender su contexto y las necesidades familiares. Se utiliza tanto para
explorar vulneraciones de derecho, investigar denuncias de abuso y negligencia, como
para intervenir factores de riesgo frente a elementos como la deserción escolar, también
podría ser un mecanismo de implicación de la familia, generando complicidades con esos
agentes.
En el caso del profesorado, es importante reconocer que tienen un rol importantísimo como agentes de salud mental al
interior de las escuelas, en el cual pueden:
o Incorporar de innovaciones que promuevan la salud mental en los procesos de enseñanza cotidianos,
promoviendo colaboración, empatía y reflexión: utilizar estrategias de aula invertida, aprendizaje basado en
proyectos, aprendizaje y servicio, entre otros.
o Establecer tiempos en los cuales trabajar el “escucharnos”, pudiendo tener espacios de reflexión al respecto. Ej:
Círculos de la mañana o espacios donde se reúne el curso con su profesor o profesora jefe y en breves minutos
(10’) se dan espacio para contarse como están, comentar alguna noticia importante que haya sucedido, celebrar
logros que tengamos al interior del curso.
o Explicitar el tema de salud mental y su cuidado de manera clara en los espacios de supervisión, participación,
refuerzo y felicitación que tengamos como equipos al interior de la escuela.
o Incorporar temas asociados al trabajo en las distintas asignaturas de manera de que estudiantes puedan
considerar que la salud mental es un tema que importa a todos, no tan sólo a algunas personas en la escuela.
Además, es importante que el trabajo con los docentes incluya tiempos y espacios para trabajar la propia salud mental,
realizar espacios de formación, de relajación, de reflexión considerando las características del trabajo en terreno. En
síntesis fomentar el autocuidado.
Para terminar esta capacitación, se propone un ejercicio para ver de qué manera podría trabajarse el
tema de salud mental dentro de las actividades que realizamos en las escuelas. Consideramos que
las posibilidades son muchas, por lo que trabajaremos esos elementos destacando las decisiones
que se han producido, considerando los otros espacios donde se podría haber trabajado:
Frente a esta situación, primero nos gustaría recordar lo que pasaba antes de la reforma educacional
en el país. En la escuela regida por el curriculum racionalista académico, que muchas veces tenía un
enfoque punitivo al interior de la escuela habría sido así:
Una acción de estas características sucedía en la escuela, y alguien tomaba algún tipo de medida
frente a ésta. Muchas veces se organizaba en función al reglamento que distinguía faltas entre leves,
graves y muy graves. Se aplicaban sanciones y se terminaba la situación. Se veía más menos así:
Las respuestas estaban en función a algo que se consideraba como malo o negativo. Pero quien
ejerció la conducta no lo tenía claro, no sabía por qué lo que se había realizado era malo. Esto
significaba en la práctica que los estudiantes podían estar castigados por diferentes cosas realizando
la misma tarea.
Las resoluciones de las autoridades tienen más que ver con las conductas previas de Carlos, que
con enfrentar la situación detonante. Así, por ejemplo, si era un buen alumno, probablemente la
consecuencia hubiera sido mínima. Pero si tenía algún tipo de característica negativa, por esa falta,
su castigo se veía recargado.
Hoy deberíamos tener muchas diferencias. Este tipo de casos se deben entender como una
oportunidad de trabajar en distintos tipos de temáticas, de reflexionar colectivamente sobre ciertas
conductas que hoy entendemos como negativas.
En la actualidad lo que sucede al interior de una escuela es una excelente posibilidad de aprendizaje
desde un enfoque formativo.
En primer lugar, hay un conocimiento de todos quienes trabajan y asisten a los colegios con respecto
al reglamento del establecimiento. La superintendencia de educación nos señala que en todos ellos
deben existir protocolos que permitan abordar situaciones que puedan exponer tanto física como
psicológicamente a quienes están ahí, ya sea como trabajadores o como estudiantado, existiendo
seis temáticas en las cuales todo colegio debe tener una respuesta clara frente a:
5. Accidentes escolares.
6. Retención y apoyo estudiantes padres, madres y embarazadas.
A partir de la toma de conciencia de que los reglamentos internos deben estar enfocados, al
igual que todo lo que sucede en la educación, en el respeto de los derechos de los NNA, hay
medidas que ya no pueden ser aplicadas, especialmente aquellas que restrinjan total o
parcialmente el derecho a la educación, afectando la dignidad de los estudiantes. Dentro de
estas, podemos considerar la devolución a estudiantes a su domicilio, retención de
documentación del establecimiento o condicionalidad de matrícula. Es importante relevar el
papel de Salud Mental en ellos y explicitar la importancia en los documentos rectores de cada
establecimiento, como lo es el reglamento interno. Por la importancia que tiene este tema en
la educación actual, también sería necesario que apareciera en documentos asociados a la
identidad de la escuela como lo son los proyectos educativos institucionales, así como los
documentos que definen el quehacer de elementos específicos como el plan de convivencia.
¿Cómo se pudiera intervenir en la situación de Carlos?
En este caso, Carlos es de quinto año básico. Al observar el Curriculum para ese año
en www.curriculumnacional.cl se encuentran doce asignaturas focalizadas en las habilidades y
conocimientos mínimos requeridos para la vida en el contexto del siglo XXI.
La unidad 3, habla de practicar en forma autónoma conductas protectoras y de cuidado con relación
a su cuerpo e intimidad.
Esto, instruye a pensar que la situación vivida por Carlos podría ser trabajado en el contexto de ese
objetivo de aprendizaje, evitando el escarnio público, y considerar la situación particular podría estar
planteando una buena oportunidad de aprendizaje individual y al interior del grupo curso respecto a:
El trabajo articulado entre diferentes asignaturas del mismo nivel permite cohesionar y unificar una
reflexión común que haga sentido y se instale en el aprendizaje de estudiantes, docentes, asistentes
de la educación y familias. Por otra parte, este tipo de situaciones permiten igualmente ejecutar
acciones de trabajo fuera del espacio de clases entre distintos actores y cursos. Podríamos tener
charlas de educación sexual o stands llamando a diferentes organizaciones que puedan colaborar.
Incluso, en este tipo de casos, podría organizarse entre escuelas de un sector, por ejemplo
También es importante que lo que pasó en este caso particular, no sea necesariamente una
curiosidad o un problema que sólo tenga Carlos. Quizás el tema asociado a la sexualidad sea un
tema que parezca importante trabajar con las familias, de manera que no se vea la situación sólo en
función de conducta - castigos. Sino en función de qué elementos se pueden aprovechar para el
proceso de los estudiantes. Puede ser importante partir por alguna cápsula enviada al mail de los
apoderados, o hacer una cartilla para ellos.
Uno de los elementos que no puede fallar en cualquier caso es el registro de las acciones llevadas a
cabo. Quizás nos demos cuenta de que es necesario trabajar el tema de sexualidad de manera más
explícita de lo que se había hecho antes de la pandemia en la escuela.
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