RECOMENDACIN No.

87/2011 SOBRE EL CASO DE LA DETENCIN ARBITRARIA, RETENCIN ILEGAL Y TORTURA EN AGRAVIO DE 25 PERSONAS EN TIJUANA, BAJA CALIFORNIA Y SOBRE EL CASO DE LAS DEFENSORAS DE DERECHOS HUMANOS V26 Y V27. MXICO, D.F., a 19 de diciembre de 2011. GENERAL SECRETARIO GUILLERMO GALVN GALVN SECRETARIO DE LA DEFENSA NACIONAL MTRA. MARISELA MORALES IBEZ PROCURADORA GENERAL DE LA REPBLICA LIC. JOS GUADALUPE OSUNA MILLN GOBERNADOR CONSTITUCIONAL DEL ESTADO DE BAJA CALIFORNIA H. AYUNTAMIENTO DE TIJUANA, BAJA CALIFORNIA Distinguida seora procuradora, distinguidos seores secretarios, gobernador y miembros del H. Ayuntamiento de Tijuana: La Comisin Nacional de los Derechos Humanos, con fundamento en lo dispuesto en los artculos 1, prrafos primero, segundo y tercero, 102, apartado B, prrafo segundo, de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos; 1, 3, prrafo segundo, 6, fracciones I, II y III, 24, fraccin IV, 42, 44, 46 y 51 de la Ley de la Comisin Nacional de los Derechos Humanos, as como 128, 129, 130, 131, 132, 133 y 136 de su reglamento interno, ha examinado los elementos de prueba contenidos en el expediente nmero CNDH/2/2009/1399/Q y su acumulado CNDH/5/2010/1134, relacionados con el caso de la detencin arbitraria, retencin ilegal, incomunicacin, tortura y atentados contra la libertad sexual, de 2 civiles y 23 elementos de la Polica Municipal de Tijuana, Baja California y con el caso de 2 defensoras de derechos humanos.

Con el propsito de proteger la identidad de las personas involucradas en los hechos y evitar que su nombre y datos personales se divulguen, se omitir su publicidad, de conformidad con lo dispuesto en los artculos 4, prrafo segundo, de la Ley de la Comisin Nacional de los Derechos Humanos y 147 de su reglamento interno. Dicha informacin se pondr en conocimiento de la autoridad recomendada, a travs de un listado adjunto en que se describe el significado de las claves utilizadas, previo el compromiso de que sta dicte las medidas de proteccin correspondientes, para evitar poner en riesgo la integridad de las personas que aportaron informacin a esta Comisin Nacional, y visto los siguientes: I. HECHOS Los das 25 de marzo, 2, 3, 8, 14, 16, 21, 22 y 24 de abril, 8 y 23 de mayo de 2009, as como 27 de agosto y 6 de octubre de 2010, la Comisin Nacional de los Derechos Humanos recibi las quejas en las que se sealaron como agraviados 2 ciudadanos y 23 elementos de la Polica Municipal de Tijuana, Baja California, y que dieron origen al expediente CNDH/2/2009/1399/Q. Asimismo, el 2 de marzo de 2010, representantes de la Comisin Mexicana de Defensa y Promocin de los Derechos Humanos A.C. y la Comisin Ciudadana de Derechos Humanos del Noroeste A.C., presentaron escrito de queja y solicitaron la intervencin de esta Comisin Nacional de los Derechos Humanos por los casos de dos defensoras de derechos humanos, abrindose con ello el expediente CNDH/5/2010/1134/Q. Mediante acuerdo del 17 de octubre de 2011 el segundo expediente fue acumulado al primero, al considerarse que los hechos de las quejas estn relacionados ntimamente. En las quejas presentadas en el expediente CNDH/2/2009/1399/Q, en trminos generales, se seala que V1, V2, V3, V4, V5, V6, V7, V8, V9, V10, V11, V12, V13, V14, V15, V16, V17, V18, V19, V20, V21, V22, V23, V24 y V25, entre los das 17 y 31 de marzo de 2009, fueron privados de su libertad por rdenes de AR1 y AR2, entonces secretario de Seguridad Pblica y director de la Polica Municipal de Tijuana, Baja California, respectivamente, y trasladados a instalaciones militares del 28/o. Batalln de Infantera en ese mismo municipio, en las que permanecieron

incomunicados y sufrieron agresiones fsicas y psicolgicas por parte de los elementos del Ejrcito Mexicano que los detuvieron y resguardaron. De los escritos presentados por Q1, Q2, Q4, Q4, Q5, Q6, Q7, Q8, Q9, Q10, Q11, Q12, Q13, Q14, Q15, Q16, Q17, Q18, Q19 y Q20, as como por V1, V19, V21, V22, V23, V24 y V25, se desprende que las vctimas del presente caso fueron detenidas en sus domicilios particulares o mientras se encontraban trabajando. Asimismo, algunos de los agraviados declararon haber sido citados por AR1 y AR2 en sus oficinas, con el fin encubierto de detenerlos. En todos los casos, las vctimas afirman que no se les present orden alguna emitida por autoridad competente. Refirieron, consistentemente, que una vez detenidos, fueron trasladados a las instalaciones del 28/o. Batalln de Infantera en Tijuana, Baja California, donde fueron objeto de maltrato fsico y psicolgico. Respecto del maltrato fsico, los testimonios coinciden en que les cubrieron los ojos, incluso por das, les ataron las manos y los pies, los golpearon en todo el cuerpo, les aplicaron toques elctricos en diversas partes del cuerpo, incluyendo los genitales, les colocaron una bolsa de plstico en la cara con el fin de provocarles la sensacin de asfixia, y soportaron el peso de varias personas que se colocaban encima de su cuerpo. De igual forma, manifestaron que en algunos casos los hicieron soportar, por un periodo prolongado, un ruido resultante de golpear dos objetos entre s o permanecer hincados. Paralelamente, fueron maltratados en trminos psicolgicos, a travs de amenazas, de muerte incluso, e insultos. Algunas de las vctimas declararon haber escuchado los gritos de dolor de otras al momento de ser maltratadas fsicamente. Manifestaron tambin que durante los primeros das que permanecieron en las instalaciones militares, no les fueron proporcionados alimentos y se les neg la posibilidad de comunicarse con sus abogados o familiares. Adems, no fueron puestas a disposicin de la autoridad ministerial de manera inmediata a su detencin, a pesar de encontrarse sta en las mismas instalaciones militares a las que las vctimas fueron trasladadas. Las vctimas permanecieron incomunicadas por un periodo considerable, alcanzando, en algunos casos, las 38 horas. Mientras tanto, a sus familiares se les neg, durante los primeros momentos, el acceso fsico e informacin en las

mencionadas instalaciones militares. Los y las quejosas afirmaron que durante los breves periodos de visita se encontraban acompaados de personal de la Secretara de la Defensa Nacional, impidiendo as la libre comunicacin con sus familiares. Todo lo anterior tuvo como finalidad lograr que los agraviados del presente caso confesaran su participacin en diversos ilcitos o involucraran a sus compaeros en stos. Por otro lado, de la queja presentada en el expediente CNDH/5/2010/1134/Q, el 2 de marzo de 2010, por representantes de la Comisin Mexicana de Defensa y Promocin de los Derechos Humanos A.C. y de la Comisin Ciudadana de Derechos Humanos del Noroeste A.C., se desprende que V26 es integrante de ambas organizaciones de la sociedad civil, y se dedica, entre otras importantes actividades, a documentar casos de tortura cometidos por autoridades municipales y servidores pblicos de la Secretara de la Defensa Nacional, en Tijuana, Baja California. Como consecuencia de este trabajo, el 2 de febrero de 2010 recibi una llamada telefnica en el domicilio de sus padres, en la que fue amenazada de muerte; asimismo, el 17 de ese mes y ao intentaron incendiar la camioneta de su hermano, T2. Por lo que respecta a V27, forma parte de la Comisin Mexicana de Defensa y Promocin de los Derechos Humanos A.C. y defensora de derechos humanos. Su trabajo consiste, entre otras actividades, en acompaar a las vctimas para denunciar abusos cometidos por militares en Tijuana, Baja California. Adems, promovi el caso que dio origen al expediente CNDH/2/2009/1399/Q y cuyo anlisis tambin es materia de la presente recomendacin. El 28 de febrero de 2010, V27 recibi tres llamadas en su telfono celular, en las cuales fue amenazada para que abandonara su labor. El 2 y 4 de marzo de 2010, esta Comisin Nacional solicit al gobierno del estado de Baja California y al Subsecretario de Prevencin, Vinculacin y Derechos Humanos en la Secretara de Seguridad Pblica Federal se adoptaran medidas cautelares a favor de V26 y V27, para que, previo acuerdo con las agraviadas, se implementaran acciones de proteccin, y se garantizaran as su integridad y seguridad personal, mismas que fueron aceptadas en su oportunidad.

Con motivo de las quejas presentadas se iniciaron los expedientes CNDH/2/2009/1399/Q y CNDH/5/2010/1134/Q, y a fin de documentar las violaciones a derechos humanos denunciadas, visitadores adjuntos realizaron diversos trabajos para recopilar informacin, testimonios, fotografas y dems documentales. Asimismo, se solicitaron informes a la Secretara de la Defensa Nacional, la Secretara de Gobernacin, la Secretara de Seguridad Pblica Federal, la Procuradura General de la Repblica, la Procuradura General de Justicia del estado de Baja California, la Secretara de Seguridad Pblica del estado de Baja California, as como a la Presidencia Municipal de Tijuana, Baja California, autoridades que, en su oportunidad, rindieron los informes correspondientes, cuya valoracin lgico-jurdica es objeto de anlisis en el captulo de observaciones de esta recomendacin. II. EVIDENCIAS II.1 Constancias del expediente CNDH/2/2009/1399/Q: A. Escritos de queja de V1, V19, V20, Q1, Q2, Q3, Q4, Q5, Q6, Q7, Q8, Q9, Q10, Q11, Q12, Q13, Q14, Q15, Q16, Q17, Q18, Q19, Q20, V21, V22, V23, V24 y V25, presentados ante esta Comisin Nacional de los Derechos Humanos los das 25 de marzo, 2, 3, 8, 14, 16, 21, 22 y 24 de abril, 8 y 23 de mayo de 2009, as como 27 de agosto y 6 de octubre de 2010, respectivamente, en los que denunciaron hechos posiblemente violatorios de derechos humanos en agravio de V1, V2, V3, V4, V5, V6, V7, V8, V9, V10, V11, V12, V13, V14, V15, V16, V17, V18, V19, V20, V21, V22, V23, V24 y V25. B. Informe del director general de Derechos Humanos de la Secretara de la Defensa Nacional, remitido a travs del oficio DH-IV-2860 de 3 de abril de 2009 , al que anex diversa documentacin relacionada con la detencin, retencin y puesta a disposicin de V4, V5, V6, V7, V8, V9, V10, V11 y V17. C. Acta circunstanciada de 13 de abril de 2009, en la que consta la entrevista telefnica sostenida ese da entre personal de esta Comisin Nacional y Q20, y en la cual ratific su queja y agreg que se dict arraigo en contra de V20 dentro de la averiguacin previa 1.

D. Informe del director general de Derechos Humanos de la Secretara de la Defensa Nacional, remitido mediante oficio DH-II-3378, de 15 de abril de 2009, al que anexa diversa informacin en relacin a la detencin, retencin y puesta a disposicin de V19 y V20. E. Informe del director general de Derechos Humanos de la Secretara de la Defensa Nacional, enviado mediante oficio DH-VI-3395, de 17 de abril de 2009, en el que seala que la Comandancia de la 2/a. Zona Militar indic que V8 se encontraba en guarda y custodia en el 28/o. Batalln de Infantera, de conformidad con el requerimiento de AR5, mediante oficio 752, de 27 de marzo de 2009. F. Informe suscrito por el director general de Derechos Humanos de la Secretara de la Defensa Nacional, mediante oficio DH-II-3387, de 21 de abril de 2009, al que anexa documentacin relacionada con la puesta a disposicin de V1 ante el representante social de la Federacin. G. Informe del presidente municipal de Tijuana, Baja California, enviado

mediante oficios 149 y 166, de 23 de abril y 27 de mayo de 2009, en los que niega la participacin de la Secretara de Seguridad Pblica y la Direccin General de Polica y Trnsito municipales en los hechos presuntamente violatorios de derechos humanos en contra de V8. H. Informe del director general de Derechos Humanos de la Secretara de la Defensa Nacional, remitido con oficio DH-VII-3827, de 28 de abril de 2009, al que anex el mensaje de correo electrnico de imgenes 11718, de 27 de abril de 2009, suscrito por el comandante de la 2/a. Zona Militar en Tijuana, Baja California, en el que seala que personal militar del 2/o. Regimiento de Caballera Motorizado (El Ciprs, B.C.), detuvo a V19 y V20, a quienes puso a disposicin del representante social de la Federacin. I. Oficio DH-VI-3868, de 29 de abril de 2009, suscrito por el director general de Derechos Humanos de la Secretara de la Defensa Nacional, en el que informa que la Unidad de Inspeccin y Contralora General del Ejrcito y Fuerza Area Mexicana no haba iniciado procedimiento administrativo de investigacin derivado

de la queja presentada por Q7 y no se tiene conocimiento de que el rgano Interno de Control haya recibido denuncia o queja. J. Informe del director general de Derechos Humanos de la Secretara de la Defensa Nacional, enviado mediante oficio DH-V-3991, de 1 de mayo de 2009, al que anex documentales relacionadas con la detencin, retencin, certificacin mdica y puesta a disposicin de V12, V13, V14, V15, V16, V18, V21, V24 y V25. K. Acta circunstanciada de 8 de mayo de 2009, donde consta la entrevista

realizada por visitadores adjuntos de la Comisin Nacional de los Derechos Humanos con Q1, Q2, Q5, Q6, Q8, Q13, Q15, Q14, Q16 y Q20, que son familiares de V2, V3, V6, V7, V9, V14, V13, V15, V16 y V20. L. Solicitud de auxilio del juez de Distrito en Baja California va exhorto a su homlogo en Tepic, Nayarit, para realizar las diligencias correspondientes para resolver la situacin jurdica de los inculpados. M. Cuaderno de exhorto, relativo a la causa penal 1 en el que se dicta auto de

formal prisin en contra de V1 a V25, el 15 de mayo de 2009. N. Acta circunstanciada de 12 de mayo de 2009, en la que se asent la entrevista sostenida entre la hija de V20 y personal de esta Comisin Nacional. O. Acuerdos de acumulacin de los expedientes CNDH/2/2009/1791/Q, CNDH/2/2009/1794/Q, ambos de 13 de mayo de 2009. P. Oficio DH-VI-4498, de 18 de mayo de 2009, firmado por el director general de

Derechos Humanos de la Secretara de la Defensa Nacional, al que anex diversa documentacin relacionada con la retencin de V16, V18 y V25, as como tambin de la orden de aprehensin de todas las vctimas menos V26 y V27. Q. Informe del director general de Promocin de la Cultura en Derechos Humanos, Atencin a Quejas e Inspeccin de la Procuradura General de la Repblica, enviado mediante oficio 003686/09 DGPCDHAQI, de 19 de mayo de 2009, al que anexa el similar 1122 de 8 de mayo de 2009, signado por AR12, en el que emite un informe sobre las diligencias practicadas en la averiguacin previa 1.

R. Informe del director general de Promocin de la Cultura en Derechos Humanos, Atencin a Quejas e Inspeccin de la Procuradura General de la Repblica, enviado mediante oficio 003813/09 DGPCDHAQI, de 22 de mayo de 2009, al que anex documentos relacionados a la detencin de V8. S. Informe del director general de Derechos Humanos de la Secretara de la Defensa Nacional, enviado mediante oficio DH-II-4644, de 25 de mayo de 2009, al que anex copia de documentales relacionadas con los certificados mdicos de V2, V3, V6, V7, V14, V15, V18 y los estudios psicofsicos de ingreso de V2, V3, V6, V7, V14, V15 y V18. T. Informe del director general de Promocin de la Cultura en Derechos Humanos, Atencin a Quejas e Inspeccin de la Procuradura General de la Repblica, remitido mediante oficio 03858/09 DGPCDHAQI, de 25 de mayo de 2009, al que anex el similar que rindi AR12, sobre la detencin de V13. U. Declaraciones de V2, V3, V6, V7, V11, V13, V14, V15, V16, V18, V19 y V20,

rendidas el 25, 26 y 27 de mayo de 2009 ante personal de esta Comisin Nacional, en las que coinciden en sealar los hechos sucedidos. V. Opiniones mdico-psicolgicas sobre Atencin a Posibles Vctimas de Maltrato y/o Tortura, aplicados por peritos de la Comisin Nacional de los Derechos Humanos a V2, V3, V6, V16 y V18, en el Centro Federal de Readaptacin Social No. 4, los das 24, 25 y 26 de mayo de 2009. W. Oficio 003871/09 DGPCDHAQI, de 26 de mayo de 2009, suscrito por el

director general de Promocin de la Cultura en Derechos Humanos, Atencin a Quejas e Inspeccin de la PGR, en el cual ampla la informacin proporcionada mediante oficio 003686/2009 DGPCDHAQI de 19 de mayo de 2009. X. Actas circunstanciadas de 29 de mayo, 1, 2 y 3 de julio de 2009, en la que constan las entrevistas telefnicas sostenidas por servidores pblicos de este organismo nacional con Q1, Q2, Q5, Q6, Q8, Q11, Q12, Q13, Q14, Q15, Q18, Q19 y Q20, sobre el estado que guarda la investigacin.

Y. Acuerdo de acumulacin del expediente CNDH/2/2009/1527/Q, de 5 de junio de 2009. Z. Oficio 04372/09 DGPCDHAQI, de 8 de junio de 2009, suscrito por el director general de Promocin de la Cultura en Derechos Humanos, Atencin a Quejas e Inspeccin de la Procuradura General de la Repblica, al que anex documentos relacionados con la detencin y puesta a disposicin de V19 y V20, as como con la apertura de las averiguaciones previas 1 y 2. AA. Informe del director general de Promocin de la Cultura en Derechos Humanos, Atencin a Quejas e Inspeccin de la Procuradura General de la Repblica, enviado mediante oficio 04377/09 DGPCDHAQI, de 8 de junio de 2009, al que anexa el similar 1252, de 13 de mayo de 2009, signado por el subdelegado de procedimientos penales A de la Delegacin Estatal en Baja California, en el cual seala que AR13 solicit la localizacin y presentacin de V16, lo que cumpliment personal del 2/o. Regimiento de Caballera Motorizado. BB. Informe del presidente municipal de Tijuana, Baja California, remitido a esta Comisin Nacional mediante oficio SP-307/2009, de 9 de junio de 2009, en el que neg que servidores pblicos de ese ayuntamiento hayan violentado los derechos humanos de V2, V3, V6, V7, V14, V15 y V18; asimismo anexa documentacin suscrita en la mismas fechas por AR1, AR2 y AR3, quienes aseguran ser ajenos a los hechos referidos por las vctimas. CC. Informe del director general de Aeronutica Civil, rendido mediante oficio 4.1.2035, de 22 de junio de 2009, en el que explica la trayectoria de la aeronave de la Polica Federal Preventiva B-727-200 los das 7 y 8 de mayo. DD. Informe del subdirector de Asuntos Internacionales de la Direccin General de Derechos Humanos de la Secretara de la Defensa Nacional, enviado a travs del oficio DH-II-5942, de 23 de junio de 2009, en el que seala que la Inspeccin y Contralora General del Ejrcito y Fuerza Area Mexicana no ha iniciado procedimiento administrativo de investigacin por los hechos materia de la queja, as como que el agente del Ministerio Pblico Militar adscrito a la 2/a. Zona Militar tramita la averiguacin previa 3, con motivo del desglose remitido por su homlogo de la Federacin que integr la averiguacin previa 2.

EE. Acuerdo de acumulacin del expediente C CNDH/2/2009/1407/Q, de 30 de junio de 2009. FF. Actas circunstanciadas de 3 de julio de 2009, en las que constan las declaraciones de V12 y V17 ante visitadores adjuntos de esta Comisin Nacional, en las que sealaron que fueron conducidos indistintamente por AR1 o AR2 y sus respectivas escoltas, al 28/o. Batalln de Infantera, donde fueron entregados a elementos del Ejrcito Mexicano para ser torturados. GG. Informe del director general de Derechos Humanos de la Secretara de la Defensa Nacional, enviado mediante oficio DH-VI-6925, de 14 de julio de 2009 al que anexa documentacin relacionada a la localizacin y presentacin, puesta a disposicin y retencin de V4, V5, V6, V7, V8, V9, V10, V11, V17, V19, V20, V21, V23, V24 y V25, certificacin mdica de V4, V5, V6, V7, V8, V9, V10, V11, V17 y V23, as como de la apertura de la averiguacin previa 3. HH. Informe del director general de Promocin de la Cultura en Derechos Humanos, Atencin a Quejas e Inspeccin de la Procuradura General de la Repblica, enviado mediante oficio 06025/09 DGPCDHAQI, de 22 de julio de 2009, al que adjunta el similar 3472/2009, de 6 de julio de 2009, que rindi AR13 el 3 de julio de 2009 en relacin con la averiguacin previa 1. II. Informe suscrito del director general de Derechos Humanos de la Secretara de Seguridad Pblica, remitido a travs del oficio SSP/DGDH/6593/2009, de 29 de julio de 2009, en el que indica que la Direccin de Seguimiento Jurdico Administrativo en la Coordinacin de Inteligencia para la Prevencin de la Polica Federal, la Direccin de Normatividad y Apoyo a Operativos en la Coordinacin de Fuerzas Federales de Apoyo de la Polica Federal, el rea Jurdica en la Tercera Seccin Tercera del Estado Mayor de la Polica Federal y la Coordinacin Estatal de la Polica Federal en Baja California, no cuentan con antecedentes de los hechos motivo de las quejas. JJ. Declaraciones de V1, V4, V5, V9 y V10 rendidas el 20 de agosto de 2009 ante personal de esta Comisin Nacional, que constan en actas circunstanciadas de esa misma fecha.

KK. Acta circunstanciada de 23 de septiembre de 2009, en la que consta la consulta realizada por visitadores adjuntos de este organismo nacional a los estudios psicofsicos practicados a los agraviados al ingresar el 8 de mayo de 2009 en el Centro Federal de Readaptacin Social No. 4, El Rincn, Tepic, Nayarit, por personal mdico de ese centro. LL. Oficios 14902/2009 y 16874/2009 de 1 de septiembre y 14 de octubre de 2009, por los que la secretaria ejecutiva de disciplina del Consejo de la Judicatura Federal inform que se acord la recepcin del desglose que hizo este organismo nacional el 18 de agosto de 2009 y dems documentacin, por lo que el 26 de agosto de 2009 se inici la queja administrativa 564/2009. MM. Acta circunstanciada de 9 de diciembre de 2009, en la que consta la comunicacin telefnica sostenida por personal de esta Comisin Nacional con Q20. NN. Actas circunstanciadas de 10 de febrero, 6 de abril, 13 de abril, 6 de mayo y 10 de junio de 2010, en las que constan las entrevistas y comunicaciones telefnicas sostenidas en esas fechas entre personal de esta Comisin Nacional con autoridades del Centro Federal de Readaptacin Social No. 4 ubicado en Tepic, Nayarit, y la representante de los agraviados. OO. Oficio SSP/SPPC/DGDH/2380/2010, de 26 de julio de 2010, por el cual el director general adjunto de Promocin de los Derechos Humanos de la Secretara de Seguridad Pblica Federal hizo llegar los estudios psicofsicos de ingreso practicados el 8 de mayo de 2009 por personal mdico adscrito al Centro Federal de Readaptacin Social No. 4 Noroeste en Tepic, Nayarit, a V1, V3, V4, V6, V7, V8, V9, V10, V12, V13, V14, V15, V16, V17, V18, V19 y V20. PP. Copia del oficio 1391, derivado del acuerdo de 20 de agosto de 2010, mediante el cual un juez de Distrito en Tepic, Nayarit, decreta la inmediata libertad por falta de elementos para procesar de V8, V10, V11, V14, V15, V16, V17, V18, V23, V24 y V25.

QQ. Declaraciones de V21, V22, V23, V24 y V25 ante visitadores adjuntos de esta Comisin Nacional, del 27 de agosto y 6 de octubre de 2010, en las que fueron contestes en sealar los hechos materia de la presente recomendacin. RR. Informe del director general de Derechos Humanos de la Secretara de la Defensa Nacional, enviado mediante oficio DH-VI-9215, de 30 de agosto de 2010, en el que seala que la averiguacin previa 3 se encontraba en integracin.) SS. Entrevistas sostenidas con V10, V11 y V16, y personal de este organismo nacional, que constan en actas circunstanciadas de 6 y 7 de octubre de 2010, (fojas 1689 a 1691, 1701 y 1702), en las que se recibi un disco compacto que contiene la videograbacin difundida por la Empresa 1, denominado Policas liberados piden reinstalacin. TT. Opiniones mdico-psicolgicas sobre atencin a posibles vctimas de maltrato y/o tortura, de 27 y 28 de octubre de 2010, que fueron aplicados por la Coordinacin de Servicios Periciales de este organismo nacional a V5, V7, V9, V11, V12, V14, V15, V23, V24 y V25, en el Centro Federal de Readaptacin Social No. 4 Noroeste en Tepic, Nayarit, y en la ciudad de Tijuana, Baja California, del 6 al 8 de octubre del mismo ao. UU. Actas circunstanciadas de 11 de noviembre, 3 de diciembre de 2010 y 20 de enero de 2011, en las que constan las comunicaciones telefnicas sostenidas entre personal de este organismo nacional con V11, V20 y la representante legal de los agraviados. VV. Entrevista sostenida entre personal de esta Comisin Nacional y la V26, en la que se informaron los avances de las investigaciones y entreg diversas documentales relacionadas con los hechos, lo que consta en acta circunstanciada de 3 de febrero de 2011. WW. Entrevistas entre servidores pblicos de este organismo nacional y V1, V12 y V20 dentro del Centro Federal de Readaptacin Social No. 4 Noroeste en Tepic, Nayarit, que constan en actas circunstanciadas de 10 de febrero de 2011.

XX. Opiniones mdico-psicolgicas sobre Atencin a Posibles Vctimas de Maltrato y/o Tortura, de 9 y 14 de marzo de 2011, con base en los estudios aplicados a V1 y V20, en el Centro Federal de Readaptacin Social No. 4 en Tepic, Nayarit, el 10 y 11 de febrero del mismo ao. YY. Oficio 3398/11/DGPCDHAQI, de 19 de abril de 2011, por medio del cual el encargado de despacho de la Direccin General de Promocin de la Cultura en Derechos Humanos, Atencin a Quejas e Inspeccin de la Procuradura General de la Repblica remite el diverso 804/2011, signado por el agente del Ministerio Pblico de la Federacin, titular de la Mesa II de averiguaciones previas, informa la fecha y hora de puesta a disposicin de V22. ZZ. Acta circunstanciada de 23 de agosto de 2011, en la que consta la comunicacin telefnica con V26 con el fin de obtener informacin sobre la situacin jurdica que guarda la causa penal 1. AAA. Acta circunstanciada de 20 de septiembre de 2011, en la que consta que V8 y V17 manifiestan que no desean que se les practique la opinin mdicopsicolgica sobre atencin a posibles vctimas de maltrato y/o tortura, por parte de peritos de esta Comisin Nacional. BBB. Minuta de trabajo de 28 de septiembre de 2011, respecto de la comisin realizada por peritos de esta Comisin Nacional en el Centro Federal de Readaptacin Social No. 4, en Tepic, Nayarit, con el fin de practicar las opiniones mdico-psicolgicas sobre atencin a posibles vctimas de maltrato y/o tortura a V4, V13, V19, V21 y V22. CCC. Acta circunstanciada de 28 de septiembre de 2011, mediante la cual se hace constar que V21 manifest no querer que se le practicara la opinin, mdicopsicolgica sobre atencin a posibles vctimas de maltrato y/o tortura, as como su deseo de desistirse de la queja presentada ante esta Comisin Nacional, que dio origen a la presente recomendacin. DDD. Opiniones mdico-psicolgicas sobre Atencin a Posibles Vctimas de Maltrato y/o realizadas los das 28 y 29 de septiembre de 2011, en el Centro Federal de Readaptacin Social No. 4, en Tepic, Nayarit, a V4, V13, V19 y V22.

II.2 Constancias del expediente CNDH/5/2010/1134/Q: A. Escrito de queja presentado el 2 de marzo de 2010 en esta Comisin Nacional, suscrito por integrantes de la Comisin Mexicana de Defensa y Promocin de los Derechos Humanos A.C., y la Comisin Ciudadana de Derechos Humanos del Noroeste A.C., en que hacen valer presuntas violaciones a los derechos humanos de V26 y V27. B. Oficio QVG/DG/034/2010 de 2 de marzo de 2010, a travs del cual se solicita al gobierno del estado de Baja California la implementacin de medidas cautelares a favor de V26 y V27. C. Acta circunstanciada de 2 de marzo de 2010, en la que personal de esta Comisin Nacional hace constar que se inform a V26 y V27 respecto de las medidas cautelares solicitadas al gobierno del estado de Baja California. D. Oficio QVG/DG/039/2010 de 4 de marzo de 2010, a travs del cual se solicita al subsecretario de Prevencin, Vinculacin y Derechos Humanos de la Secretara de Seguridad Pblica Federal la implementacin de medidas cautelares a favor de V26 y V27. E. Oficio SSP/DGDH/1649/2010 de 4 de marzo de 2010, suscrito por el director general de Derechos Humanos de la Secretara de Seguridad Pblica Federal, mediante el cual informa que se acepta implementar las medidas que deriven de los acuerdos que se alcancen entre las beneficiarias y las autoridades de los tres rdenes de gobierno, en el mbito de las competencias, facultades y recursos que a cada uno correspondan. F. Oficio DG/DH/027/2010 de 5 de marzo de 2010, suscrito por el subsecretario de gobierno del estado de Baja California, a travs del cual informa que se han girado instrucciones a la Secretara de Seguridad Pblica del estado de Baja

California para que personal de la Polica Estatal Preventiva realice recorridos de vigilancia en los domicilios particulares de las defensoras V26 y V27. G. Acta circunstanciada de 9 de marzo de 2010, en la que personal de esta Comisin Nacional hace constar los acuerdos que se generaron en la reunin que se realiz en las instalaciones de la Comisin Estatal de Servicios Pblicos de Tijuana, en que participaron diversos funcionarios de los tres mbitos de gobierno, de la Procuradura de Derechos Humanos y Proteccin Ciudadana de Baja California, as como las agraviadas. H. Escrito sin nmero de 11 de marzo de 2010, a travs del cual integrantes de la Comisin Mexicana de Defensa y Promocin de los Derechos Humanos A.C. y la Comisin Ciudadana de Derechos Humanos del Noroeste A.C., hacen del conocimiento de esta Comisin Nacional el incumplimiento de los acuerdos generados para atender las medidas cautelares por parte del gobierno del estado de Baja California. I. Acta circunstanciada de 12 de marzo de 2010, en la que personal de esta

Comisin Nacional hace constar que V26 informa acerca del incumplimiento de los acuerdos generados para atender las medidas cautelares por parte de personal de la Secretara de Seguridad Pblica del estado de Baja California y de la Procuradura General de Justicia del estado de Baja California; indicando asimismo acerca de nuevos actos de intimidacin por parte de elementos del Ejrcito Mexicano. J. Escrito sin nmero de 16 de abril de 2010, mediante el cual integrantes de la Comisin Mexicana de Defensa y Promocin de los Derechos Humanos A.C. y la Comisin Ciudadana de Derechos Humanos del Noroeste A.C., detallan el incumplimiento de las autoridades respecto de los compromisos asumidos en la reunin de 9 de marzo de 2010, para la implementacin de medidas cautelares y refieren nuevos actos de intimidacin contra V26 y V27. K. Acta circunstanciada de 20 de abril de 2010, en la que personal de esta Comisin Nacional hace constar el resultado de la reunin de trabajo efectuada en la Unidad de Promocin y Defensa de los Derechos Humanos de la Secretara de Gobernacin, de la cual destaca que V26 y V27 hicieron del conocimiento de las

autoridades participantes nuevos actos de hostigamiento por parte de elementos de la Secretara de Seguridad Pblica del municipio de Tijuana, Baja California, as como llamadas telefnicas de personas que sealaron formar parte de la Procuradura General de la Repblica. L. Oficio ADH0487/10 de 26 de abril de 2010, suscrito por el director Jurdico de la Procuradura General de Justicia del estado de Baja California, al que se anexa copia de las tarjetas informativas de 26 de abril de 2010, emitidas por la Subprocuradura Zona Norte, Tijuana, Baja California, en las que se rinde un informe de las diligencias llevadas a cabo en las averiguaciones previas 4 y 5, iniciadas con motivo de la denuncia presentada por las agraviadas. M. Actas circunstanciadas de 27 y 28 de abril de 2010, en las que personal de esta Comisin Nacional hace constar las entrevistas que sostuvo con V26, en la ciudad de Tijuana, Baja California. N. Oficio SSP/DGDH/3073/2010 de 28 de abril de 2010, suscrito por el director general adjunto de Promocin y Defensa de los Derechos Humanos de la Secretara de Seguridad Pblica Federal, al que se anexa documentacin relativa al cumplimiento de la solicitud de medidas cautelares a favor de V26 y V27. O. Escrito sin nmero de 19 de mayo de 2010, a travs del cual integrantes de la Comisin Mexicana de Defensa y Promocin de los Derechos Humanos A.C. y la Comisin Ciudadana de Derechos Humanos del Noroeste A.C., hacen del conocimiento de esta Comisin Nacional las nuevas amenazas y hostigamiento contra V27. P. Acta circunstanciada de 20 de mayo de 2010, en la que personal de esta Comisin Nacional hace constar la conversacin sostenida con integrantes de la Comisin Mexicana de Defensa y Promocin de los Derechos Humanos A.C., acerca de la falta de respuesta de las Secretaras de Seguridad Pblica Federal y del estado de Baja California en relacin con las medidas cautelares acordadas a favor de V27. Q. Oficio 004140/10 DGPCDHAQI de 20 de mayo de 2010, suscrito por el director de Promocin de la Cultura en Derechos Humanos, de la Procuradura

General de la Repblica, al que se anexa el diverso 2315, suscrito por la agente del Ministerio Pblico de la Federacin, titular de la Mesa VI de averiguaciones previas, mediante el cual informa de las diligencias practicadas en la averiguacin previa 6, instruida contra quien resulte responsable, con motivo de la comisin del delito de amenazas y lo que resulte. R. Oficio ADH0569/10 de 25 de mayo de 2010, suscrito por el director Jurdico de la Procuradura General de Justicia del estado de Baja California, al que se anexa copia de las tarjetas informativas de 26 de abril de 2010, emitidas por la Subprocuradura Zona Norte, Tijuana, Baja California, en las que se rinde un informe de las diligencias practicadas en las averiguaciones previas 4 y 5, radicadas con motivo de la denuncia presentada por las agraviadas. S. Acta circunstanciada de 1 de junio de 2010, en la que personal de la Comisin Nacional hace constar la consulta practicada a las constancias de la averiguacin previa 6, en las instalaciones de la Procuradura General de la Repblica. T. Acta circunstanciada de 3 de junio de 2010, en la cual personal de esta Comisin Nacional hace constar la reunin de trabajo relativa al seguimiento de las medidas cautelares, que se realiz en las instalaciones de la Unidad para la Promocin y Defensa de los Derechos Humanos en la ciudad de Mxico, en que participaron diversos funcionarios de los tres niveles de gobierno. U. Acta circunstanciada de 15 de junio de 2010, en la que personal de esta Comisin Nacional hace constar la comunicacin sostenida con V26, quien indic que el 31 de mayo de ese ao abandonaron la ciudad de Tijuana, Baja California, y que el 4 de junio de 2010 la Comisin Interamericana de Derechos Humanos haba decretado medidas cautelares en su favor y de V27, as como de sus familias. V. Oficio UPDDH/911/4206/2010 28 de junio de 2010, suscrito por el titular de la Unidad para la Promocin y Defensa de los Derechos Humanos, mediante el cual rinde a esta Comisin Nacional ampliacin de informacin respecto del cumplimiento de las medidas cautelares solicitadas en favor de V26 y V27, por parte de las autoridades involucradas, al que se anexan diversos oficios suscritos

por las autoridades involucradas a travs de los cuales informan acerca de las medidas cautelares acordadas a favor de V26 y V27. W. Oficio 1891/SSPM/2010 de 2 de julio de 2010, suscrito por el secretario de Seguridad Pblica del municipio de Tijuana, Baja California, mediante cual rinde informe a esta Comisin Nacional, y en el que niega su participacin en los hechos que le imputan V26 y V27. X. Actas circunstanciadas de 7 y 12 de julio de 2010, en las que personal de

esta Comisin Nacional hace constar las entrevistas sostenidas con V26, en las que manifiesta una serie de inconformidades respecto del informe que rindi la Unidad para la Promocin y Defensa de los Derechos Humanos de la Secretara de Gobernacin a la Comisin Interamericana de Derechos Humanos, en relacin con el cumplimiento de las medidas cautelares otorgadas a su favor. Y. Oficio 006467/10 DGPCHAQI de 12 de agosto de 2010, suscrito por la directora de Atencin a Quejas e Inspeccin en Derechos Humanos, en ausencia del encargado del despacho de la Direccin General de Promocin de la Cultura en Derechos Humanos, Atencin a Quejas e Inspeccin de la Procuradura General de la Repblica, por el cual se informa a esta Comisin Nacional que se deja a disposicin la averiguacin previa 6, para la consulta respectiva. Z. Acta circunstanciada de 13 de agosto de 2010, en la que personal de esta Comisin Nacional hace constar la llamada telefnica sostenida con V26, quien precis que hasta ese momento no contaba con algn mecanismo de proteccin y que no haba tenido respuesta de autoridad alguna, incluyendo a la Secretara de Gobernacin. AA. Oficio UPDDH/911/5914/2010 de 1 de septiembre de 2010, suscrito por la directora general de la Unidad para la Promocin y Defensa de los Derechos Humanos, a travs del cual rinde ampliacin de informacin respecto de las gestiones llevadas a cabo para el cumplimiento de las medidas cautelares implementadas a favor de las agraviadas.

BB. Acta circunstanciada de 15 de octubre de 2010, en la que personal de la Comisin Nacional hace constar la reunin de trabajo realizada entre servidores pblicos de carcter federal, local y las agraviadas. CC. Oficio ADH1212/10 de 21 de octubre de 2010, mediante el cual el director Jurdico de la Procuradura General de Justicia del estado de Baja California, remite tarjetas informativas de las averiguaciones previas 4 y 5. DD. Oficio UPDDH/911/7041/2010 de 25 de octubre de 2010, mediante el cual la Unidad para la Promocin y Defensa de los Derechos Humanos de la Secretara de Gobernacin rinde informe del avance de las medidas cautelares otorgadas a las agraviadas. EE. Minuta de trabajo de 15 de diciembre de 2010, realizada con motivo de las reuniones de trabajo llevadas a cabo entre servidores pblicos de la Secretara de Gobernacin y la Secretara de Seguridad Pblica Federal. FF. Oficio 010399 de 31 de diciembre de 2010, mediante el cual el director de Promocin de la Cultura en Derechos Humanos, de la Procuradura General de la Repblica adjunta el informe que rinde el delegado de esa institucin en el estado de Baja California. GG. Minuta de trabajo de 4 de enero de 2011, en la que se hace constar que en la ciudad de Tijuana, Baja California, se entreg formalmente a V27 el mecanismo de seguridad en su favor, un aparato de telefona y se estableci el compromiso para instalar un sistema de circuito cerrado en su domicilio. HH. Acta circunstancia de 11 de enero de 2011, en la que personal de esta Comisin Nacional hace constar la entrevista que sostuvo con V26 y representantes de la Comisin Mexicana de Defensa y Promocin de los Derechos Humanos A.C. II. Oficio UPDDH/911/0856/2011 de 18 de febrero de 2011, mediante el cual la directora general adjunta de la Unidad para la Promocin y Defensa de los Derechos Humanos de la Secretara de Gobernacin informa del avance de las medidas cautelares otorgadas a favor de las agraviadas.

JJ. Oficio ADH/301/2011 de 14 de marzo de 2011, mediante el cual el director jurdico de la Procuradura General de Justicia del estado de Baja California remite tarjetas informativas del estado que guardan las averiguaciones previas 4 y 5. KK. Oficio SSPE/DAI/0568/2011 de 29 de marzo de 2011, mediante el cual el director de Asuntos Internos de la Secretara de Seguridad Pblica del estado de Baja California informa que el 23 de octubre de 2010 personal de esa dependencia se constituy en los domicilios de las agraviadas, a fin de reanudar los recorridos de vigilancia, lo cual no fue posible en razn de que las beneficiarias no se encontraban en stos. LL. Acta circunstanciada de 6 de abril de 2011, en la que personal de esta Comisin Nacional hace constar la llamada telefnica sostenida con V26, quien precis que hasta ese momento no ha tenido respuesta de autoridad alguna, incluyendo a la Secretara de Gobernacin, respecto de algn mecanismo de proteccin para su persona. MM. Oficio UPDDH/911/1944/2011 de 27 de abril de 2011, mediante el cual la Unidad para la Promocin y Defensa de los Derechos Humanos de la Secretara de Gobernacin rinde informe del avance y desarrollo de las medidas cautelares otorgadas a V27. NN. El 31 de mayo de 2011, se recibi en esta Comisin Nacional el oficio DH-IV5729 de 30 de marzo (sic) de 2011, suscrito por el subdirector de Asuntos Nacionales de la Direccin General de Derechos Humanos de la Secretara de la Defensa Nacional, en el cual informa que en la Comandancia de la 2/a. Zona Militar en Tijuana, Baja California, no se encontr antecedente alguno en el sentido de que personal militar haya participado en los hechos a que hacen referencia las agraviadas. OO. Acta circunstanciada de 29 de junio de 2011, en la que personal de esta Comisin Nacional hace constar la llamada telefnica sostenida con V26, quien precis que por la falta de garantas de su seguridad no puede regresar a Tijuana, Baja California, y que existen algunas deficiencias en el desarrollo del mecanismo de seguridad implementado a favor de V27.

PP. Acta circunstanciada de 12 de julio de 2011, en la que personal de esta Comisin Nacional hace constar la llamada telefnica sostenida con V27, en la que seal deficiencias en el desarrollo del mecanismo de proteccin implementado en su beneficio. QQ. Oficios QVG/DG/48513 y QVG/DGAP/48514 de 3 de agosto de 2011, mediante los cuales se solicita ampliacin de informacin a la Unidad para la Promocin y Defensa de los Derechos Humanos de la Secretara de Gobernacin y a la Procuradura General de Justicia del estado de Baja California. RR. Oficio ADH1183/2011 de 24 de agosto de 2011, mediante el cual el director Jurdico de la Procuradura General de Justicia del estado de Baja California rinde informe respecto del estado que guardan las averiguaciones previas 4 y 5. SS. Acuerdo de acumulacin de 17 de octubre de 2011, firmado por el quinto visitador general de la Comisin Nacional de los Derechos Humanos, por el cual se determina la acumulacin del expediente CNDH/5/2010/1134/Q al diverso CNDH/2/2009/1399/Q. TT. Acta circunstanciada de 4 de noviembre de 2011, en la que se hace constar que personal de esta Comisin Nacional asisti a la junta de seguimiento de la implementacin de medidas cautelares de V26 y V27 en las instalaciones de la Secretara de Gobernacin en el Distrito Federal. UU. Reportes de 7 de julio y 20 de octubre, ambos de 2011, en los que elementos de la Polica Federal que se desempean como escolta de V27, dan cuenta de diversos actos de hostigamiento en contra de la vctima. III. SITUACIN JURDICA Los das 17, 20, 23, 25, 27 y 31 de marzo de 2009, AR5, agente del Ministerio Pblico de la Federacin y sus homlogos en auxilio, solicitaron al comandante de la 2/a. Zona Militar que procediera a la localizacin y presentacin de diversos servidores pblicos de la Polica Municipal de Tijuana, as como de algunos

ciudadanos, a fin de recabar su declaracin en relacin con la averiguacin previa 1. Los das 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 28 y 31 de marzo de 2009, elementos de las escoltas de AR1 y de AR2, por instrucciones suyas, en algunas ocasiones, en su presencia, detuvieron y trasladaron a V2, V3, V4, V5, V6, V7, V8, V9, V10, V11, V12, V13, V14, V15, V16, V17, V18, V19, V20, V21, V23, V24, y V25 al 28/o. Batalln de Infantera en Aguaje de la Tuna, Baja California, donde permanecieron incomunicados junto con V1 y V22, quienes haban sido detenidos el 17 y 20 de marzo de 2009, respectivamente. Los agraviados fueron puestos a disposicin de la autoridad ministerial competente para rendir su declaracin y permanecieron retenidos en instalaciones militares entre uno y cuatro das, desde su detencin. Los das 26, 27, 28, 29 y 30 de marzo de 2009, a los agraviados les fue notificado que un juez federal penal especializado en cateos, arraigos e intervencin de comunicaciones en el Distrito Federal decret el arraigo por cuarenta das, los que se prorrogaron por un trmino idntico. No obstante lo anterior, el 7 de mayo de 2009, un juez de Distrito en Tijuana, Baja California, emiti una orden de aprehensin en la causa penal 1 en contra de los agraviados, por lo que el 8 del mismo mes y ao, V11 fue internada en el Centro de Rehabilitacin Social Venustiano Carranza en Tepic, Nayarit, y los dems indiciados en el Centro Federal de Readaptacin Social No. 4 El Rincn, en la misma ciudad. Por otro lado, el 9 de mayo de 2009, el citado juez de Distrito en Baja California solicit va exhorto, a su homlogo en Tepic, Nayarit, el auxilio para realizar las diligencias correspondientes para resolver la situacin jurdica de los inculpados, quien abri el cuaderno de exhorto respectivo y dict auto de formal prisin el 15 de mayo de 2009. El 21 de mayo de 2009, AR13 envi copia certificada de la averiguacin previa 2 misma que se radic despus de abrir por triplicado la averiguacin previa 1, al comandante de la 2/a. Zona Militar, por las conductas llevadas a cabo por elementos del Ejrcito Mexicano, probablemente constitutivas de los delitos de tortura, malos tratos, abuso de autoridad y lesiones, declinando la competencia

sobre estos hechos a la autoridad ministerial militar. Con base en dicho desglose, el Ministerio Pblico adscrito a la 2/a. Zona Militar inici la averiguacin previa 3, el 27 de mayo de 2009. El 20 de agosto de 2010, un Tribunal Unitario de Circuito en Chihuahua, Chihuahua, modific la resolucin de trmino constitucional y orden la inmediata libertad a favor V8, V10, V11, V14, V15, V16, V17, V18, V23, V24 y V25, por falta de elementos para procesar; no obstante, V1, V2, V3, V4, V5, V6, V7, V9, V12, V13, V19, V20, V21 y V22 actualmente continan sujetos a proceso. Por otro lado, el 2 y 4 de marzo de 2010 esta Comisin Nacional de los Derechos Humanos solicit al gobernador del estado de Baja California y al subsecretario de Prevencin, Vinculacin y Derechos Humanos de la Secretara de Seguridad Pblica Federal, la implementacin de medidas cautelares para garantizar la seguridad e integridad fsica de V26 y V27, las que fueron aceptadas por esas autoridades. Asimismo, la Comisin Mexicana de Defensa y Promocin de los Derechos Humanos A.C. y la Comisin Ciudadana de Derechos Humanos del Noroeste A.C., solicitaron a la Unidad para la Promocin y Defensa de los Derechos Humanos de la Secretara de Gobernacin se realizaran las gestiones necesarias con el fin de que se implementaran medidas de proteccin para las agraviadas y sus familiares. El 21 de diciembre de 2009, en la Delegacin de la Procuradura General de la Repblica en Tijuana, Baja California, se inici la averiguacin previa 6 por el delito de amenazas y lo que resulte, en agravio de V26 y otra. En la misma indagatoria, el 31 de marzo de 2010, la organizacin Amnista Internacional denunci ataques y amenazas cometidas en perjuicio de V26 y V27, por lo que solicit al agente del Ministerio Pblico de la Federacin realizara la investigacin correspondiente, as como la implementacin de medidas cautelares a favor de las agraviadas, peticiones que el 26 de abril de 2010 tambin fueron requeridas por integrantes de la Comisin Mexicana de Defensa y Promocin de los Derechos Humanos A.C.

El 9 de marzo de 2010, V26 y V27 presentaron denuncia de hechos ante personal de la Procuradura General de Justicia del estado de Baja California, autoridad que inici las averiguaciones previas 4 y 5, por el delito de amenazas contra las agraviadas y otras, indagatorias que actualmente se encuentran en integracin. El 7 de enero de 2011, la averiguacin previa 6 fue remitida, en razn de competencia, a la Procuradura General de Justicia del estado de Baja California, donde se acumul a la averiguacin previa 4. El 4 de junio de 2010, la Comisin Interamericana de Derechos Humanos solicit al gobierno mexicano la implementacin de medidas cautelares en favor de V26 y V27, as como de su familia. El 4 de enero de 2011, en cumplimiento a las medidas cautelares solicitadas por esta Comisin Nacional, as como por la Comisin Interamericana de Derechos Humanos, se materializ la medida de proteccin de escolta en favor de V27, en tanto que por lo que hace a V26, no cuenta a la fecha con mecanismo alguno de proteccin. IV. OBSERVACIONES Antes de entrar al estudio de las probables violaciones a derechos humanos, la Comisin Nacional de los Derechos Humanos precisa que no se opone a la prevencin, investigacin y persecucin de delitos por parte de las autoridades, sino a que con motivo de estas se vulneren derechos humanos, por lo que hace patente la necesidad de que el Estado, a travs de sus instituciones pblicas, cumpla con el deber jurdico de prevenir la comisin de conductas delictivas e investigar con los medios a su alcance los ilcitos que se cometen en el mbito de su competencia, a fin de identificar a los responsables y lograr que se les impongan las sanciones legales correspondientes. Asimismo, esta institucin protectora de derechos humanos no se pronuncia sobre las actuaciones jurisdiccionales realizadas por la autoridad judicial federal, que tramit la causa penal 1, respecto de las cuales expresa su absoluto respeto y de las que carece de competencia para conocer, en trminos de los artculos 102, apartado B, prrafo tercero, de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos; 7, fraccin II, y 8, ltima parte, de la Ley de la Comisin Nacional de

los Derechos Humanos, y 2, fraccin IX, incisos a), b) y c), de su reglamento interno. En efecto, para la integracin del expediente que contiene la investigacin realizada por esta Comisin Nacional se enviaron diversas solicitudes de informacin a la Procuradura General de la Repblica a las cuales no siempre correspondi la respuesta debida y adecuada, por ello, no obstante que en trminos de ley pudo haberse considerado que ante la falta de informe o bien respuesta puntual se hubiesen declarado ciertos los hechos, tal y como lo dispone el artculo 38 de la ley que rige el actuar de la Comisin Nacional de los Derechos Humanos, sta orient el mejor de sus esfuerzos para allegarse de evidencias que permitieran arribar a la verdad histrica y corroborar los hechos que se desprenden de las investigaciones. As, esta Comisin Nacional solicit los certificados mdicos practicados a las primeras 25 vctimas de este caso, por parte de personal de esa dependencia federal, con la finalidad de que este organismo nacional pudiera documentar la presencia de lesiones fsicas. A pesar de dichas solicitudes, los certificados mdicos no fueron proporcionados por dicha dependencia federal, pues en su lugar se envi un informe en el que se describan, sin suficiente detalle, los resultados de los certificados aludidos. Lo que se reiter, no obstante que este organismo nacional hizo uso de la facultad conferida por el artculo 68, de la Ley de la Comisin Nacional de los Derechos Humanos. Ello se traduce en un obstculo en la labor de investigacin a cargo de esta Comisin Nacional. En este tenor, la negativa de otorgar los aludidos certificados mdicos por parte de la Procuradura General de la Repblica se traduce en un acto que inhibe las investigaciones a cargo de esta Comisin Nacional y obstaculiza las tareas que tiene encomendadas en la proteccin y defensa de los derechos humanos, con lo cual se omite atender el contenido de la fraccin XIX del artculo 8 de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Pblicos, que establece que todo servidor pblico tiene la obligacin de proporcionar en forma oportuna y veraz, toda informacin y datos solicitados por la institucin a la que legalmente competa la vigilancia y defensa de los derechos humanos y que, en el cumplimiento de esta obligacin, adems, el servidor pblico deber permitir, sin demora, el acceso a los recintos o instalaciones, expedientes o documentacin

que la institucin de referencia considere necesario revisar para el eficaz desempeo de sus atribuciones. As, con fundamento en los artculos 70 y 72 de la Ley de la Comisin Nacional de los Derechos Humanos, este organismo nacional observa que la falta de cooperacin de los servidores pblicos de la Procuradura General de la Repblica, durante la integracin del presente asunto, constituye una muestra de desinters y falta de colaboracin en la noble tarea de investigar las violaciones a derechos humanos, la cual no debe ser tolerada en el marco de un Estado de derecho como el que debe regir en nuestro pas. Con motivo de los obstculos referidos en los prrafos anteriores, resulta necesario aclarar que esta Comisin Nacional no cuenta con elementos suficientes para definir con precisin cules fueron las lesiones fsicas que presentaron las primeras 25 vctimas del presente caso al momento de ser puestas a disposicin del Ministerio Pblico Federal. Al respecto, es importante aclarar que a este organismo nacional no le corresponde investigar delitos, pero s violaciones a derechos humanos; es decir, no tiene por misin indagar conductas delictivas sino analizar el desempeo de los servidores pblicos, en relacin con el respeto a derechos humanos, tomando en cuenta el inters superior de la vctima y, adems, procurando que las instituciones responsables de las violaciones a derechos humanos reparen los daos causados. Por otra parte, se debe tener en consideracin que si bien en el expediente consta, en actas circunstanciadas de 20 y 28 de septiembre de 2011, que V8, V17 y V21 solicitaron la conclusin de las quejas en que se acta, esta Comisin Nacional advierte que las violaciones a derechos humanos que fueron motivo de la denuncia son graves, motivo por el que se sigui conociendo e investigando los hechos. Del anlisis lgico-jurdico realizado al conjunto de evidencias que integran el expediente de queja nmero CNDH/2/2009/1399/Q, esta Comisin Nacional concluye que se violaron los derechos humanos a la legalidad y la seguridad jurdica, a la integridad y seguridad personal y a la libertad personal, por hechos

violatorios consistentes en detencin arbitraria, retencin ilegal, incomunicacin, tortura y atentados contra la libertad sexual, que se especifican en el presente apartado, en contra de V1, V2, V3, V4, V5, V6, V7, V8, V9, V10, V11, V12, V13, V14, V15, V16, V17, V18, V19, V20, V21, V22, V23, V24 y V25, as como los relativos a la integridad y seguridad personal, a la legalidad y seguridad jurdica, al debido proceso, a la libertad de trnsito y de residencia, en perjuicio de V26 y V27, por hechos violatorios consistentes en la omisin de establecer medidas cautelares, en la indebida procuracin de justicia y obstaculizacin de la administracin de justicia, en la restriccin de la eleccin del lugar de residencia y de trnsito dentro del pas, en atencin a las siguientes consideraciones: IV.1 Detencin arbitraria, retencin ilegal e incomunicacin Los das 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 28 y 31 de marzo de 2009, 23 agentes de la Polica Municipal de Tijuana, Baja California y 2 ciudadanos fueron detenidos y llevados a las instalaciones que ocupa el 28/o. Batalln de Infantera en El Aguaje, Baja California. V2, V3, V4, V5, V6, V7, V8, V9, V10, V11, V12, V13, V14, V15, V16, V17, V18, V19, V20, V21, V23, V24 y V25 fueron requeridos por AR1 y AR2, entonces secretario de Seguridad Pblica del Municipio de Tijuana y director de Polica y Trnsito de dicha localidad, respectivamente, y trasladados a instalaciones militares del 28/o. Batalln de Infantera en Tijuana, Baja California, bajo el argumento de que el Ministerio Pblico de la Federacin haba solicitado apoyo a la Secretara de la Defensa Nacional para localizar y presentar a los agentes municipales. V20 se present directamente en las instalaciones militares ya que as fue requerido por AR2. Por otro lado, los ciudadanos V1 y V22 fueron detenidos por elementos de la Secretara de la Defensa Nacional el 17 y 21 de marzo de 2009 y llevados a las mismas instalaciones en las que los agentes municipales se encontraban retenidos. Constan en el expediente de queja los informes rendidos por servidores pblicos de la Secretara de la Defensa Nacional de 3, 15, 21 y 28 de abril, as como de 1 de mayo de 2009, sobre la detencin de los agraviados, a los que se anexaron los mensajes de correo electrnico de imgenes nmeros 9037, 10119, 10232 y 11718, suscritos por AR19, comandante del 28/o. Batalln de Infantera, en los

que consta que recibieron los oficios 691, 721, 831 y 916 emitidos por AR5, agente del Ministerio Pblico Federal, en la averiguacin previa 1, as como por sus homlogos en su auxilio, en los que solicitaron a la Comandancia de la 2/a. Zona Militar designar personal para localizar y presentar a diversas personas, entre ellas a V4, V5, V6, V7, V8, V9, V10, V11, V12, V13, V14, V15, V16, V17, V18, V19, V20, V21, V23, V24 y V25, con objeto de recabar su comparecencia ante esa representacin social. Dicha informacin fue confirmada por la Procuradura General de la Repblica al afirmar que los agraviados fueron puestos a disposicin del representante social de la Federacin por elementos de la Secretara de la Defensa Nacional en cumplimiento a las rdenes de localizacin y presentacin que se giraron para tal efecto. Con base en estos requerimientos, elementos de esa Secretara, entre el 19 y 31 de marzo de 2009, localizaron y pusieron a disposicin del representante social de la Federacin a 23 elementos de la Polica Municipal, as como a 2 ciudadanos. Asimismo, los representantes sociales de la Federacin solicitaron, por cuestiones de seguridad, que cumplieran la orden de arraigo en el 28/o. Batalln de Infantera en Aguaje de la Tuna, Baja California, lo que resulta cuestionable, puesto que en ningn momento medi una orden de aprehensin, adems de que las declaraciones de los quejosos y agraviados revelan que las detenciones se realizaron de manera diferente a la relatada por la autoridad. Asimismo, se inform que V1 fue detenido en flagrancia delictiva, mientras que V22 fue detenido con base en la declaracin de V1 en la que lo seal como miembro del crimen organizado. Segn las declaraciones, tanto de los quejosos como de los agraviados, los das 21, 22, 23, 24, 25, 27, 28 y 31 de marzo de 2009, los 23 elementos de la Polica Municipal de Tijuana fueron detenidos en el interior de las instalaciones de la Secretara de Seguridad Pblica Municipal de esa entidad, al laborar como elementos de la citada dependencia; mientras que a los ciudadanos V1 y V22 los detuvieron el 17 de marzo de 2009 en la colonia fraccionamiento Guaycura y el 20 o 21 del mismo mes y ao al salir de su domicilio, respectivamente, ambos en la ciudad de Tijuana, Baja California. Adems, los elementos de la Polica

mencionados coinciden al sealar que fueron requeridos para presentarse ante AR1, AR2, AR3 y/o AR4 y que algunos fueron llevados a las instalaciones del 28/o. Batalln de Infantera en el Aguaje de la Tuna, Baja California, por AR1 o por AR2, acompaados con sus respectivas escoltas, y entregados a elementos del Ejrcito Mexicano, quienes los forzaron a declarar haber participado en actividades ilcitas. A partir de las evidencias que integran el expediente de queja, se observa que en ningn momento, antes de su detencin, AR5, AR12, AR13 o AR14 giraron citatorios a los agraviados para que comparecieran con la debida especificacin de la calidad en que lo haran. Cabe subrayar que aun cuando la indagatoria se radic el 19 de marzo de 2009 y las solicitudes de intervencin a las fuerzas armadas se notificaron los das 23, 25, 27 y 31 del mismo mes y ao, la autoridad ministerial omiti el requisito de debida fundamentacin y motivacin en la orden de presentacin que se envi a AR19. En trminos de la fundamentacin, se advierte que el artculo 2, fraccin IV, del Cdigo Federal de Procedimientos Penales citado en la aludida orden se refiere a la facultad que tiene el Ministerio Pblico de acordar la detencin o retencin de los indiciados cuando as proceda, y no a aquella relativa a las citaciones que puede realizar dentro de una averiguacin previa. En cuanto a la motivacin, en la orden de presentacin emitida por AR14, nicamente se pide el apoyo interinstitucional de las fuerzas militares para llevar a cabo la localizacin y presentacin de personas que se desempean como policas municipales y proporciona los nombres correspondientes, sin que se hiciera mencin de la calidad en que buscaba hacerlos comparecer, ni las razones por las que esto se consideraba necesario. Adems, la presentacin debi ser llevada a cabo por la entonces Agencia Federal de Investigacin y, en su caso, con el auxilio de las fuerzas armadas, pero siempre bajo el mando de la autoridad civil. Con lo anterior se dej de observar lo establecido en los artculos 16, primer prrafo, 21, primer prrafo, y 102, apartado A, segundo prrafo de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos. En efecto, en la materia penal federal, las citaciones encuentran su fundamento en el artculo 73 del Cdigo Federal de Procedimientos Penales, el cual establece

que con excepcin de los altos funcionarios de la Federacin, toda persona est obligada a presentarse ante los tribunales y ante el Ministerio Pblico cuando sea citada, a menos de que no pueda hacerlo porque padezca alguna enfermedad que se lo impida, o tenga alguna otra imposibilidad fsica para presentarse. Para hacer este requerimiento, la autoridad ministerial federal debe girar lo que se conoce como orden de localizacin y presentacin, cuyo alcance es citar a las personas que por cualquier concepto participen en algn delito o puedan tener datos sobre el mismo para que declaren sobre los hechos que se averigen. Esta presentacin, en principio, es voluntaria y slo en caso de inasistencia se podr utilizar un medio de apremio, incluyendo el uso de la fuerza pblica. Es claro que para ser vlida, una orden de localizacin y presentacin debe cumplir con los requisitos de todo acto de molestia, esto es, debe constar por escrito y estar debidamente fundada y motivada por una autoridad competente, sealndose las razones por las se cita a la persona y las consecuencias o medidas de apremio que se impondrn en caso de que omita presentarse. De manera que, para adecuar su actuacin a un marco de respeto a los derechos humanos, en el presente caso la autoridad ministerial debi haber requerido su comparecencia con fundamento en el artculo 70 del Cdigo Federal de Procedimientos Penales para recabar su declaracin en la averiguacin previa 1, y hacer de su conocimiento los medios de apremio que conforme al artculo 42 de dicho Cdigo se les impondran si no lo hicieran, incluyendo el uso de la fuerza pblica. La Suprema Corte de Justicia de la Nacin ha entendido los alcances de la orden de localizacin, bsqueda y presentacin en el mismo sentido, como lo establece en la jurisprudencia 1a./J. 54/2004 de rubro: ORDEN DE BSQUEDA, LOCALIZACIN Y PRESENTACIN DEL INDICIADO PARA DECLARAR DENTRO DE LA AVERIGUACIN PREVIA. NO ES RESTRICTIVA DE LA LIBERTAD, POR LO QUE NO SE TRADUCE EN UNA ORDEN DE DETENCIN, en la que determina que la orden de localizacin, bsqueda y presentacin tiene como finalidad que el indiciado declare dentro de la averiguacin previa y no restringir su libertad. As, funciona nicamente para lograr su comparecencia dentro de esta fase procesal para que declare si as lo estima conveniente, ya que incluso puede abstenerse de hacerlo; adems de que una vez terminada la diligencia para la que fue citado, puede reincorporarse a sus

actividades cotidianas. En ese sentido, la orden de presentacin es una mera solicitud o requerimiento que se hace a los gobernados para que comparezcan ante el agente del Ministerio Pblico, razn por la cual no puede considerarse como un acto privativo de libertad. Esta Comisin Nacional ha observado la prctica de las autoridades ministeriales de girar oficios a la Secretara de la Defensa Nacional, en los que solicitan su apoyo y colaboracin para ordenar la investigacin, localizacin y presentacin de personas vinculadas con investigaciones ministeriales y que, derivado de estas solicitudes, servidores pblicos de las fuerzas armadas detienen a personas y las ponen a disposicin del Ministerio Pblico, justificando dicha detencin en el marco de colaboracin que les fue requerido. Implica que las autoridades ministeriales ordenan detenciones y presentaciones de personas sin solicitar a una autoridad judicial la liberacin de una orden de aprehensin violando as el derecho de libertad, as como los derechos de legalidad y seguridad jurdicas de las personas vctimas de esta prctica. En este orden de ideas, este organismo nacional ha resaltado ya en la Recomendacin 14/2011 que las rdenes de localizacin y presentacin no deben ser restrictivas de la libertad de las personas, y que de ninguna manera pueden sustituir las rdenes de aprehensin. As, si lo que se busca es la detencin de una persona, deben seguirse los requisitos constitucionales para ello, esto es, solicitar a una autoridad judicial la orden de aprehensin correspondiente. Tampoco puede pretender que la supuesta informacin derivada de la confesin de una persona detenida sustituya dichos requisitos constitucionales, como sucedi en el caso de V22. Esta Comisin observa que la orden de localizacin y presentacin contenida en la averiguacin previa 1 no puede justificar la detencin de los agraviados, pues: 1) ni se contaba con una orden de aprehensin que ordenara las detenciones, 2) ni se les encontr en flagrancia, 3) ni se motiv el riesgo fundado de que pudieran sustraerse de la accin de la justicia o que por razn de la hora, lugar o circunstancia, no se pudiera ocurrir ante la autoridad judicial para solicitar su aprehensin.

Ahora bien, la responsabilidad en la detencin arbitraria cometida en agravio de V2, V3, V4, V5, V6, V7, V8, V9, V10, V11, V12, V13, V14, V15, V16, V17, V18, V19, V20, V21, V23, V24 y V25, si bien corresponde directamente a la autoridad ministerial, se extiende tambin a las autoridades ejecutoras, en este caso, AR6, AR7, AR11, AR15, AR16, AR17 y dems servidores pblicos adscritos a la Secretara de la Defensa Nacional que participaron en los hechos, ya que no pueden justificar su actuacin en virtud del cumplimiento del apoyo que les fue solicitado, pues es su deber actuar con estricto apego a los derechos reconocidos en la Constitucin Federal, en cuanto a que las personas no pueden ser molestadas en su persona y derechos, sino mediante mandamiento de autoridad competente que funde y motive la causa legal del procedimiento y, al estar en juego la libertad de una persona, deben exigir claridad a la autoridad ministerial sobre la calidad del sujeto a localizar y presentar, y la debida fundamentacin y motivacin de la orden, a efecto de no incurrir en ninguna responsabilidad. Tambin deben tomarse en cuenta las aseveraciones de los agraviados, en el sentido de que en su detencin participaron AR1, AR2, AR3 y/o AR4, quienes los requirieron y/o detuvieron con pretextos, para despus ser trasladados por AR1, AR2, y/o sus respectivas escoltas, a instalaciones militares. En ese sentido, la Representacin Social de la Federacin solicit apoyo nicamente a la Secretara de la Defensa Nacional para la localizacin y presentacin de los agraviados; as, al no existir una orden o solicitud de apoyo girada a la Secretara de Seguridad Pblica del municipio de Tijuana, Baja California, no existe razn o fundamento para que AR1, AR2, AR3 o AR4 participaran en la detencin de los agentes de la Polica Municipal vctimas de este caso, razn por la cual son corresponsables de su detencin arbitraria. De las evidencias que integran el expediente se observa, en relacin con la detencin de V2, V3, V4, V5, V6, V7, V8, V9, V10, V11, V12, V13, V14, V15, V16, V17, V18, V19, V20, V21, V23, V24 y V25, que servidores pblicos de la Procuradura General de la Repblica, del Ejrcito Mexicano y de la Secretara Pblica municipal, transgredieron los derechos a la legalidad y seguridad jurdica tuteladas en los artculos 14, segundo prrafo, 16, primer prrafo, y 21, primer prrafo, de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos; 9.1, del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos, as como 7.1, 7.2 y 7.3, de la Convencin Americana sobre Derechos Humanos, que establecen que todo

individuo tiene derecho a la libertad y a la seguridad personales, y que nadie podr ser sometido a detencin o prisin arbitraria, ni privado de su libertad, salvo por las causas fijadas por ley y con arreglo al procedimiento establecido en sta. Respecto de la retencin de los agraviados, debido a que la autoridad responsable no aport elementos de prueba que respaldaran el informe rendido a esta Comisin Nacional acerca de la hora en que se llev a cabo la detencin de V2, V3, V4, V5, V6, V7, V8, V9, V10, V11, V12, V13, V14, V15, V16, V17, V18, V19, V20, V21, V22, V23, V24 y V25, este organismo nacional atendiendo al inters superior de las vctimas de violaciones a derechos humanos reconocido en el derecho internacional de los Derechos Humanos, y recogido por los instrumentos internacionales en la materia, con fundamento en los artculos 1, prrafos primero, segundo y tercero; 102, apartado B, de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos y 38 de la Ley de la Comisin Nacional de los Derechos Humanos, toma como ciertos los testimonios de los agraviados respecto de este hecho violatorio, con base en los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad, favoreciendo en todo tiempo a las vctimas la proteccin ms amplia que en derecho proceda. Segn las constancias que obran en el expediente, tal y como la denuncia de hechos relativa a la detencin de V1, uno de los informes del director general de Promocin de la Cultura en Derechos Humanos, Atencin a Quejas e Inspeccin de la Procuradura General de la Repblica, los oficios de puesta a disposicin de la autoridad ministerial, as como los relatos de los agraviados, esta Comisin Nacional advierte que hubo retencin arbitraria en el presente caso. As, tomando en consideracin el momento en que los agraviados afirmaron ser detenidos en sus testimonios y el de su puesta a disposicin segn diversos documentos provenientes de la autoridad, el tiempo transcurrido fue el siguiente:
DETENCIN (FECHA SEALADA POR LOS QUEJOSOS)
17/03/09, 23:30 horas 21/03/09, 09:25 horas 21/03/09, 10:50 horas 24/03/09, 15:00 horas 24/03/09, 14:00 horas 24/03/09, 15:00 horas 24/03/09, 15:30 horas 24/03/09, 18:30 horas

VCTIMA
V1 V2 V3 V4 V5 V6 V7 V8

PUESTA A DISPOSICIN
19/03/09, 13:39 horas 22/03/09, 02:00 horas 22/03/09, 02:00 horas 25/03/09, 12:00 horas. 25/03/09, 12:00 horas. 25/03/09, 12:00 horas. 25/03/09, 12:00 horas. 25/03/09, 12:00 horas.

TIEMPO TRANSCURRIDO
38 horas 09 min 16 horas 35 min 15 horas 10 min 21 horas 22 horas 21 horas 20 horas 30 min 17 horas 30 min

V9 V10 V11 V12 V13 V14 V15 V16 V17 V18 V19 V20 V21 V22 V23 V24 V25

25/03/09, 08:45 horas 25/03/09, 15:00 horas 25/03/09, sin hora 27/03/09, sin hora 27/03/09, 09:00 horas 27/03/09, 09:30 horas 27/03/09, sin hora 27/03/09, 14:00 horas 26/03/09, 15:00 horas 27/03/09, 15:30 horas 28/03/09, 13:00 horas 31/03/09, 10:30 horas 27/03/09, 08:00 horas 20/03/09 o 21/03/09, 22:30 horas 26/03/09, 13:00 horas 27/03/09, 08:00 horas 27/03/09, 13:30 horas

25/03/09, 12:00 horas. 26/03/09, 13:00 horas. 25/03/09, 12:00 horas. 27/03/09, 21:00 horas 27/03/09, 13:00 horas 27/03/09, 21:00 horas 27/03/09, 21:00 horas 28/03/09 sin hora 26/03/09, 20:39 horas 28/03/09 sin hora 31/03/09, 21:45 horas 31/03/09, 21:45 horas 27/03/09, 21:00 horas 22/03/09, 13:00 horas 26/03/09, 20:39 horas. 27/03/09, 21:00 horas 28/03/09, sin hora

3 horas 15 min 22 horas No seala hora de detencin No seala hora de detencin 4 horas 11 horas 30 min No seala hora de detencin PGR no especifica hora de la puesta a disposicin. Transcurrieron al menos 10 horas 5 horas 39 min PGR no especific hora de la puesta a disposicin. Transcurrieron al menos 6 horas 30 min 36 horas 11 horas 15 min 13 horas El agraviado no manifest con exactitud la fecha de su detencin. Transcurrieron, al menos 14 horas y 30 min. 7 horas 39 min 13 horas PGR no especific hora de la puesta a disposicin. Transcurrieron al menos 9 horas 30 min

Adems, en sus declaraciones, tanto ministeriales como en las desahogadas ante personal de este organismo nacional, V5, V6, V9, V12, V14, V15, V16, V17, V19 y V20, describen coincidentemente que permanecieron en las instalaciones del 28/o. Batalln de Infantera por un periodo de entre 1 y 4 das, hasta que les fue notificado el arraigo correspondiente. Tambin, obran en el expediente los acuerdos de retencin que AR5 determin el 25 de marzo de 2009 en contra de V4, V5, V6, V7, V8, V9 y V11; el 27 del mismo mes y ao en contra de V13, V14, V15, V21 y V24, as como el 28 y 31 de marzo de 2009 en contra de V16, V18 y V25, el primero, y de V19 y V20 el segundo, en los que solicit al comandante del 28/o. Batalln de Infantera que los agraviados continuaran bajo la custodia del personal militar, lo cual evidencia que dicho representante social tena conocimiento del traslado y la internacin de los agraviados en instalaciones militares, previos a su puesta a disposicin y, por tanto, sin seguirse las formalidades debidas. Lo anterior es contrario a derecho pues, si bien la legislacin penal federal permite a los agentes del Ministerio Pblico de la Federacin acordar la retencin de los indiciados, en el presente caso no existan motivos jurdicos para siquiera detener a los agraviados, puesto que como se seal, no hubo flagrancia ni se contaba

con una orden de aprehensin, y, consecuentemente, no haba razn para ponerlos a disposicin del Ministerio Pblico de la Federacin. Por lo tanto, AR5, AR12, AR13 y AR14, agentes del Ministerio Pblico de la Federacin, tuvieron conocimiento de que los agraviados fueron internados en instalaciones militares antes de haber sido presentados ante ellos. Frente esta circunstancia, se debi integrar una averiguacin previa, lo cual no sucedi, pues se limitaron a continuar con la integracin de la indagatoria, convalidando as la detencin arbitraria y la retencin ilegal de la que los agraviados del presente caso fueron objeto. Adems, vale remarcar el hecho de que la puesta a disposicin del Ministerio Pblico de las personas detenidas tiene entre sus fines garantizar diversos derechos de stas, incluyendo la integridad fsica y el derecho a la defensa. En este orden de ideas, y tomando en cuenta que la autoridad militar no est jerrquicamente subordinada al Ministerio Pblico, vale la pena cuestionar si con la puesta a disposicin formal se cumplen esos fines; es decir, si es posible que el Ministerio Pblico vele por los derechos de las personas detenidas si stas se encuentran retenidas y bajo custodia a peticin suya en instalaciones de una autoridad diversa y que se rige por sus propias normas. La puesta a disposicin debe realizarse formal y materialmente, esto es, tiene que cumplirse en un sentido jurdico o procesal, como lo es con la formalizacin de la puesta a disposicin, que corresponde a la autoridad policial aprehensora, y en un sentido material o personal, esto es, con la entrega del detenido a la representacin social competente, a fin de tenerlo bajo su custodia y estar en aptitud real y jurdica de observar el cumplimiento de todas y cada una de las prerrogativas procesales y sustantivas consagradas en su beneficio y calificar la legalidad de la detencin u ordenar que el detenido sea conducido ante el juez. En efecto, la retencin de una persona en instalaciones militares y la custodia que sobre sta ejerzan las autoridades castrenses debe ser excepcional y slo puede justificarse por razones de seguridad; pero para ello deber existir un acuerdo debidamente fundado y motivado emitido por la autoridad ministerial, en el que se razone la necesidad de que un detenido permanezca ah y no en la agencia del Ministerio Pblico, lo que no sucedi en el presente caso.

En consecuencia, tanto AR5, como AR12, AR13 y AR14, que actuaron en auxilio del primero, comparten la responsabilidad de la detencin arbitraria, la retencin ilegal y las violaciones a derechos humanos posteriores, que sufrieron los detenidos, ya que omitieron velar por las formalidades debidas de la detencin de las vctimas del presente caso, as como de su integridad, al haber tolerado su inicial retencin en instalaciones militares. Con lo anterior, los servidores pblicos de la Secretara de la Defensa Nacional y la Procuradura General de la Repblica vulneraron los artculos 14, prrafo segundo, y 16, prrafo quinto, de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos ; 7 y 8, fracciones VI, XVIII, XIX y XXIV, de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Pblicos ; 9.1 y 9,2 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos ; 7.1, 7.2, 7.3 y 7.5, de la Convencin Americana sobre Derechos Humanos; 3 y 12 de la Declaracin Universal de Derechos Humanos; I y XXV, tercer prrafo de la Declaracin Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, y 11, 15, 18 y 19, del Conjunto de Principios para la Proteccin de Todas las Personas Sometidas a Cualquier Forma de Detencin o Prisin, que en trminos generales prohben las detenciones arbitrarias, las retenciones ilegales y la incomunicacin, y obligan a los servidores pblicos encargados de cumplir y hacer cumplir la ley, a poner a disposicin de las autoridades competentes, sin dilacin alguna, a las personas que detengan, debiendo existir un registro de tal detencin. Las conductas descritas, adems de ser sancionadas por la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Pblicos, se dieron fuera del marco jurdico que regula la actuacin de los integrantes del Ejrcito Mexicano involucrados, que establece que su actuacin debe observar buen comportamiento en el desempeo de sus funciones, respetando la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos, la lealtad a las instituciones y el honor del Ejrcito y Fuerza Area Mexicanos, como lo establecen los artculos 1, 1 bis, 2 y 3, de la Ley de Disciplina del Ejrcito y Fuerza Area Mexicanos, con lo que se violaron los derechos a la legalidad y seguridad jurdica. Tal situacin vulner lo dispuesto en el artculo 16, primero y quinto prrafos, de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos.

Adicionalmente, se advierte de las quejas planteadas a esta Comisin Nacional que los agraviados del presente caso fueron objeto de incomunicacin temporal durante el tiempo que estuvieron retenidos, pues sus familiares sealaron que al acudir a las instalaciones militares para tratar de verlos, personal militar les neg el acceso fsico e informacin sobre sus familiares, y se les permiti comunicarse con ellos hasta das despus de su detencin. Cabe sealar que el entonces director general de Derechos Humanos de la Secretara de la Defensa Nacional envi a este organismo nacional copias de las relaciones de visitas que recibieron V13, V19 y V20. De stas resalta que las visitas recibidas por V13 empiezan el 31 de marzo de 2009, lo que indica que fue hasta 4 das despus de su detencin que se le permiti recibir visitantes. En el caso de V19 y V20, segn las constancias que esa Secretara hizo llegar, se les permiti ver a sus familiares a partir del 3 y 8 de abril de 2009, respectivamente, lo que corrobora el dicho de los agraviados de que por varios das se les neg el contacto con el exterior. Por lo anterior, esta institucin observa que los agraviados estuvieron incomunicados, pues ni la Secretara de la Defensa Nacional ni la Procuradura General de la Repblica aportaron constancias en las que se advierta que durante la detencin se indicara a los agraviados que podan efectuar una llamada a sus familiares o representantes jurdicos, o bien, que se permitiera a stos verlos. Ello acredita la responsabilidad no slo de los elementos militares que participaron, sino tambin de los representantes sociales de la Federacin pues, aun cuando se encontraban en instalaciones militares, los agraviados estaban a su disposicin, por lo que era su responsabilidad cerciorarse que los derechos de los imputados fueran respetados. Es importante recalcar que en sus respectivos testimonios, Q9, Q13, Q14, Q15 y Q20 manifestaron, de manera coincidente, que cuando finalmente se les permiti el acceso de visitas a sus familiares dentro de las instalaciones militares tras la incomunicacin, estuvieron en todo momento custodiados por elementos militares que otorgaban a los agraviados nula privacidad e, incluso, anotaban lo que stos platicaban e intervenan cuando comentaban algo relacionado con sus vivencias en esas instalaciones, a fin de obstaculizar y/o impedir la comunicacin con los familiares.

Al respecto, resulta aplicable la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, cuya obligatoriedad deriva del reconocimiento de su competencia contenciosa por parte del Estado mexicano, segn decreto publicado en el Diario Oficial de la Federacin de 24 de febrero de 1999. Dicho tribunal internacional, en el caso Penal Miguel Castro y Castro v. Per, ha referido que la incomunicacin coactiva constituye en s un trato cruel e inhumano, que daa la integridad psquica y moral de la persona incomunicada y atenta contra el derecho al respeto de la dignidad inherente al ser humano. En el mismo sentido, resultan preocupantes las aseveraciones de los agraviados quienes coincidieron en sealar que cuando fueron presentados ante el agente del Ministerio Pblico Federal para rendir su declaracin ministerial no fueron asistidos por el defensor de oficio y, en algunos casos, no estuvo presente y tampoco se permiti la comunicacin con el exterior para solicitar un abogado particular, lo que se traduce en una vulneracin al derecho a una adecuada defensa, derivada de la aludida incomunicacin. La Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos, en su artculo 20, apartado A, fraccin IIsegn el texto vigente a nivel federal, establece los derechos a recibir una adecuada defensa y a no ser objeto de incomunicacin. En este sentido, la Suprema Corte de Justicia de la Nacin ha sostenido en la jurisprudencia 1a./J.23/2006 de rubro DEFENSA ADECUADA. ALCANCE DE DICHA GARANTA EN LA AVERIGUACIN PREVIA (INTERPRETACIN DE LA FRACCIN II, EN RELACIN CON LAS DIVERSAS IX Y X DEL ARTCULO 20, APARTADO A, DE LA CONSTITUCION FEDERAL) que la garanta de defensa adecuada en la averiguacin previa se actualiza desde el momento en que el detenido es puesto a disposicin del Ministerio Pblico. Lo anterior implica que para estar en posibilidad de hacerse efectiva y permitir su instrumentacin, se requiere de la participacin efectiva en el procedimiento por parte del imputado desde que es puesto a disposicin del representante social. Por tanto, la asistencia no slo debe estar relacionada con la presencia fsica del defensor ante o en la actuacin de la autoridad ministerial, sino que la misma debe interpretarse en el sentido de que la persona que es puesta a disposicin de la autoridad ministerial cuente con la ayuda efectiva del asesor legal. Lo que conlleva que se debe respetar el derecho del detenido para entrevistarse con quien vaya a fungir

como su defensor, inmediatamente cuando lo solicite y antes de rendir su declaracin ministerial. Consecuentemente, el debido proceso no slo implica que se cumpla con las formalidades legales, es decir, una mera apariencia formal, sino que sea un debido proceso sustantivo, de manera que permita el derecho a una verdadera defensa y una tutela efectiva. Adicionalmente a los testimonios de los agraviados, el hecho de que su puesta a disposicin ante el Ministerio Pblico de la Federacin se hiciera nicamente de manera formal, y no as tambin fsica, genera problemas para el ejercicio efectivo del derecho a la defensa. Si, como se dijo, la puesta a disposicin formal y fsica es relevante para garantizar determinados derechos de las personas imputadas, puesto que el Ministerio Pblico de la Federacin no puede emitir ninguna orden por s mismo para que sea ejecutada en las instalaciones de una autoridad diversa e independiente, como lo es la militar, el que los agraviados se encontraran fsicamente resguardados en las instalaciones del 28/o. Batalln de Infantera representa una afectacin al derecho a una verdadera defensa, puesto que el Ministerio Pblico de la Federacin no puede garantizar, entre otras cosas, el acceso del defensor a dichas instalaciones ni las condiciones de las reuniones entre la persona imputada y su defensor. De igual forma, el Ministerio Pblico Federal no puede tampoco garantizar que la persona imputada no sea incomunicada. IV.2 Tortura En adicin a la detencin arbitraria, la retencin ilegal y la incomunicacin que sufrieron los 25 agraviados de este caso, esta Comisin cuenta con evidencias que demuestran que fueron objeto de sufrimiento fsico y mental por parte de elementos militares, quienes les infligieron malos tratos y causaron lesiones, constitutivos de tortura. Estas conductas fueron toleradas por AR5, AR12, AR13 y AR14, servidores pblicos de la Procuradura General de la Repblica, pues no fue hasta el 21 de mayo de 2009 que la autoridad ministerial remiti al comandante de la 2/a. Zona Militar la averiguacin previa 2 con el fin de que se le diera vista al Ministerio Pblico Militar, en razn de la probable comisin de los delitos de tortura, malos tratos, abuso de autoridad y lesiones, por parte de elementos del Ejrcito Mexicano.

Conforme al artculo 1 de la Convencin contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles Inhumanos o Degradantes, se entiende por tortura todo acto realizado intencionalmente por un funcionario pblico, mediante el cual se inflijan a una persona penas o sufrimientos fsicos o mentales graves, con fines de investigacin criminal, como medio intimidatorio, como castigo personal, como medida preventiva, como pena o por cualquier razn basada en cualquier tipo de discriminacin. En efecto, en el caso se advierte que algunos de los agraviados tenan huellas de violencia fsica, las cuales no encuentran justificacin alguna, pues no son consecuencia del empleo de tcnicas de sometimiento derivadas de una posible resistencia u oposicin a la detencin por parte de los agraviados. Esta circunstancia no fue mencionada, menos an explicada, por parte de los elementos castrenses en su oficio de puesta a disposicin, ni en el informe que esta Comisin Nacional solicit a la Secretara de la Defensa Nacional. De igual forma, advirti huellas de violencia psicolgica, indicativas de experiencias traumticas segn el Manual para la Investigacin y Documentacin Eficaces de la Tortura, conocido como Protocolo de Estambul, cuestin que se relaciona con lo manifestado por los agraviados, en el sentido de haber sido objeto de amedrentamiento, humillacin, intimidacin y amenazas constantes. La Corte Interamericana de Derechos Humanos, en el caso Penal Miguel Castro Castro v. Per, refiere que la prohibicin absoluta de la tortura, tanto fsica como psicolgica, pertenece hoy da al dominio del jus cogens internacional. Dicha prohibicin subsiste aun en las circunstancias ms difciles, tales como guerra, amenaza de guerra, lucha contra el terrorismo y cualesquiera otros delitos, estado de sitio o de emergencia, conmocin o conflicto interno, suspensin de garantas constitucionales, inestabilidad poltica interna u otras emergencias o calamidades pblicas. Ello significa que ningn contexto u objetivo justifica el uso de la tortura, por lo que sta constituir una violacin de lesa humanidad siempre. Es importante aclarar que al ser la tortura un tipo particular de agresin, en general, caracterizada por producirse en ausencia de otras personas, ms all de la vctima y su agresor o agresores, la declaracin de las vctimas constituye una prueba fundamental sobre los hechos que la constituyen. En este sentido, en el

presente caso, los relatos de las vctimas sobre los hechos sufridos, que adems son coincidentes, poseen un valor primordial. En este sentido, si bien los agraviados fueron detenidos en diferentes momentos los das 17, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 27, 28 y 31 de marzo de 2009, coinciden al manifestar, invariablemente, que a su llegada a instalaciones militares fueron cubiertos de los ojos con vendas o cinta adhesiva, para empezar a ser maltratados fsica y psicolgicamente a travs de diferentes tcnicas. De dichos testimonios, es posible identificar que la nica vctima que fue objeto de un maltrato diferenciado fue V11, por lo que su caso particular ser tratado en un apartado posterior de la presente recomendacin. De la relacin del contenido de los escritos de queja, con los testimonios vertidos ante personal de esta Comisin Nacional, 24 de los 25 agraviados son contestes en sealar que durante su permanencia en las instalaciones militares permanecieron hincados durante varias horas con los ojos cubiertos con cinta adhesiva y con las manos esposadas, para despus ser conducidos a otra habitacin en la que los arrojaban sobre un colchn, los mojaban y aplicaban descargas elctricas en diversas partes del cuerpo, o bien les colocaban una bolsa que les cubra la cara y los golpeaban con la finalidad de que se asfixiaran, al tiempo que uno de sus agresores se sentaba en sus piernas, otro le sostena la cabeza y otro se sentaba sobre su abdomen, lo que gener en ellos un estado de temor e incertidumbre significativos. De igual manera, refirieron que constantemente escuchaban golpes contra objetos slidos y los maltratos a sus compaeros, seguidos de gritos por el dolor que les producan; adems, frecuentemente fueron amenazados con matarlos y arrojar sus cuerpos en una vialidad principal de la ciudad de Tijuana, Baja California, con un letrero como los que utiliza la delincuencia organizada. Todo ello permite a este organismo nacional corroborar que los agraviados fueron torturados. En este sentido la coincidencia entre los agraviados sobre las tcnicas de maltrato utilizadas por los elementos del Ejrcito Mexicano se observa en el siguiente cuadro:

BOLSA O PLSTICO CUBRIENDO LA CABEZA O LA CARA PARA PROVOCAR ASFIXIA

PRDIDA DE CONOCIMIENTO

ESPOSAS Y/O ATADURAS EN MANOS Y/O PIES

GOLPES CON UNA TABLA EN LOS PIES

AGUA SOBRE BOCA Y NARIZ PARA PROVOCAR ASFIXIA

BOLSA DE PLSTICO EN EL ROSTRO Y APREHENSORES SOBRE SU CUERPO

COLCHN EN EL CUARTO DONDE ERAN ACOSTADOS

DESCARGAS ELCTRICAS

CUBETA CON AGUA PARA PROVOCAR ASFIXIA

HINCADO/A POR VARIAS HORAS

GOLPES EN EL CUERPO

AGUJAS EN LOS DEDOS

AMENAZAS DE MUERTE X X X X X X X X X X X X X

OJOS VENDADOS O CUBIERTOS CON CINTA ADHESIVA

RUIDOS CONSTANTES

V1 V2 V3 V4 V5 V6 V7 V8 V9 V10 V11 V12 V13 V14 V15 V16 V17 V18 V19 V20 V21 V22 V23 V24 V25

X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X

X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X

X X X X X X

X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X

X X X X

X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X

X X X

X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X

X X X X X X

X X X X X X X X X

X X

X X

X X X X X X X

X X X

X X

X X X X

Lo anterior se corrobora parcialmente con la informacin que hizo llegar la Procuradura General de la Repblica a esta Comisin Nacional, en el sentido de que en las revisiones mdicas realizadas por peritos de esa instancia los das 20, 22, 26 y 27 de marzo, as como 1 de abril de 2009, se certificaron lesiones en V1, V2, V4, V6, V7, V10, V17 y V20. En el caso de V1, slo se inform a este organismo nacional que se haban clasificado como aquellas que por su gravedad no ponan en peligro su vida y tardaban en sanar menos de quince das. Sin embargo, como ha quedado asentado con anterioridad, esta institucin no tuvo acceso a los certificados mdicos, sino a una transcripcin de los mismos. En cuanto a V2, se estableci que presentaba equimosis de color rojo en la cara externa y anterior de brazo derecho, as como aumento de volumen en ambas manos; V4 present excoriacin en dorso de la nariz; V6 tena equimosis de color rojo vinoso en cara interior de la rodilla derecha; V7 cuatro equimosis de color rojo

ABUSO SEXUAL X

VCTIMA

vinoso en regin malar derecha y cara lateral derecha del cuello; V10 excoriacin en dorso de la nariz, eritema de color rojo en regin etmoidal derecha e izquierda; V17 eritema de color rojo en dorso de la nariz, eritema de color rojo en ambos pabellones auriculares y aumento de volumen en ambas muecas acompaado de eritema rojo y V20 present equimosis vinosa de dos centmetros de dimetro en cara posterior tercio proximal de brazo izquierdo, as como hundimiento y edema en sexta costilla del lado derecho con probable fractura costal. El hecho de que el resto de las vctimas no presentara lesiones fsicas segn lo informado por la Procuradura General de la Repblica no es obstculo para determinar que fueron objeto de tortura debido a que las tcnicas de maltrato fsico y psicolgico utilizadas por los elementos del Ejrcito Mexicano responsables de los presentes hechos tratan de evitar, justamente, dejar huellas fsicas evidentes. Aunado a que esta Comisin cuenta con evidencia adicional, consistente en los hallazgos psicolgicos y la coincidencia de los testimonios de las vctimas en cuanto a las condiciones de la detencin, la retencin, las tcnicas de maltrato utilizadas y la incomunicacin. Adems, personal de la Coordinacin de Servicios Periciales de esta Comisin Nacional, con base en las revisiones mdicas y entrevistas psicolgicas, determin que los hallazgos fsicos en algunas de las vctimas, al momento de su revisin por el personal de la Procuradura General de la Repblica, son consistentes con los hechos narrados, y que son consecuencia de tratos producidos con una mecnica intencional y con abuso de fuerza por terceras personas, mientras los agraviados tenan una actitud pasiva. Asimismo, se encontraron secuelas psicolgicas derivadas de las vivencias dentro de las instalaciones militares en todos los agraviados, e, incluso, en V2, V5, V6, V7, V20 y V25 se diagnostic trastorno por estrs postraumtico F43.1 [309.81], segn clasificacin del Manual Diagnstico y Estadstico de los Trastornos Mentales (DSM IV-TR). Una vez descritas las evidencias, procede valorar lo dispuesto por el artculo 1, de la Convencin contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles Inhumanos o Degradantes, as como por la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que establecen que se est frente a un acto de tortura cuando el maltrato cumple con los siguientes requisitos: I) es intencional; II) causa

severos sufrimientos fsicos o mentales, y III) se comete con determinado fin o propsito. Respecto a la existencia de un acto intencional, de las evidencias que constan en el expediente se desprende que el maltrato fue deliberadamente causado en contra de todas las vctimas. Ello debido a que, como ya se mencion, las lesiones fsicas y el dao psicolgico infligidos no se suscitaron a causa de la detencin. Adems, en las opiniones mdicos-psicolgicas sobre atencin a posibles vctimas de maltrato y/o tortura, los peritos de esta Comisin Nacional determinaron que las lesiones fsicas, presentadas por algunas de las vctimas, eran consecuencia de tratos intencionales, producidos por terceras personas en una actitud pasiva del agraviado, y compatibles con mecanismos de malos tratos y/o tortura. Asimismo, y en relacin con las vctimas que no presentaron lesiones fsicas, en dichas opiniones se estableci que las secuelas psicolgicas encontradas eran consistentes con los hechos relatados sobre maltrato fsico y psicolgico. En cuanto al sufrimiento grave fsico y mental, esta Comisin observa que los agraviados fueron maltratados fsica y psicolgicamente por elementos del Ejrcito Mexicano, dentro de las instalaciones militares y, en algunos casos, lo hicieron mientras otras vctimas lo presenciaban o escuchaban. Por lo que hace al sufrimiento fsico y psicolgico de las vctimas, este queda plenamente acreditado con las Opiniones mdico-psicolgicas sobre atencin a posibles vctimas de maltrato y/o tortura, emitidas por peritos de esta Comisin. Adicionalmente, por cuanto hace a V2, V5, V6, V7, V20 y V25, fue posible identificar la presencia de trastorno por estrs postraumtico F43.1. De acuerdo con el prrafo 236 del Protocolo de Estambul, dicho trastorno psiquitrico se presenta frecuentemente en los casos de tortura, aunque no es el nico. Asimismo, en el prrafo 253 del citado Protocolo, se establece que para diagnosticar un trastorno de estrs postraumtico, es preciso que el sujeto haya estado expuesto a un acontecimiento traumtico que haya entraado experiencias amenazadoras de su vida o de la vida de otros y causado sensaciones intensas de temor, desvalimiento u horror. De igual forma, el prrafo 254 del mismo instrumento establece que el hecho de que no se satisfagan los criterios de dicho diagnstico no significa que no haya existido tortura, dado que en cierta proporcin

de casos las secuelas psicolgicas pueden evolucionar cronolgicamente a lo largo de muchos aos, con transicin eventual hacia un cambio de personalidad duradero. En ese orden de ideas, de las opiniones mencionadas se concluy que los principales sntomas psicolgicos presentados por V1, V2, V3, V4, V5, V6, V7, V8, V9, V10, V12, V13, V14, V15, V16, V17, V18, V19, V20, V21, V22, V23, V24 y V25 fueron: insomnio, ansiedad, depresin, pesadillas, cambios de humor repentinos, tristeza, recuerdo recurrentes de los hechos traumticos, sentimiento de culpa por lo sucedido, sentimiento de injusticia por lo sucedido, sentimiento de castigo injusto, apata, prdida de peso, desconfianza de la gente, sensacin de un futuro desolador, incapacidad para llorar, entre otros, y que se relacionaban con los hechos narrados por las vctimas. A continuacin se presenta con detalle los sntomas psicolgicos y sus secuelas, detectados en 24 de las 25 vctimas de detencin arbitraria y retencin ilegal, que permitieron a personal de esta Comisin probar que fueron objeto de tortura:
TRASTORNO POR ESTRS POSTRAUMTICO F43.1 [309.81],

VCTIMA SNTOMAS PSICOLGICOS Tristeza por sentir que fue vctima de violencia injustamente, sentimientos de haber sido castigado injustamente, apata generalizada, sensacin de un futuro desolador. Alteracin en la funcin del sueo, tristeza por sentir que fue vctima de violencia injustamente, ansiedad, tristeza profunda, recuerdos recurrentes con manifestaciones psicolgicas. Recuerdo recurrentes de los hechos ms dolorosos o traumticos, sentirse a la expectativa, tristeza por sentir que fue vctima de violencia injustamente.

SECUELAS PSICOLGICAS Ansiedad, apata generalizada.

V1

No

V2

Sensacin de castigo de manera injusta en la vctima. Sensacin de ahogo, suspiros frecuentes, terrores nocturnos, pesadillas recurrentes, alteraciones del ciclo de vigilia y sueo. Sensacin de castigo de manera injusta en la vctima, reacciones emocionales al recordar los hechos ms traumticos y dolorosos, prdida de peso significativa.

V3

No

V4

Irritabilidad, tristeza, miedo, revivir los hechos al momento de narrarlos.

No

V5

Depresin moderada, ansiedad mayor/severa, sintomtico de trauma, pensamientos recurrentes o recuerdos del evento traumtico, evitar actividades que le recuerden hechos traumticos y dolorosos, reacciones repentinas emocionales cuando recuerda los hechos ms traumticos, pesadillas recurrentes, sentirse a la expectativa, autoestima daada, preocupaciones somticas, sentimiento de tristeza. Alteracin en la funcin del sueo, Tristeza por sentir que fue vctima de violencia injustamente, desconfianza de la gente, pensamientos relacionados con los eventos traumticos, temor generalizado, estado de alerta. Depresin moderada, ansiedad moderada, revivenciacin de la experiencia traumtica, evitar actividades que le recuerden los hechos traumticos dolorosos, evitar pensamientos o sentimientos asociados con las experiencias traumticas o dolorosas, reacciones repentinas emocionales cuando recuerda los hechos ms dolorosos o traumticos, dificultad para tomar decisiones, alejamiento del entorno social, autoestima daada, alteraciones del sueo, alteraciones cognitivas, preocupacin por problemas fsicos, llanto fcil. Sensacin de castigo de manera injusta en la vctima, recuerdos recurrentes con temor, alteraciones del ciclo de vigilancia y sueo, alteracin de la alimentacin con una prdida de peso significativa, estado anmico ansioso y deprimido, estado de alerta, temor constante

V6

V7

V9

Depresin menor, ansiedad mayor/severa, asintomtico de Trauma, sentir y pensar que los eventos estn pasando otra vez, sentirse nervioso, problemas del sueo, sentirse a la expectativa, sentirse irritable o tener brotes de enojo, evitar pensamientos o sentimientos asociados con las experiencias traumticas o dolorosas, reacciones repentinas fsicas o emocionales cuando recuerda los hechos ms dolorosos o traumticos, sentirse temeroso, en espera de lo peor, miedo a quedarse interno en el Centro de reclusin, variaciones de humor durante el da, preocupacin por problemas fsicos: zumbido de odos, visin borrosa, sofocos, plenitud abdominal y estreimiento, sentimiento de tristeza, disgusto consigo mismo. Incapacidad para relajarse. Incapacidad para llorar.

No

V11 Depresin menor, ansiedad moderada, asintomtico de Trauma, pensamientos recurrentes o recuerdos de los eventos ms dolorosos y terrorficos, dificultad de concentracin, evitar actividades que le recuerdan hechos traumticos y dolorosos, evitar pensamientos o sentimientos asociados con las experiencias traumticas o dolorosas, reacciones repentinas fsicas y emocionales cuando recuerda los hechos traumticos, percepcin de haber sido castigado injustamente, preocupaciones acerca de problemas fsicos.

No

V12

No

V13

Dificultades de concentracin, irritabilidad, tristeza, miedo.

No

V14

Incapacidad dificultad decisiones.

para para

llorar, tomar

No

V15

V16

V18

Incapacidad para llorar, dificultad para tomar decisiones. Tristeza por sentir que fue vctima de violencia injustamente, desconfianza por la gente, pensamientos recurrentes relacionados con los eventos traumticos, temor generalizado. Alteracin en la funcin del sueo, sueo interrumpido, con pesadillas relacionadas a los eventos traumticos, tristeza por sentir que fui vctima de violencia injustamente, desconfianza por la gente, pensamientos recurrentes relacionados con los eventos traumticos, temor generalizado.

Ansiedad.

No

Sensacin de castigo de manera injusta en la vctima, recuerdos recurrentes con temor, temor constante.

No

Sensacin de castigo de manera injusta en la vctima, recuerdos recurrentes con temor, alteraciones del ciclo de vigilancia y sueo, temor constante.

No

V19 Alteracin en la funcin del sueo, tristeza por sentir que fue vctima de violencia injustamente, sentimientos de haber sido castigado injustamente, pesadillas recurrentes, evita realizar actividades que le recuerden los hechos ms dolorosos o terrorficos, apata generalizada, sentimiento de culpa por los hechos que le han ocurrido.

Irritabilidad, tristeza, miedo, revivir los hechos al momento de narrarlos. Sensacin de castigo injusto, depresin, dificultad para conciliar el sueo, evita no pensar y no hablar del evento traumtico, prdida de peso significativa (ms de 6 kilogramos), sueo interrumpido, pensamientos recurrentes de los hechos ms dolorosos, alteraciones fsicas al narrar los hechos ms terrorficos. Dificultades de concentracin, irritabilidad, tristeza, miedo. Apata generalizada, frustracin, nimo afectado por los eventos Incapacidad para llorar, fatiga, motivo de la queja, sueo sobresaltos. interrumpido, pesadillas, consternacin permanente, ansiedad.

No

V20

V22

No

V23

No

V24

Incapacidad aprehensin.

para

llorar,

V25

Insomnio de madrugada, se culpa por cosas que suceden, prdida significativa de peso, insomnio, inquietud, opresin torcica, manos temblorosas, sentimientos de que los eventos ms traumticos ocurren nuevamente.

Apata generalizada, frustracin, prdida de peso, sueo interrumpido, pesadillas, zumbido de odos, micciones frecuentes, transpiracin excesiva, ansiedad. Impasibilidad del nimo, pensamientos constantes de que algo malo puede ocurrirle, sentimientos de que los eventos ms traumticos ocurren nuevamente, ansiedad, depresin.

No

Ahora bien, en las citadas opiniones se realiz tambin un diagnstico sobre el estado fsico de las vctimas, a travs del cual no fue posible determinar, de manera directa, lesiones fsicas de ningn tipo, debido al tiempo transcurrido entre la fecha en que se perpetraron las lesiones y aqulla en que se realizaron las mencionadas opiniones. No obstante, se acudi al informe rendido por la Procuradura General en el que se describieron, sin mayor detalle, los resultados de los certificados mdicos realizados por personal de esa institucin, del cual se desprendi que V1, V2, V4, V6, V7, V10, V17 y V20 presentaron lesiones fsicas, tales como equimosis en diversas partes del cuerpo y aumento de volumen en las manos, lo cual, aunado a las narraciones de las vctimas y a los hallazgos en materia psicolgica, posibilit determinar la presencia de tortura. Si bien las dems vctimas no presentaron lesiones fsicas en dichos certificados, segn el informe rendido por la Procuradura General de la Repblica, pues se insiste en que la misma obstaculiz el acceso a la consulta directa de dichos documentos, es posible afirmar que fueron torturadas, como ya se mencion, pues adems de que se cuenta con los hallazgos psicolgicos citados, la coincidencia en la narracin de los hechos, en cuanto al contexto general en que ocurri su detencin, su retencin, el comportamiento de la autoridad militar y la incomunicacin, permite establecer que sufrieron igualmente las mismas conductas. Por todas estas razones, esta Comisin Nacional considera que no puede descartarse que el resto de los agraviados haya sufrido maltratos fsicos tambin. En cuanto a la finalidad o propsito, de los relatos de las vctimas ha quedado acreditado que el castigo fsico y psicolgico aplicado tena como finalidad la autoincriminacin, o bien, la de sus compaeros.

Conforme a los criterios internacionales, la tortura busca, entre otros fines, intimidar, degradar, humillar, castigar o controlar a la persona que la sufre. Sin descartar la eventual concurrencia de otras finalidades, esta Comisin Nacional observa que el presente caso tuvo la finalidad especfica de obtener una confesin y/o la incriminacin de otras personas; asimismo, de castigar a los agraviados, ante la falta de informacin que les requeran. De esta forma, se acreditan la intencionalidad de la conducta desplegada por los elementos del ejrcito mexicano, los sufrimientos fsicos y psicolgicos severos consecuentes y la finalidad de la misma, actualizndose as los elementos de la tortura, segn lo previsto en la Convencin contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles Inhumanos o Degradantes, as como en la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Es necesario precisar que V8, V10, V17 y V21 informaron a esta Comisin Nacional que no queran que les fueran practicados estudios para la atencin a posibles vctimas de maltrato y/o tortura; no obstante, sus declaraciones resultan coincidentes con las de los dems agraviados. Ello no es menor, si se toma en cuenta que hay coincidencia en 25 testimonios, lo cual genera una presuncin fundada de que las mencionadas vctimas vivieron los hechos relatados. Lo anterior se fortalece con el principio pro personae, tutelado en el artculo 1, prrafo segundo, de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mxico, concluyndose que fueron sometidos a los mismos actos constitutivos de tortura durante su retencin en las instalaciones del 28/o. Batalln de Infantera en Aguaje de la Tuna, Baja California. Al respecto, resulta necesario cuestionar el hecho de que las autoridades militares se encuentren llevando a cabo labores de interrogacin. Conforme al artculo 21 de la Constitucin Federal, corresponde exclusivamente al Ministerio Pblico la investigacin y persecucin de los delitos. En este sentido, la interrogacin de un testigo o probable responsable de un delito es uno de los medios de investigacin con los que cuenta la autoridad ministerial, y que puede ser nicamente delegado a su rgano auxiliador: la polica ministerial. En el presente caso, los elementos del Ejrcito Mexicano que torturaron a los agraviados, lo hicieron con el fin de obtener informacin sobre la comisin de

algn delito sin estar facultados para conducir labores de interrogacin para ello. Es decir, el uso de las tcnicas de maltrato fsico utilizadas por las autoridades militares tenan como fin la investigacin de cierta informacin. Ello es contrario a derecho como ya se dijo, pues dichas tcnicas son constitutivas de tortura, y la tortura se encuentra prohibida en trminos absolutos. Esos hechos dan lugar a una violacin adicional a la legalidad y a la seguridad jurdica de los agraviados, pues los elementos del Ejrcito Mexicano estaban ejecutando una facultad que no les corresponde y que no puede ser delegada tampoco, debido a que por disposicin constitucional corresponde exclusiva y directamente a la autoridad ministerial. En adicin a lo ya argumentado, esta Comisin Nacional desea pronunciarse sobre la incompatibilidad que existe entre el uso de tcnicas fsicas y psicolgicas, aptas para producir daos fsicos y psicolgicos en las personas, en las labores de investigacin de delitos y el respeto de los derechos humanos y de los principios que deben regir la actuacin de las autoridades. Esto es, independientemente del dao concreto que causen en una persona, el uso de esas tcnicas no es congruente con el respeto a la dignidad de las personas. Las conductas que se despliegan al hacer uso de las tcnicas de maltrato fsico y psicolgico como las usadas en el presente caso son objetivamente contrarias a los derechos humanos, y constituyen una actuacin ilegal de la autoridad, independientemente de los efectos que causen en la persona que las sufre. La Suprema Corte de Israel, en el caso Comit Pblico contra la Tortura y otros v. el Estado de Israel y otros, sostiene que un interrogatorio, por su naturaleza, siempre coloca a la persona interrogada en una posicin vulnerable, pues no se trata de un proceso de negociacin entre iguales, sino una competencia mental, en la que quien investiga intenta penetrar los pensamientos del sujeto a quien interroga y obtener cierta informacin deseada. Es as que en un interrogatorio, entran en colisin dos intereses o valores: la bsqueda de la verdad en aras de proteger el inters pblico para prevenir o sancionar un crimen, y la proteccin de la dignidad y la libertad de la persona interrogada. En una sociedad democrtica, esta tensin se traduce en que 1) la autoridad no puede usar cualquier mtodo o tcnica para obtener informacin, sin importar qu pretenda evitar, y 2) la sociedad decida aceptar un grado de intromisin en la

dignidad y libertad de las personas indiciadas para luchar contra el crimen. En ese orden de ideas, habr que determinar qu constituye un interrogatorio razonable, en trminos de realizar la bsqueda de la verdad, sin deshumanizar a la persona interrogada. La Suprema Corte israel seala que lo debido respecto de una interrogacin debe analizarse caso por caso, pero que es posible reconocer dos principios rectores. Primeramente, una investigacin razonable es aquella que necesariamente se lleva a cabo sin tortura, tratos crueles, inhumanos o degradantes, sin excepcin. Consecuentemente, cualquier tipo de violencia dirigida al cuerpo, mente y/o nimo de la persona interrogada no constituye una prctica investigativa razonable. Segundamente, una investigacin razonable muy probablemente causar incomodidad o malestar, pero ello no significa que no pueda practicarse sin violencia. La legalidad de una investigacin depender de que persiga un fin adecuado y de que los mtodos para ello sean proporcionales. Siguiendo lo anterior, queda claro que en el presente caso los interrogatorios no slo fueron ilegales, en razn de que las autoridades militares no estaban facultadas para ello, sino que los interrogatorios realizados no fueron razonables pues 1) las tcnicas utilizadas fueron abiertamente dirigidas a violentar fsica y emocionalmente a los agraviados, y 2) si bien perseguan el fin de obtener informacin sobre la probable comisin de un delito, esta funcin no solo no corresponde a la autoridad militar, sino que por disposicin constitucional compete a la autoridad ministerial, y adems la llev a cabo utilizando medios no proporcionales, pues fueron excesivamente violentos, al grado de constituir tortura, anulando por completo la dignidad y libertad de los agraviados. As, los elementos del Ejrcito Mexicano involucrados en el presente caso, interrogaron ilegalmente a los agraviados y los torturaron para alcanzar dicho fin, lo cual es violatorio de los derechos a la integridad y seguridad personal, a la libertad, a la legalidad y seguridad jurdica. Si bien los criterios jurisprudenciales emitidos por las cortes constitucionales de otros pases, tal y como los es la Suprema Corte de Israel, no son vinculantes en nuestro sistema jurdico, esta Comisin acoge estas interpretaciones jurdicas como propias al considerar que la jurisprudencia internacional sobre derechos humanos constituye un elemento que debe observarse para extender el alcance de tales derechos y forman parte de un dilogo jurisprudencial entre cortes

nacionales, internacionales y organismos protectores de derechos humanos, y se inscriben en la proteccin ms amplia y extensiva de los derechos que este organismo est obligado a reconocer. Una vez determinada la existencia de tortura en el presente caso, resulta oportuno hacer mencin que de los testimonios de V5 y V22 del 20 de agosto de 2009, as como el de V24 del 6 de octubre de 2010, rendidos ante visitadores adjuntos de la Comisin Nacional de los Derechos Humanos, se desprende que V5 y V24 aseguraron que AR1 estuvo presente durante los actos de tortura que les fueron infligidos, y que particip directamente en los maltratos sufridos por V22. Asimismo, es importante sealar algunas violaciones adicionales, vinculadas a la tortura acreditada. Segn lo manifestado por V4, cuando AR5, responsable de la integracin de la averiguacin previa 1, recab su testimonio el 25 de marzo de 2009, ste le manifest haber sido torturado por sus aprehensores. Adicionalmente, al ser examinados mdicamente por peritos de la Procuradura General de la Repblica, se certificaron lesiones en V1, V2, V4, V6, V7, V10, V17 y V20, y este ltimo present una probable fractura. As, al tener conocimiento de esas lesiones, AR5 debi tomar las medidas necesarias e instruir a quien correspondiera el inicio de la indagatoria respectiva, con base en lo dispuesto en los artculos 1, 3, 4, fraccin I, inciso A), sub-incisos a) y ), prrafo primero, de la Ley Orgnica de la Procuradura General de la Repblica y 11 de la Ley Federal para Prevenir y Sancionar la Tortura, lo cual no sucedi en el presente caso, pues nicamente se remiti la averiguacin previa 2, y ello se hizo despus de un tiempo considerable. Adems, AR5, AR12, AR13 y AR14 pasaron por alto lo establecido en los artculos 21, prrafos primero y segundo, y 102, apartado A, de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos, as como el artculo 11, de la Ley Federal para Prevenir y Sancionar la Tortura, pues debieron realizar la remisin de un desglose a su homlogo en el fuero militar en el momento en que los agraviados rindieron las respectivas declaraciones en el interior de las instalaciones del 28/o. Batalln de Infantera. No obstante, la remisin se hizo hasta el 21 de mayo de 2009, es decir, en promedio, cuarenta das despus de haber recibido las declaraciones en cita.

Esto se ve fortalecido por el oficio 1436, de 22 de mayo de 2009, suscrito por AR13, en el cual rinde el informe y especifica que en cumplimiento del resolutivo dcimo tercero del pliego consignatario correspondiente se orden abrir triplicado de la averiguacin previa 1, radicndose la averiguacin previa 2, y que, una vez analizadas las constancias que la integran, determin que elementos del Ejrcito Mexicano destacamentados en Tijuana, Baja California, posiblemente llevaron a cabo conductas que pudieran encuadrar en algunos tipos legales, establecidos en el Cdigo de Justicia Militar, consistentes en tortura, malos tratos, abuso de autoridad y lesiones en agravio de las personas que estuvieron bajo su custodia, razn por la cual declin la competencia al fuero militar para que el agente del Ministerio Pblico Militar conociera de las posibles violaciones a derechos humanos cometidas por elementos militares en perjuicio de los agraviados del presente caso. Tal situacin resulta inaceptable para esta Comisin Nacional, pues si bien desde su certificacin por un perito mdico oficial adscrito a la Procuradura General de la Repblica V1, V2, V4. V6, V7, V10, V17, y V20 presentaron lesiones, AR5 esper hasta consignar la averiguacin previa 1, as como el inicio de la averiguacin previa 2 para hacer del conocimiento de su homlogo en el fuero militar las conductas cometidas por parte de personal militar mediante la declinacin de competencia el 21 de mayo de 2009. La omisin de dar el desglose al momento de tener conocimiento de las conductas probablemente delictuosas, indica que la autoridad ministerial federal toler no slo la tortura y los tratos crueles que las vctimas sufrieron en el Aguaje de la Tuna, sino la detencin arbitraria y la retencin ilegal de la que fueron objeto. Lo anterior se fortalece con el hecho de que despus de tener conocimiento de las violaciones sufridas por los agraviados bajo la custodia de elementos del Ejrcito Mexicano, AR5, AR12, AR13 y/o AR14 solicitaron al juez de Distrito que los detenidos permanecieran arraigados en las instalaciones militares. Al respecto, si bien es cierto que a la fecha no se ha expedido la legislacin que regule el arraigo previsto en el artculo 16, de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos, tambin lo es que la Procuradura General de la Repblica cuenta con el Centro de Investigaciones Federales y los Centros Federales de Arraigo, destinados a dar cumplimiento a esa medida preventiva, por lo que el hecho de

que el arraigo se haya solicitado en instalaciones militares en el caso concreto, que no son los espacios idneos para cumplir esta medida cautelar, puso en situacin de riesgo y vulnerabilidad a las vctimas. De lo anteriormente expuesto se advierte que servidores pblicos militares adscritos al 28/o. Batalln de Infantera en Aguaje de la Tuna, Baja California, incurrieron en la violacin a los derechos a la integridad y seguridad personal en perjuicio de los agraviados del presente caso, al haber realizado prcticas abusivas en su contra, bajo la anuencia de los superiores, y con la tolerancia del agente del Ministerio Pblico, quien omiti llevar a cabo las acciones que pudieran dar respuesta a esta circunstancia con la debida diligencia, optando adems, como se mencion, por solicitar al juez de Distrito que los detenidos permanecieran arraigados en las instalaciones militares. Por las consideraciones vertidas con anterioridad, esta Comisin Nacional observa que V1, V2, V3, V4, V5, V6, V7, V8, V9, V10, V12, V13, V14, V15, V16, V17, V18, V19, V20, V21, V22 V23, V24 y V25 fueron objeto de tortura, lo que constituye un atentado al derecho a que se respete su integridad fsica y psicolgica, as como su dignidad, transgredindose por parte de las autoridades militares y ministeriales lo previsto en los artculos 14, prrafo segundo, 16, prrafos primero y quinto, 19, ltimo prrafo, 20, apartado A, fraccin II, en su texto vigente a nivel federal, 21, primer y penltimo prrafos, y 22, prrafo primero, de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos; 3, de la Ley Federal para Prevenir y Sancionar la Tortura. Asimismo, se violentaron los artculos 1, 2.1, 2.2, 6.1 y 6.2, de la Convencin contra la Tortura y Otros Tratos y Penas Crueles, Inhumanos y Degradantes; 1, 2, 3, 6, 7, 8, 9, 10 y 12, de la Convencin Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura; el principio 6, del Conjunto de Principios para la Proteccin de Todas las Personas Sometidas a Cualquier Forma de Detencin o Prisin, que reconoce que ninguna persona que se encuentre en cualquier forma de detencin o prisin ser sometida a tratos crueles, y no podr invocarse circunstancia alguna como justificacin de stas, y finalmente, los artculos 1, 2, 3, 5 y 6, del Cdigo de Conducta para Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley, que advierten, entre otros aspectos, que ningn funcionario encargado de hacer cumplir la ley podr infligir, instigar o tolerar ningn acto de tortura u otros tratos o penas

crueles, inhumanos o degradantes, ni invocar la orden superior o circunstancias especiales, como justificacin de la tortura u otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, y que cumplirn en todo momento los deberes que les impone la ley, sirviendo a su comunidad y protegiendo a todas las personas contra actos ilegales, que en consonancia con el alto grado de responsabilidad exigido por su profesin respetarn y protegern la dignidad humana y mantendrn y defendern los derechos humanos de todas las personas y, en el caso del ltimo de los mencionados, el derecho a la integridad y seguridad personal. Adems, en su calidad de servidores pblicos encargados de hacer cumplir la ley, transgredieron los derechos fundamentales reconocidos en tratados internacionales como los mencionados en los artculos 7, 9.1, 9.3 y 10.1, del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos; 5, 5.1, 5.2, 7.1, 7.2 y 7.5, de la Convencin Americana sobre Derechos Humanos, que en trminos generales sealan que todas las personas tienen derecho a la seguridad y a la integridad personal. IV.3 Tortura y ataques sexuales Por lo que respecta a V11, esta Comisin Nacional observa que fue vctima de tortura y ataques sexuales, atentndose en contra de su integridad y seguridad personal y su libertad sexual. Del testimonio de V11 y retomando lo ya dicho sobre la tortura segn la Convencin contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, se desprende que sta fue igualmente objeto de algunos de los maltratos sufridos por el resto de los agraviados, pues le vendaron los ojos y la sometieron a or ruidos constantes, as como de un tipo de intromisin fsica y psicolgica distinta, vinculada al hecho de ser mujer. sta consisti en tocamientos en los senos e insultos de ndole sexual, conductas que afectaron su integridad fsica, psicolgica y su libertad sexual. Es importante remarcar que estas violaciones se dieron en un contexto no slo de detencin arbitraria, retencin ilegal e incomunicacin, sino que paralelamente escuchaba el maltrato infligido a sus compaeros.

Debe tomarse en cuenta que en el presente caso el testimonio de la vctima tiene un valor privilegiado, en razn de que los hechos constitutivos de tortura y de un ataque sexual suelen darse en condiciones de secreca y alejamiento, en las que no es posible que haya testigos. En cuanto al sufrimiento fsico y psicolgico, los maltratos de los que fue objeto V11 no dejaron lesiones fsicas, pues las tcnicas utilizadas buscaban, premeditadamente, evitar dejar evidencias fsicas. En trminos de las lesiones psicolgicas, segn lo documentado en la opinin mdico-psicolgica realizada por peritos de esta Comisin Nacional de los Derechos Humanos, se advirti que V11 no present lesiones fsicas y que como lesiones psicolgicas sufra incapacidad para llorar y para relajarse, como consecuencia de los hechos de los que haba sido objeto. En relacin con lo anterior, el Comit contra la Tortura, en su Observacin General No. 2, Aplicacin del artculo 2 por los Estados Partes, subraya que el gnero es un factor fundamental a tomar en cuenta en los actos que constituyen tortura o tratos crueles. La condicin femenina se combina con otras caractersticas o condiciones distintivas de la persona, como la raza, la nacionalidad, la religin, la orientacin sexual, la edad o la situacin de extranjera, para determinar las formas en que las mujeres y las nias sufren o corren el riesgo de sufrir torturas o malos tratos, y sus consecuencias. Adems, seala que entre las situaciones en que la mujer corre riesgo incluyen la privacin de libertad. Lo anterior es tambin sostenido por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el ya citado caso Penal Miguel Castro y Castro v. Per, pues reconoce que la violencia sexual contra la mujer tiene consecuencias fsicas, emocionales y psicolgicas devastadoras, que se ven agravadas en los casos de mujeres detenidas. Ello se fortalece con lo establecido en el prrafo 215 del Protocolo de Estambul, en el que se prev que las amenazas verbales, los insultos y las burlas sexuales forman parte de la tortura sexual pues incrementan la humillacin y su aspecto degradante. Igualmente, establece que en el caso de las mujeres el toqueteo es traumtico en todos los casos y se considera tortura

En ese orden de ideas, es importante recalcar que el tipo de violencia sufrido por V11 constituye violencia sexual, misma que a su vez es catalogada como un tipo de violencia contra las mujeres, que es definida como cualquier accin o conducta, basada en el gnero, que cause muerte, dao o sufrimiento fsico, sexual o psicolgico a la mujer, tanto en el mbito pblico como en el privado, segn el artculo 1, de la Convencin Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, "Convencin de Belm do Par". As, no slo el tocamiento, sino las amenazas e insultos de ndole sexual de los que fue objeto V11 son constitutivos de violencia sexual. Segn la Corte Interamericana, en el caso Penal Miguel Castro y Castro v. Per, siguiendo la lnea de la jurisprudencia internacional, y tomando en cuenta lo dispuesto por la ya citada Convencin de Belm do Par, la violencia sexual se configura con acciones de naturaleza sexual, que se cometen en una persona sin su consentimiento, y que adems de comprender la invasin fsica, pueden incluir actos que no involucren contacto fsico alguno. En este sentido, el hecho de que los agresores de V11 fueran hombres y ejercieran violencia sexual en su contra, por el hecho de ser mujer, en un contexto de detencin arbitraria, retencin ilegal e incomunicacin, igualmente vivido por sus compaeros hombres y cuyo maltrato incluso escuch, en el que claramente hay una jerarqua de poder, generaron un temor fundado de que dicha violencia sexual escalara an ms. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos, en el caso Aydin v. Turqua, reconoce que la incertidumbre de no saber qu es lo que puede seguir a un hecho sexualmente violento, infligido por una autoridad en un contexto de detencin, causa angustia mental, y acrecienta el sentimiento de vulnerabilidad de la vctima. Si bien los criterios jurisprudenciales emitidos por la Corte Europea de Derechos Humanos no son vinculantes en nuestro sistema jurdico, esta Comisin acoge estas interpretaciones jurdicas como propias al considerar que la jurisprudencia internacional sobre derechos humanos constituye un elemento que debe observarse para extender el alcance de tales derechos y forman parte de un dilogo jurisprudencial entre cortes y organismos protectores de derechos

humanos, y se inscriben en la proteccin ms amplia y extensiva de los derechos que este organismo est obligado a reconocer. En este orden de ideas, si bien V11 manifest ser objeto de un maltrato distinto al resto de las vctimas, debe considerarse que era la nica mujer. Adems de que al tenerse acreditada la forma en la que fue detenida, as como que fue retenida en las mismas instalaciones militares que las otras vctimas e incomunicada, y que fue maltratada con la finalidad de que confesara su participacin y/o la de sus compaeros en diversos ilcitos, es posible afirmar que fue vctima de tratos crueles. De esta forma, se fortalece lo alegado en el sentido de que los maltratos sufridos por V11 resultan en un severo dao psicolgico, caracterstico de la tortura. Sobre la finalidad de las conductas llevadas a cabo por los elementos del Ejrcito Mexicano, en congruencia con lo declarado por las otras 24 vctimas detenidas y retenidas en el 28/o. Batalln de Infantera, V11 declar que lo que las autoridades militares buscaban al maltratarla era su confesin y/o la incriminacin de sus compaeros en la comisin de actos ilcitos. Finalmente, la actuacin de los elementos del Ejrcito Mexicano del 28/o. Batalln de Infantera, que realizaron las conductas violatorias en contra de V11 es seal de una actitud discriminatoria y misgina, pues acudieron a conductas que la amenazaban sexualmente con el fin de intimidarla, degradarla, humillarla, castigarla y controlarla, para as obtener su propia incriminacin y la de otros compaeros. Esta clase de conductas, segn el artculo 6, fraccin V, de la citada Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia constituyen una expresin de abuso de poder que implica la supremaca masculina sobre la mujer, al denigrarla y concebirla como objeto. As las cosas, para esta Comisin Nacional, los elementos del Ejrcito Mexicano del 28/o. Batalln de Infantera que atentaron contra los derechos a la integridad y seguridad personal y a la libertad sexual de V11, transgredieron, adems de los artculos vinculados a la tortura sealados como en el apartado anterior, los preceptos 1, prrafos primero, segundo, tercero y quinto, y 4, primer prrafo de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos; 1, 3, 4, incisos b), c) y e),

5, 6, 7, incisos a), b), d) y e), y 8 de la Convencin Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer Convencin de Belm do Par; los artculos 1 y 5, inciso a), de la Convencin sobre la Eliminacin de Todas las Formas de Discriminacin contra la Mujer, as como los numerales 3, 6, fraccin V, y 41, fraccin III, de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, que en trminos generales prohben la discriminacin por razn de sexo y la violencia fsica y psicolgica contra las mujeres y establecen como obligacin de las autoridades de los tres rdenes de gobierno la prevencin, la atencin, la sancin y la erradicacin de todos los tipos de violencia contra las mujeres, incluyendo la violencia sexual. IV.4 Prestacin indebida del servicio pblico por parte de los mdicos del Ejrcito Mexicano Finalmente, debe ponerse nfasis en el hecho de que AR10 y AR18, con grado de mayor mdico cirujano del Ejrcito Mexicano, en los certificados que expidieron sobre el estado fsico de los agraviados, sealaron que no existan datos de tortura. Sin embargo, en varias certificaciones elaboradas por peritos mdicos de la Procuradura General de la Repblica y otras detectadas en los dictmenes de la Coordinacin de Servicios Periciales de la Segunda Visitadura General que investig el caso, se asentaron diversas lesiones que AR10 y AR18 dejaron de sealar. De tal manera que las omisiones en que incurrieron, al no clasificar debidamente las lesiones producidas a los agraviados, contribuyen a la impunidad y quebrantan los principios de legalidad y seguridad jurdica. En ese sentido, cuando los mdicos no ajustan su conducta a los principios legales y a los cdigos ticos pertinentes, al omitir describir lesiones y hacer la denuncia correspondiente, o bien al encubrir a otros servidores pblicos, incumplen con el principio fundamental que impone el deber jurdico de actuar siempre de conformidad con el inters del paciente y propician con ello la impunidad, constituyndose en cmplices pasivos de la ejecucin de actos de tortura, toda vez que una de las pruebas idneas para acreditar actos de tortura, tratos crueles, inhumanos o degradantes es el certificado mdico. As, al omitir describir las lesiones ocasionadas y presentadas por los agraviados, los mdicos de la Secretara de la Defensa Nacional, AR10 y AR18, transgredieron lo dispuesto en los artculos 3, 7 y 11, de la Ley Federal para Prevenir y Sancionar la

Tortura, que establecen que cuando se aprecie que se ha infligido dolores o sufrimientos graves, el personal que practique el reconocimiento mdico del caso tiene la obligacin de denunciarlo a la autoridad competente, so pena de incurrir en responsabilidad penal, sin perjuicio de lo que establezcan otras leyes. Asimismo, violentaron el captulo segundo del Protocolo de Estambul, titulado Cdigos ticos pertinentes, el cual contempla el deber fundamental de actuacin del personal mdico, siempre de conformidad a los intereses del paciente, por lo que la evaluacin de la salud de un detenido con el fin de facilitar su castigo, torturar o encubrir alguna conducta potencialmente ilcita, es contrario a la tica profesional. El artculo 161 de dicho Protocolo, el cual seala que la evaluacin mdica con fines legales debe ser realizada de forma objetiva e imparcial, misma que exige exactitud e imparcialidad sin compromiso de manera que se cree y mantenga la credibilidad profesional. El mismo artculo seala que es responsabilidad de los mdicos descubrir y notificar todo hallazgo material que consideren pertinentes, y precisa que, sin importar las circunstancias, nunca debern excluirse del informe mdico-legal los hallazgos que puedan ser indicativos de torturas u otras formas de malos tratos. IV.5 Incumplimiento de las medidas cautelares a favor de V26 y V27 Por otro lado, con motivo de las actos de hostigamiento y amenazas que recibieron V26 y V27, el 2 y 4 de marzo de 2010, mediante oficios QVG/DG/034/2010 y QVG/DG/039/2010, esta Comisin Nacional de los Derechos Humanos solicit al gobernador del estado de Baja California y al subsecretario de Prevencin, Vinculacin y Derechos Humanos de la Secretara de Seguridad Pblica Federal, la implementacin de medidas cautelares para garantizar su seguridad e integridad fsica, a efecto de evitar la consumacin de actos de difcil o imposible reparacin en su perjuicio, mismas que fueron aceptadas el 4 de marzo de 2010 por el director general de Derechos Humanos de la Secretara de Seguridad Pblica Federal. Asimismo, el 5 de marzo de 2010, el subsecretario de Gobierno del estado de Baja California inform que, previo acuerdo con las agraviadas, se haban girado instrucciones a la Secretara de Seguridad Pblica de esa entidad federativa para que su personal realizara recorridos de vigilancia en sus domicilios particulares.

Por otra parte, la Comisin Mexicana de Defensa y Promocin de los Derechos Humanos A.C. y la Comisin Ciudadana de Derechos Humanos del Noroeste A.C., solicitaron a la Unidad para la Promocin y Defensa de Derechos Humanos de la Secretara de Gobernacin se realizaran las gestiones necesarias, con el fin de que se implementaran medidas de proteccin a favor de V26, V27 y sus familiares. La Unidad para la Promocin y Defensa de Derechos Humanos convoc a una reunin que tuvo lugar el 9 de marzo de 2010, en la que participaron representantes de la Procuradura General de la Repblica, Secretara de Seguridad Pblica Federal, Secretara de la Defensa Nacional, as como con la Secretara General de Gobierno, Procuradura General de Justicia, Secretara de Seguridad Pblica y Procuradura de Derechos Humanos y Proteccin Ciudadana, todas del estado de Baja California. En esa reunin se acord, en trminos generales, que elementos de la Polica Estatal Preventiva perfeccionaran los rondines en los domicilios de V26 y V27; que las Secretaras de Seguridad Pblica Federal y Estatal, esta ltima a travs de la Polica Estatal Preventiva, proporcionaran un nmero telefnico de emergencia; que la Secretara de Seguridad Pblica Federal analizara la factibilidad de efectuar rondines en los citados domicilios, en tanto que la Secretara de Gobernacin solicitara por escrito, a las dependencias estatal y federal, que les brindaran acompaamiento y, en un tiempo razonable se elaborara el correspondiente estudio de valoracin de riesgo. En esa reunin, la Secretara de Seguridad Pblica estatal entreg a V26 y V27 un nmero telefnico de emergencia. (fojas 89-95). Asimismo, en dicha reunin V26 y V27 presentaron denuncia de hechos ante la Procuradura General de Justicia del estado de Baja California, por los delitos de amenazas cometidos en su perjuicio, ante lo cual se iniciaron las averiguaciones previas 1 y 2. Asimismo, dicha Unidad convoc a tres reuniones ms de seguimiento de dichos acuerdos con las autoridades competentes y las vctimas, los das 9 de marzo, 20 de abril, 3 de junio y 8 de julio, de 2010.

En trminos generales, las vctimas manifestaron que las autoridades involucradas incumplieron los compromisos derivados de las mencionadas reuniones, puesto que ni se llevaron a cabo de manera adecuada y constante los rondines por parte del Polica Estatal Preventiva, ni les fue proporcionado el acompaamiento permanente, los nmeros de emergencia asignados no funcionaban correctamente, la valoracin de riesgo tampoco se realiz completamente. Lo anterior, no obstante que en una de esas reuniones V26 y V27 expusieron que los das 12, 13 y 14 de abril de 2010 se haban registrado nuevos actos de hostigamiento en su perjuicio, por parte de elementos de la Secretara de Seguridad Pblica del municipio de Tijuana, Baja California, as como las llamadas telefnicas de personas que dijeron pertenecer a la Procuradura General de la Repblica. De igual forma, V27 fue vctima de nuevos actos de hostigamiento el 18 de mayo de ese mismo ao, pues una camioneta pick up negra, con vidrios polarizados, sin placas, golpe la parte de atrs de su automvil, ante lo cual y con el fin de protegerse, ingres al estacionamiento de una tienda, seguida de la camioneta, de la que descendi una persona del sexo masculino, encapuchado, quien le dijo: Es la ltima vez que te aviso que dejen de denunciar aqu en Tijuana, hay muchos contactos y creo que no quieres perder a algn familiar. Si no te mato en este momento, es para no provocar un escndalo por las elecciones y porque tu caso ya est a nivel internacional. Integrantes de la Comisin Mexicana de Defensa y Promocin de los Derechos Humanos A.C., refirieron que los nuevos actos de intimidacin contra V26 y V27 ocurrieron debido a que las autoridades no haban asumido su responsabilidad respecto del riesgo en que se encontraban ambas. As, debido al incumplimiento de los acuerdos por parte de las autoridades responsables, V26 y V27 se vieron obligadas a abandonar la ciudad de Tijuana, Baja California desde el 31 de mayo de ese ao, pues su integridad y seguridad personal se encontraban en peligro. El 4 de junio de 2010, la Comisin Interamericana de Derechos Humanos otorg medidas cautelares a favor de V26, V27 y sus familiares, en razn de los actos de intimidacin y hostigamientos de los que han sido objeto, y que ponen en riesgo sus vidas e integridad personal. Asimismo, requiri se le informara sobre la

implementacin de dichas medidas e investigar los hechos que dieron lugar a su adopcin. Finalmente, el 15 de octubre de 2010 se llev a cabo otra reunin de trabajo entre autoridades de carcter local y federal, en la que se plante a V26 y V27 la asignacin de cuatro elementos de la Polica Federal, como escolta para cada una de ellas. Asimismo, el 15 de diciembre de 2010 tuvo lugar una nueva reunin, en la que se present a V27 a los elementos de la Polica Federal que fungiran como su escolta; aunque fue hasta el 4 de enero de 2011 que se entreg formalmente a V27 el servicio de escolta, conformada por cuatro elementos de la Polica Federal, as como dos vehculos, adems de un equipo de telefona celular, y hasta el 11 de febrero del 2011 se instal en su domicilio un sistema de circuito cerrado, proporcionado por el gobierno del estado de Baja California. Refuerza lo anterior dos reportes, de 7 de julio y 20 de octubre, de 2011, realizados por elementos de la Polica Federal, que se desempean como escolta de V27, en los que dan cuenta de que los han seguido vehculos con personas armadas, han observado vehculos sospechosos afuera del domicilio particular de V27, y en los que incluso se solicita el servicio de un elemento ms. Antes de realizar el estudio de los hechos violatorios del presente caso, es preciso pronunciarse respecto de la calidad de defensoras de derechos humanos de V26 y V27 y la relevancia de ello en las violaciones que contra ellas se cometieron por parte de diversas autoridades de los distintos rdenes de gobierno. Segn el Informe especial sobre la situacin de las y los defensores de derechos humanos en Mxico, emitido por esta Comisin Nacional, los peligros y amenazas contra los y las defensoras de derechos humanos llevan a cabo labores que implican un riesgo importante. Por esta razn, cuando una situacin de peligro se presenta, debe atenderse de manera inmediata, pues ello constituye, en s, una violacin que atenta en contra de su integridad fsica y psquica, y obstaculiza el libre ejercicio de sus actividades. En el informe referido se reconoce que los y las defensoras de derechos humanos realizan una labor fundamental en la consolidacin del estado de Derecho y de una sociedad democrtica, ya que a travs de las tareas que desempean

contribuyen a la promocin y proteccin de los derechos fundamentales de las personas. En este orden de ideas, la necesidad de otorgar garantas y mecanismos de proteccin efectivos a las personas que defienden los derechos humanos se torna central, pues cualquier agresin en su contra tiene una afectacin doble: una individual, en tanto que se violentan sus derechos fundamentales, y una colectiva, pues deriva en el menoscabo del ejercicio efectivo de prerrogativas fundamentales de otros miembros de la sociedad, particularmente de quienes se benefician de su apoyo y asistencia. Al respecto, esta Comisin Nacional ha expresado ya que el escenario de libertad y seguridad respecto de los defensores de derechos humanos constituye un indicador fundamental de la situacin de los mismos. La proteccin los defensores representa, as, un elemento fundamental del contexto social e institucional para la proteccin de todos los derechos humanos. El artculo 1, prrafo tercero, de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos, establece la obligacin que tienen todas las autoridades de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos, as como de otorgar a las personas la proteccin ms amplia, de conformidad con la Constitucin y los tratados internacionales en la materia. Asimismo, el artculo 20, apartado B, fraccin VI, de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos vigente dispone que las vctimas del delito tienen derecho a solicitar las medidas y providencias necesarias para la proteccin y restitucin de sus derechos. En el artculo 25 de la Convencin Americana sobre Derechos Humanos se prev el deber de los Estados de establecer y garantizar recursos judiciales idneos y efectivos, as como medidas cautelares para la proteccin de los derechos, ante situaciones de amenaza inminente o riesgo para su defensa. Respecto del tema, la Comisin Interamericana de Derechos Humanos ha sealado que la aceptacin de las medidas cautelares por parte de la autoridad destinataria la obliga a disponer de los recursos humanos, presupuestarios y logsticos necesarios para garantizar su implementacin, mxime cuando se encuentra en riesgo la vida, la integridad y seguridad de las vctimas del delito.

Esa instancia internacional ha reiterado, adems, que en el caso de las y los defensores de derechos humanos resulta necesario asegurar que las medidas de proteccin sean efectivas y puestas en prctica durante el tiempo que las condiciones de riesgo lo exijan, a efecto de evitar la consumacin de daos de difcil o imposible reparacin en su perjuicio y de sus familiares. Lo anterior en razn de que el trabajo que realizan las y los defensores de los derechos humanos conlleva, en muchas ocasiones, un riesgo significativo en virtud de los temas que abordan, los problemas de relevancia pblica o polmicos que analizan y el entorno de violencia o inseguridad en que desempean sus labores. En este contexto normativo y jurisprudencial, tomando en cuenta que V26 y V27 son defensoras de derechos humanos que sufrieron distintos hechos amenazantes, a favor de quienes se solicitaron medidas cautelares tanto por esta Comisin Nacional, como por la Comisin Interamericana de Derechos Humanos, la omisin y el retraso de las distintas autoridades involucradas en el presente caso se tradujo en una violacin a sus derechos humanos a la integridad y seguridad personal, la legalidad, la seguridad jurdica y la libertad de residencia y trnsito. Como ya se mencion, en las diversas reuniones de trabajo entre servidores pblicos de los tres rdenes de gobierno y las beneficiarias qued evidenciado el incumplimiento y falta de compromiso de las autoridades en la implementacin de los mecanismos de proteccin idneos que garantizaran la seguridad e integridad fsica de V26 y V27. Adicionalmente a las amenazas que dieron origen a las distintas averiguaciones previas de este caso y a la solicitud de medidas cautelares de esta Comisin Nacional, las agraviadas continuaron recibiendo amenazas y actos de intimidacin en los meses de abril y mayo de 2010, debido a que las autoridades incumplieron con sus obligaciones y no atendieron la solicitud de medidas de proteccin, no obstante que tenan conocimiento de las nuevas agresiones en su contra y de sus familiares. Fue hasta el 4 de enero de 2011, esto es, diez meses despus de la primera solicitud de medidas cautelares de parte de esta Comisin Nacional, cuando se

materializ formalmente el servicio de escolta, y ello nicamente a favor de V27, sin que a la fecha V26 cuente con un mecanismo idneo de proteccin. De acuerdo con lo previsto en el artculo 21, prrafo noveno, de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos, la seguridad pblica es una funcin a cargo de la Federacin, el Distrito Federal, los Estados y los Municipios, que comprende la prevencin de los delitos; la investigacin y persecucin para hacerla efectiva, as como la sancin de las infracciones administrativas. Asimismo, establece que la actuacin de las instituciones de seguridad pblica se regir por los principios de legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo, honradez y respeto a los derechos humanos reconocidos en esta Constitucin. En adicin a lo anterior, de acuerdo con lo dispuesto en el artculo 40, fracciones I y III, de la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pblica, las instituciones de seguridad pblica deben prestar auxilio, de manera oportuna, a las personas amenazadas por algn peligro o que hayan resultado vctimas del delito. De lo anterior deriva que las autoridades encargadas de la seguridad pblica tienen la obligacin de propiciar y garantizar la existencia de condiciones adecuadas para que todas las personas gocen de sus derechos y se puedan prevenir, remediar y eliminar o al menos disminuir significativamente, situaciones de violencia perjudiciales, as como implementar medidas cautelares para prevenir la consumacin de actos de difcil o imposible reparacin, cuestin que no sucedi en el presente caso. Respecto de la secretara de seguridad pblica del estado de Baja California, sta haba acordado realizar rondines constantes en sus domicilios y otorgarles un nmero de emergencia exclusivo. Si bien inicialmente realiz rondines de vigilancia en los domicilios de V26 y V27, segn se advierte de constancias, estos no fueron constantes y se suspendieron desde el 13 de mayo de 2010 sin previo aviso. Al respecto, el subsecretario de gobierno del estado de Baja California inform que gir instrucciones para que personal de la Polica Estatal Preventiva realizara recorridos de vigilancia en los domicilios de V26 y V27; sin embargo, de las minutas relativas a las reuniones de seguimiento de la implementacin de medidas de proteccin a favor de las dos defensoras se advierte que stos se llevaron a

cabo de manera intermitente y, finalmente, el servicio fue suspendido, sin previa notificacin a las agraviadas. La dilacin y la omisin por parte de las autoridades de la Secretara de Seguridad Pblica local en el cumplimiento de los compromisos generados en las reuniones de seguimiento de la implementacin de medidas cautelares agrav la situacin de riesgo en la que se encontraban las defensoras, pues debido a ello continuaron recibiendo amenazas y hostigamientos, lo que provoc, finalmente, su salida de la ciudad de Tijuana, Baja California. No pasa inadvertido que las autoridades sealaron que carecen de recursos humanos, presupuestarios y logsticos para atender la solicitud de medidas cautelares; no obstante, tales argumentos no las eximen del cumplimiento de los compromisos asumidos y las obligaciones previstas en los artculos 3, 6, 39, inciso B), fraccin I, y 40, fracciones I y III, de la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pblica, as como 25, de la Convencin Americana sobre Derechos Humanos en los que, en trminos generales, se prev la obligacin de las autoridades de establecer medidas y recursos idneos y efectivos que garanticen la proteccin de los derechos de las personas. Igualmente, la actuacin del personal de la Secretara de Seguridad Pblica del estado de Baja California transgredi los derechos a la legalidad, la seguridad jurdica y a la integridad y seguridad personal de las agraviadas, violentando as lo dispuesto por los artculos 14, segundo prrafo, 16, primer prrafo, 17, segundo prrafo, 20, apartado B, y 21, primer prrafo, de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos; 9.1 y 14.1, del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos, as como 5, 5.1, 5.2. 7.1 y 8.1, de la Convencin Americana sobre Derechos Humanos. Por otra parte, del anlisis lgico-jurdico de las constancias que integran el expediente de queja, se advierte la omisin por parte del agente del Ministerio Pblico de la Federacin que tuvo a su cargo la integracin de la averiguacin previa 6, de atender las solicitudes de medidas cautelares para garantizar la seguridad e integridad fsica de V26 y V27, a pesar de que stas fueron requeridas por las agraviadas desde el primer momento al rendir su declaracin ministerial,

as como la dilacin y omisin por parte de dicha autoridad ministerial federal respecto del trmite correspondiente. El 21 de diciembre de 2009, se inici en la Delegacin de la Procuradura General de la Repblica en Baja California la averiguacin previa 6, por el delito de amenazas y lo que resulte, en agravio de V26 y otra. En dicha indagatoria, las defensoras V26 y V27 solicitaron la implementacin de medidas cautelares, adems de que se recibieron diversas peticiones en el mismo sentido por parte de la organizacin Amnista Internacional y otros organismos de derechos humanos, as como por parte de la Secretara de Gobernacin. En respuesta, el representante social de la Federacin inform a las vctimas que esa peticin sera acordada por separado, sin que de las constancias que integran la averiguacin previa 6 se advierta que se haya emitido el acuerdo respectivo, segn se dispone en los artculos 21, prrafo segundo, del Cdigo Federal de Procedimientos Penales y 8, fraccin VII, de la Ley Orgnica de la Procuradura General de la Repblica, en el cual se establece que a cada escrito o solicitud de las vctimas deber recaer una resolucin especfica. No pasa inadvertido que, mediante oficio DEBC/2470/2010 de 21 de junio de 2010, el delegado de la Procuradura General de la Repblica en Baja California inform a la Unidad para la Promocin y Defensa de los Derechos Humanos de la Secretara de Gobernacin que la Procuradura General de Justicia del estado de Baja California estaba en espera del resultado que arrojara la evaluacin de riesgo para determinar lo relativo a la proteccin de las vctimas, mismo que adems se haba solicitado desde el 9 de marzo de 2010 y a esa fecha no se haba realizado. No obstante, ello no exime a la autoridad ministerial federal de su obligacin de proteger a las vctimas del delito, como sucedi en el presente caso. Los derechos a la integridad y seguridad personal de V26 y V27 se encontraban en riesgo debido a las amenazas que reciban, y la solicitud de medidas cautelares para salvaguardar esos derechos se haba realizado al Ministerio Pblico Federal de manera directa, por lo que, consecuentemente, debi haber actuado de manera diligente para protegerlas. Adems, se advierte que a la fecha no se han remitido evidencias que permitan concluir que el estudio de valoracin de riesgo se realiz. Incluso se advierte que

la Procuradura General de la Repblica, a travs de su director general de Coordinacin de Servicios Periciales inform a la procuradura estatal que no cuenta con la especialidad de valoracin de riesgos. Igualmente, es de notar que el agente del Ministerio Pblico Federal no practic las diligencias conducentes para la acreditacin del cuerpo del delito, as como para la identificacin de la o las personas probablemente responsables, a pesar de que el 29 de abril de 2010, en la comparecencia ministerial de V26, V27 y otra, sealaron a los presuntos responsables de las amenazas de las que resultaron vctimas, el representante social de la Federacin omiti recabar las declaraciones de stos. Incluso, a pesar de que el 13 de mayo de 2010 recibi una copia de la averiguacin previa 5, por parte de la procuradura local, de cuyas diligencias se advierte que AR1, sealado como responsable de realizar una llamada de hostigamiento por V26, y que ste se encuentra comisionado a la Subprocuradura Contra la Delincuencia Organizada del Grupo Antisecuestros de la Procuradura General de Justicia del estado de Baja California, el representante social de la Federacin no efectu gestin alguna para recabar su testimonio. Aunado a todo lo anterior, el agente ministerial no practic diligencia alguna por un periodo de ms de dos meses en la averiguacin previa 6, esto es, del 10 de septiembre de 2010 al 15 de noviembre del mismo ao. Si bien en la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos no se establece un plazo determinado para que el representante social resuelva lo que corresponda en la averiguacin previa, el transcurso de tiempo sin que se realicen las diligencias necesarias para esclarecer los hechos y determinar si se ejerce o no la accin penal respecto de los mismos constituye, como se dijo, una transgresin a la legalidad, a la debida procuracin de justicia y un obstculo al acceso a la justicia, en perjuicio de las agraviadas. Por ello es inadmisible que en un estado de Derecho la autoridad aplace de manera indefinida el cumplimiento de sus obligaciones, principalmente si se debe, como en el caso, al desahogo de actuaciones dentro de sus facultades, cuya omisin abre una brecha a la impunidad, transgrede los derechos individuales de las agraviadas y obstaculiza y desincentiva el trabajo de defensores y defensoras de derechos humanos.

En la Recomendacin General 16, sobre el plazo para resolver una averiguacin previa, esta Comisin Nacional estableci que, derivado de la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, algunos criterios que deben tomarse en cuenta para medir la razonabilidad del plazo para integrar una indagatoria ministerial son: a) la complejidad del asunto; b) la actividad procedimental de los interesados; c) la conducta de las autoridades investigadoras, principalmente de la polica judicial, cientfica, investigadora o ministerial; d) la afectacin que genera el procedimiento en la situacin jurdica del probable responsable, la vctima o el ofendido. A lo anterior cabe aadir que, a pesar de la ausencia de diligencias para acreditar el cuerpo del delito e identificar a los presuntos responsables, el 7 de enero de 2011, el agente del Ministerio Pblico de la Federacin remiti la averiguacin previa 6, por razn de competencia, a la Procuradura General de Justicia del estado de Baja California, para su prosecucin y perfeccionamiento. Es decir, se envi esa investigacin sin estar debidamente integrada, pues se omiti la realizacin de diligencias como las sealadas con anterioridad, con el fin de esclarecer los hechos y, en su caso, sancionar a las personas responsables de los ataques en perjuicio de las defensoras V26 y V27. Esta Comisin Nacional reconoci en la Recomendacin General 16 que las y los agentes del Ministerio pblico, a fin de garantizar una adecuada procuracin de justicia, deben cumplir en el desarrollo de su labor con las diligencias mnimas para: a) evitar la dilacin en el trmite de la averiguacin previa, de tal manera que no existan omisiones en la prctica de diligencia por los periodos prolongados, b) garantizar el desahogo de las diligencias de investigaciones necesarias para acreditar el delito y la probable responsabilidad del sujeto, c) preservar los indicios del delito a fin de asegurar que las lneas de investigacin puedan agotarse, d) propiciar el desahogo de los anlisis y dictmenes periciales, e) dictar las medidas de auxilio y proteccin a las vctimas del delito y a los testigos, f) garantizar el acceso a la justicia a las vctimas del delito mediante la eliminacin de la prctica de elaborar actas circunstanciadas en lugar de averiguaciones previas, g) evitar enviar al archivo o a la reserva las averiguaciones previas si no se han agotado las lneas de investigacin y h) propiciar una mayor elaboracin de investigacin por parte de los elementos de la polica que tengan a su cargo dicha funcin.

Derivado de todo lo relatado, es posible decir que el agente del Ministerio Pblico Federal a cargo de la averiguacin previa 6 incumpli con su funcin principal, que es la de investigar y perseguir los delitos. Ello, segn la citada Recomendacin General afecta gravemente la seguridad jurdica, ya que obstaculiza la procuracin e imparticin de justicia. Con relacin a las averiguaciones previas 4 y 5, a cargo de la autoridad ministerial de la Procuradura General de Justicia del estado de Baja California, de la informacin que se dio como respuesta a esta Comisin Nacional, se advierte que la Subprocuradura Zona Norte de Tijuana, Baja California, no report avance respecto de las diligencias practicadas en las averiguaciones previas en cuestin. En ese orden de ideas, de las constancias que integran el expediente se advierten diversas omisiones en la integracin de las averiguaciones previas 4 y 5. En primer lugar, no obstante que desde el 9 de marzo de 2010, V26 y V27 sealaron a elementos de la Polica Municipal de Tijuana como presuntos responsables de las amenazas y actos de intimidacin de las que fueron vctimas, el representante social recab su declaracin ministerial hasta el 21 y 27 de julio de 2010, esto es, despus de ms de cuatro meses. En el mismo sentido, por lo que se refiere al testimonio de AR1, sealado por V26 como presunto responsable, ste fue recabado hasta el 22 de julio de ese ao. La dilacin por parte de la autoridad ministerial constituye un obstculo en la realizacin de diligencias y actos conducentes a la comprobacin de los elementos de los tipos penales, as como la probable responsabilidad del inculpado en su comisin, a fin de que se garantice a las agraviadas el acceso a la procuracin de justicia pronta y expedita y, ulteriormente, el acceso a la justicia. Si bien, como ya se mencion, en la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos no se establece un plazo determinado para que el representante social resuelva lo que corresponda en la averiguacin previa, el transcurso de tiempo sin que se realicen las diligencias necesarias para esclarecer los hechos y determinar si se ejerce o no la accin penal respecto de los mismos constituye, como se dijo, una transgresin a la legalidad, a la debida procuracin de justicia y un obstculo al acceso a la justicia, en perjuicio de las agraviadas.

As, retomando lo ya citado sobre la Recomendacin General 16, los criterios que deben tomarse en cuenta para medir la razonabilidad del plazo para integrar una indagatoria ministerial son: a) la complejidad del asunto; b) la actividad procedimental de los interesados; c) la conducta de las autoridades investigadoras, principalmente de la polica judicial, cientfica, investigadora o ministerial; d) la afectacin que genera el procedimiento en la situacin jurdica del probable responsable, la vctima o el ofendido. En este sentido, si se considera que las agraviadas y diversas organizaciones de la sociedad civil hicieron llegar al agente del Ministerio Pblico los elementos de prueba con los que contaban, que la situacin de riesgo de las agraviadas era considerable y que se advierten diversas dilaciones y omisiones por parte de la autoridad ministerial, es posible concluir que los retardos en la integracin de las averiguaciones previas 4 y 5 son injustificados. De acuerdo con lo previsto en los artculos 17, prrafo segundo, de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos; 14.1, del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos; 8 de la Declaracin Universal de Derechos Humanos; 8.1 y 25, de la Convencin Americana sobre Derechos Humanos; XVIII, de la Declaracin Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, toda persona tiene derecho a acceder a la justicia, lo que significa que puede acudir a un tribunal competente, independiente e imparcial, para hacer valer sus derechos. En la materia penal, una correcta procuracin de justicia tarea que corresponde al Ministerio Pblico es una condicin necesaria para que las personas puedan acceder al rgano jurisdiccional para que se resuelva una controversia jurdica. Si la primera es deficiente, se traduce en un obstculo para lo segundo. En trminos de lo dispuesto en el artculo 21, prrafo primero, de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos, corresponde al Ministerio Pblico la investigacin y persecucin de los delitos. Adems, de acuerdo con lo establecido en los artculos 2, fraccin II, y 125 del Cdigo Federal de Procedimientos Penales, as como 4, fraccin I, A).b, y C).c, de la Ley Orgnica de la Procuradura General de la Repblica, la autoridad ministerial tiene la obligacin de ordenar la prctica de las diligencias conducentes para la acreditacin del cuerpo del delito y la identificacin de los probables responsables, incluido el citatorio de las personas

que por cualquier concepto participen en ellos o aparezcan tengan datos sobre los mismos. Adicionalmente, de conformidad con lo dispuesto en los artculos 20, apartado B, fraccin VI en su texto vigente a nivel federal, de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos, 6, incisos c) y d) y 14 de la Declaracin sobre los Principios Fundamentales de Justicia para las Vctimas de Delitos y del Abuso del Poder; 2, fraccin V, y 141, fraccin XVII, del Cdigo Federal de Procedimientos Penales y 4, inciso n), de la Ley Orgnica de la Procuradura General de la Repblica, las vctimas del delito tienen derecho a solicitar se dicten medidas y providencias suficientes para proteger sus bienes, posesiones o derechos, contra todo acto de intimidacin, represalia o dao posible, o cuando existan datos suficientes que demuestren que stos pudieran ser afectados y la autoridad ministerial tiene la obligacin de garantizar la proteccin de las vctimas y de todas las personas que intervengan en el proceso, por lo que puede solicitar la implementacin de medidas cautelares que garanticen su proteccin. En ese orden de ideas, las omisiones sealadas en prrafos precedentes, en que incurrieron servidores pblicos de la Procuradura General de la Repblica y Procuradura General de Justicia del estado de Baja California, constituyen una indebida procuracin de justicia y un obstculo al acceso a la justicia, traducindose en la violacin a los derechos humanos a la legalidad y a la seguridad jurdica, en perjuicio de V26 y V27, en trminos de lo dispuesto en los artculos 14, segundo prrafo, 16, prrafo primero, 17, prrafo segundo, y 21, prrafo primero, de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos; 8.1 y 25, de la Convencin Americana sobre Derechos Humanos; 8 de la Declaracin Universal de Derechos Humanos; XVIII, de la Declaracin Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; 4.e, de la Declaracin sobre los Principios Fundamentales de Justicia para las Vctimas de Delitos y del Abuso de Poder; 12 y 13, de las Directrices de las Naciones Unidas sobre la Funcin de los Fiscales, en los que, en trminos generales, se establece que toda persona tiene derecho a que se le administre justicia pronta y expedita, en plena observancia de la legalidad y seguridad jurdica, as como que los agentes del Ministerio Pblico deben cumplir sus funciones con imparcialidad, firmeza y prontitud, protegiendo el inters pblico.

Igualmente, es importante recalcar que la omisin del agente del Ministerio Pblico Federal en el sentido de no recabar las declaraciones de las personas sealadas como probables responsables por parte de las agraviadas, as como de V1, constituye una violacin al derecho al debido proceso, establecido en los artculos 14, prrafo segundo, y 16, prrafo primero, de la Constitucin Federal. Si bien este derecho suele regir en la instancia jurisdiccional, la Suprema Corte de Justicia de la Nacin ha establecido que es posible que se cometan violaciones procesales en la etapa de la averiguacin previa, las cuales transgreden el citado derecho. De acuerdo con la tesis 1a. CLXXXV/2009, de rubro AVERIGUACIN PREVIA. LAS TRANSGRESIONES COMETIDAS DURANTE ESTA FASE CONSTITUYEN VIOLACIONES PROCESALES EN TRMINOS DEL ARTCULO 160 DE LA LEY DE AMPARO, las violaciones procesales previstas en el artculo 160 de la Ley de Amparo son tambin aplicables a la etapa previa al juicio, esto es, a la averiguacin previa, pues stas se traducen, a su vez, en la violacin a los artculos 14 y 20 constitucionales. Lo anterior se refuerza si se atiende a que la fraccin XVII del citado artculo 160, de la Ley de Amparo, abre la posibilidad a que se consideren como violaciones procesales las que anlogamente considere la Suprema Corte de Justicia de la Nacin y los Tribunales Colegiados de Circuito. Siguiendo lo anterior, el no haber recabado los testimonios de quienes fueron sealados como responsables por parte de las vctimas se traduce en una severa afectacin a la indagatoria, con la capacidad de trascender al sentido del fallo. Por esta razn es que esta Comisin Nacional concluye que esa omisin particular del agente del Ministerio Pblico Federal representa una violacin al debido proceso de V26 y V27. IV.6 Desplazamiento interno de V26 y V27 Finalmente, del anlisis de las constancias que integran el expediente y de lo expuesto en el apartado anterior del captulo de Observaciones de esta recomendacin, se advierte que debido a las condiciones de inseguridad en las que se encontraban V26 y V27 y que amenazaban su seguridad personal, el 31 de mayo de 2010 las defensoras de derechos humanos se vieron obligadas a cambiar su lugar de residencia, ante el temor fundado de que se materializaran agresiones irreparables en su perjuicio y de sus familias.

En efecto, de conformidad con lo dispuesto en el artculo 11, prrafo primero, de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos, toda persona tiene derecho a circular libremente y elegir su residencia en el territorio de un Estado, as como a entrar y salir del pas, transitar por su territorio y cambiar de residencia. Estos derechos encuentran un lmite nicamente a las determinaciones de las autoridades judiciales y administrativas, en los casos de responsabilidad criminal o civil, as como en los supuestos de limitaciones de carcter migratorio, situaciones que no se actualizan en el presente caso. Este derecho tiene particular importancia en el caso de las y los defensores de derechos humanos, ya que las actividades de promocin y defensa que realizan requieren de su presencia en los sitios en que tienen lugar los hechos que denuncian, donde se encuentran las vctimas del delito, los testigos y las agencias ministeriales en que se investigan los casos, por lo que resulta imprescindible que se garantice su libertad de trnsito, pues de lo contrario se limita, asimismo, el libre ejercicio de sus labores, derecho protegido por el artculo 5 constitucional. Pues bien, el acoso y amenazas que en diversos momentos sufrieron V26 y V27, no obstante que contaban con la solicitud de medidas cautelares realizada por esta Comisin Nacional y haban sido sujetas de una solicitud similar por parte de la Comisin Interamericana de Derechos Humanos, mismas que no se concretaron de manera satisfactoria en ningn momento, y provocaron que las agraviadas cambiaran su lugar de residencia, en aras de salvaguardar su integridad y seguridad personal. Esto es, como ya se mencion, desde el 9 de marzo de 2010 se estableci el compromiso de implementar un mecanismo de medidas a favor de V26 y V27. A pesar de ello, fue hasta el 4 de enero de 2011 que se materializ de manera parcial al proporcionar el servicio de escolta y telefona celular nicamente en favor de V27, situacin que le permiti regresar a su ciudad hasta despus de casi 8 meses de vivir en otro lugar. Por su parte, V26 contina fuera de su anterior lugar de residencia, pues an no cuenta con mecanismo de proteccin alguno por parte de las autoridades encargadas de la seguridad pblica. Este necesario cambio de residencia al que se vieron obligadas las defensoras agraviadas del presente caso deriva en una transgresin por parte de los

servidores pblicos de la Procuradura General de la Repblica, la Secretara de Seguridad Pblica estatal y la Procuradura General de Justicia del estado de Baja California al derecho de circulacin y residencia. Al respecto, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en el caso de la Masacre de Mapiripn v. Colombia, estableci que las personas que se ven obligadas a abandonar intempestivamente su lugar de residencia y sus actividades econmicas habituales, debiendo migrar a otro lugar dentro de las fronteras del territorio nacional para huir de la violencia, quedan expuestas a un nivel mucho mayor de vulnerabilidad, que implica una violacin de sus derechos fundamentales y, por lo mismo, amerita el otorgamiento de una especial atencin por las autoridades. Esta circunstancia es calificada como desplazamiento interno. Con base en lo anterior, es posible afirmar que los servidores pblicos de la Procuradura General de la Repblica, la Secretara de Seguridad Pblica estatal y la Procuradura General de Justicia del estado de Baja California, al no salvaguardar la integridad y seguridad personal de las defensoras V26 y V27, forzndolas a dejar su ciudad de residencia, violentaron su libertad de residencia y de trnsito, establecidas en los artculos 11, de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos; 22.1, 22.2, 22.3, 22.4 y 22.5 de la Convencin Americana sobre Derechos Humanos; 12.1, del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos; 13.1 y 13.2, Declaracin Universal de Derechos Humanos, as como VIII, de la Declaracin Americana de los Derechos y Deberes del Hombre. Esta actitud de las autoridades presuntamente responsables, evidenci una falta de compromiso con la cultura de la legalidad, as como una efectiva proteccin y defensa de los derechos humanos y como consecuencia, demostr tambin un incumplimiento a la obligacin que tienen de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos, en los trminos que establece el artculo 1, prrafos primero, segundo y tercero, de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos. Consecuentemente, en razn del conjunto de consideraciones expuestas en los apartados precedentes, se advierte que los servidores pblicos de la Procuradura General de la Repblica, as como de los pertenecientes al gobierno del estado de Baja California, en lo conducente, contravinieron lo dispuesto en los artculos 8,

fracciones I y XXIV, de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Pblicos, y 46, fracciones I y II de la Ley de Responsabilidades de los Servidores Pblicos del estado de Baja California, en que se seala que todo servidor pblico est obligado a cumplir el servicio que le sea encomendado y abstenerse de cualquier acto u omisin que cause la suspensin o deficiencia de dicho servicio o implique abuso o ejercicio indebido de un empleo, cargo o comisin o que implique incumplimiento de cualquier disposicin legal, reglamentaria o administrativa relacionada con el servicio pblico. En razn de lo anterior, con fundamento en los artculos 1, prrafos primero, segundo y tercero, y 102, apartado B, prrafo segundo, de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos, 6, fraccin III, 71, prrafo segundo, 72, prrafo segundo, y 73, prrafo segundo, de la Ley de la Comisin Nacional de los Derechos Humanos, existen elementos para que este organismo protector de derechos humanos, en ejercicio de sus atribuciones, presente formal queja ante la Unidad de Inspeccin y Contralora General de la Secretara de la Defensa Nacional, rganos Internos de Control en la Procuradura General de la Repblica, as como en la Sindicatura del Ayuntamiento de Tijuana, Baja California, a fin de que se inicien los procedimientos administrativos correspondientes en contra de los servidores pblicos que intervinieron en los acontecimientos sufridos por V1, V2, V3, V4, V5, V6, V7, V8, V9, V10, V11, V12, V13, V14, V15, V16, V17, V18, V19, V20, V21, V22, V23, V24, V25. V26 y V27. Tambin, se presente formal denuncia de hechos ante la Procuradura General de la Repblica y la Procuradura General de Justicia del estado de Baja California, para que en caso de que dichas conductas sean constitutivas de delitos, se determine la responsabilidad penal correspondiente. Asimismo, se cuenta en el caso con elementos para que este organismo protector de derechos humanos, en ejercicio de sus atribuciones, presente queja ante los rganos Internos de Control en la Secretara de Seguridad Pblica del estado de Baja California y del municipio de Tijuana y en la Procuradura General de la Repblica, a fin de que se inicie el procedimiento administrativo correspondiente, respecto de los servidores pblicos que omitieron otorgar de manera inmediata y efectiva las medidas de proteccin a favor de V26 y V27, a efecto de evitar la repeticin de actos de agresin en su contra y de sus familiares y garantizar su integridad y seguridad personales, as como aquellos servidores pblicos que

incurrieron en dilacin al realizar las diligencias necesarias para integrar debidamente las referidas indagatorias. Finalmente, en virtud de que el sistema de proteccin no jurisdiccional de derechos humanos constituye una de las vas previstas en el sistema jurdico mexicano para lograr la reparacin del dao derivado de la responsabilidad en que incurrieron los servidores pblicos del Estado, esta Comisin Nacional, con fundamento en los artculos 1, prrafo tercero, y 113, prrafo segundo, de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos; 1 y 2, de la Ley Federal de Responsabilidad Patrimonial del Estado; y 44, prrafo segundo, de la Ley de la Comisin Nacional de los Derechos Humanos, considera procedente solicitar a las autoridades recomendadas que giren instrucciones para que se otorgue a V1, V2, V3, V4, V5, V6, V7, V8, V9, V10, V11, V12, V13, V14, V15, V16, V17, V18, V19, V20, V21, V22, V23, V24, V25 V26 y V27 la reparacin del dao que corresponda conforme a derecho, toda vez que a la fecha de elaboracin de esta recomendacin no se advierte reparacin alguna por los daos causados por los servidores pblicos que vulneraron los derechos humanos a la libertad, a la integridad y seguridad personal, a la defensa, as como a la legalidad y a la seguridad jurdica. Con base en lo anterior, la Comisin Nacional de los Derechos Humanos formula a ustedes, general secretario de la Defensa Nacional, seora procuradora General de la Repblica, seor gobernador constitucional del estado de Baja California, seores miembros del H. Ayuntamiento de Tijuana, Baja California, respetuosamente, las siguientes: V. RECOMENDACIONES A usted, general secretario de la Defensa Nacional: PRIMERA. Instruya a quien corresponda, a efecto de que se tomen las medidas necesarias para reparar los daos a V1, V2, V3, V4, V5, V6, V7, V8, V9, V10, V11, V12, V13, V14, V15, V16, V17, V18, V19, V20, V21, V22, V23, V24 y V25, como consecuencia de la responsabilidad institucional en que incurrieron los servidores pblicos de la Secretara de la Defensa Nacional, con base en las consideraciones

planteadas en la presente recomendacin, y se enven a esta Comisin Nacional las constancias con las que se acredite su cumplimiento. SEGUNDA. Gire instrucciones a quien corresponda, a efecto de que los servidores pblicos de las fuerzas armadas en forma inmediata cesen las detenciones arbitrarias bajo una supuesta ejecucin de las solicitudes de apoyo y colaboracin en la investigacin, localizacin y presentacin formuladas por las autoridades ministeriales y exijan la debida fundamentacin y motivacin a dichas autoridades. TERCERA. Se emita una circular u ordenanza dirigida a los mandos superiores, medios y a los elementos de tropa, para que se garantice que las personas que sean detenidas por los elementos del Ejrcito Mexicano no sean trasladadas a instalaciones militares, sino que sean puestas de inmediato a disposicin de la autoridad correspondiente. CUARTA. Se giren instrucciones para que los elementos del Ejrcito Mexicano no realicen interrogatorios a las personas que detengan, y que adems se abstengan, bajo cualquier circunstancia, de utilizar y aplicar tratos crueles, inhumanos y/o degradantes, y tortura a stas, y se remitan a esta Comisin Nacional las constancias con que se acredite su cumplimiento.

QUINTA. Se colabore ampliamente con la Comisin Nacional de los Derechos Humanos en el inicio y trmite de la queja que este organismo pblico promueva ante la Unidad de Inspeccin y Contralora General del Ejrcito y Fuerza Area Mexicana, en contra de los servidores pblicos, incluyendo al personal mdico, de la Secretara de la Defensa Nacional que intervinieron en los hechos que se consignan en este caso, y se remitan a esta Comisin Nacional las evidencias que les sean solicitadas as como las constancias con que se acredite su cumplimiento. SEXTA. Se colabore ampliamente en la presentacin y seguimiento de la denuncia de hechos que este organismo nacional formule ante la Procuradura General de la Repblica para que se inicie la averiguacin previa que en derecho corresponda, por tratarse de servidores pblicos federales cuya conducta motiv

este pronunciamiento, y se remitan a esta Comisin Nacional las constancias con que se acredite su cumplimiento. SPTIMA. Se colabore ampliamente en la presentacin y seguimiento de la denuncia de hechos que este organismo nacional formule ante la Procuradura General de Justicia Militar para que en el mbito de su competencia, se inicie la averiguacin previa que en derecho corresponda, por las responsabilidades oficiales que se pudieran desprender de la conducta que motiv este pronunciamiento, y se remitan a esta Comisin Nacional las constancias con que se acredite su cumplimiento. OCTAVA. Se impartan cursos con la finalidad de verificar el cumplimiento del deber jurdico y tico de apegarse a los procedimientos de revisin mdica que la normatividad establece, sin abstenerse de describir las lesiones que observen, as como a la obligacin de denunciar ante el agente del Ministerio Pblico casos donde se presuma maltrato o tortura, para garantizar la imparcialidad y objetividad del personal mdico militar en las certificaciones de estado fsico y, hecho lo anterior, se informe a este organismo protector de derechos humanos sobre su cumplimiento. NOVENA. Instruya a quien corresponda, para que se intensifique la aplicacin Programa de Derechos Humanos S.D.N. 2008-2012, y que se dirija tanto a mandos medios como a los elementos de tropa y se generen indicadores gestin para evaluar el impacto efectivo de la capacitacin en el respeto a derechos humanos, enviando a este organismo nacional las pruebas de cumplimiento. A usted, seora procuradora general de la Repblica: PRIMERA. Se giren instrucciones a efecto de que se repare el dao ocasionado a V1, V2, V3, V4, V5, V6, V7, V8, V9, V10, V11, V12, V13, V14, V15, V16, V17, V18, V19, V20, V21, V22, V23, V24, V25 por medio del apoyo mdico y psicolgico, que permita el restablecimiento de su condicin fsica y psicolgica, y se remitan a esta institucin las pruebas de su resultado. del los de los su

SEGUNDA. Se instruya, a quien corresponda, a fin de que se ordene de manera inmediata la implementacin de medidas de proteccin y seguridad idneas en favor de V26 y se contine con las relativas a V27 mientras continua la situacin de riesgo, hecho lo cual se informe a esta Comisin Nacional. TERCERA. Se colabore ampliamente con la Comisin Nacional de los Derechos Humanos en el inicio y trmite de la queja que este organismo pblico promueva ante el rgano Interno de Control de la Procuradura General de la Repblica, en contra de los servidores pblicos adscritos a dicha dependencia, que intervinieron en los hechos que se consignan en este caso, y se remitan a esta Comisin Nacional las evidencias que les sean solicitadas as como las constancias con que se acredite su cumplimiento. CUARTA. Se colabore ampliamente en la presentacin y seguimiento de la denuncia de hechos que este organismo nacional formule ante la Procuradura General de la Repblica, a fin de que en el mbito de su competencia inicie la averiguacin previa que corresponda conforme a derecho, con motivo de las consideraciones realizadas en la presente recomendacin y se remitan a esta Comisin Nacional las constancias que le sean solicitadas. QUINTA. Se giren instrucciones a quien corresponda, a efecto de que el personal mdico y agentes de investigacin que auxilian en sus funciones al Ministerio Pblico de la Federacin sean capacitados para que toda diligencia o actuacin se practique con apego a la legalidad y respeto a los derechos humanos sin abstenerse de describir las lesiones que observen, y cumplan con la obligacin de denunciar inmediatamente casos donde se presuma maltrato o tortura. SEXTA. Se giren instrucciones a quien corresponda, a fin de que los representantes sociales de la Federacin, en los casos que se solicite un arraigo, se abstengan de pedir que el mismo se ejecute en instalaciones militares. SPTIMA. Gire instrucciones a quien corresponda, a efecto de que se comunique a las autoridades ministeriales de la Federacin que las denominadas rdenes de comparecencia, investigacin, localizacin y presentacin, se deben apegar

estrictamente al contenido 73 del Cdigo Federal de Procedimientos Penales, y utilizarse nicamente para hacer comparecer a las personas ante la autoridad ministerial, cuando stas no lo han hecho voluntariamente, previo citatorio debidamente notificado. OCTAVA. Se instruya, a quien corresponda, a fin de que se ordene, en lo conducente, a los servidores pblicos de la dependencia, para que en la implementacin del mecanismo de medidas de proteccin, se observen los principios previstos en el artculo 25 de Convencin Americana sobre Derechos Humanos, en el entendido de que la aceptacin de las medidas cautelares por parte de la autoridad destinataria, la obliga a disponer de los recursos humanos, presupuestarios y logsticos necesarios para garantizar la implementacin de medidas de proteccin adecuadas y efectivas cuando est en riesgo la seguridad personal y la vida de esas personas. Asimismo, que para tal fin se auxilien de la Gua para implementar medidas cautelares en beneficio de defensores de los derechos humanos en Mxico, emitida por esta Comisin Nacional, y se remitan a este organismo nacional las constancias con que se acredite su cumplimiento. A usted seor gobernador constitucional del estado de Baja California: PRIMERA. Se instruya a quien corresponda, a fin de que se ordene, de manera inmediata y en lo conducente, la implementacin de medidas de proteccin y seguridad idneas a favor de V26 y se contine con las relativas a V27 mientras contine el riesgo, hecho lo cual se informe a esta Comisin Nacional. SEGUNDA. Se colabore ampliamente con la Comisin Nacional de los Derechos Humanos en el inicio y trmite de la queja y denuncia de hechos que este organismo pblico promueva ante Procuradura General de Justicia del estado de Baja California en contra de los servidores pblicos estatales que intervinieron en los hechos que se consignan en este caso, y se remitan a esta Comisin Nacional las evidencias que les sean solicitadas as como las constancias con que se acredite su cumplimiento.

TERCERA. Se instruya, a quien corresponda, a fin de que se ordene, en lo conducente, que en la implementacin medidas cautelares se dispongan los recursos humanos, presupuestarios y logsticos necesarios para garantizar que stas resulten adecuadas y efectivas, a efecto de proteger la vida, integridad y seguridad de las personas destinatarias de las mismas, hecho lo cual se remitan a este organismo nacional las constancias con las que se acredite su cumplimiento. CUARTA. Se colabore ampliamente con esta Comisin Nacional en el inicio y trmite de la queja que se promueva ante la Contralora Interna del estado de Baja California, para que se inicie y resuelva conforme a derecho los procedimientos administrativos de investigacin a que se hace referencia en el captulo de observaciones de esta recomendacin, y se remitan a esta Comisin Nacional las constancias con que se acredite su cumplimiento. QUINTA. Se giren instrucciones al agente del Ministerio Pblico, adscrito a la Subprocuradura Zona Norte, Tijuana Baja California, a efecto de que durante la integracin de las averiguaciones previas 4 y 5 se considere el contenido del captulo de observaciones del presente documento, se relacione el hostigamiento y las amenazas ocurridos en perjuicio de las defensoras con el tipo de trabajo que realizan y se establezcan lneas de investigacin claras, hecho lo cual se remitan a esta Comisin Nacional las constancias con que se acredite su cumplimiento. A ustedes miembros del H. Ayuntamiento de Tijuana, Baja California: PRIMERA. Se giren instrucciones con el fin de se repare el dao ocasionado a V1, V2, V3, V4, V5, V6, V7, V8, V9, V10, V11, V12, V13, V14, V15, V16, V17, V18, V19, V20, V21, V22, V23, V24 y V25, debindose informar a esta institucin sobre el resultado. SEGUNDA. Se colabore ampliamente con la Comisin Nacional de los Derechos Humanos en el inicio y trmite de la queja y denuncia de hechos que este organismo pblico promueva ante Procuradura General de Justicia del estado de Baja California en contra de los servidores pblicos de dicho municipio que intervinieron en los hechos que se consignan en este caso, y se remitan a esta

Comisin Nacional las evidencias que les sean solicitadas as como las constancias con que se acredite su cumplimiento. TERCERA. Se instruya, a quien corresponda, a fin de que se ordene a los elementos de la Secretara de Seguridad Pblica del Municipio de Tijuana, Baja California, den cumplimiento a lo dispuesto en el artculo 21, prrafo noveno, de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos, para que durante la realizacin de funciones de seguridad pblica respeten los derechos humanos de todas las personas, hecho lo cual se remitan a este organismo nacional las constancias con las que se acredite su cumplimiento. CUARTA. Se colabore ampliamente con esta Comisin Nacional en el inicio y trmite de la queja que se promueva ante la Sindicatura del Ayuntamiento de Tijuana, en la misma entidad, para que se inicie y resuelva conforme a derecho los procedimientos administrativos de investigacin a que se hace referencia en el captulo de observaciones de esta recomendacin, y se remitan a esta Comisin Nacional las constancias con que se acredite su cumplimiento. QUINTA. Se fortalezcan los procedimientos relativos a la seleccin y reclutamiento de los funcionarios que desempean labores de seguridad pblica, considerando el perfil psicolgico y necesidades del puesto, formacin, capacitacin, adiestramiento y evaluacin, que garantice la adecuada aplicacin de la ley en materia de seguridad pblica, incluyendo el respeto a los derechos humanos. La presente recomendacin, de acuerdo con lo sealado en el artculo 102, apartado B, de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos, tiene el carcter de pblica y se emite con el propsito fundamental tanto de hacer una declaracin respecto de una conducta irregular cometida por servidores pblicos en el ejercicio de las facultades que expresamente les confiere la ley, como de obtener, en trminos de lo que establece el artculo 1, prrafo tercero, constitucional, la investigacin que proceda por parte de las dependencias administrativas o cualquiera otras autoridades competentes para que, dentro de sus atribuciones, apliquen las sanciones conducentes y se subsane la irregularidad de que se trate.

De conformidad con el artculo 46, segundo prrafo, de la Ley de la Comisin Nacional de los Derechos Humanos, les solicito a ustedes que la respuesta sobre la aceptacin de esta recomendacin, en su caso, sea informada dentro del trmino de quince das hbiles siguientes a su notificacin. Igualmente, con el mismo fundamento jurdico, se solicita a ustedes que, en su caso, las pruebas correspondientes al cumplimiento de la recomendacin se enven a esta Comisin Nacional, dentro de un trmino de quince das hbiles siguientes a la fecha en que haya concluido el plazo para informar sobre la aceptacin de la misma. La falta de presentacin de pruebas dar lugar a que se interprete que la presente recomendacin no fue aceptada, por lo que la Comisin Nacional de los Derechos Humanos quedar en libertad de hacer pblica, precisamente, esa circunstancia. EL PRESIDENTE DR. RAL PLASCENCIA VILLANUEVA