Caminando en El Espiritu
Caminando en El Espiritu
Caminando en El Espiritu
16
Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.
17
Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra
la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.
18
Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.
19
Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación,
inmundicia, lascivia,
20
idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas,
disensiones, herejías,
21
envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas;
acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que
practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
22
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad,
fe,
23
mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
24
Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y
deseos.
25
Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.
16
Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.
Andar viene del Griego PERIPATEO, pisar en todos lados, caminar en
general, en resumen PERIPATEO más que dirigirse a un lugar es nuestro
vivir.
1 Jn 5:4-5
4
Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria
que ha vencido al mundo, nuestra fe.5 ¿Quién es el que vence al mundo, sino
el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
Satanas: Efesios 6.12 12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino
contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las
tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones
celestes.
Ya Satanas fue vencido, juzgado y condenado por nuestro señor Jesucristo.
Carne: La Carne no se define como cuerpo físico, aunque hay muchos pasajes
que se refieren al cuerpo físico, este se define en el griego SARX naturalea
humana con su fragilidad física, moral y pasiones. O un ser humano como tal.
Romanos 8
1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús,
los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
2
Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del
pecado y de la muerte.
3
Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne,
Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del
pecado, condenó al pecado en la carne;
4
para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos
conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
5
Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que
son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.
6
Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es
vida y paz.
7
Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no
se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;
8
y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.
9
Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el
Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo,
no es de él.
10
Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del
pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia.
11
Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en
vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también
vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.
12
Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos
conforme a la carne;
13
porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis
morir las obras de la carne, viviréis.
14
Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de
Dios.