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1. CONCEPTO DE CONFLICTO
Hoy en día, sin embargo, consideramos que el conflicto en un rasgo inevitable de las
relaciones sociales. El problema estriba en que todo conflicto puede adoptar un curso
constructivo o destructivo y por lo tanto la cuestión no es tanto eliminar o prevenir el
conflicto sino saber asumir dichas situaciones conflictivas y enfrentarnos a ellas con
los recursos suficientes para que todos los implicados en dichas situaciones salgamos
enriquecidos de ellas. Como diría Morton Deutsch, uno de los pioneros en el campo de
la resolución de conflictos, el conflicto es como el sexo, un aspecto importante y
permanente de la vida que debería ser disfrutado y que ocurre con un razonable grado
de frecuencia. Como el sexo, siguiendo con la analogía, el conflicto evoca ansiedad,
ansiedad que puede llevar a la represión, evitación del conflicto, a una resolución
prematura, o, por el contrario, a una gratificación plena y compartida que colabora en
la adaptación y desarrollo equilibrado del individuo.
Según la formulación clásica de Max Weber, una relación social está en conflicto
cuando un actor realiza su voluntad contra la resistencia de otra parte. Para Coser
(1972) un conflicto es una lucha sobre valores, estatus, poder y recursos “en el cual la
intención de los oponentes es neutralizar, herir, o eliminar a sus rivales”. Tal y como
indican estas definiciones, y muchas similares que podríamos citar, la cosmología
social dominante sobre el conflicto lo entiende como algo que ocurre cuando dos o
más partes compiten entre ellas para asegurarse un resultado que es mutuamente
excluyente. Además, tal y como nos sugieren las definiciones de Weber y Coser, hay
una clara tendencia a percibir el conflicto como algo destructivo.
A pesar de que ésta concepción dominante del conflicto impregna toda la cultura
occidental, hay cada vez más ejemplos, dentro de la más reciente investigación sobre
el conflicto, que nos aporta conocimiento complementarios muy importantes. En
particular, nos interesan las aportaciones realizadas por el trabajo de John Burton
(relaciones internacionales), Johan Galtung (investigación sobre la paz), y distintos
enfoques dentro de la psicología.
John Burton) puede ser considerado como el enlace entre la investigación sobre el
conflicto y la Investigación Sobre la Paz propiamente dicha, ya que se centra en el
conflicto, pero no en su eliminación, sino en su control y resolución, pues estima que el
Como resultado de su trabajo, Burton sugiere una definición más precisa de las
palabras disputa y conflicto, así como una distinción entre “acuerdo” y “resolución”.
Además, añade una nueva dimensión al proceso de manejo del conflicto introduciendo
el concepto de “prevención”.
De acuerdo con Burton una disputa es una situación en la que los asuntos de
divergencia son negociables, el compromiso es posible, y no se considera necesario
alterar las instituciones y estructuras. Son rasgos normales y constructivos de la vida
social. Por el contrario, el conflicto esta enraizado profundamente en las necesidades
humanas. Implica asuntos que no son negociables, necesidades humanas sobre las
cuales no se puede llegar a ningún compromiso. Resulta en comportamientos que
destruyen –o tienen el potencial de destrucción- a las personas, propiedades y
sistemas. Burton considera esta distinción entres disputas y conflictos como de vital
importancia, aunque en ocasiones ambas se encuentran relacionadas, como en los
casos en los que las disputas son síntomas de conflictos subyacentes.
De acuerdo con Johan Galtung (1969, 1980, 1988, 1989ª, 1989b) hay dos tipos básico
de conflictos. Los conflictos directos que ocurren “sobre valores claramente articulados
entre actores conscientes y planificadores de estrategias”; y conflictos estructurales
que ocurren entre partes “sobre intereses empotrados en la estructura social –partes
que, en cierto sentido, pueden, incluso, no saber lo que está ocurriendo” (1989b, p.4).
Par Galtung el “triángulo del conflicto” supone tres elementos: los aspectos
actitudinales, los aspectos comportamentales, y el conflicto mismo, o situación de
conflicto. El aspecto actitudinal del conflicto puede dividirse en dos partes: la emotiva y
la cognitiva. El rasgo más importante del aspecto cognitivo en la construcción de las
imágenes de Uno-Otro, implicando diferencias significativas entre ambas imágenes. El
aspecto emotivo refuerza el cognitivo mediante mecanismos que simbolizamos en Yo-
amado, Otro-odiado. El aspecto comportamental del conflicto se construye sobre el
actitudinal y lleva a la polarización comportamental y a la facilidad y disponibilidad de
adoptar comportamientos destructivos. Sin embargo, mientras que las actitudes y
comportamientos se refuerzan mutuamente, constituyen sólo los preliminares del
análisis real del conflicto. El conflicto, la situación de conflicto, según Galtung es una
incompatibilidad que ocurre dentro de un sistema basado en la persecución de
objetivos. Estos objetivos incluyen las necesidades, valores, e intereses, aunque “los
conflictos básicos implican necesidades humanas básicas” (1989ª, p.41).
Situación
Comportamiento Actitudes
Coerción Cognitivo:
Violencia Imágenes
Competición Emotivo:
Autodestrucción Evaluación
Aunque en los próximos apartados vamos a presentar con más detalle la perspectiva
psicológica del conflicto, aquí comentaré algunas ideas que los psicólogos –al margen
de sus orientaciones y teorías particulares- han aportado a la comprensión general del
conflicto, en esta línea relativa a las necesidades humanas, que venimos comentando.
El interés por la identificación de las necesidades humanas, como parte del intento por
entender la naturaleza humana, ha sido objetivo continuo de la psicología a través de
su historia. Este objetivo ha sido especificado de distintas formas en la literatura
psicológica –p.e., “instintos”, “deseos”, “motivos”, “impulsos”, etc… -pero sea cual sea
su formulación, su importancia, según Otto Klinberg, es incuestionable, ya que el
fracaso en la satisfacción de las necesidades humanas <levaría, inevitablemente, a la
infelicidad y a la frustración como mínimo, a veces a la patología física o mental, y en
casos extremos, incluso, a la muerte” (citado en Burrowes, 1996, p.69).
De acuerdo con la mayoría de los psicólogos que estudian el conflicto, como por
ejemplo Herbert Kelman (1986), los factores psicológicos contribuyen a la
perpetuación y escalada de los conflictos, y no pueden ser separados de las
condiciones objetivas subyacentes. Así, un conflicto político puede ser solucionado a
nivel político por medio de procesos políticos, pero la superación de las barrera
psicológicas presentes ofrece un nuevo terreno que llevará a una resolución estable.
Dadas todas estas distorsiones asociadas al conflicto, cabe preguntarse si hay alguna
posibilidad de que sean corregidas. De acuerdo con White (1982) la empatía, es el
gran corrector de muchas distorsiones. La empatía, a diferencia de la simpatía, no
implica afecto o aprobación, sino que supone una comprensión realista de los
pensamientos y sentimientos de los otros. Sin embargo, tal y como puntualiza Jarvis
(1976), dada la dificultad de percibir adecuadamente la perspectiva del otro, es
necesario empatizar con una variedad de puntos de vista. Además, puntualiza que hay
distintas formas de minimizar las distorsiones, p.e., haciendo los valores y creencias
más explícitos, exponiendo las suposiciones implícitas a mayor escrutinio, potenciando
la formulación y consideración de imágenes alternativas, sometiendo las perspectivas
existentes a la consideración de evaluadores independientes, e incrementando la
conciencia de cómo los procesos de percepción lleva a cometer errores comunes. Sin
ninguna duda, un buen proceso de resolución de conflictos debe tener en cuenta todas
estas consideraciones.
De acuerdo con distintos autores (p.e., Rubin y Pruitt, 1986, Rubin, Pruitt y Kim, 1994)
hay cinco estrategias de afrontamiento del conflicto (veremos esto con más detalle en
una próxima sección): pasividad, abandono, confrontación, cesión, y solución de
problemas. Está claro que es bastante improbable que la pasividad, el abandono y la
cesión, puedan llevar a la resolución de los conflictos; la evidencia indica que la
confrontación -estrategia basada en “dureza”, “enfrentamiento”, “competición”,
“negociación posicional”, no es la mejor, ya que, aunque parezca ser efectiva, en raras
ocasiones lleva a un resultado estable ya que no se dirige a todos los problemas que
están en juego.
https://www.youtube.com/watch?v=tkFolSP1sHg
El conflicto es ubicuo, está por todas partes, un modo de clasificar el conflicto es por
niveles, habitualmente se distinguen cuatro niveles (Lewicki, Litterer, Minton y
Saunders, 1994):
Conflicto interpersonal. Este tipo de conflictos ocurre entre las personas individuales:
marido y mujer, jefe y subordinado, hermanos, etc… La mayor parte de la teoría sobre
negociación, mediación, se refiere a la resolución interpersonales, aunque la mayoría
de conocimientos se pueden aplicar al resto de niveles que mencionamos a
continuación.
Los conflictos de Información. Se dan cuando a las personas les falta la información
necesaria para tomar decisiones correctas, están mal informadas, difieren sobre qué
información es importante, interpretan de modo distinto la información, o tienen
criterios de estimación discrepantes. Algunos conflictos de información pueden ser
innecesarios, como los causados por una información insuficiente entre las personas
en conflicto. Otros conflictos de información pueden ser auténticos al no ser
compatibles la información y/o los procedimientos empleados por las personas para
recoger datos.
Substancial
Triángulo de satisfacción
PERSONAS
PROCESO PROBLEMA
Estructura del conflicto (Lederach, 1989)
Este elemento de la estructura del conflicto incluye tanto a las personas implicadas en
el conflicto, ¿quién está involucrado?, como a los electos psicológicos tales como los
sentimientos, emociones, autoestima, percepciones individuales, y conceptualización
del problema y personas, por parte de los implicados en el conflicto.
En segundo lugar, debemos dirigir nuestra mirada hacia los aspectos más
estrictamente psicológicos. Debemos tener en cuenta que cada persona involucrada
en un conflicto tiene valores, intereses, necesidades, y una perspectiva sobre el
problema que motivan y encauzan sus acciones. Además, su perspectiva se forma de
acuerdo a como le afectó lo sucedido; cuando se explica la propia perspectiva,
siempre se mezclan los sentimientos con los hechos.
3.2.2. Proceso
B. La comunicación.
3.2.3. El problema
Hace referencia a las diferencias y asuntos que enfrentan a las personas. Los
problemas pueden ser de distinto tipo, tal y como hemos visto en el círculo del conflicto
–diferentes valores, diferentes puntos de vista sobre como tomar las decisiones,
incompatibilidad de necesidades o intereses, diferencias en torno al uso y distribución
de recursos limitados (tierra, dinero, tiempo), etc… Frecuentemente, nos referimos a
este aspecto como las raíces “reales” que causan el conflicto, con respecto a las
cuales la gente tiende a desarrollar posiciones a las que se apega.
C. Análisis de los recursos existentes que puedan regular las diferencias esenciales:
ACTIVIDAD
Psicológicamente, resulta bastante evidente por qué esta dinámica del conflicto
facilita el paso de tácticas suaves a tácticas duras y no viceversa, ya que las parte
consideran que se interpretaría como debilidad el hecho de que después de utilizar
la coerción y la intimidación nos desplazáramos a tácticas más suaves.
Supongamos que todas las cartas de la figura 1.6., tienen un número por un lado y una
letra por el otro, y alguien te dice: “Si una carta tiene una vocal por un lado, entonces
tiene un número par por el otro”, ¿Qué carta deberías dar la vuelta para comprobar si
es cierta dicha afirmación? (Plous, 1993).
47
Como es obvio, una vez que el conflicto estalla, estos tres tipo de selección perceptiva
-evaluación selectiva del comportamiento, búsqueda de la evidencia confirmatoria y
distorsión atribucional- harán que el conflicto escale con facilidad y se difícil una
marcha atrás.
Sin embargo, hay otra variante del mecanismo, en la que la profecía se cumple porque
la otra parte no hace nada para contradecir las expectativas de uno. En esta variante,
las concepciones previas de una parte son confirmadas por la ausencia del
comportamiento del otro, Imaginémonos la siguiente situación. Te encuentras en una
fiesta cuando súbitamente observa a una persona que parece reservada y se
encuentra sentada a parte del resto de la gente. Tu hipótesis es que es persona es
poco amistosa, arrogante, y engreída. La verdad es que es muy tímida, pero tú no o
sabes. No le diriges la palabra, y ella tampoco te la dirige a ti. Cuando termina la
velada estás convencido de que es un auténtico engreído. Esta es quizás, la forma
más perniciosa de la profecía auto cumplida fuera del proceso. Hay muchos ejemplos
de este tipo de profecías auto cumplidas tanto en las relaciones interpersonales como
en las internacionales. Piensa en alguno de ellos.
4.4. ENTRAMPAMIENTO
Con el objeto de entender mejor la dinámica del apego a los compromisos y del
entrampamiento en cursos de acción cada vez más intensos, consideramos dos
fenómenos muy conocidos en la literatura de toma de decisiones: el juego de la
subasta del dólar y el efecto del coste invertido.
El juego de la subasta del dólar, fue presentado por primera vez por un profesor de la
Universidad de Yale Martin Shubik (1971), e investigado en profundidad por Allan
Tejer (1980). En una de sus posibles formulaciones dice de la manera siguiente:
“Imagínate que estás en una habitación con tras treinta personas. Alguien en la
tarima de la clase toma un billete de 2000 pts de su bolsillo y dice lo siguiente.
Voy a subastar un billete de 2000 pts, cada uno de vosotros es muy libre de
participar en la subasta o simplemente mirar. Podéis realizar todas las ofertas
que queráis en múltiples de 100 pts., hasta que nadie más puje, en cuyo
momento la persona que haya pujado más alto, pagara el precio de la puja y se
llevara las 2000 pts. La única diferencia entre esta subasta que os propongo y
una tradicional, es que l asegunda puja más alta deberá pagar también el precio
Los especialistas han jugado este juego miles de veces, tanto en seminarios, sesiones
de entrenamiento, como en el ámbito universitario, pero el patrón es, más o menos,
siempre lo mismo. La subasta empieza muy rápidamente subiendo el precio de la puja
casi inmediatamente entre 1200 y 1600 pts. en este momento, todos menos los dos
pujadores más altos, abandona la subasta. En este momento, los dos últimos
participantes de la subasta, sienten que están atrapados. Si uno ha ofrecido 1600 pts,
y el otro 1700, el pujador de 1600 se encuentra ante una disyuntiva. Puede subir la
puja a 1800 o aceptar una pérdida de 1600. En general, seguir pujando, con la
esperanza de que el otro abandone, parece más atractivo que una pérdida segura de
1600, por lo que en general, seguiríamos pujando. Cuando las pujas son de 1900 y
2000 pts., la lógica de ofrecer 2100 es muy similar a las de las decisiones previa,
podemos aceptar una pérdida de 1900, o seguir, esperando reducir perdidas. Por
supuesto, cuando la barrera supera los 2000 pts, el resto de compañeros comienzan a
reírse y hacer comentarios jocosos. Obviamente, lo pujadores están actuando
irracionalmente.
Este juego, que a veces no lo es tanto, puesto que produce tensión, escalando, en
ocasiones las pujas a límites que fríamente pueden resultar insospechados –no es
raro encontrar pujas de 25000 y 30000 pts, por un billete de 2000 pts., tiene cuatro
reglas sencillas, que mencionamos por si algún lector escéptico quiere probar el juego
con un grupo de amigos:
La situación puesta en manifiesto por el juego de la subasta del dólar, ilustra lo que
denominamos escala irracional del conflicto, que se produce cuando continuamos con
los cursos de acción previamente seleccionados, mucho más allá de lo que un análisis
irracional recomendaría. En estas situaciones, deberíamos reconocer que nuestra
inversión de dinero, tiempo, o cualquier otro recurso, es algo perdido, y que no debe
afectar a las decisiones que adoptemos sobre nuestro comportamiento futuro. Nuestro
punto de referencia debe ser el presente, debemos considerar nuestras alternativas
evaluando sólo los costes y beneficios relacionados con el futuro.
4.5. ESTANCAMIENTO
Rubin, Pruitt y Kim (1994) consideran que hay, fundamentalmente, cuatro razones que
pueden producir el estancamiento del conflicto: el fracaso de las tácticas competitivas,
el agotamiento de los recursos necesarios, la pérdida de apoyo social, y la
inaceptabilidad de los costes.
En el pasado, hemos podido utilizar tácticas competitivas con relativo éxito, pero
llegado un momento, estas tácticas pierden se efectividad. Esto puede ocurrir o bien
porque hemos abusado tanto de las amenazas y chantajes que finalmente dejan de
ser creíbles, o bien por que el otro a lo largo del tiempo, ha aprendido a anticipar
nuestras tácticas y neutralizarlas antes de que consigamos obtener el objetivo
propuesto.
Relacionado con el agotamiento de recursos está el hecho de que las partes se vean
forzadas al estancamiento debido a la falta de apoyo social. Muchas veces, las partes
en conflicto dependen del apoyo de la gente a la que representan, o que les apoya a la
hora de mantener una disputa. Por lo tanto, frecuentemente, el conflicto en escalada
llega a un estancamiento debido a que las partes no son capaces de asegurar el
apoyo del grupo del que necesitan para preservar en el conflicto.
ACTIVIDAD
4.6. LA DESESCALADA
Cuando las dos partes se hacen conscientes de que el conflicto ha alcanzado un límite
intolerable, y de que es deseable que termine lo antes posible, se enfrentan a un
dilema complicado. ¿Qué hacer para salir del estancamiento y dar solución a la
situación? Las partes son conscientes de que con sus propias fuerzas no son capaces
de conseguir sus objetivos, por otra parte han invertido demasiado en el conflicto como
para dejarlo así como así. ¿Cederemos y perderemos todo quedando humillados y
perdiendo la cara?, o ¿abandonaremos, que es como capitular? Normalmente, ambas
soluciones son inadmisibles.
Por otra parte, se han dado cuenta de que existe una interdependencia con el otro, y
que necesita de él para avanzar en la solución del problema. Estamos en un punto
muerto en el que ninguna de las partes puede avanzar. Todos son conscientes de que
se debe empezar a solucionar el problema, de que dependemos del otro, y de que
ambos estamos en la misma situación. Pero, por otra parte, temen que si se mueven
demasiado enérgicamente en la dirección del acuerdo, pueden perder imagen y
parecer débiles. Todo sería más fácil si el otro empezara también a moverse en la
misma dirección. Hay una serie de estrategias que tanto una parte, las dos partes, o la
intervención de una tercera parte, pueden poner en marcha para facilitar este
desbloqueo.
Cuando se da este caso, uno puede hacer concesiones unilaterales, que no requieren
la aprobación del otro, con el objetivo de mostrarle que ha llegado el momento de
cooperar y comunicarse. Osgood (1962, 1966), diseñó una estrategia de iniciativas
conciliatorias que puede ser usada en este .Este procedimiento debe seguir unas
reglas sumarizadas por Lindskold.
1. Las iniciativas de las partes deben ser anunciadas con antelación, en un esfuerzo
por reducir la tensión.
2. Cada iniciativa debe ser explicada como parte de esta serie.
3. Se debe observar el plan anunciado.
4. Se debe invitar al otro a ser recíproco en cada iniciativa.
Mientras que las decisiones judiciales producen resultados en los que unos pierden y
otros ganan, la adopción de métodos de RAC puede tener como resultado soluciones
en las que todos ganan y esto permite obtener beneficios en el largo plazo. Qué
alternativas
Sería la más adecuada para cada negociación dentro del “menú” de opciones de RAC
depende de las circunstancias específicas y del contexto del conflicto que se trate.
1.1. NEGOCIACIÓN
Para resumir, diremos que la palabra negociación la podemos vincular con los
siguientes conceptos:
Proceso
+
Partes interesada
+
Conflictos de intereses entre las pares
+
Beneficios individuales y colectivos
+
Oportunidad para realizar concesiones
+
Acuerdo para realizar concesiones
+
Acuerdo de partes
No podríamos decir que esta pregunta es tan vieja como la que provine de liderazgo,
pero encuentra los mismos matices en cuanto a su respuesta. Ha habido mucha
discusión acerca de los lideres nacen o se hacen, y lo mismo cabe de los
negociadores.
Los negociadores nacen, pero también se hacen. Si bien existen ciertas condiciones
naturales, también existe la vocación, esta proviene de la palabra latina vocare que,
significa “llamar”: es un llamado, es el deseo de emprender una carrera o una
profesión. De alguna manera, representa un predisposición natural, una forma de
expresar la personalidad frente a un trabajo, a un estudio o actividad; y los cristianos la
vinculan con el destino de la personas.
Por eso puede haber personas naturalmente adaptadas para negociar que no sientan
la vocación, y otras, que si pero necesitan prepararse y capacitarse para ello.
Los aspectos internos están vinculados con nosotros, con nuestra creencia y
nuestras limitaciones mentales.
A. GERENTE 1: Otra vez llegas tarde, tienes una tarjeta amarilla. ¿sabes con quien
estás hablando, no? Bueno. ¡la próxima es roja! Tómalo bien en cuanta, ¡si vuelve a
ocurrir voy a actuar con todo el peso de mi cargo, y la vas a pasar mal!
B. GERENTE 2: -Otra vez llegas tarde, te sugiero que corrijas esta costumbre, lo digo
por tu bien, eres un excelente profesional, ¿para qué manchar tu legajo por algo
así? Sabes que tengo una responsabilidad aquí y tengo que actuar en
consecuencia, no obstante ello quiero hablarte de colega a colega, te aseguro que
te ira mucho mejor si resuelves este punto. Ahora, por favor, recuerda lo que te
acabo de decir. Si puedo ayudarte con esto no tienes más que pedírmelo. Quiero
darte una oportunidad y confiar en ti.
Existen buenos y malos negociadores no sólo por los resultados que obtienen sino por
la forma de conseguirlos. El concepto de buen negociador no es relativo y no se basa
exclusivamente en el logro de un resultado final.
El buen negociador se identifica por su conducta aparente y por el método que emplea
en el proceso y se mide por la consecución de resultados objetivos, cifrados en
acuerdos que permiten maximizar el beneficio esperado para ambas partes.
Son buenos negociadores aquéllos que consiguen conciliar al máximo sus intereses
con los del interlocutor, logrando los objetivos sin “derrotar” a nadie, y, por lo tanto,
manteniendo tendidos los puentes para nuevos acuerdos satisfactorios.
Estas conductas vienen a formar una estrella de ocho puntas que adorna los galones
del negociador eficaz.
1. Preparación.
IDENTIFICAR LAS NECESIDADES E INTERESES
- Lo tangible e intangible (por debajo)
- Lo subyacente puede ser fundamental en negociaciones integrativas no así en
las distributivas.
DETERMINAR LOS OBJETIVOS
- Para cada una de las cuestiones de la negociación.
- La naturaleza de los objetivos define el tipo de negociación.
- Distinguir entre objetivos: ESENCIALES Y DESEADOS.
- bjetivos agresivos
- Objetivos competitivos
- Objetivos cooperativos
- Objetivos individualistas
- Objetivos defensivos
EVALUAR LAS DEBILIDADES Y LOS PUNTOS FUERTES
- Ver debilidades y preparar respuestas.
- Independencia total, dependencia mutua, dependencia desigual, dependencia
unilateral.
DESARROLLAR ARGUMENTOS DE APOYO
- En las distributivas datos que apoyen la posición.
- ¿Qué hechos me apoyan? ¿con quién puedo consultar? ¿Necesito ayudas
técnicas?
CONOCER NUESTROS LÍMITES
- Oferta inicial y meta.
ANALIZAR A LA OTRA PARTE
- sus objetivos
- necesidades e intereses
- alternativas.
- recursos
- reputación y estilo negociador
- tácticas, estrategias, tomas de decisiones
ELECCIÓN DE LA ESTRATEGIA
- Acomodar
- Competir
- Evitar
Si la oferta inicial esta fuera de la zopa puede ser ofensivo y cerrar la negociación.
A partir de la oferta inicial, el adversario responde con una contraoferta o nos pide
que modifiquemos lo que para él es inaceptable.
https://www.youtube.com/watch?v=qTGJ7ckp83o
Alejandro Hernández nos desvelará las herramientas de negociación que utilizan los más
grandes negociadores del mundo: ¡los niños! Personas pequeñas, sin autoridad ni poder,
que viven en un mundo dirigido por los mayores. ¿Cómo se las arreglan los niños para
conseguir lo que quieren? ¿Cómo negocian en un mundo en el que el poder lo tienen los
adultos? ¡Aprendamos de los niños!
Estos dos tipos de actitudes extremas, a la hora de negociar, dan lugar a otros tantos
tipos de negociaciones, las que denominaremos en lo sucesivo Negociaciones
Competitivas y Negociaciones Colaborativas. Basándonos en esta simple
diferenciación, profundizaremos un poco más en el conocimiento de ellas.
Características:
Por tanto, bien merece dedicar algo de tiempo a establecer el plan de concesiones
propio antes de empezar a negociar. Los criterios que conviene aplicar, son los
siguientes:
El manual Harvard Business Press. Serie Pocket Mentor, propone una serie de
tácticas aplicables, teniendo en cuenta los tipos de negociaciones:
• Use el tiempo como herramienta de negociación. Fije una fecha límite para cualquier
propuesta de compra. De lo contrario, tal vez el vendedor lo haga esperar a la
espera de otra oferta mejor.
• Ofrezca varias propuestas y considere paquetes de opciones. Ofrezca al menos dos
propuestas y, cuando sea posible, paquetes de opciones. Por ejemplo, podría
ofrecer US$18.000 por un paquete que incluya velero y remolque o US$6.000 por el
velero solo. Al plantear opciones, la otra parte no se sentirá atrapada en un
ultimátum. Posiblemente esta última compare las propuestas entre sí en lugar de
hacerlo en relación con las metas originales y eso puede ser ventajoso para usted.
• Aproveche, pero no se deje atrapar por el poder de lo que es justo y legítimo. A
nadie le gusta que se aprovechen de él. Muchas veces las conversaciones fracasan
cuando una de las partes está convencida de ser justa y de que la otra no lo es. Lo
que a usted le parece justo depende de gran medida de su punto de vista. Si la otra
parte mantiene una posición que usted considera injusta, pregúntele: “¿Qué le hace
pensar que suposición es justa?”. Luego, después de manifestar que comprende el
punto de vista de la otra parte, explique por qué esa posición le parece injusta.
• Recurra a criterios externos y a indicadores de sentido común que legitimen su
postura. Por ejemplo, “El precio solicitado de $20.000 por metro cuadrado por un
local minorista en la planta baja, ubicado en el sector comercial del centro de la
ciudad, parece excesivo. Sé, por ejemplo que tres locales similares a dos cuadras de
su propiedad se alquilaron hace poco en menos de $17.000 por metro cuadrado”.
• Dé señas de su interés en cerrar el trato. Haga saber a la contraparte cuándo usted
esté cerca de un trato aceptable para que no espere muchas más concesiones.
https://www.youtube.com/watch?v=FaYKG0kPVck
¿Por qué?
Estos cuatro puntos definen un método directo de negociación que puede usarse en
casi cualquier circunstancia. Cada punto trata un elemento básico de la negociación, y
sugiere lo que debe hacerse.
Las personas:
Las Opciones:
Los Criterios:
Cuando los intereses son directamente opuestos, el negociador puede ser capaz de
obtener un resultado favorable: sencillamente, siendo terco. Ese método tiende a
premiar la intransigencia y a producir resultados arbitrarios. Sin embargo, ese tipo de
negociador puede enfrentarse, insistiendo en que lo que él diga no es suficiente y que
el acuerdo debe reflejar algún criterio justo, independiente de la sola voluntad de cada
parte. Esto no significa que se deba insistir en que los términos se basen en el criterio
que usted seleccione, sino solamente que el resultado se rija por algún criterio justo,
tal como el valor en el mercado, la opinión de un experto, la costumbre, o la ley. La
discusión de estos criterios, más que lo que las partes están dispuestas a hacer o no
hacer, conducirá a que ninguna de ellas tenga que ceder ante la otra; ambas pueden
acoger una solución justa. De ahí el cuarto punto básico: insista en criterios objetivos.
Las cuatro proposiciones básicas de la negociación según principios son relevantes
desde el momento en que usted empieza a pensar en la negociación hasta el
momento en que se llega a un acuerdo o en que usted decide desistir.
Percepción:
Emoción:
Comunicación:
Tanto los intereses compartidos como los intereses diferentes pero complementarios,
pueden ser las bases de un acuerdo prudente
La ventaja de analizar las posiciones para encontrar los intereses subyacentes está
clara. Como hacerlo es menos claro. Por lo general, una posición es concreta y
explícita; pero los intereses subyacentes pueden ser implícitos, intangibles, y tal vez
inconsistentes. ¿Cómo se procede para comprender los intereses que entran en una
negociación, recordando que entender los intereses de la otra parte es por lo menos
tan importante como comprender los propios?
Pregunte: “¿Por qué?” Una técnica básica es ponerse en el lugar del otro.
Pregunte: “¿Por qué no?” Piense sobre la opción del otro. Una de las maneras más
útiles de descubrir los intereses es identificar primero la decisión básica que la otra
parte probablemente cree que usted le está pidiendo, y después preguntarse por qué
no la han tomado. ¿Cuáles son los intereses que le impide hacerlo? Si usted quiere
que cambien de opinión, debe empezar por descubrir qué opinión tienen en la
actualidad.
Si usted quiere que la otra parte tenga en cuenta sus intereses, explíquele cuáles son.
Si usted va al médico con un dolor terrible de úlcera, no espere que el médico le recete
algo apropiado si lo que usted le dice es que tiene un ligero dolor de estómago. Hacer
que la otra parte comprenda exactamente la importancia y la legitimidad de sus
intereses es parte importante de su trabajo.
Una sugerencia es que sea específico. Los detalles concretos no solamente hacen
que su descripción tenga credibilidad, sino que producen impacto.
Uno de los fines para hacer que la otra parte tenga en cuenta los intereses de usted,
es establecer la legitimidad de éstos. Quiere que los otros no sientan que usted los
está atacando personalmente, sino que se den cuenta que su problema requiere
atención. Necesita convencerlos de que ellos se sentirían lo mismo si estuvieran en el
lugar de usted. “¿Usted tiene hijos? Entonces que haría en mi lugar si…”
Cada uno de nosotros tiende a preocuparse tanto por sus propios intereses, que
presta poca atención a los intereses de los otros.
Las personas escuchan con más atención si sienten que usted las ha comprendido.
Propenden a pensar que aquellos que las comprenden son personas inteligentes y
amables cuyas opiniones vale la pena escuchar.
Será mejor para sus intereses si habla sobre a donde le gustaría ir, que si habla sobre
de dónde viene. En lugar de discutir con la otra parte sobre el pasado –sobre los
costos del último semestre (que fueron demasiado altos), o el rendimiento de ayer
(que fue inferior a lo esperado)- hable sobre lo que quiere que suceda en el futuro. En
lugar de pedirles que justifiquen lo que hicieron ayer, pregúnteles, “¿Quién debe hacer
tal cosa mañana?”.
En una negociación es necesario saber para dónde va y al mismo tiempo estar abierto
a nuevas ideas.
Para convertir sus intereses en opciones flexibles, pregúntese: “Si mañana la otra
parte estuviera de acuerdo conmigo, ¿sobre qué es lo que quiero que estemos de
acuerdo? Para mantener la flexibilidad, trate cada opción que formule como
simplemente ilustrativa. Piense en términos de más de una opción que pueda
satisfacer sus intereses. El concepto clave es “la especificad ilustrativa”.
Es mejor ser duro. Quizá lo mejor no sea comprometerse con su posición, pero es
necesario comprometerse con sus intereses. Aquí es donde debe emplear su energía
agresiva en una negociación. Dos negociadores que defienden enérgicamente sus
intereses, con frecuencia se estimularán mutuamente para ser creativos en la
búsqueda de soluciones mutuamente ventajosas.
a) Juicios prematuros;
b) La búsqueda de una sola respuesta;
c) El supuesto de que el pastel es de tamaño fijo;
d) La creencia de que “la solución del problema de ellos es de ellos”
C. El supuesto de un pastel de tamaño fijo: Una tercera explicación de por qué puede
haber tan pocas opciones en discusión, es que cada parte siente que la situación es
esencialmente todo/ o nada -o yo obtengo lo que está en discusión, o lo obtiene el
otro.
D. La solución del problema de ellos, es problema de ellos: por último cada parte se
preocupa solamente por sus inmediatos intereses. Para que un negociador logre un
acuerdo que satisfaga sus propios intereses, es necesario que encuentre una
solución que también sea atractiva desde el punto de vista de los intereses de la
otra parte.
Una tormenta de ideas tiene como objeto producir tantas ideas como sea posible para
solucionar el problema. No existe una única manera de realizar una tormenta de ideas.
Más bien, usted debe acomodarla a sus necesidades y recursos. Al hacerlo, puede ser
útil tener en cuenta las siguientes indicaciones.
1. Defina su propósito.
2. Seleccione unos pocos participantes.
3. Modifique el ambiente.
4. Diseñe un ambiente informal.
5. Seleccione un facilitador.
1. Acomode a los participantes uno al lado del otro, y frente al problema: las personas
que se encuentran frente a frente tienden a responder personalmente y a entrar en
un diálogo o discusión; las que se sientan una al lado de la otra en un semicírculo
de asientos, de frente a un tablero, tienden a responder al problema que se
especifica allí.
2. Aclare las reglas, incluyendo la regla de que no se critica.
3. Suministren las ideas.
4. Registre las ideas de manera que todos las vean.
Piense en la idea de una tormenta de ideas con la otra parte. Es más difícil de realizar
por el riesgo de decir algo que perjudique sus intereses, a pesar de las reglas
establecidas en la sesión de tormenta de ideas. Puede revelar información confidencial
sin darse cuenta o conducir a la otra parte a creer que una opción que usted inventó
es un ofrecimiento. Sin embargo, tormentas de ideas conjuntas tienen la gran ventaja
de producir nuevas ideas que tienen en cuenta los intereses de todos los asociados,
de crear un clima de solución común de problemas, y de hacer que cada una de las
partes tome conciencia de las preocupaciones de la otra.
Aun independientemente del interés común de evitar pérdidas conjuntas, casi siempre
existe la posibilidad de ganancias conjuntas. Estas pueden consistir en el
establecimiento de relaciones mutuamente ventajosas, o en la satisfacción de los
intereses de ambas partes con una solución creativa.
Identifique los intereses comunes. Es obvio que en teoría los intereses comunes
ayudan a llegar a un acuerdo. Por definición, la invención de una idea que tiene en
cuenta los intereses comunes es buena para usted y buena para ellos. En la práctica,
sin embargo, el asunto es menos claro. En la negociación sobre un precio, los
intereses comunes pueden no ser ni obvios ni relevantes.
En casi todos los casos, su propia satisfacción depende en gran medida de lograr que
la otra parte quede lo suficientemente contenta como para querer cumplir un acuerdo.
Deben recordarse tres cosas sobre los intereses comunes:
Por lo general es más fácil, por ejemplo, abstenerse de hacer algo que no se está
haciendo, que detener algo que ya está en marcha. Y es más fácil suspender algo que
se está haciendo, que iniciar algo enteramente nuevo. Si los empleados quieren oír
música en el trabajo, será más fácil para la empresa convenir en que durante unas
semanas no interferirá un programa experimental dirigido por los empleados, que
acordar en dirigir ese programa.
Cualquiera que sea el método de negociación que usted utilice, es mejor prepararlo
con anticipación. Esto es cierto respecto a la negociación de principios. Por eso es
conveniente identificar algunos criterios objetivos de antemano, y pensar cómo sería la
aplicación en su caso.
• Criterios equitativos: hay más de un criterio objetivo disponible como base para un
acuerdo.
• Los criterios objetivos: deben no solo ser independientes de la voluntad, sino
también ser legítimos y prácticos. Los criterios objetivos deben ser aplicables, por lo
menos en teoría, a ambas partes. En esta forma, se puede utilizar la prueba de
aplicación recíproca para saber si el criterio propuesto es equitativo e independiente
de la voluntad de ambas partes.
• Procedimientos equitativos: Para lograr un acuerdo que sea independiente de la
voluntad, se pueden usar, o criterios equitativos para juzgar el asunto de fondo, o
procedimientos equitativos para resolver los intereses en conflicto. Piense, por
ejemplo, en la tradicional manera de dividir un bizcocho entre dos niños: el uno lo
corta, y el otro escoge. Ninguno de los dos puede quejarse de que la repartición fue
injusta.
Una variación del procedimiento "el uno corta y el otro escoge", es que las partes
negocien lo que creen es un acuerdo equitativo antes de decidir qué papel va a
desempeñar cada una en su cumplimiento. Por ejemplo, en un divorcio, antes de
decidir quién ha de recibir la custodia de los niños, los padres pueden acordar cuáles
serían los derechos de visita de uno de ellos. Esto ayuda a obtener derechos de visita
que ambos consideren equitativos.
Una vez que se han identificado algunos criterios y procedimientos objetivos, ¿cómo
se procede a discutirlos con la otra parte?
Si usted está negociando la compra de una casa, puede empezar diciendo: "Mire,
usted quiere que el precio sea alto y yo quiero que sea bajo. Tratemos de ver cuál
sería el precio justo. ¿Qué criterios objetivos serían los más relevantes?" Usted y la
otra parte pueden tener intereses conflictivos, pero ahora ambos tienen una meta
común: determinar cuál sería el precio justo.
Primero póngase de acuerdo sobre los principios. Antes de empezar a discutir los
posibles términos, es buena idea ponerse de acuerdo sobre el criterio o los criterios
que se van a usar.
Cada criterio propuesto por la otra parte se convierte en una palanca que más tarde
usted puede usar para persuadirlos.
Cuando cada parte está proponiendo un criterio diferente, busque una base objetiva
para decidirse, como qué criterio han utilizado antes las partes o cuál se utiliza más
comúnmente. Así como el problema mismo no debe solucionarse con base en la
voluntad, tampoco debe decidirse así el asunto del criterio que se utilizará.
Si en verdad la otra parte no cede y no presenta una base persuasiva para afianzar su
posición, entonces se acaba la negociación.
La razón para negociar es obtener algo mejor de lo que se obtendría sin negociar.
¿Cuáles son esos resultados? ¿Cuál es su MAAN: su mejor alternativa para negociar
un acuerdo?
"Primero negociemos y veamos qué sucede. Si las cosas no salen bien, entonces
pensaré en algo". Pero para negociar con prudencia es absolutamente necesario tener
por lo menos una respuesta tentativa para esa pregunta. El que usted llegue o no
llegue a un acuerdo en una negociación, depende enteramente de lo atractiva que sea
la mejor alternativa.
Mientras mejor sea su MAAN, mayor será su poder. La gente cree que el poder de la
negociación está determinado por los recursos tales como la riqueza, las conexiones
políticas, la fuerza física, los amigos, y el poderío militar. En realidad, el poder relativo
de negociación de dos partes depende primordialmente de lo poco atractiva que sea la
posibilidad de no llegar a un acuerdo.
Ejemplo:
Piense cómo se sentiría en la entrevista para un empleo sin otra oferta segura de
empleo, solo algunas sugerencias inciertas. Piense cómo sería la discusión sobre el
salario. Compare eso con la manera como se sentiría si usted llegara a la entrevista
seguro de otras dos ofertas de empleo. ¿Cómo sería entonces la discusión sobre el
salario? La diferencia es poder.
La segunda etapa es superar la mejor de las ideas y convertir las más prometedoras
en opciones reales.
Usted tendrá más confianza durante el proceso de negociación si sabe lo que hará en
caso de no lograr un acuerdo.
Si su MAAN es sumamente atractivo -si usted tiene otro cliente esperando en el cuarto
vecino-, le conviene que la otra parte lo conozca.
Mientras más fuerte parezca ser la otra parte en cuanto a poder físico o económico, la
medida en que ellos tengan fuerza y usted cuente con sus principios, más le conviene
a usted que el papel preponderante lo desempeñen los principios.
Un buen MAAN puede ayudarle a negociar con base en los méritos. Usted puede
convertir sus propios recursos en poder efectivo en la negociación si encuentra y
mejora su MAAN. Utilice sus conocimientos, su tiempo, su dinero, las personas
A S D F R E Q D F B N E G O C I A C I O N B P E A
Q W E R T Y U I O P A S D F G H J K L L Ñ E R D L
Z F Z C V V B N M L A S D E Q W R Z X C D N O F T
B I A S I D E A C U E R D O U D O W E R O E B Y E
D S L T R I K S A N R P E U A Z E A M A G F L H R
A H K A E E L D I M E I U O S U A V E G E I E E N
V E H S Y J O A S U U D R N S O R U D H N C M F A
I R G A R E L A C I O N I B A X R Q E A B I A D T
T R D A U J I F R V E W O I I C E A O J V O D D I
I E E R E H A G A C A F A E E V T A I K E S I E V
T D R T E G P H U A R B I T R A J E G A C I E R A
E G T Y I F I J W V R E T E D V Y Z H L X D A E F
P S E S E R E T N I T R R E S U L T A D O S R G A
M H Y J R D D M E T O D O R F B U X J Q E E T N C
O O O E J S I K T A Y G S G I O I S L N A O Y O E
C U A A A A W E J R U H E H O B I W O I Z R I I D
N Y U I I W I L I G I A G A G P I I A W A F E C E
O A N O S R E P N E O H H I H N C E Z E K O H A R
I M A I O T O Ñ M T P A J T J I O I V E J A M C O
C G P R O R R O E N S J Y R S M P F O R A S E I B
A J I A P E O T C I L F N O C M E B B N H D K N U
I I M S A B T P E S E S P W J Q L T N R E B G U S
D S I K G N A R R A U E U U K E J A E O G S R M C
E H R Q H M Y E T D A T D W A W H H D T F N A O A
M J R E S O L U C I O N E G K O G M E Y I M I C R
¿Hablar o escuchar?
Cuando usted se topa con alguien que habla y habla, se pregunta y se contesta, y de
repente esta persona le pregunta si sabe cuál es su profesión, y ustedes le dice “un
vendedor negligente”, créame: está en lo correcto. Los vendedores negligentes son los
• OÍR es simplemente pasar por el sistema auditivo un sin número de palabras sin
registro. Concretamente se puede oír sin prestar demasiada atención.
• Pero cuando uno escucha activamente intenta encontrar elementos importantes que
aporten a la causa y, entonces, busca a través de las palabras datos, “emociones”
que proyecten el estado de situación, para luego ensayar las frases adecuadas.
Un buen negociador debe escuchar con atención, hacerlo activamente. Un dato que su
oponente filtre en su argumento puede ser de gran importancia para dar vuelta el
curso de una negociación.
¿Preguntar o responder?
• cerradas
• abiertas
Las preguntas cerradas son del tipo dicotómicas, ya que establecen solo dos
alternativas de respuesta: “sí o no”, “blanco o negro”. En cambio, en las preguntas
abiertas, el oponente puede explayarse sobre un tema en particular.
Cada respuesta que su oponente le dé, debe convertirse en un punto de cierre del que
no se pueda volver atrás. Aquí radica el arte de preguntar:
• Desde su inversión.
• Desde su vencimiento.
• Desde la anticipación.
• Desde la celeridad de la reacción.
• Desde el permitir la adaptación del otro.
Tanto nosotros como nuestros oponentes invertimos tiempo en discusiones para lograr
resolver un problema. Entonces, como dijimos, al ser un tema escaso y representar
dinero, nos obliga a entenderlo y a manejarlo cuidadosamente.
Sin embargo, existe una circunstancia que podría llegar a predisponer a las partes
para alcanzar una definición, y ésta se daría en caso de que la negociación tuviera una
fecha de vencimiento y lleva implícita la exigencia para ambas partes de arribar a un
cierre. En este sentido, también suele transformarse en un impulso que genera
revisiones de actitudes negativas.
Como se ve en el cuadro, el vencimiento del plazo del participante B es más largo que
el plazo del de A, y esto podría implicar una importante ventaja para obtener
concesiones del último momento.
Por lo tanto, el tiempo puede ser amigo o enemigo depende de cuánto contemos y de
cómo lo utilicemos.
Estilo de comunicación
Por último, hay que recalcar que no todos los símbolos, acciones, palabras o
imágenes representan lo mismo para todas las personas. Por ejemplo, dos hispanos
pueden entenderse en español, pero si hablamos de un inglés y un español, alguno de
los dos deberá saber el idioma del otro para poder entenderse de forma fluida. Si esto
no ocurre, deberán acudir a las señas, las cuales pueden ayudar, pero complicaría el
proceso. Un ejemplo bien claro: en el mundo occidental, si una persona eructa es
considerada descortés, en cambio, en los países de origen árabe, el eructo después
de comer significa plena saciedad por parte del comensal.
Entonces, las reacciones para desbaratar la comunicación entre las partes serán:
• No escuchar: hacer oídos sordos, comúnmente se dice que una persona que no
escucha “le entran las palabras por una oreja y le salen por la otra”. No prestar
debida atención a lo que se dice.
• Interpretar: darle un significado a las cosas distinto del que tienen, en forma
intencional. Minimizar o relativizar la importancia de una situación o conflicto.
• Cambia tema: intentar imponer otro tema en vez de tratar de en vez de tratar el
actual porque es último porque este último no lo favorece.
• Utilizar salirse por la tangente: implica poder sortear un apuro con habilidad, como
por ejemplo, el evitar responder una pregunta directa hablando sobre otra cosa no
relacionada.
• Rotular al expositor: significa etiquetar, catalogar a una persona, definirla para que
su mensaje pierda peso, matar al mensajero. Por ejemplo: “Él es de derecha”; en
política, una persona de “derecha” no se vincula con los derechos humanos o con la
justicia social, entonces, si una persona se permite hablar de estos tópicos, se la
intenta anular “catalogándola” de esa manera.
• Responder con otra pregunta: intentar cambiar el rol y evitar responder en forma
directa, así el encuestador se convierte en encuestado.
Como vimos, hay estilos que favorecen el contacto y otros que no, existen formas de
bloquear la comunicación. Dominar el arte de la comunicación y saber desbaratar
estas reacciones con el objeto de llegar a un entendimiento con el otro. Un buen
negociador debe manejar todo el proceso de la comunicación en forma adecuada,
entender cuál es el estilo de su oponente y elegir la estrategia que le permita sintonizar
con él.
Algunos individuos utilizan lo que se llama registro visual o imágenes más que otros,
que utilizan el auditivo (ruidos-palabras) o el kinestésico vinculados a las sensaciones
corporales, gustativas, olfativas, táctiles, emocionales. Cada persona tiene un registro
sensorial dominante, y éste sale a la luz a través del lenguaje.
Hemos visto que todas las personas utilizan palabras que nos servirán de referencia
para conocer su forma de comunicarse (preferencias de estilo), para así poder
sintonizar adecuadamente con ellas.
• Palabras visuales:
Perspectiva
Percibir
Ilustrar
Imaginar
Mirar
Subrayar
Fijar
• Palabras auditivas:
Preguntarse
Discutir
Llamar
Sintonizar
• Palabras kinestésicas:
Cosquillas
Sensibles
Mano a mano
Manos a la obra
Captar
Tocar
Poner
Ejemplo:
• No había visto negocio desde esa perspectiva (VISUAL). Imagino que ustedes su
creador…
• Me alegra que lo hayas percibido (VISUAL) de esa manera.
En este diálogo, tanto al vendedor como el comprador utilizan palabras “visuales” para
sintonizar uno con el otro. Primero, el comprador expresó su preferencia por lo visual
mencionando la palabra perspectiva, y el vendedor elige otra palabra visual percibido
para ponerse en su mismo canal y hacer contacto con él.
1. Padre
2. Adulto
3. Niño
Es posible, entonces, que cuando recibimos una respuesta “no deseada”, se presente
un conflicto del tipo transaccional entre las partes, esto se debe a que se encuentran
discutiendo y respondiendo desde distintos estados del YO.
ACTIVIDAD
RESUELVAN EN GRUPO EL SIGUIENTE CASO
Existen factores que influyen en su desarrollo. He aquí algunos de los más presentes
en los procesos de negociación:
1) Factores personales
Son las características individuales de los negociadores. Influyen en el sentimiento
de conflicto y en el desarrollo de la negociación. Algunas de esas características
son: sexo, edad, formación, ideología, inteligencia, empatía, motivación y
personalidad.
2) Factores de rol (o de función)
Son el conjunto de influencias y presiones que recibe el negociador en tanto que
está ejerciendo ese papel. Pueden proceder de las expectativas que sus
interlocutores o representados tengan acerca de su acción y de los resultados que
tiene que conseguir.
3) Factores de situación
Se trata de las condiciones físicas y sociales que rodean la negociación: lugar de
reunión, número de partes que van a intervenir, la agenda de los temas a tratar, la
presencia o no de terceros, el momento en el que se va a desarrollar la
negociación, etc.
4) Factores interactivos
La mayor parte de las decisiones que debemos tomar para satisfacer los objetivos
que perseguimos, no dependen exclusivamente de nosotros, sino que sufren la
influencia de otras decisiones, e influyen a su vez en otras más.
Existen una serie de destrezas para fomentar las relaciones interpersonales: habilidad
para comunicarse clara y directamente, escuchar atentamente, resolver conflictos y
expresarse de manera honesta y auténtica.
• Escuchar activamente.
• Empatía, apertura, conciencia.
• Respuesta reflexiva.
• Entendimiento del lenguaje corporal.
• Claridad y honestidad.
• Resolución de conflictos.
• Negociación.
1. LA COMUNICACIÓN
Además los canales tienen que converger, es decir, si por un canal estamos
transmitiendo una cosa por los otros canales tenemos que transmitir la misma.
• Escucha activa: Por último señalar que cada persona tiene preponderancia por unos
canales y tenemos que usar esos canales.
Mediante el canal verbal se transmite el primer componente, mientras que con el canal
no verbal se transmiten los sentimientos.
3. INICIAR CONVERSACIONES
VARIEDAD DE TEMAS.
FORMULAR PREGUNTAS ABIERTAS.
- Permiten respuestas amplias, ya que no pueden contestarse con una o pocas
palabras. Las preguntas que empiezan por Quién, Cuándo y Dónde, suelen ser
generalmente cerradas.
- Las que empiezan por Qué, Cómo y Por qué, suelen ser abiertas.
- Gracias a ellas podemos:
- Recabar información sobre la otra persona.
- Escoger los temas sobre los que hablar.
- Demostrar interés a nuestro interlocutor.
4. ESTILOS DE COMUNICACIÓN
• Agresivo
• Inhibido (no asertivo)
• Asertivo
Características:
Creencias:
• Conflictos interpersonales.
• Culpa.
• Frustración.
• Imagen pobre de sí mismo.
• Hace daño a los demás.
• Pierde oportunidades.
• Tensión.
• Se siente sin control.
• Soledad.
• No le gustan los demás.
• Se siente enfadado.
No verbal
• Mirada fija.
• Volumen de voz alto.
• Habla fluida-rápida.
• No respeta distancias.
• Gestos de amenaza.
• Postura intimidatoria.
• No pausas al hablar.
Verbal
Características:
• No se defienden los propios derechos. Se respeta a los demás pero no a uno mismo.
• Se anteponen los deseos de los demás a los propios.
Creencias:
Efectos
• Conflictos interpersonales.
• Depresión.
• Desamparo.
• Baja autoestima.
• Se hace daño a sí mismo.
No verbal
Verbal
• Supongo.
• Me pregunto si podríamos.
• Quizás.
• Te importaría mucho.
• Solamente.
• No crees que.
• Realmente no es importante.
• No te molestes.
• Bueno.
Características:
Efectos
Verbal
• Pienso.
• Siento.
• Quiero.
• Hagamos.
• ¿Cómo podemos resolver esto?
• ¿Qué piensas?
• ¿Qué te parece?
• Sirve para suscitar nuevas críticas sobre nosotros o más información acerca de
nuestro comportamiento, y todo ello de forma relajada y sin inmutarnos.
• Consiste en incitar a la crítica para obtener información que podrá utilizar en su
argumentación.
Para aceptarlas sin justificarnos, disculparnos o sentirnos culpables, Aserción
negativa.
• Se utiliza ante críticas de nuestra competencia personal, nuestros hábitos o nuestra
apariencia física, por motivos reales.
• Se responde admitiendo el contenido de la crítica, pero separándolo del hecho de
ser una buena o mala persona, de forma serena, sin adoptar actitudes defensivas o
ansiosas y sin enfadarnos.
1. Todo es comunicación
No existe la no comunicación, todo lo que hacemos es comunicación.
Cuando le preguntamos a alguien sobre su comunicación con otra persona y nos
dice que no se comunica con esa persona, porque no se hablan, tenemos que ir
más allá y ver que no hablar supone también una forma de comunicarse.
https://www.youtube.com/watch?v=-TfH18VLCXo
¿Qué es cultura?
Al examinar cómo interactúan los estilos individuales, es difícil separar un estilo dado
del grupo de pertenencia que lo produce. De hecho, muchos teóricos de la
comunicación (Tajfel & Turner en Brown, " Prejudice: Its Social Psychology ", 1995;
Gudykunst, 1991) creen que la comunicación interpersonal pura no puede existir.
Sostienen que incluso la comunicación más íntima entre dos sujetos, como un
desacuerdo de pareja, se ve afectada por el grupo de pertenencia de cada uno de
ellos. Esto unido al carácter complejo de la identidad cultural, significa que la mayoría
de nuestra comunicación es, y continuará siendo intercultural.
Para entender por qué la comunicación intercultural puede llegar a ser tan difícil, hay
que empezar por considerar cómo aprendemos a ver el mundo. La necesidad de
categorizar este mundo tan complejo para que tenga sentido se resume muy bien en la
elocuente frase de Gordon Allport: " las categorías son nombres que rebanan nuestro
entorno". Desafortunadamente, al categorizar personas pueden producirse una serie
de efectos peligrosos. Las diferencias entre grupos parecen mayores, y las similitudes
dentro de los grupos también aumentan. Esto hace que la gente tienda a favorecer
aún más a los miembros de su propio grupo y a aumentar la desconfianza y otras
reacciones negativas hacia los miembros de otros grupos. Además, también tendemos
a interpretar el comportamiento en los otros, más que a verlo o describirlo
La habilidad para comunicarse bien con los otros, especialmente con los de distintos
antecedentes, no es algo innato. Pero la comunicación puede ser aprendida, y todos
poseemos el potencial de poder comunicarnos más eficazmente.
El primer paso hacia una comunicación más eficaz a través de las culturas, es
entender nuestros propios valores de comunicación e incrementar la conciencia sobre
nuestros prejuicios. También debemos tener presente el objetivo constante de
aprender más acerca de los valores y normas de otros grupos. Aunque es importante
ahondar en la medida en que podamos para formarnos una impresión adecuada, será
durante la conversación en sí misma donde surgirá el aprendizaje. ¿Cómo sentimos la
interacción? ¿Qué revelan las respuestas no verbales de la otra persona?. ¿Qué tipo
Todas las ideas expuestas más arriba nos hacen llegar a la conclusión de que la
construcción de relaciones es el fundamento para una buena comunicación a través
de las culturas. Incluso un intercambio casual será más intenso si conocemos más
sobre los valores del otro, y esto sólo puede ser aprendido gradualmente y en el
mismo contexto de la relación.
• Mostrar respeto hacia los otros. Escuchando a la otra persona con todo nuestro ser
(ojos, oídos y corazón), podemos transmitir interés, preocupación y deseo por
entendernos. Esto será interpretado normalmente como respetuoso.
• Expresar nuestras opiniones como personales. Es fácil hablar y pensar como si
nuestro punto de vista fuera universal, cuando de hecho, no es así. Es importante ir
más allá de nuestro propio marco cultural.
• Mostrar empatía. Significa comunicar que eres consciente de los pensamientos,
sentimientos y experiencias del otro. Esto no es "ponerse en el lugar del otro", sino
examinar cuál es su posición, para aumentar el entendimiento.
• Aceptar el malestar. La mayor parte de las interacciones interculturales incluyen
cierto malestar. Esto ayuda a reconocer y recordar que los otros también lo pueden
sentir.
• Escuchar abiertamente y respetar los límites. Significa resistirse a la necesidad de
decirlo todo inmediatamente, y observar cuando la otra persona está expresando
algún límite, incluso a través de las expresiones no verbales.
7. EMOCIONES Y CONFLICTO
La emoción forma parte de un aspecto crítico de nuestra vida, ya que estamos muy
desinformados sobre su naturaleza y el impacto que puede crear tanto en nuestras
interacciones sociales como en nuestras relaciones.
Todas las emociones son, en esencia, impulsos que nos llevan a actuar, programas de
reacción automática con los que nos ha dotado la evolución. La misma raíz
etimológica de la palabra emoción proviene del verbo latino movere (que significa
moverse) más el prefijo “e-“, significando algo así como “movimiento hacia” y
sugiriendo, de ese modo, que en toda emoción hay implícita una tendencia a la acción.
La distinta impronta biológica propia de cada emoción evidencia que cada una de ellas
desempeña un papel único en nuestro repertorio emocional. Así algunos
investigadores proponen la siguiente clasificación de emociones:
No cabe duda de que esta lista no resuelve todos los problemas que conlleva el
intento de categorizar las emociones. ¿Qué ocurre, por ejemplo, con los celos, una
variante de la ira que también combina tristeza y miedo? La verdad es que en este
terreno no hay respuestas claras y el debate científico sobre la clasificación de las
emociones aún se halla en el tapete.
8. HABILIDADES DE COMUNICACIÓN
Al comunicar casi siempre damos y recibimos al mismo tiempo. Por lo tanto, las
actividades del hablante y del oyente deben verse en el gran contexto de la relación,
Una de las quejas más frecuentes de quienes llegan a una mediación es que no se
pueden comunicar entre ellos. Todos nosotros hemos experimentado alguna vez la
frustración de sentirse incomprendido y de ser incapaz de hacernos entender por la
otra persona. En mediación, el primer paso del mediador hacia la resolución del
conflicto es comprender el punto de vista de cada persona, y ayudar a las partes a
comprenderse el uno al otro. Cuanto más se comprendan dos personas, más
posibilidades tienen de resolver su conflicto. Esto requiere tanto habilidades de
escucha como de asertividad, que son muy diferentes de nuestro modo habitual de
comunicarnos. Por ello, esas habilidades, normalmente han de ser aprendidas.
Echemos una ojeada a los malos hábitos conversacionales que a menudo interfieren
con una comunicación completa. Todo aquello que bloquea el significado de una
comunicación es una barrera para la comunicación. Habitualmente, están en una de
estas categorías: juzgar, dar soluciones o evitar las preocupaciones de la otra
persona. A continuación algunos ejemplos comunes:
Todas estas respuestas juzgan a la otra persona y por lo tanto imponen el punto de
vista del hablante. La otra persona a menudo se sentirá incomprendida y amenazada,
y es más probable una reacción defensiva.
Estas últimas tres respuestas evitan las preocupaciones de la otra persona y nos
permite mantener una distancia emocional de la otra persona o de un tema incómodo.
Empleando tales respuestas, a menudo intentamos sentirnos algo mejor, más que ser
verdaderamente útiles a la otra persona.
https://www.youtube.com/watch?v=pFLpr4giHBM
En el video Javier Luxor aprendemos una cosa que nunca antes me había planteado,
el poder del no en las negociaciones. Cómo poner objetivos altos para recibir una
negativa y posteriormente al plantear nuestro verdadero objetivo asegurarnos un
rotundo sí.
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