Digitalizacion Avanzada de La Adm de Justicia

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Fernando Esteban de la Rosa, “Digitalización avanzada de la administración de justicia: la

perspectiva de la protección de los derechos”, en Paulo Roberto Barbosa Ramos; Márcia Haydée
Porto de Carvalho y Edith Maria Barbosa Ramos (Coords.), Direito, Novas Tecnologias e
Desenvolvimento, Editorial CRV, 2023, pp. 181-209. ISBN: 978-65-251-5628-6; ISBN DIGITAL:
978-65-251-5625-5; DOI: 10.24824/978652515628.6

DIGITALIZACIÓN AVANZADA DE LA ADMINISTRACIÓN DE


JUSTICIA: LA PERSPECTIVA DE LA PROTECCIÓN DE DERECHOS1
Fernando Esteban de la Rosa
Catedrático de Derecho internacional privado y Director Científico de la Unidad de
Excelencia de Investigación “Sociedad Digital: Seguridad y Protección de Derechos”.
Universidad de Granada

I. Introducción
La digitalización imparable de las sociedades en la denominada cuarta
revolución industrial2 está desplegando también su impacto sobre las
administraciones de justicia. En la actualidad, en los países más avanzados,
las herramientas tecnológicas están contribuyendo a la eliminación de
barreras geográficas y temporales, a la apertura del sistema judicial a los
ciudadanos, a la prevención y contención de litigios, a una gestión más
eficiente de los casos y, por ende, a la reducción de costes. Antes de la
pandemia por el Covid-19, comunicaciones y sistemas electrónicos de
gestión procesal habían experimentado progresos importantes. La
situación de confinamiento fue el detonante de la intensificación de su uso.
En ese periodo la digitalización contribuyó a la resiliencia de los sistemas
judiciales brindado soporte para la gestión remota de los expedientes y
para el acceso electrónico directo a los archivos judiciales, tanto antiguos
como activos, por parte de profesionales y usuarios de la justicia.
Pero el panorama tecnológico cambia con gran rapidez y hoy pone a
disposición de los sistemas judiciales posibilidades a las que cabe asociar
nuevas promesas de mejora. Las redes 5G, el cloud computing, las
plataformas ODR que ofrecen de forma coordinada una pluralidad de

1
Este estudio ha sido realizado en el marco del Proyecto de Investigación TED2021-131127B-I00:
“Construcción de bases para una digitalización eficiente, legal y garantista de los sistemas de resolución
alternativa de litigios de consumo mediante plataformas tecnológicas”, correspondiente a la convocatoria
2021 de proyectos orientados a la transición ecológica y a la transición digital.
2
Véase K. Schwab, La cuarta revolución industrial, Editorial Debate, 2016. También S. Barona Villar,
«Maximización de la eficiencia y búsqueda de la celeridad en el arbitraje: Entre el mito, la sublimación y
la cuarta revolución industrial (4.0)», Revista de Arbitraje Comercial e Inversiones, n.º 1, vol. XI, 2018, pp.
17-53.
2

herramientas y funciones,3 las nuevas posibilidades no criptográficas de


gestión de la identidad, la telepresencia, con diversas tecnologías
disponibles, o las herramientas basadas en inteligencia artificial están
abriendo paso a nuevas concepciones sobre el desempeño de las
actividades que tienen lugar en el ámbito de la administración de justicia. A
ello se une la interoperabilidad de las infraestructuras, sistemas y redes; el
uso de tecnología de vanguardia -cibercomputación, la tecnología de
bloques, las librerías de distribución descentralizada, la conectividad de
gigabit, los sistemas multiagente - para la distribución y trabajo en red; o la
posibilidad de trazabilidad y geolocalización de los usuarios del sistema.4
Mientras que en la Unión Europea se está trabajando en la construcción del
marco de gobernanza para la Inteligencia Artificial,5 impulsado
últimamente por el Acuerdo alcanzado el 9 de mayo de 2023 por los
Comités de Mercado Interior y de Libertades Civiles del Parlamento
Europeo,6 sistemas judiciales nacionales, como el español, han comenzado
a incorporar herramientas de IA para la realización de funciones de
transcripción de declaraciones, textualización de grabaciones o para la
anonimización de decisiones judiciales. En diciembre de 2020 la Comisión
Europea presentó la Comunicación denominada “la digitalización de la
justicia en la Unión Europea: un abanico de oportunidades”.7 En ella se
reconoce que queda mucho por hacer para seguir reforzando la resiliencia

3
Un buen ejemplo viene representado por el Civil Resolution Tribunal de la Columbia Británica de Canadá
(https://civilresolutionbc.ca/) o el Online Civil Money Claim en Reino Unido
(https://www.moneyclaim.gov.uk/web/mcol/welcome). Sobre el concepto de plataforma ODR puede
verse CONFORTI, O.D.F., “Diseño de una plataforma de resolución de conflictos por medios electrónicos
en el ámbito de consumo”, en ESTEBAN DE LA ROSA, F., (dir.), Justicia digital, mercado y resolución de
litigios de consumo. Innovación en el diseño del acceso a la justicia, Aranzadi, Cizur Menor, 2021, pp. 133-
158.
4
Véase VILALTA NICUESA, A.E., “Acceso a la justicia y su transición digital: hacia una justicia abierta al
ciudadano (A2J4all)”, Revista General de Derecho Administrativo 58, 2021, pp. 2-50.
5
Véase la Propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se establecen
normas armonizadas en materia de inteligencia artificial (COM/2021/206 final).
6
El document DRAFT Compromise Amendments on the Draft Report Proposal for a regulation of the
European Parliament and of the Council on harmonised rules on Artificial Intelligence (Artificial
Intelligence Act) and amending certain Union Legislative Acts (COM(2021)0206 – C9 0146/2021 –
2021/0106(COD) puede verse en el siguiente enlace:
https://www.europarl.europa.eu/meetdocs/2014_2019/plmrep/COMMITTEES/CJ40/DV/2023/05-
11/ConsolidatedCA_IMCOLIBE_AI_ACT_EN.pdf
7
Véase la Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social
Europeo y al Comité de las regiones “La digitalización de la justicia en la UE: Un abanico de
oportunidades”, de 2 de diciembre de 2020, disponible en https://eur-lex.europa.eu/legal-
content/ES/TXT/?uri=CELEX:52020DC0710.
3

de los sistemas judiciales e incrementando su capacidad para trabajar en


línea.
A la hora de medir el progreso en la digitalización de la administración de
justicia resultan muy relevantes los informes que elabora el Consejo de
Europa. Sus revisiones anuales ponen de relieve que no ha habido una única
hoja de ruta para la digitalización de la justicia, y que, en cada país,
dependiendo de sus condicionantes, los procesos han respondido a
prioridades distintas dando lugar a resultados desiguales. En el último
informe publicado España obtiene una calificación de 8,9 puntos sobre 10
en lo que concierne a digitalización de su sistema judicial, destacando los
desarrollos de las comunicaciones electrónicas seguras, del teletrabajo y
del uso de las videoconferencias.8
Por la calidad de los derechos en juego resulta necesario someter a un
escrutinio especial el modo en que se orientan los procesos de digitalización
de la administración de justicia. La digitalización avanzada hace urgente
actualizar la definición del marco de derechos y obligaciones de los
ciudadanos y valorar la necesidad de introducir medidas apropiadas para,
en cada caso, hacer frente con éxito a las desigualdades provocadas por el
empleo de herramientas tecnológicas a fin de evitar, lo más posible,
situaciones materiales de falta de acceso a la justicia y de indefensión. Solo
de este modo es posible guardar el debido respeto al derecho a la tutela
judicial efectiva, al derecho a un proceso equitativo y al derecho a un
recurso efectivo que proclaman los artículos 6.1 y 13 del Convenio Europeo
de Derechos Humanos (CEDH).
Este capítulo tiene como objetivo contribuir a la reflexión sobre la
actualización del marco de derechos, obligaciones y garantías que ha de
acompañar el paso a un nivel más avanzado de digitalización de la justicia
que se está produciendo en la actualidad. Al mismo tiempo resulta
necesario descifrar lo que como ciudadanos podríamos y deberíamos
esperar de un sistema avanzado de digitalización de la administración de
justicia en el ámbito civil, capaz de convertir en realidad las promesas de los
adelantos tecnológicos dando la prioridad al ser humano y a sus
necesidades en el proceso de transformación. Bajo esta perspectiva de

8
Véase el Report "European judicial systems - CEPEJ Evaluation report - 2022 Evaluation cycle (2020 data).
Disponible en el siguiente enlace: https://www.coe.int/en/web/cepej/special-file-report-european-
judicial-systems-cepej-evaluation-report-2022-evaluation-cycle-2020-data-. Fecha de acceso:
20/05/2023.
4

optimización y de protección de los derechos el capítulo aborda los temas


siguientes: la necesidad de orientar la digitalización de la administración de
justicia hacia la aproximación del sistema al ciudadano; la evaluación de la
regulación de las notificaciones judiciales electrónicas; el análisis de los
avances en la regulación de la telepresencia; los elementos que deberían
condicionar la implantación de tribunales online; y los retos, posibilidades
y dificultades asociados a la incorporación de herramientas de Inteligencia
Artificial al Sistema Público de Justicia. El capítulo incluye evaluaciones de
las soluciones que se proponen en las tres iniciativas legislativas en
preparación en España en la actualidad, a saber, el Anteproyecto de Ley de
Medidas de Eficiencia Procesal del Servicio Público de Justicia (ALMEPSPJ),
el Anteproyecto de Ley de Medidas de Eficiencia Digital del Servicio Público
de Justicia (ALMEDSPJ) y el Anteproyecto de Ley Orgánica de Eficiencia
Organizativa del Servicio Público de Justicia (ALOEOSPJ). Para permitir
valorar mejor la posición española se tendrán en cuenta algunas
experiencias de digitalización de la administración de justicia en otras
jurisdicciones.

2. APROXIMACIÓN DEL SISTEMA DE JUSTICIA AL CIUDADANO Y AL


USUARIO FINAL DEL SISTEMA DE JUSTICIA
Bajo el título “una transformación digital centrada en las personas”, el
capítulo I de la Declaración Europea sobre los Derechos y Principios
Digitales para la Década Digital, aprobada el 15 de diciembre de 2022,
afirma que “las personas constituyen el núcleo de la transformación digital
de la Unión Europea. La tecnología debe servir y beneficiar a todas las
personas que viven en la UE y empoderarlas para que cumplan sus
aspiraciones, en total seguridad y respetando plenamente sus derechos
fundamentales”.9 Efectivamente, las sociedades actuales se preguntan por
qué los mismos avances que están teniendo lugar en el ámbito de los
servicios de salud, de la seguridad social o los servicios bancarios no están
también disponibles cuando se trata de la administración de justicia.
El Consejo de Europa se ha encargado de señalar algunas de las líneas de
actuación que permitirían conseguir una justicia más próxima y accesible al
ciudadano. Algunas de las líneas de mejora son las siguientes: facilitar el

9
La declaración está disponible en el siguiente enlace: https://digital-
strategy.ec.europa.eu/es/library/european-declaration-digital-rights-and-principles
5

acceso a la jurisprudencia, así como a todas las sentencias de los órganos


de primera instancia, no solamente de algunas; facilitar el pago en línea de
las tasas judiciales; facilitar la posibilidad de presentar en línea solicitudes
de asistencia judicial.
Pero a estas líneas de actuación se pueden sumar otras como las siguientes:
1. Promover el acceso electrónico directo de los ciudadanos a sus
archivos judiciales a través de todo tipo de dispositivos mediante
conexión segura. Hoy esta posibilidad es una realidad en Francia,
Italia, Hungría, Letonia, Polonia, Lituania y Estonia. Sería deseable
que los ciudadanos pudieran conocer también la trazabilidad de los
accesos para detectar que todos son legítimos y poder denunciar
cualquier irregularidad.

2. Promover el funcionamiento óptimo de un sistema de avisos no solo


sobre actos de comunicación sino sobre cualquier otra novedad
relevante relativa al procedimiento. Se podría avisar sobre

- citaciones a las partes, testigos y demás personas que hayan de


comparecer ante los tribunales.
- recordatorios de actos que van a tener lugar a través de
videoconferencia.
- información sobre la inclusión de nueva documentación en el
expediente (informes de peritos, planteamiento de un recurso)
- cancelación de vistas o audiencias. Sería de gran interés sobre todo
para evitar los desplazamientos innecesarios.

Hablando de avisos, la administración de justicia debería implicarse


en mayor medida con el funcionamiento del sistema de avisos, algo
que no ocurre en la actualidad. Es sabido que la sentencia TC 6/2019
de 17 de enero de 201910 desestimó el amparo en una situación en la
que el órgano jurisdiccional omitió la realización de un aviso, lo que
provocó la falta de consulta de un acto de comunicación por un
Graduado Social. No obstante, resulta del mayor interés el voto

10
BOE núm. 39, de 14 de febrero de 2019. Un comentario a esta decisión puede verse en MORENO
GARCÍA, L., “Las notificaciones procesales por medios electrónicos a la luz de la reciente doctrina
constitucional”, en CONDE FUENTES, J., y SERRANO HOYO, G., (dirs.), La justicia digital en España y la
Unión Europea, Barcelona, Atelier, 2019, pp. 61-70.
6

particular dictado por el magistrado Juan Antonio Xiol Ríos. En su


opinión, si el sistema jurídico permite a la parte procesal identificar
ante los órganos judiciales un medio electrónico, entre ellos el correo
electrónico, con el objeto de ser informada o avisada de la puesta a
su disposición de un acto de comunicación, y luego se señala que “la
oficina judicial enviará el referido aviso” resulta irrazonable que la
falta de envío pueda quedar asociada con la validez del acto de
comunicación del que no se ha tenido conocimiento debido a la falta
del aviso. Estas afirmaciones hacen ver la conveniencia de una
regulación más sistemática de los avisos.

3. La regulación de los avisos debería ofrecer a los usuarios la


posibilidad de elegir, a la carta, el medio a través del cual debería ser
recibido, integrando todos los tipos de dispositivos electrónicos
como:

- mensajes de texto a móviles


- correo electrónico
- su instalación en el navegador web
- mediante apps descargables.
- a través de mensajes de whatsapp.

4. Existen experiencias interesantes, como en Hungría, en donde se


cuenta con la denominada calculadora de duración procesal con la
finalidad de que los usuarios puedan conocer cuál es el tiempo
estimado de duración de determinados procedimientos en función
del tribunal en el que se tramiten. Tiene efectos meramente
informativos, pero su impacto puede ser determinante, por ejemplo,
del mayor éxito de una negociación que ponga fin al litigio.

La calculadora de duración procesal muestra el tiempo medio de


finalización de al menos 6 casos similares al expuesto resueltos el año
anterior y tiene únicamente un propósito informativo. La duración
del procedimiento se calcula desde la fecha de recepción del
documento que lo inicia. Del cómputo de la duración se descuenta el
tiempo de suspensión o interrupción, así como la duración del
procedimiento principal en casos que hayan sido revisados o
reabiertos.
7

La calculadora procesal implementada por los tribunales húngaros


para su acceso en línea es bastante intuitiva y fácil de utilizar, dado
que no se deberá estar registrado ni ser parte de proceso alguno para
utilizarla. En primer lugar, el usuario deberá seleccionar el tribunal
basándose en la jurisdicción: podrá seleccionar directamente un
tribunal en una lista desplegable o utilizar el buscador disponible para
determinarlo. Una vez seleccionado el tribunal, deberá determinar el
asunto sobre el que versa, debiendo seleccionar de nuevo uno en una
lista desplegable o utilizar el buscador facilitado. Una vez
determinados ambos criterios, la herramienta facilita una estimación
de la duración del procedimiento si tiene datos suficientes para ello.
En caso contrario, aparecerá una notificación señalando que no hay
suficientes casos disponibles para realizar una media estadística.

5. La tecnología debería ayudar a hacer realidad que los ciudadanos


puedan ocuparse de sus asuntos judiciales sin intervención de
abogado y procurador cuando así haya sido establecido por la ley
procesal. Para esta finalidad

- pueden ayudar el empleo de chatbots, agentes conversacionales


capaces de responder a preguntas sencillas sobre el sistema de
justicia.
- Pero también la implantación de tribunales online de los que
hablaremos en un momento.

6. En relación con lo anterior, se debería conseguir que las aplicaciones


puestas a disposición de los usuarios finales (también de los
profesionales) respondan en su diseño a criterios de usabilidad que,
entre otros, permitan su comprensión no solo por los profesionales
del derecho sino también por personas legas en derecho. Las
aplicaciones deberían ser validades incluso desde una perspectiva
psico-social teniendo en cuenta el grado de aceptación de la
tecnología por los ciudadanos.
Algunas de estas funcionalidades comportan el uso del cloud computing o
la denominada nube y esto puede generar cierto recelo debido a la falta de
seguridad. En este caso el avance de la digitalización de la administración
de justicia se debe compaginar con desarrollos tecnológicos y salvaguardias
8

capaces procurar los más altos niveles posibles de ciberseguridad, en su


concepción de ciberseguridad por diseño y por defecto, y de protección de
datos tal y como ha sido recordado por las Directrices para la Resolución de
litigios en línea en los procedimientos judiciales civiles y administrativos
aprobadas el 16 de junio de 2021 por el Comité de Ministros del Consejo de
Europa.11 Por ello, es necesario que se implementen medidas para evitar:
— la suplantación de la identidad de las partes.
— el acceso no autorizado a datos confidenciales.
— la alteración no querida o el borrado de datos.
— la imposibilidad técnica de acceso al sistema y a los datos contenidos allí
por parte de aquellos que deberían tener acceso a ellos.
— la incertidumbre sobre la identidad del juez y de los profesionales
involucrados.
Tener en cuenta todas o algunas de estas medidas favorecería la
transparencia del sistema de justicia y su mayor cercanía con el ciudadano.
Los cambios no son sencillos en una maquinaria tan compleja como la
administración de justicia. Para esta finalidad será necesaria planificación,
la involucración de los profesionales en el diseño tecnológico, el desarrollo
de proyectos piloto para validar los diseños y prestar especial atención a la
formación y a la motivación de los profesionales. El mecanismo de co-
gobernanza con las Comunidades Autónomas que está siendo empleado
por el Ministerio de Justicia para dar acomodo a la distribución de
competencias entre el Ministerio y las Comunidades Autónomas en el
ámbito de la administración de justicia es sin duda una ayuda en este
proceso de transformación.
3. NOTIFICACIONES JUDICIALES ELECTRÓNICAS Y PRESENTACIÓN
ELECTRÓNICA DE ESCRITOS
La notificación judicial electrónica favorece la eficiencia de la
administración de justicia. Pero implica que el destinatario posee los
medios técnicos, la formación necesaria para recibir la notificación, para
leerla y, además, mantenerla fácilmente en su poder. Garantizar el
conocimiento de las notificaciones judiciales integra el contenido esencial

11
El documento está disponible en la siguiente web: https://rm.coe.int/publication-guidelines-and-
explanatory-memoreandum-odr-mechanisms-in-c/1680a4214e (fecha de consulta: 12/04/2022).
9

del derecho a la tutela judicial efectiva reconocido por el artículo 6.1 del
Convenio Europeo de los Derechos Humanos (CEDH) y el artículo 47 de la
Carta Europea de los Derechos Fundamentales (CEDF). Esto no implica el
derecho a recibir las notificaciones en papel por vía postal y la notificación
judicial electrónica ha recibido respaldo por parte del sistema europeo de
protección de los derechos humanos. Al interpretar el artículo 6 CEDH el
Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha reconocido la
posibilidad de restricciones siempre que esas medidas persigan un fin
objetivo legítimo y que exista una relación razonable de proporcionalidad
entre los medios empleados y el objetivo perseguido.12 En concreto, el
TEDH ha reconocido incluso la compatibilidad con el CEDH de la notificación
practicada exclusivamente a través de Internet. Para supuestos de
notificaciones a una pluralidad de personas la sentencia de 16 de febrero
de 2021, dictada en el asunto Stichting Landgoed Steenbergen y otros
contra Países Bajos, ha exigido solo la existencia de una base normativa
para esta clase de notificación; el alto índice de penetración de Internet; y
la inexistencia de indicios de que los demandantes no hubieran podido
encontrar las decisiones en línea debido, por ejemplo, a la falta de acceso a
un ordenador o a Internet o al analfabetismo informático.13

El alto grado de digitalización alcanzado explica que haya países, como


Estonia, en donde se ha instaurado el sistema de la notificación judicial
electrónica por defecto. Si no hay una opción expresa por la notificación
convencional el sistema seguido es la notificación electrónica. Pero también
explica el paso atrás que tuvo lugar en Países Bajos en 2012, donde tras la
instauración de la notificación judicial electrónica obligatoria, dos años más
tarde, a la vista de las dificultades que se presentaron, se volvió al sistema
de la notificación convencional.

En la regulación de la notificación judicial electrónica resulta pertinente el


artículo XVIII apartado 4 de la Carta de los Derechos Digitales que proclama
como derecho digital fundamental que se ofrezcan “alternativas en el
mundo físico que garanticen los derechos de aquellas personas que no
quieran o no puedan utilizar recursos digitales y no resulten obligadas a ello,
en las mismas condiciones de igualdad”. Más ajustada a esta proclamación
resultan los sistemas duales de notificación convencional y electrónica
(simultánea, no sucesiva), una doble vía que puede optimizar la eficiencia y

12
Véanse las §§ 114-115 de la sentencia de la Gran Sala del TEDH de 15 de marzo de 2018 dictada en el
asunto Naït Litman vs. Suiza.
13
Véanse los §§ 48 y 52 de la sentencia del TEDH de 16 de febrero de 2021 dictada en el asunto Stichting
Landgoed Steenbergen and Others v. The Netherlands (Demanda 19732/17).
10

la protección frente a la indefensión pues la notificación electrónica se


convierte en optativa. Este sistema se contempla por la legislación en
preparación en España para los casos en los que no existe la obligación de
relacionarse de forma electrónica con la administración de justicia.

Pero incluso ante esta posibilidad conviene alguna precisión. No se puede


ignorar que la notificación judicial electrónica, por su propio formato digital,
genera una seguridad menor pues tras la autenticación y la firma exige una
operación de almacenamiento y eventual reproducción que puede no estar
en la mano y capacidad tecnológica de todos los usuarios. Una circunstancia
que debería ser tenida en cuenta especialmente tratándose de usuarios en
situación de vulnerabilidad o de personas con discapacidad.

El consentimiento del interesado es buena fuente de legitimación para


obligar a los ciudadanos a disponer de los equipos técnicos necesarios y
para asignar el deber de diligencia al que compromete la opción por la
notificación electrónica. Este modelo de regulación es el vigente en los
Países Bajos o en España.14 No obstante, la mejor salvaguardia de la tutela
judicial efectiva hace conveniente prestar atención al régimen de la
prestación del consentimiento. Este puede ser prestado bien de forma
general para notificar o trasladar documentos en el transcurso de los
diferentes procedimientos judiciales que puedan llegar a existir, o bien
respecto de un procedimiento en concreto. El artículo 19 del Reglamento
2020/1784 del Parlamento Europeo y del Consejo de 25 de noviembre de
2020 relativo a la notificación y traslado en los Estados miembros de
documentos judiciales y extrajudiciales en materia civil o mercantil,15
contempla ambas modalidades.16 En la práctica, la segunda opción revela
mayor eficacia para excluir situaciones materiales de indefensión pues el
consentimiento prestado de forma general supone establecer, de manera
encubierta y en forma perpetua, la obligación de revisar, en cortos espacios
de tiempo, los sistemas de información empleados para la práctica de actos
de notificación.

14
Véase el art. 152.2 LEC y el art. 23 Real Decreto 1065/2015, de 27 de noviembre. Véase también el
artículo 49 apartados 2 y 3 ALMEDSPJ.
15
DOUE L 405/40 de 2.12.2020. El Reglamento es aplicable a partir del 1 de julio de 2022.
16
Véase MARCHAL ESCALONA, N., "La nueva normativa europea relativa a la notificación y traslado de
documentos y obtención de pruebas en el extranjero: los Reglamentos (UE) 2020/1783 y 2020/1784 de
25 de noviembre de 2020", REEI, 2021, núm. 41, pp. 10-19, en esp. p. 16; MARCHAL ESCALONA, N., “El
nuevo marco europeo sobre notificación y obtención de pruebas en el extranjero: hacia un espacio judicial
europeo digitalizado”, Revista Española de Derecho Internacional, Vol. 74/1, enero-junio 2022, pp. 155-
179.
11

En el régimen de prestación de este consentimiento deberían ser incluidas


salvaguardias con la finalidad de garantizar la existencia de un
consentimiento informado. Exigir que esta clase de consentimiento haya de
ser prestado en el propio entorno de Internet, y no fuera en forma off-line,
puede ser una medida apta para acreditar el dominio necesario de ese
medio con el fin de garantizar la recepción futura de las notificaciones
judiciales electrónicas. Para evitar situaciones de indefensión resulta más
eficaz el consentimiento prestado respecto de cada procedimiento en
concreto que uno dado de forma general. Para acreditar la capacidad
tecnológica del prestador del consentimiento este debería tener lugar en el
propio entorno digital, a través del modelo del click-wrap agreement, para
garantizar así un consentimiento informado. Como consecuencia, no
debería concederse eficacia a la inclusión, en un contrato entre partes, del
pacto relativo al uso de comunicaciones electrónicas judiciales tal y como
se contempla por el Proyecto de Ley de medidas de eficiencia procesal del
servicio público de Justicia. La mejor garantía del derecho de defensa
debería comportar la necesidad de informar al interesado, en cada una de
las notificaciones judiciales electrónicas que se produzcan en lo sucesivo,
sobre la posibilidad de elegir la manera de recibir las notificaciones y sobre
la posibilidad de decidir que, de ahora en adelante, las comunicaciones sean
practicadas, o dejen de ser practicadas, por medios electrónicos.

Nuestro país ha dado pasos significativos en la extensión a algunos sujetos


del deber de relacionarse de forma electrónica con la administración de
justicia, lo que incluye a las personas jurídicas y a las entidades sin
personalidad jurídica. Los nuevos desarrollos legislativos están siguiendo de
forma muy estrecha la estela de la regulación administrativa y también se
contempla asignar esta obligación a los funcionarios públicos que actúen en
defensa de sus derechos estatutarios.17

La conformidad constitucional de la obligación que recae sobre los


profesionales de la justicia ha sido declarada por la sentencia TC 6/2019, de
17 de enero18. Pese a este pronunciamiento, con argumentos muy sólidos
se sigue manteniendo que la regulación actual no excluiría del todo la
posibilidad de situaciones materiales de indefensión.19 Será de interés ver
17
Véase el artículo 19 del Proyecto de Ley de medidas de eficiencia procesal del servicio público de Justicia
que modifica el apartado 3 del artículo 23 de la Ley 29/1998, de 13 de julio, Reguladora de la Jurisdicción
Contencioso-Administrativa.
18
BOE núm. 39, de 14 de febrero de 2019.
19
Véase COTINO HUESO, L., “La preocupante falta de garantías constitucionales y administrativas en las
notificaciones electrónicas”, 10.06.2021, disponible en
http://laadministracionaldia.inap.es/noticia.asp?id=1511913#nota55.
12

cómo se regula finalmente el derecho a la desconexión digital que se quiere


introducir en la normativa en trámite de aprobación.

Aunque la digitalización imparable de la sociedad orienta hacia la extensión


de la obligación de recibir notificaciones judiciales electrónicas a nuevos
colectivos, este avance no debería ignorar:

- Que, para los ciudadanos, incluso aunque sean funcionarios públicos,


la digitalización debería seguir siendo considerada como un derecho
y no como fuente de nuevas obligaciones.
- que no resulta legítimo trazar un paralelismo tan estrecho entre la
regulación administrativa y la regulación procesal a la vista de los
diferentes intereses en juego en cada ámbito.

Antes de seguir extendiendo a más grupos la obligación de relacionarse de


forma electrónica con la administración de justicia convendría examinar la
eficiencia de otros modelos, como por ejemplo la notificación dual, una
opción técnicamente viable, especialmente si como en la Agencia Tributaria
va asociada a pulsar un único botón, y mucho más respetuosa con la
garantía de protección frente a la indefensión.

Resulta especialmente preocupante que la regulación en proyecto quiera


modificar la regla que obliga a notificar de forma convencional el primer
emplazamiento respecto de los sujetos obligados a relacionarse de forma
electrónica con la administración de justicia. La extrema importancia para
la defensa de este acto de comunicación debería conducir a rodearlo de las
máximas garantías,20 incluso aunque se trate de sujetos obligados a
relacionarse con la administración de justicia de forma electrónica.21 Como
buena práctica cabe aquí mencionar que respecto de procedimientos que
han sido concebidos para tener lugar por completo en línea, como el Online
Civil Money Claim creado en Reino Unido, la demanda que ha sido

20
La vinculación del primer emplazamiento en papel con las exigencias de la tutela judicial efectiva ha
sido afirmada por las sentencias del Tribunal Constitucional 40/2020, de 27 de febrero de 2020, y 9/2021
de 25 de enero de 2021. Véase PÉREZ GAIPO, J., “El proceso laboral ante la era digital”, en CONDE
FUENTES, J., y SERRANO HOYO, G., (dirs.) La justicia digital en España y en la Unión Europea, Barcelona,
Atelier, p. 79.
21
En otro sentido, afirmando la conveniencia de mantener la coherencia en el criterio seguido respecto
de la obligación de relacionarse de forma electrónica con la administración de justicia véase PÉREZ DAUDÍ,
V., “La justicia civil ante el reto de las TIC”, en CONDE FUENTES, J., y SERRANO HOYO, G., (dirs.), La justicia
digital en España y la Unión Europea, Barcelona, Atelier, 2019, pp. 95-97.
13

presentada online debe ser siempre notificada al demandado por correo


postal certificado. 22

En una administración de justicia digitalmente avanzada conviene descartar


al correo electrónico como medio idóneo para la práctica de actos de
comunicación por no ser compatibles con las exigencias de ciberseguridad
ni de protección de datos, unas exigencias sobre las que han puesto claridad
las Directrices para la Resolución de litigios en línea en los procedimientos
judiciales civiles y administrativos del Comité de Ministros del Consejo de
Europa de 16 de junio de 2021. La recepción de correos electrónicos no está
sometida a un proceso de autenticación y firma. Además, no se puede
considerar compatible con la garantía de la defensa pretender configurar
un acuse de recibo que no sea consciente y que, por el contrario, se
produzca de forma automática al abrir el correo electrónico tal y como
exige la normativa actual. Cabe cuestionar la adecuación con el derecho a
un proceso en el que no se produzca indefensión de la implantación de
modelos de actuación para el personal de la administración de justicia que
permitan la obtención de confirmaciones obligatorias de entrega y de
lectura, a pesar de que la tecnología pueda brindar esta posibilidad.23 Por
igual motivo deben ser descartados los mensajes de texto.

A las necesidades que derivan de la ciberseguridad y de la protección de


datos responde mejor la práctica de notificaciones a través de portales
seguros. Los portales hacen posible la identificación del usuario, la
superación del proceso de autenticación, la firma de la notificación y que se
deje constancia del registro automático de la fecha y hora de la recepción
del contenido de la notificación. A estas ventajas se une que los portales
pueden resultar accesibles a través de toda clase de dispositivos lo que
contribuye a aproximar la justicia al ciudadano y a la mejora del acceso a la
justicia. Tampoco tiene cabida en el sistema europeo de protección de los
derechos humanos un sistema de notificaciones judiciales electrónicas
como el existente en China en los tribunales de Internet. De acuerdo con la
modalidad seguida, los mensajes de texto se presentan como textos

22
CORTÉS, P., “El acceso a la justicia del consumidor inglés a través de las comunicaciones electrónicas”,
en ESTEBAN DE LA ROSA, F., (dir.), Justicia Digital, Mercado y Resolución de Litigios de Consumo.
Innovación en el Diseño del Acceso a la Justicia, Aranzadi, Cizur Menor, 2021, pp. 89-117, p. 97.
23
Véase PÉREZ DAUDÍ, V., cit., pp. 98-99 y SAN BRUNO CASUSO, R., “El Tribunal Constitucional limita el
uso del correo electrónico en los procedimientos judiciales”, disponible en
https://www.roedl.es/es/articulos/el-tribunal-constitucional-limita-el-uso-del-correo-electronico-en-los-
procedimientos-judiciales
14

emergentes que bloquean la pantalla hasta el momento en que la


notificación haya sido leída. 24

Consideraciones similares cabe hacer respecto de la obligación de


presentar escritos de forma electrónica. La posibilidad de que los escritos
puedan ser presentados de forma convencional y de forma digital, a
elección del interesado, favorece la protección frente a situaciones de
indefensión, tanto para los profesionales o representantes legales como
para los ciudadanos y usuarios finales de la justicia. Ejemplo de buena
práctica es la seguida en Países Bajos o Estados Unidos donde la habilitación
de la vía electrónica no cierra la posibilidad de que puedan ser presentados
de forma convencional. No obstante, cabe que existan razones fundadas
para establecer esta obligación como la situación de emergencia sanitaria,
que llevó a algunos países a establecer que los escritos se presentaran
exclusivamente de forma electrónica.

Para que la obligación de presentación electrónica de escritos suponga un


avance significativo en la eficiencia del sistema judicial, y no responda
exclusivamente a una política de reducción del uso de papel y del esfuerzo
de los funcionarios de justicia, debería ir asociada a la existencia de sistemas
avanzados de archivo como parte de los procedimientos que llevan a cabo
los sistemas de gestión procesal. Por ello debería estar relacionado con
procesos específicos que se siguen en línea, como ha ocurrido en Estonia y
en Reino Unido. De lo contrario, la presentación en línea puede llegar a
quedar equiparada a la posibilidad de enviar documentos por correo
electrónico al tribunal siendo escasa su aportación a la eficiencia. Con todo,
cualquier sistema que establezca esta clase de obligación debería
proporcionar soluciones tanto para la asistencia en el uso de las máquinas
durante el trámite de envío de los escritos, a fin de resolver las dificultades
técnicas que surjan, y para dar respuesta a las situaciones de contingencia
en las que no sea posible realizar la entrega por esa vía.

4. LA PRESENCIA VIRTUAL
La videoconferencia, junto con el trabajo remoto, se ha revelado en muchos
países del mundo como un medio indispensable para garantizar la salud de
las personas y la resiliencia de los sistemas judiciales durante la época de
emergencia sanitaria provocada por el Covid-19 tal y como han puesto de

24
Vid. XUHUI, F., “Recent Development of Internet Courts in China”, International Journal on Online
Dispute Resolution, 2018 (5), 1-2, pp. 49-55.
15

relieve T. Sourdin y J. Zeleznikow.25 Con la puesta en marcha de las redes


5G se está creando la infraestructura necesaria para que este medio de
comunicación pueda ser utilizada con mayor naturalidad en todos los
ámbitos, también en la administración de justicia.
La presencia virtual puede utilizar distintos tipos de tecnología:
- La tecnología más común en el ámbito judicial es la videoconferencia,
que permite la retransmisión a tiempo real de la imagen y el sonido
y hace posible la interactuación del juez o del personal de la
administración de justicia con una o varias personas que se
encuentran bien en otra sede judicial o bien en un lugar distinto.
- En la llamada telepresencia la videoconferencia tiene lugar en salas
diseñadas para crear la sensación de que las personas que
interactúan se encuentran en el mismo lugar.
- Tenemos también la denominada telepresencia volumétrica
holográfica tridimensional. Algo parecido a lo que muchos
recordamos de la película de la Guerra de las Galaxias, en donde la
princesa Leia se comunicaba con Luke Sky Walker a través de un
holograma, una pequeña imagen de luz que también permite la
interactuación.
- Por último, el metaverso permite a los usuarios una experiencia de
inmersión en un nuevo contexto y hace posible la interactuación a
través del correspondiente avatar. El metaverso permite que los
usuarios se teletransporten a través de gafas de realidad virtual y
otros complementos que permiten la interactuación.

No tengo noticia de que en el mundo judicial haya sido utilizado la


telepresencia volumétrica holográfica tridimensional. En cambio, el
metaverso ya ha sido utilizado en el Poder Judicial. El 13 de enero pasado
la Justicia Federal de Paraíba en Brasil (JFPB) realizó la primera audiencia
real en un entorno virtual mediante inmersión de los usuarios. Se trató de
una sesión de conciliación en donde las partes (demandante y demandado),
representadas por sus respectivos avatares 3D personalizados, firmaron un
acuerdo, poniendo fin a un proceso que se venía desarrollando desde 2018.
La abrupta intensificación de las videoconferencias ha hecho que no haya
habido mucho tiempo para pensar en todos los extremos necesarios para
que las videoconferencias tengan lugar de una forma fluida con pleno

25
T. SOURDIN y J. ZELEZNIKOW, “Courts, Mediation and COVID-19”, Australian Business Law Review
update: Vol 48 Pt 2.
16

respeto tanto a las garantías del proceso como a los derechos de las
personas. De analizar estos pormenores y proponer recomendaciones se
ocupan las Directrices sobre el uso de la videoconferencia en los
procedimientos judiciales aprobadas por la Comisión para la Eficiencia de la
Justicia del Consejo de Europa en sus sesiones de 16 y 17 de junio de 2021.
El documento da respuesta a muchas de las dudas y cuestiones que se han
planteado desde que empezaron a realizarse las audiencias telemáticas.
La inserción de la presencia virtual en la administración de justicia
contribuye a la optimización de los principios de economía procesal, de
concentración y de celeridad procesal. No obstante, cualquiera que sea la
tecnología utilizada, la administración de justicia tendrá que garantizar
varias cosas:
- la plena identificación de los usuarios,
- que se evite la suplantación,
- que se permita al juez, demás funcionarios de justicia y a los
profesionales cumplir con sus funciones.
Como recuerda la profesora María José Fernández-Fígares Morales,26
cuando se llevan a cabo actuaciones procesales que implican la práctica de
prueba personal o tiene lugar la proposición y aportación de prueba
documental, el empleo de la videoconferencia debe respetar las garantías
y los derechos procesales que rigen la realización de actos orales de forma
presencial como los de inmediación, oralidad y defensa. También es
necesario preservar la confidencialidad, la intangibilidad de los medios de
prueba y el desempeño del derecho de defensa. Debe por ejemplo permitir
la interactuación mediante la entrega de documentación durante el acto en
caso de que deba ser entregada en ese momento. Se trata de un camino
que se está andando en España. El pasado 22 de febrero de 2022 el
Ministerio de Justicia dio a conocer que está probando un proyecto,
acordado en cogobernanza con las Comunidades Autónomas, denominado
Escritorio Virtual de Inmediación Digital (EVID), cuyo propósito es garantizar
la identificación y firma digital en las videoconferencias.
Uno de los retos principales a los que se enfrenta la regulación sobre el
empleo de las videoconferencias por los sistemas de justicia tiene que ver
con la dinámica de su implantación. Su uso puede entenderse de dos modos
distintos: como un derecho del ciudadano cuando concurren determinadas
circunstancias, pudiendo llevarse a cabo bajo solicitud del interesado; o
como un elemento de racionalización y modernización del propio sistema
26
Véanse las propuestas planteadas por FERNÁNDEZ-FÍGARES MORALES, M.J., Audiencias telemáticas en
la Justicia. Presente y futuro, Valencia, Tirant Lo Blanch, 2021, pp. 124-142.
17

judicial. En este caso la videoconferencia puede ser acordada de oficio por


el juez a la vista de las circunstancias, incluso aunque las partes no lo hayan
solicitado.
Ambos entendimientos del uso de la videoconferencia resultan de interés
para el sistema judicial. Sin embargo, el análisis aconseja una regulación
más aquilatada. Una aproximación que ponga al ser humano en el centro
podría seguir las siguientes recomendaciones. La regulación debería dar un
paso adicional asumiendo del todo las consecuencias de la caracterización
del uso de la videoconferencia como derecho. Por ello debería valorarse la
posibilidad de dar el paso a la presencia virtual más allá de los supuestos de
deslocalización del acto judicial que se va a llevar a cabo, pudiendo quedar
basados en razones de utilidad organizativa. Al mismo tiempo no
convendría imponer el empleo de la videoconferencia en términos
absolutos, siendo conveniente arbitrar mecanismos para proteger el
derecho de los comparecientes a relacionarse de forma presencial con la
administración de justicia. Ejemplos de esta protección los tenemos en la §
3 (1) de la Ley federal austriaca de Justicia de Acompañamiento al COVID-
19, en su versión de 15 de enero de 2022, según la cual “el tribunal puede
hasta el final del 30 de junio de 2022, con el consentimiento de las partes,
realizar negociaciones y audiencias orales sin la presencia personal de las
partes o de sus representantes utilizando medios técnicos de comunicación
adecuados (…). El consentimiento se entenderá otorgado a menos que las
partes se opongan a él dentro de un plazo razonable fijado por el tribunal.”
Lo mismo cabe afirmar respecto de la atención al público, debiendo
también ser objeto de protección el derecho a ser atendido de forma
presencial. Por esta razón se considera como una buena iniciativa que el
proyecto de Ley Orgánica de Eficiencia Organizativa del Sistema Público de
Justicia contemple la creación de Oficinas de Justicia Municipales a las que
se pretende dotar de medios técnicos suficientes para evitar que los
ciudadanos de estos municipios tengan que desplazarse a las capitales para
realizar aquellas gestiones ante la Administración que actualmente tienen
que llevar a cabo presencialmente, siguiendo un modelo similar al que ha
sido establecido en Hungría. Esta clase de medidas facilitan al ciudadano la
realización de trámites ante los órganos jurisdiccionales y deben ser
saludadas.
No vemos obstáculos serios para ampliar el marco de los derechos
reconocidos al usuario del sistema de justicia de tal manera que se pueda
permitir la conexión desde otros lugares, como por ejemplo el centro de
trabajo, siempre que se puedan garantizar los protocolos necesarios para
18

hacer posible la conexión, que se haga posible una correcta gestión de la


identidad del participante y no se requieran especiales cautelas para la
preservación del principio de inmediación.

5. LOS TRIBUNALES ONLINE

Los tribunales online son una de las mayores innovaciones asociadas a la


digitalización avanzada de la administración de justicia. Se caracterizan
porque los usuarios del sistema de justicia pueden presentar escritos, seguir
procedimientos, interactuar con funcionarios y jueces, así como hacer que
progrese la gestión de su caso utilizando sistemas intuitivos, sin necesidad
de utilizar la jerga legal. 27 Los desarrollos más avanzados permiten a los
usuarios el acceso al tribunal a través de todo tipo de dispositivos
electrónicos, incluidos los teléfonos móviles (por ejemplo, en el Proyecto
Piloto en el Estado de Utah, Estados Unidos).
Esta clase de tribunales utiliza funcionalidades tecnológicas que permiten
realizar algunas o todas las siguientes funciones: textos y videos con
información legal; diagnóstico del caso; gestión de casos; presentación de
demanda a través de una interfaz intuitiva que ayude al reclamante a
cumplimentar los datos necesarios; apoyo a la toma de decisiones para
poner final al litigio mediante la negociación y celebración de acuerdos;
sistemas de comunicación síncrona, asíncrona y videoconferencias; o
software de redacción de acuerdos.
En el tribunal online el poder judicial pasa a cumplir funciones adicionales
respecto de las que típicamente corresponden a los jueces y tribunales. El
tribunal puede ocuparse de: derivar el litigio a una vía electrónica de
solución alternativa, pero desde dentro de la administración de justicia, no
como requisito previo para proceder (se distancia del sistema propuesto
para España por el Proyecto de Ley de Mejora de la Eficiencia Procesal del
Sistema Público de Justicia, que hace obligado pasar por una entidad de
resolución alternativa ante de acudir a tribunales); provisión de información
legal relacionada con el caso; herramientas para la negociación directa
entre las partes sin intervención del facilitador; facilitar el acuerdo
contando con el apoyo de un tercero; decisión del juez a la vista de las
alegaciones de las partes y la prueba practicada.
Su fisonomía está pensada para proporcionar una respuesta digital y
específica a dificultades evidenciadas por un concreto sistema judicial. Las
experiencias conocidas limitan su competencia material a litigios de escasa

27
Vid. SUSSKIND, R., Tribunales online y la justicia del futuro, Wolters Kluwer, 2019, p. 27.
19

cuantía o en sectores especializados. Su creación responde en muchos


casos a razones de eficiencia económica. Por ejemplo, detrás de la creación
del Online Civil Money Claim en Reino Unido se encuentra dar una respuesta
a la reducción del presupuesto de justicia gratuita. La proliferación de
litigios en un sector para el cual el medio digital resulta natural ha sido la
razón para la creación de los tres Tribunales de Internet en China.
El tribunal online posee especial encaje en los sistemas anglosajones en
donde, de manera general, no se obliga a las partes a contar con asistencia
letrada, aunque quien puede permitírselo suele tenerla. Cuadran con la
filosofía del do it yourself. Su funcionamiento no suele ser incompatible con
la asistencia letrada. Como excepción, la ley del Civil Resolution Tribunal de
la Columbia Británica de Canadá obliga a las partes a representarse por sí
mismas si bien se admiten algunas excepciones como cuando la parte es un
menor o así lo considere el tribunal a la vista de las circunstancias.
El concepto de tribunal online, en el modo en que se está desarrollando en
algunos sistemas judiciales, resulta extraño a la cultura propia del sistema
judicial español. Sin embargo, el conocimiento de estas experiencias
innovadoras merece la pena, no para trasplantar directamente a nuestro
país lo que se está haciendo en otros, sino como manifestaciones de que se
pueden hacer cosas que incrementen la eficiencia del sistema de justicia
más allá de replicar, bajo formato digital, los procesos actuales.
Por estas razones resulta conveniente tener en cuenta las siguientes
recomendaciones. Su implantación debería producirse acotando sectores
específicos de litigios en los que quepa descubrir una carencia especial del
sistema de justicia a la que es posible dar respuesta con el tribunal online.
Desde el Ministerio de Justicia de España tuve la oportunidad de escuchar,
como ejemplo, el de los juicios de los Expedientes de Regulación Temporal
de Empleo, donde se detectan retrasos significativos con el consiguiente
perjuicio para los trabajadores que no pueden cobrar sus sueldos. En su
diseño deberían quedar involucrados todos los interesados y su
implantación debería producirse tras la validación de su diseño a través de
fases de prueba y de proyectos piloto. En caso de existir un proceso
convencional alternativo debería informarse a los usuarios de si para la
entrada en el proceso online se sigue el criterio opt-in o bien el opt out.
La implantación de tribunales online presenta dificultades especiales desde
la perspectiva de la brecha digital, pues la idea es que los usuarios finales
de la justicia puedan interactuar directamente online con el tribunal. Por
ello su puesta en marcha debería exigir la adopción de medidas de
salvaguardia como las siguientes:
20

- garantizar la disponibilidad de conexión a Internet y de dispositivos


móviles (tablets por ejemplo). Con este enfoque existen experiencias
que han tenido éxito. En Estados Unidos, los juzgados online creados
en Texas y en Nueva Jersey han adquirido dispositivos tales como
tablets con servicio de telefonía integrada. A los usuarios que ponen
de relieve esta carencia se les ha hecho entrega de una tablet para
permitirles seguir el procedimiento en línea. Una vez concluido el
procedimiento los dispositivos son devueltos al tribunal.

- Las herramientas tecnológicas que son utilizadas en el ámbito de la


administración de justicia deben responder a criterios de usabilidad
pues entre sus destinatarios se encuentran todos los usuarios del
sistema público de justicia. Esta perspectiva debe orientar la
digitalización de la justicia hacia un desarrollo tecnológico a través de
recursos de empleo sencillo e intuitivo. La posibilidad de seguir el
procedimiento en cualquier dispositivo es una medida que favorece
la usabilidad. Ejemplos de este tipo los encontramos en los tribunales
de Internet creados en China o en el CRT de la Columbia Británica de
Canadá.

- Las partes deberían ser informadas sobre cómo funciona el tribunal,


cómo presentar una solicitud, cómo supervisar el progreso de los
procedimientos y cómo acceder a las decisiones.

- Otra medida consiste en el establecimiento de servicios de asistencia


tecnológica para permitir superar el déficit de los usuarios del
sistema digital. Con la implantación de tribunales online la necesidad
de asistencia telefónica se ve acrecentada dada la variedad de
herramientas que se pueden utilizar por los usuarios y la mayor
complejidad del procedimiento. Para estas situaciones los usuarios
deberían contar con asistencia para el uso de los elementos
tecnológicos de la justicia digital, una asistencia que no debería
extenderse sobre la prestación del servicio de asesoramiento legal

En el Civil Resolution Tribunal de la Columbia Británica de Canadá a


los litigantes menos familiarizados con el medio digital se les
proporciona apoyo técnico para acceder a Internet. En el tribunal
online de Utah (Estados Unidos) a cada uno de los casos del sistema
ODR le es asignado un supervisor del juzgado para asistir a las partes
en el uso de la plataforma y en la negociación de un acuerdo. En el
21

Traffic Penalty Tribunal (TPT) de Reino Unido es posible presentar


una demanda online contando con el apoyo técnico del personal
administrativo del tribunal. Es posible, por ejemplo, llamar por
teléfono para solicitar ayuda en el proceso de cumplimentación de
una demanda e incluso para que la rellene el propio personal
administrativo.

- La respuesta anterior del sistema judicial no es suficiente en


presencia de personas con discapacidad cognitiva, de visión o
auditiva o de personas a las que se les hace difícil o imposible el
manejo de los programas e interfaces disponibles en línea. El ejemplo
lo ofrece la experiencia de tribunal en línea del Estado de Utah. El
reglamento del proyecto piloto de ODR de los tribunales de justicia
de West Valley (Utah) establece como obligatoria la participación en
las plataformas ODR para reclamaciones de escasa cuantía. No
obstante, el tribunal puede conceder una exención a alguna o ambas
partes debido a dificultades excepcionales para acceder al proceso
en línea, pasando así a la resolución tradicional del procedimiento a
través de audiencias judiciales presenciales.

6. INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Que se sepa no existe tecnología para una IA general capaz de hacer todas
las tareas que se llevan a cabo por los juzgados y tribunales. Las
herramientas basadas en IA pueden ser preparadas para realizar algunos
trabajos más rápidamente y mejor que el ser humano. Muchos de los
proyectos e iniciativas que se han puesto en marcha en países de la Unión
Europea que comportan el uso de la IA están enfocados a ayudar en la
denominada trastienda de los tribunales, para mejorar la eficiencia de las
actividades que se desarrollan en su organización interna.
Ello incluye herramientas para textualizar audiencias o archivos
audiovisuales (voz a texto); reconocimiento óptico de caracteres (OCR) con
el objetivo de digitalizar por completo los documentos en papel; traducción
electrónica; utilización de la biometría para la autenticación del usuario;
motores de búsqueda optimizada para la búsqueda de datos personales;
herramientas de seudonimización automatizada de las decisiones judiciales
con el objetivo de resolver el problema de la anonimización manual y la
publicación de decisiones judiciales de conformidad con las leyes de
protección de datos, una actividad en la que el CENDOJ está teniendo
notable éxito; o chatbots para ofrecer información sobre el sistema judicial
22

Más allá de estas tareas rutinarias y de riesgo bajo, la Carta Ética Europea
sobre el uso de la inteligencia artificial en los sistemas judiciales y su
entorno, aprobada el 3-4 de diciembre de 2018 por la Comisión Europea
para la Eficiencia de la Justicia (CEPEJ) del Consejo de Europa, tiene el
mérito de haber descrito los riesgos inherentes al uso de la IA. Según se
indica, los sistemas de IA ponen en juego el principio de primacía del
derecho y pueden incentivar una nueva forma de normatividad que
signifique límites a la discrecionalidad soberana del juez y conducir, a largo
plazo, a una estandarización de las decisiones judiciales que podrían llegar
a basarse en un cálculo puramente estadístico vinculado, por ejemplo, a la
media de las indemnizaciones concedidas anteriormente por otros
tribunales. Se pone en duda la compatibilidad de soluciones basadas en IA
con derechos individuales consagrados en el Convenio Europeo de los
Derechos Humanos, como el derecho a un juicio justo, el derecho al juez
natural establecido por la ley, el derecho a un tribunal independiente e
imparcial, así como a la igualdad de armas en los procedimientos judiciales.
Se duda también sobre la posibilidad de conceder una protección adecuada
a los datos y, como consecuencia, a la vida privada y familiar.
Por estas razones el informe que acompaña a la Carta Ética sugiere el gran
potencial de la IA para ayudar a los profesionales del derecho en su trabajo,
así como la ayuda que el sistema judicial podrá encontrar en la IA con
aplicaciones destinadas a mejorar la investigación jurídica.
Una visión menos reticente muestra la propuesta de Reglamento europeo
sobre inteligencia artificial de 2021, que todavía no ha sido aprobado. La
propuesta de reglamento distingue entre prácticas de IA prohibidas,
prácticas consideradas de alto riesgo, y prácticas no consideradas de alto
riesgo. La propuesta de Reglamento se refiere expresamente a los sistemas
de IA cuyo objetivo es ayudar a las autoridades judiciales a investigar e
interpretar los hechos y el derecho y a aplicar la ley a unos hechos
concretos. Pero estos sistemas de IA no quedan prohibidos sino solo
considerados como de alto riesgo, lo que significa que podrán ser usados
una vez que se compruebe que cumplen con los requisitos de gobernanza.
La propuesta de reglamento establece los requisitos que han de cumplir los
sistemas de IA de alto riesgo. Entre estos requisitos se comprenden
exigencias de:
— respeto a los valores y normas europeas para datos de entrenamiento;
— documentación y trazabilidad de datos para garantizar la intervención
regulatoria;
23

— transparencia y suministro de información;


— solidez y precisión para una intervención ex ante adecuada;
— supervisión humana para una IA centrada en el ser humano.
De los usos considerados de alto riesgo destacan particularmente dos en
los que, a pesar de las reticencias mostradas por la Carta Ética, se están
poniendo en marcha proyectos en países tanto dentro como fuera de
Europa.
- La puesta a disposición de los usuarios de la justicia de herramientas
de inteligencia artificial que proporcionan información para la toma
de decisiones, en forma de diagnóstico del caso, de predicciones, de
cálculo de probabilidades sobre la estimación de una demanda. El
éxito es claro puesto que muchas reclamaciones desaparecen
simplemente con la información que proporciona el software.

- La puesta a disposición de los jueces de herramientas de IA para


sugerir la redacción de las decisiones judiciales o hacer
recomendaciones relacionadas con la consistencia de la
jurisprudencia (Tribunales de Internet en China, ya funcionando,
pero también proyectos en Portugal, Croacia o Grecia). El juez no
queda vinculado por la decisión.
Uno de los proyectos que destaca en este ámbito es el que se ha presentado
en Alemania en mayo de 2022 bajo la denominación de FRAUKE, siglas de
Frankfurt Judgement Configurator Electronic. Este proyecto implica el uso
de IA para ayudar a los jueces a resolver disputas en un área muy específica,
a saber, las reclamaciones derivadas de cancelaciones o retrasos en el
transporte aéreo de pasajeros. El motivo para el lanzamiento de este
proyecto ha sido el altísimo número de procedimientos (entre 10.000 y
15.000 anuales) que el Tribunal de Distrito de Frankfurt tiene que resolver
cada año.
La IA se utiliza en este caso para sugerir al juez propuestas de decisiones no
vinculantes. Para tomar la decisión, la máquina analiza elementos distintos
que influyen en la decisión como los siguientes: tarjetas de embarque;
tiempos de vuelo; datos meteorológicos; y decisiones anteriores sobre
casos del mismo tipo tomadas por el tribunal de distrito. El uso de la IA en
este caso se ve favorecido por el hecho de que muchas reclamaciones
comparten el evento que origina la compensación, ya que todos los
pasajeros del vuelo cancelado se ven afectados, y el hecho de que las tarifas
de compensación están reguladas a tanto alzado por el Reglamento
24

europeo que regula los derechos de los pasajeros aéreos. La decisión de la


máquina no pretende sustituir la del juez.
En los tribunales de internet en China el sistema permite la generación
automática de un documento de sentencia. El documento generado tiene
caracteres verdes y negros. Los caracteres negros son la parte fija del
borrador. Los caracteres verdes contienen la información personalizada de
las partes, el número del caso, los hechos del caso y las disposiciones legales
aplicables, todo lo cual es recibido desde la plataforma. Solo se tardan diez
segundos en formar el borrador del documento tras la vista y el juez
entonces solo tiene que revisarlo y hacer las modificaciones necesarias para
finalizar el documento que contendrá la sentencia.
Determinar el modo en que programas o software de este tipo pueden
llegar a cumplir con los criterios de gobernanza que marcará la nueva
normativa europea una vez que sea aprobada es una tarea que no se ha
hecho y que habrá que abordar.
Pero en lo que ya se puede avanzar es en descubrir las posibilidades
técnicas y las limitaciones inherentes a la construcción de sistemas
inteligentes en el ámbito de la administración de Justicia, analizando su
idoneidad a la vista de la calidad de output, es decir, de la salida del
software respecto de la actividad que se le pretenda asignar y
determinando en qué forma puede ayudar bien a los usuarios de la justicia
o bien a un juez.
La determinación de las posibilidades y limitaciones de un software en el
ámbito de la administración de justicia depende de varios factores:
- del tipo de tecnología de IA que sea utilizado.
- de la propia arquitectura interior de las decisiones con las que se
quiera ayudar, distinguiéndose entre aquellas que dependen de más
variables o menos variables.
- de la posibilidad de construir una herramienta de IA basada en datos
en cuya solidez sea posible confiar.
La construcción de sistemas expertos, la programación de toda la vida,
ofrece mayores posibilidades para poder confiar. Si las reglas son correctas
y han sido supervisadas y auditadas por expertos el resultado debería ser
100% confiable. Los resultados quedarían motivados a la vista de la propia
formulación de las reglas. Si las reglas son ciertas, los resultados no pueden
no ser ciertos. No obstante, esta clase de sistemas no son adecuados para
ámbitos jurídicos caracterizados por el protagonismo de la discrecionalidad
o cuando los árboles de decisión resultan excesivamente complejos.
25

La IA basada en datos tiene otra clase de limitaciones. Aparte de precisar


datos de entrenamiento especifico y de la necesidad de determinar con qué
datos se nutrirá el software, un software construido de este modo decae en
su utilidad en presencia de cambios legislativos. El mantenimiento de la
máquina exigiría eliminar todos los datos de decisiones anteriores al cambio
legislativo. Además, aunque los algoritmos son capaces de procesar
enormes cantidades de datos: los datos jurídicos no funcionan como los
datos médicos. Para su tratamiento necesitan ser operacionalizados y en
este proceso, que se lleva a cabo por el ser humano, se pueden introducir
sesgos o no tener en cuenta de forma adecuada todos los datos relevantes;
la IA basada en datos, como el machine learning, no puede ofrecer la
transparencia que se requiere a los sistemas de IA para poder pasar el test
de gobernanza y sus output no vienen motivados.
Hay autores como Richard Susskind quien se pregunta, apelando a un
argumento de utilidad, que si contamos con predicciones que llegan a
arrojar un porcentaje de acierto superior al 95% y ante la situación de países
como Brasil donde se acumulan retrasos judiciales de más de 100 millones
de casos, ¿por qué no podrían utilizarse las predicciones como
determinaciones sin necesidad de que vengan avaladas por una
motivación?
Esta clase de aproximación no resulta posible bajo el paraguas de nuestro
Convenio Europeo de los Derechos Humanos. Y mucho menos utilizar el
chat GPT, una herramienta que está hecha para construir frases bien
escritas. ¿Podría un juez utilizar chat GPT para que le sugiera una decisión?
Sería como preguntarle al vecino de al lado tal y como ha señalado
recientemente Iñaki Vicuña en el Curso de Derecho e inteligencia artificial
celebrado en la Facultad de Derecho de la UGR.
Por esta razón como recomendaciones para el avance se proponen las
siguientes.
- La creación de sistemas expertos será especialmente recomendable
para dar respuesta a casos muy repetitivos, como hace el proyecto
Frauke en Alemania.
- Solo se recomienda la construcción de un sistema experto si el
proceso de decisión queda condicionado a relativamente pocas
variables generando la posibilidad de construir las reglas de un
sistema experto. En estos casos cabe garantizar la transparencia y la
motivación de la decisión.
- Si el árbol de decisión se vuelve demasiado complejo los resultados
pueden ser insatisfactorios.
26

- La utilización de herramientas basadas en IA de datos, como el


Machine Learning, debe ser objeto de una precaución especial.
Mientras que esta clase de sistemas pueden ser utilizados sin
problema por los profesionales, no se recomienda el uso de este
software por el sistema de justicia, incluso aunque la fiabilidad de las
predicciones llegue a ser muy alta. La asignatura pendiente de esta
clase de software seguirá siendo la falta de transparencia. Ello no
significa que la investigación no deba seguir por este camino.
Un problema adicional es el relativo al encaje de las decisiones automáticas
en el sistema jurídico, un debate que todavía no está del todo resuelto. Y
ello porque a pesar de que disponemos de una norma en vigor, como el
artículo 22 RGPD, sin embargo esta disposición no cierra el paso por
completo a las decisiones automatizadas y declara inaplicable esta
prohibición si la decisión, aun siendo plenamente automatizada y
comportando efectos significativos, (1) es necesaria para la celebración o la
ejecución de un contrato entre el interesado y el responsable del
tratamiento, (2) está autorizada por el Derecho de la UE o de alguno de los
Estados Miembros, o (3) se basa en el consentimiento explícito del
interesado (art. 22.2 RGPD).
Varios países están comenzando a hacer aproximaciones propias al debate.
En Francia, aunque no en el ámbito judicial sino en el de la resolución
alternativa de litigios, se ha establecido por ley de 2019 que las empresas
que proporcionan servicios en línea de mediación o de arbitraje tienen
prohibido que la decisión final sea dejada por completo en manos de los
algoritmos de las máquinas, debiendo existir siempre una fase última que
garantice la presencia humana. El único proyecto para la creación de un
juez robot fue el presentado en 2019 en Estonia con la finalidad de decidir
en casos de escasa cuantía de hasta 7.000 euros. Hoy, sin embargo, no se
tiene más noticia de esta iniciativa.

El principio de control humano de la decisión de IA goza de arraigo en


Europa. El principio quinto de la Carta Ética del Consejo de Europea lleva
por título "bajo control del usuario" con el propósito de excluir un enfoque
prescriptivo y garantizar que los usuarios sean actores informados. El
respeto a este principio es especialmente importante en los sistemas de
inteligencia artificial de alto riesgo.
27

A esta directriz se introduce un matiz por parte de las Directrices del Comité
de ministros del Consejo de Europa de 16 de junio de 2021. El apartado 20
de las mencionadas Directrices deja la cuestión en manos de los Estados del
Consejo de Europa. A su parecer, si el Derecho nacional permite las
decisiones automáticas tales decisiones deberían quedar sometidas a
revisión ante un juez. Se trata de una fórmula que parecería dar cabida en
los países del Consejo de Europa al denominado juez robot.

Antes de que un Estado como el nuestro pueda llegar a plantearse una


solución de ese tipo para admitir soluciones automáticas, todavía
quedarían muchos pasos en el camino de acreditar la solidez, la
transparencia y la seguridad de un software capaz de sustituir a un juez.
Mientras que no se llegue a esa situación conviene mantener la prudencia
y excluir las decisiones automáticas que puedan tener efectos significativos
sobre las personas. La digitalización avanzada de la administración de
justicia requiere buenas dosis de imaginación y un camino que sea andado
de la mano por juristas y por informáticos.

7. CONSIDERACIONES FINALES
Las adaptaciones necesarias para garantizar la resiliencia de los sistemas
judiciales durante el tiempo de la pandemia mundial por el Covid19, y los
adelantos tecnológicos que se están gestando durante los años siguientes,
plantean mucho más que promesas para la mejora de la eficiencia de los
sistemas judiciales. Este camino ya se está andando y hoy cabe identificar
experiencias positivas de digitalización avanzada que sirven de ejemplo para
la adopción de nuevas iniciativas. Las nuevas herramientas tecnológicas han
contribuido de forma decisiva a la resiliencia de los sistemas judiciales
durante la pandemia por su capacidad para superar las barreras geográficas.
El desarrollo de las redes 5G, el cloud computing, la integración de
funciones variadas en plataformas ODR, las nuevas posibilidades para la
gestión de la identidad a través de procedimientos no criptográficos, la
integración de la presencia virtual o los usos variados que se pueden hacer
de la Inteligencia Artificial, incluida la llamada Inteligencia Artificial
Generativa, están afectando a la propia definición de las funciones del
sistema judicial que ahora puede ayudar a la gestión más eficiente de los
casos así como a la prevención y a la contención de litigios.
28

El desarrollo tecnológico abre múltiples posibilidades de creación de


servicios y de mejora. El presente capítulo pone el acento en la necesidad
de que el impulso y utilización de las nuevas herramientas tecnológicas, y
su integración en los sistemas judiciales, tenga como motor la mejora del
acceso a la justicia de los usuarios así como en la necesidad de actualizar la
definición del marco de derechos y obligaciones de los ciudadanos para
evaluar la necesidad de introducir medidas apropiadas para guardar el
debido respeto al derecho a la tutela judicial efectiva, al derecho a un
proceso equitativo y al derecho a un recurso efectivo que proclaman los
artículos 6.1 y 13 del Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH).
Para el marco de la argumentación se han tenido especialmente en cuenta
las decisiones del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos, las
Directrices aprobadas por el Consejo de Europa relativas al avance de la
digitalización de la justicia y el uso de la Inteligencia Artificial, la propuesta
de Reglamento europeo relativa a los usos de la Inteligencia Artificial, las
iniciativas legislativas españolas incluidas en el Anteproyecto de Ley de
Medidas de Eficiencia Procesal del Servicio Público de Justicia (ALMEPSPJ),
el Anteproyecto de Ley de Medidas de Eficiencia Digital del Servicio Público
de Justicia (ALMEDSPJ) y el Anteproyecto de Ley Orgánica de Eficiencia
Organizativa del Servicio Público de Justicia (ALOEOSPJ) así como algunas
experiencias o proyectos de digitalización identificados en otras
jurisdicciones como Alemania, Canadá, China, Estados Unidos o Reino
Unido.
Bajo la perspectiva de la optimización y la protección del derecho a la tutela
judicial efectiva el capítulo incluye propuestas para la regulación del uso de
las notificaciones judiciales electrónicas, de la telepresencia y para la
creación de tribunales online en los que se amplían las funciones típicas que
corresponden a los jueces y tribunales. La última parte se dedica a las
recomendaciones relativas a los usos de las herramientas basadas en la
Inteligencia Artificial y se contienen los debates actuales en torno a la
incorporación a los sistemas judiciales de las decisiones automáticas.

BIBLIOGRAFÍA

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Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las regiones “La
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