EL TEXTO Y LAS PROPIEDADES TEXTUALES Completo
EL TEXTO Y LAS PROPIEDADES TEXTUALES Completo
EL TEXTO Y LAS PROPIEDADES TEXTUALES Completo
La forma en la que circula la palabra en una sociedad es múltiple y variada teniendo en cuenta que los
nuevos dispositivos tecnológicos hacen de esta circulación algo más variado y vertiginoso. En este
apartado teórico vamos a intentar conceptualizar la siguiente pregunta ¿Qué es un texto? ¿Cuál es el
origen de dicha palabra? ¿Todo lo que consumimos como material de lectura es un texto? ¿Existe una
diferencia entre texto, enunciado y discurso? Veremos si podemos resolver estos interrogantes.
Como la coherencia debe ser percibida por el receptor, esa coherencia está en relación con la actividad
comunicativa de los seres humanos y con la finalidad que el texto tenga: es una cualidad semántica y
también pragmática. La coherencia o sentido global está dada, en primer lugar, por la relación que
existe entre las ideas de un texto y en segundo lugar, por la posibilidad que tenga el oyente o el lector
de reconstruir esa relación: hay una tercera instancia; la explicitación de esas relaciones mediante
elementos gramaticales y de léxico (vocabulario)
LAS PROPIEDADES TEXTUALES
El término propiedad hace referencia a los conceptos esenciales que definen un término que es
necesario definir y explicar puesto que a partir de esto podemos comprender las diferentes prácticas del
lenguaje que ponemos en uso cuando nos comunicamos: las prácticas de la oralidad, la lectura y la
escritura. Como ya dijimos en la definición ampliada de lo que significa el término TEXTO, LA
COHERENCIA y LA COHESIÓN son dos de las propiedades elementales para que un texto sea
considerado como tal. Repasemos. Un texto se caracteriza por: la finalidad comunicativa (pragmática),
la coherencia (semántica) y por su cohesión (gramatical y léxica). En este apartado, explicaremos el
significado de estas dos propiedades para luego ponerlo en práctica en las clases de TALEO. Finalmente,
mencionaremos las otras propiedades que acompañan al significado de la palabra texto. Ellas son: la
adecuación y la corrección.
En este caso hay una coherencia proposicional, es decir, que, entre las ideas expuestas en el texto, es
posible encontrar una relación lógicamente aceptable. “llegué”, “viaje”, “había llevado” tienen entre sí
una vinculación reconocible, porque el contenido de cada idea está relacionado con una parte del
contenido de otra. Además, toda la secuencia completa remite a la idea de “traslado”; por lo tanto, el
contenido de cada idea está conectado con el contenido global de toda la secuencia.
La coherencia como interpretación: La interpretación que se haga de un texto dependerá de los saberes
generales que posea el destinatario, es decir, del conocimiento del mundo que este receptor haya
capitalizado a lo largo de su recorrido estudiantil. Tomando el último ejemplo podemos afirmar que un
receptor lo encuentra coherente porque sabe que en San Martín de los Andes hace frío y que Jet Smart
es una compañía aérea. Ahora veamos este otro texto:
La disposición de los enunciados en el papel (formato), el hecho de que figure el nombre del autor/a
(fuente) y el hecho de que se trate de un libro (portador del texto), permiten darse cuenta de que se
trata de un texto poético, por lo tanto, estamos en condiciones de construir el sentido para él, aunque
sea incierto y provisorio. Este sentido está construido gracias a algunos saberes tales como, el
conocimiento de las convenciones de un texto poético, de quién es la autora, de que en un libro no
suelen publicarse incoherencias. Pero los usuarios de una lengua no solo tienen estos saberes laterales
que podríamos denominar “letrados” sino que tienen una gran cantidad de saberes acerca del mundo y
su funcionamiento, que se adquieren por la experiencia y/o por la indagación en fuentes de
conocimiento. Por lo tanto, el productor de un texto lo construye coherentemente pero el receptor
realiza la reconstrucción de esa coherencia que en principio construyó el emisor. Es decir que
reconstruye: el sentido global del texto (semántica), la intención del emisor (pragmática) y la
adecuación de ese sentido a sus propios saberes (conocimiento del mundo). Esta relación entre
interpretación y saberes (y/o emociones) del lector explicaría por qué algunos textos, que son
perfectamente claros y comprensibles para su autor, no lo son para algunos receptores, porque en esa
construcción de la coherencia intervienen los conocimientos y sentimientos del receptor, conscientes o
inconscientes. Esos factores cognoscitivos y psíquicos del receptor no solo difieren de los del emisor,
sino que también son distintos de receptor a receptor. Esto hace que existan entonces, gran variedad de
interpretaciones posibles, aunque no es aceptable cualquier interpretación azarosa o aberrante porque
un texto proporciona “pistas” para ser interpretado.
Macroestructura: Para comprender mejor esta definición de interpretación que realiza el receptor de un
texto para construir el sentido global de lo que se dice o se lee, se realiza por medio de la
macroestructura. Llamamos así a la representación abstracta y general del sentido del texto que puede
expresarse como una única idea, es decir, en una sola proposición. Veamos:
“La juventud habla de la juventud: así podrá describirse esta fascinante antología latinoamericana del
cuento que incluye lo mejor de la narrativa breve contemporánea de la región. Dieciséis relatos de
otros tantos países y autores introducen al lector, sobre todo al lector joven, a las más diversas y
representativas tendencias de una literatura cuya única singularidad ha alcanzado reconocimiento
universal en las últimas tres décadas. Latinoamérica como continente fabuloso, en el pleno sentido del
término, es un lugar común desde hace 500 año; por las páginas de este libro desfilan la frustración y
la promesa, la dulzura y la amargura, el raciocinio y la fantasía de hombres y mujeres – especialmente
jóvenes – que conforman el multicolor mosaico de esta América. Notas bibliográficas, fotografías y
comentarios complementan esta edición.”
(texto de contratapa de 16 cuentos latinoamericanos, Colección Latinoamérica, 1992)
Una macroestructura posible para este texto sería: Compre este libro porque es interesante.
Para profundizar en este aspecto de la macroestructura de un texto y para comprender por qué es
necesario que sea coherente, podemos aplicar ciertas reglas de reducción llamadas macrorreglas (este
aspecto también es retomado en la teorización sobre la lectura). Son reglas también llamadas
estrategias que permiten reducir las proposiciones (ideas) de un texto a una sola, es decir, se obtiene la
macroestructura y esta operación de reducción es un proceso de comprensión e interpretación de un
texto. Las macrorreglas son: supresión, selección, generalización y construcción. Las dos primeras
realizan la operación de omitir partes del texto y conservar otras. Las dos últimas realizan la operación
de sustituir partes del texto por otra expresión que el mismo lector produce, y esta operación de
reemplazo es posible por los conocimientos del mundo del lector.
A partir de lo siguiente, explicaremos mediante ejemplos cada macrorregla:
1) Supresión: Se suprimen las proposiciones del texto que no sean necesarias para interpretar lo
que sigue:
Tomó un taxi. Le indicó la dirección. El taxi partió
Si se aplica esta regla al enunciado anterior. Solo nos quedará Tomó un taxi ya que es la
información esencial para la continuación del relato.
2) Selección: Se suprimen las informaciones que son condiciones o parte integrante o
consecuencia de la otra que se selecciona como la esencial. Esta regla es semejante a la
anterior, inclusive pueden aplicarse ambas como una sola. Ejemplo:
Se puso el saco y tomó el llavero; luego abrió la puerta y salió.
Si se aplica la regla de selección, solo quedará “salió”, porque se omite todo lo que es condición
o presuposición para que eso se cumpla, como, por ejemplo, “abrió la puerta”.
3) Generalización: si en el texto se nombrar objetos o acciones, se los reúne en alguna palabra
que los agrupe, en lugar de mencionar a todos uno por uno; la condición es que no se encierre
en la generalización ningún dato importante que haya que mantener para la comprensión.
Ejemplo:
En la mesa de la oficina había lápices, papeles, libros, pisapapeles y una taza de café vacía.
Si se aplica la regla de generalización, el lector deberá sustituir los objetos nombrados por
“ÚTILES DE ESCRITORIO”, pero no podrá incluir en esa sustitución “taza de café” porque al ser
otro tipo de objeto con respecto a los otros, dicho material es un objeto significativo para el
resto del texto.
4) Construcción: ciertas proposiciones se engloban en una sola que las sustituye; no se suprime
algo que está en el texto y se considera innecesario, sino que lo se considera innecesario se
cambia por una nueva frase, construida por el lector que reúne las otras. Ejemplo:
Se puso el saco y buscó el llavero; luego abrió la puerta y subió al Ford.
Si se aplica la condición de construcción se obtendría la proposición: “Se fue en auto”
Una condición importante para la aplicación de las macrorreglas es que se aplican de distinta manera a
distintos tipos de textos. Si se aplica a la narración de la vida cotidiana, por ejemplo, la macroestructura
resultante deberá ser una acción. Si se trata de un texto que argumente a favor de un espectáculo o un
libro, la macroestructura resultante será la recomendación de algún tipo de acción, como se puede
apreciar en el texto que se usó antes para ejemplificar el concepto de macroestructura.
LA COHESIÓN. Concepto
Esta propiedad textual es la segunda en importancia para decir que un texto es un texto. En el
apartado anterior explicamos y conceptualizamos a la coherencia y su relación con el sentido general o
global ya que consiste en establecer por parte del emisor y percibir por parte del receptor la relación de
sentido entre las distintas ideas que aparecen en el texto. También se ha dicho que el texto es un
entretejido de significaciones. Otra de las características de los textos es que existe una serie de
procedimientos gramaticales por los cuales se va construyendo y señalando este entretejido.
Apreciemos este ejemplo:
Historia reciente de la psicología cognitiva
“Uno de los síntomas más evidentes de que un nuevo enfoque o disciplina se ha impuesto en el ámbito
científico es que comience a considerarse su historia y en ello se le juzgue como la posición dominante.”
Carretero,M (1997) Introducción a la psicología cognitiva, capítulo 1, Aique, Buenos Aires.
En este fragmento se observa que la expresión “un nuevo enfoque o disciplina se refiere a “la psicología
cognitiva” (título) ; la expresión “ámbito científico” remite a las distintas ramas de la ciencia, o sea, a las
disciplinas dentro de las cuales está la psicología cognitiva. Luego, “su” y “le” remiten otra vez a
“enfoque o disciplina”, lo mismo que la última expresión destacada “la posición”. Lo que acabamos de
señalar en un fragmento muy breve son algunas de las formas por las cuales las relaciones de sentido
dentro de un texto se hacen manifiestas, de modo tal que la interpretación de un elemento (por
ejemplo “su”) depende de otro (por ejemplo, psicología cognitiva). La explicitación de esas relaciones se
realiza a través del sistema léxico y del sistema gramatical. El conjunto de esos mecanismos por los
cuales unas palabras se refieren a otras se denomina cohesión. Es importante señalar que la cohesión
aunque es un rasgo de los textos, no es la condición necesaria y suficiente para que un conjunto de
palabras sea un texto. Pueden faltar casi todos los elementos cohesivos, como en este ejemplo:
“Piedras enormes, rojo sol y el polvo
Alzando en nubes sobre tierra seca…”
Storni Alfonsina, Alma muerta.
Sin embargo, este texto tiene coherencia. Se puede reconocer su función y el sentido semántico. En
cambio, una secuencia de oraciones puede tener ciertos elementos de cohesión como por ejemplo los
conectores, pero puede carecer de coherencia porque, a pesar de la presencia de esos elementos, no es
posible relacionar el sentido de los componentes de la secuencia. Veámoslo así:
“Alejandro y Sebastián; mientras tanto viste una vidriera de colores aunque hay cosas en el zoológico.
Sin embargo, yo no fui a Italia.”(lo resaltado en negrita son los llamados conectores)
Si bien la cohesión no es la condición necesaria para que exista coherencia y por lo tanto para que exista
un texto, es innegable que un texto bien cohesionado ofrece garantías para su mejor interpretación.
Para que esto suceda es importante conocer cómo esta propiedad se lleva a cabo por medio de los
procedimientos de cohesión.
Procedimientos de cohesión:
Hemos dejado en claro anteriormente que la coherencia es la responsable de la continuidad de sentido
del texto, como resultado de una compleja red de factores lingüísticos (sistema de la lengua), cognitivos
(conocimiento del mundo) y de interacción social (pragmática), y esa red de significaciones funciona así:
El contenido de cada proposición está relacionado con parte del contenido de otra proposición
El contenido de cada proposición está relacionado con el contenido global de toda la secuencia
El contenido de toda la secuencia está relacionado con una realidad exterior al texto, no
lingüística que el receptor conoce por sus saberes acerca del mundo.
La cohesión, a su vez, es la construcción de esas relaciones que acabamos de nombrar por medio de
recursos gramaticales y léxicos. La cohesión no es necesaria para que exista la coherencia textual. Y
podemos demostrarlo de la siguiente manera:
“Una fama anda por el bosque y aunque no necesita leña mira codiciosamente los árboles. Los árboles
tienen un miedo terrible porque conocen las costumbres de los famas y temen lo peor. En medio de todos
está un eucalipto hermoso, y el fama al verlo da un grito de alegría y baila tregua y baila catala en torno
del perturbado eucalipto, diciendo así:
Lo que dice el fama podría parecer incoherente, pero lo que ocurre es que la coherencia no está
explicitada con recursos gramaticales, sino que el lector es el que establece el sentido relacional entre
las palabras. Si quisiéramos que el enunciado del fama fuera muy cohesivo tendría que ser algo así: “Las
hojas del árbol tienen propiedades antisépticas para las vías respiratorias, la inhalación de su infusión
ayuda a aliviar los resfríos, que son malestares propios del invierno, por lo tanto, son apropiados para la
higiene, es decir, para el cuidado de la salud.” Este fragmento tan aburrido y poco literario, es lo que
necesitaría un lector cuyo conocimiento del mundo y de los textos literarios no fuera suficiente para
encontrar la coherencia en las palabras del personaje.
La cohesión no es, entonces, la condición indispensable para que exista la coherencia y por lo tanto,
para que un conjunto de palabras sea un texto. Sin embargo, ambas están interrelacionadas, imbricadas.
La coherencia es una construcción que hace el receptor. En este sentido, los procedimientos de
cohesión son una suerte de “instrucciones” que el receptor recibe del emisor para interpretar el texto.
Los fenómenos o procedimientos cohesivos se dividen en dos aspectos: la cohesión léxica y la cohesión
gramatical. La primera de ellas comprende a la repetición, la sustitución y el campo semántico y la
segunda a la cohesión por pronombres o referencial, la supresión o elipsis y los conectores.
La cohesión léxica:
Los recursos de cohesión léxica relacionan partes del texto semántica o temáticamente, es decir, a partir
del significado o del tema de las palabras y/o expresiones que lo componen. Consisten en la repetición o
sustitución de palabras o expresiones que ofrecen indicios sobre el tema global del texto y constituyen
su sentido general.
Sustitución: Es el reemplazo de una palabra o expresión por otra equivalente que se refiere al mismo
tema. La palabra o expresión sustituida se denomina referencia. La sustitución puede ser:
Por palabras sinónimas: “hacer un balance del sistema educativo argentino en el año 2005 y visualizar
sus tendencias requiere incluir este presente dentro del mediano y el largo plazo. Difícilmente pueda
realizarse una evaluación adecuada de los logros y fracasos del sistema educativo si acortamos el juicio
a los hechos de estos últimos doce meses.”A veces, se sustituye por una expresión constituida por dos o
más palabras. Por ejemplo: “La escritura permite la expresión del pensamiento. Esta práctica lingüística
suele adquirirse durante la escolaridad primaria.”
Sustitución por hipónimos, hiperónimos y palabras generales: Los hipónimos son palabras referidas a
elementos que conforman un conjunto que es nombrado por el hiperónimo. Por ejemplo: “Marte”,
“Saturno” y “Venus” son hipónimos de “planetas del sistema solar” que es el hiperónimo. Entonces
podemos enunciar una oración así: “Marte, Saturno y Venus son algunos de los planetas del Sistema
Solar.” Las palabras generales reemplazan a otras más específicas o a bloques de texto. En tanto éstas
pueden ser usadas en diversos contextos, su referente debe ser detectable para el lector. Veamos:
“… el porcentaje del PBI destinado a educación mejoró respecto del año anterior. (…) Asimismo,
mirando los últimos cinco años, en algunas provincias el porcentaje de presupuesto asignado al área
sobre el gasto total ha bajado. En este caso la palabra que figura en la segunda proposición “área”
reemplaza a educación. Y en este otro ejemplo: “El área evacuada abarca hasta 100 km2 alrededor del
bosque incendiado. El territorio austral ha quedado en cenizas” Por lo tanto, una misma palabra puede
ser usada para reemplazar a otras con significado diferentes. Se les dice generales porque no son
específicas ni contienen significado privativo. Otras palabras generales usadas con frecuencia son: idea,
problema, tema, cuestión, asunto, tipo, cosa.
Campo semántico: Consiste en incluir en el texto un conjunto de palabras vinculadas entre sí por el
tema con el que se relacionan. Por ejemplo; “Este tipo de conceptos no son para enseñar sino para
vivirlos. Esperemos que la escuela tome estos temas. Por ejemplo, el de la ciudad de los niños.” En el
texto anterior, “enseñar”, “escuela” y “niños” son palabras que se asocian porque pertenecen a un
campo semántico común que puede denominarse “educación”. Por este motivo, estas palabras se
encuentran en relación de colocación, es decir, que cada una de ellas se asocian a partir de la
interpretación que hace el lector del texto.
Cohesión gramatical:
Los recursos de cohesión gramatical permiten relacionar partes del texto según las funciones
sintácticas que desempeñan.
Cohesión por pronombres o referencial: Este tipo de relación establece un sentido direccional a partir
del uso de pronombres que se ubican en un texto. Un pronombre funciona como una instrucción de
búsqueda ya que hay que buscar en el texto la expresión a la que se refiere. Esta expresión puede
aparecer en un lugar precedente del texto (referencia anafórica) o en una posición posterior en texto
(referencia catafórica). Los pronombres que se utilizan para reemplazar sustantivos, adjetivos y
adverbios son los personales, demostrativos y posesivos y en construcciones oracionales complejas se
usan los relativos, indefinidos y enfáticos. Observemos el siguiente ejemplo:
“La Ley de Financiamiento Educativo ya tiene media sanción en el Senado. (…) Ésta podría tener
implicancias concretas muy positivas en el sistema educativo. Sin embargo, para que ello ocurra se
necesitan dos condiciones sine qua non: la primera es que al momento de la sanción se aseguren los
mecanismos políticos y jurídicos para garantizar el cumplimiento de la ley”. En el ejemplo el pronombre
demostrativo “ésta” se refiere a Ley de Financiamiento Educativo y el pronombre “Ello” remite al
referente implicancias concretas muy positivas en el sistema educativo.
Supresión o elipsis: Se produce cuando se omite una palabra o grupo de palabras cuyo sentido puede
reponerse a partir de la información precedente. Por ejemplo: “Plantea que el sistema educativo puede
mejorarse cumpliendo lo establecido por la Ley de financiamiento.” Este caso es el más frecuente y se lo
asocia con el sujeto tácito (aquel que debe deducirse a partir de la desinencia verbal). También se
produce una elipsis cuando se reemplaza un predicado verbal por uno adverbial, por ejemplo: “Pedro
llegó tarde y se fue enseguida. Nosotros, también.” En este caso no es necesario repetir “llegamos tarde
y nos fuimos enseguida” ya que la elipsis está en el adverbio de modo “también”
Conexión: Este recurso permite explicitar, por medio de elementos lingüísticos denominados
conectores,
Las relaciones lógico – semánticas entre las partes de un texto. Según la relación que establecen los
conectores se clasifican de la siguiente forma:
Marcadores discursivos: Así como los conectores establecen relaciones lógico – semánticas entre las
partes del texto, los marcadores discursivos contribuyen a su organización global. Son elementos léxicos
que tienen dos funciones principales: poner en evidencia la organización que adopta el texto (por
ejemplo: en primer lugar, en segundo lugar, por una parte, por otra parte, por un lado, por otro lado,
para terminar/finalizar, en síntesis, en conclusión) e indicar operaciones de reformulación. Las
reformulaciones se dividen en explicativas, que introducen una formulación que aclara lo que se ha
dicho ( es decir, esto es) Por ejemplo; El satélite de la Tierra, es decir, la Luna) rectificativas, que
indican que lo expresado anteriormente es una formulación incorrecta que será mejorada a
continuación (mejor dicho, más bien) Por ejemplo: La proyectamos solos, mejor dicho, la hicimos solos)
y las recapitulativas, que presentan el discurso como una conclusión o recapitulación de la o las
formulaciones precedentes (a fin de cuentas, al fin y al cabo, después de todo) Por ejemplo: La hicimos
solos, después de todo somos lo suficientemente capaces.
Nogueira, S (coord.) (2010): Manual de lectura y escritura universitarias. Cap. 1El texto pp 41 -45, Biblos
editorial, Buenos Aires.
Riestra. D (2014): Usos y formas de la lengua escrita. Cap. II La textualización, los géneros textuales y las
actividades humanas, pp 35 -40, Novedades Educativas, Buenos Aires.
Note: This service is not intended for secure transactions such as banking, social media, email, or purchasing. Use at your own risk. We assume no liability whatsoever for broken pages.
Alternative Proxies: