Identidad. Peticion Centrales de Riesgo

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Señores.

ENTIDAD REPORTANTE (CLARO, AVON, BANCO)

Ciudad

xxxxxxxxxxxx identificado con C.C.xxxxxxxx Expedida en la ciudad de


Villavicencio Meta, formulo petición contenido en ley 1755 de 2015, y la
Constitución Política de Colombia al igual que los siguientes derechos en el
artículo 29 debido proceso y acceso a la justicia, articulo 21 derecho a la honra
y/o habeas data y el cumplimiento de ley o acto administrativo sobre la misma
norma primaria petición en los siguientes términos:

HECHOS

1. En el año 2007 en noviembre 4, hurtaron o se me perdieron los


documentos (si aplica).

2. El 24 de enero de 2021, se adquirieron productos financieros o de


obligaciones claras expresas y exigibles con fraude y a mi nombre,
suplantacion de identidad.

3. Las obligaciones financieras a la fecha se encuentran en mora debido a


que no soy el causante o deudor de las mismas, debido a que se usaron
medios fraudulentos para su adquisicion.

4. En las centrales de riesgo aparezco como deudor sin serlo.

5. En Ia actualidad requiero mejorar mi historial crediticio y a su vez


acceder a diferentes servicios financieros, pero esto no me ha sido
posible, ya que dicho reporte aún persiste.

Petición:

1. Solicito se resuelvan todas y cada una de las siguientes peticiones y en


el orden que las redacte, solicito que las mismas sean fundamentadas en
derecho, asi como formulo la presente petición.

2. Solicito que se relate cronologicamente la forma en la cual se adquirio o


adquirieron dichos creditos.

3. Solicito que se alleguen las pruebas pertinentes que fundamentan los


hechos.

4. Solicito se entregue copia de él o los documentos por los cuales se


autorizo el reporte en centrales de riesgo.
5. Solicito se entregue copia de de él o los documentos por los cuales se
adquirieron el o las obligaciones. (Contrato, pagare y demas que
acrediten la deuda)

6. Solicito se entregue copia simple de los documentos adicionales


utilizados en mi nombre con los cuales se adquirieron él o los creditos
(copia de la cedual, certificados, y demas)

7. Solicito se me informe cual o cuales son los protocolos que realizan para
realizar este tipo de contratos o negocios y la publicidad que le hacen a
los mismos con el fin de evitar estos inconvenientes.

8. Solicito se me informe cual o cuales son los procedimientos


administrativos que se lleva en estos casos.

9. Solicito cual o cuales son las politicas de proteccion al consumidor.

10. Solicito se inicie la investigacion respectiva.

11. Solicito se informe el nombre, documento e identificacion interna de la


persona que estaba a cargo del o los tramites con los cuales se efectuo
la adquisicion de las obligaciones.

12. Solicito se elimine inmediatamente el cobro y el reporte en las centrales


de riesgo teniendo en cuenta que fue con fraude a mi persona.

13. Solicito se entregue un reporte de mi historial crediticio de los últimos 4


años.

14. Solicito se me entregue la copia simple (si llegase a existir) de la


autorización del uso de mis datos personales fundamentado en la Ley
1581 de 2012, bajo los parametros expedidos por la Superintendencia de
Insutria y Comercio, y se demuestre su uso y politicas que son conocidas
al publico y las formas de conocimiento, de no existir se me informe con
que fundamento se me hizo el reporte en centrales de riesgo.

15. Solicito que se me informe bajo que parametros se estan utilizando mis
datos con la normatividad, de forma escrita.

FUNDAMENTOS DE LA PETICION

Fundamentos de la Petición

El derecho de petición está consagrado en el artículo 23 de la Constitución


Política de Colombia y desarrollado en la Ley 1755 de 2015; con fundamento
en él los ciudadanos pueden presentar peticiones a las autoridades, para que
se les suministre información sobre situaciones de interés general y/o
particular. Artículo 23 de la Constitución Política “Toda persona tiene derecho a
presentar peticiones respetuosas a las autoridades por motivos de interés
general o particular y a obtener pronta resolución. El legislador podrá
reglamentar su ejercicio ante organizaciones privadas para garantizar los
derechos fundamentales”. Ley 1755 de 2015 “Por medio de la cual se regula el
derecho fundamental de petición y se sustituye un título del Código de
Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo”.

Artículo 23 señala Constitución Política de Colombia:

«Toda persona tiene derecho a presentar peticiones respetuosas a las


autoridades por motivos de interés general o particular y a obtener pronta
resolución. El legislador podrá reglamentar su ejercicio ante organizaciones
privadas para garantizar los derechos fundamentales»

El artículo 5 del Código contencioso administrativo (hoy Código de


Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo, ley 14307 de
2011) viene a desarrollar este principio constitucional en los siguientes
términos:

«En sus relaciones con las autoridades toda persona tiene derecho a:

1. Presentar peticiones en cualquiera de sus modalidades, verbalmente, o por


escrito, o por cualquier otro medio idóneo y sin necesidad de apoderado, así
como a obtener información y orientación acerca de los requisitos que las
disposiciones vigentes exijan para tal efecto.

Las anteriores actuaciones podrán ser adelantadas o promovidas por cualquier


medio tecnológico o electrónico disponible en la entidad, aún por fuera de las
horas de atención al público.

2. Conocer, salvo expresa reserva legal, el estado de cualquier actuación o


trámite y obtener copias, a su costa, de los respectivos documentos.

3. Salvo reserva legal, obtener información que repose en los registros y


archivos públicos en los términos previstos por la Constitución y las leyes.

4. Obtener respuesta oportuna y eficaz a sus peticiones en los plazos


establecidos para el efecto.

En el aspecto puntual la norma que regula el derecho de petición es la ley 1755


de 2015 que modificó la ley 1437 de 2011 para desarrollar y reglamentar el
derecho de petición.

La Corte Constitucional menciona Sentencia T 206 de 2018;

El derecho de petición, según la jurisprudencia constitucional, tiene una


finalidad doble: por un lado, permite que los interesados eleven peticiones
respetuosas a las autoridades y, por otro, garantiza una respuesta oportuna,
eficaz, de fondo y congruente con lo solicitado. Ha indicado la Corte que “(…)
dentro de sus garantías se encuentran (i) la pronta resolución del mismo, es
decir que la respuesta debe entregarse dentro del término legalmente
establecido para ello; y (ii) la contestación debe ser clara y efectiva respecto de
lo pedido, de tal manera que permita al peticionario conocer la situación real de
lo solicitado”. En esa dirección también ha sostenido que a este derecho se
adscriben tres posiciones: “(i) la posibilidad de formular la petición, (ii) la
respuesta de fondo y (iii) la resolución dentro del término legal y la consecuente
notificación de la respuesta al peticionario”.

Debido Proceso

Articulo 29 de la Constitución Política de Colombia;

El debido proceso se aplicará a toda clase de actuaciones judiciales y


administrativas.

Nadie podrá ser juzgado sino conforme a leyes preexistentes al acto que se le
imputa, ante juez o tribunal competente y con observancia de la plenitud de las
formas propias de cada juicio.

En materia penal, la ley permisiva o favorable, aun cuando sea posterior, se


aplicará de preferencia a la restrictiva o desfavorable.

Toda persona se presume inocente mientras no se la haya declarado


judicialmente culpable. Quien sea sindicado tiene derecho a la defensa y a la
asistencia de un abogado escogido por él, o de oficio, durante la investigación y
el juzgamiento; a un debido proceso público sin dilaciones injustificadas; a
presentar pruebas y a controvertir las que se alleguen en su contra; a impugnar
la sentencia condenatoria, y a no ser juzgado dos veces por el mismo hecho.

Es nula, de pleno derecho, la prueba obtenida con violación del debido


proceso.

El debido proceso y el derecho de defensa

El artículo 29 de la Carta Política dispone que el debido proceso debe


observarse en toda clase de actuaciones judiciales y administrativas, es decir
que obliga no solamente a los jueces sino también a los organismos y
dependencias de la administración pública.

El debido proceso administrativo consiste en que los actos y actuaciones de las


autoridades administrativas deben ajustarse no sólo al ordenamiento jurídico
legal sino a los preceptos constitucionales. Se pretende garantizar el correcto
ejercicio de la administración pública a través de la expedición de actos
administrativos que no resulten arbitrarios y, por contera, contrarios a los
principios del Estado de derecho. Ello en virtud de que “toda autoridad tiene
sus competencias definidas dentro del ordenamiento jurídico y debe ejercer sus
funciones con sujeción al principio de legalidad, a fin de que los derechos e
intereses de los administrados cuenten con la garantía de defensa necesaria
ante eventuales actuaciones abusivas, realizadas por fuera de los mandatos
constitucionales, legales o reglamentarios vigentes”.

De la aplicación del principio del debido proceso se desprende que los


administrados tienen derecho a conocer las actuaciones de la administración, a
pedir y a controvertir las pruebas, a ejercer con plenitud su derecho de defensa,
a impugnar los actos administrativos y en fin a gozar de todas las garantías
establecidas en su beneficio.

Sobre el debido proceso administrativo la Corte se ha manifestado en


reiteradas oportunidades y ha precisado que su cobertura se extiende a todo el
ejercicio que debe desarrollar la administración pública en la realización de sus
objetivos y fines estatales, lo que implica que cobija todas las manifestaciones
en cuanto a la formación y ejecución de los actos, a las peticiones que
presenten los particulares y a los procesos que adelante la administración con
el fin de garantizar la defensa de los ciudadanos. Conviene recordar lo que
sobre el punto ha precisado esta Corporación:

“La garantía del debido proceso, plasmada en la Constitución colombiana como


derecho fundamental de aplicación inmediata (artículo 85) y consignada, entre
otras, en la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 (artículos 10
y 11), en la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre
proclamada el mismo año (artículo XXVI) y en la Convención Americana sobre
Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica, 1969, Artículos 8 y 9),
no consiste solamente en las posibilidades de defensa o en la oportunidad para
interponer recursos, como parece entenderlo el juzgado de primera instancia,
sino que exige, además, como lo expresa el artículo 29 de la Carta, el ajuste a
las normas preexistentes al acto que se imputa; la competencia de la autoridad
judicial o administrativa que orienta el proceso; la aplicación del principio de
favorabilidad en materia penal; el derecho a una resolución que defina las
cuestiones jurídicas planteadas sin dilaciones injustificadas; la ocasión de
presentar pruebas y de controvertir las que se alleguen en contra y, desde
luego, la plena observancia de las formas propias de cada proceso según sus
características”.

“El debido proceso constituye una garantía infranqueable para todo acto en el
que se pretenda -legitimamente- imponer sanciones, cargas o castigos.
Constituye un límite al abuso del poder de sancionar y con mayor razón, se
considera un principio rector de la actuación administrativa del Estado y no sólo
una obligación exigida a los juicios criminales”.

El debido proceso comprende un conjunto de principios, tales como el de


legalidad, el del juez natural, el de favorabilidad en materia penal, el de
presunción de inocencia y el derecho de defensa, los cuales constituyen
verdaderos derechos fundamentales.
El derecho de defensa en materia administrativa se traduce en la facultad que
tiene el administrado para conocer la actuación o proceso administrativo que se
le adelante e impugnar o contradecir las pruebas y las providencias que le sean
adversas a sus intereses. La administración debe garantizar al ciudadano
interesado tal derecho y cualquier actuación que desconozca dicha garantía es
contraria a la Constitución.

En efecto, si el administrado no está de acuerdo con una decisión de la


administración que le afecte sus intereses tiene derecho a ejercer los recursos
correspondientes con el fin de obtener que se revoque o modifique. (Corte
constitucional, Sentencia 1021 de 2002).

Derecho A La Honra

En Colombia nace el Habeas Data a partir de la Constitución Política de 1991


en su artículo 15, como el derecho a conocer, actualizar y rectificar las
informaciones que se hayan recogido sobre ellas en bancos de datos y en
archivos de entidades públicas y privadas, lo anterior con el propósito de
brindar no solo protección de la información sino de brindar garantías a los
ciudadanos titulares de la misma cuando este les sea vulnerado o esté en
riesgo de serlo. (Upegui, 2008. p. 195).

El habeas data, como nueva figura jurídico constitucional, puede entenderse


como: “el derecho de toda persona a interponer la acción de amparo para
tomar 4 conocimiento de los datos a ella referidos y de su finalidad; sea que
ellos reposen en registros o bancos de datos públicos, o los privados
destinados a proveer informes y, en caso de falsedad o discriminación, para
exigir la supresión, rectificación, confidencialidad o actualización de aquellos”
(Ortiz, 2001. p. 70).

Sobre el habeas data, se afirma que “los datos personales son una clase de
información constitucionalmente relevante que se ha convertido en el objeto de
protección del derecho fundamental de hábeas data, y que en palabras de la
Corte, se caracteriza por: “i) estar referido a aspectos exclusivos y propios de
una persona natural, ii) permitir identificar a la persona, en mayor o menor
medida, gracias a la visión de conjunto que se logre con el mismo y con otros
datos; iii) su propiedad reside exclusivamente en el titular del mismo, situación
que no se altera por su obtención por parte de un tercero de manera lícita o
ilícita, y iv) su tratamiento está sometido a reglas especiales (principios) en lo
relativo a su captación, administración y divulgación”. (Remolina, 2012. p. 9).

El Habeas Data es un mecanismo constitucional del cual toda persona puede


hacer uso, con el fin de proteger la seguridad y veracidad de sus datos e
información personal aportados en entidades financieras y de
telecomunicaciones entre otras, que por su naturaleza recopilan datos de sus
clientes y usuarios, es decir que el Habeas Data supone una garantía sobre la
manipulación adecuada de la información. (Flórez, 2011. pp.190-195).
Según Cifuentes (1997): “la Corte señaló que el habeas data estriba en la
defensa del derecho a la autodeterminación informática, en cuya virtud la
persona a la cual se refieren los datos que reposan en un archivo público o
privado está facultado para autorizar su conservación, uso y circulación”. (p.p.
81-106).

La protección del derecho al Hábeas Data encierra por su parte el derecho de


las personas a rectificar, actualizar y modificar la información que de ellas se
disponga y por otro, genera la obligación a las entidades de mantener
actualizados los archivos que sobre sus actividades desarrollen: “Las personas
o entidades que recogen, procesan y transmiten datos tienen, por lo tanto, el
deber de conservar y custodiar debidamente los bancos de datos o archivos
que los contienen, como una condición necesaria para el goce y la eficacia del
derecho al Hábeas Data.

El derecho al Hábeas Data cumple, entonces, la función de proteger a toda


persona contra el peligro del abuso de la información, de manera que se
garantice a toda persona el derecho a la autodeterminación informativa”. (Corte
Constitucional, Sentencia T-443). 7 El deber de las entidades por lo tanto es el
de mantener actualizada la información generando procedimientos efectivos
para la rectificación de la información: “La información que se almacena y se
encuentra a disposición del público, debe atender a una información veraz, que
se corresponda con los hechos que la originan, que sea dinámica, es decir, que
se encuentre en permanente actualización, pues de esta manera refleja su
veracidad implícita y finalmente, es susceptible de ser rectificada, cada vez que
así se requiera”. (Corte Constitucional, Sentencia T-857).

Normativa y doctrina que fundamenta la petición o Ley 1266 de diciembre 31


de 2008. Ley Hábeas Data, artículos 4 al 8 y 16.
Ley 1437 de 2011. Código Contencioso Administrativo, artículos 3, 5, 6, 7 y
concordantes o Ley 84 de 1873. Código Civil, artículos 2512,2535 y siguientes.
o Sentencias C-1011 de 2008 y T-164 de 2010
Concepto 20090127727-001 del 30 de marzo de 2009 Superfinanciera.

¿Qué Delito se Pueden Cometer Bajo la Suplantación de Identidad?

La suplantación de identidad de fraudes financieros es un delito que puede


incurrir en muchos tipos de penas dependiendo del medio a través del cual fue
ejecutada. Algunos de los delitos penales establecidos en el Código Penal más
comunes se encuentran:
Estafa, Pareja Denunciando Estafa El que obtenga provecho ilícito para sí o
para un tercero, con perjuicio ajeno, induciendo o manteniendo a otro en error
por medio de artificios o engaños, incurrirá en prisión de treinta y dos (32) a
ciento cuarenta y cuatro (144) meses y multa de sesenta y seis punto sesenta y
seis (66.66) a mil quinientos (1.500) salarios mínimos legales mensuales
vigentes. Art. 246 del Código Penal.

Falsedad Personal, Como se había expuesto anteriormente en este artículo, la


falsedad personal, viene definida como, el que con el fin de obtener un
provecho para sí o para otro, o causar daño, sustituya o suplante a una
persona o se atribuya nombre, edad, estado civil, o calidad que pueda tener
efectos jurídicos, incurrirá en multa, siempre que la conducta no constituya otro
delito. Art. 296 del

Código Penal.
Ladrón con Capucha Negra Robando Identidades de Otros
Hurto por Medios Informáticos y Semejantes, El que, superando medidas de
seguridad informáticas, realice la conducta señalada en el artículo 239
manipulando un sistema informático, una red de sistema electrónico, telemático
u otro medio semejante, o suplantando a un usuario ante los sistemas de
autenticación y de autorización establecidos, incurrirá en las penas señaladas
en el Art. 240. Art. 269I del Código Penal.

Violación de Datos Personales, El que, sin estar facultado para ello, con
provecho propio o de un tercero, obtenga, compile, sustraiga, ofrezca, venda,
intercambie, envíe, compre, intercepte, divulgue, modifique o emplee códigos
personales, datos personales contenidos en ficheros, archivos, bases de datos
o medios semejantes, incurrirá en pena de prisión de cuarenta y ocho (48) a
noventa y seis (96) meses y en multa de 100 a 1000 salarios mínimos legales
mensuales vigentes. Art. 269F del Código Penal.

Anexos:

 Copia de cédula de ciudadanía.


 Copia de la denuncia presentada.
 Copia de la constancia de perdida de documentos.

Cordialmente,

Nombre xxxxxxxxxxx
C.C. xxxxxx de Villavicencio, Meta
Cel xxxxxxxx
Correo xxxxxx@hotmail.com
Direccion xxxxxxxxxxxxx

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