Divorcio Lelys
Divorcio Lelys
Divorcio Lelys
SU DESPACHO.-
En La Sentencia N° 136 del treinta (30) de Marzo del año dos mil
diecisiete (2017) de la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de
Justicia, estableció dentro de su contenido el procedimiento a seguir en
solicitudes de divorcio por desafecto en la forma siguiente:
Cuando uno de los cónyuges manifieste la
incompatibilidad de caracteres o el desafecto para
con el esposo o la esposa, el procedimiento de
divorcio no requiere de un contradictorio, ya que es
suficiente el deseo de no seguir en matrimonio por
parte del cónyuge solicitante para que se decrete el
divorcio, en armonía con los preceptos
constitucionales y las sentencias
vinculantes supra desarrolladas, pues es evidente que
el libre desarrollo de la personalidad como parte del
derecho a la libertad, definen un espacio de
autonomía individual, de inmunidad, frente al poder
estatal, cuya interdicción sólo procede bajo causas
específicas.
Entonces, cuando la causal de divorcio verse
sobre el desamor, el desafecto o la incompatibilidad
de caracteres, el procedimiento a seguir será el de la
jurisdicción voluntaria, establecido en los artículos
del 895 al 902 del Código de Procedimiento Civil ,
ordenando la citación del otro cónyuge (quien deberá
comparecer representado o debidamente asistido de
abogado) y del Fiscal del Ministerio Público, pues una
vez expresada en los términos descritos la voluntad
de disolver la unión matrimonial “…debe tener como
efecto la disolución del vínculo…”. Así lo refleja la
sentencia 1070/2016 supra transcrita de la Sala
Constitucional, procedimiento en el cual fue
suprimida la articulación probatoria, ya que tal
manifestación no puede depender de la valoración
subjetiva que haga el Juez de la entidad de la razón
del solicitante.
Por último, ratifica esta Sala que el fin que
deben perseguir los tribunales, es producir como
jueces naturales conforme lo dispone el artículo 49 de
la Carta Política, una decisión que entienda el
divorcio como una solución al conflicto marital
surgido entre los cónyuges, con el propósito de
la protección familiar y de aligerar la carga
emocional de la misma.
(...Omissis...)
Por ello, una vez expresada en los términos
descritos la voluntad de disolver la unión
matrimonial, “…debe tener como efecto la disolución
del vínculo…” máxime si cualquier posible discusión
en cuanto a una eventual reconciliación estaría –como
ocurre en el sub iudice- fuera de contexto por ser
ajena a las defensas que se plantearen, sin
condicionantes probatorios, pues no existe prueba del
sentimiento de desafecto ya que ello no está
vinculada a condiciones ni a hechos comprobables;
por el contrario, debe depender de la libre
manifestación de voluntad del cónyuge de disolver el
vínculo por la terminación del afecto, lo cual es más
acorde con las exigencias constitucionales del libre
consentimiento que impone el derecho de libre
desarrollo de la personalidad y sin que el
procedimiento pretenda invadir la esfera privada del
cónyuge solicitante y sin cuestionar el libre desarrollo
de su personalidad, pues las relaciones conyugales se
establecen para vivir manteniendo el vínculo afectivo,
por lo que a través del procedimiento de jurisdicción
voluntaria el Juez cuenta un amplio margen de
discrecionalidad para acordar la demanda y sus
pretensiones y de conformidad al artículo 11 del
Código ritual, pueda, en casos excepcionales de duda,
requerir alguna prueba que considere indispensable,
sin permitírsele al Juez inmiscuirse en el libre
desarrollo de la personalidad del individuo al valorar
los motivos por los cuales el solicitante adoptó la
decisión. El trámite es estrictamente objetivo y nada
invasivo de la esfera individual del o la solicitante…