Narrativa
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22/02/2022
Bogota D.C
Narrativa del Covid-19
Desde la alerta epidemiológica sobre el nuevo coronavirus (2019-nCoV, SARS-CoV-2 o COVID-
19) publicada el 16 de enero de 2020, hasta la actualidad (marzo 31 de 2020), 180 países de
casi todos los continentes excepto la Antártida, han reportado a la Organización Mundial de la
Salud (OMS) casos confirmados de la hoy conocida pandemia como COVID-19, haciendo
referencia a la enfermedad causada por el nuevo coronavirus descubierto en el año 2019 y
que hasta la fecha, ha causado un aproximado de 859.556 casos confirmados y 42.332
muertes, con 178.300 pacientes recuperados
Contar con datos detallados y precisos permitirá comprender y hacer un seguimiento del
alcance de esta pandemia y fortalecer los esfuerzos de prevención y respuesta, en virtud que
hasta el momento los tratamientos son experimentales y la vacuna podría estar disponible a
mediano o largo plazo.
Posible Origen
El brote comenzó con un caso de neumonía de etiología desconocida cuyo epicentro fue el
mercado de animales salvajes donde se comercializan diferentes especies animales como
murciélagos, serpientes, erizos, ratas, perros y gatos, entre otros
Al igual que otros virus, el SARS-CoV-2 infecta las células epiteliales alveolares pulmonares
usando endocitosis mediada por receptor a través de la enzima convertidora de angiotensina
II (ACE2) como receptor de entrada.
Hasta la fecha, la revisión más grande de niños con COVID-19 incluyó a 2143 niños en China.
Solo 112 (5,6%) de 2143 niños tenían enfermedad grave (definida como hipoxia) y 13 niños
(0,6%) desarrollaron insuficiencia respiratoria o multiorgánica o síndrome de dificultad
respiratoria aguda (SDRA).
Los pacientes contagiados con este coronavirus experimentan diversos síntomas, entre ellos,
fiebre, tos, fatiga y dolor muscular que persisten durante la etapa inicial de la enfermedad,
mientras que al paso de los días algunos pacientes desarrollan dificultad para respirar y
neumonía.
El estudio de la fisiopatología del COVID-19, ha mostrado que uno de los principales órganos
afectados son los pulmones. Durante los primeros días de infección invade rápidamente las
células pulmonares humanas. En casos graves, puede haber la aparición de neumonía con
dolor anormal del pecho, hemoptisis, linfopenia asociada a complicaciones de síndrome agudo
respiratorio, lesiones cardíacas, fallas de los riñones y eventualmente la muerte.
El COVID-19 podría infectar directamente el hígado, replicando y dañando las células, o esas
células pueden constituirse en daños colaterales, dado que la respuesta inmunitaria antiviral
desencadena una reacción inflamatoria severa en el hígado.
A medida que los riñones van filtrando sangre continuamente, las células tubulares pueden
atrapar el virus y causar una lesión transitoria o más leve, aunque podría ser letal si el virus
penetra en las células y se replica
En cuanto los tipos de muestras respiratorias óptimas para el diagnóstico, los hisopados o
barridos nasofaríngeos y orofaríngeos, aseguran mayor viabilidad en la detección del virus,
dado que la positividad puede mantenerse a partir del cuarto día
En ausencia de un tratamiento específico para este virus, existe una necesidad urgente de
aprender de la experiencia y las lecciones en China, Irán, Italia y España y más recientemente
Estados Unidos de América. Para reducir la tasa de letalidad entre los pacientes con COVID-19,
es importante tomar en cuenta las complicaciones, como ARNaemia, síndrome de dificultad
respiratoria aguda y disfunción orgánica múltiple.
Dos estudios con pacientes convalecientes (uno en el Reino Unido y otro en Israel, durante la
ola de delta) muestran que la inmunidad adquirida por la infección y reforzada con la
vacunación ofrece una protección robusta y duradera (> 1 año) contra la reinfección. En el
estudio israelí, la reinfección se produjo en el 0,4% de los participantes infectados y
vacunados, frente al 3,3% de los infectados, pero no vacunados. Las dosis adicionales en
personas con infección previa no supusieron ninguna diferencia.
Un estudio (no revisado por pares) encuentra que las personas no vacunadas infectadas por
ómicron tienen bajos niveles de anticuerpos neutralizantes con reactividad cruzada, lo que
sugiere que siguen siendo susceptibles a la infección por variantes anteriores. En cambio, la
vacunación previa a la infección por ómicron mejora considerablemente la neutralización de
otras variantes y la protección contra ellas.
Se identificaron 3009 artículos, 17 de los cuales fueron aptos para la revisión; los ensayos se
realizaron en China y Singapur (sólo uno del total). Los trabajos incluyeron entre 12 y 1099
pacientes. Se comprobaron disminuciones significativas en el recuento de linfocitos,
monocitos, eosinófilos y plaquetas, en los niveles de hemoglobina, albúmina, sodio, cociente
entre linfocitos y PCR, y cociente entre leucocitos y PCR y aumentos del recuento de
neutrófilos, alanina aminotransferasa, aspartato aminotransferasa, bilirrubina total, urea,
creatinina, velocidad de sedimentación globular, PCR, procalcitonina, lactato deshidrogenasa,
fibrinógeno, tiempo de protrombina, dímero-D, glucosa y cociente entre neutrófilos y
linfocitos en los pacientes con COVID-19 grave, en comparación con los enfermos con COVID-
19 no grave. En cambio, no se observaron diferencias entre los grupos en el recuento de
glóbulos blancos, los niveles de creatina quinasa, troponina I, mioglobina, interleuquina 6 y
potasio
Por otro lado, este virus ha presentado amenazas importantes para la salud internacional y la
economía. El diseño y validación de técnicas de diagnóstico, la búsqueda de tratamientos
efectivos y de candidatos a vacunas, la cuarentena y medidas de contención de millones de
personas en el mundo, ha implicado priorizar gastos públicos, descenso en el capital de los
países y la toma de medidas de emergencia, no solo en la salud, sino también en lo
económico, cuyas consecuencias aún están por verse.
Bibliografía
https://zenodo.org/record/3745322#.YhWoHujMLIU
cientificas
https://www.redalyc.org/journal/3730/373064123017/