Entre Sombras y Destellos

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-ENTRE SOMBRAS Y DESTELLOS-

Sinopsis:

Mingyu y Wonwoo, dos amigos inseparables, son transportados a un


reino olvidado tras descubrir un misterioso espejo en la colina Eryka. En
este mundo, atrapado entre la luz y la oscuridad, descubren que han sido
elegidos para restaurar un equilibrio roto hace siglos. Mientras Mingyu
es capaz de controlar la luz, Wonwoo siente cómo las sombras
comienzan a consumirlo. Ambos se enfrentan a decisiones imposibles,
donde uno deberá sacrificarse por el bien del reino. En medio de
tormentas de magia y oscuridad, su amistad y destino serán puestos a
prueba, con un final incierto que deja todo en suspenso.

Capítulo 1: El Llamado

La luz verde apareció de repente, cruzando el cielo nocturno sobre la


colina Eryka como una señal antigua, olvidada por siglos. Mingyu
estaba solo en su habitación cuando la vio. Se quedó inmóvil,
observando el destello, esa extraña luminosidad que iluminaba el cielo
como si perteneciera a otro mundo. La colina Eryka siempre había sido
un lugar de superstición, de historias que los ancianos contaban, pero
que los jóvenes ignoraban. Excepto esa noche.

Mingyu no era de los que ignoraban las señales. Llamó a Wonwoo, su


amigo de confianza, quien, a pesar de ser más cauto, nunca le decía que
no a una aventura. Al otro lado de la línea, Wonwoo suspiró. -
¿Realmente vamos a ir allí?-, preguntó, aunque en su interior sabía que
ya habían tomado la decisión. Lo conocía bien, sabía que si no iba con
Mingyu, él iría solo.

Bajo el cielo lleno de estrellas, los dos caminaron en silencio hacia la


colina. Los árboles eran altos y sus ramas se entrelazaban, creando
sombras que se movían con el viento. Llegaron a la cima, donde la luz
verde había desaparecido. Frente a ellos, algo inesperado: un espejo
antiguo, cubierto de polvo, pero con símbolos que brillaban tenuemente
bajo la luna. Parecía fuera de lugar, como si perteneciera a otro tiempo,
a otra realidad.

-¿Qué es esto?-, preguntó Wonwoo, pero antes de que pudiera


reaccionar, Mingyu ya había tocado el espejo. Un destello de luz
envolvió a ambos, y el mundo que conocían desapareció. Se sintieron
caer, como si fueran absorbidos por el mismo cielo. Y cuando
finalmente tocaron el suelo, el lugar donde estaban no era su hogar.

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Capítulo 2: El Reino Perdido

El aire era denso y pesado, el bosque oscuro, pero no como el que


habían dejado atrás. Este bosque estaba lleno de una magia antigua que
resonaba en cada hoja y rama. Los árboles susurraban sus nombres,
como si estuvieran vivos, como si fueran testigos de todo lo que había
ocurrido antes de su llegada.

Mingyu y Wonwoo se levantaron lentamente, sus cuerpos aún


temblando por la extraña experiencia. -¿Dónde estamos?-, preguntó
Wonwoo, pero nadie tenía respuestas. Frente a ellos, un sendero de
piedra que se extendía hacia lo que parecía ser una antigua ciudad en
ruinas.

Caminando con cautela, llegaron a un claro donde los esperaba un


anciano. Su rostro estaba cubierto por una capucha, pero cuando habló,
su voz sonaba como el eco de mil años. -Han llegado al Reino Perdido-,
dijo, -el lugar donde el equilibrio entre la luz y la oscuridad se rompió
hace eones.-

El anciano, que se llamaba Haros, les explicó que el reino estaba


atrapado en un ciclo interminable. -Desde el principio, ha habido una
lucha entre la luz y la sombra, pero algo ocurrió, y el equilibrio se
rompió. Ahora el reino está moribundo, atrapado entre estos dos
extremos.-

Mingyu escuchaba atentamente, su espíritu aventurero encendido, pero


Wonwoo sentía una inquietud que no podía ignorar. Haros continuó: -Al
tocar el espejo, han despertado un poder dentro de ustedes. Uno de
ustedes será el portador de la luz. El otro… será el portador de la
sombra. Ambos son necesarios para restaurar el equilibrio.-

Mingyu frunció el ceño, mientras miraba a Wonwoo. La idea de que


uno de ellos llevara una maldición no le agradaba. -¿Qué significa eso?-
, preguntó, pero el anciano se desvaneció entre las sombras del bosque
sin dar más explicaciones. Quedaron solos, con más preguntas que
respuestas.

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Capítulo 3: La Luz en la Oscuridad

Con el paso de los días, Mingyu y Wonwoo comenzaron a descubrir


habilidades que antes no poseían. Fue Mingyu quien primero lo notó:
una esfera de luz brilló en su palma mientras caminaban por un sendero
oscuro. -Mira esto-, dijo, entusiasmado, mostrando la pequeña esfera
luminosa que flotaba sobre su mano.

Wonwoo lo observó en silencio. -Es increíble, pero… algo no está bien-


, murmuró, sintiendo una sombra en su interior que comenzaba a crecer.
No lo mencionó de inmediato, pero pronto se dio cuenta de que podía
controlar las sombras. Estas lo escuchaban, respondían a su voluntad,
pero cada vez que las usaba, sentía que una parte de él se hundía más en
la oscuridad.

El reino que exploraban era vasto y desolado, con ruinas de antiguos


castillos y templos cubiertos de maleza. Criaturas extrañas, algunas
amigables, otras menos, los acechaban desde las sombras. Lo que antes
parecía un mundo lleno de secretos por descubrir, pronto comenzó a
sentirse como una prisión.

-Mingyu, algo está cambiando en nosotros-, dijo Wonwoo una tarde,


mientras observaba su mano envuelta en sombras. -Cada vez que uso
este poder… siento que pierdo un poco de mí mismo.-

Mingyu lo miró con preocupación, pero no sabía qué decir. Él también


lo sentía, aunque la luz que controlaba era pura y cálida. No podía negar
que algo dentro de ellos se estaba transformando.

Pronto, encontraron un antiguo templo en lo profundo del bosque. Las


paredes estaban cubiertas de inscripciones que contaban una historia
antigua: una vez, el equilibrio entre la luz y la sombra había sido
mantenido por dos portadores, pero ahora, uno de ellos debía
sacrificarse para restaurarlo.

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Capítulo 4: La Decisión

El centro del reino estaba allí, justo frente a ellos: un orbe flotante que
irradiaba una energía tan poderosa que el aire parecía vibrar a su
alrededor. El templo que lo rodeaba era impresionante, pero también
inquietante. Sabían que el orbe era la clave para restaurar el equilibrio,
pero lo que no sabían era cuál de ellos debía tocarlo.

Mingyu, siempre decidido y valiente, dio un paso adelante. -Yo lo haré-,


dijo, sin dudarlo. Pero cuando intentó acercarse al orbe, una barrera
invisible lo empujó hacia atrás. Sorprendido, retrocedió, mirando a
Wonwoo.

Wonwoo, quien había estado observando en silencio, sintió un frío en su


pecho. -¿Tal vez… no soy el portador de la luz, Mingyu?-, murmuró.
Lentamente, caminó hacia el orbe, extendiendo su mano temblorosa. El
orbe brillaba más intensamente cuando se acercaba.

Al tocarlo, el cielo sobre ellos se rasgó. Un rugido atravesó el reino, y


una tormenta de luz y sombras envolvió todo a su alrededor. Las
sombras se alzaron desde el suelo, mientras la luz luchaba por
mantenerse firme. El equilibrio que buscaban estaba lejos de ser
restaurado.

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Capítulo 5: Entre Sombras y Destellos

El mundo parecía desmoronarse. La tierra temblaba bajo sus pies


mientras la oscuridad intentaba devorar la luz. Mingyu, con su luz
debilitándose, luchaba por mantenerse en pie, mientras las sombras se
enroscaban alrededor de Wonwoo, consumiéndolo lentamente.

-No puedo… no puedo detenerlo-, dijo Wonwoo, su voz temblorosa. La


oscuridad se extendía por su cuerpo, convirtiéndolo en algo que no
reconocía. Mingyu, desesperado, intentaba acercarse, pero la barrera de
sombras era demasiado fuerte.

-¡Wonwoo!-, gritó Mingyu, extendiendo su mano hacia él, pero la


distancia entre ellos parecía insalvable. Sabían que estaban destinados a
enfrentarse, pero ninguno de los dos quería hacerlo.

En ese momento de desesperación, cuando todo parecía estar perdido,


algo extraño sucedió. El tiempo se detuvo. El reino quedó congelado,
con Mingyu y Wonwoo atrapados en el instante final, sin saber si el
equilibrio sería restaurado o si la oscuridad devoraría el reino para
siempre.

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