Catequesis 09 Pecado
Catequesis 09 Pecado
Catequesis 09 Pecado
Adán y Eva
Koninklijk Museum voor Schone Kunsten,
Amberes
Los primeros
padres
desobedecieron a
Dios y pecaron
09
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«100 preguntas» nn. 20, 21, 22 y 23
“Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Dios había hecho;
la cual dijo a la mujer:
- ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del paraíso?
Y la mujer respondió a la serpiente:
- Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en
medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.
Entonces la serpiente dijo a la mujer:
- No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos,
y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.
Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol
codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el
cual comió así como ella. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban
desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales (Gn 3, 1-7)
Compendio del Catecismo
75. ¿En qué consiste el
primer pecado del hombre?
El hombre, tentado por el
diablo,
dejó apagarse en su
corazón la confianza hacia
su Creador
y, desobedeciéndole, quiso
«ser como Dios» (Gn 3, 5),
sin Dios, y no según Dios.
Así Adán y Eva perdieron
inmediatamente, para sí y para
todos sus descendientes, la
gracia de la santidad y de la
justicia originales.
“Un rey concedió ciertos honores y posesiones a un vasallo suyo a condición de que le fuera
siempre fiel. Este vasallo traicionó al rey, por lo que es despojado de todo y desterrado al desierto. Por lo
que sus hijos nacen en el destierro, alejados de la gracia, del favor del rey, y privados de aquellos
honores y posesiones.
¿Se atreverá alguien a recriminar al rey, a tacharle de cruel e injusto?
Pues lo mismo ocurrió con el pecado de nuestros primeros padres.”
Introducción
BOSCH, Hieronymus
El Paraíso Terrenal
Palazzo Ducale, Venecia
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Dios creó a Adán y Eva, los llenó de dones sobrenaturales y preternaturales y los puso en el
paraíso terrenal. Allí eran muy felices: eran sus amigos y no sufrían mal alguno; trabajaban, pero sin
cansarse... Después de ser felices en la tierra, hubieran pasado -sin morir- a gozar de Dios para siempre
en el cielo.
Pero Adán y Eva cometieron un pecado gravísimo: el pecado original. En el capítulo tercero
del Génesis se nos cuenta ese pecado: desobedecieron a Dios y le ofendieron. Como Adán y Eva fueron
nuestros primeros padres, todos los hombres heredamos este pecado. De él brotaron el dolor, los
sufrimientos, los odios, las guerras y demás calamidades que padecemos los hombres y el mundo.
Conviene, pues, estudiar bien este tema. Si se entiende, quizá puedan comprenderse
muchas cosas malas que pasan en el mundo y dentro de cada hombre.
Ideas principales
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Dios, llevado de su amor, creó a los hombres para que un día pudieran contemplarle y vivir
eternamente junto a Él. Por eso los hizo partícipes de su vida divina. A tan grande e inmerecido don lo
denominamos gracia santificante o vida en gracia. Además, Dios los puso en un lugar estupendo -el
paraíso terrenal- y les dio otros muchos dones inmerecidos: iluminó su inteligencia y fortaleció su
voluntad, estando exentos del error y de la inclinación al mal; los libró del dolor, de la enfermedad y de la
muerte (dones preternaturales). Estos dones -sobrenaturales y preternaturales- debían ser transmitidos
por Adán y Eva a sus descendientes.
2. La prueba de los primeros padres
Prueba de amor
Para vencer
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Igual que a los ángeles, Dios quiso someter a nuestros primeros padres a una prueba y les
puso un mandamiento para probar su fidelidad. Si lo cumplían, conservarían para sí y sus descendientes
las gracias y dones que Dios les dio; si no lo cumplían, perderían las gracias y dones para sí y para sus
descendientes. Dios, que podía imponer este mandato porque es Dueño y Señor absoluto del hombre,
quería que vencieran.
3. Los primeros padres pecaron
Pecado de soberbia
Perdieron la amistad
con Dios
La concupiscencia
MILANI, Aureliano
Expulsión de Adán y EVa
Colección privada
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Tentados por el demonio, padre de la mentira, Adán y Eva desobedecieron a Dios y pecaron.
Fue un pecado de soberbia, pues quisieron ser como Dios, y se sometieron al demonio. Con este pecado
perdieron la amistad divina (gracia) y los dones preternaturales que Dios les había dado gratuitamente;
hasta sus fuerzas naturales quedaron heridas y, quebrada la armonía interior, sintieron la inclinación al
mal. Quedaron sometidos a la concupiscencia -inclinación al pecado-, que no es pecado pero incita al
mal.
«100 preguntas»
20. ¿Cuál fue el pecado de Adán y Eva?
– Adán y Eva, nuestros primeros padres, tentados por el diablo, quisieron ser como Dios y lo
desobedecieron (Gn 3, 1-7; CC 74-75)
DURERO
Los cuatro jinetes del Apocalipsis
(1498)
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Al ser Adán principio y cabeza del género humano, perdió él la gracia y los dones que la
acompañaban, y los perdieron sus descendientes: en Adán pecó todo el género humano. Es decir, al
recibir de nuestros primeros padres la naturaleza, la recibimos manchada con aquella culpa y, por tanto,
privados de la gracia y de todos los demás dones; y por perderse la armonía interior, quedamos
inclinados al pecado (concupiscencia). Esto es lo que se llama pecado original, con el que todos
nacemos.
«100 preguntas»
22. ¿Qué es el pecado original?
– El pecado original es la condición de alejamiento de Dios y de inclinación al mal con el que
nacemos, como consecuencia del pecado de nuestros primeros padres. Por eso necesitamos la
Salvación de Dios (Rom 5, 12-15; CC 77).
5. Consecuencias del pecado original
SIGNORELLI, Luca
Los condenados enviados al infierno (detalle)
1499-1502
Chapel of San Brizio, Duomo, Orvieto
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En el pecado de Adán tuvieron origen todos los pecados y males de la humanidad. Todos los
hombres nacemos con las gravísimas consecuencias del pecado original, privados de la gracia y, por
tanto, en estado de pecado e inclinados al mal. Por eso existe en nosotros la inclinación al pecado, a la
que llamamos concupiscencia. Ésta se pone de manifiesto en el ansia desordenada de cosas terrenas:
de goces, bienes, honores... También vivimos los hombres en medio de innumerables penas y
calamidades y, finalmente, la muerte. Por el pecado original, el demonio adquirió influencia sobre el
mundo.
6. Dios se apiadó de los hombres y les prometió un Redentor
ALTDORFER, Albrecht
La resurrección de Cristo
c. 1516
Kunsthistorisches Museum, Viena
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«100 preguntas»
23. ¿Abandonó Dios a los hombres después del primer pecado?
– Dios no abandonó nunca a los hombres, sino que tuvo misericordia de ellos, les tendió la mano
y les prometió un salvador, Jesucristo (Is 11, 1-10; CC 73; 78).
Propósitos de
vida cristiana
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Un propósito para avanzar
Aprende el "Señor mío
Jesucristo“. Lo puedes recitar,
como señal de arrepentimiento
por los pecados, antes de la
confesión y en otros momentos
del día.
Date cuenta de que, como
consecuencia del pecado
original, tenemos que luchar
para portarnos bien. Disponte a
vivir esa lucha con alegría.
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