UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DEL PERÚ

TAREA ACADÉMICA 2

Ensayo que como parte del curso de Ciudadanía y Reflexión Ética presentan los
alumnos

INTEGRANTES:

1. CALDUA RIVERA, Renzo Andres Cod. U23233822

2. LLUÉN SERQUÉN, Jimmy Adrián Cod. U23256588

3. LÓPEZ LÓPEZ, María Andrea Cod. U24246562

4. YARLAQUÉ ORTEGA, María Alejandra Cod. U23263444

5. ZAMBRANO OLIVERA, Mariana Aguedith Cod. U23210209

1 DE NOVIEMBRE DE 2024
 TÍTULO: Crimen Organizado y democracia, la principal y primera barrera de

contención contra la irrupción del crimen organizado es, por supuesto, el Estado.

En la actualidad, el crimen organizado representa una de las mayores amenazas para la

estabilidad y legitimidad de las democracias. Estas organizaciones criminales han socavado la

tranquilidad y la unión estatal, así como el correcto funcionamiento de las instituciones

públicas. Todo ello, a través de sus redes de corrupción, violencia e intimidación infiltrados

en las diversas estructuras del Estado. Asimismo, esta intromisión delictiva genera un círculo

vicioso en el que el Estado de derecho se debilita, y los ciudadanos ven cada vez más lejana

la justicia y la transparencia. A medida que el crimen organizado se vuelve más cómodo y

transnacional, las democracias enfrentan el reto de defender sus principios fundamentales

frente a la corrupción, la violencia y la impunidad que estas redes buscan imponer. En estas

últimas semanas, nuestro país ha sido víctima de un alarmante aumento en los casos de

extorsión a transportistas, un fenómeno que expone la creciente influencia del crimen

organizado en la vida cotidiana de los ciudadanos. Esta situación no solo afecta la economía

de quienes dependen del transporte como medio de vida, sino que también genera una

sensación de inseguridad e impunidad que debilita aún más la confianza en el sistema

democrático. Ante este contexto, surge la siguiente pregunta controversial: ¿Consideras que

es necesario que el Estado peruano recupere la soberanía y legitimidad de sus territorios

controlados por el crimen organizado sin recurrir a medidas extremas como en México y

Colombia? Desde nuestro punto de vista, consideramos que sí es necesario que nuestro

Estado recupere la soberanía y la legitimidad de todos sus territorios para así recuperar el

Estado de derecho añorado por todos los ciudadanos. A continuación, detallaremos nuestras

razones enfocadas en dos temas relacionados con la ética, como: Ética y ciudadanía, los

límites de la convivencia por Gisela Rivas y Gustavo Zambrano; y, por último, Diccionario

del ciudadano sin miedo a saber por Fernando Savater.

En primer lugar, consideramos que sí es imprescindible que el Estado peruano recupere la

soberanía y legitimidad de sus territorios para restablecer el Estado de derecho que tanto

anhelan los ciudadanos, porque la creciente influencia del crimen organizado no solo está

erosionando la seguridad, sino que también limita la libertad y el desarrollo de las

comunidades afectadas. Por un lado, es importante mencionar que el desarrollo del Estado

moderno en Europa ha sido un proceso que marcó el camino hacia un Estado basado en la

razón, en la valoración de la persona, y en un orden jurídico capaz de garantizar los derechos

fundamentales. Tal como lo menciona Fernández Rivas Plata y Zambrano Chávez (2021), “la

consolidación del Estado de derecho es fundamental para garantizar la convivencia y la

justicia social” (pág. 15). Esta afirmación resalta que, aunque algunos puedan ver el uso de la

fuerza como una medida extrema, en realidad es una acción necesaria para proteger el

bienestar general de la población. Al restablecer la soberanía, el Estado debe asegurar un

entorno donde los derechos y libertades de todos los ciudadanos sean respetados. Por lo tanto,

es crucial que las acciones gubernamentales se enfoquen en la recuperación del control sin

replicar los ciclos de violencia e inestabilidad observados en contextos como los de México y

Colombia. En tal sentido, si relacionamos estos conceptos con el Estado de derecho en

nuestro país, nos recuerda que uno de sus principales objetivos es mantener un orden en el

que tanto gobernantes como ciudadanos respetan normas que protegen derechos esenciales.

La soberanía del Estado peruano es, por tanto, fundamental, ya que su debilitamiento afecta

la seguridad y libertad de los ciudadanos, especialmente en territorios donde el crimen

organizado y otros actores ilegales limitan la presencia estatal. Al fortalecer su soberanía, el

Estado puede hacer cumplir la ley en todo el país, proteger los derechos de todos y promover

el desarrollo en condiciones de justicia.

En segundo lugar, apoyamos firmemente que el Estado peruano recupere la soberanía y

legitimidad de sus territorios, especialmente aquellos que actualmente se encuentran bajo el

control de redes criminales, ya que, la falta de control estatal sobre estas zonas no solo pone

en riesgo la vida y seguridad de las personas que habitan allí, sino que también compromete

el bienestar de la ciudadanía en conjunto. Primero, es importante resaltar que la ciudadanía es

el pilar que legitima al Estado. Los ciudadanos no solo son receptores de derechos y

servicios, sino también actores en el sistema de gobierno, responsables de su elección,

supervisión y mejora. Sin una ciudadanía comprometida, el Estado de derecho pierde una

base esencial, ya que la legitimidad de las leyes y el respeto por las instituciones dependen en

gran medida de la participación informada y activa de la ciudadanía. En tal sentido, tal como

señala Fernando Savater (2007), “La ciudadanía democrática es la forma de organización

social de los iguales... En una palabra, el ciudadano es el sujeto de la libertad política y de la

responsabilidad que implica su ejercicio. En la ciudadanía, son los ciudadanos quienes

sustentan el sentido político de la comunidad y no al revés” (pág.3). Esto significa que, al

asegurar un entorno libre de violencia e impunidad, el Estado no solo está desarrollando la

seguridad a sus ciudadanos, sino también su capacidad de participar activamente en la

sociedad. Segundo, es vital señalar también que cuando el crimen organizado impone su

propia ley, los derechos de los ciudadanos dejan de estar garantizados, y con ello, se pierde la

base de la ciudadanía democrática. En este contexto, la falta de justicia y el aumento de la

violencia minan la igualdad en derechos y deberes, impidiendo el acceso a la justicia y a la

seguridad, condiciones esenciales para la vida democrática. En tal sentido, Gisela Fernández

y Gustavo Zambrano (2021), en un fragmento de Ética y ciudadanía, Los límites de la

convivencia, señalan que “Los hombres se han unido en sociedad sólo para ser más felices; la

sociedad ha elegido soberanos sólo para velar más eficazmente por su felicidad lo que a su

vez se traduce en la garantía de seguridad y de libertad, elementos esenciales de la dignidad

humana” (pág.3-4). De esta manera, entendemos que la recuperación de los territorios

controlados por el crimen organizado no solo es un acto de protección del Estado de derecho,

sino también un paso fundamental para restablecer la ciudadanía en su pleno sentido.

En conclusión, es esencial que el Estado peruano recupere la soberanía y legitimidad de sus

territorios controlados por el crimen organizado para así poder proteger el Estado de derecho

y asegurar la justicia y la seguridad para sus ciudadanos. A lo largo del análisis, hemos

destacado cómo la influencia de estas redes criminales no solo debilita la estructura

democrática, sino que también afecta directamente la vida cotidiana de los ciudadanos,

limitando sus derechos y generando un ambiente de inseguridad y desconfianza hacia las

instituciones, es por ello, que proponemos que el Estado peruano implemente estrategias

integrales y sostenibles que combinen la recuperación territorial con el fortalecimiento de las

instituciones y la promoción de oportunidades socioeconómicas en las áreas afectadas. Esto

puede incluir programas de educación, empleos dignos y acceso a servicios básicos, lo que

permitirá reconstruir el tejido social y reducir la dependencia de estas comunidades en

actividades ilegales.

Referencias

Chávez, F. R. (2021). Ética y ciudadanía, los limites de la convivencia. Lima. Obtenido de

https://utp-prd-upload-file-storage.s3.amazonaws.com/pao/content/e7a0f04c-6c99-
4e24-a0db-96215d98a9ec/Semana%2B11%2B-%2BPDF_IWZMEP.pdf
Fernández, G., & Zambrano, G. (2021). El Estado de Derecho en la construcción de la
ciudadanía. Lima. Obtenido de https://utp-prd-upload-file-
storage.s3.amazonaws.com/pao/content/2ebbcef5-6dcf-4e27-aef5-d9843c9d4a1f/
Semana%2B12%2B-%2BPDF_AVTWDK.pdf
Savater, F. (2007). Diccionario del ciudadano sin miedo a saber. Lima. Obtenido de
https://utp-prd-upload-file-storage.s3.amazonaws.com/pao/content/1bd206cd-01ef-
4605-93b7-65b97add4879/Semana%2B09%2B-%2BPDF_NRSFKK.pdf