La Práctica Del Mindfulness
La Práctica Del Mindfulness
La Práctica Del Mindfulness
Comencemos a palpar y conocer poco a poco herramientas para formarnos como Acompañantes
Terapéuticos. Herramientas que nos servirán para cuidarnos nosotros mismos y para ayudar a
otros a sentirse mejor. En esta oportunidad les presento un acercamiento a esta técnica, brindada
por el Lic. en Psicología Gonzalo Pereyra Saez, especializado en Salud Mental en el ámbito público.
“La práctica del Mindfulness (atención o conciencia plena) puede ser positiva para diversas
problemáticas (ansiedad, depresión, estrés, trastornos de alimentación, dolor crónico, etc.) como
así también para crear rutinas de vidas saludables, incrementando la experiencia de emociones
positivas y el bienestar físico y psicológico. Son múltiples las causas por las cuales nos
encontramos excesivamente conectados y permanecemos en un estado mental de “piloto
automático”: exigencias laborales, dificultades económicas, problemas emocionales y el creciente
mercado de la tecnología en comunicación que se encarga de promover la conectividad (celulares,
tablets, redes sociales, etc.) La vida moderna crea unas condiciones a nuestro alrededor que no
nos permiten sintonizar con nuestro cuerpo, nuestras emociones, nuestras relaciones. El
Mindfulness viene a promover una tendencia opuesta. Cuando comenzamos a estar presentes y
logramos enfocar nuestra atención en lo que nos rodea- los otros, el planeta, nuestras actividades
cotidianas (comer, descansar, caminar, etc.) interiorizamos la esencia de todo aquello y esto nos
permite vincular de una mejor manera con el mundo y con nosotros mismos. Vivir el momento
presente mientras interactuamos con nosotros mismos, los demás y el mundo, resulta clave si
deseamos mejorar nuestro estilo de vida.
El programa Mindfulness y regulación Emocional (Mi RE) encuentra sus fundamentos en los
autores y los referentes internacionales de mayor transcendencia. Consiste en una integración
original de aspectos conceptuales y prácticos que nos permitirá acceder a un entrenamiento ideal
para conocer los beneficios que implica el desarrollo de esta maravillosa habilidad que ya
poseemos: la atención plena. Consiste en un todo armonioso que integra aportes provenientes del
MBSR (Mindfulness- Based Stress Reduction) desarrollado por Jon Kabat-Zinn; y el MBCT
(Mindfulness Based Cognitive Therapy) de Segal, Williams y Teasdale; como así también la mirada
científica de Daniel Siegel, los aportes psicoeducativos de la Terapia Cognitiva y los ejercicios de
Mindfulness que propone Ronald D. Siegel en el abordaje de las emociones.
Podemos pensar entonces en 3 dimensiones del Mindfulness: en el presente, sin prejuicios y con
aceptación. Las tres interactúan y se influyen.
Ejercicios:
- Respirar conscientemente: Adoptar una postura cómoda. Puede ser sentado (columna
recta pero no rígida con hombros caídos) o acostado. Cerrar los ojos, o sino semiabiertos.
Registrar el cuerpo ser conscientes de las tensiones. Aflojar los músculos en los que
sentimos tensión. Conectarse en la respiración, en como entra y sale el aire, sin forzarla.
Cada vez que la mente se disperse con un sonido del exterior o con un pensamiento,
intentar advertir la distracción y volver a centrarse en el movimiento de inhalar y exhalar.
Si nos volvemos a distraer, nos volvemos a centrar en la respiración.
- Escáner corporal: acostarse de espaldas en un lugar cómodo. No queremos dormir sino
estar despiertos. Cubrirnos con una manta si hace frio. Sentir como sube y baja nuestro
estomago al respirar. Dejamos pasar unos momentos sintiendo nuestro cuerpo “todo”, de
la cabeza a los dedos de los pies, la envoltura de nuestra piel, así como los lugares en que
el cuerpo está en contacto con el suelo o cama. Fijemos nuestra atención en los dedos del
pie izquierdo. Al dirigir la atención a ellos, veamos si somos capaces de dirigir o encauzar
también hacia ellos nuestra respiración, para sentir como si inhalásemos hacia los dedos
del pie y exhalásemos desde ellos, puede que tardemos un rato en conseguirlo. Imaginar
que la respiración desciende por todo el cuerpo pasando de la nariz a los pulmones,
siguiendo a través del abdomen y bajando por pierna izquierda hasta los dedos del pie
izquierdo y luego volviendo hacia arriba y saliendo nuevamente por la nariz.
Conectémonos con las sensaciones. Si no sentimos nada, no importa seguimos intentando.
Luego de lograrlo respiramos un momento y focalizamos en planta del pie izquierdo y así
sucesivamente siguiendo el recorrido en forma ascendente hasta escanear todo el
cuerpo.”
Bibliografía:
- Saez Pereyra, Gonzalo, Mindfulness Mente Plena, Corazón Contento. Edit. Albatros,
Buenos Aires febrero 2018.