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PEDAGOGÍA DE LA DIGNIDAD DE ESTAR SIEND0
Potenciación
Hugo Zemelman
Se centra en la "potenciación" del sujeto, una propuesta pedagógica que rechaza
normas deontológicas rígidas y valora la subjetividad individual. Zemelman sostiene que la educación debe ayudar al individuo a desarrollarse desde su fuerza y debilidad, fomentando una conciencia plena de sí mismo como sujeto. Esto implica reconocer las limitaciones que la sociedad impone, ya que muchas veces exige sumisión, lo que deshumaniza al individuo y limita su potencial.
El texto explora cómo el individuo es moldeado por la historia y la ciencia,
destacando conceptos de construcción e historicidad, que surgieron especialmente en el siglo XX. La psicología cognitiva y la lingüística juegan roles cruciales: la primera ayuda a comprender el desarrollo humano a nivel de subjetividad sin imponer normas externas, mientras que el lenguaje permite a los individuos nombrar lo desconocido, un proceso fundamental tanto para niños como adultos en su aprendizaje y adaptación social.
Zemelman enfatiza que la educación no debe limitarse al ciclo escolar, sino
extenderse a lo largo de toda la vida, especialmente en una sociedad cambiante y tecnologizada. Los adultos deben enfrentarse a contingencias sociales —cambios inesperados y radicales— que requieren una constante adaptación. La educación, entonces, debe fomentar no solo la adaptación sino una "potenciación" que permita al individuo enfrentar y transformar la realidad social. Esta adaptación incluye un desarrollo de la intuición, la imaginación y otras capacidades subjetivas necesarias en el ámbito laboral y en las responsabilidades sociales.
La visión de Zemelman resalta que el conocimiento no es el único motor para la
potenciación del individuo; los lenguajes simbólicos (como la literatura, la música y la pintura) son igualmente importantes en el proceso formativo, dado que expresan dimensiones del ser humano que el lenguaje académico a menudo ignora. La subjetividad del individuo es fundamental, no solo desde la perspectiva psicológica sino también en la construcción de significado personal y social.
Finalmente, el autor aborda el dilema de la adaptación funcional al sistema social.
Aunque reconoce su importancia para la supervivencia, argumenta que la verdadera potenciación va más allá, promoviendo una capacidad de construcción trascendente. La realidad social no debe verse como un conjunto fijo de objetos, sino como un "espacio de posibilidades", donde cada individuo construye y descubre significados personales. En este sentido, Zemelman invita a revisar la función del conocimiento y a valorar las prácticas cotidianas y saberes comunitarios, frecuentemente ignorados por la modernidad. La educación debe, entonces, permitir a los individuos ejercer su libertad y desarrollar una comprensión crítica del mundo que les rodea.