Informe FHJPB
Informe FHJPB
Informe FHJPB
Informe N.º 21
Informe N.º 21
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA
PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Informe N.º 21
Serie: Informes sobre el origen y la actuación de las agrupaciones paramilitares en las regiones
Formato: 15 x 23 cm
Corrección de estilo
Juan Guillermo Jaramillo Acuña
Diseño y diagramación
Diana Carolina Ortiz Martínez
Fotografía de portada
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Georreferenciación
Jonathan Stucky Rodríguez
Impresión
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Cómo citar:
Centro Nacional de Memoria Histórica (2023). Violencia y estigmatización social en el sur del Cesar y en
la provincia de Ocaña. CNMH.
Este informe es de carácter público. Puede ser reproducido, copiado, distribuido y divulgado, siempre y
cuando no se altere su contenido, se cite la fuente o, en cualquier caso, se disponga la autorización del
Centro Nacional de Memoria Histórica como titular de los derechos patrimoniales de esta publicación.
5
Catalogación en la publicación - Centro Nacional de Memoria
Histórica
Contiene bibliografía.
ISBN digital: 978-628-7561-73-1
ISBN impreso: 978-628-7561-72-4
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CONTENIDO
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4.4 Acciones bélicas ___________________________________ 181
10
6. Daños e impactos ___________________________________ 249
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TABLA DE ABREVIACIONES
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FGN: Fiscalía General de la Nación
FIP: Fundación Ideas para la Paz
FHJPB: Frente Héctor Julio Peinado Becerra
FRM: Frente Resistencia Motilona
FP: Frente Popular
GAPD: Grupos Armados Posdesmovilización
IFA: Instituto de Fomento Algodonero
JEP: Jurisdicción Especial para la Paz
LGBTI: Lesbianas, gais, transgeneristas, bisexuales e intersexuales
M-19: Movimiento 19 de Abril
MAC: Movimiento de Acción Comunitaria
MAS: Muerte a Secuestradores
MCP: Movimiento por la Constituyente Popular
MNJCV: Mecanismo no Judicial de Contribución a la Verdad
Movice: Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado
PIB: Producto Interno Bruto
PCML: Partido Comunista Marxista Leninista
PNR: Plan Nacional de Rehabilitación
PNUD: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
SAO: Sociedad Amigos de Ocaña
Sintraproaceites: Sindicato de Trabajadores de Aceite
UNODC: Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito
UP: Unión Patriótica
UPAC: unidad de poder adquisitivo constante
UPC: Universidad Popular del Cesar
VFD: Vinculados con fines de desmovilización
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INTRODUCCIÓN
Objetivos
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ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Metodología
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INTRODUCCIÓN
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ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
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INTRODUCCIÓN
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10,91 %
Hombre
Mujer
89,09 %
20
INTRODUCCIÓN
100 %
90,91 %
80 %
60 %
40 %
20 %
7,27 % 1,82 %
0%
Ninguna de las anteriores Negro(a), mulato(a), Otro pueblo
afrocolombiano(a) o diferente
afrodescendiente
60 %
54,5 %
40 %
34,5 %
20 %
10 %
0,9 %
0%
Menor de Adulto Adulto
Adulto joven mayor
edad
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Secundaria 14,55 %
70,91 %
Primaria
Ninguna 13,64 %
0 10 % 20 % 30 % 40 % 50 % 60 % 70 % 80 %
No alcanzaban 74,5 %
0 10 % 20 % 30 % 40 % 50 % 60 % 70 % 80 %
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INTRODUCCIÓN
0 10 % 20 % 30 % 40 % 50 % 60 % 70 %
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100 %
81,8 %
80 %
60 %
40 %
20 %
10,9 %
5,5 %
0,9 % 0,9 %
0%
Cesar Norte de Santander Bolívar Magdalena
Santander
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INTRODUCCIÓN
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18 %
16,4 %
16 %
14 % 13,6 %
12,7 %
12 %
10 %
8,2 %
8%
6% 5,5 % 7,3 %
4,5 %
4% 5,5 %
1,8 % 2,7 %
2%
0,9 % 0,9 % 0,9 % 0,9 %0,9 %
0,9 %
0%
1986
1988
1990
1992
1994
1996
1998
2008
2000
2002
2004
2006
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1. ANTECEDENTES DEL GRUPO PARAMILITAR.
TERRITORIO, ECONOMÍA Y PODER
POLÍTICO EN EL SUR DEL CESAR
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ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
tividades productivas que han generado sus tierras. El gran potencial de las
tierras del departamento han sido objeto de tensión entre el campesinado y
quienes han buscado su concentración. Para Gamarra (2005):
Durante las décadas del sesenta y setenta la industria del algodón generó
las condiciones para una mejor distribución de la tierra. Sin embargo, cuan-
do finalizó la bonanza, se inició un proceso de “relatifundización” (Gamarra,
2005, p. 55), que años más tarde fue profundizada de modo parcial por la pre-
sencia del paramilitarismo en la región. Al mismo tiempo, surgieron nuevas
formas de organización social.
Según Gamarra (2005, p. 89), el departamento del Cesar recorrió “los picos
más pronunciados de los ciclos económicos y sociales” desde su creación en
1967 (Ley 25 de 1967). A pesar de su estancamiento y rezago, la agricultura y el
sector pecuario han jugado un papel importante en la economía departamental.
El rol que jugó la ganadería en la conformación de un estilo de vida asociado a la
producción a mediana escala y a la acumulación de tierras fue importante para
el lapso de dinamismo económico. A su vez, creó una cultura regional basada en
la producción de ganado que conformó la nueva élite de la zona.
Hacia la mitad del siglo xx, lo que ahora se conoce como el departamento del
Cesar pertenecía al departamento del Magdalena y su población era de alrededor
de 110.000 habitantes. Además, la zona tenía problemas de infraestructura que se
evidenciaban en la falta de vías de acceso para la salida de los productos de dicha
región. En este contexto, la ganadería fue el centro del trabajo en las grandes ex-
tensiones de tierra existentes en el Cesar. Sin embargo, a ella se sumaron otras dos
actividades productivas relevantes: el algodón y la palma (Bernal, 2004).
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1. ANTECEDENTES DEL GRUPO PARAMILITAR. TERRITORIO, ECONOMÍA Y
PODER POLÍTICO EN EL SUR DEL CESAR
Sin ese conocimiento previo, el aprendizaje hubiera sido más largo y peno-
so. El algodón se establece gracias a unos emigrantes tolimenses vinculados
al sector y otros que no estaban vinculados, que vinieron y prácticamente
nos enseñaron a cultivar el algodón. (Bernal, 2004, p. 49)
En el Cesar todo el mundo sabe que prácticamente todas las vías, o un por-
centaje significativo, fueron construidas por los algodoneros. (...) Esta fuerte
expansión de la producción de algodón en el departamento se presentó en
municipios como Codazzi, Valledupar, Aguachica y Robles. Pero particular-
mente en Codazzi, en donde tal como lo señala Guerrero (1982) se presentó el
verdadero despegue histórico del cultivo a comienzos de los sesenta, y como
muestra de su éxito se llegaron a instalar siete desmotadoras de algodón.
(Bernal, 2004, pp. 30-42).
Entre los setenta y los ochenta, el Cesar vivió el auge de la economía agrope-
cuaria, impulsada por la producción de algodón, que producía mayores ingre-
sos que la agroindustria, el comercio y la minería. Entre las décadas de los cin-
cuenta y los setenta, esto significó el incremento del empleo en zonas rurales y
la tecnificación del campo en los municipios donde se implementaron los cul-
tivos. Por otra parte, esta bonanza representó a nivel nacional la disminución
de la importación y el crecimiento de las exportaciones. Adicionalmente, fue
importante el papel del Instituto de Fomento Algodonero (IFA) como entidad
pública y la promulgación de “la ley de absorción de productos agropecuarios
nacionales, que incluía al algodón” (Bonet y Aguilera, 2018, p. 8).
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Durante la segunda mitad del siglo xx, el algodón fue el producto destaca-
do de la economía cesarense y desde sus inicios fue un cultivo democrático,
pues “no estuvo orientado a la construcción de un entorno institucional que
protegiera y consolidara la gran explotación para beneficio primordial del
gran propietario, como ha sido característico en cultivos del trópico como
el azúcar, el arroz o la ganadería” (Bernal, 2004, p. 26). Por el contrario, el
florecimiento de la industria algodonera abrió las posibilidades a grupos muy
diversos de la sociedad para que se vincularan a su producción.
Hacia finales de los setenta e inicios de los ochenta, esta organización eco-
nómica y social se vio afectada por la caída de los precios del algodón, lo que
provocó un descenso en los ingresos relativos de los habitantes del sur del
Cesar. Mientras que durante los sesenta y los setenta el departamento con-
taba con un PIB per cápita superior al del país, para la década siguiente este
se desplomó (Gamarra, 2005).
Desde 1977, los precios internacionales del algodón colapsaron sin recu-
perarse en toda la década de los ochenta. Esto provocó que el área cultivada
descendiera y que la boyante economía del pasado se sumiera en una dura
crisis (Bonet y Aguilera, 2018). En este contexto, la economía cesarense empe-
zó a quedar rezagada con el resto de la economía del país y se agudizaron los
reclamos sociales de las poblaciones afectadas por esta crisis, que estalló con el
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1. ANTECEDENTES DEL GRUPO PARAMILITAR. TERRITORIO, ECONOMÍA Y
PODER POLÍTICO EN EL SUR DEL CESAR
Paro del Nororiente en 1987. Este paro cívico es un hito histórico para el país,
ya que puso de manifiesto la importancia de las organizaciones sindicales y las
luchas por el bienestar colectivo. Entre los logros de este movimiento, el diario
La Opinión destaca los siguientes:
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
San Alberto era una región netamente ganadera y arrocera. Y acá yo conoz-
co la finca Altamira, que era de Samuel Jácome, y esa finca era completa-
mente arrocera. ¿Hoy en día qué es? Palmera. Y son como 2.500 hectáreas
me parece que es Altamira, y es toda palmera. (...) Porque todo mundo a la
palma de pronto le meten menos plata y es un cultivo más productivo (...)
[Se] Piensa en la reducción de mano de obra y de costo. (CNMH, CV, Taller
San Alberto, 2021, 12 de junio)
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1. ANTECEDENTES DEL GRUPO PARAMILITAR. TERRITORIO, ECONOMÍA Y
PODER POLÍTICO EN EL SUR DEL CESAR
Según fuentes del CNMH (2018a), desde 1957 el empresario agrícola Alfon-
so Lozano Pinzón sembró, de modo experimental, las primeras palmas con
una semilla llamada Dura de Patuca en un lote de diez hectáreas. En 1961,
Lozano Pinzón, en asocio con Rafael Rocha Calderón, creó El Labrador S.A.,
sociedad que para 1965 contaba con 70 hectáreas de palma sembrada y con
210 para 1967. Este aumento se produjo como resultado de la política de sus-
titución de importaciones, que daba beneficios por empezar a producir acei-
te, entonces escaso en el país. Por problemas económicos y tensiones con los
trabajadores asociados, El Labrador S.A. se disolvió y se crearon dos empresas
diferentes: Palmeras de la Costa S. A. y Grasas del Litoral.
Gran parte de los conflictos que se han vivido en el sur del Cesar y Norte de
Santander estuvieron marcados por los hechos victimizantes sistemáticos con-
tra dirigentes y trabajadores sindicalizados. Además, hubo una persecución a la
población civil desde la óptica de “la huelga no es un derecho”, y una expansión
territorial con fines de control e interés por la explotación de recursos.
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Varios de los testimonios recolectados en esta zona del Cesar para trabajos
de investigación previos (CNMH, 2018a) indican que los palmeros pagaban a
sicarios, compraban a bajo costo, sembraban miedo y regaban las semillas de
palma desde aviones para probar la tierra sin previo aviso. Cuando descubrie-
ron que las semillas de palma germinaban muy bien allí, establecieron una
sede en San Alberto, vía La Llana. Luego entró Indupalma. Desde sus inicios,
esta industria palmicultora creó diversas estrategias para ejercer control so-
cial, laboral y territorial:
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1. ANTECEDENTES DEL GRUPO PARAMILITAR. TERRITORIO, ECONOMÍA Y
PODER POLÍTICO EN EL SUR DEL CESAR
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Desde mediados del siglo xx, la organización social en el sur del Cesar y en
Norte de Santander ha tenido una larga trayectoria caracterizada por la diver-
sidad de actores y motivada por los procesos de reforma agraria, los cambios
en los usos de la tierra y la colonización. Desde finales de los setenta, el prota-
gonismo de los sindicatos fue mayor a causa de las exigencias de los trabaja-
dores de la palma por las mejoras de sus condiciones laborales en todo el país.
El M-19 aparece como una suerte de apoyo a las demandas de los tra-
bajadores que exigían mejoras en sus condiciones laborales. Sin embargo,
esto llevó a que el movimiento sindical en construcción fuera visto como un
brazo más de la lucha guerrillera y se convirtiera en blanco de una violencia
sistemática de grupos armados ilegales que hicieron presencia en la región.
Sobre lo anterior, el testimonio de una contribución voluntaria del MNJCV
refiere:
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1. ANTECEDENTES DEL GRUPO PARAMILITAR. TERRITORIO, ECONOMÍA Y
PODER POLÍTICO EN EL SUR DEL CESAR
Pues, antes de 1977, la situación de los trabajadores era muy dura porque no
había reconocimiento como trabajadores. Y a través del sindicato, pues, se
consigue ese reconocimiento y obviamente que la mayoría de los trabajado-
res que no eran de confianza de la empresa hacían parte del sindicato. Como
una gratitud hacia el sindicato por lo que se había hecho. Ese, más o menos,
era el concepto. Entonces, todos los trabajadores, sin necesidad de presionar
ni alentar para nada, se afiliaban al sindicato. Era como algo muy normal. A
tal punto de que hubo una época que fuimos más de mil ochocientos traba-
jadores afiliados.(CNMH, CV, 2020a, 7 de junio)
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
En 1987 se realizó el Gran Paro Cívico del Nororiente que tuvo lugar en los
departamentos de Cesar, Norte de Santander, Bolívar, Boyacá, Antioquia y
Arauca. En un inicio, se preveía que el paro duraría del 7 al 9 de junio de 1987.
Sin embargo, la extensión de las exigencias y las dificultades en las negocia-
ciones con el gobierno departamental y nacional hicieron que las jornadas de
paro se prolongaran hasta el 15 de junio (Fajardo, 2017). En la capital del Ce-
sar, el paro consistió en movilizaciones y protestas de alrededor de tres días,
en las que confluyeron distintos sectores de la población de los departamentos
del Cesar, Magdalena y La Guajira. De este modo, trabajadores del campo de
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1. ANTECEDENTES DEL GRUPO PARAMILITAR. TERRITORIO, ECONOMÍA Y
PODER POLÍTICO EN EL SUR DEL CESAR
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
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1. ANTECEDENTES DEL GRUPO PARAMILITAR. TERRITORIO, ECONOMÍA Y
PODER POLÍTICO EN EL SUR DEL CESAR
El movimiento logró sellar una alianza con la Unión Patriótica (UP), par-
tido político que, tras su conformación en 1985, aprovechó el ambiente de
apertura que se empezó a dar en la región como resultado de las marchas de
los diferentes movimientos sociales que los respaldaban.
La jornada se terminó una vez que el gobierno de la época negoció con los
líderes la implementación de políticas de inversión en salud, educación, in-
fraestructura vial, servicios públicos y adjudicaciones de tierras (Gutiérrez,
2012). Sin embargo, siempre existió desconfianza de las autoridades locales
y nacionales sobre los orígenes de la movilización social en la región. En las
noticias de la época es común encontrar encabezados como el siguiente:
Así, Causa Común, la ANUC y los sindicatos fueron considerados por los em-
presarios y los políticos tradicionales como una amenaza para la sociedad agra-
ria. También acusaron a los jóvenes y sindicalistas líderes de las protestas como
infiltrados de las guerrillas que tenían presencia en el sur del departamento. El
mismo señalamiento se dio contra los líderes sociales en la provincia de Ocaña.
Este etiquetamiento legitimó el ataque político a la oposición, el exterminio de
muchos de los movimientos políticos y sociales, y las fuertes victimizaciones
que son presentadas en los siguientes capítulos de este informe:
A los pocos días de acabado el paro, fue la guerra sucia contra los prin-
cipales líderes de la marcha. En la puerta de su casa, fue asesinado José
Francisco Ramírez, un abogado de Valledupar, cuya autoría entonces los
organizadores se la atribuyeron a miembros del Ejército. También cayeron
abaleados por desconocidos José David López Teherán, Ovidio de la Hoz,
un médico de apellido Villalba (cuyo homicidio se dio luego de que volviera
de Venezuela, donde estaba exiliado), Víctor Ochoa, un militante del Par-
tido Comunista y Víctor Mieles, quien era sindicalista de Cicolac, empresa
procesadora de leche de Valledupar. (Verdad Abierta, 2010, 26 de octubre)
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Si bien para antes del Paro del Nororiente los municipios de Norte de
Santander aún no estaban controlados por el paramilitarismo que ya hacía
presencia en el sur de Cesar, estos llegaron con el objetivo de presionar y
contrarrestar la presencia guerrillera en el Catatumbo y reprimir a la or-
ganización civil y campesina que estaba iniciando:
Ellos hacían control sobre los buses, sí, quiénes bajaban y todo, y pedían
cédulas y todo. Entonces, la gente se aprendió las lecciones y no llegaban
a Ocaña, ya los buses llegaban vacíos acá a Ocaña. Y los choferes se en-
cargaban ya de bajar la carga y todo, porque cada quien traía su carga,
pero entonces, [la] carga venía sola. (CNMH, CV, 2021a, 7 de junio)
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1. ANTECEDENTES DEL GRUPO PARAMILITAR. TERRITORIO, ECONOMÍA Y
PODER POLÍTICO EN EL SUR DEL CESAR
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Las victimizaciones alrededor de los líderes del paro se prolongaron hasta me-
diados de los noventa. Reconocidos líderes de grupos como el Movimiento de Ac-
ción Comunitaria (MAC) fueron víctimas de varios asesinatos y amenazas:
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1. ANTECEDENTES DEL GRUPO PARAMILITAR. TERRITORIO, ECONOMÍA Y
PODER POLÍTICO EN EL SUR DEL CESAR
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Estos campesinos, sí, estaban por la zona sin tierras y entonces se asen-
taron allá en ese [terreno] y empezaron a explotar la tierra. Cuando uno
de los... o muchos de los que explotaban la gasolina vieron que esos pre-
dios económicamente podían llegar a ser rentables, fructíferos, porque
ya empezaron a darse los cultivos de arroz, de sorgo, de palma en mayor
extensión y esto era muy prominente para la economía, para el creci-
miento de las economías, entonces empezaron legalmente a despojarlos.
Un señor Manolo les presentó una acción judicial a ellos, señalándoles
de usurpadores de tierras, para mediante una orden de desalojo judicial
despojarlos y el quedarse con esas tierras. Él alegaba que él era el dueño
de esas tierras; no obstante, ante la Fiscalía, él no pudo demostrar ser el
dueño de esas tierras. El señor Manolo ya era un señor pudiente, una de
sus hijas era abogada para la época de los hechos, [dijeron]: “Legalmente
no los podemos sacar, nos tocó usar otra fuerza para sacarlos”. ¿Cuál?
Un bloque, un grupo de paramilitares que vayan y los destierren de allá
y ellos se apoderaron en ese momento. (CNMH, CV, Taller Aguachica,
2021, 10 y 11 de junio)
La producción económica del sur del Cesar, que estaba ligada a la utiliza-
ción de la tierra para el cultivo de algodón, la palma aceitera y la ganadería,
entró en esta dinámica de violencia. La tierra en disputa se usó para la amplia-
ción de los monocultivos de palma y la ganadería extensiva: “Los cultivos que
nosotros teníamos, metieron una cantidad de ganado y acabaron con todo”
(CNMH, CV, 2020, 10 de julio)
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1. ANTECEDENTES DEL GRUPO PARAMILITAR. TERRITORIO, ECONOMÍA Y
PODER POLÍTICO EN EL SUR DEL CESAR
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ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Por su parte, todo lo sucedido con el Paro Cívico del Nororiente y todo
el movimiento social que se generó a su alrededor promovió el apoyo de los
sindicatos a este proceso de recuperación de tierras. Uno de los líderes sin-
dicales narra lo que se vivió en este proceso:
Las tomas de tierra se hicieron ahí en San Alberto, más o menos cuatro
recuperaciones en unos predios que básicamente estaban abandonados.
Entonces, pues, la gente organizaba y se tomaba las parcelas así. Las titu-
laciones vinieron después con el tiempo. Ya la gente más organizadita y
poco a poco se fueron dando las titulaciones ahí de predios, a otra gente la
sacaron, las amenazó el paramilitarismo, la mayoría de gente la sacaron.
A los que no mataron, los sacaron, tuvieron que irse de la región. El sin-
dicalismo apoyó la toma de tierras y luego llegan los paramilitares a sacar
esa misma gente. Eso fue para finales de los ochenta, incluso 90, 92, eso
fue masacre por parte de los paramilitares a la gente que había que había
tomado tierras. (CNMH, CV, 2020, 7 de julio)
Uno de los hechos de violencia más emblemáticos contra estos procesos fue
la incursión del paramilitarismo en la hacienda Bellacruz, predio ubicado en
el municipio de La Gloria (Cesar), en donde patrulleros al mando de Juancho
Prada y Manaure forzaron el desplazamiento de los colonos de estas tierras.
Por su consideración como caso emblemático para la región y el país, en el
capítulo de violaciones a los derechos humanos se ahondará en este suceso y
en el de la finca Villa Oliva en San Martín.
Si bien el actuar de estas guerrillas ha sido dispar, sus objetivos han sido
comunes: consolidar estratégicamente un corredor entre la zona de frontera
con Venezuela para habilitarlo como retaguardia y zona de tránsito de insu-
mos, armas y dotación (GMH, 2013). Para ello, resultó estratégico el control
de las vías de los municipios que conectan Norte de Santander con la zona
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1. ANTECEDENTES DEL GRUPO PARAMILITAR. TERRITORIO, ECONOMÍA Y
PODER POLÍTICO EN EL SUR DEL CESAR
Sin embargo, para mediados de los ochenta, las luchas campesinas por la
tierra, la movilización social y el aumento de las actividades sindicales rela-
cionadas a la industria palmera y algodonera fueron de gran interés político
para estas organizaciones y se convirtieron en la principal motivación para
fortalecer su presencia en el territorio. Las guerrillas comenzaron a hacer
presencia en San Alberto y el corregimiento de Minas iniciando esta década,
momento en el que aparecieron ejerciendo proselitismo armado. En estas
actuaciones iniciales recorrían las periferias y realizaban grafitis “en las pa-
redes y en las carpas de los camiones” (Fundesvic, 2012, p. 46). Las primeras
que aparecieron fueron las FARC, estructura a la que le siguió, en orden, el
ELN, el M-19 y el EPL.
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Las FARC manejaban lo que era la parte del sur de Bolívar, porque yo oía
que Richard llegaba a Terraplén y se pasaba para allá. Entonces, él era del
sur de Bolívar. O sea, bajaban por ahí, iban de paso, pero estaban en el
sur. Sí. Los del EPL bajaban era de allá del cerro del Norte de Santander
y bajaban acá. Y los elenos eran como más bien urbanos. ¿Sí? Eran como
que los que se la pasaban más por ahí en San Alberto y por ahí pa’ los
lados de La Esperanza, por ahí. Eso era. Siempre se ha respetado es a
las FARC porque es el que más hacía presencia, sí. Pero el EPL era como
el que más se bajaba por ahí pa’ la zona de El Barro, pa’ la zona de San
Martín, la zona de acá, eran los del EPL, el tal Nené. No me acuerdo el
otro nombre. Bueno, y otro comandante que también dio mucha guerra
ahí, ¿sí? De todos modos, pues, la presencia de ellos era como casi igual
ahí por esos lados, ¿no? Pero, entonces, los que operaban ahí era el EPL,
porque el EPL era el que se bajaba a secuestrar gente. Me parece que ellos
llegaban, bajaban, secuestraban gente y les entregaban a las FARC o a los
del ELN. Ellos operaban ahí, pero les entregaban a los otros. (...) Opera-
ban en la Sierra Nevada y la Sierra de Perijá. (CNMH, CV, Roberto Prada
Delgado, 2015, 29 de septiembre)
Entre 1984 y 1985 las guerrillas estaban fortalecidas en parte por el apoyo
popular a estas en la zona. Incluso ya se hablaba de la Coordinadora Regio-
nal Guerrillera. Sin embargo, el M-19 desapareció en 1990 y parte de los
integrantes del ELN también. La guerrilla del EPL se convirtió en parte del
sicariato de la región y se agudizó la crisis del movimiento guerrillero, que
era más profunda para finales de los noventa.
Cada grupo guerrillero con presencia en las grandes extensiones de tierra del
Cesar contó con un repertorio de acción diferente según sus objetivos para ese
momento. Entre 1983 y 1989 el ELN se expandió a lo largo del departamento a
través del Frente Camilo Torres Restrepo e incrementó su presencia en el sur
con el Frente Manuel Gustavo Chacón (Vicepresidencia de la República, 2006).
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1. ANTECEDENTES DEL GRUPO PARAMILITAR. TERRITORIO, ECONOMÍA Y
PODER POLÍTICO EN EL SUR DEL CESAR
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
El avance de las guerrillas en el Cesar hizo que, entre 1992 y 1994, el depar-
tamento se erigiera como el lugar con mayor número de secuestrados en el
país (PNUD, 2010). Por su parte, las FARC expandió su presencia en el Cesar
dando cumplimiento a lo concretado en la séptima conferencia de esa organi-
zación en 1982, en la que adoptaron políticas ofensivas y expansionistas.
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1. ANTECEDENTES DEL GRUPO PARAMILITAR. TERRITORIO, ECONOMÍA Y
PODER POLÍTICO EN EL SUR DEL CESAR
Para el caso del M-19, su presencia era principalmente urbana en San Al-
berto y San Martín. El siguiente fragmento de entrevista da cuenta de las di-
námicas del M-19 en la zona:
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
El M-19 tenía más [respaldo], claro. Además, porque la historia del sindica-
to giró en torno a la huelga del 77. La contribución del M-19 en esa huelga es
que, pues, retuvo a... al gerente de la empresa. Entonces, la empresa se sintió
como obligada a firmar la convención colectiva por el secuestro que habían
hecho a don Hugo. (CNMH, CV, 2020, 7 junio)
Para concluir, entre 1986 y 1994, tras la crisis socioeconómica que avivó
el Paro del Nororiente, se emprendió una persecución sistemática contra
miembros de movimientos sociales, dirigentes sindicales, líderes del paro
y las marchas. Los paramilitares, ligados a los intereses de las élites locales,
no querían que habitantes del Cesar apoyaran este tipo de ideas alternativas
y por eso castigaban a la población, a la que acusaban de simpatizar con la
guerrilla, lo cual se tradujo en ataques contra los nacientes líderes políticos
que tuvieron éxito electoral en el departamento. Este discurso de estigma-
tización no solo perduró durante todo el periodo de existencia del FHJPB,
sino que aún hoy la protesta social sigue siendo señalada.
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1. ANTECEDENTES DEL GRUPO PARAMILITAR. TERRITORIO, ECONOMÍA Y
PODER POLÍTICO EN EL SUR DEL CESAR
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Según Gaitán (1988, p. 65), “desde finales de 1986, cuando se iniciaron las
campañas electorales, un total de 140 alcaldes y concejales en ejercicio, candida-
tos a las alcaldías y concejos, consejeros intendenciales, comisariales y diputa-
dos, fueron asesinados”. De este modo, las elecciones fueron aprovechadas des-
de entonces por otros grupos políticos para presentar a sus apuestas políticas.
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1. ANTECEDENTES DEL GRUPO PARAMILITAR. TERRITORIO, ECONOMÍA Y
PODER POLÍTICO EN EL SUR DEL CESAR
Acá de la zona veredal quemaban las urnas cuando iba ganando el con-
trario de ellos, en el transcurso se quemaban, se perdían, en esa época
en 2002 y del noventa y pico pa acá... del 98 para acá. También como por
ejemplo estaba en asamblea y nadie quería ser jurado o allá donde tocara
vereda, mejor dicho, uno subía y eso era como: “Me metí a la boca del
lobo”. (CNMH, CV, Taller Aguachica, 2021, 10 y 11 de junio)
Por otra parte, las principales reformas en torno a apaciguar las tensiones so-
ciales, la violencia guerrillera y las acciones paramilitares y del narcotráfico tu-
vieron que ver con cambios en la forma de concebir los derechos fundamentales
desde la óptica del Estado social de derecho, la democracia participativa y plu-
ralista y, como se mencionó anteriormente, la elección popular de gobernantes.
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Mientras esto sucedía, las élites locales buscaron proteger sus intereses
políticos mediante la desarticulación de estos movimientos y la posterior
creación de grupos privados de vigilancia y seguridad:
Pero, entonces, ese poder que ellos tenían de Riverandia, pues, se les bajó un
poco. Víctor Lizcano fue alcalde. Unos por la Alianza Democrática M-19
y otros por la Unión Patriótica. Movimientos alternativos. Y, entonces,
ese poder que tenía el Partido Conservador y el Partido Liberal allá, pues,
siempre se les bajó. Rivera por ejemplo era del Partido Conservador. Ellos
[los militares] tenían base allá. Además de la base militar que tienen allá en
la empresa, en Indupalma. Entonces, ahí manejaban una base militar, ahí
en Riverandia mezclados con los sicarios. (CNMH, CV, 2020a, 7 de junio)
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2. ORÍGENES Y TRAYECTORIA ORGÁNICA
DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO
BECERRA (FHJPB)
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ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
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2. ORÍGENES Y TRAYECTORIA ORGÁNICA
DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA (FHJPB)
Otras fuentes también referencian que a inicios de los noventa hubo per-
secuciones a desmovilizados de guerrillas, especialmente del EPL y perte-
necientes al movimiento Esperanza, Paz y Libertad, quienes tenían cierta
relación con los sindicatos y movimientos civiles de la región (Cinep, s. f.).
Principalmente, amenazaron a dirigentes del Partido Comunista, a líderes de la
ANUC, a sindicalistas de la Unión Sindical de trabajadores de Santander (Usi-
tras) y del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria de las Gaseosas en
Colombia (Sintradingascol), a abogados defensores de los derechos humanos, a
religiosos, educadores y periodistas (Proyecto Colombia Nunca Más, 2008).
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
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2. ORÍGENES Y TRAYECTORIA ORGÁNICA
DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA (FHJPB)
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ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
1 Como lo señala el informe El Estado suplantado: las autodefensas de Puerto Boyacá del CNMH
(2019, p. 17), “Entre 1983 y 1991 la autodenominación que utilizaron fue la de Autodefensa Campesina
del Magdalena Medio, pero fue más extendido el uso de la sigla MAS (Muerte a Secuestradores) o el
nombre de Masetos precisamente para no ser identificados; tenían una fachada legal llamada Acde-
gam; y a finales de los años ochenta trataron de utilizar el difuso término de Movimiento Nacional de
Autodefensas”. Así mismo, “A partir de los años ochenta en el Magdalena Medio proliferaron grupos
paramilitares llamados los Grillos, los Tiznados y luego el MAS, siendo la denominación de mayor uso
en los ochenta, sin que fueran las acciones violentas, reivindicadas o asociadas a un solo grupo, de allí
se derivó la denominación luego de uso nacional de los Masetos” (2019, p. 25).
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2. ORÍGENES Y TRAYECTORIA ORGÁNICA
DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA (FHJPB)
Esa persecución viene desde ese mismo, digamos, ese mandato de poder
que se le dio en la Constitución de 1991 a los alcaldes. O al nombra-
miento por elecciones populares. Entonces, ese poder se les bajó a los
[de] Riverandia. Obviamente vino... Y la culpa, toda, seguramente para
ellos la tenía el sindicato. Entonces, al culpar al sindicato los sicarios
que tenían allá en Riverandia, esos, pues, obviamente, a todo lo que
oliera a sindicato le iban a tirar. Le tiraron. Asesinaron a muchos. Y
otros, pues, nos tocó salir. Pero, al fin y al cabo, [con] la resistencia y
eso, pues, se logró contener un poco, no mucho. (CNMH, CV, 2020a, 7
de junio)
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Ya cuando entraron los que eran los paramilitares y cuando eso, en esa
época eran Los Masetos (...). A mi papá lo amenazaron y a él le tocó
vender ahí al terrateniente de ahí en la región, bajo amenaza vendió la
finca, (...) casi 38 hectáreas por 9.000.000 de pesos. (CNMH, MNJCV,
2017a, 11 de julio)
Ese se llama Rodolfo Rivera Stapper. Y Orlando Rivera, que eran her-
manos. Dueños de la finca Riverandia. Finca grande, buena. Pues, di-
cen que donde está situado el pueblo de San Alberto es la finca Rive-
randia. Sino que los Rivera, el papá de los Rivera —como que también
se llamaba Rodolfo—, ese señor le fue vendiendo. Usted llegaba y le
daba un pedacito de tierra y ahí usted hacía la casa, y así, en esa época
hicieron el pueblito ahí. (...) Mi papá ya hacía reuniones como en el 88
con los hermanos Rivera. Sí. Entonces, yo le preguntaba a mi papá: “¿Y
esa gente qué es?”, [respondía:] “No diga nada ni cuente nada, ¿oyó?
Ellos son un grupo armado. Ellos le están dando a la guerrilla. Pero
cuidadito va a decir algo porque me joden a mí si saben que yo voy a
hablar con ellos”. Porque él salía de noche, dejaba el carro por ahí y se
iba y se metía por ahí a hablar con ellos. (CNMH, CV, Roberto Prada
Delgado, 2015, 30 de julio)
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2. ORÍGENES Y TRAYECTORIA ORGÁNICA
DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA (FHJPB)
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ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Tanto los relatos surgidos en el marco del MNJCV, como las sentencias de
los máximos comandantes del FHJPB, permiten confirmar que en el sur-
gimiento del paramilitarismo en el sur del Cesar fue decisivo el liderazgo
de Roberto Prada Gamarra y las estructuras que encabezaron diferentes
miembros de su familia, grupos que se identificaron con varios nombres
en el transcurso de los años.
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2. ORÍGENES Y TRAYECTORIA ORGÁNICA
DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA (FHJPB)
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
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2. ORÍGENES Y TRAYECTORIA ORGÁNICA
DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA (FHJPB)
Sobre la constitución del grupo se volverá más adelante, ya que estos mis-
mos individuos pasaron, desde 1995, a formar parte de las Convivir que Los
Prada constituyeron en el sur del Cesar junto a personas como Luis Orfego
Ovallos Gaona y los grupos El Tesoro y el 20 de Julio. Estos grupos, que se fue-
ron formando paralelamente a la organización de Los Prada, serán descritos
en los siguientes apartados.
Entre 1992 y 1997 operó una estructura armada al mando de Luis Ofrego
Ovallos Gaona, conocido como don Luis en los municipios de Barranca de Le-
brija, Gamarra, Puerto Patiño, Puerto Mosquito y Ocaña. Este grupo se des-
integró tras la desaparición forzada de don Luis el 28 de enero de 1997 (TSB,
2014). Este grupo operó en municipios de Norte de Santander como Ocaña, y
en municipios del sur del Cesar como Río de Oro y Aguachica. Según la Sen-
tencia a Javier Quintero:
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Entre los años 1992 y 1993 el grupo de autodefensa de Luis Orfego Ovallos
Gaona, alias don Luis, operó en los municipios de Barrancalebrija y en Oca-
ña y en éste último estaba al mando alias el Flaco, quien posteriormente se re-
gresó para conformar el Grupo en Pailitas. Este grupo de autodefensas operó
en la zona comprendida entre la carretera desde Morrison hasta Aguachica,
—incluido su caso urbano—, hacia el río Magdalena, la Isla de Morales, Ga-
marra, Puerto Patiño, Puerto Mosquito y Puerto Acapulco. (...) durante los
años 1992 y 1993, el grupo de Luis Orfego Ovallos Gaona, no se conformaba
con más de quince hombres, posteriormente presentó un acelerado creci-
miento en la medida que para el año 1994, contaba con diez patrulleros y un
segundo comandante; y, para el año 1995, además del segundo comandante,
contó con un comandante financiero y diecinueve patrulleros; con relación
a la operación de este grupo en el municipio de Ocaña. La desintegración de
esta organización ilegal se presentó con la desaparición forzada de Luis Or-
fego Ovallos el 28 de enero de 1997, momento a partir del cual su personal se
va con los grupos de alias Manaure y alias Jimmy, asumiendo el mando de la
zona Juan Francisco Prado Márquez (TSB, 2016a, pp. 63-64)
La estructura de Ovallos Gaona tuvo relaciones con Los Prada y otros gru-
pos que operaban en la región:
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2. ORÍGENES Y TRAYECTORIA ORGÁNICA
DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA (FHJPB)
Entre 1993 y 1996 el grupo paramilitar Los Paisas hizo presencia en el corregi-
miento de Cuatro Bocas y la vereda Pita Limón del municipio de San Martín,
así como en los corregimientos La Cabaña y Morrison del municipio de Río
de Oro. Este grupo instaló su centro de operaciones en la finca El Tesoro de
Jaime Ángel Botero (TSB, 2014).
Ya en 1992, 1991, que él iba allá a la finca El Tesoro, esos manes estaban
armados, con los que tenían ese grupo ahí. A ese grupo lo manejaban...
no sé, dicen que eso era de don Abel, Abel Ángel, el dueño de El Tesoro.
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Pero que era un grupito que él había montado pa’ la seguridad de la finca
de él, y no salían para ningún lado. Eran de Morrison hacia abajo en San
Martín. Entonces, mi papá iba y hablaba con ellos, pero no sé qué era lo
que hablaban. Mi papá andaba en lo que andaba. Pero, entonces, esos gru-
pos no eran unos grupos que salían que a sicariar a los pueblos ni nada
de esas vainas. Ellos eran como pa’ defenderse ahí mismo en la finca, una
seguridad. Póngale doce personas enfusiladas ahí. (CNMH, CV, Roberto
Prada Delgado, 2015, 6 de agosto)
Aunque las versiones de los excomandantes del FHJPB y los relatos del MNJCV
manifiestan que el propósito de los primeros grupos era salvaguardar las vi-
das y los bienes de los ganaderos y hacendados, los registros muestran una
sistematicidad de acciones en contra de la población civil, pero no en contra
de grupos armados y/o delincuentes. Los patrullajes y el control de territorios
que realizaban estos primeros grupos se encaminaban a perseguir a miem-
bros de partidos políticos alternativos, líderes sindicales, líderes campesinos
o integrantes de la ANUC, así como a parceleros. Tan solo en el municipio de
San Alberto se registraron doce hechos de violencia, entre 1986 y 1993, rela-
cionados con homicidios de miembros y dirigentes de la Unión Patriótica en
los que hubo responsabilidad de paramilitares (Romero, 2011).
Las noticias del día a día eran: oiga usted supo del que mataron en la
calle central, o en la calle que va para La Palma, o el barrio 23 de Agosto,
o el barrio 1º de Mayo, o el que mataron en la parcela, en la vereda El
Cedro, o la masacre del corregimiento de La Llana. La constante era que
entre más operativos militares y policiales había, los muertos aumenta-
ban; por eso la gente presumía que esto era una estrategia para limpiarles
el camino a los grupos criminales, para que perpetraran sus fechorías.
(Fundesvic, 2016, p. 41)
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2. ORÍGENES Y TRAYECTORIA ORGÁNICA
DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA (FHJPB)
El Grupo 20 de Julio fue un grupo armado ilegal que operó en Norte de San-
tander, específicamente en los municipios de Cáchira y La Esperanza. El ori-
gen de este grupo se remonta a 1993 y está ligado a las figuras de Vicente
Zabala Bueno, ganadero de la vereda 20 de Julio, y de Erwin de Jesús Salazar
Taborda, alias Pedro Lancero, de quien se presume que fue soldado profesio-
nal del Batallón de Contraguerrilla n.º 5, también conocido como los Guanes:
“Pedro era un señor que él trabajaba... Él fue soldado de los Guanes. Él se la
pasaba mucho aquí en la brigada, por ahí. Él fue el que nos presentaron como
el que estaba allá en el grupo” (CNMH, 2021, p. 99).
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Las otras dos versiones indican que la aparición de Pedro Lancero en la re-
gión fue independiente a la situación vivida por Vicente Zabala Bueno y su
familia. Una de estas versiones sugiere que
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2. ORÍGENES Y TRAYECTORIA ORGÁNICA
DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA (FHJPB)
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
como Papayal, Caño Iguanas, La Cuña, El Tropezón, San José de los Cho-
rros. Así mismo, en corregimientos de Sabana de Torres como San Luis de
Magará, La Musanda y Mate Plátano, y en el corregimiento de Chingalé del
municipio de Puerto Wilches. La entrada a esta zona tuvo como fin acabar
con la presencia de las FARC y el ELN, grupos guerrilleros que hicieron
presencia en la región desde 1980 hasta la llegada del grupo paramilitar en
1994, responsable a su vez de acciones delictivas relacionadas con los secues-
tros extorsivos y las vacunas a hacendados y ganaderos de la región.
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2. ORÍGENES Y TRAYECTORIA ORGÁNICA
DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA (FHJPB)
Fecha de resolución
Nombre Representante legal
que la crea
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2. ORÍGENES Y TRAYECTORIA ORGÁNICA
DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA (FHJPB)
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ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
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2. ORÍGENES Y TRAYECTORIA ORGÁNICA
DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA (FHJPB)
Las Convivir sirvieron para fortalecer los grupos paramilitares que opera-
ban en la región, principalmente por el manejo que pudo darse a los recursos
económicos, logísticos y operativos. Esta fachada les facilitó las relaciones con
ganaderos, políticos y actores económicos de la región, a quienes se les cobró
“cuotas de seguridad” como forma de apoyo. Según un relato del MNJCV:
Edo.: Esa gente cuando se iban a reunir, cuando los patrones se reunían,
mandaban a los ganaderos, los políticos, Ecopetrol. Los mandaban a citar,
pero no eran voluntarios, era: “Venga pa’ acá”. A los del gas también.
Entr.: ¿A ti te mandaban a cobrar?
Edo.: En la Convivir [fue] de la cerveza y del comercio. A cada comerciante
se le colocaba una mensualidad por la seguridad que uno le prestaba, por-
que era que mucha gente necesitaba de las Convivir porque había muchos
ladrones. Y si usted necesitaba: “Bueno, están pendientes de mi negocio”,
entonces ya uno sabe que estar pendiente de que no se le metan los ladrones
y esas cosas. Entonces ellos bonificaban, póngale, 25 mil, 30 mil en el mes,
que pa’ ellos no era nada, no era una cosa de 200 mil, ni 500 mil, ni un mi-
llón [de pesos], no, eso era una cosa de acuerdo al negocio. Para el sustento
también de la gasolina del carro, porque nosotros éramos una empresa sin
ánimo de lucro, ¿no? Financiado por lo que se recogiera de ahí, porque del
grupo no mandaban un peso. (CNMH, MNJCV, 2017, 7 de junio)
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ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
3 “Juan Francisco Prada Márquez, Hugues Manuel Rodríguez, Augusto Castro Pacheco, Noé Jimé-
nez, Alberto Durán Blanco, Alfonso Mora Cobos, Aurelio Pineda Bayona, Gerardo Mora Colmenares,
Gustavo Mayorga Moreno, Jesús Pacheco Carpio, Jesús Lamus García, Misael Rodríguez, Raúl Prada
Lamus, Jaime Hernández Galeano, Roberto Prada Delgado, Ariel Zabala Vergel, Carlos Camacho Ver-
gel, Fredy Ramiro Pedraza Gómez y Luis José Sanabria” (TSB, 2016c, p. 198).
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2. ORÍGENES Y TRAYECTORIA ORGÁNICA
DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA (FHJPB)
Resulta que esa Convivir era... dicen que, legalizado por el Estado, ellos vi-
vían era con nosotros, nosotros hacíamos presencia pa’ que la gente pagara
el recurso, la plata ellos la cobraban, y ellos decían: “Fulano de tal... aquel
tipo, esto y esto”. Entonces, ellos mismos palanqueaban, venían los urbanos
y se lo llevaban. (CNMH, MNJCV, 2018, 4 de septiembre)
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DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA (FHJPB)
Los Prada fueron ganando terreno y tras la muerte de Ovallos Gaona, Ro-
bert Jr. se planteó la expansión de su influencia hasta el municipio de Ocaña
en coordinación con uno de los subalternos de don Luis, alias Milcíades. Se-
gún testimonio del mismo Prada Delgado, esto no fue posible en su momento
debido al cambio de comandancia del Batallón Santander, pues fue nombrado
el teniente coronel Moncaleano (CNMH, CV, Roberto Prada Delgado, 2015, 4
de agosto). No obstante, Juancho Prada logró este objetivo un tiempo después.
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ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
En 1995 se habían fundado las ACCU y en 1997 se dieron cita los jefes de
nueve organizaciones paramilitares de distintas regiones de la nación para
conformar las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), “provistas de una di-
rección única y un estado mayor conjunto”, definidas como “un movimiento
político-militar de carácter antisubversivo en ejercicio del derecho a la legíti-
ma defensa” (GMH, 2013, p. 160).
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2. ORÍGENES Y TRAYECTORIA ORGÁNICA
DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA (FHJPB)
rencia, las estructuras de Robert Jr. y Juancho Prada, Camilo Morantes y los
Zabala se unificaron para conformar las Ausac.
Las Ausac, la razón de ser es porque Carlos Castaño da la orden que tenía-
mos que ser un solo grupo, sí, ser un solo grupo pa’ la representación ante
el Estado Mayor, ¿me entiende? Entonces, como ellos se estaban conforma-
do allá en Córdoba, un solo grupo allá, que nosotros nos tuviéramos que
conformar aquí en Santander y en Cesar un solo grupo para que todos los
comandantes que hacíamos parte de acá, de los grupos de acá, que había
como cuatro, cuatro grupos, no fuéramos todos a las reuniones, sino ellos
tenerse que entender con una sola persona, ¿sí? Entonces, una sola repre-
sentación. (CNMH, CV, 2015, 2 julio)
Al mando [Juancho Prada], que era el comandante de lo que era San Al-
berto y San Martín. No, él no tenía más en ese tiempo, no tenía más zona,
comandaba eso hasta límites con Aguachica. De ahí para allá ya era... creo
que eso sí ya era de Jorge 40; de Aguachica para allá hasta San Alberto. De
San Alberto, límites del río... no, del río San Alberto hacia allá era de los
Zabala, eso era de los Zabala. Y de la carretera central, de la Panamericana
hacia la parte de abajo era de Camilo Morantes. (CNMH, MNJCV, 2017a,
11 de julio)
Por lo tanto, el surgimiento de las Ausac fue un tipo de formalidad ante las
circunstancias contextuales que se daban a nivel nacional y que permitieron
el robustecimiento del paramilitarismo. El proceso de expansión paramilitar
que se desarrollaba en el territorio nacional presionó para la constitución de
las Ausac y para su participación en la Segunda Conferencia de las AUC el 16
de mayo de 1998 (TSB, 2014), en la que también participaron las Autodefensas
Campesinas de Casanare y las Autodefensas Campesinas de Cundinamarca,
que en su conjunto ratificaron los propósitos que conjugaban las AUC.
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Las Ausac surgen como estructura paramilitar tras los acuerdos liderados por
las ACCU para confederar en una sola organización, las AUC, a las agrupa-
ciones paramilitares más representativas que hasta ese momento operaban en
el país. Por esta razón, hubo una reunión de los principales mandos de la zona
del Magdalena Medio santandereano, Norte de Santander y sur del Cesar, en
la que, siguiendo los designios de Carlos Castaño, crearon las Ausac:
Para el año de 1997 hubo una reunión entre la gente de CAMILO MORAN-
TES, la gente de VICENTE ZABALA [para la fecha sería Nelson Zabala
alias “Mario”], la de JUANCHO PRADA, la de ROBERT PRADA e hicieron
una alianza y así se formaron las Ausac, que quiere decir AUTODEFEN-
SAS UNIDAS DE SANTANDER Y EL SUR DE CESAR, esa reunión fue
en el corregimiento de San Rafael de Lebrija municipio de Rionegro San-
tander el promotor de esa reunión el propio CAMILO MORANTES con el
fin de prestarse apoyo mutuo y se designó a CAMILO MORANTES como
presidente de las Ausac. (FGN, 2012a, s. p.)
[Dije:] “Si vamos a estar unidos, yo tengo un grupo que es un grupo es-
pecial”, que era el grupo que tenía dándole duro a Abrego, “¿Por qué no
organizamos un grupo? Porque Camilo la vaina es esta, es que si usted
coge gente suya y mandan a matar personas, todo el grupo lo sabe. Si yo
hago lo mismo, todo el grupo lo sabe; el de Juancho lo mismo. ¿Por qué
no organizamos un grupo para hacer únicamente esos golpes, entrar a
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2. ORÍGENES Y TRAYECTORIA ORGÁNICA
DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA (FHJPB)
ciertas partes y dar de baja y ya? Y los otros grupos los mantenemos noso-
tros simplemente andando en la zona para que no se caliente la zona, no
se caliente los demás muchachos”. Entonces, conformamos un grupito,
me parece que esa época sacamos unos 15 al menos para tenerlos, que
si usted o yo los necesito para hacer algo, una operación, nos llevamos a
esa gente y que sea gente que lo que se haga no salga de ahí. (CNMH, CV,
Roberto Prada Delgado, 2015, 4 de agosto)
Edo.: [En] San Rafael. Pues él era comandante, nunca lo conocí, nunca lle-
gué a patrullar agregado, por ahí sí había mucho agregado allá. Una vez me
acuerdo que sacaron un grupo especial para patrullar que fueron... eran
gente de Camilo Morantes, era otro grupo que había, porque después de
San Alberto había otro comandante.
Entr.: ¿Vicente Zabala?
Edo.: Vicente Zabala, que eran los de la Esperanza, les hicieron un grupo
especial, entre esos cuatro grupos, que eran los de San Martín, los de San
Alberto, los de Zabala y los de Camilo Morantes. (CNMH, MNJCV, 2015,
10 diciembre)
Se organizó que las Ausac, que cómo organizábamos eso, entonces fue
cuando pues ahí el que más hablaba, el que tenía más facilidad de expre-
sión, era Camilo. Era un tipo que para hablar no sé, a pesar de que yo sé
que él no era estudiado, pero hay personas que son innatas, que nacen
con esa facilidad de palabra y se desenvuelven bien. Entonces don Car-
los nos dice: “¿Quién de ustedes quiere quedar representando las Ausac
esas que ustedes piensan hacer?”. Nosotros ahí mismo, empezamos no-
sotros: “Bueno, si vamos a unirnos serían Autodefensas Unidas, AUC,
quiere decir Autodefensas Unidas de Colombia, pues nosotros ponemos
Autodefensas Unidas de Santander y Sur del Cesar, Ausac”. ¿Por qué?
Porque Camilo tenía la parte de Santander, Santander también es la par-
te de Mario, y el sur del Cesar Juancho y yo; entonces, Ausac. (CNMH,
CV, Roberto Prada Delgado, 2015, 13 de agosto)
93
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
El grupo especial creado por las Ausac fue comandado por José Lenin Mo-
lano alias Ojitos. Uno de los casos más conocidos cometidos por este grupo
fue el asesinato de Nadín Antonio Bayona Santos, candidato a la alcaldía de
Ábrego. Este homicidio se cometió el 22 de octubre de 1997 y fue justificado
por el no cumplimiento de pactos:
Explicó que el 22 de octubre del año 1997 atentaron contra la vida del lí-
der político al no cumplir con un pacto suscrito entre Carmen Iván Pérez
4 Este grupo lo pensaba Robert Jr. para incursionar en el sur de Bolívar, objetivo que, en un primer
intento, no fue llevado a cabo por una reacción contundente de la guerrilla.
94
2. ORÍGENES Y TRAYECTORIA ORGÁNICA
DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA (FHJPB)
Edo.: Yo les había hablado de que nosotros por la cuestión de que teníamos
los grupos muy pequeños, entonces al ir allá Carlos Castaño nos propone
que (...) por qué no eran bloques. Yo estaba manejando lo que era San Al-
berto, me subía por el lado de los Cerros, metí gente para Cáchira, y tam-
bién estaba en Abrego y frecuentaba también en Ocaña.
Entr.: ¿Esa reunión en que año fue?
Edo.: Finales 96, parece, es que no estoy bien de la fecha. Simplemente co-
nocimos. Ya en el año 97 empezamos a ir a recibir directrices, no eran ór-
denes, como para hablar en un solo idioma. (...) Entonces él nos llama para
que nosotros, para ver si estábamos de acuerdo en manejar la cuestión que
era con unas directrices que estaban manejando algunas autodefensas que
estaban allá de Urabá, de Sincelejo, de Montería. Era para que esos grupos
no quedaran como un cabo suelto. Entonces se hizo con ese fin, pero como
eran un grupito que eran puros frentes pequeños, él quiso formar como un
bloque pequeño también. (CNMH, CV, Roberto Prada Delgado, 2015, 29
de septiembre)
Según el relato del mismo Robert Jr., la relación “simétrica” entre las Ausac
y AUC era una formalidad, pues existía cierto poder desde Carlos Castaño
hacia los Prada. Si bien consultaba con ellos ciertas acciones y existía una co-
municación relativamente fluida, Castaño podía tomar decisiones libremente
sobre aquello que consideraba una amenaza a sus intereses sin recibir reclamo
o acciones en contra de otros grupos más pequeños como el de los Prada.
95
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
cando. Ante esto, Castaño trasladó a alias Jimmy a La Guajira, donde tuvo
desencuentros con Rodrigo Tovar Pupo, presunto responsable de su muerte
(CNMH, CV, Roberto Prada Delgado, 2015, 4 de agosto). Este evento permi-
tió a Juancho Prada alcanzar injerencia hasta Aguachica.
Por su parte, la muerte de Morantes por orden de Carlos Castaño fue provo-
cada por el carácter violento de Morantes y sus acciones extralimitadas, que no
concordaban con los planes, imagen mediática y aspiraciones de Castaño en
convertir a los grupos paramilitares en actores armados con carácter político.
96
2. ORÍGENES Y TRAYECTORIA ORGÁNICA
DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA (FHJPB)
97
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Los lugares de operación de los grupos que conformaron las Ausac fueron
relevantes para la Casa Castaño en la medida en que controlaron corredores
estratégicos para operaciones de expansión de su interés. En particular, el gru-
po de los Prada fue un enlace y apoyo para las incursiones al sur de Bolívar y
al Catatumbo, como se relata a continuación.
98
2. ORÍGENES Y TRAYECTORIA ORGÁNICA
DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA (FHJPB)
primer semestre de 1998, fue citado Julián Bolívar por los hermanos Castaño
a la provincia del Alto Sinú en el departamento de Córdoba, donde se reunió
con los hermanos Castaño, con Carlos Mario Jiménez [alias] Macaco y otros
miembros del grupo que servirían de guías para ingresar al sur de Bolívar.
(FGN, 2007, pp. 16-17)
El tercer factor fue el pie de fuerza disponible para la operación, pues, aun-
que las ACCU contaban con un buen número de hombres para la incursión,
únicamente llegaron a Barranca de Lebrija alrededor de 70 hombres del Bajo
Cauca antioqueño, aportados por Carlos Mario Jiménez Naranjo alias Javier
Montañez o Macaco (FGN, 2007). Por tal razón, Julián Bolívar convocó a una
reunión en el bajo Rionegro a los comandantes regionales de las Ausac y a
Ciro Antonio Díaz Amado alias Nicolás, mando del Frente Isidro Carreño,
para “solicitarles su apoyo en la campaña del Sur de Bolívar e informarles
99
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
El único que apoyó esta incursión fue Juancho Prada, quien prestó 20 de
sus hombres para acompañar la operación al sur de Bolívar. El mismo Juan
Francisco Prada Márquez dijo al respecto:
100
2. ORÍGENES Y TRAYECTORIA ORGÁNICA
DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA (FHJPB)
Otro apoyo que prestó el grupo de Juancho Prada fue la entrada de personal
de las ACCU a La Gabarra para conformar el Bloque Catatumbo de las AUC.
El interés principal de esta incursión fue ganar presencia en una zona estra-
tégica para el control de corredores viales entre la frontera con Venezuela y la
región de Urabá, territorios conectados por la región del Magdalena Medio.
Así mismo, la Casa Castaño estaba interesada en tener nuevas formas de fi-
nanciación por medio de la cadena del narcotráfico.
En 1999, Juancho Prada facilitó el paso de más de 200 hombres que sa-
lieron del municipio de Tierralta (Córdoba) con rumbo a la región del Ca-
tatumbo, específicamente al corregimiento de La Gabarra en Tibú, donde
desde mayo de 1999 hicieron presencia y cometieron varias masacres (El
Tiempo, 1999, 29 de agosto; TSB, 2016a). Sin embargo, no hay evidencia de
la participación directa de los hombres de Juancho Prada en los hechos de
violencia generados por esta incursión.
101
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
papel importante en las decisiones que tomó el BCB en torno a los tres gru-
pos que conformaban esta confederación paramilitar. La frágil unificación
de las Ausac se mantenía por conveniencia y apariencia ante las AUC, pero
era claro que sus comandantes operaban de manera independiente a nivel
táctico y territorial.
El grupo de Robert Jr. empezó a tener roces con los otros comandantes de
las Ausac. Las tensiones se empezaron a sentir desde 1998, época en la que Ca-
milo Morantes comenzó a montar laboratorios para el procesamiento de coca
y propuso a Juancho Prada y Robert Jr. que hicieran lo mismo; el objetivo era
buscar otras modalidades de financiamiento para el grupo. Sin embargo, estos
se negaron a entrar al negocio del narcotráfico porque, según lo manifestó
Robert Jr., en el sur del Cesar había una fuerte presencia de la fuerza pública,
con la que tenía una buena relación, primordialmente por medio de la Convi-
vir Renacer Cesarense, organización a la que la fuerza pública tenía advertida
de no involucrarse con narcotráfico so pena de ser capturados (CNMH, CV,
Roberto Prada Delgado, 2015, 13 agosto).
102
2. ORÍGENES Y TRAYECTORIA ORGÁNICA
DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA (FHJPB)
el narcotráfico para aumentar sus rentas. Sin embargo, agrega que fue con la
masacre del 16 de mayo de 1998, cuando el grupo no llevaba un mes de estar
constituido oficialmente, que la alianza se acabó, pues esta se hizo a nombre
de las Ausac pese a que ni los Zabala ni los Prada fueron partícipes (CNMH,
CV, Roberto Prada Delgado, 2015, 4 de agosto).
Aunque para el momento la dirección de las AUC objetó que fueran, prin-
cipalmente, la perpetración de delitos reprochables y la agudización de la
violencia de las Ausac, entre otras, las razones que llevaron a Castaño a
ordenar la muerte de Camilo Morantes. También se argumentó que era un
hombre de personalidad difícil por su consumo de drogas y alcohol; por
supuestas relaciones con alias el Nene del ELN, con quien hizo negocios
de venta de armas y por las intenciones de Morantes de independizarse de
la subordinación a la casa Castaño, con su capacidad militar y económica,
lo que habría puesto en el panorama disputas por el territorio de interés
del BCB. (FGN, 2007, pp. 42-44)
Por su parte, la estructura de Mario fue absorbida por el BCB bajo la moda-
lidad de frente adjunto y se renombró como Frente Alfredo Socarrás (CNMH,
CV, 2016, 7 de julio). En esta decisión se le permitió a Mario mantener el mando
sobre los territorios que controlaba. Sin embargo, miembros del BCB se vincu-
103
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
104
3. TRAYECTORIA ORGÁNICA:
LAS AUTODEFENSAS CAMPESINAS
DEL SUR DEL CESAR (ACSUC)
Este capítulo aborda los hechos ocurridos entre 1999 y 2004, tiempo en que se
conformaron las Acsuc. En este sentido, se realiza una caracterización detalla-
da del grupo paramilitar en las zonas ya consolidadas bajo la comandancia de
Juan Francisco Prada, alias Juancho Prada. En el último apartado se describen
los eventos precedentes al cambio de denominación del grupo paramilitar,
que se renombró como Frente Héctor Julio Peinado Becerra (FHJPB) entre
2004 y 2006, año de la desmovilización colectiva.
Desde mayo de 1999, la historia de las autodefensas en el sur del Cesar cam-
bia, pues ya no se trató de grupos dispersos de ganaderos y finqueros que
se armaron patrocinados por el Estado y con una aparente motivación con-
trainsurgente, sino, más bien, de un frente paramilitar organizado que logró
ocupar nuevos territorios y controlar rentas de la economía legal e ilegal para
mantener su funcionamiento e influencia en la región.
105
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Una de estas disputas fueron los conflictos que se produjeron entre Robert Jr.
y Juancho Prada. Este último argumentó que la facción de su sobrino buscaba
apoderarse del negocio de seguridad privada que ofrecía el grupo ilegal y de
las rutas del narcotráfico que pasaban por el sur del Cesar (TSB, 2016b). Re-
latos del MNJCV apoyan esta versión e indican que Robert Jr. perdió su zona
porque para estos años su grupo empezó a “hacer las cosas mal hechas”:
Robert Jr. narró otra versión de estos hechos. Por un lado, expresó que
el grupo sí se financió de la gasolina desde finales de 1997, pero no por
medio del hurto, sino mediante el cobro de impuestos de seguridad para
que los grupos que hurtaban pudieran transportarla sin tener problemas
con la fuerza pública, que tenía relaciones con su grupo ilegal. Por otro
lado, sobre el tema de las disputas con Juancho, explicó que su primo era
quien estaba interesado en el tema del narcotráfico, pues desde 1999 tuvo
problemas con Camilo Morantes por el tema de paso de droga del sur de
Bolívar por sus territorios de influencia, pero que cuando vio que podía
hacer dinero en el grupo, su objetivo fue quedarse con todos los modos de
financiación por medio del cobro de gramaje al paso de la droga (CNMH,
CV, Roberto Prada Delgado, 2015, 13 agosto).
En este orden de ideas, Robert Jr. relató que en su contra se montó un opera-
tivo porque Juancho Prada recibió 60 millones de pesos para dejar pasar una
droga, pero él no estaba de acuerdo. Según él, le “hicieron un montaje de un
robo de unos camiones, para ponerle problema”, razón por la que tuvo que
salir de su zona de operación, que quedó a cargo de Roberto Pradilla. Uno de
sus escoltas afirmó que “fue por medio de un operativo de la Policía realizado
entre 1997 y 1998 que la organización es desmantelada paulatinamente hasta
que Juancho Prada toma el control de la zona aludiendo a la incapacidad de
Robert Jr.” (CNMH, MNJCV, 2013, 1 de octubre).
Robert Jr. intentó delegar su zona a alias Simpson. Sin embargo, Rodolfo
Pradilla, al enterarse de esto, lo mandó a matar y tomó la zona de San Alber-
to controlada por Robert Jr., principalmente El Líbano. Pradilla fue aceptado
106
3. TRAYECTORIA ORGÁNICA:
LAS AUTODEFENSAS CAMPESINAS DEL SUR DEL CESAR (ACSUC)
por Juancho Prada, quien quedó como dueño principal del grupo paramilitar
(CNMH, MNJCV, 2013, 1 de octubre).
Pues, ese man [Rodolfo Pradilla], prácticamente, fue un man que había
trabajado con la guerrilla y sabía movimientos de la guerrilla. (...) Él te-
nía El Líbano, San Alberto, supuestamente tenía esa zona, zona por ahí
de... por el lado de La Llana y eso, esa zona supuestamente. Sí, en el tema,
de pronto, pues como en el tema de organizar el grupo, ¿me entiende?
Como el tema de organizar. El man le daba como muchas ideas al cu-
cho Juan. Don Juancho le paraba muchas bolas a él, a lo que él hablaba.
(CNMH, MNJCV, 2013, 1 de octubre)
Desde un 96, por ahí, 94. Supuestamente, este man lo agarra gente de Ro-
bert es la vuelta, porque saben que... supongamos, don Roberto como él ya
había conocido manes de la guerrilla, él sabe que ese man es guerrillo y,
supuestamente, al man lo van a matar. (...) Eso es gente que tiene poder de
convencimiento y [dicen:] “Y venga, y yo le colaboro, y venga hacemos esto,
y venga y hacemos aquello”. De pronto, enredó la pita y se camufló ahí, ¿sí?
107
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Este mismo relato agrega que esta sublevación se hace de la mano de Julio
Palizada:
Ese man [Julio Palizada] era como socios con Pradilla. (...) Sí, se cono-
cieron y trabajaban, digamos, tenían relaciones ahí entre ellos, entonces
ellos, supuestamente, como que querían compartir ahí el mando de la
zona, como manejar esa cuestión entre ellos. Y no les salió porque al fin
y al cabo cuando ellos menos se dieron de cuenta, él supuestamente...
cuenta la gente que Don Juancho le decía: “No, aquí el segundo es Barran-
quilla, porque no es ni Raúl, ni es usted”, porque digamos él tenía como
un roce con Raúl. (...) Ese man [Rodolfo Pradilla] se perdió cuando ese
tiempo, cuando cayó Juancho, como a los quince días se fue de la zona.
(CNMH, MNJCV, 2013, 1 de octubre)
El postulado afirmó que las víctimas eran integrantes del grupo paramili-
tar que comandaba Rodolfo Pradilla alías "el Tuerto", y que el motivo por
el cual se les dio muerte, fue su participación en la entrega y captura de
JUAN FRANCISCO PRADA MÁRQUEZ, a través de la información que
le suministraron al Ejército. (TSB, 2016b, p. 24)
108
3. TRAYECTORIA ORGÁNICA:
LAS AUTODEFENSAS CAMPESINAS DEL SUR DEL CESAR (ACSUC)
109
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Martín, William Quintero Claro, prestaba sus fincas para que los parami-
litares efectuaran labores de instrucción militar” (TSB, 2016b, p. 211). Cabe
resaltar que el control que alcanzó la organización paramilitar en el sur del
Cesar llegó a altas esferas del poder administrativo y logró involucrar a fun-
cionarios públicos que también permitieron su accionar.
110
3. TRAYECTORIA ORGÁNICA:
LAS AUTODEFENSAS CAMPESINAS DEL SUR DEL CESAR (ACSUC)
EL CARMEN
PELAYA
LA GLORIA
GONZÁLEZ
OCAÑA
GAMARRA
AGUACHICA
LA PLAYA
OCAÑA
RÍO DE ORO
ÁBREGO
SAN MARTÍN
SAN ALBERTO
¯
Sur del Cesar
Provincia Ocañera
111
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
José Antonio Hernández Villamizar (alias John): desde 1998 hasta el 2002,
fungió como comandante urbano en el municipio de Ocaña, Norte de San-
tander. Impartió órdenes a sus subalternos para asesinar a los presuntos mi-
licianos y colaboradores logísticos de las guerrillas del ELN y el EPL en la
provincia ocañera. Tuvo a su mando a las siguientes personas: Luis Cañizales
Plata (alias Fuego Verde), José Diomedes Barrera (alias Diomedes), John Jai-
ro Botello (alias Rufino), Diomedes Peña Barrera (alias Polocho), alias Da-
vid, alias Manuel España, alias Iguano, alias Coche bala, alias Bigotes, entre
otros. También, alias John tuvo la misión de cobrarle el “impuesto de grama-
je” a los narcotraficantes que tenían laboratorios para el procesamiento de la
base de coca. (TSB, 2016b, p. 241)
La sentencia contra Juan Francisco Prada Márquez expone que varias per-
sonas fueron señaladas de ser colaboradores de la guerrilla desde 1999. Esta
justificación ha sido empleada por muchos años para cometer asesinatos se-
lectivos y diversos hechos victimizantes contra la población civil. Por ejemplo,
el 23 de agosto de 1999 Yony Jesús Ortega González fue asesinado en el par-
que principal de Ocaña por Juan Tito Prada alias Tito, Efraín Lindarte alias
Cabeza de Balín y alias el Paisa, quienes le dispararon bajo señalamientos no
acreditados de suministrarle insumos al ELN (TSB, 2014).
Así mismo, el día 12 de diciembre del mismo año Jhon Jaider Bacca Ma-
chado fue asesinado por el Paisa y Tito bajo órdenes recibidas de José An-
112
3. TRAYECTORIA ORGÁNICA:
LAS AUTODEFENSAS CAMPESINAS DEL SUR DEL CESAR (ACSUC)
Para esa época se montó un operativo para controlar las guerrillas que
operaban en la región como eran la Compañía Móvil Arturo Ruiz, el
Frente Libardo Mora Toro del EPL, el Frente Armando Cauca Guerrero
del ELN, el Frente Camilo Torres y la Compañía Móvil Capitán Francisco
de la misma guerrilla. Esta incursión militar se montó con base en una
información de la población civil. (Verdad Abierta, 2011, 31 de octubre)
113
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
y que fue quien señaló a las víctimas. Javier Quintero alias Pica Pica dijo lo
siguiente sobre esta masacre:
En versión libre, Javier Antonio Quintero alias ‘Pica pica’ le dio más de-
talles sobre la masacre a la Fiscalía. Un primer grupo de 30 paramilitares
a cargo de Alfredo García alias ‘Mauricio’ salió de una finca ubicada en
el corregimiento de Los Ángeles y se encontró con otro grupo a cargo de
alias ‘Fredy’ en la parte alta de Ocaña. “Días después nos encontramos
en un punto llamado Simañita y fuimos transportados por orden de alias
‘Jhon’ para la vía de González, en el Cesar. En ese municipio hicimos
una incursión donde el comandante ‘Mauricio’ ordenó reunir a toda la
gente en el parque. Ahí no hubo muertos, pero dos días después llegó una
información de un guía llamado ‘Arturo’, quien dijo que en el Cerro de
Las Flores había una fiesta y estaría el comandante ‘Megateo’ del EPL”.
Según alias ‘Pica pica’, ese fue el pretexto para incursionar el Cerro de Las
Flores y asesinar a cuatro personas que fueron señaladas de colaborar con
la guerrilla. A una de las víctimas la desmembraron y la arrojaron a una
fosa. (Verdad Abierta, 2011, 31 de octubre)
Alfredo García alias Arley, comandante que manejó la parte militar, fi-
nanciera y disciplinaria del grupo, también organizó varias incursiones de
gran escala como la masacre del Cerro de Las Flores, una de la más repre-
sentativa por la gran afectación causada a los civiles. En esta operación, los
paramilitares se tomaron de manera violenta una vereda del municipio de
Ocaña con el propósito de intimidar a la población civil, pues en dicho lugar
supuestamente se programó una reunión de miembros del Frente Libardo
Mora del EPL (TSB, 2016b). Controlar el corredor del sur del Cesar hacia
Norte de Santander y la provincia de Ocaña fue una tarea dispendiosa para
las Acsuc en esa época. Sin embargo, lo consiguieron con operaciones mar-
cadas por la sevicia y el terror.
114
3. TRAYECTORIA ORGÁNICA:
LAS AUTODEFENSAS CAMPESINAS DEL SUR DEL CESAR (ACSUC)
Pues allá [Puerto Santander] creo que había [sic] los laboratorios que la
procesaban en esa zona y la convertía a lo que ellos la convertían, al peri-
co, creo que era para exportar, eso lo sacaban por Venezuela. Según cono-
cimiento que yo tenía, toda esa droga la sacaban era por Venezuela. Allá
como que había un centro de acopio donde llegaba la droga de todas partes.
(CNMH, MNJCV, 2019, 8 de junio)
115
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
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3. TRAYECTORIA ORGÁNICA:
LAS AUTODEFENSAS CAMPESINAS DEL SUR DEL CESAR (ACSUC)
perativa con distinto soporte jurídico a las Convivir desmontadas en los noven-
ta. Pedro Villamizar fue el comandante y representante de las cooperativas de
San Martín y San Alberto durante un tiempo. Por inconvenientes en la zona, se
retiró a Ocaña para seguir ejerciendo un tipo de mando en esta región:
Pedro Villamizar, me parece que era. (...) Él tuvo por ahí inconvenientes,
entonces pasó a la parte clandestina, fue cuando estuvo en Ocaña. Y de ahí
él pasó a Ocaña, a la civil, después de la muerte de Gallardo, me parece.
Después de la desmovilización fue como que tomó las riendas de los grupos
generales. Y lo mataron a él y a los dos hermanos, el mismo grupo. (CNMH,
MNJCV, 2013, 27 de septiembre)
Esta fachada legal del Comité de Ganaderos permitió que miembros de los
paramilitares la usaran como forma de descanso o cambio de roles (CNMH,
MNJCV, 2018, 4 de septiembre). Igualmente, llevaron a personas que tu-
viesen buen comportamiento, buenas referencias y documentos al día, o
que fueran del pueblo para que sirvieran de informantes (CNMH, MNJCV,
117
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Entro a partir del 2001 y comienzo a llevar razones, traer razones, entre Pe-
dro y un que le decían Guasaco, no sé quién era ese señor. Él permanecía en-
tre El Líbano, San Martín y Minas. Llevaba mensajes sobre el encargo que ya
había llegado, que el ganado ya está revuelto, que ya al ganado lo recogimos.
Bueno, razones así entre ellos. (CNMH, MNJCV, 2013, 3 de octubre)
118
3. TRAYECTORIA ORGÁNICA:
LAS AUTODEFENSAS CAMPESINAS DEL SUR DEL CESAR (ACSUC)
Ahí en ese momento estaba Daniel, que era el comandante; Jiménez, que
yo no le conocía el nombre a él, siempre todo mundo lo conoció como El
Cura, él era un paraco antiguo. (...) Cuando se tenía que hacer un asesinato
lo hacía la inteligencia y nos decían: “Mire, Fulanito de Tal, este es el que
está sapeando. (...) Había un grupo de propios urbanos, que eran como
cinco de las autodefensas que cometían los asesinatos. Que ahí el coman-
dante era el finado Mora. Había uno que le decían El Negrito, Chinito, El
Paisa. (CNMH, MNJCV, 2018, 5 de octubre)
Sobre estos entrenamientos, algunos eran cursos de algunos días para formar
escoltas que eran asignados a diferentes personas relevantes para cada coope-
rativa, tanto del sector económico como político.
119
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
los relatos coinciden en que las personas que hicieron parte de estos cursos
fueron capacitados por un instructor que venía de Bucaramanga, un militar
retirado que tenía una empresa dedicada a temas de seguridad, quien im-
partió adiestramientos completos sobre manejo de armamento y maniobras
con carros y motos para defenderse en un intento de secuestro:
Edo.: La [misión de la] Convivir era escoltar los ganaderos. Por ejem-
plo, nosotros teníamos el puesto ahí en Villas de San Andrés, eso era
de Aguachica. Entonces ahí llegaban los ganaderos: “Necesito tres mu-
chachos o dos, pa’ que me acompañen a la finca”. Y ya era con armas
legales, con salvoconducto y todo.
Entr.: ¿Quién creó esa Convivir?
Edo.: Pues la verdad eso salió de ahí de San Martín. Creo que Juancho Pra-
da. El jefe era Pedro, un tal Pedro, que a ellos los mataron aquí en San
Alberto, a los tres hermanos. Así eran tres Convivir, San Alberto y Agua-
chica. Estaban divididas por zonas. (CNMH, MNJCV, 2015, 16 de octubre)
El Comité Ganaderos del Cesar tenía relación directa con el grupo armado
ilegal, amparo legal del Estado, apoyo de la fuerza pública, contribución finan-
ciera y logística de sectores económicos, y relaciones con actores políticos. Todo
esto incidió en el sostenimiento de una visión legítima del paramilitarismo, que
se consolidaba con la articulación de varios sectores alrededor de su proyecto
en el sur del Cesar.
3.5 Organigrama
120
3. TRAYECTORIA ORGÁNICA:
LAS AUTODEFENSAS CAMPESINAS DEL SUR DEL CESAR (ACSUC)
121
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Rodolfo Pradilla
"El Tuerto"
Representante Legal Convivir
Renacer Cesarence
1995-1997/Coordinador FF. MM.
Manda a matar a "Simpson" para
quedarse con el mando de la zona de
"Robert Jr." 1999-2001
Patrulleros en La Morena
Faber de Jesús Atehortúa Gómez - Aguachica "Patascoy",
"Julio Palizada" o "Ricardo" "Ramoncito", "Chompiras",
Comandante Militar El Líbano y "Barbacoas",
La Llana 1997 - marzo 1998 "El Chato", "Pardillo"
(se va a Pailitas)
Comandante La Morena y parte
casco urbano Aguachica Mando urbano en
2001-2004 Aguachica "Chorola",
"El Negro", "Albeiro"
Manuel Alfreso Alias Alex o Jhon Vega Alberto Durán "Douglas" Alfredo García
Rincón Héctor Alvernia Blanco Encargado militar Tarazona
"Pasos" Comandante "Pasos" "Barranquilla" "Arley" o
Comandante militar Comandante Comandante "Mauricio"
militar 1996 Militar San Militar Ocaña, Comandante
1995-1996 Martín San Martín, militar financiero
1995-1996 Río de Oro, Enlace FF. MM.
Aguachica 2002-2006
122
3. TRAYECTORIA ORGÁNICA:
LAS AUTODEFENSAS CAMPESINAS DEL SUR DEL CESAR (ACSUC)
"Mora" Urbanos
Comandante Urbano "Franco", "Memo", "Manizales",
Aguachica 2000-2001 "Negro", "Rancho", "Niño
Asesinado por Barranquilla Escobar", "Gordo"
"Julio Palizada"
Dividió el mando entre la
gente de Juancho y Julio
Comandante Aguachica Whoris Rodríguez
2001-2004 "Chompiras"
Comandante contraguerrilla
Julio Palizada
"Chorola"
"Chicote" o "Diego" Encargado Puerto
Comandante Urbano Mosquito 2002
Aguachica 2004 Torturador
Entrega zona a Omega
123
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
"Fabian"
Patrulleros zona Ocaña - Abrego Urbanos Comandante Abrego
"Beto", "Chupete" "Fuego Verde", "Diomedes",
"Rufino", "Polocho", "David",
"Manuel España", "Iguano",
"Coche bala", "Bogotes", "Mico"
"Joyo"
Comandante Abrego
124
3. TRAYECTORIA ORGÁNICA:
LAS AUTODEFENSAS CAMPESINAS DEL SUR DEL CESAR (ACSUC)
Frente a esto, en los relatos se encuentran tensiones entre los hechos orde-
nados, la presión de ejecutarlos clandestinamente (desaparición forzada) y la
importancia de mantener como legítimo el accionar. Los entrenamientos fue-
ron espacios concebidos para la instrucción militar, pero también para el adies-
tramiento político, pues este sirvió como discurso justificador de las acciones
armadas y de las formas de control y coerción ejecutadas contra las poblaciones.
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Ese entrenamiento que se realizó en la finca Tisquirama, eso fue para to-
dos. Inclusive llevaron urbanos, financieros, gente de comunicación. Te-
nían prácticamente toda la gente reunida en esa finca, en ese reentrena-
miento. Que ese entrenamiento, pues, fue dictado por Tripa, Fredy, Fabián,
que eran los comandantes militares, y eran como los más enérgicos, decían
ellos, entonces fueron... eso fue dictado por ellos. (...) Ya para el segundo
reentrenamiento, que lo dictaron en La Dorada, en la vereda La Dorada, ya
ese pues sí lo dictó [alias] Douglas para poner en conocimiento lo que había
aprendido en la escuela de los Castaño en el Urabá. Venía recién encarto-
nado como comandante de allá. (CNMH, MNJCV, 2013, 27 de septiembre)
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3. TRAYECTORIA ORGÁNICA:
LAS AUTODEFENSAS CAMPESINAS DEL SUR DEL CESAR (ACSUC)
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ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Según ellos, se pagaba con la muerte robar, sicariar por plata, violación, se-
cuestro, dar información al Ejército –o a cualquier entidad pública–. Eran
como los más [sic] delitos que le daban a uno pa’ que lo mataran. Pero muchas
veces no eran esos como los delitos [por los] que que de pronto lo mataban
a uno. Ellos lo mataban a uno y después justificaban con cualquier delito de
esos: “Era que estaba robando”, “Era que estaba atracando”. Y a uno le queda
como la inquietud, queda la duda. Y algunas veces la gente, por chisme, hace
matar al que sea. (CNMH, MNJCV, 2013, 27 de septiembre)
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3. TRAYECTORIA ORGÁNICA:
LAS AUTODEFENSAS CAMPESINAS DEL SUR DEL CESAR (ACSUC)
Según relatos recopilados en entrevistas del MNJCV, los tipos de castigos que el
grupo paramilitar impuso dependían de las faltas cometidas: “Una vez mataron a un
muchacho porque tenía un celular escondido, no se sabía qué hacía con ese celular, y
a otro por haber cogido unas cosas de valor de una casa” (CNMH, MNJCV, 2017, 25
de agosto). Otro relato agrega cómo iba escalando la gravedad de la sanción:
Había veces que lo castigaban a uno cortando leña, mil palos de leña, o nos
colocaban a cargar arena de castigo. A veces lo colocaban a uno a ranchar
dos, tres meses, un mes, dependiendo lo que se había hecho, así lo casti-
gaban a uno. Y si era muy bravo, pues lo mataban a uno. Las faltas que
implicaban la muerte. Bueno, era ponerse de sapo. O matar a otra persona
sin orden del comandante. O un patrullero que fuera vicioso le llamaban,
de pronto, si el comandante lo estimaba mucho y era buen patrullero, le
llamaba la atención una vez. Ya la segunda o tercera vez que le llamaban la
atención ya era la muerte. (CNMH, MNJCV, 2017, 14 de septiembre)
Esto no puede estar pasando en una organización tan pequeña, de que to-
das las soluciones son a plomo. ¿No hay otro método pa’ solucionar? Por
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
el tiempo que llevan, denles una oportunidad a que se vayan. Nada, sino
solo [deciden:] “Mátenlo”. Y pasaron como dos meses, tres meses cuando
mataron a Douglas. De ese sí me acuerdo, un 31 de octubre. Como a las seis
de la tarde, cuando ya me dice por el Avantel:
—Usted va a quedar encargado de la parte militar.
—¿Y Douglas?
—Ya Douglas no existe.
—¿Qué pasó con Douglas?
—No, a Douglas tocó tomar la decisión nosotros mismos y darlo de baja.
—Bueno, ¿y por qué mataron a Douglas?
—A Douglas lo matamos porque se estaba recogiendo un dinero entre los
ganaderos de esta región para ayudarles a los muchachos económicamen-
te el día de la desmovilización, para que ustedes no se vayan sin un peso,
que no se vayan sin nada. Y él se desapareció esa plata. (CNMH, MNJCV,
2013, 27 de septiembre)
Sí, había traiciones. Siempre. Cuando mataron a Chorola, que era un co-
mandante urbano de acá de Aguachica. Mataron a Chorola, al Paisa, al
Negro. Eran ellos tres o cuatro, no me acuerdo muy bien ya. Los mataron
y yo hice la pregunta: “¿Por qué los mataron?”. Y la respuesta sensata que
me dio así Arley con la pistola en la mano, me dijo: “Es que el que se tuerza
paga las consecuencias, y nosotros no tenemos cárcel, paga con su vida”. (...)
Entonces, de ahí cuando matan a Gallardo, ya un comandante con alto ran-
go, con un alcance como que tenía él en el frente y lo matan. (...) Gallardo
era que Gallardo se torció, Gallardo estuvo involucrado en una droga con
la gente de Omega. Y la orden la dieron de que lo mataran. (...) A Orlando
lo matamos por ser familia de él. (CNMH, MNJCV, 2013, 27 de septiembre)
Por un lado, el rol de la mujer en el grupo armado ilegal fue minimizado por
la participación predominante de hombres en las filas del paramilitarismo. Se
pudo conocer por medio del MNJCV que las mujeres cumplieron roles logísticos
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3. TRAYECTORIA ORGÁNICA:
LAS AUTODEFENSAS CAMPESINAS DEL SUR DEL CESAR (ACSUC)
Era una experiencia muy dura porque siempre los hombres le tienen mucha
rivalidad con uno. Yo tuve mucho problema con compañeros, porque dije
que eran amanerados, porque uno de mujer tenía que cargar peso igual
que ellos, teníamos la misma labor, que, si nos tocaba cortar leña para co-
cinar, nos tocaba. Cocinar, a ellos les tocaba, a uno le tocaba. El mismo
trabajo que ellos hacían le tocaba a uno, entonces siempre hay esa rivalidad.
(CNMH, MNJCV, 2017, 14 de septiembre)
Se podía llevar una relación con un mismo compañero. Nos llevaban pre-
servativos, mandábamos a comprar porque teníamos que cuidarnos. El
comandante ese nos daba o nosotros los comprábamos, los cargábamos,
para cuidarse uno de un embarazo. Y si quedaba embarazada lo mandaban
a uno para la casa a dar a luz. (CNMH, MNJCV, 2017, 14 de septiembre)
Para tener permisos tocaba hablar con el patrón, con el jefe, el comandante.
A veces daban de doce días, cinco días, a veces ocho días, no me acuerdo
bien. Para tener relaciones sexuales no sé, porque yo veía que ellos se iban
para los bares, los amigos míos, yo no, iban a buscar trabajadoras sexuales
o a veces tenían algunas novias y eso. (CNMH, MNJCV, 2017, 3 de octubre)
Varios relatos soportan la versión de que era usual que los permisos se
usaran para encuentros sexuales en prostíbulos en la zona urbana. Allí sur-
gen otros temas relacionados como el trato a las trabajadoras sexuales y las
enfermedades de transmisión sexual (CNMH, MNJCV, 2017, 25 de agosto).
Las narrativas de la sexualidad también fueron relacionadas con el consumo
de sustancias alucinógenas y el alcoholismo:
En San Martín más que todo, era que se llenaban esos bares, (...) lo único que
el grupo controlaba era lo que era las, hablando así vulgarmente, las fufuru-
fas [trabajadoras sexuales]. Se les pedía carnetización para poder trabajar en
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ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Varios practicaban esas cosas. Pues decían que eso era de diferentes pre-
cios. No sé, que pagaban en ese entonces, hasta siete millones de pesos por
una cruzada, por ahí así. Sí, a veces pagaban dos, cinco millones. Eso no sé,
pero creo que el nivel de plata marca el nivel de la potencia de la cruzada.
(CNMH, MNJCV, 2018, 26 de julio)
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3. TRAYECTORIA ORGÁNICA:
LAS AUTODEFENSAS CAMPESINAS DEL SUR DEL CESAR (ACSUC)
Los lugares donde operó el FHJPB tenían cruces y corredores por donde se sacaba
la droga del sur de Bolívar, región controlada por el Bloque Central Bolívar (BCB).
Desde finales de 1999 y principios de 2000, el FHJPB diversificó sus modos de fi-
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
nanciamiento por medio del cobro de gramaje a laboratorios que operaban en sus
territorios de influencia y a transportadores de la pasta de coca que pasaban por
lugares como Puerto Mosquito, Barranca de Lebrija, Puerto Patiño, Gamarra o
Norean. Estos cobros empezaron a generar roces con algunos miembros del BCB
y con David Barbosa, narcotraficante de Aguachica que trabajó con el BCB en la
comercialización de la droga que salía del sur del Bolívar.
No le digo que el conflicto lo marcó esa persona que hablábamos, Móvil Uno,
y se acabó ese conflicto. Después, después tiraron a ver un conflicto por... de
pronto, por un señor, de pronto, no sé si usted lo haya escuchado, un tal Da-
vid Barbosa. Ese man, supuestamente, que fue como un financiero del Bloque
Central Bolívar, no sé si fue que hubo alguna discordia entre la gente... entre
Juancho y él. Si de pronto era... no sé si fue algún atentado al hijo de él o algo,
pero la verdad, la verdad, después se aclararon las cosas, se sentaron y se acla-
raron todas las cosas (...) [Hubo] Dudas, que se guardaba la duda de pronto de
que los manes se fueran a meter, porque, inclusive por eso hubieron discordias
siempre, que la gente [decía:] “No, pero mano, hablamos una cosa”, entonces ya
a lo último, ya ellos tuvieron que ponerse en una reunión y aclarar bien, sentar-
se bien [y decir:] “Sí o no”. (CNMH, MNJCV, 2013, 1 de octubre)
No hubo enfrentamientos como tal, pero por eso fue por lo que mataron
al finado Fredy, por ese tipo de choques. Un día salía de permiso alguien
del Bolívar, entonces, los urbanos de pronto, de ahí mismo de Aguachica,
lo mataron. A él lo mataron en Aguachica. Le dieron bastante plomo como
con tiro de fusil y lo mataron. (CNMH, MNJCV, 2014, 1 de octubre)
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3. TRAYECTORIA ORGÁNICA:
LAS AUTODEFENSAS CAMPESINAS DEL SUR DEL CESAR (ACSUC)
Los roces con el BCB también llegaron al terreno político, pues en la jornada
electoral de 2003 hubo una pugna por la alcaldía del municipio de Aguachica.
Específicamente, la puja era entre los candidatos David Alberto Simanca, del
Partido Colombia Democrática, y Luz Irina Pérez Sánchez. Al respecto:
Se registró un inusual empate entre Simanca y Pérez con 5.533 votos. Luego
de realizar el recuento en 52 mesas de ese municipio, el Consejo Nacional
Electoral le entregó la Alcaldía a Simanca. Este, sin embargo, solo duró dos
años en el cargo, pues el Consejo de Estado declaró nula la elección. (El
Tiempo, 2016, 5 de julio)
Porque el último que era Luz Irina ellos eran paramilitares y acá en el muni-
cipio se estaba dando una disputa que ganaba el uno... un día amanecía gana-
dor el otro y un día el otro, un día festejaba, salía la caravana de David Siman-
ca, y otro día salía la caravana de ella. Así duraron dos o tres días celebrando
el triunfo de ellos, hasta que paso... cuando disparaban eso salían caravanas
porque era recién la elección y después como al mes agarra la Registraduría y
dice que hubo un empate. (CNMH, Taller Aguachica, 2021, 10 y 11 de junio)
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
El Frente Resistencia Motilona del Norte, Frente, comandado por Omega, era
la estructura que operaba en lugares contiguos al FHJPB. Aunque hubo ten-
siones para el 2004 por los hechos descritos previamente y por el control terri-
torial de Aguachica, en general el grupo armado de Juancho Prada tuvo bue-
nas relaciones con este frente, con el que incluso realizaron varias operaciones
conjuntas. Algunas entrevistas indican diferencias en las formas de operación
del FHJPB y la estructura de Omega:
Una vez cuando fuimos con Fernando y César a una parte del Catatumbo,
por la vía Cartagenita, Miraflores, que fuimos prestados a la gente de Ome-
ga. Entonces, era como esa presión, como ese maltrato, a tratar mal la gente.
[Les decíamos:] “Que debemos de respetar ese conflicto, debemos de respe-
tar esa población civil, que es la más vulnerable en estos casos”. Entonces,
ellos decían que no, que las personas que estaban en esa región todos eran
auxiliadores de guerrillas. (CNMH, MNJCV, 2013, 27 de septiembre)
Pues, ese fue un error que tuvo, por eso le digo. Porque había diferencias
entre el Bloque Central Bolívar y este bloque. Entonces, como era un blo-
que tan pequeñito, cuando usted no tiene padrinos, a usted cualquiera se
le mete, pero si usted tiene padrinos grandes, que usted dice: “No, pues,
¿cómo es la vuelta?”. [En caso que] el Bloque Central Bolívar algún día lo
quería recoger, él [Juancho Prada] tuviera un apoyo. (CNMH, MNJCV,
2013, 1 de octubre)
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3. TRAYECTORIA ORGÁNICA:
LAS AUTODEFENSAS CAMPESINAS DEL SUR DEL CESAR (ACSUC)
Desde finales de 2003 e inicios de 2004, la fuerza pública incrementó sus efec-
tivos en divisiones militares, de inteligencia, antisecuestros, unidades de bús-
queda, entre otras medidas de política contra grupos armados ilegales. Así lo
describe el Tribunal Superior de Bogotá:
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
En este contexto, una de las operaciones que más impacto tuvo en la opi-
nión pública nacional:
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4. ACCIONAR DEL GRUPO
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Este capítulo está dividido en tres partes: la primera presentará las acciones
de control, regulación y legitimación que desplegó el grupo. Se detallará las ac-
ciones de control de la estructura en los municipios de enclave y de expansión,
así como las formas de regulación que, en muchos casos, derivaron en violacio-
nes a los derechos humanos e infracciones al DIH. La segunda sección se refiere
a las formas de financiación del grupo; y la tercera parte describe el accionar mi-
litar y los enfrentamientos con la fuerza pública y otros grupos armados ilegales.
140
4. ACCIONAR DEL GRUPO
Estos relatos dan cuenta del nivel de control que llegó a tener la estructura
para esa época. Parte de lo que se permite inferir de las entrevistas y los rela-
tos del MNJCV es que, por ejemplo, Ocaña fue clave en el financiamiento de
la estructura por medio de la extorsión y que infundir miedo era estratégico
para que la población extorsionada realizara los pagos.
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Este tipo de control fue impuesto contra los pobladores en forma de normas o
reglas, pero también con sanciones y castigos cuando se transgredían las órdenes:
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4. ACCIONAR DEL GRUPO
Edo.: Eso se hacían reuniones y se les hablaba. Que tenían que respetar, o
algo así, y el que no hiciera caso pues se mataba o algo. Y la gente hacía caso.
Entr.: ¿Y quién era el que dictaba esas charlas?
Edo.: Los comandantes. (CNMH, MNJCV, 2017, 19 de abril)
5 Esta masacre está detallada en el aparte “Masacres” del capítulo de DD. HH. e infracciones al DIH
de este informe.
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
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4. ACCIONAR DEL GRUPO
de victimización están divididos entre los municipios del sur del Cesar y
Norte de Santander.
En los lugares que sirvieron como enclaves principales del FHJPB y en los
que hizo presencia permanente, como el municipio de San Martín, el control
y vigilancia se manifestó en la provisión de seguridad a los pobladores y, en
específico, en la persecución de la delincuencia común.
Él informaba que había mucha gente, muchos muchachos que estaban ro-
bando por allá y que él no quería tener problemas con la gente. Que el que la
debía, mejor que se fuera, porque él no quería hacer daño a la gente, mejor
dicho. (CNMH, MNJCV, 2015, 14 de mayo)
La presencia y accionar del grupo en San Martín respondía a que este era un
lugar estratégico y permanente de los altos mandos de la estructura y de sus
tropas. En San Martín se hacían entrenamientos y se desplegaban unidades a
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
zonas rurales de otros municipios del sur del Cesar y Norte de Santander. El
municipio también fue estratégico para el afianzamiento de las relaciones con
sectores sociales y económicos que contribuyeron a darle legitimidad al grupo:
Imagínese, aquí [en San Martín] decían: “Si usted roba, lo matan”. Enton-
ces, ninguno se ponía a hacer malas cosas. Cuando estaba la organización,
pues, yo no escuché que había ladrones, nada, usted puede dejar un par de
pantalones, un par de zapatos por ahí secando. Y cuando eso, usted no veía
que robaban yuca, ni robaban gallinas, ni robaban nada. (CNMH, MNJCV,
2013, 27 de septiembre)
Como se observa en el relato anterior, un imaginario muy común entre los des-
movilizados es relacionar la presencia del grupo con la seguridad de los territorios.
Sin embargo, para los pobladores de estos mismos lugares, el territorio era sentido,
vivido y habitado con mucho temor o miedo; la sola presencia del grupo era iden-
tificada con el crecimiento de la inseguridad y con una constante amenaza de sus
vidas. Esto sucedía debido a que los paramilitares imponían su soberanía a través
del homicidio de pobladores por motivos arbitrarios, como lo ocurrido en 2001 en
el corregimiento de Cascajal del municipio de Gamarra (Cesar), donde asesinaron
a dos hermanos por mirar mal al comandante de la zona (CNMH, CV, 2020b, 2
de diciembre). De igual manera, las acciones de purga social de pobladores consi-
derados indeseables por el grupo paramilitar eran percibidas como mensajes para
comunicar terror ocasionando que algunas familias decidieran abandonar el mu-
nicipio en búsqueda de lugares más seguros.
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4. ACCIONAR DEL GRUPO
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Entonces sí había como un respeto, la gente tenía como más miedo. Pero
ahorita como no hay nada pues todo el mundo hace lo que se le da la gana,
hasta el mismo vecino le roba a uno y quién va a decir algo. Usted dice algo
y le sale una macheta y a ver, qué. Pero antes como que había más respeto,
porque, de pronto, como había un grupo que era ilegal y que, de pronto,
hacía leyes. (CNMH, MNJCV, 2015, 24 de abril)
Por otra parte, el control territorial también tuvo que ver con manejar el paso de
otras estructuras que podían converger en el territorio controlado por el FHJPB.
En varios relatos se menciona que Juancho Prada colaboró para permitir el paso
de escuadrones paramilitares por el territorio sin contratiempos. Es decir, brin-
dando la seguridad necesaria que garantizara que no hubiese encuentros entre
estos grupos armados y las fuerzas militares. Así lo menciona en su versión libre
José Antonio Hernández Villamizar alias Jhon, quien era comandante en Ocaña:
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4. ACCIONAR DEL GRUPO
Este tipo de control de las rutas de acceso y las zonas rurales también se
expresó en la realización de retenes y controles de paso. Estos retenes se po-
dían ver en las carreteras del sur del Cesar, principalmente en aquellas que
conectaban municipios como Aguachica, San Alberto y San Martín. En estos
se solicitaban los documentos de identidad de las personas y se indagaba su
procedencia, destino, referencias familiares y el propósito de su estancia en el
territorio. También se hacían requisas para identificar supuestos miembros o
colaboradores de los grupos guerrilleros:
Edo.: Sí, a veces gente que llegaba una requisa, de pronto un man y el man
se ponía bravo, y no faltaba el enérgico, y le rajaba la cabeza con la pistola,
la cacha de la pistola. (...) Se busca muchas cosas porque dentro de un retén
es como todo, gente armada, pueden pasar un cargamento, pueden pasar
cualquier cosa a otra parte.
Entr.: ¿Investigaban?
Edo.: Pues, no es tanto base de datos, sino que uno conoce mucho la región,
(...) conoce mucho a la gente, [preguntábamos:] “¿Usted es familia de quién?
Usted por aquí no lo he visto”. (CNMH, MNJCV, 2013, 1 de octubre)
En los retenes ilegales el grupo paramilitar usaba “listas obtenidas por inte-
ligencia militar, en las que figuraban supuestos colaboradores de la guerrilla,
así como miembros de la misma e informantes” (TSB, 2020, p. 102).
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Las víctimas del municipio de San Martín aducen que, en la zona rural, el
grupo paramilitar estuvo interesado en el contrabando de gasolina a través
del establecimiento de válvulas ilegales en el poliducto que pasa por la zona,
lo que condujo a mantener presencia y vigilancia permanente en el territorio
(CNMH, CV, Taller San Martín, 2021, 2, 3 y 4 de marzo).
Otros pobladores del municipio de San Martín mencionan que una camio-
neta de color azul llamada La Última Lágrima hacía rondas nocturnas: “Tipo
seis de la tarde tocaba estar encerrados porque ya pasaba los de La Última
Lágrima y el que se llevaban en esa camioneta a dar un paseo, no aparecía, no
volvía” (CNMH, CV, Taller San Martín, 2021, 2, 3 y 4 de marzo).
150
4. ACCIONAR DEL GRUPO
Un exintegrante del grupo explica las maneras en las que los miembros de
la estructura buscaban establecer acuerdos con los pobladores para solucionar
problemáticas cotidianas:
Entonces, el comandante arrancaba con uno y se iba uno, por ponerle, [a]
Barranca de Lebrija o Santa Lucía. Entonces, en el momento que llegaba
uno y pasaba por ahí, entonces, siempre se le acercaba alguno: “Mire, mu-
chacho, me está pasando esto”. [Respondía:] “No, hable con el comandan-
te”. Entonces, iban a hablar con él: “Mire, está pasando esto entre el veci-
no...”, alguna cosa. Entonces, él buscaba la forma de solucionarlo. O sea, los
llamaba a que buscaran la forma del diálogo, cómo cuadraban. (CNMH,
MNJCV, 2014, 1 de octubre)
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Las normas de los paramilitares también buscaron regular los espacios co-
tidianos de los pobladores. De este modo, se reglamentó la movilidad en los
pueblos y se prohibieron costumbres propias relacionadas con la tenencia de
animales en espacios públicos:
En tales horas de la noche ya no dejaban entrar gente por las vías, ¿sí? Si
usted iba tomar nada de peleas, nada del cuento de las mujeres chismosas,
todo eso. O sea, mantener el pueblo limpio, no dejan botadero de basura,
sus perros, que no hayan burros en... perros ni puercos ni nada, ninguna
clase de animales en la calle. Eso era. (CNMH, MNJCV, 2017b, 11 de julio)
152
4. ACCIONAR DEL GRUPO
Por ahí desde las diez, once de la noche, que no estuvieran por ahí. (...)
Pues lo que era de Los Ángeles, El Montecito, San Martín también. Lo que
era Aguachica si no porque eso como es una ciudad. O sea, los pueblos
pequeños, o sea, las veredas así, y esos pueblos pequeños. (CNMH, CV,
2020, 10 de julio).
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Una de las normas de ellos era eso de que para poder una persona de nues-
tra familia o del pueblo, entrara al pueblo, tenía que irle a pedir permiso al
comandante Juan Prada. (...) Como tal que tú llegaras libremente, como se
habla democráticamente, (...) eso no se podía, (...) o lo mataban o lo mata-
ban. (CNMH, CV, Taller San Martín, 2021, 2, 3 y 4 de marzo)
Yo me acuerdo que en La Llana una vez cogieron dos que eran hermanos.
Se la pasaban robando en las fincas o por allá en la maraña. Unos animales
se robaron y los cogieron y los empelotaron. (...) Tenían un letrero (...). Allá
en La Llana, por ladrones. (CNMH, MNJCV, 2015, 14 de mayo)
Por otra parte, las faltas consideradas graves eran sancionadas por el grupo
a través de repertorios de violencia. Según las versiones de algunos exinte-
grantes la reincidencia en conductas como el robo daba para castigos letales:
154
4. ACCIONAR DEL GRUPO
que un día por ahí escuché el cuento que lo habían matado. (CNMH, MN-
JCV, 2013, 25 de noviembre)
Cómo sería que un civil violó una niña, una misma hijastra, y por violar
la hijastra lo ajusticiaron a él. (...) Lo montaron a una camioneta y yo no
lo volví a ver más, porque violó la propia hija de él. (...) La hijastra tenía 8
añitos. (CNMH, MNJCV, 2018, 29 de agosto)
Creo que pa’ allá, pa’ ese lado, pa’l lado de San Martín. (...) Es que eso era un
delito, pero tenaz, no crea. (...) Y esas torturas eran bravas pa’ los que hacían
eso. (...) Les metían una Coca Cola por el recto. Les metían una varilla. Esas
eran las torturas. (CNMH, MNJCV, 2018, 29 de agosto)
El móvil obedeció al 26% de los casos, en los que las víctimas de desapari-
ción forzada fueron asociadas por los integrantes del FHJPB, como perso-
nas que presuntamente se dedicaban a delinquir en la región o desatendían
los cánones comportamentales impuestos por el grupo ilegal. (p. 580)
Para las víctimas del municipio de Aguachica eran frecuentes las ame-
nazas a los pobladores en el contexto de una imposición de ley del silencio.
El grupo paramilitar obligaba a guardar silencio en lo referente a su pre-
sencia y a sus acciones. En el corregimiento de Puerto Patiño, las víctimas
mencionaron que, luego de las masacres ocurridas en 1994 y 1995, el grupo
paramilitar prohibía a los pobladores pronunciarse al respecto: “El que es-
tuviera con la jeta floja ya sabe lo que le pasaba, es decir, que lo que había
pasado aquí, no se podía decir nada” (CNMH, CV, Puerto Patiño, 2020, 1
de diciembre).
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Esta ley del silencio implantada por los paramilitares en el municipio, tam-
bién se exigía y se hacía cumplir dentro de la cabecera municipal. Así lo narra
una líder de víctimas: “Uno que fuera a denunciar, al otro día aparecía muerto
o le tocaba irse amenazado, entonces uno se abstenía de ir a hacer cualquier
denuncia” (CNMH, CV, 2020, 1 de diciembre).
Edo.: Barranca Lebrija, que tocó planear a unos porque no hicieron caso
de la pesca de pescado pequeño.
Entr.: ¿Qué regla había ahí?
Edo.: Prohibido pescar el pez pequeño, se incautaron un poconón de tras-
mallos, se quemaron, se planeó a un poco de gente. (CNMH, MNJCV,
2017, 25 de agosto)
Los pescadores que no cogían pescados [sic], no hacían cazas, se les quemaban
los trasmallos cuando el trasmallo era muy menudo, se les quemaban. Los que-
mábamos, sí. Participé yo en eso. Y el que no hacía caso se les daba una planera.
Esa era la ley que había, entonces a la gente se le avisaba con tiempo: “Ojo con
el trasmallo sencillo, que están acabando el pescado”. El que mataba un pon-
che también. La cacería, no permitían que hubiera cacería. Hoy no se consigue
nada. O sea que cogieran el pescado, porque el pescado era el que cogieran [sic],
y el que no hacía caso le daban palo. (CNMH, MNJCV, 2017, 22 de junio)
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4. ACCIONAR DEL GRUPO
mento de pesca formado por tres redes. Si algún poblador se atrevía a vio-
lar esta exigencia, sus equipos de trabajo eran retenidos y luego destruidos
(CNMH, CV, Taller Puerto Patiño, 2020, 1 de diciembre).
Las actividades económicas que tenían que ver con las ventas ambulantes
también fueron reguladas. Según narran organizaciones de víctimas del mu-
nicipio de San Martín, los vendedores ambulantes, las personas dedicadas a
oficios como la venta de electrodomésticos a crédito o aquellas dedicadas a la
reparación de utensilios del hogar fueron estigmatizadas por el grupo como su-
puestos informantes de la guerrilla. Esto ocasionó que estas formas de trabajo
no se volvieran a ver durante la permanencia del grupo ilegal; algunas de las
personas reconocidas por los pobladores como vendedores ambulantes perma-
necen desaparecidas (CNMH, CV, Taller San Martín, 2021, 2, 3 y 4 de marzo).
Me acuerdo que estuve como en tres casos de maltrato familiar, de manes que
le pegaban a la mujer o la planeaban. (...) Entonces, llegaba uno [a] hacer labores
de la Policía, que la Policía no se metía en esos barrios. Entonces, uno llegaba a
ver cuál era el problema, por qué era, ¿sí? Entonces, dependiendo de eso, uno
les llamaba la atención a los manes, ¿sí? Y así uno hablaba con la pareja. Por lo
menos, yo presencié tres casos así. Uno llegaba a hablar y eran manes como
demasiado ya groseros. Y eso, pues, sí, uno se saltaba la autoridad. Uno, de
pronto, le metía hasta una cachetada, que por ahí un tablazo, pero porque esos
ya llegaban a extremos. (CNMH, MNJCV, 2018, 5 de octubre)
Por otra parte, las imposiciones normativas ejercidas por el FHJPB deri-
varon en violencias diferenciales. Estas actuaciones se enfocaban en prohibir
y restringir las diversas formas de definición, identificación o expresión de
los pobladores. De ese modo, se presionaba a los civiles, a través de la inti-
midación y la victimización, a asumir lo que los paramilitares consideraban
socialmente aceptable. En los relatos recogidos por el MNJCV, comandantes
del grupo aparecen determinando acciones de estigmatización y persecución
157
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Chicote era uno que andaba pendiente de la lluvia de esa vaina. (...) En San
Martín, Ocaña y los pueblos alrededor, de hacerle comer la marihuana a la
gente en seco, mascarla a punta de plan, arrancarles los aretes a los jóvenes.
Porque es que eso se veía mal, o sea, eso iba dañando a la sociedad. (...) Tam-
bién se manejaba, si la persona no estaba muy descarada se dejaba sana, pero
si ya estaba muy descarada, ya tocaba llamarle la atención y de pronto hacerlo
ir de la vereda o del sitio. (CNMH, MNJCV, 2017, 25 de agosto)
Si aquí un grupo urbano, si hubo algo, ese grupo tenía que estar haciendo
algo, o decirlo, o jalando o apretando. Como decían que a veces por allá
por la quebrada que metían mucha marihuana los pelados, que llegaban en
moto y les daban garrote y les cortaban el pelo. (...) Llenos de marihuana y
les daban garrote pa’ que no estuvieran por esas regiones mariquiando ni
metiendo droga ni haciendo vainas. (CNMH, MNJCV, 2015, 24 de abril)
158
4. ACCIONAR DEL GRUPO
exclusión de la vida pública y asociativa eran principios desde los que se bus-
caba imponer una imagen de mujer, de una mujer en silencio ante los varones,
recatada en el vestir y en las formas de relacionamiento. Por su parte, la figura
masculina debía ajustarse al prototipo de hombre protector, proveedor, líder
y guerrero. Esta figura, por lo tanto, no podía tener ninguna asociación a la
figura femenina. Un hombre no podía llevar el cabello largo o usar perforacio-
nes, porque justamente estas representaciones corporales eran interpretadas
por el grupo como femeninas.
El apoyo de la gente uno se lo gana siendo amable con la gente, no siendo pa-
tán con la gente. No que el primero que se le atraviese levantarlo a pata o darle
palo. La gente entonces... así no se gana la gente, la gente se gana con... ¿con
qué? Hablando y siendo decente. (CNMH, MNJCV, 2015, 10 de diciembre)
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
En San Martín las autodefensas eran los que organizaban las ferias. (...) Esas
eran organizadas directamente patrocinadas por las autodefensas, (...) cuatro
días eran. Sí, 11 de noviembre fiestas patronales de San Martín. (...) El tema era
como con la administración con la alcaldía y con la misma comunidad, esa era
una unión ahí. (...) Pero todo mundo sabía que las autodefensas eran las que
organizaban las ferias de San Martín. (CNMH, MNJCV, 2019, 8 de junio)
La gente siempre se dominaba era con amenazas.(...) Sino que mucha gente
también... o sea, mucha gente también buscaba el grupo para que le cobrara
cuentas que ellos tenían. (...) Un ejemplo, una vez escuché de una señora ahí
en Ocaña que tenía un problema con un señor, entonces ella como que era
160
4. ACCIONAR DEL GRUPO
161
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
En este periodo de expansión fue clave, para las rentas del grupo, el gramaje
a las actividades relacionadas con el narcotráfico. Una vez establecidos en el
territorio y con pleno dominio en las cabeceras municipales, el grupo armado
diversificó sus fuentes de ingresos y las adaptó a escenarios institucionales,
comerciales y gremiales; además, fortaleció el control de economías ilegales
relacionadas con el hurto de combustible. La entrada de recursos fue amplia,
lo que permitió la consolidación de la estructura y las alianzas estratégicas
con otros grupos armados de origen paramilitar.
162
4. ACCIONAR DEL GRUPO
Las contribuciones que se presentaron al MNJCV, las versiones libres de los pos-
tulados de Justicia y Paz, y fuentes como bases de datos y prensa permiten afirmar
que las principales fuentes de financiación de la estructura fueron las extorsiones
a comerciantes y finqueros, el cobro de gramaje a las actividades relacionadas con
el narcotráfico, los aportes voluntarios de sectores económicos y políticos, el cobro
de servicios de seguridad y vigilancia, y el contrabando de gasolina.
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Pues, creo que la entrada que tenía el grupo era de la misma zona, de los
ganaderos de la región. Tenían, de pronto, un acuerdo: “Tal cuota men-
sual”, y cada... dependiendo la tierra que tuviera, entraba, por ejemplo,
tanta plata. Y creo que esa era la vía del grupo, el apoyo del grupo. (...) De
pronto, alguien vendía la finca, pues, tenía que aportar un porcentaje de lo
que vendía. No recuerdo cómo manejaban, pero sí sé que un porcentaje de
lo que vendiera era para la organización. Como donar cierta plata para la
organización por haber vendido, (...) pero creo que sí, también tenían que
cobrarles también a los negocios. (CNMH, MNJCV, 2017, 4 de julio)
Pues, yo sabía que venía todo del bono ese de los ganaderos. Los ganaderos
aportaban como que era anualmente un aporte, (...) sí, económico. No sé
de cuánto sería en sí el aporte, pero sí, porque plata no llegaba de otro lado.
(CNMH, MNJCV, 2013, 2 de octubre)
164
4. ACCIONAR DEL GRUPO
Eso el ganadero lo que hacía era pagar su vacuna, por lo menos ellos pagaban
su vacuna para que estuvieran pasando finca por finca. (...) Ya ellos llegaban
libres con su carro, el que venía de Bucaramanga, el que venía de Barranqui-
lla, ya llegaban y se estaban allá, ya sabían que en el cerro...: “Bueno, hay pa-
ramilitares, pero ya nosotros podemos llegar”. Antes no podían llegar, antes
llegaban y de una vez les caía la guerrilla ahí, entonces ellos preferían pagar
su vacuna, si pagaban un millón de pesos, digamos, mensual o dos millones
de pesos, sabían que podían llegar a la hora que fuera, dormían hasta ahí,
antes no podían hacer eso. Ahorita en San Martín hay hoteles y toda esa vai-
na, ahorita se quedan ahí, duermen ahí, vienen a ferias ahí, antes no podían
venir ni a ferias. (CNMH, MNJCV, 2017, 12 de junio)
O sea, ellos hacían una reunión, ellos reunían a los ganaderos, eso por ahí
son puras fincas grandes. Eso por ahí la finca más pequeña tiene 100 hec-
táreas. Entonces, los reunían [y les decían:] “Bueno, les vamos a cobrar a 15
mil por hectárea al año, en dos cuotas al año. Y ellos acordaban eso y, o sea,
ninguno peleaba, ni discutía que no. (CNMH, MNJCV, 2019, 8 de junio)
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Había gente, sí, que lo hacía con voluntad: “Aquí hay un millón de pesos,
aquí hay dos millones de pesos, mire, que tal, no sé qué, es mejor porque
están limpiando el pueblo”. Por un lado, son otros que también dañan, ha-
cen dañar el pueblo, porque ellos quieren pagar, quieren dar pa´ que traiga
el pueblo limpio, pa´ que esté matando el que no, el que no debe, ¿sí me
entiende? (...) “No, que yo ya di de a un millón de pesos pa´ ver si lo limpian,
pa´ que deje de joder por ahí”. (CNMH, MNJCV, 2017, 5 de diciembre)
Aquí se manejó una relación buena. Cuando yo cogí esto, estaba el alcalde
David Simanca y la relación con ese man era excelente. (...) Excelente en
cuestión de que me daban sus aportes de las obras, colaboraba mucho en lo
que uno necesitara. (CNMH, MNJCV, 2018, 5 de octubre)
David Simanca fue alcalde entre 2003 y 2006. En este año fue asesinado en
Aguachica por presuntos desmovilizados de grupos paramilitares. El Tribu-
nal Superior de Bogotá (2016) menciona los nexos entre David Alberto Siman-
ca Camargo y el paramilitarismo:
Además del carácter inusual del empate electoral, lo que parecía simple-
mente como una competencia entre dos candidatos de diferentes organi-
zaciones partidistas, tenía como trasfondo el enfrentamiento entre dos fac-
ciones del paramilitarismo que pretendieron infiltrar aliados en posiciones
claves dentro del Estado: por un lado, las ACSUC apoyaron directamente a
166
4. ACCIONAR DEL GRUPO
Simanca y por el otro lado, David Barbosa, socio del BCB, apoyó a Luz Irina
Pérez Sánchez. (p. 226)
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Algunos relatos del MNJCV mencionan que las cuotas que se les cobraba
a los hacendados o ganaderos variaban según la extensión de sus propieda-
des o las cabezas de ganado poseídas. Las cuotas iban desde los quinientos
mil pesos hasta un millón (CNMH, MNJCV, 2017, 24 de octubre). Al reali-
zar los pagos mensuales, los hacendados firmaban un papel que servía como
comprobante o factura. Esto garantizaba estar al día con el grupo armado
(CNMH, MNJCV, 2017, 24 de octubre). Al respecto, el Tribunal Superior de
Bogotá dice lo siguiente:
Eso era dependiendo, o sea, había peseros que daban diez mil, treinta mil,
cuarenta mil pesos. Se llegaba a un consenso: “Hoy no tengo plata, que vea
que yo no tengo”. Yo llamaba y decía: “Mire que aquí el señor tal tiene vein-
te mil”. Daba veinte mil y el otro... mientras las gasolineras sí tenían como...
168
4. ACCIONAR DEL GRUPO
los cerveceros y las gasolineras sí tenían como una cuota fija porque siem-
pre daban casi lo mismo. Ellos daban de a ciento cincuenta mil, trecientos
mil pesos. (...) Usted llegaba a un negocio y dependiendo la cantidad de
artículos que había [cobraba]. El señor llegaba y decía: “Mire, este negocio
paga esto”. (CNMH, MNJCV, 2017, 9 de agosto)
En otro relato:
Edo.: Había unas [ferreterías] que daban veinticinco mil (...). Las drogue-
rías también así veinte mil, veinticinco mil. (...) Los almacenes grandes da-
ban... algunos alcanzaban a dar hasta cuarenta mil, cuarenta y cinco mil.
No tenían una cosa fija. O sea, como decir los peseros sí, lo que era las ga-
solineras y los cerveceros sí, era como una cuota igual, siempre casi daban
lo mismo.
Entr.: ¿Las que más daban eran las gasolineras y cerveceros?
Edo.: Y los cerveceros. Esos eran los que colaboraban como más. (CNMH,
MNJCV, 2017, 9 de agosto)
Lo que era de comida, sí no, donde vendían comida, sí no. (...) Discotecas,
bares, esos sí pagaban. Pero los que vendían comida, no. Eso nunca supe yo
que les... no les cobraban plata, ¿sí me entiende? Ya lo que era de licor y eso,
sí. (CNMH, MNJCV, 2017, 24 de octubre)
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Yo pagaba arriendo y ahí llegaban todos los meses [en una cantina], y cada 15
días a pedir una cuota de siete mil pesos. Una vez me amenazaron que porque
yo les dije... mandaban a uno que le decían El Zarco, que era bajitico, y dijo:
— Vengo por la cuota, patrona.
—¿Cuál cuota si yo estoy apurada? Más bien no encuentro ni que hacer, —
estoy debiendo luz, estoy debiendo gas, estoy debiendo agua y el arriendo.
— Bueno a las cuatro de la tarde estoy aquí y no voy a responder por su vida.
— Vea la verdad que Dios me hizo para morir y si he de morirme en este
instante, hoy me muero. Pero ya plata no hay. La señora del arriendo me
está atacando, vamos a ver qué hacemos. (CNMH, CV, Taller Aguachica,
2021, 10 y 11 de junio)
170
4. ACCIONAR DEL GRUPO
4.2.3 Narcotráfico
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Yo controlaba eso, era de a diez mil por kilo. Pero eso ellos le pagaban
a uno cien mil por cada kilo, que diez kilos, veinte kilos. Entonces uno
no cogía droga, uno lo que financia... pa’ financiar al grupo, entonces
por cada kilo que usted moviera le daba cien mil pesos a la organiza-
ción. Pero si usted movía diez, a veces que movía cinco y así. Nunca era
una cosa exacta, porque uno no veía nada, uno no veía los montones
de droga, sino que decían: “Hermano, ¿cómo le fue a usted este mes?”.
“No, marica, a mí me fue...”. “Bueno, repórtate pa’ la organización”. Y
daban veinte. Unos reportaban veinte, reportaban treinta, que eran tres
millones. (CNMH, MNJCV, 2017, 22 de junio)
172
4. ACCIONAR DEL GRUPO
Otra forma de recaudar dinero era a través del control de insumos como
la gasolina.
De los comentarios que uno escuchaba, escuchaba uno que esa gasolina la
sacaba la autodefensa creo que era de San Rafael. (...) Y eran llegadas a...
llegadas arriba para las cordilleras, para el procesamiento de la coca, las
cocinas. Eso era lo que se escuchaba. (CNMH, MNJCV, 2013, 3 de octubre)
Según las versiones del MNJCV, Juancho Prada no permitía a los miembros
del grupo tener o participar en cultivos de coca (CNMH, MNJCV, 2013, 1 de
octubre). A la par, en el municipio de San Martín prohibía el cultivo entre
los pobladores: “Yo lo único que le puedo decir y le puedo aclarar de que... de
que el viejo Juancho mandaba arrancar... el que tuviera cultivos de eso [se] los
mandaba arrancar” (CNMH, MNJCV, 2015a, 15 de mayo).
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Edo.: Yo escuchaba que sacaba era aceite crudo. Crudo. Porque no pasaban
al... cuando iban a sacar gasolina, no salía gasolina porque ya se estaban
dando de cuenta que estaban chuzando el oleoducto. Aquí, decían que en
la finca de él, él tenía una finquita ahí arriba por San José.
Entr.: Y ese Pedro ¿a quién le vendía?
Edo.: En Bucaramanga. Sí, y decían que pa’ Barranquilla. Allá pa’ Barran-
quilla. (CNMH, MNJCV, 2013, 5 de diciembre)
174
4. ACCIONAR DEL GRUPO
Edo.: Eso es fácil. (...) Uno monta... se mira cuando el tubo no esté pasando
y se arman las llaves y listo. Se monta el galápago, se arma la llave y cuando
pasa la gasolina se abre la llave y listo. Y ya.
Entr.: ¿Y cuántos carrotanques se llenaban?
Edo.: Pues, eso no era tampoco, supuestamente podía usted llenar por ahí
unos tres, cuatro carro tancados [sic] en una noche, porque el problema
es que como eso no tenía salida, porque eso es un combustible que no tie-
ne salida, ¿me entiende? Porque le faltan los componentes prácticamente
para que sea gasolina pura, que sea gasolina buena. (...) Entonces no tenía
comercio, eso de todas maneras lo utilizaban era por allá pa’... pa’l sur de
Bolívar. (CNMH, MNJCV, 2013, 1 de octubre)
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
En la mayoría de las fuentes consultadas no son claros los nexos entre empre-
sas y el grupo. Por ejemplo, pobladores del municipio de San Alberto mencio-
nan que la empresa Indupalma surtía gasolina y permitía que la organización
paramilitar patrullara los campos de la empresa:
176
4. ACCIONAR DEL GRUPO
noche llegaban a tanquear los carros allá. (...) Porque lo que sí era cierto
era que patrullaban toda la plantación, la fábrica. Trabajadores se los lle-
varon de allá de la fábrica, eso fue así como claro. (CNMH, CV, 2020a, 7
de junio)
Ellos nos decían: “Si usted no quiere, pues aquí le sacamos el mercado y no-
sotros se lo llevamos allá a su mamá”. Entonces, usted sabe que... que más
quería yo, eso era lo que más quería, que mi familia no estuviera aguantan-
do hambre. En ese tiempo que yo estuve, yo elegí el mercado mensualmen-
te. Y de ahí me lo descontaban a mí. Y cuando me iban a pagar, entonces
[me decían:] “Vea, usted debe tanto de mercado y tanto le queda a usted”.
[Respondía:] “Ah, bueno, listo”. (CNMH, MNJCV, 2017, 24 de octubre)
De hecho, otros relatos muestran que la relación del grupo con el Comité de
Ganaderos era directa, ya que prestaban servicios de escoltas a miembros de
177
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
dicha asociación y a personas con cargos públicos. Según un relato, alias Pedro
prestó servicios de escolta a Javier Zarate, entonces alcalde de San Alberto
(CNMH, MNJCV, 2013, 3 de octubre).
Los ganaderos pagaban su aporte porque eso lo cogía Raúl Guasaco. Las
Convivir se beneficiaba de lo que recogía del comercio y de lo que recogía
la vaina de la cerveza, el impuesto a la cerveza de a 3000 pesos por caja.
(CNMH, MNJCV, 2017, 22 de junio)
El vínculo con políticos de la región se dio por medio de la fachada legal que
tenía el grupo armado en este tipo de cooperativas de seguridad:
Mi ingreso para trabajar como escolta y conductor de Javier Zárate fue por
la experiencia que yo he vivido o viví en el Ejército, entonces me sentí capa-
citado para ejercer un cargo de escolta, de conductor. Y lo otro también por
el beneficio económico. Yo trabajaba para una Convivir, a mi directamente
me buscó fue el señor Pedro para trabajar luego con El Cura. Pero como yo
no tenía ningún conocimiento ni nada con él, entonces el señor Pedro fue
el que me hizo el enlace. Yo era conocido con el alcalde porque el alcalde
antiguamente había sido concejal del pueblo y yo tenía conocimiento. Ja-
178
4. ACCIONAR DEL GRUPO
vier Zárate fue alcalde como del 98 al 2000, algo así, como hasta el 2001.
(CNMH, MNJCV, 2013, 3 octubre)
Según el Tribunal Superior de Bogotá (2020), las actuaciones del grupo para-
militar estaban encaminadas a la lucha antisubversiva y control y reordenamiento
de los territorios. En medio de este proceso, la estructura identificó en el sistema
político una herramienta indispensable para el cumplimiento de sus objetivos.
A ellos les importaba era mantener un control político como parte de toda la
estrategia paramilitar para protegerse, para evitar la entrada de otros actores
nuevos y para, obviamente, controlar la vida política, económica y social del
territorio, y para mantener la extracción no solamente de las economías ile-
gales, sino también del presupuesto y demás. (CNMH, CV, 2021, 10 de junio)
Si era junta o inspector que había, el único apoyo que tenía era el que llegaba,
que era el grupo. Entonces, se apoyaban sobre eso. Si necesitan un favor, una
limpieza, o algo que los estuviera perjudicando, tenían que acudir a esos me-
dios porque si ponían una queja, no. (CNMH, MNJCV, 2014, 1 de octubre)
Por otra parte, el grupo paramilitar también entabló relaciones más com-
plejas que implicaban dimensiones políticas, económicas y personales:
Elver Guerra fue concejal y lo manejaban los militares, él andaba con los
Raulito por allá, con el hijo de Juancho. (...) Sí, concejal, y fue alcalde. Él an-
daba mucho allá en la finca, les daban finca en ese tiempo. Hay una vereda
179
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Juancho Prada tenía mucho con William Quintero, y después acá maneja-
ban la alcaldesa, también la manejaban los comandantes. Que también...
a ellos también los manejaban, el segundo alcalde, y el tercer alcalde los
manejaba también Raulito, Raúl Prada. Él lo manejaba y le decían: “Bueno,
usted va a salvar el ruedo por la campaña política y yo le hago una campa-
ña”. (CNMH, MNJCV, 2017, 3 de octubre)
Los políticos siempre llegaban allá. Ellos siempre llegaban a ofrecerle a uno
algo. Tantos alcaldes, gobernadores, ministros, magistrados. Siempre lle-
gaban por algo. Ellos siempre querían algo. Entonces, pues así como uno
les colaboraba a uno, ellos también le tenían que colaborar a uno en cosas.
(CNMH, MNJCV, 2015, 7 de mayo)
180
4. ACCIONAR DEL GRUPO
Lo de las campañas sí sé que eso era de las regalías del municipio, las cam-
pañas. Mire, yo le digo una cosa, compraron cantidad de votos, los com-
praban con zinc, con hierro, con... mejor dicho, con bloque, con una cosa y
otra, porque son muchísimas las platas que se gastaron en materiales para
darle a la gente para que le votaran. (CNMH, MNJCV, 2015a, 15 de mayo)
Lo de las campañas, usted sabe más que todo, llegue... se manipulaban las
urnas. A donde no llegaba fuerza pública, se paraba usted en las urnas allá
[y decía:] “Bueno, marque ahí”. El votante marcaba y eche allá, y suerte.
Eso se hizo, pa’ nadie es un secreto que el grupo manipulaba eso. (CNMH,
MNJCV, 2017b, 11 de julio)
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
tivo militar particular, acto que debe ser realizado con medios y armas lícitas
para el contexto de la guerra.
En los talleres de memoria con las víctimas del FHJPB, se menciona que la
presencia de grupos armados ilegales ha generado múltiples acciones bélicas
por el control del territorio y de las economías ilícitas.
Las acciones bélicas del FHJPB se clasificarán según la naturaleza del grupo
armado enfrentado. De este modo, primero se abordarán las acciones béli-
cas contra la insurgencia, en las que se destacan los enfrentamientos con las
guerrillas del ELN, EPL y las FARC. En segundo lugar, las acciones contra la
fuerza pública. Tercero, los enfrentamientos con otros grupos armados, entre
ellos otras estructuras paramilitares. Por último, se examinarán las operacio-
182
4. ACCIONAR DEL GRUPO
nes bélicas en las que el FHJPB desarrolló algún tipo de colaboración con el
Ejército u otras estructuras paramilitares.
Los relatos del MNJCV aseguran que los combates del FHJPB con las guerrillas
en municipios de Norte de Santander como Hacarí, Ábrego, Ocaña y El Carmen
se presentaron con mayor frecuencia entre 2003 y 2004. En varias de las senten-
cias de Justicia y Paz, los postulados relatan que en municipios del sur del Cesar
como San Martín también ocurrieron estos enfrentamientos con la insurgencia.
Edo.: También tuvimos combate, un fuerte combate, pero eso fue después
no antes. (...) A Piedras le quitaron una pierna. (...) Después hubo un com-
bate cerca de Ábrego.
Entr.: ¿Cuándo llegan acá a este rompimiento de zona?
Edo.: No, no se entró. Cuando entramos a Aspasica [La Playa] no entremos
con listas, nada, porque no se mató gente al pasar. Nosotros comenzamos a
llegar con brazaletes de la guerrilla. Y la gente comenzó que compa para allí
y compa para acá, pero a lo último ya se dieron cuenta que éramos los para-
militares y ya la gente como que sí. A lo último ya se le quitaban las motos
a la gente y la gente apoyaba, la gente comenzó ya como a dar. (CNMH,
MNJCV, 2017, 25 de agosto)
El FHJPB tuvo una presencia más fuerte en la zona urbana. Sin embargo,
los encuentros entre estos y la insurgencia se dieron por los corredores es-
tratégicos que tiene la región. En uno de los relatos se menciona que en estos
enfrentamientos el número de guerrilleros era muy pequeño.
183
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
rrilleros... daban dos, tres guerrilleros de baja, morían unos... uno o dos
de las autodefensas. Allá eran pelotones poquitos de... de ocho... de ocho
guerrilleros y así. (CNMH, MNJCV, 2013, 2 de octubre)
Pa’ mí que el ELN, porque esa era la que pasaba por ahí, porque él [decía]
que quitó unos fusiles. (...) Había como unos veinte manes de esos apenas.
Se corrieron, pero no hubo nada, de ninguna de las dos partes. (CNMH,
MNJCV, 2014, 1 de octubre)
184
4. ACCIONAR DEL GRUPO
El Tribunal también menciona que los ataques no siempre eran del grupo
paramilitar hacia la insurgencia:
Aparte del ELN y el EPL, la estructura tuvo combates con miembros de las
FARC en Norte de Santander:
Uno de los principales objetivos para que el FHJPB entrara en combate con
la guerrilla era erradicar cultivos o laboratorios asociados a estos grupos sub-
versivos. Además, siempre hubo la clara intención de la estructura por el con-
trol de este negocio:
Eso eran del EPL, pero por ahí había cultivos también, entonces ellos es-
taban cuidando eso. Y todo eso se quemó, nosotros fuimos allá pero no
encontramos nada, los manes se fueron. Había era amapola y coca, pero
eso se metió candela. Había un laboratorio que también era de ellos, todo
eso se quemó. Porque dieron la orden que no más coca [2004], entonces se
quemaba todo eso. (CNMH, MNJCV, 2017, 19 de abril)
185
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Había Ejército que no, no coordinaba con las autodefensas. Esos eran Los
Guanes, montaron una emboscada ahí por los lados de Pueblo Nuevo. Nos
quitaron un fusil y se llevaron una munición que estaba ahí en Pueblo Nue-
vo. (CNMH, MNJCV, 2013, 25 de junio)
Uno más que todo por allá le tenía miedo al Ejército. Claro. A la guerrilla
no, más que todo el Ejército, porque es que el Ejército para allá patrulla
mucho, para las partes de arriba. (CNMH, MNJCV, 2013, 2 de octubre)
Pues uno le tenía miedo era al Ejército que lo metiera y lo agarrara por
ahí, eso no era más. Pero el asunto... Sí, pues unos decían: “Que no, que
por ahí la guerrilla, que la guerrilla”, o que en un grupo armado, en-
tonces uno estaba piloso. Pero pura mierda de la gente, había unos que
les metía a uno miedo para que uno se asustara todo y qué. (CNMH,
MNJCV, 2017, 18 de septiembre)
186
4. ACCIONAR DEL GRUPO
Lo más bravo fue eso, la última vez que estábamos por allá por la (...), la
fuerza pública se nos metió y a nosotros nos tocó responderle. Ellos se me-
tieron, y entonces... ellos pensaban que nosotros éramos guerrilla, ellos sa-
bían que éramos nosotros, ellos sabían; incluso esa fue la última vez que
con ellos nos encontramos. Entonces se paró el fuego, ahí se habló y que era
un error. (CNMH, MNJCV, 2017, 13 de junio)
Para evitar los encuentros con las fuerzas militares, los miembros de la es-
tructura armada recibían informaciones de los movimientos del Ejército. Así
mismo, unidades de la estructura paramilitar aprendieron a reconocer con
claridad la composición del paisaje y del territorio de operación, lo que les
permitió establecer rutas de movilidad y escape. Sectores específicos de San
Martín y San Alberto eran estratégicos para el grupo paramilitar ya que ser-
vían de corredores para escapar de los cercos militares del Ejército en la zona.
Era como donde uno tenía la estrategia pa’ echar pa’ Norte de Santander si
lo atacaba la fuerza pública. O echaba pa’ San Alberto o echaba pa’ abajo
al plan. Tenía como varias salidas, y lo que uno buscaba era eso porque
siempre a nosotros nos decían y nos recordaban: “No peleen con la fuerza
pública”. Y siempre ellos tenían como cierta comunicación porque siempre
[decían:] “Va a haber una operación contra ustedes en tal lado”, ¿sí? “Va a
haber algo contra ustedes en tal lado”. Entonces, siempre uno [pensaba]:
“Vienen por tal lado...”. Uno va buscando las maneras como de irlos eva-
diendo y evadiendo el cerco que ellos le iban montando a uno. (CNMH,
MNJCV, 2013, 27 de septiembre)
Por otra parte, como se ha mencionado en varias ocasiones, el sur del Cesar
y la zona norte de Norte de Santander son puntos estratégicos para la cone-
xión entre varias regiones geográficas del país: la Costa Caribe, el Magdalena
Medio, el Catatumbo y las regiones fronterizas con Venezuela. Esto condujo a
que se presentaran enfrentamientos entre frentes y bloques paramilitares por
187
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Edo.: La emboscada era para un jefe paramilitar del sur de Bolívar, que era
el que había mandado matar al comandante de Aguachica.
188
4. ACCIONAR DEL GRUPO
El FHJPB estableció alianzas para llevar a cabo acciones bélicas conjuntas con el
Ejército y otros grupos paramilitares. En el caso de estos últimos es necesario re-
cordar que la estructura armada desarrolló una relación histórica con el Bloque
Norte de las AUC, organización de la que hizo parte como frente desde 2004.
Entre las acciones conjuntas con el Bloque Norte se destacan las operaciones
de expansión realizadas en Norte de Santander por grupos pertenecientes a esta
macroestructura (CNMH, MNJCV, 2017, 13 de junio). En concreto, en 2001,
alrededor de cincuenta miembros del FHJPB actuaron en las filas del Frente
Resistencia Motilona, comandado por Omega, para enfrentar a la guerrilla.
189
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Hubo una operación militar conjunta entre miembros del Frente Resis-
tencia Motilona y el Bloque Héctor Julio Peinado, en el que movilizaron a
50 personas armadas (...). El grupo de alias Juancho Prada parte desde la
vereda Morena (municipio de Aguachica), y se encuentra con el grupo de
alias Omega en una hacienda en San Bernardo. La incursión paramilitar
fue detenida posteriormente por el Ejército, con quienes intercambiaron
disparos durante una hora. (TSB, 2016b, p. 252)
Edo.: Una vez cuando fuimos con Fernando y César a una parte del Cata-
tumbo, por la vía Cartagenita, Miraflores, que fuimos prestados a la gente
de Omega. (...) Entonces, ellos decían que no, que las personas que estaban
en esa región todos eran auxiliadores de guerrillas, que...
Entr.: ¿Decía Fernando y...?
Edo.: Y César. Entonces, siempre trataban... Y en esas regiones no se cometie-
ron esos homicidios selectivos porque la operación no era de nosotros, que la
operación era de Omega y las órdenes las tenía que dar a la gente era Omega.
Entr.:¿En qué año estuvo allá?
Edo.: Eso fue [a] principios de 2003. (CNMH, MNJCV, 2013, 27 de septiembre)
Duramos como 15 días. Ahí se quedaron ellos. Se quedaron ellos en esa re-
gión. Y nosotros nos regresamos, porque había mucha... había como una...
¿cómo le digo yo? Como un... como que todo lo... a todos los puntos críticos o
a las partes difíciles, ellos querían que nosotros accediéramos, mientras ellos
se quedaban en ciertas partes. (CNMH, MNJCV, 2013, 27 de septiembre)
190
4. ACCIONAR DEL GRUPO
También iban soldados, también. Era una operación bien dirigida. Pues,
esa operación era un golpe a la guerrilla, que llegó la información que es-
taban en un campamento y se fue... Se planeó el operativo y se montó, y...
y siempre se dieron resultados. Hubieron [sic]... se abatieron bastantes sub-
versivos. Heridos también, de las tropas, más que todo soldados del grupo
de nosotros. (CNMH, MNJCV, 2017, 4 de julio)
De hecho, según alias Chicote, los acuerdos con la fuerza pública incluyeron
transacciones comerciales en las que el grupo paramilitar realizaba pagos pe-
riódicos como compensación por “dejarlos delinquir”.
191
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Alias Julio Palizada quién coordinó junto con militares del Batallón Santan-
der de Ocaña, al mando del teniente Óscar Mauricio Peralta Ramírez, la eje-
cución extrajudicial (falsos positivos) de varios civiles. También, acordó con
integrantes del “Grupo de Fuerza de Tarea n.º 27” que operaba en Aguachica,
César, que vestiría con camuflados y botas alusivas a la guerrilla del ELN, a
personas asesinadas por los paramilitares, para que el Ejército los presentara
como bajas en combate, es decir, como positivos. (TSB, 2016b pp. 244)
192
4. ACCIONAR DEL GRUPO
La Morena. Es así como Julio Palizada habló con la víctima, Raúl Chogo
Estrada, lo hizo vestirse con uniforme camuflado, botas, chaleco y un fusil
AK-47 Retráctil y lo mandó a hacer una “vuelta” acompañado del soldado
apellidado Rincón; el 10 de marzo, aproximadamente a las 7:00 am, inte-
grantes del ejército nacional le quitaron la vida en la vía la bocatoma de la
vereda de La Morena, en el corregimiento de Norean, en Aguachica, Cesar.
El ejército hizo pasar a Raúl Chogo Estrada como dado de baja en un en-
frentamiento entre los militares y la guerrilla. (TSB, 2020, p. 575)
En otros casos, las víctimas eran ultimadas directamente por miembros del
FHJPB como resultado de disputas internas.
193
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
194
5. VIOLACIONES A LOS DD. HH.
E INFRACCIONES AL DIH
Según las voces de las víctimas y los relatos del MNJCV, la tolerancia de las
autoridades locales y de los poderes civiles, especialmente los económicos y po-
líticos, fue clara para permitir la aparición y el avance de la estructura. Esto se
tradujo en la omisión y poca persecución del Estado a este grupo armado ilegal.
El siguiente relato sobre La Playa de Belén (Norte de Santander) ilustra lo anterior:
Edo.: Más bien el apoyo que nosotros les dábamos a ellos [a la Policía].
Entr.: ¿En qué consistía ese apoyo?
Edo.: A ellos les gustaba que las autodefensas estuvieran cerquita para que
los protegieran de eso, de la guerrilla, eso era lo que a ellos les gustaba.
(CNMH, MNJCV, 2013b, 26 de junio)
195
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
de la violencia fue leve y coincidió con los procesos de desmovilización del FHJPB
y demás estructuras paramilitares que operaron en la región. De cualquier mane-
ra, la violencia contra la población civil no tuvo reducciones significativas.
800
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2007
Fuente: CNMH-DAV, elaborado con base en datos de la Uariv-RUV (2021).
Según la gráfica anterior, que registra la totalidad de violaciones a los DD. HH.
e infracciones al DIH y que no discrimina los hechos por autor, a partir de los
ochenta y hasta mediados de los dos mil, la violencia aumentó con algunas
variaciones a lo largo del tiempo.
Sobre la administración de justicia por cuenta propia, si bien fue una estrategia
que se implementó de distintas maneras dependiendo de los territorios, los relatos
196
5. VIOLACIONES A LOS DD. HH. E INFRACCIONES AL DIH
dan cuenta de un control generalizado sobre la población que les permitía decidir
sobre la vida, integridad personal y permanencia en el territorio de los pobladores.
Si era un ladrón, por ejemplo, este podía ser asesinado en plena luz del día
para causar escarmiento a sus cómplices y dejar clara la autoridad del grupo
en el territorio.
197
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
198
5. VIOLACIONES A LOS DD. HH. E INFRACCIONES AL DIH
5.1 Amenazas
Desde su definición, las amenazas son aquellas acciones que buscan atemorizar
a personas, familias, comunidades, colectividades, organizaciones sociales, par-
tidos políticos, entre otros grupos humanos, con el fin de causar terror. Según la
Defensoría del Pueblo (2017), esta forma de violencia es una estrategia o recurso
que sirve de medio a los actores de un conflicto armado para el control de terri-
torios y la consecución de objetivos económicos y políticos. Las amenazas han
sido utilizadas por los grupos paramilitares para ejercer el control y el dominio
en zonas consolidadas, desterrar a civiles estigmatizados como auxiliadores de
la guerrilla y despojar a los pobladores de sus propiedades.
Para el FHJPB las amenazas fueron parte útil del control territorial y gene-
radoras de perturbación y miedo dentro de la población regulada. Las amena-
zas de la estructura llegaron por distintos caminos a sus víctimas: en algunas
ocasiones, por medio de panfletos; en otras, de forma más directa y, en espe-
cial, a figuras de liderazgos visibles. De la misma manera, los grupos políticos,
muchas veces ligados a causas afines al sindicalismo o a ideas políticas de
izquierda, eran igualmente amenazados de manera selectiva. Este tipo de ac-
cionar terminó siendo en algunos casos normalizado por los grupos sociales,
partidos políticos y sindicatos.
El relato anterior fue una amenaza directa en San Alberto, que también deja
ver que la convivencia con el grupo era cotidiana y normalizada. En otra fuente se
hace hincapié en la utilización de las amenazas para preservar intereses políticos:
199
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
baje, no baje que la orden que tenemos es matarlo. Si usted pasa del Playón,
no respondemos”. (CNMH, CV, 2020, 10 de julio)
200
5. VIOLACIONES A LOS DD. HH. E INFRACCIONES AL DIH
jóvenes después de las diez de la noche, que el que tuviera aretes, que el que
tuviera el pelo largo, se nos iba. (...) Era una situación que se vivió bastante
compleja. (CNMH, CV, 2021b, 7 de junio).
Edo.: O sea, las reglas eran que no robaran, que no consumieran marihua-
na, cocaína y eso, y que no pelearan tampoco. Y que ya de tal hora para
adelante no estuvieran desde las diez, once de la noche. (...)
Entr.: ¿Y castigos contra el resto de la población?
Edo.: Pues lo que le digo, el que por ahí se salía lo planeaban y le daban
duro. (CNMH, MNJCV, 2015, 16 de octubre)
Entre las demás violaciones a los derechos humanos, la amenaza fue casi
siempre la primera que se realizó para muchos de los casos referidos en este
texto y para aquellos que se escapan de estas líneas. La amenaza generó zo-
zobra, tensión, miedo y prevención en el actuar, lo que de por sí desestabiliza
cualquier comunidad en todas las dimensiones posibles.
5.2 Homicidio
201
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Las sentencias emitidas por los tribunales de Justicia y Paz registran un total
de 308 casos en nueve municipios, de los cuales Aguachica y Ocaña fueron los
de mayor incidencia. El año con mayor número de homicidios fue 1999, que
correspondió a un periodo de reacomodamiento para la estructura, proceso en
el que también tuvieron influencia la consolidación del BCB en el sur de Bolívar
y la puesta en marcha del proyecto AUC. Aguachica, lugar donde convergieron
múltiples estructuras paramilitares, fue el municipio más afectado con 37 ho-
micidios, cifra que no se redujo significativamente para los años posteriores.
45
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202
5. VIOLACIONES A LOS DD. HH. E INFRACCIONES AL DIH
En las cifras de homicidio también están incluidas las muertes ocurridas por
masacres. Las sentencias identifican la realización de 24 masacres por la estruc-
tura entre 1993 y 2004, eventos en los que se reportaron 46 personas asesinadas.
No obstante, a la luz de las fuentes secundarias, los relatos del MNJCV y las con-
tribuciones voluntarias, el número de víctimas de estas 24 masacres podría ser 77.
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140
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ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
En cuatro años mueren Treinta y dos (32) trabajadores vinculados a los sin-
dicatos de las empresas dedicadas al cultivo de palma y procesamiento de
aceites y vegetales en el sur del Cesar en desarrollo de un proceso violento
que se inició en 1988. Entre las víctimas más representativas se encuentran
Nemesio Machuca Payán, José Francisco Polo, Humberto Martínez Gual-
drón, José Arley Bedoya, Ángel David Castaño Agudelo, Emilio Rodríguez
y José Antonio Vega, asesinados en 1988; Pedro Solano, Seferino Cuadros,
José Holmes Esteban, Nicolás de Jesús Ciro Giraldo, Juan de Dios Rincón y
Héctor Martínez. (1989); Aquiles Gutiérrez (desaparecido) y Epaminondas
Alza, Felipe Blanco, Sigifredo Rodríguez, Pablo Emilio Cárdenas, Álvaro
Mora, José Augusto Maldonado y Pablo Antonio González (1990); Francis-
co Agámez Leal, José Manuel Madrid y Juan Bautista González (1991); Jairo
Díaz Cruz, Oliverio Monsalve, José de Jesús Sanabria, Wenceslao Marín,
Luis Francisco Supelano, Roberto Giraldo (desaparecido) y Pedro Marín
(1992). Es importante señalar que muchos de las anteriores víctimas fueron
miembros del M-19 o hacían parte del movimiento político alianza demo-
crática M-19 creado después de la desmovilización de este grupo guerrille-
ro. (Dossier FGN, 2013, p. 8)
204
5. VIOLACIONES A LOS DD. HH. E INFRACCIONES AL DIH
berto y San Martín. Entre ellos se destaca el homicidio de Ismael Ortega Páez,
sindicalista e integrante de la Alianza Democrática-M19, asesinado el 17 de
octubre de ese año en San Alberto. Roberto Prada Delgado narra el hecho de
la siguiente manera:
Lo que yo escuché que sí, que fue ordenada por los... que fue ejecutada por
las autodefensas, pero fue ordenada por un ex alcalde de San Alberto, por-
que la señora creo que era la más opcionada para la alcaldía de San Alberto
y no concordaba mucho con las ideas y había un sector político allá que no
quería que la vieja viviera. (CNMH, MNJCV, 2019, 8 de junio)
La víctima fue llevada a campo abierto de la Vereda Patios las Brujas corre-
gimiento de Tabaco, y allí recibió varios impactos de arma de fuego, lo que
causó su muerte. Luego, fue sepultado en el mismo lugar, y su cuerpo fue
recuperado por sus familiares al día siguiente. (TSB, 2016a, p. 210)
Ante Justicia y Paz, Juancho Prada confesó el crimen del concejal Hugo
López Quiroz y explicó que se había producido por informaciones de alias
El Tuerto que sindicaban a López Quiroz de tener nexos con la guerrilla y
los sindicatos:
205
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Sindicalista
Líder Social
Líder Político
Funcionario(a)
Público(a)
Docente
0 1 2 3 4 5 6 7 8
206
5. VIOLACIONES A LOS DD. HH. E INFRACCIONES AL DIH
población que era calificada de indeseable y, por lo tanto, sujeta a ser elimina-
da. Al respecto, un relato del MNJCV manifiesta:
[Decía el panfleto] que se le informa a la población civil que tal cosa, que
no usar... o lo pertinente ahí, que no se fueran a salir a las diez de la... o sea,
como prohibiendo eso, ¿entiende? Pero a los consumidores de droga, a las
prostitutas, a los ladrones, a todo. [...] O sea, a prostitutas, ahí caben todas,
bazuqueros, caben todos, o sea, ladrones, caben todos. No específico a fu-
lano de tal, no, a todos. (CNMH, MNJCV, 2017, 9 de agosto)
Hubieron mujeres, inclusive, que las mataron, ahí las dejaron muertas, víc-
timas del paramilitarismo. (...) Ese man cogió y pum, porque la muchacha
le sonreía a un pelado, y era pa´ él o no era pa´ nadie, y ahí la dejó muerta.
Entonces víctimas como las mujeres, sí, claro, hubo muchas. Pero, el temor
es lo que le estamos hablando. El tema aquí fue y ha sido siempre (...) el caso
de las mujeres, el estigma de una mujer es muy... para venir a ser revictimi-
zada, para venir a recordar ese tiempo, esos dolores, toda esa situación que
ellas vivieron, claro. (CNMH, CV, Taller San Alberto, 2021, 12 de junio)
Estuvo este señor que era del sur del Cesar, (...) que era la gente de Juancho
Prada y que fueron los que asesinaron mucha gente de la región en Ocaña, por-
que como no podían entrar a la región, entonces sí asesinaron gente en Ocaña.
Todo el tema de la carretera de Convención a Ocaña, eso fue unos asesina-
tos selectivos del paramilitarismo de la gente de Juancho Prada, porque en ese
tema de ese entonces hubo unos muchachos que se criaron oriundos del muni-
cipio del Tarra que llegaron a ser comandantes del paramilitarismo en Ocaña y
conocían la gente y esa gente conoció mucha gente de la región que los conocía
porque se criaron con todos nosotros. Y se hizo difícil la presencia rutinaria de
todos los días de estar en Ocaña, o semanalmente estar en Ocaña. (...) El alcalde
de San Calixto, el alcalde de Convención y otras personalidades que murieron
por manos del paramilitarismo antes de la incursión paramilitar del 2002 aquí
a la parte alta del Catatumbo. (CNMH, CV, 2020, 25 de noviembre, Teorama)
207
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
5.3 Masacres
Las masacres son una de las expresiones más degradadas de la violencia y están
asociadas a estrategias de los grupos armados para generar temor, encontrar
visibilidad y demostrar su capacidad de daño. Esta modalidad de violencia fue
utilizada por el paramilitarismo para enviar un fuerte mensaje a la población
civil, en el que advertían la llegada de un nuevo orden armado y la arremeti-
da contra quienes lo obstaculizaran o fuesen declarados enemigos del grupo,
muchas veces bajo señalamientos de pertenecer o colaborar con la insurgencia.
Las masacres en el sur del Cesar fueron una constante desde el inicio de la vio-
lencia en el territorio. Desde mediados de los ochenta, el aumento de los homi-
cidios y la presión de los grupos paramilitares en la región fueron afectando a la
población, pues, a medida que se cometieron masacres, se fueron normalizando
discursos de etiquetamiento y persecución a personas que realizaban actividades
ligadas al sindicalismo y a la participación política en partidos de izquierda.
208
5. VIOLACIONES A LOS DD. HH. E INFRACCIONES AL DIH
masacres más entre 1986 y 1989, cuyo común denominador fue el señala-
miento de las víctimas de colaboradores de la guerrilla.
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6
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4 3 3 3 3
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1993 1994 1995 1996 1997 1999 2000 2001 2002 2003 2004
En Minas, que llegaron ahí y sacaron la gente de las casas, y los fueron apar-
tando: “Usted pase aquí y usted pase aquí”. (...) Pasaron los que iban a matar a
un lado y los otros al otro lado. Los del lado derecho se salvaron, y a los del lado
izquierdo los pelaron, pero fueron como cinco o seis, los mataron. Eso lo único
que digo es que ahí bajaba la guerrilla. (CNMH, MNJCV, 2015a, 15 de mayo)
209
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Las víctimas de las masacres del FHJPB fueron, en su mayoría, personas que
vivían en áreas rurales y que fueron señalados de tener vínculos con la guerri-
lla. En ese sentido, el accionar del FHJPB respondió a una estrategia denomi-
nada “quitarle el agua al pez”6, usada por otros grupos paramilitares del país
y vinculada al supuesto debilitamiento de las bases sociales de la guerrilla. Sin
embargo, en todos los casos fueron crímenes contra la población civil.
En una de esas me tocó ver unos asesinatos de seis personas, dos masacres.
Eso fue en el corregimiento de La Llana, y otra fue al lado de los estanques
del acueducto de San Alberto. Allá cayeron seis y abajo cayeron seis tam-
bién. (CNMH, CV, 2020a, 7 de junio)
6 El CNMH tiene distintas referencias para explicar esto, se sugiere revisar Granada: Memorias de
guerra, resistencia y reconstrucción (CNMH, 2016b).
210
5. VIOLACIONES A LOS DD. HH. E INFRACCIONES AL DIH
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
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5. VIOLACIONES A LOS DD. HH. E INFRACCIONES AL DIH
En 1994 llegó la guerrilla. (...) Yo salí con mi niña cargada y me dijeron: “Se-
ñora, siga, que hay una reunión”, y quién va a decir que no. Eso fue el 1 de
noviembre, como el 11 o 12, algo así. El 15 de enero [de 1995] mis sobrinos
salieron, yo le dije: “Papi no se demore que no es bueno que estén tarde”.
Como a la una oíamos gente llorando y me levanté y le dije: “Mamá, ¿John
vino a dormir ya?”. Me dijo: “No hija, no ha llegado”. Yo abrí la puerta y una
vecina me dijo: “No, un carro va y lleva unas personas ahí, (...) a John se lo
llevaron”. (CNMH, CV, Taller Puerto Patiño, 2020, 1 de diciembre)
Eso fue en el 94, donde asesinan a dos hermanos, los asesinan en una fiesta
donde un compañero que también estaba cumpliendo años ese mismo día.
Cuando de las diez u once de la noche dijeron que iba el Ejército según
ellos. Muchos pedían papeles y la gente [decían:]“¿Para qué papeles?”, y los
encerraron y asesinaron. Primero asesinaron al hermano y después al otro
hermano. Según las versiones, dicen que cuando matan al primero, dicen:
“Nos equivocamos, este no es”, entonces es cuando matan al otro señor.
Ese mismo día escribieron en las paredes, con la misma sangre del señor
asesinado, “AUC”. (CNMH, CV, 2020, 1 de diciembre)
Para noviembre de ese mismo año, ya se escuchaban rumores que los pa-
ramilitares iban a volver (CNMH, CV, 2020, 1 de diciembre). Siete meses
después de esta primera incursión, en la noche del 14 de enero de 1995, par-
te de la población se encontraba departiendo en los dos únicos bares de la
época. Al respecto:
A eso de las diez, mi hermano, que se llevaron, iba a irse para la casa. (...)
En ese momento, que se estaba tomando una cerveza, cuando llegaron
ellos, llegaron los carros 4x4, vestidos de militar con la cara tapada, había
dos cantinas juntas. Mi primo estaba en la primera cantina y el otro com-
pañero con el que estaba tomando le dijo: “Corre que viene el ejército”, y
él dijo: “¿Por qué voy a correr? Yo no tengo por qué correr, yo no le debo
nada a nadie”. Lo cogieron y se lo llevaron a la otra cantina. (CNMH, CV,
2020, 1 de diciembre)
213
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Uno de los bares de donde sacaron a las víctimas. Puerto Patiño, Aguachica.
Fotografía: Rodrigo Triana Sarmiento para el CNMH.
De estos bares sacaron a nueve personas7 que subieron a dos vehículos. Sus
cuerpos fueron dejados sin vida por el camino. La comunidad manifiesta que
estaba confundida y muy asustada por no saber qué estaba pasando con sus
seres queridos:
7 Identificadas como “Fernando López Osorio, Jesús Ropero (22 años), Jhon Hoimar Beltrán Galván
(19 años), Elibardo Montalvo Peinado (25 años), Miguel Ángel Cáceres Padilla (28 años), Lorenzo
Pedrozo Padilla (35 años), Geovanni Guzmán Pérez (25 años), León Saldaña y José Trinidad Galván
Urquijo (22 años)” (TSB, 2013, p. 120). Este último hasta la fecha se encuentra desaparecido.
214
5. VIOLACIONES A LOS DD. HH. E INFRACCIONES AL DIH
Vía Puerto Patiño-Aguachica, lugar donde fueron encontrados los cuerpos de Lorenzo
Pedrozo y Geovanni Guzmán. Fotografía: Rodrigo Triana Sarmiento para el CNMH.
215
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
En concordancia con este relato, alias Memo “contó en versión libre que 10
soldados adscritos al Batallón de Infantería n.º 15 General Francisco de Paula
de Santander, comandado por Lázaro Vergel, se aliaron con ocho paramili-
tares que delinquían en Aguachica” y que estaban bajo las órdenes del terra-
teniente Luis Orfego Ovallos Gaona, jefe paramilitar en Aguachica y Ocaña
(Verdad Abierta, 2011, 4 de abril).
Edo.: Allá dijeron que habían... ¿sí? Se habían venido del otro lado del río,
de la vía a Morales, que dizque iban a... dizque se iban a meter, estaban
esperando a la guerrilla y llegaron unos muchachos ahí e hicieron una ma-
sacre. Que incriminaron a unos muchachos ahí, pero ese fue el grupo de
Aguachica que se metió, que lo llamaron, como ahí estaba... ese que opera-
ba allá era el grupo de Aguachica, el de Becerra.
Entr.: ¿Y no se supo por qué los mataron?
Edo.: No, yo supe que era que venían mezclados con... que eran sapos de
la guerrilla, que venían mezclados con la guerrilla a hacer inteligencia ahí,
entonces los esperaron. (CNMH, MNJCV, 2015, 7 de noviembre)
216
5. VIOLACIONES A LOS DD. HH. E INFRACCIONES AL DIH
5.4 Tortura
Obtener información (bien sea para prevenir algún tipo de ataque o para
clarificar situaciones que puedan ser confusas para el perpetrador del de-
lito o para quien lo dirige). b. Obtener confesión (bien sea para prevenir
algún tipo de ataque o para clarificar la responsabilidad de una o varias
personas en la ocurrencia de un hecho de relevancia para el perpetrador
del delito o para quien lo dirige). c. Castigar por conductas atribuidas o por
señalamientos de haber cometido un acto específico que atenta contra los
intereses del GAOML. (TSB, 2016b, p. 318)
217
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Por esta razón, las cifras aportadas de manera oficial por el Registro Único
de Víctimas posiblemente no dan cuenta de la realidad de la tortura empleada
por el FHJPB y otros grupos armados en el territorio. Según el RUV, única-
mente 57 personas fueron víctimas de tortura.
2004
2005
2002
2003
1999
2001
1997
1998
Total
Etiqueta de general
Ábrego 2 5 7
Aguachica 4 2 2 8 1 17
El Carmen 5 5
Gamarra 8 8
No refiere 1 1
Ocaña 1 4 1 1 7
San Alberto 3 3
San Martín 1 3 3 2 9
Total general 7 3 5 4 15 11 7 4 1 57
Las versiones y las fuentes consultadas tienen distintas lecturas sobre las razo-
nes que motivaron a la estructura a cometer acciones de tortura. En las fuentes
secundarias, que muchas veces revelaron el uso de esta forma de violencia por el
Frente Héctor Julio Peinado Becerra, se habla de la tortura antes del homicidio.
218
5. VIOLACIONES A LOS DD. HH. E INFRACCIONES AL DIH
Se coge un balde grande, se le echa bastante agua y sal de ganado, se moja la toalla
y se pone en la cara, se tapa la respiración, para que la persona hable o diga cual-
quier cosa. (...) Se pone la toalla, y se moja y se deja como un minuto hasta que la
persona se esté como ahogando, y vuelve y se quita y se moja. (TSB, 2016a, p. 284)
Este tipo de descripciones son recurrentes en los relatos del MNJCV, los
cuales confirman el uso de estos elementos con algunas variaciones. En la
siguiente descripción, se insinúa una posible desaparición u homicidio.
Edo.: Varias veces cogieron... cargaron... trajeron a un paisa de por allá del
lado de La Diana, lo trajeron para El Cairo y le pusieron la toalla en varias
ocasiones con jabón.
Entr.: ¿Con Fab? ¿Para sacarle información?
Edo.: Información sí, pero a la final se lo llevaron otra vez y del man nunca
se supo nada. (CNMH, MNJCV, 2017, 25 de agosto)
En otro relato:
Se pueden encontrar en los relatos del MNJCV situaciones en las que se ejer-
ció el homicidio, la amenaza y la tortura a quienes era señalados de cometer
violencia sexual:
219
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Pese a los anteriores relatos, el grupo realizaba acciones que incluían violen-
cia sexual como parte de su repertorio de tortura, lo que evidencia una doble
moral que es ahondada en el aparte de VBG de este capítulo:
Sí. Era una muchacha de por ahí unos 28 o 29 años, más o menos. (...) Y
dijo: “No, no me vayan a matar. No me maten”. Sacó el proveedor de atrás,
sacó otro de acá, sacó otro proveedor que tenía por acá en la media. En
seguida sacó el arma y cuando la sacó, yo la tenía así ya, casi en la cabe-
za. La llevé, cumplí con eso y, pues, ahí mismo, de una vez llegó el señor
Palizada a hacerle su interrogativo. Y, pues, cogió unos Alka-Seltzer y se
los introdujo en sus partes nobles, pues, la muchacha se vino en sangre.
Pues un Alka-Seltzer adentro, ebullendo, la reventó por dentro; y, pues, la
muchacha empezó a botar sangre y sangre y sangre. Habló lo que tenía que
hablar y, pues, después de eso llegó y sacó Palizada con un machete y la picó
en pedacitos. (CNMH, MNJCV, 2015, 7 de mayo)
220
5. VIOLACIONES A LOS DD. HH. E INFRACCIONES AL DIH
La persecución a “lo distinto”, según los criterios del grupo, en muchos ca-
sos reflejaba conceptos contradictorios y prejuiciosos sobre sectores de la po-
blación civil considerados como personas enfermas y con prácticas aberrantes
que “dañaban” a la comunidad:
A los homosexuales también los torturaban para que dejaran eso. No que
porque usted se colocara un arete o se dejara el pelo largo, ya lo iban a
maltratar, no; pero sí, homosexuales ya es diferente. Los dejaban aguan-
tando hambre o los golpeaban, o que los amenazaran con algún arma que
los iban a matar. Decían que les daban asco, asco ver a una persona de
esas. El homosexual, que porque les daba asco ver una persona de esas,
que porque habiendo tanta mujer... las mujeres por los del sida, eso de-
cían, molestaban mucho por eso; y los de droga más que todo por no...
porque les vendían a los niños. No permitían era eso, porque les vendían
droga a ellos y eso era un negocio, entonces molestaban mucho por eso.
(CNMH, MNJCV, 2015, 15 de octubre)
221
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Edo.: Eso pasa como un colegio. Hay muchas personas que van a sacarse
más puntaje que el otro, pa’ que lo saquen de ahí y los boten más adelante,
eso pasa. Eso pasa como un jugador, que ese es mejor pa’ que lo saquen, eso
pasa. Hay unos que decían: “Yo voy patrón”.
Entr.: ¿Para torturar?
Edo.: Sí, porque ellos querían. Muchas personas se regalaban, este... ya es-
tán muertos, ya los mataron también. Alex, Canal A, a ese le decían Alex,
por la chapa Alex.
Edo.: ¿Quién más?
Edo.: Y Pica Pica también. (...) El finado Douglas también le dio a esa con
tortura, lo dejaron todo. Pica Pica y Puntillón. (CNMH, MNJCV, 2017, 25
de agosto)
Informes del CNMH explican que esta modalidad de violencia puede ser
practicada por grupos armados ilegales y Estados con la intención de rete-
ner individuos o grupos de personas y ocultar o negar su paradero, de tal
manera que las garantías y recursos legales de las víctimas queden suspen-
didos o imposibilitados (CNMH, 2016c). Además, se enfatiza su condición
de crimen de lesa humanidad, ya que “busca llevar a su máxima expresión
la negación de lo humano y de las personas como sujetos sociales, con voz,
222
5. VIOLACIONES A LOS DD. HH. E INFRACCIONES AL DIH
Las víctimas de desaparición forzada del FHJPB tienen perfiles muy simi-
lares a las víctimas de homicidio: personas que tuvieron liderazgos, señala-
das de “indeseables” y, en mayor número, etiquetadas de tener vínculos con
la subversión.
El hijo de Montes, a ese lo echaron allá a los cocodrilos, allá en las fosas
esas. Él sacó el ganado, traía un ganado y lo pararon, lo bajaron, lo mataron
y se lo echaron a los cocodrilos. ¿Y cómo vine yo a saber eso? Porque Henry
Montes me dio unos, unos panfletos del chino, entonces me dijo: “Vea pa
que me lleve esto para ver usted que pregunte por allá a ver qué me le hicie-
ron al chino”. Yo inocentemente me llevé ese papel y yo le pregunto al Gua-
jiro, un paraco, y él me dice: “Ese tipo ya está comido de cocodrilo —así
me dice— , y guarde eso y no le hago nada a usted porque usted no sabe
nada de esto, pero me hace el favor...”. Y me quitó el papel y lo volvió nada,
y dijo: “Y guarde eso y no le hago nada a usted. Aquí no ha pasado nada.
Dígale al papá del muchacho que usted no sabe nada”. (CNMH, CV, Taller
Aguachica, 2021, 10 y 11 de junio)
223
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
después de las 6:00 de la tarde, era solo” (CNMH, CV, 2020, 10 de julio). A
continuación, se profundiza sobre algunos de estos métodos de desaparición
forzada utilizados por el grupo.
Para los municipios del sur del Cesar, las víctimas y los relatos del MNJCV
referencian al menos dos lugares donde tenían reptiles (cocodrilos y/o caima-
nes): un cuerpo de agua por el municipio de La Esperanza y otro en la zona
rural del municipio de San Martín, en la finca Villa Oliva. Según las contribu-
ciones voluntarias, estos lugares eran conocidos por la población civil como
lugares de desaparición:
Decían, decían los otros, que por ahí en eso, de San Martín pa’ abajo, de-
cían que tenían una fosa común y que por allá había un caimán, yo no sé
qué. Iban a llevar a la gente y se la echaban al agua, se la comía. Porque el
mismo Pica Pica ese decía: “Este me lo llevo yo pa’l caimán”. Ese decía.
(CNMH, MNJCV, 2015b, 15 de mayo)
Por otra parte, algunos relatos indican otros lugares para la desaparición:
Edo.: Con la Convivir pasé por ahí y ahí estaba. Y Pedro Elías me dijo:
“Mire, aquel cerro”, eso es por La Llana. (...) Dando la vuelta para salir para
San Martín, hay una isla por donde pasa el río ese, y él paró y nos dijo:
“Miren, aquella isla”, él mismo decía: “Cuando yo trabajaba con el Cura,
nosotros enterrábamos la gente allá. Esa isla tiene cualquier cantidad de
224
5. VIOLACIONES A LOS DD. HH. E INFRACCIONES AL DIH
muertos por allá”. También una vez pasamos por La Llana y en una finca
que está viendo una palmera, nos dijo Pedro: “Miren, allá de aquel lado, yo
enterré tres, yo había enterrado tres”. Entonces, son sitios que uno ya, por
lo menos, conocía.
Entr.: ¿Y esos han sido intervenidos por la autoridad?
Edo.: Pues, yo creo que sí, porque, hasta donde yo tengo entendido, esa
isla la intervino el CTI. (...) Y empezó a salir los huesos, y la gente empezó
a ver, entonces, llamaron al CTI y el CTI como que intervino eso y em-
pezaron a sacar una cantidad. Vi, también vi pasar a Pica Pica con el CTI
para el lado de La Banca, que iba a entregar una fosa. (CNMH, MNJCV,
2018, 5 de octubre)
Las contribuciones voluntarias son claras en que los desaparecidos que han
sido identificados no dan cuenta de la totalidad de víctimas de este delito.
Ahí en San Martín hay desaparecidos que han ido a buscarlos los huesos y
no los han encontrado. (...) El señor ya no podía trabajar en nada, entonces
se cogió por allá un poco de plátanos y el dueño lo encontró. Le dijeron
a Pica Pica y fue y lo mató, lo enterró por ahí al paso de una quebrada,
lo enterraron ahí. Cuando ya él declaró eso, aceptó ese caso y lo declaró.
(CNMH, CV, Taller Aguachica, 2021, 10 y 11 de junio)
225
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
En otro relato:
A veces los desaparecían, los picaban pa’ que no apareciera nada porque no
les parecía bueno. (...) A veces lo enterraban, a veces lo botaban (...) allá al
río, por allá por donde estaban Los Juanchos allá, allá pasando la cárcel esa,
por allá al río, pa’l lado de la vereda de La Banca, La Torcoroma. (CNMH,
MNJCV, 2018, 4 de septiembre)
80
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1998
1995
1985
1989
1993
1987
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Desapariciones
56 5 11 14 15 17 20 17 21 25 25 34 52 51 45 48 47 57 74 52 50 30 41 38
forzosas
En cuanto a quiénes eran las víctimas, no hay una diferenciación muy clara
con respecto a las de homicidio. Sin embargo, la desaparición fue especial-
mente dirigida contra quienes eran tildados de guerrilleros o controvertían
el orden social impuesto por el paramilitarismo. Comparando los relatos y la
información disponible sobre homicidios públicos, estos estaban más dados
226
5. VIOLACIONES A LOS DD. HH. E INFRACCIONES AL DIH
Pica Pica lo usaban, que todo el mundo a él le tenía miedo, hasta los pa-
trulleros le tenían miedo, porque era una persona que era de los que les
gustaba palanquear la muerte, y los marcaban en la camioneta, y ese tema
Pica Pica nunca lo dijo, nada. Una Toyota. A veces le decían la Última
Lágrima. (CNMH, MNJCV, 2018, 4 de septiembre)
Sobre los presuntos guerrilleros, los relatos del MNJCV no solo hablan de
tortura y homicidio, sino también que eran víctimas de desaparición:
Escuché muchas veces ahí entre el pueblo, cogían personas, cogían perso-
nas como le digo. Uno no tenía manejo de mucha parte de eso; pero sí es-
cuché mucho que cogían personas y decían: “Miren estos son informantes,
colaboradores”. Los subían a los carros y se los llevaban y ahí sí no sé qué
más, qué pasaba con ellos. Y escuché de muchas personas que hicieron eso.
Usted sabe que ellos se los llevan, o sea, llegaban y los recogían en un carro,
¡run, run! Se los llevaban para cierta zona y hasta ahí sí no sé, si los tortu-
raban, si lo mataban, había muchos comentarios, ¿no? (...) Que a muchos
los torturaban y hablaban y que, pues no tenían nada que ver, y se soltaban.
Muchos que sí eran guerrilleros y entonces... y algunos dizques los mataban
por ser guerrilleros, que por allá los botaban a un río, los mataban y chao.
Por allá escuché eso que les hacían, pero como tal que yo hubiera visto, no,
pero sí escuché eso. (CNMH, MNJCV, 2015, 15 de octubre)
En otro relato:
Nosotros no los conocíamos, [y les decían]: “No, que era guerrillero, que
era guerrillero”. Y el Pica Pica eso [dijo]: “Esta noche los saco. Esta noche
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
los saco pa’ allá, los llevo pa’ allá pa’ la cosa de los caimanes esos”. Y sí, esa
noche los sacó, los sacó. Y yo creo que los habían despresado por allá, mu-
rieron despresados. (CNMH, MNJCV, 2015b, 15 de mayo)
Yo vi todo. Cuando los mataron y todo. Pero yo no podía hacer nada. El negro sí
me miró. Les rajaron la barriga y los botaron al río. Ahí donde estaba el complejo
de Ecopetrol. Como allá hay caimanes, hay caimanes, y ahí se veían los caimanes
asoleándose ahí de La Llana pa’ abajo. Al rato veíamos ahí chasqueando los cai-
manes, ahí comiéndose el cuerpo. (CNMH, MNJCV, 2015, 7 de mayo)
Estas muertes ocurrieron después de que uno de estos personajes dejara un arma
de dotación como parte de pago en un bar; con esta excusa, Julio Palizada aprove-
chó la situación para sacarlos del camino y lograr un mayor poder dentro del grupo,
especialmente después de la desaparición de Salomón, cuya suerte fue ocultada a su
familia, a la que se le informó que había sido trasladado a otra zona del país.
228
5. VIOLACIONES A LOS DD. HH. E INFRACCIONES AL DIH
En los hechos estudiados, la Sala evidenció que una de las formas de ac-
tuar del grupo armado ilegal, era interceptar a las personas, ingresar con
violencia a las viviendas de las víctimas, casi siempre en horas de la noche,
arrebatándolas de su entorno familiar y privándolas de su libertad indivi-
dual, de tal manera que eran maltratadas, custodiadas y conducidas por
sus agresores hasta lugares apartados, en la gran mayoría de los hechos
hasta el corregimiento de Puerto Mosquito, jurisdicción del municipio de
Aguachica (Cesar) donde luego eran asesinadas, sus cuerpos abandona-
dos y, en algunos casos, arrojados al río. (TSB, 2016b, pp. 398-399)
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5. VIOLACIONES A LOS DD. HH. E INFRACCIONES AL DIH
Así mismo, ocurrió no solo por la amenaza directa del grupo armado
sino por el propio miedo de las personas al ver que los paramilitares llega-
ban a la zona. En parte, por la violencia ya reconocida. Así lo describe un
relato del MNJCV:
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5. VIOLACIONES A LOS DD. HH. E INFRACCIONES AL DIH
Bueno, muy bien hecho. (...) “Bueno, ustedes no compraron eso, a ustedes
les dieron eso fue por nosotros”. Entonces, ellos les compraban a esas 200
familias, les compraban la tierra. O sea, compraban la finca, pero con mi-
serablezas, y cogían esa misma gente y se la llevaban: “Bueno, ya aquí hicie-
ron eso ustedes, entonces, vámonos pa’ Pelaya, allá hay otra finca de otro
terrateniente, otro man que tiene mucha tierra. Vamos a meternos allá, e
invada”. Ahí fue lo que pasó con Bellacruz (CNMH, CV, Roberto Prada
Delgado, 2015, 4 agosto)
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Los despojos que realizó este grupo paramilitar no solo buscaron asegu-
rar las tierras que eran ocupadas por los campesinos desalojados, sino tam-
bién consolidar “materialmente, mediante la implementación de proyectos
productivos a gran escala y la reconfiguración de la tradición agrícola regio-
nal, el no retorno de estas familias campesinas” (TSB, 2020, p. 71).
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5. VIOLACIONES A LOS DD. HH. E INFRACCIONES AL DIH
Entraron a Villa Oliva para la época de 1990, porque [...] era un fundo de
mayor extensión del que se preveía que era un terreno baldío, porque no
estaba siendo explotado. Era selva completamente, y ellos entraron y em-
pezaron a explotar esas tierras, acomodaron sus ranchitos, sus parcelas.
Cuando por ahí pasaba un tubo o pasa, yo no sé si pasará, de gasolina, y
allá entraron era los grupos que empezaron a financiarse. Primero pues las
guerrillas conocidas como grupos pequeños y se financiaban con la explo-
tación de ese tubo de gasolina, y esa era la entrada que había para allá, pero
ese grupo no tenía fines de la tierra sino era la entrada era a la explotación
de la gasolina. (CNMH, CV, Taller Aguachica, 2021, 10 y 11 de junio)
Por aquella época, Manolo Manosalva intentó reclamar los terrenos alegan-
do que le pertenecían, reclamo que, jurídicamente, la comunidad consideraba
confuso y en algunas etapas hasta contradictorio.
Durante ese proceso, ellos no pudieron ante la Fiscalía demostrar que estos
campesinos eran usurpadores, no tuvieron las pruebas suficientes, no obs-
tante el proceso se lo archivaron por falta de base probatoria y ellos se que-
daron muy indignados al ver que estas personas ya se quedaban ahí. Ellos
ya le estaban solicitando al Incora en esa época que les titulara las tierras.
(CNMH, CV, Taller Aguachica, 2021, 10 y 11 de junio)
Después de ver que el proceso judicial era infructuoso a sus intereses, Ma-
nosalva contactó a los Prada y les propuso desplazar a los ocupantes a cambio
de la cesión de algunas tierras:
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Si bien los grupos paramilitares son los principales responsables, terceros rela-
cionados directa o indirectamente con estos fueron favorecidos o aprovecharon la
situación de orden público para acumular bienes. Las zonas de adquisición de tie-
rras a bajo precio y de establecimiento de iniciativas productivas por sectores em-
presariales o élites regionales coinciden con los territorios que fueron gravemente
afectados por el desplazamiento forzado producto de las actuaciones paramilitares.
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5. VIOLACIONES A LOS DD. HH. E INFRACCIONES AL DIH
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ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
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5. VIOLACIONES A LOS DD. HH. E INFRACCIONES AL DIH
Desde las sentencias emitidas por Justicia y Paz contra postulados del
FHJPB, se conceptualiza la Violencia Basada en Género (VBG) desde la
siguiente definición:
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ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Las distintas fuentes son claras en manifestar que la VBG fue reiterada en
el sur del Cesar y Norte de Santander. En varios casos, las violaciones sexuales
a mujeres fueron producto de acusaciones basadas en el señalamiento de la
víctima de guerrillera. En estas situaciones, la VBG se utilizaba como arma de
guerra y agresión al enemigo (CNMH, CV, 2021, 8 de junio).
242
5. VIOLACIONES A LOS DD. HH. E INFRACCIONES AL DIH
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ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Edo.: De pronto sí había ciertas normas que debían cumplirse, que por lo me-
nos como en normas como que los muchachos no tuvieran el cabello largo.
Entr.: ¿Qué le pasaba a uno si tenía el pelo largo?
Edo.: Se lo cortaban con un machete.
Entr.: ¿Y cómo le cortan el pelo a uno con un machete?
Edo.: No, no sé porque me cuentan, pero se lo cortaban con un machete.
(...) No con tijera, sino con un machete para que le quedara mal el corte. (...)
Entr.: Ya, pero un machete no tiene filo pa’ cortar uno...
Edo.: Por eso era que le dolía a la persona. (CNMH, MNJCV, 2019, 8 de junio)
Sin embargo, en otros relatos del MNJCV, se puede observar que las órdenes
del grupo eran tener cero tolerancias con personas LGBTI. En el corregimien-
244
5. VIOLACIONES A LOS DD. HH. E INFRACCIONES AL DIH
Eso se le llamaba la atención, [se le] decía: “Se compone, se cambia eso o
se castiga”. El castigo, las cogían, las ponían a... pongamos un ejemplo, a
barrer la calle o a barrer todos los parques, y se le ponía un letrero: “Por
chismosa”, o por tal cosa, pa’ que sintiera vergüenza, pa’ que estuviera ahí.
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
(...) Antes de llegar a San Martín, la agarraron ahí, ella la pasaba era chis-
moseando y peleando, eso andaba jodiéndole la vida a los demás ahí. Eso
fue ahorita poco, eso no fue mucho, eso hace... fue como en el 2004 por ahí,
más o menos. (...) Sí y eso le ponían quejas al comando cada rato, póngale
quejas y póngale quejas y póngale quejas, y a lo último eso se botaron allá
y a todas dos las agarraron, las dejaron en pantaletas. A las dos mujeres, en
pantaletas y en brasier, y las pusieron a barrer el parque, todo el parque así
en pantaletas y en brasier. Y el letrero: “Por chismosa”, y atrás en la espal-
da, “Por chismosa, por chismosa”, esos eran los castigos que se le hacían.
(CNMH, MNJCV, 2014, 14 de marzo)
Así mismo, algunos testimonios de las víctimas manifiestan que los para-
militares llegaron a abusar sexualmente de mujeres de la comunidad como
forma de castigo. Según el relato, una menor de edad que, supuestamente, se
dedicaba al trabajo sexual fue retenida por miembros del grupo en el barrio
María Eugenia de Aguachica. Esta persona fue abusada, torturada y asesina-
da como forma ejemplarizante de castigo, “para enseñarle a las jóvenes que
andaban en ese camino, supuestamente, a no hacerlo” (CNMH, CV, Taller
San Martín, 2021, 3 de marzo). Las víctimas del municipio afirman que estas
acciones fueron prácticas sistemáticas que implementó el grupo en barrios
que estaban bajo su control, como en el caso de 11 de Noviembre, Idema,
Bedoya y María Eugenia.
Por otra parte, era claro que si un civil cometía violación era castigado
por la misma organización, probablemente con la muerte. En contraste, la
VBG, en específico la violencia sexual, cometida por alguien de la estruc-
tura era tolerada y, no en pocos casos, respaldada por las comandancias.
Las víctimas de San Alberto afirman que hubo un caso en el que una ma-
dre denunció a un miembro de la estructura por la violación de su hija.
Ante la denuncia interpuesta, el comandante encargado respondió: “Seño-
ra, amarre a su perra porque los perros están sueltos” (CNMH, CV, Taller
San Alberto, 2021, 12 de junio).
En síntesis, se puede decir que en Ocaña hubo una ola de violencia sexual,
principalmente, en contra de mujeres y niñas, que sufrieron accesos carnales
violentos y “actos de tortura con connotación sexual, compañía forzada, ma-
ternidad forzada, entre otros” (TSB, 2020, p. 665).
246
5. VIOLACIONES A LOS DD. HH. E INFRACCIONES AL DIH
Mire, a mí esa noche casi me violan. (...) Entonces, el man comenzó a ma-
nosearme y eso por allá metió las manos. No, eso pa mi fue duro, porque
yo fui violada de 12 años, de 12, 13 años. Me violaron dos manes y volver
otra vez tantos años después eso es muy duro. Menos mal que en esos
momentos entró otro y dijo: “¿Usted qué está haciendo aquí?”. Porque
me alcanzaron a escuchar: “¡No, por favor! ¡No, por favor! No me haga
daño”. Decía: “Cállese la boca o si no la mato aquí”. (CNMH, CV, Taller
Aguachica, 2021, 10 y 11 de junio)
Una desmovilizada cuenta cómo fue víctima de una violación por orden
de un comandante, que para castigarla permitió que un miembro de la es-
tructura abusara de ella.
Debido al fuerte control hacia la población civil y los altos niveles de impu-
nidad, la estructura armada tuvo la posibilidad de disponer de los habitantes
a su antojo, incluyendo a menores de edad.
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Los comandantes de nosotros, unos respetaban como había unos que no, unos
apenas miraban. Sí, uno miraba, la comunidad por ahí miraba, ¿entendió? Las
metía las peladas de 12 años, y a las peladas le hacía... tenía 12 años, y a todas las
abusó en ese tiempo. Eran pequeñas, me acuerdo, y la mamá también qué iba
a hacer. (...) Él las llamaba, porque le gustaban. Y la mamá no hacía nada que
porque era el comandante. (CNMH, MNJCV, 2018, 4 de septiembre)
Lo que pasa es que no fue tan visible, y así fuera visible lo que ellos puedan
destruirles [sic] no era tan visible sino la intimidación que le hacían. Porque
yo tuve una amiga que se llamaba Adriana, ella se la llevaron para allá don-
de son las tales ferias, la usaron, la violaron y para que ella no dijera nada
le pusieron un tiro en la pierna; con el tiempo, uno o dos años, la mataron.
Sí, eso fue en San Martín, netamente de San Martín, fue muy poco, pero
de afuera sí traían y violaban, de afuera sí las traían. (CNMH, CV, Taller
Aguachica, 2021, 10 y 11 de junio)
248
6. DAÑOS E IMPACTOS
En el caso de los daños causados por el Frente Héctor Julio Peinado Becerra,
se hace necesario recordar que antes de la llegada de los grupos paramilitares
a la región las comunidades habían logrado cierto grado de estabilidad.
249
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Si uno se metía de sapo a tomar allá, le hacían pagar la cuenta. Por eso
muchos evitaban ir a tomar allá con ellos, porque ellos esa cuenta la paga
fulano de tal, (...) y eso lo usaba mucho Pica Pica. Pica Pica usaba esos tiros,
llegaba y se ponía a tomar y [decía:] “Esta cuenta la paga fulano de tal”.
(CNMH, CV, Taller San Martín, 2021, 11 de junio)
250
6. DAÑOS E IMPACTOS
perdiendo la pensión, todo ese sacrificio. Por fortuna estamos vivos y po-
demos colaborar con alguna cosa que podemos hacer. (CNMH, CV, 2020,
29 de julio, Bucaramanga)
Pero es que uno también tiene que analizar que la mayoría de las mujeres
vivían expresamente de su esposo. (...) Las deudas que quedan de ellos,
como me tocó a mí vender la casa para pagar las deudas que él tenía o si
no uno también, entonces le tocaba a uno también y hágale... uno queda
en la quiebra en el sentido que uno quedó solo, le mataron el esposo, con
niños. Ya lo que uno tenía le tocó venderlo pa poder seguir, pa poder
subsistir, le toca a uno salir de los bienes de uno. (CNMH, CV, Taller
Aguachica, 2021, 10 y 11 de junio)
Ahora bien, en las zonas rurales, las prácticas de apropiación y robo con
fines de consumo y comercialización fueron especialmente notorias en la ac-
ción de este grupo. Pobladores fueron coaccionados con amenazas para entre-
gar su patrimonio con órdenes como: “Necesitamos una vaca, porque necesi-
tamos hacer un asado” (CNMH, MNJCV, 2017, 5 de diciembre), o: “Máteme
tres gallinas pa todo el mundo” (CNMH, CV, Taller Aguachica, 2021, 10 y 11
de junio). Igualmente, recurrieron al hurto con fines de comercialización y
financiación; por ejemplo, tomaron cien cabezas de ganado que, posterior-
mente, vendieron por una suma aproximada de 35 millones de pesos (TSB,
2014). Estos hurtos privaron a la población más vulnerable del patrimonio
251
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
La acción violenta del grupo sobre los patrimonios privados no cesó ahí, sino
que fue acompañada con el despojo y el desplazamiento forzado, prácticas que
tienen una afectación particular al imponer el abandono sobre los bienes y las
garantías de subsistencia. En este sentido, la consecuencia inmediata de estos
delitos es la desvinculación de las personas de sus medios de vida, situación
a la que fueron sometidos colectivos enteros. Así, en casos de desplazamiento
masivo las víctimas identifican que: “Todo el mundo tuvo que salir con lo que
tenía puesto porque no pudieron sacar absolutamente nada de lo que ya eran
tenedores ellos” (CNMH, CV, Taller San Martín, 2021, 2, 3 y 4 de marzo).
De esta manera, los habitantes del sur del Cesar y Norte de Santander vie-
ron frustrados sus proyectos de vida por la profundización de la violencia,
que les despojó de un patrimonio construido individual y colectivamente. En
consecuencia, la privación, pérdida o reducción abrupta del patrimonio de
los individuos y las familias afectó el goce efectivo de derechos, y por esta vía
atentó contra la dignidad de la persona e, incluso, su identidad.
Eso es que hasta salían sin documentación, sin registro civil de los hijos,
sin documentación de cédulas ni de nada. Llegar a un municipio a un lugar
y (...) lo primero que llega [es] la institucionalidad, el primer trancón: “No,
252
6. DAÑOS E IMPACTOS
253
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Esta situación se hizo extensiva a las familias de los miembros del grupo
armado que fueron asesinados, como fue mencionado en el MNJCV: “Sí. Hay
todavía muchos hijos grandes, usted los ve grandes: ‘No, fue de Fulanito que
ya lo mataron’, o: ‘No volvió, no se volvió a saber nada de él’” (CNMH, MNJ-
CV, 2015, 19 de mayo).
Las familias tuvieron que enfrentar los daños causados y la agencia emocional
jugó un papel importante, y, en algunos casos, implicó la búsqueda de sentido
de lo vivido. Por este camino, las víctimas llegaron incluso a transferir la res-
ponsabilidad del hecho victimizante del grupo a ellos mismos o a los miembros
de su familia, lo que terminó profundizando o creando una división familiar.
254
6. DAÑOS E IMPACTOS
no con la esposa. Se tenía que ir el marido, ella quedaba con sus hijos botados.
Sí, eso se vivió. (CNMH, CV, Taller Aguachica, 2021, 10 y 11 de junio)
En otro relato:
Ahora bien, en el caso de los menores de edad, una de las principales conse-
cuencias de la acción del grupo fue la negación del derecho a la educación por
pérdida directa del acceso (en los casos de desplazamientos) o por sustracción de
los recursos necesarios para la realización de este derecho. De esta manera, niños,
niñas y adolescentes vieron frustrados su proyecto de vida y sufrieron las conse-
cuentes afectaciones sobre su desarrollo personal. Las víctimas lo enunciaron de
la siguiente manera: “Los niños perdían el estudio, los cincuenta niños quedaron
sin terminar el año” (CNMH, CV, Taller Aguachica, 2021, 10 y 11 de junio).
No obstante, este no fue el único derecho afectado por la acción del grupo,
en concreto, la libertad de expresión y de personalidad también fueron res-
tringidas. En este sentido, el hecho de discrepar de la organización armada
255
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
o tener un familiar que lo hiciera fue razón suficiente para la pérdida del
empleo o la negación de uno.
Cuando uno está en estas situaciones lo quieren hacer ver culpable a uno,
por el rol que estaba desempeñando y con (...) la misma dinámica dentro de
la sociedad donde te están señalando, ¿no? De que por estar metido donde
estabas fue que te pasó lo que te pasó, y ni se diga si son amigos o la misma
familia, también lo atacan a uno. (CNMH, Taller Gamarra, 2021, 3 de marzo)
256
6. DAÑOS E IMPACTOS
En otro relato:
257
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
(...) son aquellos que tienen lugar en el cuerpo de las víctimas. Se tipifi-
can de dos formas: En primer lugar, la violencia que se despliega sobre el
cuerpo, producto de acciones directas sobre este o derivadas de acciones
bélicas. (...) En segundo lugar figuran un amplio número de enfermedades
psicosomáticas provocadas especialmente por el miedo, la zozobra, la an-
gustia y la tristeza, que originan graves alteraciones del sueño, adicciones y
consumo excesivo de medicamentos. (CNMH, 2014c, p. 36)
Sobre los primeros hay que recordar que la acción del grupo armado es-
taba encaminada al control social de la población mediante la eliminación
de cualquier proyecto político ajeno a sus intereses. Para lograrlo, recurrie-
ron a distintas prácticas de daño al cuerpo, las más visibles, por tratarse de
violaciones a los derechos humanos8, son la tortura y la violencia basada en
género. No obstante, también se presentaron otras agresiones físicas como
las golpizas, en las que era común el uso de objetos contundentes como pa-
los, machetes, culatas de armas de fuego, entre otros. Adicionalmente, se
presentaron desgarros y cortes sobre la piel y cabello (CNMH, CV, 2021, 2
de marzo). Estas acciones, en su mayoría, tenían el objetivo de consolidar la
regulación y control que ejercían sobre la población y, por lo tanto, restrin-
gieron el libre desarrollo de la personalidad.
8 Se excluye el homicidio por considerarlo un daño sobre el cuerpo que elimina la subjetividad y por
lo tanto su daño es absoluto, el cuerpo afectado pierde su condición de persona. Lo anterior no excluye
que este delito genere afectaciones en la salud física y mental de familiares y seres queridos como se
identifica en este informe.
258
6. DAÑOS E IMPACTOS
(...) algunas de las huellas e impactos causados por la violencia son el encie-
rro, el aislamiento, el silencio, las pesadillas recurrentes y repetitivas, el des-
interés por cosas que antes disfrutaban, la pérdida del deseo sexual, el des-
cuido y deterioro físico, la disminución de la autoestima, la manifestación de
enfermedades diversas, los sentimientos depresivos y la frecuente aparición
involuntaria e incontrolable de los recuerdos vividos. (GMH, 2013, p. 267)
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
En relación con la población LGBTI, esta fue sometida a malos tratos y da-
ños en su cuerpo. Según lo declarado por un líder de la comunidad en audien-
cia realizada el año 2012:
A algunos les cortaron el cabello con machete, les echaban bóxer. (...) [En el
caso de “Pichi”] Lo agarraron porque iba vestido de una forma no adecua-
da para un hombre, lo ultrajaron, lo agarraron del pelo, lo arrastraron, lo
golpearon. (TSB, 2013, p. 107)
9 Los sujetos diferenciados son sectores poblacionales que han sufrido discriminación histórica, sistemá-
tica, de exclusión social, de segregación o que están afectados por condiciones de especial vulnerabilidad.
260
6. DAÑOS E IMPACTOS
En estos últimos años hemos sido víctimas de muchos abusos, desde pre-
sencia de los paramilitares en los años noventa, fue muy duro porque según
lo escuché, nuestra comunidad ha sido víctima de cosas que la ha hecho
sentir menos y discriminada ante la sociedad, por lo menos conocemos el
caso de “Pichi”, “Jean Carlo”, “Camilo”, que fueron discriminados, golpea-
dos, marginados, maltratados, sometidos a tortura por el simple hecho de
ser homosexuales y no llevar la condición normal, heterosexual, compartir
su vida con una mujer. (TSB, 2013, pp. 106-108)
Con relación a las mujeres, estas fueron víctimas de los malos tratos y de los
patrones de regulación paramilitar.
Eran sancionadas por utilizar minifalda o blusas con escote, casos en los
que eran cortadas en el estómago con cuchillas de afeitar, otras fueron ac-
cedidas carnalmente de manera brutal, torturadas, les cortaban los senos;
(...) cuando los paramilitares hacían sus fiestas, eran secuestradas para que
desfilaran desnudas, no podían utilizar ombliguera porque les lanzaban
ácido, (...) les arrancaban los piercing y les rayaban el estómago para que no
volvieran a usar las blusas cortas. (TSB, 2013, pp. 105-107)
261
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
En este sentido, las relaciones de la estructura armada con las mujeres, tanto
al interior de la estructura como fuera de ella, estuvieron mediadas por una
concepción patriarcal que reafirmaba formas históricas de exclusión y discri-
minación. Así lo identifican las víctimas:
Ahora bien, no se debe perder de vista que la violencia sexual cumple un pa-
pel dentro del escenario de la guerra que ya ha sido estudiado y descrito. Para
el caso de esta investigación, se encontró que la violencia sexual contra las mu-
jeres no observó límites de procedencia, edad o condición. En este sentido, se
identificó que este tipo de violencia incluyó, entre otras, a mujeres guerrilleras
capturadas, menores de edad y adultas mayores (CNMH, CV, Taller Ocaña,
2021, 9 de junio). Además, en los casos de acceso carnal violento, se identificó
el uso de objetos y victimizaciones sucesivas y múltiples, las cuales causaron
daños particulares sobre los cuerpos:
262
6. DAÑOS E IMPACTOS
La mujer siempre (...) fue la que se regaló, fue la que lo provocó, fue la que
pronunció ante esa situación, cuando han sido violadas. (...) Si uno ejerce
un papel de líder, si uno ejerce un papel de política [dicen:] “Ah, no, eso le
han montado cachos”, y no sé qué. O sea, uno de mujer siempre lleva una
estigmatización. (CNMH, CV, Taller Aguachica, 2021, 10 y 11 de junio)
263
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Se refieren a todos los daños que atentan contra las prácticas sociales, creen-
cias y modos de vida de las comunidades. Estas prácticas van desde las formas
en que se aprovechan y obtienen los recursos naturales y de subsistencia, hasta
la gestión de las emociones. En otras palabras, los daños socioculturales pue-
den definirse como:
264
6. DAÑOS E IMPACTOS
Puerto Patiño vivía feliz. No tan solo los niños jugaban, los adultos, los
jóvenes, jugaban de noche. En las épocas decembrinas, fin de año, llegaba
mucha gente, muchos visitantes al pueblo (...) por el encanto de la ciénaga.
(...) Y también en la época de semana santa, a mitad de año, también era
muy visitada la comunidad. (CNMH, 2020, 1 de diciembre)
265
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Para lograr imponer este régimen, el FHJPB “[creó] sus propias normas de
control ciudadano junto con mecanismos para su cumplimiento” (TSB, 2013,
p. 105). De esta manera, establecieron horarios para el disfrute del espacio
público, como lo relata una de las víctimas:
266
6. DAÑOS E IMPACTOS
Ese tejido social fracturado ha dado pa’ que todos los delitos comunes au-
menten. Entonces, aumentó el tema de microtráfico, aumentó el tema del
consumo, aumentó el tema de trata de personas y nuestra ubicación geo-
gráfica tiene mucho que ver con eso porque eso... esas malas prácticas se
volvieron costumbre. (CNMH, CV, 2021a, 7 de junio)
Ahora bien, en cuanto a las expresiones sociales, la acción del grupo impac-
tó los espacios de esparcimiento. En particular, el “terror” provocado por la
estructura quebró los lugares de socialización: las calles, plazas, aceras y ante-
jardines dejaron de percibirse como seguros y fueron quedando abandonados.
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Así mismo, las celebraciones, ferias y fiestas estuvieron marcadas por la vio-
lencia impuesta por la estructura armada. En general, estos festejos se dete-
rioraron, suspendieron o perdieron, con excepción de las ferias de San Rafael,
promovidas por miembros del grupo (CNMH, CV, Taller SRC San Alberto,
2021, 12 de junio). Las fiestas de San Isidro, San Pedro y San Pablo, junto con
las celebraciones de fin de año y Semana Santa, se deterioraron; mientras que
el festival vallenato de la región se perdió (CNMH, CV, Taller SRC San Alber-
to, 2021, 12 de junio). En un relato:
Pues los mismos asesinatos dentro de las mismas actividades. Por ejem-
plo, en los carnavales, como dice el compañero acá, la gente se disfrazaba,
salía a las calles y todo eso. Entonces, esa gente, los grupos armados uti-
lizan esa multitud para ¡boom! Y caía ahí el que fuera y debido a todo eso
ya a la gente le daba miedo salir. (CNMH, CV, Taller SRC San Alberto,
2021, 12 de junio)
268
6. DAÑOS E IMPACTOS
Otra de las formas de daño simbólico del grupo paramilitar fue la estig-
matización de la población. Así, como parte de sus discursos justificativos
señalaron abiertamente a comunidades enteras de ser auxiliadores de la in-
surgencia o de miembros de las guerrillas que actuaban en la zona, sin ningún
indicio más que la ubicación de sus asentamientos (CNMH, CV, Taller San
Martín, 2021, 11 de junio). Estas acusaciones se articularon con los imagina-
rios colectivos, lo que generó discursos de justificación de la violencia y seña-
lamientos entre los miembros de la comunidad (CNMH, 2018a).
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Pero hay gente que habla: “Uy, man, juepuchica, desde que se acabaron las
autodefensas esto se puso feo, se complicó el ladronismo, toda esa vaina”.
Yo no sé, hermano, cuando estaba en las autodefensas las vainas eran me-
jor, como que había más seguridad. (CNMH, MNJCV, 2015, 24 de abril)
Del año 94, 95 hacia acá, unas cosas que nosotros no las hemos conta-
do, (...) y tanto que hemos hablado de memoria histórica. No las hemos
contado porque prácticamente no la sabíamos, no las sabíamos o no
nos percatábamos, por decirlo así, de buscar como más información,
buscar algo, por el temor porque, bueno, la víctima no quiere contar,
cree que va a ser nuevamente revictimizada: “Este verraco, ¿para qué
me preguntará? ¿Qué va a hacer con eso?”. (CNMH, CV, Taller San
Alberto, 2021, 12 de junio)
10 En los grupos humanos la historia común opera como un referente que otorga sentido, cumpliendo
una función pedagógica e identitaria. Sin embargo, esta se reinterpreta desde los deseos y aspiraciones
del presente; esta característica le otorga a la memoria un carácter conflictivo (Todorov, 1939).
270
6. DAÑOS E IMPACTOS
Un duro golpe moral, pues se afectan labores con las cuales sus pobladores
se sienten orgullosos, en los que despliegan sus habilidades y conocimientos
y que garantizan el sustento diario. Su destrucción causa sentimientos de
impotencia, inestabilidad, escepticismo y desesperanza. (GMH, 2013, p. 275)
Otra consecuencia económica de las prácticas del grupo armado fue la con-
solidación de un sistema productivo que confinó a las mujeres en las activida-
des del cuidado. En concreto, las iniciativas productivas de las mujeres fueron
igualmente afectadas, sin embargo, el daño sobre estas tuvo una especial afec-
tación simbólica, pues las aisló de lugares de autonomía financiera (CNMH,
CV, Taller San Martín, 2021, 11 de junio).
271
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Por otra parte, las acciones del grupo armado se articularon al contexto na-
cional y contribuyeron a la transformación del patrón productivo de la región.
Como se ha explicado en este informe, el sur del Cesar ha sido un territorio con
una marcada vocación agrícola. Las formas tradicionales de producción fueron
monocultivos rotativos, acompañados de parcelas destinadas al pan coger. A
pesar de la preponderancia de los cultivos de algodón, arroz y, más reciente-
mente, de palma africana, era posible encontrar sembrados de sorgo, maíz, café,
yuca, cacao, entre otros (CNMH, CV, Taller Aguachica, 2021, 10 y 11 de junio).
Lo que pasa es que en ese entonces el fuerte del comercio era ese, la fuente
de empleo y de trabajo era ese, ¿sí? Aquí teníamos o teníamos Coalcesar,
una empresa regional de acá de nosotros. (...) La cantidad de arroz, de sor-
go, de maíz ya ha decaído, ya no existe. (CNMH, CV, Taller Aguachica,
2021, 10 y 11 de junio)
Las acciones del grupo paramilitar fueron funcionales a los intereses eco-
nómicos que pretendían imponer un modelo de desarrollo basado en la agri-
cultura extensiva, especialmente a través de dos herramientas. Por un lado, el
desplazamiento forzado, que “ha sido un factor fundamental del desarrollo y
del surgimiento o la expansión del cultivo de la palma, esa consecuencia de
272
6. DAÑOS E IMPACTOS
Cuando era arroz, cuando era algodón, a pesar de que había, digamos,
finqueros que tenían grandes extensiones, había muchos más dueños de
tierras, eran menor las extensiones. Hoy en día, por la cuestión de los mo-
nocultivos y de la palma, sobre todo, se está concentrando en unos pocos.
(CNMH, CV, Taller San Alberto, 2021, 12 de junio)
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
esto terminó aumentando los costos operativos, lo que, a su vez, redujo la compe-
titividad de los productores locales y su posible crecimiento.
La ruta del sol nos acabó, no tenemos donde sembrar. (...) Mientras llueve
pues hay agüita, pero cuando no llueve nos quedamos secos, entonces aquí
no hay. Aquí solo para los grandes ganaderos y los palmeros (...), pero para
nosotros los de bajos recursos... no tenemos vida en el Cesar. (CNMH, CV,
Taller Aguachica, 2021, 10 y 11 de junio)
274
6. DAÑOS E IMPACTOS
Entonces, ya el predio no sirve para cultivo, para usted sembrar una mata
de yuca. Allá tiene usted que hacer un caballón, ¿por qué? Porque si usted
lo siembra a ras de tierra no le va a dar nada porque llega el agua y se lo
apicha. (CNMH, CV, 2021, 4 de marzo)
Uno de los principales objetivos del FHJPB fue reducir y acabar la resisten-
cia política. Este fin no solo se materializó con el asesinato, amenaza y des-
plazamiento de líderes políticos y sociales del territorio, sino también con el
mensaje que estas acciones dejaron en la población sobre la participación en
procesos colectivos.
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Esta arremetida no solo atentó contra las agrupaciones sociales, sino que in-
cluso afectó los colectivos, es decir, las formas comunitarias que, establecidas
bajo diferentes figuras, cuentan con elementos característicos propios y dan
276
6. DAÑOS E IMPACTOS
sentido a las distintas dimensiones de la persona. Así, atentar contra estos su-
jetos colectivos no solo vulnera los derechos de sus miembros, quienes se ven
afectados económica, moral y políticamente, sino que pone en riesgo la subsis-
tencia de un grupo social. Para el caso de Norte de Santander, las cooperativas
fueron una de las formas de organización comunitaria que vulneró el FHJPB:
De hecho, se puede establecer que hubo dos tipos de estrategias del FHJPB
para acabar con las organizaciones políticas que aspiraban al poder local: por
una parte, pretendieron eliminarlas completamente y, por otra, buscaron apo-
yos en la población civil mediante la cooptación. Según las mismas víctimas,
todo tipo de organización comunal, barrial, sindical o cívica era presionada
por los grupos paramilitares, lo que generó retrocesos en la búsqueda de ga-
rantías y derechos laborales. Entonces, los asesinatos a líderes sociales golpea-
ban cada vez más a las organizaciones que luchaban por su propia superviven-
cia (CNMH, Taller San Martín, 2021, 2, 3 y 4 de marzo).
Esto era un lugar muy concurrido [sede social Sintraproaceites en San Al-
berto], muy concurrido. Se llenaba esto aquí los sábados, esto era lleno.
Pero a raíz de todo ese poco de violencia, que los que entrabamos aquí éra-
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
mos guerrilleros, con toda esa cosa fue decayendo. A los grandes líderes
del sindicato los asesinaron y de ahí tumbaron el sindicato. (CNMH, CV,
Taller SRC San Alberto, 2021, 12 de junio)
Cuando iban a los sitios de trabajo a reunir la gente le decía eso, que no que-
rían saber de participación ni política, ni sindical, ni nada del tema. Y es así
que a un concejal que fue escogido por los trabajadores lo acribillaron, él se
llamaba Juan de Dios Rincón. (CNMH, CV, 2020b, 3 de diciembre)
En estos municipios el control territorial fue tan fuerte que atentaron indis-
criminadamente a las organizaciones sociales y comunitarias sin contemplar
su vocación o proyecto.
278
6. DAÑOS E IMPACTOS
nados. Siguieron en esa forma hasta que por allá en el año 96 y 97 comien-
zan a tocar ya organizaciones sociales, comienzan a atacar a CENCOOSER
[Central Cooperativa de Servicios]. (CNMH, Ocaña, 2021, 8 de junio)
En este contexto, los repertorios de violencia del FHJPB operaron como me-
dio de direccionamiento de los liderazgos; en cuanto estos resultaban adver-
sos a sus intereses eran amenazados. Las víctimas reconocen esta afectación:
Pero para mí el daño [es] que los lideres, el poco deseo de participar a través
de eso, sufren amenaza, sufren un desplazamiento y sufren es... estar su-
misos u obligados a la autoridad que ellos digan, no a defender mi derecho
porque tengo que callar. (...) Entonces yo me convierto no en un líder sino
en un mandadero, qué dijo, qué no dijo, qué dice, qué calla. (CNMH, CV,
Taller Aguachica, 2021, 10 y 11 de junio)
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Cuando era el M-19 ahí sí, nosotros éramos del movimiento, pero después
ya no, bueno, los liberales y los conservadores y los de la U sí, pero los movi-
mientos alternativos no. Uno coge, uno necesita un aval, necesita legalizarse
como dicen. (CNMH, CV, 2020c, 3 de diciembre)
Aun así, algunos proyectos políticos lograron superar todas estas adversi-
dades y alcanzaron lugares de toma de decisión; sin embargo, incluso estando
en ejercicio de funciones públicas, la persecución continuó. Así lo reconoció
Roberto Prada en su contribución voluntaria:
El municipio ha tenido ese atraso porque los que toman la dirección, que se
montan como alcaldes o gobernadores, están manipulados por un grupo
280
6. DAÑOS E IMPACTOS
o una persona que no tienen ese afán de querer construir ciudad, sino que
cumplir sus órdenes o llevar un mandato que están ahí por pagar el precio
de que fueron elegidos, entonces hace que no haya empresas en el munici-
pio. (CNMH, CV, Taller San Martín, 2021, 3 de marzo)
Uno se cansa de tanta mentira que le echan a uno, de que van a hacer, van a ha-
cer, pero eso se queda en puras palabras y hasta que al fin no sabemos nada. (...)
Acá hay muchas personas que somos víctimas, víctimas directas, les dieron unas
ayudas así no más, se retiraron, ahora que las van a indemnizar y nos tienen y no
le han dado por ejemplo la reparación, no tienen casas donde vivir. Por donde
usted mire, no hay nada. (CNMH, Taller Puerto Patiño, 2020, 1 de diciembre)
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
reparación. Para ellas, incluso el primer contacto con el Estado resulta proble-
mático por la limitada capacidad institucional que tiene el ministerio público
para atender su necesidades y demandas.
Y por eso que usted se da cuenta que hoy en día nosotras las víctimas no
tenemos nada. ¿Por qué? Porque se empieza un proceso y ya vienen ame-
nazas y usted deja eso ahí calladito, y ya ahí se perdió lo que usted hizo y
por eso hoy no hay nada, mire no tenemos nada, ni siquiera la reparación,
ni siquiera la indemnización de las víctimas que perdimos ni nada de eso.
(CNMH, CV, 2021, 3 de marzo)
En este sentido, más allá de los retos administrativos y técnicos que impli-
can estos procesos, las víctimas insisten en que muy pocas logran acceder a
los recursos. Considerando los criterios de priorización, también plantean el
desconocimiento de las particularidades de sus situaciones y la necesidad de
tener una atención diferencial. Sobre la exclusión, una de las víctimas narró:
282
6. DAÑOS E IMPACTOS
Lástima que esa tragedia no sea bien contada por los que fueron actores
principales. (...) Vale la pena contar la historia desde muchas ópticas, yo
creo que hay mucho que aportar, ahí hay gente que tiene mucho que apor-
tar. (CNMH, CV, 2020, 10 de julio)
Primero era con 6, 8 familias, (...) ya con el tiempo, digamos, fuimos como
más investigando qué se puede hacer. (...) Somos memoria, somos el sol
que renace ante la impunidad, nosotros somos eso, somos memoria porque
nosotros somos los que tenemos las voces de las personas que no están, si
nosotros no tuviéramos ese interés esa persona estaría olvidada. (CNMH,
CV, 2020, 30 de noviembre)
Con el tiempo, nosotras mismas nos dimos cuenta de que algo positivo
de todo es que nosotras mismas nos quitamos ese nudo de la boca, y para
poder expresar y no callar nunca nada. Nuestra voz realmente la utili-
zamos por la voz de los que no están. (CNMH, CV, Peña, 2020a, 30 de
noviembre, Aguachica)
283
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Sobre la no repetición, las víctimas han narrado que en sus territorios los
actores armados aún permanecen (ver el próximo capítulo); no obstante, iden-
tifican en la construcción de este derecho el objetivo de la atención integral a
las víctimas, en sus palabras: “El sueño y el anhelo es a la no repetición, a que
un flagelo de esto no lo quiere uno para las futuras generaciones” (CNMH,
CV, Taller Aguachica, 2021, 11 de junio).
Hubo un debate de eso con Restitución de Tierras, que ese fue el daño más
grande que nos pudieron hacer. Por ejemplo, cuando nos hicieron ir de mi
tierra, yo estaba joven, tenía 28 años y que entreguen después de 30 años, yo
con cincuenta y pico de años, ya usted no tiene la fuerza. Ya así usted tenga
la fuerza, tiene mucho tiempo encima. Todo el daño que hicieron (sic) esa
gente por 30 años. ¿Y nos dan 30 millones? Eso es una burla. (CNMH, CV,
Taller SRC San Alberto, 2021, 12 de junio)
284
6. DAÑOS E IMPACTOS
285
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Este modelo no solo cambió por completo por el uso de la tierra, sino
que las actividades colectivas viraron hacia los procesos de reparación y
la consecución del reconocimiento como víctimas ante el Estado. Es decir,
que la propia violencia no solo generó daño en las personas, sino que los
motivos de asociación son distintos a su relación con la tierra, el modelo
económico y el entorno. En este contexto, la relación entre ciudadanía y
Estado está mediada por la condición de víctima antes que por la condi-
ción de ciudadano.
Así mismo, las víctimas de los SRC perciben que el proceso de reparación
ha sido desgastante y que su relación con el Estado genera una forma de re-
victimización debido a los largos tiempos de respuesta, la corta oferta para la
reparación y, en general, la sensación de que sus expectativas y sus demandas
no están siendo atendidas. Al respecto:
286
6. DAÑOS E IMPACTOS
de Tierras nos demora cinco años para darnos un fallo a favor, que te-
nía que darlo porque no lo podía dar en contra, pero nos demora cinco
años. Después de cinco años nos demora dos años para notificarnos,
y después de que nos notifica tenemos... ya vamos para un año y no se
hace efectivo, ese es el problema. O sea, yo considero que en estos mo-
mentos somos más víctimas que cuando nos hicieron el daño. (CNMH,
Taller SRC Otaré, 2021, 9 de junio)
287
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
288
6. DAÑOS E IMPACTOS
Óleo sobre lienzo. Autora: María del Carmen Gloria Paternina-Corporación Marlon.
Fotografía: Juan Pablo Rodríguez para el CNMH.
289
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Con respecto a los lugares, las organizaciones de víctimas han iniciado pro-
cesos para resignificar los espacios de dolor y para construir nuevos referentes
de memoria. Sobre el particular han indicado que:
Hay unos sitios que se pudieran resignificar que sirvieron como el últi-
mo, la última, el último sitio donde estuvo ese cadáver y por ahí lo bo-
taban al río. Hay como unos 4 o 5 puntos. (...) Esos sitios hemos querido
como darle la resignificación. (CNMH, CV, Taller Aguachica, 2021, 10
y 11 de junio)
290
6. DAÑOS E IMPACTOS
Entre nosotras éramos las mismas que nos atendíamos, nos dábamos esa
fuerza, (...) nos daba como ese aliento de poder sacar a otra adelante y
otra me sacaba a mí. Así mismo ha sido difícil porque ya población de
avanzada edad pues han fallecido sin poder tener una respuesta de sus
familiares y mucho menos de la indemnización. (CNMH, CV, 2020a, 2
de diciembre)
291
7. DESARME, DESMOVILIZACIÓN
Y REINTEGRACIÓN
293
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
En ese contexto, y con el fin de “(...) facilitar los procesos de paz y la rein-
corporación individual o colectiva a la vida civil de miembros de grupos
armados al margen de la ley, garantizando los derechos de las víctimas
a la verdad, la justicia y la reparación”, fue proferida la Ley 975 de 2005,
normatividad en virtud de la cual han sido condenados 78 desmovilizados
postulados, de los cuales 44 ostentaron rango de Comandantes en la ilegal
organización y han sido identificadas 18.633 víctimas. (TSB, 2014, p. 20)
Según la Oficina del Alto Comisionado para la Paz (2006), 251 personas
se desmovilizaron del FHJPB en la ceremonia que se oficializó entre el 4
294
7. DESARME, DESMOVILIZACIÓN Y REINTEGRACIÓN
Otro de los relatos nos permite ver algunos detalles particulares de esta
ceremonia, en especial, los incentivos humanitarios y económicos recibidos.
Dentro de estas ceremonia, los excombatientes recibieron atención médica
y psicosocial. Además de contar con una comisión veedora y de apoyo, la
Registraduría Nacional del Estado Civil realizó los trámites necesarios para
la documentación y registro de muchos de ellos. Esto último como un com-
promiso del país en la reintegración a la vida civil.
295
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
los cuales era conocido como grupo campesino los Guanes, mientras éste
operaba en las zonas montañosas de la cordillera oriental, otro operaba en
la provincia de Ocaña y dos en las zonas planas del Cesar. (p. 51)
25
Hombre
Mujer
236
Total de Total de
Operación área rural personas Operación área urbana personas
Comandante 4 Comandante 24
Comandante de
escuadra 12 Patrulleros 63
Patrulleros 144 Total 87
Total 160
296
7. DESARME, DESMOVILIZACIÓN Y REINTEGRACIÓN
Grupos contraguerrillas
Ubicación Total
Cordillera oriental 1
Provincia de Ocaña 1
Zona plana del Cesar 2
Total 4
297
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
En el mes de mayo de 2004, la firma Acuerdo de Fátima dio seis meses para
realizar una negociación que se llevó a cabo en el municipio de Tierralta en el
departamento de Córdoba, reconociéndose a Salvatore Mancuso Gómez, José
Hébert Veloza García e Iván Roberto Duque Gaviria como representantes de
las Autodefensas Unidas de Colombia.
Con esta importante ratificación, el DDR del FHJPB logró tener las bases
procesales en el marco de Justicia y Paz.
Porque ya ahí nos reunieron y nos dijeron que nos iban a desmovilizar, que hay
que estar... que estar listos porque tenemos que desmovilizarnos y esa vaina.
(...) Únicamente usted se va a desmovilizar y ya. Si no, pues, bueno, porque
si nos iban a poner a cantar el himno nacional de Colombia, con qué vamos
a salir, entonces, toca aprendérnoslo. (CNMH, MNJCV, 2017, 24 de octubre)
298
7. DESARME, DESMOVILIZACIÓN Y REINTEGRACIÓN
Edo.: Él hizo allá una reunión y les dijo que eso era voluntariamente el que
quisiera.
Entr.: Pero, ¿independientemente de si estuviera o no? ¿Cómo fue eso?
Edo.: Sí, si hubiera sido o no hubiera sido paramilitar, total era que ellos lo
[que] necesitaban era desmovilizar personal.
Entr.: O sea, ¿había la posibilidad de que se metiera gente que no estuviera
dentro el grupo?
Edo.: Sí, señor. Y lo hicieron. (...) A muchos, mujeres, hombres, hasta abue-
los. (CNMH, MNJCV, 2013, 3 de octubre)
Edo.: Dos días antes en El Líbano, nos recogen dos días antes, nos llevan a
una finca, en esa finca nos dieron... ese día nos dieron una instrucción allá,
nos enseñaron cómo se iba... cómo se llamaba el grupo, nos enseñaron:
“Usted se llamó fulano de tal”.
Entr.: ¿Quién les explica todo esto?
299
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Edo.: Un señor allá llamado... creo que le decían Jeison, algo así, en una
finca por los lados de San Martín. (CNMH, MNJCV, 2013, 3 de octubre)
300
7. DESARME, DESMOVILIZACIÓN Y REINTEGRACIÓN
rial bélico, lo que luego permitió establecer que las armas que poseía el FHJPB
provenían de Estados Unidos, China, Bélgica, Alemania, Israel, Colombia y
Brasil. Esto fue posible gracias a las alianzas y estrategias de comercialización
establecidas en la costa colombiana y la región del Catatumbo.
301
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Edo.: Les ofrecían eso, que necesitaban más gente pa’ hacer más presión.
Como yo entiendo son como... casi como unas quince personas.
Entr.: ¿Y a ellos los entrenaron allá?
Edo.: Nada, eso fue cogiendo el lado mío: “Usted vaya pa’ allá, y póngase allá
el camuflado, diga esto, y allá...”. Yo sé que el listado el Estado le pidió. Si us-
ted era mesero, a usted lo ponían de operador, yo era patrullero toda la vida, a
mí me pusieron de urbano, y yo cuándo de urbano. Pica Pica era comandante
de lo de radio, lo pusieron de patrullero; Guasaco era... Alirio, alias Guasaco,
era el que recogía la plata, a él se la entregaban, él nos pagaba a nosotros, y lo
pusieron de patrullero. (CNMH, MNJCV, 2018, 4 de septiembre)
Mucha gente se metió a desmovilizarse por ayudas que les iban a dar. Su-
puestamente, habían dicho que iban a dar viviendas y sueldos, y que prác-
ticamente usted decía: “Yo pertenecí al grupo”, y usted firmaba unos do-
cumentos y le decían: “Listo, usted queda libre, queda limpio, simplemente
lo único que tiene que hacer es no meterse en problemas, no cometer algún
delito”. Entonces, eso fue lo que me dijeron a mí: “El que no se desmovilice
va a pagar tantos años de cárcel”. (CNMH, MNJCV, 2015, 15 de octubre)
Cuando eso nos habían prometido a nosotros que nos iban a dar casas, que
nos daban, que nos llegaban tantos millones de pesos. ¿A dónde? A lo último
[dijeron:] “No, que a usted le llega es tanto. Que a usted le llegan es tanto. Y eso
302
7. DESARME, DESMOVILIZACIÓN Y REINTEGRACIÓN
[Les dijeron] “Digan que tienen tanto tiempo y esto y ya. No vayan a decir
que tienen el tiempo que tienen porque se embalan ustedes”. Es más, más
que todo como sembrándole terror a uno de que si uno decía la verdad,
uno era el que iba a llevar porque de una vez se iba pa’ la cárcel. Entonces,
hasta el momento, casi yo creo que la verdad, la verdad no lo han soltado.
(CNMH, MNJCV, 2015, 19 de mayo)
Pues fue algo bueno, porque sacaron mucha gente de la guerra... todo mundo no
es malo, habrá muchos que sí son malos, porque hay unos que la gente no tiene
la imaginación qué maldad tienen, pero todo mundo no es malo. Y uno muchas
veces ha visto cambiar (...) Uno a veces veía gente por allá que pensaba, y aho-
ra piensa muy diferente, (...) cambió. A uno le cambian la mentalidad de todas
maneras. Yo hice el bachillerato y ahorita estoy bien, y ahí trabajando bien, y así
hay mucha gente que sacaron de allá. (CNMH, MNJCV, 2014, 24 de septiembre)
303
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Pues, allá en una reunión, en la misma reunión donde... que era porque no
había la suficiente gente para desmovilizar. Decían que era muy poquita
gente, iban a decir que un grupo de ese, de esa categoría con ese poquito de
gente. También yo me imagino que hubo gente también que no se desmo-
vilizó y que en realidad sí eran. Porque uno ve que bastante gente, y en el
momento no los identifica, y gente particular también ahí en la desmovili-
zación, que no era nada. (CNMH, MNJCV, 2015, 19 de mayo)
Estos grupos que fueron desvinculados de las estructuras armadas con fines
de ocultamiento y evasión de responsabilidades resultaron “determinantes en la
nueva configuración del conflicto armado interno, en tanto facilitaron el rearme”
y el surgimiento de nuevas estructuras armadas bajo las lógicas del fenómeno pa-
ramilitar (CNMH, 2014a, p. 56). Sin embargo, este fenómeno se escapa del objeto
de estudio de esta investigación, que se concentra en la estructura del FHJPB.
304
7. DESARME, DESMOVILIZACIÓN Y REINTEGRACIÓN
Inventados sí. Por ejemplo, que yo sepa creo que a Raúl le cambiaron el
nombre por don Vicente. Entonces, de ahí para allá es lo que yo no sé, por-
que yo sí conocí a varios comandantes de los que estaban ahí, pero no sé si
en el momento se cambiaron. Inclusive, él fue el que nos dijo a algunos, no
sé si todos los harían, que el que no se quisiera cambiar el... colocar ningún
alias, que no se colocara, que simplemente dijera de que se llamaba así. Y yo
no me coloqué ningún alias. (CNMH, MNJCV, 2017a, 11 de julio)
Pues, nosotros... lo que yo deducía y lo que yo hablaba con los pelados que
estaban conmigo, con el finado Loro, que era... entramos prácticamente
casi juntos y teníamos como esa confianza, entre nosotros decíamos: “Aquí
están matando a todo el mundo antiguo pa’ que la verdad no se sepa”.
(CNMH, MNJCV, 2013, 27 de septiembre)
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Les ofrecían eso, que necesitaban más gente pa’ hacer más presión. Yo entiendo
son como... casi como unas quince personas. Yo por ahí entiendo, por ahí rega-
ditos, porque yo los conozco a ellos, que nunca estuvieron con nosotros, porque
ese tema que usted me estaba preguntando, y aquí han llegado y no han salido
con nada, no conocen ni un fusil. (CNMH, MNJCV, 2018, 4 de septiembre)
306
7. DESARME, DESMOVILIZACIÓN Y REINTEGRACIÓN
biar sus roles y funciones o el tiempo que hasta el momento habían cumplido
en sus trayectorias armadas:
La posición estratégica del sur del Cesar sigue siendo escenario propicio
para el posicionamiento de actores armados en un territorio apetecido por
ser corredor estratégico entre el centro, el norte del país y la frontera con Ve-
nezuela. La continuidad de grupos armados derivados o residuales de las ex-
tintas AUC se manifestó sobre todo en dos periodos: el primero entre 2006 y
2007 y el segundo entre 2010 y 2012. Estos grupos tuvieron diferentes denomi-
naciones como Águilas Negras, Rastrojos y Urabeños (CNMH, 2014a).
307
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
(CNRR, 2007, p. 11). Se debe analizar con suma atención la manera en que los
rearmados y estas nuevas estructuras armadas se relacionan entre sí, con el
Estado y con los ideales políticos que, para esta época, responden más a inte-
reses económicos y no a una propuesta política orientadora.
En el 2005, 2006 que entregaron ellos las armas, quedaron amañados con
las convivires, porque dejaron una Convivir, dejaron... entregaron las ar-
mas, pero dejaron un grupo de Convivir ahí en San Martín. (...) Pero ellos
quedaron amañados ahí con la Convivir, ahí tuvieron casi como más de un
año ahí. (CNMH, CV, Taller Aguachica, 2021, 10 y 11 de junio)
Entre 2008 y 2009 en municipios como San Alberto, Aguachica y San Martín,
aparecieron los Rastrojos, grupo que tomó el control de fuentes de financiación
como el narcotráfico y la extorsión, prácticas relacionadas con el accionar de los
antiguos paramilitares. Por su parte, los Urabeños desde 2007 hicieron presen-
cia en el sur de Bolívar, desde donde se expandieron hacia el sur del Cesar entre
2010 y 2011. El arribo de los Urabeños generó confrontaciones por la disputa del
territorio con otros grupos similares como los Rastrojos (CNMH, 2014a).
Pues me dijeron ahí que si quería trabajar en tal parte y yo dije que no.
Cuando eso eran las Águilas Negras. Ahí en San Martín. Pero eso no, eso
llegaron operativos de la Ley, tan, tan, y eso fue rápido que los sacaron.
(CNMH, MNJCV, 2017, 13 de junio)
308
7. DESARME, DESMOVILIZACIÓN Y REINTEGRACIÓN
Allá han matado un poco al día. (...) Unos dicen que es que siguen delin-
quiendo, otros dicen que pueden ser venganza de la gente que... ¿sí me en-
tiende? De los que estaban en la civil, que cuando estaban los grupos arma-
dos, entonces hicieron cosas que no debían hacer o les mataban familiares
y se están vengando. (CNMH, MNJCV, 2017, 15 de junio)
Las dinámicas en las que estos nuevos grupos se mueven, muchas veces, no
representan los viejos o comunes intereses. Es muy común que se use la facha-
da de las AUC para ocultar otras formas de criminalidad que tienen un apoyo
más directo de las instituciones y fuerzas del Estado. La presencia de des-
movilizados de las AUC en grupos armados lo que sí revela es el reciclaje de
especialistas en el uso de las armas, el grado de subordinación o interrelación
que los diferentes miembros de los bloques de esta agrupación habían logrado
con el mundo criminal, y las limitaciones y retrasos del DDR (CNRR, 2007).
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Por otra parte, posterior a la desmovilización del FHJPB, se han dado casos
donde personas desmovilizadas han participado en acciones militares con el
Ejército debido a su conocimiento del territorio. Un territorio que se conoce
por pertenecer a él y porque se lo transita desde la guerra. Este conocimiento
es útil y es utilizado como una forma de estrategia bélica.
310
7. DESARME, DESMOVILIZACIÓN Y REINTEGRACIÓN
Yo pienso que si el Estado (...) fuera muy correcto quitaban, primero que
todo, quitaban la... pusieran leyes en general para aquellos corruptos. (...)
Digamos, implementaran trabajo para la población, le dieran esos bene-
ficios que de verdad esos pueblos necesitan, ¿ve? No habría tanta violen-
cia. Pero es que es muy difícil, porque es que el mismo gobierno nace la
misma corrupción que puede haber. (CNMH, MNJCV, 2017, 23 de mayo)
311
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
En los relatos del Mecanismo se menciona con frecuencia que entre los be-
neficios que les brindaron a quienes se querían desmovilizar se encuentra el
acceso a la educación. En estos relatos es posible analizar que, más allá de
las ayudas económicas, muchos de los desmovilizados entraron al proceso de
DDR por los demás beneficios que ofrecía el proceso de reintegración:
[Dijeron:] “En estos días nos vamos a desmovilizar, ¿por qué no se desmoviliza
ahí para que se quede ganando una platica del Gobierno?, les va a ir bien, les
van a dar estudio, les van a dar vivienda". (CNMH, MNJCV, 2013, 3 de octubre)
312
7. DESARME, DESMOVILIZACIÓN Y REINTEGRACIÓN
12 Coacción o amenaza.
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
En las contribuciones del MNJCV los entrevistadores lograron percibir que los
desmovilizados hablan de todas estas garantías y ayudas como una posibilidad no
alcanzada. Es importante aclarar que estas ayudas dentro del proceso de DDR con
las AUC se proporcionaron, pero, según la percepción de los reintegrados, en ba-
jos niveles de acceso y cobertura. “Que nos iban a dar vivienda, que nos iban a dar
un carné para la salud y que nos iban a... [que] todos los estudios que realizáramos
eran totalmente gratuitos. Y ya” (CNMH, MNJCV, 2013, 3 de octubre). Todos los
desmovilizados son muy conscientes de estas garantías ofrecidas, pero reconocen
que faltan más espacios para que puedan tener acceso a ellas.
Entre los desmovilizados del FHJPB se reconoce que las víctimas deben ser
resarcidas y que los responsables deben asumir los hechos victimizantes come-
tidos contra la población. Esta garantía de reconocimiento resulta de suma im-
portancia para la reparación integral y los compromisos de los desmovilizados:
Que se les tenga en cuenta, como todo ser humano tenemos derechos y
deberes, que se les tenga en cuenta las cosas, los sufrimientos y todo lo que
han pasado. (CNMH, MNJCV, 2017, 14 de junio)
¿Cómo puedo yo aportar a la reparación de las víctimas? Pues con las decla-
raciones de uno, con la verdad, y tratando de esclarecer pues todos los hechos
que se presentaron en el pasado; esa sería la manera de contribuir a la repa-
ración. Lo que sí que podría uno hacer era que realmente pues se rastreara de
verdad los bienes que poseen los comandantes de las autodefensas, (...) esos
bienes pues están ahí a la deriva, que yo creo que el Gobierno Nacional debe-
ría de fijarse bien en eso para tratar de resarcir un poco el daño que causaron
los grupos de autodefensas. (CNMH, MNJCV, 2019, 8 de junio)
314
7. DESARME, DESMOVILIZACIÓN Y REINTEGRACIÓN
Para las víctimas del FHJPB es importante que se les brinden todas las ga-
rantías de participación en escenarios locales y nacionales, donde desde sus
organizaciones puedan exigir el cumplimiento de los compromisos del Estado
en cuanto a la reparación integral y el goce efectivo de los derechos:
El respeto de los derechos individuales que garantizan los colectivos. Las 4.500
víctimas quieren tener las herramientas para hacer presencia y exigir sus de-
rechos en las entidades departamentales y nacionales. Más allá de las repara-
ciones simbólicas, es importante la reparación física. (CNMH, CV, Taller San
Martín, 2021, 2, 3 y 4 de marzo)
Hace poco se escuchó decir que a 26 mujeres que fueron víctimas de vio-
laciones por los grupos paramilitares el Estado les pagó, o sea como que
les pagó pues los daños. Aunque pues eso nunca lo pagan, no. Porque los
daños siempre van a estar ahí. Estas mujeres eran de Teorama y San Pablo.
(CNMH, CV, 2021, 8 de junio)
315
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
Como líder social escucha a veces decir de muchas personas: “Uy, volvie-
ron nuevamente los paracos. Esto será distinto”. (...) El sueño y el anhelo
es a la no repetición a que un flagelo de esto no lo quiere uno para las
futuras generaciones, o sea realmente importante que la memoria no se
haga como... no se vaya, que quede marcada para que no vuelva a suceder
un flagelo de estos. (CNMH, CV, Taller Aguachica, 2021, 10 y 11 de junio)
316
CONCLUSIONES
3. Los apoyos y las alianzas que se establecieron con los sectores económi-
cos, políticos y sociales del territorio fueron estratégicos para el surgi-
miento y expansión del grupo paramilitar; la institucionalidad también
tuvo un rol activo en el desarrollo de la organización armada ilegal.
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
10. El daño político fue una de las principales consecuencias del accio-
nar del FHJPB, que involucró prácticas como la persecución a la or-
ganización social, los sindicatos, las organizaciones comunitarias y
barriales, y el debilitamiento institucional. Los cambios en el sistema
político de finales de los ochenta y principios de los noventa abrieron
la posibilidad de participación a proyectos políticos históricamente
excluidos, que, al competir con los poderes tradicionales, sufrieron la
persecución y el asesinato sus líderes y simpatizantes. Estas acciones
tuvieron resultados negativos en la participación democrática de la
ciudadanía, que aún hoy tiene miedo de formar colectivos, demandar
derechos fundamentales ante las autoridades y participar libremente
en procesos electorales.
318
CONCLUSIONES
18. El proceso de DDR del FHJPB incluyó a Vinculados con Fines de Des-
movilización, lo que sugiere una intención de ocultamiento de su ac-
cionar al reemplazar paramilitares con una amplia trayectoria por per-
sonas recién reclutadas.
20. Tanto las víctimas individuales como los Sujetos de Reparación Colec-
tiva perciben que el proceso de reparación integral es lento, excluyente
e insuficiente en relación con sus necesidades.
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
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REFERENCIAS
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
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REFERENCIAS
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https://bit.ly/48TFzMI
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tencia contra el Frente Héctor Julio Peinado Becerra (Alexandra Valen-
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329
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
330
REFERENCIAS
331
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
332
REFERENCIAS
Contribuciones voluntarias
333
VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
334
REFERENCIAS
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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACIÓN SOCIAL EN EL SUR DEL CESAR Y EN LA PROVINCIA DE OCAÑA.
ACCIÓN PARAMILITAR DEL FRENTE HÉCTOR JULIO PEINADO BECERRA
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«Si usted era líder en una vereda, era un revolucionario y auxiliador, a usted
había que matarlo. Si era líder estudiantil, si era líder del sindicato, si usted era
no sé qué... eso es una locura en este país. […] Ellos comenzaron a dominar
territorialmente […], pero hicieron una limpieza social, […] eso es masacres
colectivas y selectivas. Y vino, como te decía, la otra cara de la moneda, el
despojo de las tierras» (CNMH, CV, julio 10, 2020).
*
«Ellos implementaban el famoso toque de queda a través de un pasquín que decía:
“Muerte a prostitutas, muerte a viciosos, a ladrones”. […] Entonces todo mundo
no salía de las casas después de las diez de la noche, once, porque los paracos iban
a estar pa’ arriba y pa’ abajo. (...) Le arrancaban [a los jóvenes] el arete con todo y
oreja, el pelo se lo cortaban en la calle» (CNMH, CV, junio 7, 2021).
*
«Somos memoria, el sol que renace ante la impunidad, nosotros somos eso,
memoria, porque nosotros somos los que tenemos las voces de las personas
que no están. Si nosotros no tuviéramos ese interés esa persona estaría
olvidada» (CNMH, CV, noviembre 20, 2020).
*
«Con el tiempo nos dimos cuenta de que algo positivo de todo es que nosotras
mismas nos quitamos ese nudo de la boca, para poder expresar y no callar
nunca nada. Nuestra voz realmente la utilizamos por la voz de los que no
están» (CNMH, CV, Aguachica, noviembre 30, 2020).
*
«Entrevistado: La verdad es que nunca tomé un arma, no me coloqué un
camuflado, no cogí un radio y nunca llegué a ser... o sea, nunca llegué a formar
filas de... o a estar entre las filas de ese...
Entrevistador: ¿Su pertenencia al Frente Héctor Julio Peinado Becerra fue en
términos de qué, de su desmovilización?
Entrevistado: Por desmovilizarme. Sí, señor. Solo por desmovilizarme»
(CNMH, MNJCV, octubre 3, 2013).