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"De regreso a

la senda
antigua"
"Redescubriendo los
Fundamentos de la fe
Cristina

EL BEREHIST
Créditos y Dedicatoria

© David Nieto, [año de publicación]. Todos los derechos


reservados.

Primera edición publicada en [año de publicación].

Ninguna parte de este libro puede ser reproducida sin


permiso escrito del autor, salvo en el caso de citas breves
para reseñas y comentarios.

ISBN: (Deja este espacio para agregar el número más


adelante)

Publicado por: [Espacio para la editorial]

Dedicatoria:

Desde ya, muchas gracias al Señor nuestro Dios, quien nos


ayuda y es nuestra fuente de inspiración para este material
hecho con todo el deseo de mi corazón de poder expandir el
evangelio de nuestro Señor Jesucristo para la edificación del
pueblo del Señor.

Gracias al Espíritu Santo del Señor, quien trajo estas


verdades y fundamentos para nuestros días, sabiendo que el
pueblo del Señor debe de estar siempre preparado para
toda buena obra.Gracias a todos los que apoyan siempre la
obra del Señor.

Dedicado a todos los que buscan redescubrir la esencia de


su fe y caminar en la verdad de Cristo. A mi familia y mis
hermanos en la fe, por su apoyo constante y oraciones.
Siempre sabiendo
Y entendiendo que toda la gloria es para el señora
Nuestro dios

Colosenses 3:23-24

23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el


Señor y no para los hombres; 24 sabiendo que del Señor
recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el
Señor servís
ÍNDICE

1.Introducción .................
Una mirada a la senda antigua y el
propósito de este libro................ pág. 1
2.Los fundamentos del cristianismo
La historia de la fe cristiana
El contexto y la cultura en los tiempos bíblicos
Los pilares de nuestra fe ........ pág.2

4.La importancia del bautismo .................... pág.4


Significado, simbolismo y su rol en la vida del
creyente.

5.El ministerio y sus funciones ..................... pág.5


6.La Cena del Señor .................................... pág.6
Introducción

En un mundo lleno de confusión y constantes cambios,


la necesidad de regresar a los fundamentos de nuestra
fe es más urgente que nunca. Este libro, De Regreso a la
Senda Antigua, ha sido creado con el propósito de guiar
al pueblo de Dios a redescubrir los principios que nos
han sido dados a lo largo de la historia, desde los
comienzos del cristianismo hasta el día de hoy.

El cristianismo no es solo una religión, sino una relación


viva con nuestro Creador, y nuestra identidad como hijos
de Dios debe ser siempre fundamentada en Su Palabra.
Es por eso que en este libro nos enfocamos en los
pilares de nuestra fe, desde el bautismo hasta la cena
del Señor, pasando por la obra del Espíritu Santo y la
importancia de vivir de acuerdo con los principios
bíblicos.

A lo largo de cada capítulo, exploraremos el profundo


significado de estos temas, su contexto histórico y
cultural, y cómo podemos aplicarlos en nuestra vida
diaria. Estos no son solo conceptos teóricos, sino
verdades vivas que deben ser experimentadas y vividas
por cada creyente en su caminar con Cristo.

Mi deseo es que al leer este libro, no solo adquieras


conocimiento, sino que tu vida sea transformada, y que
como iglesia, podamos regresar a esos fundamentos
que nos fueron dados desde el principio, en la senda
antigua, y caminar en la verdad de Cristo, con todo
nuestro corazón y ser.

Este es un llamado a todos los que buscan profundizar


en su fe, aquellos que desean conocer la verdad a fondo
y vivir conforme a ella, para que podamos ser la luz del
mundo en medio de la oscuridad. Que este material sea
una herramienta que Dios use para edificación y
restauración en nuestras vidas y comunidades.
Capítulo 1: El Fundamento de la Fe Cristiana
Introducción
La fe cristiana es el núcleo que sostiene la vida del creyente y
la vida de la Iglesia. Sin ella, no existiría el camino hacia la
salvación ni la posibilidad de experimentar la obra
transformadora de Cristo en nuestra vida. En este capítulo,
exploraremos los fundamentos esenciales de nuestra fe, desde
los orígenes del cristianismo hasta las verdades teológicas que
nos sostienen y nos guían en nuestra vida cristiana.

. La Historia del Cristianismo Primitivo


El cristianismo tiene sus raíces en el judaísmo del siglo I, pero
se diferencia fundamentalmente en la figura central: Jesucristo.
Su vida, muerte y resurrección dieron origen a un movimiento
que rápidamente se extendió por todo el Imperio Romano y
más allá.
Antes de que existiera lo que conocemos como la iglesia
cristiana, existía un contexto cultural y religioso determinado
por el Imperio Romano y el Judaísmo. Jesús nació en un
contexto político complejo bajo el dominio del Imperio
Romano, pero también dentro de la tradición judía.
Contexto histórico:
Jesús de Nazaret: Nació alrededor del año 4 a.C. en la región
de Judea, en el contexto del Imperio Romano. Su ministerio
público comenzó hacia los 30 años, predicando el Reino de
Dios, llamando al arrepentimiento, y ofreciendo una nueva
relación con Dios basada en la fe.
El Judaísmo del Primer Siglo: La región de Judea, donde vivió
Jesús, estaba bajo la influencia de la cultura helenística y el
dominio romano. Los judíos eran monoteístas, y su religión
estaba centrada en la Ley de Moisés, las escrituras del Antiguo
Testamento, y la esperanza del Mesías prometido.
El Imperio Romano: El Imperio Romano era conocido por su
vasto poder, su control militar, y su dominio cultural. En la
época de Jesús, el Imperio Romano tenía un fuerte impacto en
las tradiciones sociales, religiosas y políticas de los pueblos
conquistados. Sin embargo, los cristianos primitivos no tenían
intención de formar una revolución política, sino un movimiento
espiritual que ofrecería salvación al mundo
Los apóstoles: Después de la resurrección de Jesús, los
discípulos, guiados por el Espíritu Santo, comenzaron a
predicar el mensaje de salvación.
El Evangelio de Jesucristo: El Corazón del Cristianismo
La palabra "Evangelio" significa "buena noticia", y el centro
de esta buena noticia es la vida, muerte y resurrección de
Jesucristo. Pero ¿qué significa esto para el cristiano?

La Enseñanza de Jesús: A lo largo de su vida, Jesús predicó


acerca del Reino de Dios, la restauración de la humanidad, y
el amor incondicional de Dios. El Sermón del Monte, por
ejemplo, presenta la ética del Reino de Dios, que desafía las
normas sociales y establece el amor como el principio
fundamental (Mateo 5-7).
El Reino de Dios: La proclamación del Reino de Dios es una
parte fundamental del mensaje de Jesús. Este Reino no es de
este mundo, sino un Reino espiritual que transforma los
corazones de los creyentes. Es un llamado a la reconciliación
con Dios y con los demás, y una invitación a vivir según los
principios de justicia, misericordia y paz.
La Muerte y Resurrección: La muerte de Jesús en la cruz es el
acto supremo de sacrificio por los pecados de la humanidad,
y su resurrección es la victoria sobre la muerte y el pecado,
garantizando la vida eterna a todos los que creen en Él. La
crucifixión y la resurrección son la base sobre la cual se funda
el cristianismo, y son los eventos que otorgan esperanza y
salvación al creyente.

La Iglesia Primitiva: Origen y Expansión


La iglesia primitiva, nacida tras la resurrección de Jesús, fue
un movimiento de seguidores comprometidos con la
enseñanza de Cristo. Aunque el cristianismo comenzó como
una secta dentro del judaísmo, rápidamente se expandió más
allá de las fronteras de Judea, alcanzando los rincones más
lejanos del Imperio Romano.
Pentecostés y el Espíritu Santo: En el día de Pentecostés
(Hechos 2), los discípulos recibieron el Espíritu Santo, lo que
marcó el inicio formal de la iglesia cristiana. Este evento
demostró la presencia activa de Dios en la vida de los
creyentes y les dio poder para predicar el evangelio con
valentía y eficacia. Desde ese momento, el cristianismo se
expandió a través de las predicaciones de los apóstoles,
como Pedro y Pablo.
Los Primeros Creyentes: Los primeros
cristianos eran judíos, pero rápidamente los
gentiles (no judíos) comenzaron a unirse al
movimiento. La iglesia primitiva se reunía en
hogares y en lugares públicos, compartiendo
la enseñanza de los apóstoles, la oración, la
comunión y el "partir el pan" (Hechos 2:42).

Los Pilares de la Fe Cristiana

El cristianismo tiene pilares que se


encuentran a lo largo de las escrituras y son
esenciales para una vida cristiana sólida.
Estos principios fundamentales son los que
dan forma al camino de cada creyente.

El Bautismo: El bautismo es un acto simbólico


que representa la identificación con la
muerte, sepultura y resurrección de
Jesucristo. Es un acto de obediencia y un
testimonio público de fe (Romanos 6:3-4). El
bautismo no solo es un acto físico, sino que
simboliza la transformación interna que
ocurre cuando una persona recibe a Cristo
como Salvador.

La Cena del Señor: La Cena del Señor es un


acto de recordar la muerte de Cristo y renovar
el compromiso de vivir según sus
enseñanzas. Al tomar el pan y el vino, los
cristianos celebran la obra redentora de Jesús
y proclaman su muerte hasta que Él regrese
(1 Corintios 11:23-26).
El Espíritu Santo:
El Espíritu Santo es la presencia activa de Dios
en la vida del creyente. Es quien guía,
consuela, enseña, y capacita a los cristianos
para vivir la vida cristiana (Juan 14:26). La obra
del Espíritu Santo es crucial para la
transformación del corazón y la vida del
creyente.

5. La Verdad y el Error: La Lucha por la Pureza


del Evangelio

A lo largo de la historia de la iglesia, ha habido


luchas por preservar la pureza del evangelio.
A medida que el cristianismo se expandió,
también lo hicieron las distorsiones y falsas
enseñanzas.

Las Herejías y la Defensa de la Fe: Los


primeros cristianos enfrentaron una serie de
desafíos doctrinales, incluyendo el
gnosticismo, el arrianismo, y otros
movimientos que intentaron desvirtuar la
identidad de Jesús y la naturaleza de la
salvación. La iglesia respondió a estas
amenazas con concilios y escritos que
reafirmaban la verdadera doctrina.

La Importancia de la Escritura: El cristianismo


primitivo se fundamentó en las escrituras,
tanto del Antiguo Testamento como en los
escritos apostólicos que más tarde se
conformarían en el Nuevo Testamento. La
Escritura fue vista como la autoridad final en la
vida del cristiano (2 Timoteo 3:16-17).
Agnosticismo y Arianismo: Definiciones y Contexto

Dentro del contexto de los desafíos a la fe cristiana


en los primeros siglos y en la actualidad, es
importante entender conceptos como el
agnosticismo y el arianismo.

Agnosticismo: Es una postura filosófica que


sostiene que el conocimiento de lo divino o de Dios
es inaccesible o imposible de obtener. Los
agnósticos no niegan necesariamente la existencia
de Dios, pero argumentan que no se puede
conocer ni probar Su existencia de forma definitiva.
Esta posición contrasta con la fe cristiana, que
enseña que Dios se ha revelado de manera clara y
específica a través de la creación, las Escrituras y,
de forma más completa, en la persona de
Jesucristo.

Arianismo: Es una herejía cristiana que surgió en el


siglo IV y que sostenía que Jesús, el Hijo de Dios,
era una creación de Dios Padre y, por lo tanto, no
era coeterno ni consustancial con Él. Esta
enseñanza, promovida por Arrio, un presbítero de
Alejandría, negaba la plena divinidad de Cristo, lo
que iba en contra de la enseñanza cristiana
ortodoxa que afirma que Jesús es Dios en esencia y
uno con el Padre. El arrianismo fue condenado
como herejía en el Concilio de Nicea en el año 325
d.C., donde se afirmó la doctrina de la plena
divinidad de Cristo.

Estás son algunos de los movimientos que


enfrentaban los primeros cristianos instruidos en la
palabra del señor
Para poder defender y conservar la fe de los
santos .
Aplicación Práctica Profunda
Reflexiones Personales y Desafíos Modernos:
La historia de la iglesia primitiva no es solo un
relato antiguo, sino un espejo de lo que los
creyentes enfrentan hoy. Reflexiona sobre
estas preguntas y desafíos:

¿Cómo respondes cuando tu fe es cuestionada


o atacada en tu entorno?

¿Qué ejemplos de fidelidad y valentía


encuentras en los primeros cristianos que
puedas aplicar en tu vida?
¿De qué manera los fundamentos históricos de
la fe te motivan a profundizar tu relación con
Dios?

Tómate el tiempo para evaluar tu vida cristiana


y anímate a participar en estudios bíblicos,
discipulados y grupos de oración que
fortalezcan tu fe, siguiendo el ejemplo de los
cristianos de antaño.

. Contexto Cultural y Significado Práctico


La Vida de los Cristianos Primitivos: Describe
cómo los cristianos vivían en comunidades y
compartían todo lo que tenían (Hechos
2:44-47), enfatizando la importancia de la
hermandad y el apoyo mutuo. Esto servirá
como un puente para hablar de la relevancia
de la comunidad en la fe actual y cómo la
unidad era y sigue siendo una respuesta al
aislamiento y la persecución. y un testimoño
viví de su fe
Herramientas de Profundización
Lectura Recomendada y Recursos: Para
ampliar tu conocimiento y comprensión,
considera leer libros de autores como:
Mero Cristianismo de C.S. Lewis.
Escritos de Agustín de Hipona.
Obras contemporáneas de teólogos como
Ravi Zacharias y Timothy Keller.

Estos recursos te ayudarán a explorar la


apologética y cómo aplicar los principios de
la iglesia primitiva en la actualidad.

Ejercicios Devocionales: Te propongo un


plan devocional de siete días que
contemple la lectura y meditación de
pasajes clave:

Día 1: Hechos 1 – Preparación de la iglesia.


Día 2: Hechos 2 – El derramamiento del
Espíritu Santo y la primera comunidad.
Día 3: Hechos 4:32-37 – Unidad y
generosidad.
Días 4-7: Extractos de las cartas de Pablo
sobre el cuerpo de Cristo (1 Corintios 12,
Efesios 4) y la defensa de la fe (Filipenses
1:27-30).
Impacto Personal y Moderno
Testimonios Inspiradores: Historias de
cristianos contemporáneos que
enfrentaron persecución y
mantuvieron su fe firme pueden
inspirarte. Estas historias demuestran
que la esencia de la fe de los primeros
cristianos sigue viva en la actualidad y
que, con la gracia de Dios, es posible
perseverar.

Desafíos Contemporáneos a la Fe: El


cristianismo enfrenta desafíos como el
secularismo y la indiferencia religiosa,
similares a los retos que enfrentaron
los primeros creyentes en un mundo
hostil. Esto nos llama a ser luz en
medio de la oscuridad y a
mantenernos firmes en la verdad de
Cristo, como lo hicieron ellos.
Capítulo 2: El Bautismo en Agua
– Significado, Origen y Práctica
El bautismo en agua es una práctica de
suma importancia en la fe cristiana. Más
allá de ser un ritual, es un acto de
obediencia, una declaración pública de fe
y un símbolo de la unión con Cristo. En
este capítulo, exploraremos en
profundidad los aspectos bíblicos,
históricos y teológicos del bautismo,
incluyendo quién puede ser bautizado,
quién tiene la autoridad para realizar el
bautismo, y los significados que tiene en
el contexto del Antiguo y Nuevo
Testamento.

1. El Origen y Simbolismo del Bautismo


en la Historia Bíblica
Antes del ministerio de Juan el Bautista,
ya existían prácticas de purificación con
agua en la tradición judía. Los rituales de
inmersión en agua, llamados "mikvá" en
hebreo, se realizaban como símbolo de
limpieza espiritual. Aunque estos actos
no eran exactamente el bautismo que
conocemos, sí preparaban el camino para
la comprensión de este sacramento.
En el Nuevo Testamento, Juan el Bautista introdujo
un bautismo de arrepentimiento, llamando a la
gente a confesar sus pecados y a prepararse para
la llegada del Mesías.

Mateo 3:11: "Yo a la verdad os bautizo en agua


para arrepentimiento; pero el que viene tras mí,
cuyo calzado no soy digno de llevar, es más
poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo
y fuego."

A través de este acto, Juan mostró que el


bautismo simbolizaba una transformación interna
y el inicio de una vida nueva.

2. El Bautismo en el Antiguo Testamento – Figuras


Simbólicas
Aunque el bautismo como tal no existía en el
Antiguo Testamento, hay varios eventos que se
interpretan como figuras o tipos de bautismo:

Noé y el Diluvio: En 1 Pedro 3:20-21, se menciona


que el arca de Noé y el diluvio prefiguran el
bautismo, ya que a través del agua, Dios juzga al
mundo antiguo y salva a Noé y a su familia. Aquí,
el agua representa una separación entre el mundo
pecaminoso y el nuevo comienzo para la
humanidad.

La Nube y el Mar en el Éxodo: En 1 Corintios


10:1-2, Pablo describe cómo los israelitas fueron
"bautizados en Moisés" al pasar por el Mar Rojo y
ser guiados por la nube. La nube y el mar
simbolizan la liberación de la esclavitud de Egipto,
prefigurando la liberación del pecado y el
comienzo de una nueva vida bajo la guía de Dios.
Estas figuras muestran que el agua
representa tanto juicio como salvación,
limpieza y un nuevo comienzo, un tema
que se profundiza en el bautismo
cristiano.

3. El Bautismo de Jesús y Su Ejemplo


para Nosotros
El bautismo de Jesús por Juan en el río
Jordán marcó el inicio de Su ministerio y
nos dio un ejemplo de obediencia.
Aunque Jesús no tenía pecado, se
sometió al bautismo para identificarse
con la humanidad y cumplir toda justicia.

Mateo 3:16-17: "Y Jesús, después que


fue bautizado, subió luego del agua; y he
aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al
Espíritu de Dios que descendía como
paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz
de los cielos que decía: Este es mi Hijo
amado, en quien tengo complacencia."

Este evento no solo valida la importancia


del bautismo, sino también la
aprobación de Dios y la presencia del
Espíritu Santo en este acto.
4. ¿Quién Puede Ser Bautizado?

El bautismo es para aquellos que han


puesto su fe en Jesucristo y han aceptado
Su obra redentora. Esto lo vemos en la
historia del etíope, quien después de
escuchar la explicación de Isaías que
Felipe le dio sobre Jesús, pidió ser
bautizado inmediatamente.

Hechos 8:36-38: "Y yendo por el camino,


llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco:
Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea
bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo
corazón, bien puedes. Y respondiendo,
dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de
Dios. Y mandó parar el carro; y
descendieron ambos al agua, Felipe y el
eunuco, y le bautizó."
El bautismo es un paso de fe que debe
seguir a la creencia en el evangelio.
También se trata de un acto voluntario de
obediencia, que puede ser realizado por
cualquier creyente que haya comprendido
el mensaje de salvación y esté dispuesto
a vivir conforme a los principios cristianos.
. ¿Quién Puede Bautizar?

En el Nuevo Testamento, los


apóstoles y discípulos tenían la
autoridad para bautizar en el nombre
de Jesús. Hoy en día, muchos creen
que esta autoridad puede ser
ejercida por cualquier creyente
maduro o líder de la iglesia, siempre
que se haga en el nombre del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo, según
las enseñanzas de Jesús en Mateo
28:19: "Por tanto, id, y haced
discípulos a todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo."

Esto muestra que el bautismo es una


parte esencial de hacer discípulos y
no está restringido a un grupo
específico, sino a quienes han
recibido el llamado de liderar y
enseñar dentro de la iglesia.
Ejemplos de Bautismo en el Nuevo
Testamento
Además del eunuco etíope, otros
ejemplos incluyen:

El bautismo de Cornelio y su casa: En


Hechos 10:44-48, Pedro bautiza a
Cornelio y a los gentiles que reciben el
Espíritu Santo, mostrando que el
bautismo es para todos los que creen,
sin importar su origen étnico.

Los discípulos en Éfeso: En Hechos


19:1-6, Pablo encuentra a discípulos
que solo conocían el bautismo de Juan.
Les enseña sobre el bautismo en Cristo,
y después de ser bautizados en el
nombre de Jesús, reciben el Espíritu
Santo.

El Bautismo en el Nombre de Jesús –


Identificación y Nueva Vida
El bautismo representa la muerte al
pecado y la resurrección a una vida
nueva en Cristo. Al descender al agua, el
creyente simboliza la muerte de su vida
pasada; al ascender, simboliza la nueva
vida en Jesús.
Romanos 6:3-4: "¿O no sabéis que
todos los que hemos sido bautizados
en Cristo Jesús, hemos sido
bautizados en su muerte? Porque
somos sepultados juntamente con él
para muerte por el bautismo, a fin de
que como Cristo resucitó de los
muertos por la gloria del Padre, así
también nosotros andemos en vida
nueva."

Este acto no solo es una limpieza


simbólica, sino una declaración de
transformación y unión con Cristo.

Es un símbolo profundo de la muerte


al pecado, el nuevo nacimiento y la
identificación con la muerte y
resurrección de Cristo. Como
seguidores de Jesús, somos llamados
a dar este paso de obediencia,
recordando que, en el bautismo,
declaramos al mundo nuestra fe y
nuestro compromiso de vivir una vida
transformada en Cristo.
Capítulo: 3.El Significado
Espiritual del Bautismo ,
Lo que Sucede en lo Invisible
El bautismo no solo tiene un
significado visible y simbólico, sino
que también marca un cambio
profundo en lo espiritual. En el
momento en que un creyente se
bautiza, ocurren varias
transformaciones espirituales
significativas:

1.Paso de Muerte a Vida Al ser


bautizados, simbolizamos nuestra
muerte al pecado y nuestra
resurrección a una nueva vida en
Cristo. Esto es un reflejo de lo que
sucede en lo espiritual: pasamos de
la muerte espiritual a la vida eterna
en Jesús.

Juan 5:24: "De cierto, de cierto os


digo: El que oye mi palabra, y cree al
que me envió, tiene vida eterna; y no
vendrá a condenación, mas ha
pasado de muerte a vida."
2.De las Tinieblas a la Luz Admirable
El bautismo marca el momento en
que un creyente es trasladado de las
tinieblas espirituales a la luz de
Cristo, entrando en la verdad y el
conocimiento de Dios.

1 Pedro 2:9: "Mas vosotros sois linaje


escogido, real sacerdocio, nación
santa, pueblo adquirido por Dios, para
que anunciéis las virtudes de aquel
que os llamó de las tinieblas a su luz
admirable."

3.Del Reino de las Tinieblas al Reino


de Su Hijo Amado El acto del
bautismo representa el traslado de
nuestra condición bajo el dominio del
pecado y el gobierno de Satanás al
reino de Jesucristo, donde
encontramos salvación y autoridad
divina.

Colosenses 1:13: "El cual nos ha


librado de la potestad de las tinieblas,
y trasladado al reino de su amado
Hijo."
4.De la Esclavitud a la Libertad en Cristo
Antes de conocer a Cristo, estábamos
esclavizados al pecado y bajo el dominio
de la carne y Satanás. El bautismo
simboliza la liberación de esta esclavitud,
dándonos la libertad de vivir en
obediencia a Dios.

Romanos 6:17-18: "Pero gracias a Dios,


que aunque erais esclavos del pecado,
habéis obedecido de corazón a aquella
forma de doctrina a la cual fuisteis
entregados; y libertados del pecado,
vinisteis a ser siervos de la justicia."

5.Renovación Espiritual y Nueva


Identidad Al ser bautizados, recibimos
una nueva identidad como hijos de Dios.
El acto del bautismo no solo refleja el
perdón de nuestros pecados, sino
también la adopción en la familia de Dios
y la renovación de nuestro ser interior.
2 Corintios 5:17: "De modo que si alguno
está en Cristo, nueva criatura es; las
cosas viejas pasaron; he aquí todas son
hechas nuevas."
El Testimonio Público del Bautismo

El bautismo es más que un acto


privado de fe; es una declaración
pública de que hemos decidido
seguir a Jesucristo. Al ser
bautizados, declaramos
abiertamente nuestra fe ante la
comunidad de creyentes y el mundo,
confesando que pertenecemos a
Cristo y que vivimos para Él.

Mateo 10:32: “A cualquiera, pues,


que me confiese delante de los
hombres, yo también le confesaré
delante de mi Padre que está en los
cielos.”

Este testimonio público reafirma


nuestro compromiso con Jesús y es
un recordatorio de que no nos
avergonzamos del evangelio.
Además, simboliza nuestra inclusión
en el cuerpo de Cristo y en la
comunión de los santos.
La Similitud del Bautismo y la
Circuncisión Espiritual

El bautismo en el Nuevo Testamento se


presenta como una señal de la
circuncisión espiritual. Así como la
circuncisión en el Antiguo Testamento era
un pacto entre Dios y Su pueblo, el
bautismo simboliza un pacto nuevo y más
profundo con Dios, en el que el creyente
se despoja de la naturaleza pecaminosa
para caminar en la novedad de vida.

Colosenses 2:11-12: “En él también


fuisteis circuncidados con circuncisión no
hecha a mano, al despojo del cuerpo
pecaminoso carnal, en la circuncisión de
Cristo; sepultados con él en el bautismo,
en el cual fuisteis también resucitados con
él, mediante la fe en el poder de Dios que
le levantó de los muertos.”

Este pasaje subraya que, en el bautismo,


participamos simbólicamente en la
muerte y resurrección de Cristo. Es un
acto de renacimiento espiritual donde el
viejo ser queda atrás y surge una nueva
creación, marcada por la fe en el poder de
Dios.
Capítulo 4: La Cena del
Señor - Un Acto de
Comunión y Recordación
Introducción a la Cena del Señor
La Cena del Señor es un acto
sagrado que fue instituido por
Jesucristo durante la última cena
con sus discípulos, antes de Su
crucifixión. Este acto es una de
las expresiones más profundas
de la fe cristiana y simboliza la
comunión con Cristo y con la
comunidad de creyentes.

Lucas 22:19-20: “Y tomó el pan y


dio gracias, y lo partió y les dio,
diciendo: Esto es mi cuerpo, que
por vosotros es dado; haced esto
en memoria de mí. De igual
manera, después que hubo
cenado, tomó la copa, diciendo:
Esta copa es el nuevo pacto en mi
sangre, que por vosotros se
derrama.
Contexto Histórico de la Cena del
Señor

La Última Cena y su Significado


Pascual
Jesús instituyó la Cena del Señor en
el contexto de la Pascua judía, que
conmemoraba la liberación de Israel
de la esclavitud en Egipto. Esta
celebración incluía el consumo de pan
sin levadura y cordero, simbolizando
la rapidez de la salida de Egipto y la
protección de Dios.

Éxodo 12:14: “Y este día os será en


memoria, y lo celebraréis como fiesta
solemne para Jehová durante
vuestras generaciones; por estatuto
perpetuo lo celebraréis.”

En este marco, Jesús dio un nuevo


significado al pan y al vino,
refiriéndose a Su cuerpo y sangre,
anunciando el sacrificio que traería
redención al mundo.
La Cena del Señor en la Iglesia de Corinto

El apóstol Pablo aborda el tema de la


Cena del Señor en 1 Corintios 11:17-34.
La iglesia de Corinto, conocida por sus
divisiones y desórdenes, había
desvirtuado la práctica de la Cena del
Señor, convirtiéndola en un motivo de
disputa y egoísmo en lugar de comunión
y reverencia.

1 Corintios 11:20-21: “Cuando, pues, os


reunís vosotros, esto no es comer la cena
del Señor. Porque al comer, cada uno se
adelanta a tomar su propia cena; y uno
tiene hambre, y otro se embriaga.”

Los Problemas en Corinto


El contexto histórico nos muestra que en
Corinto, la Cena del Señor se celebraba
en el marco de un ágape o banquete de
amor. Sin embargo, este ágape había
degenerado en una celebración donde
predominaban la desigualdad y la falta
de respeto. Los más ricos traían
abundante comida y bebida para sí
mismos, mientras que los más pobres
quedaban excluidos y hambrientos. Esta
conducta contradecía el propósito de
unidad y amor que la Cena del Señor
simbolizaba.
El Juicio que Pablo Advertía
Pablo advierte que participar de la
Cena del Señor de manera indigna,
es decir, sin discernir el cuerpo y la
sangre de Cristo, trae juicio sobre
los participantes.

1 Corintios 11:27-29: “De manera


que cualquiera que comiere este
pan o bebiere esta copa del Señor
indignamente, será culpado del
cuerpo y de la sangre del Señor. Por
tanto, pruébese cada uno a sí
mismo, y coma así del pan, y beba
de la copa. Porque el que come y
bebe indignamente, sin discernir el
cuerpo del Señor, juicio come y bebe
para sí.”

El “juicio” mencionado por Pablo se


refiere a las consecuencias
espirituales y físicas de deshonrar la
Cena del Señor. Algunos en Corinto
habían experimentado enfermedad
y muerte por no participar con
respeto y autoexamen.
La Palabra "Indigno" en 1 Corintios
11:27
El pasaje en 1 Corintios 11:27 dice:

"Por lo cual, el que comiere este pan


o bebiere esta copa del Señor
indignamente, será culpable del
cuerpo y de la sangre del Señor."

La palabra "indignamente" tiene un


profundo significado teológico que
es importante entender. En su raíz,
"indigno" implica estar en una
condición de deshonra, falta de
respeto o irreverencia hacia algo
sagrado. La palabra griega utilizada
aquí es "anaxios" (ἀνάξιος), que
significa literalmente "no adecuado",
"no digno" o "no apropiado".

¿Qué significa ser indigno al tomar la


Cena del Señor?
El apóstol Pablo nos enseña que no
es el estado moral o el pecado no
resuelto lo que hace que un creyente
sea "indigno" de participar en la
Cena del Señor, sino el corazón y la
actitud con la que uno se acerca ala
Sena del señor
1.Falta de reverencia y respeto por el
sacrificio: Tomar la Cena del Señor
indignamente significa tratar el sacrificio de
Cristo con ligereza o sin un corazón sincero.
Al participar sin comprender la gravedad de
lo que se está celebrando, uno puede hacer
de este acto algo meramente ritual o
tradicional, sin reconocer el profundo
significado que conlleva.

2.Divisiones en la iglesia: En el contexto de


1 Corintios 11:18-22, Pablo aborda cómo
algunos se adelantaban y comían, sin
esperar a los demás, creando divisiones y
deshonrando el acto de la Cena. Este
comportamiento egoísta y desordenado
puede llevar a un enfoque superficial de la
Cena del Señor, que pierde su propósito de
unidad y comunión. Así, ser indigno de
participar sería venir con una actitud de
división o envidia, sin buscar la unidad en el
cuerpo de Cristo.

3.No examinarse uno mismo: En 1 Corintios


11:28, Pablo dice: "Por tanto, pruébese cada
uno a sí mismo..." Esto sugiere que antes de
participar, cada creyente debe hacer un
examen introspectivo para asegurarse de
que su corazón está en el lugar correcto,
arrepentido y comprometido con la paz, la
reconciliación y la unidad en el cuerpo de
Cristo. Si alguien no se toma el tiempo para
examinarse y sigue participando sin
arrepentimiento, eso es lo que Pablo
considera indigno.
Conclusión sobre la "indignidad":
La indignidad no se refiere a estar
libre de pecado, ya que todos
somos imperfectos y necesitamos
la gracia de Dios. Más bien, se
refiere a participar sin la adecuada
comprensión, respeto y actitud
hacia el sacrificio de Cristo y la
comunión con la iglesia.

Reflexión Espiritual y Teológica


La Cena del Señor es fundamental
porque simboliza:

1.Comunión con Cristo: Al


participar, los creyentes recuerdan
que son parte del cuerpo de Cristo.
Este acto nos lleva a meditar en el
sacrificio de Jesús y nos une a Su
muerte y resurrección.

2.Unidad del Cuerpo de Cristo: La


Cena del Señor enfatiza que todos
los creyentes son un solo cuerpo en
Cristo, sin importar su estatus
social o económico.
3.Renovación del Pacto: Al tomar
el pan y la copa, los creyentes
renuevan su compromiso con el
nuevo pacto sellado con la sangre
de Jesús.

1 Corintios 10:16-17: “La copa de


bendición que bendecimos, ¿no es
la comunión de la sangre de
Cristo? El pan que partimos, ¿no
es la comunión del cuerpo de
Cristo? Porque uno solo es el pan,
así nosotros, siendo muchos,
somos un cuerpo; pues todos
participamos de aquel mismo
pan.”

Significado Espiritual de los


Elementos

El Pan: Representa el cuerpo de


Cristo entregado en la cruz. Nos
recuerda Su sufrimiento y cómo
Su sacrificio nos da vida.
.La Copa: Simboliza la sangre de Cristo,
el nuevo pacto. Esta sangre nos purifica
del pecado y nos reconcilia con Dios.
El Impacto Espiritual al Participar de la
Cena del Señor

Participar en la Cena del Señor no es


solo un acto simbólico, sino una
experiencia espiritual. Al tomar el pan y
el vino:

Pasamos de muerte a vida: Se nos


recuerda que hemos sido rescatados de
la muerte espiritual.

Somos trasladados de las tinieblas a la


luz: Pasamos del reino de Satanás al
reino de Dios.
Renovamos nuestra identidad como
hijos de Dios: La Cena reafirma que
somos parte de la familia de Dios y
compartimos la vida en Cristo.

Colosenses 1:13-14: “El cual nos ha


librado de la potestad de las tinieblas, y
trasladado al reino de su Hijo amado,
en quien tenemos redención por su
sangre, el perdón de pecados.”
La Necesidad de Participar
de la Cena del Señor
Para un creyente, la participación
en la Cena del Señor es esencial
porque:

Es un acto de obediencia a Cristo:


Jesús ordenó a Sus discípulos a
hacerlo en memoria de Él.
Fortalece la fe y la comunión: Nos
recuerda nuestra redención y nos
une en propósito con la iglesia.
Afirma nuestra esperanza en Su
regreso: Cada vez que
participamos, proclamamos la
muerte del Señor hasta que Él
vuelva.

1 Corintios 11:26: “Así, pues, todas


las veces que comiereis este pan y
bebiereis esta copa, la muerte del
Señor anunciáis
hasta que él venga.
La Palabra "Indigno" en 1 Corintios 11:27
El pasaje en 1 Corintios 11:27 dice:

"Por lo cual, el que comiere este pan o


bebiere esta copa del Señor
indignamente, será culpable del cuerpo
y de la sangre del Señor."

La palabra "indignamente" tiene un


profundo significado teológico que es
importante entender. En su raíz,
"indigno" implica estar en una condición
de deshonra, falta de respeto o
irreverencia hacia algo sagrado. La
palabra griega utilizada aquí es
"anaxios" (ἀνάξιος), que significa
literalmente "no adecuado", "no digno" o
"no apropiado".
Qué significa ser indigno al tomar la
Cena del Señor?
El apóstol Pablo nos enseña que no es el
estado moral o el pecado no resuelto lo
que hace que un creyente sea "indigno"
de participar en la Cena del Señor, sino
el corazón y la actitud con la que uno se
acerca al sacramento.
1.Falta de reverencia y respeto por el
sacrificio: Tomar la Cena del Señor
indignamente significa tratar el
sacrificio de Cristo con ligereza o sin
un corazón sincero. Al participar sin
comprender la gravedad de lo que se
está celebrando, uno puede hacer de
este acto algo meramente ritual o
tradicional, sin reconocer el profundo
significado que conlleva.

2.Divisiones en la iglesia: En el
contexto de 1 Corintios 11:18-22,
Pablo aborda cómo algunos se
adelantaban y comían, sin esperar a
los demás, creando divisiones y
deshonrando el acto de la Cena. Este
comportamiento egoísta y
desordenado puede llevar a un
enfoque superficial de la Cena del
Señor, que pierde su propósito de
unidad y comunión. Así, ser indigno
de participar sería venir con una
actitud de división o envidia, sin
buscar la unidad en el cuerpo de
Cristo.
3.No examinarse uno mismo: En 1
Corintios 11:28, Pablo dice: "Por
tanto, pruébese cada uno a sí
mismo..." Esto sugiere que antes de
participar, cada creyente debe
hacer un examen introspectivo para
asegurarse de que su corazón está
en el lugar correcto, arrepentido y
comprometido con la paz, la
reconciliación y la unidad en el
cuerpo de Cristo. Si alguien no se
toma el tiempo para examinarse y
sigue participando sin
arrepentimiento, eso es lo que
Pablo considera indigno.

Conclusión sobre la "indignidad":


La indignidad no se refiere a estar
libre de pecado, ya que todos
somos imperfectos y necesitamos
la gracia de Dios. Más bien, se
refiere a participar sin la adecuada
comprensión, respeto y actitud
hacia el sacrificio de Cristo y la
comunión con la iglesia.
Examen personal: Como vimos en
1 Corintios 11:28, cada creyente
debe examinarse a sí mismo. Esto
implica un tiempo de reflexión
sobre la vida personal y la relación
con Dios, preguntándose si hay
pecado sin confesar o conflictos no
resueltos con otros miembros de
la iglesia. Este es un momento
para asegurarse de que el corazón
está puro y en paz con los demás
y con Dios.
Arrepentimiento sincero: Si
durante el examen personal se
identifica algún pecado, es
esencial confesarlo a Dios y
arrepentirse antes de participar en
la Cena del Señor. En 1 Juan 1:9,
la Escritura nos recuerda: "Si
confesamos nuestros pecados, Él
es fiel y justo para perdonarnos
nuestros pecados y limpiarnos de
toda maldad."
La Cena del Señor en
el Antiguo Testamento
El bautismo y la Cena del Señor no
son actos nuevos en la historia del
pueblo de Dios, sino que tienen un
paralelo con muchas prácticas del
Antiguo Testamento que apuntan
hacia el cumplimiento en Cristo.

1.La Pascua: La Cena del Señor


tiene una conexión directa con la
celebración de la Pascua en el
Antiguo Testamento. La Pascua
conmemoraba la liberación del
pueblo de Israel de la esclavitud en
Egipto, cuando el cordero pascual
fue sacrificado y su sangre aplicada
a los postes de las puertas para
proteger a los israelitas de la muerte
(ver Éxodo 12:1-14). De manera
similar, Cristo es nuestro "Cordero
Pascual" que fue sacrificado por
nuestra liberación del pecado y la
muerte (ver 1 Corintios 5:7).
El pan y el vino en la ofrenda de
la Alianza:
En el Antiguo Testamento,
durante ciertos rituales de la
Alianza, se ofrecía pan y vino
como parte de los sacrificios.
Por ejemplo, el pan de la
proposición (ver Levítico 24:5-9)
y la ofrenda de vino. Estos actos
prefiguraban el sacrificio de
Cristo y el nuevo pacto que Él
establecería con Su sangre.
La Alianza con David: En 2
Samuel 7:16, Dios promete a
David que su descendencia
reinaría para siempre. Esta
promesa culmina en Jesucristo,
quien, a través de Su sacrificio,
establece un reino eterno. La
Cena del Señor es un
recordatorio de esa promesa
cumplida y del reino que Cristo
ha inaugurado.
El sacerdocio de Melquisedec:

En Génesis 14:18, el rey


sacerdote Melquisedec ofrece pan
y vino a Abram. Este acto es visto
como un tipo de Cristo, el
sacerdote eterno, quien en la
Última Cena ofrece Su cuerpo
(pan) y Su sangre (vino) como
sacrificio.

Conclusión Final
La Cena del Señor es un acto de
gran profundidad teológica y
espiritual. Nos recuerda el
sacrificio perfecto de Cristo y nos
invita a vivir en unidad con Él y
con Su cuerpo, la iglesia.
Debemos acercarnos con un
corazón limpio, arrepentido, y
reverente, entendiendo que
estamos participando en un acto
sagrado que conecta lo pasado, lo
presente y lo futuro de nuestra fe
en Cristo.

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