Neoclasicismo
Neoclasicismo
Neoclasicismo
El neoclasicismo fue un movimiento artístico y literario que surgió a mediados del siglo XVIII y abarcó
hasta el siglo XIX. Tenía como base la renovación de los valores filosóficos y estéticos de la Antigüedad
Clásica o grecorromana y el culto a la razón, interpretados como modelos para la construcción de la
modernidad.
La palabra se compone con el prefijo neo-, que significa ‘nuevo’ y el sufijo –ismo, que indica movimiento
o doctrina.
Origen e historia:
El movimiento neoclasicista se originó en Francia, donde fue llamado simplemente clasicismo. Desde allí
se extendió hacia el resto de Europa y América, de la mano con la expansión del Iluminismo o Ilustración,
clave filosófica del movimiento neoclásico en todas sus manifestaciones.
El neoclasicismo condensó en el plano artístico los valores racionales propuestos por el pensamiento de
la Ilustración. En ese sentido, se revalorizaron los ideales políticos, sociales y filosóficos de las llamadas
«civilizaciones clásicas», es decir de la Antigua Grecia y la Antigua Roma, a las que se consideraba como
modelos clasicistas a seguir.
El neoclasicismo fue la expresión estética del Iluminismo o Ilustración, motivo por el cual fue muy bien
acogido en muchos países de América, como Estados Unidos, que encontraban en los valores políticos
de este movimiento la inspiración para la independencia.
Así como los pensadores de la Ilustración, los artistas neoclásicos entendieron el racionalismo como una
bandera para combatir el fanatismo que había causado las recientes guerras de religión en Europa.
En ese sentido, la Antigüedad Clásica era vista una vez más como un modelo a imitar, ya que en ese
momento de la historia nacieron la filosofía, la ciencia y la democracia.
Aquel renovado interés por el pasado grecorromano surgía de los recientes descubrimientos de las
ruinas de Herculano y Pompeya, ocurridos en 1738 y 1748 respectivamente.
Hacia finales del siglo XVII y la primera mitad del siglo XVIII, en Europa dominaba el arte barroco. En
Francia, particularmente, dominaba el rococó en la corte. Inspirados por los valores de la Ilustración,
pronto surgieron detractores de tales estilos, pues los consideraban excesivos, confusos y recargados, y
los relacionaban al fanatismo religioso y a la corrupción aristocrática respectivamente. Por ello, para
oponerse al arte barroco (arte de la Reforma y la Contrarreforma), caracterizado por una decoración
excesiva (horror vacui), el abuso de la línea curva y las formas abiertas y el uso de múltiples puntos de
fuga .
Entonces en este contexto nació el neoclasicismo, un movimiento artístico confesional, es decir, con
programa propio, que reaccionaba contra la tradición artística anterior, proclamando una "revolución"
estética y filosófica.
Sin embargo, cuando el Estado secular comenzó a mostrar rasgos autoritarios e irracionales, y
especialmente cuando Francia (Napoleón) pretendió extender su dominio al resto de Europa, el arte del
neoclasicismo sufrió un serio descrédito y fue juzgado como proselitista, frío y sin alma. Fue así como el
romanticismo hizo su aparición, cuyo precedente inmediato fue el movimiento Sturm und Drang hacia
finales del siglo XVIII.
Sturm und Drang: Literalmente traducido del alemán, «Tormenta e Ímpetu». Se trata de un movimiento
literario juvenil que surgió entre 1770 y 1785 como reacción contra la Ilustración y acaso una primera
manifestación del movimiento romántico alemán, en cuanto foco europeo de primera manifestación del
Romanticismo, ante todo juvenilista.
neoclasicismo en literatura
La producción literaria de este período tiende al culto a la razón y el rechazo a los dogmas religiosos. Se
caracteriza principalmente por sus fábulas y obras de teatro, aunque la poesía neoclásica también gozó
de gran popularidad.
Podemos destacar algunos de los autores neoclásicos como, por ejemplo, el dramaturgo español
Leandro Fernández de Moratin (1760-1828) con obras como, La comedia nueva de 1796 y El sí de las
niñas: comedia en tres actos de 1805