Apuntes Clase 20
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DISCAPACIDAD INTELECTUAL
Hoy no se considera el DI como una condición está4ca en el 4empo y pasa a ser una
condición que varía en función de los apoyos que reciba la persona a lo largo de su vida,
permi4éndole progresar si se le ofrece los apoyos adecuados que ella necesite. Por otro
lado, se plantea que la evaluación debe tener en cuenta la diversidad cultural y lingüís4ca,
así como las diferencias en comunicación y en aspectos sensoriales, motores y
conductuales.
La discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo intelectual) es un trastorno que
comienza durante el período del desarrollo y que incluye limitaciones del funcionamiento
intelectual como también del comportamiento adapta4vo en los dominios conceptual,
social y prác4co. Se deben cumplir los tres criterios siguientes:
Se hablará de una persona con necesidad de soporte intermitente para hacer referencia a
personas con un nivel de DI leve. Una persona con necesidades de apoyo limitado va a
corresponder a un DI moderado; se u4lizará el termino intensidad de apoyo extenso para
aquellas personas que presentan una equivalencia a una DI grave y apoyo generalizado para
personas con DI profunda.
PREVALENCIA
El Primer Estudio Nacional de la Discapacidad del 2005 estableció que en Chile hay 348.057
personas en situación de discapacidad mental, correspondiente a un 2,2% de la población.
Este estudio mostró que la discapacidad es dos veces más frecuente en grupos con
condición socioeconómica que en población con condición socioeconómica media alta.
Estos números coinciden con números internacionales, que indica que el 1-2% de la
población mundial posee algún grado de discapacidad intelectual.
En cuanto al origen de la DI, diversos estudios han demostrado que el 52% de las personas
que presentan DI se debe a daño prenatal, el 15% son originadas en la etapa perinatal y el
8% aproximadamente, en etapas posnatales.
Existe un 25% de personas con DI que presentan e4ología desconocida, gran parte de las
cuales pueden tener un origen gené4co, ya que a medida que avanza la inves4gación en
biomedicina, especialmente en gené4ca, se están descubriendo genes o variantes gené4cas
hasta ahora desconocidas que están implicadas en la DI.
Periodo prenatal
Factores de origen gené4co: algunas condiciones asociadas con factores de origen gené4co
son:
- Trisomía 21, Síndrome de Down, que se caracteriza por rasgos isicos par4culares,
discapacidad intelectual y, a menudo, defectos cardiacos y sensoriales.
- Trisomía 18 incluye discapacidad intelectual, defectos cardiacos, orejas de
implantación baja y flexión de dedos y manos.
- El síndrome de Klinefelter, condición que solo se observa en varones, 4enen 47
cromosomas, con un complemento cromosómico sexual de 4po XXY. Sus
caracterís4cas incluyen: esterilidad, atrofia tes4cular, hialinización (engrosamiento
de la pared vascular por acumulación de proteínas plasmá4cas y restos celulares) de
los tubos seminíferos y ginecomas4a (inflamación del tejido mamario).
- El síndrome de Turner (cario4po 45 XO, cromosoma X ausente o incompleto), que
solo se observa en mujeres, se caracteriza por esterilidad, presentan membrana
cervical, deformaciones esquelé4cas, y discapacidad intelectual.
Comprende los momentos entre el inicio del trabajo de parto y el nacimiento. De los factores
de riesgo podemos encontrar dos grandes grupos:
- De origen mecánico, asociado al uso de fórceps, especialmente por el uso no experto
del instrumental que general traumas en el recién nacido.
- De origen infeccioso, que reúnen aquellos factores transmi4dos por la madre al hijo
en el contacto con la sangre o durante el parto al momento de pasar por el canal de
parto. Dentro de los agentes infecciosos más comunes está la clamidia, que provoca
infecciones en ojos, oídos y pulmones del recién nacido. También la rubeola y el
herpes simple.
Periodo posnatal
Incluyen agentes que impactan el desarrollo del SNC después del nacimiento, dentro de los
que se encuentran:
Fue descrito por primera vez en la literatura médica en 1866 por John Langdon Down. Sin
embargo, hay claras evidencias que sustentan la presencia de personas con el síndrome
años después de Cristo. La figura de terracota perteneciente a la cultura tolteca mejicana
(500 d.C.) es un claro ejemplo. El primer cuadro al óleo que muestra el feno4po isico del SD
fue pintado en 1515. Este óleo muestra un individuo angelical y un admirador terrenal;
ambos comparten cara aplanada, ojos en epicantos, braquidac4lia y clinodac4lia.
Pat Jacobs y Jérome Lejeune descubrieron, de forma separada, en 1958, la e4ología gené4ca
del síndrome con la presencia de un cromosoma extra en los individuos afectados por esta
patología que, actualmente, debe su nombre al primer descriptor.
Las personas con SD presentan, a menudo, otras par4cularidades como estatura baja,
defectos cardiacos congénitos, cataratas congénitas, pérdida audi4va y malformaciones
diges4vas.
Este síndrome afecta alrededor de 1/1000 recién nacidos, existen marcadores que permiten
un diagnós4co prenatal en la gran mayoría de las ocasiones.
Aspectos genéGcos
La causa gené4ca del SD es la presencia de una trisomía 21, es decir, un cromosoma 21 extra
derivado de la no disyunción de forma accidental durante la división celular meió4ca (el 95%
de los casos). Existen entre el 2y el 3% de los casos en los que la no disyunción se ha
producido posteriormente a la fecundación, por lo que la trisomía se encuentra en
mosaicismo. Finalmente, en el 5% de los casos restantes, el cromosoma 21 extra se
encuentra translocado en otro cromosoma, generalmente con otro cromosoma 21. En estos
casos, uno de los progenitores puede ser portador de la translocación de forma balanceada,
incrementando el riesgo de recurrencia; sin embargo, en la mayoría de los casos, la
presencia del cromosoma extra es de novo, por lo que el riesgo de recurrencia es bajo. Se
considera que hay un incremento del riesgo de recurrencia asociado a la edad materna, así
como los antecedentes de gestaciones previas, aunque estas teorías son objeto de debate
(Morris, Muron y Alberman, 2005).
A lo largo de los años, se han desarrollado dis4ntos estudios para descifrar no tan solo el
contenido gené4co implicado en la trisomía 21, sino también el impacto de la presencia de
un cromosoma extra 21 en la expresión génica. Gracias a los resultados preliminares de
estudios de expresión génica en dominios de desregulación, se ha puesto en evidencia que
la trisomía 21 debe considerarse como un trastorno que afecta a la función de la croma4na
y que resulta en feno4pos diversos debido, por un lado, a la sobreexpresión de los genes
(codificantes y no codificantes) localizados en el mismo cromosoma 21 y, por otro, a la
desregulación de genes localizados en otras regiones del genoma como consecuencia de la
presencia de un cromosoma 21 extra. Adicionalmente, se ha postulado que las alteraciones
de la croma4na observadas en la trisomía 21 pueden no ser específicas y, por lo tanto, ser
capaces de presentarse en otras aneuploidías.
Aspectos neurobiológicos
Como un paso más allá del envejecimiento y vinculado al aumento de la esperanza de vida
de las personas con SD, aparece el trastorno neurocogni4vo mayor (anteriormente conocido
como demencia), en concreto la enfermedad de Alzheimer (EA). No existe un acuerdo claro
en relación con los datos de prevalencia para esta población, pero el porcentaje de
afectación respecto a la población general es muy elevado (está es4mada entre 3 y 5 veces
superior a la población general). Según la Organización Mundial de la Salud, las personas
con SD presentan una prevalencia del 9,4% en el rango de edad de 40-49 años, del 36,1%
entre 50-59 años y del 54,5% para el intervalo de 60-69 años. Uno de los aspectos más
caracterís4cos es la presencia de neuropatología propia de la EA en prác4camente la
totalidad de las personas con SD a par4r de la tercera o cuarta década de la vida. Sin
embargo, no todas las personas van a presentar la enfermedad.
Aspectos neuropsicológicos