David Chalacan
David Chalacan
David Chalacan
FACULTAD DE INGENIERÍAS EN
CARRERA DE AGROPECUARIA
AUTOR
DIRECTORA
Agradezco principalmente a Dios, por darme vida y fuerzas para poder continuar con todo
este proceso educativo.
De igual manera a mis padres Murialdo y Rubiela con su apoyo constante pude terminar
con este largo camino de aprendizaje, a todos mis familiares que estuvieron presentes con
mensajes, llamadas dándome ánimo para no desfallecer.
A mis amigos y compañeros que entre tantas risas y lágrimas salimos adelante.
Y como no agradecer a mis docentes que durante todo el trayecto a través de consejos me
ayudaron a ser mejor persona principalmente a mi directora y asesora Ing. Doris
Chalampuente e Ing. Magali Cañarejo que estuvieron siempre ahí brindándome su apoyo
pues valió la pena cada momento.
También agradezco al Ing. Xavier Mera conjuntamente con todo el grupo de Cervecería
Nacional.
Gratitud infinita.
vi
DEDICATORIA
Esto va dedicado a mis padres, Muri y Rubi que estuvieron en todo momento brindándome
su apoyo incondicionalmente.
vii
ÍNDICE DE CONTENIDO
I. INTRODUCCIÓN ........................................................................................................... 19
1.4.1Objetivo General.................................................................................................. 21
CAPÍTULO II ...................................................................................................................... 23
viii
2.4.5 Inflorescencias .................................................................................................... 26
2.8.3 Virus del enanismo amarillo de la cebada (Barley Yellow Dwarf Virus, BYDV).
..................................................................................................................................... 31
ix
2.8.5 Carbón vestido (Ustilago hordei) ....................................................................... 32
x
3.5.5 Colocación de nombres ...................................................................................... 54
CAPÍTULO IV .................................................................................................................... 58
xi
4.19 SEVERIDAD DE ENFERMEDADES PRESENTES EN EL CULTIVO ............. 82
4.19.3 Escaldadura....................................................................................................... 85
CAPÍTULO V ..................................................................................................................... 91
xii
ÍNDICE DE FIGURAS
xiii
Figura 29. Altura de la planta. ........................................................................................... 71
Figura 30. Longitud de espiga. .......................................................................................... 73
Figura 31. Número de granos por espiga........................................................................... 74
Figura 32. Porcentaje de acame de las 18 líneas de cebada maltera ................................. 75
Figura 33. Calibre del grano. ............................................................................................. 77
Figura 34. Rendimiento total al 12% de humedad ............................................................ 79
Figura 35. Peso hectolítrico de las 18 líneas de cebada maltera. ...................................... 80
Figura 36. Peso de 1000 granos obtenidos por 18 líneas de cebada maltera evaluadas. ... 81
Figura 37. Enfermedad de roya lineal en las 18 líneas de cebada maltera. ....................... 83
Figura 38. Enfermedad de mancha en red en las 18 líneas de cebada............................... 84
Figura 39. Enfermedad de Escaldadura en las 18 líneas de cebada maltera. .................... 85
Figura 40. Enfermedad de Septoria en las 18 líneas de cebada maltera............................ 87
Figura 41. Enfermedad en espiga (Carbón) de las 18 líneas de cebada maltera. .............. 88
xiv
ÍNDICE DE TABLAS
xv
Tabla 30. ADEVA de la enfermedad escaldadura. ............................................................ 85
Tabla 31. ADEVA de la enfermedad Septoria. ................................................................. 86
Tabla 32. ADEVA de Enfermedad en espiga. ................................................................... 87
Tabla 33. Análisis económico por tratamiento expresado en hectáreas del cultivo de cebada
maltera. ................................................................................................................................ 89
xvi
RESPUESTA AGRONÓMICA DEL MANEJO FITOSANITARIO DE 18
LÍNEAS DE CEBADA MALTERA (Hordeum vulgare L.) EN LA
COMUNIDAD SAN PEDRO, CANTÓN MONTÚFAR-CARCHI
CHALACÁN ANDERSON
adchalacano@utn.edu.ec
INGENIERÍA AGROPECUARIA
RESUMEN
La producción de cebada maltera (Hordeum vulgare L.) en Ecuador es insuficiente para satisfacer la
demanda nacional, por lo que se recurre a la importación. Este estudio tuvo como objetivo evaluar la
respuesta agronómica de 18 líneas de cebada maltera ante diferentes manejos fitosanitarios en la
comunidad San Pedro, Carchi. La experimentación se realizó mediante un diseño de parcelas
divididas con 18 tratamientos y 3 repeticiones. Las variables responden a etapas fenológicas,
agronómicas y de rendimiento. Se estudiaron los tratamientos con y sin aplicación de fungicida. Los
resultados indicaron que las líneas 2IK16-0710 y 2IK16-0804 destacaron en rendimiento con 5,16
kg/ha y 4,8 kg/ha, respectivamente. Sin fungicida, las líneas 2IK16-1329, 2IK16-1324 y 2IK16-0671
prevalecieron con 5,85 kg/ha, 5,71 kg/ha y 5,64 kg/ha. La línea 2IK16-0813 presentó mayor altura,
con 112 cm y 105 cm con y sin fungicida, correlacionando con acame de 40% y 33,33%. La línea
2IK16-0804 exhibió 20 cm menos de altura y 26,7% de acame con fungicida. Las líneas tratadas con
fungicida mostraron menor incidencia de enfermedades. Este estudio identificó genotipos superiores
y adaptativos a la zona, que potencian la producción local de cebada maltera. Se propone explorar
estrategias de fertilización en líneas destacadas para optimizar rendimientos.
Palabras Claves: Variables, Variedad, Línea, Producción, Cereal.
xvii
AGRONOMIC RESPONSE TO THE PHYTOSANITARY
MANAGEMENT OF 18 LINES OF MALTING BARLEY (Hordeum
vulgare L.) IN THE SAN PEDRO COMMUNITY, MONTÚFAR-
CARCHI CANTON
CHALACÁN ANDERSON
adchalacano@utn.edu.ec
AGROPECUARIA ENGINEERING
ABSTRACT
The production of malting barley (Hordeum vulgare L.) in Ecuador is insufficient to satisfy
national demand, so imports are resorted to. This study aimed to evaluate the agronomic
response of 18 malting barley lines to different phytosanitary management in the San Pedro
community, Carchi. The experimentation was carried out using a split plot design with 18
treatments and 3 repetitions. The variables respond to phenological, agronomic and
performance stages. Treatments with and without fungicide application were studied. The
results indicated that the lines 2IK16-0710 and 2IK16-0804 stood out in yield with 5.16
kg/ha and 4.8 kg/ha, respectively. Without fungicide, lines 2IK16-1329, 2IK16-1324 and
2IK16-0671 prevailed with 5.85 kg/ha, 5.71 kg/ha and 5.64 kg/ha. Line 2IK16-0813
presented greater height, with 112 cm and 105 cm with and without fungicide, correlating
with lodging of 40% and 33.33%. Line 2IK16-0804 exhibited 20 cm less height and 26.7%
lodging with fungicide. The lines treated with fungicide showed a lower incidence of
diseases. This study identified superior and adaptive genotypes to the area, which enhance
local production of malting barley. It is proposed to explore fertilization strategies in
prominent lines to optimize yields
xviii
I. INTRODUCCIÓN
1.1 ANTECEDENTES
En Ecuador, la cebada (Hordeum vulgare L.) se destaca como uno de los cereales
fundamentales de la canasta básica. Su extensa historia evolutiva, asociada a su
diversificación desde Múltiples centros de origen, ha propiciado su adaptación a una amplia
gama de condiciones agroecológicas. A nivel mundial, este cereal demuestra su versatilidad
al prosperar en áreas de baja altitud, como las regiones tropicales de la India a 500 m.s.n.m.,
así como en altitudes más elevadas, superando los 3 000 m.s.n.m. en los Andes ecuatorianos
(Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria [INIAP], 2020). De acuerdo con datos del
INIAP (2011), posterior al maíz (Zea mays), la cebada se reconoce como el cereal con mayor
presencia en la región interandina. Se han registrado 10 124 hectáreas dedicadas a su cultivo,
generando una producción total de 13 674 toneladas. De esta producción, un 40% se destina
a la alimentación humana, otro 40% se utiliza en la industria, primordialmente para la
producción de malta y cerveza, y el 20% restante se emplea como forraje. Cabe destacar que,
en 2020, las importaciones de cebada en el país superaron las 66 000 toneladas anuales.
Castañeda et al. (2004) destacan la cebada por su notorio vigor en la fase de plántula,
evidenciando una acumulación de materia seca superior en un 40% y un desarrollo del área
foliar acelerado hasta en un 50%, en comparación con el trigo (Triticum aestivum L.). En el
contexto ecuatoriano, las condiciones agroclimáticas propicias para el cultivo de cebada se
localizan en altitudes que oscilan entre los 2 400 y 3 300 m.s.n.m. con precipitaciones de
400 a 600 mm a lo largo del ciclo de cultivo, y se prefieren suelos franco arenosos y
profundos. que poseen un buen drenaje y un pH que varía de 6.5 a 7.5 (Lema et al., 2017).
La cebada, además, sobresale entre otros cereales por sus propiedades vigorizantes, su
resistencia a la sequía y la salinidad, y su aptitud para crecer en suelos marginales. Su rápido
desarrollo es también un atributo destacable, produciendo forraje y grano en un periodo de
tiempo más reducido en comparación con otros cereales (Hernández et al., 2017). La
productividad de la cebada puede verse influenciada por diversos factores, tales como la
selección de la variedad, una adecuada fertilización, la densidad de siembra, el control de
malezas y enfermedades (especialmente la roya), y la disponibilidad de agua (Garrido,
2017).
A nivel mundial, diversos países lideran la producción de cebada maltera, destacando por
sus elevadas cifras anuales en 2020, como es el caso de Rusia con 20,94 Mt, Alemania con
11,47 Mt, y España con 10,77 Mt, entre otros (Orús, 2022). En el contexto ecuatoriano,
específicamente en la sierra, la provincia de Chimborazo se distingue al dedicar 16 000 ha
al cultivo de cebada de un total de 48 000 ha producidas a nivel nacional, seguida por la
provincia de Cotopaxi con 9.000 ha (INIAP, 2016).
La calidad sanitaria y de producción de la cebada maltera ha sido objeto de diversos estudios.
Ayo (2015) evaluó líneas de cebada como la Dorada y Duchicela, estableciendo variedades
19
con germoplasmas que se adaptan a condiciones específicas y presentan resistencia a
enfermedades tales como la roya amarilla (Puccinia striiformis f. sp. hordei) y roya de la
hoja (Puccinia hordas). Para la elaboración de cerveza, es imperativo que la cebada cumpla
con ciertos estándares industriales malteros, que incluyen características como alto volumen
y peso del grano, así como una composición sana y libre de impurezas (Álvarez et al., 2006).
La espiga, por ejemplo, debe presentar un color amarillo oro, granos secos con cáscara
rugosa, aristas del grano quebradizas y una pérdida total del color verde en las hojas y tamo
deshidratado de color amarillo (Cervecería Bavaria, 2019).
En un estudio reciente, donde se trabajaron 18 variedades de cebada provenientes del banco
de germoplasma de la empresa Ab-inbev en Estados Unidos, con la colaboración de
Cervecería Nacional, se evaluaron variables tales como producción, severidad de
enfermedades y plagas, entre otras. Este estudio, con una duración de aproximadamente 6
meses y con la evaluación inicial de 144 variedades, resultó en 16 variedades propicias para
estudios adicionales y se agregaron 2 variedades por parte del INIAP.
1.2 PROBLEMA
Dado que Ecuador no produce suficientes cereales para satisfacer la demanda nacional, se
ha visto en la necesidad de importar aproximadamente más de 66 000 toneladas al año,
incurriendo en un costo que excede los US$ 10 millones, esta importación es esencial para
atender las demandas de la industria cervecera (Lema et al., 2017). La principal fuente de
importación de cebada es Argentina, seguida de Canadá y varios países europeos (Piguave,
2016). Localmente, la cebada se cultiva predominantemente en las comunidades indígenas
de las provincias de la sierra ecuatoriana. Esta cebada es primordialmente para autoconsumo
y los excedentes se venden como fuente de ingreso, consolidándola como un pilar en los
sistemas de producción comunitarios (INIAP, 2014).
Recientemente, se han realizado investigaciones en diversas líneas de cebada maltera con el
objetivo de identificar variedades que se adapten adecuadamente a las condiciones
agroclimáticas de la parroquia de Chaltura, en la provincia de Imbabura. No obstante, existe
una variedad de germoplasmas con potencial maltero que aún no ha sido evaluada en
altitudes mayores. Por ello, surge la necesidad de explorar y comparar la variabilidad de
estos materiales para determinar su adaptabilidad a las condiciones específicas de la región
en estudio. En un esfuerzo por reducir la dependencia de las importaciones, Ecuador, en
colaboración con Cervecería Nacional, está promoviendo la investigación y adaptación de
distintas variedades de cebada cervecera. De esta manera se pretende identificar
germoplasmas que no sean aptos para un solo tipo de clima.
1.3 JUSTIFICACIÓN
20
La cebada maltera (Hordeum vulgare) se establece como un cultivo de relevancia primordial
en la industria cervecera debido a que de sus granos se extrae la malta, un ingrediente con
una considerable demanda global para la elaboración de cerveza (Cabañas et al., 2004). La
calidad del grano de la cebada cervecera, intrínsecamente ligada a su viabilidad como
actividad económica, no solo es determinada por atributos físicos, sino también por las
enzimas sintetizadas durante la germinación. Este cultivo, para ser apto para la maltería,
debe cumplir con criterios específicos que abarcan desde propiedades físicas, tales como el
tamaño y peso del grano, hasta características químicas, como el porcentaje de extracto y
contenido de proteína (Gonzales y Zamora, 2016; Vivar y Gordillo, 2021).
Investigaciones centradas en el desarrollo de líneas promisorias de cebada maltera se
ejecutan de manera continua en distintas zonas, persiguiendo el objetivo de identificar
aquellas líneas que mejor se adaptan a condiciones locales específicas. Dada la dependencia
de la producción de cebada en las características varietales del cultivo, estos estudios apuntan
a discernir líneas que manifiesten una calidad y rendimiento de producción notables.
En la presente investigación, se aspira a potenciar la producción local de cebada maltera en
la comunidad de San Pedro, parroquia Piartal, cantón Montúfar, provincia del Carchi,
ubicada a una altitud de 2960 msnm. Este enclave geográfico ha sido seleccionado debido a
sus condiciones climáticas, que presentan una humedad más elevada comparativamente con
otros sitios de estudio, tales como la granja “La Pradera”. La meta es identificar los genotipos
que mejor se adaptan a esta región y que exhiben características superlativas en términos de
desarrollo, producción y resistencia a plagas y enfermedades. Al realizar el estudio en este
lugar, se anticipa la posibilidad de observar cambios distintivos en el cultivo, atribuibles a
las condiciones ambientales específicas de la zona.
1.4 OBJETIVOS
1.4.1Objetivo General
21
1.5 HIPÓTESIS
Hipótesis nula
Las líneas de cebada maltera no muestran respuesta agronómica al manejo fitosanitario en
la comunidad San Pedro, parroquia Piartal, cantón Montúfar provincia del Carchi.
Hipótesis alternativa
Las líneas de cebada maltera muestran respuesta agronómica al manejo fitosanitario en la
comunidad San Pedro, parroquia Piartal, cantón Montúfar provincia del Carchi.
22
CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO
La cebada ha sido reconocida históricamente como un producto con notoria relevancia social
y económica en la zona interandina, desempeñando un papel fundamental como alimento y
bien de intercambio comercial y trueque. El grano, además de ser un pilar en la alimentación
humana, se emplea extensivamente en la elaboración de cerveza y malta. En la dieta local,
es común el consumo de cebada en diversas formas, como el "arroz de cebada" y "machica"
(Chicaiza, 2018).
A nivel global, la producción de cebada ha experimentado fluctuaciones significativas. En
el último año registrado, la producción alcanzó los 160.03 millones de toneladas. No
obstante, las proyecciones para el año en curso indican una posible reducción a 146.14
millones de toneladas, lo que se traduce en una disminución aproximada del 8.68%,
equivalente a 13.89 millones de toneladas respecto al año anterior (Producción Agrícola
Mundial, 2022).
En el contexto nacional ecuatoriano, la producción de cebada experimentó una disminución
del 39% en 2015 comparada con el año 2014. Esta declinación se manifestó económicamente
en los precios al mayorista, que vieron una reducción del 5.2%. La decreciente producción
en 2015 se correlaciona con un descenso del 6.2% en el rendimiento y del 34.35% en la
superficie cosechada. Cabe mencionar que los picos en los rendimientos de producción de
cebada fueron registrados en los años 2001 y 2007, con 24 704 toneladas y 24 762 toneladas
respectivamente (MAGAP, 2017).
La cebada (H. vulgare), un cereal de notable importancia alimenticia para tanto humanos
como animales, es una descendiente directa de la cebada silvestre, autóctona de la región del
Oriente Medio (Bernardi, 2015). Globalmente, la cebada se posiciona en el cuarto lugar en
cuanto a superficie cultivada, sucediendo al trigo (215 mil ha), arroz (155 mil ha) y maíz
(139 mil ha).
Esta gramínea ha ganado relevancia mundial a causa de su notable capacidad de
aclimatación y su habilidad para prosperar en ecosistemas extremos, haciéndola un cultivo
presente en aproximadamente 89 países, que abarcan desde zonas subtropicales, como
Argentina y Brasil, hasta regiones caracterizadas por su clima frío., como Noruega y Alaska.
A nivel de países, el 50% de la producción mundial de cebada se concentra en China, Estados
23
Unidos de América, Alemania y Brasil, contribuyendo con 18.5%, 17.7%, 8% y 5% de la
producción total, respectivamente (González et al., 2016).
En Ecuador, las provincias que destacan por su extensa área de siembra de este grano son
Chimborazo, Cotopaxi, Pichincha, Bolívar e Imbabura, mientras que Cañar, Carchi y Loja
sobresalen en términos de producción de granos (Garófalo, 2013).
La cebada (Hordeum vulgare L.), un cereal crucial tanto desde una perspectiva alimenticia
como agrícola pertenece a la familia Poaceae, conocida como las gramíneas (Smith et al.,
2001). Este grano, con una extensa historia de domesticación y uso, presenta una taxonomía
que es vital para entender su variabilidad genética y su adaptación a distintos ecosistemas.
Reino: Plantae
División: Angiospermae
Clase: Monocotyledonae
Subclase: Commelínidae
Orden: Poales
Género: Hordeum
Especie: H. vulgare
La cebada (Hordeum vulgare L.) es una gramínea de notable importancia tanto desde un
punto de vista económico como biológico, adoptando un rol protagónico en diversas
industrias, incluyendo la alimentaria, cervecera y forrajera (Smith et al., 2000). planta exhibe
una morfología característica que ha sido extensamente estudiada, a profundizar
observaciones detalladas acerca de su sistema radicular, tallos, hojas y sus inflorescencias
únicas conocidas como espigas (Johnson, 1995). La cebada ha demostrado ser una especie
fundamental para la investigación botánica, ofreciendo insights sobre mecanismos
24
fisiológicos, resistencia a estrés ambiental y patogénico, así como procesos de floración y
reproducción (Lee y O'Dell, 2005).
2.4.1 Raíz
El tallo de la planta en cuestión manifiesta una postura erecta y exhibe una constitución
robusta, estando compuesto por una serie de aproximadamente 6 a 8 entrenudos, elementos
que, cabe destacar, presentan una amplitud más pronunciada en la región central en
comparación con las áreas situadas adyacentes a los nudos. Es imperativo subrayar que la
altura a la que se elevan los tallos no es un atributo estático, sino que, por el contrario,
manifiesta una notable variabilidad que es intrínsecamente dependiente de las variedades
específicas de la especie en estudio. Dicha variabilidad en la elevación de los tallos se
manifiesta a través de un rango que oscila iniciando desde los 0.50 centímetros y que puede
alcanzar hasta un metro (Pérez, 2010).
2.4.3 Hojas
25
encuentra interrumpido por una rasgadura lateral. En el punto de convergencia entre la
lámina foliar y la vaina, se puede observar una pequeña protuberancia, conocida como lígula,
la cual muestra un incremento dimensional mínimo. Por otra parte, la lámina, que se extiende
de manera horizontal, se caracteriza por poseer entre 15 y 20 nervaduras, además de
presentar unas dimensiones que varían de 22 a 30 centímetros de longitud y de 1 a 1.5
centímetros de ancho, en la porción inferior de la lámina, se originan dos proyecciones
alargadas y envolventes, referidas en la literatura botánica como aurículas (Rosales, 1999).
2.4.4 Flor
La dimensión del grano de H. vulgare (cebada) demuestra una dependencia significativa con
respecto a las condiciones imperantes del ambiente en el que se desarrolla. Las fluctuaciones
en las magnitudes observadas están vinculadas directamente con variables ambientales,
reflejando un rango de variabilidad en sus dimensiones. Específicamente, el grano puede
ostentar una longitud que oscila entre un mínimo de 6.0 mm y un máximo de 9.5 mm;
mientras que, en cuanto a su anchura se registran medidas que se sitúan entre 1.5 mm y 4.0
mm (Pérez, 2010). La variación en estas medidas subraya la plasticidad fenotípica de la
cebada en respuesta a estímulos y condiciones ambientales, proporcionando una ventana de
observación hacia los efectos de distintos factores ecológicos en la expresión de caracteres
morfológicos.
26
2.5 REQUERIMIENTOS DEL CULTIVO
La cebada se puede cultivar a partir de los 2 400 a 3 500 m.s.n.m.; necesitan de 500 a 700
mm de precipitación y una temperatura promedio de 10 a 20 °C. A lo largo de todo el
periodo. Se ajusta bien a todos los tipos de suelos continuamente y una vez que sean
profundos y con buen drenaje para eludir encharcamiento, empero prefieren suelos con pH
entre 5.5 a 7.5, esto posibilita un óptimo desarrollo radicular, en estas condiciones las
semillas germinan con facilidad, por consiguiente, las plantas van a ser fuertes, vigorosas
dando como consecuencia espigas enormes y granos de calidad (Orrala, 2020). A nivel
nacional la precipitación va de los 500 - 1000 mm y las temperaturas de los 8 a 18 ºC; con
suelos franco-arenosos, pH de 5.5 a 7.5 y pendientes de 0 a 25% (Lucero, 2013).
2.6 ETAPAS FENOLÓGICAS DEL CULTIVO
2.6.1 Germinación
Una vez que la plántula ha emergido, se produce un cese en el alargamiento del coleóptilo y
subsecuentemente se manifiesta la primera hoja verdadera, marcando un punto de inflexión
en la ontogenia de la planta. Las hojas emergen en un intervalo temporal de entre 3 a 5 días,
siendo este período intrínsecamente dependiente de la variedad específica de la planta y de
las condiciones ambientales predominantes durante la fase de crecimiento. En un patrón
típico, se observa la formación de aproximadamente ocho o nueve hojas en el tallo principal.
No obstante, se ha documentado que, en caracterizadas variedades por una maduración más
tardía, la cifra de hojas generadas puede exceder este promedio, manifestándose una
proliferación foliar más abundante. La ocurrencia de este fenómeno pone de manifiesto la
interacción entre la genética de la planta y los factores ambientales, lo que subraya la
necesidad de profundizar la investigación en esta área para mejorar nuestra comprensión
acerca de las estrategias adaptativas de las plantas en distintos contextos ecológicos (INIAP,
2020)
27
2.6.3 Macollamiento
Es imperativo destacar que el encañado es una fase crítica en el desarrollo fenológico de las
gramíneas, ya que durante este período se establece la arquitectura del tallo, que
posteriormente influirá directamente en la producción de biomasa, por ende, en el
rendimiento del cultivo. La observación meticulosa de la espiga en desarrollo, así como la
monitorización del crecimiento de los tallos, son esenciales para comprender y optimizar las
prácticas de manejo agronómico, tales como la fertilización y el riego, que deben ser
ajustados para apoyar este rápido crecimiento y desarrollo estructural. La formación de
nudos y entrenudos, por su parte, no solo contribuye a la elongación del tallo, sino que
también establece las bases para el desarrollo de futuras ramificaciones y, eventualmente, la
formación de las espigas que albergarán los granos (INIAP, 2020).
2.6.5 Espigamiento
28
2.6.7 Desarrollo del grano
Una vez que la espiga emerge y el proceso de polinización ha transcurrido, los granos de
cebada comienzan su fase de formación y desarrollo, un período crucial que determinará las
características finales del producto cosechado. La longitud del grano se establece
inicialmente, seguida por la determinación de su anchura. Este fenómeno ayuda a dilucidar
por qué un grano de cebada, cuando se desarrolla bajo condiciones de estrés, se mantiene en
gran medida su longitud habitual, pero manifiesta una reducción en su anchura, resultando
en un grano más estrecho o delgado (INIAP, 2020).
La preparación del suelo constituye una etapa cardinal en los procesos agrícolas, y su
adecuada ejecución es imperativa para optimizar las condiciones del sustrato para el
crecimiento de las plantas. En este contexto, es crucial considerar el inicio del período
lluvioso en la región específica que, para el sector en cuestión, se sitúa en los meses de enero
y febrero.
Por ende, se recomienda que la labor de arado ya sea mediante métodos mecánicos o
manuales, se efectúe con una antelación mínima de dos meses respecto al inicio de la
mencionada estación pluvial (Cajamarca, 2015).
2.7.2 Siembra
29
parámetro, derivado de estudios empíricos, busca optimizar la distribución espacial de las
plantas en el campo, equilibrando la competencia intraespecífica por recursos mientras se
maximiza la utilización eficiente del espacio disponible y finalmente, la producción por
unidad de área.
2.7.5. Fertilización
La gestión de malezas en el cultivo puede abordarse mediante dos estrategias viables, según
la documentación proporcionada por el INIAP (2011). La primera, de naturaleza manual,
implica la extracción de las malezas de mayor tamaño, ejecutada con meticulosa precaución
para evitar daños inadvertidos al cultivo. La segunda estrategia involucra la aplicación de
herbicidas, específicamente metilsulfuron metil (Ally), que puede ser aplicado hasta los 15
días post-siembra en una dosis de 15 gramos por hectárea (15 g/300 l de agua).
Alternativamente, el herbicida 2,4-D éster puede ser utilizado a los 45 días después de la
siembra, en una dosis de 1.2 L/300L de agua, coincidiendo con la fase de pleno
macollamiento del cultivo.
2.7.7 Cosecha y almacenamiento
La roya amarilla, causada por el hongo Puccinia striiformis Westend. F. sp. hordei,
representa una enfermedad significativa en los cultivos de cebada, afectando tanto al follaje
como a las espigas de la planta. Esta patología se distingue por la presencia de pústulas
amarillas, que se desarrollan de manera rectilínea o estriada, generalmente alineadas en
dirección de las nervaduras de las hojas, proporcionando una característica visual distintiva
de la infección. La manifestación de esta enfermedad no solo compromete la integridad
fisiológica de la planta, sino que también puede incidir negativamente en el rendimiento y
la calidad del grano, constituyendo así un desafío notable en el manejo fitosanitario de los
cultivos de cebada (INIAP, 2020).
2.8.2 Roya de la hoja (Puccinia hordei)
La roya de la hoja, causada por el patógeno Puccinia hordei, representa una amenaza
considerable para los cultivos de cebada, manifestándose a través de pústulas de forma
circular o sutilmente elíptica, cuya distribución en las hojas no obedece a un patrón
específico. Las pústulas exhiben una coloración que oscila entre anaranjado y café
anaranjado, proporcionando una indicación visual de la infección. Este patógeno tiene la
capacidad de reducir el rendimiento del cultivo hasta en un 50%, representando así un
desafío significativo para la producción agrícola. La estrategia más eficaz para mitigar el
impacto de Puccinia hordei involucra el uso de variedades de cebada que exhiben resistencia
a este patógeno, lo cual se alinea con un enfoque de manejo integrado de enfermedades para
salvar la productividad y la calidad del cultivo (INIAP, 2020).
2.8.3 Virus del enanismo amarillo de la cebada (Barley Yellow Dwarf Virus,
BYDV).
31
2.8.4 Carbón desnudo (Ustilago sp.)
2.9 PLAGAS
a) Forma y tamaño
Los granos de forma redondeada exhiben una distribución homogénea de las enzimas y su
correspondiente transformación, optimizando la disolución y en consecuencia el extracto.
La clasificación del grano según su tamaño emerge como un procedimiento de relevancia,
dado que los granos manifiestan comportamientos divergentes durante las fases de remojo y
germinación. Esta diferenciación en el comportamiento se atribuye a las variaciones en la
absorción de agua y la activación enzimática, lo que, a su vez, puede influir en las tasas y
uniformidad de la germinación, subrayando la importancia de una clasificación meticulosa
para asegurar un proceso de germinación uniforme y eficiente. (Arias, 1991).
33
b) Color
El grano de cebada, idealmente, debería exhibir una tonalidad amarillo claro, ya que la
presencia de manchas o decoloraciones puede ser indicativa de exposición a condiciones
climáticas húmedas. Dichas anomalías cromáticas se asocian frecuentemente con la invasión
de patógenos, tales como bacterias u hongos, que pueden comprometer la calidad del grano.
Por lo tanto, la evaluación cromática del grano no solo sirve como un indicador de la calidad
intrínseca del mismo, sino también como un predictor potencial de la presencia de patógenos,
subrayando la necesidad de prácticas de manejo post-cosecha meticulosas para asegurar la
integridad y salubridad del grano almacenado (Etchevers, Banasik y Watson, 1976).
c) Peso hectolitro del grano
La densidad aparente, o peso del grano por unidades de volumen, se refiere al peso
hectolitrito y es influenciada por diversos factores intrínsecos al grano de cebada,
incluyendo su forma y uniformidad de tamaño. Además, la estructura biológica y la
composición química del grano también desempeñan un papel crucial en la determinación
de este parámetro. Es imperativo destacar que la densidad del grano no solo es un
indicador de la calidad del mismo, sino que también puede influir en aspectos relacionados
con el almacenamiento y procesamiento del grano. Por lo tanto, una comprensión detallada
de los factores que influyen en el peso hectolítrico es esencial para optimizar las prácticas
de manejo post-cosecha y asegurar la calidad del grano destinado tanto para el consumo
humano como para uso industrial (Hoyle et al., 2019).
d) Porcentaje de cáscaras
34
germinación, lo que, a su vez, influirá en la calidad del producto final derivado de estos
granos, ya sea en aplicaciones de malteado o en otros usos agrícolas e industriales (Carrera
et al., 2005).
f) Contenido de almidón
Un grano que ostenta un elevado contenido proteico puede mitigar la cantidad de azúcares
fermentables generados durante el proceso de molienda, mientras que un contenido proteico
bajo podría implicar una insuficiencia de aminoácidos en solución, esenciales para el
metabolismo de la levadura. La evaluación entre el contenido proteico y la eficiencia de los
procesos de fermentación subraya la importancia de una evaluación meticulosa del perfil
proteico del grano, para asegurar no solo la optimización de los procesos fermentativos, sino
también para garantizar la calidad y las características deseadas del producto. final. Este
equilibrio proteico, por lo tanto, se erige como un factor crítico en la selección de granos
para aplicaciones en la producción de productos fermentados (Hoyle et al., 2019).
h) Pureza varietal
La ausencia de homogeneidad en los granos puede inducir complicaciones en el proceso de
elaboración, resultando en una malta menos uniforme, debido a que distintos genotipos
exhiben comportamientos variables durante el malteado, particularmente en lo que respeta a
la absorción de agua durante la fase de remojo según Wade, Froment, y Muller (2003). Este
aspecto es crucial para el rendimiento de la maltería y la producción cervecera, ya que la
uniformidad en las características del grano, tales como el tamaño y la capacidad de
absorción de agua, influye directamente en la eficiencia del proceso de malteado y, por ende,
en la calidad del producto final. Por lo tanto, asegurar una homogeneidad en las propiedades
del grano se erige como un elemento vital para optimizar los procesos de maltería y
elaboración cervecera (Wade, Froment, y Muller, 2003).
i) Humedad
35
debe asegurar que la temperatura del entorno de almacenamiento oscila entre 10 y 20 °C.
Estas condiciones no solo buscan preservar la integridad física del grano, sino también
mitigar el riesgo de deterioro biológico y químico, asegurando así la calidad y viabilidad del
grano para su uso futuro en diversas aplicaciones agrícolas e industriales (USDA, 2016).
Art. 13.- Las personas y colectividades tienen derecho al acceso seguro y permanente a
alimentos sanos, suficientes y nutritivos; preferentemente producidos a nivel local y en
correspondencia con sus diversas identidades y tradiciones culturales
Artículo 18.- Regula el desarrollo, producción, y uso de semillas, asegurando que estas sean
de calidad y contribuyan a la soberanía alimentaria.
Artículo 57.- Rige sobre la protección y manejo sostenible de los suelos destinados para la
producción agropecuaria.
Artículo 73.- Dicta las normativas sobre el uso y manejo de productos químicos en la
actividad agrícola, asegurando la protección ambiental.
36
LEY ORGÁNICA DE CIENCIA, TECNOLOGÍA, INNOVACIÓN E
INVESTIGACIÓN Y LEY DE SANIDAD VEGETAL
Artículo 26.- Establece que los resultados de las investigaciones deben ser de acceso
público, contribuyendo al banco de conocimientos del país.
37
CAPITULO III
MARCO METODOLÓGICO
38
procesos de limpieza del terreno y demás trabajos necesarios para la implementación del
mismo (Tabla 1).
Tabla 1.
Materiales, equipos, insumos y herramientas
Materiales de oficina Materiales de capo Maquinaria Insumos
39
3.3.2. Unidad experimental
La unidad experimental fue definida con dimensiones específicas, a cubrir un área total de
4m², estructurada como un cuadrado de 2m x 2m. Esta área incluyó un total de 12 surcos,
cada uno separado por una distancia de 0.15m entre sí, como se ilustra en la Figura 3. Este
diseño estructural de la unidad experimental permite una distribución uniforme y sistemática
de los surcos, facilitando así la implementación. de tratamientos y la posterior recolección
de datos en el contexto de la investigación.
Figura 3.
Descripción de unidad experimental para el cultivo de cebada
Tabla 2.
Características específicas del ensayo realizado.
Características Resistencia de enfermedades
Diseño experimental: Diseño Parcelas Divididas
Número de surcos: 12
Distancia entre surco: 0.15
Distancia entre plantas: Chorro continuo.
Largo: 2
Ancho: 2
Área unidad experimental: 4 m2
Tratamientos 36
Repeticiones: 3
40
3.3.4 Factores en estudio
3.3.5 Tratamientos
Los tratamientos asignados para el actual ensayo, enfocado en germoplasmas con gestión de
enfermedades, se delinean detalladamente en la Tabla 4. Este enfoque metodológico busca
proporcionar una descripción clara y sistemática de las intervenciones realizadas, facilitando
así una comprensión integral de las estrategias de manejo de enfermedades implementadas
en el germoplasma bajo estudio.
41
Tabla 4.
Códigos de cada uno de los tratamientos de evaluación
N° tratamientos Código Líneas
1 CFG1 ConFungicida+2IK16-0665
2 CFG2 ConFungicida+2IK16-0671
3 CFG3 ConFungicida+2IK16-0710
4 CFG4 ConFungicida+2IK16-0804
5 CFG5 ConFungicida+2IK16-0812
6 CFG6 ConFungicida+2IK16-0821
7 CFG7 ConFungicida+2IK16-1239
8 CFG8 ConFungicida+2IK16-1317
9 CFG9 ConFungicida+2IK16-1324
10 CFG10 ConFungicida+2IK16-1329
11 CFG11 ConFungicida+2IK16-0899
12 CFG12 ConFungicida+2IK16-0876
13 CFG13 ConFungicida+2IK16-0813
14 CFG14 ConFungicida+2IK16-1269
15 CFG15 ConFungicida+2IK16-0816
16 CFG16 ConFungicida+2IK16-0735
17 CFT1 ConFungicida+ABI-Voyager
18 CFT2 ConFungicida+INIAP-Alfa
19 SFG1 SinFungicida+2IK16-0665
20 SFG2 SinFungicida+2IK16-0671
21 SFG3 SinFungicida+2IK16-0710
22 SFG4 SinFungicida+2IK16-0804
23 SFG5 SinFungicida+2IK16-0812
24 SFG6 SinFungicida+2IK16-0821
25 SFG7 SinFungicida+2IK16-1239
26 SFG8 SinFungicida+2IK16-1317
27 SFG9 SinFungicida+2IK16-1324
28 SFG10 SinFungicida+2IK16-1329
29 SFG11 SinFungicida+2IK16-0899
30 SFG12 SinFungicida+2IK16-0876
31 SFG13 SinFungicida+2IK16-0813
32 SFG14 SinFungicida+2IK16-1269
33 SFG15 SinFungicida+2IK16-0816
34 SFG16 SinFungicida+2IK16-0735
35 SFT1 SinFungicida+ABI-Voyager
36 SFT2 SinFungicida+INIAP-Alfa
3.3.6 Análisis Estadístico
42
un nivel de significancia del 5%. Este enfoque metodológico asegura la aplicación de
pruebas estadísticas adecuadas en concordancia con las propiedades distributivas de los
datos, permitiendo inferencias robustas y validadas a partir de los resultados obtenidos.
Tabla 5.
Análisis de varianza DPD para ensayo de resistencia a enfermedades.
Fuentes de variación GL
Bloque 2
Manejo 1
Bloque (Manejo) 2
Líneas 17
Bloque (Líneas) 34
Manejo (Líneas) 34
Error 17
Total 108
Las variables en el estudio fueron evaluadas de acuerdo con las distintas etapas fenológicas
del cultivo, como se ilustra de manera detallada en el Anexo 1 adjunto. La evaluación de las
variables de interés se llevó a cabo en estricta concordancia con las etapas fenológicas
específicas del cultivo. Este enfoque metodológico ha sido diseñado con el propósito de
garantizar que cada variable sea examinada, en un contexto fenológico apropiado, lo que
proporciona una estructura sistemática para la observación y recopilación de datos a lo largo
de las diversas fases del desarrollo del cultivo.
3.4.1 Variables agronómicas
Las variables agronómicas evaluadas dentro de esta experimentación fueron las siguientes:
a) Días a Espigamiento: Se midió a continuación de la emergencia de las aristas.
Cuando cada unidad experimental completó el 50% de sus plantas con presencia de
espiga, se contó el número exacto de días transcurridos desde la emergencia hasta la
fecha por unidad experimental. Se registró los datos en el libro de campo.
b) Días a la madurez fisiológica: Se realizó observación constante de los surcos
centrales de cada unidad experimental por cada una de las repeticiones. Número de
días transcurridos desde la siembra hasta el momento en que el endosperma del 80%
de los granos de la espiga haya perdido toda coloración verdosa.
c) Altura de planta: Se seleccionó al azar 10 plantas de los surcos centrales de cada
unidad experimental por cada una de las repeticiones (Figura 4). De cada planta
seleccionada con ayuda de un flexómetro se midió la distancia desde el suelo hasta
el ápice de la espiga del tallo más largo, excluyendo las aristas (barbas) y se registró
el dato de cada lectura en centímetros (cm) el libro de campo.
43
Figura 4.
Altura de la planta de cebada maltera
44
e) Número de macollos por planta: El número de macollos fue determinado mediante
la selección de tres surcos centrales, abarcando 1 metro lineal, el cual fue
debidamente marcado para facilitar un conteo preciso de las plantas establecidas.
Cuando las plantas alcanzaron la madurez fisiológica, es decir, cuando la espiga
presentó un grano completamente formado, se procedió a contar las macollas que
exhibieron una espiga también completamente formada. Este método asegura una
evaluación meticulosa y contextual de la proliferación de macollos en relación con
las fases críticas del desarrollo del grano, proporcionando datos pertinentes para la
evaluación del rendimiento potencial del cultivo. Finalmente se hizo el siguiente
cálculo:
𝑁° 𝑀𝑎𝑐𝑜𝑙𝑙𝑎𝑠 𝑒𝑓𝑒𝑐𝑡𝑖𝑣𝑎𝑠
𝑁° 𝑚𝑎𝑐𝑜𝑙𝑙𝑜𝑠 𝑝𝑜𝑟 𝑝𝑙𝑎𝑛𝑡𝑎 =
𝑁° 𝑝𝑙𝑎𝑛𝑡𝑎𝑠 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑏𝑙𝑒𝑐𝑖𝑑𝑎𝑠
Ecuación 1 (Ec.1)
45
Figura 6.
Longitud de espiga de cebada maltera
h) Número de granos por espiga: la cuantificación de los granos por espiga se realizó
en la fase en la que el grano ha alcanzado su completa formación (Figura 7). Se
seleccionaron, de manera aleatoria, 10 espigas, procediendo a contar
meticulosamente los granos presentes en cada una de ellas. Este método de
evaluación se implementó para obtener una representación precisa del potencial de
producción de grano de las plantas bajo estudio, asegurando así la recopilación de
datos robustos y fiables para análisis posteriores en el contexto de la investigación
científica.
Figura 7.
Número de granos por espiga de cebada maltera
46
i) Porcentaje de acame del cultivo: la evaluación se llevó a cabo al comienzo de la
fase de maduración, como se detalla en la Tabla 6. La ubicación estratégica
seleccionada permitió una observación integral y visual de la unidad experimental en
su totalidad. En base a una escala predefinida, se calcula el porcentaje (%) de plantas
caídas para cada unidad experimental. Este enfoque garantizó una evaluación
rigurosa y sistemática de la proporción de plantas inclinadas en función de los
parámetros establecidos, proporcionando datos relevantes para la caracterización de
la condición de las plantas en distintas muestras bajo análisis.
Tabla 6.
Escala para determinar porcentaje de acame del tallo
47
Figura 8.
Peso de mil granos de cebada maltera
48
e) Monitoreo de enfermedades: La evaluación de enfermedades se realizó en estados
de desarrollo fenológico, en la etapa de encañado y, en la etapa de espigamiento. La
evaluación de enfermedades se llevó a cabo en diferentes estados de desarrollo
fenológico de la planta, centrándose principalmente en las etapas de encañado y
espigamiento. Este enfoque permitió analizar la susceptibilidad de la cebada a las
enfermedades en momentos críticos de su ciclo de crecimiento, proporcionando
información valiosa para la gestión de plagas y enfermedades en el cultivo.
● Evaluación de roya (Puccinia hordei)
En cuanto a las royas, se procedió a registrar el porcentaje de severidad utilizando la escala
de Cobb modificada, que varía de 0% a 100%, como se ilustra en la Figura 10. Este método
de evaluación se aplicó tanto para la roya amarilla como para la roya de la hoja, permitiendo
una medición precisa de la intensidad de estas enfermedades en las muestras analizadas. La
escala de Cobb modificada es una herramienta estándar ampliamente reconocida en la
caracterización de la severidad de las royas en los cultivos de cereales.
Figura 10.
Escala modificada de Cobb para evaluación de royas.
49
Figura 11.
Escala de Saari-prescott (0-9) para evaluar severidad de enfermedades foliares en cebada
Figura 12.
Escala para evaluar severidad de carbón en cebada
Por otra parte, se procedió a recolectar información de cada actividad que realicemos, así mismo los
insumos y extras y presupuestar su valor versus al manejo.
50
3.5 MANEJO DE ENSAYO
La preparación del terreno constituyó una fase crítica en el proceso agrícola, para la cual se
implementó una estrategia meticulosa de laboreo. Inicialmente, se efectuaron dos pasos de
arado, seguidos de dos adicionales de rastra, utilizando un tractor como medio mecanizado
para asegurar una remoción integral del suelo. Este procedimiento no solo facilitó una
adecuada aireación y mezcla del sustrato, sino que también promovió el análisis de las
malezas existentes, mitigando así su interferencia potencial en el crecimiento de los cultivos
subsiguientes. Esta preparación del terreno se fundamenta en principios agronómicos que
buscan optimizar las condiciones del suelo para la siembra, considerando variables como la
estructura, la porosidad y la supresión de organismos competidores.
Figura 13.
Preparación del terreno, arado de forma mecánica con ayuda de tractor.
3.5.2 Fertilización
Para garantizar una fertilización óptima y adaptada a las necesidades específicas del cultivo
de cebada, se llevó a cabo un exhaustivo análisis edáfico. Los resultados obtenidos de este
análisis proporcionarán información detallada sobre las características y deficiencias
nutricionales del suelo, permitiendo así formular con precisión las dosis de fertilizantes
requeridas. Durante la etapa de siembra, se priorizó la aplicación de fertilizantes ricos en
potasio (K) y fósforo (P), dada su relevancia en las fases iniciales del desarrollo vegetal.
Posteriormente, en la fase de macollamiento, se procedió a la incorporación de nitrógeno
(N), esencial para el adecuado crecimiento y desarrollo de la cebada, optimizando así su
rendimiento y calidad.
51
Tabla 7.
Dosis de fertilización del ensayo
Macollamiento N (urea) 3 kg
Figura 14.
Fertilización de cebada maltera
3.5.3 Siembra
53
situaciones en las que el control manual no es suficientemente efectivo, asegurando así la
protección del cultivo mientras se minimiza. el impacto ambiental.
Figura 16.
Aplicación de herbicida
54
Figura 17.
Colocación de letreros en el experimento
55
3.5.7 Implementación de Espantapájaros en el Cultivo
La cosecha se llevó a cabo de manera manual, empleando una hoz como herramienta
fundamental para facilitar la recolección en cada una de las unidades experimentales. Este
método tradicional de cosecha, que implica una recolección selectiva y cuidadosa de los
productos, se implementó con el objetivo de minimizar el daño potencial a los especímenes
y asegurar la integridad de los datos resultantes del experimento. La adopción de este manual
técnico, aunque laboriosa, permitió un control meticuloso sobre la selección de los productos
cosechados, garantizando que solo los especímenes que cumplían con los criterios
preestablecidos fueran incluidos en las fases subsecuentes de análisis y evaluación dentro
del estudio científico.
Figura 19.
Cosecha de cebada un saco para cada unidad experimental
56
3.5.9 Trilla
Figura 20.
Trilla y eliminación de impurezas de forma artesanal
57
CAPÍTULO IV
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En la Comunidad San Pedro, perteneciente al cantón Montúfar, se evaluó de 18 líneas de
germoplasma de cebada maltera, tanto en condiciones con aplicación como sin aplicación de
fungicidas, con el objetivo de controlar diversas enfermedades. Se analizaron múltiples
variables que influyen directamente en el componente de rendimiento de la cebada, incluyendo
el rendimiento de grano, el número de espigas por metro cuadrado, el número de granos por
espiga y el peso de 100 granos, entre otros indicadores cruciales que facilitan la identificación
del nivel de rendimiento. Cabe destacar que la variedad o línea de cebada sembrada se erige
como un factor determinante, influyendo de manera significativa en los resultados obtenidos en
el contexto del experimento científico desarrollado.
4.1 DÍAS A LA EMERGENCIA
La Tabla 9 ilustra que la línea 2IK16-1317 se destacó por su precocidad, manifestando una
emergencia a los 6 días dentro del conjunto de líneas de cebada tratadas con fungicida. En
contraste, la variedad ABI-Voyager presentó el valor temporal superior, con 7 días, en el mismo
contexto de tratamiento fungicida. Es relevante mencionar que este último valor se encuentra
en proximidad con el promedio de 6.33 días, calculado a partir de las 18 líneas estudiadas, y
que incluye a las variedades 2IK16-0710, 2IK16-0816, 2IK16-0735, INIAP-Alfa, 2IK16. -
0813, 2IK16-0804 y 2IK16-1269.
En cuanto al manejo de las variables sin aplicación de fungicida, la variedad ABI-Voyager y
las líneas (2IK16-1324, 2IK16-0735 y 2IK16-0665) se identifican como las más precoces,
emergiendo a los 6 días. Por otro lado, las líneas 2IK16-1329, INIAP-Alfa, 2IK16-1269 y
2IK16-0804 se caracterizaron por ser las más tardías, con una emergencia registrada a los 7
58
días. Este último valor se aproxima al promedio de 6.33 días, observado en las líneas 2IK16-
0899, 2IK16-0812 y 2IK16-0821, y calculado a partir del total de las 18 líneas de cebada
analizadas en el estudio sin fungicida.
Tabla 9.
Días a la emergencia
Factores Variable Media E.E.
2IK16-0665 diasemerg 6.33 0.21
2IK16-0671 diasemerg 6.67 0.21
2IK16-0710 diasemerg 6.50 0.22
2IK16-0735 diasemerg 6.17 0.17
2IK16-0804 diasemerg 6.67 0.21
2IK16-0812 diasemerg 6.50 0.22
2IK16-0813 diasemerg 6.50 0.22
2IK16-0816 diasemerg 6.50 0.22
Factor 2
59
comprendidos entre 6 y 8 días, reafirmando la variabilidad observada en distintos contextos de
estudio.
4.2 NÚMERO DE PLANTAS POR m2
A través de la evaluación del número de plantas por metro cuadrado, utilizando una
metodología de medición previamente establecida, se identificó que la variable presentó un
valor 0.0439 < p-value. Por lo tanto, se confirma la existencia de diferencias significativas entre
el número de plantas por metro cuadrado y las líneas de cebada evaluadas (Tabla 10). Este
resultado sugiere que las distintas líneas de cebada exhiben variabilidad en su capacidad de
establecimiento o en sus tasas de emergencia, lo cual es un aspecto crucial para la optimización
de prácticas culturales y la selección de líneas en programas de mejora genética.
Tabla 10.
ADEVA de número de plantas por m2
Fuentes de Grados de Grados de Valor F Valor P
variación libertad libertad
F.V. Error
Línea 17 70 0.59 0.8898
Tratamiento 1 70 2.52 0.1169
Línea:Tratamiento 17 70 1.03 0.0439
La Figura 21 ilustra que, dentro del conjunto de líneas de cebada tratadas con fungicida, la línea
2IK16-0665 registró la densidad poblacional más elevada, alcanzando las 240 plantas por m2,
mientras que la línea 2IK16-1329 exhibió la menor densidad, con 161.33 plantas por m2. Es
pertinente destacar que la línea 2IK16-0804, con una densidad de 191 plantas por m2, se alinea
con el valor medio de densidad poblacional observado entre las 18 líneas evaluadas.
En el contexto de las variables manejadas sin fungicida, la variedad INIAP-Alfa se distinguió
por registrar la mayor densidad poblacional, con 233 plantas por m2, mientras que la variedad
2IK16-0671 presentó la menor densidad, con 160 plantas por m2. Este último valor se aproxima
al promedio de 202.303 plantas por m2, representado de manera cercana por la línea 2IK16-
1269, que registró una densidad de 203 plantas por m2, dentro del conjunto de las 18 variables
de cebada analizadas en el estudio sin fungicida. La interpretación de estos resultados debe
considerar la variabilidad inherente a las condiciones experimentales y el contexto agronómico
específico de cada línea evaluada.
60
Figura 21.
Número de plantas por m2.
Amaguaya y Suárez (2022) reportaron datos inferiores en su estudio, en el que evaluaron 144
líneas de cebada, identificando a la 2IK16-0821 como una de las líneas destacadas, con una
media de 172 plantas/ m2. Esta cifra es menor en 19 y 30 plantas/ m2 en comparación con los
tratamientos con y sin fungicida, respectivamente, en el presente estudio.
Por otro lado, la investigación conducida por Flores (2023) revela valores que guardan similitud
con los de este estudio, oscilando entre 160 y 230 plantas/ m2. Además, Millares (2014)
establece que en países andinos y del cono sur, como Argentina, Brasil, Bolivia, Chile,
Colombia, Ecuador, Paraguay y Uruguay, se observa una cierta coherencia en los datos
relacionados con la cebada cervecera, independientemente de la época de siembra y con
temperaturas promedio de 5 a 12°C. Esta coherencia se mantiene dependiendo del sistema de
siembra y la localidad, con un promedio de 150-300 plantas/ m2, un rango dentro del cual se
sitúan los resultados del presente estudio.
4.3 DÍAS AL ENCAÑADO
El análisis de la variable días al encañado en las líneas es de cebada reveló p < 0.0439, indicando
la existencia de diferencias significativas entre las líneas de cebada evaluadas respecto a los
días. al encañado (Tablan 11). Este resultado sugiere que las distintas líneas de cebada exhiben
variabilidad en su desarrollo fenológico, específicamente en la fase de encañado, lo cual es un
aspecto crucial para la optimización de prácticas culturales y la selección de líneas en programas
de mejora genética.
Tabla 11.
ADEVA de días al encañado en los diferentes factores de estudio.
Fuentes de variación Grados de Grados de Valor F Valor P
libertad libertad
F.V. Error
Línea 17 70 0.7 0.7889
Tratamiento 1 70 5.26 0.0248
Línea:Tratamiento 17 70 1.1 0.0439
61
En la Figura 22 se evidencia que la línea 2IK16-0710 con 41 días fue la que obtuvo el valor
más precoz entre la línea de cebada con fungicida, mientras que, el valor más tardío para esta
línea con fungicida fue 2IK16-0876 con 42.33 días, valores que cuentan con una estrecha
relación con la línea 2IK16-0735 con 42 días debido a que la línea mencionada cumple con el
valor de la media entre las 18 líneas estudiadas.
Para el manejo de las variables sin fungicida la variable que obtuvo el valor más precoz fue la
línea 2IK16-1269 con 41.33 días, mientras que, el valor más tardío para esta línea sin fungicida
fue 2IK16-1329 con 42.67 días, valor que está cerca de la media (2IK16-0671, 2IK16-
0813,2IK16-0816,2IK16-0821 e INIAP-Alfa con un total de 42 días entre las 18 variables de
cebada estudiadas.
Figura 22.
Días al encañado en las diferentes líneas evaluadas.
Datos semejantes se observan en la investigación conducida por Flores (2023), quien registró
una media de 46 días para alcanzar la etapa de encañado en tres líneas de cebada maltera. Esta
evidencia es corroborada por Suárez (2010), quien, en su estudio sobre el comportamiento
agronómico de seis líneas de cebada en Santa Elena, documentó una media de 49 días para
llegar a la fase de encañado de la cebada. La similitud en los resultados de ambos estudios
refuerza la consistencia de los hallazgos y proporciona un marco de referencia sólido para la
comparación de manera especial en la relación de los meses con mayor precipitación y análisis
de futuras investigaciones en el ámbito del desarrollo fenológico de la cebada.
El análisis de la variable días al embuchamiento en las líneas de cebada reveló 0.9963 > p-
value, lo cual indica que no existen diferencias significativas entre las líneas evaluadas respecto
a los días al embuchamiento (Tabla 12). Este resultado sugiere que, en el contexto de los niveles
de significancia establecidos, las variaciones observadas en los días al embuchamiento entre las
62
líneas pueden ser atribuibles a la variabilidad inherente y no a diferencias sistemáticas entre las
categorías evaluadas.
Tabla 12.
ADEVA de días al embuchamiento.
Fuentes de Grados de Grados de Valor F Valor P
variación libertad libertad
F.V. Error
Línea 17 70 1.53 0.111
Tratamiento 1 70 6.73 0.0116
Línea:Tratamiento 17 70 0.3 0.9963
La Figura 23 ilustra que, dentro del conjunto de líneas de cebada tratadas con fungicida, la
variedad INIAP-Alfa y la línea 2IK16-1329 tuvieron una diferencia de dos días al
embuchamiento; INIAP-Alfa se distinguió por su precocidad, alcanzando los 57 días para llegar
al embuchamiento, mientras que la línea 2IK16-1329 exhibió el periodo más prolongado, con
59 días. Es pertinente destacar que la línea 2IK16-0812, con un periodo de 58 días, se alinea
con el valor medio de días al embuchamiento observado entre las 18 líneas evaluadas.
En el contexto de las líneas manejadas sin fungicida, la variedad INIAP-Alfa registró
nuevamente el período más corto para alcanzar el embuchamiento, con 57.33 días, mientras que
la línea 2IK16-0710 presentó el período más largo, con 58.67 días. Este último valor se
aproxima al promedio de 58.67 días, observado en la línea 2IK16-0710, dentro del conjunto de
las 18 líneas de cebada analizadas en el estudio sin fungicida, lo que demuestra de que a pesar
de que se encuentran diferencias en los días al embuchamiento, no son significativas entre las
variedades.
Figura 23.
Días al embuchamiento.
63
4.5 DÍAS A ESPIGAMIENTO
A través del análisis de la variable días al espigamiento en las líneas de cebada maltera, se
identificó 0.0389 < p-value, indicando la existencia de diferencias significativas entre las líneas
de cebada evaluadas respecto a los días al espigamiento (Tabla 13). Este resultado sugiere que
las distintas líneas de cebada exhiben variabilidad en su desarrollo fenológico, específicamente
en la fase de espigamiento, lo cual es un aspecto crucial para la optimización de prácticas
culturales y la selección de líneas en programas de mejora genética.
Tabla 13.
ADEVA de días al espigamiento.
Fuentes de Grados de Grados de Valor F Valor P
variación libertad libertad
F.V. Error
Línea 17 70 7.26 <0.0001
Tratamiento 1 70 2.9 0.0931
Línea:Tratamiento 17 70 1.27 0.0389
La Figura 24 ilustra que, en el contexto de las líneas de cebada tratadas con fungicida, la línea
2IK16-0816 se destacó por su precocidad, alcanzando los 72 días hasta el espigamiento,
mientras que la línea 2IK16-0710 exhibió el periodo más prolongado. con 77.33 días. Es
relevante mencionar que la línea 2IK16-0671, con un periodo de 74.67 días, se alinea con el
valor medio de días al espigamiento observado entre las 18 líneas evaluadas.
En cuanto a las líneas manejadas sin fungicida, la línea 2IK16-0821 registró el período más
corto para alcanzar el espigamiento, con 72 días, mientras que la línea 2IK16-1317 presentó el
período más largo, con 78 días. Este último valor se aproxima al promedio de 74.33 días,
observado en la línea 2IK16-0665, dentro del conjunto de las 18 líneas de cebada analizadas en
el estudio sin fungicida. La interpretación de estos resultados consideró las variaciones entre
las líneas de manera central 2IK16-021 e Iniap alfa sin aplicación de fungicida y 2IK16-0816
con fungicida, fueron las líneas con los valores bajos en relación a las demás líneas.
Figura 24.
Días al espigamiento.
64
En relación con la línea 2IK16-1329, se registró un período de 74,33 días hasta el espigamiento,
una métrica que presenta discrepancias con los hallazgos de Amaguaya y Suarez (2022). En su
investigación, estos autores reportaron 79 días para la misma línea y 58 días para la línea 2IK16-
0821, siendo esta última inferior en 14 días a los resultados obtenidos en la presente
investigación. Orrala y Orrala (2020) también documentaron datos divergentes, encontrando
una media general de 63,8 días para 120 líneas evaluadas, donde factores exógenos al
germoplasma, tales como temperatura, suelo y riego, podrían haber influido en la uniformidad
de todas las líneas. De manera similar, Flores (2023) reportó valores que oscilan entre 59 y 66
días en tres variedades de cebada Caluguillin (2023), en su estudio de 144 líneas,
Esta información contrasta con los resultados de Cajamarca y Montenegro (2015), quienes, en
tres localidades de la sierra sur ecuatoriana, registraron promedios de 81.88; 83.58 y 86.1 días
al espigamiento, respectivamente. Es imperativo señalar que sus resultados fueron directamente
influenciados por factores ambientales de manera central en los valores medios en relación a la
temperatura de las localidades.
4.6 DÍAS A FLORACIÓN
La evaluación de la variable días a floración en las líneas de cebada estudiadas reveló, 0.0357
< p-value indicando la existencia de diferencias significativas entre las líneas evaluadas
respecto a los días. una floración (Tabla 14). Este resultado sugiere que las distintas líneas de
cebada exhiben variabilidad en su desarrollo fenológico, específicamente en la fase de
floración, lo cual es un aspecto crucial para la optimización de prácticas culturales y la selección
de líneas en programas de mejora genética.
Tabla 14.
ADEVA de la variable días a floración de las 18 líneas de cebada maltera.
Fuentes de variación Grados de Grados de Valor F Valor P
libertad F.V libertad error
Línea 1 70 2.92 0.0009
Tratamiento 17 70 5.91 0.0176
Línea:Tratamiento 17 70 0.94 0.0357
En la Figura 25 se evidencia que la variedad INIAP- ALFA fue más precoz tanto en el manejo
con y sin fungicida en presentar la etapa de floración a los 81 días y la más tardía fue la línea
2IK16-1269 a los 88 días, datos que indican una diferencia de 7 días, valores que cuentan con
una estrecha relación con la línea 2IK16-0821 con 85 días debido a que la variedad mencionada
cumple con el valor de la media entre las 18 líneas estudiadas.
INIAP-ALFA (Sin manejo con fungicida) a los 81 días y la más tardía la línea 2IK16-1239 a
los 89.33 días valores que cuentan con una estrecha relación con la línea 2IK16-0876 con 86
días debido a que la línea mencionada cumple con el valor de la media entre las 18 líneas
estudiadas.
65
Figura 25.
Días a la floración.
Datos inferiores a los mencionados encontraron Amaguaya y Suarez (2022), ya que la línea
2IK16-1269 en su estudio obtuvo 77 días a la floración, mientras que la línea 2IK16-0821
alcanzo la floración a los 63 días considerándose así una de las más precoces, se estima que
estos datos tienen esa gran variación debido a las condiciones edafoclimáticas como el
fotoperiodo natural que presenta la provincia de Santa Elena, cabe mencionar que de las 144
líneas de cebada maltera que evaluaron obtuvieron como media general 82.61 días a la
floración. Lo que concuerda con González et al. (2017)quienes mencionan que la localidad es
un factor muy importante para el desarrollo agronómico del cultivo, en su investigación donde
evaluaron varias localidades se determinó que Cervamex ubicada en México es la localidad
más precoz con 57 días a la floración. De igual forma Caluguillin (2023) encontró valores de
64 hasta 79 días en 144 líneas de cebada maltera estudiadas en Chaltura provincia de Imbabura.
También en la evaluación realizada por Navarrete, (2015) en diferentes líneas experimentales
de cebada maltera se presentaron promedios de días a la floración que varían entre 48 y 77 días.
Cabe mencionar que el fotoperiodo es un factor importante, ya que en el caso de la cebada el
proceso de floración se acelera en respuesta a incrementos en la duración del día, si se llega a
presentar foto periodos menores a 8 o 10 horas, la floración no ocurrirá de ninguna manera, es
por ello que dependiendo la zona en donde esta se encuentre la floración puede ser más larga o
corta dependiendo las condiciones del ambiente (Grignola, 2018). Datos con un intervalo más
cerrado se encontraron en la presente investigación 72 a 78 días independientemente de las
variedades y la aplicación o no de fungicida.
4.7 NÚMERO DE MACOLLOS ESTABLECIDOS
66
Tabla 15.
ADEVA de la variable número de macollos establecidos
Fuentes de Grados de Grados de Valor F Valor P
variación libertad libertad
F.V. Error
Línea 17 286 0.75 0.7501
Tratamiento 1 286 110.36 <0.0001
Línea:Tratamiento 17 286 0.96 0.0403
La Figura 26 ilustra que la línea 2IK16-0665 registró el valor más elevado de número de
macollos establecidos, con 18, entre las líneas de cebada tratadas con fungicida. En contraste,
la línea 2IK16-1329 presentó el valor más bajo en esta categoría, con 12.11 macollos
establecidos. Es pertinente destacar que la línea 2IK16-0804, con 14.33 macollos establecidos,
se alinea con el valor medio observado entre las 18 líneas evaluadas.
En cuanto al análisis de las líneas sin aplicación de fungicida, la línea 2IK16-0816 se destacó
por el valor más alto de macollos establecidos, con 40, mientras que la línea 2IK16-0876
registró el valor más bajo, con 22.11 macollos establecidos. Este último valor se aproxima al
promedio de 28.56 macollos establecidos, observados en la línea 2IK16-0812, dentro del
conjunto de las 18 líneas de cebada analizadas en el estudio sin fungicida.
De esta manera de evidenció que tras la aplicación de fungicida todas la líneas y variedades
presentaron una cantidad menor a veinte macollos por planta siendo (2IK16-0816 y 2IK16-
1239) las líneas con menor número de macollos, mientras que sin la aplicación de fungicida las
líneas 2IK16-1317 y 2IK16-0816 fueron las líneas con mayor índice de producción.
Figura 26.
Número de macollos por planta
67
Borsini (2019) reportó un promedio de 7.5 macollos por planta en su estudio, cifra que se
encuentra notable por debajo de los resultados obtenidos en la presente investigación, donde se
observó casi el doble de esta cantidad en los tratamientos con fungicida y cuadruplica en
aquellos donde no se aplicó fungicida. Es imperativo considerar las diferencias metodológicas
y contextuales que pueden haber influido en estas discrepancias, asegurando una comparación
precisa y fundamentada.
Por otro lado, Escobar (2018) articula que existe una relación inversamente proporcional entre
la densidad de siembra y el número de macollos, indicando que, a mayor densidad de siembra,
se observa un menor número de macollos. Este principio es fundamental para entender la
dinámica del desarrollo de las plantas en el campo y para optimizar las prácticas de manejo
agronómico, alineándolas con los objetivos de producción y las características específicas del
germoplasma utilizado.
4.8 NÚMERO DE ESPIGAS EFECTIVAS
Tabla 16.
ADEVA de la variable número de espigas efectivas
Fuentes de variación Grados de Grados de Valor F Valor P
libertad libertad
F.V. Error
Línea 17 286 5.71 <0.0001
Tratamiento 1 286 2.46 0.1177
Línea:Tratamiento 17 286 4.92 <0.0001
En la Figura 27 se evidencia que las con mayor producción son 2I2IK16-0665, 2IK16- 0899,
2IK16-1239 2IK16-1317con valores 71.78, 68.56, 68.22, 66.78 y 65.33 números de espigas
efectivas, mientras que las variables INIAP-Alfa, 2IK16-0671, 2IK16-0812, 2IK16-0813 y
2IK16-0710, con los valores 37.67, 49.11, 49.78, 50.44 y 51.11 respectivamente obtuvieron los
valores más bajos.
Al contrario, para el manejo sin fungicida la línea que obtuvo el valor más alto en relación al
número de espigas efectivas fue 2IK16-0804 con un valor de 79.67 , sin embargo, el valor más
bajo para esta variable es la variedad INIAP-Alfa con 34.44 Ne. En relación al número de
espigas con los valores obtenidos.
Al sacar una media del número de espigas efectivas y líneas sin fungicida se obtuvo que la línea
2IK16-0735 con un valor de 51.89 espigas efectivas se acerca a la media que fue de 53.19
espigas efectivas.
68
Figura 27.
Número de espigas efectivas
Tabla 17.
ADEVA de la variable días a la maduración fisiológica
Fuentes de variación Grados de Grados de Valor F Valor P
libertad libertad
F.V. Error
Línea 17 70 0.88 0.6037
Tratamiento 1 70 15.62 0.0002
Línea:Tratamiento 17 70 0.61 0.0495
69
En la Figura 28 se evidencia que la variable mayor producción es 2IK16-0710 con 138.67 días
mientras que las variables (2IK16-1324, 2IK16-1269, 2IK16-0876 y 2IK16-0816 y 2IK16-
0812) llegan a la madurez fisiológica a los 138.33 días aproximadamente, que a su vez difieren
con un día con las líneas (2IK16-0671, 2IK16-0804 y 2IK16-1329) las cuales llegan a la etapa
de madurez fisiológica a los 137.33 días. Por otro lado, la variable más baja es 2IK16-0665 con
137 días.
De igual manera para el manejo sin fungicida los valores más altos son de las variables 2IK16-
1317, 2IK16-0813 y 2IK16-0735 con 138 días, mientras que la variable con el valor más bajo
fue 2IK16-0671 con 136.33 días es decir hay una diferencia de 1.67 días entre el valor más alto
y el más bajo sin embargo en la media de los datos las variables (2IK16-0665, 2IK16-0821,
2IK16-0899 y 2IK161269) tienen una media de 137.33 días.
Figura 28.
Días a la maduración fisiológica
Garrido et al., (2017) en su investigación realizada en Chimborazo obtuvo valores de 107 y 105
días en líneas de cebada maltera (Scarlett y Cañicapa) donde presentaron precocidad, en
comparación con la presente investigación desarrollada, los valores obtenidos fueron tardíos,
cabe mencionar que a un mayor número de macollos mayor días para alcanzar la madurez
fisiológica.
De la misma manera según la escala utilizada por Duarte et al., (2014) los materiales evaluados
serían tardíos mayores a 120 días, también recalcan que los cultivos de ciclo tardío presentan
un mayor rendimiento.
Lo que concuerda con la investigación realizada por Caluguillin (2023) en Chaltura con 144
líneas de cebada, alcanzaron valores de 115 y 120 días el 70% de las líneas estudiadas,
recalcando que la diferencia fue únicamente de cinco días.
70
4.10 ALTURA DE PLANTA
Tabla 18.
ADEVA de la variable altura de planta.
Fuentes de Grados de Grados de Valor F Valor P
variación libertad F.V. libertad
Error
Línea 17 1042 10.22 <0.0001
Tratamiento 1 1042 330.19 <0.0001
Línea:Tratamiento 17 1042 8.19 <0.0001
La Figura 29 ilustra que, en el contexto de las líneas de cebada tratadas con fungicida, la línea
2IK16-0813 destacó por alcanzar la mayor altura, registrando 112.88 cm, mientras que la línea
2IK16-0804 exhibió la menor, con 93.4 cm. Es relevante señalar que la variedad INIAP-Alfa,
con una altura de 102.23 cm, se alinea con el valor medio de 102.9 cm, obtenido a partir del
análisis de las 18 líneas evaluadas.
En cuanto al conjunto de variables sin aplicación de fungicida, la línea 2IK16-0813 también se
distinguió por su mayor altura, alcanzando 105.04 cm, en contraste con la línea 2IK16-1239,
que presentó la menor altura, con 83.28 cm. Este último valor se aproxima a la media de 90,92
cm, representada específicamente por la línea 2IK16-0671, dentro del espectro de las 18 líneas
de cebada examinadas en el estudio.
Esta diferenciación en la altura entre las líneas, bajo distintas condiciones de tratamiento,
proporciona una perspectiva valiosa sobre la variabilidad fenotípica y puede informar
estrategias de manejo y selección en programas de mejora genética.
Figura 29.
Altura de la planta.
71
Se estima que la altura óptima de las plantas, que se sitúa entre 0.67 y 1 m, es crucial para
optimizar los rendimientos, ya que seleccionar plantas con una estatura inferior puede propiciar
una producción más eficiente (Escobar, 2018). Además, Alam et al., (2017) subrayan que, si
bien la altura de la planta está intrínsecamente determinada por el cultivar, también es modulada
por las condiciones ambientales. Se sostiene que las plantas con una altura inferior a un metro
son menos susceptibles al acame, especialmente en condiciones de vientos fuertes durante el
riego o lluvias intensas.
En una investigación conducida por Amaguaya (2022) en Riobamba, donde se evaluaron 144
líneas de cebada maltera, se registraron alturas que fluctuaban entre 85 y 95 cm. De manera
similar, Caluguillin (2023), al estudiar 144 líneas en Imbabura, identificó un rango de alturas
que variaba desde 73.3 cm hasta 112 cm. Estos valores se alinean con los obtenidos en la
presente investigación, que registraron alturas de 93.4 a 112.88 cm con fungicida y de 83.28 a
105.04 cm sin fungicida, reafirmando la consistencia de estos hallazgos en diferentes contextos
y condiciones de estudio.
4.11 LONGITUD DE ESPIGA
A través de la evaluación de las espigas, se evidencia que la variable longitud de espiga presentó
diferencias significativas entre las líneas de cebada examinadas, tal como lo indica el análisis
de varianza 0.0014 < p-value. De esta manera, se confirma la existencia de una variabilidad
estadísticamente significativa en la longitud de la espiga entre las distintas líneas de cebada que
fueron objeto de estudio (Tabla 19).
Tabla 19.
ADEVA de la variable longitud de espiga.
Fuentes de Grados de Grados de Valor F Valor P
variación libertad F.V. libertad
Error
Línea 17 1042 13.39 <0.0001
Tratamiento 1 1042 8.65 0.0033
Línea:Tratamiento 17 1042 2.37 0.0014
En la Figura 30 se evidencia que la línea 2IK16-0812 (8.98 cm) fue la que obtuvo el valor más
alto entre la línea de cebada con fungicida y la longitud de espiga, mientras que, el valor más
bajo para esta línea con fungicida fue la línea 2IK16-1269 con 7.69cm, valores que cuentan con
una estrecha relación con la línea 2IK16-0735con 8.35cm, debido a que la línea mencionada
cumple con el valor de la media entre las 18 líneas estudiadas.
Para el manejo de las líneas sin fungicida aquella que presentó el valor más alto fue la línea
2IK16-0876 con 8.81cm, mientras que, el valor más bajo para esta variable fue INIAP-Alfa con
7.45cm, valor que está cerca de la media (2IK16-1329; 8.2cm) entre las 18 variables de cebada
estudiadas.
72
Figura 30.
Longitud de espiga.
La longitud de la espiga puede verse influenciada por la densidad de siembra, dado que una
menor densidad reduce la competencia por nutrientes, tal como señala Gafaar (2011). En un
estudio realizado a cabo por Garrido (2017) en Riobamba, se registraron longitudes de espiga
de 9 y 8.67 cm en dos líneas de cebada, respectivamente. Este hallazgo es corroborado por
Caluguillin (2023), quien documentó longitudes que oscilaban entre 6.9 cm y 9 cm en 144 líneas
de cebada investigadas en Chaltura. Estos datos son coherentes con los obtenidos en la presente
investigación, donde, en las muestras tratadas con fungicida, se verifica un rango de longitud
de espiga de 8.98 a 7.69 cm, mientras que, en las muestras sin fungicida, el rango fue de 8.81 a
7.45 cm.
4.12 NÚMERO DE GRANOS POR ESPIGA
A través de la evaluación del número de granos por espiga (Tabla 20), conforme a los
parámetros previamente establecidos, se evidencia que la variable presentó diferencias
significativas entre las 18 líneas de cebada analizadas, tal como lo indican los resultados
estadísticos 0,0001 < p-value. Por lo tanto, se confirma la existencia de una diferencia
significativa en el número de granos por espiga entre las líneas de cebada evaluadas.
Tabla 20.
ADEVA de la variable número de granos por espiga.
Fuentes de Grados de Grados de Valor F Valor P
variación libertad F.V. libertad
Error
Línea 17 1042 351.46 <0.0001
Tratamiento 1 1042 66.78 <0.0001
Línea:Tratamiento 17 1042 12.36 <0.0001
En la Figura 31 se evidencia que la variedad INIAP-Alfa (72.3 granos por espiga) fue la que
obtuvo el valor más alto entre la línea de cebada con fungicida y el número de granos por espiga.
73
Mientras que, el valor más bajo para esta línea con fungicida fue la línea 2IK16-0804 con 27.67
granos por espiga. Estos valores cuentan con una estrecha relación con la línea 2IK16-0821 con
29.03 granos por espiga debido a que la línea mencionada cumple con el valor de la media entre
las 18 líneas estudiadas.
Para el manejo de las líneas sin fungicida la que obtuvo el valor más alto fue la variedad INIAP-
Alfa con 57.77 granos por espiga, mientras que, el valor más bajo para esta variable sin
fungicida fue la línea 2IK16-0665 con 26.37 granos por espiga, valor que está cerca de la media
(2IK16-0812; 28.37) entre las 18 líneas de cebada estudiadas.
Figura 31.
Número de granos por espiga.
La variedad INIAP-ALFA destaca de las demás líneas evaluadas con más del 100% de las
demás líneas, lo que lo confirma Flores (2023) alcanzando una media de 53.7 para INIAP-
ALFA, obteniendo dos veces lo que obtuvieron las otras líneas estudiadas INIAP-Cañicapa y
Andreia con 22.29 y 24.47 respectivamente, con respecto a las demás mantienen un rango de
29.03 a 26.37 granos, datos similares encontraron Bekele et al., (2020) en su estudio con un
valor máximo de 30 granos y un valor mínimo de 24 granos por espiga.
También Calugillin (2023) encontró un máximo de 32 granos y el menor valor es de 22 granos.
Ambula et al., (2022) menciona en su estudio que, el número de granos depende de la longitud
de la espiga, sin embargo, también encontró que el aumento del número de granos disminuye
el peso.
4.13 ACAME
74
Tabla 21.
Pruebas Friedman Acame
Variable factor2 factor1 N Media D. Median T2 p
s E. as
Acame 2IK16-0665 Con 3 0 0 0 18.7 <0.000
fungicida 1
En la Figura 32, se evidencia que la línea que presenta el valor más alto es 2IK16-0813 en el
tratamiento con fungicida con un 40 % de acame seguido de las líneas 2IK16-0821, 3IK16-
0804 con un valor de 13,33 % y la línea 2IK16-1269 con un valor de 6.67%. Por otra parte, se
evidencia que la línea 2IK16-0813 presenta acame en un 33.33% en el tratamiento sin fungicida.
Figura 32.
Porcentaje de acame de las 18 líneas de cebada maltera
González et al. (2016) articulan que existe una elevación directa entre la altura de los materiales
vegetales y su susceptibilidad al fenómeno del acame. De manera análoga, Vivar (2021)
sostiene que las plantas cuya altura no supera el metro tienden a resistir de manera más efectiva
el acame, aunque esta resistencia también se ve influenciada por el grosor del tallo y otras
características intrínsecas a cada línea. Esta afirmación halla eco en los resultados del presente
estudio, donde la línea 2IK16-0813, cuando fue tratada con fungicida, manifestó un 40% de
acame, mientras que la misma línea, sin aplicación de fungicida, exhibió un porcentaje de
acame reducido en 6.67%. Es notable que ninguna otra línea sin tratamiento fungicida se
manifestó aquí. Sin embargo, en las líneas que sí fueron tratadas con fungicida, Se identifican
dos que presentaron más del 10% de acame y la línea 2IK16-1269 mostró un 6% de acame.
Caluguillin (2023) reportó hallazgos similares, identificando un rango de acame entre el 5% y
el 75% en el 47% de las 144 líneas evaluadas en su investigación.
4.14 DÍAS A COSECHA
75
evaluadas en relación con esta métrica temporal (Tabla 22). Los parámetros estadísticos
obtenidos fueron 0.5371 > p-value. De esta manera, se infiere que las líneas de cebada
estudiadas presentan una uniformidad estadística respecto al tiempo requerido para alcanzar la
cosecha.
Tabla 22.
ADEVA de la variable días a cosecha de 18 líneas de cebada maltera.
Fuentes de variación Grados de Grados de Valor F Valor P
libertad F.V libertad error
Línea 1 70 0.94 0.5371
Tratamiento 17 70 3.18 0.0788
Línea:Tratamiento 17 70 0.94 0.5371
En la tabla 23, se evidencia que las líneas 2IK16-0710, 2IK16-0816 y la variedad ABI-
VOYAGER sometidas al tratamiento con fungicida tienen la cantidad de 161 días a la cosecha
mientras que las demás líneas con los diferentes tratamientos tienen 162 días teniendo un día
de diferencia entre sí.
Tabla 23.
Días a la cosecha.
factor2 Variable Media E.E.
2IK16-0665 diascosecha 161,00 0,00
2IK16-0671 diascosecha 161,00 0,00
2IK16-0710 diascosecha 161,50 0,50
2IK16-0735 diascosecha 161,00 0,00
2IK16-0804 diascosecha 161,00 0,00
2IK16-0812 diascosecha 161,00 0,00
2IK16-0813 diascosecha 161,00 0,00
2IK16-0816 diascosecha 161,50 0,50
2IK16-0821 diascosecha 161,00 0,00
2IK16-0876 diascosecha 161,00 0,00
2IK16-0899 diascosecha 161,00 0,00
2IK16-1239 diascosecha 161,00 0,00
2IK16-1269 diascosecha 161,00 0,00
2IK16-1317 diascosecha 161,00 0,00
2IK16-1324 diascosecha 161,00 0,00
2IK16-1329 diascosecha 161,00 0,00
ABI-Voyager diascosecha 161,50 0,50
INIAP-Alfa diascosecha 161,00 0,00
Como lo menciona Orrala (2020) los días a la cosecha varía de acuerdo con las condiciones
edafoclimáticas del área donde se implementa el cultivo independientemente de la variedad o
línea que se usa, debido a que en su estudio con 120 líneas promisoras de cebada cervecera en
Santa Elena alcanzó una maduración fisiológica a los 103 días después de la siembra. De la
76
misma manera con 144 líneas estudiadas en Chaltura alcanzó una madurez fisiológica entre 115
y 120 días en la investigación de Caluguillin (2023).
4.15 CALIBRE DEL GRANO
La evaluación de la variable calibre del grano se llevó a cabo a través de una meticulosa
medición de los granos con la ayuda del tamizaje con la numeración 2.5, donde demostró la
cantidad del % de calibre previamente establecidos (Tabla 24). Los resultados del análisis de
varianza indicaron que no se observa una diferencia significativa entre las líneas de cebada
evaluadas en lo que respeta a esta variable. Los parámetros estadísticos derivados de este
análisis fueron: 0.5027 > p-value. Por lo tanto, se concluye que las líneas de cebada estudiadas
exhiben una homogeneidad estadística en relación con el calibre del grano.
Tabla 24.
ADEVA de la variable calibre del grano.
Fuentes de Grados de Grados de Valor F Valor P
variación libertad F.V. libertad Error
Línea 17 70 3.84 <0.0001
Tratamiento 1 70 0.18 0.6701
Línea:Tratamiento 17 70 0.97 0.5027
La Figura 33 ilustra que la variedad INIAP-Alfa manifestó el porcentaje más elevado de calibre
del grano, con un 83.2%, entre las líneas de cebada tratadas con fungicida. En cambio, la línea
2IK16-0735 exhibió el porcentaje más bajo, con un 57,18%. Es relevante destacar que la línea
2IK16-1269, con un 68.39%, se alinea con el valor medio del calibre del grano entre las 18
líneas evaluadas, sugiriendo una ponderación notable con las demás líneas.
En cuanto al conjunto de variables sin aplicación de fungicida, la variedad INIAP-Alfa se
distinguió nuevamente, alcanzando el porcentaje más alto de calibre del grano, con un 81.58%.
Por otro lado, la línea 2IK16-1317 registró el porcentaje más bajo, con un 61,51%. Este último
valor se aproxima a la media de calibre del grano, que es del 70,81% (variante 2IK16-0821),
entre las 18 líneas de cebada investigadas en ausencia de fungicida.
Figura 33.
Calibre del grano.
77
El calibre ayuda a determinar si una variedad es apta cuando el 80% de los granos evaluados
quedan sobre la zaranda, presentado pocos granos delgados o quebrados. En el ensayo realizado
por Rivas, (2020) con 30 líneas el 64% de estas presentaron valores iguales o superiores a 80%
encontrándose dentro del rango optimo, sin embargo, el 36% de las accesiones no llegaría al
valor óptimo esperando. Caluguillin (2023) obtuvo valores altos para la variable calibre
alcanzando un valor mínimo de 52.7% y un máximo de 92.3%. Datos inferiores se encontró en
el presente ensayo puesto que únicamente la variedad INIAP-ALFA con y sin fumigación
presenta valores superiores al 80%, mientras las demás variedades independientemente si se
aplicó o no fungicida están bajo el valor optimo esperado.
4.16 RENDIMIENTO
Amaguaya (2022) reporta datos superiores en cuanto al rendimiento, especificando que las
líneas 2IK16-0710 y 2IK16-0804 exhibieron valores de 3000 kg/ha y 2852 kg/ha,
respectivamente. Es notable que estas mismas líneas presentaron los valores más elevados
cuando se aplicó fungicida. En contraste, las líneas 2IK16-1324 y 2IK16-0671 mostraron
rendimientos de 3123 kg/ha y 3073.8 kg/ha, respectivamente, sin la aplicación de fungicida. De
este modo, se observará un rendimiento superior en el tratamiento sin fungicida y en las líneas
2IK16-1324 y 2IK16-0671, con una diferencia notable de 250 kg.
Esta observación es coherente con los hallazgos de Abeledo (2018), quien registró un
rendimiento de 3123 kg/ha con la línea 2IK16-067 en Argentina. De manera similar, Flores
(2023) alcanzó un rendimiento de entre 8 y 10 toneladas/ha en su investigación con tres
variedades de cebada en Chaltura.
4.17 PESO HECTOLITRITO
En el análisis de la variable de peso hectolitrito (Tabla 26), se registró una cantidad de granos
que demostró 0.04884 < p-value la existencia de una diferencia significativa entre el peso
hectolitrito y las líneas evaluadas.
Tabla 26.
ADEVA de peso hectolítrico de 18 líneas de cebada maltera
Fuentes de variación Grados de Grados de Valor F Valor P
libertad F.V libertad error
Línea 1 70 3.85 0.0538
Tratamiento 17 70 4.87 <0.0001
Línea:Tratamiento 17 70 1.32 0.0484
79
En la Figura 35, se observa de manera general para el manejo con fungicida la línea 2IK16-
0804 tiene el valor más alto de 62.47 kg/hl y el valor más bajo tiene la línea 2IK16-0735 con
un valor de 58.80 Kg/hl, las líneas ( 2IK16- 0804, 2IK16-1239, 2IK16-0899, 2IK16-0816)
tienen una diferencia estadística de 2kg/hl con respecto a las líneas ( INIAP-Alfa, 2IK16-0671,
ABI-VOYAGER, 2IK16-1324, 2IK16-1329, 2IK16-0710, 2IK16-0665, 2IK16-0821, 2IK16-
8013, 2IK16-1269, 2IK16-0812, 2IK16-1317, 2IK16-0876, 2IK16-0735).
Por otra parte, sin embrago para el manejo sin fungicida el valor más alto tiene una línea 2IK16-
0804 con un valor de 62.53kg/hl y la línea con el peso más bajo es 2IK16-1317 con el valor de
57.90kg/hl, las líneas (2IK16-0804, 2IK16-1239, 2IK16-0813, 2IK16-0812, 2IK16-0816)
tienen una diferencia de 2kg/hl con respecto a las líneas (2IK16-0899, 2IK16-1324, 2IK16-
0821, 2IK16-0671, 2IK16-0665, 2IK16-1329, 2IK16-1269, 2IK16-0710, 2IK16-0876, 2IK16-
0735, ABI-VOYAGER, INIAP-Alfa, 2IK16-1317)
Figura 35.
Peso hectolítrico de las 18 líneas de cebada maltera.
Gonzáles et al., (2016) y Andrade, (2020) consideran que el peso hectolítrico del grano de
cebada debe estar en un promedio de 60.3 kg/hl, este parámetro es fundamental en la
determinación de la densidad del cultivo por hectáreas sembradas. Navarrete, (2015) menciona
que el tamaño del grano tiene un efecto importante sobre el peso hectolítrico, granos redondos
y pequeños presentarían un mejor peso hectolítrico, por lo que la diferencia de valores entre las
accesiones está relacionada a variaciones en la morfología del grano. Del total de líneas
evaluadas únicamente el 30% está sobre los 60 kg/hl y el 70% está bajo este promedio.
Datos semejantes encontró Caluguillin (2023) en su investigación en la parroquia de Chaltura
obteniendo valores de 56 a 69 kg/hl, pero valores superiores alcanzaron las tres variedades que
estudio Flores (2023) en Chaltura, con una mínima de 67.19kg/hl la variedad INIAP-Cañicapa
y la variedad Andreia alcanzo una media de 71.04kg/hl.
80
4.18 PESO 1000G
Tabla 27.
ADEVA de la variable peso de 1000 granos en el cultivo de cebada maltera.
Fuentes de variación Grados de Grados de Valor F Valor P
libertad F.V libertad error
Línea 1 70 3.34 0.0002
Tratamiento 17 70 3.67 0.0593
Línea:Tratamiento 17 70 0.90 0.0357
En la Figura 36, se evidencia que las líneas 2IK16-0671, 2IK16-0816, 2IK16-0813, 2IK16-
1329 y 2IK16-0821 fueron las que obtuvieron el valor más alto con 46.67 gr, 45.4 gr, 45 gr,
44.53 gr y 44.33 gr, respectivamente. Mientras que, las líneas 2IK16-1269, 2IK16-0812, 2IK16-
1239, 2IK16-0876 y 2IK16-0665, obtuvieron los valores más bajos con 41 gr, 40.93 gr, 40.87
gr, 40.37 gr,40.3 gr; lo cual muestra una estrecha relación con las líneas 2IK16-1317 con
13.27% y 2IK16-0735 con 13.37% líneas que muestran un valor medio en el estudio.
De igual manera para el manejo sin fungicida el valor más alto es de la línea 2IK16-0671, con
un valor de 46.93 gr, y la línea con el peso más bajo es 2IK16-1329, con un valor de 41.23 gr.
Al sacar una media de los pesos y línea sin fungicida tenemos que la línea 2IK16-1317 con un
valor de 43.57gr que muestra un valor medio en el presente estudio.
Figura 36.
Peso de 1000 granos obtenidos por 18 líneas de cebada maltera evaluadas.
81
La investigación realizada por Velasco et al., (2020) donde se evaluaron 83 accesiones de
cebada, para la variable peso de 1000 granos obtuvieron valores entre 40,5 a 70,4 g, con una
media de 69,16 gr, considerando como óptimo un valor de 55g. En comparación con la presente
investigación, los valores obtenidos son menores con una media de 43.49 g con fumigación y
sin fumigación una media de 44.08, pero estos datos son más cercanos a los encontrados por
Rani y Bhardwaj, (2021) quienes mencionan que el peso de 1000 granos debe ser superior a 45
g para la cebada de dos hileras. Caluguillin (2023), encontró en su investigación con 144 líneas
de cebada maltera realizada en Chaltura un 20% de las líneas obtuvo valores mayores de 40g y
el 80% restante de las líneas se encuentran en rangos de 36 a 39 g.
4.19 SEVERIDAD DE ENFERMEDADES PRESENTES EN EL CULTIVO
Tabla 28.
ADEVA de la enfermedad roya lineal.
Fuentes de Grados de libertad Grados de libertad Valor Valor P
variación F.V. Error F
Línea 17 2122 5.19 <0.0001
Tratamiento 1 2122 30.45 <0.0001
Línea:Tratamiento 17 2122 0.43 0.0486
En la Figura 37, se observa que la variable que presenta la mayor severidad en términos de
Royal Lineal es 2IK16-0816, con un valor de 1.28%, mientras que la variedad con la menor
severidad es INIAP-Alfa, registrando un valor de 0.97 %. Además, se nota que las líneas 2IK16-
0808, 2IK16-1317 y 2IK16-0812 comparten un valor similar de 1.18%, ya que se ubican en la
media entre las 18 líneas estudiadas. Siendo Iniap-Alfa la línea que presenta una menor
incidencia con respecto a roya tanto en el manejo con y sin fungicida.
En el caso del manejo de las variables sin la aplicación de fungicida, las líneas 2IK16-0710,
2IK16-0671 y 2IK16-0899 presentaron la mayor severidad, con un valor de 1.31%, mientras
que la variedad INIAP-Alfa mostró la menor severidad. , con un valor de 1,03%. Asimismo, se
observa que las líneas 2IK16-0812, 2IK16-1317 y 2IK16-0816 también comparten un valor
cercano, registrando 1.24% de severidad, ya que cumplen con el promedio entre las 18 líneas
evaluadas.
82
Figura 37.
Enfermedad de roya lineal en las 18 líneas de cebada maltera.
Este hallazgo concuerda con la investigación de González et al. (2013), quienes señalan que el
desarrollo de la enfermedad requiere de temperaturas que oscilan entre 15 a 20 °C y una
duración de lluvias de más de 6 horas para que la infección del hospedero tenga lugar. Además,
el cultivo debe estar expuesto a estas condiciones durante un período de 6 a 8 horas. Estas
condiciones climáticas desfavorables para la infección de la roya explican los valores bajos de
severidad de esta plaga observada en el estudio.
Además, este resultado es respaldado por la investigación de Caluguillin (2023), quien analizó
144 líneas promisorias de cebada. A pesar de que las condiciones climáticas eran propicias para
la presencia de la roya, ninguna de las 144 líneas presentó esta enfermedad. Este éxito se
atribuye al manejo adecuado del ensayo realizado, lo que demuestra la importancia de las
prácticas de manejo en la resistencia de la cebada a esta enfermedad.
4.19.2 Mancha en red
Los resultados del análisis de varianza (ANOVA), caracterizados por 0.996 > p-value, no
proporcionaron evidencia estadística suficiente para rechazar la hipótesis nula. Por lo cual, se
infiere que no existe una diferencia significativa entre la incidencia de mancha en roja y las
líneas de cebada evaluadas en el presente estudio (Tabla 29).
Tabla 29.
ADEVA de la variable peso de 1000 granos en el cultivo de cebada maltera.
Fuentes de Grados de libertad Grados de libertad Valor Valor
variación F.V. Error F P
Línea 17 2122 1.09 0.3577
Tratamiento 1 2122 0.71 0.3982
Línea:Tratamiento 17 2122 0.32 0.996
Figura 38.
Enfermedad de mancha en red en las 18 líneas de cebada.
84
4.19.3 Escaldadura
Tabla 30.
ADEVA de la enfermedad escaldadura.
Fuentes de Grados de libertad Grados de libertad Valor F Valor P
variación F.V. Error
Línea 17 2122 7.46 <0.0001
Tratamiento 1 2122 5.98 0.0145
Línea:Tratamiento 17 2122 2.73 0.0002
En la Figura 39 se evidencia que la línea con el valor más alto de incidencia de Escaldadura es
2IK16-0821 con 4.8% mientras que el valor más bajo es de la variedad INIAP-Alfa con 1.1%.
Valores que cuentan con una estrecha relación con la línea 2IK16-0876 con un valor de 2.33%,
debido a que las líneas mencionadas cumplen con el valor de la media entre las 18 estudiadas.
Mientras que para el manejo de las variables sin fungicida el valor más alto fue de la línea
2IK16-0671 con 6.5% de incidencia, mientras que el valor más bajo fue de la línea 2IK16-0813
con 1.75%. Valores que cuentan con una estrecha relación con la línea 2IK16-1329 con 2.83%
debido a que las líneas mencionadas cumplen con el valor de la media entre las 18.
Figura 39.
Enfermedad de Escaldadura en las 18 líneas de cebada maltera.
En la Figura 40 se evidencia que la línea con el valor más alto de incidencia de Septoria es
2IK16-0812 con 0.2%, mientras que en las líneas (2IK16-0665, 2IK16-0671 y 2IK16-1239) no
se reportó presencia de la enfermedad. Valores que cuentan con una estrecha relación con las
líneas (2IK16-0735, 2IK16-0899 e INIAP-Alfa) con un valor de 0.07%, debido a que las líneas
mencionadas cumplen con el valor de la media entre las 18 estudiadas.
Para el manejo de las variables sin fungicida el valor más alto fue de la línea 2IK16-0899 con
0.97% de incidencia, mientras que el valor más bajo fue de las líneas (2IK16-0812, 2IK16-0813
y 2IK16-1329) con 0.2%. Valores que cuentan con una estrecha relación con la variedad INIAP-
Alfa con 0.37% debido a que las líneas mencionadas cumplen con el valor de la media entre las
18.
86
Figura 40.
Enfermedad de Septoria en las 18 líneas de cebada maltera.
Gilchrist (2000) menciona que, la severidad de la septoria es frecuente encontrar en una misma
hoja lesiones causadas por más de uno de los patógenos mencionados, dependiendo de la
susceptibilidad de la variedad y de las condiciones ambientales prevalecientes durante el ciclo.
Esta estrecha asociación dificulta el diagnóstico y hace imprecisa la estimación de los patógenos
que están presentes con mayor frecuencia y causan el daño más severo lo que concuerda con la
línea 2IK16-0816 y 2IK16-0899 las cuales mostraron una mayor severidad de septoria en el
factor 1.
Dicha baja severidad puede ser el resultado de una confluencia de diversos factores, que podrían
incluir la resistencia genética propia de las líneas evaluadas, condiciones ambientales
específicas, o prácticas de manejo agronómico que pueden haber inhibido la proliferación del
patógeno. Además, las fluctuaciones anuales en las condiciones climáticas y las diferencias en
las prácticas agrícolas entre las regiones de estudio también pueden haber jugado un papel
crucial en la reducción de la severidad de la enfermedad.
4.19.5 Enfermedad en espiga (Carbón)
Tabla 32.
ADEVA de Enfermedad en espiga.
Fuentes de Grados de libertad Grados de libertad Valor F Valor P
variación F.V. Error
Línea 17 70 15.46 <0.0001
Tratamiento 1 70 0.17 0.6843
Línea:Tratamiento 17 70 1.58 0.094
En la Figura 41 se evidencia que las líneas con el valor más alto de incidencia de Enfermedad
de la espiga son (2IK16-0812 y 2IK16-0816) con 10%, (2IK16-0821, 2IK16-1239 y 2IK16-
1329) con un valor de 3.33%, seguidamente de la línea 2IK16-0813 con un valor de 6.67%, por
87
otro lado, el valor más bajo es de las demás líneas con un valor de 0% demostrando que no
presentan valores de incidencia.
Para el manejo de las variables sin fungicida el valor más alto fue de la línea 2IK16-0816 con
13.33% de incidencia, mientras que el valor más bajo de las demás líneas es de 0% a excepción
de la línea 2IK16-0812 con 6.67%, seguidamente de las líneas (2IK16-0813 y 2IK16-1329 con
un valor de 10%.
Figura 41.
Enfermedad en espiga (Carbón) de las 18 líneas de cebada maltera.
88
La disparidad observada entre estas investigaciones y los hallazgos actuales, particularmente
en el contexto de las diferentes líneas y condiciones de tratamiento, sugiere que la dinámica
entre la severidad de la enfermedad y su impacto económico puede estar modulada por una
serie de factores, incluyendo la genética. de las líneas de cebada y las condiciones ambientales
prevalentes durante el ciclo de crecimiento.
4.20 ANÁLISIS ECONÓMICO DE LOS TRATAMIENTOS
Tabla 33.
Análisis económico por tratamiento expresado en hectáreas del cultivo de cebada maltera.
T3 T4 T11 T6 T28 T27 T20 T22
2IK16- 2IK16- 2IK16- 2IK16- 2IK16- 2IK16- 2IK16- 2IK16-
Indicadores 0710 0804 0899 0821 1329 1324 0671 0804
Rendimiento
kg ha-1 5160 4800 4650 4630 5850 5710 5640 5630
En la tabla 32 se puede apreciar un análisis y comparación de los ingresos entre las líneas que
alcanzaron mayor rendimiento, cabe mencionar que se encuentran cuatro líneas con fumigación
y cuatro sin fumigación. De esta manera se puede observar que para el tratamiento con
fumigación la línea 2IK16-0710 es la mejor obteniendo una producción de 114 quintales/ha y
una relación beneficio costo de $1.46, mientras el tratamiento sin fumigación obtuvo mejores
rendimientos siendo la línea 2IK16-1329 la que genero una producción de 130 quintales/ha y
una relación beneficio costo de $1.63.
89
Datos semejantes obtuvieron Cajamarca y Montenegro (2015), en su estudio de 13 líneas
promisorias alcanzando valores entre 1,32 y 2,66 USD de relación B/C, encontrándose los
resultados del presente estudio dentro de estos.
90
CAPÍTULO V
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
5.1 CONCLUSIONES
91
5.2 RECOMENDACIONES
92
5.3 BIBLIOGRAFÍA
93
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VI. ANEXOS
Anexo 1.
100
Anexo 2.
COSTOS DIRECTOS
Control Malezas
Emergencia D´amina Unidad 2 9,62 19,24
Tebuconazole
Control Fitosanitario BLANKET Unidad 1 21,2 21,2
Fertilización
complementaria Urea kg 100 1 100
101
Mano de obra Jornal 1 12 12
Limpieza, claseado y
ensacado Mano de obra Jornal 4 12 48
Comercialización 77 4,01
COSTOS INDIRECTOS
SUBTOTAL DE
COSTOS INDIRECTOS 361,41 19,88
102
Anexo 3.
COSTOS DIRECTOS
Control Malezas
Emergencia D´amina Unidad 0 0 0
Tebuconazole
Control Fitosanitario BLANKET Unidad 0 21,2 0
Fertilización
complementaria Urea kg 100 1 100
103
Deshierbe Mano de obra Jornal 2 12 24
Limpieza, claseado y
ensacado Mano de obra Jornal 4 12 48
Comercialización 77 4,01
COSTOS INDIRECTOS
SUBTOTAL DE
COSTOS INDIRECTOS 361,41 19,88
104