Las raíces espirituales de mi vida-02
Las raíces espirituales de mi vida-02
Las raíces espirituales de mi vida-02
mi vida:
INFANCIA:
Todo niño/a tiene una sensibilidad espiritual innata, es curioso, tiene alta capacidad de
recpeción.
¿Qué imagen tenía de Dios? ¿Cómo se lo imaginaba?
Un Dios que todo lo veía que estaba mas como para juzgar nuestro actuar que esta bien y que
esta mal.
Se dice que en la infancia recibimos del exterior las enseñanzas religiosas.
¿Qué explicación o discurso religioso recibió? Que si no haciasn
¿En qué prácticas religiosas le iniciaron?
¿Qué personas influyeron en su sentimiento religioso o espiritual? ¿Cómo?
¿Hubo también alguna experiencia negativa?
…
ADOLESCENCIA:
Es el momento crítico, donde el pensamiento y desarrollo propio cuestionan la herencia
recibida, la tradición, lo enseñado por padres y tutores.
En la adolescencia queremos entender, comprobar, buscar la razón, pensar por uno mismo,
descubrir la verdad, afirmar nuestro yo, consolidar la propia personalidad.
¿Qué experiencias religiosas acompañaron su adolescencia?
¿Qué personas influyeron en su desarrollo religioso o espiritual durante su adolescencia?
¿Leyó algún autor/libro, se fijó en alguna canción, o vio alguna película que influyó en su
sentimiento religioso?
¿Cómo evolucionó su espiritualidad? ¿Mantuvo las mismas prácticas religiosas que en la
infancia?
¿En qué fue usted crítico?
Dicen que las tormentas consiguen que los árboles echen raíces más profundas: ¿Hubo
también alguna experiencia negativa?
…
MADUREZ:
Es la etapa de la síntesis personal: lo heredado ya ha sido cuestionado, no se rechaza, sino que
se filtra, se acoge y se modifica. La persona ha vivido, ha luchado, sufrido y tomado conciencia
de sus límites.
¿Qué ha aprendido en todos estos años sobre Dios, sobre la religión, sobre las prácticas
religiosas?
¿Quiénes son hoy en día personas espiritualmente referentes para usted? ¿Por qué?
¿Se siente usted cercano a alguna de estas palabras: legalista, supersticioso, racionalista,
escéptico, fundamentalista, agnóstico, santurrón, superficial?
¿Qué experiencias espirituales le están a usted nutriendo en estos momentos?
¿La misión educativa lasaliana es para usted un lugar de experiencia espiritual? ¿Cómo?
Tengo la oportunidad de trabajar para una escuela publica donde la prioridad absoluta es el
rendimiento académico. Las decisiones a nivel de la dirección son con la idea de asegurar los
mejores resultados en las pruebas estandarizadas, atraer más alumnos para asegurar el centro
educativo y estatus dentro de la comunidad. Un enfoque centrado en el beneficio económico
sin la mirada hacia el alumno.
Siento que en algunas actividades dentro del colegio podrían tener una desconexión entre la
mística y el realismo ya que durante nuestro ritmo de trabajo vamos tan acelerados con las
actividades académicas y religiosas que siempre están centradas en los alumnos en su
formación, en su crecimiento no digo que este mal o no sea lo correcto, pero se deja de pensar
en el maestro, no se da el tiempo para que ellos vivan los momentos, para que se atiendan
algunas necesidades. Es fundamental que los valores espirituales no solo se transmitan a los
alumnos, sino que también se vivan y se fortalezcan entre los docentes, de modo que toda la
comunidad educativa (no solo los estudiantes) pueda ser parte de esa misión transformadora.
En mi escuela un signo de esperanza lo encuentro en acciones que realizan los maestros con
los alumnos como el acompañamiento, el acercamiento y preocupación cuando un alumno
demuestra dificultad en el desarrollo académico, el ir mas allá de una simple calificación el
conocer a la persona. En la escuela son los grupos apostólicos, son jóvenes que se reúnen con
la intención de ayudar sin esperar nada a cambio, una ayuda desinteresada con la intención de
transformar la realidad que viven algunas personas.
-El autor destaca que es atreves del servicio a los pobres como podemos recibir esa
consagración ya que a través de esa vulnerabilidad y necesidad nos impulsa a vivir consentido.
Y destaca también que no solo es un rito religioso, sino que se vive a través de las obras y el
compromiso con los demás.
Este compromiso de servir nos permite vivir el amor a Dios de manera significativa y
transformadora.