El Naturalismo
El Naturalismo
El Naturalismo
realidad en todos sus aspectos, tanto los más sublimes como los más vulgares. Se originó en Francia a finales
del siglo XIX y se extendió por toda Europa.
El naturalismo literario es un movimiento que surge como respuesta al idealismo romántico alemán y como
una evolución del realismo. Se enfoca en una representación detallada y objetiva de la realidad, basándose
en la idea filosófica del determinismo. Esto implica que el comportamiento humano está condicionado por
factores biológicos, psicológicos y sociales, y no por la voluntad libre del individuo.
El naturalismo literario se apoya en la lógica positivista, que limita la realidad a lo cognoscible. Sin embargo,
la novela no puede reducirse a un mero encadenamiento de hechos visibles, por lo que siempre implica una
representación imaginativa y la visión del novelista.
El naturalismo surge como contraparte al Romanticismo, al igual que el realismo, y se extendió sobre todo
entre 1870 y 1890.
Desde Francia, en 1870, el naturalismo se extendió a toda Europa en el curso de los veinte años siguientes
adaptándose a las distintas literaturas nacionales e internacionales. El naturalismo presenta al ser humano
sin libre albedrío, determinado por la herencia genética y el medio en que vive (determinismo). En él influyen
el positivismo de Auguste Comte, que no considera verdad ni valora lo que no puede ser objeto de
experiencia y de método científico.
El naturalismo literario se inspira en teorías científicas como el evolucionismo de Darwin, que se aparta de
lo espiritual al negar la intervención divina, y el darwinismo social de Spencer. También está influido por el
materialismo histórico de Marx y Engels y por avances en ciencias naturales, como las leyes de la herencia
genética formuladas por Mendel. Hippolyte Taine, crítico francés, comparó virtudes y vicios humanos con
productos químicos, resaltando una visión materialista de la humanidad. En este contexto, Émile Zola aplicó
principios científicos a la literatura, influido por La Médecine expérimentale de Claude Bernard. Zola veía al
novelista como un observador y experimentador que analiza los males de la sociedad, valorando la verdad
como fuente de grandeza y moralidad.
2. Protagonista marginal. Los protagonistas no pertenecen a la burguesía o clase media, sino a las clases
sociales más desfavorecidas, cuyas miserables condiciones de vida son descritas con escrupuloso detallismo,
sin escamotear aspectos sórdidos o desagradables.
3. Pesimismo. No existe redención posible para los personajes, vencidos por su propio temperamento y por
el medio en que han nacido.
4. Compromiso ideológico. La carga ideológica se acentúa: los autores denuncian una estructura social que
condena al individuo desde la cuna.
5. Léxico científico. Al estilo claro y sencillo propio de la novela realista hay que añadir el uso del léxico
científico, fruto del influjo de las ciencias experimentales.
El Naturalismo tenía como objetivo explicar los comportamientos del ser humano y sus narradores
pretendían interpretar la vida mediante la descripción del entorno social para descubrir las leyes que rigen
la conducta humana.
Al surgir en París los novelistas iniciadores de este movimiento como Zola y posteriormente Flaubert
describen de manera cruda y realista principalmente el contexto social de la capital de Francia y solo después
se animaron a describir otros ambientes.
AUTORES:
EJEMPLO DE OBRA:
En Estados Unidos, la obra McTeague (1899) de Frank Norris es un ejemplo de naturalismo literario.
El naturalismo en España:
En España, participaron en este movimiento hombres comprometidos con posturas cercanas al Krausismo o
la derecha, como Galdós (La desheredada), Clarín y Vicente Blasco Ibáñez.
Desde la óptica conservadora, puede también hablarse de un naturalismo cristiano no rigurosamente
pesimista ni determinista en el que militaron autores como Emilia Pardo Bazán.
A los Estados Unidos este movimiento llegó bastante tarde, aunque es posible reconocer el naturalismo en
las obras de Frank Norris (Epopeya del trigo), Stephen Crane (La roja insignia del valor), Jack London (Martin
Eden, La muchacha de las nieves, La llamada de la selva, Colmillo blanco) y Theodore Dreiser (Una tragedia
americana), así como una evolución importante en el nuevo periodismo americano de, por ejemplo, Truman
Capote.
El naturalismo en Hispanoamérica:
En América, vinculado al llamado indigenismo, representan el Naturalismo los puertorriqueños Matías
González García y Manuel Zeno Gandía (La charca, 1894), el chileno Augusto d'Halmar y la peruana Clorinda
Matto de Turner, quien alcanzó un gran éxito con su novela Aves sin nido. Otra figura destacada del
Naturalismo peruano fue Mercedes Cabello de Carbonera, cuya novela Blanca Sol fue muy controvertida. El
argentino Eugenio Cambaceres tiene importancia por destacar la decadencia de las clases privilegiadas con
novelas como Música sentimental y Sin rumbo. En México, destacaron Federico Gamboa con su célebre
novela Santa; Ángel del Campo, que usó el pseudónimo de "Micrós", y Vicente Riva Palacio. En Venezuela,
el naturalismo o realismo fue practicado por Rómulo Gallegos en muchas de sus novelas (Canaima...) y
cuentos.
En la actualidad, el movimiento sigue vigente de la pluma de autores más jóvenes cómo Juan Viale Rigo. En
Cuba, destaca, sobre todo, Carlos Loveira, acompañado de Miguel de Carrión y Jesús Castellanos. En
Centroamérica, Enrique Martínez-Sobral practicó el naturalismo en la novela Alcohol.
PRINCIPIOS:
El naturalismo literario se caracteriza por usar un lenguaje que refleja fielmente las jergas, hablas regionales
o populares, sin preocuparse por el academicismo, pero con precisión y autenticidad. Aunque el realismo y
el naturalismo comparten la intención de representar la realidad sin idealizarla, hay diferencias clave: el
realismo se centra más en describir la vida de la burguesía y es más limitado en su alcance. En cambio, el
naturalismo se enfoca en las clases sociales desfavorecidas y busca explicar los problemas sociales desde
una perspectiva materialista y determinista, realizando una crítica profunda de las condiciones de vida.
Mientras el realismo tiende al individualismo burgués, optimista y enfocado en el progreso personal, el
naturalismo aborda la falta de control de las personas sobre su destino debido a fuerzas sociales y biológicas.