El documento describe las asignaciones modales en el derecho chileno. Explica que una asignación modal es aquella que está sujeta a un modo, carga u obligación impuesta al beneficiario. El modo puede ser de diversas formas, como la ejecución de obras o el pago de pensiones. También distingue entre modo y condición suspensiva, y explica los efectos del incumplimiento del modo y la cláusula resolutoria.
El documento describe las asignaciones modales en el derecho chileno. Explica que una asignación modal es aquella que está sujeta a un modo, carga u obligación impuesta al beneficiario. El modo puede ser de diversas formas, como la ejecución de obras o el pago de pensiones. También distingue entre modo y condición suspensiva, y explica los efectos del incumplimiento del modo y la cláusula resolutoria.
El documento describe las asignaciones modales en el derecho chileno. Explica que una asignación modal es aquella que está sujeta a un modo, carga u obligación impuesta al beneficiario. El modo puede ser de diversas formas, como la ejecución de obras o el pago de pensiones. También distingue entre modo y condición suspensiva, y explica los efectos del incumplimiento del modo y la cláusula resolutoria.
El documento describe las asignaciones modales en el derecho chileno. Explica que una asignación modal es aquella que está sujeta a un modo, carga u obligación impuesta al beneficiario. El modo puede ser de diversas formas, como la ejecución de obras o el pago de pensiones. También distingue entre modo y condición suspensiva, y explica los efectos del incumplimiento del modo y la cláusula resolutoria.
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De las asignaciones modales
Asignaciones modales
No define propiamente la ley el modo, pero hace
una descripción suficientemente comprensiva de esta modalidad: “Si se asigna algo a una persona para que lo tenga por suyo con la obligación de aplicarlo a un fin especial, como el de hacer ciertas obras o sujetarse a ciertas cargas, esta aplicación es un modo y no una condición suspensiva” (Art. 1089) Asignación modal es la que está afecta a un modo, una carga, gravamen u obligación impuesto al favorecido con ella. En otros términos, en las asignaciones testamentarias, el modo es un gravamen impuesto a quien se otorga una liberalidad.
El modo puede revestir las más variadas formas. El
Art. 1089 alude a las formas más frecuentes que reviste la asignación modal, como son la ejecución de una obra (construcción de una escuela) o la sujeción a una carga (pago de una pensión periódica). Un fallo de nuestros tribunales declara que si la testadora deja sus bienes a una institución de caridad para que los tenga por suyos, con la obligación de aplicarlos íntegros a determinados fines que se expresan, nos encontramos ante una asignación modal. La asignación modal puede ser una herencia o legado El Art. 1089 comienza diciendo: “si se asigna algo a una persona”, etc.
Como la ley no distingue, la asignación modal
puede ser tanto a título universal, una herencia, como a título singular, o sea, un legado.
Así lo ha estimado también la jurisprudencia.
Modo y condición suspensiva
El modo y la condición suspensiva pueden
fácilmente confundirse. La posibilidad de esta confusión es tan considerable que el Art. 1089 pone en guardia contra ella. Sus efectos son radicalmente diversos. El asignatario condicional no adquiere la asignación mientras la condición suspensiva no se cumpla. El modo, entre tanto, no constituye un requisito para adquirir, el asignatario modal adquiere la asignación de inmediato, sin que el modo suspenda la adquisición.
El Art. 1089 establece expresamente que el modo “no
suspende la adquisición de la cosa asignada” Pero ¿cómo distinguir una asignación modal de una asignación condicional?
La asignación modal se caracteriza porque se
asigna algo a fin de que el asignatario lo tenga por suyo “para” ejecutar determinadas obras o cumplir determinadas cargas. La asignación se le entrega para que realice la prestación , a fin de efectuarla. La condición impide la adquisición; el asignatario adquiere “si” el hecho constitutivo de la condición se cumple.
En resumen, el cumplimiento de la condición
precede a la adquisición, mientras que el cumplimiento del modo sigue a la adquisición y el gravamen se realiza con los bienes que el asignatario ha adquirido. El asignatario modal no ha menester rendir caución El asignatario adquiere la asignación de inmediato; la adquisición no queda subordinada al cumplimiento del modo.
El Art. 1091 establece una lógica consecuencia de
este principio: “Para que la cosa asignada modalmente se adquiera, no es necesario prestar fianza o caución de restitución para el caso de no cumplirse el modo”. Cumplimiento del modo
El Art. 1094 se pone en el caso de que el testador
no disponga la manera como ha de cumplir el modo y establece: “si el testador no determinare suficientemente el tiempo o la forma especial en que ha de cumplirse el modo, podrá el juez determinarlos, consultando en lo posible la voluntad de aquél, y dejando al asignatario modal un beneficio que ascienda a lo menos a la quinta parte del valor de la cosa asignada”. O sea, corresponde a la justicia determinar el tiempo y la forma de cumplirse el modo con las indicaciones y limitaciones indicadas en el precepto.
Debe tenerse presente que para los bancos no rige
el mínimo de remuneración fijado por el precepto (Art. 86, Nº 6, inc. 2º del D.F.L. Nº 3 de 1997, Ley General de Bancos). El legislador señala dos casos en que el asignatario modal puede dejar de cumplir la carga que se la ha impuesto. Son ellos:
1º Imposibilidad o ilicitud del modo, y
2º Modo que va en beneficio del propio
asignatario modal. 1º Imposibilidad o ilicitud del modo
Se refiere a esta materia el Art. 1093, que
distingue entre imposibilidad absoluta y relativa; la imposibilidad absoluta puede ser posterior al establecimiento del modo o coetánea a él. En mérito a ello, el precepto distingue tres situaciones: 1º Modo por su naturaleza imposible absolutamente o ilícito.
Si el modo es por su naturaleza imposible o
inductivo a un hecho ilegal o inmoral o concebido en términos ininteligibles, no valdrá la disposición. Se comprenden aquí tres situaciones diversas: en primer lugar, la ilicitud del modo que vicia toda la disposición. Por ejemplo, dice el testador: “dejo una asignación con cargo de colocar una casa de juego”.
La disposición es nula, y en este caso es la ilicitud
del motivo psicológico la que trae consigo la nulidad de la asignación. En seguida, la misma suerte corre la disposición si por su naturaleza misma es imposible el cumplimiento del modo. Finalmente, igual cosa ocurre con los modos concebidos en términos ininteligibles. 2º Modo que se hace absolutamente imposible con posterioridad a su establecimiento
Si el modo, sin hecho o culpa del asignatario, se hace
absolutamente imposible, subsistirá la asignación sin el gravamen (inciso final del Art. 1093).
Por ejemplo, el testador impuso al asignatario modal
la obligación de pagar una pensión alimenticia a una persona mientras ésta viva, y ella fallece antes que el causante. Hay imposibilidad absoluta de cumplir el modo, y la asignación subsiste sin el gravamen. 3º Imposibilidad relativa
Finalmente, decíamos que la imposibilidad de
cumplir el modo podía ser relativa. El inciso 2º del Art. 1093 dispone que “si el modo, sin hecho o culpa del asignatario, es solamente imposible en la forma especial prescrita por el testador, podrá cumplirse en otra análoga que no altere la substancia de la disposición, y que en este concepto sea aprobada por el juez, con citación de los interesados”. Por ejemplo, el testador deja un legado de $ 1.000 con la carga de fundar un hospital. Fallece el testador, pero resulta que en la actualidad es imposible fundar un hospital con esa cantidad; se cumplirá entonces el modo por equivalencia, por ejemplo, se costearán dos camas en un hospital. 2º Modo que va en beneficio del propio asignatario Es posible que el modo vaya en beneficio exclusivo del asignatario. Por ejemplo, dice el testador: lego $ 10.000 a Pedro para que se construya una casa”. Según el Art. 1092, el modo en este caso no impone obligación alguna, a menos que lleve cláusula resolutoria. Incumplimiento del modo. De la cláusula resolutoria en general Si el asignatario modal no cumple con la carga impuesta por el testador el beneficiado con el modo tiene dos derechos:
1º El de todo acreedor de solicitar la ejecución
forzada de la obligación, siempre que concurran los requisitos legales; este derecho no constituye sino una aplicación de las reglas generales en materia de obligaciones. 2º El derecho de pedir la resolución de la asignación modal.
Este se ejerce en virtud de la cláusula resolutoria,
que define el Art. 1090 en los siguientes términos: “en las asignaciones modales se llama cláusula resolutoria la que impone la obligación de restituir la cosa y los frutos, si no se cumple el modo”. Por regla general, la cláusula resolutoria no va envuelta en el modo, salvo que el testador la imponga (inciso 2º del precepto). La cláusula resolutoria no se subentiende en el modo, en lo que se diferencia de la condición resolutoria tácita, que contempla el Art. 1489. La condición resolutoria tácita no necesita expresarse; la cláusula resolutoria debe ser establecida por el testador en el testamento, salvo si el asignatario modal es un banco, porque en conformidad al Art. 86, Nº 6º, del D.F.L. Nª 3, de 26 de noviembre de 1997, publicado en el Diario Oficial de 19 de diciembre de 1997, que fija el texto refundido de la Ley General de Bancos, se subentiende la cláusula resolutoria. Quiénes pueden solicitar la resolución del modo El legislador nada dijo al respecto, pero aplicando el principio de que es el interés jurídico el que hace nacer la acción, podemos concluir que pueden hacerlo dos personas:
1º El beneficiado con el modo, pues, declarada la
resolución de la asignación modal, debe entregársele, según el Art. 1096, una suma proporcionada de dinero. En ello radica su interés. 2º Los demás asignatarios, pues, declarada la resolución de la asignación modal, esta asignación, deducido lo que debe entregarse al beneficiado con el modo, acrece a los herederos, según el Art. 1096 citado.
En este acrecimiento radica el interés de los demás
asignatarios. Prescripción de la acción para pedir la resolución Como tampoco existe reglamentación especial, debe aplicarse la regla general del Art. 2515, y como acción ordinaria prescribe en cinco años contados desde que se hace exigible la obligación, o sea, desde que existe incumplimiento del modo. Efectos de la resolución de la asignación modal En primer lugar, el asignatario modal debe restituir la cosa asignada y sus frutos; hay en ello una nueva diferencia con la condición resolutoria tácita, pues en ésta no se restituyen los frutos, a menos que la ley, el testador, el donante o los contratantes, según los casos, hayan dispuesto otra cosa (Art. 1488). En seguida, debe entregarse al beneficiado con el modo una suma de dinero proporcionada al objeto, y el resto de la asignación acrece a la herencia, si el testador no ha ordenado otra cosa; pero el asignatario modal quedará excluido de este beneficio (Art. 1096).