Clase 10 de Las Asignaciones Modales

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De las asignaciones modales

Asignaciones modales

No define propiamente la ley el modo, pero hace


una descripción suficientemente comprensiva de
esta modalidad: “Si se asigna algo a una persona
para que lo tenga por suyo con la obligación de
aplicarlo a un fin especial, como el de hacer
ciertas obras o sujetarse a ciertas cargas, esta
aplicación es un modo y no una condición
suspensiva” (Art. 1089)
Asignación modal es la que está afecta a un modo,
una carga, gravamen u obligación impuesto al
favorecido con ella.
En otros términos, en las asignaciones testamentarias,
el modo es un gravamen impuesto a quien se otorga
una liberalidad.

El modo puede revestir las más variadas formas. El


Art. 1089 alude a las formas más frecuentes que
reviste la asignación modal, como son la ejecución de
una obra (construcción de una escuela) o la sujeción
a una carga (pago de una pensión periódica).
Un fallo de nuestros tribunales declara que si la
testadora deja sus bienes a una institución de
caridad para que los tenga por suyos, con la
obligación de aplicarlos íntegros a determinados
fines que se expresan, nos encontramos ante una
asignación modal.
La asignación modal puede ser una herencia o
legado
El Art. 1089 comienza diciendo: “si se asigna
algo a una persona”, etc.

Como la ley no distingue, la asignación modal


puede ser tanto a título universal, una herencia,
como a título singular, o sea, un legado.

Así lo ha estimado también la jurisprudencia.


Modo y condición suspensiva

El modo y la condición suspensiva pueden


fácilmente confundirse. La posibilidad de esta
confusión es tan considerable que el Art. 1089
pone en guardia contra ella.
Sus efectos son radicalmente diversos. El asignatario
condicional no adquiere la asignación mientras la
condición suspensiva no se cumpla. El modo, entre
tanto, no constituye un requisito para adquirir, el
asignatario modal adquiere la asignación de
inmediato, sin que el modo suspenda la adquisición.

El Art. 1089 establece expresamente que el modo “no


suspende la adquisición de la cosa asignada”
Pero ¿cómo distinguir una asignación modal de
una asignación condicional?

La asignación modal se caracteriza porque se


asigna algo a fin de que el asignatario lo tenga por
suyo “para” ejecutar determinadas obras o cumplir
determinadas cargas. La asignación se le entrega
para que realice la prestación , a fin de efectuarla.
La condición impide la adquisición; el asignatario
adquiere “si” el hecho constitutivo de la condición
se cumple.

En resumen, el cumplimiento de la condición


precede a la adquisición, mientras que el
cumplimiento del modo sigue a la adquisición y el
gravamen se realiza con los bienes que el
asignatario ha adquirido.
El asignatario modal no ha menester rendir
caución
El asignatario adquiere la asignación de
inmediato; la adquisición no queda subordinada al
cumplimiento del modo.

El Art. 1091 establece una lógica consecuencia de


este principio: “Para que la cosa asignada
modalmente se adquiera, no es necesario prestar
fianza o caución de restitución para el caso de no
cumplirse el modo”.
Cumplimiento del modo

El Art. 1094 se pone en el caso de que el testador


no disponga la manera como ha de cumplir el
modo y establece: “si el testador no determinare
suficientemente el tiempo o la forma especial en
que ha de cumplirse el modo, podrá el juez
determinarlos, consultando en lo posible la
voluntad de aquél, y dejando al asignatario modal
un beneficio que ascienda a lo menos a la quinta
parte del valor de la cosa asignada”.
O sea, corresponde a la justicia determinar el
tiempo y la forma de cumplirse el modo con las
indicaciones y limitaciones indicadas en el
precepto.

Debe tenerse presente que para los bancos no rige


el mínimo de remuneración fijado por el precepto
(Art. 86, Nº 6, inc. 2º del D.F.L. Nº 3 de 1997, Ley
General de Bancos).
El legislador señala dos casos en que el asignatario
modal puede dejar de cumplir la carga que se la ha
impuesto. Son ellos:

1º Imposibilidad o ilicitud del modo, y

2º Modo que va en beneficio del propio


asignatario modal.
1º Imposibilidad o ilicitud del modo

Se refiere a esta materia el Art. 1093, que


distingue entre imposibilidad absoluta y relativa;
la imposibilidad absoluta puede ser posterior al
establecimiento del modo o coetánea a él. En
mérito a ello, el precepto distingue tres
situaciones:
1º Modo por su naturaleza imposible
absolutamente o ilícito.

Si el modo es por su naturaleza imposible o


inductivo a un hecho ilegal o inmoral o concebido
en términos ininteligibles, no valdrá la
disposición.
Se comprenden aquí tres situaciones diversas: en
primer lugar, la ilicitud del modo que vicia toda la
disposición. Por ejemplo, dice el testador: “dejo
una asignación con cargo de colocar una casa de
juego”.

La disposición es nula, y en este caso es la ilicitud


del motivo psicológico la que trae consigo la
nulidad de la asignación.
En seguida, la misma suerte corre la disposición si
por su naturaleza misma es imposible el
cumplimiento del modo. Finalmente, igual cosa
ocurre con los modos concebidos en términos
ininteligibles.
2º Modo que se hace absolutamente imposible con
posterioridad a su establecimiento

Si el modo, sin hecho o culpa del asignatario, se hace


absolutamente imposible, subsistirá la asignación sin
el gravamen (inciso final del Art. 1093).

Por ejemplo, el testador impuso al asignatario modal


la obligación de pagar una pensión alimenticia a una
persona mientras ésta viva, y ella fallece antes que el
causante. Hay imposibilidad absoluta de cumplir el
modo, y la asignación subsiste sin el gravamen.
3º Imposibilidad relativa

Finalmente, decíamos que la imposibilidad de


cumplir el modo podía ser relativa. El inciso 2º
del Art. 1093 dispone que “si el modo, sin hecho o
culpa del asignatario, es solamente imposible en la
forma especial prescrita por el testador, podrá
cumplirse en otra análoga que no altere la
substancia de la disposición, y que en este
concepto sea aprobada por el juez, con citación de
los interesados”.
Por ejemplo, el testador deja un legado de $ 1.000
con la carga de fundar un hospital. Fallece el
testador, pero resulta que en la actualidad es
imposible fundar un hospital con esa cantidad; se
cumplirá entonces el modo por equivalencia, por
ejemplo, se costearán dos camas en un hospital.
2º Modo que va en beneficio del propio
asignatario
Es posible que el modo vaya en beneficio
exclusivo del asignatario. Por ejemplo, dice el
testador: lego $ 10.000 a Pedro para que se
construya una casa”. Según el Art. 1092, el modo
en este caso no impone obligación alguna, a
menos que lleve cláusula resolutoria.
Incumplimiento del modo. De la cláusula
resolutoria en general
Si el asignatario modal no cumple con la carga
impuesta por el testador el beneficiado con el
modo tiene dos derechos:

1º El de todo acreedor de solicitar la ejecución


forzada de la obligación, siempre que concurran
los requisitos legales; este derecho no constituye
sino una aplicación de las reglas generales en
materia de obligaciones.
2º El derecho de pedir la resolución de la
asignación modal.

Este se ejerce en virtud de la cláusula resolutoria,


que define el Art. 1090 en los siguientes términos:
“en las asignaciones modales se llama cláusula
resolutoria la que impone la obligación de
restituir la cosa y los frutos, si no se cumple el
modo”.
Por regla general, la cláusula resolutoria no va
envuelta en el modo, salvo que el testador la
imponga (inciso 2º del precepto). La cláusula
resolutoria no se subentiende en el modo, en lo
que se diferencia de la condición resolutoria tácita,
que contempla el Art. 1489.
La condición resolutoria tácita no necesita
expresarse; la cláusula resolutoria debe ser
establecida por el testador en el testamento, salvo
si el asignatario modal es un banco, porque en
conformidad al Art. 86, Nº 6º, del D.F.L. Nª 3, de
26 de noviembre de 1997, publicado en el Diario
Oficial de 19 de diciembre de 1997, que fija el
texto refundido de la Ley General de Bancos, se
subentiende la cláusula resolutoria.
Quiénes pueden solicitar la resolución del
modo
El legislador nada dijo al respecto, pero aplicando
el principio de que es el interés jurídico el que
hace nacer la acción, podemos concluir que
pueden hacerlo dos personas:

1º El beneficiado con el modo, pues, declarada la


resolución de la asignación modal, debe
entregársele, según el Art. 1096, una suma
proporcionada de dinero. En ello radica su interés.
2º Los demás asignatarios, pues, declarada la
resolución de la asignación modal, esta
asignación, deducido lo que debe entregarse al
beneficiado con el modo, acrece a los herederos,
según el Art. 1096 citado.

En este acrecimiento radica el interés de los demás


asignatarios.
Prescripción de la acción para pedir la
resolución
Como tampoco existe reglamentación especial,
debe aplicarse la regla general del Art. 2515, y
como acción ordinaria prescribe en cinco años
contados desde que se hace exigible la obligación,
o sea, desde que existe incumplimiento del modo.
Efectos de la resolución de la asignación
modal
En primer lugar, el asignatario modal debe
restituir la cosa asignada y sus frutos; hay en ello
una nueva diferencia con la condición resolutoria
tácita, pues en ésta no se restituyen los frutos, a
menos que la ley, el testador, el donante o los
contratantes, según los casos, hayan dispuesto otra
cosa (Art. 1488).
En seguida, debe entregarse al beneficiado con el
modo una suma de dinero proporcionada al objeto,
y el resto de la asignación acrece a la herencia, si
el testador no ha ordenado otra cosa; pero el
asignatario modal quedará excluido de este
beneficio (Art. 1096).

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