Experimentos Cruciales
Experimentos Cruciales
Experimentos Cruciales
Claus Jönsson repitió el experimento de Young cambiando la luz por un haz de electrones.
¿Podía comportarse una partícula como una onda de luz? Si se lanzan partículas de una en
una a través de una rendija se formará una mancha semejante a su sombra. Lo mismo
ocurrirá con una segunda rendija muy cercana a la primera. Pero al abrirse las dos, lo que se
observa no es la superposición de dos manchas, sino otro patrón de interferencias como
ocurría con la luz.
Isaac Newton “REFRACCION DE LA LUZ BLANCA”
(1672)
Isaac Newton llevó a cabo el siguiente experimento. En su habitación a
oscuras, hizo que un rayo de luz blanca del Sol pasara a través de un pequeño
hueco en una de las ventanas cubiertas y luego hizo pasar este rayo de luz a
través de un pedazo de vidrio con forma de prisma.
La torre de Pisa (Galileo, siglo XVII)
Galileo subió a lo alto de la torre de Pisa y dejó caer dos objetos, de diferente forma, tamaño y
masa. Pero el científico despreció el efecto viscoso del aire. La aceleración de la gravedad,
como cualquier otra aceleración, es independiente de la masa (inercia) y la gravedad no es la
única fuerza que actúa sobre un cuerpo en caída libre. Existe otra fuerza que se opone a la caída,
y es el rozamiento del aire.
La gota de aceite (Millikan, 1909)
En su experimento, Millikan medía la fuerza eléctrica sobre una pequeña gota
cargada debida a un campo eléctrico creado entre dos electrodos cuando la
gota se encontraba en el campo gravitatorio
La balanza de torsión (Cavendish, 1798)
El físico y químico británico demostró que la escala no importa y determinó que
la densidad de la Tierra era 5,45 veces mayor que la densidad del agua, hoy en día
se sabe que es sólo un poco mayor (5,5268 veces). La constante universal de
gravitación permite predecir el movimiento planetario, el de las galaxias, el de una
manzana en caída libre en la Tierra o en cualquier otro planeta. Por ello se
puede medir a escala de laboratorio, midiendo la fuerza gravitatoria entre dos objetos
de masas conocidas y a distancias conocidas.
El plano inclinado (Galileo, siglo XVII)
Galileo no tenía cronómetros ni fotodetectores pero sí un buen sentido del ritmo. Usó
un plano inclinado con el que regulaba el tiempo de caída total de una esfera. Galileo
observó que los espacios recorridos rítmicamente (usó tripas secas de gatos como
topes) seguían una sucesión impar (1d, 3d, 5d, 7d...) de manera que la distancia total
era igual al número de tramos recorridos al cuadrado (1d+3d+5d+7d=16d =4²d=d(t/t0)²=
a t²), lo que se traduce en que el espacio recorrido es directamente proporcional al
cuadrado del tiempo.
El descubrimiento del núcleo (Rutherford, 1911)
En 1911 se pensaba que los átomos consistían en bolitas uniformes de carga
positiva con electrones Inmersos en ellas. Pero cuando Rutherford y sus
ayudantes bombardearon una fina lamina de oro con partículas alfa descubrieron
sorprendidos que algunas de ellas rebotaban como si hubieran chocado contra un
núcleo pequeño y denso.
El péndulo de Foucault (Foucault, 1851)