Grethel Saldaña 4-811-1676 (Artículos)
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ANTIGUA
FACULTAD DE INGENIERÍA Y TECNOLOGÍA
ARTÍCULOS (MÓDULO 4)
Cédula: 4-811-1676
Docente: Agnes De León
Materia: Fundamentos del cristianismo
Fecha de entrega: 8 de abril de 2022
ARTÍCULO N°1
VIDA EN COMUNIDAD CRISTIANA, UN RETO EN SIGLO XX1.
No es fácil ver claramente como es en realidad la comunidad cristiana, tal como se menciona en los
escritos de la NT. Primeramente, porque no existe una sola comunidad, sino muchas comunidades,
ni un modelo único de vida, más bien una pluriformidad, según las circunstancias. Como segundo
punto, menciona algunos problemas concretos de la vida comunitaria, pero con esto no busca la
reflexión de sus lectores. Tercer punto, los autores del evangelio de Mateo, de los Hechos de los
Apóstoles, de las cartas paulinas, de la carta a los Hebreos, comparten experiencias completamente
distintas unas de otras, comparten teologías diversas para resolver problemas en comunidad. Cuarto
lugar, los textos de la NT son nacidos en contextos diferentes, es difícil unificarlas.
Señalada la dificultad, intentaremos acaparar con el presente artículo, la sistematización de la
teología comunitaria que atraviesa el conjunto de los textos comentados, con la perspectiva de que
nos aporte alguna pauta a tener en cuenta en nuestras comunidades actuales.
“Donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” afirma Jesús en el
evangelio de Mateo. Jesús nos garantiza que esta con la comunidad cuando nos reunimos en su
nombre. La comunidad cristiana representa el signo sacramental de la presencia del Resucitado. La
comunidad debe mantener la fe, amor, esperanza en todo momento. Esa esperanza es confianza en
la resurrección, para que nuestra vida tenga un nuevo sentido llamado sentido de relatividad e
itinerancia.
En todos los tiempos, han existido conflictos comunitarios, por la aceptación de los judíos. Se
convocan diversas posturas, para que den su punto de vista, reclamos a la praxis pastoral y a los
frutos obtenidos, clarificar el problema, iluminación desde la escritura.
En la carta a los Hebreos se menciona la invitación de respetar a los dirigentes de las comunidades,
imitar su vida y su fe, y a facilitarles la tarea animadora evitando trabas. Mientras se respete y facilita
el ministerio, se desarrollará la comunidad; los dirigentes son modelos de vida y de fe.
El peligro de la separación de los miembros de una comunidad es alta. Por ello, se llama a la
paciencia y la perseverancia en la comunidad, o bien felicitar a los que son fieles a la tribulación.
En medio de la adversidad la comunidad apostólica vive la alegría por la esperanza.
Para entrar al reino de Dios hay que tener un corazón de un niño. Esto lleva a tener una confianza
en Dios y depender de él, a la vez que refuerza a la relación comunitaria, evitar altanerías. El
acceso al Evangelio pasa por la fidelidad y la tradición cristiana que intentan transmitir a los
apóstoles y los dirigentes comunitarios por medio de la enseñanza.
En los inicios de las comunidades cristianas, aunque perseguidas por las autoridades judías o
romanas, gozaban de aprecio entre las clases populares. Actualmente, decimos tristemente: eran
significativas, por su coherencia de vida con el Evangelio y por el testimonio que daban de él.
Fueron un signo para otras comunidades, pero esto no les disminuyó los obstáculos, ni todos
quisieron formar parte.
La comunidad apostólica nos aparece con la presencia de Jesús resucitado, que vive en continua
fidelidad con el evangelio, que es fiel a la tribulación, respeta a los dirigentes y prevalece en
oración.
La comunidad apostólica simboliza casa de comunión, refugio en este mundo tan cambiante y nos
impulsa a vivir en fraternidad.
La fracción del pan es el gesto sacramental de la presencia de Cristo dentro de la comunidad, una
presencia que mantiene la unión en comunidad. La oración de la comunidad apostólica representa
alabanza e intercesión. Alabanza que, poco a poco nos va a ayudar a realizar nuestra vida en
comunidad y la de personas que nos rodean. También, nos brindará la perseverancia en prueba y
libertad interna que permitirá dar testimonios de la Resurrección en un ambiente indiferente. El
fervor de espíritu es el dinamismo que alienta la oración y la vida comunitaria. Es importante tener
siempre presente y hacer oración apostólica, una de las principales características de la
comunidades apostólicas.
En la actualidad tenemos el gran reto de mantener unida la comunidad, con todas las dificultades
que puedan ocurrir, para lograr estar más cerca de Dios, nos guíe para no caer en el mal y lograr
mejorar el mundo catastrófico que tenemos.
ARTÍCULO N°2
LA HUMANIDAD NUEVA: FRATERNIDAD, JUSTICIA SOCIAL,
SOLIDARIDAD, HONESTIDAD Y RESPONSABILIDAD.
Según los autores de la NT, la unión fraterna es uno de los aspectos más difíciles de
alcanzar. Toda la comunidad debe constituir como meta permanente. La unanimidad
significa sentir con un solo corazón y una sola alma; se expresa en la armonía
comunitaria, la paz con todos. Se debe dejar atrás los conflictos y atender al llamado al
servicio de Cristo. Los autores de la NT expresan: “obrar bien con todos y evitar el
mal”. La unanimidad se refiere también a la mutua estima, tolerar a los que no piensan
diferente, estimarlos por lo que son.
La solidaridad depende de lo anterior, pero va más allá. En la comunidad apostólica
comparten sus alegrías, tristezas; se sienten solidarios y cuando el otro lo necesite, se
ayudan mutuamente con sus cargas. Los autores de la NT buscan prevenir la avaricia,
porque esto lleva a la separación de la comunidad. Atender a los hermanos presos es
signo de la solidaridad, como también signo de testimonio de vida cristiana frente a los
hostigadores.
La hospitalidad es una exhortación repetida. Debido a que los misioneros del evangelio
se desplazaban de lugares, y la comunicación entre comunidades por el envío de
hermanos de unas a otras. La hospitalidad permite la acogida de estos misioneros y de
los hermanos de casas cristianas, como también proveer para su largo viaje o su
regreso a casa. En nuestras comunidades se debe poseer la hospitalidad, para acoger
a nuestros hermanos del evangelio, jóvenes, colaboradores, misioneros y personas de
otras razas o culturas.
La justicia social debe estar siempre presente en nuestra vida, con los seres que nos
rodean y un aspecto importante para una humanidad nueva. En la actualidad ocurren
muchas injusticias sin razones congruentes, lo que debemos cambiar. “El que va tras
la justicia y el amor halla vida, prosperidad y honra” Proverbios 21:21.
Las relaciones fraternas en el interior de las comunidades conocieron
debilidades y conflictos. Por ello, los autores de NT, son realistas e insisten
en el respeto hacia los hermanos débiles de fe: para evitar el desprecio, ni
apartarlos, apoyarlos para que su participación dentro de la comunidad
permanezca. La corrección fraterna es reglamento de la comunidad
mateana: comienza por el aviso personal, comunitario y puede llegar a la
expulsión, cuando existe una falta de la conversión oportuna. Y es que
desde las primeras comunidades sintieron fuerte el sentido de
responsabilidad, ya que podemos enfrentar impacto de conductas que
puedan causar los más débiles, al hermano que tiene actitudes no
cristianas. El perdón de Dios es para todos, sin excepciones.
La honestidad establece sanas relaciones humanas, que son
fundamentales para formar una humanidad de bien. Un fundamento que va
ligado con la honestidad; la verdad y con ellas hay más comprensión,
confianza. Sin la honestidad no podría existir la fraternidad, así que cada
punto explicado en este artículo es importante para una humanidad nueva.
Como último punto, a explicar se encuentra la responsabilidad, que esta
debe darse en todos los roles que tengamos, tanto en la familia, amigos,
trabajo. Cada uno de nosotros es responsable por cuidar nuestro planeta y
la vida.
No es fácil plantear y hacer posible la construcción de una humanidad
nueva y mucho más con los pensamientos de las personas en estos
tiempos. Pero con la ayuda de Dios, estamos seguros de que se logrará; lo
más importante es tener fe en él, estar unidos con nuestras familias,
comunidades y comenzar el cambio por sí mismo.