NAVIDAD
NAVIDAD
NAVIDAD
Efesios 5:11-13
JEREMIAS 10;2 AL 4
2 CORINTIOS 11:14
El presente estudio pretende presentar a la Iglesia de Dios las verdades
sobre una de las fiestas paganas más antiguas por medio de las
consideraciones históricas de ella y hacer un llamado a los santos a no
participar en ninguna manera de las actividades que estén relacionadas
con ella. (Efesios 6:11-12)
2. INTRODUCCION
El día de Navidad aparece en Roma en el documento llamado
"Cronógrafo Filocaliano" que data del año 336. Tratándose de un
calendario litúrgico parece cierto que la indicación no sea una simple
muestra histórica sino el dato de una fiesta en cuanto se considera que
las demás fiestas parten del 25 de diciembre. Los romanos celebraban
fiestas y ritos a sus diferentes dioses, los días del 17 al 23 de diciembre.
El día 25 era la fiesta pagana del Sol. El 19 de diciembre era el día
más importante, ya que se celebraba una gran fiesta en honor a
Saturno, dios de la agricultura. Con una duración de siete días, de
banquetes y bebidas, los romanos le pedían bienestar a su dios. Al
mismo tiempo, se celebraba en el norte de Europa una fiesta de
invierno similar, conocida como Yule, en la que se quemaban grandes
troncos
adornados con ramas y cintas en honor a los dioses para conseguir
que el sol brillara con más fuerza.
3. ORIGENES DE LA NAVIDAD
La Navidad proviene de la antigua costumbre babilónica, y que roma en su
constante afán de sincretismo religioso la trasladó como fiesta cristiana.
Ahora podemos hacernos la siguiente pregunta ¿Por qué los evangélicos se
han sometido a esta costumbre católico romana, hablando el mismo idioma
y levantando la misma consigna ecuménica?
En primer lugar, debemos entender y aceptar que la Navidad no tiene su
origen en el cristianismo puro, sino que en el paganismo de Babilonia
aproximadamente 2600 años a.C. La historia relata que en aquel entonces
existía una reina llamada SEMIRAMIS en cuyo vientre crecía su hijo TAMUZ,
que según aquella religión, habría concebido virginalmente. Aquel hijo era la
encarnación del dios SOL, conocido por los egipcios como RA y por los
caldeos como BAAL. Su nacimiento se celebraba con fiestas, orgías y en
particular se adornaban árboles con cerezas rojas y bolas brillantes en
representación del Sol.
La costumbre de este árbol surgió de una creencia babilónica que decía que
Semiramis, la madre de Tamuz, afirmaba que durante una noche un árbol
verde se desarrolló de un tronco muerto. El tronco representaba a su esposo
muerto llamado NIMROD (Génesis 10:9) y el árbol de pino llegó a ser el
símbolo de que Nimrod había revivido en Tamuz.
En aquella misma fecha se popularizó mucho el culto de la MADRE y el HIJO
elevándolas a ambos a la categoría de divinidades. A Semiramis le llamaron
“La Reina del Cielo” y luego fue recibiendo varios nombres tales como
Astarot, Diana, Isis y Astarte y a su HIJO se le conoció como Baal, que es el
mismo Tamuz. Las escrituras señalan el error de su pueblo cuando se
inclinaba a estos dioses (Jueces 2:13; Jeremías 7:18; Ezequiel 8:14)
4. INFLUENCIA DE BABILONIA Y ROMA
Fue llamado obispo de los niños, por su amor a los pequeños, y se hizo muy
popular por su gran generosidad y amabilidad para con los más necesitados
y los niños, a quienes hizo beneficiarios de su fortuna personal.
Los vikingos lo adoptaron como santo patrono, y de ellos paso a Rusia
donde se convirtió en santo nacional a principios del siglo X
La Iglesia cristiana ante todas estas prácticas con origen idolatrico debe
mantener una postura con bases bíblicas sólidas a fin de resguardarse de
caer en ellas (1ª. Timoteo 4:1). Los aspectos más importantes que deben
quedar muy enfatizados son los siguientes: